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Autoridades interceptan un camión donde viajaban 41 migrantes hacinados en Chiapas

jueves, abril 21st, 2022

Autoridades de la Fiscalía del estado de Chiapas detuvieron al conductor, identificado como César Iván “N”, por el presunto delito de Violación a la Ley General de Población.

Arriaga (México), 21 abr (EFE).- Un total de 41 migrantes fueron interceptados cuando viajaban en condiciones de hacinamiento dentro de un camión en el municipio mexicano de Arriaga, en el suroriental estado de Chiapas, informó este jueves la Fiscalía estatal.

“La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía de Distrito Istmo Costa, rescató a 41 migrantes y detuvo a una persona del sexo masculino como probable responsable del delito de Violación a la Ley General de Población, en el municipio de Arriaga”, informó el organismo en un boletín.

Los hechos ocurrieron en el punto de revisión muy cerca de los límites entre los estados de Chiapas y Oaxaca, cuando los extranjeros fueron hallados durante una revisión de la caja del tráiler durante un inspección de la policía especializada.

Los migrantes fueron encontrados hacinados al interior de un camión. Imagen ilustrativa. Foto: Esteban Biba, EFE

Al abrir el camión, las autoridades encontraron a los 41 extranjeros viajando en condiciones de hacinamiento.

“César Iván ‘N’ y el vehículo asegurados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República. Mientras que los 41 migrantes rescatados fueron trasladados al Instituto Nacional de Migración para los trámites correspondientes”, informó la FGE en el texto.

La región vive un flujo récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1.7 millones de migrantes en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.

Camión donde fueron encontrados 41 migrantes en el municipio de Arriaga en Chiapas. Foto: Fiscalía General del Estado de Chiapas

México deportó a más de 114 mil extranjeros en 2021, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país.

Además, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió un récord de 131 mil 448 solicitudes de refugio en 2021. De estos peticionarios, más de 51 mil son haitianos.

El INM de México informó recientemente que desde el 1 de enero y hasta el 13 de abril de este año interceptó a 115 mil 379 migrantes, de los cuales un 15 por ciento eran menores de edad, principalmente de naciones de Centroamérica.

Venta de droga, autogobierno… Cereso de Tula con irregularidades desde 2015

jueves, diciembre 2nd, 2021

Hacinamiento, pago semanal de mil 500 pesos por habitar una celda y para la seguridad, condiciones insalubres y distribución de droga son algunas de las denuncias que desde el año 2015 se hicieron al Centro de Reinserción Social de Tula, de donde nueve reos se fugaron esta semana.

Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).– El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tula, de donde nueve reos se fugaron esta semana, incluyendo al líder huachicolero José Artemio Maldonado Mejía, alias “el Michoacano”, arrastra desde hace seis años irregularidades en su funcionamiento que han sido denunciadas por familiares de presos y documentadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

La última información que se tiene de la fuga ocurrida el miércoles, donde un grupo armado irrumpió y liberó a nueve reos que se encontraban detenidos, es que las autoridades recapturaron a tres de ellos, según informó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

La madrugada del miércoles un grupo armado rescató a por lo menos nueve personas del Centro de Readaptación Social de Tula. Foto: Cuartoscuro.

En el ataque dos agentes policiacos resultaron lesionados y en el rescate liberaron al líder criminal de la organización local “Pueblos Unidos”. Foto: Cuartoscuro.

“Se está ya llevando a cabo la investigación. Ya se detuvieron a tres de nueve de los fugados”, explicó el mandatario este día en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional. “Se tiene completamente identificados a quienes participaron en la fuga, todos ellos tenían antecedentes penales”.

Los reos fugados formarían parte de un grupo criminal llamado Pueblos Unidos, dedicado al huachicoleo —robo ilegal de hidrocarburos—, secuestro y la extorsión. “El Michoacano”, líder de la organización criminal, es uno de los principales objetivos a recapturar.

El Cereso de Tula, ubicado en el estado de Hidalgo, cuenta con una lista de observaciones realizadas por la CNDH en 2019 y 2020. Éstas son: sobrepoblación, deficiencias en los servicios de salud e insuficiencia de personal de seguridad y custodia; además de tener una calificación de 6.04.

Calificación de la CNDH al Cereso de Tula en su revisión de 2019. Gráfico: CNDH.

Durante una supervisión realizada por personal de la CNDH en 2019 se detectaron una serie de fallas en los siguientes rubros:

–La seguridad del personal interno: Se encontró que existe deficiente separación entre hombres y mujeres; deficiencias en los servicios de salud; falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección e insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.

–Condiciones de gobernabilidad: La Comisión halló insuficiencia de personal de seguridad y custodia y el ejercicio de funciones de autoridad por personas privadas de la libertad, es decir, condiciones de autogobierno/cogobierno.

–Estancia digna: La revisión arrojó insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro, así como deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad.

–Reinserción social del interno: Se detectó una inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad; deficiente separación entre procesados y sentenciados; insuficiencia o inexistencia de actividades laborales, de capacitación y deportivas; así como una inadecuada organización y registros para el cumplimiento del plan actividades.

En 2020, durante una nueva supervisión realizada por la CNDH en el marco de la pandemia de COVID-19, se detectó que cuatro reos murieron a causa de este virus.

Los reos fugados formarían parte de un grupo criminal llamado Pueblos Unidos, dedicado al huachicoleo, secuestro y la extorsión. Foto: Cuartoscuro.

Pero las irregularidades en este Cereso de Tula datan al menos desde el 2015, cuando familiares protestaron por las condiciones en las que se encontraban sus familiares.

Entre las irregularidades señaladas estaban el pago semanal de mil 500 pesos por habitar una celda y para su seguridad. Los reos que no cumplían con esta cuota eran golpeados. Además denunciaron que las condiciones insalubres habían provocado enfermedades como hepatitis y tifoidea.

Estas acusaciones llevaron a Rodolfo Paredes Carbajal, en ese entonces subsecretario de Seguridad Pública y Reinserción Social en Hidalgo, a cambiar al director del Cereso de Tula. Sin embargo, las denuncias continuaron y se incorporaron más como la venta para la visita conyugal y distribución de droga entre los reos.

Reporte de la CNDH sobre las prisiones en México en 2019. Foto: CNDH.

A nivel federal, la CNDH reportó en su diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 que durante ese año se registraron mil 29 incidentes, de los cuales 902 ocurrieron en Ceresos y 127 en Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos).

El informe refiere también un cúmulo de quejas recibidas durante el año, alcanzando un total de mil 240, de las cuales mil 213 (97.82 por ciento) eran de internos que se encontraban en Ceresos y 27 (2.18 por ciento) en Ceferesos.

136 penales en México están sobrepoblados. Gente pobre o joven es la que los ocupa

jueves, noviembre 11th, 2021

Exceso y abuso de la medida cautelar de prisión preventiva satura prisiones. Sistema penitenciario nacional reporta 222 mil 018 presos en 288 cárceles del país. Con AMLO, hay 24 mil 030 personas privadas de la libertad más que en diciembre de 2018. Aunque el Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Baja California tienen la mayor población carcelaria, sólo el primero presenta hacinamiento. Sobrepoblación propicia carencias en atención y servicios, problemas de seguridad y autogobierno, refiere experto. Penales federales tienen 42.33 por ciento de espacios disponibles.

Por Luis Carlos Sáinzlunes

Ciudad de México, 11 de noviembre (ZETA).- Los llamados que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realiza en forma reiterada a países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a disminuir la sobrepoblación y hacinamiento de las prisiones no hacen eco en México, por el contrario, cada vez hay más personas privadas de la libertad, pese a que desde la Política Criminal no se combate a la delincuencia organizada.

No obstante, la pandemia de COVID-19, la creación de una Ley de Amnistía en 2020 y un decreto presidencial en el actual 2021 para liberar a miles de personas presas, no se ha posibilitado la despresurización de las cárceles mexicanas, y hasta finales de agosto, el Sistema Penitenciario Nacional reporta una población de 222 mil 018 internos en 288 establecimientos penales en el país.

La cifra es mucho mayor a la que recibió el Presidente Andrés Manuel López Obrador al iniciar su administración, pues a diciembre de 2018, la cantidad de personas encarceladas era de 197 mil 988 internadas en 308 prisiones. Es decir, que en lo que va del sexenio de la Cuarta Transformación hay 24 mil 030 reclusos más que hace casi tres años, lo que ocasiona que exista sobrepoblación en muchos de los centros penitenciarios.

De acuerdo con los indicadores del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los 288 reclusorios existentes -entre federales y estatales- tienen capacidad para albergar a 216 mil 867 internos, por lo que a la fecha hay un excedente de 5 mil 151 reos que no cuenta con un espacio propio para pernoctar y llevar una vida digna en contexto de encierro.

El abogado penalista Jorge Huerta Partida, conocedor del fenómeno de las cárceles nacionales, refiere que el incremento se ha dado por el exceso de punitivismo de las autoridades mexicanas.

“Ya no hay detenciones de narcotraficantes importantes o ‘peces gordos’ de la delincuencia organizada, que porque ya no es prioridad su combate. Entonces, ¿quiénes son los detenidos que están enviando a prisión? Es muy claro que son los pobres y los jóvenes, que no tienen acceso a una defensa adecuada”, asegura el jurista.

Pese a la recomendación de la CIDH al inicio de la pandemia, de liberar a los presos con mayor riesgo de contagio (enfermos y adultos mayores) y de no priorizar la medida de prisión preventiva procurando medidas cautelares diversas, en México se cuenta actualmente con sobrepoblación en 136 de las prisiones, según los propios indicadores oficiales.

“El llamado de la Corte Interamericana les valió sorbete, cuando el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la vida y a la salud de todas las personas”, comentó el maestro Huerta.

SOBREPOBLACIÓN

De las 222 mil 018 personas privadas de libertad en prisiones mexicanas, 126 mil 799 cuentan con sentencias condenatorias; es decir, el 57.1%. Mientras que 95 mil 219 presos tienen la calidad de procesados y están en espera de su sentencia, lo que representa el 42.9% en esa fase de prisión preventiva que les mantiene encarcelados, a pesar de que el veredicto final de un juez pudiese declararles inocentes de la imputación.

De los internos sentenciados, 111 mil 224 lo fueron por su responsabilidad en la comisión de delitos del fuero común y 15 mil 575 por ilícitos del ámbito federal. Además, hay 82 mil 356 reclusos que aguardan sentencia por delitos del fuero local y otros 12 mil 863 por su presunta participación en conductas sancionadas por el Código Penal federal.

Vale mencionar que no todos los estados que tienen la mayor cantidad de personas recluidas, son los mismos con la mayor cantidad de prisiones con sobrepoblación. Ejemplo de ello son Ciudad de México, Jalisco, Baja California y Sonora, que ocupan los primeros lugares de población penitenciaria, pero de forma global no figuran en los primeros sitios en espacios sobresaturados.

Muchos de los estados comenzaron a reducir su población penitenciaria a raíz de la implementación total del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en junio de 2016. De existir casi 260 mil personas privadas de libertad entre 2013 y 2014, durante la pasada administración federal y los sexenios estatales se tuvo una disminución a 197 mil 988 presos, abatiendo la sobrepoblación de manera global entre el número de espacios disponibles y los ocupados, aunque el problema continuó focalizado en penales muy específicos.

La única entidad que no presentó disminución alguna en su tasa de personas encarceladas fue el Estado de México, que tuvo un crecimiento constante, al grado de desbancar del primer lugar a la Capital de la República, pese a que dicha entidad federativa fue una de las primeras en adoptar el nuevo sistema de justicia con juicios orales.

El hacinamiento es terrible, asfixiante e inhumano en sus 23 centros penitenciarios. Otros estados tienen un sobrecupo relevante influido por la mínima capacidad de sus prisiones, a pesar de que no contengan grandes cantidades de internos.

PRISIÓN PREVENTIVA

La principal causa de la sobrepoblación en las cárceles, es la llamada “mano dura” de las autoridades “que no soluciona los problemas de la inseguridad y la violencia, pues aunque tengamos a tantas miles de personas en los penales, acá afuera la situación sigue igual de grave o peor; la política criminal de meter a prisión a cuanta gente se pueda para que el Estado justifique que es eficaz en su tarea de brindar seguridad y justicia es falaz, es demagogia para cubrir la debilidad institucional”, asegura el abogado Jorge Huerta Partida.

Sobrepoblacion en penitenciarias. Foto: ZETA.

A mayor cantidad de presos en un reclusorio, la capacidad de atención y de brindarle servicios se fragmenta, “no hay un número de elementos de seguridad suficiente para cuidarles, no hay personal técnico -psicólogos, criminólogos, médicos, pedagogos, trabajadores sociales- que alcancen para llevar a cabo las tareas de la reinserción social, escasea el alimento, la atención médica y los medicamentos. Los internos llenan ese vacío de poder de la autoridad formal y se surge el autogobierno”, agregó.

El maestro Huerta detalla que en esa política criminal de dureza, donde una autoridad rebasada por la criminalidad se decanta por la medida cautelar de la prisión preventiva oficiosa que se aplica para quienes cometen delitos graves y deban ser segregados de la sociedad en tanto se les procesa, “está muy claro cuáles son esos delitos, porque están en el Artículo 19 constitucional y en el Código Nacional de Procedimientos Penales, y que en el Sistema Penal Acusatorio no eran tantos porque se debe privilegiar la presunción de inocencia y la libertad.

“Lamentablemente ese catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa incrementa día a día, y también se dicta prisión preventiva ‘justificada’ por delitos no graves, con lo que los gobiernos tratan de paliar el clamor social que de que la delincuencia no para sus acciones y la autoridad poco hace para frenar la impunidad, situación que ha pervertido al nuevo sistema de justicia, que cada día se parece más al anterior, en un revoltijo que tiene de cabeza a la procuración y administración de justicia” enfatizó Jorge Huerta.

De los primeros diez penales más sobrepoblados de la República Mexicana, seis se encuentran en el sistema penitenciario del Estado de México, acompañado de algunas cárceles que se ubican en las entidades de Morelos, Puebla y Tabasco. El hacinamiento es grave, y en esos casos va desde el 231 hasta más del 559%, sin que las autoridades hagan algo al respecto, sólo esperar el devenir diario ante la llegada de cada vez más reclusos e intentar contener riñas, fugas y motines.

REINSERCIÓN SOCIAL

La reforma penal de 2008 a la Constitución trajo consigo el incremento de las herramientas para favorecer el proceso en prisión de los reclusos. Se transitó del modelo de la readaptación social que consideraba al delincuente como un enfermo social al que había que darle un tratamiento, al modelo de la reinserción social, donde el sujeto que delinquió no es un enfermo, sino una persona con derechos y obligaciones, al que en vez de tratar de cambiarle su forma de pensar, se le debe dotar de herramientas que sean útiles a su reincorporación a la sociedad, con la finalidad de que no reincida.

Sin embargo, a decir del maestro en Derecho Penal y Juicios Orales, “¿Cómo va a tener acceso a esas bases de la reinserción social, si no existen los medios y las condiciones para se lleven a cabo? Por ejemplo, nos habla de los ejes del trabajo, capacitación para el trabajo, educación, salud y deporte, bajo un esquema de respeto a sus derechos humanos. El solo hecho de que exista sobrepoblación ya dio al traste a ese derecho constitucional. No hay trabajo suficiente, menos bien remunerado, no todos acceden a la escuela y la atención de su salud es infame, además de las condiciones de internamiento infrahumanas. Así cómo queremos que el delincuente salga y se reinserte, si acá afuera también lo vamos a orillar a que regrese a la cárcel”, reflexionó Jorge Huerta Partida.

Se ha demostrado que en los centros penitenciarios sin sobrepoblación, o en las prisiones más pequeñas con menos población, se tienen casos de éxito en cuanto a una reinserción social efectiva. Sin embargo, al crearse la Ley Nacional de Ejecución Penal se dejó de lado la asistencia y el control postpenitenciario que permitía dar seguimiento y apoyar a los liberados en esa difícil misión de que no vuelvan a delinquir.

También es de destacar que en el país existen algunas prisiones subutilizadas con el pretexto de que no sufran los mismos efectos que los centros sobrepoblados:

Hasta el momento, el Gobierno Federal presume que la situación que priva en los sistemas penitenciarios estatales con sobrepoblación y problemas de carencias, inseguridad y violencia, no es la misma que tienen los penales federales bajo su tutela, como los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso) con capacidad total de 28 mil 520 espacios y sólo albergan a 16 mil 448 personas privadas de libertad, contando con una disponibilidad actual de 42.33%.

Los penales federales, unos de máxima seguridad, otros de seguridad media, mantienen estándares que no escapan de incidencias negativas, pero les permite tener un control estricto y una secrecía que les aleja de los escándalos en los que las cárceles estatales se ven a menudo inmiscuidas. El Cefereso con mayor población es el Número 11, ubicado en Hermosillo, Sonora, que tiene 2 mil 082 reos; en tanto, el famoso penal federal de Altiplano, en Almoloya de Juárez, apenas cuenta con 489 presos, en espera de su próxima desincorporación del sistema penitenciario.

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Singapur registra repunte de contagios por COVID-19; migrantes en hacinamiento, nuevo foco

jueves, abril 16th, 2020

Singapur, que fue uno de los primeros países en detectar el COVID-19 fuera de China -origen de la pandemia-, actuó con rapidez para restringir las conexiones con los países más afectados, y logró rastrear los movimientos de los infectados con bastante eficiencia y ayudado por la tecnología.

Bangkok, 16 de abril (EFE).- Singapur, que se había convertido en un ejemplo a nivel mundial en medidas de contención de la COVID-19, está experimentando un repunte de contagios cuyo foco se halla en los dormitorios donde se alojan trabajadores extranjeros no cualificados en condiciones de hacinamiento.

Según las últimas cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad de la ciudad-estado, este miércoles se produjeron 447 nuevos contagios del nuevo coronavirus, la cifra más alta hasta el momento, de los cuales 404 eran trabajadores extranjeros confinados en dormitorios, y de la cifra total de tres mil 699 al menos mil 800 infecciones tienen su origen en dichos alojamientos.

La próspera Singapur tiene una población de algo más 5.6 millones de habitantes y depende en gran medida de la mano de obra extranjera para los trabajos manuales y menos cualificados, como la construcción.

Se calcula que hay unos 200 mil de estos trabajadores, en su mayoría procedentes de subcontinente indio, confinados en 43 dormitorios, de los cuales han sido identificados 17 como focos de infección, y nueve de ellos han sido designados como “zonas de aislamiento” en las que los residentes ni siquiera pueden salir de sus habitaciones.

En muchos de esos dormitorios, los trabajadores viven en condiciones de hacinamiento e insalubridad, según informó el diario local The Straits Times y han denunciado organizaciones de defensa de los derechos humanos locales e internacionales.

“El confinamiento masivo en dormitorios es una estrategia arriesgada … Como es bien sabido, dichos alojamientos están diseñados para una densidad muy alta. El distanciamiento social es imposible cuando muchos trabajadores la misma habitación”, señaló en un comunicado la ONG local Transient Workers Count Too (TWC2), dedicada a defender los derechos de los migrantes en Singapur.

Además, la ONG ha criticado el bajo número de tests de coronavirus realizados entre la comunidad de trabajadores extranjeros y el hecho de que el Gobierno haya dado licencia a las empresas que los contratan para que recorten sus sueldos hasta un 25 por ciento.

Amnistía Internacional, por su parte, advirtió el pasado 6 de abril de que “el hecho de que miles de trabajadores se hallan ahora bajo cuarentena podría resultar desastroso, si no se respetan sus derechos básicos”.

Mientras tanto, el Gobierno está preparando nuevos alojamientos como la terminal 5 del aeropuerto, edificios vacíos o barcos, según anunció el pasado domingo el Ministro de Transportes singapurense, Khaw Boon Wan, en su página de Facebook.

Singapur, que fue uno de los primeros países en detectar el Covid-19 fuera de China -origen de la pandemia-, actuó con rapidez para restringir las conexiones con los países más afectados, y logró rastrear los movimientos de los infectados con bastante eficiencia y ayudado por la tecnología.

Además cerró colegios y lugares de entretenimiento, entre otras medidas, por las cuales llegó a ser citado como ejemplo a seguir por los expertos de la Organización Mundial de la Salud.

Los migrantes recluidos en México sufren de chinches, alimentos en mal estado y hambre: CNDH

viernes, julio 19th, 2019

Los centros de detención estadounidenses también han sido objeto de críticas por las condiciones reinantes, en medio de un pico de la migración.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) .— Los migrantes que está recluidos en un centro de detención en la capital mexicana padecen chinches, alimentos en mal estado y hacinamiento, aseguró el viernes la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.

La CNDH dijo que había denunciado estos males hace más de un año y que ninguno ha sido resuelto. Añadió que el centro Las Agujas necesita una fumigación y la capacitación de sus empleados.

México anunció recientemente un plan de 3 millones de dólares para remodelar y mejorar los centros de detención en el sur del país, pero la comisión sostuvo que también el de Ciudad de México debe mejorar su atención.

Una medida aplicada por Estados Unidos desde el martes niega asilo a quien llegue a la frontera a través de un tercer país, como sucede normalmente con los migrantes centroamericanos.

Los centros de detención estadounidenses también han sido objeto de críticas por las condiciones reinantes, en medio de un pico de la migración.

“Jamás saldré con vida”, dice una mujer británica encarcelada en Egipto por introducir analgésicos

miércoles, enero 17th, 2018

Una británica encarcelada en Egipto por introducir analgésicos ilegales, asegura: “jamas saldré con vida. Es un infierno y quiero morir”. La europea está encerrada desde el pasado 26 de diciembre en una celda junto con otras 64 mujeres.

La mujer no lleva más de un mes encarcelada en Egipto y asegura que “es un infierno” y “quiere morir”. Foto: AP.

Ciudad de México, 17 de enero (RT/SinEmbargo).- El pasado 26 de diciembre una mujer británica de 33 años fue condenada a tres años de prisión por introducir analgésicos ilegales en Egipto, según informó Reuters.

“Jamás saldré de aquí con vida. No soy lo suficientemente fuerte”, declaró este lunes Laura Plummer a The Sun. “Esta es mi peor pesadilla. Es un infierno y quiero morir. No puedo soportarlo más”, añadió la joven.

Plummer fue arrestada el pasado mes de octubre después de que se hallaran en su maleta pastillas de Tramadol, un medicamento prohibido en Egipto. Su familia explicó a los medios británicos que la joven compró el fármaco para su pareja egipcia que vive en la ciudad de Hurghada, situada en la costa del mar Rojo.

Su hermana, Racher Plummer, explicó que Laura se encuentra en una celda junto a 64 mujeres más, lo cual obliga a la joven encarcelada a vivir en pésimas condiciones. Las autoridades egipcias le han quitado todas sus pertenencias, entre las que había una manta y un cojín. La joven utiliza un paquete de toallitas como almohada.

Jayne Synclair, su otra hermana, explica que Laura bebe agua de un grifo de los baños y apenas come: “La primera vez que la vi me dejó marcada de por vida. No había comido durante una semana y estaba bebiendo agua de un grifo de los baños”.

Además, asegura que ha abandonado toda esperanza y que terminará quitándose la vida: “Se le ha dejado pudrir dentro de esa prisión horrible, le han despojado de toda dignidad y constantemente le gritan. Queremos poder darle alguna esperanza, algo a lo que aferrarse, pero por el momento parece no haber nada. Si no se hace algo pronto se matará”.

Sus parientes han tenido la posibilidad de visitarla esta semana en la celda donde se halla en la cárcel Al Qanater, en El Cairo. La británica les pidió que no la dejaran allí.

“Seguimos brindando asistencia a Laura y su familia, y nuestra embajada está en contacto permanente con las autoridades egipcias”, ha asegurado una portavoz de la Oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido.

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Robles educa a los pobres de Puebla: “hacinamiento” es una palabra que sólo entiende Coneval, les dice

viernes, marzo 17th, 2017

“¿Para qué les digo la palabra hacinamiento? mejor ésa es de acá arriba, que el señor del Coneval entiende bien, pero nosotros que vivimos así ¿qué es hacinamiento? Pues vivir amontonados”, dijo la titular de Sedatu ante más de 3o0 personas de bajos recursos.

Por Esteban de Jesús López*

Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo/PeriódicoCentral).- En su visita a Puebla para la entrega de “Cuartos Rosas y Certificados de Escrituras”, Rosario Robles titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), dijo durante su discurso ante más de 300 personas de bajos recursos que no usaría la palabra hacinamiento pues era un término de “arriba” que solo “el señor del Coneval entiende”.

Otro Programa que está impulsando el presidente Enrique Peña Nieto es el de un cuarto más, el cuarto rosa que le llamamos, que es para ampliar nuestra vivienda porque luego vivimos amontonados ¿Para qué les digo la palabra hacinamiento? mejor esa (amontonados); es de acá arriba, que el señor del Coneval entiende bien, pero nosotros que vivimos así ¿qué es hacinamiento? Pues vivir amontonados”.

La funcionaria trastabilló en su discurso al indicar que “hacinamiento” es una palabra técnica que el secretario ejecutivo, Gonzalo Hernández Licona, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), utiliza pero que es poco conocida para la gente que vive en dichas condiciones.

Robles Berlanga dijo que no es digno muchas personas vivan en un espacio reducido y agregó que si es complicado compartir una vivienda con dos personas, “imagínense ocho o diez”, enfatizó.

La funcionaria continuó su discurso y salió en defensa de Peña Nieto al aseverar que gracias a su disposición se le dio certeza jurídica a 878 poblanos que recibieron sus escrituras.

Antes de concluir, pidió al gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad y a los delegados subir al escenario para hacer un llamado a la unidad, pues el país, dijo, enfrenta un problema serio.

*REPRODUCIDO EN SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LA AUTORA Y DE PERIÓDICO CENTRAL DE PUEBLA

De Topolobampo a Luisiana: El viaje anual de Olivia a la discriminación

miércoles, octubre 19th, 2016

Olivia Guzmán sostiene a su familia gracias a la pela de marisco. A pesar de ser originaria de Topolobampo, región pesquera de Sinaloa, sus ingresos no los obtiene ahí. Cada año parte a Luisiana, Estados Unidos, a hacer allá el mismo trabajo que podría realizar aquí, con la diferencia de que el salario en EU es altamente redituable. En camión, de Topolobampo a Luisiana son casi 30 horas de camino. Para ella estas casi dos décadas de trabajo no han sido sencillas. El Programa de Empleo Temporal que conllevan ambos países se ha convertido en un sistema que ha integrado prácticas que atentan contra la dignidad y el respeto hacia las y los trabajadores: discriminación, racismo, hacinamiento, acoso y abuso sexual, robos…

SEGUNDA PARTE | Ver aquí PRIMERA PARTE

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– Olivia Guzmán Garfias, una sinaloense de 53 años, habla de su experiencia como trabajadora migrante en las plantas de marisco en Estados Unidos y de cómo su salud física no se ha visto deteriorada, como ha sucedido a otros de sus compañeros. “Gracias a Dios”, dice, sólo regresa sin uñas, ya que éstas se rompen y se caen por un ácido que el crawfish, un cangrejo de río, desprende cuando se le quita la vena.

Ese padecimiento, además de comezón en los brazos y mucho cansancio, lo ha tenido cada año desde 1997, cuando decidió afiliarse al Programa de Empleo Temporal de México y Estados Unidos, una estrategia que fue implementada en el Tratado de Libre Comercio (TLC), para que el vecino del norte pudiera contratar extranjeros que ocuparan espacios que los estadounidenses no quisieron.

Ella pela crawfish, que es un cangrejo de agua dulce parecido al langostino de México. Lo trabajan cocido, luego de que las encargadas de hervirlos los echan a las mesas.

Le quitan la cabeza, la cola y de ahí sacan la vena que tiene en el lomo, porque si la dejan, regresan el producto.

Olivia supo de ese programa por sus vecinos de Topolobampo. Cada año algunas personas reclutaban gente para “ir a trabajar la jaiba”. Entre ellos estaba una de sus hermanas menores.

Aquí, Olivia se dedicaba también a la pesca, actividad en la que en ciertas temporadas hay producto y otras no suficiente. Eso le despertó la inquietud de irse a trabajar a EU y más porque el programa se enfocaba sólo en mujeres. Entonces, se enlistó para ir a trabajar a Luisiana, estado donde hay varias plantas de marisco.

No tuvo problemas con el trámite de su Visa H2B, a diferencia de cientos que han sido víctimas de fraude y extorsión bajo la condición de poder o no recibir ese documento.

El reclutador es una persona que también va a trabajar año con año a Estados Unidos. El patrón le indica la cantidad de gente que necesitará para la temporada, si requiere de hombres y mujeres, o sólo mujeres u hombres, dependiendo del trabajo. Él hace la lista de las personas que están interesadas. Pone el nombre completo y lo envía al patrón, quien a su vez la manda al Consulado para agendar una cita.

Aquí sólo se tramita el pasaporte mexicano, los pagos de derecho a visa y la visa, que son, según cálculos de Olivia, cerca de 100 dólares. Aunado a eso, cada trabajador se hace responsable de su traslado a las plantas.

“La mayoría de los patrones mandan dinero al reclutador, aproximadamente 300 dólares por trabajador y con eso hacíamos los trámites que podíamos hacer, pero allá nos descuentan esos 300 dólares, nos los quitaban en una o dos semanas, dependiendo el producto. Si había mucho trabajo, pues en una semana ya recuperaban su inversión”, comenta Olivia en entrevista con SinEmbargo.

De 2012 a la fecha, por un cambio en el programa, los trabajadores deben llegar desde un día antes a la cita en el Consulado para que les sean tomadas las huellas digitales y el iris. Ahí se tienen que quedar todo el día, porque al siguiente es la entrevista en el Consulado para entregarles la visa. Siempre son entre 40 y 50 personas, mínimo 20; y son de varios estados: Zacatecas, San Luis Potosí, Oaxaca, Puebla, Chihuahua.

En los consulados de Monterrey o Nuevo Laredo, hay gente extranjera que quiere ir a trabajar de cualquier cosa, no solo al marisco, sino también a cortar árboles, cuidar puercos, al campo, a los hoteles.

“No sabemos porqué nos tenemos que quedar ahí todo el día, pero es una regla del Consulado. Llegamos un día en la mañana, hacemos todos los trámites y nos tenemos que quedar a dormir ahí y a las 8 de la mañana nos atiende el oficial del Consulado. Ahí somos siempre entre 40 o 50 personas. Los que menos son 20. Nosotros pagamos todo: hotel, comida, solicitudes, fotografías y todos los papeles que se necesiten ahí”, agrega Olivia.

Ella, desde el primer año, trabajó en la pela de jaiba, del pescado trout y del camarón. Sólo un año estuvo trabajando en una fábrica de chocolate, ya que en la planta de crawfish no hubo mucho qué hacer, y el patrón le prestó sus trabajadores a otro.

DE LA POBREZA AL MALTRATO

Olivia, Foto: Prodesc

Olivia Guzmán Garfias cuenta su evolución de ama de casa en Topolobampo, Sinaloa, a migrante trabajadora y ahora también promotora de los derechos laborales de mexicanos en EU. Foto: Prodesc

Hace 19 años, cuando Olivia tenía 34 años, se fue por primera vez a trabajar a Estados Unidos.

“Yo me casé a los 21 años. Mi esposo es Ingeniero Agrónomo y trabajaba en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y yo era ama de casa. Empecé a tener a mis hijos. Todo como cualquier matrimonio”, platica Olivia.

Tiempo después puso una tienda en la vendía diferentes productos, pero los hijos empezaron a crecer y el dinero poco a poco dejó de alcanzar. El sueldo de su esposo ya no era suficiente y hasta tenían que pedir prestado en las tiendas. Al mismo tiempo, la idea de ir a trabajar a Estados Unidos de manera legal, crecía.

El reclutador, que era su vecino, la aceptó de inmediato en el grupo. Un año después, en 1998 hubo oportunidad para su esposo porque solicitaron hombres; él dejó su trabajo en la Sagarpa y se afilió al programa y empezó a ganar más de lo que ganaba aquí, “era bastante más”.

En una jornada normal, pelando crawfish, se trabaja de las 5 de la mañana a las 5 de la tarde.

Desde el primer año que fue a Estados Unidos, abandonar a sus hijos ha sido “lo más duro y horroroso”, a pesar de que cuenta con el apoyo de su madre.

Le duele mucho dejarlos y ver cómo lloran.

“Eso es aparte de todo el viacrucis que vivimos desde que salimos de Topolobampo hasta llegar a Luisiana, que son como 40 ó 50 horas de camino en camión, donde batallamos todos con la presión. Cuando vamos por primera vez es mucho el temor, porque uno no sabe ni a lo que va. Sólo sabemos que iremos a trabajar la jaiba”, dice.

“Llegamos allá y el reclutador se convierte en un trabajador más y cada quien se rasca con sus propias uñas. El primer obstáculo, el más pesado, es el idioma, porque uno no sabe hablar nada de inglés, no sabes a dónde dirigirte, no sabes qué dicen los letreros, no sabes dónde comprar comida. Allá no hay transporte de un camión un taxi, si no tienes un carro no eres nada y peor si el patrón no te proporciona un apoyo para llevarte al mandado. Uno está ahí en medio pensando: ‘¿qué voy a hacer?’. Volteas a ver a todos lados, no sabes dónde vas a vivir”, comenta.

Y ese es otro tema: “las trailas”. Ese es el espacio que el patrón da a sus trabajadores para vivir y que están alrededor de las plantas. Son una especie de remolque, pero que según los testimonios, están destrozadas, llenas de ratas y cucarachas. Hay unas literas de fierro viejo con colchones muy usados. Ahí viven por toda la temporada 16 mujeres, con un baño, una sola estufa y un refrigerador.

“Las ves [las ‘trailas’ o remolques] y dices: ‘¿qué es esto?’. Uno en México es pobre, no tiene las comodidades de un rico, pero allá las condiciones en las que vives son peores”, dice Olivia.

Al llegar a la planta, “te echan el producto y órale, a trabajar”. No hay ninguna capacitación de por medio, al llegar sólo te asignan un espacio.

Las patronas, que son las encargadas, no explican cómo lavar las almejas, lo que se debe hacer con el yodo, con las máquinas y cómo hacerle. Nada.

“Apenas entras y te dicen: ‘hey, hey, hey’, con gritos. Sin hablar español nos dicen que nos lavemos las manos. ‘¡Move it!’, ‘hey, hey, hey’. También te tienes que poner un gorro y un mandil por higiene. ¿Pero dónde están los gorros? ¿El mandil? Nadie te dice… a nadie, jamás, nunca. Por lo general en todas las plantas a las que he llegado hay americanas o vietnamitas, que trabajan muy bien. Llegamos y los nuevos nos ponemos a mirar cómo hacen todo el trabajo para ir aprendiendo. Nos preguntamos unos a los otros: ‘¿qué dijo aquel?, ¿qué dijo este?’. Si uno camina: ‘hey, hey, hey’”, comentó Olivia.

Pero a pesar de que las indicaciones que siempre son en inglés, los insultos los hacen entendibles. Según Olivia, las managers se refieren a todas como “estupid”, “estupid mexican”, les dicen que “no sirven para nada” o “las traen a trabajar y no sirven”.

También les dicen: “haraganas, move it”; repiten mucho “haraganas” y “huevonas”, dice. Además del clásico “fuck you mexican, fuck you” y “son of a bitch”. Uno sabe que esas son groserías, sostiene Olivia.

En medio de todo, incluso las golpean con los pescados.

Luego de pelar el pescado, las mujeres lo acomodan en canastas, por tamaño. Si alguna se equivoca con ese filete le pegan en la espalda: “stupid, stupid”, les dicen.

“Y olvídese si alguien se quiere revelar. Jamás. Todos tienen el temor de que no puedan regresar a trabajar al siguiente periodo. Hay mucho miedo a las represalias del patrón. Los trabajadores mexicanos, allá, sabemos que no podemos hablar, porque eso asegura que el patrón no te lleve al siguiente año y el patrón también te quemará con los otros patrones, mientras que los reclutadores te dicen que ya no te llevan por ser una “persona problemática”. Hay patrones y managers que lo primero que te dicen es que si no te gusta, te vas de la planta y te quitarán la visa y te reportarán con migración. Y pues ellos son los patrones, los que mandan, los que deciden”, agrega Olivia.

Los periodos de trabajo duran máximo siete meses; a veces hay más trabajo y el patrón solicita una extensión de visa por el tiempo que él siga necesitando a los trabajadores, uno o dos meses más.

De acuerdo con el testimonio de Olivia, el método de trabajo y de pago, es diferente entre hombres y mujeres. Las mujeres trabajan por destajo, que es cuando descargan la jaiba, trout, camarón y les pagan por las libras que hacemos. A los hombres se les paga por hora.

Para ninguno hay un sueldo estándar. Entre más hagan y más pelen, más dinero ganan. Cuando hay poco producto, lo que alcancen a hacer.

El dinero se les da cada semana. Lo menos que ha ganado Olivia en una semana son poco más de 30 dólares, máximo 800 dólares: “Eso fue un milagro de una semana porque esa vez estuvimos trabajando desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la mañana. Toda esa semana fue así y por eso gané ese dinero, porque además nos pagaron por horas. Fue por una cosa extraordinaria que le estaban pidiendo al patrón, pero normalmente lo que más se gana son 400 dólares”.

Para la sinaloense, el sueldo que gana cada año es siempre más de lo que ganaría aquí.

DESAMPARO GUBERNAMENTAL

Olivia Guzmán Garfias es integrante de la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Migrantes Temporales Sinaloenses; en la imagen comenta a sus paisanos cómo defender sus derechos. Foto: Prodesc

Olivia Guzmán explica a sus compañeros sus derechos y las formas que tienen para defenderse ante los abusos laborales, en su paso por Estados Unidos. Foto: Prodesc

En los últimos años, el mayor apoyo que han recibido los trabajadores por parte del Gobierno mexicano, es la agilización del trámite para algunos documentos.

Mientras que en el Consulado Americano se les da un folleto donde supuestamente están los derechos de la Visa H2A y de la H2B. Están ahí los derechos que el patrón tiene sobre ellos y las obligaciones que ellos tienen.

Ponen un teléfono donde puedes llamar si tienes algún problema en Estados Unidos, pero en ese teléfono, dice Olivia, jamás contestan.

Han intentado comunicarse cuando compañeros de trabajo han muerto o se han enfermado, pero no hay respuesta. Los muertos han tardado allá en Estados Unidos hasta dos o tres meses.

“En el Consulado, cuando llegas con algún problema, te dicen: ‘regrésate”. Cuando peleamos que no nos pagaron lo que debían hasta han cancelado visas, pero nunca nos dan una solución, nunca hay voluntad de investigar lo que esté sucediendo en aquella planta o con aquel patrón”, acusa Olivia.

Y allá es fácil agarrar una enfermedad, ya que el crawfish se recolecta en el pantano, lo que causa enfermedades en la piel. O cuando hace frío, que allá es extremo, también se va a trabajar y viene la gripa, tos y fiebre.

No hay seguir médico ni clínica. Cada uno intenta tener siempre algo de penicilina y paracetamol. Todo esto, a pesar de que en el cheque se descuenta el seguro médico.

“Y al siguiente día, esté uno como esté, a huevo se tiene que parar a trabajar. Nosotros trabajamos por destajo, por lo que hacemos. El día que uno no va a trabajar no gana nada. Así que estar enfermo no es justificación para no trabajar, así te estés muriendo o desangrando. Hay compañeras con problemas en la matriz y los dolores menstruales que tienen son fuertísimos, pero ahí tienen que estar”, cuenta Olivia.

Ahí en las plantas, Olivia ve que el maltrato es, en específico contra los mexicanos. Cuando a las mexicanas las dejan de contratar cuando están cercanas a cumplir 60 años, allá llegan unas gringas ya muy grandes, que se sientan y se ponen a trabajar. Cuenta también de un grupo de cinco señores vietnamitas, que apenas podían caminar”, pero ahí estaban.

También hay negros y negras, pero dice que ellos siempre están a la defensiva. No responden ni el good morning. “Nosotros entramos a las 5 am a pelar crawfish y salimos hasta las 5 o 6 de la tarde, hasta que pelamos el último crawfish. Ellos entran a las 6 de la mañana y a las 2 de la tarde, pesan y se van. A ellos no les importa si está la mesa lleva de crawfish”, relata.

Argumentando su edad, los reclutadores ya no quieren llevarse a Olivia a trabajar, sin embargo, eso ha sido consecuencia de su activa participación en la Coalición de Trabajadoras y Trabajadores Migrantes Temporales Sinaloenses, creada hace tres años.

Ella y otros trabajadores, así como defensores de derechos humanos, han impulsado esta organización que busca defender los derechos laborales de cada sinaloense que parte a Estados Unidos. Todo empezó por una organización que la conectó con el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Prodesc).

Luego de varias investigaciones, encontraron que todos los trabajadores tienen acceso a un fondo en caso de la muerte de uno de sus compañeros, el maltrato, una red de fraude a través de la reclutación o de que se solicitaba dinero a cambio de la visa.

“La gente se endeudaba, empeñaba sus terrenos para poder juntar el dinero e irse a trabajar”, platica Olivia.

Lo que quiere ella es una mejor vida en Estados Unidos para todos los que van a trabajar. Ve ahí un programa que necesita atención urgente.

Cadetes de escuela superior de Policía en Michoacán denuncian condiciones de hacinamiento y acoso

jueves, octubre 6th, 2016

Los cadetes presentaron ante la CEDH una queja de oficio acerca de las condiciones en las que el Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán (IEESSPP) los tiene.

Instalaciones de la escuela superior. Foto: Provincia.

Instalaciones de la escuela superior. Foto: Provincia.

Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo/Provincia).- Una queja de oficio para investigar las condiciones de hacinamiento, alimentos en mal estado, acoso por parte de directivos e instructores y otros abusos denunciados por cadetes del Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán (IEESSPP) inició este jueves la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

Este día Provincia publicó denuncias de aspirantes a formar parte de la fuerza policíaca del estado, en torno a las condiciones que enfrentan durante su internamiento de lunes a sábado en el IEESSPP, y por lo cual demandaron la supervisión de autoridades.

A partir de ello, el organismo defensor de los derechos humanos, a través de la Coordinación de Orientación Legal, Quejas y Seguimiento, inició una queja de oficio, para que mediante la Visitaduría Regional de Morelia, a cargo de Marco Vinicio Aguilera Garibay, solicite un informe a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del estado.

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En México las cárceles son un negocio empresarial que se mantiene en la opacidad, dice ONG

martes, septiembre 6th, 2016

México Evalúa denunció que las cárceles en nuestro país se han vuelto un negocio para las empresas privadas, situación que se suma a los problemas que asedian a los centros penitenciarios, en los que no sólo existe sobrepoblación, sino también corrupción y autogobierno.

Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).- El centro de investigación México Evalúa apuntó que las cárceles en México se han vuelto un negocio para las empresas privadas. El Presidente Enrique Peña Nieto insiste en la construcción de siete preventivos de esta clase pese a que ya no existe hacinamiento en las prisiones federales desde enero.

“El objetivo era tener más internos porque eso eleva la rentabilidad del negocio. Si nuestros contratos están construidos así. Tenemos un problema. Habrá gente que busca que haya más encarcelados [empresarios privados]”, dijo Edna Jaime, la directora de México Evalúa.

Los contratos son opacos, apuntó la investigadora Leslie Solís. Las cárceles privadas son por adjudicación directa, pero la información es reservada por la Secretaría de Gobernación.

Hoy en México hay 236 mil 886 personas recluidas. De las cuales el 59.6 por ciento ha recibido una sentencia, y el 40.4 se encuentra procesada, especificó. Menos que en el 2014, cuando eran 255 mil 638 personas recluidas en el fuero federal y común.

No obstante, el Gobierno persiste en la construcción de nuevos penales, bajo el esquema Contratos de Prestación de Servicios (CPS).

México Evalúa expone que el costo de mantener a una persona en una prisión privada es de mil 500 pesos por día. Mientras que en un centro federal el costo es de 390 pesos, y en uno estatal 350. Asimismo, en los centros privados la custodios continúan siendo proveídos por el Estado.

Después del escándalo por el hacinamiento en la cárcel del Altiplano cuando fue recluido el capo Joaquín “El Chapo Guzmán” se ha visto un descenso importante en los antiguos niveles de sobrepoblación, al grado de que no existe en el ámbito federal desde enero.

Mientras tanto, el hacinamiento continúa en el ámbito estatal, a junio los estados con mayor sobrepoblación en sus cárceles fueron: el Estado de México, con 165.51 por ciento; Nayarit, con 126.44; Hidalgo, con 84.98; Morelos, con 70.20 por ciento; y Jalisco con 67.01.

“No estamos en contra de la inversión privada. Pero siempre y cuando esté en un marco útil”, dijo Jaime. Los contratos no son públicos por la Secretaría de Gobernación (Segob) y se ha reservado información por motivos de seguridad nacional, puntualizó.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha detectado los problemas que aquejan a los centros penitenciarios del Estado, retomó México Evalúa, quienes han acompañado los impactos a los derechos humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los centros privados no se construyen en el lugar más cercano a las poblaciones, sino en los terrenos más baratos.

México Evalúa apuntó que en octubre del año pasado el Centro Federal de Readaptación Social número 3 tenía más de 800 personas, y de un mes a otro, en noviembre, tenía cero. Habían sido trasladadas, una violación a sus derechos.

“El Estado mexicano no provee todo, ropa, productos. Eso lo hace las familias, y es perverso si les queda muy lejos visitar a su ser querido”, dijo la investigadora Layda Negrete.

La investigadora apuntó que el problema penitenciario no está sólo en la sobrepoblación, sino también en la corrupción y el autogobierno.