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Bomberos sofocan fuego en planta nuclear en Ucrania; EU no ve anomalías de radiación

viernes, marzo 4th, 2022

El incendio se dio en un edificio ubicado fuera de la planta, aunque aún así representaba un riesgo; autoridades nacionales e internacionales condenaron el ataque ruso, precisando que implicarían consecuencias altamente peligrosas debido a la capacidad radiactiva que alberga la central de Zaporozhie.

Kiev, 4 mar (EFE).- Equipos de bomberos sofocaron hoy el incendio en el centro de formación de la central nuclear de Zaporozhie, atacada anoche por las tropas rusas, informó el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS).

El fuego, que abarcó una superficie de dos mil metros cuadrados, fue apagado a la 06:20 horas (04:20 GMT), precisó el DSNS en su página de Facebook.

El inmueble siniestrado se encuentra fuera de la planta, en la que según las autoridades ucranianas los niveles de radiactividad se encuentran dentro de los rangos normales.

Sin embargo, el Ministro de Energía de Ucrania, Herman Galuschenko, advirtió tras el ataque ruso que el mundo está al borde de la mayor catástrofe nuclear en la historia de uso pacífico de la energía atómica.

Herman Galuschenko, Secretario de Energía de Ucrania. Foto: Facebook, Герман Галущенко

“El agresor continúa asestando golpes demoledores a Ucrania. No lo detienen ni los miles de víctimas ni las tragedias. Ahora quieren destruir todo el mundo”, escribió en su página de Facebook.

Galuschenko denunció que las tropas rusas emplearon fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, “a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones”.

“Es una guerra de aniquilación, de aniquilación de la humanidad y de nuestro planeta. La seguridad nuclear no le preocupa al enemigo”, subrayó el Ministro.

De igual manera, la Secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, indicó a través de su cuenta de Twitter que la central nuclear de Zaporiyia no presenta “niveles elevados de radiación” tras el ataque ruso.

“No hemos visto niveles elevados de radiación cerca de la central. Los reactores de la planta están protegidos por estructuras de contención robustas y han sido apagados de forma segura”, afirmó.

Aseguró, no obstante, que las operaciones militares rusas cerca de esa planta, una de las más grandes de Europa, son “temerarias”.

Asimismo, el director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó este jueves del peligro de golpear los reactores nucleares de la central de Zaporiyia.

La Secretaria de Energía de EU, Jennifer Granholm, precisó que no se presentaron niveles elevados de radiación en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporozhie, Ucrania, atacada esta noche por soldados rusos. Foto: Twitter @SecGranholm

El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania precisó este jueves que el incendio se desató fuera de esta central nuclear.

“La condición del incendio en centrales nucleares está dentro de la norma”, indicó en su cuenta de Telegram.

Previamente, el Alcalde de la ciudad, Dmitry Orlov, había informado que el fuego en la central nuclear se desató tras disparar las fuerzas rusas contra la planta y que se declaró una amenaza para la primera unidad tras haber sido alcanzada por proyectiles, lo que generó preocupación global.

Ucrania, atacada e invadida desde hace ocho días por el Ejército ruso, cuenta con 15 reactores operativos en cuatro plantas atómicas, además de la zona de exclusión de Chernóbil, donde hay cuatro reactores cerrados.

Fotógrafo muestra con imágenes térmicas los efectos “invisibles” del accidente nuclear en Fukushima

sábado, enero 18th, 2020

“Mis imágenes no son científicas, son puramente visuales”, explica el fotógrafo británico Giles Price, quien con su obra intenta abordar temas no tangibles como el estrés y la salud mental de los sobrevivientes de la tragedia del 2011.

 Ciudad de México, 18 de enero (RT).– El fotógrafo británico Giles Price presentó, en un nuevo libro titulado “Restricted Residence” (Residencia Restringida), una serie de imágenes térmicas tomadas en los años 2017 y 2018 en Namie e Iitate, dos pueblos japoneses localizados en la zona devastada por el mortífero tsunami que provocó el accidente de la central eléctrica nuclear de Fukushima en el 2011.

Después de la tragedia —que se cobró unas 20 mil vidas— el Gobierno nipón, preocupado por posibles efectos de la exposición a la radiación, evacuó a 160 mil personas, estableciendo una zona de exclusión de 30 kilómetros.

Ahora las autoridades estimulan la repoblación de estas áreas: las comunidades más alejadas de la central eléctrica han sido restauradas, los servicios ferroviarios y las carreteras se han reabierto, y, a partir del 2017, las autoridades gubernamentales incentivaron financieramente a los residentes para que regresasen a sus hogares.

Además, durante los Juegos Olímpicos 2020, Fukushima organizará un partido de béisbol y seis juegos de softbol, y el 26 de marzo, el estadio de fútbol J-Village iniciará el relevo de la antorcha olímpica.

Foto: RT.

Mediante estos eventos, las autoridades niponas esperan ayudar no solo a restablecer la zona económicamente, sino también a superar el estigma que se atribuye a menudo a un lugar afectado por desastre y radiación.

Foto: RT.

De acuerdo con British Journal of Photography, “fueron estos efectos invisibles de la crisis, como el estigma que rodeaba la radiación, lo que preocupaba” a Price cuando estaba tomando las fotografías para su nuevo libro.

En su obra, el fotógrafo indica que a pesar de las preocupaciones por las consecuencias tras el accidente en la central nuclear, en Fukushima no ha habido muertes directas por la radiación en sí, con la posible excepción de un trabajador de la planta que murió de leucemia poco después de la catástrofe.

De otra parte, unas 60 personas de edad avanzada murieron durante la evacuación de sus hogares y posteriormente en los hospitales. Además, aumentó el número de suicidios como resultado del estrés postraumático.

Foto: RT.

“Las personas fueron desarraigadas de sus vidas de la noche a la mañana, se perdieron los medios de subsistencia, las familias se dividieron y se trasladaron a otras áreas”, dice Price. “Los problemas de salud a largo plazo han resultado estar más relacionados con la salud mental”, afirma.

A través de sus fotografías, el artista británico intenta abordar estos temas no tangibles, como el estrés y la salud mental de los sobrevivientes de la tragedia. Esto se relaciona con el trasfondo cultural de la estigmatización asociada con la radiación.

Foto: RT.

Al principio, Price tenía la intención de producir dípticos: una imagen térmica seguida de una toma ‘normal’ de la misma escena.

No obstante, durante el proceso de edición, descubrió que había una intensidad en las fotografías térmicas, que se volvieron más atractivas que un enfoque estático. “Mis imágenes no son científicas, son puramente visuales, pero hay un vínculo conceptual”, explica el fotógrafo.

En general, las imágenes térmicas se utilizan para detectar ciertas enfermedades y en particular cánceres (que no es el caso). Aquí hay un elemento de anonimato, que este estilo de toma aporta al trabajo.

El libro “Restricted Residence” de Giles Price fue concebido y editado por el estudio de diseño Loose Joints.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

FOTO: La modelo Celia Lora, hija de Álex Lora, posa en la zona de exclusión de Chernóbil, en Ucrania

lunes, agosto 5th, 2019

El 26 de abril de 1986 el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) sufrió una explosión durante unas pruebas técnicas.

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).- Celia Lora, hija del famoso cantante mexicano Álex Lora, fue fotografiada en la zona de exclusión de Chernóbil, en Ucrania.

La modelo compartió la imagen en su Instagram. En esta se ve a la joven parada junto a un letrero que anuncia la radiación.

La fotografía ha recibido miles de likes en las redes sociales. De acuerdo con información de medios, Lora se encuentra visitando varios lugares de Europa.

AQUÍ LA IMAGEN: 

Celia Lora. Foto: Instagram.

El 26 de abril de 1986 el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) sufrió una explosión durante unas pruebas técnicas. A consecuencia del accidente se emitió unas 400 veces más radiación que la liberada por la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima (Japón) en 1945. Este es, hasta la fecha, el mayor accidente nuclear de la historia.

Las labores de descontaminación se iniciaron de inmediato. Alrededor de la central nuclear se creó una zona de exclusión de la que se evacuaron unas 350 mil personas. Los evacuados nunca regresaron a sus hogares y hoy el área sigue vetada al ser humano.

El accidente tuvo un gran impacto sobre la población humana. Aunque no existen cifras claras, las consecuencias físicas (pérdida de vidas humanas) y psicológicas debido a la evacuación fueron graves.

El impacto inicial sobre la naturaleza fue también importante. Una de las partes más afectadas fue el pinar ahora conocido como “bosque rojo”. Esta zona recibió las mayores dosis de radiación, por lo que los pinos murieron al instante y todas las hojas se volvieron rojas. Pocos animales sobrevivieron a las dosis radioactivas más altas.

-Con información de Germán Orizaola, de El Diario.es. 

Ni Chernóbil ni Fukushima, el lugar del mundo con mayores niveles de radiación está en el Pacífico

miércoles, julio 17th, 2019

Las pruebas se realizaron para aprender más sobre las armas nucleares y su destructividad, y los resultados les sorprendieron.

MADRID, 17 de julio (EUROPA PRESS).– Los niveles de radiación de las pruebas atómicas estadounidenses durante la Guerra Fría en las Islas Marshall, en el Océano Pacífico, aún son demasiado altos para que los seres humanos puedan vivir allí.

En su estudio publicado en PNAS, científicos de la Universidad de Columbia descubrieron que estos niveles también son mucho más altos que los que se encuentran alrededor de los sitios de accidentes nucleares de Chernóbil y Fukushima.

A lo largo de los años 1946 a 1958, los científicos que trabajaban para el gobierno de los Estados Unidos realizaron 67 pruebas de explosión nuclear en los atolones de Bikini y Enewetak en las Islas Marshall.

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Las pruebas se realizaron para aprender más sobre las armas nucleares y su destructividad. Antes de realizar dichas pruebas, los funcionarios de los Estados Unidos retiraron por la fuerza a los residentes del atolón a otros sitios en las Islas Marshall. Durante las pruebas, los investigadores descubrieron que las consecuencias estaban llegando a otros dos atolones habitados (Rongelap y Utirik), por lo que también se evacuaron.

Una vez finalizadas las pruebas, los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos se reunieron con funcionarios de las Islas Marshall para discutir la posibilidad de limpiar los sitios de prueba y cuándo podrían regresar las personas reubicadas.

En este nuevo esfuerzo, los investigadores se aventuraron en los cuatro atolones y analizaron muestras de radiación en el suelo.

Los investigadores analizaron muestras de suelo en 11 islas que formaban parte de los cuatro atolones y encontraron que los niveles de radiación gamma externa variaban mucho de una prueba a otra. Además, informan que algunos de los niveles fueron mucho más altos de lo esperado y superaron con creces el límite legal de exposición que acordaron los funcionarios de ambos países.

Los niveles en Bikini, por ejemplo, se midieron tan alto como 648 milirems por año. El nivel “seguro” establecido por acuerdo gubernamental es de 100 milirems por año. Los investigadores señalan que estos niveles también son mucho más altos que los que se encuentran alrededor de los sitios de accidentes nucleares de Chernóbil y Fukushima.

El mismo grupo de investigadores también realizó dos pruebas previas, una que involucró la medición de los niveles de radiación en los frutos de los árboles en las áreas afectadas y otra que estudió el cráter creado por la explosión más grande en la región. Informaron en documentos publicados también en PNAS que encontraron niveles de radiación en frutos demasiado altos para el consumo humano en muchas de las islas. También encontraron que los niveles de radiación en los sedimentos del suelo en el cráter eran todavía varios órdenes de magnitud más altos que los niveles normales.

¿Qué ha pasado dentro de la zona contaminada de Chernóbil, 33 años después del accidente nuclear?

domingo, abril 28th, 2019

En la actualidad la zona de exclusión alberga una gran biodiversidad, de acuerdo con estudios recientes, que además confirmaron la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y plantas de Chernóbil.

Por Germán Orizaola

Ciudad de México, 28 de abril (El Diario.es/SinEmbargo).- El 26 de abril de 1986 el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) sufrió una explosión durante unas pruebas técnicas. A consecuencia del accidente se emitió unas 400 veces más radiación que la liberada por la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima (Japón) en 1945. Este es, hasta la fecha, el mayor accidente nuclear de la historia.

Las labores de descontaminación se iniciaron de inmediato. Alrededor de la central nuclear se creó una zona de exclusión de la que se evacuaron unas 350 mil personas. Los evacuados nunca regresaron a sus hogares y hoy el área sigue vetada al ser humano.

El accidente tuvo un gran impacto sobre la población humana. Aunque no existen cifras claras, las consecuencias físicas (pérdida de vidas humanas) y psicológicas debido a la evacuación fueron graves.

El impacto inicial sobre la naturaleza fue también importante. Una de las partes más afectadas fue el pinar ahora conocido como “bosque rojo”. Esta zona recibió las mayores dosis de radiación, por lo que los pinos murieron al instante y todas las hojas se volvieron rojas. Pocos animales sobrevivieron a las dosis radioactivas más altas.

Por ello, después del accidente se asumió que la zona de exclusión se convertiría en un desierto para la vida. Dado el largo tiempo de descomposición de algunos compuestos radioactivos, se supuso que el área iba a quedar inhabitada durante siglos.

LA NATURALEZA DE CHERNÓBIL HOY

Hoy, 33 años después del accidente, en Chernóbil viven osos, bisontes, lobos, linces, caballos de Przewalski, y unas 200 especies de aves, entre otros animales.

Entre el 4 y 6 de marzo de 2019 nos reunimos en Portsmouth (Inglaterra) los principales grupos de investigación que trabajamos con la naturaleza de Chernóbil. Una treintena de investigadores de Ucrania, Francia, Bélgica, Noruega, España, Irlanda y Reino Unido presentamos los últimos resultados de nuestros análisis. Estos incluyen estudios sobre grandes mamíferos, aves nidificantes, anfibios, peces, abejas, gusanos, bacterias y la descomposición de las hojas.

Los trabajos presentados mostraron que en la actualidad la zona de exclusión alberga una gran biodiversidad. Además, confirmaron la ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y plantas de Chernóbil. Todos los grupos estudiados mantienen poblaciones abundantes y perfectamente funcionales en el área.

Un ejemplo claro de la diversidad de fauna en Chernóbil lo da el proyecto TREE (de las siglas inglesas Transferencia, Exposición y Efectos). Como parte de este proyecto se instalaron durante varios años cámaras de fototrampeo por toda la zona de exclusión. Las fotos revelan la presencia de fauna abundante en todos los niveles de radiación. Estas cámaras detectaron la presencia por primera vez de osos pardos y bisontes europeos en la zona ucraniana, así como la expansión de la poblaciones de lobos y caballos de Przewalski.

Bisonte europeo (Bison bonasus), lince boreal (Lynx lynx), alces (Alces alces) y oso pardo (Ursus arctos) fotografiados por las cámaras del proyecto TREE dentro de la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania). Foto: Proyecto Tree, Sergey Gaschack.

Nuestro trabajo con los anfibios de Chernóbil también ha detectado abundantes poblaciones de todas las especies, incluso en las áreas de mayor contaminación radioactiva. Hemos encontrado además algún indicio de respuestas adaptativas frente a la radiación, como cambios en la coloración de las ranas. Las ranas de la zona de exclusión son más oscuras, lo que podría protegerlas de la radiación.

Sí se han detectado algunos efectos negativos de la radiación a nivel individual. Algunos insectos, por ejemplo, parecen vivir menos y estar más afectados por parásitos en zonas de radiación alta. Algunas aves también presentan daños en su sistema inmune, aumento de albinismo y alteraciones genéticas. En todo caso, estas alteraciones no parecen afectar al mantenimiento de las poblaciones.

La ausencia general de efectos negativos de la radiación sobre la fauna de Chernóbil puede deberse a varios factores.

Por un lado, los organismos vivos podrían ser mucho más resistentes a la radiación de lo que se preveía.

Adulto de Ranita de San Antón oriental (Hyla orientalis), Chernóbil (Ucrania). Mayo de 2018. Foto: Germán Orizaola.

Otra alternativa es que las especies podrían estar empezando a mostrar respuestas adaptativas que les permitieran vivir en zonas contaminadas sin sufrir efectos negativos.

Además, la ausencia de humanos en la zona podría estar favoreciendo a muchas especies, en especial a los grandes mamíferos.

Esta última alternativa indicaría que la presión de las actividades humanas resultaría ser más negativa a medio plazo para la fauna que un accidente nuclear. Una visión bastante reveladora del impacto humano en el medio natural.

EL FUTURO DE CHERNÓBIL

En 2016 la parte ucraniana de la zona de exclusión fue declarada Reserva Radiológica de la Biosfera por el Gobierno de Ucrania. Contra los pronósticos iniciales, el área sirve ahora de refugio a numerosas especies amenazadas a escala Europea o nacional. Entre ellas destacan el oso pardo, el bisonte europeo, el caballo de Przewaslki, la cigüeña negra y el águila pomerana.

Con el paso de los años, Chernóbil se ha convertido además en un excelente laboratorio natural para el estudio de la evolución en ambientes extremos.

Campiña y bosque de ribera dentro de la zona de exclusión de Chernóbil (Ucrania). Mayo de 2016. Foto: Germán Orizaola.

En la actualidad varios proyectos intentan retomar la actividad humana en la zona. Se ha popularizado el turismo de catástrofes, con más de 70 mil visitantes en 2018. Existen planes para construir plantas solares para la producción de energía. Incluso el pasado otoño se organizó un festival de música electrónica en la abandonada ciudad de Prípiat.

En 33 años Chernóbil ha pasado de considerarse un desierto para la vida a ser una zona de interés para la conservación de la fauna.

Paradójicamente, ahora es necesario mantener la integridad de la zona de exclusión como reserva si queremos que en el futuro siga siendo un refugio para los seres vivos.

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Material radiactivo es robado en la CdMx; autoridades alertan dos días después

domingo, julio 8th, 2018

El material fue robado el pasado 6 de julio de un vehículo perteneciente a una empresa dedicada a la radiografía industrial, el contenedor en el que era transportado, de marca Industrial Nuclear Co, está hecho de Uranio y Tungsteno en el interior y contiene un componente radiactivo llamado Iridio 192.

La Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación pidió a las Unidades de Protección Civil de los estados de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz buscar la fuente radioactiva.

En caso de encontrar la fuente es recomendable mantener una distancia de 30 metros. Foto: PGJ-CdMx.

Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).– Una fuente radioactiva fue robada en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México hace dos días y hasta hoy autoridades capitalinas y del Gobierno federal emitieron una alerta para que quien la encuentre evite manipularlo, porque extraerlo de su contenedor sin medidas de seguridad traería riesgos para la salud, advirtieron.

El robo ocurrió el pasado 6 de julio a las 15:00 horas, en la colonia Los Alpes, el recipiente con material radioactivo fue sustraído de un vehículo perteneciente a una empresa dedicada a la radiografía industrial, informó en un comunicado la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

En el mensaje, autoridades de la capital y la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación pidieron a las Unidades de Protección Civil de los estados de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz buscar la fuente radioactiva.

Las autoridades expusieron que extraer el material es peligroso, por lo que podría causar lesiones permanentes a quienes estén en contacto con ella.

En caso de encontrar la fuente es recomendable mantener una distancia de 30 metros y reportarlo a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (teléfono: 01 800 111 31 68) o a la Secretaría de Protección Civil (teléfono: 56 83 22 22 y el 911 en la Ciudad de México).

Una montaña donde Corea del Norte realiza pruebas nucleares simplemente colapsó, dicen estudios chinos

jueves, abril 26th, 2018

La información dada por los científicos chinos respaldaría el cese de las pruebas nucleares en la región debido al peligro que significa la liberación de enormes cantidades de calor y energía, y la posible filtración de radiación.

Director de la División de Monitoreo de Sismos y Volcanes de Corea del Sur, Ryoo Yong-gyu, mientras señala un mapa de la península de Corea. Foto: AP/Archivo.

Beijing, 26 de abril (AP).- Una montaña en el principal sitio de ensayos nucleares de Corea del Norte colapsó, por lo que el lugar se ha vuelto demasiado inseguro para pruebas adicionales y requiere monitoreo para analizar cualquier posible filtración de radiación, según un estudio realizado por geólogos chinos.

Los hallazgos de los científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China podrían dar arrojar nueva luz al anuncio del Presidente norcoreano Kim Jong Un de que su país suspenderá su programa de pruebas antes de las cumbres previstas con el Presidente surcoreano Moon Jae-in y el Presidente estadounidense Donald Trump.

Los resultados también apoyan algunos de los hallazgos de un estudio anterior de otro grupo de investigadores chinos que fue publicado el mes pasado por la revista Geophysical Research Letters.

Las explosiones nucleares liberan cantidades enormes de calor y energía, y desde el principio se creía que el ensayo norcoreano de septiembre -el mayor en la historia de Corea del Norte- había dejado demasiado inestable el lugar de ensayos norcoreano.

Las autoridades chinas han dicho que no han detectado ningún riesgo de radiación en las muestras tomadas a lo largo de la frontera. Nadie contestó por el momento las llamadas hechas a esos departamentos para tratar de obtener información adicional.

Los datos presentados en el estudio chino más reciente fueron recabados después del ensayo nuclear norcoreano del 3 de septiembre, que se cree provocó cuatro terremotos en las siguientes semanas.

Se calcula que la potencia de la bomba excedió los 100 kilotones de TNT, al menos 10 veces más fuerte que cualquier ensayo norcoreano previo. Como referencia, la bomba atómica que Estados Unidos arrojó en Hiroshima en 1945 tenía una potencia de alrededor de 15 kilotones.

De acuerdo con el nuevo estudio de los geólogos chinos, realizado por Tian Dongdong, Yao Jiawen y Wen Lianxing, el primero de los sismos que se presentaron ocho minutos y medio después de la explosión fue “un colapso hacia el centro de pruebas nucleares”, mientras que los movimientos posteriores fueron un “enjambre sísmico” en locaciones similares.

“En vista de los hallazgos de que el sitio de pruebas nucleares en Mantapsan ha colapsado, es necesario continuar monitoreando en busca de fugas de material radioactivo que pudieran haber sido causadas por el colapso”, indicaron los autores en un sumario con fecha del lunes y publicado el miércoles en la página web de la universidad.

El estudio ya fue revisado por otros expertos y se aprobó su publicación en Geophysical Research Letters.

El reporte chino tiene lógica y se basa en una investigación bien comprendida, dijo Rowena Lohman, sismóloga de la Universidad Cornell y que no participó en el estudio.

¿Cuál es el móvil que menos contamina y cuál el que más radiación emite del mercado?

viernes, marzo 9th, 2018

Los teléfonos móviles han sido objeto de numerosos estudios por parte de expertos en cuando a los efectos de la radiación que emiten y cómo afecta esta a los seres humanos.

Por Cesar Otero

Ciudad de México, 9 marzo (AS México/SinEmbargo).- Desde que empezaron a establecerse en el mercado, los teléfonos móviles han sido objeto de numerosos estudios por parte de expertos en cuando a los efectos de la radiación que emiten y cómo afecta esta a los seres humanos. Los teléfonos móviles usan radiación electromagnética en el rango de las microondas , lo cual según una postura sería perjudicial para la salud humana, mientras que otra postura aduce a que esto no es verdad. Lo que sí es cierto es que un terminal emite radiación, pero ¿cuál es ahora mismo el móvil que menos contamina y cuál el que más radiación emite del mercado?

SAR, TASA DE ABSORCIÓN ESPECÍFICA

La tasa de absorción específica (en inglés SAR, Specific Absorption Rate) es una medida de la potencia máxima con la que un campo electromagnético de radiofrecuencia es absorbido por el tejido vivo. Y en el mundo de la telefonía móvil sirve para dirimir la cantidad de radiación que un smartphone emite y es absorbida por su usuario. Cuanto menos es el SAR, más seguro es el móvil y mejor es para el usuario.

LOS MÓVILES QUE MENOS RADIACIÓN EMITEN

Si estás pensando en comprarte un smartphone, aquí tienes un elemento más por el que guiar tu búsqueda: En Europa, la BfS, (la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Radiación) es una de las más fiables en este apartado y mantiene un listado actualizado con los nuevos modelos de teléfonos que salen al mercado. Y de todo el catálogo y todas las marcas disponibles actualmente, el que más radiación emite es el popular Xiaomi Mi A1 con 1.75 vatios por kilo.

Listado actualizado a diciembre de 2017 de los smartphones que más radiación emiten. Foto: AS México

De hecho, los tres primeros móviles en la lista de los que más SAR emiten superan el máximo impuesto en Estados Unidos, ya que junto al Mi A1 tenemos el OnePlus 5T con 1.68 w/kg y el Huawei Mate 9 con 1.64 w/Kg -de hecho hay 6 modelos Huawei. En el listado no aparece un sólo Samsung -una marca que suele copar los primeros puestos de los smartphones que menos radiación emiten-, y entre los que tienen valores más aceptables figuran el iPhone 8 con 1.32 w/kg y el iPhone 7 Plus con 1.24 w/kg.

LOS 16 MÓVILES QUE MÁS RADIACIÓN SAR EMITEN

1. Xiaomi Mi A1 – 1.75 w/kg
2. OnePlus 5T – 1.68 w/kg
3. Huawei Mate 9 – 1.64 w/kg
4. Nokia Lumia 630 – 1.51 w/kg
5. Huawei P9 Plus – 1.48 w/kg
6. Huawei GX8 – 1.44 w/kg
7. Huawei P9 – 1.43 w/kg
8. Huawei Nova Plus – 1.41 w/kg
9. OnePlus 5 – 1.39 w/kg
10. Huawei P9 Lite – 1.38 w/kg
11. iPhone 7 – 1.38 w/kg
12. Sony Xperia XZ1 Compact – 1.36 w/kg
13. iPhone 8 – 1.32 w/kg
14. ZTE AXON 7 mini – 1.29 w/kg
15. Blackberry DTEK60 – 1.28 w/kg
16. iPhone 7 Plus – 1.24 w/kg

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Científicos descartan el uso del teléfono celular con el riesgo de contraer cáncer

sábado, febrero 3rd, 2018

Un nuevo estudio analizó los efectos secundarios en la salud por el uso del teléfono celular. Ratas y ratones fueron bombardeados con un nivel de radiación tan elevado que los humanos sólo experimentarían brevemente.

Por Seth Borenstein y Lauran Neegard

Washington, 3 febrero (AP).- Dos estudios del gobierno de Estados Unidos en los que bombardearon a ratas y ratones con radiación de teléfonos celulares hallaron una leve relación con algunos tumores cardiacos, pero los reguladores federales y algunos científicos aseguran que no hay nada qué temer, que el uso de los dispositivos es seguro. Sigue siéndolo.

Estudios previos a usuarios de teléfonos celulares habían encontrado pocos motivos de preocupación, pero el nuevo estudio analizó a detalle los efectos de dosis extremadamente elevadas en animales para abordar algunas de cuestiones persistentes que no podrían ser probadas en humanos.

El estudio en ratas publicado el viernes halló un leve incremento en un tipo inusual de tumor cardiaco en los machos, pero no se presentaron problemas serios en las hembras o en un estudio por separado en ratones. En particular, los científicos no pudieron encontrar evidencia concerniente a tumores cerebrales.

El investigador al frente del estudio, John Bucher, del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, no piensa modificar su uso del celular ni aconsejará a su familia a hacerlo.

El estudio en ratas halló un leve incremento en un tipo inusual de tumor cardiaco. Foto: Pixabay

“De hecho estoy sosteniendo junto a mi oído”, dijo el doctor Otis Brawley, el jefe médico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, en una entrevista después de dar a conocer los estudios.

Sin embargo, advirtió que los estudios en roedores no reflejan el uso de celulares en la vida real.

“Estos reportes en borrador crean mucha preocupación, pero de hecho no cambian lo que le digo a la gente. La evidencia de una relación entre los teléfonos celulares y el cáncer es débil. Y hasta ahora, no hemos visto un mayor riesgo de cáncer en las personas. Pero si les preocupan estos datos sobre animales, usen un auricular”.

Los hallazgos sobre el inusual tumor de tejido nervioso hallado en los corazones de ejemplares machos de ratas no representan directamente un problema para los humanos, explicó Bucher.

La agencia de Bucher realizó el estudio de 25 millones de dólares a petición de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), que rápidamente aseveró que los celulares son seguros.

“Los límites de seguridad actuales para los teléfonos celulares son aceptables para proteger la salud pública”, reiteró el jefe del área de efectos de la radiación en la salud para la FDA, Jeffrey Shuren, en un comunicado.

Bucher añadió que el uso típico de celulares es “mucho, mucho menor que el que nosotros estudiamos”.

Las ratas y ratones fueron bombardeados por nueve horas al día durante dos años con un nivel de radiación tan elevado que los humanos sólo experimentarían brevemente, como cuando un teléfono con una señal débil emplea más energía en busca de una señal más fuerte, aseveró Bucher en una conferencia de prensa.

Extrañamente, las ratas irradiadas vivieron más tiempo que las ratas que no fueron expuestas a radiación celular. Bucher dijo que eso podría ser simplemente por azar, o porque la radiación redujo la inflamación en las ratas, lo que a su vez redujo el riesgo de alguna enfermedad.

¿La sensibilidad electromagnética o alergia al WiFi existe en realidad? La OMS lo niega

domingo, diciembre 24th, 2017

La sensibilidad electromagnética o alergia al WiFi es una enfermedad que supuestamente afecta a muchas personas pero ¿qué hay de verdad en ella?

Por Eduardo Álvarez

Ciudad de México, 24 diciembre (TICbeat/SinEmbargo).- ¿Causa cáncer la radiación electromagnética causada por los aparatos electrónicos? Aunque pueda parecerlo, no es un debate nuevo. Ya en los años noventa hubo varias iniciativas destinadas a alejar las antenas de telefonía móvil de los vecindarios; aparentemente, sin ningún éxito.

Poco a poco, el debate sobre el efecto que tienen los móviles y otros emisores de radiación sobre la salud vuelve a estar de actualidad. Hasta tal punto que este mismo año llegó a ser tema de debate en el Parlamento Europeo a propuesta de dos diputados de Podemos, uno de ellos el propio Pablo Iglesias.

El debate sobre el efecto que tienen los móviles y otros emisores de radiación sobre la salud vuelve a estar de actualidad. Foto: Pixabay

No obstante, para resolver la pregunta sobre si existe la llamada alergia al WiFi o hipersensibilidad electromagnética, no queda más que recurrir a la evidencia científica. Claro que hay quien piensa que ésta puede ser tendenciosa, pero la ausencia de evidencia lo es aún más.

Si negamos la verdad a las pruebas científicas, no nos queda más que fiarnos de supersticiones y sensaciones, engañosas casi el 100 por ciento de las veces. De hecho, no son pocos los que se toman muy a pecho los supuestos dolores de cabeza causados por el WiFi o el teléfono móvil, e incluso esas mismas personas llegan a apagar todos los dispositivos electrónicos por la noche.

¿Es necesario? Para una amplia mayoría de los europeos, sí. Según una encuesta promovida por la Unión Europea en el año 2010, un 70por ciento de los ciudadanos comunitarios cree que el móvil hace daño si la exposición a sus ondas es muy prolongada. No disponemos de datos más actuales, aunque todo apunta a que el porcentaje se ha incrementado.

¿QUÉ DICE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD?

En todo lo que tiene que ver con enfermedades, la primera referencia a la que hay que acudir es la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por supuesto, los defensores de la existencia de la hipersensibilidad electromagnética pueden argumentar que la OMS está comprada por oscuras corporaciones con no se sabe bien qué fin.

Ante esta acusación, no queda más que preguntar: ¿acaso no son también corporaciones las empresas que explotan esta supuesta dolencia? ¿Es más legítimo basarte en la evidencia científica que intentar hacer dinero con un problema que no existe?

No existen pruebas sobre la existencia de la hipersensibilidad electromagnética. Foto: Pixabay

Si vamos al informe de la OMS sobre la hipersensibilidad electromagnética, la respuesta que se extrae es tajante: no existen pruebas de su existencia. No hay evidencia que demuestre que la radiación emitida por móviles, routers WiFi u otros dispositivos inalámbricos cause cáncer a ningún plazo, ni corto ni largo.

No sólo es la OMS quien afirma que la alergia al WiFi no ha sido demostrada: también lo hace el comité de expertos de la UE, que difunde además un documento divulgativo en el que se explican a la perfección todos sus argumentos.

No hay pruebas que demuestren que eso ocurre y lo que es más probable: nunca las habrá. De hecho ya hay cientos de informes que recopilan datos de miles y miles de pacientes y nadie ha sido capaz de poner en entredicho esta afirmación.

¿POR QUÉ ES IMPOSIBLE QUE EL WIFI TENGA EFECTOS SOBRE LA SALUD?

La respuesta a esta pregunta no es nueva, ni mucho menos. Se trata de física pura y dura, y hace mucho tiempo que disponemos de la información para desmontar la teoría que dice que sí, que la hipersensibilidad electromagnética es real.

Todo se reduce a una división entre los tipos de radiación y su longitud de onda. Según la frecuencia en la que operen una ondas electromagnéticas, tienen capacidad para causar cambios en células o no.

En el caso del WiFi o los móviles, estas ondas operan en frecuencias que se mueven entre los 2.4 y los 5 GHz o incluso inferiores. Es imposible que con dichas frecuencias se causen cambios en un organismo.

El WiFi y los móviles operan en frecuencias que se mueven entre los 2.4 y los 5 GHz o incluso inferiores. Foto: Pixabay

La división fue bautizada como radiaciones ionizantes y no ionizantes, y las que en teoría causan la electro sensibilidad son claramente del segundo grupo. Para causar daño en las capas más superficiales de la piel harían falta frecuencias superiores a los 10 GHz.

En el siguiente gráfico de la web Curiosando se puede apreciar de forma más ilustrativa la división entre los distintos tipos de onda. Las que están en el espectro inferior -a la izquierda- son no ionizantes y no causan daño en el organismo. Las que están a la derecha pueden hacerlo si la exposición es prolongada.

Es evidente que no tiene nada que ver la radiación que emite un teléfono móvil con la que emite una máquina de Rayos-X.

Incluso afirmar que a la larga la exposición a estas ondas puede tener efectos perjudiciales es faltar a la verdad. Sería como decir que las bombillas que llevamos más de un siglo utilizando pueden causar cáncer.

ENTONCES, ¿MIENTEN LOS QUE AFIRMAN TENER ESTÁ ENFERMEDAD?

Las personas que dicen sufrir hipersensibilidad electromagnética se cuentan por miles o decenas de miles en todo el mundo. Y no, no forman parte de una conspiración para engañarnos. Probablemente todas ellas sufren de verdad dolores constantes que achacan a su exposición al WiFi o las antenas móviles.

Una vez más, hay que recurrir a la OMS para ver qué está ocurriendo. ¿Se ha puesto de acuerdo toda esta gente para sufrir una dolencia que no existe en realidad? No, claro que no. El problema es que no tienen ninguna sensibilidad especial que les permita detectar -y sufrir- las ondas que los rodean: todo se reduce a la mente.

El cerebro es un órgano poderoso que puede inducir a la sugestión. Foto: Pixabay

El cerebro es un órgano poderoso que puede inducir a la sugestión. Basta con que creas que vas a tener dolor para que, efectivamente, el dolor aparezca. Esto significa que al hablar de la hipersensibilidad electromagnética no hablemos de una enfermedad física real, sino de un problema psicológico.

Eso conduce a una cuestión aún más espinosa: ¿hasta qué punto es legítimo dar alas a una enfermedad que necesita ayuda de especialistas con falsos argumentos? ¿Qué empresas se están beneficiando de los problemas de personas que deberían buscar ayuda de profesionales?

Una vez más, la respuesta está en la ciencia. De no ser por ella aún estaríamos quemando brujas en la hoguera por adivinar la fecha del próximo eclipse. No sería posible disponer de las comodidades de las que gozamos hoy en día de no ser porque basamos nuestras acciones en la evidencia científica.

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La radiación que emiten los smartphones puede causar daños a la salud, admiten especialistas de California

lunes, diciembre 18th, 2017

La especialista Karen Smith señaló que los niños son los más vulnerables a los posibles daños que causa el uso prolongado de estos aparatos.

Ciudad de México, 18 de diciembre (La Opinión/SinEmbargo).- Desde hace muchos años se puso en la mesa de salud pública un tema que genera mucha controversia acerca de la telefonía celular, y ese es el de sí estos aparatos generan cierto nivel de radiación que podría poner en peligro la salud y vida de los seres humanos.

Sobre este tema, recientemente, el Departamento de Salud Pública de California (CDPH sus siglas en inglés) ha publicado algunas recomendaciones acerca del uso de los teléfonos móviles, en donde advierten que, efectivamente, pueden resultar peligrosos por la radiación que emiten.

De acuerdo a algunas estadísticas que del CDPH, el 95 por ciento de los estadounidenses tienen un celular y el 12 por ciento de ellos pueden acceder todo el día y todos los días a Internet, lo cual aún agravaría aún más esta situación.

“Existen preocupaciones entre algunos profesionales de la salud pública y el público en general sobre la exposición prolongada a la energía emitida por los teléfonos celulares. Sabemos que cosas simples, como no guardar el teléfono en el bolsillo y alejarlo de la cama por la noche, pueden ayudar a reducir la exposición de niños y adultos”, indicó la directora del CDPH Karen Smith.

Asimismo, advierte que los más vulnerables son los niños, ya que sus cerebros aún se encuentran en pleno desarrollo.

LAS RECOMENDACIONES DEL CDPH

Mantenga su teléfono lejos de su cuerpo.
Reduzca el uso del teléfono celular cuando la señal es débil.
Evite usar teléfonos celulares para transmitir audio o video, o para descargar o cargar archivos de gran tamaño.
Mantenga su teléfono lejos de la cama por la noche.
Retire los auriculares cuando no esté en una llamada.
Evite los productos que afirman bloquear la energía de radiofrecuencia; de hecho, podrían aumentar su exposición.

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La NASA registra una aurora global en Marte nunca antes vista debido a una gran tormenta solar

domingo, octubre 1st, 2017

El evento solar produjo niveles de radiación en Marte que duplicaron las registradas por el Detector de Radiación de Curiosity (RAD) desde el 2012.

Ciudad de México, 1 de octubre (RT/SinEmbargo).- Una explosión inesperadamente fuerte del Sol golpeó Marte este mes y sus consecuencias fueron observadas por las misiones de la NASA en órbita y en la superficie, informa el portal Phys.org.

La gran tormenta solar del pasado 11 de septiembre provocó en Marte una aurora global más de 25 veces más brillante que cualquiera aurora registrada anteriormente por la sonda MAVEN, que ha estado estudiando la interacción de la atmósfera marciana con el viento solar desde 2014.

En Marte no existe una magnetosfera que contribuya a la aparición de auroras similares a las de la Tierra. En cambio, en el Planeta Rojo los fotones bombardean toda la atmósfera, y no solo las regiones polares. Como resultado, las capas superiores de la atmósfera marciana empiezan a emitir luz en el espectro ultravioleta.

El evento solar también produjo niveles de radiación en la superficie que duplicaban cualquier medición realizada por el Detector de Radiación de Curiosity (RAD) desde el inicio de esta misión en 2012.

“El conjunto de misiones científicas de la NASA está en el lugar correcto para detectar como nunca antes había sido posible la actividad del Sol y examinar los efectos de estos eventos solares en Marte”, dijo Elsayed Talaat, científico del programa MAVEN.

 

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Pasajeros de avión, los más expuestos a la radiación espacial: estudio

jueves, mayo 11th, 2017

Durante la próxima década, cuando se anticipa que disminuirá la actividad solar, el problema aumentará. Por esta razón más partículas del espacio llegarán a la Tierra sin ser desviadas por el sol o por el viento solar, señala el estudio.

Las personas más expuestas son quienes realizan viajes largos regularmente. Foto: EFE.

Denver (EU), 11 de mayo (EFE).- Los pasajeros de avión, especialmente quienes viajan con frecuencia o realizan viajes largos, enfrentan un riesgo cada vez mayor de quedar expuestos a la radiación de partículas del espacio, y ese peligro aumentará en los próximos años, según un estudio difundido.

Una investigación de la Universidad de Colorado en Boulder (EU) revela que la exposición a la radiación espacial, casi inevitable en viajes que sobrevuelan los polos, equivale a la que se recibe cuando una persona se toma una placa de rayos X del tórax.

La autora del estudio, Delores Knipp, indica que, además de los riesgos y molestias propios de viajar en avión, desde terrorismo hasta ser sacado de la aeronave a la fuerza, los pasajeros ahora deberán preocuparse de que la radiación proveniente del espacio no modifique su ADN ni altere el funcionamiento de sus células.

Y durante la próxima década, cuando se anticipa que disminuirá la actividad solar, el problema aumentará, debido a que, por esa razón, más partículas del espacio llegarán a la Tierra sin ser desviadas por el sol o por el viento solar, señala el estudio.

Los pilotos de aerolíneas estadounidenses “están lo suficientemente preocupados como para asistir a conferencias (sobre el clima espacial) porque conocen las investigaciones más recientes sobre radiación en aviación”, afirma Knipp en su estudio.

La autora explica que sus investigaciones comenzaron cuando conectó el inminente inicio del llamado “ciclo solar mínimo”, que dura unos 22 años, durante los cuales se reduce la actividad solar, con la capacidad de los rayos cósmicos de penetrar en el interior de las aeronaves.

Knipp usó investigaciones previamente realizadas por la NASA, así como mediciones hechas por globos aerostáticos sobre la radiación que llega a la Tierra y modelos desarrollados por computadoras, para determinar que cuando las partículas espaciales entran al avión crean una “lluvia de partículas” con alta energía.

“En el futuro cercano, los científicos necesitan transformar el conocimiento que hemos obtenido en medidas estandarizadas y prácticas para evaluar el impacto en la salud a largo plazo en tripulantes y pasajeros”, puntualiza la investigadora.

Además, dice, las aerolíneas deberán prepararse para una “mayor radiación espacial”, lo que podría llevar a modificar rutas o cancelar algunos de los 100 mil vuelos diarios en todo el mundo para evitar una sobreexposición a esa radiación.

Estudio revela cómo afectó el accidente nuclear de Fukushima a los habitantes de la Tierra

domingo, mayo 7th, 2017

Los científicos realizaron la primera investigación global de la exposición a la radiación causada por la catástrofe que se produjo en Japón en marzo de 2011.

Ciudad de México, 7 de mayo (SinEmbargo/RT).-  Cada habitante de la Tierra recibió una dosis de radiación equivalente a una radiografía extra como consecuencia del desastre nuclear de Fukushima, concluye un estudio realizado por un equipo de investigadores del Instituto Noruego para la Investigación del Aire, citado por el portal New Scientist.

Los científicos realizaron la primera investigación global de la exposición a la radiación causada por la catástrofe que se produjo en Japón en marzo de 2011. El equipo liderado por el investigador Nikolaos Evangeliou calculó la exposición aproximada de toda la población mundial a dos isótopos radiactivos del cesio.

Cada habitante de la Tierra recibió una dosis de radiación equivalente a una radiografía extra. Foto: EFE

No obstante, los investigadores aclaran que “no hay que preocuparse” por la dosis radiactiva recibida: para la mayoría, la misma constituyó 0.1 milisievert. “Más del 80 por ciento de la radiación tuvo como destino el océano y los polos, por lo que estimo que la población mundial recibió la menor exposición”, declaró Evangeliou. “Lo que hallamos fue que cada uno recibió (el equivalente a) una radiografía extra”.

Asimismo, el científico comentó acerca del impacto de la catástrofe sobre la vida silvestre alrededor de la central nuclear. En ese contexto, Evangeliou relacionó el aumento de los niveles de radiación en la zonas aledañas a Fukushima con la disminución de la población de aves entre 2011 y 2014. “También hubo informes de disminuciones en otras especies como insectos y algunos mamíferos”, señaló.

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Un robot de limpieza cancela su misión en Fukushima por altos niveles de radiación

jueves, febrero 9th, 2017

Las autoridades de TEPCO aseguraron que a pesar de las peligrosas cifras, la radiación no se está saliendo del reactor.

Reactor Unidad 2 de la planta nuclear Fukushima Dai-ichi. Foto: AP.

Por Mari Yamaguchi

Tokio, 9 de febrero (AP).- Un robot de limpieza que ingresó en una de las tres cámaras de contención del reactor nuclear de la planta de Fukushima tuvo que ser retirado antes de completar su misión debido a problemas causados probablemente por la fuerte radiación.

Era la primera vez que un robot entraba a la cámara que está dentro de la Unidad 2 del reactor desde que un sismo y posterior tsunami destruyeron la planta nuclear de Fukushima Da-ichi en marzo de 2011.

La empresa Tokyo Electric Power Co. informó que el plan original del robot era inspeccionar y limpiar un corredor antes que otro robot hiciera posteriormente un examen más completo para evaluar el daño a la estructura y el combustible que se encuentra dentro.

TEPCO necesita conocer la ubicación exacta y la condición del combustible fusionado, además de otros daños estructurales en cada uno de los tres reactores afectados para determinar la mejor forma y más segura para retirarlo. Esto es parte del trabajo de desmantelamiento de la planta, que se espera tarde décadas.

El robot entró apenas parcialmente en un estrecho puente dentro de un espacio bajo el núcleo que la compañía quiere inspeccionar de cerca. El aparato se arrastró por el pasaje retirando algunos escombros con chorros de agua y raspándolos con una espátula, pero unas dos horas después, las dos cámaras del robot comenzaron a emitir fuertes ruidos y su imagen rápidamente se oscureció, evidencia de que la fuerte radiación causó un daño mecánico.

La interrupción significa que el segundo robot va a encontrar más obstáculos y tendrá menos tiempo para hacer el examen a finales de mes, para cuando está planeada su misión.

El robot está diseñado para soportar hasta 1.000 sieverts de radiación y sus dos horas de duración apenas igualaron el nivel estimado de 650 sieverts, según un análisis del sonido de las imágenes trasmitidas por las cámaras del robot. Aunque eso es menos del 1 por ciento de los niveles de radiación que hay dentro de un reactor encendido, todavía es capaz de matar a una persona casi al instante.

Las autoridades de TEPCO aseguraron que a pesar de las peligrosas cifras, la radiación no se está saliendo del reactor.

Imágenes recientes capturadas desde adentro de la cámara muestran daños y estructuras cubiertas con material fundido, posiblemente mezclado con combustible nuclear.

Reactor de Chernóbil es cubierto para evitar que la radiación se propague

jueves, diciembre 8th, 2016

La estructura de 30 mil toneladas y 257 metros de ancho ya ha sido trasladada a la zona de la catástrofe.

El próximo año comenzará el derribo de las estructuras dañadas en el peor accidente nuclear de la Historia. Foto: eldiario.es

El próximo año comenzará el derribo de las estructuras dañadas en el peor accidente nuclear de la Historia. Foto: eldiario.es

Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo/Eldiario.es).- Hoy el mundo es un poco más seguro gracias a una proeza de la ingeniería y de la política: por primera vez desde el accidente de 1986 los restos del Reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil están a cubierto de la lluvia y las inclemencias del tiempo. El llamado Nuevo Sarcófago de Chernóbil acaba de ser colocado en su posición definitiva, lo que permitirá que los trabajos de demolición y descontaminación del reactor afectado se puedan hacer a cubierto sin miedo a catástrofes climáticas (la cubierta es resistente a terremotos y tornados) y sin temor de que se puedan liberar sólidos radiactivos a la atmósfera.

La tarea era simple en su concepción, casi infantil en su simplicidad: construir una cúpula tan grande que cubriese por completo los edificios heridos y la primera cubierta, erigida en condiciones de extrema urgencia tras el accidente. Pero el tamaño y la situación han hecho que la ejecución sea hercúlea: el techo, que pesa más de 30 mil toneladas, tuvo que ser construido al lado de las estructuras contaminadas para después ser desplazado a su posición mediante un delicado proceso.

Sólo la construcción y emplazamiento han costado más de mil 300 millones de euros y el proceso completo de demolición superará los 2 mil 500 millones, que se pagarán mediante aportaciones internacionales: a nadie le conviene mantener abierta esa herida que hoy está, al menos, mejor vendada.

Fue el mayor accidente de la historia de la energía nuclear, con permiso de Fukushima: la explosión el 26 de abril de 1986 del Reactor 4 de la Central Nuclear Vladimir Illich Lenin de Chernóbil provocó una catástrofe sin precedentes. 31 muertos directos, centenares de miles de trabajadores contaminados (los famosos y heroicos ‘ liquidadores’), millones de evacuados, ciudades abandonadas a toda prisa y un número indeterminable de afectados en una enorme porción de Europa fueron las consecuencias.

Una sustancial región entre Ucrania, Bielorrusia y Rusia (la Zona de Alienación) es todavía demasiado peligrosa para que la habiten las personas, y la central, cerrados por fin los reactores no afectados en el año 2000, tiene que ser desmantelada. Las ruinas son peligrosas y suponen un riesgo creciente para todo el continente ya que el llamado Sarcófago de la central, una cubierta erigida a toda prisa y con gran improvisación después de la emergencia, amenaza ruina. Existía la posibilidad de que un derrumbe del edificio liberase toneladas de polvo altamente radiactivo a la atmósfera contaminando de nuevo quién sabe qué áreas.

Para 1996 estaba claro que no se podía reparar la estructura: había que construir otra cubierta por encima para contener el material radiactivo y para proceder a un derribo organizado y seguro de los restos de la central. Por eso en diciembre de 1997 se creó el Chernobyl Shelter Fund (CSF, fondo del refugio de Chernóbil), un fondo con el que financiar un plan de gestión y construcción diseñado para estabilizar la situación de las ruinas y su demolición asegurando así su seguridad durante un plazo mínimo de 100 años.

El CSF fue impulsado por el G7, lo gestiona el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y han hecho aportaciones 27 países: casi todos los países europeos, EEUU y Canadá, varios países árabes, Japón y Rusia; otros 18 países hicieron donaciones.

LA MAYOR ESTRUCTURA MÓVIL JAMÁS CONSTRUIDA 

La clave del proyecto es la construcción de la oficialmente llamada Nueva Estructura Segura de Contención, más conocida como el nuevo sarcófago; tras un concurso internacional se optó por un diseño de arco de acero construido al lado del Reactor 4 para después desplazarlo a su lugar con el fin de minimizar los peligros de la radiación para los trabajadores.

La empresa ganadora del concurso fue el consorcio francés Novarka, formado al 50 por ciento por dos de las principales constructoras de Francia (Vinci y Bouygues), aunque decenas de compañías de todo el mundo participan como subcontratistas. Actualmente se estima que el coste total superará los mil 300 millones de euros.

La estructura es un arco de acero lo bastante grande como para cubrir por completo los edificios dañados que se ha construido 180 metros alejado de su posición final: la mayor estructura móvil jamás construida. Tiene 257 metros de ancho, una longitud de 162 m y una altura máxima externa de 108 m (interna de 92.5 m) para permitir la operación de grúas durante el futuro desguace de las estructuras deterioradas.

La construcción se hizo a base de módulos prefabricados transportados al lugar y montados con la ayuda de grúas externas y consta de 13 arcos separados 12.5 metros entre sí: todas las piezas de acero están recubiertas de una capa plástica y la cubierta exterior está formada por 86 mil metros cuadrados de paneles de triple capa. Los módulos están hechos de 5 mil 700 elementos tubulares de acero de gran diámetro conectados a 4 mil piezas auxiliares mediante 650 mil tornillos.

Para la construcción hubo que empezar erigiendo los cimientos del futuro arco a los lados del primer sarcófago, que también soportaron los raíles para su desplazamiento; en total se usaron 400 vigas de hormigón y otras 400 de acero. Luego se procedió a construir la enorme plataforma de montaje y la cimentación de las grúas. En total fueron vertidos más de 81 mil metros cúbicos de hormigón.

La última y más delicada operación fue el traslado del arco ya acabado por medio de enormes gatos hidráulicos a una velocidad de 10 m/h, proceso que duró cinco días y acaba de terminar. A partir de ahora se completarán las paredes laterales que sellarán por completo el arco con las antiguas estructuras, sobre las que no se apoyan ya que colgarán del arco para evitar cargas estructurales a los viejos cimientos. La estructura completa pesará más de 30 mil toneladas.

Para el próximo año se habrán completado los muros de cierre y podrán comenzar los trabajos de desmontaje y descontaminación con ayuda de las dos grúas-puente internas de 84 m de ancho. De estas grúas colgarán varios tipos de plataformas desde las que se efectuarán los trabajos de modo que los obreros no tengan que pisar el suelo contaminado. Para garantizar la contención de los materiales radiactivos el arco es doble, cerrado por dentro con 78 mil metros cuadrados de cubierta, y deja entre sus dos paredes un espacio que servirá para controlar el aire manteniendo una capa intermedia de temperatura controlada que evite la condensación.

A partir de agosto de 2017 comenzará la demolición de las partes dañadas del antiguo Sarcófago. Los materiales producto de la demolición serán trasladados a un recinto dentro del Área de Alienación gestionado por una empresa especializada en gestión de residuos radiactivos.

Durante la obra se ha procurado mantener al máximo la seguridad de los trabajadores, que llevaban dos dosímetros: uno de exposición en tiempo real y otro acumulativo. Si el trabajador superaba el límite (diario, mensual o anual) sonaba una alerta y quedaba cancelada su autorización de entrada teniendo que abandonar el tajo. Por poner un ejemplo una estancia de tan sólo 12 minutos en el techo del Sarcófago basta para superar el límite anual aceptable de radiación.

El proceso no ha terminado, pero al menos se ha dado un muy importante paso: con el arco ya instalado en su lugar el mayor peligro que suponían las ruinas de Chernóbil ya está conjurado. Con un poco de suerte y si todo va bien para 2023 el antiguo sarcófago habrá sido desmantelado y se podrá empezar a trabajar en hacer desaparecer los restos del mayor accidente nuclear de la Historia, para que el riesgo quede contenido para siempre.

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