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Aerosmith cancela conciertos en Las Vegas por recaída de adicción de Steven Tyler

miércoles, mayo 25th, 2022

El grupo anunció a través de su cuenta de Instagram que los conciertos programados para junio y julio iban a ser cancelados debido a la recaída de su vocalista a la adicción a las drogas; Steven Tyler entró volunrtariamente a un programa de rehabilitación.

Madrid, 25 may (EFE).- Aerosmith ha anunciado la cancelación del inicio de su residencia musical en Las Vegas en los próximos meses de junio y julio a causa de una recaída de Steven Tyler en su adicción a las drogas.

“Como todos saben, nuestro querido hermano Steven ha trabajado en estar sobrio durante muchos años”, subraya el inicio del comunicado colgado en redes por la banda, que achaca la recaída de su vocalista a una reciente cirugía en un pie a la que se sometió para poder enfrentarse a estos próximos conciertos.

En el mismo mensaje, se indica que Tyler ha decidido entrar “voluntariamente” en un programa de rehabilitación para concentrarse “en su salud y en su recuperación”.

https://www.instagram.com/p/Cd8sxszOCWX/

La gira continuará a partir de septiembre, concretamente a partir de un concierto que tendrá lugar en la localidad estadounidense de Bangor el día 4, al que seguirá otro el día 8 en Boston, tras el que iniciarán su estancia en el Dolby Live At Park MGM de Las Vegas hasta principios de diciembre.

Ya el pasado mes de febrero Aerosmith suspendió su gira europea, que iba a realizar entre los próximos meses de junio y julio de 2022, y en la que estaba previsto que tocara en el Wanda Metropolitano de Madrid.

Steven Tyler, vocalista del grupo Aerosmith. Foto AP

Entonces se explicó que la decisión se tomaba debido a que la situación sanitaria no mejoraba y a “la dificultad que supone para los viajes, con cambios y restricciones”, con “la salud y la seguridad de los fanes” como su prioridad.

Formada por Steven Tyler (voz), Joe Perry (guitarra principal), Brad Whitford (guitarra), Tom Hamilton (bajo) y Joey Kramer (batería), esta era la tercera vez que la banda posponía su concierto en Madrid, originalmente programado para el verano de 2020 y afectado por la pandemia de covid-19.

De la Hoya da detalles sobre su adicción: “Mi pelea más difícil fue contra la droga”

sábado, marzo 26th, 2022

Tras su retiro del boxeo, Óscar de la Hoya tuvo un pleito constante para controlar la ansiedad y la soledad que lo orillaron a la adicción a las drogas y el alcohol; sin embargo, el expugilista narró como logró superarlo.

Por Kike Frías

Los Ángeles, 26 de marzo (LaOpinión).- Así como llegó a la cúspide con el boxeo, el mexicano Óscar de la Hoya se vio envuelto en el ocaso de su carrera en la adicción a las drogas y los excesos.

El campeón superligero del WBC, Óscar De La Hoya, posa tras derrotar a Julio César Chávez en Las Vegas el 7 de junio de 1996. Foto: AP, Lennox McLendon, Archivo.

Tal fue su adicción al alcohol y la cocaína que tuvo pensamientos suicidas antes de internarse en una clínica en donde comenzó su tratamiento de recuperación, motivado por su familia: “En una de esas noches en que estaba borracho, me pregunté: ‘¿Vale la pena seguir viviendo?’”, aseguró en 2019.

En conversación con el también pugilista retirado Erick “Terrible” Morales, el todavía llamado 2Golden Boy” contó que durante toda su vida ha tenido que enfrentar diferentes gigantes, pero el más difícil ha sido hasta ahora su adicción a las drogas, que pudieron haberlo dejado fuera de su promotora.

“Empecé a juntarme con gente mala, encontré drogas, mi vida se estaba yendo para abajo […] me costó un chingo de tiempo. Mi pelea más difícil fue contra las drogas”, Óscar de la Hoya.

En el podcast Un Round Más, De la Hoya explicó que lo motivó a tomar sustancias ilegales luego de haberse retirado del deporte: la soledad.

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“Cuando me retiré sentí que algo de mí se fue, mi alma, no sé. Siempre me sentí vacío, solo. El boxeo era mi amor […] pensaba que si no tenía el boxeo no tenía nada“, admitió.

ÓSCAR DE LA HOYA PUDO HABER PERDIDO GOLDEN BOY PROMOTIONS

Con toda su experiencia de más de 20 años en pleitos, De la Hoya funda en 2002 la promotora Golden Boy Promotions, ocho años antes que se retirara del boxeo. Uno de sus socios, Richard Schaefer aparentemente trató de arrebatarle la compañía por muy poco dinero, asegura Óscar.

El retirado pugilista le aseguró al “Terrible” Morales que fue su esposa quien lo hizo entrar en razón para que ingresara a una clínica de rehabilitación. Pasado un día en ese lugar, y tras los efectos de los medicamentos que le recetaron que lo tenía muy dopado, Schaefer lo visitó con unos documentos que quería fueran firmados.

“Me dijo que el boxeo no era lo mío, que pensara en mi familia y lo dejara. Que había un comprador de la compañía por 100 millones de dólares. Yo en ese momento estaba casi muerto, como un zombi, no podía pensar bien e iba a firmar”, cuenta De la Hoya.

Pero cuando ya estaba preparado para firmar se detuvo y le dijo a su socio que quería que esos papeles fueran revisados por su equipo legal, a lo que éste no reaccionó de la mejor manera.

Pelea de Box en Argentina 2015. Foto: Óscar de la Hoya.

Luego que sus abogados revisaron los documentos, le comunicaron que solo iba a percibir $3 millones de la venta, algo que el estadounidense -de padres mexicanos- consideró un insulto.

Finalmente la relación se rompió y Schaefer se fue de Golden Boy Promotions en 2014 con varios de los talentos del boxeo que estaban en la promotora.

En la entrevista De la Hoya también habló de su rivalidad contra “El Gran Campeón Mexicano” Julio César Chávez, al que enfrentó en dos oportunidades en los 90′.

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Adicción al “cristal” se dispara en Centros de Integración Juvenil en último lustro

domingo, octubre 24th, 2021

Detectan un preocupante incremento en últimos 5 años; mayoría de personas atendidas son jóvenes de entre 10 y 29 años de edad.

Saltillo, 24 de octubre (Vanguardia).- En los últimos cinco años se incrementó en la Región Sureste el número de pacientes atendidos por consumo de metanfetaminas [cristal] y otros estimulantes, de acuerdo con las cifras de primer ingreso en los Centros de Integración Juvenil (CIJ) de Saltillo y Ramos Arizpe.

En 2016, el porcentaje de tratamientos por consumo de estas sustancias solo era del 8.3 por ciento (45 casos de 542 en el año), mientras que en 2021 alcanza el 58.6 por ciento (119 de un total de 203, hasta el mes de septiembre). Se trata de personas con edades entre 10 y 29 años, en su mayoría.

El aumento se refleja año con año. En 2017 estos pacientes representaron el 17.62 por ciento; en 2018, 25.56 por ciento; en 2019, 38.26 por ciento; y en 2020 el 48.65 por ciento.

Las metanfetaminas, junto a las anfetaminas y la heroína, se les considera entre las sustancias catalogadas como estimulantes. Foto: Especial

Al respecto, Norma Alicia Pérez, directora del CIJ en Saltillo, señaló que a nivel nacional y en la región “se tiene un grave problema de consumo de metanfetaminas, conocido como cristal o foco, que además tiene un alto porcentaje de recaída, que dificulta la rehabilitación”.

Las metanfetaminas, junto a las anfetaminas y la heroína, se les considera entre las sustancias catalogadas como estimulantes, que en su conjunto han sido las drogas de mayor crecimiento entre los casos atendidos por el CIJ en la Región Sureste durante estos años.

COMIENZAN REHABILITACIÓN EN ETAPAS MUY AVANZADAS

A la par, en el último lustro también se observa un alza en los ingresos de pacientes con alta dependencia a las drogas. En 2016, las personas adictas tratadas por primera vez en los CIJ de Saltillo y Ramos Arizpe representaban el 50.92 por ciento, mientras que en 2021 llegan al 81.28 por ciento.

“Hay varios tipos de pacientes. Están los de etapa experimental, que apenas inician el consumo de drogas; así como los de etapa social, que ya comienzan a tener cierta periodicidad en el consumo, pero todavía no desarrollan una dependencia. Ambos pueden ser catalogados aún como usuarios de drogas.

En el último lustro también se observa un alza en los ingresos de pacientes con alta dependencia a las drogas. Foto: AP

“Y luego están los consumidores funcionales, que son personas que para llevar a cabo sus actividades cotidianas requieren ya de las sustancias; y los de etapa disfuncional, cuyas vidas giran por completo en torno al consumo y empiezan a perder otras actividades, como el empleo, y tienen problemas familiares y sociales. Estos casos se catalogan como dependientes, hablamos de dependencia física y psicológica, a la par”, detalló Pérez Reyna.

Y, en contraparte, los pacientes que entran en la clasificación de usuarios de drogas (que aún no desarrollan dependencia), disminuyeron del 31.18 por ciento del total de atenciones, en 2016, al 7.88 por ciento en 2021. Lo cual dificulta la atención y rehabilitación.

“Se requiere que las familias se involucren, que estén atentas. Que canalicen los casos ante las primeras señales de consumo y no cuando ya hay una alta dependencia. Generalmente, cuando el paciente ya no tiene control sobre sí es cuando la familia lo quiere ingresar a rehabilitación. Y no debe ser así, la rehabilitacion debe comenzar desde las primeras etapas para que sea más efectiva”, apuntó la directora del CIJ. Con información de Paloma Gatica y Andrea Palacios

Una clínica en Reino Unido ofrece rehabilitación para la adicción a las criptomonedas

sábado, octubre 9th, 2021

Castle Craig es una clínica británica que promueve terapia de rehabilitación para personas que se han vuelto adictas a comercializar criptomonedas, una conducta que denominan “criptoadicción”.

Moscú, 9 de octubre (RT).– La compraventa de criptomonedas se ha convertido en una adicción de tipo conductual que ha llevado a gran cantidad de personas a perder miles de dólares y, en algunas ocasiones, el control de sus vidas, de acuerdo a Tony Marini, terapeuta de la clínica británica Castle Craig. La clínica, ubicada en Edimburgo, se promociona a sí mismo como el primer centro de rehabilitación en ofrecer un tratamiento específico para atender la “criptoadicción”.

Según señalan los expertos de la clínica, el mercado de las criptomonedas, caracterizado por su gran fluctuación y el alto riesgo de inversión, proporciona emoción y un escape de la realidad, motivo por el cual puede llegar a causar un trastorno conductual similar a la ludopatía o a la inversión compulsiva en el mercado de valores.

La naturaleza fluctuante del valor de mercado de las criptodivisas y los riesgos asociados a invertir en estas son dos de los elementos que atraen a los a comerciantes, quienes al comprarlas o venderlas tienden a realizar una especie de apuesta sobre la dirección que tomará su precio, factor que facilita el desarrollo de comportamientos compulsivos.

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Castle Craig se promociona como la primera clínica que ofrece rehabilitación a pacientes adictos al comercio de criptomonedas. Foto: EFE, Sedat Suna, archivo.

Al igual que los adictos a las apuestas, cuando las inversiones resultan positivas, las personas con problemas con el comercio de criptomonedas comienzan a fantasear con amasar una fortuna, lo que los lleva a gastar más dinero con la esperanza de obtener mayores ganancias. Sin embargo, llega el momento en el que “empiezan a perder dinero y a mentir. No pueden dejar de jugar, así que piden más préstamos o hacen algo ilegal. Dejan de pagar las facturas del hogar. Tienen sentimientos de culpa, vergüenza o resentimiento. Empiezan a culpar a otras personas, o a entrar en pánico”, detalló el terapeuta.

De acuerdo a Marini, desde que comenzaron a implementar el tratamiento específico para la “criptoadicción”, en 2017, han sido atendidos 15 pacientes adictos específicamente al comercio de criptomonedas, en su mayoría de entre 20 y 45 años. Sin embargo, señala que este padecimiento, que ha aumentado de forma alarmante durante los últimos tiempos, ha sido el detonante de problemas con el abuso de sustancias en varios pacientes que han llegado a la clínica.

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La mariguana pasa de ser “droga peligrosa” a “droga medicinal” en las clasificaciones en la ONU

miércoles, diciembre 2nd, 2020

Este cambio permitirá la investigación médica a fondo, pues sólo era posible de forma limitada debido a las restricciones y criterios legales que actuaban como freno en los laboratorios. 

Viena, 2 de diciembre (EFE).- La ONU ha reconocido este miércoles las propiedades medicinales del cannabis en una votación en Viena de la Comisión de Estupefacientes, el órgano ejecutivo sobre políticas de drogas de Naciones Unidas.

La mayoría simple de los 53 Estados de la Comisión ha decidido retirar el cannabis y su resina de la Lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, lo que significa que se reconoce oficialmente la utilidad médica de esa planta, cuyo consumo recreativo seguirá prohibido en la normativa internacional.

Casi todos los Estados de la Unión Europea -con excepción de Hungría- y numerosos de América han sumado una mayoría simple de 27 votos para aprobar el cambio -uno de los más importantes en materia de drogas en las últimas décadas- mientras que gran parte de los países de Asia y África se opuso.

En esa Convención el cannabis está clasificado en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se otorga escaso valor médico.

La Comisión de Estupefacientes había aplazado desde marzo la decisión del uso terapéutico del cannabis. Foto: Luis Lidón, Archivo EFE

La Comisión de Estupefacientes había aplazado desde marzo la decisión del uso terapéutico del cannabis. Foto: Luis Lidón, Archivo EFE

Este cambio facilitará la investigación con cannabis, que cuenta con principios activos que han mostrado resultados prometedores en el tratamiento del párkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico y el cáncer.

UNA RECOMENDACIÓN POLÉMICA

La votación se produjo casi dos años después de un dictamen de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que reconocía la utilidad médica del cannabis y recomendaba su retirada de la Lista IV.

Al mismo tiempo proponía mantener el cannabis en la Lista I, donde se encuentran los estupefacientes bajo control internacional por su carácter adictivo pero accesibles para actividades médicas, situación en la que se encuentran otros narcóticos, como la morfina.

Esa recomendación -adoptada ahora- se basaba en el primer estudio crítico de la OMS sobre cannabis, la droga más popular del mundo con unos 200 millones de consumidores, según estimaciones de la ONU.

La OMS es la responsable de valorar científicamente para la Comisión tanto las posibles propiedades terapéuticas como el daño que genera la adicción de drogas bajo control internacional, y sus recomendaciones suelen ser adoptadas sin mayor polémica.

DIVISIÓN INTERNACIONAL

Sin embargo, en este caso la votación estuvo precedida de un enorme debate y varios aplazamientos en los últimos dos años debido a las diferencias entre aquellos Estados a favor del cambio y los que demandaban mantener el “status quo”.

Los países de la UE -excepto Hungría- junto a otros como Argentina, Canadá, Colombia, EU, México, Uruguay y Ecuador, entre otros, han respaldado seguir el criterio científico de la OMS.

El uso lúdico de la mariguana aún está prohibido en muchos países, pero cada vez son más los que comienzan a despenalizar esta droga. Foto: EFE

Alrededor de 50 países han puesto en marcha distintos programas de cannabis medicinal y esta decisión de Naciones Unidas, previsiblemente, impulsará ese tipo de políticas así como la investigación con la planta.

Argentina ya decidió en noviembre legalizar el autocultivo de mariguana para uso medicinal y permitirá la venta de aceites, cremas y otros derivados de la planta con fines terapéuticos amparándose en la recomendación de la OMS que ha sido ahora oficialmente adoptada.

Hasta ahora la investigación médica con cannabis era posible de forma limitada, ya que la inclusión en la Lista IV actuaba como freno para muchos laboratorios debido a las restricciones y los diferentes criterios legales aplicados en cada país.

Los estados que votaron en contra del cambio, liderados por Rusia, China, Brasil y Pakistán, consideran que relajar ahora el control del cannabis envía el mensaje equivocado en un momento en el que algunos países, como Canadá o Uruguay, han legalizado la mariguana violando tratados internacionales.

Esos estados en contra de cualquier cambio, entre los que también se encontraban Cuba y Venezuela, consideran que esta decisión banaliza el consumo de cannabis y minimiza los daños a la salud que produce, como un incremento de ciertos trastornos mentales.

El cambio llega cuando varios países como Canadá, Uruguay y una quincena de estados de EU han legalizado el consumo de mariguana y otros como México, Luxemburgo o Israel tienen iniciativas legales en curso en la misma línea.

Télévision œil de demain, la cinta francesa que predijo la adicción de la sociedad a los celulares

sábado, julio 4th, 2020

Con más de 70 años de anticipación, muestra a personas caminando por las calles, sumergidas en sus pequeños dispositivos y tropezando entre sí, o mirándolos en las cafeterías y el transporte público.

Ciudad de México, 4 de julio (RT).- En los últimos días se ha viralizado un video de la película francesa de ciencia ficción Télévision œil de demain (Televisión, el ojo del mañana), filmada en 1947 por el director JK Raymond Millet, que predijo con una sorprendente exactitud la adicción de la sociedad moderna a las pantallas de los teléfonos celulares y tabletas y la omnipresencia de esos dispositivos en nuestras vidas.

Con más de 70 años de anticipación, la obra muestra a transeúntes que caminan por las calles ocupados con lo que ven en sus pequeñas pantallas y tropezando entre sí, mientras en las cafeterías y el transporte público miran sus dispositivos sin importarles nada más.

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En una escena, un hombre hasta se para en medio de la vía, tan obsesionado que no se da cuenta de que un coche se le acerca y hace señales para poder pasar.

En otra, un conductor sufre un accidente por haber prestado demasiada atención a lo que veía en un dispositivo, parecido a una tableta o una pantalla incorporada en el panel de su auto.

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VIDEO: Mauricio Clark hace comentario homofóbico contra el América durante programa en vivo

martes, enero 28th, 2020

Franco Clark, antes Mauricio Clark, señaló que ha cambiado de equipo de futbol al dejar de ser homosexual, “ahora le voy al Chivas, antes como era puto, le iba al América”, dijo.

Ciudad de México, 28 enero (SinEmbargo).- En su nueva etapa como conferencista Mauricio Clark, quien cambió su nombre a Franco Clark, se presentó en el programa Hoy de Televisa donde aseguró que la conducta homosexual es una adicción.

“Me duele mucho lo que les está sucediendo con muchas  personas con atracciones hacia el mismo sexo y con problemas de drogas”, dijo durante la transmisión.

Durante el programa ofreció una disculpa a los conductores que había ofendido y a la comunidad LGBT por haber actuado de una forma soberbia.

Por la mañana a través de su cuenta de Instagram compartió un texto anunciando su participación en el programa matutino, donde aprovecho para recalcar que su única intención era hacer la paz con la comunidad LGBT.

El ex conductor confesó que el exorcismo para quitarle lo homosexual, fue algo cierto.

“No basta con terapia, ni oración, sino actos de liberación”, dijo.

Cuando una de las psicólogas invitadas preguntó cuál era la relación entre la homosexualidad y la drogadicción, Clark señaló que ambas son adicciones, sin embargo ante la reacción de los presentes manifestó su desinterés por discutir con ellos y convencerlos de su postura.

En su intervención Clark también aprovechó para hablar sobre su cambió de nombre, lo que excusó como  un trabajo espiritual y netamente personal, después de haber odiado tanto a su padre, ahora utiliza su apellido como primer nombre, Franco.

Antes de finalizar su participación Franco como ahora se hace llamar, reveló que también ha cambiado de equipo y que ahora le va al Chivas y antes por ser homosexual, le iba al América.

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ADELANTO | Elizabeth Wurtzel y el libro que abrió la conversación sobre la depresión y las adicciones

sábado, enero 11th, 2020

La autora, quien falleció este martes a los 52 años tras una larga batalla contra el cáncer, expone en este libro de 1994 confesiones francas sobre sus luchas, lo cual desató un debate que duró gran parte de su vida, pero también la convirtieron en la voz de toda una generación.

Nación Prozac supera el relato biográfico para convertirse en un informe acerca del fármaco que simbolizó la panacea en los años 90. Con la sustancia, muchos jóvenes recuperaron el deseo de vivir, pero su uso se tornó muy polémico.

Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).- Elizabeth despertaba a diario con un vendaval de dolor y angustia. Así convirtió el sexo en un acto desesperado para apaciguar el vacío, el amor en una obsesión abocada al fracaso y las drogas y el alcohol en una búsqueda vana de placer. La salida de ese infierno tenía un nombre: Prozac, el fármaco que simbolizó la panacea en los años 90. Merced a esa sustancia, muchas personas recuperaron el deseo de vivir, pero su uso se tornó muy polémico en la sociedad.

Elizabeth Wurtzel, quien fuera periodista de la revista Rolling Stone, expone en este libro de 1994 confesiones francas y dolorosas sobre sus problemas de adicción y depresión, las cuales desataron un debate que duró gran parte de su vida, pero también la convirtieron en la voz de una generación ansiosa y llena de dudas.

A continuación, SinEmbargo comparte, en exclusiva para sus lectores, una traducción del prólogo del libro Prozac Nation: Young and Depressed in America, escrito por Elizabeth Wurtzel, quien falleció este martes en un hospital de Manhattan, a los 52 años de edad, tras una larga batalla contra el cáncer.

Muy pronto en mi vida ya era demasiado tarde
-Marguerite Duras, La Amante

***

Prólogo

Me odio y quiero morir

Empiezo a sentir que algo está realmente mal. Al igual que todas las drogas juntas, el litio, el Prozac, la desipramina y el Desyrel que tomo para dormir por la noche, ya no pueden combatir lo que sea que estaba mal conmigo en primer lugar. Me siento como un modelo defectuoso, como si saliera de la línea de ensamblaje y mis padres deberían haberme llevado a reparar antes de que se agotara la garantía. Pero eso fue hace mucho tiempo.

Empiezo a pensar que realmente no hay cura para la depresión, que la felicidad es una batalla en curso, y me pregunto si no tendré que luchar mientras viva. Me pregunto si vale la pena.
Empiezo a sentir que no puedo mantener la fachada por más tiempo, que tal vez empiece a mostrar. Y desearía saber lo que estaba mal.
Tal vez algo sobre lo estúpida que es toda mi vida. No lo sé.

Mis sueños están contaminados con parálisis. Regularmente tengo visiones nocturnas donde mis piernas, aunque unidas a mi cuerpo, no se mueven mucho. Trato de caminar a algún lado, a la tienda de comestibles o a la farmacia, en ningún lugar especial, los mandados de rutina, y simplemente no puedo hacerlo. No puedo subir escaleras, no puedo caminar en terreno llano. Estoy agotado en el sueño y me vuelvo más agotado en mi sueño, si eso es posible. Me despierto cansado, asombrado de que incluso puedo levantarme de la cama. Y a menudo no puedo. Normalmente duermo diez horas por noche, pero a menudo son muchas más. Estoy atrapado en mi cuerpo como nunca antes. Estoy perpetuamente loco.

Una noche, incluso sueño que estoy en la cama, pegada, congelada a las sábanas, como si fuera un insecto que se aplastó en la parte inferior del zapato de alguien. Simplemente no puedo levantarme de la cama. Estoy teniendo un ataque de nervios y no me puedo mover. Mi madre se para al lado de la cama e insiste en que podría levantarme si realmente quisiera, y parece que no hay forma de hacerle entender que literalmente no puedo moverme.

Sueño que estoy en problemas terribles, completamente paralizado, y nadie me cree.
En mi vida de vigilia, estoy casi tan cansado. La gente dice: tal vez sea Epstein-Barr. Pero sé que es el litio, la sal milagrosa que ha estabilizado mi estado de ánimo pero está drenando mi cuerpo.
Y quiero salir de esta vida con las drogas.

Estoy petrificado en mi sueño y estoy petrificado en la realidad porque es como si mi sueño fuera realidad y estoy teniendo un colapso nervioso y no tengo a dónde ir. En ninguna parte. Mi madre, creo, simplemente se ha dado por vencida conmigo, decidió que no está segura de cómo crió a esta, bueno, a esta chica del rock and roll que ha violado su cuerpo con un tatuaje y una nariz. anillo, y aunque ella me ama mucho, ya no quiere ser a quien yo corro. Mi padre nunca ha sido a quien yo corro. Hablamos por última vez hace un par de años. Ni siquiera sé dónde está. Y luego están mis amigos, y ellos tienen sus propias vidas. Si bien les gusta hablar de todo, analizar y formular hipótesis, lo que realmente necesito, lo que realmente estoy buscando, no es algo que pueda articular. No es verbal: necesito amor. Necesito lo que sucede cuando tu cerebro se apaga y tu corazón se enciende.

Y sé que está a mi alrededor en alguna parte, pero no puedo sentirlo.

Lo que sí siento es la sensación de ser un adulto, estar solo en este gran y enorme loft con tantos discos compactos y bolsas de plástico y revistas y pares de calcetines sucios y platos sucios en el piso que ni siquiera puedo ver el piso. Estoy seguro de que no tengo ningún lugar para correr, que ni siquiera puedo caminar a ningún lado sin tropezar y caerme, y sé que quiero salir de este lío. Quiero salir Nadie nunca me amará, viviré y moriré solo, no iré a ninguna parte rápido, no seré nada en absoluto. Nada funcionará. La promesa de que al otro lado de la depresión se encuentra una vida hermosa, una por la que vale la pena sobrevivir al suicidio, habrá resultado incorrecta. Todo será un gran engaño.

Es sábado por la noche, estamos en ese punto cuando comienza a ser domingo por la mañana y estoy acurrucada en posición fetal en el piso de mi baño. La gasa negra de mi vestido contra los azulejos blancos crudos debe hacerme parecer un charco sucio. No puedo parar de llorar. Las más o menos veinte personas que todavía están sentadas en la sala de estar no parecen en absoluto preocupadas por lo que está sucediendo conmigo aquí, si lo notan, entre sorbos de vino tinto y golpes en un porro que alguien rodó antes y chirrió. en Becks o Rolling Rock. Decidimos, mi compañero de casa, Jason y yo, hacer una fiesta esta noche, pero no creo que quisiéramos que aparecieran doscientas personas. O tal vez lo hicimos. No lo sé. Tal vez sigamos siendo los nerds que estábamos en la escuela secundaria a los que les gusta la posibilidad de ser populares y que realmente lo hicimos nosotros mismos. No lo sé.

Todo parece haber salido mal. Primero, Jason abrió la puerta de escape de incendios a pesar de que era a mediados de enero porque se había puesto tan caliente con el aplastamiento de los cuerpos, y mi gato decidió hacer que los seis vuelos bajaran al patio, donde se perdió y confundió. y comenzó a aullar como un loco. No tenía zapatos y estaba preocupado por él, así que corrí descalzo y estaba helado y realmente me sacudió volver a tantas personas que tuve que decir Hola, ¿cómo estás? personas que no sabían que tengo un gato por el que estoy absolutamente loco. Por un tiempo, Zap y yo nos escondimos en mi habitación. Se acurrucó en mi almohada y me miró como si todo esto fuera mi culpa. Luego, mi amigo Jethro, al ver que tenía miedo de todas estas personas, se ofreció a correr hasta la calle 168 y obtener cocaína, lo que tal vez me pondría de mejor humor.

Al estar tomando tantas drogas psicoactivas, realmente no me meto con sustancias controladas recreativas. Pero cuando Jethro se ofreció a conseguirme algo que pudiera alterar mi estado lo suficiente como para que no quisiera esconderme debajo de las sábanas, pensé, claro, ¿por qué no?

Hay más: parte de la razón por la que soy tan manso es que dejé de tomar mi litio unas semanas antes. No es que tenga un deseo de muerte, y no es que sea como Axl Rose y piense que el litio me hace menos varonil (supuestamente dejó de tomarlo después de que su primera esposa le dijera que su pene no era tan duro como solía hacerlo). ser y ese sexo con él era pésimo; al no tener ese tipo de equipo, no estoy en posición de dar una mierda). Pero me tomaron los niveles de sangre en el laboratorio hace aproximadamente un mes, y tuve una concentración inusualmente alta de hormona estimulante de la tiroides (TSH), aproximadamente diez veces la cantidad normal, lo que significa que el litio está causando estragos en mis glándulas, lo que significa que podría terminar en un estado físico realmente malo.

La enfermedad de Graves, que es una afección hipertiroidea, se encuentra en mi familia, y el tratamiento para eso engorda, te da estos ojos saltones y macabros, y crea todo tipo de síntomas que creo que me deprimirían más de lo que estoy sin ellos. litio. Entonces dejé de tomarlo. El psicofarmacólogo (me gusta llamar a su oficina la Quinta Avenida Crack House, porque todo lo que realmente hace es escribir recetas y repartir píldoras) me dijo que no debería. Me dijo que, si algo, el litio me iba a dar una condición opuesta a la enfermedad de Graves (“¿Qué significa eso?”, Le pregunté: “¿Se encogerán mis ojos como pequeñas uvas pasas?”), Pero no lo hago. confia en el. Él es el empujador y le interesa ver que sigo cargado.

Pero tenía razón. De litio, me estaba desvaneciendo rápidamente. Algunos días, me sentaba con Jason leyendo el Times en la sala de estar y hablaba de una racha azul, presentándole todas mis teorías sobre, por ejemplo, el deterioro de la familia estadounidense a fines del siglo XX y cómo todo se relaciona con el declive de una sociedad agraria. Y Jason se sentaba principalmente allí, absorto en el periódico, preguntándose si alguna vez me callaría. Pero la mayoría de los días me desanimaría, simple y llanamente, ineficaz, quedando en blanco de nuevo.

Realmente necesitaba mi litio. Pero estaba decidido a patearlo en frío. Si la cocaína ayudara, que así sea. La cocaína puede ser realmente mala para ti en todas las formas posibles, pero no me daría una enfermedad de la tiroides, por lo que me convertiría en una versión más joven de mi madre histérica, exhausta y sobrecargada. Así que hice algunas líneas en el baño con Jethro, cortándolas en un CD de Pogues. No cinco minutos después de que las cosas comenzaron a flotar en mi cerebro, me sentí mucho mejor.

Salí y me mezclé y mezclé. Me acerqué a extraños y les pregunté si se estaban divirtiendo. Cuando llegaron nuevos invitados, los saludé, besándolos en cada mejilla, al estilo europeo. Me ofrecí a buscar una cerveza o mezclar un destornillador, darles un recorrido por el apartamento o mostrarles dónde deberían arrojar sus abrigos. Dije cosas como: hay alguien a quien simplemente debes conocer. O, agarrando la mano de una chica y arrastrándola por la habitación: ¿Tengo al chico para ti? Fui magnánimo y gregario y todo eso.

Y luego, un par de horas después, comencé a bajar. No bebo, así que no tenía nada de alcohol en mi sistema para sacar ventaja de lo que estaba sucediendo. Pero de repente, todo se volvió feo, grotesco. Hologramas espeluznantes en todas las paredes, como flashbacks ácidos sin el color, la maravilla u otras características redentoras. Sentí pánico, como si hubiera cosas que tenía que hacer mientras todavía estaba en una cocaína alta, y sería mejor que las hiciera antes de dejarlo completamente.

Hubo un tipo con el que pasé una noche equivocada con quien dijo que me llamaría y nunca lo hizo, pero de todos modos vino a la fiesta y me sentí preparado para una confrontación. Estaba mi padre, a quien realmente quería llamar en ese momento, solo para recordarle que todavía me debía mi asignación de los cuatro años en la escuela secundaria cuando no pude encontrarlo. Había un montón de otras cosas que hacer, pero no podía recordar cuáles eran. Solo sabía que quería unos minutos más para vivir en este estado encantado, encantado y conectado. Solo quería un poco más de tiempo para sentirme libre, fácil y sin trabas antes de volver a mi depresión. Yo quería más coca. ¡MÁS! ¡COCA! ¡AHORA! Comencé a mirar alrededor del baño para ver si quedaban pedacitos de polvo para poder mantenerlo en funcionamiento.

Mientras acariciaba el fregadero y revisaba el piso, tuve la extraña sensación de que este tipo de comportamiento tal vez tenía su lugar en los años ochenta, pero parecía realmente estúpido en este momento, completamente pasado de moda en los noventa adultos ascéticos. Y luego me recordé a mí mismo que la vida no es una tendencia generada por los medios, me condenaré si voy a negarme solo por Len Bias y Richard Pryor y cualquier otra persona.

Así que me estoy preparando para pedirle a Jethro que regrese a Spanish Harlem para que nos traiga más de estas cosas. Estoy haciendo planes, estoy pensando en ideas grandiosas, estoy enumerando a todas las personas a las que llamaré una vez que vuelva a subirme y tenga el coraje. Estoy decidiendo pasar toda la noche escribiendo un estudio épico marxista-feminista de villanías bíblicas que he querido comenzar durante años. O tal vez solo encuentre una librería de veinticuatro horas y obtenga una copia de Gray’s Anatomy y la memorice en las próximas horas, postule a la escuela de medicina y me convierta en médico y resuelva todos mis problemas y los de todos los demás. Lo tengo todo resuelto: todo va a estar bien. Pero antes de que esto pueda suceder, me derrumbo en mi cama y empiezo a llorar sin control.

Christine, mi mejor amiga, viene a preguntar qué pasa. Otras personas entran a buscar sus abrigos, esparcidos en mi cama, y ​​empiezo a golpearlos, diciéndoles que se vayan. Empiezo a gritarle a Christine que quiero recuperar mi habitación, quiero recuperar mi vida. Como si fuera una señal, Zap comienza a vomitar en un abrigo que aparentemente pertenece a alguien llamado Roland, que parece un desierto por venir a mi fiesta y ser parte de mi horrible noche.

Tengo esta sensación palpable y absoluta de que me estoy riendo a carcajadas, que realmente no hay una buena razón por la cual, y que, aún peor, no hay nada que pueda hacer al respecto. Y lo que realmente me está molestando, mientras estoy acurrucada, es que la escena que estoy representando me recuerda algo: me recuerda toda mi vida.

Justo afuera de las puertas francesas que conducen a mi habitación, Christine y Jason y algunos otros amigos, Larissa, Julian, Ron, están conversando. Puedo escucharlos, susurros de discusión, pero no suenan tan preocupados y conspiradores como hace unos años. Me han visto así antes, muchas veces. Saben que paso por esto, sobrevivo, sigo adelante, podría ser un síndrome premenstrual severo, podría ser, en este caso probablemente, azul de cocaína. No puede ser nada.

Me imagino a Jason diciendo: Elizabeth está teniendo uno de sus episodios. Me imagino a Christine diciendo: lo está perdiendo de nuevo. Me los imagino a todos pensando que se trata de una deficiencia química, que si tomara mi litio como una buena niña, esto no sucedería.

Cuando me tropiezo con el baño y golpeo ambas puertas y me acurruco contra el suelo, estoy seguro de que nunca entenderán las bases filosóficas del estado en el que estoy. Lo sé cuando En litio, estoy bien, que puedo hacer frente al reflujo y la marea de la vida, puedo manejar los contratiempos con aplomo, puedo ser un buen deporte. Pero cuando dejo las drogas, cuando mi cabeza está limpia y libre de este desorden de razón y racionalidad, lo que más pienso es: ¿por qué? ¿Por qué tomarlo como un hombre? ¿Por qué ser maduro? ¿Por qué aceptar la adversidad? ¿Por qué rendir con gracia las locuras de la juventud? ¿Por qué aguantar la mierda?

No quiero sonar como un mocoso malcriado. Sé que en cada vida soleada debe llover un poco y todo eso, pero en mi caso la histeria a nivel de crisis es un tema demasiado recurrente. Las voces en mi cabeza, que solía pensar que acababan de pasar, parecen haberse establecido. Y he estado tomando estas malditas píldoras durante años. Al principio, la idea era ponerme en marcha para poder responder a la terapia de conversación, pero ahora parece claro que mi afección es crónica, que tomaré drogas para siempre si solo quiero ser apenas funcional. Prozac solo no es suficiente. He estado fuera de litio menos de un mes y ya estoy perfectamente loco.

Y estoy empezando a preguntarme si podría no ser una de esas personas como Anne Sexton o Sylvia Plath que están mejor muertas, que pueden vivir de esa manera mínima y desnuda durante un cierto número de años, incluso pueden casarse , tener hijos, crear una especie de legado artístico, incluso puede ser hermoso y encantador en algunos momentos, como supuestamente lo fueron ambos. Pero al final, nada de bueno fue rival para el dolor doloroso, duradero y suicida. Quizás yo también muera joven y triste, un cadáver con la cabeza en el horno. Arrugado y llorando aquí un sábado por la noche, no puedo ver otra manera.

Quiero decir, no sé si hay estadísticas sobre esto, pero ¿cuánto tiempo debe vivir una persona que toma drogas psicotrópicas? ¿Cuánto tiempo antes de que su cerebro, por no mencionar al resto de ustedes, comience a crecer y deteriorarse? No creo que las personas crónicamente psicóticas tiendan a llegar a la fase de la vida en un hogar de ancianos en Florida. O ellos? ¿Y qué es peor: vivir tanto tiempo en esta condición o morir joven y mantenerse bonita?

Me levanto para sacar mis lentes de contacto, que de todos modos se están cayendo, goteando por un estanque deslizante de lágrimas. El par que tengo esta noche es verde, un juego de repuesto que obtuve durante una venta de compre uno y llévese otro gratis, que uso cuando tengo ganas de esconderme detrás de un par de ojos espeluznantes y falsos. Me dan una apariencia inanimada como si estuviera asustado o de otro planeta o una esposa Stepford sin vida que cocina, limpia y folla con una sonrisa feliz e idiota. Debido a que las lentes ya se están deslizando de mis pupilas, parece que tengo dos pares de ojos, algunos giros enfermos en la visión doble, y cuando se deslizan me veo como una muñeca viva, un robot de película de terror cuyos ojos se han caído sus cuencas

Y luego vuelvo al suelo. Jason entra después de que todos se han ido y me insta a acostarme, dice algo sobre cómo se sentirá mejor por la mañana. ¡Y yo digo, maldita sea, gilipollas! ¡No quiero que se sienta mejor por la mañana! Quiero lidiar con el problema y mejorarlo o quiero morir ahora mismo.

Se sienta a mi lado, pero sé que preferiría estar con Emily, su novia o en cualquier otro lugar. Sé que preferiría estar lavando platos en la otra habitación o barriendo el piso o recogiendo latas y botellas para la papelera de reciclaje. Sé que soy tan horrible ahora que limpiar es más atractivo que estar sentado conmigo.

Jason, ¿cuánto tiempo nos conocemos? Yo le pregunto. ¿Qué ha sido, al menos cinco años, desde el tercer año? El asiente. ¿Y cuántas veces me has visto así? ¿Cuántas veces me has encontrado gritando en el suelo en alguna parte? ¿Cuántas veces me has encontrado clavando un cuchillo de toronja en mi muñeca, gritando que quiero morir? El no contesta. Él no quiere decir: con demasiada frecuencia.

Jase, ya son como veinticinco años, toda mi vida. De vez en cuando hay un respiro, como cuando Nathan y yo nos enamoramos por primera vez, o cuando comencé a escribir para The New Yorker. Pero luego entra en juego la opacidad de todos los días, y me vuelvo loco. Él dice algo acerca de cómo cuando estoy en litio parece estar bien. Al igual que eso hace que todo esté bien. Empiezo a llorar mucho, respiro en pánico y cuando puedo hablar es solo para decir que no quiero vivir esta vida. Sigo llorando y Jason me deja allí.

Julian, que aparentemente pasa la noche porque perdió las llaves, viene a continuación. También podría ser Elizabeth Taylor en Cleopatra, recibiendo suplicantes en el piso del baño. Julian dice cosas como: la felicidad es una elección, tienes que trabajar para lograrla. Lo dice como si fuera una idea o algo así. Él dice: tienes que creer. Él dice: ¡Vamos! ¡Alegrarse! ¡Cálmate! No puedo creer lo trivial que es todo esto. Por un momento quiero salir de mí mismo para poder enseñarle algunas mejores habilidades interpersonales, para poder ayudarlo a aprender a sonar un poco más sensible, más empático que todo esto. Pero no puedo parar de llorar.

Finalmente, él me recoge, murmurando algo acerca de que todo esto no es nada que una buena noche de sueño no cure, diciendo algo sobre cómo vamos a tomar algo de litio por la mañana, sin entender que no quiero sentirme mejor por la mañana, cómo me está desgastando esa forma de vida, que lo que realmente quiero es no sentirme así en primer lugar. Sigo alejándome de él, exigiéndole que me humille. Literalmente estoy haciendo lo que la gente quiere decir cuando dicen: “Ella pateó y gritó”. Pobre Julián. Empiezo a mirarle a los ojos para que me desanime porque eso es lo que aprendí a hacer en un curso de defensa personal para mujeres. Jason me escucha gritar y entra, y los dos me obligan a acostarme, y creo que si no cumplo, tal vez los hombres de bata blanca vendrán con una camisa de fuerza y ​​me llevarán, un pensamiento eso es momentáneamente reconfortante y, en última instancia, como todo lo demás, horrible.

La primera vez que tomé una sobredosis fue en el campamento de verano. Debe haber sido 1979, el año en que cumplí doce años, cuando tenía muslos delgados, ojos grandes, senos color de rosa, quemaduras solares y una belleza de vanguardia que te habría hecho pensar que nada podría estar mal. Entonces, un día durante la hora de descanso, me senté en mi cama en la litera inferior, con mi amiga Lisanne durmiendo una siesta justo encima de mí, y comencé a leer un libro cuyo epígrafe era de Heráclito: “¿Cómo puedes esconderte de lo que nunca desaparece?”

No puedo recordar el nombre del libro, ninguno de sus personajes o contenidos, pero la cita es indeleble, no sale en el lavado, ha estado en mi mente desde entonces. No importa cuántas sustancias químicas haya usado para blanquear o lijar mi cerebro, sé que, demasiado bien, nunca puedes alejarte de ti mismo porque nunca te vas. A menos que mueras. Por supuesto, en realidad no estaba tratando de suicidarme ese verano. No sé lo que estaba tratando de hacer. Tratando de sacar mi mente de mi mente o algo así. Tratando de no ser yo por un momento.

Así que me tragué unas cinco o diez cápsulas de Atarax, un medicamento recetado para la alergia que estaba tomando para la fiebre del heno. La droga, como la mayoría de los antihistamínicos, era muy soporífera, así que me quedé dormido durante mucho tiempo, lo suficiente como para evitar la instrucción de natación en el lago y las oraciones matutinas junto al asta de la bandera hasta el final de la semana, lo cual fue realmente el punto después de todo. . De todos modos, no podía imaginar por qué me obligaban a todas esas actividades: el movimiento de memoria de Newcomb, el kickball, el fútbol, ​​el golpe de pecho, hacer cordones, toda esta actividad regimentada que parecía solo pasar un poco más de tiempo mientras nos dirigíamos, inexorablemente, hacia la muerte. Incluso entonces, estaba bastante seguro, en mi mente de casi doce años, que la vida era una larga distracción de lo inevitable.

Observaba a las otras chicas en mi litera mientras se secaban el cabello en preparación para las actividades nocturnas, aprendían a aplicar la sombra de ojos azul mientras se preparaban para convertirse en adolescentes, mientras conjuraban problemas de chicos como: ¿Crees que le gusto? Observé cómo mejoraron sus servicios de tenis y aprendí técnicas básicas para salvar vidas, mientras se ponían los jeans ajustados de Sasson y se cubrían con chaquetas de satén acolchadas en rosa y morado, y no pude evitar preguntarme a quién estaban tratando de engañar. ¿No podrían ver que todo esto fue solo proceso, proceso, proceso, proceso, todo en vano?

Todo es plástico, todos moriremos tarde o temprano, entonces, ¿qué importa? Ese fue mi lema.

Resulta que cuando tomé todo ese Atarax en el campamento, me quedé tan dormido que nadie pareció darse cuenta de que algo andaba mal. Por una vez, de hecho, nada estaba mal. Estaba, como la línea en un álbum de Pink Floyd que no podía dejar de escuchar ese año, cómodamente insensible. Creo que debo haber estado enfermo de todos modos, nada más grave que un resfriado o tos, y me había quedado mucho tiempo en la cama. Realmente no quería volver a la enfermería, donde el pegajoso Dimetapp con sabor a uva era universalmente reconocido como la cura para todos los males. Quizás a todos les pareció que me estaba recuperando de una gripe de verano o algo así. O tal vez dieron por sentado mi estado de cama, tal como mis compañeros de clase en la escuela ya no esperaban que fuera a almorzar, habían llegado a aceptar que me estaría escondiendo en el vestuario tallando cuchillas de afeitar, jugando con mis sangre propia, como si eso fuera lo que todos los demás estaban haciendo entre las 12:15 y la 1:00 p.m. Cada vez que uno de los consejeros intentaba sacarme de la cama, me desmayaba demasiado, y probablemente pensaban que era más fácil dejarme solo. No es que fuera la mascota de nadie.

Eventualmente, creo que tal vez Lisanne se preocupó. El bulto de mi cuerpo debajo de las mantas de lana se había convertido en un elemento extraño en la habitación. Después de unos días, el consejero principal vino a verme a mi pequeño catre, creo que me animó a ver a un médico. Pensé decirle que no amaría nada más que recibir atención médica, cualquier atención estaría bien conmigo, pero estaba demasiado incapacitado para moverme.

“Entonces, ¿cómo te sientes hoy?”, Preguntó mientras se sentaba a mis pies, deslizando un portapapeles con horarios de actividades a su lado. A través de un borrón en mis ojos, miré hacia abajo a sus piernas, llenas de venas varicosas. Llevaba Keds que eran perfectamente blancos, como si nunca los hubieran usado antes.

“Estoy bien.”

“¿Crees que querrás jugar voleibol con tu litera esta mañana?”

“No.” ¿Parecía que quería jugar al voleibol, acostado aquí y temblando bajo una gruesa manta de lana del ejército a mediados de julio?

“Bueno, entonces”, continuó, como si fuera normal, “probablemente deberías ver a la enfermera para que podamos averiguar qué te pasa. ¿Tienes fiebre? ”Presionó su mano contra mi frente, lo que mi madre me dijo una vez que no era un predictor confiable de nada, solo un gesto de autoridad maternal. “No, no”. Ella sacudió la cabeza. “En todo caso, sientes frío. Probablemente sea porque no has estado comiendo “.

Me preguntaba cuánto sabía ella de mí, si había estado al tanto de mis archivos, o si incluso guardaban esas cosas en el campamento de verano. ¿Sabía ella que realmente no se suponía que debía estar aquí? ¿Entendía que era solo que mi madre me envió aquí para un respiro de ocho semanas de ser madre soltera? ¿Sabía ella que no teníamos dinero, que estaba aquí como una especie de caso de caridad, que me habían llevado porque mi madre trabajaba muy duro por muy poco y no sabía qué más hacer conmigo cuando terminaba la escuela? ? ¿Entendió que todo esto fue un gran error?

“Mira, realmente no estoy enferma”, nivelé con ella. Esperaba que si le dijera la verdad sobre lo que estaba mal conmigo, insistiría en que mi madre viniera a buscarme en este momento, que era todo lo que realmente quería. “Simplemente tengo alergias, alergias realmente malas, y el otro día tomé algunos de mis medicamentos, y debo haber tomado demasiado porque no he podido moverme desde entonces”.

“¿De qué tipo era?” Metí la mano en el cubículo al lado de mi cama donde guardaba cintas, libros y píldoras, y mostré la botella casi vacía frente a ella, sacudiéndola como el sonajero de un bebé. “Atarax. Mi médico me lo dio. “” Ya veo “. Como aún no tenía doce años, no podía culpar a la angustia adolescente. Realmente no podía culpar a esto de nada. Tampoco yo podría.

Me di cuenta de que quería explicárselo a ella, a esta mujer de mediana edad con el tipo de corte de pelo al que llamas peinado, que tenía que ponerse en rulos todas las noches, que tenía un nombre como Agnes o Harriet, un nombre que incluso era anterior La generación de mi madre. Quería abrir el vial y mostrarle el Atarax, dejarle ver que la gorra blanca a prueba de niños no podía engañar a esta niña. Quería mostrarle las píldoras negras sólidas y lo bonitas que eran. Se veían como me imaginaba que debían verse las bellezas negras. Eran tan tentadores, su aspecto era tan subversivo, que era casi imposible para mí tomar solo uno. Estos pequeños ángeles negros de la muerte estaban destinados a matarte. No importa que solo fueran antihistamínicos, quizás no más fuertes que lo que obtienes sin receta médica. No importa que la persona que los recetó solo pensara en el polen que hinchaba mis ojos y me tapaba las fosas nasales. No importa.

No había manera de que pudiera haber explicado mi mal humor crónico al consejero principal, de ninguna manera podría decirle que ya había alejado a la mayoría de mis compañeras de litera, quienes estaban en Donna Summer y Sister Sledge y discutían sobre quién sería John Travolta. y quien llegó a ser Olivia Newton-John en sus interpretaciones de Grease sincronizadas con los labios, tocando el Velvet Underground en mi pequeña y horrible grabadora hasta altas horas de la noche. ¿Cómo podrían entender por qué no tenía sentido para mí escuchar música disco y bailar alrededor de la cabaña cuando podía acostarme en el piso de concreto con solo una bombilla de la luz del baño mientras la voz de Lou Reed me atraía a una vida de nihilismo?

No había forma de que el consejero principal o alguien más entendiera que no me gustaba ser así. Qué celoso estaba de todas las otras chicas que estaban locas, ruidosas y divertidas. Cuánto quería voltear mi cabello y coquetear y ser ruidoso, pero de alguna manera simplemente no podía, ni me atrevía, intentarlo nunca más. Qué horrible sería para mí cuando llegara el momento de celebrar mi cumpleaños en un par de semanas con un pastel helado a la hora de la cena. Qué horrible sería cuando todos cantaran y yo apagara las velas, todo el tiempo sabiendo que esto era un elaborado acto de lástima o de propiedad, que no tenía nada que ver con que alguien realmente fuera mi amigo.

No había forma de conseguirles a ellos o al consejero principal o alguien aquí que no me conociera de antes que creyera que no siempre fue así, que había convencido a todas las chicas de mi clase de primer grado de que yo era su jefe (era una simple estafa, un esquema básico de Ponzi: si no aceptaban aceptarme como su jefe, ninguna de las personas a las que ya había acogido se les permitiría ser sus amigos), que el maestro Tuve que reunirnos con la clase como grupo para explicar que todos éramos libres, que no había un jefe, y que mis amigos no renunciaban a mí como su líder.

¿Cómo podría lograr que ella viera que había sido el matón de la clase, que había sido popular, había estado en comerciales de Pampers a los seis meses, había hecho anuncios de Hi-C y Starburst más tarde, había escrito una serie de mascotas los libros de cuidado a los seis años, había adaptado “Los asesinatos en la Rue Morgue” en una obra de teatro a los siete años, había convertido el papel de construcción y los marcadores mágicos y la pintura al temple en un libro ilustrado llamado Penny the Penguin a los ocho años, que nadie en ella la mente correcta hubiera creído que había llegado a esto: once y casi se había ido.

Mi madre había atribuido los cambios en mí a la menarquia, como si la sangre menstrual enloqueciera a todos, como si esto fuera solo una fase y aún pudiera ir al campamento de verano como si estuviera bien después de todo. Si mi madre no podía ver lo que estaba sucediendo, no había manera de que pudiera confiar en este consejero principal antediluviano, que parecía haber llegado al veredicto seguro de que había tomado más píldoras por error de las que debería, que tal vez la lluvia incesante era dándome tanta fiebre del heno que me había pasado un poco por la borda.

“Te das cuenta de que se supone que debes darle medicamentos recetados a la enfermera”, dijo como si ya no importara. Se suponía que debías hacer eso a principios del verano. Ella habría podido administrarlos correctamente “.

Debería haber dicho: ¿Parece que me importa una mierda que mis píldoras se administren correctamente? ¿Yo?

Mi pequeña charla con el consejero principal nunca fue mucho. La vi hablar en voz baja a mis consejeros inmediatos sobre por qué estaba durmiendo tanto, y al día siguiente una de las personas médicas más importantes vino a verme, pero la vida siguió como de costumbre.

Mis padres nunca vinieron a las montañas de Pocono para traerme de vuelta a casa. De hecho, por la forma en que el consejero principal miró la botella de Atarax, habría pensado que las píldoras eran un peligro para mí y no, como era el caso, que yo era peligroso para mí. Una vez que regresé a casa, mi madre nunca me mencionó el incidente de Atarax. Mi padre, en una de nuestras visitas de los sábados por la tarde, que disminuía a no más de uno o dos por mes, logró expresar cierta preocupación. Pero creo que todos pensaron que era solo un error, un niño pequeño juega con fósforos y se quema, un preadolescente tiene herramientas un poco más complejas con las que meterse, toma demasiadas píldoras, dormita (¿dosis?) Por demasiado tiempo. Sucede.

El lunes por la mañana, dos días después de la fiesta, estoy de regreso en la Quinta Avenida Crack House, también conocida como la oficina del Dr. Ira. En realidad son las tres de la tarde, pero eso es temprano para mí. El Dr. Ira me está regañando por dejar el litio sin discutirlo primero con él. Les explico que entré en pánico, la enfermedad de Graves y todo. Él explica que los análisis de sangre que recibo cada dos meses me vigilan tan de cerca que sabríamos si hubo un problema mucho antes de que se saliera de control, que podríamos tomar las medidas necesarias antes de tal emergencia. Él tiene sentido. No puedo y no discuto. Además, me dice que los resultados en un segundo conjunto de niveles sanguíneos salieron perfectamente normales. Él piensa que el error se debió a un punto decimal fuera de lugar, un error de la computadora que convirtió 1.4 en 14. En este momento, el nivel de TSH es un promedio de 1.38.

Por supuesto, no sé qué significan estos números, no quiero preguntar. Pero no puedo alejarme de una sospecha persistente de que simplemente no puede ser así de simple. Lo que quiero decir es esto: Prozac tiene efectos secundarios bastante mínimos, el litio tiene algunos más, pero básicamente la pareja me mantiene funcionando como un ser humano sano, al menos la mayor parte del tiempo. Y no puedo evitar sentir que todo lo que funciona de manera tan efectiva, que es tan transformador, tiene que estar hiriéndome en otro extremo, tal vez en algún momento más adelante.

Puedo escuchar las palabras de cáncer cerebral inoperable que me está susurrando un médico dentro de veinte años.

Quiero decir, la ley de conservación dice que no importa si se destruye la materia o la energía, solo se convierte en otra cosa, y todavía no puedo decir exactamente cómo se ha metamorfoseado mi depresión. Mi conjetura es que todavía está colgando en mi cabeza, haciendo cosas mortales a mi materia gris, o peor, que solo está esperando que se agote el reloj de estas cosas de Prozac para que pueda atacar nuevamente, enviarme de vuelta a un estado de catatonia, al igual que los personajes de la película Awakenings que vuelven a caer en su estupor pre-L-dopa después de unos pocos meses…

Elizabeth Wurtzel, autora de Prozac Nation y voz de toda una generación, muere a los 52 años

miércoles, enero 8th, 2020

El esposo de la escritora confirmó que ésta murió ayer martes en un hospital en Manhattan tras una larga batalla contra el cáncer.

Prozac Nation se publicó en 1994, cuando Wurtzel era una veinteañera, y desató un debate que duró gran parte de su vida. Los críticos la elogiaron por su honestidad, pero también la acusaron por denotar autocompasión y autocomplacencia.

Nueva York, 8 de enero (AP).- Elizabeth Wurtzel, cuyas confesiones francas y dolorosas sobre sus problemas de adicción y depresión en el popular libro Prozac Nation (Nación Prozac) la convirtieron en la voz y el objeto de una generación ansiosa, falleció el martes. Tenía 52 años.

Su esposo, Jim Freed, dijo a The Associated Press que Wurtzel murió en un hospital en Manhattan tras una larga batalla contra el cáncer.

Prozac Nation se publicó en 1994, cuando Wurtzel era una veinteañera, y desató un debate que duró gran parte de su vida. Los críticos la elogiaron por su honestidad, pero también la acusaron de autocompasión y autocomplacencia, vicios que ella reconocía totalmente.

Wurtzel escribió sobre su infancia en un hogar fracturado por el divorcio, sus laceraciones cuando era una adolescente y esos años que pasó en un mar de lágrimas, drogas, malas relaciones sentimentales y peleas familiares.

“No quiero sonar como una niña malcriada”, escribió. “Sé que toda vida soleada necesita algo de lluvia y todo eso, pero en mi caso las crisis de histeria son un tema demasiado recurrente”.

Wurtzel se convirtió en una celebridad, un símbolo y, para algunos, en un chiste. Newsweek la llamó ”la famosamente deprimida Elizabeth Wurtzel”. Fue objeto de burlas después de una entrevista de 2002 con el diario The Toronto Globe and Mail en la que habló despectivamente de los ataques terroristas del año previo.

“Sentí que todo el mundo estaba exagerando. La gente seguía hablaba de eso. Esa parte realmente me molestó”, dijo en declaraciones que más tarde señaló que fueron malinterpretadas.

Pero muchos lectores acogieron su historia y le dieron crédito por ayudarlos a enfrentar sus propios problemas. La noticia de su muerte generó mensajes de dolor y gratitud. La escritora Anne Theriault tuiteó: “Me resulta difícil siquiera articular lo importante que ‘Prozac Nation’ fue para mí en cierto momento de mi vida”. La autora Sady Doyle lamentó que Wurtzel fuera recordada como un “Triste Ejemplo de Algo _ escritoras de memorias, mujeres que se volvieron famosas siendo ellas mismas, mujeres jóvenes por lo general”.

“Y ver que se fue tan joven es un duro recordatorio de lo cruel que eso fue”, tuiteó Doyle.

Otros títulos de Wurtzel incluyen Bitch: In Praise of Difficult Women y More, Now, Again: A Memoir of Addiction. Sus ensayos fueron publicados en el New York Times y la revista New York, entre otras publicaciones.

En un artículo de 2015 para el Times, describió su éxito inicial en su lucha con el cáncer.

“Vivo en una era de milagros y maravillas, cuando curan el cáncer con virus. Si me vuelvo a topar con el cáncer encontraré la manera de superarlo. ¿Ven? Soy muy judía, lo que equivale a decir… que soy invicta a lo peor”, escribió. “Pero habría preferido evitar esto. Eso habría sido mucho mejor”.

¿Obsesión por los videojuegos? Un nuevo estudio afirma que esta conducta no es un trastorno clínico

domingo, noviembre 10th, 2019

La investigación ha analizado a mil adolescentes usuarios de videojuegos en línea, buscando determinar si las necesidades psicológicas de estos jóvenes jugadores están relacionadas al consumo de videojuegos de forma obsesiva y no controlada.

Madrid, 10 de noviembre (EuropaPress).- No existen evidencias suficientes para considerar que la práctica obsesiva de videojuegos constituya un trastorno clínico con efectos negativos significativos para los jugadores adolescentes, según un estudio científico de las Universidades de Cardiff y de Oxford (Reino Unido).

La investigación llega después de las advertencias de distintas asociaciones sanitarias como la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos o la Organización Mundial de la Salud (OMS), que desde mayo reconoce el trastorno por uso de videojuegos, que es considerado oficialmente un trastorno debido a comportamientos adictivos.

Ahora, a la luz de los descubrimientos del últimos estudio, los investigadores no creen que “exista suficiente evidencia que garantice pensar en los videojuegos como un desorden clínico en su justo término”, según afirma el coautor del estudio, Andrew Przybylski, director de Investigación del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, y recoge la institución.

Los autores no encontraron “ninguna evidencia que sugiera una relación insana entre el consumo de videojuegos con la existencia de problema emocionales, sociales o de comportamiento”, como explica Przybylski.

El estudio propone que las diferencias en el consumo de videojuegos están más relacionadas con otros aspectos que con el uso compulsivo, como “si las necesidades psicológicas básicas de los adolescentes de competencia, autonomía o pertenencia social se están cumpliendo” o si los adolescentes “ya están experimentando problemas funcionales mayores”, según el coautor de la investigación.

Los investigadores no creen que “exista suficiente evidencia que garantice pensar en los videojuegos como un desorden clínico en su justo término”. Foto: María José Martínez, Cuartoscuro

La investigación ha analizado a mil adolescentes usuarios de videojuegos en línea, buscando determinar si las necesidades psicológicas de estos jóvenes jugadores están relacionadas al consumo de videojuegos de forma obsesiva y no controlada.

Entre el resto de sus descubrimientos, la mayor parte de los adolescentes jugaron a videojuegos en línea al menos una vez al día, aunque menos de la mitad de ellos registraron síntomas de juego obsesivo o compulsivo, a pesar de jugar más de tres horas al día de media en estos casos.

Gobierno chino implementa “toque de queda” para combatir la adicción a los videojuegos

jueves, noviembre 7th, 2019

Las compañías y plataformas online deberán acatar las nuevas reglas, que también deberán servir como “guía” para los padres.

Madrid, 7 noviembre (ElDiario.es).- Los menores de 18 años no podrán jugar a videojuegos online entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana, y verán restringido su uso a 90 minutos por día entre semana, franja que se amplía a tres horas durante sábados y domingos. Son las dos medidas más importantes que acaba de aprobar el gobierno chino para combatir la adicción a los videojueos, la cual “está dañando la salud física y mental de los menores”.

La nueva legislación, que ha entrado en vigor este 5 de noviembre, también regula el gasto en juegos online a un máximo de 200 yuanes (29 dólares) por mes para aquellos que tienen entre 8 y 16 años, y 400 yuanes (57 dólares) para quienes se encuentran entre los 16 y 18 años. Los menores también deberán proporcionar sus nombres y números de identificación reales para jugar online.

La compañía lleva tiempo utilizando sistemas de limitación en varios juegos de móvil y ordenador. Foto: EFE

Este “toque de queda” implica un paso más en los esfuerzos del gobierno chino para controlar la industria de videojuegos online del país, una de las mayores del mundo. Las compañías y plataformas online deberán acatar las nuevas reglas, que también deberán servir como “guía” para los padres, según ha señalado un portavoz de la Oficina de Prensa y Publicación a la agencia de noticias estatal Xinhua.

El pasado marzo, la tecnológica Tencent, propietaria de WeChat, ya anunció que elevaría a 16 la edad mínima para jugar a su nuevo videojuego online. La compañía lleva tiempo utilizando sistemas de limitación en varios juegos de móvil y ordenador: los menores de 12 años necesitan la autorización de sus padres para acceder al juego, que solo pueden utilizar durante una hora durante el día, ya que desde las 9 de la noche hasta las 8 de la mañana no pueden entrar.

Según recoge The Guardian, algunos usuarios del microblog Weibo han expresado sus dudas sobre la eficacia de estas restricciones, pues los menores podrían utilizar los números de identificación de sus padres. Sin embargo, el Gobierno parece decidido a implementar con fuerza la ley: “Mejoraremos y enriqueceremos gradualmente las funciones del sistema de identificación para compartir datos de tiempo de juego entre plataformas, de modo que podamos conocer y restringir el tiempo total que cada menor pasa en juegos entre plataformas”, ha dicho el portavoz.

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Nueva Ley en NY aumenta a 21 la edad mínima para comprar tabaco y cigarrillos electrónicos

martes, noviembre 5th, 2019

Datos del Departamento de Salud señalan que el aumento del consumo es impulsado en gran medida por los líquidos con sabor que se agregan al cigarrillo electrónico.

Nueva York, 5 nov (EFE).- El próximo 13 de noviembre entrará en vigor en Nueva York la nueva Ley que aumenta a 21 años la edad para comprar tabaco y cigarrillos electrónicos, con la meta de reducir el “hábito mortal” de fumar entre los jóvenes, de acuerdo con el Gobernador del estado, Andrew Cuomo.

“Estamos tomando medidas agresivas para asegurar que décadas de progreso que hemos hecho para combatir la adicción al tabaco no se deshagan con un fuerte aumento en el uso de cigarrillos electrónicos entre los neoyorquinos más jóvenes”, indicó Cuomo en un comunicado.

Recordó que datos del Departamento de Salud señalan que cerca del 40 por ciento de los estudiantes de último año de escuela superior y el 27 por ciento en general de los estudiantes de escuela superior vapean y que ese aumento es impulsado en gran medida por los líquidos con sabor que se agregan al cigarrillo electrónico.

En 2014 el vapeo entre los estudiantes de escuela superior era de 10.5 por ciento pero en 2018 se registró un 160 por ciento de alza entre los usuarios del cigarrillo electrónico, cuando se colocó en 27.4 por ciento.

Cuomo recordó además en el comunicado que estas cifras contrastan con el hábito de fumar entre los jóvenes de escuela superior, tasa que se redujo de 27.1 por ciento en el 2000 al 4.3 por ciento en el 2016.

Sin embargo, agregó, el agresivo marketing promoviendo los cigarrillos electrónicos con sabor como la menta, chocolate, chicle o cola de cereza puede cambiar esa tendencia.

De acuerdo con el Gobernador, para evitar que se vendan estos productos a menores de 21 años, la policía estatal junto con el Departamento de Salud realizarán investigaciones encubiertas a través del estado.

Desde que el Gobernador firmara la Ley en junio y hasta el pasado 1 de noviembre se habían realizado más de mil 700 inspecciones en establecimientos, indicó además en el comunicado.

Recordó además que los que violen esta nueva Ley están sujetos a sanciones penales y civiles.

Hasta el pasado junio, 16 estados y más de 400 localidades habían adoptado leyes sobre la edad mínima para comprar tabaco a los 21 años.

El Gobierno de México alerta sobre aumento del consumo de fentanilo en los últimos tiempos

martes, octubre 29th, 2019

El fentanilo surgió luego de que en los últimos años distintos grupos poblacionales de Estados Unidos se hiciesen adictos a los opioides a través de recetas médicas expedidas por farmacéuticos.

“Se creó todo un grupo social enormemente grande con adicción a los opioides y ahí es donde aparece el fentanilo, un producto químico procesado que se utiliza también en medicina y se usa como un anestésico”, dijo el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell.

México, 29 oct (EFE).- El fentanilo, una droga muy popular en Estados Unidos, aumentó su consumo en México en los últimos tiempos, advirtió este martes el Gobierno mexicano.

En la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el Subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía, advirtió que “es una droga 100 veces más tóxica que la morfina y 50 veces más dañina que la heroína” y que “está invadiendo el mercado norteamericano, pero también cada vez más nuestro país“.

El fentanilo surgió luego de que en los últimos años distintos grupos poblacionales de Estados Unidos se hiciesen adictos a los opioides a través de recetas médicas expedidas por farmacéuticos.

“Se creó todo un grupo social enormemente grande con adicción a los opioides y ahí es donde aparece el fentanilo, un producto químico procesado que se utiliza también en medicina y se usa como un anestésico”, dijo el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell.

Y advirtió que esta droga “ya se fugó hacia los mercados ilegales” de Estados Unidos y ahora se ven “señales de su uso en México”.

A nivel de consumo de drogas en general, el experto apuntó que México ha tenido “un crecimiento aceleradísimo” desde los años 90, cuando pasó de ser un país productor para su vecino del norte a ser un país consumidor.

“Hay más que duplicacones por año en el consumo, con varios fenómenos preocupantes”, aseveró.

Por ello, el Gobierno detalló este martes su Plan Nacional de Prevención de Adicciones.

Buscando diferenciarse de otras estrategias ejecutadas por otros Gobiernos, ahora se busca un plan integral que atienda causas pero también advierta de las consecuencias.

Según dijo López-Gatell, se buscará solucionar problemáticas sociales que derivan en las adicciones, al mismo tiempo que se realizará una campaña mediática que advierta de los peligros de las drogas.

También se plantea mejorar la atención médica enfocada a las adicciones y la salud mental, la cual está relacionada con la dependencia a algunas sustancias.

En algunos municipios del país ya se están realizando actividades que ahuyenten el consumo de drogas en los jóvenes, entre ellas charlas en comunidades vulnerables sobre estilos de vida saludable, deporte, cultura y psicoeducación acerca de sustancias nocivas.

“Es crucial que el bienestar sea el mecanismo más efectivo de prevención. Donde no hay bienestar, donde hay pobreza, donde hay falta de oportunidades (…) se crean elementos fértiles para el consumo, la adicción, la penetración de sustancias adictivas””, aseguró López-Gatell justificando la estrategia.

A esto se suma una campaña de comunicación sin precedentes, pues según aseguró el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, esta acaparará toda la publicidad que haga el Gobierno en medios de comunicación.

“Destinar todos los tiempos, los espacios de la publicidad del Gobierno y los tiempos oficiales para este propósito. Se genera una sobresaturación pero sí lo queremos internalizar en la sociedad el tema, para que sea un tema de debate y sobre todo para dar conocer esta realidad y transformarla entre todos”, dijo el mandatario.

López Obrador fue cuestionado sobre si en la estrategia nacional se planteaba la legalización de algunas drogas como la marihuana, algo que no descartó.

“No descartamos ninguna opción otras posibilidad. Se puede decir: esto no va a funcionar y lo que hay que hacer es legalizar la marihuana y otras drogas, pues eso no se descarta pero estamos viendo otras opciones”, apuntó.

Asimismo, el Gobierno anunció que para el año 2020 se aumentará la cobertura para el tratamiento de la hepatitis C, vinculada a las sustancias inyectables.

“La hepatitis C, por su dimensión masiva y su conexión con algunas adicciones como las inyectables, requiere de un abordaje de salud publica”, apuntó López-Gatell.

Los videojuegos pueden ser benéficos, no todos provocan adicción: experto de la UNAM

domingo, junio 3rd, 2018

El investigador Hugo Sánchez castillo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informa que existen estudios en los que se observa que las personas que eligen juegos de rol suelen tomar mejores decisiones o muestran un mejor tiempo de reacción, “por ello es importante no satanizarlos”, dice.

Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- Actualmente mucha gente tiene entre sus manos un smartphone y es muy común ver a personas de todas las edades, jóvenes, niños y adultos, jugar en línea en todo momento; se sabe que el uso de estos teléfonos móviles puede provocar adicción pero ¿qué hay de estos juegos?

Hugo Sánchez Castillo, investigador del Departamento de Psicobiología y Neurociencia, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que la adicción a estos videojuegos depende del entorno y de las características del jugador, como las personas con deficiencia en los receptores del sistema dopaminérgico.

“Si fueran una conducta de alto riesgo, ya tendríamos un mundo altamente adicto”, aseguró en investigador en el boletín universitario.

De acuerdo con Sánchez los videojuegos pueden resultar benéficos; existen estudios en los que se observa que las personas que eligen juegos de rol suelen tomar mejores decisiones o muestran un mejor tiempo de reacción, “por ello es importante no satanizarlos”.

Algunos son usados como herramienta para pacientes con Alzheimer puedan repasar la memoria y recuperar funciones.

El popular juego de los dulces. Imagen: Shutterstock

El investigador agregó que no se puede decir cuántas horas una persona puede usar estos videojuegos debido a que esto dependerá de la situación de cada persona. “Abogo por el uso moderado. Se debe utilizar un criterio basado en la observación del niño o adolescente. Por ejemplo, si dejan de salir con los amigos, de comer, o no rinden en la escuela por esta situación, entonces son un problema; pero si hacen sus actividades y logran diferenciar la realidad de los videojuegos y establecer horarios, no hay conflicto”, señaló el también presidente de la Sociedad Iberoamericana de Neurociencia Aplicada.

El investigador resaltó que la industria de los videojuegos es millonaria y sus creadores buscan que los jugadores se enganchen pero negó que a raíz de estos juegos se generen las enfermedades mentales; según Sánchez una persona debe tener antecedentes o predisposición que puede ser exacerbada al jugar “pero no es verdad que el juego me haga sociópata”.

Una mujer en Reino Unido bebió diariamente, durante 20 años, 30 latas de Coca-Cola

domingo, febrero 11th, 2018

La adicción de la mujer hacia que pensara en una lata de la bebida al despertar. Donna Gunner ingería 1 kilogramo de azúcar, equivalente a 4 mil 170 calorías al día, lo que la hizo engordar varias tallas.

Gastó miles de dólares durante 20 años en Coca Cola. Foto: Especial

Ciudad de México, 11 de febrero (RT/SinEmbargo).-Donna Gunner, de Somerset (Reino Unido), de 51 años, ha reconocido haber consumido 30 latas de Coca-Cola a lo largo de 20 años: un hábito en el que ha gastado 69 mil dólares desde que se enganchó, reporta Mirror.

Una lata de la bebida era lo primero en lo que pensaba al despertarse. Con esa adicción, la mujer ingería 1 kg de azúcar, equivalente a 4 mil 170 calorías al día, lo que la hizo engordar varias tallas, generar diabetes tipo II y serios problemas con la presión. Además, le costó muchísimo abandonar la costumbre. Según admitió al diario, “era totalmente adicta” y debió soportar un “síndrome de abstinencia” cuando trató de dejar el consumo de la gaseosa.

“Sentía sacudidas, dolores de cabeza y ansias como una drogadicta, pero sabía que tenía que cambiar”, explicó. “Mirando hacia atrás, me siento disgustada por la cantidad de dinero que desperdicié y lo que le hice a mi cuerpo”, agregó.

Al dejar ese hábito, Gunner perdió peso y mejoró su salud, pero reconoce sentir todavía “ansias de Coca-Cola”.

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Científicos avanzan en crear una vacuna contra la adicción a los opiáceos

martes, agosto 22nd, 2017

Los científicos buscan vincular las pequeñas moléculas de los opiáceos a otras moléculas más grandes, como las proteínas, con el objetivo de que el sistema inmunológico pueda detectar a estos agentes nocivos y luchar contra ellos.

Washington, 22 agosto (EFE).- Un grupo de científicos de EU ha hecho importantes progresos para lograr una vacuna que podría servir para combatir la adicción a los analgésicos opiáceos, responsables de un número creciente de muertes y cuyo consumo ha sido calificado de “epidemia” por las autoridades del país.

El equipo, dirigido por el prestigioso científico Kim D. Janda, presentó hoy su trabajo durante un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS, por su sigla en inglés), una organización sin ánimo de lucro que potencia la investigación científica en el campo de la Química.

Los investigadores ya han conseguido preparar una vacuna que combate los efectos del fentanilo, un potente analgésico responsable de un número creciente de muertes.

Ahora, están desarrollando una nueva vacuna que podría servir para luchar contra el fentanilo y también contra la heroína.

“Existe una necesidad urgente de descubrir medicamentos efectivos para tratar la adicción a las drogas”, opinó Janda, según recoge una nota de prensa de la Sociedad Estadounidense de Química.

De acuerdo con el comunicado, los científicos han hecho progresos, pero se enfrentan a importantes retos, pues las moléculas de los opiáceos son muy pequeñas y no pueden ser reconocidas por el sistema inmunológico.

Para solucionar este problema, mediante la vacuna, los científicos buscan vincular las pequeñas moléculas de los opiáceos a otras moléculas más grandes, como las proteínas, con el objetivo de que el sistema inmunológico pueda detectar a estos agentes nocivos y luchar contra ellos.

Un hombre de 46 años adicto a la heroína y al opio. Foto: EFE/Michael Reynolds

El consumo de heroína en Estados Unidos alcanzó su punto álgido en la década de 1970 y 1980, pero en los últimos diez años, el número de muertes por sobredosis se ha casi cuadruplicado en el país debido, en parte, a la creciente adicción a los medicamentos contra el dolor como OxyContin o Vicodin.

Una vez que los estadounidenses se hacen adictos a los opiáceos, optan por la heroína, mucho más barata que los medicamentos en el mercado negro.

Además, en los últimos años, las autoridades de Estados Unidos han observado un incremento en el consumo de fentanilo, un analgésico de polvo blanco que es entre 30 y 50 veces más potente que la heroína y que los toxicómanos suelen mezclar con otras drogas para aumentar su potencia.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los opiáceos (en los que se incluye la heroína) fueron responsables de 33 mil 091 muertes en 2015.