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Joseph Stiglitz, Nobel de Economía, pide prohibir las criptomonedas: “¡Clausúrenlas!”

viernes, mayo 27th, 2022

El economista argumentó que son imprescindibles frente al esfuerzo de las instituciones financieras para transparentar los mercados.

Berlín, 27 may (EFE).- El nobel de Economía Joseph Stiglitz abogó este viernes por prohibir las criptomonedas con la argumentación de que facilitan el lavado de dinero negro a gran escala.

“¡Clausúrenlas!,” dijo el economista estadounidense en declaraciones al semanario alemán Der Spiegel en relación a las divisas digitales como el bitcoin y señaló que la prohibición podría introducirse en el punto de la cadena en el que las criptomonedas se cambian a dinero normal.

Desde hace años las instituciones se esfuerzan en volver más transparentes los mercados financieros, argumentó. El hecho de que las criptomonedas sean digitales no hace que este requisito deje de ser imprescindible, agregó Stigliz.

Las criptomonedas han incrementado en su uso por diferentes individuos en todo el mundo. Foto: Europa Press

“En este momento hay dos grandes agujeros que tenemos que cerrar, las criptomonedas y los inmuebles,” afirmó el nobel de Economía en referencia a la lucha contra el blanqueo en Estados Unidos, país que sigue siendo un centro del lavado de dinero.

Atribuyó parcialmente la responsabilidad de los problemas en el ámbito inmobiliario al expresidente Donald Trump, del que afirmó que “era conocido como blanqueador y se hizo rico de esa forma”.

El nobel de Economía señaló que las criptomonedas facilitan el lavado de dinero. Foto: Kin Cheung, AP/ Archivo

Stiglitz: En el mundo “no habrá recuperación económica hasta que no salgamos de la pandemia”

lunes, noviembre 9th, 2020

El Nobel de Economía reflexionó sobre las perspectivas de la pospandemia y sus efectos sobre la economía y la geopolítica, y analizó el impacto de la era del Presidente Donald Trump para Estados Unidos y el mundo.

En el Festival Puerto de Ideas, Stiglitz también expresó su preocupación por el impacto de la pandemia sobre las economías emergentes. “Los países en desarrollo sólo pueden destinar una pequeña parte de su PIB para hacer frente a las efectos de la pandemia”, dijo.

Santiago de Chile, 9 noviembre (EFE).- En el mundo “no habrá recuperación económica hasta que no salgamos de la pandemia“, afirmó este domingo el economista estadounidense y premio Nobel Joseph Stiglitz, quien vaticinó que “la segunda ola de la COVID-19 será peor y ello hará más difícil la recuperación”.

“Hay que gastar lo que sea necesario (…), el énfasis debe ser reconstruir para que quede mejor, como dice (Joseph) Biden“, recalcó Stiglitz haciéndose eco de uno de los postulados de la campaña que ha llevado al candidato demócrata a alzarse con la victoria en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Stiglitz (Estados Unidos, 1943), quien recibió el Nobel de Economía en 2001 por sus aportaciones a la teoría de la información asimétrica, cerró este domingo la X edición del Festival Puerto de Ideas con una entrevista hecha por la periodista chilena Consuelo Saavedra de forma telemática, él desde Nueva York y ella desde Londres.

El destacado economista, que preside el centro de estudios Initiative for Policy Dialogue en la Universidad de Columbia, reflexionó sobre las perspectivas de la pospandemia y sus efectos sobre la economía y la geopolítica, y analizó el impacto de la era del presidente Donald Trump para Estados Unidos y el mundo.

“Trump agrandó las diferencias al reducir los impuestos, lo que supuso un aumento del déficit de miles de millones de dólares, pero fue muy astuto al ocultarlo”, consideró Stiglitz.

“Esto ilustra algo muy perturbador que se ha visto también en otros países, pero no tanto como en Estados Unidos. Me refiero al populismo”, agregó.

“Un dólar, un voto. Estamos en una situación en la que una minoría maneja a los políticos y no reconoce a las mayorías. El resultado de esto es una distorsión de la democracia”, consideró Stiglitz, quien en el pasado tuvo una participación destacada en la esfera pública de su país, donde presidió el Consejo de Asesores Económicos durante la Administración de Bill Clinton (1993-2001).

“Trump dice que la globalización fue injusta con Estados Unidos”, cuando realmente fueron las multinacionales y las grandes entidades financieras de ese país “las que en gran medida dictaron los acuerdos comerciales para favorecer sus intereses corporativos”, afirmó.

En su intervención en la clausura del Festival Puerto de Ideas, Stiglitz también expresó su preocupación por el impacto de la pandemia sobre las economías emergentes.

“Los países en desarrollo sólo pueden destinar una pequeña parte de su PIB (producto interno bruto) para hacer frente a las efectos de la pandemia, y obviamente se ven mas afectados”, explicó el premio Nobel de Economía, quien advirtió de que “ya hay algunos países al borde de la crisis, como Argentina, Ecuador y Líbano”.

El que fuera economista jefe del Banco Mundial y líder de la Comisión de Expertos de la ONU sobre las Reformas del Sistema Monetario y Financiero Internacional apuntó que los países que están empezando a recuperar su economía son los que mejor han controlado la pandemia.

“Será muy difícil recuperar una economía global si hay muchos países en el mundo con una gran deuda” y por eso -en su opinión- los organismos financieros multilaterales deberían reestructurar la deuda a corto plazo de los países en desarrollo en préstamos a largo plazo, algo a lo que se hasta ahora han opuesto potencias como Estados Unidos e India.

Crítico con el libre mercado, en su extensa obra, compuesta por cerca de una treintena de libros, Stiglitz exhibe las desigualdades del sistema neoliberal y apunta soluciones para una sociedad económicamente más justa.

Entre sus libros destacan “El precio de la desigualdad” (Taurus, 2012), “El malestar de la globalización” (Debolsillo, 2013), “La gran brecha” (Debolsillo, 2017) y “El euro” (Debolsillo, 2017).

En su obra más reciente, “Capitalismo progresista. La respuesta a la era del malestar” (Taurus, 2020), Stiglitz propone que el capitalismo debería evolucionar para salvarse a sí mismo, respondiendo a los desafíos de una sociedad en transición, entre ellos el calentamiento global, la inteligencia artificial, los cambios demográficos y el debilitamiento de las instituciones que sustentan las democracias liberales.

El modelo de subastas que gana el Nobel de Economía se usa también en las licitaciones de Gobierno

lunes, octubre 12th, 2020

El Nobel de Economía de 2020 galardonó el trabajo de los economistas Milgrom y Wilson para mejorar el modelo de subastas, que ha sido utilizado para elaborar nuevas regulaciones para la venta de bienes y servicios.

Su modelo se emplea para las licitaciones gubernamentales en todas las materias, desde la recolección de basura y hasta para determinar el precio de la electricidad o las frecuencias de las compañías de telefonía móvil.

Copenhague, 12 de octubre (EFE).- El Nobel de Economía distinguió este lunes las mejoras en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos de licitaciones realizados por los estadounidenses Paul R. Milgrom y Robert B. Wilson.

La Real Academia de las Ciencias sueca resaltó que los dos investigadores de la Universidad de Stanford (EU) no solo han clarificado el funcionamiento de las subastas y el comportamiento de los pujadores, usando sus descubrimientos teóricos para elaborar nuevas regulaciones para la venta de bienes y servicios.

“Sus hallazgos han beneficiado a vendedores, compradores y a contribuyentes de todo el mundo”, señala el fallo.

Las subastas afectan a las personas a cualquier nivel, recuerda el jurado: desde la recogida de basuras al precio de la electricidad o las frecuencias de las compañías de telefonía móvil se rigen por procedimientos de ese tipo.

El resultado de una subasta o licitación depende de tres factores: su formato o reglas, el objeto subastado y la incertidumbre acerca de qué sabe el resto de postores sobre este.

La dificultad del análisis de esos procesos radica en que la mejor estrategia de un postor depende de cómo cree que los otros pujarán en la subasta.

En varios estudios en las décadas de 1960 y 1970, Wilson elaboró una teoría de subasta de objetos con un valor común, mostrando cómo postores racionales tienden a colocar ofertas por debajo de su mejor estimación: están preocupados por la “maldición” del ganador, por pagar demasiado y perder.

Wilson mostró también que a mayor incertidumbre, más precaución de los postores y precio final más bajo, y que los problemas provocados por esa “maldición” son más grandes cuando unos pujadores tienen mejor información que otros.

Milgrom formuló en la década de 1980 una teoría más general de las subastas que no solo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de uno a otro postor, y demostró que un formato dará al vendedor un ingreso mayor cuando los pujadores aprendan más sobre los valores estimados de los otros durante el concurso.

Ambos investigadores crearon posteriormente nuevos formatos para licitar de forma simultánea objetos más complejos, pensando en un vendedor motivado más por el beneficio social que por el beneficio máximo.

Las autoridades estadounidenses utilizaron por primera vez en 1994 uno de esos formatos para vender frecuencias de radio a operadores de telecomunicaciones, un ejemplo exitoso que luego han seguido muchos otros países, entre los que el Comité Nobel nombra a India, Canadá, Noruega, Polonia, España, Reino Unido, Suecia y Alemania.

Ese formato ha sido usado también en otros contextos como la venta de electricidad y gas natural.

Milgrom y Wilson suceden en el palmarés del premio a Esther Duflot, Michael Kremer y Abhijit Banerjee, tres expertos en el campo del desarrollo galardonados en 2019 por sus estudios sobre pobreza con un enfoque experimental.

Los dos economistas estadounidenses se repartirán los 10 millones de coronas suecas (unos 950 mil euros, 1.1 millones de dólares) con que está dotado el premio de Economía, al igual que el resto de Nobel.

¿Quiénes son y qué investigan los profesores Paul Milgrom y Robert Wilson, ganadores del Nobel?

lunes, octubre 12th, 2020

Los dos expertos en ciencias económicas, y nuevos premios Nobel de Economía, ganaron antes el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en 2013 y 2016.

La teoría de Milgrom se probó en 1973, cuando la Comisión Federal de Telecomunicaciones de EU le pidió diseñar las subastas del espectro radioeléctrico. El modelo se ha adoptado en todo el mundo para subastas públicas.

Berlín, 12 de octubre (EFE).- Los dos galardonados con el Premio Nobel de Economía en 2020, los estadounidenses Robert B. Wilson y Paul R.Milgrom, han tenido carreras similares que empezaron por estudios de matemática pura que luego aplicaron a la teoría económica y, concretamente, al análisis de las subastas que les valdría el galardón sueco.

Wilson, nacido en Geneva (Nebraska) en 1937, estudio matemáticas en Harvard y posteriormente hizo una maestría y un doctorado en empresariales. Su carrera como profesor se inició en Berkeley, de donde luego pasaría a Stanford, donde coincidió con Milgrom.

Las herramientas de la teoría del juego le sirvieron para analizar el comportamiento de los actores en las subastas. Antes había aplicado la teoría del juego a otros ámbitos de la economía como, por ejemplo, en su trabajo “Teoría de los sindicatos” (1968).

Wilson es considerado como uno de los primeros economistas en utilizar la teoría de juegos para analizar situaciones de mercado en las que los actores no cuentan con el mismo grado de información.

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Robert Wilson, profesor de economía en Stanford. Foto: Universidad de Stanford; cortesía de la Escuela de Graduados en Negocios.

Milgrom, nacido en Detroit en 1948, también estudio matemáticas, en la Universidad de Michigan, y luego se doctoró en Economía en Stanford, donde es profesor desde 1987.

Al igual que Wilson recurrió, para aplicarlo a fenómenos de la teoría económica, a recursos de la teoría del juego y de la teoría de las probabilidades.

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Paul R. Milgrom,
Catedrático de Economía en Stanford. Foto: Cortesía, Universidad de Stanford.

Tanto Milgrom como Wilson habían ganado antes el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en 2013 y 2016, respectivamente.

Milgrom tuvo la oportunidad de llevar a la práctica su teoría cuando en 1973 la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) de Estados Unidos le pidió su ayuda para diseñar las subastas del espectro radioeléctrico.

Inicialmente Milgrom se mostró reacio pero tras revisar otras propuestas que había recibido la FCC se dio cuenta que podía hacer una propuesta mejor que elaboró junto con Wilson.

Parte clave de la propuesta era abandonar el sistema de las ofertas en sobre cerrado y hacer pujas abiertas para que cada empresa pudiera ver lo que las otras ofrecían.

Ese sistema ha sido entre tanto adoptado por las administraciones de todo el mundo para subastas del espectro radioeléctrico y otras subastas públicas.

Los estadounidenses Milgrom y Wilson ganan el Nobel de Economía por “mejoras en la teoría de subastas”

lunes, octubre 12th, 2020

Ambos “no solo aclararon cómo funcionan las subastas y por qué los postores se comportan de cierta manera, sino que utilizaron sus descubrimientos teóricos para inventar formatos de subastas completamente nuevos para la venta de bienes y servicios”.

Copenhague, Dinamarca, 12 de octubre (EFE).- Los economistas estadounidenses Paul Milgrom y Robert Wilson ganaron hoy el Nobel de Economía por las “mejoras en la teoría de subastas e invenciones de nuevos formatos de subastas”, informó hoy la Real Academia de las Ciencias Sueca.

El galardón es el último de los Premios Nobel anunciado y será entregado, como los demás, el próximo 10 de diciembre.

“Las subastas están en todas partes y afectan nuestra vida cotidiana”, explicó la Academia al anunciar los nombres de los galardonados.

Milgrom y Wilson “han mejorado la teoría de las subastas e inventado nuevos formatos de subastas, beneficiando a los vendedores, compradores y contribuyentes de todo el mundo”, agregó la Academia.

De Wilson la Academia destacó que su trabajo “mostró por qué los postores racionales tienden a colocar ofertas por debajo de su mejor estimación del valor común: están preocupados por la maldición del ganador, es decir, por pagar demasiado y perder.”

En cuanto a Milgrom, “formuló una teoría más general de las subastas que no solo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de un postor a otro”.

Ambos “no solo aclararon cómo funcionan las subastas y por qué los postores se comportan de cierta manera, sino que utilizaron sus descubrimientos teóricos para inventar formatos de subastas completamente nuevos para la venta de bienes y servicios”.

“Los galardonados en Ciencias Económicas de este año comenzaron con la teoría fundamental y luego utilizaron sus resultados en aplicaciones prácticas, que se han extendido por todo el mundo. Sus descubrimientos son de gran beneficio para la sociedad”, declaró por su parte el presidente del Comité del Premio, Peter Fredriksson.

La Academia sueca indicó que en 1994, las autoridades estadounidenses utilizaron por primera vez uno de los formatos de subasta de ambos galardonados ahora para vender frecuencias de radio a operadores de telecomunicaciones y que, desde entonces, muchos otros países han seguido su ejemplo.

La Academia sueca recordó que “en la actualidad, en las subastas cambian de manos objetos por valor de sumas astronómicas de dinero todos los días, no solo objetos domésticos, arte y antigüedades, sino también valores, minerales y energía” y que las adquisiciones públicas “también se pueden realizar como subastas”.

Utilizando la teoría de la subasta, los investigadores intentan comprender los resultados de las diferentes reglas de licitación y precios finales, el formato de subasta.

La Academia dijo que “el análisis es difícil, porque los postores se comportan estratégicamente, en base a la información disponible. Toman en consideración tanto lo que saben ellos mismos como lo que creen que saben otros postores”.

El Nobel de Economía, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco, sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario.

El galardón de Medicina abrió el lunes pasado la ronda de anuncios de la presente edición de estos prestigiosos premios, seguido por los de Física, Química, el de la Paz y Literatura.

Tanto los anuncios de los premios como la entrega de esta edición de los Nobel es en formato reducido por la pandemia del coronavirus.

Siete expertos en distintas disciplinas se perfilan para el Nobel de Economía: Clarivate Analytics

domingo, octubre 11th, 2020

El Nobel de Economía, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario.

Copenhague, 11 oct (EFE).- Expertos en estadística y economía laboral dominan los pronósticos para el Nobel de Economía, cuyo fallo este lunes cerrará la ronda de anuncios de los ganadores de estos centenarios premios.

La firma estadounidense Clarivate Analytics, que elabora cada año una lista de potenciales aspirantes, apunta a siete profesores de distintas disciplinas. Dicha lista se basa en el impacto que estos aspirantes han tenido en su ámbito de estudio, medido por el número de veces que sus trabajos son citados por la comunidad científica,

Los estadounidenses David Dickey y Wayne Fuller y el canadiense Pierre Perron figuran entre los supuestos candidatos por sus análisis estadísticos: los dos primeros, de series temporales; el otro, de series no estacionarias.

La también estadounidense Claudia Goldin podría ser galardonada por sus contribuciones a la economía laboral, en especial su análisis de la brecha de género en los sueldos.

Sus compatriotas Steven Berry y James Levinsohn y el canadiense Ariel Pakes aparecen mencionados a causa de sus trabajos sobre la estimación de la demanda.

En la lista de 2018, la firma estadounidense incluía entre sus candidatos al español Manuel Arellano, profesor del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (Cemfi).

En las quinielas al premio suenan también el israelí Ariel Rubinstein, por el desarrollo de modelos económicos formales; y el británico W. Brian Arthur, por sus estudios sobre los rendimientos crecientes en sistemas económicos.

Figuran asimismo en las quinielas el británico Richard Layard, uno de los primeros en destacar el peso en la economía de la salud mental; la execonomista jefe del Banco Mundial Anne Krueger, por sus estudios sobre comercio internacional; y la estadounidense de origen cubano Carmen Reinhart, experta en deuda y crecimiento.

El Nobel de Economía reconoció el año pasado el trabajo de Esther Duflot, Michael Kremer y Abhijit Banerjee, tres expertos en el campo del desarrollo que han transformado los estudios sobre pobreza con un enfoque experimental y que han tenido influencia directa en las políticas en ese área.

Duflo, que ganó en 2015 el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, se convirtió en la segunda mujer en ganar este premio, después de que la estadounidense Elinor Ostrom lo hiciese en 2009.

El Nobel de Economía, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario.

Tanto los anuncios de los premios como la entrega de esta edición de los Nobel es en formato reducido por la pandemia del coronavirus.

La totalidad de los galardones se entregan el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel. El acto correspondiente al de la Paz tiene lugar en Oslo, por deseo del fundador; los restantes se entregan en Estocolmo, en un único acto.

Paul Krugman, Nobel de Economía, advierte sobre daños ocasionados por medidas de austeridad

viernes, septiembre 4th, 2020

El economista Paul Krugman expuso que la austeridad no siempre es una mala idea, pero debe ser aplicada por países capaces de vivir con sus propios recursos.

Ciudad de México, 4 de septiembre (SinEmbargo).- Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, advirtió sobre las duras afectaciones económicas a las que se podría enfrentar México por las medidas de austeridad tomadas durante la pandemia de COVID-19.

Krugman consideró que el Presidente Andrés Manuel López Obrador podría formar parte de los líderes populistas que rechazan la gravedad de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

Durante su participación en el evento “Hay Festival Digital Querétaro 2020”, Krugman manifestó que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, es un populista falso, mientras que López Obrador “parece ser” un verdadero populista, reportaron medios de circulación nacional.

Señaló que, tanto los verdaderos como los falsos populistas, han negado las consecuencias de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, explicó que, a diferencia de los países ricos, capaces de pedir prestado sin dañar gravemente sus economías, los países en vías de desarrollo no tienen oportunidad de tomar medidas equivocadas sin afectar a sus poblaciones.

El economista estadounidense apuntó que la posición de Estados Unidos en la economía mundial podría cambiar por el mal manejo que ha tenido la administración de Trump para contener la pandemia de coronavirus.

Krugman expuso que la austeridad no siempre es una mala idea, pero debe ser aplicada por países capaces de vivir con sus propios recursos.

Reiteró que los programas de austeridad han tenido graves consecuencias durante los últimos diez años. Además, comunicó que en México y otros países de América Latina podría haber duras afectaciones económicas por las medidas que sus gobiernos han tomado.

Hizo un llamado a preservar la democracia y la seguridad social, ya que, advirtió, muchos países del mundo están en peligro de perder lo que sus economías habían logrado, debido a la llegada de esta crisis.

El autor del libro Contra los zombis. Economía, política y lucha por un futuro mejor, argumentó que los zombis son las aquellas ideas que no funcionan, pero se niegan a irse, por lo que todavía permean en la sociedad.

El Premio Nobel Joseph Stiglitz pide al mundo trascender al PIB y “medir preocupaciones sociales”

viernes, junio 19th, 2020

Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, aseguró que el mundo creó una economía sin neumáticos de repuesto y así tomó a las sociedades la COVID-19: “sin camas de hospital adicionales, no hicimos preparación para una pandemia, no hicimos muchas de las cosas que nos hubieran permitido responder a la pandemia”. Por ello, dijo, es crear indicadores que midan no sólo el crecimiento, sino otros problemas sociales como la desigualdad y el cambio climático.

El discurso de Stiglitz va en línea con lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en los últimos meses y que es que la medición del Producto Interno Bruto debe ser reemplazado por un indicador que mida la felicidad y el acceso al bienestar.

Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).- Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001, afirmó este viernes que la pandemia de la COVID-19 demostró que la economía requiere indicadores de evaluación que no se reduzcan al Producto Interno Bruto (PIB) de las naciones, sino que incluya y refleje todas las preocupaciones sociales. En entrevista con la agencia AFP, el economista destacó, por ejemplo, la importancia de medir la desigualdad y el impacto ecológico de las naciones.

“Hay una gran diferencia entre si un vehículo tiene una rueda de repuesto o no. Pero en la forma en que medimos el PIB, un vehículo sin rueda de repuesto es más eficiente que un vehículo con rueda de repuesto porque cuesta menos”, expuso Stiglitz a la agencia francesa.

El planteamiento del prestigioso economista, que es uno de los más leídos en el mundo, se centra en que después de la pandemia de la COVID-19 se debe apostar por una economía global que no sólo se centre en el PIB, sino una “más verde“, relacionada con el cambio climático más allá del crecimiento. Un planteamiento similar ha hecho el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quien anunció la creación de un nuevo índice para medir no sólo la riqueza sino el bienestar social como referencia.

La llegada de la “nueva normalidad” es un buen momento para el inicio de este medidor, defendió López Obrador, quien recordó que el “progreso sin justicia es retroceso”. En mayo pasado, el Jefe del Ejecutivo federal expresó que “tiene que haber crecimiento con honestidad, crecimiento con austeridad, crecimiento con bienestar, crecimiento con cultura, crecimiento con felicidad”.

Sobre el tema, el profesor Stiglitz –quien desde 2005 dirige el Instituto Brooks para la Pobreza Mundial en la Universidad de Mánchester– planteó que los efectos que la pandemia dejó a la población mundial y a los Gobiernos la posibilidad de enfocarse en una recuperación económica más amigable con el planeta y que tenga como uno de sus ejes centrales la equidad. “No debería ser solo regresar a donde estábamos”, insistió

“El PIB no tiene en cuenta las desigualdades, la falta de resistencia o la falta de sostenibilidad. Lo que queremos hacer ahora es liderar la economía en una dirección que refleje todas estas preocupaciones”, explicó. Además destacó que hoy “el indicador más importante es el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero”.

El pensamiento de Stiglitz, quien en 2006 publicó el libro ¿Cómo hacer que funcione la globalización?, una crítica del actual orden económico mundial, no está solo ante la ruptura del modelo neoliberal que se abre paso en el mundo, y otros grandes estudiosos se pronuncian por privilegiar el combate a la desigualdad. FOTO: CIDE

El economista, conocido y reconocido por su visión crítica de la globalización, de los economistas de libre mercado y de algunas de las instituciones internacionales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), destacó la complejidad del cambio climático y sus manifestaciones, por ejemplo en los peligros de los eventos climatológicos que impactan directamente a la población.

El pensamiento de Stiglitz, quien en 2006 publicó el libro ¿Cómo hacer que funcione la globalización?, una crítica del actual orden económico mundial, no está solo ante la ruptura del modelo neoliberal que se abre paso en el mundo.

Además de la postura del Primer Mandatario mexicano, los gobiernos de Estados Unidos y europeos han enfocado sus políticas monetarias en rescates económicos a grandes empresas, pero han incluido el requerimiento de reenfocar sus planes de inversión en concordancia con el combate al cambio climático.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que los planes masivos de ayuda que preparan los gobiernos frente a la crisis del coronavirus son la ocasión para poner el sector energético en el camino de la sostenibilidad, lo que además aumentaría el crecimiento global y el empleo.

La AIE, que ha trabajado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la elaboración del informe que presentó el jueves pasado, parte de la hipótesis de que la crisis provocará un bajón del 6 por ciento del PIB mundial este año y de que sólo durante el actual trimestre se perderán unos 300 millones de empleos.

Además, el plan propuesto por el FMI y la AIE reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2), en unos 4 mil 500 millones de toneladas y disminuiría en un 5 por ciento las causantes de contaminación atmosférica, con las implicaciones beneficiosas que eso tendría para la salud.

“Creamos una economía sin neumáticos de repuesto, sin camas de hospital adicionales, no hicimos preparación para una pandemia, no hicimos muchas de las cosas que nos hubieran permitido responder a la pandemia”, dijo el laureado economista nacido en Gary. Indiana, Estados Unidos, el  9 de febrero de 1943.

Stiglitz criticó las políticas laissez-faire que condujeron a la cruda crisis de 2008 y que fueron, de nuevo, develadas como “miopes” en esta nueva crisis económica y sanitaria. “No es que pudiéramos haberlo evitado, pero podríamos haber tenido una economía mucho más resistente, más capaz de responder a eso”, afirmó.

Sin embargo, el Premio Nobel destacó la importancia del trabajo de la Unión Europea en la creación de un “acuerdo verde” que, con un plan de cinco años, encamine al planeta a la “neutralidad de carbono” en el año 2050.

“Pero no es suficiente tener esa aspiración. Debes comenzar a gastar el dinero. Y obviamente la pandemia está siendo un gran impulso para comenzar a gastar el dinero”, puntualizó. “Creo que (el impuesto a bienes de alto consumo) es algo que debe implementarse. Por supuesto, tendría que usarse de una manera no proteccionista”, dijo el economista.

OTRAS POSTURAS CONTRA EL PIB

El Presidente Andrés Manuel López Obrador, por supuesto, no es ajeno al debate mundial.

En enero de este año, el político tabasqueño aseguró que “están cambiando los parámetros para medir si tenemos bienestar en México”. Poco antes de su declaración, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) había informadoque en el primer año del mandato de López Obrador, el crecimiento económico de México –medido a través del Producto Interno Bruto– se contrajo 0.1 por ciento.

De acuerdo con el economista Luis Foncerrada Pascal, aunque son distintos, el PIB y el bienestar no son indicadores que se excluyan sino que se complementan.

“Son cosas diferentes para diferentes objetivos. […] No se trata de PIB versus bienestar. Es tan absurda la pretendida disyuntiva, como decidir no tomar en cuenta el número de paletas que se producen, para sólo ver cuántas le tocan a cada quien. Hay que medir las dos, y con políticas ver que los que menos tengan, puedan tener más. Pero no podemos dejar de medir cuántas se producen. Son cosas diferentes aunque vinculadas”, explicó a SinEmbargo el ex director de Política Monetaria y Crediticia en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Para lograr mayor bienestar se requiere, por un lado, acumulación de capital e inversión productiva; y por otra parte, políticas públicas inteligentes, encaminadas a reducir las desigualdades, agregó en una entrevista realizada por el periodista Efrén Flores, autor del trabajo titulado “Aunque ignore la desigualdad, el mundo se abraza del PIB hace 76 años. Debe cambiar: economistas”, y publicado en este diario digital.

“Hace mucho que se estableció que el PIB era una herramienta inadaptada para evaluar el bienestar a lo largo del tiempo, en particular en sus dimensiones económica, medioambiental y social”. Eso no quiere decir que el PIB es un indicador erróneo, “sino que se emplea de forma errónea”, refieren grandes economistas como  Amartya Kumar Sen, Jean-Paul Fitoussi y el propio Stiglitz.

Para estos estudiosos de la economía de referencia mundial existen al menos tres factores indispensables para lograr crecimiento económico con bienestar social:

Uno. Incentivar la inversión privada con inversión pública, aunque orientando la política económica a ciertas áreas estratégicas, para propiciar innovación y desarrollo con mejor distribución de la riqueza.

Dos. Reconfigurar las políticas neoliberales de modo que las condiciones objetivas de la población determinen las prioridades económicas nacionales, a partir de una relación más directa y democrática entre ciudadanía y gobierno, que sea generadora de políticas públicas que dirijan a la inversión privada a invertir para satisfacer necesidades y en el proceso, abrir mercados y ganar con la reducción de desigualdades y el sostenimiento de las fuentes de recursos (sustentabilidad).

Tres. Transformar los indicadores macroeconómicos para medir cuál es el impacto de la producción sobre la calidad de vida y la sustentabilidad de recursos; es decir, cuánta producción se invierte en mejorar la calidad de vida y en garantizar los recursos a futuro, que permitan su sostenimiento.

-Con información de Efrén Flores y EFE

Stiglitz urge por un nuevo pacto social: mercados reformados, sin monopolios ni competencia desleal

martes, febrero 4th, 2020

El Nobel de Economía planteó en su libro “Capitalismo Progresista” la necesidad de un nuevo contrato social, “un nuevo equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad civil y una ecología de instituciones más rica, incluidas organizaciones sin ánimo de lucro, cooperativas”. Afirmó que el neoliberalismo argumentaba que el mercado sin restricciones era la solución, “decía: no se preocupe por la moral, no se preocupe por la explotación, sólo déjelo en manos del mercado y eso no funcionó”.

Por Jorge Gil Ángel

Cartagena (Colombia), 4 de febrero (EFE).- El Nobel de Economía Joseph Stiglitz asegura en una entrevista con Efe que el mundo necesita “un nuevo contrato social” que busque un equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad para acabar con la desigualdad y las protestas, bajo la advertencia de que la extrema derecha “no funciona”.

En el “Hay Festival” de Cartagena de Indias, en Colombia, donde ha presentado su libro “Capitalismo Progresista“, el estadounidense también advierte de la necesidad de una agenda global que incluya reformas de los mercados, tumbar los monopolios y restringir la competencia desleal, así como la creación de políticas progresistas de impuestos y gastos.

Stiglitz augura un fracaso en la agenda económica de Donald Trump porque cree que ni el Presidente estadounidense ni su equipo “entienden la economía”. “Otros cuatro años lo empeorarían aún más”, apunta sobre las elecciones de noviembre en las que el mandatario buscará la reelección.

PREGUNTA: ¿Es optimista con los cambios que pueden traer las multitudinarias protestas ciudadanas?

RESPUESTA: Soy optimista frente al cambio, es una inundación en países como Chile. Cuando miraba los datos de Chile, el nivel de desigualdad era tan alto que me sorprendía que no hubiese más disturbios civiles. Ahora tenemos los disturbios y va a haber una verdadera revisión de la Constitución.

Hay un comienzo real de reconocimiento de que hay un problema. En Chile buscaron la solución de los “Chicago Boys”, y les funcionó. Ahora solo con ese reconocimiento van a comenzar a pensar. ¿Cuáles son los marcos económicos alternativos? Soy optimista. América Latina a veces se desvía de un extremo de los fundamentalistas del mercado al otro extremo y lo que espero es que entendamos que la extrema derecha no funciona, es más fácil dirigir desde un rumbo intermedio.

P: Fallaron el neoliberalismo y el socialismo. Hoy la desigualdad es el motor que impulsa las protestas. ¿Cuál es el modelo que usted propone?

R: Lo que estoy argumentando en mi libro “Capitalismo Progresista” es que necesitamos un nuevo contrato social; un nuevo equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad civil, y una ecología de instituciones más rica, incluidas organizaciones sin ánimo de lucro, cooperativas.

El problema del neoliberalismo era que argumentaba que el mercado sin restricciones era la solución y decía: no se preocupe por la moral, no se preocupe por la explotación, sólo déjelo en manos del mercado; y eso no funcionó.

P: Insisto, las desigualdades siguen creciendo y el efecto está en las calles ¿Cuál es la clave para cerrar esa brecha?

R: Nunca ha habido una bala de plata para algo que ha estado sucediendo durante 40 años, incluso desde hace mucho más tiempo, y en el caso de América Latina aún más, desde el período colonial.

La respuesta es una agenda completa que incluya reformar los mercados, reformar las reglas del juego, tumbar los monopolios, poner más restricciones al comportamiento anticompetitivo, fortalecer el poder de negociación laboral, reformar el Gobierno corporativo.

Y luego tenemos que tener políticas progresistas de impuestos y gastos. Debemos tener programas para asegurarnos de que todos satisfagan sus necesidades básicas para una vida decente, especialmente en países como Estados Unidos donde somos lo suficientemente ricos como para asegurarles a todos una vida decente si solo quisiéramos.

Otro aspecto realmente importante es que tenemos que lidiar con el problema del cambio climático: el mundo está amenazado, no es solo una crisis de desigualdad, es una crisis climática y si no lo hacemos nuestro mundo no va a ser habitable o vamos a gastar enormes cantidades de dinero en respuesta al cambio climático. Sin embargo, el presidente de los Estados Unidos lo niega; el resto del mundo no puede negarlo, tiene que ser parte de una economía reformada.

P: ¿Y entonces por qué llegan al poder personajes como Trump o Bolsonaro?

R: Creo que tiene mucho que ver con el fracaso del neoliberalismo para cumplir sus promesas. Hay un gran descontento de la gente. Las élites prometen que la globalización y todas estas cosas resultarían en un mejor nivel de vida, y eso no ha sucedido.

Así, creo que es totalmente comprensible que haya un sentimiento “antiestablecimiento” en muchos países de todo el mundo. Lo triste es que estos tipos van a empeorar aún más y creo que lo único que podemos hacer es conectarnos, seguir explicando por qué las políticas de Bolsonaro y Trump no van a funcionar, demostrar que no están funcionando.

P: ¿Cuál es el alcance real que ha tenido la guerra comercial entre Estados Unidos y China en el resto de países?

R: Está muy claro que la guerra comercial de Trump ha agregado un alto nivel de incertidumbre en el panorama económico mundial y que a las empresas no les gusta la incertidumbre.

Este tipo de incertidumbre es particularmente destructiva porque una de las grandes decisiones que toma una empresa al invertir es preguntarse dónde lo hará. Puede hacerlo en Vietnam, China y Estados Unidos, pero si estamos en un mundo en guerra comercial, si hace la inversión en un país u otro, la barrera aumenta, pierde mucho dinero.

P: ¿Por qué cree que la agenda económica de Trump va a fracasar?

R: Creo que la agenda económica de Trump fallará porque Trump y su equipo económico no entienden la economía. Tomemos un tema del proteccionismo, los acuerdos comerciales. Dijo que lo más importante es bajar el déficit comercial. Los déficits comerciales multilaterales están determinados por factores macroeconómicos: la disparidad entre el ahorro agregado y el ahorro promedio interno es la equidad interna. Y sus políticas, incluida la ley de impuestos de diciembre de 2017, redujeron los ahorros del gobierno, crearon un déficit de un billón de dólares y, por lo tanto, aumentaron estos desequilibrios macroeconómicos y previsiblemente el déficit comercial, exactamente lo que predije.

Mientras tanto, no ha hecho las inversiones en atención médica para que millones de estadounidenses tengan acceso. Si no tiene una población saludable no tiene una población productiva, las desigualdades han aumentado, el crecimiento y la creación de empleo son más bajos que con Obama. Puedo decir que ya es un fracaso. Y el problema es que otros cuatro años lo empeorarían aún más.

¿Cuáles son las teorías por las que Nordhaus y Romer recibieron el Nobel de Economía?

lunes, octubre 8th, 2018

Los estadounidenses William G. Nordhaus y Paul M. Romer, fueron galardonados hoy con el Nobel de Economía. Ambos han hecho aportaciones al crecimiento sostenible en una economía global y el bienestar mundiales.

Redacción Internacional, 8 oct (EFE).- Los estadounidenses William G. Nordhaus y Paul M. Romer, galardonados hoy con el Nobel de Economía, son dos estudiosos que, desde la universidad y la empresa y las entidades financieras, han hecho aportaciones al crecimiento sostenible en una economía global y el bienestar mundiales.

Así lo ha destacado hoy el Comité sueco que concede este premio desde 1969.

Nordhaus, nacido en Albuquerque en 1941, se licenció en Económicas en la Universidad de Yale y se doctoró en el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology).

Ha sido profesor en Yale desde 1967, universidad en la que ha formado a centenares de economistas, tanto en la rama de Económicas como en la de Estudios Medioambientales.

Nordhaus ha llevado a cabo investigaciones que apuntan que el remedio más eficaz para los problemas generados por las emisiones de efecto invernadero es un modelo de impuestos al carbono que sea uniforme en todos los países.

Este docente está considerado, para el Comité sueco, la primera persona que creó un modelo cuantitativo que describe la interacción global entre la economía y el clima, un modelo que se ha extendido y se emplea para examinar las consecuencias de las acciones en el ámbito de las políticas climáticas.

Nordhaus está firmemente convencido de que la actividad humana ha contribuido al incremento rápido de la temperatura media en el planeta en el último siglo.

El interés de Nordhaus no es sólo por el presente, ya que a mediados de los 90 se remontó a la época de la civilización mesopotámica para un estudio sobre la medida del crecimiento económico a largo plazo.

Por su parte, Paul M. Romer (Denver, 1955) es licenciado en Matemáticas por la Universidad de Chicago, en la que después se doctoró en Economía.

Una de las aportaciones de Romer es haber fundado la llamada teoría del crecimiento endógeno, que ha promovido nuevas investigaciones y que plantea que el crecimiento de la economía no es producto de fuerzas externas, sino de factores endógenos, como el capital humano, la innovación y el conocimiento.

Panel con los ganadores del Nobel de Economía, los estadounidenses William Nordhaus y Paul Romer galardonados por sus aportaciones en torno al crecimiento sostenible y el clima, hoy 8 de octubre de 2018. Foto: EFE

Romer fue economista jefe del Banco Mundial, cargo del que dimitió a comienzos de este año tras una polémica sobre unas declaraciones públicas en las que afirmaba que los datos para establecer el ránking de competitividad de Chile estaban manipulados políticamente, algo de lo que luego se retractó.

En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Romer pidió disculpas a Chile por la manipulación de los datos del país en la clasificación, con caídas en el Gobierno progresista de Michelle Bachelet y alzas durante el anterior del conservador de Sebastián Piñera – de nuevo en el poder en la actualidad-, y cuestionó la metodología empleada.

El artículo de Romer motivó la protesta del Gobierno de Bachelet, que exigió una explicación acerca de su posición en el informe “Doing Business”, el más influyente del BM y que analiza la facilidad para realizar negocios en los diferentes países

Tras su renuncia, Romer regresó a su puesto como profesor de la Universidad de Nueva York y con anterioridad lo fue también de las de Berkeley y Stanford.

En su trayectoria se ha ocupado del problema de la urbanización, por entender que una mejor política en este ámbito ofrece oportunidades para el crecimiento económico.

En su página en Internet, Romer agradeció el Nobel recibido junto a Nordhaus y subrayó que quiere impulsar la idea de que la tecnología pueda ayudar a proteger el medio ambiente.

Krugman: El rezago de México es por la violencia, la corrupción, monopolios y falta de educación

jueves, octubre 19th, 2017

Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, dijo este jueves en la UNAM que el rezago económico de México se genera en la violencia, la corrupción, los monopolios y la falta de acceso a la educación para los niños y jóvenes del país.

El también columnista de The New York Times se refirió al TLCAN como un acuerdo “sobrevendido” que le dio a México un éxito parcial, pues nunca le produjo el crecimiento augurado. Sin embargo, Krugman reconoció que si dicho Tratado termina será disruptivo y doloroso para la economía y la población mexicanas.

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– El rezago económico de México tiene su origen en la violencia, la corrupción, los monopolios y la falta de acceso a la educación, dijo este jueves Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, en una charla realizada en el auditorio “Alfonso Caso” de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

El economista estadounidense y profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton acudió a la “Máxima Casa de Estudios” del país, como parte del ciclo “Conversaciones con The New York Times”, organizado por CulturaUNAM y el diario del que Krugman también es columnista habitual.

En su intervención, el Nobel de Economía –quien es reconocido por ser un crítico de la teoría neoliberal y del monetarismo– se refirió al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y expuso que en términos de crecimiento el acuerdo fue sobrevendido y no está sustentado en la teoría económica.

“Sólo era conveniente para unas cuantas personas en Washington”, afirmó Krugman, quien ganó el Nobel por sus estudios sobre los patrones del comercio internacional y la concentración geográfica de la riqueza.

El profesor, quien también ganó el Premio Príncipe de Asturias en 2004, compartió su charla con Jorge Castañeda Gutman, ex titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el sexenio del ex Presidente Vicente Fox Quesada, y añadió que el TLCAN ha significado un éxito parcial para México, ya que no se llegó al crecimiento económico que se esperaba; sin embargo, expuso, eliminarlo sería disruptivo y doloroso.

Conocedor de México, el economista destacó que el rezago económico de México y la disparidad regional se debe a problemáticas como la violencia, la corrupción, los monopolios y el acceso a la educación.

El economista estadounidense habló también sobre la difícil situación que enfrenta la clase trabajadora y obrera en Estados Unidos debido al comercio internacional y a los desarrollos tecnológicos que han venido a sustituir la mano de obra, y que vieron una salida desesperada al votar por Donald Trump, quien tomó como bandera la xenofobia y culpó a los mexicanos de ocupar sus fuentes de empleos.

Jorge Castañeda y Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, durante su conversación de hoy. Foto: Cuartoscuro

 

AMLO NO ES CHÁVEZ

Ayer, como parte del mismo ciclo organizado por NYT y la UNAM, Krugman habló también de la política en México y destacó que Andrés Manuel López Obrador, presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y puntero en las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales de 2018, es más parecido a Luiz Inácio Lula da Silva que a Hugo Chávez.

También destacó que, de ganar las presidenciales en 2018, la fama de populista de AMLO afectará la relación entre Estados Unidos y México.

El economista afirmó que en la prensa estadounidense se retrata a López Obrador como un “populista peligroso y que amedrenta”. Sin embargo, en México la gente está “más relajada y menos preocupada” por el político, quien lleva meses siendo uno de los preferidos por los mexicanos para las elecciones presidenciales de 2018.

Para Krugman, López Obrador se asemeja al ex Presidente brasileño Lula da Silva, quien en un inicio fue retratado como “un hombre que asustaba y era un radical”, pero al final fue “un buen gobernante”.

No obstante, no dudó en que si López Obrador gana la Presidencia, desde la prensa y la política estadounidense, y sin importar “si es muy razonable”, se lo representará como “la reencarnación de Hugo Chávez”, fallecido en 2013.

“Y esto traerá problemas reales sobre cómo gestionaremos y afectará la relación bilateral”, dijo.

AMLO no es Chávez, es Lula: Paul Krugman; y aún si es “razonable”, lo acusarán de radical, afirma

miércoles, octubre 18th, 2017

El Nobel de Economía Paul Krugman consideró que Andrés Manuel López Obrador es más parecido a Luiz Inácio Lula da Silva que a Hugo Chávez.

Sobre el TLCAN dijo: “Acabar con el TLCAN, si sucede, todavía me parece la alternativa menos posible. Diría que hay un 25 por ciento de posibilidades”, afirmó el Premio Nobel de Economía Paul Krugman en un simposio organizado por The New York Times en el Museo Tamayo de la Ciudad de México.

México, 18 de octubre (EFE).- El Nobel de Economía Paul Krugman ve al líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador más parecido a Luiz Inácio Lula da Silva que a Hugo Chávez, y señaló que, de ganar las presidenciales en 2018, su fama de populista afectará la relación entre Estados Unidos y México.

En un simposio organizado por The New York Times en la Ciudad de México, el economista afirmó que en la prensa estadounidense se retrata a López Obrador, líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como un “populista peligroso y que amedrenta”.

No obstante, en México la gente está “más relajada y menos preocupada” por el político, que lleva meses siendo uno de los preferidos por los mexicanos para las elecciones presidenciales de 2018.

Para Krugman, López Obrador se asemeja al ex Presidente brasileño Lula da Silva, que en un inicio fue retratado como “un hombre que asustaba y era un radical”, pero al final fue “un buen gobernante”.

No obstante, no dudó en que si López Obrador gana la Presidencia, desde la prensa y la política estadounidense, y sin importar “si es muy razonable”, se lo representará como “la reencarnación de Hugo Chávez”, fallecido en 2013.

“Y esto traerá problemas reales sobre cómo gestionaremos y afectará la relación bilateral”, dijo.

Por otro lado, consideró que las multinacionales asentadas en México, algunas desde hace décadas, no “entrarán en pánico” si López Obrador llega a la Presidencia.

Por su parte, el economista Gerardo Esquivel estimó que la retórica de López Obrador será difícil de poner en práctica si es Presidente.

Especialmente en sus promesas de cancelar o modificar algunas de las reformas impulsadas durante la actual Administración (2012-2018) con el consenso de las principales fuerzas políticas, como la educativa o la energética, que abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.

“No creo que pudiera echarse para atrás nada de lo aprobado”, dijo el experto, quien consideró que, no obstante, puede haber modificaciones en las forma de implementación de estas reformas.

VE POCO POSIBLE QUE TLCAN SE ACABE

Krugman estimó hoy en un 25 por ciento las posibilidades de que se cancele el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por las presiones de EU., cuyas demandas calificó de “píldoras venenosas”.

“Acabar con el TLCAN, si sucede, todavía me parece la alternativa menos posible. Diría que hay un 25 por ciento de posibilidades”, afirmó Krugman.

En caso de que se cancelara esta acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, en vigor desde 1994 y en plena renegociación, el economista estadounidense estimó dos posibles finales.

Uno “suave”, en el que terminaría el convenio pero se seguirían aplicando la reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), lo que reduciría el PIB mexicano en un 2 por ciento y se perdería certidumbre.

Y el final “duro”, en el que el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump decidiera, por ejemplo, imponer aranceles del 30 por ciento a los productos mexicanos, lo que generaría un impacto mucho más negativo en la economía.

“De cualquier manera, México va a sobrevivir, tiene fuerza de trabajo y ha adquirido posibilidades de manufactura”, aseguró el Nobel.

Esta semana se celebró una complicada cuarta ronda de negociaciones del TLCAN en Washington, que se ha cerrado sin avances y con la retórica del Gobierno de Trump más encendida que nunca al considerar que ni México ni Canadá atienden sus demandas, lo que llevó a extender las conversaciones hasta 2018.

El Nobel criticó peticiones del Gobierno estadounidense como la revisión quinquenal del acuerdo comercial, al considerar que esto quitará certidumbre a los empresarios.

Además, recordó que las economías entre las naciones están muy integradas, por lo que Trump se enfrentará con sus propios empresarios si cancela el tratado.

No obstante, estimó que el presidente de Estados Unidos puede cancelar el TLCAN, tal y como busca hacer con la reforma sanitaria impulsada por Barack Obama en 2010.

“Como acto de venganza, ira, o por inseguridad, (Trump) puede destruir el TLCAN”, opinó el economista.

Positivamente, Krugman estimó que el Congreso no respaldará la Administración de Trump sobre este acuerdo que detonó el comercio entre los tres países, al pasar de 290 mil millones de dólares en 1993 a 1,1 billones de dólares en 2016.

De esta manera, el Nobel de Economía pronosticó que las negociaciones del TLCAN -que deben cerrar en el primer trimestre de 2018- concluirían con cambios “cosméticos” que le permitirán decir a Trump: “Me salí con la mía”.

En este diálogo, Krugman señaló que el TLCAN fue positivo para acercar México a Estados Unidos e impulsar la democracia, pero no fue efectivo en “construir desarrollo” y recortar la brecha de desigualdad entre la población mexicana y entre los tres países.

En este punto, el economista Gerardo Esquivel consideró también que el TLCAN no tuvo “el impacto deseado” y atribuyó un menor crecimiento del país a la falta de inversión en infraestructura y educación, especialmente.

La corrupción, agregó, también afecta al crecimiento de un país que, a diferencia de algunas pujantes economías asiáticas, carece de “una visión estratégica de desarrollo”.

Una eventual cancelación del acuerdo comercial, explicó, tendría efectos asimétricos.

“Si se acabara el TLCAN, habría zonas del país sur-sureste donde tendría pocos efectos, pues funcionan a efectos prácticos como economías cerradas. Los más afectados serían estados de centro y norte del país”, donde hay más conexión con el vecino del norte y una industria más desarrollada, afirmó.

El estadounidense Richard Thaler recibe el Nobel de Economía por sus estudios sobre economía conductual

lunes, octubre 9th, 2017

Richard Thaler, de la Universidad de Chicago, fue reconocido el lunes con el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la economía conductual. El trabajo de Thaler muestra cómo afectan los rasgos humanos a las decisiones individuales así como a los resultados del mercado, explicó el comité del Nobel.

Thaler fue galardonado hoy, 9 de octubre de 2017, con el premio Nobel de Economía por sus estudios de la economía conductual, anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias. Foto: EFE.

Copenhague, 9 de octubre (EFE).- El estadounidense Richard H. Thaler, de la Universidad de Chicago, fue galardonado hoy con el premio Nobel de Economía por sus estudios de la economía conductual, anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.

El galardón reconoce el trabajo de Thaler por integrar la economía y la psicología, explorando “cómo las limitaciones en el raciocinio, las preferencias sociales y la falta de autocontrol afectan a las decisiones individuales y a las tendencias en el mercado”.

El fallo asegura asimismo que el estadounidense ha sido un “pionero” en este ámbito, al contribuir de forma decisiva “a construir un puente entre los análisis psicológicos y económicos de los procesos de decisión individuales”.

La perspectiva conductual incorpora a la economía “un análisis más realista de cómo piensan y actúan las personas cuando están tomando decisiones económicas”, lo que ayuda a “diseñar medidas e instituciones que incrementan los beneficios para el conjunto de la sociedad”.

Esta aproximación a la economía difiere de la teoría tradicional, que asumía que las personas tenían buen acceso a la información y podían procesarla de forma correcta, algo que en ocasiones distaba mucho de la realidad.

La contribución de Thaler fue redefinir el análisis de las decisiones, incluyendo elementos psicológicos que “influyen de forma sistemática la toma de decisiones económicas”.

Thaler, de 72 años, nació en East Orange (EU), se graduó en 1967 en la Universidad Case Western Reserve y se doctoró en la de Rochester en 1974.

En la imagen, el economista estadounidense Richard Thaler mientras posa para una fotografía en Kiel, Alemania. Foto: EFE

Antes de comenzar a trabajar en la Universidad de Chicago en 1995 enseñó en la de Rochester and Cornell, además de ser profesor visitante en la Universidad de British Columbia y diversas centros superiores de estudios en el país.

Como cada uno de los restantes premios Nobel, el de Economía está dotado con 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares.

Es el único de los seis premios Nobel que no fue instituido por el creador de los premios, el magnate sueco Alfred Nobel, sino por el Banco Nacional de Suecia en 1968.

El premio del Banco Nacional de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, como se llama oficialmente, distinguió el año pasado las contribuciones del estadounidense Oliver Hart y el finés Bengt Holmström a la teoría de los contratos, con múltiples aplicaciones que van desde la legislación sobre quiebras hasta las constituciones nacionales.

Con este galardón se cierra este año la ronda de los premios Nobel, tras concederse la semana pasada los de Medicina, Física, Química, Literatura y el de la Paz.

En la Unión Europea debería haber más descentralización, dice Nobel de Economía

viernes, diciembre 9th, 2016

“Quizás la UE ha ido demasiado lejos en centralizar el poder. Si abandona esa tendencia, la Unión Europea puede sobrevivir y florecer, pero, en caso contrario, podría fracasar”, consideró Hart

Bandera de la Unión Europea. Foto: EFE

Bandera de la Unión Europea. Foto: EFE

Carmen Rodríguez

Estocolmo, 9 dic (EFE).- La Unión Europea debería realizar un proceso de descentralización que devolviera a los países miembros ciertas áreas de decisión, según el premio nobel de Economía Oliver Hart, quien siempre ha pensado que el euro fue “un error”.

Hart recibirá mañana el galardón junto a Bengt Holmström por sus contribuciones a la Teoría de los Contratos, para la que han creado herramientas que ayudan a entender los contratos en la vida real, así como a resolver posibles escollos en su redacción.

“Creo que la palabra clave es descentralización”, dijo el premio nobel en una entrevista con Efe. “Quizás la UE ha ido demasiado lejos en centralizar el poder. Si abandona esa tendencia, la Unión Europea puede sobrevivir y florecer, pero, en caso contrario, podría fracasar”.

Los países que conforman la UE “no son lo suficientemente homogéneos” para que sean “una sola unidad”, por lo que es “realmente un error intentar hacerlo”, consideró Hart (Londres, 1948, y nacionalizado estadounidense) que ejerce como profesor de Economía en la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

En Europa “hemos visto -dijo- una preocupación sobre los derechos de decisión que se transfirieron desde los países hacia el centro, a Bruselas, y creo que la forma de seguir adelante es devolver esa capacidad de decisión a los países individuales”.

El premio nobel estimó que la UE puede tener “algunas partes importantes” bajo su control, como el libre comercio o la movilidad en el mercado de trabajo -“una idea (esta última) que personalmente me gusta, aunque entiendo que haya preocupaciones políticas” al respecto-, así como fomentar la cooperación entre los gobiernos de los 28 países miembros.

De manera similar, el otro galardonado con el Nobel de Economía, Holmström, declaró a Efe que la Unión Europea tiene que “redefinir sus prioridades, limitar sus actividades y su brazo regulador, para centrarse en lo que podrían ser las cosas esenciales”.

El nobel finés (Helsinki, 1949) y que trabaja en el estadounidense Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), consideró además que la UE tiene “que hacer algo” con su sistema de gobernanza y sus normas básicas para que sean más claras y simples”.

Hart, por otra parte, aseguró que para él, “el euro fue un error”, una opinión que mantiene desde los inicios de la moneda única, recordó.

Por ello, “no estaría en absoluto triste si lo que pasara en un futuro es que Europa se alejase del euro. Los británicos fueron muy listos al quedarse fuera” de la moneda única, indicó.

La desaparición del euro -indicó- significaría que se devolvería “alguna autoridad” a los gobiernos individuales para decidir en política monetaria.

El premio nobel, crítico con el electo presidente estadounidense, Donald Trump, ha expresado su preocupación en otras ocasiones ante algunas de las políticas anunciadas por el magnate, como la intención de desmantelar acuerdos comerciales internacionales.

Otra fuente de preocupación para Hart sobre las posibles intenciones de Trump es que, “en esencia, parece querer retroceder en materia de regulación”, idea que considera “un error”.

El economista se refirió, hablando de regulación, a las instituciones financieras y dijo que ha aprendido que cuando “muchas” atraviesan problemas, “puede haber una tremenda presión política para rescatarlas con dinero público”, lo que considero “un excelente argumento en favor de la regulación”.

La aportación de Hart a la Teoría de los Contratos comenzó en la década de los ochenta del pasado siglo y se centró en la rama de los contratos incompletos, que se ocupa de su diseño cuando las partes no son capaces de articular de forma realista y de antemano términos detallados.

Además ha arrojado nueva luz sobre el control y la propiedad de los negocios y ha tenido un gran impacto en varios campos de la economía, la ciencia política y el derecho.

Oliver Hart y Bengt Holmstrom ganan el Nobel de Economía por su teoría de los contratos

lunes, octubre 10th, 2016

Los galardonados son profesores de ciencias económicas en universidades en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos. Hart, londinense de 68 años y ahora ciudadano estadounidense, trabaja en la Universidad de Harvard. Holmstrom, finlandés de 67 años, trabaja en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y ha sido miembro del directorio de la empresa finlandesa de telefonía celular Nokia.

De izquierda a derecha, Tomas Sjostrom, miembro del ComitÈ del Premio en Ciencias EconÛmicas en memoria de Alfred Nobel; Goran K Hanss0on, secretario de la Real Academia Sueca de Ciencias y Per Stromberg, presidente del ComitÈ, anuncian en conferencia de prensa el otorgamiento del premio Nobel de economÌa a Oliver Hart y Bengt Holmstrom, en Estocolmo, lunes 10 de octubre de 2016.  (Stina Stjernkvist/TT via AP)

De izquierda a derecha, Tomas Sjostrom, miembro del Comité del Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel; Goran K Hanss0on, secretario de la Real Academia Sueca de Ciencias y Per Stromberg, presidente del Comité, anuncian el premio Nobel de economía. Foto: AP

ESTOCOLMO, Suecia (AP) — El británico Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmstrom fueron reconocidos el lunes con el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la teoría del contrato, que explica cómo estas herramientas ayudan a la gente a gestionar conflictos de intereses.

Las relaciones contractuales incluyen desde las bonificaciones a los jefes de empresa a los deducibles y copagos de un seguro, dijo la Real Academia Sueca de Ciencias el lunes.

“Las nuevas herramientas teóricas creadas por Hart y Holmstrom son valiosas para entender los contratos e instituciones de la vida real, así como posibles peligros en el diseño de contratos”, dijo la institución.

Los galardonados son profesores de ciencias económicas en universidades en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos. Hart, londinense de 68 años y ahora ciudadano estadounidense, trabaja en la Universidad de Harvard. Holmstrom, finlandés de 67 años, trabaja en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y ha sido miembro del directorio de la empresa finlandesa de telefonía celular Nokia.

En conferencia de prensa telefónica desde Estocolmo, Holmstrom dijo que se sentía “muy afortunado” y “agradecido”.

En los años 70, Holmstrom demostró cómo los accionistas de una empresa, por ejemplo, deben diseñar un contrato óptimo para un agente como el CEO. Su “principio de informatividad” revela cómo el contrato debe vincular la remuneración del agente con su desempeño, ponderando riesgos e incentivos, dijo la academia.

Hart realizó aportes fundamentales a una nueva rama de la teoría de contratos en los 80. Sus descubrimientos sobre los “contratos incompletos” echan nueva luz sobre propiedad y control de los negocios.

“Sus investigaciones nos proporcionan herramientas teóricas para estudiar problemas tales como la clase de empresas que deben fusionarse, la mezcla adecuada de financiación de deuda y patrimonio y cuáles instituciones tales como escuelas o prisiones deben ser de propiedad privada o pública”, dijo la academia.

El de premio de Economía no está entre los Nobel originales, sino que se sumó a la lista en 1968 por mediación del Banco Central de Suecia.

Los Nobel de Medicina, Física, Química y de la Paz se anunciaron la semana pasada. La lista de premiados se completará el jueves con el galardón de Literatura.

Cada premio recibe un cheque de ocho millones de coronas, unos 930.000 dólares. Los premiados serán homenajeados el 10 de diciembre, en el aniversario del fallecimiento de su fundador, Alfred Nobel, en 1896.