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Investigadores de la UNAM hacen biocombustible con desechos de las industrias de queso y vino

domingo, abril 4th, 2021

Por el momento, la propuesta de los investigadores es utilizar los biocombustibles gaseosos en las propias productoras de vino y queso para hacerlas autosuficientes y sin la necesidad de transportar muy lejos el biogás.

Ciudad de México, 4 abril (EFE).- A partir de los residuos que generan las industrias de queso y vino, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) obtuvieron hidrógeno y metano, biocombustibles gaseosos útiles para generar electricidad mediante un proceso limpio.

En un comunicado, la institución informó este domingo que académicos del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, en la Unidad Juriquilla, en el estado de Querétaro, encabezados por el investigador Germán Buitrón, utilizaron el mosto o zumo de las uvas y su cáscara, además del suero de la leche resultante de la industrialización del queso, para generar valor agregado.

“El efluente vitivinícola lo recogemos durante la vendimia (de junio a noviembre) entre las ciudades de Tequisquiapan y Ezequiel Montes, en el estado de Querétaro”, explicó Buitrón.

Dijo que en “esa zona donde están concentradas las bodegas y viñedos, mientras que el resto del año obtenemos el suero de la leche para trabajar en el laboratorio y generar electricidad con el biogás”.

Tras la recolectados, los residuos se llevan al laboratorio del Instituto donde se procesan con microorganismos (bacterias y arqueas) en varios reactores y una planta piloto en un proceso en serie.

El investigador señaló que los efluentes vitivinícolas “vienen con un pH ácido, lo que es ideal para iniciar el proceso en dos etapas: en la primera generamos hidrógeno en condiciones ácidas en un reactor, y ácidos grasos volátiles”.

Explicó que, además, el material “viene también con etanol, parte de éste se oxida y se forma ácido acético, propiónico, butírico e hidrógeno. Se cosecha el hidrógeno y los ácidos grasos se pasan al reactor productor de metano, en donde la materia orgánica ya está más fácilmente asimilable”..

“En la etapa acidogénica, donde producimos hidrógeno, utilizamos bacterias que les gustan pH ácidos, que es como viene el efluente. En el reactor metanogénico están las arqueas, que también son microorganismos y les gusta el pH neutro. En el reactor podemos darles esas condiciones”, detalló.

El experto expuso que el proceso de los microorganismos trabajando en los reactores está automatizado y controlado con un modelo matemático que sabe alimentar del primer reactor lo que necesita el segundo reactor, esto con el objetivo de maximizar la producción de metano.

Recordó que el proceso del hidrógeno “es más rápido y con pH ácido”, mientras el del metano “es más lento y con pH neutro” y dijo que la aportación de los investigadores fue automatizarlo y maximizar la producción de ambos gases.

Por ahora, la propuesta del grupo es utilizar los biocombustibles gaseosos en las propias productoras de vino y queso para hacerlas autosuficientes y sin la necesidad de transportar muy lejos el biogás.

El plástico se lavó la cara y está de regreso, con furia, con excusa de que “todo tiene coronavirus”

domingo, mayo 31st, 2020

El sector productor de plástico promueve y promociona el material como garantía sanitaria frente a la COVID-19, pero el Gobierno español teme el aumento de utensilios de un solo uso durante la actual crisis por la pandemia.

Por Raúl Rejón

Madrid, España, 31 de mayo (ElDiario.es).- El plástico estaba rodeado. Las imágenes de la basura atestando la superficie y el fondo marino o los millones de partículas en desembocaduras de ríos y playas remotas habían evidenciado la ingente cantidad de residuos de este material generados y abandonados a diario. Pero la pandemia de la COVID-19 está sirviendo para relanzar un material cuyo consumo supera los 3.5 millones de toneladas al año en España de los que 2.5 millones se convierten en residuos, según los datos de Cicloplast, entidad que aúna a fabricantes y transformadores.

La directiva europea para acabar con las bolsas, la que prohibirá los utensilios de usar y tirar o la que instaurará la economía circular estaban estrechando el campo al plástico a medida que se convertían en leyes en los países de la Unión Europea. Al fin y al cabo, el 70 por ciento del plástico consumido se va a envases, menaje, juguetes, papelería o muebles. De esos 2.5 millones de toneladas de desechos contabilizados en España, dos terceras partes son envases. Se recicla alrededor de un millón.

Sin embargo, durante la pandemia, el plástico (como superficie aislante) ha visto reimpulsada su imagen: pantallas faciales para sanitarios, mamparas en las cajas de los supermercados, pero, también, productos desechables y envoltorios de alimentos se han relanzado. La plataforma EsPlástico -que aglutina organizaciones de la industria como el Instituto Tecnológico del Plástico, la Asociación Nacional de Productores o la patronal europea PlasticsEurope- ha visto la oportunidad: “Desde el comienzo de la pandemia provocada por el coronavirus, la mayoría de las 3 mil empresas que componen la industria de los plásticos están trabajando para dar una respuesta eficaz al abastecimiento de sectores esenciales. Cabe destacar la reconducción de la producción al sector alimentario y sanitario para abastecer a la población”. El director de Aimplas, José Antonio Acosta decía a Efe que, en este contexto de crisis sanitaria, “encontrar hortalizas y vegetales envueltos en filme plástico ofrece al consumidor muchas más garantías”.

Asociaciones de cuidado del medio ambiente en España señalaron que se está recibiendo un 15 por ciento más de materiales desechables desde el inicio de la cuarentena. Foto: ANSE

La Vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, admitía el pasado 18 de mayo en el Senado que tiene pendiente abordar “el reto de los plásticos de un solo uso cuyo crecimiento como consecuencia de las medidas higiénicas y de precaución de estas semanas nos preocupa enormemente”. La organización Ecoembes, formada por los principales productores de envases desechables, aseguraba hace tres semanas que los contenedores amarillos estaban recibiendo un 15 por ciento más de material desde el inicio del estado de alarma debido “al mayor consumo en los hogares, producto del confinamiento”.

Los ambientalistas creen que lo que se está viviendo es una campaña de relanzamiento del producto que se veía arrinconado con una batería de normas encaminadas a reducir su uso masivo y efímero. Carlos Arribas, de la organización Ecologistas en Acción, pone en duda las cifras de Ecoembes y ve un intento de promocionar “un injustificable sobreenvasado”. Injustificable, a su juicio, porque “lo que se ha demostrado es que el virus se transmite, básicamente, de persona a persona, no por contacto con otros objetos”. Arribas insiste en que el sector del plástico está “promocionándose como algo mucho más seguro”.

En este sentido, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria ha recordado en un dossier para consumidores del 20 de mayo que “no hay pruebas de que envases contaminados que han estado expuestos a condiciones y temperaturas diferentes transmitan la infección”. Es cierto que el virus SARS-CoV-2 ha demostrado permanecer sobre el cartón hasta 24 horas y unas 72 en superficies como el acero y el plástico. Sin embargo, la Organización de Consumidores OCU publicaba el 16 de mayo una lista de 66 productos comprados en diferentes comercios de los cuales ninguno superó una prueba PCR positiva para este coronavirus.

FALSA SEGURIDAD

Con todo, la promoción del plástico parece haber regresado. “Todavía no hay datos sólidos sobre un aumento de uso, pero lo que sí está claro es que se está recuperando menos”, asegura Julio Barea, de la organización Greenpeace. Este grupo sí ha calculado que el empleo de toallitas higiénicas ha crecido un 49 por ciento durante la pandemia. “Se van desintegrando en microplásticos que, si se tiran a la red de saneamiento, terminan en los cursos y mares”, aseguran.

Barea también coincide en que se está activando esa campaña de recuperar terreno perdido: “Deberíamos poder seguir llevando más que nunca nuestros envases al hacer la compra y mantener la venta a granel. Nos están vendiendo una falsa seguridad”.

Ambos ambientalistas coinciden en que “se está aprovechando el momento para presionar sobre las normas que iban a regular este sector, sobre todo la de utensilios de un solo uso”. Estos productos, como popotes, colillas, vasos o tapones, suponen el 70 por ciento de la basura en las playas. La directiva europea pide acabar con ellos en 2021 además de obligar a recuperar el 90 por ciento de las botellas de plástico en 2029.

Ahora toca adaptar esa norma de la Unión Europea a las leyes de cada país miembro y es cuando, al calor de la pandemia, se están produciendo movimientos dilatorios, afirman los ecologistas. Un ejemplo puede verse en España. El Gobierno de las Islas Baleares, uno de los más ambiciosos a la hora de legislar sobre basura plástica, ha terminado por decretar una moratoria para la entrada en vigor de parte de su propia norma ambiental: la prohibición del plástico desechable que debía actuar desde el 1 de enero del año que viene ha sido aplazada tanto tiempo como dure el estado de alarma. Esa duración se añadirá al plazo previsto inicialmente para dar salida “a los stocks de los sectores afectados”, según ha argumentado el Vicepresidente autonómico, Juan Pedro Yllanes.

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México avanza a un Mundo sin Residuos con PetStar, la planta de reciclaje más grande del mundo

lunes, diciembre 9th, 2019

Ciudad de México, 9 de diciembre.– En México, la falta de educación ambiental, infraestructura y políticas públicas adecuadas para la gestión y disposición final de los residuos, han generado principalmente dos problemáticas: contaminación visual, e insuficiente recolección, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos.

De acuerdo con el reporte “Visión nacional hacia una gestión sustentable: Cero residuos” de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el País se generan más de 44 millones de toneladas anuales de residuos y se espera que este número alcance 65 millones para el año 2030.

En esta línea, de acuerdo con la asociación Ecología y Compromiso Empresarial (ECOCE), en la Ciudad de México se producen más de 13 mil toneladas por día, de las cuales 4 mil 600 toneladas, son reutilizadas.

Para promover la gestión de los residuos, nuestro país cuenta con diversos instrumentos regulatorios y de política pública, tales como los Programas Nacionales para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en los que se busca fomentar su valorización y minimizar el impacto en el medio ambiente y salud humana que la basura puede ocasionar.

Asimismo, han sido firmados convenios internacionales para el correcto manejo de residuos sólidos y residuos de manejo especial y peligroso de prioridad global, complementado así la gestión integral a nivel nacional.

Como resultado de ello, se ha logrado cierto avance con algunos materiales. Existen numerosas iniciativas que impulsan el correcto manejo de los residuos, la creación de infraestructura y la inversión en nuevas tecnologías, pero una de las acciones más importantes es el fomento de una cultura del manejo correcto de residuos post consumo.

Los residuos si se gestionan de una manera adecuada, presentan un sinfín de oportunidades y una de ellas es el reciclaje.

En relación con el tema de infraestructura, actualmente el país cuenta con la planta de reciclaje más grande del mundo, PetStar, e IMER, la primera planta construida en Latinoamérica. En conjunto tienen la capacidad de procesar más de 85 mil toneladas de resina reciclada, equivalente a más de 4 mil millones de botellas o a llenar tres veces el Estadio Azteca.

Cada vez son más las marcas del portafolio de IMCC que integran un compromiso en favor del planeta, como la botella azul de Ciel, que es hecha 100 por ciento de otras botellas. Foto: Coca-Cola.

Estamos viviendo una nueva realidad respecto al plástico (PET), por lo que la suma de esfuerzos de todos: gobierno, sociedad y empresas son indispensables para lograr hacer un cambio positivo por el medio ambiente,.

Ejemplo de ello es el trabajo y compromiso de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), quien afirma que, aunque ya reciclan 6 de cada 10 botellas, saben que no es suficiente, por lo que continuamente buscan sumar esfuerzos y voluntades para amplificar el resultado de cada una de sus iniciativas en favor del planeta.

La IMCC se ha planteado la ambiciosa meta de alcanzar un Mundo sin Residuos, buscando recuperar y reciclar el 100 por ciento de sus envases vendidos para 2030, además de que para ese mismo año sus envases incluyan cuando mínimo 50 por ciento de material reciclado. De igual forma se han trazado para 2025 que el 50% de su portafolio sea compuesto por envases retornables y que el 100 por ciento de sus envases sean reciclables.

De acuerdo con Jesús Lucatero, subdirector de Sustentabilidad Corporativa de Coca-Cola México, “aún hay mucho trabajo por hacer para conseguir, recuperar y reciclar el 100 por ciento de los residuos que se generan en México, por lo que continuaremos buscando diariamente distintas oportunidades de colaboración con el gobierno y la sociedad para impulsar el buen manejo y aprovechamiento de los residuos en el país”.

En línea con sus esfuerzos por alcanzar un Mundo sin Residuos, Coca-Cola, como parte de la IMCC, presentó su nueva campaña “Hagamos esto Juntos”, con la que busca sumar esfuerzos y fomentar una cultura de reciclaje para conseguir un verdadero cambio en México y en el planeta.

Se espera que para 2030 se produzcan 65 millones de toneladas de residuos en México. Por ello, es importante el trabajo de la mano, gobierno, sociedad e iniciativa privada para su correcta gestión. Foto: Coca-Cola

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Somos más de 129 millones de mexicanos y la IMCC quiere que todos se involucren, por ello creó y promueve unmundosinresiduos.com una plataforma donde las personas pueden compartir sus opiniones e ideas, además de obtener información relevante para continuar fomentando una correcta cultura para el manejo y disposición de residuos.

“La conciencia en torno a la contaminación por plásticos ha mostrado una creciente relevancia en el país y en el mundo. Por lo que resulta muy relevante que no satanicemos el plástico, ni a cualquier otro material, por el solo hecho de ser plástico, lo importante es hacer una correcta disposición de los distintos envases para asegurar que se reciclen y todos tengan más de una vida útil”, señala Lucatero.

Añade que la compañía ha trabajado en el tema desde hace más de 18 años en el país, lo que ha permitido generar grandes resultados. Como el contar con las plantas de reciclaje PetStar e IMER, anteriormente mencionadas, que el 98 por ciento de sus empaques sean reciclables, que el 43 por ciento de su portafolio sea retornable y que en promedio el 27 por ciento de cada envase sea resina reciclada.

Cada vez son más las marcas de su portafolio que integran un compromiso en favor del planeta, tal es el caso de la botella azul de Ciel, la cual es hecha 100 por ciento de otras botellas y Sprite, que este verano consiguió sumar esfuerzos con más de 3 mil jóvenes para la limpieza de 10 cuerpos de agua y entornos urbanos en México, logrando la recuperación de 24 toneladas de residuos.

“La meta es ambiciosa, pero estamos seguros de que si trabajamos todos juntos podremos alcanzar un Mundo sin Residuos. Hoy invito a todos a participar a través de la plataforma unmundosinresiduos.com y desarrollar nuevas ideas en favor de nuestro planeta”, reiteró el directivo.

Se espera que para el año 2030, se produzcan 65 millones de toneladas de residuos en nuestro país. Por ello, es importante que se continúe trabajando de la mano, gobierno, sociedad e iniciativa privada para la correcta gestión, obtención de recursos, continuidad en la operación, desarrollo de programas de inclusión social e infraestructura especializada para el manejo integral de los residuos y así conseguir un Mundo sin Residuos.

México, a días de ser basurero de desechos electrónicos de países ricos por el Convenio de Basilea

sábado, noviembre 23rd, 2019

Organizaciones encabezadas por Greenpeace México hicieron un llamado para que el Gobierno mexicano ratifique dicho acuerdo, pues existe el temor de que aumente la importación y exportación de desechos peligrosos y se caiga en una dependencia de estos para la generación de energía. Sobre todo, luego de que China cerró sus fronteras a la importación de plásticos sucios y contaminados que hace que la industria busque nuevos mercados.

Ciudad de México, 23 de noviembre (EconomíaHoy).- El 19 de diciembre termina el plazo para que México ratifique el Convenio de Basilea, una enmienda contra el movimiento transfronterizo de plásticos y la prohibición de exportación de residuos peligrosos que incluye la basura electrónica de países ricos a otros en vías de desarrollo.

Por lo anterior, diversas organizaciones encabezadas por Greenpeace México hicieron un llamado para que el Gobierno mexicano lo ratifique, pues existe el temor de que aumente la importación y exportación de desechos peligrosos y se caiga en una dependencia de estos para la generación de energía como ya sucede en algunas empresas cementeras en Hidalgo.

Sobre todo, luego de que China cerró sus fronteras a la importación de plásticos sucios y contaminados que hace que la industria busque nuevos mercados.

Ante ese escenario, señalan las organizaciones, México debe firmar la enmienda para evitar dichos flujos, principalmente de Estados Unidos, el mayor productor de ese tipo de desechos.

APUESTAN A LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS

En entrevista para EconomíaHoy, Miguel Rivas, Doctor en Biología y coordinador de la campaña Océanos Libres de Plástico de Greenpeace México, dijo que es preocupante porque hay intereses de autoridades por apostar por la incineración los residuos.

Especialistas señalan que el reciclaje no puede ser la única solución en el tratamiento de residuos. Foto: Crisanta Espinosa, Cuartoscuro

Greenpeace se manifesto frente a las oficinas de Holchim-Apasco-Ecoltec por las afectaciones a la salud de los habitantes de los municipios de Apaxco y Atotonilco de Tula. Foto: Ivan Stephens, Cuartoscuro

“Ven en la incineración de residuos una forma limpia -entre comillas- de producir energía” y ello implica “que en algún momento México no cumpla con las cuotas de generación de residuos e incluso tener que importar basura de otros lados”.

Explicó que ya es problema en Hidalgo, donde cementeras como Apaxco convirtieron a Tula en “una zona de sacrificio ambiental” por las sustancias tóxicas que emplea y por la quema de residuos a través de su filial Geocycle México.

“La empresa se aprovecha del poder calorífico y hacen doble negocio: se ahorran el combustible que necesitan para mantener la energía necesaria de sus hornos y le cobran al municipio por el tratamiento de los residuos”.

Recordó que también en la Ciudad de México se había planteado en la administración de Miguel Ángel Mancera producir energía a través de la incineración de basura con una planta de termovalorización y dicha energía podría usarse para el Metro.

“Amarrar a la producción de residuos a la movilidad es decir que ahora las personas para moverse van a depender de la generación de basura de residuos, no es sostenible, ni es ecológico, ni saludable y tampoco se hace energía limpia”, dijo.

Además señaló que el proceso no es parte de una economía circular como se ha argumentado, pues incinerar los residuos es volver a una economía lineal en la que se extraen materias primas para producir cosas y que luego sean consumidas.

Por lo anterior indicó que la propuesta de las organizaciones es hacer un cambio en la producción y consumo que genera menos residuos y un modelo en el que los envases sean canjeables, reutilizables, rellenables, donde la vida de los productos se alargue.

LEGISLACIÓN “TRABADA”

Cabe recordar que hace unas semanas se registraron varias protestas de los llamados chatarreros integrantes de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores (Conimer) en contra de una iniciativa de reforma del Partido Verde Ecologista de México que buscaría privatizar el reciclado de residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial.

Los residuos electrónicos son una oportunidad para llevarlos a un esquema de economía circular.Foto: Gabriela Pérez Montiel, Cuartoscuro

Integrantes de la CONIMER bloquearon la carretera Toluca-Atlacomulco como parte de una manifestación en contra de la iniciativa del Partido Verde Ecologista promoviendo que el manejo de residuos esté a cargo del municipio y estados. Foto: Crisanta Espinosa Aguilar, Cuartoscuro

Los manifestantes denunciaron que era latente la entrega de concesiones a particulares y empresas trasnacionales, restando empleos a los chatarreros que viven de la recolección de basura.

También, Rivas advirtió en una columna de opinión sobre una iniciativa para reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) del Senador Jorge Carlos Ramírez Marín del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que “reunía todas las demandas de la industria” y cuyo argumento es culpar a las personas por no reciclar en vez de ver el problema de origen.

Sin embargo, el pasado 5 de noviembre, la Alianza México Sin Plástico logró el apoyo de senadores de todos los partidos para presentar una iniciativa ciudadana que también reforma la LGPGIR y que por primera vez se considera el concepto de “responsabilidad extendida al productor”, que implica que los fabricantes se hagan responsables y, desde el principio, ofrezcan bienes y servicios libres de plásticos.

La solución no debe ser un “eterno ciclo” de reciclaje. Foto: Crisanta Espinosa Aguilar, Cuartoscuro

RECICLAJE NO PUEDE SER LA ÚNICA SOLUCIÓN

Dentro del Convenio de Basilea también considera el problema de la importación y exportación de basura electrónica.

Profepa tiene pocos reportes públicos sobre cargamentos ilegales. En 2017 informó sobre casos detectados en Veracruz y Colima.

En el primero aseguró un contenedor de la empresa SCRAPEX S.A. de C.V. con 15 mil 745 kilogramos de desechos electrónicos que pretendían ser enviados de manera ilegal a la República de Panamá.

Mientras que en el segundo caso, detectó un cargamento ilegal de desechos electrónicos en el Puerto de Manzanillo, consistentes en módems, celulares inservibles, así como tarjetas electrónicas proveniente de Corea del Sur con destino a Miami, Estados Unidos.

Miguel Rivas consideró que los residuos electrónicos son una oportunidad para llevarlos a un esquema de economía circular.

Sin embargo, el actual modelo es de consumo, las cosas se compran, se usan un tiempo y al descomponerse hay que comprarlas nuevas, no hay espacio para la reparación como en el pasado.

“Hay metales que se pueden aprovechar, pero también hay metales pesados y se exporta contaminación a países más pobres donde los más afectados son las poblaciones con menos recursos”, indicó el especialista.

Por lo anterior reiteró que la solución no debe ser un ‘eterno ciclo’ de reciclaje. “La solución tiene que ser reducir los residuos desde que se originan y en el caso particular de los plásticos hay que eliminarlos y buscar estrategias que eviten que el consumidor final se lleven un montón de basura cada vez que van de compras al supermercado”.

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Grupo Bimbo lanza con su línea Vital el primer empaque de pan compostable en México

martes, agosto 20th, 2019

Grupo Bimbo ha trabajado e impulsado esfuerzos para combatir el cambio climático, en acciones orientadas al uso de energías renovables, a la eficiencia energética y a la eliminación de desperdicios, entre otras. El compromiso de la empresa hacia 2025 en materia de residuos establece que, para ese año, el 100 por ciento de sus empaques serán reciclables, biodegradables y/o compostables.

Estas iniciativas están encaminadas a: la reducción en el uso de plástico en todos los procesos de la compañía, la investigación e innovación para el menor uso de materiales convencionales, en el uso y desarrollo de materiales reciclables, biodegradables y/o compostables, y el incentivo de alianzas para el reciclaje lineal y circular promoviendo ciclos económicos.

El 100 por ciento de los empaques de Grupo Bimbo en México que pueden incorporar tecnología biodegradable d2w (bajo la norma ASTM 6954-18), ya son biodegradables, lo que significa que en caso de no ser dispuestos correctamente en sistemas de reciclaje y/o rellenos sanitarios, alcanzan un proceso total de biodegradación ante los elementos naturales del ambiente. Foto: Grupo Bimbo

Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).- Grupo Bimbo anunció el lanzamiento del primer empaque de pan compostable en el país, un logro más de innovación en la compañía global de origen mexicano, que la pone a la vanguardia en materia de empaques que no dejan huella en el ambiente. Esta acción forma parte de una serie de iniciativas que fueron presentadas en el evento “Innovación y compromiso para el manejo responsable de residuos”.

En este foro participaron el Presidente y Director General de Grupo Bimbo, Daniel Servitje, acompañado por Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Mario Molina, Premio Nobel de Química; Dolores Barrientos, Representante para México del PNUMA–OECD, y Anne-Marie Delort, Directora de Investigación del CNRS, Centre National de Recherch Scientifique, Instituto de Química de la Universidad de Clermont-Ferrand en Francia.

En dicho evento se presentaron las acciones emprendidas por Grupo Bimbo para el manejo integral y responsable de residuos, como parte de la Estrategia Global de Sustentabilidad Ambiental para alimentar un mundo mejor. Estas iniciativas están encaminadas a: la reducción en el uso de plástico en todos los procesos de la compañía, la investigación e innovación para el menor uso de materiales convencionales, en el uso y desarrollo de materiales reciclables, biodegradables y/o compostables, y el incentivo de alianzas para el reciclaje lineal y circular promoviendo ciclos económicos.

En el evento participó Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Foto: Grupo Bimbo

Grupo Bimbo ha trabajado e impulsado esfuerzos para combatir el cambio climático, en acciones orientadas al uso de energías renovables, a la eficiencia energética y a la eliminación de desperdicios, entre otras. El compromiso de la empresa hacia 2025 en materia de residuos establece que, para ese año, el 100 por ciento de sus empaques serán reciclables, biodegradables y/o compostables.

Entre los avances en el manejo de residuos de la empresa, mencionados durante la presentación destacan:

1. El 100 por ciento de los empaques de Grupo Bimbo en México que pueden incorporar tecnología biodegradable d2w (bajo la norma ASTM 6954-18), ya son biodegradables, lo que significa que en caso de no ser dispuestos correctamente en sistemas de reciclaje y/o rellenos sanitarios, alcanzan un proceso total de biodegradación ante los elementos naturales del ambiente; es decir, se descomponen y sirven como alimento para bacterias presentes en el medio ambiente. Esta innovación también se ha incorporado en otros materiales como los palitos de la Paleta Payaso.

2. El lanzamiento de la primera envoltura compostable para pan, lo más innovador en la empresa en tecnología de empaques, que podrá disponerse junto con los residuos orgánicos, que estará disponible para la línea Pan Bimbo Vital a partir del mes de octubre.

3. La reducción de hasta un 25 por ciento en el calibre de empaques, así como optimización de tamaños, siempre cuidando el mantener la calidad y frescura de los productos.

4. El trabajo en colaboración y sinergia con otras empresas, en alianzas post-consumo, incentivando el reciclaje.

La CdMx saca 12 mil toneladas de basura al día, y los intentos por manejarla han sido un fracaso

sábado, octubre 13th, 2018

De acuerdo con el Inventario de residuos 2017, cada día de ese año se generaron 12 mil 998 toneladas de basura en la capital mexicana. Las entonces delegaciones –hoy alcaldías- que más produjeron desechos fueron Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, que sumaron el 40.74 por ciento del total, con 2 mil 245, 1 mil 735 y 1 mil 316 toneladas diarias, respectivamente.

Diariamente, cada habitante en la capital generó un promedio de 1.37 kilogramos de basura. Cuauhtémoc ocupó el primer lugar en mayor generación per cápita, con 2.47 kilogramos; en contraste, Milpa Alta y Álvaro Obregón reportaron las cifras más bajas, con 0.87 y 0.90 kilogramos, respectivamente.

Ante el problema de generación excesiva de residuos y la nula respuesta de administraciones anteriores, especialistas brindan una serie de recomendaciones dirigidas a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa electa del Gobierno de la Ciudad de México.

Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbargo).- Durante los últimos años, el tema de la basura ha sido un problema en la Ciudad de México, una de las urbes más pobladas del planeta. A pesar de la importancia que representa tanto en términos de salud pública como en medio ambiente, las últimas administraciones desatendieron la situación, coinciden académicos de prestigiadas universidades mexicanas.

“Estamos muy mal, no sólo en la capital mexicana; es un mal que se ha generalizado en todo el país, desgraciadamente. No hemos adquirido cultura en relación con el manejo de nuestros residuos, ese es nuestro problema muy grave”, refirió el maestro Sergio Palacios, investigador del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con el Inventario de residuos 2017, cada día de ese año se generaron 12 mil 998 toneladas de basura en la capital mexicana. Las entonces delegaciones –hoy alcaldías- que más produjeron desechos fueron Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc que sumaron el 40.74 por ciento del total, con 2 mil 245, 1 mil 735 y 1 mil 316 toneladas diarias, respectivamente.

Mientras tanto, Milpa Alta, Cuajimalpa de Morelos y Magdalena Contreras aportaron 568 toneladas diarias en total, es decir, el 4.37 por ciento de los residuos acumulados en la ciudad.

Diariamente, cada habitante en la capital generó un promedio de 1.37 kilogramos de basura. Cuauhtémoc ocupó el primer lugar en mayor generación per cápita, con 2.47 kilogramos; en contraste, Milpa Alta y Álvaro Obregón reportaron las cifras más bajas, con 0.87 y 0.90 kilogramos, respectivamente.

En entrevista para SinEmbargo, especialistas en materia coincidieron en que el tema de la basura ha quedado pendiente por lo menos durante las últimas gestiones, encabezadas por los ex jefes de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubón (2006-2012) y Miguel Ángel Mancera Espinosa (2012-2018), por lo que esperan que Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa electa, tome cartas en el asunto.

Durante la administración de Ebrard Casaubón, el 20 de diciembre de 2011 el tiradero del Bordo Poniente, ubicado al sur de la capital, fue clausurado definitivamente tras haber llegado a su máxima capacidad. Después fue reconvertido a una planta de composta. No obstante, los especialistas consideran que el ex mandatario debió trabajar en una solución de largo plazo antes de cerrar el basurero.

Mancera Espinosa buscó desarrollar una planta de termovalorización y concedió el proyecto a Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V.-Veolia el año pasado. Pero, organizaciones de las sociedad civil y académicos se opusieron al considerarlo un riesgo para los derechos de los habitantes a la salud y a un medio ambiente sano.

Los ambientalistas acusaron que la adjudicación por más de tres décadas esconde conflicto de interés, pues ocurrió a pesar de que la empresa ha sido señalada en diversas partes de la República Mexicana e incluso en el mundo por contaminación.

Finalmente Mancera presentó su renuncia en marzo pasado y hoy funge como coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República LXIV Legislatura. Desde abril José Ramón Amieva tomó las riendas de la ciudad y hasta el momento, el proyecto se encuentra detenido. Sheinbaum ha declarado que su administración no continuará con él.

“Tanto el Gobierno de Ebrard, como el Gobierno de Mancera, dejaron muchas cosas pendientes. Además gastaron en tecnologías que no son adecuadas. La herencia que dejaron en cuanto al manejo de residuos es pésima”, afirmó el investigador de la máxima casa de estudios, quien tiene confianza en que la siguiente administración actúe para mitigar el problema y lo haga con tecnología mexicana.

Hoy por hoy, las principales problemáticas que los estudiosos ven son: poco interés de las autoridades en la implementación de programas para evitar la generación de residuos, otro es la falta de separación desde los lugares en donde se genera,  poco reciclaje, y finalmente el envío a otras partes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) que resulta costoso y contaminante.

Evitar la generación de residuos es un asunto que le compete a los propios consumidores, pero, principalmente a los Gobiernos, de la mano con las empresas que utilizan empaques poco amigables con el medio ambiente. Y es, en apego a los expertos, una de las soluciones más importantes y viables para mitigar el problema.

Recientemente, la organización internacional Greenpeace dio a conocer un reporte donde señala que en el continente americano, las marcas Coca-Cola, Pepsico y Nestlé son las principales generadoras de contaminación plástica, con hasta el 70 por ciento de dichos residuos.

“La ciudad ha mantenido un crecimiento pronunciado. Cada vez se generan más residuos. Hay un promedio elevado de los desechos. Parece que la misma urbanización y el estilo de vida en la ciudad nos llevan a tener una alta generación que también se ve influenciada por la población flotante que llega cada día a la ciudad: cerca de 2 millones de personas que viajan principalmente del Estado de México”, señala la doctora Alethia Vázquez Morillas, del Departamento de Energía, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Azcapotzalco.

Aunado a ello, la mayoría de los ciudadanos no clasifica los residuos, a pesar de que en julio de 2017 entró en vigor la Norma Ambiental NADF-024-AMBT 2013 justo para hacer obligatoria la separación primaria.

“Bajo los criterios que se señalan en esta Norma Ambiental, los residuos serán separados y clasificados desde la fuente generadora promoviendo su reducción y facilitando su reutilización, acopio, recolección selectiva y valorización para reincorporarlos en un proceso productivo”, se lee en el documento.

Al respecto, el maestro Palacios asegura que mientras no se realice la separación primaria, será más difícil aplicar el reciclaje, toda vez que los desechos se ensucian al ser mezclados y lavarlos significa un gasto extraordinario. Por ello, subraya la urgencia de volver la clasificación una práctica obligatoria.

“El mismo Gobierno no exige de tal manera que sea una acción obligatoria de parte de los ciudadanos hacer esta separación. Mientras no lo exija y no cobre multas de acuerdo a la falta y a la desobediencia de este mandato, vamos a seguir en las mismas: generando basura. El problema es que ya estamos llegando a una cantidad diaria de 13 millones de toneladas de basura y ya no hay dónde depositarla”, advierte.

En el mismo sentido, Carlos Samayoa, campañista de Movilidad de Greenpeace México, destaca que la separación es un paso “fundamental” para la gestión y el tratamiento adecuado de los residuos.

“La norma de separación de residuos tenía por intención agrupar de la mejor manera los diferentes tipos de residuos, tomando en cuenta la composición de los materiales. La intención era reciclar, pero los resultados de esta norma de separación son cuestionables porque no se ha hecho el trabajo suficiente en cuanto a las campañas de concientización de la población”, criticó.

Por otro lado, la capital carece de un espacio donde disponer 7 mil 862 toneladas de residuos cada día, por ello utiliza cuatro rellenos ubicados en el Estado de México: Chicoloapan, Cuautitlán, Milagro y Cañada, y uno más en Cuautla, Morelos. Sin embargo, el costo de enviar la basura es elevado.

Milagro es el sitio que recibe la mayor cantidad de toneladas: 48 por ciento, mientras tanto, Chicoloapan admite sólo el 1 por ciento.

Por si fuera poco, los vehículos que trasladan la basura son obsoletos, o sea que representan una fuente importante de contaminación ambiental no sólo por los desechos que cargan, sino por las emisiones que generan.

Reciclaje en la Ciudad de México

Mientras no se realice la separación primaria, será más difícil aplicar el reciclaje, toda vez que los desechos se ensucian al ser mezclados y lavarlos significa un gasto extraordinario, señala experto.
Foto: David Polo, Cuartoscuro.

EL RETO PARA SHEINBAUM

Ante este panorama, los expertos proponen una serie de soluciones que podrían ser implementadas por el Gobierno de Sheinbaum para aminorar el problema que no es exclusivo de la capital: A nivel América Latina, México ocupa el primer lugar en generación de basura per cápita con 1.16 kilogramos al día, de acuerdo con un informe del Banco Mundial presentado en septiembre pasado.

“¿Qué va a encontrar el Gobierno que está por llegar?”, pregunta Vázquez Morillas y responde sin titubear: “Esta situación que es crítica, va a encontrarse con un proyecto ya licitado para una planta de termovalorización de la cual no se tiene públicamente mucha información, con una norma de separación que no está operando en la práctica y también con una licitación en marcha para una planta de biodigestión de residuos orgánicos. Tendrán que evaluar estos megaproyectos que se ha intentado arrancar, deben tratar de encontrar una salida viable y de largo alcance para el manejo de los residuos en la ciudad”.

Por su parte, el maestro Nestor López Valdés, responsable del Plan de Manejo de Residuos Sólidos de la UNAM, urge a la actuación, pues alerta que el tiempo se acaba para lograr un cambio

“Se necesita una política pública fuerte y agresiva para la disminución de generación y en paralelo una cultura de reciclaje. Es un tema que no nos da para muchas generaciones, se debe atender a corto plazo porque es insostenible”, remarca.

El maestro Palacios recomienda llevar a cabo acciones combinadas que incluyen:

• Educación ambiental hacia la población.

• Reglamentación para que la separación sea obligatoria.

• Reglamentación sobre cómo debe ser la recolección de los residuos.

• Generación de tecnologías en México, por ejemplo, biodigestores anaerobios que transformen los residuos orgánicos en composta y en biogás que podría ser aprovechado para generar energía eléctrica o sustituir el gas doméstico.

• Estimular como negocio la creación de centros de acopio dispersos por toda la ciudad: comprar a la población los residuos industrializables que generan, como son botellas de plástico, de vidrio, botes metálicos, papel, cartón, etcétera.

“Eso generaría un recurso adicional para las personas que tienen escasos recursos, quienes podrían contribuir en esto. Por otro lado le quitarían un enorme volumen a los residuos que se generan a diario. Sería un acierto para el medio ambiente y el bienestar de la población más vulnerable. Ojalá este nuevo Gobierno se preocupe por realmente resolver el problema”, concluye.

Nueve mil millones de toneladas plásticas asfixian a la Tierra y el reciclaje es de poca ayuda, revela estudio

lunes, julio 24th, 2017

El uso de envolturas de plástico preocupa a los científicos debido a que se ha convertido en un desperdicio casi indestructible. El reciclaje sólo retrasa el recorrido del plástico en la Tierra, expertos recomiendan la incineración como única vía.

Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo/Infobae).- Nueve mil millones de toneladas de plástico se produjeron de 1950 a la actualidad. Dos mil millones de toneladas de plástico se encuentran en actividad, están en uso. El resto, disperso por todo el mundo en formato basura. Son conclusiones de un estudio que se dedicó a interpelar la fabricación y la distribución del plástico al compás de la evolución de la humanidad. La ecuación es sencilla: la ONU informó que en 2016 la población mundial creció a 7 mil 433 millones de personas, el equivalente a más de una tonelada de plástico por habitante de la Tierra.

La ONU estima que actualmente existe más de una tonelada de basura por habitante en la Tierra. Foto: Especial.

Las siete millones de toneladas de plástico desechado que asfixian la salud del planeta entorpecen la naturaleza de las cosas: su rol como agente contaminante del medio ambiente es salvaje. El desperdicio plástico se convirtió en un casi indestructible elemento del paisaje terrestre: es el análisis conceptual que teje el estudio realizado por la National Academy of Sciences, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, y publicado en la revista Science Advances.

La acumulación del plástico no se detiene. La gestión de los recursos es ineficiente: mientras la basura plástica reconstruye la estructura geográfica de la Tierra con montañas artificiales y continentes de desperdicios, la producción del material se sobreestimula. Según el estudio, en las últimas tres décadas la mitad del plástico desechado se utilizó solo una vez. Sucede que la civilización parece no poder vivir sin polímeros: la industria del empaquetado y del consumo es de las más lucrativas. El plástico está en todos lados: cocinas, autos, electrodomésticos, tecnología, materiales de construcción, instrumentos, herramientas, cosas.

Roland Geyer, uno de los autores de la publicación, elaboró un pronóstico poco optimista: “Si las tendencias actuales continúan, las estimaciones indican que más de trece mil millones de toneladas de plástico serán desechadas en vertederos o en el medio ambiente para el 2050. Creo que para mí esa es la cosa más sorprendente, la gran tasa de crecimiento”. Otro dato que revela la negligencia de la sociedad: en 1960 el plástico correspondía al 1 por ciento de los desechos hallados en vertederos; en 2005, el 10 por ciento.

Los casi siete millones de toneladas métricas de desechos plásticos equivalen a mil millones de elefantes. La comparativa, en términos de espacio, pretende ser concientizadora. Por eso el informe también reflexiona sobre la real eliminación del plástico como única medida para bajar los niveles de acumulación de desperdicios. El estudio dice que el reciclaje sólo retrasa el recorrido del plástico a la basura. Sugiere que la incineración, con la debida regulación de las emisiones contaminantes, es la única forma de suprimirla.

Los casi siete millones de toneladas métricas de desechos plásticos equivalen a mil millones de elefantes. Foto:EFE.

La búsqueda de la investigación es activar la conciencia ambiental. “La intención es que la gente tenga una idea de la gran magnitud que supone esta ‘marea’ de plástico y el desafío de residuos al que nos enfrentamos. Es enorme y se está acelerando”, resumió Geyer, responsable del estudio que empata las toneladas de basura plástica con la cantidad de habitantes del mundo.

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Vecinos denuncian que rastro municipal de Saltillo contamina el agua y provoca daños a la salud

domingo, julio 16th, 2017

Habitantes están siendo afectados por residuos de rastro. Foto: Vanguardia/Archivo

Por Karla Guadarrama

Ciudad de México/Saltillo, Coahuila, 16 de julio (SinEmbargo/Vanguardia).- Al no contar con Autorización de Impacto Ambiental, el rastro municipal de Saltillo opera de forma irregular, pues en 10 meses, en al menos tres ocasiones, permitió que residuos se filtraran al drenaje de la ciudad.

Autoridades consultadas por este medio confirmaron que la empresa “Maquiladora y Exportadora de Carnes” se encuentra fuera de regla.

Además, como parte de los efectos secundarios por el mal manejo de residuos de parte del rastro, tres colonias con mil habitantes en promedio, estarían siendo afectados.

A pesar de que dependencias como la Secretaría de Salud, Aguas de Saltillo y el Departamento de Ecología han ofrecido apoyo a la empresa para mejorar sus labores, los encargados seguirían mostrando indiferencia al no cumplir con todas las actas para su regularización.

En la Secretaría del Medio Ambiente no cuentan con registro de algún acercamiento por parte de los encargados de la concesionaria “Maquiladora y Exportadora de Carnes”.

La autorización de Impacto Ambiental permite que el rastro pueda regularizar otros permisos como una licencia sanitaria, plan de prevención de accidentes, autorización de Ecología así como actas avaladas por el Departamento de Desarrollo Urbano.

El rastro de la ciudad fue clausurado por el Departamento de Ecología y la Secretaría de Salud los primeros días de septiembre del 2016, después de que un río de sangre corriera a un costado de Carretera 57, develando problemas con el manejo de residuos.

En su momento, Agsal aplicó cobros excedentes al rastro como respuesta a la afectación del agua. Debido a la falta de regularización, fuentes cercanas a Vanguardia revelaron que por un tiempo indefinido se realizó un cobro de 80 mil pesos al mes, suma que habría sido solventada por el Municipio. El señalamiento anterior no fue desmentido, ni confirmado por la empresa de origen español.

Los olores fétidos en el drenaje continúan afectando a ciudadanos. Foto: Vanguardia/Archivo

Tanto Secretaría de Salud como el Departamento de Ecología señalaron que la Planta Tratadora de Residuos es el principal problema que padece el rastro; en Aguas de Saltillo aseguraron trabajar de la mano con la empresa, además de que los encargados de la misma aseguraron contar con la planta en regla a finales de año.

Esta semana vecinos de la colonia Sierras del Sur denunciaron un nuevo desbordamiento, en el que los residuos generados por el rastro habrían recorrido 2.3 kilómetros, distancia entre los presuntos responsables y los colonos.

Los olores fétidos en el drenaje continúan afectando a ciudadanos de Lomas del Refugio y Parajes de Santa Elena, denunció un grupo de vecinos a este medio.

Actualmente el Juez Municipal hizo llegar una serie de requerimientos a la empresa. En el expediente/98/2017 se enumeran las fallas que han sido resueltas así como los lineamientos que no han sido cumplidos a pesar de que contó con un plazo de seis meses, 180 días hábiles, para una regularización total.

Problemas
-Filtración de residuos al drenaje de la ciudad
-Provoca ‘ríos de sangre’
-Trabaja sin autorización de Impacto Ambiental
-Opera incumpliendo normas

Afectados directos
-Lomas del Refugio
-Parajes de Santa Elena
-Sierras del Sur

Autoridades involucradas
-Secretaría del Medio Ambiente
-Secretaría de Salud
-Aguas de Saltillo
-Departamento de Ecología

SOLUCIÓN
-El rastro debe reparar completamente su planta tratadora de residuos

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Mexicanos crean aparato que convierte desechos en biocombustible

miércoles, abril 27th, 2016

Les llaman “Los BioRefineros”, son un grupo de jóvenes científicos de Saltillo que están produciendo Bioetanol con desechos de trigo y centeno. De la Facultad de Ciencias Químicas, para el mundo…

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Por Jesús Peña

Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo/Vanguardia).- ¡Hijo, pero qué demonios no inventarán en estos tiempos!, pienso, mientras el Doctor Héctor Arturo Ruiz Leza, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas, de la UAdeC, me muestra un extraño aparato que convierte los desechos agroindustriales, en bioetanol.

Un artefacto al que metes residuos y sacas biocombustible.

No es un chiste mexicano, tampoco un cuento futurista, menos una película de ciencia ficción ni un truco de magia.
Estamos en el Laboratorio de Biorefinería del Departamento de Investigación en Alimentos, de la Facultad de Ciencias Químicas, con el Doctor Héctor Ruiz y su grupo de estudiantes, jóvenes rostros, guapos, sonrientes, vestidos de bata blanca impecable, a quienes sus compas de la Universidad les han puesto el sobrenombre de “Los BioRefineros”.

–¿Va con “Los BioRefineros”?, me preguntó una chica de blusa, jeans y mochila al hombro, una tarde que caminaba yo por los jardines de la Facultad rumbo al área de posgrado e investigación.

Que sí, le respondí riendo.

–Están en una reunión, en el aula que se encuentra frente al laboratorio”, soltó la estudiante y se fue.

La muchacha se refería a las reuniones, en inglés, que cada viernes por la tarde sostiene este equipo de científicos para presentar los avances de sus respectivos proyectos de tesis, mismos que versan, en su mayoría, sobre la producción de bioenergía, biocombustibles y compuestos de alto valor agregado.

Las juntas en inglés, me dirá Jesús Velázquez, estudiante de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos y miembro del Grupo de Biorefinería, les sirven básicamente para practicar dicho idioma, el inglés técnico que se utiliza en el ámbito científico y, desde luego, acrecentar su desarrollo personal.

De vuelta al laboratorio, el Doctor Héctor Ruiz me está explicando cómo este aparato que se llama Bioreactor, y que fue diseñado por los profesores y el equipo de chavales que forman parte del Laboratorio de Biorefinería, convierte los residuos agroindustriales, derivados del maíz, el trigo, el arroz, el agave, los pastos y la madera, en biocombustible.

Lo que Héctor Ruiz, 34 años, Doctorado en Ingeniería Química y Biológica por la Universidad de Minho, Portugal, y líder del Grupo de “Los BioRefineros”, está diciendo, es que a partir de desechos orgánicos como las pajas de trigo, los residuos de maíz, (hojas, tallos u olote), y el bagazo de agave, que generalmente son incinerados o echados a los campos para alimentar al ganado, se puede producir bioetanol, usando este invento.

Ello serviría, entre otras cosas, para sustituir gradualmente la gasolina de los coches por bioetanol, o combinarla con este biocombustible, y así contribuir a salvar al planeta del calentamiento global, generado por las altas emisiones de CO2 (dióxido de carbono).

“Los biocombustibles son de origen biológico obtenidos de manera renovable a partir de residuos agroindustriales. Todos estos residuos reducen el volumen de CO2, que está en la atmósfera, producido por la quema de combustibles fósiles como la gasolina, pero este CO2 lo absorben las plantas vegetales a medida que se desarrollan (la famosa fotosíntesis). Por lo que el bioetanol, (biocombustible), producido a partir de estos residuos ayuda a disminuir la contaminación haciendo un proceso de ciclo cerrado”, dirá el investigador Héctor Arturo Ruiz.

Por tanto este Bioreactor disminuiría el consumo de combustibles fósiles derivados del petróleo, un recurso natural no renovable, y alentaría el aprovechamiento de residuos agroindustriales que no son aplicados en México y que en el futuro podrían llegar a alcanzar un alto valor económico.

“En Brasil y en Estados Unidos, específicamente en Brasil, el etanol tiene menos rendimiento que la gasolina, pero es más barato y menos contaminante que este combustible, por lo que en estos países ya existen automóviles que usan sólo bioetanol”, dice Ruiz Leza, también Editor en Jefe del Bioethanol Journal.

El prototipo del Bioreactor que, ya lo dije, pero lo voy a volver a decir porque es un orgullo para la Facultad de Ciencias Químicas y la UAdeC, en su conjunto, fue inventado por “Los BioRefineros”, se construyó en Portugal, a base de acrílico y no tiene acero inoxidable, como el resto de los reactores industriales, lo que hace más barato su costo.

“En las escuelas públicas se realiza investigación, y de esta forma nos gusta contribuir para que la sociedad se desarrolle de la mejor manera posible. Esperamos que con esto se den una idea, un poco, de lo que  hacemos, que es para el beneficio de Saltillo, de Coahuila y de México”, dirá Anely Lara, Química Fármacobióloga, estudiante de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos e integrante del Grupo de Biorefinería.

El Bioreactor se parece mucho a un pequeño cohete espacial que estuviera listo para surcar el cielo; se parece a una probeta y se parece a la columna de un castillo medieval o algo así.

Es trasparente, tiene un distribuidor de aire o gas en la parte inferior, un tubo concéntrico, compuertas a los lados y una manguera alimentadora.

La ventaja de esta innovación tecnológica, con respecto a otros reactores, dice el Doctor Ruiz, es que no necesita de electricidad ni de otros mecanismos para funcionar y solamente requiere de un gas, que puede ser nitrógeno, o aire, suministrado a través de un compresor doméstico o industrial.

“Nada más: aire, residuo agroindustrial y un microorganismo, una levadura, parecida a la que se utiliza en la industria cervecera o en la industria del pan”,

Dice el profe Ruiz que en este momento está haciendo un simulacro de cómo es que jala este Bioreactor, sus jóvenes condiscípulos observan colocados alrededor nuestro en el Laboratorio de Biorefineria.
Ahora mismo estoy viendo al Doctor Ruiz vertiendo agua y una especie como de pasta amarillenta, mezcla de centeno y trigo, dentro del Bioreactor.

El Doctor enciende una bomba de vacío, que previamente ha conectado a la manguera alimentadora de aire o gas del bioreactor, y entonces sobreviene una tormenta de burbujas enloquecidas al interior de la máquina, que quieren como escapar, fugarse, pero no pueden.

El ruido como de licuadora que hace la bomba ensordece a todo el laboratorio.
Es el sistema de mezclado del bioreactor, dice el Doctor Héctor Ruiz, que crean las burbujas de aire producidas en el distribuidor.

Se supone que así, está diciendo el líder del Grupo de “Los BioRefineros”, ocurre el proceso de fermentación de los residuos agroindustriales y su posterior transformación en bioetenol.

“Lo que se favorece con este equipo es el diseño de un proceso que ayuda a que las partículas de los residuos agroindustriales se estén mezclando en el sistema, junto con la levadura y enzima, logrando de esta forma la producción de biocombustible, vía la fermentación alcoholica de dichos residuos”.

Y a mí me parece que esto de fabricar bioetanol, no tiene ningún chiste. En fin que… la ignorancia es muy osada.

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

Mejor dejo que hable el investigador Héctor Arturo Ruiz Leza:“Ahorita es simplemente para simular, pero realmente lo que tendríamos que estar colocando en el Bioreactor es un medio de cultivo para que un microorganismo que se va alimentar aquí, y que es una levadura, haga el proceso de fermentación.

“Claro que necesitamos realizar previamente un proceso hidrotérmico, (descomposición o rompimiento de sustancias orgánicas, por acción del agua a altas temperaturas y presiones), para la producción de azúcares. Esos azúcares, son glucosa y van a estar en el medio como fuente de carbono para lograr el proceso de fermentación y subsecuente producción de bioetanol”.

Le pido al profe Héctor que me explique, con peras y manzanas, de qué va el proceso completo para la obtención de etanol a partir de residuos agroindustriales.

Dice que lo hará en términos muy generales, para que “Rosita”, la de Ramos Arizpe, lo pueda entender.

La materia prima, que es cualquier residuo agroindustrial, se muele a un tamaño de partícula de un milímetro, más o menos; después pasa a una etapa de pretratamiento en donde se van fraccionar los componentes principales de esa materia prima, que luego serán sometidos a otro proceso que se llama hidrólisis enzimática, donde al residuo, ya pretratado, se le adicionan unas enzimas que son proteínas y que van a hidrolizar la materia prima pretratada para producir azúcares, glucosa; esta glucosa va a ser fermentada por un microorganismo llamado Saccharomyces cerevisiae, y de esta reacción bioquímica se obtiene el etanol.

No sé si “Rosita”, la de Ramos Arizpe, lo entienda, pero a mí parece que no me ha caído el veinte todavía.
Después del proceso de fermentación, sigue diciendo el profe Héctor, que dura alrededor de 48 o 72 horas, se separa el  biocombustible que se encuentra en la parte líquida y se pasa por un proceso de destilación del que resulta el etanol con mayor pureza.

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

Son las 3:00 de otra tarde en el Departamento de Investigación en Alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas, de la UAdeC., donde, como en todas las veces que he venido, veo movimiento de estudiantes, batas inmaculadas, que van y vienen cargando tubos de ensayo por el Laboratorio de Biorefinería.

Los estudiantes no ponen cara de velorio ni plantan jeta. “¿Cómo está?”, saludan siempre sonriendo al reportero que busca pasarse un buen rato con ellos en este laboratorio.

“La verdad es que es un grupo muy dinámico y con una gran capacidad de trabajo y unión, donde todos están al pendiente de los demás, estamos muy orgullosos de cada uno de nuestros estudiantes …”, dirá Rosa María Rodríguez Jasso, Doctora en Ingeniería Química y Biológica por la Universidad de Minho, Portugal, también profesora investigadora de la UAdeC, investigador lider de los  “Los BioRefineros” y responsable de los estudios de la valorización de macro algas mexicanas para la producción de compuestos de alto valor agregado y biocombustibles.

Quiero saber, les digo a los estudiantes, si sus vidas son como las del resto de la gente. Si se divierten, si van de rumba, si bailan, si echan novio, novia, y me cuentan que sí, que todo, todo. De hecho el grupo se reúne para convivir, al menos una vez al mes,  y hasta han ido de viaje.

Al rato le estoy preguntando al Doctor Héctor Ruiz que si existe en el mundo otro bioreactor como el que ellos han inventado.
“Igualito, no lo hay”, responde. Y me explica que una de las cosas que hace diferente a este invento,  de otros, es que es dos en uno.

Basta con quitar y poner piezas, un tubo concéntrico, un distribuidor, para convertirlo de un bioreactor en columna a un bioreactor gas lift, los cuales tienen funciones y operaciones distintas.
“Producen etanol, pero uno puede ser más eficiente que el otro, dependiendo de las características del material que estamos colocando dentro.

“Otra es de que este reactor puede ser fácilmente escalado, significa llevarlo de una escala laboratorial a una escala piloto o industrial”.

Una mañana más en el Departamento de Investigación en Alimentos, de la Facultad de Ciencias Químicas de la UAdeC, “Los BioRefineros”, la mayoría con estancias de investigación en universidades de países como Alemania, España, Canadá, Brasil, Portugal y Estados Unidos, me están contando que tardaron cerca de dos años en desarrollar este prototipo de Bioreactor.

Para eso tuvieron que devorarse muchos, pero que si muchos, artículos científicos sobre bioenergía, biocombustibles y reactores, y luego trabajar, día y noche, “Los BioRefineros” se desvelan seguido, en la conceptualización y el diseño del invento.

“Antes de comenzar cualquier proyecto uno tiene que meterse ahora sí que… en su cueva y leer y leer y buscar qué se está haciendo en otras partes del mundo para no repetir, porque si no, no tendría sentido”, dice Jesús Velázquez, estudiante de la maestría de Ciencia y Tecnología de Alimentos.

Entonces el Laboratorio de Biorefinería era apenas una mesa desvencijada, un horno viejo, tres o cuatro estudiantes y dos investigadores.

“En la primera sección del laboratorio hace tres años, no había nada, nada, nomás una mesa ahí, y un horno, pero aquí no había nada, estaba solo. Se ha ido equipando poco a poco”, dirá el Doctor Héctor Ruiz.

Los chavales del Grupo de Biorefinería, unos 15, se pusieron a pensar fuerte en un artefacto que, construido a base de materiales baratos y desprovisto de sistemas costosos de operación, convirtiera los residuos agroindustriales, hasta ahora desaprovechados en México, en un biocombustible sustituto de la gasolina.

“Ahorita se está utilizando en automóviles principalmente en Brasil y Estados Unidos. Ellos hacen bioetanol de primera generación, que es partir de alimentos, de granos y semillas. Lo que hacemos aquí es utilizar residuos de esos alimentos para que el alimento siga siendo usado para consumo humano, para el ganado.

Es decir, aprovechar el residuo, que es un desecho, para producir bioetanol y no tomar materia prima que es esencial en el consumo alimenticio, como lamentablemente ha sucedido con el uso del maíz y la caña para producir biocombustibles…”, dice Jesús Velázquez, alumno de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos.

Ariel García, un estudiante cubano que ahora está de visita en la Facultad, desarrollando procesos para la producción de biocombustibles utilizando Jatrofa,  planta muy abundante en nuestro país, tiene algo que decir:

“A Estados Unidos le es muy económico producir etanol a partir de granos de maíz, pero el maíz es alimento, entonces es poco ético coger alimento para producir etanol y echarle a los carros. Aquí lo que se hace es utilizar esos residuos agroindustriales que se queman o se quedan en los campos…”.

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

–¿Qué opina del uso de coches eléctricos en la ciudad de México, ahora con eso de las contingencias ambientales?

–No es mi área, pero el etanol, el biocombustible que estamos produciendo aquí, impacta directamente en eso que está pasando en la ciudad de México.

Actualmente el Grupo de Biorefinería trabaja en la realización de pruebas experimentales, con miras a mejorar los rendimientos en la producción de etanol, aprovechando otro tipo residuos como las macroalgas y microalgas, a fin de ampliar la gama de materiales biológicos subvalorizados en el país que se pueden utilizar para la obtención de biocombustibles.

“Todo en este laboratorio está, hasta cierto punto, secuenciado. Unas personas se enfocan a una cosa que tiene que ver con lo que hacen otras personas. Formamos una cadena entre todos y todo mundo aporta al trabajo de los demás”, dice Anely Lara, estudiante de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos.

Mi último día en el Laboratorio de Biorefinería, platico con Rodolfo García, estudiante de la licenciatura de Químico Fármacobiólogo, cuyo trabajo se basa en la producción de bioetanol, a partir de algas castañas y algas rojas; con Alejandra Cabello, alumna de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos, quien estudia lo referente a la viabilidad de los microorganismos para los procesos de fermentación; con Anely Lara, que está leyendo un artículo científico sobre el aprovechamiento de los residuos agroindustriales en diversas áreas de importancia económica; con Elisa Zanuso, alumna de Ingeniería Química, y Daniela Aguilar, estudiante de la maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos, las cuales analizan números sobre la producción de bioetanol a partir de bagazo de agave (el residuo de la producción del tequila); con Daniela Cervantes y Gabriela Victorino, que revisan sus resultados de azúcares fermentables, a partir de macroalgas en un cromatógrafo de líquidos; y con, Jesús Velázquez, el primer estudiante de “Los BioRefineros”, que está concentrado en el desarrollo de un proceso para la producción de bioetanol, utilizando microalgas.

¡Hijo, pero qué demonios no inventarán en estos tiempos!, me quedo pensando…

Foto: Marco Medina y Jonathan Duarte/Vanguardia

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Managua construirá una planta que convierte desechos sólidos en combustibles

lunes, septiembre 28th, 2015

Managua, 28 sep (EFE).- La Alcaldía de Managua autorizó hoy a la empresa W2E Eco Energy Investment Nicaragua S.A. construir una planta en el relleno sanitario “La Chureca”, ubicado a orillas del lago Xolotlán, que convertirá las bolsas plásticas en combustible sintético.

El Concejo Municipal de Managua otorgó una concesión por 30 años a esa empresa, que tiene previsto invertir 17 millones de dólares en la construcción de la planta, dijo la alcaldesa de la capital nicaragüense, Daysi Torres, a periodistas.

Por su lado, el representante de Eco Energy, Andrés Fernández, explicó que tras recibir la aprobación de la Alcaldía de Managua, trabajarán en lograr la licencia ambiental y el “cierre financiero” para construir la planta.

El sistema procesará unas 20 toneladas diarias de plástico, con las que se producirán unos 100 barriles de combustible por día, precisó el ejecutivo.

Fernández dijo que si bien la producción de combustible sería relativamente pequeña, el beneficio ambiental “es bastante grande” si se toma en cuenta que el relleno sanitario de Managua recibe al día 1.260 toneladas de residuos sólidos urbanos, de ellos un 10 % es material plástico contaminado.

Eco Energy es una empresa de capital colombiano, español y nicaragüense.

“La Chureca” es un moderno relleno sanitario en Managua, que hasta hace dos años era el vertedero de basura a cielo abierto más grande de Latinoamérica y fue sellado gracias a la cooperación española.

Situado a orillas del lago Xolotlán, “La Chureca” pasó de ser un basurero donde las personas convivían con perros, cerdos y vacas y trabajaban hurgando en los desperdicios, a contar ahora con una moderna planta de reciclaje. EFE