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México presenta denuncia ante la ONU contra Vulcan Materials por caso Calica en QRoo

miércoles, julio 6th, 2022

El Presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado que su Gobierno planeaba denunciar ante la Organización de las Naciones Unidas y tribunales internacionales a la empresa estadounidense Vulcan Materials Company.

Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).- El Gobierno de México presentó una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en contra de la empresa estadounidense Vulcan Materials Company por el desastre ambiental al sur del país.

A través de su cuenta de Twitter, María Luisa Albores González, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), anunció que se interpuso la denuncia, misma que fue recibida por la Alta Comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

“El territorio es de los mexicanos, cuidarlo es nuestra responsabilidad. Venimos a defender la naturaleza y nuestra soberanía”, agregó.

Anteriormente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado que su Gobierno planeaba denunciar ante la Organización de las Naciones Unidas y tribunales internacionales a la empresa estadounidense Vulcan Materials Company.

Además, el pasado 16 de junio dijo que incluso haría una notificación a las bolsas de valores donde cotiza la empresa.

Esta mañana, el mandatario confirmó que María Luisa Albores se encontraba fuera del país presentando la denuncia correspondiente: “Nada más que tenemos que esperar a que regrese María Luisa [Albores González] porque está en la ONU precisamente presentando una denuncia por destrucción del territorio que se está haciendo del conocimiento de autoridades internacionales, de organismos internacionales. Es lo de Calica en Quintana Roo”.

El Jefe del Ejecutivo federal planeaba llegar a un acuerdo con Vulcan Materials Company que sigue extrayendo material en territorio mexicano, específicamente en Quintana Roo.

“Nosotros vamos a hacerles una propuesta de uso de suelo sin esta destrucción, lo que está claro es que ya no permitimos la extracción de material. El único acuerdo es que lo que ya han extraído se lo pueden llevar, pero ya no van a poder extraer más. Y si no se llega a un acuerdo, a tribunales nacionales y extranjeros”, declaró en ese entonces.

El Presidente mexicano ha presionado a la empresa estadounidense para que acepte administrar un complejo turístico y un muelle para cruceros en una cantera de su propiedad cerca de Playa del Carmen.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, denunció que la empresa estadounidense Calica, subsidiaria de la empresa Vulcan Materials, que aún continúa extrayendo material en México. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

La firma Vulcan Materials adquirió una serie de canteras de piedra caliza cerca de Playa del Carmen en la década de 1990, cuando la zona no era un destino turístico tan popular como ahora.

Vulcan desearía seguir exportando la grava, pero le han bloqueado los permisos para hacerlo desde fines del 2018, por lo que pidió un arbitraje en el marco del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, que todavía no ha sido resuelto.

Las canteras se encuentran cerca de XCaret, una laguna en la que inversionistas privados crearon un parque temático cuya admisión cuesta 100 dólares por un día. El Presidente mexicano prefiere las empresas estatales y detesta las privadas que cobran mucho.

-Con información de AP

Grupo México y la impunidad corporativa

domingo, enero 19th, 2020

El río Sonora. Foto: Cuartoscuro

Los ministros de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitieron el miércoles 15 de enero un fallo favorable para los pobladores afectados por el derrame en el río Sonora ocurrido en agosto de 2014. Un fallo que podría sentar precedentes jurídicos para evitar o limitar la impunidad y los abusos corporativos que son moneda corriente por todo el país.

Los abusos corporativos los padecemos cotidianamente como consumidores, desde al recibir llamadas de bancos a los que no autorizamos nuestro número telefónico, con habituales cobros por servicios no solicitados, onerosas comisiones por todo tipo de servicios o tarifas mucho más altas que en otras naciones. Eso es algo común tolerado y permitido por el Estado, lo que equivale a aumento de ganancias para los corporativos privados.

Pero junto a estos abusos cometidos contra millones cotidianamente, hay otro tipo de abusos que regularmente tienen qué ver con el despojo de tierras y de bienes comunes a pueblos y comunidades y el abuso corporativo se magnifica por las graves afectaciones cotidianas a los habitantes de esos entornos.

Son el tipo de abusos que por lo regular padecen las comunidades que tienen qué padecer una explotación minera. Eso fue lo que les ocurrió a los pobladores de siete municipios de Sonora: Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures.

El 6 de agosto de 2014 ocurrió el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México y fue responsabilidad de unas de las grandes corporaciones privadas del país: Grupo México. Su mina Buenavista del Cobre derramó 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi. El derrame provocó afectaciones a más de 22,000 personas de siete municipios situados en las orillas de los ríos mencionados.

El Grupo México dijo que el derrame fue un accidente romperse el dique de una presa de jales, parte de las instalaciones de la mina, una de las más ricas del país.

Tras las presiones de la población afectada, el Grupo México acordó con el gobierno de Enrique Peña Nieto la creación de un Fideicomiso con un fondo de 2,000 millones de pesos para resarcir la salud y el medio ambiente de la población afectada.

Pero hubo notables irregularidades en el manejo del fideicomiso del que apenas se gastó poco más de 60 por ciento de los recursos: 1,231 millones de pesos según han analizado los Comités de Cuenca del Río Sonora (la organización de los afectados) y la sociedad civil Poder, que acompaña a los pobladores.

En total opacidad, sin consultar a los afectados y sin terminar de resarcir los daños, el fideicomiso no cerró en febrero de 2017, dos años y medio después del derrame de ácidos a los ríos Sonora y Bacanuchi.

Si bien una parte de los fondos del fideicomiso se entregaron directamente a los afectados, la reparación de la salud y del medio ambiente afectado está lejos de cumplirse.
En julio de 2017 se reportó que “381 personas del río presentaban desechos tóxicos en sangre y orina, y habrían sido afectadas por enfermedades de la piel, renales, cardiovasculares y oculares. Los testimonios de habitantes de la región confirman que las enfermedades del estómago y de la piel se han vuelto sumamente frecuentes a lo largo del río Sonora”, reveló un informe de Poder sobre el funcionamiento del fideicomiso.

Por eso los pobladores interpusieron amparos para exigir que el fideicomiso se reabra y especialmente que la Corte obligue a este corporativo privado muy poderoso, Grupo México, a que se haga cargo de los daños causados y los repare integralmente.

No es problema de recursos económicos, sino de abuso corporativo. El dueño principal de Grupo México, Germán Larrea Mota de Velasco es el segundo hombre más rico de México y está entre los 100 más ricos del mundo con una fortuna de 13,300 millones de dólares (unos 259 mil millones de pesos).

La sentencia de la Corte a favor de los afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre debe ser una sentencia que contribuya a poner fin a la impunidad y los abusos que corporativos como Grupo México están acostumbrados a cometer.

Y a esa sentencia deberían seguir otras para parar los otros abusos corporativos que cotidianamente afectan a millones de mexicanos.

El hombre más tóxico de Norteamérica

martes, julio 23rd, 2019

Germán Larrea, dueño de Grupo México. Foto: Cuartoscuro

Washington, D.C.– Grupo México, propiedad de Germán Larrea, no limita sus actos delictivos a México. En Estados Unidos, Asarco, filial de Grupo México, tiene un historial tan tóxico como la basura que sus minas derraman en nuestros ríos y mares. La gran diferencia está en que mientras en México Larrea es intocable, en Estados Unidos Grupo México ha sido castigado con todo el rigor de la ley. En las últimas dos décadas, minas de Larrea han tenido que cerrar y pagar multas récord por incumplimiento de leyes contra la polución. En 2013, en un acto sin precedente, las autoridades demolieron dos chimeneas de Asarco en El Paso tras dejar una secuela de muertes y enfermedades por intoxicación.

Entre 1992 y 1997, la hoy clausurada mina de Larrea en El Paso quemó secretamente residuos venenosos que provocaron la muerte de casi la mitad de la planta laboral en ese período. En Copper Stain, publicado en enero pasado, las investigadoras Elaine Hampton y Cynthia C. Ontiveros, dan voz a más de 100 trabajadores méxico-americanos que padecieron enfermedades graves tras su paso por Asarco en ese periodo. Docenas murieron. Otros tantos enfermaron de cáncer.

En 1999, Asarco, fundada en 1888, cerró sus operaciones en El Paso después de que las autoridades, presionadas por la comunidad y autoridades locales, le revocaron el permiso de emisión atmosférica. Larrea intentó renovarlo, pero la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) dijo no.

El sábado 13 de abril de 2013, alrededor de las 6:55 a.m., las dos chimeneas de la mina, con el nombre de “ASARCO” en letras rojas, fueron demolidas con explosivos, poniendo fin a una larga historia de choques entre los habitantes de colonias aledañas y la empresa vuelta símbolo de impunidad. Fue un logro icónico en la lucha social por la justicia ambiental.

Tal era la prepotencia de Asarco que cuando soplaba el viento hacia el sur, elevaba la producción para poder desviar intencionalmente la emisión de gases hacia México. La polución viciaba la atmósfera hasta extremos alarmantes para la salud pública. Dado que la afectación era en el lado mexicano, Grupo México sabía que gozaba de plena impunidad para hacer lo que le diera la gana. En Ciudad Juárez, en donde las autoridades estadounidenses no tienen jurisdicción, la gente respiró aire con dióxido de azufre. Habitantes en el lado mexicano, a 800 metros de la fundidora en El Paso, se quejaron de irritación de la piel, alergias y asma.

Una investigación del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos descubrió que la mitad de los niños que vivían dentro del perímetro de la fundidora tenían niveles de plomo en la sangra cuatro veces mayor a lo normal. Un estudio espejo en Ciudad Juárez encontró niveles de plomo similares en niños mexicanos. Fue después de esos descubrimientos que Asarco fue forzada a dejar de fundir plomo en El Paso.

En 2005, Asarco se declaró en bancarrota para tratar de blindarse contra acusaciones de polución ocurrido antes de que Larrea comprara la totalidad de la mina. Pero no le salió el truco. No pudo eludir la justicia sin arriesgar perder a Asarco a potenciales clientes ansiosos de comprarla en tiempos en que el precio del cobre se había disparado.

Después de años de litigios, en los que la empresa estuvo representada por la firma de abogados Baker Botts, Asarco llegó a un acuerdo histórico con el gobierno de Barack Obama en diciembre de 2009. Aceptó pagar a la EPA la suma récord de 1.79 mil millones de dólares para saldar cuentas de polución pendientes en 19 estados, incluidos Arizona, California, Nuevo México y Texas. Con la multa, se crearon tres fondos para cubrir costos de limpieza y restauración de recursos naturales en más de 80 lugares contaminados (Departamento de Justicia 10/12/2010).

En la actualidad, Grupo México tiene tres minas en Estados Unidos bajo la mira de la EPA. En 2013, la EPA multó a la fundidora de Asarco en Hayden, Arizona por el uso de edificios contaminados y el desecho inapropiado de residuos tóxicos (Cooper Stain). Dos años después, tras descubrirse que la mina en Hayden estaba violando leyes federales, Asarco se comprometió a invertir 150 millones de dólares en nuevas tecnologías y equipo para reducir emisiones de tóxicos como arsénico, plomo y cobre (EPA 03/11/2015).

Mientras, en México, Larrea se ha negado a responsabilizarse económicamente por la limpieza y reparación de daños por el desastre ambiental en los ríos de Sonora, el peor en la historia. El segundo hombre más rico de México tiene las manos manchadas de sangre color cobre.

La semana pasada, más de 400 ONG y personalidades, exigieron a AMLO frenar a Grupo México y poner fin a la impunidad de su dueño. El detonador fue el reciente derrame en Guaymas. López Obrador se ha limitado a pasarle la bolita a la Semarnat. No está deseoso de moverle el tapete a Larrea con quien parece tener un pacto de no agresión.

Si el gobierno no quiere ser cómplice por omisión de la destrucción de bosques, corredores biológicos, ecosistemas y fuentes de agua, debe cerrar de inmediato la mina Buena Vista de Cananea. Es hora de pasar de promesas vacías a la acción. AMLO debe mostrar con hechos que “nadie ni nada por encima de la ley”. ¿O sólo es cliché para consumo mañanero?

Twitter: @DoliaEstevez

Nube de espuma tóxica que mide más de 2 metros de alto se traga a un hombre en Puebla (FOTOS)

lunes, julio 22nd, 2019

Una mujer informó que se estaban tomando fotos a la orilla del canal que atraviesa la presa de Valsequillo pero instantes después el hombre ya no estaba y cayó al agua, por lo que fue arrastrado.

Por Jesús Razo

Puebla, 22 de julio (Central).- Las labores de rescate de un hombre que cayó dentro de un canal de la presa de Valsequillo a la altura del municipio de Cuautinchan continúan entre una pared de espuma que imposibilita la búsqueda.

Ignació, de 32 años se encuentra desaparecido desde hace doce horas después de que cayó en el canal cuando se tomaba fotografías con la espuma que se forma en esta zona y que alcanza una altura de más de dos metros.

Como Central informó, el reporte de la desaparición de Ignacio ocurrió alrededor de las 23:30 horas del domingo 21 de julio, cuando los policías recibieron el reporte.

Los trabajos de búsqueda. Foto: Central

Un hombre cayó dentro de un canal de la presa de Valsequillo, para encontrarlo, los servicios de emergencia luchan contra una nube de espuma tóxica. Foto. Central

Servicios de emergencia trabajan en el lugar. Foto: Central

Según el reporte inicial, los cuerpos de seguridad pública se trasladaron a la zona donde pasajeros de una camioneta Chevrolet Trax, con placas UAJ7674, les indicaron el lugar exacto.

En el punto una mujer informó que se estaban tomando fotos a la orilla del canal que atraviesa la presa de Valsequillo pero instantes después el hombre ya no estaba y cayó al agua, por lo que fue arrastrado.

La zona se encontraba llena de espuma, que cubrió por completo el vehículo en el que viajaba. Personal de Protección Civil (PC) Municipal, Estatal, de Cruz Roja y Bomberos, comenzaron con las labores de búsqueda pero las tuvieron que suspender a las dos de la madrugada y fue reanudada alrededor de las ocho de la mañana de este día.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE PERIÓDICO CENTRAL. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Fracking y ecocidio, la triste realidad que vive Veracruz. Un texto de Rubén Albarrán

domingo, marzo 25th, 2018

Durante la reciente Cumbre Tajín, el músico y activista aprovechó su estadía para ir a ver la Ciudad Petrolera de Poza Rica y a todas las empresas que están haciendo fracking en Veracruz. Su texto, muy sentido, muy hondo, lo transcribimos aquí para seguir defendiendo la vida y el futuro para nuestros hijos.

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).- Con motivo de la presentación de Café Tacvba en el Festival Cumbre Tajín 2018, viajé al norte de Veracruz, área geográfica llamada el Totonacapan. Estando allí, me encontré con una defensora de derechos humanos y del territorio, quien me llevó a ver de cerca la triste realidad que está viviendo Papantla.

Partimos desde mi hotel en la ciudad petrolera de Poza Rica (conocida en el pasado como la capital del petróleo) en su auto compacto. De inmediato abrimos las ventanas para recibir algo de fresco, ya que la temperatura ambiental era elevada. A los pocos minutos de camino, mis manos se sentían grasosas y el cabello igualmente pegajoso, además el olor en el ambiente era como suele ser en Poza Rica, a azufre y petróleo.

Una vez que salimos de la ciudad de Poza Rica, comenzaron a aparecer poblados y comunidades, que de entre la vegetación y terrenos de cultivo, conviven con pozos de extracción. Casas, pozos de petróleo, maizales, escuelas y quemadores de gas (algunos queman ese gas natural que es 86 veces más dañino a la atmósfera que el CO2) conviven en un mismo espacio.

Los poblados son sucios y con negocios que se repiten como un loop, sin cesar: bares, tiendas de agroquímicos y farmacias. Foto: Cortesía

Los poblados son sucios y con negocios que se repiten como un loop, sin cesar: bares, tiendas de agroquímicos y farmacias.

Me compartió mi acompañante que aproximadamente desde el 2010, cuando comenzaron a llegar compañías privadas, en su mayoría transnacionales y con las que Pemex (Petróleos Mexicanos) ha hecho convenios para la exploración y extracción de hidrocarburos, la zona se encareció. Llegó la marabunta petrolera.

Esta zona ha tenido de antaño esa vocación petrolera, pero no es ancestral. Como muchos de nuestros males del mundo actual, proviene de hace poco menos de siglo y medio y con el paradigma de la Revolución Industrial. Maldita sea.

Pero eso no es lo peor, en estos años recientes con este nuevo auge extractivista, llegaron los monocultivos, de cítricos y de maíz hojero, como ejemplo, que utilizan cantidades enormes de agroquímicos; llegaron los giros negros, esos bares con tráfico de personas y con ello, el narco, las desapariciones, los levantamientos.

EN MÉXICO VIVIMOS EN GUERRA

Existe aquí la organización “Familiares en Búsqueda María Herrera”, que suman más de 55 familias en búsqueda de sus ausencias. Son los menos, la mayoría de los casos no son denunciados; la población está llena de miedo, es decir, se impuso en la vida de la región todo el paquete caótico, oscuro e involutivo de la guerra, que aún cuando nadie quiere reconocerlo, seguimos viviendo hoy los mexicanos. Sí, en México vivimos en guerra y hay que decirlo.

Ya fuera de la ciudad nos encontramos con hermosos paisajes de cultivo de cítricos, en los que aquí y allá, se ven pozos de fracking. Y pienso en lo tanto que me gusta el jugo de naranja y en que el marchante de mi mercado local donde compro mi fruta, dice que las naranjas son traídas desde Veracruz, quién sabe, probablemente de aquí, de Papantla. Toda esta tierra está contaminada y aquí crecen esas idílicas frutas, ¡de las que bebo mis deliciosos jugos!

El peligro de volar en mil pedazos está latente día y noche. Foto: Cortesía

N.d.R: Debido a la baja permeabilidad de las lutitas, la extracción de los hidrocarburos requiere la utilización de la fracturación hidráulica o fracking. Esta técnica parte de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Seguidamente, se realizan una serie de perforaciones horizontales en la lutita, que pueden extenderse por varios kilómetros en diversas direcciones. A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de los yacimientos. Por este motivo, la fracturación hidráulica conlleva la ocupación de vastas extensiones de territorio.

Más adelante llegamos a un poblado y entre tiendas de la esquina y casas, se levantan señalizaciones de pozos: 7-3-99-74-14, y así…está plagada la población. Si uno mira hacia dentro de las brechas, en terrenos no tan baldíos, allí están los pozos. Pero la gente no hace la conexión de por qué tantos casos de cáncer. Una enfermedad en incremento en la región. Es común tener algún pariente enfermo o muerto de cáncer y ellos no conectan el enorme número de pozos con el incremento de enfermos.

Nos detuvimos cerca de la carretera, en un campo donde conviven pozos de hidrocarburos convencionales y de fracking. En la superficie se miran estructuras metálicas que llaman arbolitos, con ayuda de los que se extraen los hidrocarburos; por su diseño y al caer las lluvias, acumulan agua que se mezcla con grandes residuos de crudo que fácilmente pueden contaminar su entorno. Bajamos del automóvil para tomar algunas fotografías, pero a los pocos minutos, huimos del lugar; coincidimos que éste, no es nuestro bosque.

A los pocos cientos de metros de ese bosque maldito, nos aparece el bellísimo e impresionante río Tecolutla. No es difícil imaginar, a donde van a parar todos esos millones de litros de agua combinados con químicos súper tóxicos.

Una vez que cruzamos el puente, aparece un remanso; una reserva creada por la cooperativa “Tahlpan”. Las mujeres se organizaron y decidieron que allí no entraría el fracking ni la actividad petrolera. Como alternativa a la miserable derrama económica que genera esta actividad en las comunidades, la mujeres organizaron un parador turístico, donde se sirven delicias de la comida Totonaca; “Minchik” (mi casa, en totonaco) le llamaron. Alternativa esta que les costó sudor, sangre y lágrimas, pero que con valor y determinación defendieron y hoy se ven sus frutos: los cerros conservan su riqueza y esplendor.

Los cerros aquí son tan bellos, con especies animales y vegetales únicas. De entre los helechos que parecieran de tiempos prehistóricos, y de abuelos árbol gigantescos, de vez en vez asoman tucanes y murciélagos; armadillos y tlacoaches, osos hormigueros y una especie de felino inofensivo que juega en las copas de los arboles. Aquí la vida sigue floreciendo y se ve en la sonrisa de los niños.

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LOS SUEÑOS SE DISOLVIERON

Pero no hemos parado. Seguimos de largo hasta la comunidad de Emiliano Zapata, donde el quemador que se encuentra en el centro mismo de la población, genera un ruido tal, que por mucho tiempo se acallaron las conversaciones, los sueños se disolvieron.

Los pobladores de esta pequeña comunidad, viven y duermen con miedo y cómo no, si a lo largo y ancho del asentamiento están tiradas tuberías que transportan hidrocarburos flamantes, químicos.

El peligro de volar en mil pedazos está latente día y noche. Sin embargo los petroleros con esa benevolencia del poderoso a cambio les entregaron a los pobladores, un comedor comunitario: una estructura de unos 20 x 7 metros donde se reúne la comunidad y que habrá costado lo que unos 100 barriles de crudo, en comparación a los 7 mil barriles que se producen al día.

También les ‘donó’ una ambulancia para que transporten a sus enfermos, a quién sabe donde, pues por aquí no hay centro de salud. También les llevaron alimentos para el comedor comunitario: latas de verdura y atún, que generaron más desperdicio, basura y contaminación y que alienta a la comunidad a perder sus costumbres alimenticias. Nuevamente recae en las comunidades la responsabilidad de atender los problemas derivados de la extracción de hidrocarburos (arroyos contaminados, enfermedades, falta de comida sana, tierras inservibles).

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Otra de las paradas fue en una fuga de crudo y aguas congénitas, que lleva tres años derramando su letal contenido y donde para subsanar el daño se colocaron un par de diques con materiales plásticos que contienen en parte el crudo que a cada segundo se derrama, mas no la contaminación que pinta de colores arcoíris el riachuelo al que se vierten las tóxicas sustancias y que corre por los campos, libremente.

Ya de regreso, ahora sí nos detuvimos en el Minchik, donde nos ofrecieron deliciosos bocoles con miltomate, una especie de tomate silvestre, orgánico, y que es tan delicado que si el vecino utiliza agroquímicos, este se muere. Su sabor es delicioso y vibrante. Tomamos también una infusión de zacate limón y disfrutamos de una deliciosa conversación, con sonido de fondo de la selva y la rana.

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DE REGRESO

De regreso a mis actividades profesionales me siento tan triste una vez en las instalaciones de la Cumbre Tajín, donde la cultura hace lo mejor de sí, para ayudarnos a sobrellevar esta situación, inconsciente para casi todos, esa bomba de tiempo a la que le quedan pocos segundos para terminar con toda esta belleza que es la vida.

Me pregunto si todas las personas que trabajan en esos ramos, desde los niveles más bajos, hasta los más altos ejecutivos, no pueden hacer la conexión entre su labor tóxica y el jugo que se toman por la mañana y el taco que le sirven a sus hijos; porque en algún momento comerán esos ejecutivos y se echarán un taquito y lo compartirán con su familia. Nuestra desconexión es grande. Lo que sucede en esta región y que apoyan todas esas personas con sus actividades profesionales, ese proyecto de progreso, se lo están haciendo a ellos mismos y sus familias, se lo hacen al planeta y a todos los que en él vivimos. ¡Se lo hacen a la vida!

Pero todos somos responsables y si dejamos que esto suceda, por ejemplo, con la nueva ley Energética, la cual ya es un hecho en ese mundo de Leyes Inconscientes o La Ley Pichardo, la cual es un proyecto y a la que debemos oponernos enérgicamente y que va dirigida a la privatización del agua y sus propósitos extractivistas, estamos permitiendo nos envenenemos con nuestros propios alimentos, con nuestra agua, nuestro aire.

Mas no la contaminación que pinta de colores arcoíris el riachuelo al que se vierten las tóxicas sustancias y que corre por los campos, libremente. Foto: Cortesía

Debemos informarnos, organizarnos exigir el cumplimiento de nuestros derechos, pero más importante aún, conectemos con nuestra conciencia, veamos el daño que nos estamos haciendo a nosotros mismos, por una supuesta idea de progreso, de inversión, de economía…nada de eso vale la pena.

Nos estamos disparando a nosotros mismos en nuestra existencia. cambiemos el paradigma, vivamos de una forma diferente, desarticulemos, desmantelemos este oscuro sueño de la razón. Amemos, amémonos.

¡No al fracking, ni aquí ni allá, ni nunca! ¡Que viva la vida!

Así lo nieguen Gobierno, Larrea y Grupo México, el Río Sonora sigue contaminado, denuncia abogado

martes, agosto 1st, 2017

El pasado 27 de junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó a Germán Larrea Mota Velasco, director de Grupo México, de incumplir con sus obligaciones con las 24 mil personas afectadas por el desastre ecológico que su mina causó en 2014 en los ríos Sonora y Bacanuchi.

Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).– A tres años del “desastre ambiental más grande en la historia de la minería en México”, el Río Sonora sigue contaminado a pesar de que lo niegue el gobierno estatal y la empresa responsable del derrame de 40 millones de litros de tóxicos, Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, aseguró el abogado del caso, Luis Miguel Cano.

El Juzgado Primero de Distrito de Sonora sentenció que el agua del río sigue contaminada. De acuerdo al monitoreo de los pozos, se detectaron dos pozos contaminados: el de la comunidad Sinoquipe con arsénico y en La Labor con manganeso, lo cual viola el derecho humano al agua para los alrededor de 500 habitantes de ambos poblados.

Estos dos pozos con arsénico y manganeso en niveles superiores a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud representan la mitad del Río Sonora.

Ante ello, se solicitó un diagnóstico médico al ISSTE Sonora, IMSS y a la Secretaría de Salud sobre los efectos por consumir agua de un río aún contaminado.

“Las autoridades dijeron que el río ya estaba bien y el agua se empezó a usar [incluyendo en bebederos de escuelas públicas de nivel básico]”, aseguró el abogado. “La empresa ha dado por cerrado el caso y el gobierno avala que el río no está contaminado”.

El derrame de tóxicos registrado en agosto de 2014 afectó directamente a 22 mil personas e indirectamente a 250 mil personas de siete municipios de Sonora, así como la calidad del agua y suelos para cultivo.

Reina Castro muestra unas fotografías de un afectado en su salud por los desechos tóxicos en el Río Sonora durante una protesta en 2015. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Pero la compañía minera solo fue sancionada con 24 millones de pesos, “lo cual no es nada para la empresa; un 0.00016 por ciento de sus ingresos brutos en 2014”, destacó el litigante Cano. También se definió el reparto de 2 mil millones de pesos para reparación de los daños económicos a agricultores y ganaderos, solo el 0.013 por ciento de esos ingresos brutos.

Integrantes de dos de los ochos Comités de Cuenca Río Sonora, directamente afectados, acusaron que les prometieron 36 purificadoras para que la población afectada no tuviera que comprar agua limpia (entre 18 y 24 pesos la botella), así como una clínica de salud especializada para las 381 personas afectadas con daños a la salud por los metales. Pero no cumplieron.

Solo han colocado nueve purificadoras, pero la de Bacanuchi -comunidad cercana al río- no funciona, afirmó Ramón Miranda Córdova, del CCR-Aconchi.

La empresa argumentó que la reducción en el número de purificadoras fue porque “sería irresponsable hacerlas” ya que las autoridades municipales “no tenían capacidad para explotarlas”.

Mario Alberto Salcido Romo, integrante del CCR-Ures, recordó que antes tomaban agua de la llave sin preocupación, pero ya no pueden.

“El gobierno no ha puesto todas sus fuerzas para castigar a la empresa […]. Limpió con carretillas 30 kilómetros de los 270 kilómetros del río en Bacanuchi, pero sigue contaminado”, dijo Salcido.

El agricultor recibió 20 mil pesos por sus dos hectáreas de cultivo, lo cual consideró “irrisorio” porque lo que necesita y demanda es agua limpia y salud.

Carlos Iván Samayoa, campañista de tóxicos de Greenpeace, concluyó que este caso se suma a un largo historial de falta de acción gubernamental ante desastres ambientales.

“Esto da cabida a que las empresas sigan viniendo, dañen recursos y solo deban pagar una indemnización. Las reformas estructurales han abierto la puertas al modelo extractivo de recursos naturales. Mientras se sigan privilegiando las ganancias económicas sobre los derechos humanos, seguirán los abusos y la impunidad”, afirmó.