Archive for the ‘Tiempo Real – C y E’ Category

Obras de Pablo Picasso dominan nueva temporada de subastas en Christie’s

sábado, octubre 30th, 2021

Además de presentar piezas artísticas de otras corrientes y épocas, una gran sección de la galería de subastas de Christie’s está dedicada a una retrospectiva a la carrera del español Pablo Picasso.

Nueva York, 29 oct (EFE).- La nueva temporada de subastas de Christie’s cuenta con tal cantidad y variedad de piezas de Pablo Picasso que podría considerarse una retrospectiva de la obra del artista español, quien pese a haber sido una figura destacada en el mundo del arte durante décadas, no aburre a los coleccionistas y sigue despertando enorme interés.

“Tenemos una increíble retrospectiva de Picasso en estas galerías”, dijo hoy a EFE la directora de Subastas Vespertinas de Christie’s, Vanessa Fusco, durante la presentación de las obras que se ofrecerán al mejor postor la segunda semana de noviembre.

“Desde el periodo rosa, el cubismo, sus obras surrealistas, retratos de Jacqueline [su segunda esposa], un mosquetero de 1968, hasta el final de su vida”, agrega en referencia a los ocho cuadros que forman parte de la subasta de tarde de arte del siglo XX, una de las más importantes del año, que se celebrará el 11 de noviembre.

Homme à la guitare (1912-1913) de Pablo Picasso. Foto: Captura de christies.com

La joya de la corona es Mosquetaire à la pipe II, una pieza de más de metro y medio de alto y cerca de un metro de ancho valorada en más de 30 millones de dólares que fue pintada por el malagueño en un sólo día en noviembre de 1968, y que sale a subasta por primera vez.

“Fue pintado, de hecho, en el mismo día que pintó a otro de sus mosqueteros. […] Este es simplemente un ejemplo de lo prolífico y extraordinario que fue Picasso, que en un día pudo pintar dos obras maestras”, explica Fusco.

Mousquetaire à la pipe II (1968) de Pablo Picasso. Foto: Captura de christies.com

Femme accroupie en costume turc II (Jacqueline), producido en 1955, tiene un valor similar, entre 20 y 30 millones de dólares, y destaca por sus características modernas, “casi esquemáticas”. Sale al mercado después de haber estado en manos de una misma familia durante tres generaciones.

También sale a la venta Profil (1930), un retrato de su primera mujer, Olga Jojlova; Le repas de l’acrobate (1905), Homme à la pipe (1968); Homme à la guitarre ( 1912-1913); Verre et bouteille sur une table (1913); y Tête d’homme barbu à la cigarette (1964).

Además de obras de Picasso, destacan en esta nueva remesa que sale a la venta una pieza de Jean-Michel Basquiat, The Guilt of Gold Teeth, valorada en más de 40 millones de dólares; un cuadro de Paul Cezanne, L’Estaque aux toits rouges, de entre 35 y 55 millones de dólares; y la primera obra física de Beeple, Human One, que se estima superará los 15 millones de dólares.

“Buga”, el adolescente de 16 años que se convirtió en el campeón mundial del videojuego Fortnite

lunes, julio 29th, 2019

El ganador del Campeonato Mundial de Fortnite se llevó la jugosa cantidad de 3 millones de dólares, rompiendo un récord al mejor premio otorgado. Es importante mencionar que esta industria estará valuada en los mil millones de dólares en lo que resta del año.

Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).– Un adolescente estadounidense llamado Kyle Giersdorf ganó este domingo 3 millones de dólares al obtener el campeonato mundial del torneo del videojuego Fortnite.

El juego es protagonizado por un centenar de personajes que son lanzados a una isla donde tienen que encontrar armas, construir estructuras y eliminarse entre sí hasta que uno de los jugadores sea el vencedor.

Dicho evento fue celebrado el pasado fin de semana en la ciudad de Nueva York, donde se ofreció la mayor cantidad en premios en la historia de los videojuegos, sumando la cantidad de 30 millones de dólares a repartir entre los ganadores.

“Bugha”, como es conocido el ahora campeón mundial en el ámbito de los videojuegos, comentó a la BBC que va a ahorra la mayor parte de su millonario premio y lo único que quiere es un nuevo escritorio y tal vez otro más para su trofeo.

El adolescente mantuvo una sonrisa en el rostro mientras sacudía la cabeza cuando el público estalló en gritos al oír su nombre, Kyle Giersdorf, como ganador del evento, narró Joe Tidy corresponsal de BBC.

El Mundial de Fortnite está considerado como un hito en mundo de los juegos electrónicos, una industria que alcanzará los mil millones de dólares en el presente año.

Por otro lado el récord que acaba de alcanzar este campeonato al ofrecer los mayores premios en su ámbito ya está listo para ser superado por otro evento denominado, The International, que se llevará a cabo el agosto próximo.

Abundan los libros de autoayuda en los anaqueles de las librerías: La gente los compra

sábado, febrero 16th, 2019

En términos más o menos lógicos, todos buscamos una guía y algo para aprender cuando abrimos un libro. Todos son efectivamente de ayuda para crecer o entender algo. No miremos a los libros denominados así con desprecio, ni tampoco creamos que quienes no los leemos sabemos algo más que aquellos lectores consumados.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- Decir así “libros de autoayuda” trae implícito un defecto, un disvalor. Dos por tres los escritores dicen, a veces me dan ganas de ponerme un seudónimo y hacer libros de autoayuda para poder vivir. De hecho, Álvaro Enrigue en algún momento de su vida escribió algunos libros así, pero de los que ya no quiere acordarse (¡ni siquiera el seudónimo!).

Pero desde el punto de vista de los lectores, ¿alguna vez no leyó algunos de esos libros sobre todo para encontrar guía, algún consuelo, alguna enseñanza? El dolor inmenso cuando se muere tu madre o tu padre, a veces se pasa un poco con un libro de tanatología (una de las autoras más notables es Elisabeth Kübbler Ross, con libros como La muerte: un amanecer.

Encuentras palabras para un sentimiento intenso e inexplicable, algo por lo que te parece que te vas a morir: Elisabeth Kübler-Ross confirma que la muerte es un pasaje hacia otra forma de vida y nos hace comprender que la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento, puesto que se trata del inicio de otra existencia, el paso a un nuevo estado de conciencia en el que también se experimenta, se ve y se oye, se comprende y se ríe y en el que existe la posibilidad de continuar el crecimiento espiritual.

No es fácil cuando estás absolutamente inmune a esas oraciones, a “esas verdades”, pero pueden tener un componente consolador, algo que te distraiga un momento.

Desde el punto de vista del feminismo, con autoras tan importantes como Silvia Federici, Gerda Lerner o Rita Segato, que han alimentado ese pensamiento que hoy está tan en boga, uno de los más grandes libros fue Las mujeres que aman demasiado, de Robin Norwood.

Tal vez hoy lo miremos por encima del hombro, pero en esos tiempos muchas mujeres comprendieron que el amor cortés era sólo cosa de la literatura y aprendieron a valorarse y a quererse más allá del galán de moda.

“Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.

Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos y cuando casi todas nuestras frases comienzan con “él…”, estamos amando demasiado.

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando demasiado”, dice Norwood, en un libro que ha vendido en todo el mundo más de tres millones de ejemplares, que salió en 1985 y que todavía hoy, con nuevas ediciones, sigue dando de qué hablar.

Robin Norwood hoy tiene 73 años y ha hecho muchos libros, pero tal como dice Pablo Martínez, editor de Océano, “a veces es un solo libro el que determina a un escritor”.

Los lectores buscan guías, enseñanzas, algo que los ayude a vivir. Foto: Shutterstock

Pablo, por supuesto, está en contra de que le hagamos preguntas generales, pero no tenemos tanta experiencia en estos libros y, por supuesto, le hacemos preguntas generales.

–¿Sirven o no los libros de autoayuda?

–Siendo un poquito más específico, ¿sirven para qué? Esa es una pregunta muy general y a lo mejor más que hacernos estas preguntas, ¿por qué la gente compra libros de autoayuda?

En este camino pareciera ser que está más el lector que el autor. Pareciera que son los problemas existenciales, las cosas que no sabemos, las guías que nos faltan, los que determinan los libros de autoayuda.

“Creo que buscan una serie de soluciones o respuestas o guías o modelos de aspiración para algunos problemas de su vida, dice Pablo. “Los libros de autoayuda tienen una variedad más grande de enfoques de los que mucha gente cree. La misma idea de qué es un libro de autoayuda es más difícil de responder”, añade.

Louise Hay hizo popular el pensamiento de que tu enfermedad obedece a algún esquema mental que posees. Foto: Especial

La clasificación nos sirve de guía: Algunos son claramente como libros que dicen de distintas maneras cosas que ya se han dicho, con visión superficial de pensamientos filosóficos. Algunos de ellos tratan un testimonio de una persona para convertir esa historia como consuelo o aspiración. Hay otros libros, de divulgación sobre temas de psicología planteados con un enfoque psicológicamente hablando. Están también los libros de aprendizaje, cómo armar una mesa o como conocer mejor la música clásica, aunque YouTube ha mermado mucho la cantidad de estos libros.

Los libros de autoayuda en Océano alcanzan el 25 por ciento del programa de novedades. “Son lectores que buscan tener respuestas más allá de preguntas. A veces vemos en las ferias del libro a algunos lectores que dicen: este libro me cambió la vida, del mismo modo que podrían decir que el cine de Tarkovski me cambió la vida. Sí he escuchado eso, individualmente, aunque nunca de alguien cercano a mí como para saber en qué modo cambió su vida”, dice Pablo Martínez.

Sai Baba fue un gurú, que creó el “movimiento hippie” y murió acusado de múltiples delitos. Foto: Especial

USTED PUEDE SANAR SU VIDA

Otra de las “estrellas” a la hora de vender libros de autoayuda es Louise Hay (1926-2017), llamada también “la madre de las visiones positivas”, que editó en 1984, el libro Usted puede sanar su vida, que vendió más de 50 millones de copias alrededor del mundo.

En 1987 fundó Hay House, la casa editorial más importante en el mundo para temas de autoayuda y que ha publicado a muchos de los autores más reconocidos como el Dr. Wayne Dyer, Doreen Virtue, Esther y Jerry Hicks, Brian Weiss y Don Miguel Ruiz, entre muchos otros.

Louise Hay tiene el alma de una pionera y ha nutrido ese pensamiento por medio del cual uno tiene una enfermedad y obedece a alguna causa psicológica, a un estar en desacuerdo con el mundo, a no cambiar el sistema de razonamiento.

Hay dice: “Fíjese en la causa mental y vea si es aplicable a su caso. Si no, pregúntese, en silencio, cuáles pudieron ser los pensamientos que crearon ese problema. Repítase: Estoy dispuesto a renunciar al modelo mental que ha creado este problema. Repítase varias veces el nuevo modelo mental. Dé por sentado que está ya en el proceso de curación.”

Tal es así que todavía podemos escuchar de alguien que tiene cáncer que su modo de vivir es causa de ese problema, que si tiene cáncer de lengua no ha podido decir lo mucho que tiene escondido o de la sangre que tiene mucho resentimiento. Hay una carga más para sufrir una enfermedad tan dolorosa y mortal, cuando la realidad es que vivimos mucho más tiempo que antes, que todavía tenemos males cuya cura no ha sido descubierta y que no podemos acusar al enfermo por causa de su enfermedad.

Una de las cosas más terribles que dijo la viuda de Daniel Sada cuando él murió era ese razonamiento. “Como si él hubiera hecho algo para estar tan enfermo y morir tan joven”, decía Liliana Jiménez.

EL PENSAMIENTO POSITIVO

Uno de los libros más vendidos en los últimos tiempos, lo dice Pablo Martínez de Océano, es El poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, uno de los más famosos predicadores de Nueva York, que revolucionó el desarrollo personal.

Pero en tren de describir el “pensamiento positivo”, tenemos a El alquimista, de Paulo Coelho, Brújula de navegantes emocionales, de Elsa Punset y hasta libros de literatura, como El libro de los abrazos (Eduardo Galeano) y El principito, de Antoine Saint Exupery.

Está el libro de Carlos Castaneda, Las enseñanzas de don Juan, algo que todos hemos leído, junto con los libros de Herman Hesse (Demián, El lobo estepario, Sidharta) , durante nuestra adolescencia: “Don Juan decide convertir a Castaneda en un hombre de conocimiento, alguien que ha vencido al miedo, a la claridad cegadora, al poder y a la vejez y camina hacia la iluminación, hacia el nivel más elevado posible del saber. En este proceso de aprendiz debe mantener una intención rígida, una gran capacidad de esfuerzo y ser consciente en todo momento de que es un guerrero, ya que un hombre va al saber como a la guerra: bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza”, dice Gracia Sacromonte.

Está Alejandro Jodorowsky, con su Psicomagia y el tarot que enseña en París, alguien que en estos tiempos de me too está acusado por abuso sexual y que ha dicho en una nota en 2013: “No creo en la revolución política, sino en la re-evolución poética. Si no hay una mutación mental en las personas, nada cambiará en el mundo. Europa está muy deshumanizada y extraño México. Su comida, por sobre todas las cosas, pues la comida aquí es muy importante, pero más extraño el impulso vital, digamos que puesto a extrañar, de México extraño la vida”. Hay quien ha dicho después de esta nota: El maestro Jodorowsky y otro ha colocado en los comentarios: el gran vivillo.

Carlos Castaneda una las figuras más influyentes del siglo XX. Foto: Especial

CREER O NO CREER

Los que no creemos dos por tres nos levantamos pidiendo algo o alguien en quién confiar. Somos los menos adaptables a la política. Para creer en política hace falta desconfiar más que creer en los salvadores. En ese sentido, los libros de autoayuda, aun el más riguroso, el hecho con fe y creencia efectiva, necesita un lector que se vuelque hacia él como una Biblia, como una fuente de todo conocimiento.

El libro tibetano de la vida y de la muerte, de Sogyal Rimpoché, concentra muchas recomendaciones. Tal es así que cuando conversamos con alguien si sabemos que ha leído ese libro, tiene algún secreto que desconocemos. Editado por Ediciones Urano, con prólogo a cargo del Dalai Lama, es un clásico que cumple veinte años y sigue siendo un libro de referencia.

Uno de los libros más populares. Foto: Especial

“Este libro no habla solo de la muerte, de la asistencia a moribundos y de como nos tenemos que preparar para afrontar ese momento y de ayudar a aquellos que se encuentren en ese punto crucial de su existencia, sino ante todo habla de la vida y del punto budista de como vivir para aliviar el sufrimiento de nuestra existencia, la base misma del budismo. Se habla mucho como es normal del fenómeno de la “impermanencia” pero también de la meditación, de la ley del Karma, la creencia en la reencarnación y del estado del bardo, ese tránsito entre la vida y la muerte en el que creen los budistas tibetanos. No falta la descripción sacada del Bardo Todol de las fases sucesivas por las que entran el cuerpo y la conciencia tras la muerte y los rituales necesarios para llevar a cabo intentando que el fallecido tenga un renacimiento en una existencia más propicia y por supuesto hacer que su tránsito a la otra vida sea lo menos doloroso posible”, dice A.Pacheco en su blog “Un libro en mi mochila”.

El libro tibetano de la vida y de la muerte expone con claridad y un rigor sin precedentes la majestuosa visión que nos ofrece el Libro tibetano de los muertos y combina la milenaria sabiduría de Tíbet con la moderna investigación sobre la muerte, los moribundos y la naturaleza del universo para comprender, encarnar e integrar las enseñanzas budistas a la vida cotidiana.

Aquí aparece el budismo y todas las prácticas de creencia de la vida asiática, un modo de enfrentarla diferente al occidental. Desde que los Beatles, al comando por supuesto de George Harrison, se volcara hacia el gurú espiritual Maharishi Mahesh Yogi, hasta el auge en los 80 y 90 de Sai Baba (1926-2011), muchísima gente occidental se ha volcado a las prácticas asiáticas, teniendo a esa parte del mundo como un sitio ideal, casi como un paraíso terrenal.

En los últimos tiempos, la globalización puso en duda ese “multiculturalismo” por el que íbamos al áshram de Sai Baba para conseguir el paraíso y no mirábamos toda la pobreza de la India. De hecho, antes de morir, Sai Baba fue acusado de muchísimos fraudes, donde cientos de denuncias de ex fanáticos del líder indio han revelado algunos aspectos desconocidos de su vida que incluyen la violación de menores, enriquecimiento y el permanente abuso sexual a sus seguidores.

Los Beatles y su gurú. Foto: Especial

“En el fondo creo que todos sabemos que el multiculturalismo es un fraude, es una estafa, nadie cree realmente en él, sencillamente todo el mundo pretende hacerlo. ¿Cómo puede alguien creer en algo así? Pongamos el caso del Islam y el trato que da a las mujeres: ¿Alguien cree que debemos respetar la idea de que una niña de nueve años debe comprometerse con un hombre mayor porque sus padres así lo dicen? ¿Alguien cree que la poligamia, la ablación, el burka, la prohibición de conducir o viajar son defendibles?”, ha preguntado el escritor Martin Amis en una entrevista realizada por el limeño Diego Salazar.

Como sea, leyes como el desapego (El desapego, de Anthony de Mello; Desapegarse sin anestesia, de Walter Riso; Desapego y libertad, de Luis Valls Taberner), extraída directamente del budismo, han pegado en nuestra forma de vivir y nos llevan a cierto bienestar, a mucha calma.

El desapego como forma de felicidad. Foto: Shutterstock

Deepak Chopra (maestro espiritual de las estrellas en Los Ángeles), Walter Riso, Eduardo Punset (la ciencia llevada al grado de la autoayuda), Jorge Bucay (uno de los que más venden en nuestro idioma y en nuestra región) participan de esa literatura que en forma general llamamos “de autoayuda”.

En términos más o menos lógicos, todos buscamos una guía y algo para aprender cuando abrimos un libro. Todos son efectivamente de ayuda para crecer o entender algo. No miremos a los libros denominados así con desprecio, ni tampoco creamos que quienes no los leemos sabemos algo más que aquellos lectores consumados.

LECTURAS | En carne viva: Mi viaje con el Wu-Tang Clan, de “U-God” Hawkins

sábado, febrero 16th, 2019

Desde su fundación en 1991, el Wu-Tang Clan ha lanzado siete álbu­mes y ha vendido más de cuarenta millones de copias en todo el mundo. Lamont “U-God” Hawkins, uno de los integrantes, el letrista del grupo, cuenta la historia de siete muchachos mugrientos que tomaron su vida cotidiano y la convirtieron en algo mucho más grande de lo que hubieran imaginado.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- El Wu-Tang Clan es uno de los grupos de hip-hop más importantes de todos los tiempos y su impacto ha trascendido el ámbito meramente musical, pues la banda se ha convertido en una referencia cultural e incluso política, que representa una actitud de desafío racial contra el orden es­tablecido por una sociedad aún estructurada para favorecer a la población blanca. Desde su fundación en 1991, el Wu-Tang Clan ha lanzado siete álbu­mes y ha vendido más de cuarenta millones de copias en todo el mundo.

Sin embargo, ningún miembro del grupo había contado su historia hasta la aparición de En carne viva. Mi viaje con el Wu-Tang Clan, escrito por Lamont “U-God” Hawkins, quien en los años setenta y ochenta aprendió a sobrevivir en las calles de los distritos más desamparados de la ciudad de Nueva York, donde la violencia era omnipresente y el futuro para un niño negro como él se cifraba, casi sin remedio, en clave de crack, armas y tragedia. Miembro fundador del Wu-Tang –si bien sólo pudo participar brevemente en el primer álbum del grupo por estar en ese momento cumpliendo condena por posesión de drogas–, ha compuesto varias de las canciones más emblemáticas de la banda.

En palabras del propio U-God: “Ha llegado el momento de que ponga por escrito no sólo mi legado, sino la historia de nueve chicos mugrientos que tomamos nuestra vida cotidiana –repartir madrazos y bisnear e intentar sobrevivir en la jungla urbana de la ciudad de Nueva York– y la convertimos en algo mucho más grande de lo que hubiéramos podido imaginar, algo que nos permitió escapar para siempre de los edificos de viviendas sociales, que era lo único que deseábamos desde un principio”.

PRÓLOGO

El tiempo es cabrón. El tiempo saca a la luz toda la mierda. Hace que las cosas se desgasten. Las rompe. Las aplasta. Las mata. Pone al descubierto la verdad. No hay nada más grande que el Padre Tiempo.

Si tienes paciencia, el tiempo estará de tu parte. Y, si reconoces lo valioso que puede llegar a ser e identificas el momento adecuado para actuar, te convertirás en un cabrón de primera.

Así es como me siento ahora mismo, mientras escribo este libro. Ya es hora de que escriba sobre toda esta mierda. Ha llegado el momento de que ponga por escrito no sólo mi legado, sino la historia de nueve chicos mugrientos que tomamos nuestra vida cotidiana –repartir madrazos y bisnear e intentar sobrevivir a la jungla urbana de la ciudad de Nueva York– y la convertimos en algo mucho más grande de lo que hubiéramos podido imaginar, algo que nos permitió escapar para siempre de los edificios de viviendas sociales, que era lo único que deseábamos hacer desde un principio.

Antes, no obstante, tuvimos que remontar todo el camino desde el infierno. Criarse en Nueva York era de locos, sobre todo durante los años setenta, ochenta y noventa. Por aquel entonces había muchísima energía en las calles y en los clubs. Esa mierda se introdujo muy pronto en mi cuerpo y ha permanecido ahí hasta la fecha. No me refiero sólo a la escena de clubs, sino a toda esa época, a la del alcalde Koch, a la del puñetazo en la cara para largarse con tu cartera. El Clan al completo procede de esa época y la hemos expresado con nuestra música porque esa época nos moldeó, y todavía permanece en nuestro interior. Evolucionamos y cambiamos constantemente, pero ése es el núcleo del que extraigo mi inspiración. Y no se trata sólo de lo que vimos, sino de todo lo que tuvimos que soportar.

Cuando construyeron los edificios de viviendas sociales, aquel lugar era una jungla urbana. Era peligroso, pero si conocías las reglas podías arreglártelas, e incluso pasártela bien de vez en cuando. Había peleas, generalmente a puñetazos, quizá algún boxer, quizá alguna navaja. Y había drogas a nuestro alrededor, claro, pero no tantas como hubo más tarde.

Cuando el crack golpeó Park Hill, mi barrio de Staten Island, la jungla se convirtió en una puta zona de guerra. Los boxers y las navajas se transformaron en pistolas y metralletas. La gente llevaba chalecos antibalas debajo de las camisetas de equipos deportivos. Las calles se cubrieron de cuerpos y casquillos, y a menudo resultaba imposible saber en quién podías confiar en el día a día. Personas a las que considerabas amigas se convertían a menudo en raterillos o atracadores, arrastrados por la adicción o atraídos por el dinero fácil.

Ese miedo, esa rabia y ese terror que había en las calles hicieron que los amigos en los que podías confiar se convirtieran en algo mucho más valioso. Y, a principios de los noventa, nueve amigos, todos ellos auténticos maestros en sus respectivas disciplinas, cada uno de ellos con un papel propio que desempeñar, se juntaron para formar el grupo legendario que conoces con el nombre del Wu-Tang Clan.

Un testimonio valioso y duro. Foto: Sexto Piso

RZA, la Mente Maestra. En cuanto creador de la idea misma del Wu-Tang y encargado de reunir a los miembros que debían ejecutar su plan para dar forma a los coros, conceptos y temas de nuestros primeros discos, RZA fue el general cuyas órdenes todos seguíamos. Tenía una mente brillante, era muy, pero muy inteligente para su edad. No era un bisnero de quinta, sino que, para alimentar a su familia, utilizaba la cabeza y se le ocurrían cosas que le permitían llevar comida a la mesa. El Wu-Tang fue una de esas cosas que nos elevaron a todos.

GZA, el Genio. A menudo junto a su primo RZA, GZA hizo que sus versos ascendieran desde aquellas calles llenas de mugre y de crimen hacia planos más elevados de pensamiento, de consciencia y de expresión. Cuando lanzó su primer disco, Words from the Genius, con Warner Bros., todos pudimos ver de repente la realidad de una música que nos permitía escapar del barrio de viviendas sociales. Aún nos recuerdo a Method Man y a mí escuchando esa cinta y vibrando con ella.

Method Man y Ol’ Dirty Bastard, los Intérpretes. Todos éramos intérpretes, pero Meth y ODB fueron la pareja que siempre llevó nuestras actuaciones a un nivel superior. Meth poseía un entusiasmo contagioso y un encanto natural que le venían de muy lejos, de cuando armaba los bailes de los New Edition en el centro de actividades extraescolares de la Escuela Pública 49. ODB era simplemente impredecible, un salvaje dotado de un carisma demencial sobre el escenario. Comparado con el resto de nosotros, vino con ese talento artístico de fábrica, lo tuvo desde el principio. A veces yo lo observaba y tenía la sensación de que estaba jodidamente loco, pero siempre supo lo que se hacía, en cada momento.

Inspectah Deck, el Artista. De pequeño, Deck se pasaba las horas mirando por la ventana de su apartamento del número 160, observando todo cuanto sucedía en la calle, a sus pies. Absorbió toda esa mierda y la convirtió en unas rimas llenas de vida. Su detallismo visual, además del uso de palabras que uno sólo les había escuchado a los periodistas, te transmitían la sensación de que con sus versos informaba en vivo y en directo sobre lo que ocurría en las calles.

Ghostface Killah, el Narrador. Ghost, que se pateaba las calles desde que era un crío, fue siempre un peleonero. Sus historias cobraban vida porque, al rapearlas, te sentías como si las estuvieras viviendo en ese momento a su lado.

Masta Killa, el Don Innato. Masta fue discípulo de GZA y el único de nosotros que actuó por primera vez con unos Wu ya completamente formados, pero su habilidad para valerse por sí solo fue innegable desde un principio. Conozco las raíces de todos los miembros del Wu-Tang; de todos menos las de Masta Killa. Siempre ha sido así de reservado y no hay nada que hacerle.

Raekwon, el Embaucador. El creador del subgénero del “rap mafioso” pisó la calle a edad muy temprana. Vendía crack en la puerta del edificio que había al lado de aquel en el que vivíamos Meth y yo. En una de mis primeras historias relacionadas con la droga, Rae y yo intentamos mover una hierba de mierda que nos había pasado su primo Rico. Es posible que el tráfico de drogas no sea la mejor de las vocaciones, pero sin duda le dio un montón de material para sus rimas.

Y luego estoy yo, U-God, el Embajador. Yo no era más que un chico complicado con la capacidad mental para crear un montón de mierda, para hacer las cosas por mi cuenta y para vender porros para ganarme el pan. Estuve ahí desde el principio, haciendo beatbox en los pasillos del 160 con Rae y ODB, vendiendo en las calles con Meth, preparando los primeros temas en la choza de RZA… Estuve metido en todo ello. Seguí mi propio camino, en el que hubo un desvío o dos, sin duda, pero que me condujo de manera inexorable hasta el Wu-Tang Clan. De algún modo, supe desde el principio que así sería.

Ésta es mi historia.

Ésta es nuestra historia.

1. TODO COMENZÓ EN LA ISLA

Cuando uno crece siendo tan fuerte, duro, salvaje y loco como es el caso de los miembros del Wu-Tang, la muerte siempre formará parte de su vida.

Recuerdo la primera vez que vi morir a alguien. Yo tendría cuatro o cinco años. Mi madre y yo estábamos solos en el apartamento. “Lovin’ You”, de Minnie Riperton, sonaba en una radio desde la calle. Parecía que, cada vez que pasaba alguna mierda, había algo de música para acompañarla.

Y en los edificios de viviendas sociales de Park Hill pasaban cosas constantemente. Recuerdo un alboroto al otro lado de mi ventana –yo apenas llegaba hasta el alféizar para mirar hacia la calle–. Se estaba formando una multitud y ésta provocaba el escándalo que llevó a que mi madre y yo saliéramos a ver lo que pasaba. Cuando llegamos la muchedumbre era mayor, así que ella me aupó sobre sus hombros. Paseé la mirada por el patio y calle arriba. Todos mis vecinos, y también la mitad de los del número 260 de Park Hill Terrace, estaban ahí fuera.

La policía, los bomberos y una ambulancia no tardaron en llegar. Una mujer se había subido al techo del edificio de al lado –Park Hill 280– y amenazaba con saltar. Era bastante joven, hablaba sola y no paraba de gritarle a todo el mundo mientras los agentes intentaban convencerla para que se bajara de la cornisa.

Recuerdo que la estuve mirando hasta que me entró tortícolis. No entendía lo que pasaba ni lo que estaba a punto de suceder. Al principio parecía que todo iba a salir bien. No daba la impresión de que quisiera suicidarse de verdad, pero había algo que le impedía abandonar aquella cornisa. Aún hoy veo su rostro atormentado, retorcido por la desesperación, los ojos como platos, observando la multitud que había siete pisos por debajo.

Entonces, sin pronunciar palabra o advertencia alguna que indicara que se había cansado de ofrecer aquel espectáculo, la mujer saltó; o resbaló y se cayó, nunca lo supe.

Agitó los brazos durante un instante y, a continuación, cayó a tanta velocidad que prácticamente la perdí de vista. Se golpeó primero contra la valla y aterrizó sobre la escalera de la entrada lateral del edificio. Todo se llenó de sangre, la gente gritó y los policías y paramédicos se acercaron corriendo a aquel cuerpo ensangrentado que estaba a punto de convertirse en cadáver. Todos los presentes, mi madre y yo incluidos, nos quedamos ahí parados, conmocionados e incrédulos, observando el cuerpo mientras lo preparaban para llevárselo en camilla.

Yo era un crío y ya había visto la muerte de cerca. El sonido que hizo aquella mujer al golpear contra los escalones de cemento resonará para siempre en mi interior. En ese momento no entendí lo que podía llevar a una persona a acabar con su propia vida. A los cinco años no siempre reconoces lo que ves, pero siempre he sentido que ése fue el momento que me llevó a ser consciente de mí mismo, que me hizo pensar por primera vez en la vida y en la muerte. Yo era terriblemente joven, pero me impactó.

Provengo de una estirpe de niños de vivienda social. Parece que la gente pobre siempre comienza desde abajo del todo. O logras salir de las viviendas sociales o te quedas allí, a veces durante varias generaciones. Aún conozco a gente que se ha pasado toda la vida en ellas. Que nunca ha progresado, que nunca ha ido a ningún otro lugar, que nunca ha explorado el mundo que hay más allá del barrio. Supongo que se sienten satisfechos con ese tipo de vida, pero desde muy pronto yo supe que eso no era para mí.

Sólo abandonan el gueto aquellos que son puros de corazón. Para mí, eso significa que, cuando de veras crees en lo que eres o en quién eres, te mantienes centrado en ti mismo y no le haces daño a nadie intentando salir. No te metes en confabulaciones, no intentas ganar terreno con zafiedades y no apuñalas a nadie por la espalda para escapar.

Sales de allí con determinación, con fuerza de voluntad y perseverando en la búsqueda de aquello en lo que crees. Si consideras que de verdad puedes convertirte en un médico, y estudias para ello, eso es pureza de corazón.

Bien, yo me convertí en compositor por más que en mi mundo hubiera drogas y ese tipo de cosas; a pesar de los muertos. Y es posible que vendiera veneno y tal, pero, más allá de todo el drama, seguía siendo puro de corazón. Nunca vendí nada a mujeres que estuvieran embarazadas. Ayudaba a las ancianas a bajar las escaleras. Me las arreglé para mantener una moral personal en un escenario perverso. Aunque hacía cosas que estaban mal para sobrevivir, siempre hubo líneas que me negué a cruzar.

Conozco gente que pasó por ese mismo tipo de mierda, que fueron ladrones o asesinos, y que le dieron la vuelta a su vida, consiguieron un trabajo, formaron una familia y se centraron. Bueno, porque hayas matado a alguien quizá pienses que estás acabado, que estás jodido de por vida. Pero no necesariamente es así. Incluso cuando una persona le hace daño a alguien de manera accidental, o ha hecho algo malo, siempre puede corregir sus acciones si escoge actuar desde la pureza de su corazón. En otras palabras, uno escoge el camino correcto. Uno escoge la virtud sobre la negatividad.

Eso es lo que hice yo.

Mi madre es de Brownsville, en Brooklyn. Se crió en Howard Houses, el mismo edificio de viviendas sociales donde vivía la madre de Raekwon, en el número 1543 de la avenida East New York.

Los edificios de viviendas sociales de Brownsville eran los más salvajes de todos, punto. Pregúntenle a cualquier persona de Nueva York qué parte de Brooklyn es la más dura y les dirá que Brownsville.

Podías pasear por delante de algunos de aquellos edificios. Por delante de otros, no. En sus peores momentos no podías pasear por ninguna parte de Brownsville. Tampoco podías ir a Fort Greene o a Pink Houses. Allí, la tensión y la violencia siempre estaban en el aire. Tenías la garantía de que habría peleas con algunos cortes y puñaladas para ponerle la cereza al pastel, e incluso en aquella época podía haber un tiroteo o dos. Al final de la gresca, lo más probable es que alguien acabara muerto. Es por eso que hoy en día no me gusta regresar a esos lugares: siento como si los espíritus de mis viejos camaradas me llamaran. Sus fantasmas siguen rondando por los edificios en los que hacían bisne y en los que fueron asesinados.

Cuando yo era pequeño siempre había alguien intentando robarte los tenis, el abrigo, cualquier cosa a la que pudieran echarle la mano encima. Te robaban los putos tenis mientras los llevabas puestos. Por aquel entonces, si te ponías cadenas de oro y ese tipo de cosas, más te valía saber disparar o pelear. Y la policía no hacía una mierda para prevenir el crimen o para investigarlo después de que sucediera. Simplemente no les importaba.

Pero, cuando sí se involucraban, muchas veces acababa siendo peor para nosotros. A principios de los años setenta, la ley no sentía el menor aprecio por la vida. Mi abuela me contó en más de una ocasión que los policías de la comisaría 73 de Brownsville se dedicaban a matar a gente del barrio. Ella y muchos de sus amigos y familiares aseguraban que los escoltaban al interior de la comisaría, esposados y ensangrentados, y que no se volvía a saber de ellos. Supongo que los policías los emparedaban, literalmente. Así de traicioneras eran las cosas en Brownsville.

El mero hecho de entrar y salir del vecindario ya suponía una aventura. A mi madre le robaron la bolsa cuatro o cinco veces en mi presencia. En varias ocasiones tuvo que llamar a la policía para que nos escoltaran entre la estación de tren y el edificio de mi abuela porque había un grupo de chavos esperando en la esquina para arrebatarle los pocos dólares que llevaba.

Cada edificio o calle tenía al menos una banda o pandilla. No podías ir de un edificio al siguiente si no conocías a la gente correcta. Los gandallas de la escalera de entrada venían directamente a ti y te soltaban a la cara:

–¿A quién has venido a ver? ¿Qué te hace pensar que puedes pasearte por delante de mi edificio si no te conozco?

Los miembros de la banda local, vestidos con pants de marca Kangol, Puma o Adidas, siempre rondaban por la parada de autobús que había cerca del restaurante chino de la avenida Pitkin. En aquel momento, la avenida Pitkin era la zona comercial de Brownsville. Estaba llena de tiendas de ropa, había una casa de apuestas hípicas y tipos que hacían bisne por las esquinas. También había un matadero donde sacrificaban gallinas. Mi abuela solía llevarme. Había gallinas encerradas en jaulas y ella se llevaba pollo fresco recién cortado por el matarife.

Siempre recelamos de aquellos tipos, igual que recelábamos cada vez que teníamos que ir a algún punto del barrio. Recuerdo que una vez me los encontré por ahí, divirtiéndose y vi a un tipo subido a una bicicleta de carreras que se dirigía hacia ellos. Uno de los pandilleros salió de la nada y le arreó en la cabeza con un tubo, recogió la bicicleta y fue a sentarse al banco. Nosotros seguimos caminando como si no lo hubiéramos visto. Nadie reaccionó ni hizo nada y eso que el tipo al que habían golpeado se quedó tirado en la calle, sangrando entre contorsiones.

Mi recuerdo más delirante de Brownsville, no obstante, tiene que ver con Mike Tyson, que procedía de ahí. Esto sucedió en los años setenta, antes de que fuera campeón del mundo o hubiera comenzado a boxear siquiera. Yo tendría unos ocho años e iba caminando por la avenida Pitkin de la mano de mi madre. Cuando pasábamos por delante de la casa de apuestas hípicas, un tipo se nos acercó y le arrancó a mi madre los aretes de las orejas. La dejó ahí, con los lóbulos sangrando y se largó.

Yo era demasiado pequeño para recordar exactamente su aspecto en aquel momento, pero años después, cuando Tyson comenzó a hacerse famoso, mi madre lo vio por televisión y juró:

–¡Ése es el tipo que me arrancó los aretes!

Parece una locura y desde luego que no tengo ninguna prueba, pero eso no me impidió fantasear de pequeño con la posibilidad de que un montón de vecinos de Brooklyn y quizá algunos de Manhattan pudieran decir lo mismo acerca del campeón mundial.

Ignoro la identidad de mi padre y su procedencia. Ojalá pudiera averiguar más cosas sobre él. El motivo principal por el que no sé mucho de él se debe a las circunstancias en las que fui concebido.

Es probable que a mi madre no le guste que saque este tema, porque odia que hable de ello, pero yo fui el resultado de una violación. Fui un “rape baby”. Ella me contó que mi padre le hizo creer que era fotógrafo y que quería que posara para él. Le dijo que la suya era una belleza natural y toda esa mierda. La atrajo hasta algún lugar donde se aprovechó de ella. Mi madre nunca presentó cargos y ni siquiera lo denunció.

La única persona que podría haberme hablado más de él fue Carol, una amiga de mi madre. Cuando vivía en Brooklyn, Carol era bastante atractiva. Le gustaba salir de fiesta y solía quedar con mi padre y con los tipos de su grupo de amigos. Tomaba drogas y acabó contrayendo el VIH. Sufrió un aneurisma cerebral y actualmente se encuentra en una institución psiquiátrica de Brooklyn. Ya no recuerda una mierda. No hace falta que les diga que no me ha sido de demasiada ayuda a la hora de averiguar cosas sobre mi padre.

Recuerdo que, cuando tenía diez años o así, solía preguntar cosas sobre mi padre, pero mamá no me contaba nada. No me habló de él hasta que no fui un adulto. Yo había seguido preguntando de manera intermitente a lo largo de los años. Mi padre era la pieza que le faltaba al rompecabezas de mi vida.

–¿Quién fue mi papá, Ma? ¿Quién es mi papá?

–¡Tu padre es Dios! –me contestaba ella siempre.

Finalmente, cuando cumplí los veintiuno, me dio algunos detalles. También me explicó por qué me había tenido. Me contó que, una noche, Dios se le apareció en sueños y le dijo que no abortara, que aquel niño sería algún día un gran hombre, así que me tuvo. Ese sueño consolidó su espiritualidad, su conexión con Dios. Mi madre es realmente espiritual, quiero decir superespiritual, así que siempre está comentando lo divertido que es que mi nombre haya acabado siendo U-God.

–Y mira en lo que te has convertido –me dijo una vez, como confirmando que el sueño estaba en lo cierto.

Ella siempre hacía hincapié en el hecho de que no se arrepentía de haberme tenido, ni siquiera durante las épocas difíciles que tuvimos que superar. Tal y como yo lo veo, tienes que ser una persona muy compasiva para querer a un niño concebido de la manera en que yo lo fui.

Cuando me lo contó, me quedé conmocionado. La mayoría de las personas, aunque hayan nacido por accidente, suelen ser el resultado de un acto de amor y descubrir que vine al mundo de esa manera realmente me golpeó. Toda la situación me parecía un accidente fruto del azar –después de todo, en aquel momento mi madre no estaba intentando quedarse embarazada, y mucho menos de un fotógrafo/violador de dudosa reputación–. Pero tuve que aceptar que había nacido de ese modo y que aquello no iba a impedir que alcanzara la grandeza.

No se equivoquen: soy producto de mis dos progenitores. Tengo una parte que procede de mi madre, como su buen corazón, pero también tengo el espíritu chanchullero de mi padre. De mi lado paterno debo de haber heredado –porque mi madre no lo tiene– mi empuje emocional. Nadie más en mi familia lo tiene, así que debe de provenir de mi padre.

Hasta la fecha sigo sin saber dónde está mi padre. Aunque deseara dar con él, no tengo le menor idea de por dónde debería comenzar a buscar. Esos detalles que mi madre me contó cuando me hice mayor son todo lo que sé. Quiero descubrir quién es, qué más tenemos en común. Aunque engañara a mi madre, yo sigo siendo su hijo. ¿Qué rasgos heredé de él? ¿Qué costumbres? ¿Qué trastornos? Son un montón de preguntas cuyas respuestas jamás llegaré a conocer.

Durante los primeros doce años de mi vida, mi mamá y yo estuvimos solos. Siempre estábamos cerca el uno del otro. Me crio desde el niño que fui hasta el hombre respetable que soy ahora, y lo hizo ella sola durante la época de Ed Koch, uno de los períodos más salvajes que Nueva York haya conocido nunca.

Las décadas de los setenta, ochenta y noventa fueron probablemente las más violentas de la ciudad. Incluso antes de que apareciera el crack, Nueva York se hallaba al borde de la bancarrota; se recortaron un montón de programas sociales, cuando no desaparecieron directamente del presupuesto municipal.

Cada uno de los cinco distritos tenía sus barrios violentos. Los atracos callejeros, los robos, las violaciones, los asaltos y los asesinatos eran el pan de cada día. No podías ir en tren cuando se hacía tarde. Antes del crack, lo que circulaba era la heroína, la cocaína. Padrotes, prostitutas, policías corruptos…, todos los clichés de Nueva York estaban presentes y medraban.

Durante mi infancia, en todo momento debías ser consciente de lo que te rodeaba. En el gueto, en las viviendas sociales, en todas esas partes de la ciudad que eran de alto riesgo y tenían un elevado índice de violencia, tenías que estar muy pendiente, porque las cosas podían salirse de control en cualquier momento. Por ejemplo, si voy al barrio estaré rodeado de locos culeros. Eso no quiere decir necesariamente que vaya a actuar en connivencia con esos locos culeros, pero sí significa que debo ser consciente de lo que hacen, porque si se ponen locos y da la casualidad de que yo ando por allí, el siguiente paso podría ser que me vuelen la puta cabeza porque un pendejo ha intentado chingarse a alguien con quien mantenía una disputa.

Así que creciste viendo esa mierda. Siempre tenías que estar al quite. Tenías que cuidarte de los acosadores. Siempre tenías que estar alerta. Y hasta el día de hoy las cosas siguen siendo así para los hombres negros que viven en zonas pobres. La historia no es que andes metido en alguna mierda –porque a menudo no estás haciendo nada–, sino que te encuentras tan confinado y enclaustrado por ese recinto urbano que tienes que estar alerta todo el tiempo, vigilar cuanto te rodea.

Lo que mucha gente no entiende es el modo en que crecer así puede cambiar a una persona para el resto de su vida. Ahora mismo yo soy el resultado de esos cambios. Aquello me jodió, y nunca volveré a ser el mismo. No tengo amigos íntimos. Ya no tengo amigos en Park Hill. No puedo lidiar con esos tipos. No puedo lidiar con cierta mierda que sucede en la calle. No puedo estar con cierta gente. ¿Por qué? Pues porque estoy quemado. En mi cabeza soy consciente en todo momento de ciertas situaciones en las que antes no reparaba. Así que tuve que eliminar de mi vida un montón de esas cosas.

Al final nos trasladamos de Brooklyn a Staten Island, y acabamos en Park Hill.

A finales de los años setenta, la vivienda social en la Isla estaba a buen precio. Fue una buena oportunidad para que mi madre y la madre de Raekwon se largaran de Brownsville y al principio Park Hill estaba bien. Cuando llegamos era un barrio de clase trabajadora y seguía comportándose como una comunidad. Había timbres en las puertas de entrada a los edificios.

Había césped en sus zonas traseras. La escuela estaba justo a una manzana.

Quiero decir que sí, me crié en las infames viviendas sociales de Park Hill. Pero, nada más llegar nosotros, Park Hill y la mayor parte de Clifton e incluso la cercana Stapleton habían sido objeto de una reordenación urbana. Sus habitantes eran predominantemente negros y el barrio seguía viéndose nuevo, así que las cosas no parecían tan duras.

Park Hill es de propiedad privada, pero recibe subsidios federales. Ésta es una mala combinación, porque el Gobierno federal garantiza a los propietarios que cobrarán el alquiler de los residentes. Lo cual suena bien hasta que el alquiler se sigue cobrando sin que importe que se hagan las debidas reparaciones o se cumpla con el mantenimiento del edificio.

Aun así, al principio no estaba demasiado mal. Seguía siendo un complejo de viviendas y era duro, pero tenías un cincuenta por ciento de posibilidades de cruzar por ahí o pasear por los alrededores sin que la gente del lugar quisiera chingarte. Entonces, cuando las cosas comenzaron a romperse, tardaban meses en repararlas, y en ocasiones ya no las reparaban nunca. Por culpa de la negligencia de sus dueños, Park Hill no hizo más que empeorar.

Pero en aquel momento yo no me di cuenta de ello. En muchos sentidos viví las mismas experiencias que tantos niños americanos. Y también un montón de cosas diferentes.

Desde los seis o siete años fui un hijo de madre trabajadora, lo cual quería decir que cada día me quedaba solo en casa, sin supervisión paterna. Mamá me dio la llave para que pudiera entrar en el apartamento al volver de la escuela y me soltó el clásico “¡NO SE TE OCURRA ABRIRLE LA PUERTA A NADIE NI CONTESTAR EL TELÉFONO!”.

Cuando mi madre podía permitírselo venía alguien a cuidarme. Pero en el apartado de buenas niñeras había poco donde elegir, y tuve un montón.

Recuerdo a una de mis niñeras. Era una buena persona que mantenía la casa en orden y se preocupaba por mí. Me daba la comida y se aseguraba de que hiciera la tarea. Tenía dos hijas y las tres me cuidaban en su apartamento. Pero además era completamente adicta a la heroína.

Un día entré en la sala de su casa y la vi inyectándose heroína ahí mismo, en el sofá. Tenía las manos completamente hinchadas por los pinchazos de las agujas, pero en aquel momento yo ignoraba a qué se debía. Aún hoy sigo viéndolas. Su novio y un par de tipos a los que no conocía de antes también estaban allí, metiéndose esa mierda.

Mi madre no tenía la menor idea acerca de todo aquello. Estaba ocupada trabajando duro y yendo a clase, intentando mejorar nuestra situación. Así que ese tipo de mierdas me las guardaba para mí mismo.

Y, aunque esa niñera fuera una drogadicta funcional, se portaba bien conmigo. De pequeño nunca la miré por encima del hombro. Además, en aquel momento ni siquiera sabía lo que se metían en el brazo. Muchos años después me di cuenta de que eran auténticos yonquis. Y no exagero.

Tuve otra niñera que era un poco rarita. Cuando me cuidaba se ponía a jugar con mi verga. Nunca se lo conté a nadie. Era demasiado pequeño para saber lo que pasaba, pero instintivamente sabía que ella no debía estar haciendo eso. En cualquier caso, me gustaba, fue el despertar de mi sexualidad. Y ella también me gustaba, así que nunca revelaré su nombre.

Habiendo crecido del modo en que lo hicimos, cabría pensar que todo fueron momentos duros. Éramos demasiado jóvenes para saber que formábamos parte de “los desfavorecidos”. Tienes la sensación de que algo no va bien, pero como eres un crío te adaptas y aprendes a divertirte de cualquier manera. Y hubo un montón de buenos momentos y de recuerdos divertidos para compensar las situaciones difíciles.

Como Big Titty Rose. El de Big Titty Rose fue el primer par de tetas que vi.

Habíamos ido a casa de mi amigo a tomarnos un Kool-Aid y allí estaba ella, tirada en el sofá, completamente en pelotas. Debía de pesar unos 140 kilos. Era verano y hacía calor, así que supongo que no se vestía por eso. Me sentí de lo más intimidado por aquellas tetas enormes. Ella no intentó cubrirse ni nada. Se quedó ahí tumbada, cambiando de canal, con esas cosas inmensas colgando. Yo era pequeño, tendría unos seis o siete años, así que me parecieron incluso más grandes. Recuerdo que me quedé sobrecogido. No la llamaban Big Titty Rose por nada.

Quizá fuera un crío, pero ya había algunas chicas que me ponían. De pequeño veía mucho la televisión y estaba completamente atrapado por Tootie, el personaje de Kim Field en The Facts of Life. Vi que en los créditos se mencionaba una Tandem Production Company. Así que un día llamé a información para pedir el número de la productora y así poder hablar directamente con ella. Aunque no logré que me pasaran con Tootie, me gané una foto autografiada de Kim en patines. Llevaba puestas unas rodilleras. Me enamoré de esa chica en ese mismo momento. Cuando les enseñé la foto a mis amiguitos, ellos me contestaron:

–¡No mames! ¿De dónde sacaste eso?

Queda claro que fui un chico lleno de decisión desde una edad muy temprana. Cuando quería algo, hacía todo cuanto hiciera falta para conseguirlo.

Cuando no estábamos viendo la tele o corriendo calle arriba y calle abajo, mis amigos y yo pasábamos el rato en la parte trasera de los edificios. Detrás del nuestro había unos pocos acres de terreno sin urbanizar, con hierba y árboles y un par de estanques. Uno de ellos era de tamaño medio, mientras que el otro era realmente grande. A un lado del estanque de mayor tamaño estaban los blancos y al otro lado los negros. Si intentabas cruzar al otro lado, te hacían salir por patas. Aquella panda de chicos blancos tenía motocicletas, y nos perseguían con ellas de vuelta al lado negro. Solían hacer pintadas en las piedras que decían “KKK” y toda esa mierda para intentar asustarnos.

Generalmente nos manteníamos en nuestro lado del estanque. Nos quedábamos allí jugando a Huckleberry Finn y ese tipo de mierdas. Solíamos pescar siluros. Construíamos pistas para bicicletas, escarbábamos en busca de gusanos y salamandras. Colgábamos una soga de algún árbol y nos columpiábamos con ella. En aquella época contábamos con nuestra imaginación e improvisábamos. No había Playstations ni internet. Algunos de mis amigos ni siquiera tenían televisor o teléfono en sus casas. Como en verano no había aire acondicionado, por el mismo precio te quedabas fuera de casa.

Construíamos embarcaciones con neumáticos y colchones viejos y nos metíamos en medio del lago con ellas. Solíamos jugar en un inmenso contenedor de basura que había en la parte trasera del edificio. Estaba mugriento, pero nos pertenecía. Y dentro había un montón de cosas. Zambullirse en el contenedor era una mina de oro para los críos de aquel entonces. Había palos. Había gises. Había rampas para bicicleta. Todo tipo de porquerías.

Con las piezas que íbamos encontrando construíamos bicicletas: dabas con una rueda por aquí, un pedal por allá, el manubrio en alguna otra parte… Cuando las tenías todas sólo te faltaba conseguir la cadena. Solíamos abrir la cadena y quitarle los eslabones pequeños con una llave inglesa para que funcionara con la bicicleta que estábamos construyendo, fuera la que fuera. A veces tirábamos de la rueda posterior tanto como ésta nos permitía sin que llegara a salirse para poder encajar así la cadena. El asiento no hacía juego, el manubrio no hacía juego, ¡pero tú salías a jugar!

La cantante Iraida Noriega y el músico Abraham Barrera presentan Luminosa

sábado, febrero 16th, 2019

Son las lecturas de Iraida Noriega, cantante de jazz nacida en 1971 en México, con un padre, Freddy Noriega, “que fue y será un gran músico y poeta”. Este trabajo, Luminosa, ha sido hecho con el músico Abraham Barrera, en un ejercicio improvisado y sin saber adonde los iba a llevar.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- El disco viene en un estuche con muchos colores, muchas pinturas, dibujos y hay nombrados unos cuantos poetas, entre ellos Olga Orozco, Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Jaime Sabines, Andrés Henestrosa, Roberto Fernandez Retamar, Cesar Vallejo Octavio Paz, Fernando Pessoa, Eunice Odio, Gioconda Belli, Guadalupe Galván, Valeria Guzmán, María Cruz, Fabiana Amaro, Carlos Avilez y Joana Medellin.

Son las lecturas de Iraida Noriega, cantante de jazz nacida en 1971 en México, con un padre, Freddy Noriega, “que fue y será un gran músico y poeta”.

[youtube D03y3b3Jaqg]

Este trabajo, Luminosa, ha sido hecho con el músico Abraham Barrera, en un ejercicio improvisado y sin saber adonde los iba a llevar.

“Surge de un amor en común por la poesía latinoamericana y la necesidad incesante de ambos artistas de generar música desde un lugar único e irrepetible”, dice Iraida en entrevista con SinEmbargo.

¿Por qué una cantante en el suplemento de libros? Porque además de las orquestaciones de Abraham Barrera, que son un verdadero y hermoso cuento musical, se unen en un libro los poemas encontrados de las lecturas de Iraida. Claro, también está su voz dulcísima y expresiva en el disco.

En Luminosa se da una armoniosa sociedad entre el sexteto de jazz, que lo componen los intérpretes mas reconocidos del país, como Aarón Cruz en el contrabajo, Gustavo Nandayapa en la batería, Rodrigo Neftalí en la guitarra, Leika Mochán en los coros y loops y los mismos Abraham Barrera al piano e Iraida Noriega en la voz. Además, está la orquesta de cámara, con maderas, metales y cuerdas.

Evidentemente toda la fantasía esta manera de tejer es como una idea nuestra, todo el pivote fue el poder de estas palabras. Foto: Cortesía

Los pasos de Luminosa se van ilustrando con la obra de la pintora y cantante Chiapaneca Lore Aquino, fotografiada por la talentosa Luzy Plata.

El 28 de febrero se dará el concierto en la Fundación Sebastián, donde se podrá apreciar la obra mediante una serie de videos creados por el editor mexicano, Freddy Noriega Jr. y una labor de mapping e iluminación a cargo de la talentosa directora de teatro Rocío Carrillo. El trabajo de diseño de audio está a cargo de Manuel Mora en la grabación y Arcadio Hernández Duarte en la mezcla y post producción.

–Haces un trabajo de collage con los poemas.

–Somos fans. Anotamos en los cuadernos los poemas, hay frases que se convierten en mantra –no sé si sería la palabra-, pero son como una especie de guía de la vida, más que si yo empezara a buscarlos. Ahí está el cuaderno y nos dieron ganas de hacer algo para orquesta.

Luminosa es una obra tuya y una obra de Abraham, totalmente.

–Evidentemente toda la fantasía esta manera de tejer es como una idea nuestra, todo el pivote fue el poder de estas palabras.

[youtube JpL7FfS0NAo]

–Fantasía literaria para una orquesta de cámara. ¿Encontraste en Abraham alguien ideal para hacer esto?

–Es fantasía literaria para orquesta de cámara, porque es crear la música en función o reacción a lo que las palabras van sugiriendo. Estábamos de gira y Abraham me enseñó un disco de un tipo que nos gusta mucho, Billy Childs, que tiene el proyecto de llevar la música a orquestas de cámaras. Decíamos que algo así nos gustaría hacer. Luego Abraham vino a mi casa y comenzamos a grabar, él empezó a tocar, yo a improvisar algunas melodías, todo coincidía con la poesía. Él tiene una capacidad creativa muy espontánea. No se cuestiona demasiado sus decisiones. Fue como un constante fluir, entré en ese río, el desarrollo melódico y la adaptación de las poesías a esas atmósferas que iba proporcionando Abraham, no me lo cuestioné demasiado, fue casi como un dictado que yo iba resolviendo. Difícilmente habrá otro músico más acertado que Abraham. Es un proyecto en el que llevamos cuatro o cinco años trabajando, ha requerido como muchas etapas, ha tenido esta cualidad: fluir sin cuestionar mucho sus procesos.

La orquesta al servicio de la poesía. Foto: Cortesía

–¿Cómo sonará en vivo?

–Hay varias versiones. El 28 de febrero daremos un concierto, presentaremos en el formato original, con una serie de cosas multimedia. Hay varias orquestas interesadas y estamos viendo para que las circunstancias sean las adecuadas.

–¿Cuál es el legado de tu padre?

–Cada tanto hay tributos a lo que considero mi tradición y mi herencia. Toda esa gente es mi escuela, es mi tradición, como Enrique Nery, Freddy Noriega, Eugenio Toussaint. Luminosa de hecho es un título que me dedicó y fue muy emocionante elegir este título. Todo lo que hago en la música siento que es lo que tengo que hacer. No como tu llamado, pero sí algo que tienes que cumplir con eso. Viene de la investigación, del destino, nadie me obliga a ello, no sé cómo encapsular el pensamiento, pero me comprometo a hacerlo. Esa ha sido mi consigna. No sé si trabajo mucho o poco, esto es lo que tengo que hacer, me entusiasma, sentir el deseo de que las cosas pasen de Abraham Barrera, me obligan a estar acá.

[youtube trMxijH5KQo]

“La ficción se reivindica de más allá de la información”: Betina Keizman

sábado, febrero 16th, 2019

En Recurso de amparo, la narradora habla del incendio de una discoteca donde mueren 77 personas. Podría ser en Brasil, en México, en Argentina, en “condiciones degradadas de control, los jóvenes como vulnerables, en todo el mundo”. Hay una intriga policial, un responsable, un fotógrafo que va sabiendo lo inenarrable.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- Recurso de amparo (La pollera) es una novela demencial y al mismo tiempo solitaria, encerrada en sí misma, como si contara la historia de un incendio en una discoteca donde mueren 77 personas, en un relato de un muerto o de un loco.

Lo cierto es que incendios en discotecas suceden en todo el mundo, de hecho está escrita por una argentina Betina Keizman, donde aconteció la tragedia de Cromañón, en el 2004, donde murieron 194 personas.

Aquí, todavía recordamos a la discoteca Lobohombo, donde murieron 22 personas, en un cierre para una casa de entretenimiento que había sido cerrada varias veces por funcionamiento irregular.

La prosa de Keizman es enigmática y cuenta una intriga policial que relaciona poderes económicos con desastres ecológicos y la historia de un fotógrafo que busca y encuentra a los responsables.

“Ignacio, el protagonista, es un fotógrafo inseguro, a veces frágil, introspectivo y sin muchas convicciones, a quien se le encarga retratar a los familiares de los muertos en el accidente del local de baile Luvina. Según reportes, una falla eléctrica causó el incendio contra el cual lucharon 7 horas los bomberos para apagarlo. Pero Ignacio oculta que su padre también es una de las víctimas, acaso tuviera alguna responsabilidad en el hecho”, dice Carolina Melys en la presentación de la novela.

Y agrega: “La escritura de Betina Keizman, de enunciados meticulosamente trabajados, fluye en la narración mediante la sutileza en las ideas y en la profunda belleza de las imágenes, en que confluyen el dolor, inseguridades y aprehensiones de los personajes. La precisión al delinearlos en sus matices y complejidades es una de las grandes fortalezas de la novela”.

El libro tiene origen chileno y próximamente se editará en México, fruto de una larga carrera de Keizman, Doctora en Letras, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que tiene entre sus títulos Profundidad de campo, El museo de los niños, El secreto de Marlene Rochoell y Los restos.

Uno lee a los escritores mexicanos y no interesa si son realistas o no, en ese sentido hay como proyectos literarios más honestos con sus propias intenciones. Foto: Archivo

–¿Recurso de amparo es sobre Argentina y la identidad?

–(risas) Sí y no. En realidad fue algo así, aunque lo de Cromañón, la tragedia, salió después. Yo estaba pensando en algo más contemporáneo, cómo vivir la experiencia de los otros, la reivindicación de la ficción como una forma de empatía y de acercarse a las experiencias de los otros.

–Hay una reivindicación de la ficción, aunque si el libro saliera en la Argentina, todos pensarían en dicha tragedia.

–Sí, es cierto. Está eso y está también el tema de desaparecidos, como el tema de las pérdidas, cómo lidiar con ellos. Leí algunos libros sobre Cromañón, pero encontré un caso similar en México, otro en Brasil, en realidad te das cuenta que son sucesos que se producen en un muchos lados. Son condiciones degradadas de control, los jóvenes como vulnerables, en todo el mundo. No sé si hoy es peor que en otras épocas. Lo que es cierto es que uno tiene el contacto inmediato y recibe la información muy superficial de los niños que mueren, de los migrantes allí o allá, es como que en el ranking de las atrocidades estuviéramos más arriba, pero no sé si es así o es el grado de información que tenemos hoy.

–¿La ficción denuncia y se percata de todos estos hechos?

–Se percata, creo. La información está. Antiguamente la literatura testimonial era algo que denunciaba e informaba algo que no se sabía. Hoy pareciera que tenemos acceso a todo, que sabemos todo y no hay nada que se pueda hacer. Es como una reivindicación de la ficción más allá de la información.

–¿Qué tiene que ver la fotografía contigo?

–Me gusta mucho la fotografía y creo que la fotografía tiene como esa idea de registrar el mundo, tiene como esa apariencia de poder incorporarse inmediatamente a los hechos. Hay una fotografía más reflexiva. Hoy lo que sacamos son las fotos por los teléfonos, una imagen muy superficial. Sacas a todo, pero en realidad no prestas atención a nada. ¿Cómo con la fotografía prestar atención no sólo a lo que se ve, sino también conectarse?

–Hay un personaje protagonista masculino en la novela.

–No quería hacer un personaje femenino, hay en este momento como una cuarta o quinta ola de reivindicación feminista, con la que estoy de acuerdo, muy comprometida, pero no sé si en el campo literario se están agregando cosas con esa posición. Me parecía mejor un personaje masculino.

–Escribe una mujer y en ese sentido hay una mirada femenina sobre los hechos.

–Sí, puede ser. Algún amigo que leyó me dijo que el personaje como padre es una madre. Soy como una escritora muy desordenada. No empiezo con un plan. No escribo como con un proyecto inicial. Es una sorpresa lo que sale. Estoy contenta con Recurso de amparo, pero me interesa no ser tan práctica, me parecen que salen cosas más interesantes.

–Vives en Chile. ¿Qué haces allá?

–Doy clases en la universidad, de literatura, investigo y lo que hago es como hacen todos los escritores: un pretexto para comprar tiempo y poder escribir. Uno tiene que ganarse la plata de algún lado. No conocía nada de la literatura chilena antes de llegar a Chile, ahora conozco bastante, aunque hay que seguir proyectos más propios, porque estamos sino muy influidos de lo que se está haciendo.

–¿Qué registro tienes de México?

–He leído a muchísimos autores y tengo más registro que con la argentina. Hay muy buena pluma mexicana y me interesa sobre todo la destrucción de los géneros. Uno lee a los escritores mexicanos y no interesa si son realistas o no, en ese sentido hay como proyectos literarios más honestos con sus propias intenciones.

[youtube qFpMNJizDC8]

Una novela sobre el incendio en una discoteca. Foto: Especial

Fragmento de Recurso de amparo, de Betina Keizman, con autorización de La Pollera

Con muchos deudos había conversado sobre la vida póstuma; las enseñanzas católicas, el paraíso, el infierno o el limbo, lo confirmó, eran creencias en franco retroceso. El hombre que le recordaba al Psicópata se reveló fervoroso creyente en la reencarnación, pero la mayoría rumiaba una convicción difusa de permanencia y vida. Hasta Pancha confiaba en que Leticia subsistiría transformada en una forma de energía, amparada en esa solución que Ignacio ya había escuchado: una energía que nos unía a las estrellas y al mundo, algún tipo de transmutación de materias. Aunque mejor que nada, era un consuelo bien pobre permanecer en el mundo sin ser uno. Para curarse en salud, en el altar de muertos que Elisa hizo para su padre, Ignacio contribuyó con una postal de Xcaret, el vaso de whisky, un collar de oro y las fotos de

un mítico viaje americano que el Psicópata había hecho con dos amigos de juventud. ¿Qué es lo que debe un deudo, qué adeudamos a nuestros muertos? Era la pregunta que haría el Pichi Rodríguez. Jugó a ser él: “El deudor que no se muera, que en pie se estará la deuda”. En la pantalla de la computadora se escribía negro sobre blanco que el deudo debe la vida a su progenitor, y por consiguiente a todos sus ascendientes.

Una obligación que emana del parentesco. Otra cuestión es lo que impera en la actualidad, con la balanza deslizada hacia la obligación de los padres para con los hijos, al cuidado de la progenie, la dictadura de los pañales. Matilde: la punzada dulce en el pecho. En contraste con los comportamientos de los padres contemporáneos, la tarea y los sentidos del deudo devolvían la balanza a su origen, tomaban partido por

el cuidado de la tribu y las raíces. En resumen, cuando el padre es muerto, el hijo se sabe deudo, recuerda su origen y pesa su deuda. La búsqueda en el diccionario de internet lo llevó a otra curiosidad: adicto y addictus. Así se denominó en la antigua Roma al deudor que por falta de pago era entregado como esclavo a su acreedor. Una nota completaba la información: el problema adquirió tal envergadura que las casas patricias amenazaban convertirse en cárceles de paso, siempre con algún addictus esperando su venta en el mercado de esclavos. Si la venta fracasaba en dos oportunidades, el addictus era vendido al otro lado del Tíber: morarás en tierras ajenas.

Frente al espejo cubierto de vaho, Ignacio tanteó la zona en que una franja de barba crecida se había escapado a sus movimientos. En torno a su mano la bruma deshacía las líneas rectas de los azulejos. El vapor desprendía un olor intensificado a nicotina y el sellador contorneaba las losetas hexagonales verdes con un movimiento de serpiente, un desplazamiento que se impregnó en su cuerpo, con una sensación

giratoria contra los pies que lo fondeaban como un ancla. En la bruma blancuzca reconoció su piel convertida en superficie escamada bajo el agua caliente, un fondo de

piscina verde con algunas manchas más negras en las que un poco allí, un poco allá, se distinguían seres con branquias,amigos de ese universo acuático de contornos descompuestos, con vasos y órganos adaptándose a los fluidos. Otras veces imaginaba que alguien avanzaba en ese vapor, durante un tiempo fue Elisa, a veces su hija o algún amigo, últimamente había sido el Psicópata escoltado por los familiares del Luvina. Apenas abrir la boca, esas apariciones se arrastraban hacia la inconsistencia. Una vez Paulina Iriarte joven había estirado la mano para tomar la suya y con los labios cerrados le advirtió que los cumbieros dominaban el fuego.

Un burbujeo suave escapó de los labios de Ignacio y las burbujas ascendieron hacia la altura de su cabeza, por sus mejillas, como lágrimas invertidas.

La ventana abierta liberó el vapor y a los pocos segundos solo perduraban gotas mínimas, multiplicadas sobre los azulejos.

Ignacio se friccionó suavemente, empujando la piel.

Sería feliz si Pancha le propusiera vivir en su casa, en algún rincón, entre los trastos, donde no fuera a molestar. O en el museo de Asterio, un deslarvador necesita un mudo que intimide a los consultantes. Podía hacerse el bizco para que le tuvieran miedo, lo que fuera para estar cerca y protegido.

COLUMNISTA INVITADO | Julio Cortázar, una tentativa de hurgar en lo posible

sábado, febrero 16th, 2019

¿Qué queda del argentino Julio Cortázar además de su obra magnífica, siempre leída con el mismo placer? Queda la manera de hacer visibles las hebras de una realidad múltiple, el esfuerzo por rondar los límites y a menudo traspasarlos. El suyo fue uno de aquellos pensamientos que contribuyeron al gran rompimiento de los preceptos literarios imperantes en su tiempo y al resquebrajamiento de la visión ordinaria, tal como suele ocurrir en los sueños, cuando vemos caer una lluvia de fuego y, al despertar, resulta que alrededor todo el paisaje está calcinado.

Por Leopoldo Lezama

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- Porque en rigor todo es posible, basta con provocar el gran incendio interior, pues lo único que no podría pasar por alto el Ser (así, con mayúscula) sería no haber incitado al gran estallido en el núcleo mismo donde son concebidas todas las cosas: ¿quién nos curará del fuego sordo, del fuego sin color que corre al anochecer… saliendo de los portales carcomidos, de los parvos zaguanes, del fuego sin imagen que lame las piedras y acecha en los vanos de las puertas, cómo haremos para lavarnos de su quemadura dulce que prosigue, que se aposenta para durar aliada al tiempo y al recuerdo, a las sustancia pegajosa que nos detiene de este lado, y que nos arderá dulcemente hasta calcinarnos…

​Esa calcinación dulce que nos convoca a mirar más allá de todas las formas, la vislumbró Julio Cortázar (1984-1914) desde ángulos diversos: en la historia de dos hermanos que paulatinamente son expulsados de su casa por una fuerza que no pueden identificar, pero cuyo poder terrorífico es superior a cualquier cosa tangible; o en la del motociclista accidentado, que durante su convalecencia sueña que es llevado a la piedra de los sacrificios durante un ritual azteca, y cuyo delirio se entrecruza con un hombre quien soñó con una ciudad espléndida en la que montaba un enorme insecto de metal, poco antes de llegar a la gran piedra donde habría de ofrendar su sangre.

El juego consiste en mantenerse al interior del incendio, ardiendo así sin tregua, soportando la quemadura central que avanza como la madurez paulatina en el fruto, ser el pulso de una hoguera en esta maraña de piedra interminable, caminar por las noches de nuestra vida con la obediencia de la sangre en su circuito ciego. Y es en este juego de ficción donde Cortázar desarrolla el ejercicio de la huida, convencido de que nuestra verdad posible tiene que ser invención. Juego que abarca un centenar de cuentos asombrosos, cinco libros almanaque compuestos de poemas, cuentos, recortes periodísticos, pequeños ensayos y textos de teatro, tres volúmenes de poesía y siete novelas que tienen en Rayuela el intento más admirable por alcanzar la otra orilla, los otros límites. París —escribió en una frase que encapsula toda su poética— es un centro… un mandala que hay que recorrer sin dialéctica, un laberinto donde las fórmulas pragmáticas no sirven más que para perderse.

¿Y cuáles son las fórmulas que establecería tal pensamiento en su intento por filtrarse entre las oquedades que ofrecen atisbos de la otra realidad? ¿Qué mecanismo engendraría para perseguir lo que buscaba una conciencia de las dimensiones de Johny Carter en su cuento “El perseguidor”? Ese personaje que encarna el drama del músico genial, drogadicto y miserable (claro homenaje a Charly Parker), es un punto de partida para acometer la fuga, porque —dice de sí mismo el propio Carter—: la música me sacaba del tiempo, aunque no es más que una manera de decirlo. Si quieres saber lo que realmente siento, yo creo que la música me metía en el tiempo. Pero entonces hay que creer que este tiempo no tiene que ver con… bueno, con nosotros, por decirlo así. Y cada vez que Johny Carter ejecutaba un solo con su saxo, se abría un tiempo nuevo: Yo no me abstraigo cuando toco. Solamente cambio de lugar.

Pero, ¿qué lugar, qué tiempo extraordinario es aquel que se alcanza mediante la implicación absoluta con el arte? He aquí una respuesta posible ofrecida por Carter: Todo es elástico, chico, las cosas que parecen duras tienen una elasticidad. José Lezama Lima había dicho en torno a la obra cumbre de Cortázar: Rayuela ha sabido destruir un espacio para construir un espacio, decapitar el tiempo para que el tiempo salga con otra cabeza.

Para cohabitar en la alcoba cortazariana (no decimos entender, porque nada disgustaba más a Cortázar que esa palabra), resulta imprescindible conocer a quienes conforman su familia espiritual (Mis dioses están en la tierra y no en otra parte, solía decir). De su afición por la literatura francesa (pasando por las ya conocidas influencias de Jules Verne y del estadounidense Edgar Allan Poe) podemos resaltar dos momentos cruciales: primero, la figura de Jean Arthur Rimbaud; después, el movimiento surrealista (cuyos planteamientos fundamentales parecen estar influidos también por el joven de Charleville). Gracias a un ensayo temprano sobre Rimbaud, escrito hacia 1941, sabemos que Cortázar admiró del poeta maldito esa búsqueda del absoluto por medio de la poesía para alcanzar los confines del propio Ser:

Quiere abrirse un camino a través del infierno, a través de la Poesía, y alcanzar por fin la conquista de su propio Yo… Más allá está la vida —poesía, libertad, divinidad—; y todo su terrible camino no es más que un reiterado más allá. Aún aceptando que hubo en él la esperanza de llegar a lo absoluto de la Poesía, de lograr un conocimiento de lo incognoscible mediante la aprehensión poética… todo ello no era un fin en sí… sino el peldaño supremo desde el cual le sería dada la contemplación de sí mismo, desnudo de escoria, diamante ya, enfrentándose con lo divino de igual a igual. 

La frase célebre que ha quedado en la historia de la poesía como el himno de la más profunda búsqueda ontológica: “Yo es otro”, aparece registrada en Carta de un vidente. En ese texto, Rimbaud propone un desajuste de todos los sentidos como vía para encontrar nuevas y desconocidas rutas poéticas, pero sobre todo una dislocación del Yo concreto (tentativa para encontrar la Vida que su naturaleza le reclamaba, insiste Cortázar). Esa frase tuvo una fuerte resonancia en el autor argentino, quien, incluso, llegó a poner en labios de su Johny Carter otra frase igualmente enigmática, que pareciera contestación a la primera: “No soy yo, yo”.

Junto al hombre al que idolatró por haber jugado la poesía como la carta más alta en su lucha contra la realidad, Cortázar absorbió asimismo el movimiento encabezado en París por André Bretón, del cual diría pocos años antes de su muerte:

 El Surrealismo fue una gran lección para mí, no tanto una lección literaria, sino una lección de tipo metafísico; el hecho de que el Surrealismo me mostró la posibilidad de enfrentar la llamada realidad cotidiana no sólo desde la visión convencional, de la lógica aristotélica, sino tratando de ver lo que se daba en los intersticios, siguiendo la famosa frase de Alfred Jarry: “Preocuparme no tanto por las leyes sino por las excepciones de las leyes, que en efecto son siempre más interesantes que la ley misma.

De estos materiales están constituidos los personajes más emblemáticos del imaginario cortazariano: Horacio Oliveira, La Maga, los miembros del Club de la Serpiente, cuyas noches de jazz, ginebra y filosofía se presentan como ceremonias lúdicas (pero no por ello menos solemnes) en que el espíritu practica una deliciosa apertura frente a la monumentalidad de la existencia.

Abrumado de absoluto, Cortázar recorre los innumerables pasillos del lenguaje hasta llegar al patio en blanco, al fuego sordo que consume las formas rígidas, la forma huidiza que se lanza hacia otras nuevas y asume la casualidad como un principio vital; como algo que estaba pactado bajo su fascinante método oculto. En rigor, Cortázar busca también una visión estética del mundo, donde las potencias edificantes del arte transforman la mente de los hombres mediante un prisma que todo lo disocia en formas enigmáticas. La luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, escribió. ¿Pero qué clase de formas son las que se dejan distinguir en la estética cortazariana? Todas aquellas que han organizado la tentativa de ir un poco más allá; el desmembramiento de estructuras como un curioso salto cuántico hecho por una liebre para llegar a un sendero imposible; el humor como un sable meticuloso que despedaza los cuadros lógicos de nuestra inaceptable realidad; la fantasía como alternativa para modificar el tema del hombre, peluquero de sí mismo, repitiendo hasta la náusea el corte quincenal. Y el amor, ese ritual inexplicable en que el Ser vence sus contornos para ir en busca del otro (¿para recibirlo?), para fundirse en un mismo movimiento convulso donde todo vuelve a comenzar. Nos hemos estado encontrando, paso a paso, desde mucho antes que nos viéramos por vez primera, mucho antes de tu cuerpo junto al mío, nos hemos venido hallando como un caracol sigue a la luna por la noche, como un pájaro se deja llevar por el aire para llegar a otro nido, le dice Oliveira a la Maga, símbolo que condensa la sensibilidad y la ternura en estado puro, emblema que fecunda la luz negra, aquella manera natural de observar y de sentir el universo a fuego limpio.

Es la Maga —y no la realidad— quien hace a Cortázar (Horacio Oliveira) replantearse las cosas desde un ángulo divino (te siento temblar junto a mi como una luna en el agua); es ella quien logra que la escritura de Rayuela se sublime y penetre en una espacialidad deslumbrante:

Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impulso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada… Y no lo sabe, igualita a la golondrina… Ese desorden que es un orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas.

En este ir y venir del orden al desastre luminoso, Cortázar presintió que es el amor la fuerza motriz de las máximas transgresiones (o acaso el desamor y su lenta máquina, los engranajes del reflujo, los cuerpos que abandonan las almohadas, las sábanas, los besos). Porque en esta aventura extraña, en este hechizo triste que es el devenir del tiempo, sólo unas pocas mentes han podido franquear las fronteras de lo posible; un desvelamiento labrado con la potencia de una fuerza ciega, una suerte de entrega a poderes mayúsculos que únicamente puede imaginarse mediante la detonación de las facultades sensitivas. Para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos, dice Oliveira a la Maga. Pero estas fuerzas no provienen de otro lado que de la propia alma humana: Se podrá decir que la poesía es una aventura hacia el infinito; pero sale del hombre y a él debe volver.

Harán falta páginas para hablar de la generosidad del escritor, de su abierta posición a favor de las causas justas, de las polémicas que abrió para buscar el carácter del ser latinoamericano, de su apoyo irrestricto a las insurgencias latinoamericanas del siglo XX (incluyendo la Revolución cubana, aún en sus momentos más polémicos) contra lo que él y muchos más llamaron el imperialismo norteamericano, sistema que, en su criterio, “hace todo lo que puede para asimilarnos a su estilo de vida, a su manera de pensar, y en última instancia… a su manera de entender el mundo, que es un sistema capitalista-imperialista… que no es mi sistema ideal, ni la vía que yo pienso que tiene que ser la de América latina”. Recordemos brevemente que Julio Cortázar formó parte del Tribunal Rusell, fundado originalmente por Bertrand Rusell y Jean Paul Sartre para juzgar los crímenes de guerra cometidos en Vietnam por  Estados Unidos, y que extendió su denuncia hacia las torturas ejercidas en América latina por los gobiernos de extrema derecha. Recordemos también que las regalías de su novela Libro de Manuel, fueron destinadas a los abogados que defendían a los presos políticos de la dictadura argentina, gracias a lo cual muchos fueron liberados. Juan Rulfo, quien rara vez hablaba de sus contemporáneos, dijo de Cortázar: Tiene un corazón tan grande que Dios necesitó fabricar un cuerpo también grande para acomodar ese corazón suyo.

Para el Cortázar maduro, la fuga debía darse en lo más profundo del espíritu, pero también en el destino de la sociedad, que tenía su desenvolvimiento más urgente en la liberación de los pueblos oprimidos. Y si las condiciones así lo requerían, era preciso estar preparados para dejar de combatir con las máquinas de escribir, para salir a pelear con otro tipo de máquinas.

García Gual, próximo académico de la RAE, dice que el lenguaje inclusivo es duplicar palabras innecesariamente

sábado, febrero 16th, 2019

Se exagera un tanto en la pretensión de duplicar los adjetivos en masculino y en femenino sin tener en cuenta que el masculino ya está usado como neutro. Eso no quita que esté bien llamar la atención para resaltar, cuando sea justo, la presencia femenina. Pero duplicar las palabras innecesariamente me parece una tontada”, ha explicado en una entrevista con Europa Press el filólogo.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo/EuropaPress).- El ensayista y filólogo Carlos García Gual, que ocupará a partir de este domingo la silla “J” de la Real Academia Española (RAE), considera que “duplicar innecesariamente las palabras” cuando se habla, para favorecer el lenguaje inclusivo, es “una tontada”.

Se exagera un tanto en la pretensión de duplicar los adjetivos en masculino y en femenino sin tener en cuenta que el masculino ya está usado como neutro. Eso no quita que esté bien llamar la atención para resaltar, cuando sea justo, la presencia femenina. Pero duplicar las palabras innecesariamente me parece una tontada”, ha explicado en una entrevista con Europa Press el filólogo.

García Gual ha adelantado que tiene el discurso de ingreso preparado “desde hace meses” y que, bajo el título de ‘Historias de amantes peregrinos. Las novelas griegas’, abordará “la invención de la novela en occidente en el mundo griego”.

Cuando fue elegido a finales de 2017, la RAE contaba con otro director, Darío Villanueva. La llegada de Santiago Muñoz Machado supondrá la presencia al frente de la institución de alguien “muy adecuado para enfrentar y buscar solución a una situación económica apurada”.

“El director anterior ya lo haba advertido, se necesitaba un gestor económico y alguien que se relacionara bien con las autoridades políticas y la sociedad en que nos movemos”, ha aseverado, para luego añadir que la crisis económica de la Real Academia es “grave”.

“Han fallado varias cosas: la gente no lee mucho en papel y el diccionario que se consulta ya es por Internet, pero es que también hay una crisis general de la lectura. Hay una situación muy preocupante y la RAE no es un organismo comercial que pueda hacer negocios”, ha lamentado.

CHOQUE IMPREVISTO CON ROSA MONTERO

Elegido después de un primer intento fallido, García Gual ha reconocido que “sintió ese choque imprevisto” con Rosa Montero, la otra candidata que tampoco pudo entrar entonces. “Es una persona a quien admiro y quiero bastante, ha sido alumna mía en enseñanza media y es una buena escritora”, ha defendido.

De hecho, el futuro académico considera que en la actualidad hay “una proporción de mujeres exigua” en la RAE, a pesar de los ingresos de los últimos años –seis mujeres en la última década–.

“La Academia ha sido injusta en el pasado con ciertas figuras femeninas, pero esto no solo ocurría en la RAE, era una cuestión de la sociedad. Espero que ese número aumente de una manera merecida”, ha señalado.

LAS HUMANIDADES, UN LUJO CULTURAL

Preguntado sobre lo que podrá aportar a la institución, ha resaltado su lado “helenista” que “podía echarse de menos” en la RAE. “Además, creo que la mitología está de moda, no solo en el ámbito académico, sino que tiene ecos en la propaganda, en la cultura actual o en las películas y me parece interesante esta atención a un mundo fantástico”, ha celebrado.

En cualquier caso, el catedrático de filosofía griega ha alertado sobre una “crisis grave” de las humanidades en España. “Me duele mucho esta situación, he escrito sobre ello en algunos libros y he insistido: la tecnología domina la cultura y la atención a los textos está disminuyend”, ha aseverado.

García Gual señala a las autoridades académicas como responsables de esta situación, en la que la presencia del griego o el latín “es muy reducida” en los planes de bachillerato y estudios universitarios. “las humanidades han quedado marginadas porque se piensa en la rentabilidad de la enseñanza y a lo humanístico se considera un lujo cultural”, ha concluido.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE Europapress. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

El Claustro de Sor Juana cumple 40 años: Celebraciones en homenaje a la gran escritora

sábado, febrero 16th, 2019

 “En estos 40 años, el Claustro ha recuperado espacios, se ha convertido en una universidad de prestigio, hemos propuesto programas de estudio pertinentes, son muchas las cosas que hemos logrado en estos 40 años y queremos festejarlos”, dice Carmen López Portillo.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- La cita era en el restaurante Zéfiro, cuna de la escuela de gastronomía del Claustro de Sor Juana. Un desayuno exquisito en un lugar único. Irma Gallo dice: mira cómo están hechas estas paredes. Frente, se sienta el chef y al frente la rectora Carmen López Portillo. A cada lado, los principales ayudantes: Rafael Tovar López-Portillo, Moramay Kuri y Luis Torres.

Hay muchos periodistas y el clima parece ser de fiesta. No es para menos, este año se cumplen los primeros cuarenta años de la asociación civil sin fines de lucro que tiene como experiencia en formar personas comprometidas con el desarrollo del país y con la excelencia académica.

Hace poco hicimos una gran nota para conocer la historia del Claustro, cuando fue discoteca, cuando estaba abandonado, cuando no querían reconocer la escuela de gastronomía y ahora hablamos de la presea Sor Juana, del grupo que participará en el Festival del Teatro Clásico Almagro y de las muchas conferencias que darán destacados escritores.

“En estos 40 años, el Claustro ha recuperado espacios, se ha convertido en una universidad de prestigio, hemos propuesto programas de estudio pertinentes, son muchas las cosas que hemos logrado en estos 40 años y queremos festejarlos”, dice Carmen López Portillo.

Los 350 años de la profesión de fe de Sor Juana también se celebran. Fue el 24 de febrero de 1669, cuando la novicia Juana Ramírez profesó en el Convento de San Jerónimo para convertirse en Sor Juana Inés de la Cruz.

Se llevará a cabo una ceremonia solemne recreando fielmente la ceremonia. Actúan Paola Izquierdo y Hernán del Riego.

La rigurosa investigación de la ceremonia original corrió por parte de celebres sorjuanistas como Sara Poot Herrera, Manuel Ramos, Daniel de Lira y Carmen López Portillo. La dramaturgia a cargo de Roxana Elvridge Thomas y la producción de Eurídice Rodríguez y Fernando Villa Proal.

El montaje está dedicado a la memoria del insigne promotor cultural Carlos Arriaga Alarid y se llevará a cabo el domingo 24 de febrero a las 13:00 en el Auditorio Divino Narciso, con entrada libre y gratuita.

“Don Carlos Arriaga era un sorjuanista, dedicó su vida a promover el legado de Sor Juana. Él se hizo cargo de la casa de Sor Juana en Neplanta, trabajó muchos años en la difusión de la vida de Sor Juana, le dedicamos a su memoria esta ceremonia solemne”, dijo Carmen.

Arturo Rivera fue uno de los expositores el año pasado. Foto: Claustro Sor Juana

LA PASARELA GASTRONÓMICA

Hacía mucho que no disfrutábamos nada del Zéfiro y hay que decir que cada vez más su propuesta gastronómica se eleva, en platos muy mexicanos, muy del convento y que se presentarán a concurso el próximo 26 de febrero.

Entre tamales diminutos (increíbles), huevos bañados en una salsa verde (que no pica), los estudiantes del Colegio de Gastronomía organizan un desfile de modas desde 2006.

“Hemos invitado a otros colegios a participar y es una actividad donde los estudiantes muestran cómo se pueden combinar ambas cosas, la gastronomía y la moda”, afirmó López Portillo. Foto: Claustro Sor Juana

Los alumnos hacen gala de creatividad, sentido estético y conocimiento de ingredientes y técnicas culinarias. Se trata de la fusión perfecta entre moda y gastronomía. Los estudiantes confeccionan vestidos con diferentes productos comestibles para crear un atuendo acorde con la temática del encuentro; con lo cual demuestran que no solamente son capaces de preparar alimentos y bebidas, sino que tienen una formación multidisciplinaria que les permite crear conceptos y propuestas novedosas, a partir del manejo armónico de colores, texturas y formas.

“Hemos invitado a otros colegios a participar y es una actividad donde los estudiantes muestran cómo se pueden combinar ambas cosas, la gastronomía y la moda”, afirmó López Portillo.

BILLETE DE LA LOTERÍA NACIONAL CONMEMORATIVO

La Lotería Nacional para la Asistencia Pública emitirá un billete alusivo a la conmemoración de los 40 años de la fundación de la Universidad del Claustro de Sor Juana para el sorteo De diez 225 del miércoles 24 de abril de 2019.

El billete está ilustrado con la bóveda de la capilla del Ex Convento de San Jerónimo, actual sede de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

El día del sorteo se ofrecerá un coctel de celebración por el aniversario de la universidad, en el salón de sorteos de la Lotería Nacional.

Sor Juana, la gran escritora mexicana, vive en el Claustro. Foto: Claustro Sor Juana

ALTAR DE MUERTOS

Desde la década de los ochenta, El Altar Monumental de la Universidad del Claustro de Sor Juana ha sido una de las más importantes tradiciones del Centro Histórico. Los primeros montajes estuvieron a cargo del escenógrafo David Antón (1924-2017), quien estableció, desde el inicio, el parámetro de la gran calidad artística, artesanal y cultural que deben guardar estas ofrendas.

Desde el año pasado la UCSJ invita a un pintor para realizar un “altar de autor”, en esta ocasión el encargado del diseño y realización será el maestro puertorriqueño Antonio Martorell, artista plástico, creador de instalaciones, diseñador de escenografía y vestuario, escritor, ilustrador y profesor.

Imagen del Altar de muertos del año pasado. Foto: Cuartoscuro Agencia

Es uno de los artistas más prolíficos del ámbito puertorriqueño contemporáneo y heredero directo de la tradición plástica iniciada por los maestros de la Generación del 50. Tanto su gráfica como su pintura transmiten su libertad y su excepcional talento creativo, en composiciones figurativas que ilustran su predilección por el retrato y su amor por la palabra escrita, el teatro, lo lúdico y lo sensual-sensorial.

La inauguración será el miércoles 30 de octubre, con un festival musical y gastronómico. Estará hasta el 22 de noviembre en el Auditorio Divino Narciso.

“El altar de muertos tiene como tema El beso, que hace pensar un poco en esa película Cinema Paradiso”, se refirió la rectora.

PRESEA SOR JUANA 2020

La Universidad del Claustro de Sor Juana instituyó este galardón en 2005 y lo han obtenido personalidades de muy diversas trayectorias que, en su conjunto, reflejan el espíritu creativo, humanista, crítico y emprendedor de nuestra Universidad.

A la fecha lo han recibido quince distinguidas personalidades: Elena Poniatowska (2017), Dr. José Narro (2015), Beatriz de Moura (2014), Teodoro González de León (2013), Olga Sánchez Cordero (2012), Estela de Carlotto (2011), Carlos Slim (2011), Arturo Romano Pacheco (2011), Carmen Aristegui (2010), Leonora Carrington (2009), Fernando del Paso (2018) y Margo Glantz (2019).

El anuncio de a quién se otorgará la próxima Presea Sor Juana se hará en el mes de noviembre.

La escritora Margo Glantz recibió la presea Sor Juana Inés de la Cruz, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Foto: FERNANDO CARRANZA GARCIA /CUARTOSCURO.COM

LIBRO DE LOS 40 AÑOS

Este año se cumplen 40 años de la fundación de la Universidad del Claustro de sor Juana. Para conmemorar esta fecha la Universidad publicará un Coffe Table Book que tratará los siguientes temas:

Orígenes del convento, siglos XVI-XIX

Vida mística de las monjas jerónimas

Vida cotidiana y perfil de las monjas jerónimas

El convento de San Jerónimo, de la exclaustración a la restauración – Documentos inéditos de Sor Juana

Restauración del convento de San Jerónimo, siglo XX. Documentos INAH

Entrevistas con personajes que han sido fundamentales para la Universidad

La Universidad: ¿Cómo nace? Misión, visión, valores, evolución, ¿hacia dónde va?

Semblanza de Sor Juana hecha por reconocidas escritoras

FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE ALMAGRO

Como cada año, Almagro se convierte en el enclave más importante para el teatro clásico en habla hispana. Evento que congregará a miles de visitantes, en los diferentes espacios escénicos de Iberoamérica.

La edición 42 del Festival Almagro estará dedicado a México y tendrá como figura central a Sor Juana Inés de la Cruz. La Universidad del Claustro de Sor Juana tendrá una participación central con actividades teatrales, musicales y gastronómicas.

El Festival se llevará a cabo en Almagro, España, del 4 al 28 de julio.

“Llevaremos al coro virreinal Rita Guerrero y nos llevamos a 10 estudiantes y al chef Juan Pablo Flores, el del Zéfiro”, contó Carmen.

La rectora rifa una mascada hecha por Pineda y Covalín, con motivo de los 40 años. Foto: Claustro Sor Juana

ENCUENTRO INTERNACIONAL SOR JUANA Y SU MUNDO

En la conmemoración de los 40 años de la fundación de la Universidad del Claustro de Sor Juana y de los 350 años del ingreso definitivo de Sor Juana al convento de San Jerónimo se realizará un encuentro internacional de especialistas en la vida y obra de la pensadora novo- hispana y de su contexto histórico, cultural y social. El encuentro está organizado en conjunto con la Asociación UC-Mexicanistas, de la Universidad de California, y el Centro de Estudios de Historia de México CARSO. El evento tendrá lugar en el Auditorio Divino Narciso el 8, 9 y 10 de noviembre.

Estas son algunas de las muchas celebraciones y actos con que el Claustro de Sor Juana festejará sus primeros 40 años de vida, en un mundo cultural que tiene a la rectora muy “contenta”, donde la universidad otorgará su experiencia y su calidad educativa para propiciar un gran ambiente de crecimiento.

ARTES DE MÉXICO | Otro personaje surrealista: Arquitectura vegetal 

sábado, febrero 16th, 2019

La arquitectura surrealista es otro de los personajes que sirvieron a los artistas para explorar las pulsiones del inconsciente. Desde la literatura gótica hasta el castillo misterioso de Edward James en Xilitla, los castillos y edificaciones decadentes se transforman en partes activas de la historia surrealista, de la atmósfera inquietante pero también seductora.

Por Guadalupe Donají Zavaleta Vega

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- Más que una decoración, las paredes de estas construcciones respiran y nos envuelven, nos ponen frente a los laberintos de la imaginación y los extienden. En Arquitectura vegetal: la casa deshabitada y el fantasma del deseo, Lourdes Andrade se propone demostrarnos que, en efecto, la arquitectura surrealista está viva y forma parte de la libertad creativa de un universo lúdico y transgresor.

El detonante del ensayo es el castillo natural que Edward James construyó en su finca de Xilitla, San Luis Potosí. Fotografías de sus formas caprichosas, que interactúan con la naturaleza, a la que reflejan y modifican, acompañan este texto. Jorge Vértiz retrata el dinamismo de la construcción, mostrándonos ángulos que comprueban la relación íntima entre el entorno y el castillo surrealista. Además, las ilustraciones de María Sada hacen close-ups a detalles del lugar, enredaderas, escaleras que no llegan a ninguna parte, columnas que no sostienen nada; detalles que forman parte del todo, pero que viven por sí mismos, acompañando las reflexiones de la autora.

Estudio de Xilitla. Fotografía: ©D.R. Jorge Vértiz / Artes de México

El libro del que hablamos, rezuma su apropiación del surrealismo, desde el texto hasta las imágenes de castillo. Con esta conjunción nos convencemos de que la arquitectura no es un decorado más de la escenografía, ni mucho menos un ser estático, construido de una vez y para siempre. En lugar de eso, comprobamos su naturaleza mutante, que además alimenta una atmósfera onírica. El castillo de Edward James es el ejemplo perfecto de una construcción acorde con los presupuestos surrealistas. Es antiutilitaria y, como seres vivientes, no podríamos utilizarla, solo podemos sentirla, apreciarla través de nuestros ojos y de la mirada de Andrade: “la construcción de James es penetrable, se experimenta con el cuerpo entero”. Aquí el espacio y el tiempo se ven trastocados. El lugar es laberíntico, ofrece una experiencia a la que uno debe abandonarse, dejarse confundir por el collage que representa la construcción. Su “cualidad incompleta, acentuada por la invasión creciente de la vegetación, otorga al edificio una apariencia ruinosa”. La ruina, sin embargo, en lugar de remitirnos a una nostalgia del pasado, nos habla de un futuro inconcluso. El tiempo de las ruinas se revierte. Se transfigura en un lugar sagrado. Más allá de una estética utilitaria, en la que se pensaría en la practicidad antes que todo, este castillo nos aleja del mundo profano. Hace coincidir, además, estilos reinterpretados que nos hablan de sacralidad oriental y mística.

Pero el castillo solo es el comienzo. La autora nos enlista las influencias góticas que despertaron el interés de los surrealistas. De esta manera, visitamos los castillos embrujados, las abadías en llamas, los personajes que las habitan. La vida que late también en la arquitectura va más allá de los ecos surrealistas. El paso del tiempo otorga a la arquitectura un “carácter trágico”, que “resulta intensamente expresivo”. Los lugares, entonces, reflejan o manifiestan las mismas pasiones e inquietudes que los seres ambiguos que los recorren. Los detalles, las formas ojivales, los pasillos laberínticos se convierten en una “red en la que se hallan atrapadas las pasiones humanas más exacerbadas”.

María Sada, ilustraciones de Xilitla, 1994. Dibujo a tinta.

Lourdes Andrade nos traslada, también, al ámbito de la pintura. Repasamos de esta manera los cuadros de Leonora Carrington en los que sus seres híbridos conviven con la arquitectura, como Crookey Hall, Nine, nine, nine o Ethiops. Visitamos el cuadro de Remedios Varo, Arquitectura vegetal, al que hace homenaje el libro que nos ocupa. Vemos, aquí, que la naturaleza se relaciona íntimamente con la creación arquitectónica, dialogan, al mismo tiempo que comparten cierta idea de armonía.

El libro, dividido en tres capítulos, habla de distintas relaciones surrealistas, entre sus géneros, sus expositores, así como entre la manifestación artística y México. En el segundo apartado “Fantasmal recuerdo de México”, visitamos brevemente las reflexiones e inspiraciones que asaltaron a Breton durante su visita. Los fantasmas, además, nos encuentran a cada paso, como las criaturas que pertenecen, casi por derecho, a los lugares que se describen. Criaturas que son parte de los lugares surreales por su carácter transgresor.

El ensayo cierra con “Una estética antiutilitaria”, para hablarnos de otro de los presupuestos surrealistas: el juego. Lo lúdico se convierte en un espacio sagrado, en tanto se opone a la utilidad del mundo profano capitalista. La energía, que parece desperdiciada, se utiliza para seguir la ruta que marca todo aquello que escapa de la razón. Aquí leemos fragmentos de la extravagancia de Péret, quien nos cuenta toda clase de cosas maravillosas, con nuestro lenguaje cotidiano. Trastorna nuestras palabras para liberarlas. Se establecen relaciones, entonces, con los objetos sagrados de culturas no occidentales, así como objetos cotidianos intervenidos que despiertan la imaginación.

Estudio de Xilitla. Fotografía: ©D.R. Jorge Vértiz / Artes de México.

Distintos géneros surrealistas coinciden en estas páginas, entre los cuales nos sorprende la vida de la arquitectura. En todos sus movimientos nos encontramos frente a otro ser enigmático de la creación humana: “el sitio se convierte en un enigma y uno lo recorre buscando la clave que permita revelarlo”. Andrade demuestra que la construcción creativa también muta, que los materiales se transforman con el dinamismo surrealista, y la naturaleza se conjuga con el paso del tiempo para dar lugar a un castillo sagrado, perdido y fantasmal, protagonista también del sueño.

Arquitectura vegetal. La casa deshabitada y el fantasma del deseo es una edición de Artes de México, consíguela a través de su página oficial www.artesdemexico.com

Cuando Julio Verne predijo de verdad nuestro presente con París en el siglo XX

sábado, febrero 16th, 2019

Aprovechando el aniversario del nacimiento de Julio Verne, rendimos homenaje al escritor de Viaje al centro de la Tierra, pero evitando lugares comunes: quizás no sabías que Verne anticipó con su libro París en el siglo XX un futuro mucho más perturbador del que cualquier lector podría asimilar: el nuestro. Y por esa misma razón, le aconsejaron no publicarlo.

Por José Manuel Sala

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo/eldiario.es).- 1863, París: Pierre Jules Hetzel, está hundido en el butacón de su oficina, esperando un manuscrito que no quiere llegar. En este instante el famoso editor de Víctor Hugo y Balzac se entretiene hurgando con un lapicero en su oído derecho hasta que consigue quitarse toda la cera. Hastiado, se levanta y empieza a caminar en círculos de un lado a otro, intentando distraerse. Hojea los viejos volúmenes impresos que inundan su mesa de roble, pero es inútil. El día se le echa encima, y Julio Verne no le ha entregado su nuevo libro. Quel salop!

Justo cuando está a punto de abandonar su despacho y tomar rumbo hacia el restaurante Le Procope, llaman a la puerta. Un mensajero trae consigo un volumen de ciento veinte páginas, que suponen (¡Il était temps!) el ansiado segundo volumen de Viajes extraordinarios. Tras el éxito del primer volumen, Cinco semanas en globo, Hetzel ha apostado de lleno por la literatura juvenil en el mercado, contratando al joven ex-banquero para que trabaje a tiempo completo en la colección. Un contrato generoso, por el que Verne se compromete a entregarle tres libros al año. El buen ojo de Hetzel prevé que el Verne sea capaz de combinar la fascinación de la ciencia con cierto espíritu constructivo en las generaciones más jóvenes. Contactos en diferentes sociedades de astronomía, amigo del hijo de Alejandro Dumas, ciertas conexiones con la masonería… el tal Julio sabe lo que se hace.

Sin embargo ha pasado demasiado tiempo desde el lanzamiento de Cinco semanas en globo y desde entonces Hetzel no ha tenido noticia de su prometedor escritor. ¿En qué ha estado trabajando Verne?

1960, París

Pierre se encierra en su despacho y se pone a leer el libro, París en el siglo XX. Lo primero que llama la atención de esta novela es que no se ambienta en continentes exóticos (como le dijo que hiciera), ni se centra en las maravillas de la tecnología (¡de qué han servido todas las invitaciones a las fiestas de la Society for Encouragement of Aerial Locomotion!). En su lugar Verne ha dibujado un París ambientado cien años en el futuro, en 1960. Al contrario que el positivismo lúdico de su última ficción (¡un mes y pico en un maldito globo!) lo que aquí Jules está escribiendo es una auténtica atrocidad, una pesadilla deprimente y encima imposible de creer. C’est un vrai fils de pute!, piensa Pierre, sin dar crédito a lo que está leyendo.

París, 1960. Reinado de Napoleón V. Cien mil farolas alumbran gigantescos edificios de cristal que parecen tocar el cielo. Cada parisino parece disponer de unos extraños coches que en vez de ser tirados por caballos usan un extraño motor de ignición. “Un poco de gas de iluminación, mezclado con aire e introducido bajo el pistón y encendido por una chispa eléctrica producía el movimiento; algunos puestos de gas establecidos en diversas estaciones de vehículos proporcionaban el hidrógeno necesario, y poco después algunas mejoras permitieron suprimir el agua destinada a enfriar el cilindro de la máquina”. El nivel de detalle es demencial (y para el lector de 2019, idéntico al sistema de motor combustión creado patentado Otto en el 1859 de nuestra realidad).

Lo inverosímil cobra forma. En este París futurista existen unos trenes de alta velocidad que recorren la ciudad entre los edificios y por debajo de ellos. Pierre tiene que frotarse los ojos. Trenes por debajo de la tierra. Lo han leído bien: túneles (Verne especifica que es una red de anillos) por donde trenes subterráneos se desplazan como gusanos. Millones de pasajeros son transportados en ellos. Para acceder a los gigantescos edificios los habitantes ascienden metidos en cajas metálicas conocidas como ascensores (¡acabáramos!, que exclama Pierre!)

Las librerías y las tiendas particulares han quedado desterradas en el olvido. La principal atracción para el pueblo son unos lugares conocidos como centros comerciales. Estas macroestructuras de cristal iluminadas como palacios dominan la ciudad de París. Los parisinos solo tienen dos funciones básicas: ir al trabajo y gastarse el dinero en estas “tiendas conglomeradas” que se han adueñado del paisaje.

Julio Verne – París en el siglo XX. Foto: eldiario.es

Todo el mundo es capaz de leer libros (Pierre tiene que contener la risa, ¡una Francia alfabetizada! ¡De locos!), aunque nadie lee ya. El latín, el griego, la filosofía y la literatura han desaparecido de las aulas y los nuevos centros educativos se rigen por asignaturas donde prima la practicidad en el mercado laboral. En este París se describe un inmenso edificio llamado Sociedad General de Crédito Instruccional: “No había hijo de artesano ambicioso, de campesino desplazado, que no pretendiera un puesto en la Administración. El funcionarismo se desarrollaba bajo todas las formas posibles“.

Hemos hablado de que todo el mundo sabe leer y escribir. ¡Y vaya si lo hacen! La principal comunicación se basa en cortos mensajes de texto que se envían (Pierre no da crédito a la imbecilidad del asunto) de manera invisible por el aire, a través unas extrañas redes inalámbricas conocidas como La Red Global del Telégrafo. Esta red es usada sobre todo para las diferentes administraciones, que se comunican con cualquier país del globo en cualquier momento. Esta red es ampliamente usada por La Bolsa. “Las variaciones de los valores de cotización en el mercado libre aparecían escritas directamente en los paneles colocados en el centro de las Bolsas de París, Londres, Frankfurt” Gracias a estos mercados bursátiles ya no existen las guerras, ni los conflictos armados. Los diferentes países ocupan con sus establecimientos diferentes territorios con sus tiendas y empresas.

Y sin embargo, a pesar de toda la prosperidad (y esto es precisamente lo que más cabrea a Pierre) el retrato de la juventud es desolador. Incapaz de acceder a los servicios que ofrecen, la mayoría tratan de aprender inglés, ya que el francés prácticamente está desapareciendo y la lengua inglesa es el idioma de la burocracia. Los jóvenes deben abandonar los barrios de la ciudad y marcharse al extrarradio. “Conseguir casa era, en aquel tiempo difícil, en una capital demasiado pequeña para sus cinco millones de habitantes, así a fuerza de ensanchar las plazas, abrir avenidas y multiplicar los barrios, era una amenaza la falta de terreno para construcción de viviendas particulares. Y así quedaba era muy apropiada la afirmación que corría de boca en boca de que en París ya no hay casas, sólo calles”.

Este cambio conlleva a una gran mayoría de parisinos a abandonar viejas ideas del siglo pasado. “El interés privado de la empresa empuja a cada uno de sus miembros por caminos diferentes, en que la necesidad de enriquecerse mata los sentimientos del corazón. Hojeando viejos diccionarios quedarás asombrado al encontrar ahí palabras como hogar, casa, vida doméstica, interior, compañía de mi vida, etc., pero esas expresiones desaparecieron hace ya mucho tiempo con las mismas cosas que representaban”. Para más inri, el maldito Verne afirma que en los centros de las ciudades ya no se ofrecen alojamientos a los habitantes de la capital, puesto que sólo hay edificios administrativos y macrotiendas. “Los edificios han expulsado a las casas“.

MICHEL, DE AUTÓNOMO A FUNCIONARIO (VAYA POR DIOS)

El protagonista de la novela, Michel (llamado así como el hijo del escritor), es un poeta que quiere vivir escribiendo sobre diferentes historias y sucesos, pero acaba fracasando al no poder adaptarse a los tiempos que corren. Los sectores en alza son las Ingenierías y Economía. Tras obtener unas prácticas en una empresa le critican su formación profesional. “No quiero talentos, quiero capacidades para emprender“. De este modo le asignan una extraña máquina que puede llevar en la mano para realizar diferentes operaciones matemáticas sobre una banda magnética, similar a las modernas calculadoras.

Michel comprende muy pronto que la única escritura que existe es aquella que funciona para contar noticias. Poesía elaborada en reuniones que sirve para empapelar las tiendas y captar la atención de los peatones, o simplemente para informar de diferentes acontecimientos culturales de escaso valor. Intentando rebelarse de este mercantilismo de la cultura, Michel y sus amigos acaban derrotados por el sistema. Las largas horas viajando de un extremo a otro de la ciudad le debilitan el cuerpo y lo hacen envejecer más deprisa. Además de todo esto, la contaminación devora el cielo de París, impidiendo que muchas veces se pueda ver el sol. Michel termina con depresión. “Este mundo ya no es más que un mercado, una inmensa feria, y hay que entretenerlo con numeritos de titiritero”.

Si crees que la capacidad de Julio Verne para vaticinar el futuro en sus novelas más conocidas era asombroso, espera a conocer su novela maldita, París en el siglo XX, tan pesimista y precisa que no encontró forma de editarla en su día. Tuitea esto

Y para concluir el despropósito, la novela hace hincapié en dos monstruosidades. Primero, una extraña pirámide de cristal que sobresale del patio del Museo Louvre (terminada de construir en realidad en 1989), y una gigantesca antena con forma de torre en el Campo de Marte (un tal Eiffel construirá un modelo parecido treinta años después) que sirve para contactar con otros países.

EL LIBRO PERDIDO

Pierre no tarda en escribir una carta a Verne. Empieza tranquilo: “Está a gran distancia, por debajo de Cinco semanas en globo. Si la lee dentro de un año va a estar de acuerdo conmigo. Es periodismo menor acerca de un asunto nada feliz”. Pero conforme va escribiendo va dejando aún más clara su opinión: “No veo nada que alabar en este caso, nada que aplaudir francamente. Siento tanto tener que escribirle, pero sería todo un desastre para su reputación el que se publicara este trabajo”. Y sobre todo, lanza el dardo que más le asusta al escritor:. “Si publicamos esta novela, daría la impresión de que Cinco semanas en Globo fue una feliz casualidad”.

De este modo París en el siglo XX desaparece de la historia. A partir de ese momento vendrán otras novelas que sí se ajustarán al criterio del editor (20.000 leguas de viaje submarino, Viaje al centro de La Tierra, etc). Durante los siguientes años la relación entre Hetzel y Verne se irá agrietando, dado que el segundo siempre intentará hablar de diferentes temas sociales que Hetzel ocultará o editará de los manuscritos para mantenerlos dentro de su proyecto editorial.

Con el tiempo, Hetzel se preguntará cómo es posible que la imaginación de Verne creara algo como París en el siglo XX, algo tan triste, tan fuera de la realidad y de las promesas doradas de la tecnología del mañana. Cronológicamente París en el siglo XX podría considerarse la primera distopía, treinta años antes de La máquina del tiempo (H.G. Wells), cincuenta años antes de Nosotros (Zevgueni Zamiatin) o setenta años antes de 1984 (George Orwell) y, por supuesto, mucho antes de La máquina se para, de E.M. Foster, como comentamos en su día en esta sagrada página. Elabora un discurso claramente anticapitalista, profetizando un mundo más allá de La Guerra Fría con una certeza aterradora. Anticipa Internet, la precariedad laboral y la gentrificación (y si quieres saber más, este artículo sobre distopías, desigualdades sociales y capitalismo es imprescindible)

Pero todo esto en 1863 Pierre Hetzel, quien solo quiere desarrollar su proyecto optimista y juvenil sobre la tecnología y el amor a la ciencia, no lo sabe. Su vida quedará unida por siempre a la de Verne y sus Viajes extraordinarios. Durante los siguientes años Hetzel nunca comprendió del todo cómo Verne pudo ser tan pesimista en aquel manuscrito. Nunca más le preguntó cómo fue posible que tuviera detalles tan precisos en sus relatos sobre avances de la tecnología. Nunca terminó de indagar en los extraños círculos en los que se movía su escritor más famoso en la capital. No sabrá nada acerca de aquellas misteriosas reuniones que mantuvo con un joven húngaro, Nikola Tesla, que trabajaba en la Continental Edison Company, ni de los surrealistas sueños que el ingeniero le contó al escritor.

No, Hetzel no tendrá tiempo para preguntarle ni siquiera por los enemigos que Verne se creó en Francia, Gran Bretaña y más allá. De este modo el editor se sorprenderá cuando en marzo de 1886 sepa que el escritor de Viaje a la Luna ha sobrevivido a un intento de asesinato en París. Un suceso difícil de explicar. Al parecer el primo del escritor tuvo un ataque de paranoia en mitad de una calle, cambiando de personalidad en un solo instante. Sacó un arma de su chaqueta y disparó dos veces contra el escritor mientras no paraba de gritar “nos están siguiendo, tío, ya vienen a por nosotros”.

Una semana después del intento de asesinato de Verne, Hetzel moría de manera espontánea en su casa. Falleció sin saber que Verne, al contrario de lo que le había sugerido, no destruyó el manuscrito de París en el siglo XX, sino que decidió enterrarlo junto con otras obras, “lejos de manos curiosas”, como escribió en una carta de una manera un tanto rimbombante. Sin embargo, cuando en 1994 (ciento treinta años después de aquella lectura en París) se encontró el manuscrito, muchos se preguntaron si aún quedan novelas ajenas a la mano editora de Hetzel ocultas por toda Francia. Como dirían en la sociedad secreta Plus Ultra, quién sabe. Cras es Noster. Larga vida a todos los libros de Julio Verne que aún están por descubrir.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE eldiario.es. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

“El género metalero abarca un montón de cosas que traté de expresar en la novela”: Samuel Segura

sábado, febrero 16th, 2019

La obra ganadora del Segundo Premio Juvenil Universo de Letras, se llama Metal, ha sido escrita por Samuel Segura y está editada por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM y el Fondo de Cultura Económica.

Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).- La novela Metal, con la que el alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Samuel Segura, rockero y metalero de corazón, ganó el Segundo Premio de Novela Juvenil Universo de Letras 2018, cuenta la historia de una joven rockera en un imaginario “Hecatepec”.

“Me di cuenta de que lo que me importaba era la música y que no había escrito nada a fondo de eso. Yo creo que una de las cosas que necesitamos para escribir, es hacerlo de lo que realmente nos importa. Sea lo que sea. No hay que preocuparse por lo que los demás piensen o si tus temas o tus historias están de la chingada. No importa. Eso es lo que a ti te importa. Contar desde el fondo”, dijo Samuel Segura al presentar su novela en la FIL en Guadalajara.

Metal cuenta la historia de una joven rockera, hija de un legendario baterista de un grupo de heavy metal en “Hecatepec”. Cuando el papá se muere, la protagonista fusiona a la banda de éste con la suya, lo que desata una “potente” historia de amor y varias aventuras entre los músicos.

En la vida real, Segura toca la batería en una banda de heavy metal en Ecatepec, lo que fue parte de su inspiración para escribir esta historia; sin embargo, no es un retrato autobiográfico, asegura el pasante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. “Al principio pensé que lo sería, pero conforme avanzó la historia, no tuvo tanto que ver conmigo ni con mi vida real”.

Samuel, que asegura ser empírico en cuanto a su literatura y a su música, dice que “ambas se conectan mucho. La música me respalda en este viaje literario. Me siento como cobijado por el metal, por la música”, al tiempo que agradece haber recibido las enseñanzas del fallecido escritor Eusebio Ruvalcaba. “Él me enseñó que escribir es más una actitud que una formación académica”, remarcó.

–¿Te gusta el Metal? ¿Qué es ese género en México?

–Es un género que yo escuchaba desde muy pequeño por un tío, que era metalero y ponía esa música en casa de mi abuela. En México el Metal es muy popular, sobre todo las bandas extranjeras. Las mexicanas tienen casi todo en contra, no hay un mercado tan amplio, siempre luchan en las tocadas para vender sus discos, para hacerse oír. Siempre hay desconfianza por cierto sector del público. Ya se ha abierto un poco más. El género abarca un montón de cosas que traté de expresar en la novela.

Yo soy baterista de una banda que se llama Asedio, en la cual tocamos una mezcla de Death-Thrash Metal. Foto: Cortesía

–La novela tiene muchos diálogos. ¿Cómo te preparaste? ¿Hay diálogos autobiográficos?

–Justamente, yo soy baterista de una banda que se llama Asedio, en la cual tocamos una mezcla de Death-Thrash Metal, hace 12 años que nos fundamos. Fue a partir de mi experiencia en el grupo que empecé a escribir esa historia. Los diálogos tienen que ver con eso que he escuchado. Estudié periodismo en la UNAM y algo de lo que hice fue escribir crónicas, uno de los consejos es tener un buen oído.

–Por otro lado debe de ser la capacidad natural, a veces uno escucha muchos diálogos pero no es capaz de transmitirlo al papel.

–A veces es complicado, pero fue algo que procuré en esta historia.

–¿Qué es el Death-Thrash Metal?

–Son llamados los géneros de metal extremo. Los más potentes. Ambos nacen en los Estados Unidos a principios de los ’90. Un baterista está muy presente, es un género muy rápido, hablan de la muerte, de la destrucción, de la revolución. Sepultura, de Brasil, practican este género. Rata Blanca es una banda argentina muy famosa, que se ha presentado en Ecatepec. En América Latina, existe el mismo fenómeno que en México.

Sepultura, de Brasil, practican este género. Foto: Cortesía

–Hacerle una nota a alguien que pertenece al Metal, es raro.

–Es una particularidad que ha llamado mucho la atención. Es muy extraño que alguien toque metal y que viva en Ecatepec. Conozco a un par de historias más, que escriben sobre rock o sobre metal propiamente dicho, hay poca visibilidad sobre estas historias.

–¿Con cuál corriente te sientes más tú: con la literatura o con la música?

–Un amigo me ha dicho un par de veces que como baterista soy buen escritor. Prefiero como individuo escuchar música, pero soy mejor escribiendo. Como baterista tengo un montón de carencias, no tengo la técnica que me hubiera gustado tener. La escritura me ha apasionado mucho. Por fortuna he tenido más fuerte. Prefiero escuchar música y escribir. Lo prefiero sobre tocar.

–¿Ecatepec es una zona violenta?

–Sí. Ahora está exacerbada contra las mujeres. Sin querer está permeada la historia con esa violencia, aunque no era mi prioridad, tuve que escribirlo, me salió. En la agenda metalera local no era muy común a ver mujeres. Cómo en un mundo dominado por hombres, ver a una mujer resulta extraño. Hay bandas de puras mujeres o mixtas, sigue siendo una cosa no muy común. La violencia en Ecatepec está tan normalizada que la gente no lo ve tan grave. Se normaliza y por eso no lo notan.

“Mazapán”, el perro que baila en las fiestas tradicionales de Oaxaca y acompaña a corredores (VIDEO)

miércoles, febrero 13th, 2019

Mazapán no es solo un perro callejero, pues además de juguetón y amigable, también acompaña a los protagonistas de la protesta social en sus marchas.

 Ciudad de México, 13 de febrero (EuropaPress).- El afecto que vecinos y comerciantes le tienen a este peludo de cuatro patas que deambula en inmediaciones del zócalo de la ciudad de Oaxaca, los llevó a bautizarlo con el nombre de “Mazapán”.

Mazapán no es solo un perro callejero, pues además de juguetón y amigable, también acompaña a los protagonistas de la protesta social en sus marchas, a los maratonistas al cruzar la meta y a los recién casados saliendo del templo de Santo Domingo de Guzmán.

Es un estupendo bailarín durante las festividades tradicionales que no se espanta con los fuegos artificiales ni la quema de los “toritos”. A este can peludo le gustan los bailes de Guelaguetza de Oaxaca, conocidos como calendas.

[youtube LoyuwjFUlW8]

Los vecinos de la zona están pidiendo que “Mazapán” sea considerado patrimonio cultural de Oaxaca, ya que ayudaría a una reducción importante de perros callejeros que lamentablemente sufren día a día, y así dar un ejemplo a los demás lugar y estados del país.

Kevin Parker, vocalista de Tame Impala, celebra su boda con hamburguesas de McDonald’s

martes, febrero 12th, 2019

La pareja se casó ante 175 invitados y aunque se había mantenido todo en secreto, han terminado apareciendo en las redes sociales de los presentes.

Madrid, 12 de febrero (EuropaPress).- El líder de Tame Impala, Kevin Parker, se casó el pasado sábado con su novia Sophie Lawrence en una ceremonia secreta y privada en unos viñedos la zona occidental de Australia.

La anécdota es que desde la celebración se pidieron a medianoche 150 cheeseburgers de McDonalds, que sirvieron para recobrar energías y seguir festejando hasta el amanecer, según apunta The Daily Mail.

La pareja se casó ante 175 invitados y, aunque se había mantenido todo en secreto, han terminado apareciendo en las redes sociales unas cuantas fotos de algunos de los asistentes.

Kevin Parker celebrando su boda. Foto: Instagram, @tame__impala

Tame Impala son uno de los nombres destacados de la próxima edición del festival de Coachella, que tendrá lugar como siempre con cartel duplicado los fines de semana del 13 y el 20 de abril. Mientras tanto, el grupo trabaja en su próximo álbum de estudio, por ahora sin fecha.

Warner confirma que David Leslie será guionista de la próxima entrega de Aquaman

martes, febrero 12th, 2019

Otra de las confirmaciones pendientes es la del director del filme, el regreso de James Wan al frente de Aquaman no está asegurado todavía.

Madrid, 12 de febrero (EuropaPress).-Tras coronarse como la película más taquillera de DC después de conquistar los mil millones de dólares, la secuela de Aquaman era un proyecto con luz verde asegurado.

Y ahora, tal y como ha revelado Warner Bros, la nueva entrega que continuará la historia de Arthur Curry ya tiene guionista.

Según recoge Deadline, será David Leslie Johnson, responsable de Aquaman y otros títulos como La huérfana o Expediente Warren: El caso Enfield, el encargado de escribir la nueva aventura en solitario del Rey de la Atlántida, interpretado por Jason Momoa. Aunque no se ha confirmado si el estudio volverá a contar con Will Beal, co-guionista de la primera entrega.

Una de las escenas de la película Aquaman. Foto: Warner.

Otra de las confirmaciones pendientes es la del director del filme. El regreso de James Wan al frente de Aquaman no está asegurado. Por el momento, el realizador de La monja no ha firmado ningún acuerdo con los estudios y según Heroic Hollywood, está tomándose un descanso hasta recibir el guion. Aun así, los últimos rumores señalan que Wan ejercerá como productor de la película con Peter Safran.

La publicación estadounidense también revela nuevos detalles sobre The Trench (La fosa), el spin-off de terror que Warner Bros. prepara para profundizar en el mundo submarino del atlante. La película, escrita por Noah Gardner y Aidan Fitzgerald, estará centrada en Jason Momoa y Amber Heard tras ser atacados por “una bestia nueva en la mitología de DC Comics”.

Michelle Rodriguez condiciona su participación en Fast & Furious 9; pide que sean “más inclusivos”

martes, febrero 12th, 2019

Michelle Rodriguez declaró en junio de 2017 que estaba meditando dejar la franquicia si no se mostraba “algo de cariño” a los personajes femeninos.

Madrid, 12 de febrero (EuropaPress). – Convertida en la franquicia más sólida de Universal, la novena entrega de Fast & Furious podría tener una baja muy importante.

Michelle Rodriguez, que interpreta a Letty en la saga, no firmado aún para participar en la siguiente película y no tiene del todo claro si quiere seguir acompañando a Dominic Toretto (Vin Diesel).

El requisito que pone para continuar es el mismo que ya señaló hace varios meses: el guión debe ser “inclusivo”.

En una entrevista para la Vanity Fair, en la que apoyaba públicamente a Liam Neeson tras sus desafortunados comentarios acerca de un incidente de su pasado, la actriz confesó que no estaba segura de volver a la saga para estar en su novena entrega. “No sé si voy a regresar, primero tengo que leer el guion. En cuanto lo lea, lo sabré”, comentó.

Michelle Rodriguez en una escena de la película Fast & Furious. Foto: Universal Pictures.

Justo ahí es cuando reveló la condición que pone para continuar en la franquicia. “Espero que sea inclusivo. Si lo es, entonces aceptaré volver o no. En este momento, mi energía está completamente dirigida hacia lo femenino y a apoyar a las mujeres”, declaró Rodriguez, mostrando su apoyo a que los personajes femeninos tengan más presencia en una saga conocida por estar enfocada a un público mayoritariamente masculino.

“He estado buena parte de mi vida disparando armas y juntándome casi siempre con los chicos, viendo cómo se rascaban las pelotas. Ahora siento la poesía, la belleza y la sensualidad de las mujeres y el poder que juntas tenemos. Tienen que mostrar más amor a las mujeres. No sé en qué dirección van a ir, pero yo sí sé hacia dónde voy. Veremos si nuestros caminos coinciden”, dijo.

No es la primera vez que la actriz plantea abandonar la saga. Ya en junio de 2017, Michelle Rodriguez declaró que estaba barajando dejar la franquicia si no se mostraba “algo de cariño” a los personajes femeninos.

De hecho, optó por participar en Fast & Furious 8 después de que Vin Diesel se lo pidiese y apoyase sus demandas.

Teniendo en cuenta que Fast & Furious 9 tiene como fecha de estreno el 10 de abril de 2020, la actriz tiene cierto margen de tiempo para leer el guion y decidir si sigue o no en la saga. No obstante, en caso optase por abandonar, Universal tendría muy poco tiempo para intentar suplir su ausencia.

De momento, este año llegará el primer spin-off de la saga, Hobbs & Shaw dirigido por David Leitch, protagonizado por Dwayne Johnson y Jason Statham y que llegará a los cines el 2 de agosto. Además, Universal está preparando otro spin-off, protagonizado enteramente por mujeres, y que estará escrito por Nicole Perlman, Lindsey Beer y Geneva Robertson-Dworet.