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Nueva Zelanda legaliza la eutanasia; la aprobación aplicará a partir del domingo

domingo, noviembre 7th, 2021

Dos médicos deberán determinar que el solicitante esté informado; además, sólo aplicará para enfermos terminales con menos de seis meses de vida, que experimenten un sufrimiento insoportable y no tenga alivio.

MADRID, 7 Nov. (Europa Press).- La eutanasia ha pasado a ser legal en Nueva Zelanda este domingo, un año después de que casi un 65 por ciento de los electores votara en referéndum a favor de legalizarla.

Aunque no está claro todavía cuántas personas buscarán aprovechar la medida, el Ministerio de Sanidad neozelandés estima que unas 950 podrían solicitar la muerte asistida cada año, de las cuales serían atendidas unas 350, según recoge el medio neozelandés Stuff.

Para acceder a la muerte asistida, dos médicos deben determinar que el paciente está debidamente informado. Además, solo personas con enfermedades terminales a las que les queden menos de seis meses de vida podrán pedirla, siempre y cuando experimenten un nivel insoportable de sufrimiento que no pueda ser aliviado.

Según la líder adjunta del partido ACT –grupo que impulsó la aprobación de la ley en el Parlamento neozelandés–, Brooke van Velden, la medida implica que el país “dará ahora a aquellos que enfrentan un sufrimiento terrible compasión y opciones al final de su vida”.

La legalización de la eutanasia en Nueva Zelanda sucedió después de un referéndum aplicado a finales del 2020. Foto: Twitter @THEMMEXCHANGE

Unos 6 mil trabajadores sanitarios han completado el módulo de entrenamiento y 129 doctores y enfermeros han accedido al entrenamiento para aplicar la eutanasia, recoge Stuff.

De los sanitarios dispuestos a ofrecer la muerte asistida un 64 por ciento se encuentra en la Isla Norte mientras que un 34 por ciento está en la Isla Sur.

El Ministerio de Sanidad ya ha avisado de es posible que no todas las zonas del país tengan acceso a un sanitario que pueda aplicar la eutanasia, si bien cualquier desplazamiento de profesionales médicos por este motivo será financiado por las autoridades.

A pesar del apoyo mayoritario a la medida, su financiación completa ha hecho que se compare con el acceso a los cuidados paliativos, que según han denunciado algunos trabajadores sanitarios no están dotados de suficientes recursos.

Estos son algunos de los virus más comunes en invierno y que convivirán con la COVID

viernes, noviembre 5th, 2021

Ante la llegada de la temporada invernal, es importante acudir con un médico en caso de presentar síntomas de enfermedad respiratoria para recibir un correcto diagnóstico.

Por Amparo Larrauri

Ciudad de México, 5 de noviembre (The Conversation).- Los virus respiratorios son los responsables de una serie de infecciones respiratorias agudas que son extremadamente frecuentes en la población, especialmente en niños pequeños.

Suelen circular entre la población en los meses de otoño e invierno –algunos virus también en primavera– y otros se presentan a lo largo de todo el año. Entre los virus respiratorios que infectan con mayor frecuencia al ser humano se encuentran los rinovirus, el virus respiratorio sincitial (VRS), metapneumovirus, parainfluenza, adenovirus, bocavirus, coronavirus y el virus de la gripe.

Las enfermedades que producen son generalmente leves, como es el caso del resfriado común o la faringitis. Pero en determinadas circunstancias, generalmente relacionadas con la situación clínica de base del individuo, pueden dar lugar a complicaciones más graves.

Por ejemplo, el VRS y algunos virus parainfluenza son responsables de muchas bronquiolitis y cuadros graves en niños de corta edad. Por su parte, los coronavirus SARS, MERS-CoV o SARS-Co-V2 pueden producir afecciones respiratorias graves como neumonía, insuficiencia respiratoria aguda y fallo multiorgánico.

La mejor forma de recibir un correcto diagnóstico de alguna enfermedad de las vías respiratorias es a través de la consulta con un médico. Foto: Pixabay.

En todos los casos, lo mejor que se puede hacer es acudir al médico para que valore el cuadro clínico y ofrezca directamente las recomendaciones de tratamiento.

Los rinovirus, adenovirus, bocavirus se presentan a lo largo de todo el año, pero su incidencia es mayor al principio de otoño y en la primavera. Los coronavirus y el virus respiratorio sincitial se dan en otoño, invierno y primavera. Por último, la gripe provoca epidemias estacionales durante los meses de invierno, con un pico de incidencia aproximadamente a las cuatro semanas de su inicio. Suele producirse entre finales de diciembre y finales de enero.

CÓMO DISTINGUIR QUÉ VIRUS NOS HA INFECTADO

Una particularidad de estos virus respiratorios es que producen un cuadro clínico muy parecido, con síntomas comunes en las diferentes infecciones respiratorias. Por eso, su diagnóstico clínico es muy difícil.

Para que llegue a conocerse el agente causante de la enfermedad respiratoria es necesario realizar un diagnóstico microbiológico. Es decir, que se “le ponga un nombre” al episodio clínico. No se hace en todos los casos porque no es necesario para hacer un diagnóstico clínico y poner un tratamiento adecuado.

Sin embargo, si en determinados casos le ponemos nombre ayudará a vigilarlo y a conocer la epidemiología de ese virus. Es decir, saber cuándo y cómo se presentan entre la población. Esta información es esencial para establecer medidas que favorezcan el control de los distintos episodios clínicos.

VIGILANCIA DE LOS VIRUS MÁS MORTALES: EL CASO DE LA GRIPE

La gripe es uno de los virus respiratorios en los que se conoce mejor estos aspectos porque su vigilancia está muy desarrollada en todo el mundo. Ha sido así porque, en contra de la opinión de gran parte de la población, la gripe no es una enfermedad leve sino que da lugar a un número elevado de hospitalizaciones, complicaciones y muertes cada año.

Además, la gripe es capaz de producir pandemias entre cada 10 y 40 años. De hecho, la mayoría de la población actual ha conocido alguna de las tres que se han producido durante el siglo XX. Por ejemplo, la de 1918-19 o la de 2009 con la emergencia del virus A (H1N1) pdm09.

La pandemia del virus influenza A (H1NI1) fue en 2009 y se originó en México. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

Estas dos características han hecho de la vigilancia de la gripe un objetivo prioritario de Salud Pública en todos los países de nuestro entorno. Hasta antes de la emergencia de la pandemia de covid-19, la vigilancia de la gripe se ha basado en dos sistemas fundamentales.

  1. La vigilancia centinela de gripe en Atención Primaria. Desde los años noventa, los médicos centinela notificaban los síndromes gripales que atendían en su consulta y tomaban muestras respiratorias de algunos de estos casos para su confirmación virológica.
  2. El sistema de vigilancia de casos graves de gripe en hospitales, en marcha desde la pandemia de 2009. Esta ofrecía información sobre la gravedad de la epidemia gripal e indicaba qué factores de riesgo podían estar asociados a ella.

Además, como sistema complementario de vigilancia de la gripe, se recoge información sobre la circulación del virus respiratorio sincitial. Este suele presentarse un poco antes que la onda estacional de gripe e informa sobre la posibilidad de un aumento de hospitalizaciones por bronquiolitis, sobre todo en niños de corta edad.

ASÍ CAMBIÓ LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS LOS SISTEMAS DE VIGILANCIA

A pesar de que disponíamos de sistemas de vigilancia de gripe muy consolidados, la emergencia de COVID-19 en España en marzo de 2020 produjo una distorsión de las redes de vigilancia centinela en atención primaria, que dejaron de funcionar como tal en su mayoría.

Los principales motivos fueron la relocalización de médicos centinela, los cambios en los patrones de consulta médica [teleconsulta] y la aparición de centros de diagnóstico de COVID-19. Todos ellos cambiaron el circuito habitual de vigilancia.

Las consultas a distancia durante la pandemia de la COVID-19 cambiaron la forma de detección de enfermedades respiratorias. Foto: Pixabay.

En cuanto a los sistemas de vigilancia de gripe grave en hospitales, al basarse en la notificación de los casos confirmados de gripe, no pudieron ser adaptados a la emergencia del nuevo virus pandémico.

VIGILANCIA SIMULTÁNEA DE TODOS LOS VIRUS RESPIRATORIOS DE INVIERNO

Este problema ha sido común en muchos países europeos. Por eso, las agencias internacionales de Salud Pública, como el Centro Europeo para el control de enfermedades (ECDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaron a todos los países la adaptación de los sistemas históricos de vigilancia de gripe. El objetivo sería convertirlos en sistemas de vigilancia sindrómica centinela de infección respiratoria aguda.

“Sindrómica” porque los sistemas captarían “síndromes respiratorios” en las consultas de atención primaria y hospitalaria del sistema sanitario, siguiendo unos criterios establecidos.

“Centinela” porque solo se recoge información de parte de los médicos de atención primaria y hospitales del sistema sanitario en cada comunidad autónoma, de forma que la población vigilada sea representativa de cada área.

 

Esta estrategia supone un cambio de paradigma en la vigilancia de gripe y otros virus respiratorios. Ahora está encaminada a la vigilancia simultánea, en el mismo acto médico, de infecciones respiratorias agudas ocasionadas por cualquier virus respiratorio que pueda circular a lo largo de todo el año.

Además, ofrece la posibilidad de estar preparados para “responder” ante la emergencia de cualquier virus respiratorio en el futuro.

A pesar de este desafío, varias comunidades autónomas han pilotado en España, durante la temporada 2020-21, la vigilancia centinela de infección respiratoria aguda leve en atención primaria (IRAs) y grave en hospitales (IRAG).

¿CIRCULARÁN JUNTOS GRIPE Y COVID-19?

Gracias a su esfuerzo, otras comunidades autónomas se están preparando para responder al desafío de vigilar gripe y COVID-19 en la temporada 2021-22 que acaba de empezar.

Tras la relajación de las medidas de mitigación de la COVID-19 y la disminución de la incidencia de este nuevo virus pandémico, los virus respiratorios parece que vuelven a encontrar un camino adecuado para volver a circular entre nosotros.

Por tanto, es la primera ocasión en la que es probable que circulen entre la población ambos virus respiratorios a la vez (COVID-19 y gripe), además de otros virus respiratorios mencionados anteriormente.

Esta temporada invernal probablemente mostrará una mayor convivencia de la COVID-19 con otras enfermedades respiratorias. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

La vigilancia centinela de IRAs e IRAG tiene como objetivo dar información útil en esta nueva situación epidemiológica. Pero la información no serviría de mucho sin la ayuda esencial de las medidas preventivas que tenemos a nuestro alcance: la vacunación frente a COVID-19 que ha demostrado ser muy efectiva, especialmente en la protección de complicaciones graves y muerte.

Y la vacuna frente a la gripe que, si bien ofrece una efectividad limitada para prevenir la infección, puede reducir las complicaciones derivadas de la infección gripal, incluidas la hospitalización y la muerte.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE THE CONVERSATION. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Diconsa dio a Pepsico 864.2 mdp en 6 años de EPN, pese a que en 2016 se decretó epidemia por diabetes

sábado, noviembre 17th, 2018

Este 14 de noviembre se cumplen dos años de que la Secretaría de Salud emitió una alerta epidemiológica por diabetes, sobrepeso y obesidad, una acción que se hizo sin el acompañamiento de medidas para paliar estas enfermedades, coincidieron especialistas.

De 2013 a 2018, durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, Diconsa SA de CV y Pepsico México S de RL de CV celebraron contratos –por adjudicación directa– por 864 millones 214 mil 291 pesos. Solo durante el mes siguiente del decreto de la epidemia, el Gobierno mexicano entregó, sin licitar, 189 contratos a Pespsico por 51 millones 407 mil 967 pesos por concepto de “abarrotes comestibles, según consigna el Portal de Obligaciones de Transparencia.

La empresa agroindustrial con presencia en territorio mexicano desde hace 101 años es propietaria de las marcas Pepsi, Sabritas, Gamesa, Quaker, Gatorade, Sonric’s y Obela. En un recorrido realizado en tres locales ubicados en el Estado y la Ciudad de México, SinEmbargo constató que las tiendas Diconsa comercializan todo tipo de productos comestibles, incluidos comida chatarra y bebidas azucaradas.

Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).- En un hecho sin precedentes, hace un par de años el Gobierno de México emitió una declaratoria de emergencia epidemiológica por tres padecimientos no transmisibles: diabetes, obesidad y sobrepeso, al considerarlos problemas muy serios de salud. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil han denunciado reiteradamente que la alerta careció de medidas para mitigarla. Y no sólo eso, también han señalado al propio Estado mexicano como uno de los principales responsables de la problemática.

Las bebidas azucaradas y la comida chatarra proliferan en supermercados, comercios de abarrotes, tiendas de conveniencia, puestos informales, farmacias y otros sitios como escuelas y hospitales.  La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha sido clara en el tema: existe relación entre el aumento de la cuota de mercado de productos ultraprocesados y la epidemia de la obesidad.

A pesar de lo anterior, estos productos también tienen presencia en establecimientos cuya venta está dirigida a uno de los sectores más vulnerables: personas en situación de pobreza. Las tiendas comunitarias de Diconsa, por ejemplo, ponen a disposición de quienes menos tienen, productos con bajo valor nutrimental y alto contenido calórico y aunque no la venta no proviene directamente de la empresa de participación estatal, sí permite la comercialización de estos productos en sus almacenes.

La misión de Diconsa –que opera el Programa de Abasto Rural con más de 27 mil tiendas fijas y 300 móviles en todo el país–, de acuerdo con lo que se lee en su página oficial, es “contribuir a generar la seguridad alimentaria de México, garantizando el abasto social de productos para que el Gobierno de la República cumpla con el derecho constitucional a la alimentación de sus habitantes”.

En este contexto, de 2013 a 2018 –durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto–, Diconsa y Pepsico México S de RL de CV celebraron contratos –todos por adjudicación directa– por 864 millones 214 mil 291 pesos por concepto de abarrotes comestibles, harina para hot cakes, cereales en hojuelas, avena, galletas básicas y diversas, harina preparada y repostería, de acuerdo con la información de Contratobook, herramienta cívica que permite consultar contratos otorgados por autoridades mexicanas.

Sólo durante las semanas siguientes del decreto de la emergencia epidemiológica, entre el 15 de noviembre y el 29 de diciembre de 2016, el Gobierno mexicano –también por adjudicación directa– entregó 189 contratos a Pespsico por 51 millones 407 mil 967 pesos por concepto de “abarrotes comestibles”, de acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT).

Pepsico, una empresa agroindustrial con presencia en el territorio mexicano desde hace 101 años, es propietaria de las marcas:

-Pepsi (Bebidas azucaradas): Pepsi, Pepsi light, Mirinda, 7 up, E-pura, Lipton, Ocean Spray).

-Sabritas (Botanas): Doritos, Tostitos, Ruffles, Cheetos, Rancheritos, Fritos, Sabritones, Churrumais, Crujitos.

-Gamesa (Galletas): Emperador, Mamut, Florentinas, Ricanelas, Crakets, Chokis, Saladitas, Marías.

-Sonric’s (Dulces): Rockaleta, Tixtix, Milch, Gudu.

-Quaker (Varios): avenas, cereales, harinas, galletas, granolas, barras.

-Gatorade: Bebidas isotónicas.

-Obela: Hummus.

En un recorrido realizado en tres locales ubicados en el Estado y la Ciudad de México, SinEmbargo constató que las tiendas Diconsa comercializan todo tipo de productos comestibles, en especial, comida chatarra y bebidas azucaradas.

Únicamente en uno de los establecimientos se encontraron frutas y verduras, y eso, solo en un pequeño espacio del inmueble, en el resto se hallaron anaqueles llenos de galletas, botanas, harinas, cereales azucarados y en los refrigeradores, refrescos, yogures y jugos llenos de azúcar. Aunque también se pudo observar la venta de alimentos enlatados, productos de limpieza del hogar como jabón, cloro, estropajos y de higiene personal entre los que se incluyen champú, pasta de dientes y crema corporal. En una de las tiendas, incluso se observaron distintas marcas de cigarros a la venta.

Sólo en los últimos tres años han abierto 2 mil de las 27 mil tiendas comunitarias que hoy operan por todo el territorio mexicano.

Sólo en los últimos tres años han abierto 2 mil de las 27 mil tiendas comunitarias que actualmente operan por todo el territorio mexicano. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

Al no contar con un patrón de beneficiarios, cualquier persona puede entrar a las tiendas comunitarias y adquirir los productos que allí se ofertan. Sólo en los últimos tres años han abierto 2 mil de las 27 mil tiendas comunitarias que hoy operan por todo el territorio mexicano.

La situación cobra relevancia, primero, porque el país está inmerso en una problemática de salud: 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños y adolescentes viven con exceso de peso y 1 de cada 10, con diabetes, enfermedad no transmisibles que cobra la vida de 105 mil personas cada año, de acuerdo con cifras oficiales.

Y segundo, porque Diconsa “es una empresa de participación estatal mayoritaria que pertenece al sector de Desarrollo Social y tiene como objetivo garantizar el abasto oportuno de productos básicos y complementarios, a precios accesibles, en localidades de alta y muy alta marginación”, según información que el equipo de Diconsa envió a este medio de comunicación con que el que evitó acceder a una entrevista.

Las encargadas de los establecimientos visitados coincidieron en que la principal diferencia entre una tienda común y una de Diconsa es un menor precio (en estas últimas) en productos de la canasta básica de la marca propia, es decir, harina de maíz, pasta enriquecida para sopa, aceite de soya, polvo para preparar bebida sabor chocolate, sal, galletas de animalitos, jabón de tocador, jabón de lavandería y detergente en polvo.

En dichas tiendas se ofrecen, además, varios servicios como buzón, venta de medicamentos básicos, productos regionales, tortillería, panadería, lechería y pago de servicios.

Gamesa

En un recorrido realizado en tres locales ubicados en el Estado y la Ciudad de México, SinEmbargo constató que las tiendas Diconsa comercializan todo tipo de productos comestibles, en especial, comida chatarra y bebidas azucaradas. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

Al respecto, Alejandro Calvillo Unna, director de El Poder del Consumidor, una de las organizaciones no gubernamentales que más ha trabajado por el derecho a una alimentación de calidad, señaló que la política alimentaria de los últimos sexenios –por supuesto incluido el actual– ha favorecido el consumo de alimentos ultraprocesados que están ligados con la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes. Con ello, indicó, las empresas se han enriquecido, mientras la salud pública ha sufrido un grave deterioro.

“La política alimentaria se ha entregado a estas grandes corporaciones […] Los programas sociales de nuestro país no promueven el consumo de alimentos saludables y locales”, aseguró.

En el mismo sentido, el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, afirmó que “Diconsa ha sido objeto de presiones políticas como mercado de alimentos ultraprocesados que sí han generado el problema [de obesidad, sobrepeso y diabetes]”.

Coalición ciudadana acusa que Peña apoyó la venta de chatarra a costa de la salud de mexicanos

sábado, noviembre 3rd, 2018

La coalición Contrapeso acusa que el OMENT fue creado para abrir la puerta a las empresas, que a través del órgano pueden autoregularse y servirse con la cuchara grande, aún a costa de la salud de los consumidores.

“El OMENT debía ser un espacio para discutir y evaluar con seriedad las políticas de enfermedades no transmisibles y se convirtió en el lugar perfecto para que marcas de refrescos y ultraprocesados se convirtieran en juez y parte de la regulación”, apuntaló Ana Larrañaga Flota, integrante de la coalición, en entrevista para SinEmbargo.

Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).- Si bien los problemas de sobrepeso, obesidad y diabetes que presenta el país no es nuevo, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, a pesar de que fue emitida una alerta epidemiológica por dichas enfermedades no transmisibles, se ha carecido de medidas para mitigarla e incluso se han establecido mecanismos que sólo velan por los intereses de las grandes industrias de bebidas azucaradas y comida chatarra, mientras la salud de los mexicanos se deteriora, denuncian organizaciones de la sociedad civil.

Como prueba de lo anterior, la Coalición Contrapeso señala al Observatorio Mexicano de Enfermedades no Transmisibles (OMENT), desarrollado con el objetivo de apoyar en la toma de decisiones, en apego a la medición del desempeño de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes (ENPCSOD).

De acuerdo con la página oficial del observatorio, tres son los ejes rectores en la ENPCSOD: la investigación y evidencia científica, la rendición de cuentas y la evaluación de impacto.

Sin embargo, la coalición que alberga más de 40 organizaciones no gubernamentales acusa que el OMENT fue creado para abrir la puerta a las empresas, que a través del mecanismo pueden autoregularse y servirse con la cuchara grande, aún a costa de la salud de los consumidores.

“El OMENT debía ser un espacio para discutir y evaluar con seriedad las políticas de enfermedades no transmisibles y se convirtió en el lugar perfecto para que marcas de refrescos y ultraprocesados se convirtieran en juez y parte de la regulación”, apuntaló Ana Larrañaga Flota, integrante de Contrapeso, en entrevista para SinEmbargo.

El Presidente Enrique Peña Nieto recibe durante un evento lata con su nombre de parte del CEO de Coca-Cola.

El Presidente Enrique Peña Nieto recibió durante un evento una lata de Coca-Cola con su nombre de parte del CEO de esa compañía refresquera; él dijo que consume a diario Coca-Cola Light. Foto: Cuartoscuro.

En la misma línea, Alejandro Calvillo Unna, director de El Poder del Consumidor (EPC), declaró que la actual administración, encabezada por Peña Nieto, puso las políticas públicas sobre obesidad y diabetes en manos de la industria chatarra.

“Este Gobierno le entregó la política pública en materia de obesidad a la industria. La creación del OMENT fue para que las empresas pudieran proteger sus intereses económicos y comerciales y no para atender las recomendaciones que se hacen internacionalmente y que están dirigidas a reducir el consumo de alimentos altos en azúcares, grasas y sal, que son los productos que ellos comercializan”, afirmó.

“Lo que hicieron fue simular una política contra la obesidad. Fue en realidad una política para proteger los intereses de la industria”, agregó.

UNA HISTORIA DE ATROPELLOS

Larrañaga Flota narró paso a paso lo que ha ocurrido durante el sexenio en materia de políticas dirigidas a contrarrestar (o no) la epidemia de obesidad y diabetes.

El 31 de octubre del año 2013, el Gobierno federal presentó la ENPCSOD y aunque significó un paso importante, al adoptar medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), finalmente antes de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), fue modificada.

En su momento, organizaciones señalaron que algunas acciones de la estrategia fueron diseñadas por la propia industria a regular y no por especialistas libres de conflicto de interés. Así, las empresas se convirtieron en juez y parte.

Ejemplo claro de lo anterior, expuso la nutrióloga Larrañaga, fueron los criterios nutrimentales utilizados en el etiquetado frontal de alimentos y bebidas: Allí quedaron plasmadas las recomendaciones de EU Pledge, un grupo autorregulatorio internacional de la industria que aglutina marcas como Coca Cola, Mc Donald’s, Pepsico, Ferrero, Kellogg’s, Nestlé y Danone.

Así, las empresas, de la mano de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), establecieron el etiquetado de Guías Diarias de Alimentación (GDA) que opera desde 2011 y hasta la fecha, a pesar de ser criticado por su poca claridad y por no atender las recomendaciones internacionales en contenidos de azúcar, por ejemplo.

EPC lo ha resumido de esta manera: “El etiquetado establece un consumo diario de azúcar de 90 gramos (18 cucharadas cafeteras), sobrepasando por mucho las recomendaciones de la OMS que establecen un criterio máximo de consumo de azúcar diario de 50 gramos (10 cucharadas cafeteras) sugiriendo como ideal un consumo no mayor a de 25 gramos (cinco cucharadas cafeteras)”.

Para 2014 fue publicada en el DOF la creación del OMENT que fue presentado como “un órgano colegiado de carácter técnico, que tiene por objeto apoyar en la evaluación y medición del impacto de las políticas públicas implementadas por la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes”.

El consejo Asesor del Observatorio está compuesto por algunas organizaciones e instituciones sin conflicto de interés, entre ellas Contrapeso, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto Mexicano para la Competitividad AC (Imco), entre otras. Pero también tiene como miembros a importantes industrias de bebidas y alimentos y de hecho son quienes más sillas ocupan. Estos son los ejemplos más claros:

–El Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) participa en representación de marcas de bebidas alcohólicas y azucaradas, productos ultraprocesados y más. Entre sus integrantes destacan Coca Cola México, Coca Cola Femsa, Nestlé, Pepsico, Bimbo, Gruma, Barcel, Danone, Alpura, Lala y Kellogg’s, principales fabricantes de productos procesados y ultraprocesados, relacionados con padecimientos como obesidad y diabetes.

–La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) representa los intereses de empresas de alimentos, bebidas y tabaco. Entre sus miembros sobresale la Asociación Nacional de Productores de Refrescos (Anprac), integrada a su vez por Coca Cola y Pepsico, entre otros fabricantes de bebidas azucaradas.

–La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) está integrada por empresas de bebidas azucaradas y alcohólicas como cerveza y tequila, además de productos ultraprocesados y fórmulas lácteas. También alberga a Anprac.

El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en septiembre de 2014 –tiempo en el que Mercedes Juan López estuvo al frente de la Secretaría de Salud y Mikel Arriola Peñalosa en Cofepris– es muy claro: “El Presidente (Secretario de Salud), el Secretario Técnico e integrantes invitados contarán con voz y voto”. Así, autoridades y empresas tienen injerencia en la decisión de políticas públicas.

“Si bien es importante escuchar a todas las partes involucradas en la epidemia de obesidad, incluyendo a las industrias, resulta evidente que dotar a estos actores con voz y voto resulta en una desfiguración de la intención original del Observatorio, pues se termina poniendo por encima de la evidencia científica, a los intereses comerciales de poderosas cámaras de comercio”, manifestó Larrañaga.

En el mismo año, el Gobierno federal puso en marcha el Impuesto Especial (IEPS) del 10 por ciento para las bebidas azucaradas y aunque la medida ha sido reconocida por especialistas y organizaciones también se ha solicitado que se aumente al doble, tal como lo recomienda la OMS.

Para agosto de 2015, el OMENT arrancó con su operación y fue la Universidad Autónoma de Nuevo León la elegida para desarrollar su plataforma tecnológica. En ese momento también se integraron los seis grupos de trabajo, con gran representación de las industrias, esas mismas que serían reguladas.

En su momento la Coalición Contrapeso sugirió que se adoptaran criterios para evitar el conflicto de interés y puso el dedo en la llaga: los sujetos regulados serían al mismo tiempo, jueces de dicha regulación. Aún así, la propuesta fue desechada y el Observatorio comenzó a operar.

En 2016, iniciaron las discusiones en las mesas de trabajo. Los representantes de las refresqueras y cámaras de comercio en el grupo 6, encargado de evaluar el impacto del gravamen a las bebidas azucaradas y alimentos de alta densidad calórica, presentaron estudios financiados por las propias industrias.

Larrañaga recuerda que entonces se desató una discusión sobre las características que debe tener una evaluación a esta política. Incluso, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), libres de conflicto de interés, cuentan con evidencia científica publicada en un journal internacionales sobre el impacto positivo de la medida: baja en el consumo de dichos productos. Pero, los empresarios pusieron en duda las pruebas.

Para noviembre de ese año, el Gobierno federal emitió la declaratoria de emergencia epidemiológica por diabetes mellitus y obesidad. Sin embargo, cuenta la especialista, en las acciones no se incluyen medidas para prevenir nuevos casos de las enfermedades y sólo se centra en la atención.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños y adolescentes viven con exceso de peso.

En abril de 2017, la Secretaría de Salud compartió con los integrantes del Grupo 1, sobre etiquetado, un documento de recomendaciones realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y fuediscutido por más de 15 representantes de marcas como Coca Cola, Nestlé, además de cámaras de comercio de alimentos y bebidas. Como era de esperarse, los portavoces de las empresas rechazaron las sugerencias del organismo internacional, pero además las calificaron como “exageradas”.

Para el mes de julio, investigadores del INSP fueron invitados a participar en el grupo 6, sobre impuestos, y respondieron con una carta a título personal e la que mostraron su preocupación ante la presencia de los miembros de la industria de alimentos y bebidas chatarra y el conflicto de interés que eso representa.

El país está inmerso en un problema grave de obesidad y diabetes.

El país está inmerso en un problema grave de obesidad y diabetes. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

PIDEN QUE EL OMENT DESPAREZCA EN LA SIGUIENTE ADMINISTRACIÓN

Ante la falta de objetividad y de resultados que se reflejen en políticas públicas diseñadas para favorecer la salud pública, Contrapeso considera que la figura del Observatorio debe desaparecer, en tanto la industria continúe con su participación.

“La industria, con su participación e interferencia, hizo que los avances en prevención de políticas de obesidad que recomiendan los expertos fueran nulos. Ojalá la falta de acción y resultados en esta administración sirva como un caso de lección del porqué intereses diferentes a la salud, como los comerciales, no deben de estar involucrados en el desarrollo de evaluaciones como ocurrió en el OMENT. Se recomienda para un futuro la cancelación de este observatorio y el remplazo por un consejo nacional donde no haya interferencia de la industria”, dijo al respecto Yarishdi Mora, coordinadora de Contrapeso, en entrevista para este diario digital.

En el mismo sentido, Larrañaga Flota hizo un llamado a la siguiente administración a cargo de Andrés Manuel López Obrador, a evitar el conflicto interés. “No quisiéramos ver una administración más, minada por la protección de intereses comerciales y dejando de lado, la salud”, enfatizó.

12 millones de mexicanos tienen diabetes. Ranulfo uno de ellos. Su enemigo es uno: Coca-Cola

viernes, octubre 19th, 2018

A los 56 años de edad, Ranulfo fue diagnosticado con diabetes mellitus tipo 2. Hace 12 años acudió a una cita médica por un dolor intenso en uno de sus talones, y el galeno que lo atendió le pidió que se realizara varios estudios y allí salió a la luz su padecimiento: “Es usted diabético”, le dijo el médico al ver los resultados.

El hombre, quien hoy tiene 68 años, se sintió devastado, pero tomó el control y se puso en manos de la Universidad Autónoma Metropolitana, a través del Proyecto Urbano de Salud. Hoy, afirma, goza de una buena calidad de vida.

Esta es la séptima y última entrega de una serie de testimonios publicados por SinEmbargo sobre la diabetes y las complicaciones físicas, emocionales, económicas y sociales que acarrea esta enfermedad. Las entrevistas fueron recogidas por la organización civil El Poder del Consumidor para el proyecto “Voces de la diabetes: el drama de una epidemia nacional”.

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo/El Poder del Consumidor).– Ranulfo García Vázquez, como al menos 12 millones de mexicanos, padece diabetes mellitus tipo 2. Sin embargo, su caso es un ejemplo y muestra que, aun con la enfermedad, se puede tener una buena calidad de vida. Ranulfo fue diagnosticado a tiempo e inmediatamente tomó las medidas pertinentes, con lo que ha evitado la llegada de complicaciones entre las que se encuentran padecimientos como retinopatía, ceguera, insuficiencia renal, neuropatía, amputación de miembros inferiores y otras consecuencias de esa “epidemia nacional” que afectan gravemente la vida del enfermo y de quienes lo rodean.

García Vázquez que hace 12 años acudió a una cita médica por un dolor intenso en el talón, el especialista le recomendó realizarse una serie de estudios y cuando le entregó los resultados le dio una noticia que no imaginó: “Es usted un diabético”. Sintió que el mundo se le caía a pedazos.

“Si no me hubiera puesto mal del pie no me entero que tenía alta la azúcar y ahorita quién sabe, a lo mejor ya hubiera perdido la vista o ya tuviera una amputación de alguna parte de mi cuerpo […] Sí me sentí mal porque fue un golpe tremendo”, narra.

Se afligió mucho, pero decidió tomar cartas en el asunto: dejó de beber la Coca-Cola de 600 mililitros con la que todos los días acompañaba su primer alimento del día; hoy bebe agua natural. Cambió la comida ultraprocesada por la fresca: actualmente su plato se llena de verduras, frutas, semillas y productos de origen animal. No ha sido necesario utilizar insulina en su tratamiento y sólo ingiere metformina.

“Mi alimentación sí fue un poco desorganizada porque yo trabajaba en dos lados, en dos trabajos. Al almorzar bebía Coca-Cola. Me tomaba mi Coca de 600 mililitros y pues la estuve tomando durante 24 años”, relata.

Ranulfo está jubilado, vive con su esposa Graciela Jiménez cerca de la salida de la Ciudad de México a Cuernavaca, en la Delegación Tlalpan. Sus días transcurren tranquilamente en casa: ambos realizan los quehaceres, arreglan los desperfectos que surgen y cuidan a dos de sus nietos para que su hija pueda salir a trabajar.

Proyecto Urbano de Salud, un modelo alternativo implementado por la UAM, atiende a personas con diabetes en la Ciudad de México.

Aunque Ranulfo está afiliado al IMSS, acude además a una consulta semanal a la clínica de Proyecto Urbano de Salud, un modelo alternativo implementado por la UAM. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

Como 43.4 millones de personas en el país, está afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero además acude a una consulta semanal a la clínica de Proyecto Urbano de Salud, un modelo alternativo de atención en el primer nivel de enfermedades crónicas no transmisibles, tales como diabetes e hipertensión, implementado por especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El consultorio se encuentra muy cerca de su hogar, está justo en la esquina de la calle en la que habita hace seis décadas, desde que dejó su natal Oaxaca. La atención –a diferencia de la que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social– es excelente. Los expertos le realizan una revisión exhaustiva de pies, presión y glucosa. Le dan una lista en la que le recomiendan los alimentos saludables para su condición.

“Nos tratan bien, son muy educados. Nos revisan, pies, presión, todo. Ahora sí que una revisión completa”, platica entusiasmado. Considera que si únicamente se tratara en el Seguro Social su vida sería otra, ya con algunas complicaciones y con inyecciones de insulina todos los días.

En noviembre de 2015, la Unidad Xochimilco de la UAM diseñó dicho modelo liderado por el médico cirujano Víctor Ríos Cortázar con el objetivo de ponderar el derecho a la salud y situar a las personas en el foco de atención: se les da capacitación para así romper con el paradigma de paciente-pasivo y transformarlo en un individuo activo durante su tratamiento.

Alumnos, profesores y pasantes de la Licenciatura en Medicina son integrantes de los seis grupos de apoyo, además de los consultorios para ofrecer información; éstos se ubican en Huayamilpas, Panamericanas, Volcanes, San Pedro Mártir, La Casa del Adulto Mayor y en Culhuacán, todos en la Ciudad de México.

Ranulfo pide a las empresas refresqueras actuar en favor de la salud pública y no sólo en función de sus intereses económicos.

Ranulfo pide a las empresas refresqueras actuar en favor de la salud pública y no sólo en función de sus intereses económicos. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

LOS REFRESCOS SON VENENO

Ranulfo piensa que la enfermedad no transmisible por la que el Gobierno de Enrique Peña Nieto lanzó una alerta epidemiológica en noviembre de 2016 es provocada –entre otros factores– por el consumo de refrescos. Por ello organizaciones de la sociedad civil han llamado incansablemente a las autoridades a regular la venta y disponibilidad de dichos productos que cuentan con un impuesto de un peso por litro y han exigido su aumento al doble, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero las voces no han sido escuchadas.

Ranulfo solicita a las autoridades brindar apoyo a las personas que se encuentran en una situación similar a la suya, pues el gasto en bolsillo para la atención de la enfermedad es elevado.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) define el gasto de bolsillo como el desembolso directo de las familias para solventar requerimientos de la atención de la salud. En el caso de las enfermedades crónicas, las cuotas pueden llegar a provocar que una familia entre en condición de pobreza.

“Yo le pediría al Gobierno que se enfocara más hacia las personas con enfermedades crónicas y con nosotros, que somos de la tercera edad, para que nos dieran una atención más adecuada a nuestra enfermedad que tenemos y que nos dieran las facilidades para obtener medicamento”, urge.

También pide a las empresas actuar en favor de la salud pública y no sólo en función de sus intereses económicos.

“Que no envenen al pueblo con tanto refresco que tiene tantos químicos. No piensen nada más en su bolsillo, también piensen en los enfermos. Que ya no le hagan tanta promoción. El interés de ellos es vender y no les interesa, no les importa si están acabando con la humanidad”.

A las personas que viven con diabetes mellitus tipo 2 les envía un mensaje: “De antemano yo digo que la quiera mucho, quiérala mucho. Como una amiguita, como su esposa porque la enfermedad es para el resto de su vida. Lo que le quede de vida va a estar con usted”.

Angélica, Cecilia y Enriqueta: tres mujeres que entregan su vida… a su enfermo de diabetes

viernes, octubre 12th, 2018

Las familias de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 son el efecto colateral del padecimiento: Hay mujeres que –gozando de salud– viven entre consultorios médicos, duermen en hospitales y pasan el tiempo encerradas en casa para cuidar a sus maridos enfermos.

Las mujeres no sólo dan soporte económico, también deciden ser pilar para que el ánimo no decaiga y permanecen fuertes para cargar a cuestas con las consecuencias de la enfermedad no transmisible por la que el Gobierno de México decretó una alerta epidemiológica en noviembre de 2016.

Las historias de Angélica, Cecilia y Enriqueta son la muestra del desgaste físico y emocional que representa para las familias cuidar de una persona que padece la enfermedad. Esta es la sexta entrega de una serie de siete testimonios sobre la diabetes y las complicaciones físicas, emocionales, económicas y sociales que acarrea. Las entrevistas fueron recogidas por la organización El Poder del Consumidor para el proyecto “Voces de la diabetes: el drama de una epidemia nacional”.

Cancún/San Cristóbal de las Casas/Hermosillo, 12 de octubre (SinEmbargo/El Poder del Consumidor).- La epidemia de diabetes mellitus tipo 2 no sólo afecta a los 12 millones de pacientes que viven en México: sus familias son también quienes sufren a diario las consecuencias de la enfermedad. En muchos casos es la pareja quien se dedica por completo al cuidado del enfermo y deja a un lado su propia vida.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes tipo 2, conocida también como no insulinodependiente, es causada por una utilización ineficaz de la insulina que es la hormona encargada de regular el azúcar en la sangre. Un peso corporal excesivo, el consumo de productos ultraprocesados y la inactividad física son los principales factores que la desencadenan. Sin embargo, la genética también juega un papel importante: hace a las personas más propensas a padecerla cuando familiares en primer y/o segundo grado la han presentado.

Este tipo de diabetes se presenta generalmente en la etapa adulta, no obstante, con el problema de exceso de peso que se vive en México, ataca a edades cada vez más tempranas. Actualmente, la enfermedad es la primera causa de muerte en el país: cobra más de 105 mil vidas cada año. Y de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), uno de cada diez mexicanos la padece.

El 14 de noviembre de 2016, el Gobierno federal, en un hecho inédito, decretó una alerta epidemiológica por sobrepeso, obesidad y diabetes. Pero no implementó medidas suficientes para mitigarla, lo han denunciado especialistas en materia y organizaciones de la sociedad civil como El Poder del Consumidor.

El padecimiento ocasiona distintas complicaciones entre las que destacan retinopatía, ceguera, insuficiencia renal, neuropatía, amputación de miembros inferiores y otras consecuencias que afectan gravemente la calidad de vida, por lo que frecuentemente los pacientes requieren cuidados especiales que sus familiares asumen. Además, el gasto de bolsillo en medicamentos, consultas y tratamientos pone en aprietos su economía.

El gasto de bolsillo es el desembolso directo de las familias para solventar requerimientos de la atención de la salud. En el caso de las enfermedades crónicas –como es la diabetes–, las cuotas pueden llegar a provocar que una familia entre en condición de pobreza, señala el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Complicaciones de la diabetes

En el ir y venir del hospital, en los cuidados de Charly y en la compra de los medicamentos que el Seguro Popular no cubre, Angélica estuvo completamente sola. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

“ES PSICOLÓGICAMENTE AGOTADOR”: ANGÉLICA 

Angélica Nieto Díaz fue pareja de Carlos, quien a consecuencia de la diabetes tuvo que ser amputado. “Charly”, como lo llamaban con cariño sus familiares, murió el 24 de abril pasado por las complicaciones propias de la enfermedad. Sus últimas horas de vida permaneció entubado. Tenía 49 años.

En el ir y venir del hospital, en los cuidados de Charly y en la compra de los medicamentos que el Seguro Popular no cubre, la mujer de 56 años estuvo completamente sola: No recibió ayuda de ningún familiar mientras su pareja estaba internada en el nosocomio. Sola afrontó toda la responsabilidad que implica cuidar de una persona enferma.

Pasó día tras día vendiendo Yakult a domicilio en las calles de Cancún, Quintana Roo; después se iba al hospital, donde dormía en el piso. Recordó que muchas veces no tenía ni qué comer. Fueron años difíciles.

“Tener a un paciente, a tu pareja enferma en el hospital no te deja más que una cosa: sobrevivir. Tenemos que sacar la casta y tomar la bandera de que este barco no se puede hundir, entonces te vuelves capitán y marinero. Y en este caso no tienes la opción de decir no quiero, es la opción de que o lo haces o te hundes”, narró.

Y agregó: “Entonces yo tuve que ser la que mantenga la casa, que cuide al enfermo. Es bastante complicado, muy cansado, muy cansado y sobre todo psicológicamente agotador”.

Angélica apoyó a Carlos hasta el último aliento, siempre buscó explicarle y convencerlo de cuidarse más. Él respondía que era preferible comer y beber lo que más le gustaba, aunque muriera pronto, y no pasar sus días consumiendo medicamentos y visitando hospitales. Ella le advirtió de las complicaciones. Él no quiso escuchar.

“Falleció de diabetes, una enfermedad trágica, con la que vivió 15 años. Y confieso que cuando dejó de latir su corazón, dije dentro de mí: ‘gracias a Dios ya todo terminó’. De verdad me alegró que todo haya terminado y al mismo tiempo me sentí muy mal porque ¿cómo puede ser que yo diga eso? Pero sí lo dije: ‘gracias a Dios ya todo terminó'”, recordó entre llanto.

Cómo es vivir con un paciente diabético

Cecilia tiene 56 años de edad y más de la mitad de su vida ha transcurrido en el cuidado de familiares enfermos. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

CECILIA, 37 AÑOS DE VELAR POR SU FAMILIA

Cecilia López Méndez es esposa de Erasto, quien es paciente de diabetes y retinopatía, que, de acuerdo con la Asociación Americana de la Diabetes, es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo y la primera en personas en edad productiva en países en vías de desarrollo.

Tiene 56 años de edad y más de la mitad de su vida ha transcurrido en el cuidado de familiares enfermos. Ayer sus padres. Hoy su marido: “Yo llevo cuidando 37 años de enfermos, por mis papás. Y sigo cuidando”, relató.

Rememora que Erasto no hizo mucho por intentar conservar su salud, a pesar de que ella intentaba ayudarlo. Hoy el dinero de la jubilación de la pareja habitante de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se va en atender la enfermedad y en ocasiones es difícil cubrir las necesidades básicas como la alimentación y la educación de su hijo que cursa la primaria.

“Yo soy la que me preocupé de su salud de él, pero él no le puso interés, menos le importó […] La alimentación no es muy buena porque hay veces nos matamos del hambre por el trabajo”, comenta. Aunado a ello, el temperamento de Erasto se ha vuelto cada vez más colérico. Se enoja fácilmente y le grita a su familia.

Casi al final de la entrevista, una voz fuerte y ronca pide: “Váyanse ya por favor, está enojado el Papa conmigo”. Es Erasto. Cecilia explica cabizbaja: “Así se pone él: regaña, regaña, nos grita, nos corre… así está la actitud, pero lo hemos soportado”.

ENRIQUETA TAMBIÉN VIVE CON DIABETES

Enriqueta Salazar Mendoza padece diabetes desde hace ocho años y es esposa de Jesús Carreón, quien a consecuencia de la diabetes fue amputado de ambas piernas.

La mujer de 65 años trabaja medio tiempo como cocinera en un domicilio particular en Hermosillo, Sonora, pues la pensión de 2 mil 600 pesos con la que cuentan no alcanza para solventar todos los gastos de medicamentos, comida y servicios del hogar.

Cada mañana se levanta muy temprano para realizar las tareas domésticas. Después, Jesús, quien maneja con ayuda de un bastón, la lleva a su lugar de trabajo. Por las tardes, tras terminar su jornada laboral, llega a terminar de limpiar la casa y a ayudar a su marido: le alista la ropa, le prepara todo para que pueda bañarse, prepara la cena.

“Esa es mi rutina de todos los días […] Cuando estoy aquí, que me dice él: ‘ay, me voy a bañar’. Le meto la silla, le meto el jabón, le meto el champú. ‘Que ahora sácame pa’cá’, que ‘jálame pa’llá, que ‘me voy a ir’, que ‘méteme la silla’, que ‘quítala de aquí’, que ‘ahorita voy a venir’, así…”, describe.

Asevera que el trabajo la ha salvado “de morir”. Salir, platicar y reírse le hacen olvidar –al menos por un momento– que hay problemas en su casa.

Enriqueta padece diabetes desde hace ocho años y es esposa de Jesús, quien a consecuencia de la diabetes fue amputado de ambas piernas.

Enriqueta padece diabetes desde hace ocho años y es esposa de Jesús, quien a consecuencia de la diabetes fue amputado de ambas piernas. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

Selene sufre diabetes y su salud es muy frágil. Tiene un hijo con sobrepeso… y no puede ayudarlo

viernes, septiembre 28th, 2018

Hace 17 años que a Selene González Fisher le detectaron diabetes mellitus tipo 2. Hoy vive principalmente bajo el cuidado de un tío de su esposo, casi siempre en casa, yendo dos veces por semana al hospital. Perdió la vista y también es hemodializada.

La historia de Selene es la cuarta entrega de una serie de siete testimonios sobre la diabetes y las complicaciones físicas, emocionales, económicas y sociales que acarrea, publicada semanalmente por SinEmbargo. Las entrevistas fueron recogidas por la organización El Poder del Consumidor (EPC) para el proyecto “Voces de la diabetes: el drama de una epidemia nacional”.

San José Del Cabo, Baja California Sur, 29 de septiembre (SinEmbargo/El Poder del Consumidor).- “Me dio diabetes a los 28 años. Hace un año perdí mi vista. Tengo cinco meses que me están dando hemodiálisis“, cuenta  Selene González Fisher, cuya vida cambió cuando le detectaron la enfermedad no transmisible por la que el Gobierno de México emitió una alerta epidemiológica en noviembre de 2016.

La mujer de 45 años de edad vive en San José Del Cabo, Baja California Sur, con su esposo, sus dos hijos y Ezequiel, “Cheque”, tío de su esposo, quien cuida de ella. “Cheque” se encarga de hacer desayuno, cena y comida para toda la familia, además de las tareas del hogar. Selene pasa horas sentada o haciendo ejercicio en su bicicleta fija. Dos veces a la semana acude al hospital hemodializarse.

Los trayectos al hospital duran unas seis horas: tres de ida y tres de vuelta. Es difícil y cansado para todos. Selene pasa cuatro horas en el procedimiento y esos días su marido no duerme, aun así trabaja de forma normal. No hay de otra. No hay opción porque el dinero es escaso.

A finales del año pasado, un nefrólogo particular fue quien le informó que sus riñones ya sólo trabajaban al 13 por ciento de su capacidad.

“En diciembre ya me dieron la noticia que tenía que hacerme las hemodiálisis y ahora sí que ahí se nos fue el aguinaldo de mi esposo, se fue todo el gasto en mis hemodiálisis y pues no hubo Navidad en esta casa. Me sentí muy, muy, muy mal. Me puse a llorar como niña con el doctor y mi mamá”, narra.

La diabetes provoca consecuencias como ceguera y problemas renales

Selene fue diagnosticada con diabetes cuando tenía 28 años. Hoy, a sus 45 años, sus riñones ya sólo trabajaban al 13 por ciento de su capacidad. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

Su hijo mayor cursa la preparatoria por las mañanas y por las tardes labora en una tienda de reparación de teléfonos celulares para costear la escuela: tiene claro que sus padres apenas pueden cubrir los gastos para la atención de la enfermedad.

Su hijo más pequeño tiene 11 años, va en primero de secundaria y disfruta pasar tiempo frente a la televisión y el móvil, tiene problemas de exceso de peso pero Selene poco puede hacer, piensa que hasta cierto punto ha perdido autoridad en casa, pues “Cheque” está al frente del hogar y toma decisiones en el tema de la alimentación.

“Yo le digo a mi esposo: ‘soy una inútil, no sirvo para nada’. Él y yo nos ponemos a platicar eso y él me da mucho aliento, me dice: ‘no, tú échale pa’ delante’; me dice ‘no te agüites’”, cuenta .

Pero ella teme que a su hijo menor un día le dé diabetes. No quiere que él pase por lo mismo que ella hoy sufre: “Está muy chiquito como para que le dé diabetes infantil, principalmente”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el peso corporal excesivo y la falta de actividad física son factores de riesgo para desencadenar precisamente diabetes mellitus tipo 2.

De acuerdo con información de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), alrededor del mundo más de 415 millones de personas viven con diabetes y se estima que para el año 2040 la cifra se disparará hasta alcanzar los 642 millones.

La diabetes puede ocasionar ceguera y problemas renales

Selene cree que enfermó por llevar una “mala alimentación” y por consumir refrescos. Ahora sólo bebe agua natural y su plato se llena de verduras. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

En México, 1 de cada 10 personas (9.4 por ciento) tienen diagnóstico de la enfermedad, lo que le ha valido al país ocupar el sexto lugar a nivel global en el número de pacientes que principalmente se encuentran en el rango de edad entre 40 y 59 años. Cada 6 segundos una persona muere a consecuencia del padecimiento.

Selene cree que enfermó por llevar una “mala alimentación” y por consumir refrescos. Ahora sólo bebe agua natural y su plato se llena de verduras. El golpe más fuerte que le propició la diabetes fue el no poder ver. De vez en cuando toca a sus hijos, dice que el mayor ha cambiado mucho desde que dejó de mirarlo, el pequeño le prometió avisarle cuando le comience a salir bigote. Lamenta perderse ver el desarrollo de los hombres que llevó en su vientre, crió y educó.

El territorio nacional se disputa con su vecino del norte –Estados Unidos– el primer lugar en consumo per cápita de refrescos y otras bebidas edulcoradas con azúcar y jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) que estudios científicos han asociado con la aparición de diabetes mellitus tipo 2, además de hipertensión, obesidad, síndrome metabólico, enfermedad isquémica del corazón y enfermedad renal.

Es por ello que en países, entre ellos el gobernado por Donald Trump, cuentan con un etiquetado que permite a los consumidores saber qué cantidad de JMAF contienen los productos de su preferencia. Sin embargo, en México el etiquetado que actualmente opera fue diseñado por las autoridades de la mano de las grandes industrias, por lo que es poco claro, han denunciado organizaciones de la sociedad civil como El Poder del Consumidor (EPC).

Lo que más le ha dolido a Selene es la pérdida de su vista: “Es pesado no poder ver. Con que viera, me doy bien servida, que Dios me diera la vista…”, anhela.

VIDEO: Ciego, sin dientes, diabético por el refresco, José (54 años) es otra foto de la epidemia nacional

sábado, septiembre 22nd, 2018

Hace más de dos décadas que a José Chiapa le detectaron diabetes mellitus tipo 2. Hoy vive encerrado en su casa: la enfermedad no transmisible le trajo ceguera y requiere apoyo para realizar actividades cotidianas.

La historia de José es la tercera entrega de una serie de siete testimonios sobre la diabetes y las complicaciones físicas, emocionales, económicas y sociales que acarrea, publicada semanalmente por SinEmbargo. Las entrevistas fueron recogidas por la organización El Poder del Consumidor (EPC) para el proyecto “Voces de la diabetes: el drama de una epidemia nacional”.

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- “A causa de la diabetes [mellitus] tipo 2 perdí la vista […] Me dijeron que tenía principios de insuficiencia renal“, narra José Refugio Chiapa Vázquez de 54 años de edad y quien en su juventud llegó a pesar más de 100 kilogramos.

José Refugio padece retinopatía diabética que, de acuerdo con la Asociación Americana de la Diabetes, es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo y la primera en personas en edad productiva en países en vías de desarrollo. También sufre insuficiencia renal crónica (IRC), como 140 mil mexicanos. De ellos, sólo la mitad recibe atención en el sector salud, según la Fundación Mexicana del Riñón.

Cuando tenía 32 años fue diagnosticado con diabetes mellitus tipo 2 –enfermedad no transmisible por la que el Gobierno de México decretó una alerta epidemiológica en 2016–. Antes era mecánico automotriz y chofer. Hoy está desempleado y requiere asistencia, por lo que Gabriela Olguín Pedraza, su esposa, también abandonó su empleo para cuidar de él. Ambos dependen económicamente de sus hijos.

Durante los primeros años de la enfermedad se atendió en el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) que cuenta con 43.4 millones de afiliados, al perderlo se acercó al Seguro Popular –que brinda servicio a quienes no se encuentran inscritos en alguna institución– y atiende a 55.6 millones de pacientes.

Consecuencias y complicaciones de la diabetes

En un lapso de aproximadamente 10 ó 15 años, José perdió todos los dientes, su vista comenzó a deteriorarse y bajó más de 30 kilogramos en sólo un par de meses. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

Sin embargo, existe una amplia brecha de desigualdad en los servicios de salud: quienes están afiliados al Seguro Popular –que depende del presupuesto de la Secretaría de Salud– tienen acceso a un catálogo de mil 603 intervenciones médicas entre las que se cuentan diagnósticos, vacunas, cirugías y tratamientos, pero no cuentan, por ejemplo, con el tratamiento para la insuficiencia renal –padecimiento que sufre José–, mientras instituciones como el IMSS, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y los hospitales de Petróleos Mexicanos (Pemex) sí brindan ese servicio.

“A mí cuando me dio diabetes, yo tenía Seguro Social. El doctor que estaba ahí, creo que nunca me vio a la cara […] Me mandó a hacer análisis y me dijo: ‘es usted diabético, va a ir al auditorio a que le den una plática’. Me dio medicamento y ya”, cuenta.

En el Seguro Popular la atención tampoco ha sido la mejor: hay escasez de medicamentos, por lo que continuamente se ve en la necesidad de comprarlos por su cuenta. El país está situado en el segundo peldaño entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo dirigido al rubro: 41 por ciento; mientras el promedio se encuentra en 21 por ciento.

“Las medicinas hacen falta. Me dice el doctor: ‘pues no hay medicina […] tiene que comprarla porque aquí no hay’. ¿Y ora para comprarla? Y no está tan barata, cuesta 300 ó 400 pesos”, destaca.

En un lapso de aproximadamente 10 ó 15 años, el hombre perdió todos los dientes, su vista comenzó a deteriorarse y bajó más de 30 kilogramos en sólo un par de meses. Él supone que su alimentación a base de refresco –especialmente Coca Cola– y productos ultraprocesados detonaron la diabetes mellitus tipo 2 que afecta actualmente al 9.4 por ciento de la población mexicana: unas 12 millones de personas.

“Yo ya sentía, tenía la vista dañada, ya me costaba enfocar bien y para manejar ya me empezó a resultar difícil, nada más que yo no aceptaba, hasta que de plano ya se dieron cuenta que yo no veía porque estuve a punto de chocar varias veces y ya me dijeron que tenía retinopatía diabética y que no había cura”, rememora.

La alta disponibilidad y el exceso de publicidad de alimentos y bebidas “chatarra” han sido los principales causantes de la epidemia de obesidad, sobrepeso y diabetes en que hoy se encuentra inmerso el país. Lo han denunciado una y otra vez organizaciones no gubernamentales como El Poder del Consumidor, no obstante, las autoridades mexicanas han abierto la puerta de par en par a las empresas.

Una prueba de ello es el etiquetado con que cuentan los productos es engañoso y difícil de comprender: fue diseñado entre las autoridades y la industria. Mientras tanto, los consumidores son privados de contar con una herramienta que les permita tomar decisiones informadas y saludables.

Consecuencias de la diabetes

José supone que su alimentación a base de chatarra detonó la diabetes mellitus tipo 2, que afecta actualmente al 9.4% de la población mexicana. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

“Las empresas refresqueras son de las empresas más poderosas. Si uno deja de consumir refresco, pues les repercute y el Gobierno tiene la obligación [de velar por la salud de la población]”, dice José, por ello, hace un llamado al Gobierno: “Le pediría que asuma su responsabilidad porque dejó entrar a todos los empresarios y nunca dijeron nada, nunca pusieron un alto o un aviso porque, si no, seguimos comiendo lo mismo y nadie nos dice que hace daño”.

Recientemente, durante la presentación del estudio “Publicidad dirigida a niños: Una infancia enganchada a la obesidad”, realizado por la Alianza por la Salud Alimentaria, el doctor Simón Barquera Cervera, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, que pertenece al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), apuntaló:

“La publicidad de comida chatarra es una de las grandes barreras para lograr una adecuada prevención de la obesidad en México. Es aún más preocupante que no haya regulaciones efectivas que permitan controlarla cuando se dirige de manera especial a la infancia, el grupo poblacional al que más tendríamos que estar protegiendo de ambientes poco saludables”.

José lo vivió desde niño, después como adolescente y la factura llegó cara cuando se convirtió en adulto. Hoy la paga a diario: su vida transcurre en su casa, donde escucha la televisión y hace ejercicio en una bicicleta fija.

“[Las empresas] bombardeaban la televisión con anuncios. Yo me acuerdo que desde que yo iba en la secundaria lo que se vendía en la cooperativa eran las donas Bimbo bien llenas de azúcar. Desde ahí ya empieza uno a hacerse adicto a la azúcar y no saben la bronquísima que es a la larga si no se cuida uno. Por eso se debe de prevenir”, aconseja.

La enfermedad ha envuelto a su familia: “Tiene diabetes mi hermana, tiene diabetes mi hermano, una hija de mi hermana, tengo varios primos que también… y están amputados”.

Diabético, amputado, en silla de ruedas, Jesús se pone de ejemplo: “Ya no coman chatarra, como yo”

sábado, septiembre 15th, 2018

En el 2000, a Jesús Carreón, de origen yaqui, le detectaron diabetes mellitus tipo 2. Actualmente vive postrado en una silla de rueda: le amputaron sus dos miembros inferiores a consecuencia de la enfermedad no transmisible.

La historia de Jesús es la segunda entrega de una serie de siete testimonios sobre la diabetes y las complicaciones físicas, emocionales, económicas y sociales que acarrea, publicada semanalmente por SinEmbargo. Las entrevistas fueron recogidas por la organización El Poder del Consumidor (EPC) para el proyecto “Voces de la diabetes: el drama de una epidemia nacional”.

Hermosillo, Sonora, 15 de septiembre (SinEmbargo/El Poder del Consumidor).– “Las amputaciones son muy difíciles y duelen mucho, es un dolor inmenso que te agarra, tan inmenso que tú pides a gritos que te corten la pierna”, cuenta Jesús Carreón, de 65 años de edad, diagnosticado con hipertensión y diabetes mellitus tipo 2 hace 18 años.

Hoy, el hombre de origen yaqui está postrado a una silla de ruedas: perdió sus dos miembros inferiores a consecuencia de la diabetes y se vio obligado a dejar de trabajar en albañilería y jardinería. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neuropatía de los pies combinada con la reducción del flujo sanguíneo es una de las consecuencias más frecuentes de la diabetes e incrementan el riesgo de úlceras de los pies, infección y, en última instancia, amputación.

El pie diabético se presenta en el 15 y hasta el 25 por ciento de los pacientes con diabetes mellitus, o sea, seis personas con la enfermedad presentan una úlcera a lo largo de su vida y primordialmente surge por el inadecuado control glucémico, indica un estudio publicado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2016.

Jesús acepta que tras recibir el diagnóstico conservó sus hábitos alimenticios poco saludables: “Yo seguía comiendo normal, las cosas que me hacían daño”, recuerda. Sin embargo, actualmente come alimentos frescos y se hidrata con agua natural.

La diabetes puede ocasionar amputación de miembros inferiores

Jesús Carreón perdió sus dos miembros inferiores a consecuencia de la diabetes y se vio obligado a dejar de trabajar. Foto: César Rincón Jiménez, Cacto Producciones.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, más del 40 por ciento de adultos mexicanos consume botanas, dulces y postres; además, el 83 por ciento toma regularmente bebidas azucaradas no lácteas.

El número de amputaciones en México ascendió a 5.5 por ciento entre los diabéticos, según la misma Encuesta, en comparación con los datos arrojados en 2012.

Como 2.7 millones de personas con diabetes, Jesús se atiende en una de las Unidades de Medicina Familiar del IMSS, en donde recibe tratamiento con base en insulina. Sube a su automóvil de los años 90 y maneja con ayuda de un bastón hasta llegar a su clínica familiar donde, afirma, la atención es deficiente. La segunda amputación, por ejemplo, pudo evitarse, dice el sonorense.

Él obtiene una pensión de 2 mil 600 pesos mensuales que apenas alcanza para pagar servicios de luz, agua y teléfono en su casa. Enriqueta Salazar, su esposa, es cocinera en una casa particular para poder sostener la suya, cada día trabaja medio tiempo y el resto del día cuida de Jesús, quien recomienda a los mexicanos “que se cuiden y que coman comida natural a base de frutas, verduras, lo que puedan comer natural. Que no coman chatarra como comía yo, yo por eso me hice así”.

LA EPIDEMIA IGNORADA

Hace un año Y 10 meses, el Gobierno mexicano decretó alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes mellitus tipo 2. El exceso de peso está sumamente relacionado con esta última, sin embargo, es factor de riesgo para desencadenar también otros padecimientos crónicos.

Esa es la razón por la que expertas en salud y nutrición, consultadas por SinEmbargo, urgen al Estado mexicano a poner en marcha acciones efectivas en prevención y tratamiento para reducir el riesgo de presentar enfermedades y complicaciones como varios tipos de cáncer, padecimientos cardiovasculares, del hígado y la vesícula; hipertensión, dislipidemias, accidente cerebrovascular, artrosis, problemas respiratorios, apnea del sueño, entre otras.

Fiorella Espinosa de Cándido, investigadora en la organización El Poder del Consumidor (EPC), dijo al respecto que “el sobrepeso y la obesidad son antesala de muchas otras enfermedades y por ello es importante atender en cuanto se identifica que hay un peso mayor al ideal. La prevención juega un papel muy importante: desde la organización hemos insistido mucho en este punto, para no llegar al desarrollo de la enfermedad o peor, a las complicaciones”.

“Tenemos que lograr que el acceso a una vida saludable sea posible en todos los rincones de nuestro país […] La obesidad produce múltiples complicaciones, por eso debe abordarse como un problema mucho más amplio y tiene que cobrar gran importancia en la agenda pública”, agregó Ana Larrañaga Flota, de Salud Crítica.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La diabetes tipo 2 surge usualmente cuando existe exceso de peso corporal y nula actividad física.

Antes, la diabetes tipo 2 era cosa de adultos; sin embargo, los hábitos alimenticios poco saludables y el sedentarismo han ocasionado que en la actualidad también sea un problema entre la infancia.

La diabetes puede llegar a provocar consecuencias graves en la salud de los pacientes, entre ellas, daños al corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.

Las personas con esta enfermedad tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de sufrir infarto de miocardio y accidente cerebrovascular; también son más susceptibles de presentar insuficiencia renal; además la combinación de neuropatía de los pies y la reducción del flujo sanguíneo aumentan las posibilidades de padecer úlceras e infecciones que pueden derivar en amputación y la retinopatía diabética es capaz de producirles ceguera.

El exceso de peso en los mexicanos detona una serie de enfermedades crónicas y mortales, como es el caso de la diabetes. Foto: Imagen, Salud Crítica

En este sentido, destacan especialistas, la diabetes no es el único eslabón, la cadena de enfermedades es mucho más larga: distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, padecimientos del hígado y la vesícula, hipertensión, dislipidemia, accidente cerebrovascular, artrosis, problemas respiratorios, apnea del sueño y hasta depresión pueden ser afecciones que terminen por aparecer, impulsadas por el exceso de peso.

-Cáncer: de acuerdo datos del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el peso excesivo es factor de riesgo para distintos tipos de cáncer como son: de vesícula biliar, de endometrio, esófago, hígado, páncreas, riñón, ovario, tiroides, colorrectal, meningioma (tumor cerebral), mieloma múltiple (de la médula ósea) y mama. Este último se convirtió en 2006 en la primera causa de muerte por cáncer en mujeres: cada 2 horas cobra una vida en el país.

-Enfermedades cardiovasculares y accidentes vasculares cerebrales: según la OMS son causados principalmente por una dieta poco saludable, inactividad física, además del consumo de tabaco y alcohol. El volumen corporal funge como “sobrecarga de trabajo para el corazón”, pues demanda un esfuerzo mayor para realizar cualquier movimiento, además existe presión física que oprime vasos, venas y arterias, afirma el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

-Hígado graso no alcohólico: es causado por el exceso de grasa en las células del hígado.

-Problemas en la vesícula: entre los factores de riesgo para desarrollar colecistitis –inflamación de la vesícula biliar ocasionada principalmente por cálculos- y colelitiasis –presencia de cálculos en la vesícula biliar– se encuentran, entre muchos otros, la obesidad, diabetes y dislipidemias.

-Hipertensión: surge cuando la presión arterial aumenta. Con ella, el riesgo de un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular incrementa. Uno de cada tres adultos mexicanos padece esta enfermedad crónica degenerativa cardiovascular que provoca más de 50 mil muertes al año, según el IMSS.

-Dislipidemias: la Fundación Mexicana de la Diabetes las define como el conjunto de afecciones que tienen en común la concentración normal de grasa en la sangre. Estas, además, son factores de riesgo para desencadenar enfermedades cardiovasculares.

-Artrosis: es una enfermedad caracterizada por la rotura del cartílago, cambios óseos en las articulaciones, deterioro de los tendones y ligamentos y distintos grados de inflamación en el revestimiento articular, de acuerdo con el Colegio Americano de Reumatología.

-Apnea del sueño: es el conjunto de pausas en la respiración de por lo menos 10 segundos durante el sueño, según la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

-Depresión: la obesidad se hace acompañar frecuentemente de la depresión y una puede ocasionar e influir sobre la otra, señala la Asociación Psicológica Americana (APA, por sus siglas en inglés).

La etiqueta que nadie entiende (en país de obesos) queda como está, por ahora, dicta la SCJN

miércoles, agosto 29th, 2018

La Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó hoy el proyecto que declaraba inconstitucionales los lineamientos del etiquetado nutrimental con el formato Guías de Porciones Diarias (GDA) en alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.

El caso fue atraído por la SCJN tras la demanda de amparo 240/2018, presentada por el Poder del Consumidor (EPC) que argumenta que el actual etiquetado es contrario a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es poco claro y establece criterios nutrimentales sin base científica.

“Desde hace ocho años, las empresas implementaron este etiquetado que nadie entiende”, criticó en entrevista para SinEmbargo, Alejandro Calvillo, director de la organización civil.

Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).- La Sala 2 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó el proyecto que declaraba inconstitucionales los lineamientos del etiquetado nutrimental con el formato Guías de Porciones Diarias (GDA) en alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.

El máximo tribunal decidió returnar el caso a la ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, por lo que el fallo de la nueva votación podría conocerse poco antes del término de la administración a cargo de Enrique Peña Nieto o durante las primeras semanas del arranque de la gestión de Andrés Manuel López Obrador.

“El asunto sigue vivo, no se sabe cuál es el motivo por el cual rechazan la sentencia del Ministro Fernando Franco”, aclaró Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor (EPC).

En el mismo tenor, Javier Zúñiga, abogado de EPC, destacó que se desconocen las razones por las que el proyecto fue rechazado, no obstante, consideró que podría deberse a un asunto “procesal” más que “de fondo”. “La materia subsiste”, remarcó.

Sin embargo, tras la decisión de la Corte, los mexicanos continuarán bajo la sombra de la ignorancia, pues no sabrán, como hasta hoy, exactamente qué cantidad de azúcares, grasas, sodio, aditivos y otros ingredientes nocivos contienen los productos que consumen.

“Desde hace ocho años, las empresas implementaron este etiquetado que nadie entiende”, agregó en entrevista para SinEmbargo.

El caso fue atraído por la SCJN tras la demanda de amparo 240/2018, presentada por El Poder del Consumidor (EPC) en 2015, en respuesta a la implementación del etiquetado frontal, utilizado por la industria de bebidas y alimentos desde 2011 que ha sido criticado por su poca claridad.

En 2016, el Juez Octavo en materia Administrativa en la Ciudad de México decidió conceder el amparo, pues determinó que el etiquetado violaba los derechos a la salud y a la información por no proveer información clara a los consumidores. Así, la sentencia ordenó a la Cofepris dejar de aplicar la medida actual y mejorarla con base en las recomendaciones nacionales e internacionales. Pero, la propia Cofepris y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) impugnaron.

En ese sentido, Calvillo Unna añadió que “la siguiente administración seguramente se desiste de defender la impugnación que hizo contra la sentencia […] Yo estoy seguro que públicamente se desistirían de esta impugnación […] Esta Profeco y esta Cofepris que han estado al servicio de las empresas ya se van. Estamos a la expectativa”.

Después de la impugnación, debido a la importancia y trascendencia del caso, el tribunal colegiado solicitó a la Suprema Corte reasumir su competencia en el caso y fue así como lo atrajo y hoy decidió returnarlo. Incluso, el Ministro José Fernando Franco González Salas presentó en su momento un proyecto donde se respalda la sentencia del Juez.

EPC ha denunciado en reiteradas ocasiones que ese etiquetado frontal fue diseñado por la Cofepris de la mano de la propia industria, es decir, al menos durante los últimos años, las grandes empresas han impuesto su regulación bajo el aval de las autoridades mexicanas.

La organización civil también ha señalado que el etiquetado es “un atentado contra la salud” y ha criticado que incurre en violaciones a los derechos humanos, de la infancia y a la alimentación, cuando debería fungir como una herramienta básica para que el consumidor tenga el poder de tomar decisiones informadas y saludables.

Pero, establece criterios contrarios a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los azúcares añadidos, a la propia Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes y a las recomendaciones del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Por ejemplo, de acuerdo con la Cofepris, las personas pueden consumir 90 gramos de azúcar al día, lo que se traduce en 33 kilos al año. Mientras, la OMS recomienda un consumo ideal máximo de 25 gramos diarios, es decir, 9 kilogramos anuales.

En un país en el que 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños y adolescentes viven con exceso de peso, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), la decisión de la Corte cobra especial importancia.

SCJN resuelve sobre etiquetado de comida chatarra

La resolución que hoy da la SCJN es resultado del amparo 240/2018, presentado por el EPC en 2015 tras la implementación del etiquetado frontal, criticado por su poca claridad y por establecer criterios nutrimentales sin base científica. Foto: Tercero Díaz, Cuartoscuro.

ULTRAPROCESADOS MALDITOS

Desde hace años, organizaciones de la sociedad civil y especialistas habían puesto el dedo sobre la llaga: el alto consumo de comida ultraprocesada y bebidas azucaradas son los principales factores responsables de la emergencia epidemiológica decretada en noviembre del año pasado por obesidad, sobrepeso y diabetes. Apenas ayer, en entrevista para SinEmbargo, el doctor Miguel Malo, asesor en Enfermedades Crónicas y Salud Mental en la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), lo reiteró.

El mes pasado, a través del artículo de postura Sistema de etiquetado frontal de alimentos y bebidas para México: una estrategia para la toma de decisiones saludables, publicado en la edición julio- agosto de la revista Salud Pública, 31 especialistas afirmaron que “los estudios disponibles indican que el etiquetado que se utiliza en México, que está basado en las Guías Diarias de Alimentación, no funciona y debe ser reemplazado por un sistema efectivo, de fácil comprensión y con criterios correctos”.

El grupo afirmó que el etiquetado frontal no es comprensible para la población en general y además carece de criterios basados en la evidencia científica.

El comité se formó a solicitud de la Secretaría de Salud y contó con la participación de especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, universidades públicas y privadas, así como del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

En el artículo, los expertos presentaron seis puntos para que la Cofepris y la Secretaría de Salud trabajen en la modificacion de un etiquetado idóneo:

1. Debe basarse en recomendaciones internacionales y nacionales, entre ellas las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Nacional de Medicina.

2. Creado por un grupo libre de conflicto de interés con criterios de transparencia.

3. Considerar el uso de un perfil nutrimental único a todas las políticas regulatorias.

4. Enfatizar que la función principal del etiquetado es proporcionar información fácil de comprender sobre ingredientes cuyo alto consumo es nocivo para la salud.

5. Estudios disponibles indican que el GDA no funciona y debe ser reemplazado por un sistema efectivo de fácil comprensión y con criterios correctos.

6. Se requiere etiquetado de advertencia como el que se implementa o diseña en otros países como Chile.

La publicidad chatarra atrapó a los niños y ahora tenemos un México de obesos, alertan ONGs

domingo, agosto 26th, 2018

En 2016 se dio a conocer la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, y entre sus resultados destaca que tres de cada 10 menores en México –niños, niñas y adolescentes– viven con exceso de peso. Ese mismo año, el Gobierno federal, que encabeza Enrique Peña Nieto, decretó la emergencia epidemiológica.

Aunque un par de años antes, en 2014, comenzó a operar la regulación para restringir la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a los más pequeños, un nuevo documento denominado “Publicidad dirigida a niños: Una infancia enganchada a la obesidad” visibiliza las grandes fallas que ha presentado desde su diseño.

Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).– A pesar de que México está inmerso en una alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes, la publicidad de alimentos y bebidas chatarra dirigida al público infantil es laxa y, además, se ha convertido en una barrera  para prevenir y atacar esas enfermedades crónicas, revela el estudio “Publicidad dirigida a niños: Una infancia enganchada a la obesidad”, realizado y publicado recientemente por la Alianza por la Salud Alimentaria.

“La publicidad de comida chatarra es una de las grandes barreras para lograr una adecuada prevención de la obesidad en México. Es aún más preocupante que no haya regulaciones efectivas que permitan controlarla cuando se dirige de manera especial a la infancia, el grupo poblacional al que más tendríamos que estar protegiendo de ambientes poco saludables”, declaró Simón Barquera Cervera, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, que pertenece al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

“Lo que el documento muestra es que utilizan personajes, celebridades, regalos y promociones para atraer la atención de los niños. ¿De qué sirve que haya horarios en los que no se pueden publicitar estos anuncios si se siguen usando herramientas para atraer a los niños. Los juegos en línea ahora son una de las herramientas más utilizada. La publicidad migró de este pequeño espacio que ocupaba la televisión, hacia otros medios y al final los niños están igual de expuestos”, dijo la maestra Fiorella Espinosa de Cándido, una de las autoras del análisis, en entrevista para SinEmbargo.

Ante el panorama expuesto, la investigadora de la organización civil El Poder del Consumidor (EPC) expuso que “si bien se implementó una regulación que pretendería disminuir la exposición a la publicidad de alimentos y bebidas chatarra, el resultado es que queda muy corta y los niños y niñas siguen estando expuestos en su día a día a estos anuncios que utilizan estrategias de marketing ya bastante bien estudiadas”.

Asimismo, destacó que pese a la regulación, los niños y niñas mexicanos continúan expuestos a “la publicidad millonaria de estos alimentos y bebidas chatarra que sabemos son altos en azúcares, grasas y sodio”.

“El balance [del sexenio de Enrique Peña Nieto] es negativo porque se sabe que una regulación débil puede ser igual de ineficiente que una ausencia de regulación e incluso puede ser peor, porque abre espacios para que esta publicidad se amplíe y llegue a más niñas y niños”, añadió.

Lo que hereda el Gobierno del priista el nuevo Gobierno a cargo de Andrés Manuel López Obrador, destacó, son lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) de una regulación “excesivamente débil”, por lo que ve como única opción fortalecerla y hacerla parte de una Ley General contra la Obesidad que incluya además un marco legal fuerte, en apego a las recomendaciones de expertos y organismos internacionales.

“El llamado al próximo Gobierno es a que atienda las recomendaciones y visualice esto como una política integral, pues una regulación por sí sola no funciona: no es prohibir por prohibir, es generar un ambiente en el que estén primero los derechos de niñas, niños y adolescentes en donde les sea más fácil acceder a una alimentación más saludable”, comentó.

ERRORES Y TOLERANCIA DEL GOBIERNO

En 2016 se dio a conocer la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición y, entre otros resultados, concluyó que tres de cada 10 menores –niños, niñas y adolescentes– viven con exceso de peso. El mismo año, el Gobierno federal decretó la emergencia epidemiológica en el país. Aunque un par de años antes, en 2014, comenzó a operar la regulación para restringir la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a los más pequeños, el documento visibiliza las grandes fallas que ha presentado desde su diseño.

–Excluye a adolescentes de 13 a 18 años aún cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Convención sobre los Derechos del Niño, considera por niño a todo ser humano menor de 18 años. Al no abarcar esas edades permite que las industrias anuncien sus productos a este grupo de edad, que también captará a los más pequeños, pues no es posible aislarlos de esta publicidad.

–No cubre los horarios más populares de la audiencia infantil, aunque durante la programación adulta, los menores de edad acompañan a sus padres y quedan expuestos a la publicidad que se ofrece durante esos horarios. Por si fuera poco, queda libre el resto de los horarios y programas, además de otros medios y herramientas de manipulación y engaño, como son los premios y personajes.

–Deja fuera los programas más populares entre la audiencia infantil: un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala, entre otras cuestiones, que las telenovelas son el programa más visto por los niños, por lo que al no incluirlas, la regulación deja a millones de niños y niñas expuestos a la publicidad.

–Los criterios nutricionales utilizados son laxos: los criterios determinan la cantidad de azúcar, sal, grasas saturadas y calorías que un producto puede contener para ser anunciado, no obstante, la regulación no está basada en los criterios recomendados por expertos en salud y nutrición.

–No incluye otros medios y herramientas de mercado para atraer a los pequeños: sólo se aplica a los anuncios en televisión y cine, pero los menores cada vez tienen mayor acceso a Internet, redes sociales, teléfonos móviles y videojuegos en línea. Por si fuera poco, la calle e incluso la escuela, son espacios de constante contacto con la publicidad de productos poco saludables.

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LA SCJN POSPONE DISCUSIÓN SOBRE ETIQUETADO

El martes pasado, EPC dio a conocer que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene el poder de tomar una decisión “trascendental” para mitigar la epidemia de obesidad y diabetes en que se encuentra inmerso el país: en manos del máximo tribunal está la resolución de lograr un etiquetado frontal, con base en la evidencia científica y en apego a los estándares nacionales e internacionales o seguir con la desinformación del actual que no es sencillo de comprender ni siquiera entre estudiantes de nutrición.

Ayer, ministros de la Segunda Sala darían resolución al amparo 240/2018 presentado por EPC en 2015 tras la implementación del etiquetado frontal con el formato Guías de Porciones Diarias (GDA), utilizado por la industria de bebidas y alimentos desde 2011 que ha sido criticado por su poca claridad, pero la reunión fue pospuesta.

“Los ministros decidieron posponer la discusión del amparo 240/2018 que fue presentado por El Poder del Consumidor. No se expusieron las razones por las que se posponía ni se dijo nueva fecha para su resolución. Estamos a la espera de nueva fecha para su discusión”, dijo el abogado Javier Zúñiga, asesor legal de la ONG.

México es líder en niños obesos, y el Gobierno lo ignora; un grupo se une para enfrentar la epidemia

sábado, agosto 11th, 2018

México tiene colgada la medalla de oro en obesidad infantil a nivel mundial, lo dice el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef). En el territorio nacional, tres de cada 10 niños viven con exceso de peso, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, la situación no es óptima pero, como una chispa de luz entre las tinieblas, especialistas de la Clínica de Obesidad del Hospital Infantil de México Federico Gómez hacen un esfuerzo por cambiar el panorama con el Grupo Paidos.

Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).– Los niños se están desarrollando en un ambiente obesogénico que los enferma y los hace propensos a convertirse en adultos con exceso de peso, diabetes, hipertensión, dislipidemias, cáncer y muchos otros padecimientos en los que el sobrepeso y la obesidad juegan un papel fundamental.

En entrevista para SinEmbargo, el doctor Salvador Villalpando Carrión, jefe del Departamento de Gastroenterología y Nutrición del Hospital Infantil de México Federico Gómez, explica que los niños con exceso de peso son 3.7 veces más propensos a ser adultos obesos.

“Si tú tienes obesidad antes de los 12 años, tienes 3.7 veces más riesgo de desarrollar obesidad en la edad adulta […] Sabemos que la obesidad se relaciona con altísima prevalencia de diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, hipertensión, alteraciones de la marcha y una menor expectativa de vida”, dijo.

México siente la gravedad del asunto y los infantes no están exentos: el país tiene colgada la medalla de oro en obesidad infantil a nivel mundial, lo dice el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef). En el territorio nacional, tres de cada 10 niños viven con exceso de peso, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016.

El análisis arrojó una prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad infantil mayor en localidades urbanas que en rurales: 34.9 por ciento contra 29.0 por ciento.

En noviembre de 2016, en un hecho sin precedentes, el Gobierno federal decretó una alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes mellitus tipo 2, pues el caso de los adultos es aún más dramático: siete de cada 10 sobrepasan su peso ideal y cada año mueren más de 105 mil a consecuencia de la diabetes.

El doctor Salvador Villalpando Carrión explica que los niños con exceso de peso son 3.7 veces más propensos a ser adultos obesos. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

“El sistema de salud se ha sobrecargado y por eso el actual Secretario de Salud actual [José Narro Robles], hace dos años levantó una alerta epidemiológica de un problema grave de salud que tiene que ver con el sobrepeso y obesidad”, lo cual ha ocasionado gastos excesivos para el sector y muertes prematuras.

“Casi no vemos viejitos obesos y no es porque adelgacen, lo que pasa es que se mueren”, alerta.

Expertos en salud y organizaciones de la sociedad civil han señalado una y otra vez lo que hace falta para mitigar el problema y han criticado que el Gobierno mexicano alertó, pero no ofreció soluciones. Sin embargo, el doctor Villalpando afirma que la situación es un problema que debe ser resuelto por toda la sociedad mexicana y es necesario que las personas se acerquen a sus unidades de salud a fin de obtener un diagnóstico certero que permita comenzar a atacar el padecimiento.

“Es un problema nacional y todos tenemos que entrarle de forma pareja”, destaca.

Implementar un etiquetado frontal entendible, regular la publicidad en horarios infantiles, restringir la venta y consumo de comidas y bebidas chatarra dentro de los centros escolares, poner al alcance alimentos frescos y saludables, aumentar al doble el impuesto a las bebidas azucaradas, establecer bebederos en sitios públicos y destinar recursos económicos suficientes a la prevención, son algunas de las propuestas que han emitido las organizaciones.

El médico coincide con la mayoría de esas medidas y agrega otras “sumamente efectivas y a bajo costo”: Promoción exhaustiva de la lactancia materna de seis meses a dos años, alimentación complementaria a la lactancia materna de los niños en los dos primeros años de vida y vigilancia del peso de las mujeres durante el embarazo.

“Si logramos estas tres cosas, de verdad que vamos a ver en menos de 10 años un cambio drástico en la prevalencia de obesidad y sobrepeso infantil y esto se reflejará en las siguientes generaciones en sobrepeso y obesidad en la edad adulta, enfermedad cardiovascular y diabetes”, asegura.

En la realidad de los niños mexicanos, según la Ensanut, hay poca actividad física, una alimentación baja en frutas y verduras y alta en botanas, dulces y bebidas azucaradas.

El 17 por ciento de los niños y niñas de entre 10 y 14 años de edad, es decir sólo menos de la quinta parte, realiza por lo menos una hora de actividad física moderada a vigorosa cada día de la semana, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La doctora Teresa Siliceo Bernardi advierte que existe “relación totalmente directa” entre el consumo de los productos ultraprocesados y la presencia de exceso de peso. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

UN RAYO DE LUZ EN LA OSCURIDAD

De acuerdo con las estadísticas oficiales, la situación no es óptima pero, como una chispa de luz entre las tinieblas, especialistas de la Clínica de Obesidad del Hospital Infantil de México Federico Gómez hacen un esfuerzo por cambiar el panorama con el Grupo Paidos.

Cada año, el hospital atiende a unos 400 niños con problemas de exceso de peso. Desde 2008, llevan a cabo un curso de verano en el que participan entre 20 y 30 menores con obesidad. Un equipo multidisciplinario les habla de la importancia de mantener un peso saludable y les muestra el camino para lograrlo: les explican qué contienen los productos ultraprocesados y las bebidas azucaradas y por qué no es conveniente abusar de su consumo; también les dan opciones de comida saludable y les enseñan a realizar actividad física.

El doctor Villalpando Carrión indica que para mitigar el problema que tiene México, se necesitarían alrededor de 200 clínicas especializadas en obesidad y sobrepeso, además de recursos económicos suficientes para invertir en investigación y en medidas de prevención.

Durante seis semanas de las vacaciones de verano, niños con obesidad –no mórbida– de la Ciudad de México, y de la Zona Metropolitana con posibilidades de acudir al hospital una vez a la semana, son seleccionados para recibir apoyo en el camino de perder peso y así tener una vida más saludable.

La doctora Teresa Siliceo Bernardi, jefa de la Clínica de Obesidad en el HIMFG, advierte que existe “relación totalmente directa” entre consumo de los productos ultraprocesados y la presencia de exceso de peso.

Es por ello que destaca que a lo largo de las seis sesiones, los pequeños y sus madres aprenden de forma didáctica que la obesidad es una enfermedad silenciosa que impacta en la calidad de vida, a leer las etiquetas de los alimentos no nutritivos y altamente energéticos, las consecuencias de consumirlos y a llevar una dieta balanceada.

Los niños, afirma, “empiezan a empujar una modificación de hábitos a su alrededor”, pues entre sus círculos familiares y escolares difunden el mensaje de los beneficios de la alimentación saludable.

Antes de formar parte del Grupo Paidos, consumían “pura azúcar”, dicen entre risas los niños de entre 10 y 12 años al terminar sus actividades en el hospital. Ahora, comparten a este medio digital, comen frutas y verduras porque es más saludable y evitan enfermedades como la diabetes.

¿Dónde están los 130,000 mdp del impuesto al alcohol, chatarra y cigarros? Exigen cuentas a SHCP

martes, julio 24th, 2018

Grupos civiles alertan que no se sabe el destino de más de 130 mil millones de pesos recaudados el año pasado por los impuestos que los mexicanos pagamos cada que compramos comida chatarra, bebidas azucaradas, alcohol y tabaco.

Y critican que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se niega a etiquetar los recursos para el desarrollo e implementación de políticas públicas para la prevención de enfermedades causadas por el consumo de productos, que generan miles de muertes y la inversión de recursos millonarios para el tratamiento de as enfermedades que desencadenan.

Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- Las millonarias sumas recaudadas año con año por los impuestos especiales de productos como el alcohol, el tabaco y la comida ultraprocesada tienen un destino desconocido.

“Ni los impuestos de las bebidas azucaradas ni los de la comida chatarra ni los del alcohol están destinados específicamente a algo. Van a un fondo general y quién sabe a dónde van a parar”, criticó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor (EPC), en entrevista para SinEmbargo.

De acuerdo con EPC, la Fundación InterAmericana del Corazón México y Acción Contra el Alcoholismo AC, el año pasado se recaudaron más de 130 mil millones de pesos por los gravámenes a dichos productos, pero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha negado a etiquetar los recursos a fin de destinarlos al desarrollo e implementación de políticas públicas para la prevención de enfermedades causadas por su consumo y a fortalecer las acciones en salud.

El dinero obtenido del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a esos productos, subrayaron, debe ser designado al establecimiento de medidas de prevención de las consecuencias que provocan, entre ellas, el alcoholismo, el tabaquismo y la obesidad.

Es por ello, que Calvillo, Erick Antonio Ochoa, director de Políticas Públicas en Salud de la FIC México; y Francis Zaballa, directora de Acción Contra el Alcoholismo AC, hicieron un llamado a Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente de México, a poner manos a la obra para proteger la salud de la población y no a las finanzas de las empresas, como ha sucedido durante los últimos sexenios.

“Estamos proponiendo que se transparente el destino de estos recursos y que una parte se vaya a la prevención. Estos productos: alcohol, tabaco y comida chatarra son los principales responsables de enfermedad y muerte en nuestro país”, dijo el director de EPC.

Los costos de atención de padecimientos, ausentismo y muertes causadas por tabaquismo, exceso de alcohol y obesidad alcanzan los 555 mil 794 millones de pesos al año. Foto: Diego Simón Sánchez/ Cuartoscuro.

ENFERMEDADES QUE MATAN Y ENDEUDAN

A partir de datos de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud y el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, las organizaciones afirmaron que los costos de atención de padecimientos, ausentismo y muertes causadas por tabaquismo, exceso de alcohol y obesidad alcanzan los 555 mil 794 millones de pesos al año.

La implementación de los IEPS surgió como un mecanismo de compensación ante los efectos que genera el consumo de los productos mencionados, sin embargo, el dinero no ha sido destinado a la prevención ni a la atención de los daños provocados, como han urgido desde hace años organizaciones no gubernamentales.

Por el contrario, aseguraron, existe conflicto de interés: Las grandes empresas de tabaco, comida chatarra y bebidas azucaradas, y alcohol se han encargado de interferir en el desarrollo de políticas públicas que sean efectivas en la reducción del consumo de sus productos, en apego a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el caso del tabaco, señaló Ochoa, Philip Morris y British American Tobacco abarcan el 95 por ciento del mercado en México y son dueñas de las marcas Marlboro, Delicados, Benson & Hedges, Chesterfield y Faros; y Salem y Montana, respectivamente. Su cabildeo en las cámaras ha logrado evitar que el gravamen de siete pesos por cajetilla crezca y que los espacios públicos sean completamente libres de tabaco, a pesar de provocar la muerte de 66 mil personas cada año en el país.

El tabaquismo puede está asociado con el riesgo de padecer enfisema, enfermedades respiratorias y cardiacas, cáncer de pulmón, esófago, orofaringe; cataratas, disfunción erectil y otros padecimientos. Es uno de los padecimientos prevenibles más costosos para el erario público: alrededor de 80 mil millones de pesos se gastan cada año en atender las enfermedades que causa.

El mercado de la comida chatarra y las bebidas azucaradas en el territorio nacional, recordó Calvillo, es acaparado por Sabritas, Gamesa, Coca Cola, Pepsico, Nestlé, entre otras. Las bebidas azucaradas cuentan con un gravamen de un peso por litro –la mitad del recomendado por la OMS–, mientras la chatarra cuenta con uno de 8 por ciento sobre el valor del producto. Las empresas han logrado poner freno a la implementación de un etiquetado entendible, a la regulación de la venta en escuelas y la publicidad dirigida a niños.

El exceso de peso puede desencadenar una serie de problemas de salud como son diabetes, distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, padecimientos del hígado y la vesícula, hipertensión, dislipidemias, accidente cerebrovascular, artrosis, problemas respiratorios, apnea del sueño y depresión.

De acuerdo con el análisis “Kilos de más, pesos de menos: Los costos de la obesidad en México”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, AC (IMCO), los costos sociales solo por diabetes ascienden a más de 85 mil millones de pesos al año. De esta cifra, 73 por ciento se emplea en tratamiento médico, 15 por ciento se refiere a las pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12 por ciento a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura.

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ONGs piden a Cofepris revisar el nuevo tabaco sin humo; “causará el mismo efecto tóxico”, advierten

Las cerveceras concentran el mercado de bebidas alcohólicas y han detenido el desarrollo de políticas públicas que fomenten el consumo cero, indicó Zaballa. La directora de Acción Contra el Alcoholismo AC recriminó que existen dificultades para conocer cuál es la cantidad de dinero que los productos recaban.

Entre las enfermedades que el consumo elevado de alcohol pueden provocar, se incluyen cirrosis hepática, problemas en páncreas, estómago, sistema nervioso central y periférico; disfunciones sexuales, entre otros. Además, dijo Zaballa, aumenta el riesgo de accidentes de tránsito, embarazos no deseados, violencia, etcétera.

Según un informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en 2017 sólo al tratamiento de cirrosis hepática se asignaron 63 mil 734 millones de pesos.

Con una mano, el Gobierno lanzó alerta por obesidad; con la otra, alentó la chatarra: especialistas

domingo, julio 22nd, 2018

No sólo es la diabetes: el exceso de peso es factor de riesgo también para distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, padecimientos del hígado y la vesícula, hipertensión, dislipidemias, accidente cerebrovascular, artrosis, apnea del sueño y depresión.

Especialistas en salud y nutrición urgen al Estado mexicano a poner en marcha acciones efectivas en prevención y tratamiento de obesidad y sobrepeso que reduzcan el riesgo de presentar otras afecciones.

Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).- Es de dominio público: hace exactamente un año con ocho meses, el Gobierno mexicano decretó alerta epidemiológica por obesidad, sobrepeso y diabetes mellitus tipo 2. El exceso de peso está sumamente relacionado con esta última, sin embargo, es factor de riesgo para desencadenar también otros padecimientos crónicos.

Esa es la razón por la que expertas en salud y nutrición, consultadas por SinEmbargo, urgen al Estado mexicano a poner en marcha acciones efectivas en prevención y tratamiento para reducir el riesgo de presentar enfermedades y complicaciones como varios tipos de cáncer, padecimientos cardiovasculares, del hígado y la vesícula; hipertensión, dislipidemias, accidente cerebrovascular, artrosis, problemas respiratorios, apnea del sueño, entre otras.

Fiorella Espinosa de Cándido, investigadora en la organización El Poder del Consumidor (EPC), dijo al respecto que “el sobrepeso y la obesidad son antesala de muchas otras enfermedades y por ello es importante atender en cuanto se identifica que hay un peso mayor al ideal. La prevención juega un papel muy importante: desde la organización hemos insistido mucho en este punto, para no llegar al desarrollo de la enfermedad o peor, a las complicaciones”.

“Tenemos que lograr que el acceso a una vida saludable sea posible en todos los rincones de nuestro país […] La obesidad produce múltiples complicaciones, por eso debe abordarse como un problema mucho más amplio y tiene que cobrar gran importancia en la agenda pública”, agregó Ana Larrañaga Flota, de Salud Crítica.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La diabetes tipo 2 surge usualmente cuando existe exceso de peso corporal y nula actividad física.

Anteriormente, la diabetes tipo 2 era cosa de adultos; sin embargo, los hábitos alimenticios poco saludables y el sedentarismo han ocasionado que en la actualidad también sea un problema entre la infancia.

La diabetes puede llegar a provocar consecuencias graves en la salud de los pacientes, entre ellas, daños al corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.

Las personas con esta enfermedad tienen un riesgo 2 a 3 veces mayor de sufrir infarto de miocardio y accidente cerebrovascular; también son más susceptibles de presentar insuficiencia renal; además la combinación de neuropatía de los pies y la reducción del flujo sanguíneo aumentan las posibilidades de padecer úlceras e infecciones que pueden derivar en amputación y la retinopatía diabética es capaz de producirles ceguera.

UNA CADENA DE PROBLEMAS

Pero la diabetes no es el único eslabón, la cadena de enfermedades es mucho más larga: distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, padecimientos del hígado y la vesícula, hipertensión, dislipidemia, accidente cerebrovascular, artrosis, problemas respiratorios, apnea del sueño y hasta depresión pueden ser afecciones que terminen por aparecer, impulsadas por el exceso de peso.

-Cáncer: de acuerdo datos del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el peso excesivo es factor de riesgo para distintos tipos de cáncer como son: de vesícula biliar, de endometrio, esófago, hígado, páncreas, riñón, ovario, tiroides, colorrectal, meningioma (tumor cerebral), mieloma múltiple (de la médula ósea) y mama. Este último se convirtió en 2006 en la primera causa de muerte por cáncer en mujeres: cada 2 horas cobra una vida en el país.

-Enfermedades cardiovasculares y accidentes vasculares cerebrales: según la OMS son causados principalmente por una dieta poco saludable, inactividad física, además del consumo de tabaco y alcohol. El volumen corporal funge como “sobrecarga de trabajo para el corazón”, pues demanda un esfuerzo mayor para realizar cualquier movimiento, además existe presión física que oprime vasos, venas y arterias, señala el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

-Hígado graso no alcohólico: es causado por el exceso de grasa en las células del hígado.

-Problemas en la vesícula: entre los factores de riesgo para desarrollar colecistitis –inflamación de la vesícula biliar ocasionada principalmente por cálculos- y colelitiasis –presencia de cálculos en la vesícula biliar– se encuentran, entre muchos otros, la obesidad, diabetes y dislipidemias.

-Hipertensión: surge cuando la presión arterial aumenta. Con ella, el riesgo de un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular incrementa. Uno de cada tres adultos mexicanos padece esta enfermedad crónica degenerativa cardiovascular que provoca más de 50 mil muertes al año, según el IMSS.

-Dislipidemias: la Fundación Mexicana de la Diabetes las define como el conjunto de afecciones que tienen en común la concentración normal de grasa en la sangre. Estas, además, son factores de riesgo para desencadenar enfermedades cardiovasculares.

-Artrosis: es una enfermedad caracterizada por la rotura del cartílago, cambios óseos en las articulaciones, deterioro de los tendones y ligamentos y distintos grados de inflamación en el revestimiento articular, de acuerdo con el Colegio Americano de Reumatología.

-Apnea del sueño: es el conjunto de pausas en la respiración de por lo menos 10 segundos durante el sueño, según la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

-Depresión: la obesidad se hace acompañar frecuentemente de la depresión y una puede ocasionar e influir sobre la otra, señala la Asociación Psicológica Americana (APA, por sus siglas en inglés).

El año pasado, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, la Federación Internacional de Obesidad (World Obesity Federation) estimó que si no se toman cartas en el asunto, para el año 2025 existirán 2.7 mil millones de personas con sobrepeso u obesidad en todo el planeta.

Asimismo, dio a conocer que los costos de la epidemia son ya elevados y podrían seguir aumentando. Tratar la obesidad en el mundo no es barato: se destinan 470 mil millones de dólares para atender enfermedades cardiovasculares, 398 mil millones para diabetes, 350 mil millones para depresión, 300 mil millones para hígado graso no alcohólico y 166 mil millones para nuevos casos de cáncer.

El exceso de peso es factor de riesgo para distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, padecimientos del hígado y la vesícula, hipertensión, dislipidemias y más. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

¿CÓMO SABER SI TIENE OBESIDAD O SOBREPESO?

La obesidad y el sobrepeso son padecimientos definidos por la OMS como la acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Mediante el índice de masa corporal (IMC) es posible tener un acercamiento al diagnóstico, pero sólo un experto puede determinarlo con certeza, pues el IMC no distingue entre grasa y músculo.

Al tomar en cuenta distintas características del paciente, los médicos diagnostican con obesidad a quienes cuentan con un IMC igual o superior a 30 y con sobrepeso si es igual o superior a 25.

¿Padezco obesidad o sobrepeso? Espinosa y Larrañaga recomendaron acercarse con especialistas en nutrición o con un médicos generales que realicen los análisis pertinentes para determinarlo. Pero señalaron que una manera de conocer si la grasa es excesiva es a través de la medición de la circunferencia de la cintura: para mantener una buena salud, la parte más angosta del tronco no debe sobrepasar los 80 centímetros en mujeres y los 90 en hombres.

¿QUÉ HACER PARA MITIGAR EL PROBLEMA?

Las expertas en salud consideran que el Estado tiene la responsabilidad de propiciar un ambiente saludable en el que el fácil acceso a alimentos frescos y naturales sea una realidad. Al mismo tiempo, manifiestan, debería implementar una serie de medidas para mitigar el ambiente obesogénico con el que hoy cuenta el país, para lograrlo emitieron algunas recomendaciones:

-Limitar la publicidad y disponibilidad de productos procesados y ultraprocesados, además de bebidas azucaradas.

-Establecer etiquetados frontales entendibles que permitan a los consumidores tomar decisiones informadas.

-Aumentar al doble el impuesto que existe hoy a las bebidas azucaradas, pues la evidencia científica ha revelado su efectividad para aminorar el consumo.

-Destinar suficientes recursos a la prevención y tratamiento de obesidad, sobrepeso y diabetes.

-Restringir la venta y consumo de comidas y bebidas chatarra dentro de los centros escolares.

-Colocar bebederos en sitios públicos como escuelas, hospitales, parques, etcétera.

Aunque Larrañaga y Espinosa subrayaron que el problema de sobrepeso es multifactorial, requiere atención desde las autoridades y no se trata de “decisiones individuales”, indicaron que las personas podrían comenzar con cambios de hábitos que incluyan eliminar de la dieta productos procesados, opten por la hidratación mediante agua natural y realicen regularmente ejercicio físico.

De panzas enormes a cáncer: los refrescos apagan la salud del mexicano, plantea nuevo estudio

jueves, julio 19th, 2018

Tras una investigación de varios años, científicos de la UNAM confirmaron que las bebidas con altos contenidos de azúcar detonan el síndrome metabólico, que conlleva la presencia de obesidad abdominal, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, incremento de triglicéridos y colesterol.

Ante ello, Fiorella Espinosa de Cándido, investigadora en salud alimentaria de la organización El Poder del Consumidor, advirtió que “no es suficiente un impuesto, se requiere una política integral que genere una transición de esta alimentación inadecuada que está teniendo la población a una más saludable a base de alimentos frescos y nutritivos”, acompañada de agua natural, infusiones o bebidas con bajo contenido de azúcar.

Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).- El consumo regular de bebidas azucaradas es causa de cáncer, diabetes tipo 2, hipertensión, incremento de triglicéridos y colesterol, secreción excesiva de insulina, resistencia a dicha hormona e intolerancia a la glucosa, confirmó el Departamento de Neurociencias Cognitivas de la División de Neurociencias, del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tras una investigación de varios años, científicos de la máxima casa de estudios revelaron que las bebidas con altos contenidos de azúcar detonan el síndrome metabólico, definido, por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), como el conjunto de factores de riesgo asociados en una misma persona que conlleva a la presencia de los males enumerados.

La mitad de los adultos mayores de 20 años padecen el síndrome metabólico, de acuerdo con el Departamento de Fisiología de la Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMSZ), que el mes pasado dio a conocer los resultados de un estudio aplicado a 1 mil 65 personas en la Ciudad de México.

La doctora Marcia Hiriart Urdanivia, del Instituto de Fisiología Celular, informó que a fin de conocer los efectos y secuelas de los productos bebibles azucarados implementaron un modelo con ratas a las que dieron una bebida similar a los jugos y refrescos, es decir, con azúcar blanca de mesa al 20 por ciento.

Tras dos meses de consumir la bebida, los roedores presentaron aumento de la grasa abdominal, los triglicéridos, insulina, resistencia a la misma e intolerancia a la glucosa.

Investigadores de la UNAM revelaron que las bebidas con altos contenidos de azúcar detonan el síndrome metabólico. Foto: UNAM.

La investigadora explicó que el crecimiento de la grasa abdominal origina mediadores químicos llamados adipocinas y atrae glóbulos blancos que producen citocinas. Esos procesos, agregó, son percibidos por el organismo como una inflamación.

Advirtió que la diabetes tipo 2 aparece cuando las células beta -encargadas de sintetizar y segregar la insulina– han sido estimuladas de forma excesiva durante algún periodo de tiempo y se agotan, después se vuelven incapaces de producir suficiente insulina para mantener la concentración de glucosa en niveles normales.

Los resultados del análisis cobran fuerza en un país inmerso en una epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes que fue decretada en noviembre de 2016, sin que al momento existan medidas suficientes y efectivas para mitigarla.

Datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) revelaron que 34.9 por ciento de los niños, 36.3 por ciento adolescentes y 71.2 por ciento adultos viven con exceso de peso y 9.4 tienen diagnóstico de diabetes.

En resumen: 3 de cada 10 niños, 3 de cada 10 adolescentes y 7 de cada 10 adultos padecen sobrepeso u obesidad y 1 de cada 10 mexicanos presenta diabetes.

Con un gran Frankenstein integrantes de la Alianza por la Salud se manifestaron afuera de la Secretaría de Salud, en la cual denunciaron que en este sexenio ha habido más muertes por diabetes en México que las muertes por la guerra en Siria. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

URGEN MEDIDAS 

Especialistas en materia de salud y organizaciones de la sociedad civil han alertado que el consumo de bebidas azucaradas ha sido uno de los factores responsables de la emergencia epidemiológica por dichas enfermedades no transmisibles:

De acuerdo con cifras de 2014 presentadas por el doctor Dariush Mozaffarian, director de la Escuela Friedman de Ciencia y Políticas Nutricionales, en la República Mexicana las bebidas azucaradas son responsables de más de 24 mil muertes anuales y además provocan entre el 22 y el 33 por ciento del total de los decesos relacionados con diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.

Sin embargo, los mexicanos consumen refrescos en exceso: la misma Ensanut de 2016 señaló que el 81.5 por ciento de los niños, 83.9 por ciento de los adolescentes y 85.3 por ciento de los adultos consumen con regularidad bebidas azucaradas no lácteas.

Una Coca Cola de 600 mililitros, según El Poder del Consumidor (EPC), contiene poco más de 12 cucharadas cafeteras de azúcar, o sea, más del 180 a 252 por ciento de lo que un adulto debería consumir en todo un día, en apego a las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón.

En enero de 2014, el Gobierno mexicano puso en marcha el Impuesto Especial (IEPS) del 10 por ciento para las bebidas azucaradas y aunque la medida ha sido reconocida por especialistas y organizaciones también se ha solicitado que se aumente al doble, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cabe mencionar que durante el primer año de implementación del IEPS, los mexicanos redujeron en 6 por ciento la compra de las bebidas no saludables y ya para finales de 2014 se llegó a una reducción promedio de 12 por ciento, además la compra de agua natural aumentó 4 por ciento durante el mismo periodo de tiempo.

El gravamen, de acuerdo con un estudio publicado en la revista especializada PLOS Medicine de Estados Unidos, podría salvar unas 18 mil 900 vidas de adultos de entre 35 y 94 años y reducir el impacto de la diabetes y otras enfermedades en el país en el transcurso de una década.

Ante el panorama expuesto, Ana Larrañaga Flota, de la organización civil Salud Crítica, y Fiorella Espinosa de Cándido, investigadora en salud alimentaria en EPC, en entrevista para SinEmbargo subrayaron la urgencia de la intervención del Estado para reducir el consumo de bebidas azucaradas y con ello se contribuya a la mitigación de la epidemia de obesidad y diabetes.

Sobre el análisis realizado por el Instituto de Fisiología Celular, Larrañaga expuso que el Estado tiene  un papel fundamental en la protección de la salud de los ciudadanos, por lo que señaló la importancia de contar con este tipo de información científica para que los tomadores de decisiones la consideren al momento de hacer cualquier tipo de alianza con actores que puedan representar conflictos de interés, pues en diversas ocasiones la organización a la que pertenece y otras como EPC han denunciado que existe un contubernio entre las refresqueras y el Gobierno.

“Es importante que sus acciones se enfoquen en resolver y prevenir este problema. A final de cuentas la evidencia científica de calidad debe ser la base de la política pública”, manifestó.

En su oportunidad, Espinosa de Cándido remarcó que el estudio refuerza la necesidad de dar un mensaje a la población de evitar y no sólo reducir el consumo de bebidas azucaradas y acompañarlo de regulaciones en la disponibilidad y publicidad.

“No es suficiente un impuesto, se requiere una política integral que genere una transición de esta alimentación inadecuada que está teniendo la población a una más saludable a base de alimentos frescos y nutritivos”, acompañada de agua natural, infusiones o bebidas con bajo contenido de azúcar, dijo.

Ambas especialistas en nutrición enlistaron una serie de recomendaciones dirigidas al Estado mexicano para paliar la problemática:

-Etiquetados claros.

-Prohibición de publicidad de estos productos en horarios de consumo televisivo infantil.

-Programas educativos sobre alimentación saludable en las escuelas.

-Implementación de bebederos en lugares públicos.

-Aumento del doble del impuesto a las bebidas azucaradas y dirigir los recursos a la prevención de las enfermedades no transmisibles.

-Prohibición de la venta de bebidas y alimentos chatarra dentro de las escuelas a todos los niveles.

-Atención médica de calidad en el primer nivel.

La salud de los mexicanos se ha decidido desde el sector privado durante años, dicen especialistas

domingo, julio 8th, 2018

El concepto “puertas giratorias” se ha utilizado para describir de manera general la transferencia de recursos humanos entre los sectores privado y público, es decir, personas que ocuparon cargos en el Gobierno una vez que dejan esa responsabilidad se desempeñan como ejecutivos o gerentes en empresas privadas, explicó el doctor Maximiliano García Guzmán.

El fenómeno de las puertas giratorias está inmerso en diversos ámbitos, incluido el de la salud: individuos saltan entre empresas y Gobierno en busca del beneficio propio, sin reparar en el interés público.

Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).- Del Gobierno a las empresas y de las empresas al Gobierno: las puertas giratorias son un fenómeno constante en México, donde las políticas públicas son dictadas a modo de favorecer los intereses económicos privados y el sector salud no es la excepción.

El concepto “puertas giratorias” se ha utilizado para describir de manera general la transferencia de recursos humanos entre el sector privado y el sector público, es decir, personas que ocuparon cargos públicos una vez que dejan esa responsabilidad se desempeñan como ejecutivos o gerentes en empresas privadas, explicó Maximiliano García Guzmán, profesor de tiempo completo en el Centro de Estudios en Administración Pública (CEAP) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista para SinEmbargo, el doctor subrayó que no se trata de un fenómeno negativo per se, sino un ejercicio que ocurre porque la experiencia que se adquiere en ciertos temas en el sector privado en ocasiones se requiere en el sector público en términos del manejo de áreas especializadas y viceversa.

No obstante, puntualizó, con el cambio de modelo de desarrollo, los sectores se han fusionado a tal grado que los principios de las empresas y sus integrantes comienzan a influir en responsabilidades públicas.

“Las empresas pueden lograr incidir en que se generen ciertas políticas que le beneficien en determinados mercados”, señaló, incluso al grado de caer en claros conflictos de interés.

Cuando un empresario traspasa al sector público o cuando un funcionario público llega al sector privado, manifestó, se debe evitar perder de vista posibles conflictos de interés que se podrían manifestar en:

• Uso de información privilegiada: la información es asimétrica frente a otros actores porque tienen conocimientos previos –a veces secretos o confidenciales– de ciertos ámbitos, principalmente de mercado que pueden ser utilizados para beneficio de las empresas.

• Incidencia en decisiones de interés público: los funcionarios pueden tejer redes para incidir en la forma en la que se conducen los organismos y en las políticas públicas o regulaciones que pueda desarrollar un Gobierno y con ello favorecer a ciertos actores.

“Es una cadena de conflicto de interés que ha llevado a que cada vez más países emitan reglamentaciones para evitar justamente estos efectos de las puertas giratorias”, dijo el especialista en Gobierno y Asuntos Públicos.

EL ÁMBITO DE SALUD Y LAS PUERTAS GIRATORIAS

Eduard Martín-Borregón, director de Datos, Periodismo y Tecnología del Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER, por sus siglas en inglés), recordó lo que sucede en la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), de donde han surgido al menos cinco de los últimos nueve secretarios de salud del país.

Jesús Kumate, quien fue Secretario de Salud durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, donó en comodato el terreno donde está edificada Funsalud. Después, el funcionario se convirtió en asociado honorario de la organización empresarial.

Mercedes Juan López estuvo al frente de la Secretaría de Salud (SSa) de diciembre 2012 a febrero de 2016 y para asumir el puesto público dimitió a la presidencia ejecutiva de Funsalud. José Narro Robles, actual Secretario, fue parte del Comité Técnico del organismo empresarial.

“Funsalud es un think tank de derechos que promueve las políticas en favor de las empresas y en favor de que cada vez se les generen más beneficios. Ellos lo ven desde el espacio que la salud debe ser provista por medio de empresas privadas, es decir, con fines de lucro, y eso lo hacen empresarios en vez de que sea el Estado quien provea estas políticas”, dijo a este medio digital.

Entre las empresas asociadas a Funsalud se encuentran las farmacéuticas Novartis, Sanfer, Pfizer y Abbvie; hospitales privados como Ángeles y Centro Médico ABC; además de Nestlé, Bimbo y Coca Cola, de la industria alimentaria y de bebidas.

Una investigación realizada en 2016 por Martín-Borregón y Paola de Loera para PODER con información de la plataforma Méxicoleaks expuso que Funsalud promovió dos modificaciones trascendentales al sistema de salud: la descentralización de los servicios y la implementación del Seguro Popular.

La descentralización estuvo a cargo de Guillermo Soberón Acevedo, quien estuvo al frente de la Secretaría de Salud entre 1986 y 1888, durante el sexenio de Miguel de la Madrid. Un año antes de ocupar el puesto público, el médico cirujano impulsó la creación de Funsalud donde fue presidente ejecutivo entre 1988 y 2004. Hoy es el presidente emérito de la fundación.

El Seguro Popular se constituyó en la administración de Vicente Fox Quesada, señala la investigación, “bajo el programa Nacional de Salud, apoyado activamente por la Funsalud”, durante ese tiempo Julio Frenck Mora estaba al frente de la SSa y un par de años antes se desempeñaba como vicepresidente ejecutivo de lo que PODER llama una “organización lobbista”.

“Si los últimos secretarios de salud han sido miembros del Funsalud, entonces tienen una capacidad bestial para influir en la política pública, es decir, no es que incidan en la política pública, es que la diseñan directamente”, afirmó Martín-Borregón. Y subrayó: “convierten el derecho a la salud en un negocio, por lo tanto ganan dinero con él”.

Asimismo, manifestó: “Se puede hablar de puerta giratoria cuando una persona pasa de ocupar un cargo público a privado y de privado a público […]. Se puede sospechar que la persona que hace este cambio sigue trabajando o va a seguir haciendo más por el interés de donde estaba trabajando con anterioridad que por el interés público. Unas personas que están trabajando para el interés privado en una organización que está promoviendo la privatización de la sanidad y hacen cambio a la Secretaría de Salud, me parece que es una puerta giratoria”.

La principal consecuencia de ello, apuntaló, ha sido la privatización del servicio de salud ocasionada por la mala calidad del sistema público. Como ejemplo citó el caso de las farmacias que cuentan con consultorios médicos y que hoy proliferan.

Un estudio reciente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria AC (CIEP) arrojó que los tiempos de espera en consultorios privados y farmacias se reducen a más de la mitad, en comparación con servicios públicos. También expuso que una persona afiliada al Seguro Popular gasta en promedio mil 463 pesos al año en estos sitios.

“Ahora mismo la salud de México está privatizada […]. México no está proveyendo un buen servicio de salud a sus ciudadanos, tenemos la peor sanidad y toda una serie de empresarios se enriquecen a partir de la mala gestión que hace el Gobierno mexicano de la salud y del abandono a este espacio”, sostuvo.

EPIDEMIA DE OBESIDAD Y PUERTAS GIRATORIAS

El caso del doctor Jaime Zabludovsky es otro ejemplo de caso de puertas giratorias. En el sector público ocupó, entre otros cargos, el de economista en la dirección de investigación económica del Banco de México (Banxico) entre 1984 y 1985, también fungió como subjefe de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1990 a 1994 y fue subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial entre 1994 y 1998.

En 2007, se convirtió en presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo AC (ConMéxico), donde permanece. La asociación alberga 44 empresas de distintos sectores incluido el de alimentos y bebidas, entre las que sobresalen Coca Cola México, Coca Cola Femsa, Nestlé, Pepsico, Bimbo, Gruma, Barcel, Danone, Alpura, Lala y Kellogg’s, principales fabricantes de productos procesados y ultraprocesados, relacionados con padecimientos como obesidad y diabetes.

“El sistema alimentario mexicano sufrió una invasión de estos productos [ultraprocesados] y uno de los actores clave para lograrlo fue Jaime Zabludovsky como jefe del grupo de negociación del Tratado. Esos favores se pagan y pasa desapercibido que sea el presidente de ConMéxico y el principal estratega y cabildero en contra de cualquier política que pueda afectar los intereses de la industria de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas”, apuntó Alejandro Calvillo Unna, director de la organización civil El Poder del Consumidor (EPC).

Cabe recordar que desde noviembre de 2016, el Gobierno federal decretó emergencia epidemiológica por la situación de obesidad y diabetes que enfrenta México. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) de medio camino, 3 de cada 10 niños y 7 de cada 10 adultos viven con exceso de peso. Además, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que durante dicho periodo fallecieron 105 mil 574 personas a consecuencia de la enfermedad no transmisible, mientras en 1990 las muertes por la misma causa llegaban a 25 mil 782.

Las líneas de acción de ConMéxico, según su página oficial, consisten en “incidir en el diseño y ejecución de políticas públicas y privadas con el debido sustento técnico y/o científico, para fomentar un entorno institucional sólido y la promoción de un marco regulatorio certero, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, que fomente la inversión y permita el sano desarrollo de la industria de bienes de consumo”.

EPC ha acusado reiteradamente que el organismo empresarial ha dirigido la estrategia de cabildeo de la industria de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas contra las políticas de prevención de la obesidad en el país, con lo que ha logrado impedir la implementación de una regulación efectiva del etiquetado frontal, pues el que existe actualmente fue diseñado por la industria y se debilitó la regulación de la publicidad de dichos artículos, dirigida a los niños.

Por si fuera poco, EPC también ha denunciado que ConMéxico ha sido pieza clave en la Alianza de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas de América Latina (ALIAB), que se ha declarado en contra de los criterios de consumo diario de azúcar establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se ha opuesto a los etiquetados frontales de advertencia que ya operan en Ecuador y Chile y a los que se proponen en Perú y Uruguay, así como en contra de los impuestos a las bebidas azucaradas y los alimentos con alta densidad calórica en la República Mexicana.

El académico García Guzmán indicó que el caso de Zabludovsky es “muestra clara” de cómo se llegan a conectar el ámbito público y privado para favorecer intereses específicos que no tienen que ver con el bienestar de todo un país.

“Gran parte del problema de la obesidad tiene que ver con cómo se han construido las políticas públicas de alimentación en los últimos años, cómo se han dejado de producir alimentos sanos a favor de productos procesados que son los que se ponen al alcance de la población en términos de consumo. El problema en términos éticos viene cuando la incidencia no tiene qué ver con beneficios colectivos, sino con beneficios privados”, concluyó.