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Cuatro sencillos consejos de los estoicos para reprogramar tu mente y ser feliz

sábado, febrero 2nd, 2019

Según Sir Ray Avery, tu vida “tiene 30,000 días y el reloj está corriendo”. Esta es una forma precisa de decir que nuestra vida es limitada: la historia de la filosofía ha sido, desde cierta perspectiva, un aprendizaje para la muerte; pero si filosofía es el amor a la sabiduría, según @nereisima, una etimología lúdica de esta palabra podría ser “la sabiduría del amor”.

Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo/Culturamas).- Tal vez los estoicos no hubiesen desaprobado esta versión, pues estaban dispuestos a flexibilizar sus esquemas mentales (incluso al límite de la ficción y la autosugestión) para llevar a la realidad una visión del mundo basada en la voluntad, pero también en la entrega a la contingencia y la incertidumbre. Zenón el Estoico se considera su fundador y la premisa de estos pensadores era, grosso modo, hallar un pensamiento práctico para enfrentar la vida. En otras palabras, life-hacks. Estos son algunos de ellos:

1) ¿Qué es lo peor que podría pasar?

La visualización negativa no es sólo un ejercicio de imaginación que intrigó a los estoicos, sino que fue utilizado también por Michel de Montaigne para aceptar la condición mortal del hombre. ¿Qué pasaría si el techo cayera, si un asteroide nos golpeara, si una súbita epidemia barriera a los humanos del planeta?

No se trata de imaginación masoquista, sino de recordarte que las cosas tal vez no son tan malas como podrían ser. Oliver Burkeman afirma que para los estoicos, la visualización negativa puede servir para “adquirir mucha paz mental al pensar cuidadosamente y en detalle y conscientemente sobre qué tan mal podrían ponerse las cosas. En la mayoría de las situaciones vas a descubrir que tu ansiedad o tus miedos acerca de las situaciones eran exagerados”.

Imaginar perder a tu familia, tus amigos, tu trabajo o incluso la idea que tienes de ti mismo puede ser aterrador; pero un momento después vuelves a tu realidad y experimentas algo que diversas prácticas espirituales, así como los científicos modernos, han asociado con la felicidad: la gratitud.

2) Hacer como si…

El estoicismo se asocia popularmente con cierta impasibilidad o invulnerabilidad frente a los eventos; sin embargo, se trataba más bien de saber qué hacer con las propias emociones (o demonios) cuando estas aparecían y amenazaban con desbordarse.

Ser estoico no es ser impasible, sino estar tranquilo frente a la adversidad. El enojo era una pérdida de tiempo. ¿Pero qué hacer cuando el enojo se apropia de nosotros? Para Séneca, el truco estaba en hacer “como si” no se estuviera enojado, en “transformar los signos [del enojo] en sus contrarios”.

¿Sonreír en medio del desastre? ¿Relajar el rostro, bajar el volumen de voz, caminar despaciosamente? Aparentemente sí: y la estadística está de acuerdo. Según The As If Principle, un estudio de 26 mil personas asignó diferentes tareas para volverlos “más felices”. Una de las tareas era simplemente sonreír, aunque no sintieran ganas de hacerlo o estas no fueran espontáneas. El resultado fue que este grupo reportó un nivel de felicidad autopercibida mucho mayor al de todos los demás.

“Ser es parecer”.

3) Transforma lo cotidiano en un premio

La razón sirve para cuestionar cosas desde distintos ángulos, pero en el caso de los estoicos, el pensamiento no es solamente una tarea mental, sino algo que atraviesa el cuerpo. Algunos ejercicios de esta escuela consistían en ayunar no con fines religiosos, sino sólo para provocarse hambre, o bien caminar en días fríos sin ropa abrigadora. ¿Más sadismo? De ningún modo.

Negarte cosas que das por sentadas puede ayudarte a redescubrirlas y apreciarlas.

Dicho de otra forma: tal vez tu rutina consiste en levantarte y beber café. Tienes una marca que te gusta, un tipo de molido o una preparación específica. Tu día no está completo sin ese pequeño ritual que has hecho tuyo. Los rituales funcionan porque, a diferencia de los hábitos, la repetición reafirma su valor simbólico más que práctico. Si no bebieras ese café, tu día no sería el mismo… y eso es justo lo que los estoicos postulan.

Ejercicios aparentemente anodinos de privación de placeres, desde esta perspectiva, sirven para fortalecer la voluntad. Para disfrutar verdaderamente, los estoicos se alejaban consciente y voluntariamente de la fuente de su disfrute (de algún modo, como los eremitas o los estilitas en otras tradiciones de pensamiento). Cambiar ligeramente la rutina convierte a tu ritual en ritual, en lugar de congelarlo en el hábito.

4) Fallar está bien

Toda esta cháchara sobre el control de las emociones y el ejercicio de la voluntad a toda prueba puede parecer ardua, pero Epicteto, otro de los estoicos, te hubiera dicho que no fueras tan duro contigo mismx. ¿Fallaste?, muy bien: todos fallamos.

En A Guide to the Good Life: The Ancient Art of Stoic Joy, podemos leer:

Epicteto, luego de decir a sus estudiantes lo que debían hacer para practicar el estoicismo, les decía lo que debían hacer cuando fallaban al seguir sus consejos. Él esperaba, en otras palabras, que los estoicos novatos fallaran rutinariamente.

Marco Aurelio aconsejaba que, en lugar de darse por vencidos en la práctica del estoicismo, los practicantes debían volver a la carga y darse cuenta de que una práctica continuada no estaba exenta de imperfecciones, y que de nada servía lamentarse o castigarse por fallar en los preceptos. El castigo (especialmente el que viene en forma de tortura mental) no tiene lugar en el estoicismo.

Dicho de otro modo, aprender a perdonarse a sí mismo también es una forma de aprender los límites de la voluntad, a la vez que se hace consciente de las fallas y se decide no volver a cometerlas. Alejandro Jodorowsky ha dicho que los errores son solamente cambios de direcciones. Encontrar motivación en nuestros propios errores también requiere de carácter y fuerza de voluntad: no se trata de domarnos, sino de aprender a reconocernos falibles, imperfectos, en suma: humanos.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE Culturamas. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Las cinco corrientes filosóficas más importantes

sábado, septiembre 22nd, 2018

Una de las ideas más célebres que se conservan de Sócrates nos llegó, como todo lo suyo, por la vía de los diálogos platónicos. En la Apología se dice que, para este filósofo, el examen de la vida era necesario para la vida en sí. Y aunque podrían citarse a otros autores para apoyar esta idea, quizá en este punto baste con apelar a nuestra propia experiencia.

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo/Culturamas).- ¿Quién no ha sentido, en ciertos momentos de su vida, la necesidad de entender? ¿Quién no se ha preguntado por el propósito de la existencia humana? ¿Quién no se ha angustiado por la fugacidad del tiempo? ¿Quién no se ha sentido aprisionado entre el llamado de su deseo y las imposiciones de la sociedad?

La filosofía, madre de todas las ciencias, ha pasado miles de años intentando responder esas preguntas, renovadas a cada momento porque el ser humano se encuentra en cambio constate, y con él la realidad que habita.

A continuación compartimos un listado de escuelas filosóficas que han destacado en ese examen que aconsejaba Sócrates. Además de una breve explicación de cada una, añadimos algunas sugerencias de obras o autores para comenzar a conocerlas.

Pesimismo

¿Qué es? Un término que puede despertar un primer impulso de rechazo. ¿Por qué querría alguien ser voluntariamente pesimista? Esta es una pregunta válida pero que igualmente vale la pena precisar. El pesimismo como actitud filosófica nos invita a considerar la negatividad propia de la existencia y reflexionar al respecto. Para nadie es un secreto que en la vida también se presentan el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, la muerte y otras situaciones y emociones afines. ¿Hacemos bien en querer evadirlas? Los filósofos pesimistas nos dirían que no, pues en cierto modo eso es amputar la vida misma, quitarle algo que le es propio e, incluso, que es necesario para experimentarla en plenitud. En este sentido, el pesimismo suele derivar en un amor hacia la vida.

¿A quién leer? Arthur Schopenhauer es quizá el filósofo pesimista por excelencia, pero Friedrich Nietzsche también heredó cierto espíritu cercano. Del primero puede leerse un opúsculo suyo, El arte de ser feliz, o entrar de lleno a El mundo como voluntad y representación. Del segundo, puede acudirse a La gaya ciencia o Ecce homo.

Nihilismo

¿Qué es? Nihil significa “nada” en latín, y aunque esto de inicio podría también despertar cierto recelo frente a esta forma de pensamiento, vale la pena frenar ese prejuicio. La “nada” a la que esta corriente filosófica se refiere podría compararse al espacio vacío de una hoja en blanco o la nada primordial que hipotéticamente antecedió al inicio del Universo. ¿Y qué si no hubiera nada? Cuando se piensa así, podemos darnos cuenta de que prácticamente todo lo que nos rodea es resultado del cambio y del accidente. Por más que a veces ciertas cosas parecen haber estado ahí desde el origen, lo cierto es que no es así. La moral, las costumbres, las instituciones sociales, las ideas, nuestras prácticas más habituales: todo pudo no-ser y, por ello mismo, es susceptible de ser cambiado.

¿A quién leer? Friedrich Nietzsche es el filósofo más identificado con el nihilismo, aunque algunos lectores especializados tienen ciertas reservas para clasificarlo así. De cualquier modo, se trata de un pensador que nos enseñó a dudar del conocimiento en sí y de las formas en que éste se construye. Así habló Zaratustra o El ocaso de los ídolos pueden ser títulos para acercarse a su pensamiento nihilista. También un ensayo breve pero profundamente estimulante: “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”. Conocer la vida de Diógenes y las anécdotas que se conservan de él también puede ser un primer acercamiento al nihilismo.

Existencialismo

¿Qué es? El existencialismo es quizá la escuela filosófica más persistente de todas. Su nombre mismo así lo sugiere. Si la filosofía, de por sí, nació como una disciplina para examinar la vida humana, cabría decir que las raíces del existencialismo se extienden incluso hasta los días del Banquete de Platón y llegan a las discusiones contemporáneas de Byung Chul-Han. No se piense, sin embargo, que es ambiguo, pero quizá nuestra especie sea la única que fue capaz de hacer un enigma de sí misma y quizá somos los únicos que necesitamos entender nuestra vida para poder vivirla.

Søren Kierkegaard fue un existencialista avant la lettre. Foto: Especial

¿Qué leer? Al existencialismo solemos asociarlo con los filósofos franceses de la Posguerra –Albert Camus y Jean-Paul Sartre sobre todo–, pero sus ramificaciones son un poco más vastas y diversas. Søren Kierkegaard fue un existencialista avant la lettre y hay quien considera los ensayos de Tolstoi o las novelas de Dostoyevski verdaderas exploraciones del alma humana. Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset también han sido catalogados como existencialistas. Son nombres que, en todo caso, también pueden sumarse a una exploración por esta forma de pensamiento que a su favor tiene, a diferencia de otras corrientes filosóficas, que al mirar al ser humano en toda su complejidad, las obras resultantes son en su mayoría accesibles, sencillas, conmovedoras y a veces hasta fraternales. Quizá por eso es también una de las pocas en que fácilmente se encuentran autores de literatura entre su nómina. En no pocos casos leer a uno de estos pensadores es como hablar con un amigo o con una persona a quien respetamos y con quien nos une un afecto sincero. La repetición de Kierkegaard, las Memorias de la casa muerta de Dostoyevski, El mito de Sísifo de Camus pueden ser algunas sugerencias. Los escritos de Simone Weil pueden ser también una sorpresa grata.

Estoicismo

¿Qué es? Sobre todo en los últimos años, esta escuela de pensamiento ha recobrado un interés inusitado. Fue especialmente popular en los días del Imperio Romano y entre sus adeptos contó incluso con Marco Aurelio, a quien se le llamó el “emperador filósofo” y que entre sus obras legó un interesante compendio de máximas que invitan a una vida de virtud, sobriedad, honor y valentía, bajo cualquier circunstancia. Puede decirse que esa es la esencia del estoicismo: recordarnos que todo en la vida es una oportunidad para ser virtuosos, la felicidad y el infortunio, la dicha y el dolor, las tareas cotidianas y los placeres. La virtud es la brújula que nos permite navegar por los mares de la existencia sin perder nuestro rumbo ni olvidar lo elevado de nuestra misión.

¿Qué leer? Las Meditaciones de Marco Aurelio, las Epístolas morales a Lucilio o Sobre la brevedad de la vida de Séneca y los Discursos de Epícteto se encuentran entre las mejores obras estoicas, pero no son las únicas dignas de atención.

Hedonismo

¿Qué es? En las antípodas del pensamiento filosófico dominante se encuentra el hedonismo, una forma de vivir y reflexionar que tiene el placer como eje rector. El placer, que siempre ha estado en la mente de los filósofos porque es un componente esencial del ser humano. Lamentablemente, en casi todas las épocas el placer no ha salido bien librado de las discusiones filosóficas y menos aún de las prácticas sociales. Casi siempre se le mira como una bestia que es necesario domesticar o contener (así, por ejemplo, en Platón). Pero no es el caso de los hedonistas, quienes invitaron a llevar al placer al centro de la existencia. Y aunque esto suena a una vida llena de sensualidad, fiestas y banquetes, lo cierto es que filosóficamente no es así de sencillo. El placer es también una categoría que debe examinarse para poder ejercerse. ¿Serías feliz si todos los días comieras lo que más te gusta? ¿El placer que sientes por una actividad es genuino o es sólo porque aprendiste a disfrutar lo que te fue enseñado?

¿Qué leer? Si bien el hedonismo es una de las escuelas de pensamiento más antiguas en la historia de la filosofía, en un pensador contemporáneo podría encontrarse un acercamiento fresco y luminoso a la materia: el francés Michel Onfray. Su libro Teoría del cuerpo enamorado es un repaso erudito e inteligente a la manera en que la filosofía y la sociedad han tratado al placer sexual y se encuentra ahí además una apasionada defensa a las ideas de Epicuro (el mayor de los hedonistas).

Esta lista no es exhaustiva, sin duda, y además de algunas corrientes de pensamiento fundamentales para Occidente como el racionalismo o el relativismo, podrían agregarse otras escuelas de Oriente que igualmente se han abocado a reflexionar sobre la vida humana. Pero por ahora que baste con esto, que es material suficiente para preguntarnos por qué y para qué vivimos.

Cabe recordar, por último, que la filosofía no lleva a una reflexión aislada o estéril. Pensar se hace siempre con otros: con los otros que nos rodean, los otros a quienes leemos, los otros con quienes vivimos. Y, por otro lado, se trata de reflexiones que se hacen al hilo de nuestra propia vida, con nuestros actos y nuestras decisiones, con el interés de llegar a esa “vida examinada” aconsejada por Sócrates, que en esa expresión debe entenderse como una vida con sentido. Se vive y se reflexiona, eso es filosofar, y es en la combinación de ambas acciones donde se descubre el sentido de la existencia.

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Arqueólogos hallan el busto del emperador romano Marco Aurelio en Egipto

lunes, abril 23rd, 2018

Se espera que dichos descubrimientos ayuden a aumentar el turismo que ha ido en declive tras el levantamiento del 2011.

El Cairo, 23 abril (AP).- Arqueólogos han descubierto un busto del emperador romano Marco Aurelio en la ciudad sureña de Asuán, informó el domingo el Ministerio de Antigüedades de Egipto.

El Ministerio indicó que hallaron la cabeza en el Templo de Kom Ombo durante labores para proteger el sitio de las aguas subterráneas.

Los arqueólogos también desenterraron artefactos que corresponden al santuario del Dios Osiris Ptah-Neb dentro del templo antiguo de Karnak, en la ciudad de Luxor, señaló el ministerio.

Agregó que los nuevos descubrimientos incluyen partes de un panel de piedra que representa un carnero y un ganso, símbolos del antiguo Dios egipcio Amón, en una mesa de ofrendas.

Egipto espera que dichos descubrimientos aumenten el turismo, que ha sufrido las consecuencias de la crisis política tras el levantamiento de 2011.