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¿Por qué los consumidores prefieren los quesos “plásticos”? Especialistas lo explican

sábado, diciembre 4th, 2021

La adulteración de alimentos ha provocado que consumidores en México pierdan el sabor de los productos originales, notaron especialistas del país.

Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).– México es el mayor consumidor de alimentos procesados y ultra procesados en América Latina, y el cuarto en el mundo, resaltó la especialista en alimentos Katia Yetzani García Maldonado durante el encuentro “Fraudes y realidades del etiquetado de los quesos en México”.

Las y los científicos del panel concluyeron que la adulteración en alimentos ha provocado cambios en el perfil sensorial de la clientela, la cual considera que el producto procesado tiene el sabor “original”, mientras que los productos naturales son rechazados por su fuerte sabor como en el caso del queso.

En el encuentro convocado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el especialista en Ciencias de los Alimentos por el Tecnológico Nacional de México, Aarón Fernando González Córdova, advirtió que las personas están perdiendo la percepción sensorial de los alimentos debido al consumo de alimentos adulterados, cuya producción de ha sofisticado.

González Córdova remarcó que en el caso de los quesos comerciales, se realizan por medio de formulaciones industriales que “engañan al consumidor” porque prácticamente no requieren de la lactosa, y las compañías no reportan los verdaderos ingredientes en su etiquetado.

Sin embargo, notó que aunque el avance de la adulteración sea notable, también se han perfeccionado los métodos de análisis para detectarlas. “Esta es una carrera contra el tiempo, caminan las estrategias que se usan para falsificar los alimentos, pero también los métodos por medio de los cuales podemos detectar esas alteraciones”, dijo en el evento.

La adulteración de alimentos, como el queso, es una práctica común que afecta la nutrición y el perfil sensorial de las y los consumidores. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

ETIQUETADO DE ADVERTENCIA

El etiquetado de advertencia fue una decisión que tomaron los organismos internacionales en materia de salud, derivado de la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes en México y el mundo, la cual se relaciona con el alto consumo de alimentos adulterados, recordó Katia Yetzani García Maldonado.

El rotulado sólo considera los nutrientes añadidos de manera artificial, y no los que contiene propiamente el alimento. Por ejemplo, en el caso de los quesos, si son genuinos no requieren sellos de grasas saturadas.

El nuevo etiquetado advierte si existe un alto contenido de grasas trans, azúcares, sodio o calorías en el producto. Foto: Cuartoscuro.

En octubre de 2025 entrará en vigor la fase tres de etiquetado, donde se aplicará un perfil nutrimental íntegro que describa los nutrientes que forman parte del alimento como tal, así como los añadidos. “La razón por lo que se hizo esto es por los riesgos en la salud por el consumo excesivo de ciertos nutrientes críticos como las grasas saturadas y sodio”, especificó la profesora de la UNAM.

En este sentido, los quesos que sean 100 por ciento de leche o artesanales no deben de ser etiquetados con sellos de exceso de grasas saturadas.

NORMATIVIDAD DISCRIMINA CONTRA PEQUEÑOS PRODUCTORES

En este sentido, la normatividad mexicana falla en incorporar la producción artesanal al mercado, puesto que se limita al sector industrial.

Esteban Barragán López, académico de El Colegio de Michoacán, expuso que antes del etiquetado en los alimentos existían fallas internacionales en torno a la denominación de origen, como es el caso del queso parmesano, la cual es vitalicia y debería respetarse en todo el mundo; sin embargo, no ocurre así, y su venta en otros países es una violación a los acuerdos y tratados internacionales.

Pero en el caso de las ferias de quesos artesanales en México, los llamó “escaparates para la industria”, “donde hay verdaderos impostores que cometen el delito de imitar marcas protegidas por la ley con fines de especulación comercial, como ocurre con la comercialización del Cotija, que no es de la región de origen”.

Las ferias de quesos artesanales son “escaparates para la industria”, consideró el académico Esteban Barragán López. Foto: Essene Hernández, Cuartoscuro.

Aunque se pretende controlar estos abusos por medio del etiquetado frontal, productores artesanales no pueden costear esto porque el costo de incluir ciertas características o información nutrimental ronda los ocho mil pesos, y se cobran cantidades similares por cada modificación a la etiqueta, indicó Barragán López.

Por esta razón, aseguró que la normatividad en general, y el etiquetado en particular, seguirán siendo dispositivos de exclusión del mercado formal para los quesos artesanales, y su lugar estará ocupado por los productos de imitación o análogos.

Mitos alimentarios que utiliza la industria a su favor y debes borrar de tu mente, según un experto

sábado, diciembre 5th, 2020

Un experto sobre dieta mediterránea y catedrático visitante de Harvard ve fácil saber cómo nos engañan desde la industria y sostiene que, a veces, bastaría con mirar los conflictos de intereses de quienes han hecho “las publicaciones rebosantes de optimismo desaforado sobre ese alimento singular”.

Madrid, 5 de diciembre (Europa Press).- Seguro que has oído hablar de los “superalimentos“, unos productos “casi mágicos” que se promocionan por su grandísima eficacia para reducir el riesgo futuro de padecer una u otra enfermedad.

“Ojo con esto porque cuando destacan tanto un producto y lo definen como ‘superalimento’ suele haber gato encerrado, y probablemente, te están embaucando. Ese esquema suele tener detrás mucho más de marketing e interés general que de verdadera ciencia. (…) No se puede concluir que un alimento individual sea capaz de reducir mucho el resto de enfermedad en el futuro. Lo importante es el conjunto de lo que comemos”, advierte en una entrevista con Europa Press el doctor Miguel Ángel Martínez-González, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, y catedrático de la Universidad de Navarra.

En ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Planeta), su nuevo manual, este experto sobre dieta mediterránea y catedrático visitante de Harvard ve fácil saber cómo nos engañan desde la industria y sostiene que, a veces, bastaría con mirar los conflictos de intereses de quienes han hecho “las publicaciones rebosantes de optimismo desaforado sobre ese alimento singular”, siendo en muchas ocasiones las empresas las que subvencionan esos estudios: “Poderoso caballero don dinero, y quien paga manda. Ésta es la fuente del conflicto de interés”.

“No se puede concluir que un alimento individual sea capaz de reducir mucho el resto de enfermedad en el futuro. Lo importante es el conjunto de lo que comemos”, advierte el especialista. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Según apunta, se ha difundido también la teoría, aunque reconoce que “poco compartida”, de que también existirían otros conflictos de intereses más sutiles, no monetarios, que también podrían poner en riesgo la independencia del investigador, como quien es vegetariano y tiende a decir que las dietas veganas “son más sanas”, o quien ha atacado mucho el azúcar en publicaciones previas puede ser resistente a rectificar después si el experimento no le sale como esperaba, por ejemplo.

Otra vía por la que nos engaña la industria alimentaria, según subraya, es usando los alimentos procesados como vehículos de liberación de azúcar, sal, grasas, y sobre todo los residuos que le hubieran costado caro eliminar: “Los aprovecha, aquellas partes que no las puede presentar como alimentos reconocibles, y después presenta los famosos Nuggets, o los palitos de mar, que se obtienen a partir de procesos químicos, donde se le da salida a todo eso que hubieran sido desechos”.

De hecho, alerta de que estos productos contienen muchos aditivos químicos, lo que hace que se disimule su contenido real. “Alimentos que se deterioran en cuanto a su sabor o no son muy vistosos, y sin sabor, con sal y aditivos, se envuelven bien y se transforman en eso, y es barato porque ahorra los costos, y se deshacen de lo que no resulta tan vistoso y goloso”, agrega el doctor Martínez-González.

Otro truco que dice que utilizan algunas compañías alimentarias es el de presentar sólo aquello que les ha salido bien, destacando únicamente los efectos biológicos positivos que les interesa divulgar, mientras esconden los demás, que igual es hasta más importante.

También el especialista en Medicina Preventiva sostiene que lo que le ayuda a la industria en otras ocasiones es el tener en nómina a pocos científicos que, en lugar de crear estudios y desarrollo de investigación en nutrición, se dedican a criticar y a sembrar de dudas todo lo que se hace en investigación.

Asimismo, el lobby delante de Bruselas es otra de las artimañas de la industria alimentaria, así como las puertas giratorias, donde jefes de la industria alimentaria pasan al frente de organismos públicos regulatorios en la materia, y al revés, de forma que se impide la puesta en marcha de una regulación efectiva de estas prácticas, que pueden ser fraudulentas.

Echar mano de celebridades en la promoción de un producto o destacar las bondades nutricionales de un alimento por su contenido en unos pocos ingredientes químicos, sin tener en cuenta los efectos a largo plazo de consumir esos alimentos como parte del conjunto completo de la dieta, ni sus posibles sesgos, serían otras vías por las que la industria nos engaña, a juicio del doctor.

¿Por qué lo hacen? Según resalta Martínez-González, no se puede generalizar, pero cree que puede haber varios intereses: el hacer más fácil lo más rentable para ellos, es decir, que el consumidor consuma lo más fácil, esos productos con mucha vida de estantería, que no son perecederos, aguantan mucho, y son ultraprocesados, y que no previenen de enfermedades, como sí hace la fruta y con la que no pasan estas cosas.

La industria puede echar mano de celebridades en la promoción de un producto o destacar las bondades nutricionales de un alimento por su contenido en unos pocos ingredientes químicos. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

“Muchos de los productos más recomendables son aquellos que no tienen etiqueta porque son naturales. Se reconoce el alimento, lo que estoy comprando. Veo un plátano y sé lo que es, no está procesado. Tampoco un jamón ibérico. Sin embargo, el jamón cocido, el chóped, no sé de qué lo han hecho, ni tampoco el puré de papas en polvo. Por ello, hay que minimizar los productos prefabricados, la bollería industrial, o los postres que son bombas de nata. Si uno compra una merluza sabe que es pescado, el palito de mar no hay pez que tenga esta forma”, avanza el experto.

LOS 5 PRINCIPALES MITOS QUE BORRAR DE NUESTRA MENTE

A su vez, el doctor nos enumera cuáles son los cinco principales mitos alimentarios que debemos desterrar de nuestra mente:

1.- El mito de que nuestro cerebro necesita azúcar y hay que añadírsela a todo, una idea sobre todo fomentada por la industria de las bebidas azucaradas. “El azúcar natural de las frutas está muy bien y está acompañada de bioactivos beneficiosos. Pero los cristales del azúcar que se añaden a los productos envasados y a las bebidas azucaradas están detrás de la pandemia obesidad. Tenemos suficiente glucosa en sangre aunque no tomemos azúcar”, mantiene.

2.- No hay problema con el consumo de carne roja. Eso sí, resalta que se debe desterrar la idea de que si hoy no he comido carne roja (ternera cerdo o cordero) es que no he comido hoy. “Es un concepto en el imaginario colectivo. La carne roja debe consumirse uno o dos días a la semana, y promover el consumo de carnes blancas (pavo, pollo, conejo)”, afirma.

3.- ¿No hay dieta sana sin lácteos?. “Se ponen los lácteos como paradigma de salud, pero tienen grasa saturadas y muchos están intensamente azucarados. El caso de la nata, la mantequilla, y la grasa de la leche, son grasas que se han demostrado que aumentan las enfermedades cardiovasculares. No son el paradigma de salud y además se han promocionado mucho porque en Estados Unidos así se hizo”, agrega.

4.- Demonizar el consumo de huevo no tiene fundamento científico, y se pueden consumir 8-9 huevos a la semana. En el caso de los diabéticos con cuatro son suficientes, pero no por ello hay mayor riesgo cardiovascular. Los huevos son muy nutritivos, cuentan con proteínas de alta calidad y con micronutrientes saludables, y no se eleva el riesgo cardiovascular a largo plazo por su consumo.

5.- Se debe olvidar el mito del café, de que es malísimo. “Hay que prohibírselo a la gente de tensión alta, pero lo mejores estudios dicen que es protector, tres o cuatro tazas de café al día se asocian a una mayor longevidad, a reducción de muerte cardiovascular, por cáncer, muerte prematura y de diabetes tipo II; no por la cafeína sino por la combinación de sustancias que tiene”, sentencia Martínez-González.

Industria mexicana reduce hasta en 55% el contenido calórico de 3 mil productos en una década: Canainca

viernes, octubre 9th, 2020

El presidente de la cámara de alimentos llamó a trabajar en equipo entre la sociedad civil, el sector privado y el Gobierno mexicano, pues uno de cada cinco de los casi 83 mil muertos por la COVID-19 padecía hipertensión, 17 por ciento obesidad y 15 por ciento diabetes.

Destacó que la industria “está acatando” la Norma Oficial Mexicana 051 sobre el etiquetado frontal. Señaló que las normas del etiquetado frontal se deben mejorar para el beneficio de los consumidores.

México, 9 de octubre (EFE).- La industria mexicana ha reducido entre el 35 y 55 por ciento del contenido calórico de 3 mil productos de alimentos procesados en los últimos 10 años en el proceso de reformulación para combatir la obesidad, afirmó este jueves Alejandro Malagón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca).

“Todos los días buscamos la innovación, la reducción de las calorías, cuidando que esa huella calórica esté baja, no es fácil cambiar de un día para otro”, aseguró Malagón en el Fórum Virtual “Cultura de la alimentación en México: retos y oportunidades” organizado por la agencia Efe.

El empresario fue uno de los cuatro ponentes que intervino en el evento de Efe dedicado a debatir el futuro de la alimentación en México, donde cerca de siete de cada 10 adultos tienen obesidad o sobrepeso, el segundo índice más alto a nivel mundial.

Ante la epidemia de obesidad, Malagón argumentó que solo el 23 por ciento de la ingesta diaria de los mexicanos proviene de alimentos procesados o ultraprocesados, mientras que el resto es comida callejera o preparada en casa.

Por ello, pidió un trabajo en equipo entre la sociedad civil, el sector privado y el Gobierno mexicano, que ha atribuido a los alimentos procesados la alta mortalidad de COVID-19 porque uno de cada cinco de los casi 83 mil muertos padecía hipertensión, 17 por ciento obesidad y 15 por ciento diabetes.

“No podemos satanizar o discriminar algún tipo de producto, si lo que tenemos que hacer es manejar el equilibrio de la cantidad de calorías y los factores que son la orientación alimenticia y la actividad física”, opinó Malagón, también vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

El representante empresarial destacó que la industria “está acatando” la Norma Oficial Mexicana 051 que entró en vigor el 1 de octubre y que consiste en etiquetas en forma de octágonos negros que alertan sobre “exceso de calorías” u otras sustancias como azúcares, sodio y grasas, y la presencia de edulcorantes.

Aun así, señaló que las normas del etiquetado frontal se deben mejorar para el beneficio de los consumidores.

“Hay muchos absurdos en este etiquetado frontal de advertencia que, insisto, no informa, solo te advierte y te deja ahí para que tomes una decisión, pero sin información, sin una sustancia técnica para hacerlo”, consideró.

El presidente de la Canainca se comprometió a seguir impulsando la inclusión de fibra, vitaminas, frutas y verduras en los alimentos procesados, además de un empaque más sustentable.

“Esto es un programa y una dedicación que llegó para quedarse y tendremos que ir juntos cambiando hábitos. No hay productos chatarra, sí hay dietas chatarra”, concluyó.

En caso de que empresas no cumplan con los sellos en alimentos, habrá sanciones, dice Gatell

martes, septiembre 29th, 2020

Con el nuevo etiquetado todos los productos incluirán advertencias como: “Alto en calorías”, “Alto en sodio” y “Alto en grasas saturadas”.

Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).- El Subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, informó que a partir del 1 de octubre, la Norma Oficial Mexicana NOM-051 del nuevo etiquetado para alimentos procesados entrará en vigor.

A través de su cuenta de Twitter López-Gatell anunció que entre más sellos tenga un producto, quiere decir que es menos saludable. Además, indicó que habrá diversas sanciones para las empresas que incumplan con esta norma.

Asimismo, el subsecretario señaló que se trabajará en coordinación con la Secretaría de Economía del Gobierno de México (SE) y con la Secretaría de Salud para asegurar que los productos tengan los octágonos negros.

Estas etiquetas, advierten si son altos en grasas saturadas, en sodio, en azúcares o en calorías y si contienen edulcorantes o cafeína.

Representantes de organizaciones en pro de la salud, empresas y Gobierno llevaron a cabo mesas de diálogo antes de que el Congreso aprobará la modificación a la Norma Oficial Mexicana 051. En el proceso se denunció cabildeos fallidos por parte de las corporaciones, las cuales también echaron a andar toda su maquinaria alertando del nuevo etiquetado en Estados Unidos y Suiza.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el sobrepeso y la obesidad afecta a tres de cada cuatro mexicanos y es un problema de salud que le cuesta al país el 5.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); mientras que la diabetes, declarada desde 2016 epidemia en México, afecta a 8.7 millones de personas.

El pasado 23 de julio, Ruy López Ridaura, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), advirtió que debido a la pandemia de COVID-19 y la alta prevalencia de diabetes y obesidad, se debía trabajar con urgencia dicha medida.

“Es una urgencia, es una urgencia tenerlos ya, creemos que va a ser una política pública efectiva, que junto con otro tipo de elementos que se van a ir acompañando de esta estrategia, podemos transformar este ambiente alimentario del que hemos hablado”, dijo durante la conferencia en Palacio Nacional.

A partir de agosto, autoridades dieron prórroga de 30 días para que empresas cumplan con el nuevo etiquetado de alimentos.

El impuesto a bebidas azucaradas debe subir al 20 por ciento en México, insiste Alejandro Calvillo

miércoles, octubre 16th, 2019

Según las últimas estimaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la prevalencia de la obesidad está aumentando en todas las regiones y lo hace a un ritmo más rápido que el sobrepeso. Ambos problemas afectan a unos dos mil millones de adultos.

Cada vez hay más países en los que coexisten altas tasas de hambre y obesidad. Los que mayor riesgo afrontan suelen ser los más pobres, los que “ven más fácil acceder a alimentos que son económicos, pero no necesariamente los más nutritivos”, apunta el Director adjunto de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO, Marco Sánchez Cantillo.

Por Belén Delgado

Roma, 16 octubre (EFE).- Alejandro Calvillo comenzó a recibir mensajes con spyware justo cuando reclamaba una subida del impuesto a las bebidas azucaradas en México. Su lucha contra la obesidad se volvió incómoda, como la de quienes pretenden cambiar un sistema de alimentación que acarrea graves problemas de salud en todo el mundo.

Calvillo es Director de la asociación El Poder del Consumidor y, junto a otras dos personas, ha sido víctima de ataques personales y de un sistema de espionaje “altamente sofisticado”, cuenta desde su oficina.

México, “el paraíso de la comida chatarra”, como él lo llama, es el país latinoamericano con más consumo de ultra procesados y bebidas azucaradas.

En 2016, su tasa de obesidad adulta fue del 28.4 por ciento (24.3 millones de personas), la tercera más alta de América Latina por detrás de Uruguay (28.9 por ciento) y Chile (28.8 por ciento), según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

UNA EPIDEMIA MUNDIAL

América Latina y el Caribe, con 105 millones de adultos obesos y 42 millones de hambrientos, reflejan una tendencia global: en el mundo ya hay más personas obesas que pasando hambre.

Según las últimas estimaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la prevalencia de la obesidad está aumentando en todas las regiones y lo hace a un ritmo más rápido que el sobrepeso. Ambos problemas afectan a unos dos mil millones de adultos.

En 2017, el índice de masa corporal alto -que define el sobrepeso y la obesidad, y que ha aumentado su nivel en un 127 por ciento desde 1990- influyó en la muerte de 4.7 millones de personas.

Ese año, según el estudio “Carga global de enfermedad” del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés), una de cada cinco muertes -11 millones en total- estuvo asociada a una dieta pobre, factor que ya mata más que el tabaco y la hipertensión.

Un padre compra junto a sus hijos en un puesto callejero de alimentos en Chile. Foto: Alberto Valdés, EFE

Pese a las advertencias, el último Informe de la nutrición global elaborado por un grupo de expertos advirtió que ningún país está avanzando lo suficiente para poner freno a la obesidad adulta y reducir la malnutrición infantil o la anemia en mujeres.

Se aleja así la posibilidad de acabar con todas las formas de malnutrición para 2030, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que ha pactado la comunidad internacional. Tampoco parece probable que se cumplan otras metas, como la de detener el incremento de la diabetes y la obesidad para 2025, fijada por la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.

Cada vez hay más países en los que coexisten altas tasas de hambre y obesidad. Los que mayor riesgo afrontan suelen ser los más pobres, los que “ven más fácil acceder a alimentos que son económicos, pero no necesariamente los más nutritivos”, apunta el Director adjunto de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO, Marco Sánchez Cantillo.

COMIDA BASURA Y BARATA

Es ahí cuando entran en escena los productos altamente procesados, elaborados a partir de ingredientes industriales, en su mayoría aditivos y sin casi ningún alimento natural. Bollería industrial, refrescos, patatas fritas de bolsa, cereales azucarados, embutidos y platos pre cocinados congelados son solo algunos ejemplos.

Están ampliamente disponibles y, según diversos estudios, se han vuelto relativamente más baratos que los alimentos frescos y nutritivos en los países ricos y en los emergentes.

Ocurre incluso en naciones pobres, donde el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) constató que los ultra procesados cada vez cuestan menos y los productos sanos son, en general, más caros que los menos nutritivos.

Sin embargo, el consumo de estos últimos puede salir caro a la larga. Análisis realizados en España, Francia y Estados Unidos han llegado a la conclusión de que, cuanto más ultra procesados se consumen, mayor es la incidencia de enfermedades no transmisibles.

Los productos sanos son, en general, más caros que los menos nutritivos. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro

“Ahora mismo lo que te metes en la boca es el factor número uno para contraer una enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer, diabetes tipo 2,… y procede directamente de la comida”, afirma tajante Brent Loken, coautor de un informe de la Comisión EAT, una fundación global sin ánimo de lucro que lo publicó en la revista Lancet.

Importa igualmente lo que uno no ingiere. Tampoco se consumen suficientes verduras, frutas, nueces y legumbres, que aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes necesarios.

Según su receta, para 2050 habrá que duplicar el consumo mundial de los alimentos saludables y reducir en más del 50 por ciento el de los menos saludables, como los azúcares añadidos y la carne roja, un mensaje dirigido principalmente a los países desarrollados.

INICIATIVAS DE CHOQUE

La transición a dietas de peor calidad se ha convertido en un proceso global, influido en las últimas décadas por el desarrollo económico, la globalización, el sedentarismo o la urbanización.

Para revertir esa tendencia, México y Chile han tomado la iniciativa con medidas obligatorias que están encontrando ecos en el resto del mundo, aunque la mayoría de gobiernos continúa con políticas más blandas o de carácter voluntario.

El impuesto del 10 por ciento a las bebidas azucaradas en México ha reducido ligeramente su consumo. Calvillo insiste en elevarlo al 20 por ciento para que sea más efectivo y, sobre todo, desarrollar políticas integrales “porque una sola medida no va a lograr nada”.

Revalorizar los alimentos frescos y cultivos tradicionales del país sigue siendo una tarea pendiente en un territorio que se ha llenado de tiendas de ultra procesados al tiempo que han desaparecido muchos mercados locales a los que acudían a vender los pequeños productores.

En Chile, la ley de etiquetado de alimentos fue aprobada en 2011 pero hasta este año no ha entrado “totalmente en vigor”, según uno de sus impulsores, el Senador Guido Girardi, del Partido Por la Democracia (centro izquierda).

Desde el principio, Girardi se asoció con los científicos para atacar la publicidad y se valió de estudios como los realizados con niños, que decían entender mejor los sellos negros que otros sistemas de clasificación, como el de los colores del semáforo.

La normativa allí establece que los envases de los alimentos deben llevar etiquetas negras en su parte frontal si superan los límites fijados para la sal, el azúcar, las grasas saturadas y las calorías. Basta uno de esos sellos para que no puedan tener publicidad televisiva, incluir juguetes o venderse en colegios.

La estrategia ha tenido cierto impacto. Según Girardi, los productores han cambiado la composición del 20 por ciento de sus alimentos para evitar los sellos, la venta de bebidas gaseosas ha disminuido en un 25 por ciento y la de los cereales azucarados en un 20 ciento. Y todos los productos, aún con etiquetas negras, han bajado sus cantidades de sal, azúcar y grasas.

Una pared repleta de paquetes de papas fritas con sellos de advertencia alimentaria en un puesto callejero en Santiago (Chile). Foto: Alberto Valdés, EFE

Todo ello pese a la presión “brutal” de algunas grandes empresas que han intentado “sabotear” la ley pagando a figuras públicas para que critiquen la normativa o amenazando con retirar sus fondos y denunciar a Chile ante instancias internacionales, asegura.

La Alianza Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas (ALAIAB), por el contrario, cree que una campaña basada en restricciones y “desincentivos al consumo” es “alarmista” e “ineficaz”.

Su presidente, Mario Montero, prefiere los “marcos normativos informativos y educativos” y defiende que la industria alimentaria se está adaptando a las “nuevas necesidades nutricionales de la población” ampliando su oferta de alimentos aptos para alérgicos, bajos en azúcares, grasas y sodio, y fortificados con micronutrientes.

UN CAMBIO DE COMPORTAMIENTO

Además de activistas y políticos, los expertos llevan años alzando la voz contra los vicios de la mala alimentación.

Alejandra Girona coordina en Uruguay el Observatorio del Derecho a la Alimentación en América Latina y el Caribe. Contribuyó a aportar pruebas que llevaron al presidente Tabaré Vázquez a firmar un decreto de etiquetado frontal como el chileno, el cual comenzará a aplicarse en 2020. Perú y México son los otros dos países latinoamericanos que han adoptado ese sistema.

Lo considera una herramienta que permitirá a la población “estar informada y tomar la elección sobre qué comer”, aunque entre los académicos no haya una postura única al respecto. Descarta haber recibido presiones de la industria, con la que sí han mantenido encuentros partiendo de “intereses diferentes”.

En el país latinoamericano con mayor incidencia de obesidad adulta, Girona habla del cambio de dieta a raíz de la reducción de la pobreza. “Las personas ganaron ingresos y en muy poco tiempo aumentó la oferta de productos listos para consumir. La gente empezó a dejar de cocinar”, dice sobre el paso a la “vida moderna”.

El etiquetado claro permitirá a las personas estar informadas y tomar la elección sobre qué comer. Foto: Tercero Diaz, Cuartoscuro

Su recomendación va dirigida al Estado, a dedicar más presupuesto, investigación, evaluación de políticas y trabajo en red para pensar en lo colectivo y facilitar entornos saludables.

“Los gobiernos necesitan darse cuenta de que pueden hacer mucho más para moldear los sistemas alimentarios, dando incentivos a las empresas y concienciando a los consumidores”, opina el director ejecutivo de la Alianza Mundial para mejorar la nutrición (GAIN), Lawrence Haddad, para quien tan importante es gravar el azúcar, mejorar el etiquetado o regular la publicidad como subsidiar la producción de frutas y verduras.

Lo que se busca es un cambio de comportamiento, y para ello es necesario entender mejor a las personas que sufren problemas de nutrición y los motivos que les llevan a consumir ultra procesados, sostiene la Directora del Centro de política alimentaria de la Universidad de la City de Londres, Corinna Hawkes.

Otras opciones son los programas de asistencia alimentaria para los más vulnerables, el suministro de agua potable para reducir el consumo de bebidas azucaradas, la eliminación de grasas “trans” o las compras públicas de alimentos saludables y producidos localmente para distribuir en escuelas y demás instituciones.

Una batería de medidas que ya ensaya Latinoamérica, el laboratorio de la lucha mundial contra la obesidad.

Este reportaje ha sido elaborado por las redacciones de EFE en Roma, Ciudad de México, Santiago de Chile y Montevideo.

Empresas chatarreras seducen a diputados de la 4T para frenar el etiquetado “a cambio de favores”

sábado, agosto 3rd, 2019

En la Cámara de Diputados hay presión por parte de la industria de alimentos y bebidas (Anprac, Canacintra, ConMéxico, Femsa, entre otros) para evitar que el nuevo etiquetado llegue a las calles. De acuerdo con la Diputada morenista Carmen Medel, los industriales han cabildeado y “muchos compañeros” de las diferentes bancadas pusieron resistencia para la aprobación del dictamen que ya pasó al Pleno.

Pero incluso, al interior de Morena, hay legisladores como Tathiana Clouthier y Javier Hidalgo que están “totalmente vinculados a las estrategias de la industria”, denunció el activista Alejandro Calvillo Unna, quien además dijo que las grandes de la “chatarra” les están ofreciendo bloquear el etiquetado a cambio de favores.

Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).- Los diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) promovieron un dictamen para cambiar el etiquetado de alimentos y bebidas a nivel nacional. Pero al interior del partido y del Congreso de la Unión hay legisladores “seducidos” por la industria que se opone al cambio, dijeron a SinEmbargo la Diputada morenista Carmen Medel Palma y Alejandro Calvillo Unna, fundador del Poder del Consumidor.

En los procesos de negociación para la aprobación del dictamen que reforma y adiciona diversos artículos de la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado frontal de advertencia de alimentos y bebidas no alcohólicas “hubo cabildeo de la industria” y participación de diputados “que no están inmersos en el tema”, lamentó Medel Palma. La legisladora dijo que inclusive llegaron cartas de industriales a la presidencia de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, “pidiendo su participación; queriendo ellos estar metidos en este tema”.

“Sí, hay legisladores de Morena –como Javier Hidalgo Ponce y Tathiana Clouthier Carrillo– que están haciendo el juego a las corporaciones”, explicó además Calvillo Unna.

También hay industriales –de grupos como la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) y el Fomento Económico Mexicano (FEMSA)– que “están seduciendo a los legisladores con ofertas para cambiar su voto”, como en el caso de una Diputada que, “a cambio de su apoyo”, le ofrecieron poner un centro de reciclaje en su Distrito electoral, inaugurarlo y llevarse el crédito de la obra.

Pese a que la adopción de un etiquetado más sencillo e intuitivo “es la mejor opción” para la salud de los mexicanos, “obviamente esta industria se va a oponer a aquello que va a afectar sus intereses, como en su momento lo hizo la industria del tabaco”, añadió el activista, quien tiene una larga lucha contra las grandes corporaciones de alimentos “chatarra”.

ETIQUETADO

Más del 58 por ciento de la energía total (kilocalorías) consumida por los mexicanos proviene de alimentos procesados, según el INSP. Foto: Diego Simón Sánchez, Agencia Cuartoscuro.

Al cierre del primer trimestre de 2019, el valor de la industria de alimentos y bebidas en México fue de 863 mil 971 millones 656 mil pesos corrientes. Dicha cantidad equivalió al 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nominal de México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).

A ello se suman 9 mil 597 millones 754 mil 800 pesos de inversión extranjera directa (IED) en la industria durante el mismo periodo. Es decir, un monto equiparable al 4.9 por ciento de la IED registrada en México entre enero y marzo de este año, según las más recientes cifras de la Secretaría de Economía.

El dictamen de reforma “ya está en manos de la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Ellos van a enlistar el asunto para ser subido, discutido y votado en el próximo periodo ordinario” que comenzará en septiembre de 2019, comentó Medel.

Morena tiene peso suficiente en el Congreso de la Unión (259 de 500 diputados) para aprobar la reforma al Artículo 112 de la Ley General de Salud. Sin embargo, falta que sea impulsada desde el interior del partido y que no suceda lo que ocurrió al momento de las votaciones del dictamen, en que hubo dilaciones y falta de quórum.

Para la Diputada de Morena, la unidad al interior de su partido será necesaria para sacar adelante el proyecto; pero también será elemental que haya consenso con la oposición para lograr un proceso de cambio “más amplio”.

“Lo que tenemos que tener aquí es una voluntad política. Voluntad política de todos los grupos parlamentarios, para que el tema sea parte de las agendas legislativas y así, cada coordinador de grupo haga concientización con todos sus integrantes” y México abandone el primer lugar de obesidad infantil a nivel mundial, y el segundo en obesidad de adultos.

EL DICTAMEN

Las Guías Diarias de Alimentación (GDA) del etiquetado en México utilizan “valores de referencia incorrectos”, contienen “porciones arbitrarias” que “permiten disfrazar las altas cantidades de ingredientes poco saludables en los productos”, fueron diseñadas “sin participación de expertos en nutrición libres de conflicto de interés”, y no existe evidencia de que sirvan para que la ciudadanía tome decisiones “más saludables”, refiere la revista de Salud Pública de México en su artículo “Sistema de etiquetado frontal de alimentos y bebidas para México: una estrategia para la toma de decisiones saludables”.

Hoy en día, cinco de cada 10 mexicanos consideran que el etiquetado en alimentos y bebidas es fácil de comprender. En contraste, ocho de cada 10 consideran que el etiquetado chileno –que sería implementado en México si pasa la reforma a la Ley General de Salud– es sencillo y entendible.

Como consecuencia, el “International Food Policy Study” (2018) de la Universidad de Waterloo y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indica que nueve de cada 10 mexicanos “estaría a favor” de una política gubernamental que exigiera el uso de etiquetas como las chilenas, en los productos alimenticios.

De acuerdo con la Diputada morenista Carmen Medel Palma, el tema del etiquetado sólo busca “darle el derecho a la información al ciudadano” para que éste sepa “lo que se va a llevar a la boca”. En ese sentido, dijo que el Congreso no está en contra de la industria y que “el desarrollo económico bien puede estar en armonía con la salud”.

GDA

Los etiquetados utilizados en México en la actualidad tienen “la comprensión más baja y generan disparidades importantes en población de bajos recursos”, de acuerdo con el INSP. Foto: Coca Cola México.

La aprobación del dictamen fue el primer paso de un proceso para comunicar y concientizar a la población, con la finalidad de reducir la obesidad a nivel nacional. Sin embargo, explicó Medel, “desde que se inició la nueva legislatura han habido 53 iniciativas que se han ido a la congeladora” y han habido obstáculos para lograr acuerdos, como en el caso del dictamen.

Para Alejandro Calvillo Unna del Poder del Consumidor, hubo dos estrategias de la industria alimentaria para evitar la aprobación del dictamen: buscar la complicidad de grupos parlamentarios para que no se presentaran a votar e impidieran así que hubiera quórum; y de haber quórum y de ser aprobado el dictamen, presionar para impulsar cambios de ley a favor de la industria.

Ambas estrategias –según el activista– fueron evidentes el 27 de junio de este año, cuando la junta directiva de la Comisión de Salud aprobó su votación.

“Ese jueves se necesitaban 18 asistentes que firmaran la asistencia para que hubiera quórum. Estaban los 18 allí, habían firmado 17 y el que iba a firmar al último, que no había firmado, era el Diputado Javier Hidalgo de Morena. Y él, al ver que con su firma había quórum y que la mayoría iba a votar por el dictamen, se retira de la reunión. Él abiertamente ha estado diciendo que se requiere de la participación de la industria y que se tiene que hacer una política más integral contra la obesidad”, comentó Calvillo.

La información del Congreso de la Unión indica que la Comisión de salud requiere la presencia de más de la mitad de sus miembros (19 de 35) para efectuar una votación. Morena cuenta con 18 integrantes y sus aliados, los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) con dos, respectivamente.

A la estrategia de dilación y “largas” para evitar la votación, se sumó un segundo momento en que “empezó a transitar un transitorio promovido por [la Diputada morenista ] Tatiana Clouthier”, a pesar de que no pertenece a la Comisión de Salud.

La versión pública de dicho documento establece que “para efectos de lo previsto en el Artículo 112” de la Ley General de Salud, las secretarías de Salud y Economía deberán establecer “un grupo multidisciplinario” por conducto del Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, el Empleo y Crecimiento Económico, en el que participen legisladores, la industria de alimentos y bebidas y el sector académico.

De ese modo, Clouthier habría propuesto que un año después de la entrada en vigor del decreto, dicho Consejo propusiera “los lineamientos para la elaboración de las disposiciones normativas correspondientes para el etiquetado de los alimentos y bebidas no alcohólicas, consumibles en territorio nacional”.

El transitorio implicaba “darle a un organismo recientemente creado, pro empresarial, el control del diseño del etiquetado. Es decir, otra vez darle a las empresas el diseño del etiquetado”, dijo el activista a SinEmbargo.

Calvillo también aseguró que inclusive la Secretaría de Economía remitió una “carta por escrito” en la que manifestó que la iniciativa de Clouthier “violaba los procedimientos establecidos y el marco jurídico para desarrollar las normas”.

Los cabilderos de FEMSA, ConMéxico, ANPRAC, Canacintra y otros lograron que la iniciativa no fuera votada, de acuerdo con el integrante del Poder del Consumidor. Pero el 24 de julio el dictamen fue aprobado con 24 de 26 votos emitidos, en un día en que “se sabe que [Clouthier] iba a presentar un documento que ya había circulado, que se presentaba como la propuesta de etiquetado de la 4T. Esa establecía, en términos técnicos, un etiquetado que estaba apoyando a la industria”.

LO QUE SIGUE

El Sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas (SEFAB) “ha formado parte del conjunto de políticas implementadas con la intención de contrarrestar la llamada epidemia de obesidad, en conjunto con otras estrategias como la regulación de la venta de alimentos en el entorno escolar, las campañas educativas, la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas densamente energéticos dirigidos a la población infantil y el impuesto a las bebidas azucaradas”, refiere la revista de Salud Pública de México.

SEFAB

De acuerdo con la Alianza por la Salud Alimentaria, el etiquetado frontal ha reducido en más de 20 por ciento el consumo de bebidas azucaradas y en más de 12 por ciento el consumo de cereales azucarados en Chile, lo que “ha empujado a la industria a reformular productos”. Foto: OPS Uruguay.

En los últimos años, países como Australia, Chile, Ecuador, Israel, Nueva Zelanda, Perú y Reino Unido han implementado el SEFAB como medida regulatoria, con la finalidad de brindar a la población una herramienta rápida y sencilla que ayude a la selección y orientación en la compra de alimentos industrializados.

A contra cara, México “es el único país que ha puesto de manera obligatoria un etiquetado diseñado por la industria, […] que empezó a vender Coca Cola en 2010, y en 2011 ya todas las empresas de ConMéxico lo tenían”, dijo Calvillo a SinEmbargo.

Lo anterior es preocupante ya que “se ha estimado que más de 58 por ciento de la energía total (kilocalorías) consumida por los mexicanos proviene de alimentos procesados”, además de que “la contribución energética de los alimentos ultraprocesados en la dieta mexicana es aproximadamente de 30 por ciento”, siendo los productos de mayor consumo las bebidas azucaradas, las botanas y las golosinas, refieren datos del INSP.

La Diputada morenista Carmen Medel Palma explicó que el cambio de etiquetado “tiene que ser una política que vaya acompañada de otras”, porque “una sola política no va a cambiar todo”.

En ese sentido, dijo que lo primero será reemplazar la norma actual –que es la 051– y seguir con políticas paralelas de salud pública –como la implementación de bebederos públicos, regulación de productos en escuelas, entre otros– y con las dinámicas de diálogo que se han venido dando entre funcionarios públicos e integrantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el INSP y las distintas subsecretarías de prevención y promoción de la salud.

Acerca de las sanciones para quienes incumplan con el nuevo etiquetado, una vez que este sea aprobado por el Pleno del Congreso de la Unión, la legisladora dijo que aún “no se han previsto”, pero que “no le toca al Poder Legislativo” abordar el tema, ya que las normas existen “y le toca a las procuradurías” su ejercicio.

Los alimentos procesados en la dieta materna pueden influir en los genes que ocasionan el autismo

domingo, julio 7th, 2019

Un nuevo estudio de la Universidad de Florida Central defiende la conexión emergente entre el autismo y el microbioma humano, poniendo el foco sobre el peligro del consumo de procesados en la dieta de la madre.

Ciudad de México, 07 de julio (TICbeat).– Una nueva investigación que ha visto la luz en la revista Scientific Reports abre la posibilidad a que el autismo tenga relación con el microbioma intestinal y con el consumo de determinados alimentos por parte de la madre. En concreto, los altos niveles de ácido propiónico (PPA), que se utilizan en los alimentos procesados ​​para prolongar su vida útil e inhibir el crecimiento de moho, parecen reducir el desarrollo neuronal en los cerebros fetales.

Como escribe el equipo de Latifa S. Abdelli, Aseela Samsam y Saleh A. Naser, el trastorno del espectro autista (TEA) está marcado por la neuroinflamación y los síntomas gastrointestinales. El espectro incluye diversos niveles de comunicación social deficiente, así como comportamientos repetitivos que impiden el progreso del aprendizaje de un niño y la capacidad de relacionarse con los demás.

Por el momento no se conoce qué origina el autismo, con el que se asocian miles de genes. Por ahora la ciencia estima que se trata una interacción entre las fuerzas genéticas y ambientales, incidiendo factores diversos, desde la edad avanzada del padre a la presencia de altos niveles de contaminación.

La reciente investigación, llevada a cabo en la Universidad de Florida Central, se centró en las anomalías del sistema inmunitario materno. Naser, quien se especializa en la investigación de gastroenterología, se centró en la PPA, ya que previamente había observado altos niveles de este ácido carboxílico en muestras de heces de niños con autismo.

el momento no se conoce qué origina el autismo, con el que se asocian miles de genes. Foto: Especial

El exceso de PPA -ácido que se produce de forma natural en el microbioma humano pero que si se consume por las madres mediante la ingesta de alimentos procesados- reduce la cantidad de neuronas en el cerebro y, al mismo tiempo, produce en exceso la producción de células gliales, lo que propicia inflamación, uno de los marcadores de autismo.

El descubrimiento del PPA se remonta a 1844, momento en el que fue descubierto por el químico austriaco Johann Gottlieb. Este componente está presente productos como granos, productos horneados y queso. Su uso está aprobado en la Unión Europea, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

Investigaciones anteriores han relacionado demasiada PPA con irritaciones de nariz y garganta, defectos de nacimiento y cáncer -en investigaciones con ratas-. Aunque generalmente se considera de baja toxicidad si se ingiere, este estudio de UCF sugiere que sus efectos en el microbioma materno son mucho mayores de lo que se imaginó anteriormente. “Esta investigación es solo el primer paso hacia una mejor comprensión del trastorno del espectro autista“, apuntan sus autores, que esperan continuar ampliando las investigaciones al respecto.

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Las NOMs, las mentiras y la basura que comemos

martes, mayo 28th, 2019

“Dejamos de comer alimentos y los sustituimos por productos ultraprocesados provenientes de fábricas, diseñados en laboratorios. Comemos sin saber lo que comemos”. Imagen: Especial

Hemos comido por decenios atún que no era atún, panes integrales que no tenían harina integral, néctares que contienen una cantidad mínima de jugo, a nuestros hijos les damos yogures que dicen que les permiten crecer, cereales que les brindan vitaminas y minerales, así como bebidas gaseosas que nos brindan felicidad. Hemos sustituido nuestros alimentos por productos fabricados a partir de diseños de laboratorios. Desconocemos lo que nos llevamos a la boca.

Gracias a normas hechas a modo de las corporaciones y a una publicidad y etiquetados engañosos, los mexicanos nos hemos convertido en los mayores consumidores de comida chatarra, de productos ultraprocesados llenos de azúcar añadida, de grasas, sal y colorantes, saborizantes, aromatizantes, emulsificadores y demás ingredientes químicos. Entre los mexicanos, los niños son los que consumen los productos ultraprocesados menos saludables, lo más chatarra, los que tienen más azúcar, grasas, sal, más colorantes, más saborizantes y más aromatizantes artificiales.

El contubernio entre las autoridades y las corporaciones en las pasadas administraciones permitieron esto y mucho más, a tal grado que los consumidores mexicanos actuamos con una profunda ceguera respecto a lo que nos llevamos a la boca y les llevamos a la boca a nuestros niños. No es de extrañar que lo que comemos se haya convertido en la principal causa de enfermedad y muerte.

Desde las normas oficiales mexicanas que durante años permitieron que los panes que compramos como panes integrales no tuvieran un gramo de harina integral, que el atún que comemos pueda tener más del 50 por ciento de soya y que los néctares ni tan siquiera tengan una norma oficial mexicana que los regule; hasta la publicidad que permite el engaño a los consumidores, a los padres de familia sobre los productos que les dan a sus hijos: en todos los casos se puede comprobar el servicio de las instituciones públicas reguladoras a los intereses privados. Y lo más grave, el engaño está hasta en las etiquetas que sería el único recurso que tenemos como consumidores.

Basta revisar las normas oficiales mexicanas que regulan estos productos para encontrarse una larga lista de empresas que participaron en su elaboración. Desde la administración de Salinas de Gortari, la Ley Federal sobre Meteorología y Normalización se abrió a la influencia de las corporaciones bajo el principio de que debería democratizarse una actividad que antes se ejercería directamente desde las instancias reguladoras del Estado. Desde Salinas, una gran cantidad de normas han quedado dictadas por las corporaciones.

Tomando los tres ejemplos mencionados: ¿Por qué durante decenios la norma que regula los productos de panificación permitió, de manera totalmente engañosa, que se comercializaran panes como “panes integrales”, sin tener harina integral?. Un gran negocio para esa industria, engañando a los consumidores, vendiendo un producto a un precio mayor por supuestamente tener una cualidad: “ser integral”. Se le puso un poco de color caramelo y algo de fibra para como se dice popularmente “diera el gatazo”. El gran beneficiario fue Bimbo que ha mantenido el control casi monopólico del mercado del pan industrializado en el país.

Durante decenios también consumimos jugos que no eran jugos. No se estableció norma para estas bebidas hasta 2009. Más del 70 por ciento de los jugos analizados por PROFECo en 2006 estaban adulterados con agua, azúcares añadidos, colorantes y demás ingredientes. En la práctica, sin norma se podía vender lo que fuera como jugo, bastaba que lo pareciera para el consumidor. Desde 2009 se estableció la norma que evita la adulteración de los jugos. Y la industria, como Jumex y Del Valle, que fue comprada por Coca Cola 3 años antes, se opusieron a que la norma también regulara los néctares. Este tipo de regulación en otros países agrupa a los jugos y los néctares, pero en México la industria logró que se excluyera a los néctares.

Con norma para jugos y sin norma para néctares, la mayor parte de los jugos industrializados desaparecieron del mercado. Del Valle y Jumex, seguidas de las demás industrias del ramo, sustituyeron en las estanterías los jugos regulados por néctares no regulados, y dejaron muy pocos jugos en el mercado. Estas empresas realizaron una gran movida porque inundaron el mercado de néctares que tienen grandes cantidades de azúcares añadidos, colorantes y otros ingredientes añadidos, aprovechándose del hecho de que los consumidores mexicanos piensan que los néctares son jugos concentrados. Si antes habían logrado engañar a los consumidores que compraban jugos que no eran jugos, ahora lo hacen con los néctares que son ingeridos por los consumidores pensando que son un producto muy diferente a lo que realmente son. Por lo pronto, los néctares con altísimas cantidades de azúcares, siguen siendo los predilectos en las tienditas de la escuela y la lonchera de los niños mexicanos que presentan una de las mayores incidencias de sobrepeso y obesidad.

El caso del Atún es el último en darse a conocer, en cuanto a engaño y ocultamiento en la composición de los alimentos. Lo que llama la atención es que en la norma de productos de pesca no se regula el añadido de soya en el producto. Por lo tanto, se puede añadir la soya que se quiera y el consumidor comprará y consumirá el producto sin saber que gran parte del producto contiene soya. Y más grave aún, al no informar la presencia de soya al frente del producto, las personas alérgicas pueden verse en una situación peligrosa. No requerimos realizar una gran reflexión para saber por qué no se estableció en la norma un máximo para el uso de soya en el atún.

Más allá del pan integral, de los néctares y el atún, que sólo sirven de ejemplo, está el proceso en el que estas regulaciones o ausencias de ellas, se dan por la interferencia de los poderes económicos sobre las funciones públicas.

Los comités de norma se forman, generalmente, con la participación del gobierno, la academia, la representación de consumidores, el sector comercial y el sector industrial. Durante los sexenios anteriores, los votos del gobierno estuvieron del lado de la industria, a esos se sumaron la representación de los consumidores, casi siempre representada por PROFECO. Desde Economía se determinaban sus votos, tanto de las dependencias del gobierno involucradas en la norma, como de PROFECO. Estos votos se sumaron, en muy diversas ocasiones, a los de la industria y el sector comercial.

Un ejemplo claro, en otro sector, el automotriz, es el de la seguridad vehicular. La norma, que fue establecida después de varios años de retraso, fue influenciada por la industria automotriz para permitirse la venta de vehículos en México sin los sistemas de seguridad que cumplen todos los vehículos que esa misma industria exporta desde México a los Estados Unidos, Canadá y Europa. Lo anterior a pesar que la propia Secretaría de Salud y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte exigían avanzar en sistemas de seguridad básicos recomendados por la Organización de las Naciones Unidas.

La normatividad y las regulaciones que sean establecidas durante este sexenio serán la mejor muestra de qué tanto el poder político se independiza del poder económico, cumpliendo lo que el presidente ha prometido, haciendo prevalecer el bienestar público sobre el interés privado.

Los refrescos dañan los huesos, la leche debe evitarse… Mitos y realidades de los alimentos procesados

viernes, marzo 15th, 2019

Los alimentos procesados son aquellos que de alguna manera han sido manipulados para eliminar impurezas físicas, microorganismos y otras especies químicas como toxinas, pesticidas, entre otras que nos pudieran hacer daño. Podemos pensar que estamos libres de este tipo de alimentos pero no es así. “Prácticamente, TODO lo que consumimos son alimentos procesados”, reveló Víctor Manuel Hernández. Se dice que leche y los derivados lácteos deben evitarse, la carne roja es cancerígena y la tortilla es un alimento que provoca subir mucho de peso, pero ¿esto es cierto o es sólo un mito?

Ciudad de México, 15 de marzo (SinEmbargo).- Cuando se habla de alimentos procesados de inmediato se suele pensar en refrescos, papas, hamburguesas y mucha comida chatarra pero en pocos casos se tiene realmente claro qué son, si tienen consecuencias negativas para la salud, qué pasa con alimentos congelados y cuales son los mitos que los rodean.

Mundano platicó con Víctor Manuel Hernández Pimentel, candidato a Doctor en Ciencias de los Alimentos por la Universidad Autónoma de Querétaro, Maestro en Ingeniería de Calidad por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro y Químico de Alimentos egresado de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México; para aclarar todas las dudas acerca de estos alimentos.

¿QUÉ SON LOS ALIMENTOS PROCESADOS?

Lo primero es conocer qué son los alimentos procesados. De acuerdo con el especialista son alimentos que de alguna manera han sido manipulados para eliminar impurezas físicas, como pueden ser residuos de tierra, astillas de madera en frutas, etc.; microorganismos (bacterias que nos hacen daño “patógenas”, mediante cocción) y otras especie químicas como toxinas, pesticidas, entre otras que nos pudieran hacer daño.

“El principal objetivo del procesamiento de alimentos es producir alimentos inocuos (que no nos hagan daño). Sin embargo, existen otros objetivos pero que ya son secundarios pero no menos importantes, como mejorar la calidad sensorial (hacerla más llamativo a los sentidos), calidad fisicoquímica (evitar su rápido deterioro), calidad nutricional (reponer nutrientes que se hayan podido perder por tratamientos como los térmicos [enriquecimiento] o adicionar nutrientes que de manera natural no estén presentes y que den un mayor aporte nutrimental [fortificado])”, explicó.

¿Qué son los alimentos procesados? Foto: Pixabay

Podemos pensar que estamos libres de este tipo de alimentos pero no es así. “Prácticamente, todo lo que consumimos son alimentos procesados”, reveló Víctor Manuel Hernández. La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Ciencia y Tecnología de Alimentos (2018) divide en 4 rubros los alimentos procesados:

1) No procesados o mínimamente procesados: dentro de este rubro encontramos las frutas y verduras que han podido ser lavadas, desinfectadas, refrigeradas, congeladas; las carnes de res, cerdo y pollo que únicamente se lavan los animales con agua fría después de sacrificio, etc.

2) Ingredientes culinarios procesados: tenemos grasas, aceites, sal, ya que sufrieron algún procesamiento para obtenerse pero que se usan en pequeñas cantidades para obtener alimentos procesados.

3) Alimentos procesados: son todos aquellos que han tenido un procesamiento mayor, como cocción, escaldado (eliminación de enzimas), uso de aditivos como colorantes, saborizantes, edulcorantes, etc.

4) Alimentos ultra-procesados: este rubro, son alimentos que han sido preparados a partir de alimentos procesados.

“Para decir que un alimento no es procesado, prácticamente tendríamos que encontrar un árbol bajar la fruta y empezarla a comer. Otro ejemplo, sacrificar un animal y empezarlo a comer. En ambos casos, el fruto no tuvo que ser cuidado previo a su cosecha (manteniendo cierto riego y fertilizante) ni lavada antes de ser ingerida. En el ejemplo del animal, no requirió estar en un estanque controlado y de igual modo no debió ser lavado ni eviscerado. Si se aplicaran algunas de las actividades mencionada en algunos de los dos ejemplos, esto hace al alimento mínimamente procesado”.

Respecto a los alimentos congelados el especialista reveló que por norma, el congelamiento debe darse mínimo a -18 °C y que al hacerlo no se pierden nutrientes, “únicamente se cristaliza el agua presente en los alimentos que generalmente oscila 70 a 95 por ciento. Lejos de perder sus nutrientes, al ser un método de conservación mantiene sus nutrientes y que además frena el crecimiento bacteriano y actividad enzimática”.

“El cuestionamiento debiera venir al descongelar, ya que algunos nutrientes como los minerales, vitaminas del complejo B, y vitamina C son solubles en agua y son arrastrados fuera del alimento al derretirse los cristales al interior de los vegetales. Por lo anterior, se podría decir, que al congelar no se pierden nutrientes pero si una porción de ellos al descongelar, por lo que no es recomendable congelar más de una vez un alimento, una vez que se descongele debe ser consumido”.

¿LOS ALIMENTOS PROCESADOS SON DAÑINOS?

Se nos ha hecho creer que alimento procesado pareciera ser sinónimo de un alimento dañino para la salud pero esto va más allá; de acuerdo con el químico Víctor Manuel Hernández Pimentel “ningún alimento procesado es dañino, para decir que algo nos hace daño implica que ese alimento no es seguro y de ser así no se permitiría su venta”.

“En el ámbito alimenticio, existe tres tipos de peligros, a) físicos: alguna astilla de madera por ejemplo de una pala en una cocina, o una rebaba de una lata mal engargolada; b) microbiológicos: la presencia de algún microorganismo patógeno (que son los que nos hacen daño, como E. coli, Salmonella, Campylobacter, entre otros) porque puede haber microorganismos deterioradores de alimentos o incluso microorganismos probióticos y que estos últimos son conocidos como benéficos; y c) químicos: son compuestos que nos pueden intoxicar o envenenar como pesticidas, plaguicidas, residuos de desinfectantes, entre otros. Recordemos que el principal objetivo del procesamiento de los alimentos, es producir alimentos inocuos (que no nos hagan daño) eliminando los peligros antes mencionados”, dijo.

Un ejemplo que el especialista nos brindó es que una manzana recién bajada de un árbol que es ingerida, puede tener más microorganismos que una manzana que fue lavada y empacada, lo anterior, se justifica en que la fruta que no tuvo procesamiento puede contener algún hongo natural presente en el árbol de donde se bajó, así mismo puede tener cierta cantidad de polvo de ambiente e incluso puede excremento de alguna ave que anida en el árbol.

Una manzana recién bajada de un árbol que es ingerida, puede tener más microorganismos que una manzana que fue lavada y empacada. (Imagen ilustrativa) Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro

“Considero que el principal punto que debiera ser considerado en los alimentos ultra-procesados, es la cantidad de calorías que contienen ya que suelen ser los alimentos con el mayor aporte calórico y aun así sostengo que si se llevan con un balance general de alimentos y actividad física, es posible tenerlo integrados en la dieta. Pensar de la siguiente manera: ‘Me comí este platillo que sé es ultra-procesado (pizzas, hamburguesas, hot dogs, spaguettis, etc.,) pues en mis próximas comidas balanceo comiendo algo más con menor aporte calórico, y tratando de quemar esa energía en alguna actividad física'”, afirmó.

MITOS DE LOS ALIMENTOS PROCESADOS

A continuación te compartimos algunos de los mitos más comunes y la explicación que compartió con nosotros el especialista.

Los refrescos sabor cola dañan tus huesos haciéndolos flexibles y que los ponen negros según varios videos en redes sociales: Realidad cualquier bebida carbonatada que suele tener un pH entre 2 y 4 va actuar sobre los minerales de un hueso principalmente el calcio. “Para alcanzar ese nivel de flexibilidad en los huesos que se usaron en los videos, debieron ser más de 2 meses de tener el hueso en el refresco y estar adicionando refresco nuevo para no perder la acidez. Yo me pregunto, quien tiene constantemente un buche de más de dos meses de refresco. En cuanto al color, pues se ponen negros por el sabor de refresco elegido, pero se ponen amarillos si el piña, naranjados si es naranja, e incoloros si se optó por agua mineral”.

Cualquier bebida carbonatada que suele tener un pH entre 2 y 4 va actuar sobre los minerales de un hueso principalmente el calcio pero requiere de mucho tiempo de estar sumergido en este. (Imagen ilustrativa) Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

¿Comemos Carboximetilcelulosa como derivado del petróleo?
Realidad: “Hay una serie de videos donde se dice que comemos petróleo, porque algunos de los alimentos sobre todo botanas, las prenden al fuego y arden. Sin embargo, hay que recordar que el petróleo es un hidrocarburo, es decir, que tiene los elementos carbono-hidrógeno-oxígeno. Así mismo, toda la materia orgánica que conocemos (todos nuestros alimentos) tienen la misma composición. Por lo anterior, resulta lógico saber que cualquier alimento que expongamos al fuego va a arder y eso no implica que un bistec provenga del petróleo”.

Incluso, los amantes de las carnes asadas saben que al poner un chorizo al fuego la flama crecerá notablemente, ya que las grasas suelen arder más fácil que los carbohidratos y proteínas. La CMC es un aditivo que ha sido ampliamente estudiado y usado como estabilizante, encapsulante, espesante.

¿Los alimentos transgénicos son malos y cancerígenos?
“Aunque mucho se ha debatido al respecto, empezaré por decir que un alimento transgénico es diferente a un organismo genéticamente modificado (OGM). Los alimentos transgénicos, son consumidos en México desde las culturas prehispánicas, ya que realizaban cruzas de especies de animales y plantas para mejorar alguna característica deseada. Por ejemplo, si tenían un maíz muy pequeño pero que sabía muy rico, y tenían otro maíz grande pero insípido, los cruzaban y obtenían un maíz grande a mediano con un sabor aceptable, de ahí viene la riqueza en variedades de maíz en nuestro país. Sin embargo, cuando escuchamos la palabra transgénico, en seguida viene a nuestra mente alguna persona en un laboratorio científico moviendo arbitrariamente y sin control el material genético de un alimento”.

De acuerdo con el especialista los OGM son alimentos que se han modificado su material genético a partir del conocimiento científico con ayuda de la bioingeniería y métodos moleculares. Lo cierto, es que actualmente no se ha encontrado evidencia científica sobre algún efecto en la salud por consumir OGM ni alimentos transgénicos, a pesar del amplio debate que estos generan

La leche y los derivados lácteos deben evitarse.

“A pesar de que muchos nutriólogos, aconsejan a las personas dejar de consumir estos alimentos, sobre todo a aquellos que se encuentran en un régimen para el control de peso, la realidad es que la leche aporta diversos nutrientes a nuestro organismo siendo el principal aporte de Calcio en el mundo, por lo que pedirles sobre todo a las mujeres que dejen de consumir leche sería condenarlas a una descalcificación severa el día que decidan ser mamás o en menopausia. Además, no sólo se aporta calcio sino diversas proteínas, y vitaminas como la riboflavina y la cianocobalamina. Para el caso de las personas que estén en régimen de control de peso, es suficiente con consumir leche o productos light donde únicamente se retira la grasa de la leche”, afirmó Víctor Manuel Hernández.

La leche aporta diversos nutrientes a nuestro organismo siendo el principal el calcio. Leche Foto: AP

La carne roja es cancerígena.

“Este mito se desató exorbitantemente a raíz de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que la carne roja cocinada a altas temperaturas y a flama directa, es catalogada como potencialmente cancerígena. La OMS, también indicó en dicho reporte que no había realizado pruebas en otro tipo de carnes, por lo que no estaban en condición de concluir si lo mismo ocurría con el pollo o pescado. Las proteínas cárnicas cocinadas a altas temperaturas forman compuestos como las carboaminas que son las potencialmente cancerígenas, sin embargo, el pollo y atún tienen proteínas semejantes a las de la carne roja, por lo que la probabilidad de que se formen en estos tipos de carne es alta, si se cocinan a altas temperaturas a flama directa”.

La recomendación es evitar cocinar carne roja a flama directa y a altas temperaturas no así el contrario dejar de consumirla ya que es considerado un alimento altamente nutritivo que puede ser cocinado al vapor o a baja flama sin contacto directo a la flama.

La tortilla es un alimento que provoca subir mucho de peso.
En realidad, “al igual que los productos lácteos, la tortilla es un alimento que ha sido satanizado”. De acuerdo con el especialista este alimento aporta carbohidratos también contiene fibra que ayuda a la digestión, proteína y muy poca cantidad de grasa (menor a 1 por ciento).

“En México, tenemos la fortuna de contar con este alimento, ya que compite con la leche para el aporte de calcio, ya que en otros países donde no se consume la tortilla, la principal fuente es la leche. En general, 3 tortillas (aproximadamente 100 gramos) aportan 200 kcal, por lo que si bien si hay un aporte calórico, este no es excesivo y puede llevarse muy bien en dieta balanceada con un equilibrio con actividad física, sin dejar de lado que el aporte de otros nutrientes es en mismo grado importante para nuestra dieta”.

El consumo de agua cruda, la peligrosa moda en EU que constituye un riesgo a la salud

sábado, febrero 17th, 2018

La llamada agua cruda, que se obtiene de los manantiales y se comercializa sin ningún proceso potabilizador, es uno de los alimentos “antiprogreso” ampliamente consumidos en países como Estados Unidos.

Ciudad de México, 17 de febrero (EFE).- Consumir agua procedente de un manantial o de un río, sin que haya intervenido ningún tipo de depuración, supone un riesgo para la salud ante la posible existencia de microorganismos y tóxicos. El agua cruda se ha convertido en una cierta moda en países como Estados Unidos, pero también en un negocio. La realidad es que se trata de un alimento “antiprogreso”.

Así lo entiende Ramón Cisterna, presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), quien considera que tanto la denominada agua cruda como la leche cruda, la que procede directamente del animal, son los dos alimentos antiprogreso estrella, sin descartar el agua de mar.

¿Y qué es un alimento antiprogreso? Aquel que no ha sido tratado o procesado y que supone un retroceso respecto al avance que ha supuesto la potabilización, la pasteurización y el procesamiento general de alimentos.

“Junto a las vacunas, son los principales factores que han permitido el aumento de la supervivencia en la especie humana”, asegura el también catedrático de Microbiología Médica y profesor colaborador en la Universidad del País Vasco.

“Las personas que optan por el consumo de alimentos antiprogreso -señala- tienen la creencia de que lo natural siempre es más beneficioso para la salud que lo procesado. Es una verdad a medias y como toda verdad a medias es peligrosa”.

El agua cruda se está comercializando en Estados Unidos, “con unos precios escandalosos, una botella puede alcanzar de 30 a 60 dólares”, explica el especialista quien cree que esta moda no ha llegado a España.

“Entiendo que debe tener algún tipo de control porque si no ese agua sin procesar puede que no esté libre ni de tóxicos, por contener algún producto químico, ni de riesgos biológicos por microorganismos como las bacterias E.coli, Salmonella o protozoos como Giardia” que ocasionan infecciones gastrointestinales.

CONTROLAR EL ENTORNO DEL AGUA CRUDA

El profesor Ramón Cisterna recalca la necesidad de que ese agua natural se origine en un entorno controlado y no es suficiente solo con observar que se trata de agua limpia y cristalina.

Y es que ese agua puede proceder de acuíferos contaminados, que existan granjas de animales cerca o centros industriales que viertan tóxicos.

Ya no es solo comprar el agua cruda envasada, sino que el riesgo también procede de beber agua del río o de un manantial sin control.

También beber leche sin procesar tiene sus riesgos. Aunque en este caso, el presidente de AMYS asegura que el ganado de leche destinada a consumo humano cuenta con unos controles exhaustivos.

“Hay que tener precaución en los procesos de fabricación que emplean leche cruda, no pasteurizada, para quesos ya que pueden verse contaminados por algún tipo de microorganismo, como la listeria, que resiste a las condiciones ambientales, y puede producir cuadros de meningitis”, como ha ocurrido recientemente. En su opinión, esto puede haber sido fruto de algún fallo a la hora de detectar la presencia de ese microorganismo en el producto antes de su venta.

AGUA DE MAR, OTRO RIESGO

De acuerdo con el experto, el consumo de alimentos sin procesar va de la mano con el movimiento antivacunas. Foto: EFE

Beber agua del mar es otra de las modas de ciertos grupos pseudocientíficos que incluso aseguran que cura el cáncer, algo totalmente al margen de la evidencia científica, y un riesgo sin discusión para los enfermos.

“Beber agua de mar a tragos es peligroso, entre otras cosas porque en el mar se vierten desechos urbanos, además de contener un exceso de sodio y microorganismo específicos del agua salada, como los halófilos”, que pueden provocar también serios problemas gastrointestinales.

Agua cruda, agua de mar, leche sin procesar…alimentos antiprogreso que en opinión de este microbiólogo se asocian, como el movimiento antivacunas, a terapias “donde predomina la creencia sobre la evidencia” y mientras no exista una evidencia científica que las respalde “es el camino equivocado”, opina el catedrático.

Año nuevo, alimentación nueva: cinco reglas para cumplir los propósitos

viernes, enero 12th, 2018

En Mundano estamos preocupados por su bienestar, por ello junto con la nutrióloga Fiorella Espinosa, resumimos los cambios en la alimentación necesarios para que este 2018 sea el año en el que el propósito de bajar de peso y estar más saludable, no quede sin cumplirse.

Ciudad de México, 12 de enero (SinEmbargo).– Enero: los gimnasios a reventar, los parques con ciclistas y corredores, las ensaladas al tupper y ni hablar de los consultorios nutricionales a reventar. Lamentablemente, a los seis meses sólo el 46 por ciento sigue en busca de la meta y a finales de año, únicamente el 8 por ciento cumple sus propósitos, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Scranton.

En esa misma investigación, se reflejó que “perder peso o comer más sano” estuvo en el primer sitio de las aspiraciones para el nuevo año, por arriba de “tomar mejores decisiones financieras”, “dejar de fumar” o “encontrar un mejor trabajo”.

Por ello y por lo importante que es establecer cambios del estilo de vida desde la alimentación, para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad, cáncer y diabetes, damos los siguientes consejos de la investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor.

 

CHEF1

ELIMINAR BEBIDAS AZUCARADAS

Los juguitos infantiles también entran en esta categoría que perjudica la salud. Foto: Cuartoscuro

A diferencia de otros consejos en la lista en los que se sugiere “reducir” la ingesta de ciertos ingredientes, en el caso de las bebidas azucaradas, lo más saludable y cortarlas de una vez por todas. Sí es posible.

“Una alternativa es sustituir primordialmente por agua, si se quiere sabor, se pueden hacer infusiones utilizando hierbas aromáticas, que a diferencia de otros países, tenemos una gran variedad”, dice la nutrióloga.

El hecho de eliminar las bebidas azucaradas ayuda no solo a reducir las calorías sino que también fomenta la reducción de acumulación de grasa tanto en el tejido (o pancita) como en el hígado, que es el órgano que ahora se sabe, acumula más grasa [enfermedad del hígado graso] cuando se consume mucha azúcar.

“No sólo es cuestión de peso y estética, sino también de cuidar la composición corporal y el porcentaje de grasa en el cuerpo”, continúa.

CHEF2

MÁS FRUTAS Y VERDURAS

Las frutas y verduras son parte esencial de una dieta balanceada. Imagen: Shutterstock

Una exhortación que hemos escuchado y leído hasta el cansancio, pero no siempre se toma en cuenta a pesar de ser de los más respaldados por la ciencia.

“Lo importante es establecer una meta, que puede ser por lo menos llegar a cinco porciones al día”, menciona Fiorella Espinosa.

Aunque las porciones varían mucho por el tipo de verdura o fruta, para que se entienda, se puede decir que una porción equivale a una pieza mediana o media taza.

Apunta que existen estudios que han encontrado que cuando se le ofrece más fruta a los niños, reducen automáticamente su consumo de comida chatarra.

“Las verduras generalmente las asociamos con ensaladas de lechuga, pero en México contamos con una gran variedad de colores, sabores y especies de verduras, entonces algo muy práctico es la ensalada de nopales o que los guisados tengan pimiento morrón, champiñones, que se acoplan fácilmente a algunos platillos, o simplemente ponerles limón y un poco de chile”, dice.

CHEF3

MENOS HARINAS REFINADAS

Si bien los carbohidratos son parte de la alimentación balanceada, es importante saber que no todos son iguales. Como en todos los casos, los carbohidratos naturales, que pueden venir en algunas frutas o granos, son más sanos por el hecho de no estar procesados.

“Es muy simple, sustituir las tortillas de harina por tortillas de maíz; el pan blanco por pan integral y los cereales de caja por hojuelas de avena”, acota la experta.

CHEF4

LAS GRASAS VEGETALES SALUDABLES

El preciado y mexicano aguacate. Foto: Shutterstock

Aunque pueden parecer caras y en la dieta mexicana estamos más acostumbrados a consumir grasas perjudiciales, como los alimentos fritos o capeados que afectan la salud y figura, las grasas saludables se pueden encontrar fácilmente.

El aguacate, las semillas de girasol, de calabaza, la chía o la linaza y el aceite de oliva crudo son algunos ejemplos.

“Sustituir las grasas no saludables puede tener muchos beneficios para evitar el sobrepeso, la obesidad y diabetes y también para la salud cardiovascular.

En las cocinas económicas, la mayoría de los platillos están o fritos o capeados, entonces justamente porque hay una oferta amplia esta recomendación podría complementarse diciendo que si los van a consumir, los combinen con verduras, porque esto puede ayudar a reducir la oxidación que ocurre en las células con el consumo de alimentos fritos”, dice Espinosa.

CHEF5

UN DÍA SIN CARNE

Leguminosas como las lentejas y las habas, son un buen sustituto. Foto: Shutterstock

Aprovechando esta nueva ola de consumir menos carne tanto para efectos de nutrición, respeto a los animales y al medio ambiente, se recomienda optar por un día vegetariano a la semana.

“Evita comer carne más de dos veces por semana y busca opciones con leguminosas, como por ejemplo, sopas de lenteja o haba, ensaladas con garbanzo o guisados con alguno de estos que sean la principal fuente de proteína que sustituya la animal”, sugiere.

***

Todas estas recomendaciones giran alrededor de la reducción en el consumo de alimentos ultraprocesados, ¿qué son? fácil, todo lo que viene empaquetado, fortificado, refinado, con colorantes, saborizantes y conservadores. Para que esto sea más sencillo, la especialista recomienda ir menos de compras al supermercado y más a los tianguis o mercados tradicionales.

 

Expertos piden no satanizar la carne roja procesada y buscar una alimentación más saludable

lunes, diciembre 11th, 2017

Especialistas sugieren incrementar el conocimiento nutricional de los alimentos que se consumen, antes de satanizar algunos productos como la carne roja procesada, que en cantidades adecuadas son saludables, aseguran los expertos.

Planificar los menús con anterioridad y revisar a posteriori lo que se ha comido son algunos de los consejos que dan los especialistas. Foto: Especial

Ciudad de México, 11 de diciembre (EFE).- Los ponentes del Foro han debatido durante más de una hora la relación entre ingesta de carne y salud; cómo debe ser su consumo; y cuáles son sus propiedades nutritivas, entre otros aspectos.

La enedocrinóloga y nutricionista Nieves Palacios, del Consejo Superior de Deportes; el doctor Luis Miguel Benito, especialista en aparato digestivo y médico del programa de TVE Saber vivir; el cocinero Paco Roncero, Premio Nacional de Gastronomía 2006, galardonado con dos estrellas Michelín; y el atleta Juan Carlos Higuero, corredor de mil 500 y ganador de esta prueba en los Campeonatos Europeos de 2007 en pista cubierta, entre otros importantes éxitos, han puesto sobre la mesa su experiencia, sus conocimientos y sus consejos, además de información y conocimientos.

ALGUNAS CONCLUSIONES

Hay que consumir carne de manera moderada, equilibrada y planificada
Todos los mensajes de alerta ante los índices de obesidad y sobrepeso que no descienden, serán pocos; hay que insistir en ellos
Es necesario impulsar la educación en salud para convertir la nutrición en una herramienta central de una vida saludable
No demonizar ningún alimento
Evitar mensajes confusos al consumidor
En la clausura del Foro, Teresa Robledo ha alertado contra la difusión de mensajes que confunden al consumidor en materia de alimentación, y ha citado como ejemplo lo ocurrido con un informe de 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la carne roja y procesada.

La responsable de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha clausurado con esta reflexión el Foro sobre Alimentación Saludable-Carne y Salud.

Los ponentes de esta cita -organizada por la plataforma Carne y Salud, la Agencia EFE y Efeagro- han coincidido en destacar las propiedades nutricionales de la carne en el contexto de una dieta variada y equilibrada.

“Trasladamos mensajes al consumidor que al final le están confundiendo”, ha lamentado Robledo, quien ha insistido en la necesidad de “recuperar la dieta mediterránea” y apostar por más productos frescos en vez de procesados.

Durante su intervención, ha recordado el informe de la OMS de octubre de 2015 que vinculaba el consumo de carne roja y procesada con el cáncer, que en su opinión es un ejemplo de cómo generar “alarma mediática” por una comunicación “no muy adecuada”.

Robledo ha incidido en que aquel documento mantenía las recomendaciones ya vigentes sobre un consumo moderado de carne, pero acabó demonizando este producto.

“El consumo excesivo de determinados alimentos conlleva riesgos para la salud, pero su consumo moderado es extremadamente beneficioso. Ése es el mensaje principal, y otros debates no deben distorsionarlo”, ha defendido, tras señalar el sobrepeso y la obesidad como los problemas más graves que afrontan en este ámbito los países occidentales.

EL CONSUMO DE CARNE EN LOS DEPORTISTAS

Nieves Palacios, jefa de la Unidad de Medicina, Endocrinología y Nutrición del Centro de Alto Rendimiento de Madrid -adscrito al Consejo Superior de Deportes-, ha recordado el alto contenido de proteínas, vitaminas, grasas y minerales de la carne, y ha ensalzado especialmente su calidad.

“Para un deportista de la alta competición, una cosa pequeña puede ser la diferencia entre ganar y perder”, ha recalcado Palacios, quien ha calificado la alimentación y la hidratación como el “entrenamiento invisible”.

En este sentido, Juan Carlos Higuero – también 11 veces campeón de España de mil 500 metros- ha abundado en la importancia de la carne en la dieta de un deportista.

“Es uno de los productos más completos para la actividad deportiva y juega un papel muy importante para recuperar”, ha explicado Higuero, tras detallar cómo dependiendo del momento del día o de la intensidad del entrenamiento optaba por una carne u otra en función de su facilidad para ser digerida.

Higuero ha dado mucha importancia a los horarios en materia de alimentación y ha aconsejado que si entre semana la gente tiene dificultad para comer con equilibrio, lo haga el fin de semana, cuando se tiene más tiempo.

El atleta ha valorado el aporte tan necesario de minerales que la carne supone para un deportista.

De estos minerales, Nieves Palacios ha valorado el zinc porque ayuda a la protección de las células frente al daño oxidativo, y el hierro y el magnesio, porque juega un papel fundamental para el músculo.

En cuanto a las vitaminas que contiene la carne, de la que se ha aconsejado la ingesta de dos a tres raciones semanales, Palacios ha destacado la B3 por su contribución al funcionamiento normal del sistema nervioso; la B6 porque ayuda a regular la actividad hormonal; y la B12 por su aportación a la formación de glóbulos rojos.

LA CARNE EN LA GASTRONOMÍA

Por su parte, el chef Paco Roncero ha resaltado que la carne y el pescado son productos que nunca pueden faltar en un menú degustación, y ha admitido que los cocineros juegan “con ventaja” debido a que el cliente va a disfrutar al restaurante y deja la preocupación por una dieta saludable para el día a día.

Roncero ha negado que los profesionales de la cocina reciban “presiones” para utilizar unos productos u otros en función de las “modas”, pero sí ha reconocido que en ocasiones reciben críticas en las redes sociales por parte de algunos “radicales”.

El doctor Luis Miguel Benito ha sido contundente: “No hay que demonizar la carne porque es muy sana”.

El cuerpo humano se adapta a lo que tiene para comer, “lo que uno no usa, se atrofia (…) Si un vegetariano estricto después de diez años se come un bistec, puede no tener ya las enzimas necesarias para digerirlo, pero eso no quiere decir que sea malo”, ha apuntado este especialista.

PLANIFICAR Y MASTICAR

Planificar los menús con anterioridad y revisar a posteriori lo que se ha comido, fomentar un mayor conocimiento nutricional desde la escuela o comer más despacio y masticar mejor han sido otros de los consejos aportados por los expertos para caminar hacia una dieta saludable.

En esta línea, el doctor Benito ha acentuado la importancia de masticar bien: “Todas estas propiedades de la carne -ha advertido- tanto de la carne como de otros alimentos, no sirven para nada si la persona que se sienta a la mesa es incapaz de masticarlas para que el organismo pueda absorber bien los nutrientes de forma que facilite su paso a la sangre”.

Masticar bien la comida y no engullir “es fundamental para que la comida nos nutra”, ha defendido este especialista del aparato digestivo tras reiterar que hay que comer de todo con moderación dentro de una dieta equilibrada, que incluya la carne.

La portavoz de la plataforma Carne y Salud -que agrupa a todos los eslabones del sector cárnico-, María Sánchez, ha lamentado por su parte la existencia de “falsos mitos” pese a los niveles “altos” de control, calidad y trazabilidad de los alimentos.

Trump bebe 12 latas de Coca-Cola de dieta y tiene un gusto extendido por la comida chatarra

domingo, diciembre 10th, 2017

Según ex colaboradores e investigadores del New York Times, el Presidente norteamericano tiene el hábito de consumir comida rápida, altas cantidades de Diet Coke y pasar largas horas frente a la TV.

Ex colaboradores como Corey Lewandowski y David Bossie revelaron que Trump prefiere comida rápida antes que otro tipo de alimentos. Foto: Instagram/Donald Trump

Ciudad de México, 10 de diciembre (La Opinión/SinEmbargo).- El Presidente Donald Trump toma aproximadamente 12 latas de Diet Coke todos los días, de acuerdo con un extenso perfil del New York Times sobre cómo lidia con su trabajo diario como mandatario de los Estados Unidos.

Además, según el informe del NYT, las únicas personas a las que se les permite tocar el control remoto del televisor son al Presidente Trump y el personal de soporte técnico.

Mientras mira las noticias, a Trump frecuentemente le gusta compartir sus pensamientos en los titulares del día con quien esté en la sala, incluidos los miembros del personal de limpieza, a quienes “llama con un botón para almorzar o pedir una de las doce coca-colas que consume todos los días”.

“No veo mucha televisión”, negó el mandatario. “Sé que les gusta decir, gente que no me conoce, les gusta decir que veo televisión. Gente con fuentes falsas, ya sabes, falsos reporteros, fuentes falsas. Pero no veo mucha televisión, principalmente debido a los documentos. Estoy leyendo mucho los documentos”.

Trump es conocido por su hábito de comida rápida, según un libro escrito por antiguos colaboradores principales de la campaña Corey Lewandowski y David Bossie, que describieron que en el “Trump Force One había cuatro grupos principales de alimentos: McDonald’s, Kentucky Fried Chicken, pizza y Diet Coke”.

Un vasto estudio conducido por el Instituto Nacional sobre el Cáncer, en Estados Unidos, no encontró evidencia de que el consumo de aspartame –uno de los edulcorantes más populares y que contienen los refrescos de dieta- incrementara la posibilidad de sufrir cáncer de cerebro, leucemia o un linfoma. Sin embargo, existe la posibilidad de que contribuya con la intolerancia a la glucosa y diabetes del tipo 2, aunque esto aún debe ser verificado por investigadores.

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Niños mexicanos en alto riesgo de morir antes que sus padres por alto consumo de alimentos procesados: Experta

sábado, diciembre 9th, 2017

La reciente regulación del etiquetado en los alimentos procesados en México no ha funcionado como esperaban las autoridades, pues ahora los niños consumen porciones más grandes del mismo producto, asegura la académica Ana Berenice Barrera.

Ciudad de México, 9 de diciembre (SinEmbargo).- Ana Berenice Barrera, académica de UNAM, indicó que debido al incremento del consumo de alimentos procesados en México, el país no sólo estaría enfrentando el aumento de enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, sino que de continuar la ingesta excesiva de estos alimentos, se estaría generando la primera generación de niños con riesgo a morir antes que sus padres.

Si bien el costo de alimentos procesados no siempre es económico, y generalmente se distribuyen en las ciudades, Barrera señaló que recientemente se ha observado un incremento del consumo de estos productos, en regiones rurales de estados como Chiapas.

De acuerdo con la especialista, el consumo de bebidas de alto contenido calórico, alcanza los 163 litros por persona al año y estaría relacionado con las epidemias de diabetes y enfermedades cardiovasculares que se presentan cada vez a edades más tempranas entre la población mexicana.

El riesgo de consumir alimentos procesados radica en que son bajos en vitaminas y altos en grasa, azúcar y sodio. Además de que su consumo se incrementa porque son opciones para comer rápido y tienen buen sabor.

Las alarmas por el consumo de los alimentos procesados se encendieron por primera vez en el 2012, cuando México se colocó en el segundo lugar en obesidad en adultos y primero en niños a nivel mundial. Las autoridades procedieron modificando en el 2015 las normativas en el etiquetado de estos productos, así como en bebidas alcohólicas.

Esta nueva norma fue realizada por las secretarías de Salud y Economía, pues también se revisó el ingreso de los alimentos por las aduanas y se impusieron límites a la ingesta energética. Sin embargo, la medida resultó poco exitosa pues las empresas respondieron de manera estratégica para continuar vendiendo sus productos sin afectar sus ingresos.

Según la académica, al controlarse la venta de los productos en presentaciones de no más de 50 calorías, las empresas comenzaron a vender presentaciones con porciones más pequeñas, orillando a los consumidores a comprar dos o más porciones del mismo producto, e incrementando en casos el consumo calórico.

“Por ejemplo, un jugo pasó de 250 mililitros y 84 kilocalorías, a 125 mililitros y 42 kilocalorías, a un menor costo; sin embargo, el niño llega a la cooperativa de la escuela y pide dos juguitos; no sólo gasta más, sino que consume la misma cantidad de producto y desecha dos envases. Es necesario generar conciencia de la forma en que consumimos y por qué permitimos ser manipulados de esta manera”, mencionó la experta al departamento de comunicación de la UNAM.

Los mexicanos consumen en promedio 163 litros de refrescos al año, indicó la especialista. Foto: Especial

Barrera recomienda a los consumidores informarse sobre los contenidos de los productos que consumen e invitó a los ciudadanos a los cursos que se ofrecen en la UNAM en esta materia.

Special K no te hará perder peso: Poder del Consumidor

martes, enero 12th, 2016

El cereal Special K, sabor original, se aventura a decir que si lo desayunas y cenas empezarás una vida más saludable y perderás peso. Pero, ¿qué tan sano es consumir este producto dos veces al día?

Seguro que entre tus propósitos de año nuevo está bajar de peso y haces de todo para lograrlo como cambiar tu alimentación. Pero hay productos que se aprovechan de tus intenciones como el cereal Special K, sabor original, que se aventura a decir que si lo desayunas y cenas empezarás una vida más saludable y perderás peso.

Pero si comes dos porciones del alimento de Kellog´s, consumirías cuatro de las cinco cucharadas de azúcar que sugiere al día para un adulto la Asociación Americana del Corazón (AAC).

Lo anterior, a pesar de que Special K tiene menos azúcar en comparación con otros cereales, pero porque la sustituye con Splenda.