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Menores de edad padecen desplazamiento interno en México: 107 mil buscan ir a EU

sábado, junio 4th, 2022

El estudio mostró que las dos causas principales del desplazamiento forzado interno son el crimen organizado y la violencia intrafamiliar. En el caso de la primera, recalcó la expansión de ésta a raíz de las políticas de seguridad desplegadas a nivel nacional durante el periodo de 2006 a 2012.

Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).– Alrededor de 107 mil niños, niñas y adolescentes que residen en la frontera norte de Tijuana y Mexicali, en Baja California, forman parte de las 345 mil personas desplazadas por conflictos y violencia, tanto la producida por el crimen organizado en el país como la vivida en el seno familiar, que se han trasladado a esta región, de acuerdo con cifras de la Unicef.

Un informe publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), titulado Es mucho daño lo que yo tengo. Niñas, niños y adolescentes desplazados forzados internos en la frontera norte de México, dio cuenta cómo esta cifra ha incrementado, ya que en 2018 había 338 mil personas desplazadas en México por motivos de conflicto y violencia, de las cuales 31 por ciento correspondía a niños niñas y adolescentes, es decir, 105 mil personas.

Otro indicador de la proporción que representaba a la población infantil y adolescente que llegaba a Tijuana en aquellas primeras expresiones de desplazamiento forzado se encontró en el albergue para mujeres Instituto Madre Assunta, donde cuatro de cada diez personas desplazadas eran niños, niñas y adolescentes, según la investigación. Asimismo, de un total de entrevistas que realizó el organismo a las infancias desplazadas, el rango de edad se colocó entre 10 a 17 años.

El estudio de la Unicef se realizó entre 2020 y 2021, por lo que se enmarcó en una situación compleja derivada del confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19, por lo que las condiciones de vida de esta población, “complejas en sí mismas en términos de subsistencia y de salud mental, encontraron un marco de desprotección particular“.

Los autores del reporte destacaron que en ese periodo hubo un cierre parcial de la frontera y la suspensión indefinida (desde marzo de 2020) para recibir solicitudes de asilo en Estados Unidos, que alargaron la espera y la incertidumbre, pero al mismo tiempo, se aumentaron las tensiones al interior de las familias que ya experimentaban una reiterada carga de violencia en sus lugares de residencia anterior “y que llegaron a puntos álgidos durante la contingencia, provocando su desplazamiento”.

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“El carácter interno del desplazamiento en México adquiere tintes muy particulares en la frontera norte, al cruzarse con el interés de las personas desplazadas por acogerse al derecho de solicitar asilo en Estados Unidos. Las políticas de asilo en ese país, aunadas a la ausencia de políticas específicas en México para la atención de personas desplazadas internas, conducen a una prolongada inmovilidad en la frontera y a condiciones de alta vulnerabilidad, especialmente de la infancia y adolescencia”, se lee en el documento.

La investigación partió de considerar que la afectación del desplazamiento en la infancia y la adolescencia se da de manera diferenciada de los adultos en términos de experiencia, subsistencia y desarrollo, de ahí que comprender y precisar los efectos y las necesidades de niños, niñas y adolescentes en este tránsito sea un primer paso hacia la visibilización de esta población.

En esa misma línea, con base a los resultados obtenidos de entrevistas a niños, niñas y adolescentes, a cuidadores de los mismos, y a organizaciones independientes y de Gobierno que se encargan de esta problemática, que este desplazamiento forzado interno no se circunscribe a una problemática de movilidad humana, sino que se trata de un fenómeno social que debe atenderse como tal, ya que el Estado suele tratar la problemática solo por un lapso específico, pero necesita ser abordado de manera amplia y estructural, “pues es efecto de la descomposición del tejido social en México y de la debilidad de sus instituciones.

“Cuando la mirada se enfoca en el desplazamiento forzado de niñas, niños y adolescentes mexicanos, los vacíos y la invisibilidad se pronuncian y sobresale la carencia de una atención especializada desde un enfoque de derechos”.

Los resultados de la investigación arrojaron que hay dos causas principales por las que las infancias se ven desplazadas de su lugar de origen: la violencia generada por el crimen organizado y la violencia familiar, sin embargo, esta última ha sido estudiada en mucho menor medida en el país como punto de partida para el desplazamiento forzado.

La investigación tuvo como objetivo identificar y analizar cómo el desplazamiento forzado dentro del país afecta las condiciones de vida y los derechos de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en las fronteras de Tijuana y Mexicali, Baja California. Foto: Cuartoscuro.

Este tipo de violencia −no de manera exclusiva, pero sí común y mayormente−, se encuentra en estrecha relación con la violencia ejercida por hombres en contra de mujeres, niñas y adolescentes, “tratándose de una manifestación de poder desde una cultura patriarcal, regularmente relacionada con problemas de adicción y de celos”.

Unicef enmarcó esto por medio de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que muestran que en 2016 43.9 por ciento de las mujeres en el país había sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja a lo largo de la relación.

El confinamiento por COVID-19 resultó un agravante de la violencia familiar contra mujeres, niñas, niños y adolescentes, al incrementarse el tiempo de cohabitación con el agresor. Asimismo, en México, las llamadas de emergencia al 911 relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer llegaron a 26 mil 171 en marzo de 2020, al inicio del confinamiento, lo cual se colocó como el máximo registro mensual desde 2016.

“El estrés y las tensiones aumentan debido a las preocupaciones por la salud, por la inestabilidad laboral o el desempleo que acarreó el confinamiento, y es posible que las mujeres encuentren más restricciones para acceder a servicios esenciales o que perdieran el contacto con redes de apoyo que no pueden frecuentar, lo que facilita a los perpetradores del maltrato un mayor ejercicio de poder y de control sobre sus parejas”, explicó el Unicef y agregó que “esto encuentra relación con el hecho que la mayoría de las personas desplazadas que fueron entrevistadas en los albergues de Tijuana y Mexicali en tiempos de COVID-19 sean mujeres con sus hijas e hijos huyendo de la violencia aislada, esporádica o sostenida, proveniente tanto del crimen organizado como familiar, o incluso de ambos.”

Además, enfatizó que se presenta el fenómeno del desplazamiento forzado en México con un “boom” durante el periodo 2006-2012, sexenio presidido por Felipe Calderón Hinojosa, y la estrategia de seguridad impuesta, “que diversos autores coinciden en identificar como el eslabón clave en la cadena de expansión de la violencia en diversos estados del país”.

El organismo resaltó que en dicho periodo, cuando se incorporó a las fuerzas armadas y las corporaciones policiales en la lucha contra los intereses del crimen organizado, no sólo se multiplicaron los enfrentamientos y se “militarizó la seguridad”, sino que también se les hizo parte de las piezas en juego en ese entramado de poder, cayendo con frecuencia en una espiral de corrupción e impunidad ya existente en el país”. De acuerdo con el estudio, desde 2008 en Mexicali se observó entre adolescentes mexicanos no acompañados la salida causada por violencia del crimen organizado y por la presión de incorporarse a sus filas.

De acuerdo con Unicef, las dos principales causas del desplazamiento forzado interno son el crimen organizado y la violencia intrafamiliar. Foto: Adolfo Vladimir, Cuartoscuro.

“De tal manera, las operaciones del crimen organizado, caracterizadas por un intenso reclutamiento para alimentar las filas de los diversos cárteles y mecanismos de extrema violencia para la consecución de recursos y para el sustento del “sistema” (secuestros, asaltos, toma de “territorios”, exigencia de pago de cuotas por “derecho de piso” y promoción de la “cultura del narco”, entre otros), resultan en un ejercicio de poder beligerante entre los mismos cárteles, las instituciones y las autoridades, al grado que la violencia se alza como un riesgo generalizado para la sociedad en su conjunto”.

“Lo que relatan es que ‘por eso mi papá o mi mamá me mandaron para acá, para que fuera a Estados Unidos a reunificarme con mi tío, con mi abuela, con mi padrino, y salvarme de esa situación”, refirió al Unicef la directora del Albergue del Desierto como patrón recurrente entre varones y posteriormente también entre mujeres. Agregó que aproximadamente desde 2015 la mitad de las y los adolescentes atendidos en el albergue fueron desplazados forzados de entidades como Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Guanajuato y Veracruz.

Los autores de la investigación señalaron que las personas, especialmente originarias de Michoacán y Guerrero, se vieron forzadas a emigrar de sus lugares de origen debido a dos principales factores del desplazamiento ya mencionados. La mayoría de ellos se desplazó a la frontera norte en búsqueda de asilo en Estados Unidos, aunque muchos no han logrado ese objetivo, principalmente porque es difícil conseguirlo cuando el desplazamiento está ligado a la criminalidad, aunado al bloqueo de la frontera en los últimos dos años.

En agosto de 2019, las solicitudes de asilo llegaron a su pico en Tijuana con un máximo de nueve meses de espera en la lista, mientras que en Mexicali alcanzó el año. Para febrero de 2020, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), escasamente recibía en Mexicali entre 0 y 10 personas por día para presentar sus casos, y entre 0 y 30 en Tijuana, lo que derivó en una espera promedio de seis meses en esta ciudad y cinco meses en Mexicali.

Un mes después, se suspendió tanto el registro en la lista del lado mexicano como la recepción de solicitudes en Estados Unidos debido a la pandemia de COVID-19, ya que los trámites de asilo no estuvieron considerados dentro de las “actividades esenciales” en ese país. En Tijuana, la ciudad con el mayor número de personas en la lista, se registraba en 2020 a 9 mil 600 personas de diversas nacionalidades, “la mayoría mexicanos”, y en Mexicali cerca de 150 personas en total.

De acuerdo con las entrevistas realizadas por Unicef a personas que se encuentran en albergues a la espera de una respuesta por solicitud de asilo en EU, la mayoría proviene de Michoacán y Guerrero, ambos estados golpeados fuertemente por olas de crimen organizado. Foto: Captura de pantalla, Unicef.

“Desde entonces, y hasta la fecha de elaboración de este documento, continúa el cierre parcial de la frontera de manera indefinida, manteniendo inmovilizadas a las personas desplazadas internas en un tipo de tránsito suspendido”, se lee en las páginas del informe, en el que además se enfatiza que no hay una cifra exacta de cuántos mexicanos eran y son registrados para la solicitud de asilo, lo que crea una doble invisibilidad para las niñas, niños y adolescentes y sus familias desplazadas, ya que dentro del país ninguna institución los capta o registra como tales, facilitando que se magnifiquen sus condiciones de vulnerabilidad y limitando las posibilidades para que las infancias retomen su educación o cuenten con cobertura para la atención de su salud, entre otras dificultades.

Estas situaciones han dejado condiciones emocionales en los menores de edad debido al grado de incertidumbre y miedo que enfrentan. Algunas de las identificadas en el estudio fueron la percepción de conmoción, angustia y miedo, pues las y los infantes en estas condiciones viven duelos complejos, las pérdidas de sus patrimonios, y esto se refleja en inquietud, llanto frecuente, temor a la oscuridad, rebeldía, frustración.

“La espera en la frontera como un componente intangible y poderoso que se condensa en ansiedad e incertidumbre, en condiciones de vida de muy escaso capital económico y social para la planificación estratégica, con restricciones en materia laboral y protección en salud”,

Debido a esto, el Fondo recomendó que México legisle para garantizar los Principios Rectores y normar el desplazamiento forzado interno en una Ley General específica, la cual ha quedado pendiente debido, en parte, a que el Gobierno no había reconocido formalmente que se tratara de una problemática presente en el país.

“Por la falta de una legislación especializada, el desplazamiento forzado se reglamenta actualmente en México junto a otras problemáticas a través de la Ley General de Víctimas, que pone las bases para la atención, protección, reparación y garantía de derechos de las personas en situación de desplazamiento interno, consideradas como parte de los grupos de población en condiciones de vulnerabilidad”, señala el documento.

Las víctimas de desplazamiento forzado se sienten poco seguras tanto en sus lugares de residencia, como en albergues, ya que consideran que la seguridad ahí es temporal, en lo que resuelven sus solicitudes de asilo. Sin embargo, éstas pocas veces resultan favorables. Foto: Captura de pantalla, Unicef.

Si bien en abril de 2019, el Gobierno mexicano finalmente reconoció la existencia del desplazamiento forzado interno en el país, lo que dio pie a la posibilidad de que prosperara la mencionada iniciativa de Ley General para Prevenir, Atender y Reparar Integralmente el Desplazamiento Forzado Interno (Poder Legislativo, 29 de septiembre de 2020), en la iniciativa la única mención de niñas, niños y adolescentes se encuentra en el Art. 13, en la que se lee:

“Las autoridades de los tres órdenes de Gobierno deberán realizar las acciones necesarias para garantizar y proteger los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las personas en situación de desplazamiento forzado interno, considerando su situación especial de vulnerabilidad y teniendo en cuenta el impacto desproporcionado que la situación de desplazamiento tiene en determinados grupos, como las mujeres, los niños, niñas y adolescentes, personas mayores, los pueblos indígenas y tribales, las comunidades campesinas y la población LGBTI”.

Unicef precisó que la iniciativa contiene además dos referencias al “interés superior de la niñez” (Artículo 3°, Artículo 12) y tres a las “necesidades específicas de su edad” de personas desplazadas forzadas internas, considerando su “vulnerabilidad específica” y la necesidad de “trato diferenciado de asistencia”, pero al mismo tiempo muestra un escaso enfoque desde la infancia que plantee una atención especializada “fundamentada en la Convención sobre los Derechos del Niño (UNICEF, 2006) y en una doctrina integral que considere a la infancia y adolescencia como sujetos de derechos y no periféricos a los adultos”.

“En México, la atención al desplazamiento forzado interno continúa siendo predominantemente asistencialista, fragmentaria y parcial, en donde no se resuelve el problema porque la actitud es samaritana y voluntarista; es decir, paternalista. Queda pendiente, pues, concretar una política pública a nivel nacional con sus debidos instrumentos de operacionalización que pasen del discurso al ejercicio de derechos”.

Tomando en cuenta las fases del desplazamiento forzado interno: prevención, desplazamiento, regreso, reasentamiento y reintegración, señaladas en los Principios rectores del desplazamiento interno (CDH, 1998), la estancia enTijuana y Mexicali para quienes buscan asilo en Estados Unidos forma parte de la fase de desplazamiento en la que predomina “una movilidad intempestiva, perentoria, de huida” (Salazar, 2014, p. 59), por lo que entraña un estado de contingencia en el que corresponde ejecutar medidas urgentes para atender y proteger la vida e integridad de las personas y garantizar el respeto pleno de sus derechos humanos.

Los ataques armados continúan en Aldama, Chiapas; reportan 3 personas desplazadas con heridas

lunes, septiembre 14th, 2020

Ante esta situación de violencia, la población se desplaza forzosamente hacia los centros de refugios en cada comunidad. En estos momentos las agresiones armadas continúan, expuso el CDH.

Por Yessica Morales

Chiapas Paralelo, 14 de septiembre (SinEmbargo).- El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A. C. (Frayba) recibió información sobre la situación de riesgo de vida, seguridad e integridad personal de comunidades del pueblo maya Tsotsil en el municipio de Aldama, de acuerdo con el reporte, Raymundo Pérez Sántiz de 16 años y Armando Pérez Sántiz de 31 años originarios de la comunidad de Xuxch’en fueron emboscados en la comunidad Tabak en la rodada abajo del puente Tabak.

El sábado 12 de septiembre, a las 17:00 horas, Andrés Ruiz Santis, de 61 años, originario de la comunidad de Sepelton, fue herido de bala de alto calibre, arriba de la oreja izquierda, cuando regresaba de trabajar su parcela, esto en el camino de Tabak.

Frayba añadió que, según reportes de la Comisión Permanente de 115 comuneros desplazados, los ataques procedentes de grupos civiles armados ubicados en el municipio de Chenalhó se intensificaron y persisten desde el pasado 11 de septiembre.

Las comunidades agredidas son: Yetón, Ch’ivit, Juxtón, Ch’ayomte’, San Pedro Cotsilnam, Xuxch’en, Tabak, Koko’, Stselejpotobtik, en Aldama, desde los puntos de El Ladrillo, Tijera Caridad, Chalontik, T’elemax, El Chino, Fracción Ak’tik 2, Slumka, Tok’oy, El Colado, Tojtik, Telesecundaria y El Volcán, en Chenalhó.

Ante esta situación de violencia, la población se desplaza forzosamente hacia los centros de refugios en cada comunidad. En estos momentos las agresiones armadas continúan, expuso el CDH.

Asimismo, testimonios, del 04 de septiembre mencionan que, Juan Pérez Gutiérrez de 27 años y Mario Pérez Gutiérrez de 22 años, pertenecientes a la comunidad de San Pedro Cotzilnam, también resultaron heridos con armas de fuego.

Frayba recibió datos, estos relatan que los disparos fueron realizados cerca de las 10:45 hrs., desde el lugar conocido como T’elemax, cerca de salón Santa Martha, Chenalhó.

En el transcurso de esa semana, autoridades municipales de Aldama indicaron a diferentes medios de comunicación que, a pesar de los acuerdos firmados con los tres niveles de gobierno, los grupos armados de Chenalhó continúan atacando a comunidades de Aldama; y que los agentes de seguridad pública se retiraron.

Ante la situación, el Centro de Derechos Humanos, reiteró que el gobierno de Chiapas ha sido omiso ante la crisis humanitaria en la región Altos al ser permisivo con los grupos civiles armados de corte paramilitar de Chenalhó.

Por ello, de nuevo solicitaron se garantice de manera inmediata los derechos a la vida, seguridad e integridad física y psicológica de las familias del municipio de Aldama, en especial las ubicadas en los límites con Chenalhó.

También, que se aplique los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado de la Organización de las Naciones Unidad para proporcionar atención humanitaria a las familias en desplazamiento forzado de 13 comunidades en Aldama.

Por último, reiteraron la investigación pronta y adecuada, como la sanción, desarme y desarticulación a los grupos civiles armados de corte paramilitar de Chenalhó, responsables directos de los ataques que han provocado desplazamientos forzados en la región Altos de Chiapas.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE CHIAPAS PARALELO. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

El asedio de grupos paramilitares en Aldama, Chiapas, se intensifica ante la nula intervención de autoridades

martes, agosto 18th, 2020

El pasado 17 de julio, en medio de una situación de hambruna por las condiciones de desplazamiento forzado y agresiones en las que viven 2036 indígenas de Aldama, la niña María Luciana Luna Pérez, de 13 años, recibió dos disparos de arma de fuego, cuando se encontraba bordando en el patio de una vivienda del poblado Cocó, una de las 11 localidades que viven bajo el asedio de grupos de civiles armados.

Por Yessica Morales

Chiapas, 18 de agosto (Chiapas Paralelo).– El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C. (FRAYBA), recibió información urgente y grave de los pobladores como de la comisión permanente de los 115 Comuneros del municipio de Aldama; respecto al riesgo de vida, integridad, seguridad personal y el desplazamiento forzado en comunidades integrantes del pueblo Maya Tsotsil, dichas acciones son realizadas por el grupo de corte paramilitar de Santa Martha, Chenalhó.

Por lo anterior, según los testimonios, los ataques comenzaron a las 19:23 horas, del pasado 14 de agosto, los cuales no han cesado. El 15 de agosto se intensificaron las agresiones, los pobladores reportaron que el grupo armado había cruzado los límites de Aldama, estando en peligro las comunidades de San Pedro Cotzilnam y Yetón.

Asimismo, comunicaron, que dicho agresores, se encuentran divididos en tres grupos armados, ubicados en diferentes posiciones. Es así como, los disparos salieron a las 10:50 de la noche, a una casa en la comunidad de Yetón. Se escucharon fuertes detonaciones y atacaron una familia de esa misma comunidad.

Con base a lo anterior, esperan que no haya heridos y ninguna pérdida, pues hasta el momento no han tenido información.

Sin embargo, las familias que fueron atacadas por el grupo armado tuvieron que desplazarse a otra comunidad. Además, dieron a conocer que, la policía estatal que se encuentra instalada en la comunidad de Tabac, no intervino ante la situación.

Para el 16 de agosto a las 8:56 pm, reportaron de nueva cuenta que, el grupo civil armado continúa atacando a las comunidades de Yeton, Ch’ivit y Stzelejpotobtik. La policía estatal sigue sin actuar.

El CDH compartió que, los pobladores dieron a conocer el día de ayer 16 de agosto, a las 9:25 pm que, las personas del grupo armado se encuentran en los diferentes puntos de ataque como son el Puente, K’ante’, Templo, Panteón, Xchuch te’, Vale’tik, Santa Martha y en el punto del Ladrillo dentro de las 60 hectáreas en disputa, desde donde atacan a las comunidades de Aldama.

“Los ataques no cesan continúan por la tarde, por la noche, en la madrugada como fue la situación de agresión en la comunidad de San Pedro Cotzilnam, Aldama; en los puntos de T’ul Vits Santa Martha del municipio de Chenalhó. La acción armada duro desde las 11:30 a 12:14 horas, lo cual ha sido un patrón recurrente”, comparte el CDH.

Otros reportes, realizados en 17 de agosto a las 12:38 am, ubican agresiones armadas en la comunidad de Coco’, por los grupos armados de Santa Martha, Chenalhó; desde el punto de el Tok’oy Saclum. La comunidad de Stzelejpotobtik en Aldama sigue siendo atacada por armas de fuego de alto calibre.

Aldama #LesQueremosEnCasa. Fotos: Expo Foto Virtual: Paz para el Pueblo de Magdalena. Participan: Isaac Guzmán, Isabel Mateos, Marissa Revilla, Luis Aguilar, Carlos Ogaz, Rodrigo Pardo y Carlos López.

Es importante mencionar que, los disparos no cesan a pesar de las solicitudes de intervención que ha realizado FRAYBA junto con los reportes de los 115 representantes de las comunidades de Aldama, ante las autoridades estatales; la repuesta es la indiferencia, cargada de racismo y discriminación; tanto de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, como de Rutilio Escandón Cadenas, Gobernador del Estado de Chiapas.

Otros de los patrones es que, los ataques persisten y se hacen mayores los fines de semana, los puntos de agresión son los mismos; el Puente, Tijera Caridad, K’ante’ Templo, empezó a las 2 de la tarde del día 16 de agosto. Y siguen hasta las 12:53 am de la madrugada del 17 de agosto.

“Siguen los disparos en el punto de Chalontik, Tijera Caridad entre Santa Martha en dirección hacia las comunidades de Stzelejpotobtik y Juxton Aldama, registrado a las 1:37 am”, comparten.

Ante lo expuesto, son al menos 26 ataques con armas de alto calibre, realizados por grupos civiles armados de corte paramilitar que operan en la región y que son procedentes de comunidades de Santa Martha, en el municipio de Chenalhó.

La situación de violencia crea un ambiente de terror a la población de las comunidades señaladas, así como en otras ubicadas en los límites de Aldama y Chenalhó. Insistieron que, con la contingencia por Covid-19, aumenta el riesgo de vulnerabilidad en el que se encuentra la mayoría de las mujeres, niños y personas mayores, quienes se ven obligados a refugiarse en las montañas ante los reiterados ataques.

Por ello, urgen al Estado mexicano para que accione las medidas de seguridad y precautorias para evitar hechos que sean de difícil reparación, como el derecho a la vida, seguridad e integridad personal y el escalamiento del desplazamiento forzado. Y que, investigue de manera pronta y adecuada, como sancionar, desarmar y desarticular a los grupos armados de corte paramilitar, responsables de los ataques armados que han provocado desplazamientos forzados en la región Altos.

Cabe mencionar que, 2036 indígenas tsotsiles del municipio de Aldama; duermen y despiertan con el temor de sufrir una emboscada, llevan en un cuaderno anotado las veces que les han disparado, durante los últimos meses, desde una montaña colindante con sus tierras, ubicada en Chenalhó. Ante la indiferencia de las autoridades, el lunes 15 de julio organizaciones humanitarias llevaron un poco de frijol y maíz, porque la hambruna, producto de no poder acceder a sus tierras y cosechar sus alimentos, ya se refleja en sus cuerpos.

Por último, el 23 de enero de 2019, ante las denuncias sobre las agresiones de los civiles armados, el Gobierno Federal se vio obligado a instalar en las comunidades afectadas de Aldama, un destacamento de policías federales, estatales y el Ejército Mexicano. Las agresiones no se detuvieron con esa medida, los civiles armados continuaron disparando y a la fecha.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE CHIAPAS PARALELO. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN. 

Cárteles y grupos de autodefensa causaron 7 mil nuevos desplazamientos en México en 2019: informe

martes, abril 28th, 2020

El Observatorio de Desplazamiento Interno, una organización civil que forma parte del Consejo Noruego de Refugiados, publicó este martes su informe anual sobre 2019, que ofrece una panorámica alarmante sobre la situación en Latinoamérica, donde un desplazado por una catástrofe natural tiene muchas más probabilidad de retorno que un desplazado por violencia.

Por Isabel Saco

Ginebra, 28 abr (EFE).- Latinoamérica fue escenario de 1.2 millones de nuevos desplazamientos forzados en solo un año, que se dividieron de forma casi idéntica entre los causados por desastres naturales y por situaciones violentas que forzaron a la gente a abandonar los lugares donde vivían.

El Observatorio de Desplazamiento Interno, una organización civil que forma parte del Consejo Noruego de Refugiados, publicó este martes su informe anual sobre 2019, que ofrece una panorámica alarmante sobre la situación en Latinoamérica, donde un desplazado por una catástrofe natural tiene muchas más probabilidad de retorno que un desplazado por violencia.

Así lo prueba el hecho de que a finales del pasado año el número de personas que seguían desplazadas por desastres en todos los países latinoamericanos era de 156 mil, mientras que aquellos que lo fueron por violencia o conflicto era de 6.5 millones.

Ante las amenazas y la falta de la presencia de las autoridades, las mujeres y niños han abandonado las comunidades de Guerrero. Foto: El Sur

A nivel mundial, el fenómeno del desplazamiento volvió a romper un trágico récord, con un acumulado de 50.8 millones de víctimas en la actualidad.

En una entrevista con Efe, la directora del Observatorio, Alexandra Bilak, dijo que los dos epicentros mundiales de desplazamientos por conflictos son África subsahariana y Oriente Medio, pero que su entidad ha documentado nuevas olas de desplazamiento forzado en Centroamérica y Sudamérica.

En esta región, uno de los mayores desafíos es la escasez de datos, “por lo que asumimos que el desplazamiento forzado que reportamos está por debajo de la realidad”.

Las familias y las comunidades que sufren sus consecuencias en forma de extorsiones, secuestros, desapariciones, torturas y desplazamientos forzados. Foto: Cuartoscuro

DESPLAZAMIENTO EN MÉXICO Y CENTROAMÉRICA

Según el informe que acaba de hacerse público, las acciones de grupos paramilitares, cárteles de la droga y grupos de autodefensa causaron 7 mil nuevos desplazamientos en México solo en 2019, pero se sabe que esta cifra está subestimada.

La dificultad de entender la situación se hace mayor debido a que México carece de un registro oficial de desplazados internos.

Guatemala, Honduras y El Salvador, donde el desplazamiento interno es un problema agudo, firmaron un acuerdo con Estados Unidos que impide que las personas que se dirigen a este país pidan asilo allí si antes no lo han hecho en alguno de los tres primeros países.

Eso significa que una persona podría ser devuelta al país del que ha escapado justamente por la violencia, lo que no le da más opción que continuar su vida como desplazado interno.

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La situación mas dramática se registró en El Salvador, donde sólo el año pasado hubo 454 mil nuevos casos y los principales motivos fueron amenazas, extorsión y asesinatos por parte de bandas criminales.

DESPLAZAMIENTO FORZADO NO BAJA EN COLOMBIA

Un dato decepcionante es el de Colombia, donde el desplazamiento interno continuó produciéndose al mismo ritmo que en años anteriores (139 mil en 2019, frente a 145 mil en 2018 y 139 mil en 2017), a pesar del acuerdo de paz suscrito entre el Gobierno y las FARC en 2016.

Por el lado de los desastres, las inundaciones provocaron 35 mil desplazados adicionales.

Bilak sostuvo que el aspecto positivo es que Colombia figura como el país más riguroso de Latinoamérica a la hora de registrar a los desplazados, por lo que las cifras reflejan la realidad.

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En Brasil, el principal factor de desplazamiento fueron las inundaciones y deslizamientos de tierra, aunque las sequías y erosiones costeras en otras partes de este inmenso país también fueron documentadas, todo lo cual provocó 295 mil nuevos desplazamientos.

Sin embargo, el informe reconoce que se desconoce el impacto de los incendios en la Amazonía y a cuántas personas habría obligado a abandonar sus áreas de vida, aunque todo indica que “las comunidades indígenas fueron duramente afectadas por el fuego”.

También se reportaron desplazamientos forzados en 2019 por desastres naturales en Perú (10 mil), Bolivia (77 mil), Paraguay (54 mil), Argentina (23 mil) y Uruguay (22 mil).

La gran pregunta que no tiene respuesta por ahora es lo que está sucediendo en Venezuela, ya que no hay cifras oficiales ni organizaciones locales que recojan datos sobre el desplazamiento interno que sin duda está ocurriendo ante la crisis general.

“Es muy difícil creer que no hay desplazados que requieren protección y asistencia en Venezuela”, sostuvo Biskal.

Los niños del éxodo, el documental que muestra la infancia interrumpida por la violencia en México

lunes, diciembre 16th, 2019

De 2006 a 2018, sumaron 338 mil 405 personas víctimas de desplazamiento forzado en México. Tan sólo durante el año pasado se registraron 11 mil 491 personas desplazadas, de acuerdo con el último informe de la CMDPDH. Del total de los casos registrados, en el 72 por ciento de éstos había la presencia de niñas y niños.

Los Niños del éxodo es un documental de Wilma Gómez Luengo que tuvo su estreno en DocsMX y que da voz a estos niños que perdieron todo por la violencia: su casa, sus amigos, sus juguetes, pero sobre todo su libertad.

Ciudad de México, 16 de enero (SinEmbargo).– Tan sólo en 2018, 11 mil 491 personas fueron víctimas de desplazamiento interno forzado masivo en México, de acuerdo con el último informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH). Del total de los casos registrados, en el 72 por ciento de éstos había la presencia de niñas y niños.

Esta cifra es alarmante, pues muchas de estas pequeñas voces no hay quien las escuche y son los más vulnerables. Por esta razón, la directora Wilma Gómez Luengo decidió filmar el documental Los Niños del éxodo, un filme que se convirtió en un espacio en donde los menores de edad expresaron desde su experiencia cómo vieron el desplazamiento forzado desde sus comunidades para que con sus testimonios se sensibilice sobre de esta crisis humanitaria.

Los dibujos se vuelven el medio de expresión para los niños. Foto: Cortesía para SinEmbargo

“Es un tema que ha estado en el marco de toda la violencia, de todos los sucesos, de los desaparecidos, de las muertes. El tema del desplazamiento ha quedado un poco insensibilizado”.

“Pensé que las víctimas más invisibles de todo esto son los niños. Decidí que era importante darle voz a los niños y también reflexionar sobre las consecuencias que tienen éstos sucesos en la vida de los niños y en el futuro de ellos”, comentó en entrevista para SinEmbargo, Wilma Gómez.

El documental, producido por Tita Lombardo en coproducción con IMCINE y con el apoyo del FONCA, formó parte de la selección oficial de Docs MX de este año. Los Niños del éxodo tuvo un trabajo de investigación previo a su filmación que obligó a su directora a acercarse a especialistas como Brenda Gabriela Pérez Vázquez, de la CMDPDH; Laura Rubio Díaz-Leal, consultora del Observatorio de Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados (IDMC), además periodistas.

El filme está centrado en víctimas de desplazamiento del estado de Guerrero, lugar que en 2018 reportó el mayor número de estos casos (con 5 mil 056 personas desplazadas), seguido de Chiapas (5 mil 035), Sinaloa (860), Oaxaca (300), y Michoacán (con 240). De acuerdo con la Comisión.

Las historias de los menores refugiados de cómo tuvieron que huir de sus comunidades es narrada a través de sus dibujos. El hacerlo de esta forma comprometió a su directora a prepararse con especialistas de la Universidad de Morelos para que la asesoran sobre un acercamiento adecuado con los niños, así como sus padres.

“En nuestra investigación encontramos técnicas de trabajo con los niños, las cuales se utilizan con niños refugiados[…]. Empezamos a aprender la forma en que podíamos preguntar, el tipo de pregunta que podíamos hacer, el ambiente que podíamos crear, los acuerdos con ellos, y con base en eso, pues establecimos que podíamos hacerlo a través del dibujo, el arteterapia que le llaman, pues es muy propicio para expresarte y hablar sobre situaciones traumáticas con los niños”.

Hubo una preparación previa para poder interactuar con los niños y así no revictimizarlos. Los dibujos se vuelven el medio de expresión para los niños. Foto: Cortesía para SinEmbargo

Por medio de los talleres de dibujo en los refugios donde ahora habitan, los niños tomaron confianza y relataron sus casos. Testimonios honestos que sin duda sensibilizan al espectador y lo acercan a los ver cómo es que los niños asimilan la violencia y cómo luchan día a día con sus nuevos entornos.

“Fue importante para nosotros no forzarlos en ningún sentido ni revictimizarlos”, aseguró Wilma. En tanto, “los papás eran más abiertos a hablar y con ellos podíamos tratar temas más profundos o más de la realidad imita y dura. Los papás nos daban el contexto y otros datos”.

La CMDPDH expone que de acuerdo al registro total de personas internamente desplazadas por la fuerza en México, de 2006 hasta diciembre de 2018, asciende a 338 mil 405.

Respecto a las 11 mil 491 víctimas de 2018, el 80 por ciento de los episodios de desplazamiento masivo se debió a la violencia generada por grupos armados organizados en Guerrero, Sinaloa y Michoacán. Mientras que el 20 por ciento se originó por violencia política, conflictividad social y/o conflictos territoriales. El 84 por ciento de estos episodios ocurrieron en localidades rurales.

Estas cifras son reflejo de lo que muestra el documental que se trabajó más de cuatro años y se filmó en dos. Los padres de los niños son campesinos desplazados por la violencia que recibieron amenazas de muerte, y que ahora, en un refugio –que apenas les da lo necesario– se deprimen por no encontrar un trabajo estable, sin poder regresar a sus comunidades, y con un futuro incierto.

“Lo que ellos buscaban era ser reubicados, o sea recuperar su vida, y esa ayuda nunca llega. Son dos años en que la gente llega a un espacio. Son campesinos que llegan a un espacio urbano donde no hay trabajo, donde lo que consiguen es esporádico, donde se enfrentan al problema que para todo se necesita dinero”.

Wilma Gómez explica que en Los Niños del éxodo debe su nombre a este viaje que hacen los niños con sus padres de su pueblo a lugares lejanos: “Son exiliados en su propio país, o sea van de un lugar a otros. Antes de llegar a este refugio ya venían de otros lugares”.

Los desplazados carecen de leyes que los protejan. Foto: Cortesía para SinEmbargo

El coche cultural, la estigmatización, así como la falta de de leyes de respalden su derechos dejan al desamparo a estas familias.

“Es una historia de pérdidas para los niños. Desde el punto de vista de los niños es una historia de perdidas, pierden cuando salen de su comunidad, pierden sus amigos, sus juguetes, su casa, su ambiente”.

El documental permanecerá en los próximos meses en un circuito de festivales que dio inicio en Docs MX. Wilma Gómez quiere con Los Niños del éxodo se sensibilice al espectador y a quienes toman decisiones en el país para que haya un cambio con este sector vulnerable.

“La sensibilización siempre ha sido uno de los objetivos porque apelas más al sentimiento, no es algo que hable de los datos duros o que hable de estadísticas, simplemente las emociones de quienes son las personajes. En el documental se ve la parte más humana”.

Artículo 19 denuncia que Lydia Cacho huye mientras que quienes la torturaron “gozan de impunidad”

jueves, agosto 29th, 2019

La organización exigió “que el Estado mexicano ejecute las órdenes por parte de la Fiscalía General de la República con la debida diligencia, pues no existe justificación para retardar las detenciones”. Además pidió que se garantice la seguridad de Lydia Cacho.

“Estar fuera de mi país es equivalente a una condena o sanción por hacer mi trabajo y por buscar justicia. Me encuentro en situación de desplazamiento forzado ante la incapacidad del Estado mexicano para protegerme como sobreviviente de tortura”, declaro la periodista.

Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).- La periodista y defensora de derechos humanos, Lydia Cacho Ribeiro, cumple un mes de desplazamiento forzado fuera del país debido a las agresiones perpetradas el pasado 21 de julio, cuando dos sujetos armados allanaron su casa, envenenaron a sus perras y robaron material periodístico.

“Es inaceptable que en México las sobrevivientes de tortura y violaciones graves a derechos humanos no cuenten con las mínimas garantías. Mientras tanto, los perpetradores y sus cómplices, tiene garantizada la perpetuación de sus acciones criminales”, sostuvo Artículo 19 en un comunicado.

Por ahora siguen en proceso los juicios de amparo promovidos por diversos policías prófugos, así como Adolfo Karam, Mario Marín y Kamel Nacif. Los juicios de los tres últimos, radicados en un tribunal de Cancún, Quintana Roo.

“Parece que los intereses que protegen a la mafia político-empresarial que compone las redes internacionales de pederastia y trata de menores de 18 años, son mucho más grandes que cualquier intento de legitimarse mediante el cumplimiento de la ley”, denunció la organización.

Lydia se vio orillada a salir del país ante la falta de garantías mínimas para ejercer su labor y continuar con el proceso de búsqueda de justicia por los hechos de detención arbitraria, tortura y violencia sexual perpetrados en su contra en diciembre de 2005.

Los actos de violencia posteriores se ejecutaron a pesar de la decisión final adoptada por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en julio del año pasado, y la reactivación de las investigaciones que decantaron en órdenes de captura contra diversos policías judiciales del Estado de Puebla y Quintana Roo, así como contra Mario Marín, Adolfo Karam y Kamel Nacif.

La principal línea de investigación se relaciona con la “intención de propinarle un castigo” por la exigencia de justicia.

“Estar fuera de mi país es equivalente a una condena o sanción por hacer mi trabajo y por buscar justicia. Me encuentro en situación de desplazamiento forzado con la subsecuente violación de mis derechos humanos a la integridad, libertad y seguridad personales ante la incapacidad del Estado mexicano para protegerme como sobreviviente de tortura y garantizarme justicia”, declaro la periodista.

La organización exigió “que el Estado mexicano ejecute las órdenes por parte de la Fiscalía General de la República con la debida diligencia, pues no existe justificación para retardar las detenciones”. Además pidió que se garantice la seguridad de Lydia Cacho.

Grupos armados se apoderan de pueblos en Guerrero y ya van 5 mil desplazados, 590 son menores

sábado, junio 15th, 2019

La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos presentó el informe Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México Informe 2018, donde alerta que hasta 5 mil 56 personas han sido víctimas de desplazamiento forzado en Guerrero, entre ellas habría 590 menores de edad.

Por Ramón Gracida Gómez 

Acapulco, Guerrero, 14 de junio de 2019 (ElSur).- En Guerrero 5 mil 56 personas, 590 menores de edad, fueron víctimas de desplazamiento forzado masivo en 2018, de acuerdo con un informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH). Son habitantes de San Miguel Totolapan, Leonardo Bravo (Chichihualco), Eduardo Neri (Zumpango), Zitlala, Apaxtla, Ajuchitlán del Progreso, Petatlán y La Unión que huyeron por la violencia de grupos armados.

La CMDPDH presentó Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México Informe 2018 en los primeros días de junio que se encuentra en su página web. Con base en una investigación hemerográfica que incluye los desplazamientos de diez núcleos familiares en adelante o 50 personas, cuantifica 5 mil 56 víctimas de Guerrero, 590 menores de edad, inferior a las 5 mil 948 de 2017 pero mayor a las mil 650 del 2016, primer año de su registro estatal.

Representan el 44 por ciento de las 11 mil 491 víctimas del país y aumentan a 338 mil 405 desde 2006.

Muy cerca está Chiapas con 5 mil 35 desplazados, luego Sinaloa con 860, Oaxaca con 300 y Michoacán con 240.

El informe señala que la causa de los 13 desplazamientos en Guerrero es la violencia de grupos armados.

Vía telefónica se le preguntó a la coordinadora del área de desplazamiento de la CMDPDH, Brenda Pérez por qué el estado presenta varios episodios mientras que otros igual de violentos no. Dijo que probablemente influya la disputa del territorio que ocasiona una singular violencia con el fin de ahuyentar a comunidades enteras.

También puede existir un sesgo informativo de los medios en otros estados que no publican sobre estos hechos como en Guerrero. Criticó la falta de registro gubernamental que no permite cuantificar de manera exacta la magnitud del problema.

El episodio más numeroso ocurrió el 11 de noviembre cuando 2 mil personas aproximadamente, 400 menores de edad, de las comunidades Puerto General Nicolás Bravo (Filo de Caballos), Los Morros, Campo de Aviación, La Escalera, El Naranjo, Carrizal de la Vía, El Balzamar y Tepozonalco, municipio de Leonardo Bravo, se desplazaron por enfrentamientos entre grupos armados, uno de ellos el Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG) conformado por 3 mil hombres.

El 17 de noviembre intentaron retornar pero su caravana, acompañada de militares, policías, periodistas y personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), fue atacada entre Los Morros y Campo de Aviación.

En marzo pasado se plantaron frente a Palacio Nacional y luego regresaron a Chichihualco, donde se han refugiado todo este periodo, con la promesa de la ayuda federal que ha llegado por partes.

El Marco de Soluciones Duraderas para los Desplazados Internos que se presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas establece que las víctimas deben tener seguridad y libertad de circulación, acceso a la alimentación, vivienda, agua, salud, educación y empleo, entre otros derechos.

NO SE GARANTIZA EL DERECHO AL RETORNO 

Brenda Pérez señaló que los desplazados de Chichihualco evidenciaron la falta de entendimiento de las necesidades de las víctimas, de protocolos de actuación y de una repartición clara de las responsabilidades de las dependencias involucradas. Expuso que el derecho al retorno debe ser asistido, seguro y digno lo cual no se ha logrado ante la falta de condiciones “porque no se combaten las causas estructurales que causaron el desplazamiento”.

Guerrero es el único estado junto con Chiapas que cuenta con una ley sobre la materia desde 2014 –“está bien hecha” a criterio de la entrevistada– pero no tiene reglamento, “omisión de las autoridades locales por no poder ofrecer medidas integrales a las víctimas”, y debe crearse, asignarle presupuesto y formar un consejo que planee programas y políticas públicas.

La irrupción de 200 hombres armados en el poblado Los Corralitos el 9 de junio desplazó a 92 familias y regresaron 16. En Las Palmas, Eduardo Neri, 300 habitantes lo sufrieron el mismo día. Todos se refugiaron a Tlacotepec o Chichihualco. En Carrizal de Bravo, comunidad de Leonardo Bravo, 225 habitantes huyeron entre el 5 y 9 de septiembre por la llegada de un grupo armado que realizó diversas agresiones en esas fechas.

De las comunidades de San Bartolo y Laguna de Hueyanalco, municipio San Miguel Totolapan, 100 habitantes huyeron alrededor del 20 de marzo ante la presencia de Los Tequileros que llegaron a esa última comunidad en mayo de 2017 tras abandonar La Gavia, su bastión.
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El 10 de abril 92 habitantes, 40 menores, de esas comunidades más Jimotla salieron con resguardo del Ejército y la policía estatal rumbo a Atoyac por los enfrentamientos entre La Familia Michoacana y Los Tequileros.

De la misma forma se desplazaron 131 integrantes de la comunidad Las Ventanas el 17 de julio por el “acoso” de Los Tlacoleros de Tlacotepec.

La comunidad nahua Tlatempanapa, Zitlala, vivió su primer desplazamiento el 6 de noviembre cuando 70 personas, 35 menores, huyeron de un supuesto grupo de autodefensa al servicio de Los Ardillos caminando por dos noches hacia Zitlala, donde les negaron ayuda, y se fueron a Copalillo, al igual que otras 62 personas, 32 menores, en un segundo evento fechado el 3 de diciembre.

El primer desplazamiento del año fue el 5 de enero cuando 900 habitantes de San Felipe del Ocote, Apaxtla, con apoyo de la Policía Comunitaria de ese municipio, huyeron de La Familia Michoacana que los obligaba desde hace más diez años a proveerles de “alimento, agua y hospedaje”. Una semana después 86 personas huyeron de la localidad San Pedro de los Limones.

Entre las fechas 19 y 21 de ese mes 82 habitantes de la Unión y Buenavista Tomatlán, municipio de Michoacán, huyeron por una persecución de grupos armados vinculados al cártel de Los Viagras rumbo al cruce fronterizo El Chaparral, en Tijuana, donde solicitaron asilo a Estados Unidos. Otras 15 familias de Guerrero y Michoacán–no se especifica el municipio de residencia–también lo hicieron en primera semana de marzo al igual que 109 entre enero y febrero, de acuerdo con La Casa del Migrante a la que se cita.

 El 29 de mayo 306 habitantes, 83 menores, de Los Horcones y Las Mesas en Cerro Azul, Ajuchitlán del Progreso, huyeron hacia Tecpan por la irrupción de hombres armados en sus localidades.

El 4 de octubre 16 familias de El Zapotillal y 8 de Las Canalejas, poblados de la ruta de los Campesinos Ecologistas de Petatlán y Coyuca de Catalán destaca el documento, salieron por amenazas de un grupo relacionado a la Familia Michoacana. Después 4 familias de Las Canalejas huyeron y sumaron 112 desplazados.

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Olvidados por el Gobierno de Guerrero, indígenas Na Savi son desplazados en extrema pobreza

sábado, enero 26th, 2019

Cerca de 200 mujeres y hombres, entre ellos más de 45 niños y niñas provenientes de Cochoapa y Metlaltónoc han sido desplazados al municipio de Tlapa, en Guerrero. La pobreza, la falta de apoyos gubernamentales orientados al campo y los desastres naturales los han convertido en habitantes nómadas en busca de mejores oportunidades que les permitan una vida digna. Sin ninguna otra alternativa han caminado desde la región de La Montaña para llamar la atención del nuevo Gobierno federal.

Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- Felipe es originario de Cochoapa, un municipio en la montaña de Guerrero en el que servicios como hospitales o escuelas son escasos. Desde hace algunos años migró al municipio de Tlapa de Comonfort donde aprendió el idioma español y pudo concluir la secundaria. Su situación económica no le permitió continuar con sus estudios por lo que tuvo que comenzar a trabajar en actividades de albañilería.

Como Felipe, muchas otras personas de su comunidad se desplazan de manera continua entre la montaña para poder estudiar o para poder recibir atención médica. Cada vez que es necesario los habitantes de estos dos municipios invierten el poco dinero con el que cuentan  para poder atender sus enfermedades en los hospitales de Tlapa; cuando las cosas son más difíciles tienen que ir hasta Chilpancingo, un gasto mayor que pocos pueden sostener.

El joven establecido en Tlapa fue sorprendido hace tres meses por  familias enteras. Habitantes de Chochoapa y Metlaltónoc, hablantes del idioma tu’un savi, habían decidido desplazarse para abandonar las duras condiciones de vulnerabilidad en las que se encontraban: pobreza, marginación y falta de servicios sociales que se habían agraviado en 2013, cuando las tormentas “Ingrid” y “Manuel” dejaron el territorio totalmente dañado. Más de 200 mujeres y hombres, entre ellos más de 45 niños y niñas, dejaron atrás su lugar de origen.

“Quedó totalmente rajado”, afirmó Felipe, quien a su vez recordó cómo después del desastre los comuneros de Cochoapa solicitaron el apoyo de Enrique Peña Nieto, sin que él o algunas  autoridades locales les brindaran respuestas. Los habían dejado en el abandono y el olvido.

La pobreza, la falta de apoyos gubernamentales orientados al campo y los desastres naturales habían convertido a los indígenas Na Savi en habitantes nómadas. Sin ninguna otra alternativa caminaron desde la montaña para llamar la atención del nuevo gobierno.

El 20 de noviembre del 2018 se establecieron en un terreno baldío de la colonia Las Mesas, de Tlapa de Comonfort, sin saber saber que éste le pertenecía a alguien. A los dos días de su llegada, Constancio Sánchez, apoderado legal del terreno, les exigió que pagaran el precio del terreno -450 mil pesos- o de lo contrario salieran del territorio. Sin alternativas permanecieron en el lugar.

Familias desplazadas de Cochoapa el Grande y Metlatónoc, en Guerrero, intentan ser desalojados de un terreno Baldío en la Colonias Las Mesas del municipio de Tlapa. Foto: Cortesía Tlachinollan.

Neil Arias, integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan,  afirma que con ánimo resolutivo los habitantes de Cochoapa y Metlatónoc buscaron el apoyo del gobierno. En noviembre sostuvieron algunas reuniones con Dionisio Pichardo, Presidente Municipal de Tlapa, quien no pudo más que comprometerse con ellos a no usar la fuerza pública para desalojarlos.

Sin embargo, al no poder pagar la cuantiosa cifra, el 13 de enero, los indígenas Na Savi fueron desalojados con maquinaria pesada y camiones de volteo. Los encargados del desalojo acabaron con sus chozas improvisadas, además de los colchones y cobijas que habían conseguido para dormir, y las reservas de frijol y maíz con las que contaban.

El acto fue ordenado por el supuesto apoderado legal del terreno y observado por la policía preventiva municipal. Los oficiales de seguridad no hicieron nada por defender a los comuneros. Incluso, afirmó Arias,  se olvidaron de brindar atención a la señora Florentina Vázquez Martínez, quien fue golpeada hasta sufrir un desmayo y posteriormente llevada  al Hospital Regional de Tlapa por sus propios compañeros.

Al hablar sobre la historia del desplazamiento, Felipe insistió una y otra vez en la necesidad de que el nuevo gobierno preste atención a su caso. El 12 de enero tuvieron oportunidad de reunirse con el nuevo Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien realizó una visita a Tlapa. Los habitantes de ambas comunidades le extendieron sus necesidades. El encuentro les dio esperanza, sin embargo, en ellos aún persiste la duda ocasionada por el silencio.

Los comuneros están dispuestos a cruzar todos los caminos que sean necesarios para que se les brinden los apoyos que requieren para encontrar un sitio donde establecerse. Actualmente se encuentran en un terreno cercano al Hospital regional de Tlapa, fueron llevados por la organización Tlachinollan.

“Nosotros no queremos quitarle su terreno a nadie, queremos buscar la manera de pagarle. No sabíamos que el terreno tenía un dueño. Al Presidente [Andrés Manuel López Obrador] le entregamos en sus manos una petición y si no recibimos respuesta vamos a ir a México, a su oficina. Vamos a esperar a que nos diga algo”, agregó Felipe.

Decenas de adultos y niños se establecieron en el campamento de Las Mesas. Ahí, con palos, cobijas y lonas construyeron pequeños refugios para resguardarse de la lluvia, el calor y el frío. Las familias aseguran que prefieren morir en Tlapa que regresar a sus pueblos, pues allá no tienen futuro. Foto: Yaotl Silva, Cuartoscuro

CAUSAS DEL DESPLAZAMIENTO

Los principios rectores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establecen que los desplazados internos son “personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”.

Ramón Martínez, experto en desplazamiento forzado y defensor de la tierra, explicó que existe una necesidad en diferenciar los conceptos de migración y desplazamiento forzado, teniendo en cuenta que el segundo implica todas aquellas condiciones que ponen en riesgo la vida de un individuo o de una comunidad.

“En México, el desplazamiento forzado tiene como origen la violación generalizada de derechos, la violencia generalizada o la situación de conflicto social que puede tener variantes como el conflicto, o por el despojo territorial de comunidades para la construcción de infraestructura gigante, para megaproyectos o para la privatización de la tierra, con todo un conglomerado de privatización de los recursos, un modo sistemático de despojo que por generaciones se ha producido”, afirmó el especialista.

De acuerdo con el experto, en México el desplazamiento forzado comenzó a repuntar en el 2012 cuando se incrementaron los actos violentos cometidos por el crimen organizado y por el Estado, este último ha cometido actos para destituir de sus tierra a las comunidades para construir  infraestructuras gigantes y megaproyectos. Asimismo, refirió que el fenómeno ha persistido por una falta de voluntad política para regularlo.

“Hay falta de voluntad política, falta de herramientas institucionales y legales y hay una falta de conciencia socio-política de este fenómeno generalizado en México (…) La agenda legislativa federal todavía es omisa del tema”, afirmó Martínez.

Unas 152 familias de Cochoapa el Grande en su mayoría dedicadas a la siembra de amapola se desplazaron de sus comunidades debido a la caída en las ventas de la planta, que es su principal sustento. ONGs exigen a los gobiernos estatal y federal que brinden atención rápida a los indígenas. Foto: Yaotl Silva, Cuartoscuro

En el marco existen criterios de subjetividad, sin embargo, la ausencia de servicios sanitarios y alimentarios pueden ser considerados como motivos de desplazamiento al tener en cuenta que su ausencia son una negación de derechos humanos.

Los habitantes de Cochoapa y Metlatónoc fueron alentados a desplazarse por  la negación histórica de dichos servicios, así como por la manifestación de los efectos de dos fenómenos naturales.

Paulino Rodríguez, responsable de atención y acompañamiento de jornaleros agrícolas y migrantes transfronterizos del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, reconoce como principales motivos para el desplazamiento de los habitantes de la montaña de Guerrero la falta de atención que ha recaído sobre ellos:

“La población de Guerrero migra principalmente por la falta de empleo, porque sus suelos no son fértiles para sembrar lo más básico: maíz frijol. La marginación, la pobreza y la falta de políticas públicas para atender estas problemáticas obliga a las familias a migrar, principalmente a los campos agrícolas del interior del país. Un motivo nuevo de migración también es la violencia”.

El fenómeno histórico en Guerrero se explica  al conocer las condiciones sociales de pobreza, marginación y violencia.

LA MARGINACIÓN

En el 2016 las mediciones de pobreza del Coneval estimaban que el 43.6 por ciento de los mexicanos vivía en pobreza; es decir, 53.4 millones de personas enfrentaban por lo menos una carencia de los seis indicadores: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos de vivienda  y acceso a la alimentación. A su vez, otro 7.6 por ciento, 9.4 millones de personas, tenían tres o más carencias de las seis posibles.

Los estados del sur del país concentran los números más altos de pobreza y pobreza extrema. En estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero más del 60 por ciento de su población se encuentra en esta situación de vulnerabilidad. En este último al menos  2.31 millones de personas son pobres y otras 868 mil 10 están en pobreza extrema.

Entre los municipios de Guerrero con mayor porcentaje de carencias se encuentra Chochoapa el Grande, con una estimación de 87.7 por ciento de pobreza. Es el municipio más pobre del estado, seguido por Metlatónoc con una medición de 76.9 por ciento.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 Guerrero, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ambos municipios presentan las cifras más altas de dependencia –valor que refleja el efecto de la fecundidad y la migración– y las carencias más grandes en materia educativa y de salud pública.

 En los rubros que se refieren a los porcentajes de la población asistente a la escuela, ambos municipios no están presentes por no presentar un número superior al 18 por ciento; sin embargo, en la tasa de analfabetismo encabezan la lista con un 56.1 por ciento para Cochoapa y un 43 por ciento para Metlatónoc.

Con un 99.1 por ciento y 98.5 por ciento de población autodenominada indígena, ninguno de los dos municipios se encuentra en el listado de población afiliada al sector público, esto a pesar de que las cifras más altas de hijos nacidos de mujeres de 15 a 49 años son para Cochoapa (de 3.3 hijos en promedio por mujer) y 3.1 para Metlatónoc. Lo mismo ocurre con el porcentaje de fallecimientos de mujeres mayores a 12 años: 17.7 por ciento para el primero y 13.9 para el segundo.

Las indicadores de marginalidad son aún más escandalosos cuando se comparan con el resto de la República. De acuerdo con las cifras del Índice de Desarrollo (IDH) elaboradas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el municipio de Chochoapa presenta las cifras más bajas 0.362 , frente a una media nacional de 0.732.

De igual forma es el segundo municipio con peor índice de educación, solo superado por Coicoyán de las Flores en Oaxaca y rebasado por más de ocho centésimas por la Alcaldía de Benito Juárez en la ciudad de México, 0.210 para el primero y 0.965 para el segundo.

El IDH calcula los niveles de vida digna, educación y salud, y se mide siempre en fracciones menores al número uno. La Alcaldía de Benito Juárez alcanza niveles superiores a los de Noruega, mientras que Cochoapa el Grande casi iguala a la República Democrática del Congo y es superado mínimamente por Liberia.

 VIOLENCIA, UNA AMENAZA LATENTE

El último informe de desplazamiento forzado presentado por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH) destacó que en el 2017 ocurrieron 25 eventos de desplazamiento forzado en México propiciados por la violencia.

En Guerrero se produjeron siete de los acontecimientos y afectaron a 5 mil 948 personas. Esto lo convirtió en el segundo estado con más episodios y en el segundo con más personas implicadas, sólo superado por Chiapas, que expulsó a 6 mil 090 personas.

En los últimos años, Guerrero se ha consolidado como uno de los estados más violentos de todo México. En 2010, la relación de muertes relacionadas con el narcotráfico había aumentado al triple, pasando de 289 eventos a 884 en un año. Las cifras fueron incrementándose con el paso de los años. En el 2013 el Sistema Nacional de Seguridad Pública lo consideró la entidad más violenta, con 2 mil 87 homicidios.

El 26 de septiembre del 2014 se produjo la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa  “Isidro Burgos”. En el 2017 la Red TDT, organismo no gubernamental de defensa de derechos humanos, convocó una Misión de Observación a Guerrero (MOG) que hizo especial énfasis en la zona de Chilapa, uno de los municipios más violentos del estado y en donde se documentaron varios casos de desaparición forzada y desplazamiento.

En 2018, representantes nahuas, na savi, me’phaa y mestizos de diferentes comunidades, integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata, denunciaron un fuerte clima de violencia en la montaña del estado y señalaron que la delincuencia organizada había asumido el control total del territorio.

En Guerrero se produjeron siete desplazamientos forzados en 2018 y afectaron a 5 mil 948 personas. Esto lo convirtió en el segundo estado con más episodios y en el segundo con más personas implicadas, sólo superado por Chiapas, que expulsó a 6 mil 090 personas. Foto: Yaotl Silva, Cuartoscuro

UN ESTADO SOSTENIDO POR MIGRANTES

La migración hacia territorios agrícolas al interior y exterior del país es una forma de vida en Guerrero. De acuerdo con las cifras del Inegi, en el estado hay una razón promedio de dependencia de 63, sin embargo en municipios como Cochoapa el Grande y  Metlatónoc hay más de 99 dependientes por cada 100 en edad laboral (119 y 118 respectivamente).

La migración de personas de la montaña, señaló Paulino Rodríguez, comenzó a finales de los años sesenta y desde entonces ha representado un flujo constante. Tan solo en la última temporada alta, ubicada entre los meses de septiembre a enero, se registraron con el Consejo de jornaleros entre 11 y 12 mil personas, pero se estima que el número rebasa las 30 mil.

Los principales destinos señalados por el experto son Sinaloa, Baja California, Chihuahua, Sonora, Jalisco, Zacatecas, Michoacán y Morelos. Aunque debido a la extensión de la siembra de chile en estados como San Luis Potosí, Guanajuato, Colima, Nayarit y Nuevo León, estos se han convertido en destinos.

En Estados Unidos los guerrerenses han optado por trasladarse al estado de California, Nueva York, New Jersey, Maryland, Virginia y Carolina del Norte.

“Los cambios para la región producidos por la migración han sido tanto positivos como negativos. Por una parte, las remesas  han elevado el nivel de vida. Las personas compran terrenos, constituyen viviendas, crean sus propios negocios, mantienen a sus familias que están en las comunidades de origen. Económicamente hay una potencialidad porque las remesas rebasan a los programas gubernamentales. Pero en la parte cultural hemos visto perderse algunas costumbres, se han retomado otros aspectos sociales, por ejemplo, la drogadicción, el alcoholismo y el vandalismo”, añadió Paulino, quien antes de formar parte del grupo de derechos humanos fue jornalero en diferentes campos agrícolas, incluyendo los de Estados Unidos.

Las familias de La Montaña se mantienen de la siembra de amapola y de los envíos de dinero por parte de familiares, empleados en los campos agrícolas del norte del país. Ante la baja en el precio de la planta se vieron obligadas a migrar para huir de la pobreza extrema. Foto: Yaotl Silva, Cuartoscuro

Sobre la población que más emigra aseveró que en el caso de la migración interna se trata de familias enteras. Los niños y sus madres son las que más padecen esta condición, sobre todo porque estas últimas se ven forzadas a realizar labores dobles que incluyen la razón de cuidado. En el caso de la migración a Estados Unidos ubicó a los jefes y jefas de familia como los sujetos principales, sin embargo sostuvo que en los últimos años ha aumentado el fenómeno entre jóvenes que van de los 13 a los 16 años.

Las cifras son inexactas, así lo señaló el experto y dijo que se debe en gran medida a la falta de voluntad del gobierno por prestar atención a dicho tema.

“El reto con el nuevo Gobierno federal es que retome estas cuestiones y cree una política pública para cuidar y proteger a las familias, principalmente jornaleros y jornaleros agrícolas. Y desde luego garantizar más la protección de los migrantes transfronterizos”, expusoRodríguez.

Navidad en Chiapas: destruyen 9 campamentos con 1146 indígenas, la mayoría mujeres, niñas y niños

martes, diciembre 25th, 2018

La población en su mayoría mujeres, niñas y niños, se desplazó nuevamente después de la agresión e intimidación. Familias les prestaron espacios pero existe la amenaza de expulsarles de sus comunidades. Testimonios refieren que autoridades comunitarias amenazaron con amarrar y quemar a representantes del Comité Chalchihuite, así como a quienes intenten ingresar al lugar donde se ubicaban los campamentos y prohibieron el acceso de ayuda humanitaria.

Chiapas/Ciudad de México, 25 de diciembre (ChiapasParalelo/SinEmbargo).– El Comité de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas” alertó de la destrucción de nueve campamentos que eran refugio 1146 personas en desplazamiento forzado de Chalchihuitán.

Hermelindo García Niñez, Síndico Municipal de Chalchuitán, militante del Partido Acción Nacional (PAN), es señalado como el perpetrador de la destrucción de campamentos amenazas hacia las personas desplazadas, según un comunicado.

El día 21 de diciembre entre las 14:00 y 17:00, 238 familias desplazadas en los campamentos Barrio Shishimtotik, Tulantik, Ch’enmut, Bololchojon, Cruz K’ak’anam, Jolcantetik, Cruzton, Bejelton y de Barrio Pom, perdieron las pocas pertenencias que tenían en las viviendas hechas de plástico, madera y algunas con láminas. Así mismo, fueron derribaron baños construidos con donaciones de organizaciones solidarias como Cáritas.

La población en su mayoría mujeres, niñas y niños, se desplazó nuevamente después de la agresión e intimidación. Familias les prestaron espacios pero existe la amenaza de expulsarles de sus comunidades. Testimonios refieren que autoridades comunitarias amenazaron con amarrar y quemar a representantes del Comité Chalchihuite, así como a quienes intenten ingresar al lugar donde se ubicaban los campamentos y prohibieron el acceso de ayuda humanitaria.

Al menos 1237 personas permanecen en desplazamiento forzado en Chalchihuitán, Chiapas, en condiciones de vulnerabilidad y riesgo, sin poder retornar a sus casas y parcelas de manera definitiva porque sus terrenos se encuentran en los límites del conflicto donde grupos armados provenientes de Chenalhó, mantienen disparos que se intensifican en las madrugadas.

A más de un año del desplazamiento forzado masivo de comunidades integrantes del pueblo tsotsil de Chalchihuitán, Chiapas, la situación es grave y continúan las violaciones a derechos humanos ante la omisión del Estado mexicano.

El gobierno de Chiapas incumple los compromisos internacionales de atención y protección a población desplazada y contraviene la medida cautelar No. 882-17 que otorgó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el 24 de febrero de 2018, “para garantizar los derechos de integrantes de pueblos originarios en situación de riesgo a la vida, seguridad e integridad personal de las 10 comunidades desplazadas forzadas, desde noviembre de 2017”.1

Por lo anterior, el “Frayba” pidió al Estado mexicano:

• Garantizar la seguridad, integridad y vida de la población en desplazamiento forzado en Chalchihuitán, Chiapas.

• Detener las amenazas y agresiones provenientes de Hermelindo García Núñez, Sindico Municipal de Chalchiuitán en contra de representantes del Comité Chalchihuite.

• Atender de manera integral y acorde a los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado de la Organización de las Naciones Unidas el desplazamiento forzado en Chalchihuitán, Chiapas.

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La CNDH dice que el Gobierno no protegió a desplazados por la violencia y debe pagar los daños

martes, octubre 10th, 2017

La CNDH urgió al Gobernador de Sinaloa , Quirino Ordaz Coppel; al Fiscal General estatal, Juan José Ríos Estavillo, y los presidentes Municipales de esos dos Ayuntamientos, María Beatriz León Rubio y José Lindolfo Reyes Gutiérrez, respectivamente, reparar el daño causado contra las víctimas de desplazamiento en los municipios de Leyva y Choix.

Al menos 2 mil 38 personas son víctimas de desplazamiento forzado a causa de la violencia en la sierra de Sinaloa. El reporte dice que el gobierno no protegió a esas personas que fueron desplazadas de las montañas por la violencia del narcotráfico en los últimos cinco años

La violencia también se extiende al sector minero de la entidad. Desde 2015 empresarios mineros pidieron seguridad pero no los atendieron. Se han registrado robos, asaltos y ataques contra empleados, así como el cierre de 60 minas en Concordia y Rosario por la inseguridad.

Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– Al menos 2 mil 38 personas han sido víctimas de desplazamiento forzado a causa de la violencia en la sierra de Sinaloa mientras que las autoridades omitieron protegerlas y vulneraron sus derechos humanos a la seguridad personas y acceso a al justicia, aseguró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El organismo defensor de los derechos humanos urgió al Gobernador de Sinaloa , Quirino Ordaz Coppel; al Fiscal General estatal, Juan José Ríos Estavillo, y los presidentes Municipales de esos dos Ayuntamientos, María Beatriz León Rubio y José Lindolfo Reyes Gutiérrez, respectivamente, reparar el daño causado contra las víctimas de desplazamiento en los municipios de Leyva y Choix.

“Diferentes autoridades municipales y estatales conocieron la situación del desplazamiento forzado como consecuencia de la violencia que impera en esas localidades, omitieron protegerlas, con lo cual vulneraron sus derechos humanos a la seguridad personal, al acceso a la justicia, a la libertad de circulación y residencia, y a no ser desplazado forzadamente, entre otros”, mencionó la CNDH en su recomendación.

Para la Comisión Nacional, quedó acreditado que agentes del Ministerio Público de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa, encargados de la integración de tres averiguaciones previas, “fueron negligentes en su investigación, violando el derecho a la adecuada procuración de justicia”.

De igual manera, se observó que el desplazamiento forzado generó violación del derecho a la propiedad de esas personas, que huyeron de sus lugares de origen y resultaron víctimas de saqueos, destrucción y despojo de sus bienes.

El 21 de mayo de 2014, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa remitió a la CNDH, por razones de competencia, la queja de una mujer representante de más de 600 familias (mil 475 personas) que fueron desplazadas en 2012 de 40 comunidades del municipio de Sinaloa de Leyva.

En tanto que el 9 de abril de 2015 la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos solicitó medidas cautelares para una segunda defensora de 563 personas en Choix. Ambas sufrían persecución, amenazas y hostigamiento por sus labores de defensa.

Tras su investigación, la CNDH acreditó que diferentes autoridades municipales y estatales tenían conocimiento sobre la situación del desplazamiento forzado a causa de la violencia del crimen organizado que impera en los lugares en que estaban las personas desplazadas en ambos casos, sin realizar acción alguna para brindarles seguridad y protección ante tales hechos y, en su caso, la atención y asistencia adecuadas a fin de garantizar sus derechos fundamentales.

REPARACIÓN INTEGRAL A VÍCTIMAS

La CNDH solicitó al Gobernador de Sinaloa y a las autoridades municipales de Choix y Sinaloa de Leyva diseñar e implementar un programa de reparación integral colectiva que brinde a las personas desplazadas condiciones dignas de vida y puedan reestablecer sus medios de subsistencia, llevando a cabo un diagnóstico sobre la situación actual de esas personas, y se les brinde atención médica y psicológica.

También ordenó realizar un censo para confirmar cuántas personas fueron desplazadas de esos municipios de enero a mayo de 2012.

Los sistemas DIF estatal y municipales, señaló, deberán implementar un programa de atención para que las personas víctimas de DFI tengan acceso a las ayudas establecidas en la Ley General de Víctimas; diseñar un programa de acceso a la vivienda.

A los gobiernos estales y municipales también se les recomendó se reconozca mediante un comunicado de prensa a las dos mujeres como defensoras de derechos humanos y desarrollar una campaña sobre la importancia de la actividad de las personas defensoras en general.

Al Fiscal General del estado de Sinaloa, Juan José Ríos Estavillo, se le pidió investigar los delitos denunciados por las personas víctimas de desplazamiento forzado y determinar conforme a derecho las averiguaciones previas del caso.

GOBIERNO IGNORÓ VIOLENCIA EN LA SIERRA

Desde 2015, empresarios mineros advirtieron de violencia en la sierra de Sinaloa, pidieron seguridad pero no los atendieron.

Desde ese tiempo a la fecha han registrado robos, asaltos y ataques contra empleados, así como el cierre de 60 minas en Concordia y Rosario por violencia.

El diario Noroeste pudo hacer la revisión de actas de minutas del Consejo Estatal Minero, que se obtuvieron a través de solicitud de información.

En esas actas se documentó que desde el 7 de abril de 2015 iniciaron los ataques importantes, pues se registró el robo más grande de oro en México, considerado también como el cuarto más importante a nivel mundial, contra la mina “El Gallo 1”, de la empresa canadiense McEwing Minning.

En total fueron 900 kilos de oro en proceso para ser comercializado los que fueron robados.

Tras el robo, los empresarios en Sinaloa comenzaron a denunciar ante el Consejo Minero anomalías en la Sierra Madre Occidental, principalmente en Cosalá, Mazatlán, Concordia y Rosario.

“Es la primera ocasión que sucede algo de tal magnitud. Desde hace tres meses se han visto vehículos con personas armadas, sin mayores consecuencias”, señaló un directivo de la Minera Cosalá el 27 de agosto ante el Consejo Minero.

También un representante de la mina San José de Gracia, ubicada en Sinaloa, indicó que en esa fecha se advertía un recrudecimiento de violencia en la zona de los altos.

El Consejo Minero Empresarial de México sostuvo, al menos, cinco reuniones con funcionarios de PGR, la Defensa Nacional, Policía Federal y del Gabinete de Seguridad del Gobierno del Estado, pero la inseguridad no fue resuelta. Foto: Noroeste.

Antonio Flores, presidente de la Unión Minera de Sinaloa, advirtió también de grupos armados en Mazatlán, Concordia y Rosario, y que por ello se necesitaba videovigilancia, con el fin de inhibir posibles agresiones que, creía, podían suceder.

El pronóstico de los empresarios no era equivocado. Meses más tarde se registraron robos menores y ataques a empleados por grupos criminales en la Sierra de Sinaloa, por lo que solicitaron presencia de elementos policiacos.

Euridice González, representante del Consejo Minero Empresarial de México en Sinaloa, recordó que se tuvieron al menos cinco reuniones con funcionarios de PGR, la Defensa Nacional, Policía Federal y del Gabinete de Seguridad del Gobierno del Estado.

“De 60 minas que había ahorita no está operando ninguna, son minas pequeñas, de baja escala, pero no se puede, no se puede trabajar, la gente se va por asesinatos que hubo ahí, que fueron contra trabajadores mineros, entonces la gente se va por miedo, los trabajadores no quieren trabajar así”, aseguró.

–Con información de Noroeste

Comuneros de Zacatecas acusan despojos de terrenos y violencia por parte de minera canadiense

domingo, agosto 27th, 2017

A dos años de haber sido demolidas sus casas, 150 familias de la comunidad La Colorada, en Chalchihuites, Zacatecas, reclaman a la minera Plata Panamericana, subsidiaria de la empresa canadiense Panamerican Silver Corp Mexico, que les reconozcan la propiedad de los terrenos e indemnicen los perjuicios.

La mina “La Colorada”, ubicada en la cordillera de la Sierra Madre en Zacatecas, extrajo mil 300 toneladas diarias en el 2014, y en unos meses pretendía alcanzar mil 800, de los cuales se obtiene plata, oro, plomo y zinc.

No hay planes para que la empresa se vaya pronto. La minera invirtió 163 millones de dólares entre el 2014 y el 2017 para la construcción de nueva infraestructura.

Al tiempo que autoridades locales del Partido Revolucionario Institucional, como el presidente municipal de Chalchihuites Manuel Rosales Pérez, intenta calmar la indignación con despensas, denunciaron apoderados legales de la comunidad.

Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- Pobladores de la comunidad La Colorada señalaron haber sido descartados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ante su demanda de ser despojados de sus propiedades por la minera Plata Panamericana.

“La comunidad era hecha y derecha, tenía todo. Y nosotros vivíamos ahí de la agricultura y la ganadería. Y la llegada de esta empresa lo cambió, llegaron ofreciendo trabajo y pensamos que las cosas iban a mejorar pero no fue así”, dijo Moisés Guerrero Pasilla, apoderado legal de la comunidad.

Al menos 47 comuneros interpusieron el año pasado una demanda en el Juzgado de Distrito Agrario de Zacatecas para reclamar terrenos que han sido apropiados por la empresa, de acuerdo con la versión de dos de los apoderados legales de la comunidad.

La respuesta legal se dio después de que al menos 150 propiedades fueron demolidas en el 2015 por la empresa, señalaron los comuneros.

Plata Panamericana buscaba trasladar a estas personas a casas en otro punto de la localidad.

“Ellos empezaron a construir una zona habitacional. No teníamos la idea de que era para destruir nuestra comunidad. A raíz de eso nos dijeron que nos iban a cambiar a este complejo. Nosotros preguntamos por qué nuestras casas iban a ser derrumbadas”, relató Miguel González, otro apoderado legal de la comunidad.

Alrededor de 250 pobladores fueron trasladados a las nuevas instalaciones, se trataba de unas casas de lámina, que no contaban con condiciones dignas de vida, señaló David Cayetano, miembro de la Red Internacional de Defensores de los Pueblos Indígenas, quien acompaña a la comunidad en su oposición a la mina.

Los locales aseguraron que la empresa se apoderó de tierras, incluidas aquellas donde habían construido sus casas desde hacía décadas atrás.

La empresa constituida desde 1998 extrae plata, oro, zinc y plomo en La Colorada. Foto: Plata Panamericana

A la fecha, los comuneros denuncian que Plata Panamericana no cuenta con las escrituras de estas tierras, cuya clasificación debía ser la nacional.

En tanto que la mina alega estar registrada en el Registro de la Propiedad del municipio cercano Sombrerete, y estar sobre 8 mil 395 hectáreas, que se componen por 56 tierras solicitadas para minería, de las cuales 7 aún esperan un título, de acuerdo con el reporte Técnico Preliminar para la expansión de la Mina La Colorada.

González relató que pese a los intentos de denunciar la demolición encontraron la desatención por el Ministerio Público más cercano que corresponde al municipio de Sombrerete. Y tampoco la encontraron cuando el caso llegó a oídos de la Secretaría de Gobernación estatal.

De acuerdo con las palabras dadas por Carlos Bárcenas Pous, titular de la Secretaría de Economía de Zacatecas, durante un evento el 27 de enero, la mina consolidó la generación de empleos en la zona. Al menos 740 directos y mil 250 indirectos.

“Juntos, autoridades y empresa, contribuimos al desarrollo de las comunidades donde trabajan las minas, porque para nosotros las localidades y los trabajadores son nuestros socios y crecemos juntos”, correspondió el Presidente de la mina Ross J. Beaty.

No obstante, a los ojos de los comunitarios la empresa de origen canadiense les ha cerrado las puertas para dedicarse a otras actividades que no sean la minería.

“A mi mamá por ejemplo, el ingeniero Juan Villegas González [gerente general] le prohibió vender comida a los empleados de la mina, les dijo que los despediría si compraban”, denunció González.

En tanto que el Presidente Municipal de Chalchihuites Manuel Rosales Pérez, del Partido Revolucionario Institucional, les ha llegado a ofrecer despensas a los inconformes, dijo Guerrero.

Plata Panamericana no tiene planes de irse de La Colorada.

Un proyecto de expansión iniciado en el 2013 hará que la mina pase de procesar mil 229 toneladas por día a mil 800 al final del 2017. Por lo tanto, se espera un aumento en la producción anual del 64 por ciento, hasta llegar a 7.7 millones de onzas de plata en el 2018.

VIOLENCIA CONTRA POBLADORES

La empresa canadiense ha sido señalada en reiteradas ocasiones de utilizar a las fuerzas de seguridad privada para someter a los pobladores.

Tenemos unos corrales con marranos y vacas. Cuando en eso, Karla Sosa, la de recursos humanos de la minera manda a vigilancia a que quitemos los animales de ahí, porque iba a haber una medición de los terrenos”, dijo González.

Los comuneros denunciaron la contaminación de sus aguas a raíz de la actividad minera. Foto: Especial

Estos mismos guardias son los que someterían a los locales a cumplir con un reglamento para quienes viven en las casas construidas por la mina para sus trabajadores.

La rigurosidad queda a criterio de la empresa. Una copia del reglamento entregada a este medio devela que la comunidad pese a ser rural sólo puede contar dentro del complejo residencial con gatos, perros o peces.

No se permiten fiestas afuera de las casas, y el volumen de cualquier radio debe ser apagado a las 11 de la noche. No hay espacio para los negocios ni las tiendas, ni la modificación de ninguna de las propiedades.

A cambio, las viviendas se hayan equipadas con aparatos electrodomésticos y los gastos de servicios corren por cuenta de la empresa, según se constató en el contrato de comodato celebrado entre un trabajador y la empresa Argentum Panamericana.

La instalación de megaproyectos es uno de los principales causas de violaciones a los derechos humanos.

De acuerdo con el “Informe del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas”, realizado con la colaboración de más de 100 organizciones civiles durante la visita de representantes de Naciones Unidas, en México se constaron al menos 60 casos de violaciones de derechos humanos por empresas.

“Una preocupación que se expresa repetidamente en este documento es que el Estado está sujeto a los intereses de las empresas y que en la práctica no se aplican los marcos de políticas ni se cumplen los compromisos”, apuntó el informe presentado en junio.

35 mil 433 mexicanos han sufrido desplazamiento forzado: CNDH; la mayoría es por la violencia

miércoles, agosto 23rd, 2017

En México hay 35 mil 433 víctimas de desplazamiento forzado. La CNDH ha emitido cuatro medidas cautelares por desplazamiento forzado de 600 a 800 personas en San juan Juquila Mixes, en la reserva sur de Oaxaca; en Chilapa, Guerrero, donde se desplazaron 500 familias; en el Desengaño, Campeche con casi 400 desplazados guatemaltecos; y 300 familias en las comunidades del municipio la Concordia, Sinaloa.

“Hay zonas de violencia que obligan a familias completas a desplazarse, dejando sus patrimonios y toda su vida. Hemos recorrido partes del país con colonias completas abandonadas”, dijo Luis Raúl González Pérez Presidente de la CNDH.

Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emplazó al Gobierno federal a crear un registro de víctimas por desplazamiento forzado interno, durante el Foro Nacional sobre Desplazamiento Forzado en México. Las autoridades federales estuvieron ausentes del evento.

“Yo espero que el próximo mes [enviar el anteproyecto de Ley]. Nosotros estamos listos. No debe haber temor a la palabra forzada“, dijo Luis Raúl González Pérez Presidente de la CNDH.

El Ombudsman adelantó que presentará un anteproyecto en las próximas semanas de Ley que contará con la participación de la Relatoría Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Desplazados y la Relatoría de la Comisión Interamericana para Migraciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Dada la ausencia de los representantes federales en este foro, adelantó que enviaría una carta a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto para que se concrete la visita de la Relatoría de Naciones Unidas para este tema a México.

Sólo este año la CNDH ha emitido cuatro medidas cautelares por desplazamiento forzado de 600 a 800 personas en San juan Juquila Mixes, en la reserva sur de Oaxaca; en Chilapa, Guerrero, donde se desplazaron 500 familias; en el Desengaño, Campeche con casi 400 desplazados guatemaltecos; y 300 familias en las comunidades del municipio la Concordia, Sinaloa.

En México hay 35 mil 433 víctimas de desplazamiento forzado, constató el más reciente informe de la CNDH sobre este tema publicado el año pasado.

Después de un análisis sobre este problema la Comisión expuso que no existen esfuerzos articulados de los tres niveles de Gobierno para garantizar los derechos de las víctimas.

“Hay zonas de violencia que obligan a familias completas a desplazarse, dejando sus patrimonios y toda su vida. Hemos recorrido partes del país con colonias completas abandonadas”, dijo la presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado Angélica de la Peña.

Del total de las víctimas, son 31 mil 798 las que tuvieron que moverse de donde habitan por motivo de la delincuencia.

Estas personas no se van por su propia voluntad, aclararon representantes de diversas instituciones nacionales internacionales durante la presentación del informe Especial sobre Desplazamiento Forzado Interno, producto de mil cuestionarios aplicados en 65 municipios de las 32 entidades, entre el 10 de marzo y el 28 de abril del 2014. Un metodología con un grado de confianza del 95 por ciento.

“Sabemos que en México hay un gran catálogo de problemas de derechos humanos, y en ese contexto tal vez el tema de desplazamiento no ha sido lo suficientemente visibilizado y registrado, pero el silencio en el que se encuentran las víctimas no nos debe llevar a pensar que no existen”, dijo Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.

De mil 784 personas entrevistada del reporte de la CNDH, la entidad que manifestó contar con mayor número de víctimas por desplazamiento forzado fue Nuevo León, con 512 casos, seguido por Guerrero con 289, y Veracruz con 104.

El fenómeno también se da a nivel global, recordó González Pérez. Tan solo para finales del 2016 hubo más de 31 millones de desplazados, la huída de una persona por cada segundo de un solo año.

Alguien (y no fue el Gobierno) por fin cuenta a los desplazados en el país: 310,527 de 2009 a enero 2017

martes, abril 4th, 2017

Michoacán fue el mayor expulsor de población con motivo de violencia, el CMDPH señaló que al menos 10 mil personas fueron desplazadas por la violencia en el estado. Le siguieron Chihuahua, Sinaloa y Guerrero. Entre el periodo de 2009 a enero de 2017, en México 310 mil 527 personas que tuvieron que desplazarse de manera interna debido a la violencia o por conflictos territoriales, religiosos o políticos, señaló la CMDPDH.

Ciudad de México, 4 de abril (SinEmbargo).– Al menos 23 mil 169 personas tuvieron que desplazarse de manera forzada al interior de México durante el año pasado por la violencia o por conflictos territoriales, religiosos o políticos, de acuerdo con un informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).

Según la organización, en 2016 se registraron 29 episodios de desplazamiento masivo en el país en 12 entidades: Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.

Desde que el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró el inicio de la guerra contra las drogas, al principio de su administración, las organizaciones civiles mexicanas y extranjeras han alertado del desplazamiento de ciudadanos en todo el país, la mayoría por la violencia. Pero el Gobierno federal –incluyendo al actual mandatario, Enrique Peña Nieto– no ha ofrecido un análisis de este fenómeno, relacionado con el fracaso del Estado mexicano para contener la violencia y la descomposición social.

De acuerdo con las nuevas cifras, veinte episodios, de entre el total, fueron causados de manera directa por la violencia, por lo que 21 mil 031 personas tuvieron que abandonar su lugar de residencia de manera temporal o permanente con la intención de salvaguardar su vida, señaló la organización no gubernamental.

Entre el periodo de 2009 a enero de 2017, en México 310 mil 527 personas que tuvieron que desplazarse de manera interna, resumió la CMDPDH.

En el año que pasó el sector indígena fue el más afectado, con al menos 7 eventos de desplazamiento interno obligado.

Las víctimas más afectadas fueron “niños, niñas y adolescentes, indígenas, estudiantes, profesionistas, adultos mayores, campesinos, pequeños propietarios de negocios, empresarios, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos y mayoritariamente mujeres, madres de familia que ante eventos de violencia se ven obligadas a huir con la finalidad de salvaguardar su vida y la del resto de su familia llevando con ellas niñas, niños y ancianos”.

En poco más de 8 años van más de 300 mil desplazados en México. Foto: CMDPDH

LAS ENTIDADES MÁS AFECTADAS

Michoacán fue el mayor expulsor de población con motivo de violencia, el CMDPH señaló que al menos 10 mil personas fueron desplazadas por violencia en el estado.

“Dentro del estado se llevó a cabo un desplazamiento masivo de población que no fue debidamente registrado por los medios de comunicación en los días 23 y 24 de mayo; sin embargo, de manera inmediata y en el transcurso de los siguientes meses, la misma cantidad de población proveniente del estado de Michoacán fue registrada por autoridades y organizaciones civiles en Tijuana”, apuntó en la presentación del informe.

Chihuahua se colocó en el segundo lugar. Registró 3 eventos de desplazamiento masivos, que afectaron a 4 mil 747 personas.

Les sigue, Sinaloa, donde hubo 6 eventos de desplazamiento masivos, que impactaron en 4 mil 208 personas.

Guerrero se colocó en el cuatro lugar, donde ocurrieron 7 eventos de desplazamiento masivos, y se afectó a mil 650 personas.

El CMDPDH resaltó el caso de la localidad de Huixiopa, perteneciente al municipio de Badiraguato en el estado de Sinaloa, que fue la que presentó un mayor número de eventos de desplazamiento.

“A lo largo del 2016, tres veces se registraron eventos de desplazamiento interno masivo en la localidad. En una de las ocasiones el desplazamiento fue llevado a cabo por más del 96 por ciento de sus habitantes”, señaló.

 

 

El VIDEO de un dron muestra la salida masiva de civiles desde Alepo

sábado, diciembre 10th, 2016

En el video se puede ver a lo largo de la carretera una línea intermitente de personas que, en pequeños grupos, se alejan de la ciudad y cargan con sus posesiones.

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Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo/RT).– La agencia Ruptly ha difundido un nuevo video en el que se aprecia cómo cientos de civiles escapan del distrito de Sheikh Sa’eed, en el sureste de Alepo, un día después de que Rusia anunciara la decisión del Gobierno sirio de detener los combates para permitir la evacuación de civiles de los barrios sitiados.

En el video se puede ver a lo largo de la carretera una línea intermitente de personas que, en pequeños grupos, se alejan de la ciudad y cargan con sus posesiones.

Horas antes, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov informaba que el Centro ruso para la Reconciliación en Siria había evacuado desde el este de Alepo en los últimos dos días a 50 mil civiles. Agregó que 1.217militantes depusieron las armas. Según el militar ruso, el 93 por ciento del este de Alepo está bajo el control del Gobierno sirio.

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La violencia de los cárteles desplaza a más de 300 familias en una semana en Sinaloa

lunes, junio 20th, 2016

Entre 2011 y 2015 se registraron 281 mil 418 personas desplazadas de manera forzada por la violencia en el país, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, de los cuales 33 mil 770 personas son de Sinaloa. El fenómeno se registra principalmente en los poblados cercanos a la frontera entre Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Apenas el 13 de junio se reportó el desplazamiento de 250 personas en Badiraguato por disputas entre grupos de la delincuencia organizada. Foto: Noroeste.

Apenas el 13 de junio se reportó el desplazamiento de 250 personas en Badiraguato por disputas entre grupos de la delincuencia organizada. Foto: Noroeste.

Por Marcos Vizcarra

Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo/Noroeste).- En Sinaloa, tan sólo en una semana, han sido desplazadas por la violencia 302 familias de la sierra de Badiraguato y Rosario.

Juan Ernesto Millán Pietsch, Secretario de Desarrollo Social y Humano, dijo que este fin de semana se agregaron 52 familias de la zona sur del estado, específicamente del municipio de Rosario, que desde el 11 de junio mantiene un repunte de violencia generada por grupos al parecer ligados al Cártel de Los Beltrán Leyva.

“El Alcalde me dijo que aproximadamente tenía 40 familias que han llegado a la cabecera municipal, de Cacalotán, y algunas personas, aproximadamente 12 familias, habrían salido hacia Mazatlán”, detalló.

Entre 2011 y 2015 se registraron 281 mil 418 personas desplazadas de manera forzada por la violencia en el país, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, de los cuales 33 mil 770 personas son de Sinaloa.

Apenas el 13 de junio se reportó el desplazamiento de 250 personas en Badiraguato por disputas entre grupos de la delincuencia organizada.

Al mismo tiempo en que la violencia se presentaba en la zona del llamado Triángulo Dorado, en poblados de Rosario se desató una serie de ataques que incluyeron la decapitación de siete leñadores, en Cacalotán.

Millán Pietsch reconoció que no se tiene un protocolo de atención para personas desplazadas, pese a que el fenómeno se tenga desde antes de que iniciara la administración actual, es decir, no hay presupuesto, ni medidas preventivas, sólo reacciones frente a los desplazamientos.

“Debemos de tener una definición muy clara, puesto que nos está tomando prácticamente una situación muy similar a la de 2012, donde tuvimos casi el fin de una administración federal y ahora estamos casi en el fin de la administración estatal”, expresó.

La violencia registrada en la sierra de Badiraguato ya afectó la educación de los niños en por lo menos 30 comunidades de las sindicaturas de La Tuna y Huixiopa, debido a que los maestros no quieren subir por falta de seguridad, confirmó el Alcalde de este municipio en entrevista con el diario Noroeste.

promo mamá Chapo

El Presidente Municipal, Mario Alfonso Valenzuela López, confirmó que los enfrentamientos entre grupos delictivos ha provocado el desplazamiento de aproximadamente 250 familias de La Tuna, La Palma y Arroyo Seco.

Además, dijo, el viernes por la mañana se confirmó que del poblado de Potrero de la Vainilla salió en su totalidad la población, alrededor de 36 familias, además de la comunidad de El Potrero.

“Lo que sí les puedo confirmar es que sí hay desplazados, hay gente que salieron de sus comunidades y en su mayoría salió la gente de La Tuna, de La Palma y Arroyo Seco”, dijo.

“Potrero de la Vainilla, pertenece a la sindicatura de La Tuna, ahí llegó gente bien vestida quienes, más que amenazarlos, les pidieron que se salieran ante un posible enfrentamiento que habría entre dos bandos rivales de esa ruta”, manifestó.

Estas personas les daba hasta cierta hora del día para que se salieran de sus comunidades, por lo que tomaron lo que pudieron y salieron camionetas doble rodado llenas de gente.

“Ahorita hay además familias de San José del Barranco, y 50 familias de la cabecera de la sindicatura de Huixiopa, que hasta el miércoles estaba fuera de la zona de conflicto, entonces esto está provocando que la gente se esté saliendo de esos lugares”, indicó.

Valenzuela López expresó que también se tiene el reporte de que en Huixiopa la noche del jueves llegó un grupo armado, balaceó y quemó una casa y un carro.

EL SEXENIO DE MALOVA

Mario López Valdez Foto: Rashide Frías, Cuartoscuro

En los casi seis años del sexenio de “Malova” en Sinaloa, miles de familias han tenido que huir de sus hogares por la violencia entre cárteles. Foto: Cuartoscuro

En los casi seis años años del Gobierno de Mario López Valdez en Sinaloa, la violencia provocada por grupos del crimen organizado desplazó a 33 mil 770 personas, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.

En un estudio que realizó el organismo, y que retomó el Centro de Estudios Sociales y de Opinión de la Cámara de Diputados, establece que las personas desplazadas en Sinaloa lo hacen en respuesta a la coacción y a las amenazas físicas, otras por una erosión generalizada de su calidad de vida cotidiana que aún no han sido cuantificadas de forma exacta.

“A pesar de las evidencias existentes que demuestran que el desplazamiento está asociado con la generalizada violencia criminal en la región, el tema tiende a permanecer oculto y no cuantificado”, indica el estudio.

Sinaloa, según estableció la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, representa la cuarta entidad federativa con mayor número de personas desplazadas, debajo de Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

“Cabe también señalar que ante la ola de violencia generalizada en el país, consecuencia de la lucha contra el narcotráfico, la población afectada se encuentra ante situaciones de desplazamiento forzado de sus comunidades y que requiere protección, así como también aquella que es desplazada por motivos religiosos”, señala el estudio.

En el caso de Sinaloa, los municipios de mayor expulsión de personas son Choix, Concordia, Sinaloa, Mazatlán, Escuinapa, Angostura, Badiraguato, Mocorito y Culiacán, siendo los municipios serranos los que tienen más reportes oficiales de parte de las autoridades.

La zona serrana, según han establecido autoridades, como la Secretaría de Seguridad Pública, ha sido utilizada como refugio de grupos del crimen organizado, que realizan actividades como producción de drogas y tráfico de armas.

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¿Cuántos mexicanos han perdido su hogar por la violencia? No se sabe, ni siquiera se cuentan: CNDH

miércoles, mayo 11th, 2016

La CNDH identificó que en 27 entidades federativas hay desplazamiento forzado, especialmente en Michoacán, Jalisco, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Chiapas. De acuerdo con un muestreo que realizó el organismo, en ejidos, rancherías y municipios, detectó a mil 784 personas desplazadas por la violencia, sin embargo, agregó, que tiene 4 mil 527 denuncias por desplazamiento. En tanto, de acuerdo con diversas autoridades, entre 2013 y 2015, unas 30 mil 377 personas fueron víctimas de desplazamiento forzado.

El titular de la CNDH, Luis Raúl González, y el quinto visitador del organismo, Edgar Corso. Foto: Cuartoscuro

El titular de la CNDH, Luis Raúl González, y el quinto visitador del organismo, Edgar Corso. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alertó hoy que un grupo considerable de mexicanos en diversas regiones del país se han tenido que desplazar de sus hogares debido a la “violencia, la impunidad y a la debilidad de nuestro Estado de derecho […] para preservar su vida y su integridad física”.

Sin embargo, alertó el organismo, en el país “no existe información completa o formulada sobre el tema”.

Durante la presentación del primer informe Especial sobre Desplazamiento Forzado en México, el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, detalló que los datos son variados, y que tanto autoridades como organizaciones tienen sus propios registros, por ello urgió a que se realice un diagnóstico nacional sobre las personas en esta situación y pidió que se levante un censo.

La CNDH precisó que debe haber un registro nacional implementado bajo estándares internacionales.

“En México no existe información completa, actualizada y verificable sobre el número de personas víctimas del desplazamiento forzado interno”, reiteró el Ombudsman nacional.

“Es preciso elaborar un diagnóstico nacional y oficial sobre el desplazamiento forzado interno en México, como una herramienta fundamental para la construcción de políticas públicas y programas eficaces, abordando sus consecuencias sociales, económicas, jurídicas y políticas en el país. En este sentido, la realización de un levantamiento censal que contemple el desplazamiento forzado interno sería de gran relevancia”, agregó.

Un niño carga con su televisión en un pueblo serrano en Sinaloa para salir de su comunidad junto con su familia. Foto: Noroeste

Un niño carga con su televisión en un pueblo serrano en Sinaloa para salir de su comunidad junto con su familia. Foto: Noroeste

La CNDH pudo identificar en su informe que en 27 entidades federativas hay desplazamiento forzado, especialmente en Michoacán, Jalisco, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Chiapas. González Pérez precisó que en algunos casos son comunidades completas las que se ven desplazadas.

Por ello, el organismo instó a que se legisle una Ley General sobre Desplazamiento Interno.

Por su parte, el Quinto visitador de la CNDH, Edgar Corso, destacó, de acuerdo con las conclusiones del informe, que el desplazamiento forzado no ha sido visibilizado, ni las víctimas han sido atendidas de forma adecuada.

Corso señaló que además no hay una postura uniforme del Estado en este sentido, lo que dificulta las acciones implementadas, que no existe una acción coordinada de los tres niveles de Gobierno, y que esta problemática no está visibilizado lo suficiente y por ello no forma parte de la agenda pública.

El informe va dirigido a las secretarías de Gobernación, de Desarrollo Social, del Trabajo, de Salud, al Congreso nacional y a los locales, a la Comisión Nacional de Atención a Víctimas, al DIF, a los Gobiernos locales y municipales.

El organismo dio cuenta de cifras de diversas autoridades y organizaciones civiles y destacó algunos casos concretos de desplazamiento forzado.

Edgar Corso informó que la CNDH, a través de los testimonios recabados en comunidades, ejidos, rancherías y municipios, detectó a 1 mil 784 personas que dijeron haberse desplazado.

En tanto, de acuerdo con referencias de autoridades estatales y municipales, se detectó a 35 mil 433 personas víctimas del desplazamiento. Mientras, distintos organismos protectores de derechos humanos informaron de la existencia de 6 mil 685 víctimas más; la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas reportó haber dado atención a 5 mil 364 familias de personas indígenas desplazadas de Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nayarit y Oaxaca, lo que equivale a 16 mil 092 personas.

Familias huyendo de Cosalá, Sinaloa, por la violencia. Foto: Noroeste

Familias huyendo de Cosalá, Sinaloa, por la violencia. Foto: Noroeste

La Comisión hizo una serie de recomendaciones a las diversas dependencias y niveles de Gobierno. Instó a que se cree una política pública integral y transversal dirigida a proteger y garantizar los derechos humanos de las víctimas; que se realice un protocolo de atención a las víctimas, del cual el organismo ya tiene una propuesta; además de que se implementen acciones de coordinación entre los tres niveles de gobiernos, organizaciones y sociedad en torno al desplazamiento.

El Informe Especial, detalló la CNDH, es resultado de un trabajo de muestreo basado en cuestionarios y visitas a las 32 entidades federativas. Con él, “busca exponer y visibilizar dicho flagelo,  provocar la acción estatal en favor de la prevención y establecer esquemas de atención a las víctimas bajo un perfil humanitario, con acciones efectivas y soluciones duraderas, para el retorno de las personas desplazadas a su lugar de origen o su reasentamiento”.

Ayer, el Consejo Nuruego para los Refugiados reveló que en el país la violencia ha generado 330 mil desplazados por año en el último lustro. Algunas de las entidades que se han visto afectadas por este fenómeno son Sinaloa, Chihuahua y Durango.

El texto recuerda que muchas personas tuvieron que abandonar sus hogares forzadas por megaproyectos de desarrollo como presas, proyectos de renovación urbana o eventos deportivos. EN el país, los megaproyectos han dejado casos de desplazamiento principalmente en comunidades rurales o indígenas, como es el caso de Chiapas, donde según organizaciones defensores de derechos humanos, indñigenas de distintas poblaciones son amenazados e incluso asesinados para que cedan sus terrenos al paso de grandes obras.

Reciemente, en el estado de México se han visto problemas similares en zonas del Estado de México como Texcoco y Xochicuautla. En primero está pegado a las obras del nuevo aeropuerto, y en el segundo, se expropiaron terrenos para dar paso a una carretera que construye Grupo Higa, uno de los contratistas más favorecidos por el Gobierno federal.