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Hay 52 mil cuerpos sin identificar en el país y muchas historias, no todas violentas

martes, mayo 31st, 2022

La violencia no es la causa de muerte exclusiva de los más de 52 mil cuerpos de personas sin identificar: hay un crisol de motivos, desde enfermedades, accidentes o hasta condiciones extraordinarias. Las ropas que vestían también cuentan la historia de su ausencia. Las personas que llevaban esas blusas, esos pantalones, esas sudaderas pueden estar aún contabilizadas en la lista oficial de más de 100 mil desaparecidos en México.

Por Violeta Santiago

Guanajuato, 31 de mayo (A dónde van los desaparecidos).- La sudadera gris tiene sangre en el pecho. El fondo es de un blanco perfecto, pero sobre la prenda se extiende una gran mancha a la altura del corazón y otra, más pequeña, en la axila derecha. También hay seis puntos hemáticos en distintas partes de la capucha. Pero lo que más le llamó la atención al fotógrafo Fred Ramos no es la huella que se ennegrece en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chihuahua, sino las bandas de cinta canela que estrangulan el puño derecho.

Mientras Ramos mira la imagen en su computadora, desde un café en la Ciudad de México, aventura sobre la posible historia que cuenta la ropa ensangrentada en silencio. “No se sabe mayor cosa más que lo que se está viendo. O sea, yo me creo conclusiones de que a lo mejor a esta chica la tuvieron amarrada con cinta, pero ¿quién sabe realmente qué pasó? Porque ni las autoridades lo dicen. No sabemos quién es”.

La prenda que fotografió Ramos en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la ciudad de Chihuahua representa uno de los pocos vestigios que acompañan un cuerpo no identificado en México como los más de 52 mil que documenta el Movimiento por Nuestros Desaparecidos, los cuales están en morgues o fosas comunes en todo el país. Entre ellos podrían estar algunas de las más de 100 mil personas desaparecidas y no localizadas que admite el Gobierno mexicano.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Género femenino. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

La imagen fue tomada el 22 de junio de 2021. Son escasos los datos que acompañan su expediente: las autoridades apenas saben que le pertenecía a una adolescente de entre 14 y 16 años, encontrada sin vida el 27 de octubre de 2017 en el kilómetro 100 de la carretera Chihuahua-Ciudad Juárez, y que murió por un disparo de arma de fuego.

El 17 de mayo de 2022, México rebasó la trágica cifra de 100 mil personas desaparecidas. A este dato se le suman 135 mil 500 que alguna vez lo estuvieron pero que fueron halladas con vida y otras nueve mil 900 que fueron encontradas, pero ya habían fallecido. Los datos dejan entrever un limbo entre la vida y la muerte, entre la crisis de desapariciones y la forense. Las familias que buscan a sus seres queridos indagan en los laberintos de los “necroarchivos”, donde hay fotografías de cuerpos descuartizados, maniatados, con señas de tortura y ropas ensangrentadas.

La crisis de las desapariciones creció de manera vertiginosa a partir de 2006, después de la declaratoria de la mal llamada “guerra contra las drogas” que impulsó el entonces Presidente Felipe Calderón. Los números pronto superaron los registros que se tenían de la “guerra sucia”, aquel periodo de desapariciones realizadas por el Estado y que acumuló, al menos, 920 desapariciones.

La violencia afecta de manera distinta al territorio nacional. Culiacán y Ciudad Juárez, por ejemplo, encabezan la lista de los municipios en donde más personas que eran buscadas fueron encontradas sin vida. A nivel estatal, Tlaxcala, Sinaloa, Guerrero, Chihuahua y Baja California Sur concentran los mayores porcentajes de personas que fueron localizadas sin vida respecto al total de sus reportes.

 

La tragedia no se limita a la gran cantidad de personas desaparecidas de las últimas décadas. Simultáneamente miles de cuerpos fueron descubiertos en fosas clandestinas, sobre todo por los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Y éstos terminaron acumulándose en Semefos y fosas comunes, con una capacidad institucional rebasada.

El fotógrafo Ramos, originario de El Salvador y quien comenzó su trabajo como reportero en El Faro, replicó en la capital de Chihuahua un proyecto que ya había realizado en su país natal en 2013: retratar las prendas que llevaban las personas desaparecidas y encontradas sin vida, que aguardaban en una morgue a la espera de un reclamo o una fosa anónima.

El fotoperiodista registró 24 ropajes que, por última vez, llevaron algunas de las personas no identificadas en la zona centro del estado de Chihuahua, y advirtió algo importante: la variedad de causas de muerte y su relación con las prendas.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

Por ejemplo, el pantalón de mezclilla azul claro con sangre y tierra en los bolsillos traseros, que llevaba un hombre de entre 35 y 40 años, encontrado sin vida por causas naturales el 18 de julio de 2020 en una calle de la colonia Pacífico. O el pantalón de tela y la playera, ambos azules, con una mancha que parece corrosión, que nace en el abdomen, baja por la ingle y termina en los tobillos. Eran de una mujer de entre 25 y 35 años encontrada el 16 de junio de 2020. La causa de muerte: suicidio.

Un ahogado, fallecidos por sobredosis, personas atropelladas o asesinadas con armas blancas o de fuego, por golpes o, incluso, donde no se sabe ni por qué sobrevino la muerte. Lo que halló Ramos es, en realidad, el reflejo de la variedad de causas de fallecimiento que registran decenas de miles de personas que aguardan en Semefos o fosas comunes de panteones municipales.

Un crisol como evidencia de las múltiples formas de violencia, pero también de otras posibilidades de perder la vida: que no todos son disparos y ríos de sangre. Que también abundan los “sin dato” y “sin sistematizar” en los registros. Que el morir sin ser identificado en México es más complejo y más común de lo que se cree.

LA MUERTE MÁS ALLÁ DE LA VIOLENCIA

En el área de Antropología de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de Chihuahua, el sentido de lo que es una persona se reduce a algo tan pequeño como una caja. Los cajones de cartón blanco acomodados en largas estanterías grises se distinguen entre sí por los rostros e hileras de información de las fichas de búsqueda que tienen pegadas al frente y por el código Sistema de Ingresos y Egresos de Cadáveres (SIEC).

Los restos óseos son almacenados en el departamento de Antropología Forense de Chihuahua. Foto: FGE

El SIEC es un programa de captura para el depósito forense que funciona desde hace más de una década, mucho antes que entraran en operación los protocolos desarrollados por fiscalías estatales y autoridades federales, según explicaron las autoridades del Semefo que visitó el fotógrafo.

“Ya con el código lo buscaban en el sistema y me decían: ‘ah, okay, fue encontrado tal fecha, en tal lugar, es hombre, de más o menos esta edad'”.

La ausencia, dice Ramos, es un tema bastante complicado de documentar visualmente. Pero confía en que la ropa de las personas no identificadas pueda ayudar —además de que alguien les reconozca— a construir su propio relato.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

Ramos, quien obtuvo el permiso para hacer las fotografías en Chihuahua mientras los forenses aprovechaban para levantar su propio catálogo de prendas, se hacía constantemente preguntas entre la ropa que veía y las causas que leía. Ahogamiento, por ejemplo. A simple vista, la ropa arrugada —playera amarilla, manga corta; jeans oscuros— estaba percudida y terrosa, aunque también mostraba dos círculos carmesíes.

“Yo quisiera saber si pudo haber sido un ahogamiento por accidente o porque alguien le metió la cabeza. Son diferentes maneras, ¿eh? Pero no sabían, me decía: ‘No, no, no sabemos, tendríamos que hablar con no sé quién’, pero realmente yo creo que no tenían información más allá de eso, aunque ellos se jactaban de ser bastante ordenados en su sistema y ser como un poco más avanzados que otros estados en México”.

En la base de datos con 38 mil 891 registros que conformó Quinto Elemento Lab en 2020 para la investigación CrisisForense se encuentran decenas de casos de ahogamiento, sumersión y, en algunos de ellos, se especifica si fue en agua dulce o salada.

Entre las causas hay de todo. Sin embargo, el registro no es sistemático. Muchos estados catalogan “suicidio”, de forma general, mientras otros especifican “suicidio por ahorcamiento”.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

El poco orden también se aprecia en causas como la anoxemia (falta de oxígeno); por inmersión (ahogamiento); por sofocarse en un pozo, obstrucción; por broncoaspiración (con sangre u objetos); por muerte fetal; estrangulamiento; inhalación de solventes o hasta por sepultamiento.

Hay cientos de registros donde la causa de muerte se menciona explícitamente como “homicidio” o “muerte violenta” (sin dar mayores datos), mientras otros son catalogados bajo causas como “arma de fuego”, “decapitación”, “desmembramiento” o “carbonizado”.

Sin embargo, a veces, la línea entre saber si se trató de una muerte con violencia o un deceso por enfermedad es tan delgada, que la información adicional puede ayudar a entender mejor el contexto del fallecimiento. Por ejemplo: los registros sobre anemia (pérdida de hemoglobina), entre algunos casos de desnutrición, hay muchos que refieren a hemorragias en distintas partes del cuerpo, ya sea por accidentes de tránsito, heridas de bala o úlceras.

Además de la violencia, también destacan los accidentes de tránsito (choques o atropellamientos) e incluso caídas desde un tren o arrollamientos por éste. En la Ciudad de México, por ejemplo, hay al menos 89 personas sin identificar que perdieron la vida en las vías del Metro, la mayoría, hombres que acabaron en fosas comunes; además, son bastante comunes y más o menos igualmente distribuidas las causas de muerte por homicidio, muerte natural o accidentes.

Ropas de dos personas no identificadas en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

Las enfermedades y las fallas orgánicas también son frecuentes en prácticamente todos los estados: cirrosis, infartos, tuberculosis, choques sépticos, cáncer, trombosis, edemas. Otras son más características de ciertas zonas del país: Sonora acumula la mayoría de personas no identificadas que murieron por deshidratación (corporal severa, golpes de calor), aunque en Tamaulipas y Puebla también hay casos por enfermedades subyacentes.

En el abanico nacional, Yucatán destaca por no poner una causa de fallecimiento en muchos registros y, en su lugar, indicar la ausencia de piezas dentarias. En un par de registros en Sonora, en lugar de la causa se puede leer “bajo un árbol” o “bajo un puente”. Y Chihuahua es el único estado (con 83 registros) que determinó la causa de muerte como “abuso de drogas”, mientras Durango y Sonora emplean el término “sobredosis”.

Entre las fotografías de Fred Ramos, las prendas pertenecen a dos personas cuya muerte se clasificó como abuso de drogas. Un hombre joven y otro de 50 años, hallados en 2020 y 2016, respectivamente. Las prendas del más joven son un pantalón negro y una camiseta blanca, mientras que del otro hombre quedó un pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros. Sus ropas se distinguen por estar menos sucias y, además, porque no tienen manchas de sangre.

Pero entre todas las imágenes hay una, la número 15, donde la causa de muerte es desconocida. Una camisa de manga larga —que parece haber sido blanca— desgarrada en espalda, pecho, brazos y puños y un pantalón de tela, ambos, llenos de tierra colorada, no dicen demasiado de lo que pudo haber ocurrido con el hombre de edad avanzada hallado en una carretera de Chihuahua.

Los antropólogos analizan los restos óseos de una persona no identificada en el departamento de Antropología Forense de Chihuahua. Foto: FGE.

Es de lo más común. De entre los más de 38 mil cuerpos sin identificar que la base de datos de Quinto Elemento Lab documentó hasta 2019, las autoridades no han determinado la causa en, al menos, 21 mil 818 casos bajo términos como “causa de muerte en estudios”, “se ignoran causas”, “osamenta” o “sin dato”. Y si bien en Sonora, Estado de México, Veracruz, Sinaloa, San Luis Potosí, Puebla y Oaxaca, Hidalgo, Durango, Colima, Coahuila hay registros donde no se determinaron las causas, en el extremo se encuentran Querétaro, Tabasco, Nayarit, Morelos, Michoacán Jalisco, Guerrero, Guanajuato y Baja California, donde prácticamente la totalidad de sus bases de datos solicitadas a través de la unidad de transparencia de información pública no determinan la causa de muerte.

“Estas bases de datos suelen ser rudimentarias, incompletas y poco actualizadas”, lo consigna el informe “La crisis forense en México”, elaborado por el Movimiento por nuestros desaparecidos México.

La precisión de las causas de muerte depende del estado del cuerpo: la forma más sencilla es a través de una autopsia. Pero un trabajador de una funeraria en el sur de Veracruz explica que en los estados “se trabaja a la antigüita”. Sin suficientes Semefos con cámaras refrigeradas o equipo forense, las funerarias particulares suplen la infraestructura. Así, contra el tiempo por los calores de hasta 40 grados, “trabajan con la vista y con las manos, a lo mexicano: sin equipo”. Y sin eso, hacer una buena identificación de las causas de muerte de una persona se vuelve una tarea complicada y con un margen muy alto de error.

Cuando el tejido se descompone y sólo quedan los restos óseos, saber las causas de muerte de un cuerpo no identificado se vuelve un dato valioso, porque eso permite conocer, de inicio, si se trató de una muerte violenta, de un accidente o de una muerte por enfermedad. Las causas de muerte también se relacionan con una fecha. Y si a esto se agregan otros detalles, como la ropa, por ejemplo, puede ayudar a formar una idea de cómo, cuándo y dónde ocurrió el fallecimiento.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

El problema viene cuando el registro es incorrecto y las causas en papel no coinciden con lo que se ve. Virgina Garay Cázares, buscadora de Nayarit e integrante del Consejo Nacional Ciudadano, explica que se ha encontrado con erratas en las descripciones de las bases de datos. Esta es una de las más graves que recuerda: “En la descripción te ponen causas naturales, pero cuando estamos viendo en el cráneo tiene el famoso tiro de gracia”.

“Ya no sabemos cómo tomarlo. No lo creemos. A muchas mamás les dicen que está el cuerpo de su ser querido y piden muchas veces sus revisiones. No es que no lo quieran aceptar. Han pasado tantas cosas que la verdad las familias no confiamos”, agrega Virginia, quien busca a su hijo, Bryan Eduardo Arias Garay, desaparecido el 6 de febrero de 2018 en Tepic, Nayarit.

Y es que una mala descripción de las características físicas de un cuerpo localizado o de sus causas de muerte implica que las posibilidades de identificar a la persona buscada se reduzcan. Garay explica que se han entregado cuerpos que durante años estuvieron como NI (no identificados) y se encontraban bajo el resguardo de las autoridades forenses, aunque sus familias denunciaron su desaparición y durante todo ese tiempo salían a buscar, a excavar, a pegar carteles y a marchar.

“El catálogo de fotografías de los cuerpos tienen una breve descripción, como ‘cuerpo sin cráneo’ y cuando lo presentan resulta que sí está. Mostraban la foto de una osamenta y era un cuerpo. Decían que era un cuerpo femenino y las prendas eran de hombre. Luego dice ‘sexo indistinto’. No están haciendo su trabajo como es debido”, denuncia.

Ropa de una persona no identificada en el laboratorio de ciencias forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua. Foto: Fred Ramos vía A dónde van los desaparecidos

Ante lo que califican de “malas prácticas”, las buscadoras han decidido tratar de identificar los cuerpos ellas mismas y de observar todos los indicios posibles, desde la ropa hasta las características que puedan sugerir por qué ocurrió el fallecimiento, antes de que se pierdan en un mal registro institucional. Rosaura Magaña, dirigente del colectivo jalisciense Entre Cielo y Tierra, considera que la experiencia que el campo les ha dado ha servido de mucho, pues “ya uno tiene, en el tipo de hallazgos, el tipo de muerte por cómo se encuentran los cuerpos”.

“Somos desconfiadas por culpa de eso”, insiste Garay.

LA CRISIS FORENSE, LA CRISIS DE LA IDENTIFICACIÓN

El Semefo donde Fred Ramos trabajó para documentar las últimas vestimentas de personas no identificadas en Chihuahua, aunque lucía bastante moderno, no dejaba de tener una atmósfera lúgubre. Sobre todo por un pasillo donde se ponía la ropa a secar —con rastros de fluidos o del terreno—, antes de empacarla al vacío para enviar al departamento de evidencias.

La ausencia huele a tierra y sangre. A pesar de que usaba mascarilla y traje blanco de perito, lo que más recuerda Ramos, era el olor. El del corredor y el que desprendían las bolsas de ropa que se abrieron para el registro fotográfico. “Eran bolsas que habían sido empacadas al vacío horas después de que había muerto una persona en esa ropa. Imagínate, había ropa que estaba realmente fresca, a pesar que hubieran tenido dos, tres años de estar ahí. Todos esos aromas almacenados salían de uno solo. Una mezcla de olores bastante rara”.

De acuerdo con el reporte público más reciente sobre Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas, elaborado por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, entre el 1 de diciembre de 2018 y el 17 de septiembre de 2021 —durante la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador— apenas cuatro de cada 10 cuerpos exhumados en fosas clandestinas pudo ser identificado y sólo tres de cada 10 se entregó a una familia.

Miles de familiares acuden a las Semefos a buscar a sus seres queridos. Foto: Ángel Hernández, Cuartoscuro

Chihuahua es una de las entidades con mejor sistematización de cadáveres, identificados o sin identificar. Una situación muy distinta a la que se ha visto en la mayoría del país. Rosaura Magaña recuerda bien lo que sucedió en el estado de Jalisco en 2018, con los dos tráilers refrigerados cargados con 322 cuerpos que ya no cabían en la morgue; uno de los peores episodios de la crisis forense que reflejan la saturación de los anfiteatros en todo México.

Garay cuenta que en uno de los tráileres de Jalisco había un par de cuerpos de personas de Nayarit. Uno de ellos era el de un joven por el que no había denuncia de desaparición, así que la Fiscalía no había intervenido más. “Lo que hice yo, me di a la tarea de ir a la casa de la señora. El muchacho salió porque se fue a trabajar. Dos años. No lo creía. A la semana la señora fue y era el cuerpo de su hijo”.

A Magaña le preocupa el porvenir: “Sigue existiendo el problema. El incremento de fosas de cuerpos y osamentas. Cuando yo ingresé [a las búsquedas] en 2017 eran tres mil 700 desaparecidos y no lo pudieron detener. A cinco años se triplicó la cantidad y siguen peor. Se está avanzando a pasos de bebé”.

La situación de México es tal que, no importa si la causa de muerte fue natural, por enfermedad, por algún accidente o un hecho de violencia, lo más probable es que si no se identifica el cuerpo, termine en una fosa común.

Esto es grave por varias razones. La buscadora Virginia Garay lo expone así: “Es fatal para una familia saber que ahí estuvo el cuerpo tanto tiempo y que las autoridades no hicieron nada. Que los envían a fosas comunes y tienen que pagar por exhumar los cuerpos anteriores”.

No todos los cuerpos sin identificar corresponden a una denuncia por desaparición. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

“Pasan cinco, 10, 15, 20 años buscando a su familiar pensando que están vivos y están en una fosa por una falta del sistema”, comenta el trabajador funerario de Veracruz.

Desde su experiencia en el colectivo de búsqueda, Magaña relata la impresión y el dolor que significa para una familia cuando, debido a la descomposición, lo que reciben se nota diferente a lo que originalmente habían identificado. “Hemos tenido la experiencia de que tardan uno o dos años [en ser identificado y entregado]. Es muy traumatizante. Cuando se entrega el cuerpo está más deteriorado. Ese es otro tipo de revictimización”.

La crisis de los cuerpos no identificados en México complica el panorama para las personas buscadoras. Porque no todos los cuerpos sin identificar corresponden a una denuncia por desaparición: en los registros hay personas fallecidas por enfermedad, accidente o suicidio, y que vivían en soledad o cuyos cuerpos simplemente no fueron reclamados, aún cuando las autoridades podían conocer sus nombres por medio de credenciales, por ejemplo. Las posibilidades son muchas.

Es común “morir identificado” y acabar en una fosa común, exponen la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en México, Karla Quintana Osuna, y el director en la Comisión Nacional de Búsqueda, Javier Yankelevich.

Decenas de madres buscadoras y activistas se reunieron a las afueras de Palacio Nacional el pasado 10 de mayo con el propósito de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador entable un diálogo con los familiares de personas desaparecidas. Foto: Twitter Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), @movNDmx

En los “tráileres de la muerte” en Jalisco, Garay recuerda el caso de un hombre de Nayarit que nada más tenía un hijo, pero que se encontraba en Estados Unidos. “Yo no puedo ir por él”, le dijo a Virginia. Con nombre y apellido el señor terminó en una fosa común.

Quintana y Yankelevich también hablan de esta otra crisis dentro de la crisis forense: de cómo en las fosas comunes yacen personas que potencialmente podrían identificarse si se comparasen los datos de las credenciales, la ropa o los tatuajes con las bases de datos de las personas reportadas como desaparecidas.

El trabajador de la funeraria en Veracruz recuerda un caso particular. En el interior de una fosa fue encontrada la osamenta de un hombre en 2014. Quedaba poco tejido sobre los huesos, pero la ropa estaba casi intacta: un bóxer de color oscuro con franjas azules y rojas, que decía “Lacoste” en el elástico; una calceta blanca con franjas azules y rojas con un dibujo de un balón de fútbol; una camiseta blanca, percudida por la tierra. Casi dos años completos los restos se quedaron en la esquina de la funeraria, en una bolsa negra, hasta que la Fiscalía ordenó que se enviaran a una fosa común. En esa misma ciudad se había registrado una docena de desapariciones, pero no se hizo el cruce de los datos para tratar de devolverle la identidad o el nombre.

La crisis de los cuerpos no identificados en México complica el panorama para las personas buscadoras.. Foto: José I. Hernández, Cuartoscuro.

De acuerdo con un informe sobre cementerios públicos en zonas metropolitanas del país, elaborado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en 2020 se contabilizaron 10 mil 247 cuerpos inhumados en fosas comunes. Cuatro mil 611 correspondían a cuerpos no identificados, pero dos mil 689 sí estaban identificados y, además, había mil 404 identificados y no reclamados. El Valle de México es la zona con más cadáveres identificados en este tipo de fosas, pero también destacan los panteones de Tijuana, Mexicali, Chilpancingo, Mérida, mientras que en León, Tijuana, Puerto Vallarta y Monterrey se acumulan más cuerpos identificados y no reclamados.

Las bases de datos de los Semefos y las condiciones físicas y de recursos humanos de estos lugares se convierten en el escenario perfecto para la no identificación. Así, la acumulación de cuerpos y la disputa por el espacio en las saturadas morgues hace que se desplacen los casos de larga data hacia las fosas comunes o universidades, es decir, hacia una desaparición institucional.

MILES DE DESAPARECIDOS, MILES DE CUERPOS SIN IDENTIFICAR

México es el país de los más de 100 mil desaparecidos. También es el territorio donde los colectivos señalan que hay más de 52 mil cuerpos sin identificar repartidos en su mayoría en fosas comunes, en morgues, en universidades (por donaciones a facultades de Medicina), en funerarias, incinerados o ni siquiera se sabe dónde están.

Peritos forenses excavan en un terreno donde un número indeterminado de personas fueron cremadas. Imagen ilustrativa. Foto: Marco Ugarte, AP

“Había muchas, muchas botas. Realmente la manera de vestirse era muy norteña”, recuerda Ramos sobre su proyecto fotográfico en Chihuahua. Aunque la ropa de una persona atropellada se conserva diferente a la de una víctima de homicidio, dice que sentía que eran personas de la región porque usaban el mismo tipo de calzado.

Las causas de muerte llevan a una última corazonada de Ramos. La primera foto que tomó para su proyecto es la más peculiar de todas: consiste en un pantalón de color claro, tan hecho jirones que pareciera que se va a deshilachar en cualquier momento, una gorra y una cobija a cuadros. El fotógrafo cree que el cuerpo estaba enterrado y envuelto en esa cobija. Algo que en sus años de trabajo como periodista en El Salvador no había documentado.

“Cada vez que la movía tiraba un montón de tierra. Creo que esta foto es una que habla de la desapariciones en México, de situaciones muy de acá, que nunca había visto en El Salvador”.

Lo que ve es paciencia. Recuerda las tomas que hizo en su país, donde mucha ropa tenía mutilaciones, los cuerpos estaban en agujeros poco profundos y no tenían zapatos. Ramos se estremece un momento antes de soltarlo: “Mi conclusión es que pareciera que no había de qué preocuparse realmente, que [quienes cometieron el asesinato] tenían una manera más tranquila de actuar”.

Un técnico fotografía fragmentos de huesos en el laboratorio forense de Ciudad Victoria, México. Foto: Marco Ugarte, AP

Fred reflexiona sobre las posibilidades que un buen registro sistematizado puede significar para la labor de búsqueda de personas desaparecidas en medio de las decenas de miles de cuerpos no identificados. “Andan buscando a sus hijos que ya fueron encontrados por las autoridades, pero que nunca se los han hecho saber”.

Bien sistematizadas, las causas de muerte podrían servir de filtro para ayudar a reducir el universo de personas desaparecidas y darle certeza a las familias. “Nos muestran prendas y cuerpos completos de personas indigentes o que no tienen familia. Pero los cuerpos que queremos ver, lastimados, en fosas o en calles, no nos los quieren mostrar”, se queja Garay. Entonces, dice, no les queda más que “estar paradas al pie de la fosa”.

Las siluetas de ropa que Ramos fotografió no tienen carne ni rostro. Pese a todo, cuentan la historia de su vida a través de los pequeños detalles de su muerte.

“Necesitamos regresarles a casa”, dice Victoria Garay. “Necesitamos regresarles su identidad”.

La ausencia se borra trayendo sus nombres de vuelta.

***

Fragmentos de la Desaparición es una investigación periodística que permite explorar la información sobre cómo México llegó a las 100 mil personas desaparecidas, quiénes faltan, desde cuándo y en qué territorios se resiente su ausencia. Esta es una serie de Quinto Elemento Lab y del proyecto A dónde van los desaparecidos.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

“Mi vida corre peligro”: Ceci, líder buscadora en Sonora, es amenazada y pide apoyo

sábado, mayo 28th, 2022

La fundadora del colectivo Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora recibió una llamada el día de ayer de quien presuntamente es el padre de la persona que se llevó a su hijo Alejandro en 2015.

Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo). – Una llamada telefónica alertó a Cecilia Patricia Flores Armenta, líder y fundadora del colectivo Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora, del presunto lugar donde se encuentra el cuerpo de su hijo Alejandro, desaparecido en 2015 en Sinaloa, estado que visitó hace apenas unas horas el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ceci, como la conocen en el colectivo, hoy se encuentra en Ahome, uno de los 18 municipios de Sinaloa, buscando a su hijo sin ayuda de las autoridades, a pesar de que hoy fue amenazada por un hombre que la interceptó en su segundo día de búsqueda dentro de de una huerta enorme y la amenazó por estar “calentando el terreno”, como si estas palabras bastaran para persuadir a una madre que lleva siete años buscando a su hijo.

“El día de hoy cuando ya veníamos al lugar me intercepta una moto con un joven y me dice que ya no busque, que estoy calentando el terreno y que estoy molestando a la gente”, contó en entrevista la señora Ceci. “Yo le dije que sólo estaba buscando a mi hijo, que estaba sola”.

Al recibir esta amenaza, Flores Armenta acudió a las autoridades de Sinaloa para pedir seguridad en su búsqueda, pues ella no piensa moverse del lugar sino es con el cuerpo de su hijo. Sin embargo, la respuesta de la Fiscalía estatal fue que esperara 72 horas para recibir apoyo.

“Dicen que tiene que ser con oficio, la Comisión me dice que me puede apoyar hasta el miércoles 1 de junio, pero yo tengo siete años esperando este mensaje, esta llamada y no me puedo esperar más días, necesito encontrar a mi hijo ya”, exigió Ceci.

La fundadora del colectivo Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora recibió una llamada el día de ayer de quien presuntamente es el padre de la persona que se llevó a su hijo Alejandro en 2015.

“El día de ayer me llamó y me dijo dónde estaba mi hijo, es una huerta grande que no hallo por dónde empezar, empezamos a hacer una excavación ayer, pero no fue suficiente”, explicó Ceci, quien se encuentra en esa huerta de Ahome acompañada por su hija y dos personas más.

Los colectivos Madres Buscadoras de Sonora han extendido su búsqueda más allá de la entidad. Foto: Twitter @BuscadoresSon

“A pesar de que le pedí el apoyo a la Fiscalía de Sinaloa se me negó y ahorita estoy aquí sola con mi hija y otras dos personas que me están ayudando en la investigación”, detalló Ceci reclamando a las autoridades su indiferencia. “No puede ser posible que yo esté haciendo el trabajo de las autoridades; no es posible que me nieguen el apoyo de seguridad para buscar a mis hijos; no es posible que me tenga que esperar 72 horas cuando la búsqueda es inmediata y más cuando yo estoy haciendo las excavaciones, sólo pido seguridad”.

Flores Armenta mencionó que ella no busca culpables, sólo quiere encontrar el cuerpo de su hijo para llevarlo a Sonora, donde está su casa.

El colectivo Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora fue fundado por Cecilia cuando desaparecieron sus hijos Alejandro Guadalupe (30 de octubre de 2015 en Los Mochis, Sinaloa) y Marco Antonio (4 de mayo de 2019 en Bahía de Kino, Sonora). Desde entonces se han sumado más personas con la misma exigencia: encontrar a sus familiares.

Fiscalía descarta que huesos encontrados sean de hijo de Ceci Flores, madre buscadora

lunes, abril 18th, 2022

México vive una crisis de desaparecidos con más de 99 mil personas extraviadas y no localizadas desde 1964 -cuando comenzaron los registros- a la fecha.

Ciudad de México, 18 abril (EFE).- La Fiscalía del estado de Sonora informó este lunes que los restos hallados en días recientes por la activista Cecilia Flores no coinciden con unos de los hijo de esta, desaparecido en mayo de 2019.

“Con relación a los restos óseos localizados en kilómetro 5 de la Calle 20 Sur el día 14 de abril por Cecilia Flores de Madres Buscadoras de Sonora, quien consideró que podría tratarse de su hijo, se informa que tras pruebas de genética de ADN se obtuvo resultado negativo”, informó la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora en un mensaje en Twitter.

La Fiscalía estatal aseguró que se mantienen los “trabajos de investigación” y acompañamiento a las familias con desaparecidos del estado.

A finales de la semana, Cecilia Flores -una de las activistas por la búsqueda de desaparecidos más conocida de México- publicó un mensaje en Twitter que conmocionó en redes sociales.

“Traigo un nudo en la garganta. Creo que encontré a mi hijo Marco en la búsqueda de hoy. Reconozco su dentadura y forma de cráneo. Siento que me derrumbo”, dijo entonces la activista, publicando una imagen de los restos de una dentadura humana.

La activista, quien tiene dos hijos reportados como desaparecidos, aseguró el pasado viernes a Efe que en cuanto vio el cráneo y la dentadura que desenterró en el desierto reconoció las facciones de su hijo Marco Antonio, quien ahora tuviera 35 años de edad pero fue secuestrado el 4 de mayo de 2019.

Además, consideró que la osamenta encontrada puede ser la de su hijo porque recibió una llamada anónima con detalles muy específicos de su paradero y el sitio del entierro clandestino está muy cerca del lugar donde se le vio por última vez.

Este lunes, tras los resultados negativos en genética, Cecilia Flores agregó: “La Fiscalía de Sonora acaba de confirmar que los restos humanos encontramos el jueves pasado no tiene relación con mi hijo Marco Antonio. Agotaré todos los recursos para descartarlo”.

México vive una crisis de desaparecidos con más de 99 mil personas extraviadas y no localizadas del 1964 -cuando comenzaron los registros- a la fecha. Foto: Cortesía Madres Buscadoras de Sonora, Collage

La fundadora de Madres Buscadoras de Sonora inició los rastreos en regiones controladas por el crimen organizado en octubre de 2015, cuando fue desaparecido por la fuerza en Los Mochis, Sinaloa, su hijo Alejandro Guadalupe, de 21 años.

Después, el 4 de mayo de 2019, también desaparecieron a su hijo Marco Antonio en Bahía de Kino, Sonora.

México vive una crisis de desaparecidos con más de 99 mil personas extraviadas y no localizadas desde 1964 -cuando comenzaron los registros- a la fecha.

La mayoría de los desaparecidos fechan del 2006 -cuando comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico- hasta la actualidad.

Si su hijo anda mal, denúncielo: mejor preso que desaparecido, dice Ceci Flores

viernes, abril 15th, 2022

Cecilia Patricia Flores Armenta cobró reconocimiento internacional cuando, en enero pasado, pidió a los líderes de los cárteles de Sonora, incluido Rafael Caro Quintero, que les permitan seguir investigando el paradero de sus familiares desaparecidos aunque no haya justicia ni culpables. Ahora ha vuelto a llamar a los líderes del crimen organizado a que les permitan buscar a sus familiares y saber qué fue de ellos.

Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).– Cecilia Patricia Flores Armenta, líder y fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Desaparecidos de Sonora, hizo un llamado hoy a los líderes del crimen organizado a que tengan misericordia y no desaparezcan los cuerpos de las personas que asesinan porque extienden el dolor y destruyen a las familias.

“Si algo les debían, con su muerte pagaron. Para qué los desaparecen, para qué los queman, para qué los mutilan, para qué los entierran. Al desaparecerlos a ellos, nos desaparecen a nosotras las familias, desaparecen a las madres que ya nos dejan muertas, sin vida, sin ellos. Que piensen un momento en su mamá ¿Qué haría su mamá si ellos desaparecieran? La misma lucha que tenemos nosotras, buscarlos, buenos o malos, culpables o inocentes”, dijo Ceci Flores ​​en entrevista con Alejandro Páez Varela en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.

Flores Armenta, quien ayer notificó en su cuenta de Twitter haber encontrado posibles restos óseos de uno de sus dos hijos (Marco Antonio, desaparecido el 4 de mayo de 2019 en Bahía de Kino, Sonora), también pidió a las madres y padres que denuncien a sus hijos si están involucrados con los cárteles porque, dijo, es mejor tenerlos en una prisión que desaparecidos, o muertos.

https://twitter.com/CeciPatriciaF/status/1514777756126498824

“A lo mejor por miedo de no denunciar lo que los hijos hacían ilícitamente, que trabajaban a lo mejor con el cartel o no con el cartel, que andaban en malos pasos, por no denunciar lo que ellos hacían los perdimos, porque mejor hubiera sido que hubiéramos denunciado que ellos andaban haciendo cosas ilícitas y los hubiera detenido una autoridad, los tuviéramos en un penal, pero los tuviéramos ahí, en un lugar donde podrían salir o donde podríamos ir a verlos, pero lamentablemente por el miedo de que los detengan, de que estén en la cárcel, nos callamos”, comentó durante la entrevista.

Ceci Flores, como se le conoce en todo el país, dijo que creía haber encontrado a su hijo Marco en una búsqueda que realizaron y escribió: “Reconozco su dentadura y forma de cráneo. Siento que me derrumbo”. El hallazgo fue posible por una llamada anónima, pero la madre insiste en que no importa quién se ponga en contacto, que lo importante es dar con ellos, vivos o muertos.

El otro hijo de Flores Armenta es Alejandro Guadalupe. Desapareció el 30 de octubre de 2015 en Los Mochis, Sinaloa. Con Marco Antonio se habían llevado a un tercer hijo pero los mismos criminales se lo regresaron. Marco Antonio, sin embargo, sigue en calidad de desaparecido.

Cecilia Patricia Flores Armenta cobró reconocimiento internacional cuando, en enero pasado, pidió a los líderes de los cárteles de Sonora, incluido Rafael Caro Quintero, que les permitan seguir investigando el paradero de sus familiares desaparecidos aunque no haya justicia ni culpables. Lo hizo a través de un video compartido en redes sociales.

“Tengo la necesidad de seguir buscando a mis hijos. Por lo cual, me veo en la necesidad de pedirles a ustedes, los jefes de los cárteles de Sonora, Salazar y Caro Quintero y demás líderes, que no nos maten, que no nos desaparezcan, que no nos amenacen, que nos dejen seguir buscando a nuestros hijos, que no buscamos culpables, no buscamos justicia; lo único que queremos es traerlos de vuelta a casa. Tenemos la necesidad de traerlos porque buenos o malos, culpables o inocentes, para nosotros es toda nuestra vida”, dijo.

Ahora ha vuelto a llamar a los líderes del crimen organizado a que les permitan buscar a sus familiares y saber qué fue de ellos.

“Yo estoy cansada de esa situación y de que las autoridades no hacen su trabajo. La verdad me cansé de las autoridades y decidí pedirle a los cárteles que me ayudaran encontrar a mis hijos, dejándome buscarlos, que yo no buscaba justicia, yo no buscaba culpables, yo lo que quería era encontrarlos”, comentó.

“CÓMO RECONOCER UN PUÑO DE HUESOS”

Cuestionada sobre cómo fue que encontró los restos que —le dijeron— pertenecen a su hijo mayor Marco Antonio, desaparecido el 4 de mayo de 2019 en Bahía de Kino, Sonora, relató que se encontraba preparando sus cosas para viajar a la Ciudad de México cuando recibió la llamada de un anónimo que le mandó coordenadas de un lugar.

“Me refieren que si acudo a ese lugar voy a encontrar lo que busco, yo le hago algunas preguntas a la persona, las cuales me contesta, y yo me preparo con mi familia, solamente mi hermano, mi cuñada y yo, para irnos a la búsqueda”, precisó.

Contó cómo llegó al lugar que le indicaron y luego de caminar un tramo localizaron una fosa. “Nos pusimos a escarbar, a sacar lo más que pudimos para poder identificar algo”, señaló.

“Yo quería encontrar algo que en verdad me indicara que era mi hijo, pero lamentablemente cómo puedes reconocer a tu hijo en un puño de huesos, es muy difícil, la verdad, yo creo que ninguna madre podría reconocer a su hijo en un puño de huesos. A mí se me parecía todo, el cráneo, la dentadura, yo subí la dentadura (a redes sociales) de hecho, pues yo creo que mi hijo puede ser esta persona por su dentadura, pero hay muchas dentaduras iguales, también, similares”, refirió.

Ceci Patricia Flores Armenta destacó estar en la necesidad de comunicarse con los líderes delictivos para pedirle que no desaparezcan ni maten a las buscadoras. Foto: Twitter vía @buscadorasonora

Ceci Flores dijo que lo único que ahora le queda es esperar que la Fiscalía haga su trabajo “lo más pronto posible” para que ella pueda tener pruebas genéticas, que le confirmen si es o no su hijo, “pero ahorita solamente hay indicios, por un anónimo, de que mi hijo estaba en ese lugar, no había ninguna otra fosa, solamente esa y voy a esperar, que sea lo que Dios quiera”.

Flores Armenta explicó que cuando un anónimo se comunica con ella o con otras buscadoras siempre lo mantienen al margen, cuidando su identidad porque —precisó— ella no busca culpables ni justicia, “yo lo único que quiero es encontrar a mi hijo”.

“Si a mí me mandan donde está un cuerpo, yo voy, encuentro y borro toda información para que no quede ninguna evidencia, porque por eso confían en nosotras. Tenemos tanta credibilidad ante la gente, siempre que hemos localizado los cuerpos, nadie sabe quién lo dijo”, abundó.

MATAR LA ESPERANZA

“Si miras mi rostro no es nada bien lo que siento, el dolor de perder la esperanza porque al perder la esperanza se pierden muchas cosas, porque la esperanza nos mantiene de pie, y ya encontrando a mi hijo en puño de huesos, pues va a matar la esperanza de que mi hijo vuelva con vida y toque la puerta de mi casa porque yo siempre he dicho que la paz yo quiero que toque mi puerta, no quiero tocar la puerta de un ataúd para abrazar a mi hijo. Yo quiero que mi hijo toque la puerta y me dé ese abrazo que nos debemos, que no nos despedimos, no nos dieron la oportunidad”, compartió Ceci Flores.

En la entrevista recordó que la última vez que vio a su hijo Marco Antonio fue cuando le llevó un pastel. Platicó que ese día hicieron planes para el otro día y hablaron sobre un viaje que iban a hacer a Hermosillo.

“Íbamos a ir a comer, me iba a llevar a… bueno, hicimos planes para otro día, lamentablemente a los minutos que mi hijo se va yo escucho muchos balazos, pienso que mi hijo es el que está siendo atacado, y yo empiezo a hablarle como loca de uno a otro y no encuentro respuesta, cuando yo salgo corriendo a su casa, mi hijo ya es desaparecido con mi hijo menor”, dijo.

También compartió como un 10 de mayo, alguien le llamó para decirle que su regalo del Día de la Madre iba a estar en un lugar. “A mí no me importa el horario porque era en la media noche, a mí no me importa eso. Yo pido el apoyo de las autoridades, acudo al lugar y ahí estaba mi hijo menor. Es el mejor regalo del Día de la Madre que he tenido en toda mi vida, a mi hijo con vida”, dijo.

Cecilia busca a sus hijos desde el año 2015. Por amenazas ha sido desplazada. Foto: Especial

Sobre qué tipo de persona fue la que la llamó en esa ocasión, dijo que era la gente que tenía a sus hijos; “ellos me llamaron para decirme que me los iban a entregar. Lamentablemente pues sólo me entregaron al menor y no dejé de buscar a Marco Antonio y en ningún momento, aunque ellos me hayan dicho que se lo llevaban porque era culpable, pues a mí no me importaba”.

“Para mí mi hijo, bueno o malo, inocente o culpable, para mí mi hijo es mi hijo y yo lo amo y no lo busco porque sienta remordimiento de lo que mi hijo haya hecho en algún momento, lo busco porque lo amo y porque él como humano tiene el derecho de ser buscado”, expresó.

En ese sentido, pidió a otras madres que como ella buscan a sus hijos que “si andan en malos pasos” los denuncien a las autoridades, “para que sean las autoridades las que determinen el castigo y no los perdamos como hemos perdido a nuestros hijos”.

No obstante, también aclaró que hay muchas personas inocentes desaparecidas: “yo busco inocente y culpable, porque uno de mis hijos, el menor, que desapareció en 2015 él no tenía ningún nexo con el cártel, él se dedicaba a trabajar, lamentablemente estaba en el lugar equivocado en la hora equivocada con la persona equivocada”.

“Muchas madres, saben que sus hijos eran inocentes, que no tenían nada que ver con los cárteles, lamentablemente es el dolor que nos dejan, porque si eran inocentes, ¿por qué los desaparecen? Porque ellos cuando los levantan se dan cuenta de que esa persona no tenía nada que ver con los cárteles, era una persona inocente que estaba con la persona equivocada en ese momento, por qué no los sueltan a ellos, por qué se llevan inocentes y culpables entre las patas, como dicen vulgarmente. Yo eso es lo que cuestiono”, dijo.

Y cuestionó: “¿Por qué desaparecer a gente que no tenía nada que ver con el cártel, que no tenía nada que ver con las drogas, que no robaban, que no hacían daño a nadie, que eran personas estudiantes, que estaban con la persona equivocada a esa hora?”.

Madres buscadoras hallan 20 bolsas de restos humanos durante rastreo en Tlajomulco

lunes, abril 4th, 2022

El ocultamiento de cadáveres en fosas clandestinas dentro de casas abandonadas o bajo el cemento en lugares públicos como parques o banquetas, ha sido una de las particularidades a las que los familiares se han tenido que enfrentar en Jalisco, líder en el número de desapariciones con 14 mil 918 casos.

Por Mariana González-Márquez

Guadalajara (México), 4 abr (EFE).- Con el hallazgo de al menos 20 bolsas con restos humanos, familiares de personas desaparecidos concluyeron este domingo las labores de búsqueda de fosas en casas abandonadas del municipio de Tlajomulco, en el estado mexicano de Jalisco, oeste del país.

Patricia Flores, presidenta de Madres Buscadoras de Sonora, uno de los colectivos de familiares que se unieron a esta actividad, dijo a Efe que el trabajo de campo que realizan desde el viernes pasado ha sido fructífero, pese a que las autoridades estatales han tardado en permitir el levantamiento de los restos encontrados.

Las búsquedas se realizaron en zonas como casas abandonadas, donde también suelen encontrar restos humanos. Foto: Francisco Guasco, EFE

“El viernes encontramos 20 bolsas, es lo que se ha procesado hasta ahora porque tardan mucho para entregar los documentos para las órdenes de cateos, si fueran más rápidos a lo mejor tuviéramos más, pero están en proceso las otras fincas que hemos encontrado”, explicó.

El ocultamiento de cadáveres en fosas clandestinas dentro de casas abandonadas o bajo el cemento en lugares públicos como parques o banquetas, ha sido una de las particularidades a las que los familiares se han tenido que enfrentar en esta entidad, líder en el número de desapariciones con 14 mil 918 casos.

Esto ha obligado a los colectivos a solicitar el apoyo de la Fiscalía General de Jalisco para obtener los permisos para que el Servicios Médico Forense pueda ingresar a las fincas a desenterrar y llevarse los restos humanos para su posterior identificación.

Pero también ha dado una nueva perspectiva de búsqueda a los colectivos, quienes antes de llegar a Jalisco no habían tenido que buscar dentro de casas, sino solo en terrenos baldíos o fuera de las ciudades, asegura Flores.

“Desde que empezamos a hacer esto en Jalisco, lo hacemos en Sonora y también hemos encontrado en casas. Fue un abrir los ojos, se nos quitó la venda de pensar que en las casas baldías, pero es el lugar perfecto porque nadie va a mirar y los vecinos no van a decir nada porque tienen miedo”, expresó.

OBSERVAR EL TERRENO

Armados con palas, mazos y varilla, colectivos de cuatro estados trabajaron por segunda vez en la búsqueda de fosas en la entidad gracias a las denuncias anónimas realizadas por ciudadanos y con las que trazan un plan desde antes de visitar la entidad.

Una vez ahí, observan y miden el terreno con una varilla que hunden hasta al menos metro y medio de profundidad.

Si el terreno no es compacto o en la varilla salen ciertos olores o componentes, han encontrado “un positivo”, es decir, que es muy probable que haya una fosa. El hallazgo es confirmado o negado tras un protocolo en el que participan perros especializados y agentes de la Fiscalía, la policía municipal y de la Comisión de Búsqueda de la entidad.

Los familiares se enfrentaron a largas jornadas de búsqueda en Tlajomulco. Foto: Francisco Guasco, EFE

De confirmarse la existencia de restos humanos, los familiares cavan hasta encontrarlos y después dejan la responsabilidad a las autoridades quienes toman el caso para asegurar y preservar la zona, esperar que llegue la orden de cateo y que el Semefo actúe.

Flores dio a conocer que para esta segunda visita recibieron denuncias de 50 puntos donde podría haber fosas, de los cuáles solo pudieron cubrir 30 que serán visitados por los colectivos de Jalisco o en una tercera visita aún por definir.

Este domingo, una parte de la búsqueda se centró en la colonia (vecindario) Chulavista en donde los colectivo revisaron tres fincas y encontraron dos “positivos” que anteriormente habían sido descartados por la Fiscalía. Los restos humanos serán levantados este lunes.

Los colectivos son quienes presionan a los gobiernos a realizar este tipo de jornadas de búsqueda. Foto: Marco Ugarte, AP

En la primera búsqueda realizada a finales de febrero, los familiares encontraron 280 bolsas en diversos puntos de las ciudades de Tlajomulco y Tlaquepaque en los que podría haber restos de hasta 81 personas que permanecen en el Semefo.

Los colectivos de Sonora y otros estados realizarán nuevas búsquedas en campo en los próximos días en ciudades como Los Mochis, Sinaloa y en Sonora, además de una búsqueda en la franja fronteriza del estado de Tamaulipas.

Angélica Armenta buscaba a su hijo desaparecido; ahora se desconoce paradero de ella

lunes, marzo 21st, 2022

Los familiares de Angélica Armenta suponen que la defensora recibió un llamado sobre el paradero de su hijo desaparecido y acudió a él, pero ya no volvió.

Ciudad de México, 21 de marzo (SinEmbargo).- La Red Nacional de Defensoras de DDHH en México (RNDDHM) informó que Angélica Armenta Quintero, quien busca  se encuentra desaparecida desde el pasado 10 de marzo, luego de salir en búsqueda de su hijo en Sonora.

“La defensora Angélica Janeth Armenta Quintero del colectivo ‘Madres Buscadoras de Sonora’ desapareció el pasado 10 de marzo en Cajeme, Sonora, luego de que salió de su domicilio para buscar a su hijo Yahir Caro de 19 años, víctima de desaparición forzada”, detalló la Red en un comunicado.

Además, los familiares de Angélica Armenta suponen que la defensora recibió un llamado sobre el paradero de su hijo desaparecido y acudió a él, pero no volvió; situación que les llamó la atención, ya que la defensora también tiene otro hijo con discapacidad, el cual está a su completo cuidado.

Fueron las integrantes del colectivo Madres Buscadoras de Sonora quienes reportaron la desaparición de la defensora el viernes 11 de marzo. La familia interpuso una denuncia en la madrugada del 12 de marzo sin embargo la Fiscalía General de Justicia (FGJ) en Sonora comenzó su búsqueda hasta el 14 de marzo, incumpliendo con el Protocolo Alba para la búsqueda de mujeres y niñas desaparecidas.

También, las integrantes del colectivo Madres Buscadoras de Sonora refieren que esta es la tercera ocasión que familiares de víctimas de desaparición forzada reciben llamados sobre el paradero de sus familiares desaparecidos y desaparecen.

“Estos hechos se suman a una serie de agresiones en contra de integrantes de los colectivos de familiares de personas desaparecidas de la entidad. Así, según información de la agencia Cimac Noticias, el colectivo de Madres Buscadoras de Sonora sufrió un atentado el pasado 22 de enero de 2022 en el municipio de Santa Ana, al norte de Sonora, cuando se dirigían al lugar donde les habían informado que se encontraba el hijo de una de sus integrantes”, se lee en el documento.

En julio de 2021, Gladys Aranza Ramos, perteneciente al colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora fue privada de su libertad y posteriormente asesinada.

Después de lo sucedido, la líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Patricia Flores recibió amenazas de muerte; y Leticia Álvarez también integrante de este último colectivo fue secuestrada por un comando durante varias horas en Hermosillo, Sonora el 31 de octubre de 2021.

Tan solo en el 2021, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México documentó 34 agresiones a defensoras en Sonora, entre los que se destacan los asesinatos de tres defensoras de derechos humanos, entre ellas, Aranza Ramos, familiar de una persona desaparecida, e integrante de otra colectiva.

Por otro lado, de acuerdo a reportes de medios de comunicación el municipio de Cajeme, donde ocurrió la desaparición de Angélica, es el municipio más violento de Sonora, según el Secretariado de Seguridad Pública.

Ante el tamaño de la tragedia, las familias son clave para localizar desaparecidos

jueves, marzo 3rd, 2022

Existe un protocolo oficial de búsqueda que las autoridades no aplican. Ninguna dependencia buscó a los jóvenes de forma inmediata tras su desaparición y a las familias ni siquiera les dan una copia de la denuncia.

Por María Verza

CIUDAD MANTE, México, 3 de marzo (AP).— Graciela Pérez se sienta con las nuevas familias de desaparecidos y la angustia se apodera de ella al escuchar sus historias todas diferentes, todas iguales a las de cientos, a la suya.

Los desaparecidos en México podrían sumar la población de una pequeña ciudad. Cuando llegaron los primeros datos oficiales, en 2013, las autoridades hablaban de 26 mil. Seis años después ya eran 40 mil y ahora la cifra del Gobierno se acerca vertiginosamente a los 100 mil.

Detrás de cada uno hay una familia que sufre y cada semana se suman nuevos nombres.

Graciela Pérez, fundadora de la Red Milynali, un colectivo de familias que asisten en la búsqueda de familiares desaparecidos. Foto: Marco Ugarte, AP.

La inacción de las autoridades hizo que los afectados se unieran para ayudarse mutuamente y así fueron surgiendo colectivos de búsqueda por todo el país.

En Ciudad Mante, en el fronterizo estado de Tamaulipas, Pérez fundó Milynali Red cuando en 2012 desapareció su hija Milynali al volver en automóvil desde Houston con cuatro familiares.

Desde entonces, su grupo tiene registrados 320 desaparecidos y ha logrado que se identifiquen los restos de 16 personas. Ninguno de los familiares de Pérez ha aparecido todavía, ni vivo, ni muerto.

Ninguna autoridad buscó a los jóvenes de forma inmediata tras su desaparición. Foto: Marco Ugarte, AP.

Elizabeth Meléndez reconoció que hasta que no desapareció en diciembre su hijo Javier Alexis, un profesor de 26 años, no se había dado cuenta de que “hay otro mundo que no quieres ver pero está ahí enfrente”. Individuos armados lo sacaron de su casa ante los ojos del abuelo inmovilizado con un arma en su cabeza.

La mujer logró comunicarse por teléfono con su hijo que le rogó que retirara la denuncia -que todavía no había interpuesto- y que así lo dejarían ir.

En un sofá contiguo de la sede de la organización, junto a un tendedero de retratos de desaparecidos, Salvador Indalecio Morales relató cómo su hijo Alan regresaba de cortar naranjas con su niño de siete años cuando desapareció con otras cuatro personas en octubre. En mitad de su discurso señaló una de las fotografías. “Yo conviví con él”, dijo sobre uno de los desaparecidos. En otra pancarta reconoció a un vecino.

A uno de los jóvenes que se llevaron con su hijo lo soltaron unos días después, pero Morales no ha podido cruzar una palabra con él, a pesar de que es su sobrino, porque le advirtieron que si lo hacía sufriría graves consecuencias En tierra de cárteles, no hacen falta más palabras.

Pese a que existe un protocolo oficial de búsqueda no se aplicó ni con Morales ni con Meléndez. Ninguna autoridad buscó a los jóvenes de forma inmediata tras su desaparición y a Morales ni siquiera quisieron darle una copia de la denuncia.

Prácticas como éstas no son extrañas aunque van contra la ley. A dos horas de Mante, en la capital de Tamaulipas, ocurrió algo parecido en enero cuando funcionarios le pidieron a una mujer volver cuando hubieran pasado 72 horas sin contacto con su familiar ya que estaban muy ocupados con otras tres desapariciones.

En Milynali Red también aparecen casos antiguos como el de María Rosario Nava, que lleva una década buscando un cadáver. Su hermana Norma Elizabeth desapareció cuando salió a comprar pañales. A los 15 días, las autoridades le mostraron las fotografías de un cuerpo con unos tatuajes inconfundibles: era ella. Sin embargo, no le entregaron el cadáver. El Ministerio Público (MP) le dijo que estaba incompleto y que tenía que hacer pruebas de ADN.

“Yo le dije [al oficial] ‘a mí póngame lo que usted tenga y yo se la armo'”, suplicó la mujer. Las pruebas genéticas nunca llegaron. El cuerpo tampoco.

Este mes se enteró de que Tamaulipas está tratando de “ordenar” las fosas comunes para trasladar los restos no identificados pero ya procesados a nuevos y modernos panteones donde podrán ser fácilmente ubicados si aparece un familiar y hay una coincidencia de ADN. Fue entonces cuando acudió al colectivo de Pérez a pedir consejo.

Las autoridades mexicanas finalmente han reconocido la magnitud del problema de los desaparecidos, pero persisten los vicios del pasado cuando llegan nuevos casos.

Graciela Perez, fundadora de la Red Milynali, examina la tierra de una fosa clandestina. Foto: Marco Ugarte, AP

Por eso, con paciencia abrumadora, las familias siguen saliendo a buscar, a sacar huesos de entre las piedras. Es una especie de terapia con la que sienten que están haciendo lo que deben aunque corran riesgo. En julio, dos buscadores fueron asesinados: una mujer en Sonora -en el norte- y un hombre en Zacatecas, en el centro del país.

Pérez aseguró que gracias al esfuerzo de las familias ha habido avances, pero el problema está lejos de resolverse.

“Sigue habiendo desapariciones lo que significa que la inseguridad y lo que yo llamo complicidad, omisión o colusión de los gobiernos con grupos delincuenciales no se acaba… lo cual me parece aterrador”, sostuvo.

IMÁGENES FUERTES: Madres hallan fosa clandestina con 8 cuerpos en Hermosillo, Sonora

lunes, enero 31st, 2022

ADVERTENCIA: IMÁGENES FUERTES

El reporte oficial destacó que algunos de los cuerpos encontrados fueron asesinados con disparos de arma de fuego, otros asfixiados, y varios más con golpes que causaron “contusión profunda de cráneo”.

Monterrey (México), 31 ene (SinEmbargo/ EFE).- El colectivo Madres Buscadoras de Sonora informó este lunes que encontró una fosa clandestina con al menos ocho cuerpos en Hermosillo, Sonora, el mismo día que al menos nueve cuerpos han aparecido en los últimos días en otra fosa ubicada en Nuevo León utilizada por un capo del Cártel de Sinaloa en el estado de Nuevo León, según informaron las autoridades.

De acuerdo con la información del colectivo, apenas uno de los cuerpos fue identificado y llevado con su familia, mientras que los otros siete todavía están sin reconocimiento. “Seguimos buscando”, dijeron, añadiendo que los restos identificados permitirán que “su familia ya tendrá paz”.

México tiene más de 95 mil desaparecidos, según datos gubernamentales. Más de 93 mil de esas desapariciones ocurrieron desde 2006, cuando el Gobierno inició su guerra contra el crimen organizado. Se cree que la mayoría han sido asesinados por cárteles del narcotráfico, y que sus cuerpos han sido arrojados en tumbas poco profundas, quemados o disueltos en ácido.

El Gobierno ha tenido problemas hasta para identificar los cuerpos que se han hallado. Alrededor de 52 mil esperan identificación.

FOSA EN NL ERA USADA POR CÁRTEL DE SINALOA

El terreno donde trabajan los peritos forenses y donde se ubicó la fosa en Nuevo León se localiza en la colonia Unión de Colonos Benito Juárez, en el municipio de Escobedo, que forma parte de la zona metropolitana de Monterrey, capital de la entidad.

“Desde el pasado día 26 de enero de 2022, se realiza la ejecución de la inspección a predio solicitada por un Agente del Ministerio Público Investigador adscrito a la Unidad de Investigación Especializada en Agrupación Delictuosa”, precisó un comunicado de la Fiscalía estatal de Nuevo León este lunes.

La Fiscalía informó este lunes que en ese terreno se han recuperado hasta la fecha un total de nueve cadáveres, así como casquillos de armas de fuego. Imagen ilustrativa. Foto: Mario Rivera Alvarado, AP

“Al arribar al predio se efectuó una inspección por parte de elementos del Instituto de Criminalística y Servicios Periciales en donde se localizan áreas con tierra removida, procediendo a realizar excavaciones”, añadió el texto oficial.

La Fiscalía informó este lunes que en ese terreno se han recuperado hasta la fecha un total de nueve cadáveres, así como casquillos de armas de fuego, “prendas de vestir, zapatos, tenis, botas y fragmentos de tela”.

El reporte oficial destacó que algunos de los cuerpos encontrados fueron asesinados con disparos de arma de fuego, otros asfixiados, y varios más con golpes que causaron “contusión profunda de cráneo”.

El terreno se localiza junto a una cancha deportiva de fútbol y actualmente es resguardado por soldados de la Guardia Nacional (GN), agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones de Nuevo León y efectivos de la policía estatal.

Las autoridades localizaron el terreno después de la captura el pasado 19 de enero de Alan “el Cano” Ervey, presunto líder del Cártel de Sinaloa en la región, según informó la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Nuevo León.

Ervey, de 35 años, afronta órdenes de arresto por los delitos de secuestro y homicidio.

El hallazgo de fosa clandestina en Veracruz.

El reporte oficial destacó que algunos de los cuerpos encontrados fueron asesinados con disparos de arma de fuego, otros asfixiados, y varios más con golpes. Imagen ilustrativa. Foto: Cuartoscuro

Además, es señalado como presunto responsable de una ola de violencia que ha azotado en los últimos meses a Monterrey, la segunda ciudad más poblada de México.

La Fiscalía del Estado informó también del arresto este miércoles de siete de sus supuestos cómplices en los municipios de San Nicolás de los Garza y Apodaca, donde el operativo dejó un saldo de dos presuntos sicarios muertos.

Las autoridades también decomisaron un número no precisado de dosis de droga y armas.

La violencia en la zona metropolitana de Monterrey se incrementó desde el año pasado debido a que el Cártel de Sinaloa intenta recuperar su control en el estado de Nuevo León, que se disputa contra el Cártel del Noreste (CDN) y al Cártel del Golfo (CDG).

Madre buscadora que pidió permiso al narco denuncia “indolencia” de las autoridades

domingo, enero 9th, 2022

Cecilia Flores Armenta, la madre buscadora que envió un mensaje a los cárteles para poder seguir con la búsqueda de sus hijos, señaló que hasta la fecha ha tenido solo una llamada del Subsecretario Alejandro Encinas, ello luego de que desde Palacio Nacional dijeron que la buscarían para ofrecerle apoyo.

Ciudad de México, 9 de enero (SinEmbargo).- Cecilia Patricia sabe que dirigirse a los integrantes del crimen es el último recurso, uno no deseado. Al final, ellos son los causantes de su dolor por la desaparición de sus dos hijos, Marco Antonio y Alejandro.

Sin embargo, la desesperación por no tener una respuesta y vivir en un país con alta impunidad la orillaron a enviarle un mensaje al narco para que la dejen buscar a sus hijos. Cecilia lo hizo en Sonora, pero no ha sido la única madre que frente “a la indolencia” de las autoridades y la crisis de desaparición pide una tregua a los delincuentes para continuar con su búsqueda.

“Frente a la indolencia y la falta de apoyo no nos queda más que recurrir a eso. No nos queda opción porque la verdad hay mucha impunidad por parte de las autoridades estatales y nacionales”, platica la buscadora de Sonora en entrevista con SinEmbargo.

Cecilia Patricia Flores Armenta es líder y fundadora del colectivo Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora. El pasado domingo pidió a los líderes de los cárteles del estado, incluido Rafael Caro Quintero, que le permitan seguir investigando el paradero de sus familiares desaparecidos, aunque no haya justicia ni culpables.

A través de un video compartido en redes sociales, destacó estar en la necesidad de comunicarse con los líderes delictivos para pedirles que no desaparezcan ni maten a las buscadoras, pues no están en búsqueda de culpables, solamente quieren regresar a casa a sus hijos.

La líder de Madres Buscadoras de desaparecidos de Sonora, colectivo que fundó el 4 de mayo de 2019 cuando le desaparecieron a otros dos de sus hijos, actualmente se encuentra fuera de su estado natal, desplazada por la ola de amenazas que ha recibido desde julio de 2021, luego del asesinato de su compañera, Aranza Ramos, una joven que buscaba a su esposo desaparecido en diciembre de 2020.

“Tengo la necesidad de seguir buscando a mis hijos, por lo cual, me veo en la necesidad de pedirles a ustedes, los jefes de los cárteles de Sonora, Salazar y Caro Quintero y demás líderes, que no nos maten, que no nos desaparezcan, que no nos amenacen, que nos dejen seguir buscando a nuestros hijos, que no buscamos culpables, no buscamos justicia, lo único que queremos es traerlos de vuelta a casa. Tenemos la necesidad de traerlos porque buenos o malos, culpables o inocentes, para nosotros es toda nuestra vida”, expuso en el videoclip compartido en la cuenta de Twitter de Madres Buscadoras de Sonora, el 2 de enero.

Varios cárteles, incluyendo uno manejado por Rafael Caro Quintero —buscado en Estados Unidos por el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985–, han estado luchando por el control de Sonora y sus valiosas rutas de tráfico a Estados Unidos. Entre ellos están las dos principales facciones del Cártel de Sinaloa, una de las cuales opera a través de una banda local conocida como “Los Salazar”.

Cecilia busca a sus hijos desde el año 2015. Por amenazas ha sido desplazada. Foto: Especial

Frente a la petición de la madre, el lunes 3 de enero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció en su conferencia mañanera que en los lugares donde hay resistencias y amenazas a madres buscadoras, la Guardia Nacional puede acompañarlas.

Sobre el tema, el mandatario afirmó que la Guardia Nacional ya ha apoyado en Chihuahua y Guanajuato y afirmó que pediría al Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, que se ponga en comunicación con los colectivos de Sonora para ofrecerles apoyo ya que —afirmó— no hay ningún lugar de México en el que no puedan entrar.

La activista aceptó el apoyo y dijo estaba dispuesta a dialogar con el Presidente para que ayude al colectivo, sin embargo, demandó a las autoridades que no ofendieran su inteligencia y que ya no hubiera simulación. Para ello, al día siguiente, el 4 de enero, acudió a Palacio Nacional para buscar una reunión con el mandatario o con el Subsecretario Encinas y en sus redes sociales publicó una fotografía en la que se encontraba fuera del recinto para pedir la audiencia.

“Queremos hablar con usted. Pero sin ofender nuestra inteligencia, sin mentiras y sin simulaciones. Gracias”, escribió.

Alejandro fue el primero de los hijos que le desaparecieron a Cecilia.

Cecilia platicó a SinEmbargo que ese mismo día las autoridades federales enviaron una comitiva de funcionarios del Mecanismo de Protección, pero que no estuvo presente Alejandro Encinas, quien le llamó hasta el viernes 7 de enero, sin embargo, hasta el momento, aseguró que no ha logrado audiencia con el Presidente ni con el Subsecretario de Derechos Humanos.

“El Presidente mandó rápido algunas personas para que nos atendieran y nos mandaron a una reunión al parecer con el Subsecretario Encinas, pero él nunca apareció. Nos atendieron otras personas de mecanismo federal”, comentó la buscadora.

Flores Armenta detalló que los funcionarios que la atendieron escucharon las peticiones que ella ha hecho desde hace tiempo, sin embargo, dijo que está igual que como llegó porque “los funcionarios me dijeron que no me pueden resolver las peticiones hasta que las resuelva Encinas”.

La activista demanda que se realicen las investigaciones necesarias ante las amenazas que ha recibido y que se actúe de tal forma que ella pueda volver a Sonora para continuar con la búsqueda de sus hijos.

A Cecilia le han desaparecido a tres hijos. Alejandro, fue el primero que desapareció, en el año 2015 en Sinaloa. En ese entonces ella se dirigió a ese estado para buscarlo.

En el año 2019, el 4 de mayo, le desaparecieron a sus otros dos hijos: Marco Antonio, el mayor, y Jesús Adrián, el más pequeño de los tres, el cual, fue liberado por criminales el 10 de mayo de ese año en la Costa de Hermosillo.

“Cuando me entregaron a mi hijo Jesús Adrian, me hablaron y me dijeron que cerca de ese lugar (Costa de Hermosillo) iba a encontrar a mi otro hijo, Marco Antonio. Cuando yo acudí a buscar al lugar, en noviembre del año pasado, encontré 24 cuerpos, pero todavía no hay resultado de las pruebas de ADN; no debería de tardar tanto”, dijo.

La activista ha sido amenazada en múltiples ocasiones desde mediados del año anterior: la primer vez fue al poco tiempo de que su compañera Aranza Ramos fuera asesinada a balazos en Guaymnas, Sonora.

“Luego del asesinato a las 24 horas empecé a recibir yo llamadas o mensajes de perfiles falsos que me decían que yo era la que seguía, que la orden ya estaba dada por el ‘Jefe'”.

Frente a los amenazas, Cecilia llamó a defensores de derechos humanos para reportar su situación. Los activistas de inmediato le ayudaron para activar el mecanismo federal de protección y dejó Sonora.

“Yo pensé que iba a ser por poco tiempo, pero ya han pasado seis meses”, comentó.

A pesar del riesgo, Cecilia ha viajado en algunas ocasiones a Sonora para seguir la búsqueda de su hijo y de otras personas desaparecidas. Ella cree que localizó a su hijo en la brigada de búsqueda que hicieron en la Costa de Hermosillo en noviembre pasado en la Costa de Hermosillo.

En 2019 le desaparecieron a su hijo mayor y al menor; el segundo, fue liberado por los criminales.

La madre buscadora compartió que ha tenido que lidiar con la violencia institucional: la inacción, la simulación en el apoyo que se da a los colectivos, la pasividad de las fiscalías y el nulo apoyo para la búsqueda e investigaciones de las desaparecidas. Todo esto la orilló a tener que pedir al crimen organizado una tregua para que le permitan seguir con la búsqueda de sus dos hijos.

Cecilia denuncia que a su desesperación se suma “el nulo apoyo de las fiscalías para investigar” las amenazas de las que ha sido víctima y que la mantienen en estos momentos desplazada, cuando no debería de ser así porque ella no es la que ha cometido ningún delito.

“Yo no le debo nada a nadie, nunca le he hecho daño a nadie. No tengo porque estar huyendo ni tengo porque estar alejada de mi madre, de mi familia y de la búsqueda de mis desaparecidos”, destacó.

EL CASO DE DELIA

El tener que llegar al extremo de enviar mensajes al crimen organizado es un acto de desesperación al que, al igual que Cecilia, otras madres han tenido que recurrir para continuar con sus labores de búsqueda.

Abrumada por la búsqueda de su hermano, las escasas diligencias de las autoridades y desesperada por encontrar respuestas, a Delia e integrantes de su colectivo no les quedó de otra: pidieron permiso al crimen organizado de Tamaulipas.

Delia Quiroga Flores, activista y líder del colectivo 10 de marzo en Reynosa, también escribió una carta y publicó un video en donde solicitaba a la delincuencia una tregua y permiso para poder ingresar a un campo de exterminio en Tamaulipas para buscar a sus seres queridos.

La activista ha explicado que recurrir a esa alternativa es “humillante”, pero aclaró que son la impunidad y la corrupción las que orillan a los familiares de personas desaparecidas a tomar esas medidas.

“Imagínese que uno tenga que llegar a humillarse y sobajarse para poder encontrar lo que estamos buscando. Es lamentable que uno tenga que llegar a ese grado, pero ¿sabe qué? aquí en Tamaulipas los que mandan son los cárteles. Son ellos los que mandan, los que hacen, deshacen; los que deciden, porque la autoridad está ausente totalmente. No hay un estado de derecho”, narro la mujer en una entrevista con SinEmbargo desde el pasado mes de octubre.

Madres de desaparecidos toman la oficina de Cabeza de Vaca y demandan justicia

viernes, septiembre 10th, 2021

Madres que buscan a sus familiares desaparecidos se presentaron este viernes en las oficinas del Gobierno de Tamaulipas y, al no ser atendidas, tomaron pacíficamente el edificio para exigir al Gobernador que escuche sus peticiones.

Ciudad de México, 10 de septiembre (SinEmbargo).– Madres buscadoras de desaparecidos en Tamaulipas tomaron este viernes las oficinas del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, después de que la integrante del Colectivo 10 de Marzo, María Icela Valdés Chaidez, no fuera atendida por los funcionarios.

Valdés Chaidez, quien ha buscado a su hijo Roberto desde 2014, expresó que los miembros del Gabinete del Gobernador no las quisieron atender después de haber esperado todo el día. “No se pueden organizar para poder darle solución a las peticiones que traemos el día de hoy”, acusó en un video difundido en redes sociales.

Además, la vocera del colectivo solicitó la renuncia de Elizabeth Almanza Ávalos, Fiscal Especializada en Atención a Personas No Localizadas o Privadas de su Libertad en Tamaulipas y de la Directora de Atención a Víctimas, Lorena Garrido Salazar.

“Aquí vamos a estar esperando que venga el Gobernador a resolver nuestros problemas que traemos el día de hoy. Venimos de La Bartolina, tenemos ya cuatro semanas allá, hemos sido muy revictimizadas. Allá no hay las condiciones que prometieron en un principio la Fiscalía General de la República”, denunció.

Valdés Chaides expresó al medio Milenio que se han recuperado tres bateas de camioneta con restos en La Bartolina, de los cuales la mayoría están calcinados. “Hemos encontrado dientes y ahí mismo muchos animales muertos por el gran uso de ácidos para disolver los cuerpos de la gente. El procesamiento de restos óseos por parte de la Fiscalía General de la República va muy lento, por eso queremos trabajos en dos turnos”, dijo.

De acuerdo con Milenio, familiares de 15 ciudadanos americanos solicitaron el apoyo del FBI para que intervengan en las búsquedas de campos de exterminio del estado. Valdés Chaides puntualizó al medio que ya tienen identificados algunos sitios para iniciar: uno en San Fernando, dos en Reynosa, dos en El Huizachal y uno en Miguel Alemán.

DESAPARICIONES EN MÉXICO

La Secretaría de Gobernación presentó el 7 de julio el “Informe Semestral sobre Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas” en él se informó que desde marzo de 1964 (cuando comenzó el registro) se reportaron hasta inicios de julio 220 mil 330, de las cuales 130 mil 842 (el 59.38 por ciento) fueron localizadas y 89 mil 488 (40.6 por ciento) siguen sin ser halladas.

De las localizadas, el 93.39 por ciento estaban con vida. Entre el 1 de diciembre de 2018 –cuando tomó posesión el Presidente Andrés Manuel López Obrador– y el 30 de junio de 2021, se reportaron 49 mil 581 desaparecidos, fueron localizadas el 56.54 por ciento. Por lo que en este periodo desaparecieron y siguen sin ser encontradas 21 mil 546 personas. Las mujeres representan el 24.70 por ciento de personas desaparecidas, pero más de la mitad de ellas tiene entre 10 y 17 años.

Los estados que concentran el mayor número de reportes de personas desaparecidas en dicho periodo son: Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas, Estado de México, Guanajuato, Sonora, Sinaloa y Zacatecas, que acumulan el 76.33 por ciento de los reportes.

Sobre el motivo principal para que la desaparición forzada siga siendo uno de los grandes problemas en México, el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, dijo que la impunidad no deja avanzar. “Mientras no resolvamos que los casos de desaparición sean castigados, este fenómeno va a seguir reproduciéndose”, explicó, para añadir que “la impunidad es la razón por la que este fenómeno sigue presente”.

Madres Buscadoras de Sonora hallan 19 fosas clandestinas con restos óseos en Guaymas

jueves, enero 14th, 2021

Según las transmisiones en vivo que hizo el colectivo en su página de Facebook, la llamada sobre el hallazgo de una fosa se reportó alrededor de las 12:30 horas, pero cuando las madres acudieron a examinar la zona fue cuando encontraron las otras 18 fosas.

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Buscadoras nos pidieron palas y se las dimos: Edil de Guaymas. Me hicieron campaña negra, afirma

viernes, noviembre 27th, 2020

La Alcaldesa Sara Valle Dessens respondió hoy a las críticas que recibió por entregar al colectivo “Guerreras Buscadoras” enseres como palas, cubetas, guantes, gel antibacterial y cubrebocas como parte de un “kit para sus exploraciones”.

Guaymas, Sonora, 27 de noviembre (Proyecto Puente).–  El colectivo de Madres Buscadoras solicitó apoyo de palas, cubetas, cubrebocas, gel antibacterial y el Ayuntamiento de Guaymas se lo proporcionó como se ha hecho en otras ocasiones, aseguró la Alcaldesa Sara Valle luego de la polémica decisión.

La Alcaldesa de Guaymas opinó que el Gobierno de Sonora hizo de la nota una tendencia mundial a manera de golpeteo a su administración; también señaló a Flor Ayala y Epifanio Salido como los que están detrás de las publicaciones en varios medios de comunicación.

“Las Guerreras Buscadoras se han acercado desde hace tiempo para solicitar apoyo, nos solicitan gasolina, nos han planteado su situación, les hemos apoyado con camioncito para que se muevan, las hemos contactado con la AMIC, en esta ocasión nos pidieron cloro, palas, guantes, gel y eso que se entregó ellas nos lo pidieron”, dijo.

La Alcaldesa Sara Valle Dessens entregó ayer al colectivo “Guerreras Buscadoras” enseres como palas, cubetas, guantes, gel antibacterial y cubrebocas como parte de un “kit para sus exploraciones”.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la mandataria municipal y otros funcionarios locales se reunieron para dar cifras sobre la violencia de género en la localidad. En el acto también estuvieron presentes familiares de víctimas de desaparición.

Las autoridades compartieron diversos discursos sobre la eliminación de la violencia contra la mujer y las estrategias que se han puesto en marcha para lograr tal objetivo. También se habló sobre los casos de desaparición y se recibió al colectivo “Guerreras Buscadoras”.

De acuerdo con la información, una de las buscadoras dijo que las desapariciones en la entidad han aumentado en los últimos tres meses. De hecho, en lo que va del 2020, se ha registrado la desaparición de al menos 120 personas tan sólo en Guaymas.

“La vida que hemos vivido en las últimas décadas ha sido una vida de mucha violencia porque la política en nuestro país, era en realidad una política encaminada a tener, a lo material. Nunca a lo espiritual, a lo cívico. Hoy tenemos una cuarta transformación que está encaminada a tener esa transformación. Que busquemos que haya primero lo moral, lo emocional, primero la parte que nos corresponde en el amor y en el trabajo comunitario. Estos años de injusticia nos han llevado a la violencia de todo tipo, y hoy lo queremos erradicar. Estamos trabajando desde la mesa de seguridad, desde el DIF, el Instituto de la Mujer, de la Juventud y con el Cabildo […] para sacar adelante la visibilidad de la mujer”, fueron parte de las palabras que expresó la Presidenta Municipal.

Al finalizar el evento, el Gabinete municipal pidió a las miembros del colectivo que se acercaran al estrado para otorgarles un apoyo en especie, según argumentaron, para que continúen con la búsqueda de sus familiares desaparecidos.

Sin embargo, el apoyo se constituyó de cubetas de fierro, cubrebocas, gel antibacterial, guantes de látex, palas, sueros hidratantes y agua embotellada. Al final de la entrega, pidieron que algunas de las buscadoras posaran para la foto junto con los funcionarios.

“Queremos que se note que estamos trabajando, que estamos presentes”, dijo Valle Dessens durante el encuentro. Esta declaración fue compartida en un video de redes sociales en el que se compilaron imágenes a detalle de las palas y cubetas que dieron a las familiares.

Luego de que la foto se difundiera en redes sociales por el mismo Gobierno Municipal, cientos de usuarios de redes sociales reprobaron y criticaron la acción liderada por la Alcaldesa Valle Dessens.

Algunos de los comentarios en la publicación original de Facebook argumentaron que es una “falta de cerebro” e insensibilidad el “regalo” que el Ayuntamiento hizo a las buscadoras.

“Increíble semejante burla. ‘Aquí están unas herramientas con las que podré facturar el triple del valor para que vayas y hagas el trabajo por el cual nosotros comemos’. De no creerse”, escribió la usuaria Andy Vi.

Otros refirieron que al principio consideraron que debía tratarse de una broma o un meme hecho para redes sociales, ya que calificaron el acto como “increíble”, pero al confirmar la veracidad de los hechos se decepcionaron de las acciones gubernamentales.

“Vine a buscar si no era broma las publicaciones, y no sé porqué llegué a dudar la TREMENDA INEPTITUD de los servidores públicos, en este caso los que otorgaron tal “ayuda”. Que vergüenza. Y todavía lo presumen ja ja ja ja”, comentó la usuaria Paloma Mayoral.

–Con información de Proyecto Puente.

Los cuerpos de al menos 20 personas son hallados en fosas de Sonora, dice colectivo de madres

jueves, octubre 29th, 2020

Mientras que el resto del colectivo sigue con las búsquedas en Sonora, gracias a los mensajes y llamadas anónimas de personas que les orientan dónde buscar.

Sinaloa, 29 de octubre (Proyecto Puente).- El colectivo Madres Buscadoras de Sonora informó que este jueves fueron encontrados al menos 20 cuerpos en fosas clandestinas de Ciudad Obregón, y no descartan hallar más.

“Al parecer son más de 20 cuerpos, ahorita nomás han sacado 12, es lo que está reportando la Fiscalía, pero acuérdate cuánto tiempo sacan en sacar un cuerpo, ahorita ya tienen el área acordonada, ya no dejaron que las mujeres se arrimaran para nada, ellas nomas están esperando que estén sacando los cuerpos, para checar prendas”, relató Cecy Flores.

La líder del colectivo reveló que está en el estado de Sinaloa, realizando una búsqueda masiva, a cinco años de la desaparición de sus dos hijos.

“Al parecer son má de 20 cuerpos”, dijo una de las madres buscadoras. Foto: Especial vía Proyecto Puente

Mientras que el resto del colectivo sigue con las búsquedas en Sonora, gracias a los mensajes y llamadas anónimas de personas que les orientan dónde buscar.

EN GUANAJUATO ENCUENTRAN 61 CUERPOS

La Comisión Estatal de Búsqueda de Guanajuato negó que se hayan encontrado otros 13 cuerpos en las fosas ubicadas cerca de “El Sabinal”, en Salvatierra. Sin embargo, confirmaron que entre ayer por la tarde y hoy, sí se hicieron dos hallazgos, con lo que ya sumarían 61.

“Al día de ayer, después de la conferencia de prensa se extrajo un resto más y el día de hoy se ha extraído un resto. Entonces tenemos 61 restos extraídos, es mentira absoluta (que hayan sido 13 más)”, aclaró el Comisionado Estatal de Búsqueda, Héctor Díaz Ezquerra.

Autoridades de la Comisión Estatal de Búsqueda acudieron hoy a “El Sabinal” acompañados por familiares de personas desaparecidas y resguardados por elementos de la Guardia Nacional.

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Si en Patrocinio ardían cuerpos a diario, eso tiene nombre: campo de exterminio: buscadoras

martes, octubre 11th, 2016

En el ejido Patrocinio quemaban y desaparecían personas todos los días, afirma Grupo Vida, una de las cuatro organizaciones de familiares que buscan a sus desaparecidos en Coahuila. Aunque el Gobierno de la entidad afirme que los 3 mil 488 restos óseos encontrados ahí pertenecen sólo a seis cuerpos; las víctimas son “muchas más”. Además, los familiares exigen que partidos dejen de dar “uso político a los desaparecidos”.

Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo).– En el Ejido Patrocinio, municipio de San Pedro, Coahuila, un área desértica de cinco hectáreas, todos los días ardían cuerpos para desaparecerlos, se trata de una zona de exterminio, dijo Silvia Ortiz de Sánchez Viesca, de la organización Grupo Vida.

En entrevista con SinEmbargo, la “buscadora” que ha dirigido las visitas de los familiares a Patrocinio desde hace casi dos años, afirmó que los habitantes del ejido han dicho a las familias de los desaparecidos, que en ese lugar circulaban camionetas todas las noches y se “quemaba gente a diario”.

Aún así, las autoridades no hicieron nada.

Y ahora resulta, comentó también Yolanda Morán Isais, de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila (Fundec), que ahora los miembros de partidos nos buscan para hacer uso político de nuestros familiares.

“Hay que recordar qué es un campo de exterminio: la palabra exterminio es cuando quieren desaparecer por completo a una persona o varias. El estado en el que se encuentran los fragmentos en Patrocinio, calcinados y en pedacitos, refleja que se trata de una zona de exterminio”, consideró Ortiz de Sánchez Viesca.

De acuerdo con la activista, en el ejido se llegaron a observar hasta 90 tambos de 200 litros de capacidad, pero la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Coahuila sólo logró recuperar dos de ellos. Por su parte, en sus búsquedas los familiares encontraron varios tambos destrozados.

La organización escarba y busca restos óseos en el lugar desde hace un año y 10 meses. El 28 de abril de 2015 las familias de desaparecidos encontraron restos humanos, algunos con tejidos, que podrían corresponder, sólo ese hallazgo, a tres personas.

Pero no fueron los únicos. Desde ese momento a la fecha el grupo de familiares que conforma Grupo Vida –alrededor de 50 personas– visitó el lugar en 14 ocasiones más y encontró, en todas las visitas, restos óseos en distintos puntos.

“En el hallazgo del 28 de abril, ahí se dijo que pertenecía posiblemente a tres secuencias anatómicas. Sería irresponsable de mi parte decir cuántos cuerpos puede haber ahí, pero no son tres o cuatro. Son muchísimos más”, dijo Silvia, madre de Silvia Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, quien desapareció en Torreón, Coahuila, hace ya más de 11 años. Fanny, como la llamaban su familia y amigos, tenía entonces 16 años.

CIFRAS POCO CLARAS PARA LAS ONGS

El pasado 7 de octubre se descubrieron en el lugar mil 147 restos humanos, cifra que en unos días aumentó a 3 mil 488. La Procuraduría de la entidad afirmó, en un comunicado, que esos fragmentos pertenecen a tres personas. Hoy las autoridades estatales, según los diarios locales, han reconocido que se trata de seis perfiles genéticos.

En su primer comunicado, la dependencia de justicia estableció que los restos tienen “un alto grado de carbonización y calcinación” y que “puede resultar que un gran número de fragmentos que se encuentren en un lugar […] pertenezcan a un solo hueso o a una misma persona”.

Ayer, Michael Chamberlin, subdirector del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, contradijo esa afirmación debido a que la Policía Científica procesó los restos y descubrió 100 perfiles genéticos, que pertenecen a 15 personas.

Sin embargo, la activista Silvia Ortiz de Sánchez aseveró que la información que presentó Michael Chamberlin no corresponde a los datos que la Policía Científica les ha dado a los familiares.

“Hasta la fecha no tienen 100 perfiles. A nosotros nos han dicho que tienen dos. Entonces le están mintiendo a él o a nosotros, es lo que puedo decir”, precisó.

“Lo que yo pido al Gobierno es que se recuperen todos los restos de Patrocinio, porque el tiempo está pasando, se están dañando los restos; es un lugar abierto y pasan animales. Queremos que se hagan las pruebas de ADN a los restos idóneos, porque sabemos que a todos se les pueden hacer. Por eso es tan importante cribar la tierra, porque una muelita o algún pedacito de hueso sirven para las pruebas”, explicó.

USO POLÍTICO DE LOS DESAPARECIDOS

Foto: Vanguardia

Familias de desaparecidos trabajan en Coahuila desde hace años para encontrarlos; reclaman que es ahora, cuando se acerca la elección del Gobernador en la entidad, cuando los políticos se les acercan. Foto: Vanguardia

En Coahuila hay cuatro organizaciones de familiares de desaparecidos: Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila (Fundec), Grupo Vida y los grupos que buscan en Piedras Negras y Allende.

Silvia Ortiz, de Grupo Vida, y Yolanda Morán Isais, de Fundec, coincidieron en que, ante la jornada electoral del próximo año en la entidad, los partidos buscan “utilizar” a los desaparecidos para sacar raja política.

“Ahora resulta que otros partidos que no son el del Gobernador [Rubén Moreira Valdez del Partido Revolucionario Institucional] le están tirando respecto al caso. No se me hace justo. Toda la Comarca Lagunera y Coahuila sabía que Grupo Vida ha caminado buscando a sus desaparecidos, y hasta ahorita voltearon a vernos. Vieron la oportunidad de acercarse y decir ‘los vamos a ayudar’. Quieren aprovecharse del dolor de las familias”, dijo Ortiz de Sánchez Viesca.

Yolanda Morán le puso nombre al partido y habló del Partido Acción Nacional (PAN) en concreto.

“Tenemos siete años trabajando con desaparecidos y ahorita los políticos del PAN en Coahuila están hablando de Patrocinio. Tenemos siete años pidiendo que nos den atención, ¿por qué hasta ahorita están saliendo los panistas a querer hablar con nosotros? Nosotros estuvimos en el Senado de la República tratando de hablar con ellos. Les pedimos ayuda cuando estaba [Felipe] Calderón en 2008, fuimos a tocarles la puerta […] No queremos que ningún partido de ningún color agarre el tema de los desparecidos: son personas, no son animales”, dijo.

Silvia de Sánchez concluyó con una petición: “Nosotros invitamos a la Procuraduría a caminar en enero de 2015 casi a rastras, ahora trabajamos de manera coordinada con el Gobierno. Lo único que queremos es que la Policía Científica Forense, que le corresponde a [Enrique] Peña Nieto, termine ese laboratorio para que se puedan hacer los ADN de todas las personas, no nada más de los de Patrocinio, de todo el estado”.