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Antiinflamatorio, antioxidante… Siete beneficios de comer picante según la ciencia

viernes, julio 12th, 2019

Entre los beneficios de comer picante se encuentra que reduce el antojo de azúcar, además, un experimento realizado por la Universidad australiana de Adelaida descubrió que la interacción entre la capsaicina y las paredes del estómago genera sensación de saciedad.

Ciudad de México, 12 de julio (TicBeat).- El mundo se divide entre los amantes del picante y aquellos que lo detestan o que incluso les sienta mal su consumo. Este artículo se dirige a ambos, ya que incluso para los que más odian la comida picante las cosas podrían cambiar -en realidad puede disminuir el flujo gástrico, entre otras muchas ventajas-. Los expertos señalan que es fundamental seguir determinadas pautas como empezar poco a poco y añadir dosis de picante más elevadas de forma progresiva para incrementar la tolerancia.

También resulta fundamental empezar por tipos de picante más suaves -por la canela, el jengibre, la pimienta negra, la menta o el wasabi-, añadir las especias a tus platos preferidos o tener un vaso de leche cerca, ya que tiene un componente denominado “caseína” que se une con la capsaicina y la elimina. A continuación repasamos varios beneficios del picante para tu salud avalados por la ciencia.

Aumenta tu metabolismo: El compuesto activo capsaicina ayuda a estimular el metabolismo como parte de una dieta saludable, algo demostrado en un experimento llevado a cabo por la Universidad de Wyoming. Si te da miedo el picante, el compuesto también se encuentra en especias más suaves como la cúrcuma y el comino.

Reduce el antojo de azúcar: El sabor picante es saciante y propicia que a tu paladar no le apetezca ingerir dulces después de su consumo. Un experimento realizado por la Universidad australiana de Adelaida descubrió que la interacción entre la capsaicina y las paredes del estómago genera sensación de saciedad.

Rebaja la inflamación: La capsaicina tiene poderosas propiedades antiinflamatorias, fundamentales para prevenir problemas cardíacos y cáncer.

Resulta fundamental empezar por tipos de picante más suaves (por la canela, el jengibre, la pimienta negra, la menta o el wasabi). Foto: Pixabay

Estimula el sistema inmunológico: Este tipo de especias son ricas en propiedades antioxidantes y antimicrobianas que protegen contra las bacterias en el cuerpo.

Aumenta la libido: El consumo de este tipo de especias aumenta la testosterona y es conocido por sus propiedades afrodisíacas.

Combate los síntomas de la depresión: Las comidas extremadamente picantes propician la liberación de endorfinas, hormonas responsables de la sensación de felicidad y bienestar.

Las endorfinas son responsables de la sensación de felicidad. Foto: EFE

 

Tiene efectos positivos sobre tu circulación: En 2012 un equipo de nutricionistas de la Universidad China de Hong Kong en un experimento con roedores detectó que la capsaicina ayudaba a destruir el llamado “colesterol malo”. El compuesto también impide la acción del gen que contrae las arterias, restringiendo el flujo sanguíneo.

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IMSS: Consumir picante libera la hormona del placer… pero también puede producir gastritis

sábado, octubre 13th, 2018

El chile, que es encontrado en gran parte de la dieta de los mexicanos, cuenta con grandes beneficios para salud, pero si se consume de manera excesiva podría provocar más estragos.

Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbrago).– ¿Unos tacos al pastor o de sudadero con mucho salsa hasta que escurra de la tortilla o unas papitas saladas con botanera que te hagan sudar? ¿Cuál prefieres?

Sea uno u otro, a la mayoría de los mexicanos les gusta consumir picante y sólo pensar en una comida que lo contenga les provoca salivar, pero ¿por qué produce esto?

Bueno, de acuerdo con Héctor Gómez Jaramillo, gastroenterólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el picante estimula la liberación de endorfinas, sustancias del cerebro que producen placer.

Además, consumirlo es en gran parte bueno para salud porque protege contra el colesterol, es rico en vitaminas A y C, y es eficaz contra las enfermedades reumáticas por la capsaicina, la cual, actúa como analgésico y antiinflamatorio.

El chile, que es encontrado en gran parte de la dieta de los mexicanos, ayuda a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, es decir, entre más picante, mejor es la sensación de bienestar.

Como si fuera poco, puede prevenir problemas cardíacos: infartos y derrames cerebrales causados por la presión arterial alta. Aunado que estimula el metabolismo y es bajo en calorías.

Sin embargo, su consumo inmoderado pude provocar gastritis y en algunos casos úlceras gástricas, dañando órganos como el recto y el intestino grueso, provocando irritación, diarrea, inflación y dolor intenso.

En octubre es temporada de chiles poblanos y estos pueden ser preparados de diferentes formas. Foto: Especial

En conclusión, antes de pedir unos tacos con mucha salsa (y limón) toma en cuenta que aunque tiene buenas propiedades, también es un irritante. Además, si tu dieta no es balanceada seguro adquirirás gastritis o ya vives con ella.

También debes considerar que no es los mismo agregar este alimento a tu dieta de distas formas y no sólo en salsas.

Y una última anotación: la salsa botinera no cuenta.

El chile, fruto nutritivo con un inigualable sabor mexicano

viernes, julio 6th, 2018

El chile es un alimento básico en la dieta de nuestro país pero también es un elemento característico de la cultura mexicana, “si la comida no lleva chile no sabe” es un dicho muy común que se escucha en tierras aztecas. Además, tiene una importante carga nutricional que pocos conocen y que lo hace un alimento aún más especial.

Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).- El chile es el fruto de la planta Capsicum tiene diversas especies y reciben un nombre diferente si es seco, pero para los mexicanos hablar de chile y picante es algo que va más allá, es un fruto que forma parte la identidad y cultura de este país.

El chile es originario del continente americano y entre sus especies domesticadas, es decir que la planta pasó por un proceso de adaptación a las necesidades
humanas, se encuentran: Chile rocoto y ají amarillo (Capsicum annuum), Chile tabasco (Capsicum frutescens), Chile habanero (Capsicum chinense), Rocoto, locoto, o chile manzano (Capsicum pubescens) y Ají amarillo (Capsicum baccatum).

Nuestro país cuenta con una gran variedad de chiles, y aunque algunos no son originarios de este país también se cultivan y consumen como parte de la alimentación cotidiana.

EL CHILE EN LA DIETA MEXICANA

La alimentación mexicana tiene como base el maíz, los frijoles y por supuesto el chile, un elemento que decimos “le da sabor a la comida” o “si no pica no sabe”, pero ¿qué hay de aquellos nutrientes que aporta?

Los chiles frescos son una fuente importante de vitamina C, incluso contienen más del doble de lo que aportan el limón y la naranja; cuando se habla de chiles secos o deshidratados la vitamina que aportan en la A, misma que aporta la zanahoria pero en mayor cantidad, además de vitaminas E y B, aunque en menores cantidades.

Chile habanero. Foto: Marco Polo Guzman, Cuartoscuro

Fiorella Espinosa, investigadora de salud alimentaria en El Poder Del Consumidor, explicó en entrevista para Mundano que el chile “ha sido un ingrediente complementario con los alimentos de la milpa, la milpa es todo un sistema de agricultura que permite que haya una sinergia entra la forma en que absorben los nutrientes de la tierra unos cultivos con otros, se conforma básicamente de maíz, frijol, calabaza y muchas veces de chile”.

“En la dieta del mexicano se traduce como una fuente importante de vitamina C que va a complementar nutricionalmente lo que le aporte la dieta básica”, dijo Espinosa, y agregó que esta vitamina permite que se absorba el hierro de otros alimentos como los frijoles.

“Naturalmente (el chile) tiene una función importante en la dieta tradicional y se intenta que no se pierda en la dieta actual”, puntualizó.

Eva Aguirre Hernández y Verónica Muñoz Ocotero comparten en su trabajo titulado “El chile como alimento” que este producto estimula el flujo de saliva y los jugos gástricos indicen una “alta digestibilidad de las proteínas del maíz y del frijol”, de esta forma los tres elementos básicos de la alimentación mexicana se refuerzan y complementan entre sí.

Los chiles se usan en tres formas diferentes: frescos, secos y en conserva. De acuerdo con Fiorella Espinosa, de los más consumidos en conserva se encuntran el serrano y el chipotle, mientras que el jalapeño suele consumirse en forma fresca y el guajillo en forma seca.

CHILES MEXICANOS

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) México es es el segundo productor de chiles con 2 millones de toneladas al año en 140 mil hectáreas de cultivo, y un importante exportador de chile verde a nivel mundial: 8.700 mil toneladas de chiles mexicanos son exportadas a países como Japón, Alemania, Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos.

“Pese a que hoy en día de hecho México no es el principal productor de chile, si es el que cuenta con la mayor variedad de chiles en el mundo”, explico la investigadora de salud alimentaria del El Poder Del Consumidor.

Los chiles que se cultivan en nuestro país son:

Jalapeño: el más conocido que también recibe nombre de cuaresmeño; tras ser secado y ahumado recibe el nombre de chipotle. Se cultiva en Chihuahua, Veracruz y Oaxaca.

Poblano: este chile característico del platillo chiles en nogada, se produce en Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas y por supuesto Puebla. Al secarse recibe el nombre de ancho o mulato.

Chilaca: un chile muy utilizado sobre todo tras secarse cuando recibe el nombre de pasilla y es ingrediente principal de adobos, moles y salsas. Las entidades que lo producen son Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas, Nayarit, Oaxaca y Michoacán.

Serrano: se cultiva en 25 estados del país entre ellos Veracruz, Puebla, Jalisco, Nuevo León y Nayarit. Este chile es usado para las salsas o se agrega picado a los platillos.

Chile de árbol: es muy picante y suele usarse en las salsas; fresco o seco recibe el mismo nombre y se produce en Zacatecas, Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes y Nayarit.

Un vendedor acomoda chiles jalapeños en un mercado. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro

Pimiento Morrón: este chile, que seco recibe el nombre de pimentón, tiene un sabor dulce y es de color verde, amarillo, rojo y naranja. Las entidades productoras son Sinaloa y Sonora.

Chile güero: producido en los estados de Veracruz, Campeche, Tabasco, Puebla, Coahuila, Durango, Quintana Roo y Campeche, este chile suele usarse para el mole amarillo, para el pescado a la veracruzana y se puede encontrar también en escabeche. Cuando está seco se conoce como chilhuacle.

Mirasol: mejor conocido en su estado seco al recibir el nombre de guajillo y ser usado en moles, salsas y adobos. San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas y Durango son sus estados productores.

Chile piquín: Seco y molido es usado como condimento para frutas y verduras frescas debido a su sabor picante. Esta especie se da en una planta silvestre, algunas de sus zonas de cultivo están en Sonora.

Además de los ya mencionados, el chile habanero que tiene su origen en Sudamérica y se cree llegó a nuestro país a través de la península de Yucatán vía cuba, de acuerdo con el documento de Aguirre Hernández, también se produce en nuestro país en los estados de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Sonora, Baja California y por supuesto Yucatán; sus colores son amarillo, rojo y naranja.

El chile manzano es originario de los Andes de América del Sur pero también se cultiva en nuestro país en la Sierra de Puebla y en algunos lugares de Michoacán. Sus semillas son negras y se encuentra en los colores rojo o amarillo, también es conocido como perón o ciruelo.

USOS Y BENEFICIOS 

Este fruto contiene capsaicina de manera natural en sus semillas, venas y cuerpo; esta sustancia es usada en ocasiones en la industria tabacalera para mejorar las mezclas de tabaco. De los chiles rojos se obtiene además la oleorresina que es usada como colorante rojo en la industria cosmética en lápices labiales; también es usado en la industria de alimentos procesados.

Además, la investigadora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Lidia Dorantes Álvarez estudio diversas variedades de chiles y descubrió que el guajillo, primiento y serrano presentan alta actividad antibacteriana debido a los ácidos fenólicos.

“Al hacer análisis por cromatografía de líquidos de alta precisión —técnica utilizada para separar e identificar los componentes de una mezcla— logramos determinar que los compuestos activos que dan a los chiles la función antibacteriana, son los ácidos fenólicos: ferúlico, el p-cumárico y el cafeico; además del cinámico, un ácido no fenólico pero que es un precursor de los otros ácidos”, explicó Lidia Dorantes en el boletín de la Academia Mexicana de Ciencias.

“El chile, de hecho no sólo se considera un ingrediente culinario, sino también un remedio medicinal, por muchos años y hasta la fecha”, afirmó Fiorella Espinosa.

De acuerdo con la publicación Conversus, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), algunas investigaciones sugieren que consumir chile ayuda a mejorar la circulación sanguínea debido a que funciona como un anticoagulante; además posee antioxidantes que retrasan el proceso de envejecimiento de las células del cuerpo.

EL CHILE FRUTO ANCESTRAL

La revista Artes de México publicó, en el número 126, una edición dedicada a este alimento titulada “El chile, fruto ancestral” en la que a través de diversos autores como Janet Long, Eduardo Merlo, José Francisco Román, Leticia Ivonne del Río, Iván Téllez, Paco Ignacio Taibo I y Salvador Novo realiza un recorrido que refleja la importancia de este fruto en la cultura mexicana.

“Sus diversos grados de picor y propiedades medicinales lo dotaron de una vida cultural y ritual muy activa”, señalan José Francisco Román y Leticia Ivonne del Río.

En Mesoamérica diversos oficios aparecieron debido al chile, como aquellos comerciantes especializados en vender aquellos originarios de otras regiones, además había vendedoras de tortillas especializadas en su elaboración con chile molido, resaltan Román y del Río.

En la edición, Paco Ignacio Taibo I escribe acerca de su experiencia al comer chile: “El mexicano está acostumbrado a que el extranjero contemple precavidamente al plato de comida y pregunte con evidente inquietud: ‘¿Esto pica?’. Entonces, el mexicano responde con toda sinceridad que tal cosa no pica, o que pica muy poquito”.

Taibo I explica cómo entender cuando un mexicano dice que determinada salsa o alimento no pica, o pica poco, pero explica que si el extranjero se convierte en residente del país su sistema papilar se adecua a la “agresión” del chile y se adapta a lo que llama “dulce conflicto que mezcla el dolor con el placer”.

Chile jalapeño. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro

Fiorella Espinosa afirmó que este fruto “sigue siendo parte de nuestra dieta diaria por más que se este transitando a una dieta con más productos ultraprocesados”.

Muchas de las recetas mexicanas incluyen algún chile entre sus ingredientes o los platillos son acompañados de las deliciosas salsas, que ya sean o no de molcajete le dan un toque de sabor especial a los alimentos, es importante seguirlo incluyendo en la dieta actual en sus distintas variedades en las que se pueden encontrar picantes para aquellas personas que gusten de este sabor hasta dulces para quienes no disfruten de enchilarse un rato.

La dieta del Tri en Rusia 2018: dos toneladas de comida que incluyen masa para tortillas y salsas picantes

viernes, junio 22nd, 2018

La alimentación de los jugadores de la Selección Nacional de México es trascendental, un correcto “plato” provee a los seleccionados los requerimientos diarios de nutrientes, según las condiciones de cada de uno de ellos y el desgaste diario, que varia en cada caso. Para brindarles las mejores opciones, la Selección viaja a Rusia 2018 con una nutricionista, encargada de diseñar la dieta de los futbolistas, y un chef, que da a los platos el toque especial.

Moscú/Ciudad de México, 22 de junio (AP).-La consigna de México en esta Copa Mundial es “cero excusas”, y dentro de ello nadie debe quejarse del menú.

Para conseguir la mejor actuación de su historia en un Mundial, México no escatimó en nada y llegó a Rusia con un cargamento de dos toneladas de alimentos que incluye todo lo necesario para que a sus jugadores no les falte nada de lo que acostumbran comer en casa, incluyendo, desde luego los tradicionales tacos, quesadillas y salsas picantes.

Los mexicanos tienen como mejor resultado en Copa del Mundo los cuartos de final que alcanzaron como anfitriones en 1970 y 1986 pero desde que llegó el seleccionador colombiano Juan Carlos Osorio, el equipo ha armado un equipo de trabajo que, además de sus asistentes en el campo, incluye un entrenador mental, un kinesiólogo, un especialista en recuperación física, además de la nutricionista Beatriz Boullosa.

“El profesor Osorio lo dice, aquí no hay excusas, es un hombre que se basa en datos duros para tomar decisiones y nos ha abierto oportunidades para que cada uno, en sus distintas áreas de trabajo, pueda aportar a la selección nacional”, dijo Boullosa a The Associated Press. “Sabemos que el futbol se ha llevado más por cábalas y que ‘yo como fui jugador y esto me funcionó se aplica’, pero aquí así no son las cosas, aquí nos basamos en ciencia para tomar las decisiones”.

Boullosa, quien es presidenta de la Federación Mexicana de Nutrición Deportiva, trabaja con representativos nacionales de futbol desde el 2010. En 2011 formó parte del equipo que logró el campeonato mundial Sub17 como anfitriones y un año más tarde colaboró para que México ganara la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, quizá el logro más grande en la historia del futbol nacional.

A pesar de eso, el entrenador Miguel Herrera no la consideró como parte del equipo que fue al Mundial de Brasil y su arribo a la selección mayor se dio cuando Osorio firmó con México a finales del 2015.

Parte del trabajo de Boullosa consiste en preparar una dieta distinta para cada uno de los 23 seleccionados y cada menú es preparado por el chef Fernando Parra.

“Cada jugador tiene necesidades específicas, no sólo por su posición sino por características físicas, aparte tomamos en cuenta el desgaste en los entrenamientos y partidos. No es lo mismo uno que juega medio tiempo a otro que estuvo los 90 minutos o el que se quedó en la banca”, dijo la nutricionista. “Hay que tomar en cuentas cada variable para asegurarnos que cada jugador obtenga lo que necesita”.

Además de monitorear los alimentos que consumen, Boullosa también es responsable de supervisar los suplementos alimenticios que se consumen y para evitar un posible caso de dopaje los mandó a supervisar a un laboratorio en Alemania que les certificó que no tienen ninguna sustancia en la lista negra de la Agencia Mundial Antidopaje.

“Nunca habrá garantías al 100 por ciento pero esta es una manera de protegernos de que no hay sustancias prohibidas en lo que consumimos”, dijo Boullosa.

Otro aspecto que fue estrictamente cuidado fue el no consumir carne roja mientras duró la concentración en México para evitar un positivo por ingesta de clembuterol, una sustancia dopante que, aunque está prohibido, es usada en México y otros países para engordar el ganado.

La selección mayor tuvo una mala experiencia con esa sustancia en el 2011 cuando el portero Guillermo Ochoa y otros cuatro jugadores arrojaron positivo por consumir carne roja contaminada con clembuterol.

“Desde que llegamos a Dinamarca (los jugadores) ya consumen carne de res”, dijo Boullosa refiriéndose a la escala que hizo México en Copenhague antes de llegar a Moscú. “Ellos son carnívoros por naturaleza y los alegra el comer carne roja, además en términos de nutrición era importante porque me da hierro de buena bio-disponibilidad que lo teníamos restringido mientras estuvimos en México”.

Ya con la carne roja disponible en su dieta, los jugadores del Tri tienen permitido comer toda la comida que probaban habitualmente en sus hogares, incluyendo los tradicionales tacos.

“Además de que viajamos con mucha comida, trajimos al chef que prepara los platillos según el gusto de cada jugador y le da el toque casero a la comida porque trajimos masa y está haciendo tortillas de maíz a mano que nos saben a gloria”, dijo la nutricionista. “Los jugadores piden sus quesadillas, sus tacos de res y de pollo, es algo que psicológicamente ayuda porque los acercas a casa”.

Y como buenos mexicanos, los tacos no pueden comerse sin la compañía de las salsas picantes que también fueron incluidas en el cargamento que llegó a Rusia desde México.

“Hay una salsa a base de cacahuate que es deliciosa, trajimos otras salsas que son muy picosas y otras menores”, agregó Boullosa. “Pero también trajimos latas de frijoles, elotes, venimos súper cargados”.

Estudio revela que el consumo del picante reduce la mortalidad y la grasa corporal

viernes, enero 19th, 2018

Diversos estudios señalan que comer picante de forma regular tiene efectos sumamente positivos para nuestra salud: el pimiento picante, los chiles o las guindillas son buenas para la pérdida de grasa y además, alargan la vida.

Por Andrea Núñez-Torrón Stock

Ciudad de México, 19 enero (TICbeat/SinEmbargo).- Aunque en los climas fríos y templados el uso del picante es mucho menos común que en las culturas gastronómicas de diversos países latinoamericanos, asiáticos o africanos, hoy hemos venido a subrayar las bondades de las guindillas como condimento esencial de tus platos. Y no nos referimos al sabor, sino a las múltiples ventajas que su ingesta acarrea para tu salud. Para ello, deberías consumirlo entre dos y cinco veces por semana.

La razón de que el ser humano goce con la comida picante ha sido un misterio estudiado por la ciencia, ya que somos el único animal que disfruta alimentándose con ella. El ingrediente por el que pican el pimiento picante, el chile o la guindillase trata de la capsaicina, una sustancia irritante producida por las plantas y que genera sensación de ardor en nuestra lengua. El picante nos gusta porque se ponen en funcionamiento los sistemas de dolor y placer, algo que también sucede cuando subimos a una montaña rusa, practicamos puenting o vemos una película de miedo. Pertenece a las actividades categorizadas como “benignamente masoquistas” por el doctor Rozin.

Ingerir comida picante con frecuencia, eliminando factores como el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas, reducía la mortalidad en un 14por ciento. Foto: Pixabay

Ahora, diversos estudios subrayan el poder del picante. Un reciente estudio poblacional elaborado por la universidad de Harvard con casi medio millón de personas se constató que ingerir comida picante con frecuencia, eliminando factores como el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas, reducía la mortalidad en un 14 por ciento, incluyendo causas como las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además del cáncer. En lo tocante a esta última, un experimento llevado a cabo con ratones demostró que la capsaicina inhibe el crecimiento de los tumores de cáncer de próstata en un 80 por ciento, sin afectar a las células sanas.

Además, este ingrediente causante del picor reduce la apoptosis -muerte celular programada- en muchos tipos de líneas celulares malignas, incluyendo el adenocarcinoma de colon, el cáncer de páncreas, el carcinoma hepatocelular, el cáncer de próstata, el cáncer de mama y otros. El motivo del mecanismo de protección de la capsacina contra el cáncer es que ataca a la membrana de la célula cancerosa, como reveló un laboratorio indio recientemente.

El ingrediente por el que pican el pimiento picante, el chile o la guindillase trata de la capsaicina, una sustancia irritante producida por las plantas. Foto: Pixabay

Otra de las ventajas del picante es la pérdida de grasa: un experimento entre personas que recortaron las calorías de su dieta en un 20 por ciento demostró que aquellas que ingirieron una dosis de 2.56 miligramos de capsaicina -que equivale a un gramo de chile en polvo- perdieron más grasa. Además, tiene efecto antiinflamatorio.

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Consumo frecuente de comida picante inhibe el crecimiento de tumores e incluso reduce la mortalidad en un 14 por ciento

martes, enero 16th, 2018

Además de su característico sabor, el picante previene varias enfermedades, es anticancerígeno e incluso ayuda a bajar de peso.

Ciudad de México, 16 de enero (eldiario.es/SinEmbargo).-Mirando al mapa del mundo, en general, los países de climas fríos no tienen una gran tradición de usar picante en su comida. Aunque México tiene una fama bien merecida, la palma se la llevan los platos de Asia y África.

La mayor parte de la comida picante en el mundo se consigue con variedades del pimiento picante y chile, todos primos pertenecientes al género Capsicum. El ingrediente activo que hace que piquen es la capsaicina, una sustancia irritante que producen las plantas como forma de defensa, y que produce una sensación de ardor al contacto. Este pequeño sufrimiento resulta una parte normal de la experiencia de alimentarse para una buena parte de la humanidad.

En un estudio poblacional de la universidad de Harvard con casi medio millón de personas se pudo comprobar que el consumo frecuente de comida picante, eliminando otros factores como el alcohol o el tabaco, reducía la mortalidad en un 14 por ciento. Esto incluye causas comunes de muerte como el cáncer, enfermedades coronarias y respiratorias.

Precisamente en el tratamiento del cáncer es donde el picante tiene más interés. En un experimento con ratones se comprobó que la capsaicina inhibía el crecimiento de los tumores de cáncer de próstata en un 80 por ciento, sin afectar a las células sanas.

Por otro lado, un laboratorio en la India (cómo no) está un poco más cerca de dilucidar el mecanismo por el que el picante protege contra el cáncer. Al parecer la capsaicina ataca a la membrana de la célula cancerosa. Esto a su vez acelera la apoptosis, o muerte celular programada, que induce la sustitución de estas células defectuosas por otras nuevas.

Según el doctor Ornelas-Paz, de México, no solo es la capsaicina, sino el cóctel de compuestos presentes en los chiles los que producen el efecto. La capsaicina es liposoluble, por lo que añadir grasa a la receta es fundamental para aumentar la absorción.

Por si los efectos protectores del picante no te convencen, se ha comprobado que la capsaicina promueve la pérdida de grasa. En un experimento con personas a quienes se les recortaban las calorías en un 20 por ciento, en igualdad de condiciones, quienes tomaban picante perdieron más grasa. La suplementación consistía en una dosis de 2.56mg de capsaicina, equivalente aproximadamente a un gramo de chile en polvo.

Estos efectos se observan incluso con otros capsinoides, análogos a la capsaicina, como el DHC, que es un conocido termogénico, es decir, que aumenta las calorías consumidas al digerir la comida, aunque este efecto es pequeño. También activa la enzima lipasa hormona-sensible y la comunicación entre adipocitos, ambas cosas necesarias para que liberen los depósitos de grasa. La capsaicina tiene además un efecto antiinflamatorio, que combinado con lo anterior es lo que probablemente promueve la pérdida de grasa.

ASÍ FUNCIONA LA INFLAMACIÓN EN EL CUERPO

Si ya has decidido que tu propósito de año nuevo es darle a la Tabasco, y las enchiladas, la pregunta es ¿cuánto picante hay que comer? El estudio de Harvard indica que entre dos y cinco veces por semana puede tener efectos protectores de la salud. Es un buen comienzo.

¿En qué se basa todo esto?

La capsaicina, cuando se administra por vía oral, ralentiza significativamente el crecimiento de xenoinjertos de cáncer de próstata PC-3, medidos por tamaño y peso.

Recientemente se ha demostrado que la capsaicina, uno de los principales ingredientes picantes del pimiento rojo, induce la apoptosis en muchos tipos de líneas celulares malignas, incluidos el adenocarcinoma de colon, el cáncer de páncreas, el carcinoma hepatocelular, el cáncer de próstata, el cáncer de mama y muchos otros.

Por encima de 15 por ciento en moles, la capsaicina en el medio acuoso de suspensión de liposomas reduce la temperatura de transición de fase termotrópica en aproximadamente 3ºC, y por encima de 30 por ciento en moles, la integridad de la membrana se pierde significativamente.

La grasa de la dieta aumentó la bioaccesibilidad de la capsaicina y la dihidrocapsaicina en las digestiones con pimientos rojos, especialmente la de dihidrocapsaicina.

Además, el consumo de 2.56 mg de capsaicina por comida promueve la oxidación de grasas en un balance energético negativo y no aumenta significativamente la presión sanguínea.

Después de 1 mes de suplementación, el dihidrocapsiato tuvo un efecto termogénico pequeño de ≈50 kcal / d, que está en el rango de la variabilidad de RMR día a día.

Estos datos proporcionan evidencia de aumentos posprandiales en la termogénesis y la oxidación de grasas secundaria a la administración de dihidrocapsiato.

En estudios con roedores, las dietas ricas en capsaicina han mostrado efectos favorables en la aterosclerosis, el síndrome metabólico, la diabetes, la obesidad, el hígado graso no alcohólico, la hipertrofia cardíaca, la hipertensión y el riesgo de accidente cerebrovascular

La activación de TRPV1 por la capsaicina en la dieta mejora la remodelación de la grasa visceral a través de la regulación positiva de Cx43.