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A 12 años de la masacre de San Fernando, familias todavía esperan que haya justicia

miércoles, agosto 24th, 2022

Familias de las 72 personas migrantes asesinadas y torturadas en San Fernando, Tamaulipas, en el 2010 han hecho nuevamente un llamado a las autoridades mexicanas a esclarecer los hechos y brindarles justicia por sus seres queridos, en el marco del doceavo aniversario en el cual, dicen, no se han logrado avances.

Ciudad de México, 24 de agosto (SinEmbargo).– Este año marca el doceavo aniversario de la masacre de 72 personas migrantes en San Fernando, Tamaulipas, ocurrida entre el 22 y 23 de agosto de 2010. En cuatro mil 383 días que han pasado desde entonces, restan nueve víctimas sin ser identificadas, no hay una sola sentencia emitida al respecto de los hechos, y los compromisos hechos por las autoridades mexicanas en ese entonces para garantizar la seguridad de personas migrantes siguen sin cumplirse, e incluso expertos consideran que las condiciones de migración han empeorado.

Lizeth Yanira Euceda recuerda el día que su hermano menor, Marvin, partió desde la ciudad hondureña de Comayagua con rumbo hacia Texas, Estados Unidos: fue el 2 de agosto de 2010.  Se vieron por última vez el 28 de julio, y aunque mantuvieron contacto durante su travesía por México, fue siete años después cuando pudo darle el verdadero adiós, siete años después de que su cuerpo fuera encontrado junto con los de 71 otros migrantes en San Fernando.

Ella lo recuerda como la alegría de la familia. “Era el quinto de la familia, una familia de 10 hermanos, y él era la alegría de la familia, el que movía todo, el que estaba pendiente de todos. A pesar de ser muy chico, era el que estaba siempre moviéndonos a hacer, a actuar. Fue el primero de la familia en tomar la decisión de salir del país por querer ayudar a la familia. Somos una familia de escasos recursos y él, viendo la necesidad de la familia, quería ayudar”, recuerda Lizeth.

Marvin partió de Honduras el 2 de agosto de 2010, pero no llegó a su destino. Foto: Especial.

Marvin, que tenía 20 años recién cumplidos, le escribía a Lizeth todos los días. Se intentó comunicar con ella por última vez el 15 de agosto, cuando le pidió a su hermana mayor que le marcara, pero al momento de que lo hizo, él ya no respondió.

Cuando la familia de Lizeth se enteró de la masacre de San Fernando, empezaron a presentir que Marvin estaba entre ellos, pero no hubo una identificación inmediata de su cuerpo.

“Nosotros sospechábamos de la muerte de él cuando pasó lo de la masacre, y luego cuando trajeron a las demás víctimas que fueron identificadas en su momento. Yo hice todo el papeleo y mandé todos los documentos, pero no le hicieron tanto caso. Fue hasta que la organización Cofamicenh (Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos del Centro de Honduras) nos ayudó a encontrarlo, siete años después”, lamentó.

Última foto de Marvin antes de su partida hacia Estados Unidos. Foto: Especial.

En el aniversario de los hechos, Lizeth hizo un llamado al Gobierno mexicano a que se haga justicia para las familias de los migrantes fallecidos. “Definitivamente uno ya no espera nada de los gobiernos, pero uno no se resigna. Son cosas que duelen, que jamás lo olvidamos, pero viendo la indiferencia y apatía de los mismos gobiernos ante estas situaciones, lo que exigimos es justicia y verdad de los hechos”, recalcó.

“No porque con lo que hagan me vayan a regresar a mi hermano, no. No exigimos plata, no exigimos nada, lo único exigimos es justicia y verdad, porque tal vez con esto se pare un poco la violencia y la discriminación hacia muchos migrantes que aún toman la decisión de tomar esta ruta migratoria”, dijo la hondureña.

“SAN FERNANDO FUE UN PARTEAGUAS”

Para Óscar Misael Hernández, profesor-investigador en el Colegio de la Frontera (Colef), la masacre de los 72 migrantes en San Fernando fue un “parteaguas”.

“El asesinato de los 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, fue un parteaguas en la historia de la migración no sólo en México, sino de América Latina en general. Fue un parteaguas que marcó las historias y los cuerpos de las personas migrantes en tránsito, en particular, por el Golfo de México”, consideró.

A pesar de haber pasado ya años del hecho, el académico acusó que ni en la administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), en el de Enrique Peña Nieto (2012-2018), ni en el actual de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) han habido avances significativos para esclarecer los hechos y brindar justicia o reparación del daño a los familiares de las víctimas.

Ciudadanos colocan una ofrenda de Día de Muertos en el Antimonumento 72, el cual está dedicado a los migrantes que fueron asesinados por supuestos polleros en San Fernando Tamaulipas, en esta imagen de archivo. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

“Aún cuando esto se trató de un crimen que pudo haber sido catalogado como de lesa humanidad, el Gobierno mexicano no actuó, ni en su momento en el Gobierno de Felipe Calderón, ni mucho menos hasta la fecha con el Gobierno del Presidente López Obrador”, expresó. “Se hizo un compromiso de esclarecer los hechos, de aprehender a los autores no sólo materiales sino también intelectuales, y también de hacer reparaciones del daño e implementar la justicia con los familiares de las personas asesinadas. Esto es, obviamente, parte del compromiso público, del performance institucional que hace el Gobierno mexicano en su momento, pero por supuesto nada de esto se cumplió”.

Añadió que el Gobierno mexicano ejerció poca presión hacia la Fiscalía de Tamaulipas y el Gobierno del estado para dar resultados, e incluso para hacer la identificación de todos los cuerpos, que a la fecha faltan nueve víctimas por identificar.

“Hay familias que todavía siguen exigiendo –eso también lo estábamos discutiendo en el evento del 2020–, todavía siguen demandando, exigiendo que los cuerpos se exhumen y se hagan identificaciones, obviamente que esto obedeció a fallas en los peritajes, a tal grado de mandar el apoyo de organizaciones forenses extranjeras que dieron otros indicios”.

ONGS EXIGEN CREACIÓN DE COMISIÓN DE JUSTICIA

En el aniversario de los hechos, más de 30 organizaciones de derechos humanos y activistas hicieron un llamado al Gobierno de México a conformar la Comisión Especial para la Investigación de Masacres y Desapariciones de Personas Migrantes, recomendada por el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU en su último informe de visita a México.

“Los tratados de cooperación y asistencia mutua entre México y los países de la región ya no responden a las necesidades que impone en la actualidad la problemática de muertes y desapariciones de personas en contexto de movilidad”, acusaron ONGs como Fundación para la Justicia (FJEDD) y comités de familiares de migrantes desaparecidos de Honduras, Guatemala y El Salvador, entre otras.

De acuerdo con las organizaciones, la Comisión Especial debería de contar con la participación y asistencia técnica de expertos nacionales e internacionales, un enfoque de macrocriminalidad y análisis sistémico, que incluya países de origen, tránsito y destino.

Protesta de migrantes centroamericanos en agosto de 2012 para exigir justicia por los 72 migrantes ejecutados. Foto: Cuartoscuro.

El doctor Óscar Misael Hernández explicó que, en caso de conformarse dicha comisión, también sería importante que incluya a observadores internacionales.

“En primer lugar, tienen que ser grupos o comisiones integradas no solamente por personas que son peritas en distintas disciplinas o áreas de conocimiento, sino también por observadores internacionales, debido al riesgo que viven las personas que integran este tipo de comisiones o de grupos, en México. El segundo criterio es que el Estado mexicano debe de entrar en un proceso de transparencia de todos aquellos archivos o documentos relacionados con el caso de San Fernando, y no solamente con lo que pasó en el 2010 con los migrantes masacrados, sino también con lo que pasó en el 2011 con las más de 40 fosas clandestinas encontradas en esta región tamaulipeca”, expresó al respecto.

En un tercer momento, indicó, se debería de considerar que aquellas instituciones gubernamentales y las organizaciones civiles que integraran las comisiones rindan informes de transparencia. “De otra manera, no se va a poder implementar este tipo de comisiones y, de ser así, difícilmente van a poder lograr el objetivo para el cual fueron creadas”, sentenció.

CONDICIONES PARA MIGRANTES EMPEORAN: EXPERTOS

A 12 años de la masacre, las condiciones para personas migrantes que transitan por o llegan a México no han mejorado.

“Ha cambiado la situación desde entonces, se ha vuelto más atroz para los migrantes”, opinó el investigador del Colef. “Es un cambio para mal, y creo que hay muchas evidencias de esto”.

Según cifras del Missing Migrants Project de la Organización Internacional de Migración (OIM), cuatro mil 049 personas migrantes han muerto o desaparecido en la ruta de cruce entre México y Estados Unidos desde 2014, año en que se inició el recuento.

El 2021 fue el año más peligroso para personas en contexto de movilidad, con 728 personas desaparecidas o fallecidas en este trayecto, lo cual representó un incremento del 52.94 por ciento con respecto al año anterior. En los ocho meses que han transcurrido del 2022, se han reportado 396 personas migrantes en esta situación, siendo junio el mes más peligroso desde diciembre de 2015, con 124 casos.

Las causas más comunes de muerte han sido: ahogarse, deplorables condiciones de comida, agua o refugio; accidente vehicular; violencia; muerte accidental y enfermedad por falta de acceso a servicios de salud.

 

El académico analizó que, aunque la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador inició en el 2018 con un discurso público de una política migratoria con un enfoque de seguridad humana y de puertas abiertas, pasó a una estrategia en hechos que contradecía esta idea.

“Pasó a una acción que contradecía esta supuesta política de seguridad humana en la frontera, se pasó más bien a una política de securitización fronteriza, es decir, una política de control, de falta de respeto a los derechos de los migrantes, y obviamente esto obedeció a las presiones que en su momento el expresidente Donald Trump en los Estados Unidos estaba ejerciendo hacia México, de recorrer la frontera del sur de los Estados Unidos hacia el sur de México propiamente, la frontera México-Guatemala, con presiones económicas”, profundizó.

“Desafortunadamente migrantes que siguen cruzando la frontera viven una serie de riesgos no solamente por parte de criminales, asaltantes o secuestradores, sino también de las propias autoridades de migración, o incluso de la Guardia Nacional, como lo hemos identificado en algunas entrevistas”, expresó respecto a otros riesgos que enfrentan las personas en contexto de movilidad.

Los migrantes, en muchas ocasiones, viajan en condiciones de hacinamiento dentro de tráileres. Foto: Twitter @INAMI_mx

Incluso, Hernández consideró que los gobiernos están implementando una necropolítica, “una estrategia que para matar a los grupos vulnerables”.

“Los casos de los tráilers donde mueren los migrantes los he denominado como un ‘sacrificio de frontera’, como una forma de escarmiento, una forma bastante sádica que tienen algunos estados o grupos de poder para amedrentar a los otros y decirles: ‘Esto es lo que les puede llegar a pasar si llegan a cruzar nuestras fronteras’. Esto se traduce en que no hay respeto a los derechos de personas migrantes en general, y también si lo vemos en términos de violencia, parece ser que vamos retrocediendo”, aseguró.

En este sentido, propuso que el Gobierno mexicano adopte una política de seguridad humana que se base en un respeto total a los derechos de los migrantes, incluyendo acceso a servicios como de educación y salud independientemente de la existencia o ausencia de la documentación requerida para transitar o establecerse regularmente en México.

¿Y Cabeza de Vaca? De gira, esta misma mañana, por San Fernando

miércoles, mayo 19th, 2021

El Gobernador de Tamaulipas encabezó esta mañana una gira por el municipio de San Fernando, a horas de que morenistas confirmaran que la FGR obtuvo una orden de aprehensión en su contra.

Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).– Francisco García Cabeza de Vaca, Gobernador de Tamaulipas, realizó esta mañana una gira por el municipio de San Fernando, tan solo unas horas antes de que la Fiscalía General de la República (FGR) giró una orden de aprehensión en su contra por lavado de dinero y delincuencia organizada.

Esta mañana, el Gobernador panista difundió en sus redes sociales fotografías de su vista a las colonias Loma Alta y Paseo Real, donde supervisó su pavimentación.

García Cabeza de Vaca detalló que acudió a la ampliación de cuatro carriles y una ciclovía del acceso sur a la cabecera municipal de San Fernando.

De acuerdo con medios locales, el Gobernador también estuvo en Ciudad Victoria, donde tuvo una reunión con su Gabinete de Seguridad.

Francisco García Cabeza de Vaca no se ha pronunciado por la orden de orden de aprehensión en su contra ni sobre el bloqueo de sus cuentas bancarias que conformó esta tarde la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, solo se ha limitado a retuitear mensajes de apoyo de gobernadores y legisladores panistas.

El Gobernador de Tamaulipas reapareció en público desde el viernes pasado, luego de dos semanas de silencio desde que la Cámara de Diputados aprobó desaforarlo por defraudación fiscal.

ORDEN CONTRA CABEZA DE VACA

El morenista Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, informó esta tarde sobre la orden de aprehensión contra el Gobernador García Cabeza de Vaca y llamó a las y los senadores a responder ante la “crisis constitucional” que vive Tamaulipas.

El Senador sugirió que el mandatario ya podría estar fuera del país y, según dijo, buscaría declararse “perseguido político” para mantener el control del Gobierno estatal.

Ignacio Mier Velazco, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, confirmó que la orden de aprehensión que obtuvo la FGR está relacionada con los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Mientras que Santiago Nieto Castillo, titular de la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), confirmó que ordenó congelar las cuentas de la red de socios que encabeza el Gobernador tamaulipeco y que estaría conformada por 12 personas físicas y 25 jurídicas.

Nieto Castillo dijo que buscarán determinar si desde la red del Gobernador o del Gobierno que encabeza se financiaron de forma ilícita campañas electorales, por lo que adelantó que la UIF podría presentar más denuncias.

La FGR había pedido a la Cámara de Diputados el desafuero del mandatario de Tamaulipas por considerar que el panista es responsable de los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal equiparada, sin embargo, la Cámara Baja solo aprobó juzgarlo por defraudación fiscal.

De acuerdo con la Fiscalía liderada por Alejandro Gertz Manero, el Gobernador habría cometido defraudación fiscal equiparada por 6 millones 511 mil 777 pesos y 57 centavos, delito que se sanciona con penas de tres a nueve años de prisión.

La ONU-DH compara el hallazgo de 19 cuerpos calcinados con la masacre de San Fernando; pide transparencia

martes, enero 26th, 2021

Luego del hallazgo de 19 cuerpos calcinados en Tamaulipas, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México expresó su preocupación por la situación, que comparó con el caso del asesinato de 72 migrantes en la misma región en 2010.

Ciudad de México, 26 de enero (EFE).- La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) comparó este martes el hallazgo este fin de semana de 19 cuerpos calcinados en el estado de Tamaulipas con la trágica masacre de San Fernando del 2010, en la que asesinaron a 72 migrantes en la misma región.

“Estamos profundamente preocupados por los hechos reportados por distintos medios sobre el hallazgo de 19 personas calcinadas en Tamaulipas. De acuerdo con la información recibida, al menos varias de las victimas serían guatemaltecas”, apuntó mediante un boletín el representante de la ONU-DH México, Guillermo Fernández-Maldonado.

Fernández-Maldonado destacó que “la falta de alternativas para una migración realmente segura, ordenada y regular orilla a las personas migrantes a recurrir a traficantes de personas o a rutas peligrosas”, y esto los lleva a ser posibles víctimas de “graves violaciones” de los derechos humanos.

Este fin de semana aparecieron 19 cuerpos calcinados – 16 hombres, una mujer y dos por determinar- en varios vehículos en el poblado de Santa Anita, municipio de Camargo, en la fronteriza ciudad de Reynosa, Tamaulipas.

Por el momento no se conoce la identidad de las víctimas, aunque varios testimonios afirman que serían migrantes centroamericanos víctimas del tráfico de personas, mientras que otros reportes apuntan a un choque entre dos bandas criminales.

“Estos hechos recuerdan a las masacres ocurridas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, y Cadereyta, Nuevo León, en 2012, donde los familiares de las víctimas siguen en búsqueda de verdad, justicia y reparación”, alertó la ONU-DH.

En agosto de 2010 ocurrió uno de los sucesos más escabrosos de la historia reciente de México con el asesinato de 58 hombres y 14 mujeres de diversas nacionalidades en el municipio de San Fernando, en el nororiental estado de Tamaulipas.

Dos años después, en mayo de 2012, aparecieron otros 49 cuerpos en Cadereyta, en el norteño estado de Nuevo León.

“Aunque desconocemos sus motivos para migrar, la mayoría de las personas sale de sus países empujados por circunstancias económicas adversas, por reunificación familiar y/o por situaciones de violencia y persecución. A esto se suma que sus condiciones de vida se han visto profundamente afectadas a raíz de la pandemia por COVID-19 y por el devastador paso de los huracanes ‘Eta’ y ‘Iota'”, indicó el representante de la ONU-DH.

En esta nueva masacre, continuó, el Estado tiene “la obligación de garantizar la plena identificación de los restos encontrados conforme a métodos científicos y llevar a cabo una restitución digna a sus familias”.

“Esperamos que las víctimas extranjeras y sus familias reciban todo el apoyo de sus autoridades consulares”, concluyó el organismo, que pidió transparencia y acceso a los expedientes judiciales por parte de las familias para así garantizarles el acceso a la “verdad y la justicia”.

Cazó a los asesinos de su hija por todo México. Usó disfraces, falsa identidad, una pistola. Narra NYT

domingo, diciembre 13th, 2020

En tres años, Miriam Rodríguez cazó a la mayoría de los involucrados en el secuestro y asesinato de su hija. Los estudió, los acorraló y los capturó.

Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo).- Miriam Rodríguez cazó a los asesinos de su hija por todo México. Para hacerlo se valió de disfraces, cambió de identidad y consiguió una pistola. Su historia es recuperada por Azam Ahmed, periodista del New York Times.

Fue en 2014 cuando la mujer comenzó a seguir los pasos de los presuntos responsables del secuestro y asesinato de Karen, su hija de 20 años de edad.

A Karen se la llevaron en una camioneta. Pidieron rescate y después la asesinaron. Miriam entonces emprendió un viaje en medio del México impune.

“Se cortó el pelo, se lo pintó, se hizo pasar por encuestadora, trabajadora de salud y funcionaria electoral para conseguir los nombres y direcciones. Inventó excusas para conocer a sus familias: abuelas y primos que, sin saber, le daban los más mínimos detalles. Los registraba en un cuaderno que guardaba en el maletín negro de su laptop con el que hizo la investigación y los rastreó, uno por uno”, relata Ahmed en el texto Acechó a los asesinos de su hija por todo México, uno a uno.

Miriam se familiarizó con los hábitos de los agresores. Supo sus biografías, conoció a sus amigos. Llegó incluso a enfrentarlos físicamente. Todo por entregar justicia a su hija.

Miles de personas han sido víctimas de la violencia en México. Foto: Cuartoscuro.

“En tres años, Rodríguez capturó a casi todos los que habían secuestrado a su hija para pedir rescate, una galería de criminales canallas que intentaban rehacer sus vidas con diversas ocupaciones: uno había renacido como cristiano, otra era taxista, otro se dedicaba a la venta de coches y una era niñera”, cuenta Azam Ahmed.

“En total, atrapó a 10 personas en una desesperada búsqueda de justicia que la volvió famosa pero vulnerable. Nadie desafiaba al crimen organizado y ni hablar de encarcelar a sus integrantes”, agrega.

Luego de haber estado frente a los criminales, la mujer solicitó a las autoridades mexicanas que la protegieran.

En 2017, luego de haber cazado a uno de sus últimos objetivos y en pleno Día de las Madres, Miriam fue atacada a tiros frente a su casa en San Fernando, Tamaulipas. La mataron.

“Su sorprendente campaña —relatada a través de los archivos del caso, declaraciones de testigos, confesiones de los criminales que rastreó y decenas de entrevistas con parientes, policías, amigos, funcionarios y vecinos— cambió a San Fernando, al menos por un momento. La gente se tomó a pecho su lucha y se indignó por su muerte. El municipio colocó una placa de bronce en su honor en la plaza principal”, añade el periodista del New York Times.

San Fernando: La masacre de 72 personas que marcó la guerra de Calderón cumple 10 años impune

domingo, agosto 23rd, 2020

Para defensores y familiares de víctimas, la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas –los mismo que la de Cadereyta y las fosas clandestinas de Tamaulipas– son parte de la deuda histórica que dejó no sólo el expresidente Felipe Calderón Hinojosa con su “guerra contra el narcotráfico”, sino también de la administración de su sucesor el priista Enrique Peña Nieto, pues en ambos gobiernos “se sentaron las bases de la impunidad en el caso”.

Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).– Nancy Mariela Pineda salió de Guatemala con la bolsa llena de ilusiones. “Me voy por un mejor futuro”, le dijo a Guillermina Vega Sagastume, su suegra, el día que inició su viaje hacia los Estados Unidos. Era el 5 de agosto de 2010. Sin embargo, el sueño americano de la joven, de entonces 24 años de edad, terminó en un asesinato masivo por parte del crimen organizado.

“Mary”, como le decían de cariño, es una de las 72 personas, 58 hombres y 14 mujeres, que fueron torturados y asesinados por integrantes del grupo delictivo Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, entre el 22 y 23 de agosto de 2010.

Este 24 de agosto se cumplen 10 años del hallazgo de la primera masacre de migrantes que se tuvo conocimiento en el país. Las fotografías de los cuerpos apilados de hombres y mujeres maniatados, con los ojos encintados y con disparos en la cabeza le dieron la vuelta al mundo. Las víctimas eran, en su mayoría, originarios de países de Centro y Sudamérica.

Al paso de una década de los hechos que conmocionaron a México, a Latinoamérica y al mundo,la matanza sigue impune.

Fabienne Joelle Marie Cabaret, de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, organización que da acompañamiento a siete familias de las víctimas, expuso a SinEmbargo que 15 personas fueron consignadas por el homicidio múltiple, pero hasta la fecha no hay ninguna sentencia.

Además, detalló la defensora, aún faltan por identificar a nueve de las víctimas, además de que entre las 63 identificaciones hay familias que aún dudan haber recibido los restos correctos.

La abogada también destacó que tampoco se ha establecido de rutas de búsqueda que permitan el esclarecimiento del caso. “Las circunstancias del hallazgo, tiempo de muerte de las víctimas y número de sobrevivientes siguen generando dudas y aún hoy no se tiene certeza sobre el número de sobrevivientes”, expuso la también abogada en entrevista con este diario digital.

La responsabilidad del Estado Mexicano en la prevención y comisión de los hechos, a pesar que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ya había advertido en un informe sobre la grave situación de secuestro de migrantes, es otro aspecto que tampoco se ha investigado, destaca la organización Fundación Justicia.

Los familiares de las víctimas continúan en la lucha por justicia y, al cumplirse el décimo aniversario de la tragedia, vuelven a elevar el clamor y la exigencia de verdad y reparación del daño.

“Diez años pueden pasar, pero nosotros lo vivimos hoy como si (la masacre de 72 migrantes) fuera ayer. Es un dolor que no nos ha dejado. Lo que más queremos es que el caso se esclarezca, que se llegue a la verdad y a lo justicia”, expresó en entrevista Guillermina Vega.

“Después de las primeras consignaciones, identificaciones y repatriación de la mayoría de los cuerpos, no hay investigaciones profundas. Si no fuera por las familias y ciertos sectores de la sociedad que siguen poniendo el dedo en la llaga, si no fuera por eso, creo que es un caso que estaba condenado al olvido y contra eso estamos luchando; luchamos contra la impunidad y para reencaminar las investigaciones, porque todavía hay muchos huecos en esa historia”, expresó Fabienne Cabaret.

POR UNA VIDA MEJOR

Era domingo el día en que Nancy Mariela, madre de dos menores, tomó la decisión de irse junto con su padre, su hermano y otros dos familiares a Estados Unidos. Guillermina lo recuerda claramente. La familia se reunió, como cada domingo, para desayunar. Nancy Mariela, esposa de su hijo José, le ayudó a preparar la comida en esa ocasión, pues el joven matrimonio vivía en su casa.

“Nosotros estábamos en la casa cuando su papá llegó para decirle que se regresaba a Estados Unidos y Nancy empezó a llorar. El señor le dijo que él no la quería dejar ahí en Guatemala, que quería que se fuera con él, pero no había conseguido dinero para llevarla”, narró la entrevistada.

Efraín Pineda, padre de Nancy, vivió 15 años en Estados Unidos y decidió regresar a Guatemala con su familia, pero solo duró cuatro meses. Las pocas oportunidades de empleo y desarrollo en la región provocaron que el hombre optara por volver al norte, ya que sus ahorros estaban por terminarse.

La masacre de San Fernando fue cometida por Los Zetas​ en el ejido de El Huizachal, municipio tamaulipeco de San Fernando. Los 72 ejecutados, 58 hombres y 14 mujeres, eran en su mayoría migrantes provenientes de Centro y Sudamérica. Foto: Semar, Cuartoscuro

Nancy Mariela ya había pensado en irse a Estados Unidos. Tenía planeado llegar hasta Los Ángeles, California, con su cuñada, una de las cuatro hijas de Guillermina Vega. Por ello, cuando su padre le notificó que se iría a Estados Unidos sin ella, comenzó a llorar.

Mary le pidió prestado a su suegra para poder pagar su viaje. “Yo estando allá (en EU) se lo pago. Cuando yo esté allá, ustedes van a vivir mejor, yo les voy a echar la mano, le voy a dar un mejor futuro a mis hijos”, dijo, según recordó Guillermina.

“Yo le dije que sí le prestaba el dinero, pero que primero le tenía que pedir permiso a su esposo, mi hijo, porque yo no quería darle dinero y que él después se molestara con nosotros”, relató la mujer.

Nancy le explicó a su esposo que quería irse a Estados Unidos y tenía la oportunidad de cruzar México junto con su familia. Le dijo que al llegar allá comenzaría a trabajar y a los tres meses mandaría por él. La joven convenció a su pareja y su suegra le dio el dinero para pagar el viaje.

La joven partió con su padre, el señor Efraín Pineda Morales, su hermano Richard, una prima, un tío y un cuñado del señor Efraín. A los días, José, el esposo, se arrepintió de darle su apoyo y la llamó para decirle que regresara, pero la joven se negó. “Voy por un mejor futuro para todos”, le habría dicho Mary a su pareja en una llamada.

El 19 de agosto de 2010, Nancy se comunicó con Guillermina. Le avisó que estaban en México, que sus zapatos ya se habían gastado, pero que ya habían conseguido dinero prestado para comprar otro par y un poco de ropa. En la llamada, Mary encomendó sus hijos a su suegra, narró la mujer y citó un dialogo de esa conversación.

–Si miras algún peligro, te vienes– le recomendó Guillermina.

–Mina, mis hijos son sus hijos. Si algún día me pasa algo, no se los voy a dar a nadie más que a usted –respondió la joven.

Eran las 11 de la mañana. Esa fue la última conversación que tuvieron.

La familia de Nancy se enteró del hallazgo de los cuerpos de los 72 migrantes por medio de las noticias que, desde el 25 de agosto, dieron a conocer la tragedia. Con el temor que sus seres queridos estuvieran entre las personas asesinadas, comenzó a buscar a los seis de la familia que viajaba hacia Estados Unidos.

“Hasta que confirmaron que el padre y el hermano sí estaban entre los fallecidos, pero de Mary no decían nada. La mamá de Mary nos dijo que ya habían aparecido Efraín y Richard, el papá y hermano, pero que a Marianita no la encontraban”, narró

La identificación de los cuerpos de Efraín y Richard se realizó en noviembre de ese año. La confirmación e identificación del cuerpo de Nancy Mariela se realizó hasta marzo de 2011, mismo mes en que también fue repatriada. “Ella vino a los ocho meses después de la tragedia”, añadió. Guillermina se quedó a cargo de los dos hijos de Nancy: un niño que en ese entonces tenía seis años y una niña de tres años.

Investigaciones plantearon que los migrantes fueron asesinados porque, luego de ser secuestrados, no pagaron el dinero que Los Zetas les exigían para dejarlos libres y, además, se negaron a formar parte del grupo criminal. El 8 de octubre de 2010, reconocieron 50 de los 72 cuerpos: 21 hondureños, 14 salvadoreños, 10 guatemaltecos, ​un ecuatoriano y 4 brasileños. Foto: Archivo

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 RESPONSABILIDAD DE ESTADO

La matanza de San Fernando se registró en un contexto general de violencia y desapariciones en México, que repuntaron cuando el entonces Presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), declaró la llamada guerra contra el narcotráfico.

Entre 2010 y 2015 tuvieron lugar al menos cuatro matanzas contra migrantes en el norte del país: tres en Tamaulipas y una más en Nuevo León, las cuales reflejaron el punto máximo de violencia contra personas en tránsito que cruzan territorio mexicano.

Para la organización Fundación Justicia es necesario que se investigue la responsabilidad del Estado Mexicano en la prevención y comisión de los hechos, pues la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya había alertado sobre los recurrentes secuestro de migrantes.

En dos informes publicados en 2009 y 2011, el organismo de derechos humanos documentó que, de enero a diciembre de 2010, hubo 11 mil 333 víctimas de desaparición.

“Vienen las preguntas: ¿Por qué (las autoridades) permitieron que eso pasara? ¿Cuál es el papel del Estado en términos de responsabilidad sea por acción o por omisión, por impedir la prevención de la situación (la masacre) u otro tipo de participación? ¿Cuál era el contexto político especifico que permitía que esas situaciones pasaran sin generar nada en términos de justicia? Y obviamente, alrededor de estos casos tenemos esa gran pregunta: ¿qué tanto y de qué manera las autoridades también tienen una responsabilidad?”, expuso la abogada Joelle Marie Cabaret.

En el lugar donde fueron hallados los cuerpos de 72 personas hace 10 años, los elementos de la Secretaría de Marina Armada de México también encontraron armas de diferentes calibres y una camioneta similar a las que entonces, en el Gobierno de Felipe Calderón, utilizaba el Ejército mexicano. Foto: Semar, Cuartoscuro

La abogada consideró que estas grandes masacres son parte de la deuda histórica que dejó no solo el expresidente Felipe Calderón, sino también la administración de Enrique Peña Nieto pues –dijo- en ambos gobiernos se sentaron las bases de la impunidad en el caso.

“Los primeros años del caso abarcaron dos administraciones: un poco la época de Calderón, pero ya para el 2012 estaba Peña Nieto y fue en esos años cuando se dieron esas bases de impunidad. El hecho que fuera mal investigado, mal resguardado, mal atendido desde el principio y, luego, mal investigado, con cortes de responsabilidad muy bajo, con acciones muy por encima, sí abarca por lo menos esas dos administraciones y crearon las bases de la impunidad totalmente”, consideró.

Para Guillermina Vega, el expresidente Felipe Calderón sí tiene una responsabilidad, aunque sea indirecta, por los crímenes que ocurrieron en su periodo de Gobierno porque en sus manos estaba la seguridad del país, pero principalmente la responsabilidad es porque no se hizo una investigación profesional para que el caso se esclareciera.

“Él (Calderón) tiene bastante responsabilidad y lo más triste y lamentable para nosotros los chapines, que somos los dolientes, es que él no ha asumido nunca su responsabilidad. Él se quedó sordo a las peticiones de las familiares de aquí de Guatemala. El gobierno de México no se puso a mano en el corazón en ese entonces para saber el tormento por el que estábamos pasando”, expresó la mujer.

Cabaret, abogada de la organización Fundación Justicia, recordó que la masacre, al presentarse en un contexto de guerra contra el narcotráfico y de extrema violencia, generó que el caso no fuera atendido de la mejor manera.

“Esto en el sentido que todas las primeras diligencias alrededor del análisis del lugar, del levantamiento de los cuerpos y de su resguardo, y el procesamiento de información no fue adecuado. Eso generó que los procesos de identificación y repatriación de cuerpos no fueran acordes a los estándares que podemos esperar de los protocolos para procesar cuerpos”, comentó.

Guillermina añadió que Calderón seguramente pensó para qué investigar, sí para él fue “como si fueran unos perros los que murieron, pero él se equivoca porque nosotros vamos a seguir luchando hasta que se esclarezca la verdad y queremos llegar a la verdad y justicia”.

Sin embargo, a pesar de las recomendaciones internacionales, en particular del Comité Contra la Desaparición Forzada, no hay cifras exactas oficiales sobre el número de migrantes víctimas de desaparición en suelo mexicano.

Para defensores y familiares de víctimas, la masacre de en San Fernando es parte de la deuda histórica que dejaron los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pues “en ambos gobiernos se sentaron las bases de la impunidad en el caso”. Foto: Cuartoscuro

DIEZ AÑOS DE IMPUNIDAD Y TORMENTO

“Hemos vivido diez años de tormento, como si fuera ayer lo sucedido, diez años de tortura de aflicción, de años de pasar con la economía mal”, expresa Guillermina Vega.

Hasta ahora, 63 de las víctimas han sido identificadas y repatriadas: 60 en 2010, entre los meses octubre y noviembre. Posteriormente, a partir de la conformación de la Comisión Forense, se concretó la identificación de otras tres víctimas. Al día de hoy, faltan por identificar ocho hombres y una mujer.

No obstante, de acuerdo con Fundación Justicia, los procesos de identificación y repatriación se dieron de manera irregular, sin explicaciones a las familias de las víctimas, ni documentación que sustentará las identificaciones establecidas.

Los deudos Guatemala y Brasil, que tienen duda sobre los restos recibidos, pidieron que fueran exhumados con la finalidad de que la Comisión Forense pueda realizar la revisión de las identificaciones. sin embargo, a 10 años de los hechos esto no ha sido posible.

“Tenemos dudas que los que nos mandaron sean ellos, porque cuando mandaron las cajas venían completamente selladas. Había una persona cuidando las cajas y nos prohibieron abrirlas. Las fotos que enseñaron cuando recogieron los cuerpos no coincidían”, narró Guillermina.

Migrantes y Fray Tomás González durante el primer de la masacre de San Fernando. Foto: Cuartoscuro

A pesar que la masacre de San Fernando fue un hecho que generó indignación y consternación, es un caso que no cuenta con ninguna sentencia condenatoria y eso manda un mensaje de impunidad muy fuerte, destacó la abogada de Fundación Justicia.

Cabaret insistió que hasta el momento no ha existido una investigación exhaustiva, a pesar que esta tragedia muestra un caso de macro criminalidad trasnacional. La abogada recordó que las 15 personas detenidas fueron consignadas en dos momentos diferentes: unas en 2020 y otras en 2012.

“Esas consignaciones se dieron de manera somera, basadas en declaraciones de sobrevivientes y de las personas que fueron detenidas”, dijo la abogada. Además, adijo, hubo una sistemática negación de acceso a la justicia para las víctimas. “Sólo a través de litigios (de más de 6 años) se logró conseguir copias del expediente, fundamental para entender el tratamiento que se le ha dado al caso”, añadió.

En el marco del décimo aniversario, activistas, familiares y víctimas colocaron un anti monumento en Avenida Paseo Reforma, frente a la Embajada de Estados Unidos.

La estructura lleva el número 72 en memoria de los migrantes asesinados en San Fernando entre el 22 y 23 de agosto, la leyenda “Migrar es un derecho humano” y el signo “+” por las miles de personas desaparecidas y asesinadas a su paso por México.

“Y aunque la migración es un derecho humano, aunque muchas leyes, tratados internacionales y elegantes foros así lo dicen, lo cierto es que atravesar el territorio mexicano se ha convertido en un viaje peligroso. Pasar por nuestros estados, sea en autobús, tren o caminando, resulta una empresa tan arriesgada que puede costar la salud, la integridad, la vida”, destacó un grupo de manifestantes durante el acto conmemorativo.

El antimonumento fue instalado frente a la embajada de Estados Unidos en conmemoración del décimo aniversario de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, donde 58 hombres y 14 mujeres migrantes fueron asesinados. Fotos: Cuartoscuro

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México solicitó información el jueves pasado a diferentes autoridades, para  monitorear el cumplimiento de una recomendación relativa a la masacre de 72 migrantes en Tamaulipas en 2010. La titular de la CNDH, María del Rosario Piedra Ibarra, dijo que el organismo se comunicará de manera directa con los familiares de las víctimas de estos hechos para transmitirles la información que las autoridades destinatarias de la recomendación 80/2013 les ofrezcan.

Los datos recabados acerca de, específicamente, la investigación de los hechos, las sanciones a los responsables, la garantía de no repetición y la reparación del daño serán puestos a disposición no sólo de las víctimas, sino también de todo el pueblo. De acuerdo con un comunicado de la CNDH, el organismo considera la atención a las víctimas de delito y sus familias como una prioridad.

Con información de EFE

VIDEO: “Oímos los balazos, todas empezaron a gritar”, narra testigo del enfrentamiento en Tamaulipas

viernes, septiembre 13th, 2019

La mañana de ayer jueves se reportaron una serie de enfrentamientos entre grupos criminales e integrantes de la Policía Estatal en la carretera San Fernando-Reynosa, en Tamaulipas, a la altura de las colonias Doroteo Arango y Periquitos.

Durante la balacera, un par de autobuses de la empresa “Transpais” fueron alcanzadas por los proyectiles, lo que desató el terror y la incertidumbre entre los pasajeros que viajaban a bordo de las unidades, quienes relataron lo sucedido

Ciudad de México, 13 de septiembre (SinEmbargo).- Luego de que el día de ayer se registraran una serie de balaceras y bloqueos en la carretera San Fernando-Reynosa, en Tamaulipas, pasajeros de dos autobuses que fueron alcanzados por las balas narraron los momentos de horror e incertidumbre que vivieron en una entrevista publicada por Noticieros Televisa.

La mañana de ayer jueves se reportaron una serie de enfrentamientos entre grupos criminales e integrantes de la Policía Estatal en dicha carretera, a la altura de las colonias Doroteo Arango y Periquitos, en Reynosa.

Como parte de los choques entre autoridades y grupos armados se reportaron una serie de bloqueos con trailers incendiados en la carretera del norte, de acuerdo con medios locales.

Durante la balacera, un par de autobuses de la empresa “Transpais” fueron alcanzadas por los proyectiles, lo que desató el terror y la incertidumbre entre los pasajeros que viajaban a bordo de las unidades, quienes relataron lo sucedido en una entrevista concedida a Noticieros Televisa.

Una mujer que iba a bordo de uno los camiones relató que al escuchar las detonaciones los pasajeros comenzaron a gritar, mientras que algunas mujeres pidieron al chofer que diera la vuelta y se  alejara del lugar.

“Oímos los balazos y ya todas empezaron a gritar, pero ya había pasado que habíamos visto el tráiler atravesado quemándose. Nada más le balacearon las llantas y luego ya unas señoras le gritaron al chofer ‘dé la vuelta, dé la vuelta ya no se vaya pa’lla'”, relató

Otra de las pasajeras detalló que un autobús que venía delante de ellos fue interceptado, por lo que quienes viajabana a bordo fueron evacuados y presuntamente despojados de sus pertenencias.

“El otro autobús que venía antes de ese, ya a toda la gente la habían bajado, pero a ese les quitaron todo, y al otro pues le dieron los balazos”, señaló.

Por su parte, la empresa “Transpais” compartió un comunicado en sus redes sociales en el que informaba que dos de sus unidades habían sido “afectadas por la inseguridad”, pero afortunadamente no se reportaron personas lesionadas.

Posteriormente, la organización emitió un segundo comunicado en el que detalló que las unidades afectadas durante el incidente ocurrido en la carretera San Fernando-Reynosa, a la altura de los ejidos Doroteo Arango y Alfredo V. Bonfil, fueron identificadas con los números 8908 y 9344.

“Transpais” explicó que como medida de seguridad fue implementado el protocolo establecido por el Centro de Monitoreo, alertando a unidades que eviten circular por la zona del incidente.

Finalmente, elementos de la Secretaría de Defensa Nacional acudieron al lugar de los hechos para controlar la situación, informaron medios locales.

Tamaulipas está marcado por la inseguridad, el pasado 5 de septiembre fueron ejecutadas 8 personas en Nuevo Laredo, presuntamente por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal.

La SSP anunció este jueves la suspensión temporal de los elementos que están vinculados con la presunta ejecución extrajudicial las víctimas.+

Entre abandono y olvido: así luce el memorial de los 72 migrantes asesinados en San Fernando

sábado, agosto 24th, 2019

Organizaciones y albergues cancelaron la conmemoración de la peor masacre contra migrantes cometida en México. Nueve años después del asesinato de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, el Gobierno aún no puede garantizar la seguridad de las personas que visitan el municipio.

Por José Ignacio De Alba

San Fernando, Tamaulipas, 24 de agosto (Pie de Página).- Nadie recomienda visitar el memorial que recuerda los 72 migrantes asesinados en San Fernando. El pequeño monumento está en el mismo bodegón donde hace nueve años los Zetas mataron a los indocumentados.

El viaje se hace sobre advertencia de la presencia de gente armada. El camino para llegar al rancho El Huizache es largo y solitario. Nueve años después parece que nada cambió en este lugar, donde sólo queda el memorial que un grupo de defensores de derechos humanos colocó el año pasado.

La cruz, con sus 72 pequeños crucifijos, reposa solitaria en el bodegón. Este 22 de agosto no hubo ninguna autoridad que se acordara de lo que sucedió en 2010.

Apenas el año pasado, ciudadanos y religiosos instalaron la cruz en el predio, como un recordatorio de lo que pasó. Ahora, el memorial se encuentra rodeado de pastos altos, las avispas hicieron un panal en uno de los brazos de la cruz, y una lechuza vive en el bodegón. Es evidente que nadie ha vuelto desde entonces.

En ese momento se propuso que cada año se realizara en el sitio una misa, pero este año ninguna autoridad quiso acompañar la caravana para hacer la celebración, asegura el padre Pedro Pantoja, uno de los organizadores del evento.

“El Gobierno sigue siendo incapaz de proteger a las personas que pasan por Tamaulipas, aún con la Guardia Nacional”, Pedro Pantoja.

El camino de terracería que lleva del ejido está bordeado de sembradíos de sorgo, pero la cosecha está recién levantada, los pastos son cortos y secos. El viento levanta nubes de tierra sobre el camino, pueden pasar horas antes de ver a algún granjero o peón que saluda con recelo desde su tractor o camioneta.

Ni siquiera la presencia de extraños en el lugar altera el ambiente.

En San Fernando no hay presencia de policías, militares o la recién estrenada Guardia Nacional. Aunque pasó casi una década desde la matanza, el Gobierno mexicano ha sido incapaz de identificar 9 de los 72 cuerpos hallados y de regresar a la normalidad esta región. Tampoco la violencia ha menguado en Tamaulipas, sólo en este año se ha reportado el secuestro de autobuses de pasajeros donde había indocumentados.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en marzo pasado: “vamos a seguir con la investigación, no queremos que pase lo de San Fernando”.

Rancho y bodega donde hace 9 años fueron encontrados 72 migrantes asesinados por la banda criminal de los Zetas. El lugar luce completamente abandonado. Foto: Duilio Rodríguez, Pie de Página.

LA HISTORIA

En 2010, los Zetas y el Cártel del Golfo protagonizaron una cruenta batalla por dominar el estado fronterizo de Tamaulipas.

El 22 de agosto, en este bodegón fueron asesinados a sangre fría 72 indocumentados; uno de los tres sobrevivientes a la masacre logró huir y caminó 18 kilómetros con una herida de bala, hasta encontrar una base de la Marina. El migrante herido Fredy Lala relató lo que había pasado y dio la ubicación del lugar.

Las fotografías sobre lo sucedido le dieron la vuelta al mundo: decenas de hombres y mujeres maniatados con los ojos encintados y con tiro de gracia. Nueve años después, los zetas han sido eliminados de San Fernando, pero los cárteles siguen teniendo el control de la región.

La inseguridad que vive Tamaulipas provocó que diversas organizaciones no pudieran conmemorar el noveno aniversario de la matanza de 72 migrantes en el municipio de San Fernando. Ninguna autoridad pudo garantizar la vista de diversas organizaciones al sitio donde se cometieron las ejecuciones. El memorial, puesto el año pasado, permaneció en el peligroso paraje.

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A 9 años de la matanza de 72 migrantes en Tamaulipas, ONGs piden cambiar política migratoria en México

miércoles, agosto 21st, 2019

Entre estas fechas, pero de 2010, miembros de Los Zetas, uno de los grupos de narcotráfico más violentos que operaban en el noroeste de México, secuestró y dio muerte a 72 migrantes en una casa del municipio de San Fernando, Tamaulipas.

Pedro Pantoja, asesor religioso de la Casa del Migrante, manifestó que sucesos como el de San Fernando, donde no ha existido devolución o reconocimiento del total de los cadáveres de las víctimas, México deja entrever que, como se menciona, “es un cementerio de Centroamericanos”.

Por Armando Ríos

Saltillo (México), 21 ago (EFE).- Organizaciones de derechos humanos reclamaron a México cambiar la visión de su política migratoria al lanzar este martes las jornadas para conmemorar el noveno aniversario de la masacre de 72 migrantes ocurrida en 2010 en San Fernando, estado mexicano de Tamaulipas.

Con el título de “Memoria Histórica del holocausto y dolor para América Latina”, media docena de organizaciones se reunieron en Saltillo, Coahuila, para iniciar el programa de encuentros que transcurrirá del 22 al 24 de agosto.

Entre estas fechas, pero de 2010, miembros de Los Zetas, uno de los grupos de narcotráfico más violentos que operaban en el noroeste de México, secuestró y dio muerte a 72 migrantes en una casa del municipio de San Fernando, Tamaulipas.

Para conmemorar este hecho, en Saltillo se reunieron las organizaciones “72 de Tenosique”, la Casa del Migrante de Saltillo, el Instituto para las Mujeres en la Migración, y varias organizaciones diocesanas.

Las organizaciones dijeron que las políticas públicas del nuevo Gobierno de México han vulnerado los derechos de los migrantes, y aseguraron que es por eso que sucesos como estos deben mantenerse en la memoria.

“Podemos y debemos frenar esta política de muerte, de discriminación. Podemos y debemos decirles a los Gobiernos que cualquiera que sea su posición, su color, el camino que están tomando es amargo”, dijo Fray Tomás González de la 72” de Tenosique.

Pedro Pantoja, asesor religioso de la Casa del Migrante, manifestó que sucesos como el de San Fernando, donde no ha existido devolución o reconocimiento del total de los cadáveres de las víctimas, México deja entrever que, como se menciona, “es un cementerio de Centroamericanos”.

“Nueve años de la matanza sin la investigación de los autores criminales, sin el ejercicio de la justicia, sin fincar responsabilidades a las autoridades gubernamentales, sin la devolución total de los cadáveres a sus familias, 9 años sin consuelo”, dijo.

Pantoja sostuvo que la herida de San Fernando no cicatriza y en una pausa pidió a los asistentes un minuto de silencio en memoria de Marco Tulio, el migrante asesinado en Saltillo por policías el pasado 31 de julio.

El acto celebrado en Saltillo será el primero de 14 más que se llevarán hasta finalizar el mes de agosto en ciudades de Guatemala y Honduras, así como en la Ciudad de México donde se seguirá abordando el tema de la masacre y la memoria de las víctimas de San Fernando.

La jornada de Saltillo concluyó con una vigilia de oración y el encendido de unas 60 veladoras en favor de los migrantes de la Casa del Migrante de Saltillo, entre los cuales hubo niños , niñas y mujeres.

“Iniciamos esta vigilia de oración para que con las luces de todos, sintamos fuertemente que son luces de Justicia, e ilumine a una sociedad asesina”, dijo Pantoja.

Los migrantes han sido convertidos en cadáveres solo por buscar la vida por lo que defensoras y defensores continuaremos denunciando que no es historia esta masacre hasta no dar por término que nuestro país siga siendo cementerio de migrantes”, añadió.

Adela, de 68, vende comida y usa su pensión para buscar a Felipe, desaparecido hace casi 7 años

miércoles, mayo 23rd, 2018

Adela Sandoval Soto busca desde hace casi siete años a su hijo Felipe de Jesús Sánchez, un trabajador de gobierno desaparecido en Ciudad Victoria, cuando Tamaulipas estaba en manos del Revolucionario Institucional (PRI), partido que han dado dos de los gobernadores detenidos en este sexenio por lavado y nexos con el narcotráfico: Eugenio Hernández y Tomás Yarrington.

La madre denuncia que ante el nulo avance de las indagatorias oficiales hasta la fecha no sabe qué sucedió con su hijo. “Desde que desapareció simplemente no sabemos nada más. Haga de cuenta que se abrió la tierra se lo llevó y nadie vio, nadie sabe nada”, explica la señora de 68 años, quien usa su pensión y vende comida para continuar con la búsqueda de su hijo y para apoyar en el sustento de sus nietos.

Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).–Era 11 de octubre de 2011, Felipe de Jesús Sánchez Sandoval salió de casa su madre en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Desde entonces no se sabe nada de él y las investigaciones están estancadas, denuncia su madre Adela Sandoval Soto, quien no lo ha dejado de buscar desde entonces.

Adela es una de las miles de mujeres que el pasado 10 de mayo estuvieron en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México en la Marcha por la Dignidad de Madres en busca de sus hijos desaparecidos.

Con 68 años de edad y pensionada, la madre de siete hijos prepara desayunos, tamales, comidas, y otras actividades para continuar con la búsqueda de su hijo Felipe y para apoyar en el sustento de tres nietos.

“El dolor [de tener un hijo desaparecido] es algo que supera todo, es muy fuerte. Aprendemos a vivir con el dolor porque no se quita”, comparte la abuela.

Al momento de su desaparición Felipe de Jesús era de “complexión delgada, color de piel morena clara, de cara redonda, cabello castaño oscuro ondulado, cicatriz en brazo izquierdo a la altura del bicep, cicatriz en el abdomen debajo del ombligo”. Así lo describe la ficha de búsqueda de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.

“Fue un sábado [el día que desapareció]”, recuerda la madre. Felipe acudió a casa de su madre junto con su esposa e hijos, pero durante la visita optó por salir un rato. Le dijo a su familia que iría a ver el futbol.

“‘Ahorita regreso por ti’, le comentó a su esposa, eran cerca de las seis de la tarde”, rememora la sexagenaria.

El hombre tomó la camioneta pick up que usaba en su trabajo como promotor de brigadas de salud, salió de casa pero jamás retornó.

La señora Sandoval Soto cuenta que al notar que tardaba mucho en regresar, por la tarde noche, llamaron a sus amigos y lo buscaron con otros familiares, sin resultados positivos.

“Como en esa época se desató la violencia, nosotros no esperábamos mucho en buscarlo en lugares donde a veces se quedaba a dormir, como la casa de su papá, sus abuelos o amigos que conocíamos. Lo buscábamos y nadie sabía nada, ese día nos llamó la atención que nadie lo había visto, que nadie supo nada de él durante ese fin de semana”, detalla.

El vehículo que conducía Felipe fue localizado al día siguiente en el kilómetro 22 de la carretera Juárez- Zaragoza de Tamaulipas. La camioneta estaba en un estacionamiento abierto y completamente cerrada.

La familia señala que por temor tardó una semana indecisa en ir a interponer el reporte ante las corporaciones policiacas, pero que acudieron a denunciar al no tener ningún indicio sobre el padre de familia. Sin embargo, hasta la fecha las autoridades tampoco tienen avances sobre el paradero de él.

Felipe es parte de las 35 mil 424 desaparecidos en México que forman parte del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), aunque los grupos civiles estiman que podrían llegar a 50 mil. El año en que desapareció el padre de familia, un total de 4 mil 141 personas desaparecieron en territorio mexicano.

Actualmente Tamaulipas es el estado con el mayor número de personas desaparecidas, con al menos 6 mil 129 carpetas de investigación abiertas. Le sigue el Estado de México con 3 mil 862; Jalisco con 3 mil 086; Sinaloa con 2 mil 798, Nuevo León con 2 mil 660 casos y Chihuahua con 2 mil 179 carpetas.

Tamaulipas en ese año –seis meses antes de la desaparición de Felipe– tenía los reflectores del mundo: se descubrieron las fosas de San Fernando, Tamaulipas, donde se hallaron al menos 193 cadáveres y meses antes se había perpetrado la ejecución de 72 migrantes en el mismo municipio.

SE LO TRAGÓ LA TIERRA

Adela comenta que las autoridades en Tamaulipas mostraron desde el principio poca voluntad para rastrear e indagar con efectividad el paradero de Felipe de Jesús, dice que incluso trataron de que desistiera de su búsqueda.

“Cuando yo fui a preguntar por mi hijo ahí en la policía de Tamaulipas, un hombre con arma [un agente] me dijo: ‘¿Qué anda haciendo? Váyase, corre el peligro se la lleven también a usted’. Yo tuve miedo y me regresé a mi casa”, recuerda Adela.

La madre sostiene que jamás le realizaron pruebas al vehículo que usaba Felipe, tan elementales como la toma de huellas dactilares. La camioneta fue entregada por la familia al Gobierno. “En ese entonces nosotros no sabíamos que hacer, que procedimientos pueden exigir en una investigación, ni a donde dirigirnos”..

Sin pistas sobre el paradero de su hijo y sin el apoyo de las autoridades, Adela decidió viajar a la Ciudad de México para acudir a las instalaciones de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).

“Yo veía en la televisión que la SIEDO hablaban de delincuencia y todo eso, pues vine a poner la denuncia sin conocer México. Me vine sola pero la misma desesperación le da valor a uno. Yo vine a denunciar en la capital porque fui dos veces a ponerla en Tamaulipas y en ese tiempo estaba muy feo”, abunda.

La señora Sandoval recapitula que en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) realizaron pruebas de ADN a la familia de Felipe. Y tres años después, ahora en Tamaulipas les volvieron a levantar los mismos exámenes. Pero hasta el momento no hay información o novedades sobre el rastro de Felipe de Jesús.

Adela reprocha que desde hace siete años solo ha escuchado: “Aún no hay avances”, como replica a la exigencia de información sobre la indagatoria de su hijo.

“Desde que desapareció simplemente no sabemos nada más. Haga de cuenta que se abrió la tierra se lo llevó y nadie vio, nadie sabe nada”, explica la señora Adela.

Y comenta que su familia aún renta la misma casa porque tiene la esperanza de que él regrese o llame. Mientras que Adela acude a protestas y solo pide a las autoridades que investiguen para conocer que sucedió con su hijo. “La incertidumbre es lo que más lastima”.

EL VACIO DE SER PADRE 

Geru Aparicio, maestra en victimología por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), explica que la desaparición es un delito pluriofensivo porque impacta en todas las dimensiones, física, emocional, espiritual y cognitiva, tanto a la persona como a sus familias, por ello también son víctimas directas.

“La desaparición de una persona es un dolor inefable porque no tiene explicación, sobre todo cuando se trata de hijos o hijas. No quiere decir que una esposa o esposo no [sientan el dolor], pero desde el punto de vista tanatológico, por ejemplo, sí tenemos palabras para expresar cuando un hijo pierde a su padre o su madre: es huérfano o huérfana; viuda o viudo, cuando es la pareja; pero no hay una palabra expresar cuando un padre una madre pierde a un hijo, una hija, que es la mayoría de las personas que buscan. O sea, si bien sí hay esposos y esposas, un gran conglomerado de las personas que buscan desaparecidos son sus madres y padres”, ejemplifica la experta.

La psicóloga explica que la mayoría de quienes buscan son madres y padres porque “hay un sentimiento de culpa porque no estás cumpliendo bien, no cumpliste el mandato de cuidado y no nada más eso, sino que las autoridades no cumplen su obligación de respetar y garantizar la vida e integridad de las personas”.

Aparicio abunda que la búsqueda se convierte, para un gran número de madres y padres de desaparecidos, en su proyecto de vida porque no tienen paz y porque llevan un duelo que es imposible de cerrar al no tener un cuerpo, no tener conocimiento del paradero, ni del destino de su familiar.

“”cuando hay un familiar desaparecido, su búsqueda se torna proyecto de vida, una forma de paliar la ausencia es su búsqueda, aunado a la exigencia de justicia, el derecho a la verdad, a la exhaustiva investigación, identificación y sanción a los responsables y a la reparación del daño; muchas veces se encuentran no sólo con el doloroso hecho de su desaparición, sino ante la indolencia y poca capacidad de la autoridad, para sancionar a quienes comenten el delito, estas tienden a responsabilizar, criminalizar a las personas por su desaparición, haciendo que la búsqueda por la justicia sea revictimizante y con altos niveles de violencia institucional. ”
”, apunta

La especialista destacó que organizaciones de la sociedad civil, como iDHeas Litigio Estratégico, realizan esfuerzos para asesorar a las víctimas sobre sus derechos e inclusive en la capacitación a autoridades y colectivos de familias en la implementación del Protocolo de Búsqueda para casos de Desaparición.

“…pero ante la crisis humanitaria, esto no es suficiente; se requiere voluntad política, para develar el contubernio que existe en muchos casos entre autoridades omisas de sus obligaciones y grupos criminales; de no hacer esto, el mensaje de impunidad, hace que los hechos victimizantes de la desaparición, cobren impactos de forma transgeneracional, que la eran directamente al tejido social; es urgente una política de Estado que atienda los más de 30,000 casos de personas desaparecidas y se deje de considerar como un delito acotado en algunas zona geográficas del país”, apuntó.

Hoy la señora Adela señala: “No puedo dejar a un lado a mi hijo no lo puedo dejar a un lado no puedo estar sin buscarlo, es imposible dejar de buscarlo”.

El arma se atoró y ella se salvó, pero se llevaron a su hija. Desde 2012 la busca en todo Tamaulipas

martes, febrero 13th, 2018

Rosa Hilda Cisneros busca a su hija Dulce Yamelí González desde mayo de 2012. Ambas fueron secuestradas en San Fernando, Tamaulipas, y solo ella logró escapar.

Hoy, la madre convertida en activista junto a otras familias de víctimas de desaparición escarba en busca de los restos que le darán la certeza del destino de sus familiar. “La busco en pozos, en campos, donde sea”, afirma

ADEMÁS

Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– Rosa se salvó de la muerte cuando la metralleta que trataron de vaciarle se trabó el día en que fue secuestrada junto con su hija Dulce Yamelí. Era mayo de 2012, logró escapar y desde entonces no ha parado de buscar.

El nombre de San Fernando, Tamaulipas, evoca víctimas y buscadores, sangre y dolor. De ese lugar proviene Rosa Hilda Cisneros quien, ahora convertida en una experimentada madre rastreadora, afirma: “No le temo a la muerte, temo no hallar a mi hija”.

Colindante con Estados Unidos, Tamaulipas es un estado que concentra altos índices de personas desaparecidas. El Registro Nacional de la PGR reporta 6 mil 123 casos de enero de 2014 a diciembre de 2017, según las carpetas de investigación iniciadas en el fuero común y el federal.

Sin embargo, colectivos y organizaciones como el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, estiman que hay al menos unas 10 mil personas no localizadas.

Dulce Yamelí González Cisneros y Rosa Hilda fueron plagiadas el 12 de mayo de 2012, cuando estaban en su establecimiento comercial en San Fernando.

Tres hombres llegaron en una pick up negra, dos irrumpieron en el local y amagaron a la madre, hija y empleadas. Primero les quitaron los celulares, luego intentaron someterlas.

Rosa y Dulce pusieron resistencia. “Yo comencé a luchar con uno y el otro con mi hija, no podían con nosotras y a mí me empezaron a picar, a cortar y a ella le dieron un cachazo en la boca del estómago”, recuerda la mujer.

La madre vio que su hija cayó sofocada tras el golpe. Evadió a su oponente y se lanzó contra el agresor de su hija.

–¿Qué esperas?, la vieja me está reventando, ven a reventar a esta vieja– recuerda Rosa las palabras de auxilio del delincuente.

Un tercer plagiario, que se vigilaba afuera del establecimiento, entró para privarla de la vida: “Me tronó la metralleta pero falló, sólo se oyó fierro con fierro”.

Al ver que el arma se había encasquillado, el delincuente corrió y se subió a la camioneta, otro rápidamente cargó a Dulce en la espalda, el tercero puso a la madre en la caja del vehículo y arrancaron con rumbo desconocido.

Rosa perdió el conocimiento.

Cuando despertó recuerda que había un joven que la vigilaba. “El chamaquillo se drogó y se quedó dormido”. La mujer vio la oportunidad de huir aunque a un costo: era la vida de ella o la de él. Prefirió escapar.

Dulce fue secuestrada junto con su madre en 2012. Foto: Cortesía para SinEmbargo

“Yo no tenía zapatos, busqué a mi hija como pude, alrededor de los árboles, no había nada, salí corriendo como por un camino, no sentía espinas, no sentía nada”, rememora.

Corrió hasta que escuchó el canto de los gallos de una pequeña casa. Ahí pidió ayuda.

Un matrimonio de la tercera edad la auxilió y escondió. Eran las 4 de la mañana del 13 de mayo, lo supo porque les preguntó la hora. “Me dijeron que, nada más que amaneciera, le iban a ir a hablar a mi esposo”.

La pareja llevó a la mujer a una parcela en donde el sorgo estaba crecido para que no fuera observada a simple vista. El lugar del encuentro ya había sido acordado previamente con su conyuge.

Los secuestradores ya se habían comunicado con su esposo: le pidieron una suma millonaria de dinero y la foto de las hijas de un delincuente de San Fernando.

“Él no conocía a ese sujeto, él les dijo que no tenía nada que ver, ni nosotras tampoco porque éramos personas de comercio, entregados totalmente al negocio, todo el día”, aclara la mujer.

Tras el plagio, Rosa se escondió, no acudió al médico, pese a las heridas que tenía en sus manos y piernas.

-Me atendí después de mucho tiempo, cuando ya los huesos de mis manos se echaron a perder, necesité trasplantes -comenta la madre y muestra las largas cicatrices en manos y brazos-. Esto es puro fierro que me pusieron para poder mover mis manos.

De Dulce Yamelí, no ha sabido nada.

De Dulce ya no se ha vuelto a saber más, pero su madre aún la busca. Foto: Especial

LOS DESAPARECIDOS DE TAMAULIPAS SON MÁS

Raymundo Ramos, Presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, sostiene que las personas desaparecidas en Tamaulipas podrían ser el doble o el triple de lo que establece la cifra oficial.

Explicó que la diferencia estriba en que muchas familias no denuncian la desaparición porque no confían en la Procuraduría de Justicia del estado o tienen miedo a sufrir represalias.

“En Tamaulipas llevamos cuando menos 17 años donde la inseguridad y violencia es una constante de todos los días. No hay una parte del territorio tamaulipeco en donde las familias se puedan sentir seguras.  Los últimos tres gobernadores han fracasado en sus promesas y sus compromisos de brindar seguridad pública y este escenario nos ha llevado ocupar regularmente los tres primeros lugares de en los delitos de alto impacto, incluyendo desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y desaparición de personas”, explica el derechohumanista en entrevista con SinEmbargo.

El activista abunda: “llevamos casi dos décadas que las familias no confían en denunciar la desaparición de un ser querido y, por otra parte, el Estado no tiene la voluntad de investigar, porque el mismo gobierno está debilitado ante la delincuencia”.

Madres, padres e hijos convertidas en activistas buscan a sus familiares en Tamaulipas . Foto: Especial

ROSA, LA BUSCADORA

Con sus manos llenas de cicatrices, Rosa sigue en la búsqueda de su hija. Hasta 15 días al mes está en campo para realizar rastreos. “La busco en pozos, en campos donde sea”, explica.

Cisneros Espinoza es integrante del grupo de familiares de desaparecidos de Tamaulipas “Colectivo Miriam”, nombrado así en honor a la activista asesinada el año pasado.  Rosa y Miriam fueron compañeras de búsqueda.

Al igual que miles de familiares que se convirtieron en buscadores, la mujer ha recibido amenazas en múltiples ocasiones, pero no tiene medidas de protección. “Ya las pedí mucho y no funciona”, replica.

Dulce Yamelí tenía 21 años al momento de ser raptada. Trabajaba junto con su madre como comerciante y quería estudiar una carrera afín a su empleo: “Ella tenía un sueño, se lo arrebataron, y no se vale”.

Uno de sus raptores está en la cárcel, pero por otros delitos, sin embargo, a la madre no le interesa el proceso penal del delincuente.

“Nosotros luchamos para encontrar a nuestros hijos más no para saber quién lo hizo”, apunta.

Al hablar de la atención de las autoridades estatales y del trato que ha dado el Gobierno de Tamaulipas, los entrevistados por este medio mantienen opiniones encontradas.

Rosa indica que han recibido apoyo para la búsquedas y que la Fiscalía  ha trabajado de la mano con ellos en estos últimos meses.

No dejaré de buscar, asegura la madre de Dulce. Foto: Especial

En tanto que Raymundo Ramos, denuncia que el Gobernador no ha querido reunirse con las familias de los desaparecidos. “Nos envía al procurador, pero el procurador lejos de escucharnos se hace el ofendido se hace la víctima y no podemos avanzar”.

Actualmente Rosa forma parte de los colectivos de buscadores que están en el análisis y seguimiento de la implementación de la Ley de Personas Desaparecidas.

“Es una revisión sobre los artículos que deben de estar adentro. No permitir que el Gobierno ponga los artículos, nosotros como víctimas no lo vamos a aceptar, ya estamos cansados de que siempre el Gobierno ponga sus leyes […]. Nos tienen que hacer caso el Gobierno, porque nosotros somos los que sufrimos por la pérdida de quienes nos arrebataron a nuestros hijos”, afirma.

El pasado 19 de noviembre se promulgó Ley General sobre Desapariciones Forzadas y Desaparicione después de estar dos años en la congeladora de la Cámara de Diputados.

Con la citada Ley se unificó el tipo penal de desaparición forzada, se establecieron elementos para obligar a las autoridades a poner los recursos del estado: humanos, tecnológicos y legales para dar con el paradero de las personas desaparecidas y principalmente instruye a la creación del Sistema Nacional de Búsqueda, una Comisión Nacional de Búsqueda y 32 Comisiones Locales de Búsqueda de personas desaparecidas, estructuras que deberán de incorporar la participación de familiares y organizaciones de la sociedad civil.

La cifra de personas desaparecidas a nivel nacional es imprecisa y cambia hasta en las mismas dependencias oficiales, la Secretaría de Gobernación (Segob) ha señalado que son 33 mil y la Comisión Nacional de Seguridad, 45 mil.

“Yo lo único que sé es que aquí estoy, y me duele mucho que esté yo y no mi hija, pero entiendo estoy aquí por una razón y seguiré luchando”, comenta Rosa.

Tamaulipas, Estado de México y Jalisco, Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila representan el 67 por ciento de los casos a nivel nacional, del fuero común relacionadas con averiguaciones previas, carpetas de investigación o actas circunstanciadas, según los datos que refirió un informe de Segob entregado al Congreso de la Unión en meses pasados.

Jesus “N”, presunto operador de los asesinatos de los 72 migrantes y de Miriam Rodríguez, es detenido en Tamaulipas

martes, noviembre 14th, 2017

A Jesus “N”, jefe regional de Los Zetas,se le atribuyen los homicidios de la representante del colectivo de desaparecidos en San Fernando, Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, ocurrido en mayo.

Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).- Autoridades federales detuvieron a Martiniano Jesus “N”, alias el “Pata de queso” y jefe regional de Los Zetas, quien presuntamente coordinó el homicidio de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, y al que se le atribuye el asesinado de la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez.

El imputado de 56 años de edad es acusado de generar de violencia en el estado de Tamaulipas y se presume como presunto responsable de coordinar homicidios, desapariciones y secuestros en la carretera de San Frenado en 2010.

También se le atribuyen los homicidios de la representante del colectivo de desaparecidos en San Fernando, Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, ocurrido en mayo y diversos secuestros, como el de un ciudadano estadounidense.

En un trabajo conjunto, elementos de la secretarias de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina (Semar), la Procuraduría General de República (PGR) y la Comisión Nacional de seguridad por conducto de la Policía Federal, se complementó su localización en las inmediaciones del municipio de Victoria, para finalmente ser detenido en un nosocomio.

Personal de la Policía estatal y militar son agredidos en Tamaulipas; autoridades reportan dos lesionados

domingo, julio 9th, 2017

La Vocería de Seguridad de Tamaulipas informó que mientras realizaban patrullaje en los municipios de San Fernando y Reynosa, miembros de la Polícia estatal y personal militar fueron agredidos.

Vocería de Seguridad de Tamaulipas señaló que la situación estuvo controlada por cuerpos de seguridad y emergencia. Foto: Especial

Ciudad de México, 09 de junio, (SinEmbargo).- La noche del sábado autoridades de Tamaulipas informaron agresiones contra la Polícia estatal y personal militar en los municipios de San Fernando y Reynosa, mientras realizaban patrullaje terrestre y aéreo  por lo que emitieron una alerta de riesgo en ambos lugares.

A través de su cuenta de twitter la Vocería de Seguridad de Tamaulipas (@VoceriaSegTAM), informó al rededor de las 19:00 hrs que miembros de la Polícia estatal fueron agredidos cuando realizaban un patrullaje en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. Más tarde a las 22:00 las autoridades también reportaron detonaciones en Reynosa en donde señalaron hubo agresiones contra personal militar.

Al finalizar el patrullaje, las autoridades reportaron solo dos lesionados en el municipio de Ciudad Victoria.

Vocería de Seguridad de Tamaulipas señaló que la situación estuvo controlada por cuerpos de seguridad y emergencia por lo que cerró la alerta de riesgo en la madrugada del domingo a las 00:30 am.

 

 

Por primera vez, la CNDH declara como “grave violación a los DDHH” la masacre de San Fernando

miércoles, junio 28th, 2017

La resolución emitida ahora por la CNDH es trascendental porque anteriormente, incluso en su recomendación, la institución nunca había dicho que la masacre “se tratara de un caso de violaciones graves”, aseveró Sergio Méndez, abogado de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho.

México, 28 jun (EFE).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México reconoció que la masacre de 72 migrantes ocurrida en San Fernando (Tamaulipas) en 2010 debe ser calificada como una “grave violación de derechos humanos”, informó hoy una organización civil.

Este pronunciamiento de la CNDH responde a un juicio de amparo llevado a cabo en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el que se obligó a la institución a determinar si con la tragedia, atribuida al cártel de Los Zetas, se había producido o no una violación grave.

Sergio Méndez, abogado de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, dijo a Efe que la asociación presentó una demanda ante un juez de distrito en 2014 para que la CNDH les permitiera acceder a la versión pública del expediente de queja sobre San Fernando.

Este expediente, que integra constancias sobre las investigaciones remitidas por instancias como la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía), estaba considerado como “reservado” por parte de la Comisión, aún después de haber emitido una recomendación sobre el asunto.

El juez de distrito dio la razón a la Fundación, pero la CNDH interpuso una revisión y el asunto llegó a la SCJN en 2016.

El máximo órgano de justicia del país finalmente estableció el pasado mayo que la Comisión debía establecer si la masacre de estos 72 migrantes, que atravesaban México rumbo a Estados Unidos, constituyó una violación grave de derechos humanos.

De acuerdo con la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, aquellas averiguaciones que traten sobre violaciones graves de DDHH no pueden tener el carácter de “reservado”.

La resolución emitida ahora por la CNDH como respuesta al mandato de la Suprema Corte es trascendental porque anteriormente, incluso en su recomendación, la institución nunca había dicho que la masacre “se tratara de un caso de violaciones graves”, aseveró Méndez.

La organización ya tiene en sus manos la resolución emitida por la Comisión y espera que en los próximos días puedan tener al acceso al expediente.

Asimismo, este hecho “histórico” abre “nuevas rutas” para otros casos, señaló el abogado, quien menciona que están a la espera de que la SCJN resuelva otros amparos de características similares.

Familias de desaparecidos reclaman a Cabeza de Vaca que los excluyó de reunión, hoy, con Osorio

lunes, mayo 15th, 2017

El pasado miércoles, la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez fue asesinada luego de que sujetos armados dispararan contra ella en su casa de San Fernando, Tamaulipas. Pese a ello, este día no se tiene contemplada una reunión con familiares desaparecidos como parte de la visita del Gabinete de Seguridad al estado, la reunión con representantes de la sociedad civil, dicen los activistas, será con empresarios.

Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).– El Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong visita este día Reynosa, Tamaulipas, en donde realiza una reunión de seguridad con el Gobernador Francisco Cabeza de Vaca y el Gabinete de Seguridad Federal. Posteriormente se reunirá con representantes de la sociedad civil.

Sin embargo, familiares de desaparecidos en Tamaulipas no fueron invitados.

Guillermo Gutiérrez Riestra, coordinador del “Colectivo de Familiares y Amigos de Desaparecidos en Tamaulipas”, dijo a SinEmbargo que las personas que buscan a sus familiares en el estado no fueron convocadas a la reunión.

“Esto demuestra la actitud soberbia de este gobierno [ el estatal]. Posterior al asesinato de Miriam vimos la falta de reconocimiento de la situación por parte del Gobernador […]. Refrenda el desprecio a los familiares de los desaparecidos. Nadie fue invitado”.

El pasado miércoles, la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez fue asesinada luego de que sujetos armados dispararan contra ella en su casa de San Fernando.

El asesinato causó indignación entre los grupos de personas que buscan a sus familiares en el estado y en el país, a nivel internacional también hubo una reacción de condena: Amnistía Internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea fueron algunas de las que reaccionaron.

Graciela Pérez, representante de “Ciencia Forense Ciudadana Tamaulipas”, reclamó que no estén incluidos en la agenda de seguridad que pacta la Federación y el Gobierno de Francisco Cabeza de Vaca.

“A nivel nacional e internacional está bien que se reúnan, se escucha muy bonito. Ya estamos acostumbrados a su indiferencia, sus reuniones con la sociedad civil son en realidad con empresarios, establecen objetivos a detener, pero y ¿los desaparecidos? Mi mayor temor es que no buscan, nosotras las familias no estamos incluidos y mucho menos los desaparecidos”.

La activista que busca a cinco familiares desaparecidos cuando regresaban de Estados Unidos en agosto de 2012 sostuvo que pese a que no son “tomados en cuenta por el Gobernador de Tamaulipas para la estrategia de seguridad. Si ellos no lo hacen [buscar sus familiares], nosotros lo seguiremos haciendo”.

Osorio Chong llegó al medio día y participa en la Reunión de Seguridad Tamaulipas, en la que también participan el Secretario de la Defensa Salvador Cienfuegos, el Gobernador Cabeza de Vaca, el titular de la Marina Vidal Francisco Soberón Sanz y el Procurador Raúl Cervantes Andrade.

Juez concede amparo a padre de víctima de San Fernando para que acceda a apoyo de la CEAV

miércoles, febrero 8th, 2017

Un Juez federal concedió un amparo a Francisco Chacach Coroy, padre de una de las víctimas en San Fernando Tamaulipas en 2010 a quien le había sido designado un apoyo como reembolso por los gastos funerarios de su hijo por parte de la CEAV, pero al que no podía tener acceso por no contar con una credencial emitida por el Gobierno mexicano, al ser de nacionalidad guatemalteco.

El rancho donde se encontraron los cuerpos de 72 personas en 2010. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo).- El Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México concedió a Francisco Cachach Coroy, padre de una de las víctimas de la Masacre de San Fernando, Tamaulipas, que le permitirá recibir el apoyo económico que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) le otorgó como reembolso por los gastos funerarios de la muerte de su hijo y al cual no podía acceder por ser guatemalteco y no contar con una identificación mexicana.

En el amparo 1794/2016 se considera que Cachach Coroy fue reconocido como víctima indirecta del homicidio de su hijo, cuyo cuerpo fue hallado en 2011, en una fosa clandestina en el Municipio de San Fernando, Tamaulipas.

La CEAV le otorgó a dicha persona una ayuda como reembolso de los gastos funerarios de su hijo; sin embargo, puso a su disposición un cheque que se le entregaría en la Ciudad de México pero, para acceder a él, debía identificarse con credenciales emitidas por el Gobierno mexicano.

Por su parte, el quejoso pidió que se le hiciera el reembolso mediante una transferencia bancaria a la asociación civil que lo representa ante la CEAV, pero le fue negado.

El Juez federal le otorgó la razón a Cachach Coroy; estimó que las exigencias para entregar el recurso eran contrarios a los principios de “debida diligencia” y de “victimización secundaria”, previstos en la Ley General de Víctimas, toda vez que se impedía el acceso real, efectivo, ágil y eficaz al reembolso que le había sido concedido.

Entre el 22 y 23 de agosto del 2010, 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueron asesinados en San Fernando,Tamaulipas, por integrantes del crimen organizado con, la colusión de varios policías.

La guerra en México rebasó la capacidad del Estado para dar justicia a desaparecidos, dicen madres y el CEAV

lunes, octubre 10th, 2016

“Soy consciente de que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) está quedando muy pequeña frente a la desgracia”, contestó Jaime Rochín a tres mujeres cuyos familiares desaparecieron en Coahuila, tierra de los Zetas. “No les está llegando y se requiere otra cosa. Yo dejo la presidencia este domingo. No sé qué vaya a pasar en poco tiempo. Yo sé que lo que buscan es una institución más justa… pero. Bueno, perdón que las abandone, pero tengo que pagar el hospital [donde estaba internada su hija por amibiasis], sino no la dejan salir”, finalizó. Horas después se la pasó agradeciendo en Twitter las felicitaciones por su estancia en el cargo que dejó ayer. Mientras tanto, Rosario Villanueva, Yolanda Morani y Rosario Morales siguen buscando la verdad y a sus hijos y hermano. Los pretextos para no investigar y encontrarlos, dijeron, es la falta de presupuesto y personal.

Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– Las consecuencias de esta larga guerra en México han aplastado y rebasado la capacidad de las autoridades para darle justicia a las familiares de víctimas de desapariciones forzadas, por lo que se encuentran en el desamparo. El país está lleno de fosas clandestinas, pero no hay suficiente personal ni presupuesto, coincidieron tres mujeres coahuilenses que han perdido a sus hijos y un hermano, durante una plática con Jaime Rochín, hasta ayer presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). El Colegio de México (Colmex) acababa de presentar un informe sobre la omisión del Estado para reparar a las víctimas de la masacre de los 72 migrantes en San Fernando, Coahuila, y de la desaparición de familias en Allende, Coahuila.

–Esta problemática nos rebasó tanto al país. Nos está aplastando –afirmó Rosario Villanueva, madre de Óscar, entregado por la policía de Coahuila a Los Zetas.

–Nos sorprendió. No había elementos. La propia CEAV está absolutamente superada porque el problema tiene unas dimensiones mucho mayores –contestó el funcionario Rochín. Momentos antes, al concluir la presentación del reporte, Rosario y Yolanda Morani se pararon y le gritaron que se pusiera a trabajar para que les devuelvan a sus hijos ya sea vivos o muertos.

Yolanda dijo en entrevista con este sitio que se ha enfrentado con las trabas de todas las autoridades, no solo de la CEAV.

“Hay mucha simulación. Nos dicen que sí, pero no cuándo. No actúan. Los expedientes están sin resultados, sin investigación ni operativos en campo. Los buscan a través de oficios. Nuestros hijos no son papel. Es necesario salir a campo”, denunció sosteniendo la foto de su hijo Jan Jeremeel, un ejecutivo de ventas.

Como parte de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUNDEC), les han dado mapas, rutas e información de dónde pueden encontrarlos.

“Pero no hacen investigación; no buscan. No hay personal, dicen. Eso es lo que dijo el 10 de mayo de este año la Procuradora Arely Gómez: que no hay presupuesto, hay pocos ministerios públicos federales y no hay dinero. De las fosas que estamos encontrando las familias no identifican los cuerpos porque ‘es muy caro’ ni hay personal forense suficiente en el país”, contó la mujer.

“Los muertos siguen aflorando con estas aguas y aires. Siguen apareciendo huesos. No los buscan. No hay intención con la excusa de que no hay presupuesto. Para las campañas políticas sí hay millones de pesos. Qué lástima. Nuestros hijos son seres humanos, mexicanos que aportaron con sus impuestos. No me explico por qué no los buscan”, expuso Yolanda.

Rosario Morales, una mujer que busca a su hermano sordo desparecido en Coahuila, tierra de los Zetas, se acercó al encuentro informal con el entonces titular de la CEAV para narrarle parte del infierno que ha vivido por cuatro años.

Su hermano Martín Morales desapareció el 12 de febrero del 2012 en el municipio de Piedras Negras. Iba con cuatro amigos. Estaban trabajando. Ellos son sordos. Tenía una esposa y dos hijas, quienes también desean volver a verlo.

Hasta diciembre del 2015 pasaron el caso a la Fiscalía y, apenas hace un mes, las autoridades locales le pidieron a Rosario… esperar más.

–Déme 15 días. Estoy empapándome de la información y le llamo por teléfono –le dijo una licenciada.

No aguardó más y fue a presionar.

–¿Ya tienen una línea de investigación, algo?

Nada.

La semana pasada, la CEAV le marcó por teléfono para que fueran a la Ciudad de México por equipo auditivo que al final no sirvió. La esposa de su hermano y sus dos hijas también son sordas.

Les pedió un psicólogo para su sobrina más grande.

–No hay personal que hable con personas sordas –le respondieron.

–Señorita, van a ser cinco años y todavía no puede encontrar a alguien que pueda dar asesoría a mi sobrina –contestó.

“PERDÓN QUE LAS ABANDONE”

Rosario Villanueva y Yolanda. Foto: Cuartoscuro.

Rosario Villanueva y Yolanda Morandi buscan a sus hijos desaparecidos en Coahuila, tierra de los Zetas. Foto: Cuartoscuro.

Después de escuchar a Rosario Morales, el funcionario Jaime Rochín pidió a un asistente tomarle sus datos para “hacer un escrito por lo pronto”. Prometió “hablarle al Gobernador” Rubén Moreira, quien también ya va de salida.

Rosario Villanueva, sentada a lado de Rochín, le había contado anteriormente que, según declaraciones de los policías que entregaron a los muchachos a un grupo de Los Zetas, el grupo criminal los mató y quemó con diésel.

“Cosas horribles que no se han comprobado. Si es real lo que declararon, díganos dónde. Mínimo señales de incendio debe haber. Pensamos que existe la posibilidad de que los tengan trabajando”, le contó con una voz tenue, proveniente de un rostro triste. Pero no vencido. Fue ella quien gritó frente a todos los presentes en la conferencia de prensa: “no dejaremos de buscarlos”.

–Hay un punto que quiero comentar… –añadió Rosario Villanueva después de la intervención de Rosario Morales sobre su hermano.

–Perdón. Las voy a interrumpir. El Comisionado Rochín tiene a su hija de nueve años en el hospital. La tiene que ir a sacar. Me van a disculpar… –dijo una asistente del funcionario público frente a Yolanda y las dos Rosarios, mujeres que llevan años buscando a su hijo y hermano.

–A ver déjame ver cómo va eso… –afirmó Rochín viendo su celular.

–Le dio una amibiasis… –añadió la asistente.

–Pero a ver… ¿ahí es falta de atención para personas con discapacidad? –continuó Rochin sobre el caso de la esposa e hijas del hermano de Rosario.

–A parte de buscar a nuestros familiares desaparecidos –dijo Rosario Villanueva ignorando la interrupción– nos damos cuenta de los daños colaterales. Felipe Calderón no se imaginó la dimensión de los daños colaterales. Nuestros niños… hay una infinidad de niños abandonados. Sus madres se tienen que dedicar a trabajar para darles de comer a sus hijos y ellos están viviendo… La bola de nieve ya creció tanto que nos está aplastando. ¿En quién pensamos?, ¿en buscar a los desaparecidos o en cuidar a los niños de los daños colaterales?

–Permíteme un momento… porque sí tengo que ir a pagar el hospital –contestó Jaime Rochín, hasta ayer titular del CEAV–. Pero… yo lo que les puedo decir es… todos estos dolores que ustedes están viviendo día a día… Soy consciente de que la CEAV está quedando muy pequeña frente a la desgracia. No les está llegando y se requiere otra cosa. Yo dejo la presidencia hoy [domingo]. No sé qué vaya a pasar en poco tiempo. Lo que sí les digo es que seré el primer impulsor y ustedes ayúdenos a presionarlos: en una semana se aprueba una ley que evita la revictimización que hace la CEAV al pedir facturas; evita que solo atendamos casos federales. Hoy Sergio Aguayo se comprometió con el gobierno de Coahuila a crear un nuevo modelo de atención a víctimas.

Que les informen. Se abrió un fondo de emergencia para víctimas de desaparición. Con eso se evita por lo menos mucho de la tramitología burocrática. Mientras se aprueba la reforma, que puede ser en un mes, que tengan este fondo. Yo sé que lo que buscan es una institución más justa… pero. Bueno, perdón que las abandone, pero tengo que pagar el hospital, sino no dejan salir al chamaco –finalizó y se paró de la mesa.

Yolanda Morani Sáez también estuvo presente al final de la charla. Ella tuvo que desplazarse de Coahuila a Guanajuato por recibir amenazas. Es madre de Jan Jeremeel Fernández, un ejecutivo de ventas de una compañía de seguros, desaparecido el 19 de diciembre del 2008 por militares del área de inteligencia en Torreón.

De acuerdo con la madre, un convoy de dos camionetas con 15 encapuchados entraron a la cárcel de Torreón, mataron a los militares que acababan de llevarse a su hijo y se llevaron a nueve presos federales.

Durante estos ocho años ha estado investigando a militares y autoridades.

“El Ministerio Federal de la Unidad de búsqueda dijo que hay funcionarios involucrados. Sabemos que la licenciada Claudia González, delegada de la PGR en ese entonces, fue detenida por colusión con los Zetas”, contó.

“Necesitamos que los estados que están alrededor de Coahuila se coordinen porque el Gobernador no puede hacer todo y sabemos que los trasladaban a otros lugares. Mientras que los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí no cooperen y mientras que las autoridades federales no quieran buscarlos no vamos a encontrarlos”, sugirió Yolanda.

“SE LE TEME A LA VERDAD”: VILLORO

Las tres familiares de víctimas de desaparición cargaban el retrato de cada ser que dejaron de ver de la noche a la mañana; que les fue arrebatado durante esta guerra contra el narcotráfico. Buscan a sus familiares y la verdad de lo que sucedió.

De acuerdo con el escritor y periodista Juan Villoro, presente durante la revelación del informe “En el desamparo” donde participó, los casos de San Fernando y Allende son algo que “por desgracia abarca a todo el país”. En eso coincidieron el resto de los ponentes.

“Estamos ante un proceso de sustitución por parte de un grupo de la sociedad civil y de investigadores del Colmex para subsanar lo que no hace el Estado, lo que permite la impunidad”, dijo.

“Es esencial conocer lo que pasó para establecer una sanación social a través de la memoria. Es muy importante que en la medida de lo posible conozcamos lo ocurrido. Hay demasiados desaparecidos en este país y ni siquiera hay un recuento cabal de la cantidad de víctimas de la violencia”, añadió el académico.

“¿Basta la reparación simbólica? Por supuesto que no. Esto tiene que ser un primer paso. En los dos casos analizados vemos claramente una convivencia entre criminales y autoridades; vemos una demora en la actuación no solamente de autoridades estatales, sino federales; vemos omisiones. El manejo de los datos y restos ha escapado a todos los protocolos internacionales autorizados. No hay ninguna posibilidad de solucionar un caso si se actúa de tal manera que al pretender investigar se está simultáneamente destruyendo la evidencia. Se investiga a partir de de declaraciones y reportes periodísticos, es decir, a partir de subjetividades. No hay una cadena lógica de investigación”, desarrolló Villoro.

Finalmente, concluyó, “no es difícil ejercer la verdad en un país como México. Este trabajo también es una exploración del uso social de la verdad. Cómo se prefiere ocultar lo que ha ocurrido por ser problemático e incluso reconocer su gravedad y no se esclarece por temor a que eso cause un problema mayor. Desde el punto de vista moral, se le teme a la verdad porque parecería que puede debilitar el cuerpo social. A veces se considera conveniente no decir todo para no causar mayores daños. La verdad es una de las mayores fortalezas sociales que podemos tener por dolorosa y difícil que sea. La primera condición para superar el horror es conocerlo.  Es el paso esencial para trascender lo que ha sucedido y no vuelva a suceder”.

El informe determinó que la única constante son los huecos y los faltantes. Hay vacíos de información, falta de verdad, ausencia de justicia, dudas, nula confianza en las instituciones, desarticulación entre sociedad y Estado, personas desaparecidas, cuerpos no reconocidos o encontrados de manera equivocada, nula visibilidad y atención al fenómeno de desplazamiento interno forzado, víctimas abandonadas, vacíos preocupantes para garantizar la no repetición, procesos burocráticos opacos…

“En resumen, lo que más se ve es la ausencia, los vacíos, el desamparo”, concluyó el estudio coordinado por el académico Sergio Aguayo.