El investigador Hugo Sánchez castillo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informa que existen estudios en los que se observa que las personas que eligen juegos de rol suelen tomar mejores decisiones o muestran un mejor tiempo de reacción, «por ello es importante no satanizarlos», dice.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- Actualmente mucha gente tiene entre sus manos un smartphone y es muy común ver a personas de todas las edades, jóvenes, niños y adultos, jugar en línea en todo momento; se sabe que el uso de estos teléfonos móviles puede provocar adicción pero ¿qué hay de estos juegos?
Hugo Sánchez Castillo, investigador del Departamento de Psicobiología y Neurociencia, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que la adicción a estos videojuegos depende del entorno y de las características del jugador, como las personas con deficiencia en los receptores del sistema dopaminérgico.
«Si fueran una conducta de alto riesgo, ya tendríamos un mundo altamente adicto”, aseguró en investigador en el boletín universitario.
De acuerdo con Sánchez los videojuegos pueden resultar benéficos; existen estudios en los que se observa que las personas que eligen juegos de rol suelen tomar mejores decisiones o muestran un mejor tiempo de reacción, «por ello es importante no satanizarlos».
Algunos son usados como herramienta para pacientes con Alzheimer puedan repasar la memoria y recuperar funciones.
El investigador agregó que no se puede decir cuántas horas una persona puede usar estos videojuegos debido a que esto dependerá de la situación de cada persona. “Abogo por el uso moderado. Se debe utilizar un criterio basado en la observación del niño o adolescente. Por ejemplo, si dejan de salir con los amigos, de comer, o no rinden en la escuela por esta situación, entonces son un problema; pero si hacen sus actividades y logran diferenciar la realidad de los videojuegos y establecer horarios, no hay conflicto”, señaló el también presidente de la Sociedad Iberoamericana de Neurociencia Aplicada.
El investigador resaltó que la industria de los videojuegos es millonaria y sus creadores buscan que los jugadores se enganchen pero negó que a raíz de estos juegos se generen las enfermedades mentales; según Sánchez una persona debe tener antecedentes o predisposición que puede ser exacerbada al jugar «pero no es verdad que el juego me haga sociópata”.