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Un cuadro de la etapa cubista de Diego Rivera con valor de 1 mdd será subastado en la CdMx

lunes, mayo 13th, 2019

Junto al trabajo de Rivera, se destacan las obras “Dándole se comer a una mesa” (1959) de la pintora Leonora Carrington, con precio entre 360 mil y 450 mil dólares, y “Octava avenida” (1928) un paisaje urbano del muralista mexicano José Clemente Orozco, valuada entre 380 mil y 450 mil dólares.

México, 13 de mayo (EFE).- Un cuadro de la etapa cubista del pintor mexicano Diego Rivera (1886-1957) valuado en un millón de dólares, encabeza los 201 lotes de la subasta de arte latinoamericano que se celebrará el próximo jueves en Ciudad de México.

“Paisaje de Fontenay”, obra firmada y fechada en 1917, con un precio estimado de salida de entre 18 a 21 millones de pesos (entre 935 mil y 1.09 millones de dólares) será la puja más alta en oferta, informó la firma Morton Subastas.

Junto al trabajo de Rivera, se destacan las obras “Dándole se comer a una mesa” (1959) de la pintora Leonora Carrington, con precio entre 360 mil y 450 mil dólares, y “Octava avenida” (1928) un paisaje urbano del muralista mexicano José Clemente Orozco, valuada entre 380 mil y 450 mil dólares.

En la subasta se ofertará obra de artistas como el chileno Roberto Matta (1911-2002), del guatemalteco Carlos Mérida (1891-1984), del costarricense Francisco Zuñiga (1912-1998) y del uruguayo Bruno Widmann (1930-2017).

La especialista en arte moderno y contemporáneo de Morton Subastas, Odette Paz, señaló que en total saldrán a subasta obras de más de 100 artistas de América Latina y de España

En la subasta habrá obra de los llamados “transterrados”, artistas españoles de alta importancia para el arte mexicano que llegaron debido a la Guerra Civil como José Bardasano (1910-1979), Juan Eugenio Mingorance (1906-1979) , Vicente Gandía (1935-2009) y Arturo Souto (1902-1964).

La especialista dijo que además de las obras de mexicanos, en la subasta habrá “artistas que hicieron de México su país” como Vicente Rojo (Barcelona, España, 1932), Arnold Belkin (Canadá, 1932-1992) y Pedro Friedeberg (Italia, 1932), entre otros.

Destaca la obra de mexicanos como Pedro Coronel (1923-1985), su hermano Rafael Coronel (1931-2019), recientemente fallecido, de Luis Nizhizawa (1918-2014), de Gerardo Murillo, Dr. Atl (1875-1964), Raúl Anguiano (1915-2006) y Francisco Corzas (1936-1983).

En la subasta, programada para el jueves por la noche, todos los lotes tienen un precio estimado mínimo y máximo y otro de salida que está por abajo del mínimo y en la ofertas puede rebasar el precio máximo.

La subasta de arte latinoamericano inició en 2010 y la mayoría de las obras pertenecen a colecciones privadas.

6 de abril de 1917. Leonora Carrington, pintora surrealista y escritora, nace en el Reino Unido

viernes, abril 5th, 2019

En las pinturas de Leonora Carrington hay figuras grotescas, aquelarres, animales antropomorfos, laberintos, licántropos, cadáveres, sombras, cielos estrellados, magnetismo. Aquí un recuento de sus libros. 

Ciudad de México, 5 de abril (ElDiario.es/SinEmbargo).– Mañana se cumplirán 102 años del nacimiento de 102 años del nacimiento de Leonora Carrington, precursora del surrealismo y autora.

Carrington nació en Lancashire en 1917, un año antes de la firma del armisticio de la Primera Guerra Mundial. De su familia dijo, en una entrevista publicada en El País en 1993: “Mi padre, protestante, era un hombre de negocios, y mi madre, católica, era hija de un médico rural y pintaba cajas de galletas para el ropero de la iglesia. En ese ambiente me crié. Yo ya dibujaba caballos de niña, y me salí, pese a la oposición de mi casa, con la mía. Al final estudié arte”.

Siempre aseguró que pintaba para ella misma porque no concebía que otros pudieran interesarse en sus obras y fue una de las pocas integrantes del surrealismo que escapó del influjo del psicoanálisis porque nunca quiso leer a Freud. En sus cuadros abundan los símbolos, la magia y el ocultismo. Sus pinturas -sus figuras misteriosas, sus rostros expresivos, su luz y su tenebrismo- contienen la clave de una vida intensa marcada por una estancia de pesadilla en un sanatorio de Santander. Fue la última surrealista. En cierta ocasión dijo: “Nunca tuve tiempo para ser la musa de nadie. Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser una artista”.

En las pinturas de Leonora Carrington hay figuras grotescas, aquelarres, animales antropomorfos, laberintos, licántropos, cadáveres, sombras, cielos estrellados, magnetismo. Tomemos, por ejemplo, “The Temptation of St. Anthony”, su obra más cara, subastada por la casa Sothebys en 2014 por 2 millones 629 mil euros. La pintura se basa en un cuadro del mismo título de Hyeronimus Bosch, El Bosco, y muestra en primer término a una figura envuelta en ropajes blancos, con manos y pies diminutos, sin cabeza; en el regazo cóncavo de la figura tres ancianos de larga barba contenidos dentro de sí mismos como muñecas rusas observan el curso de un río que un hombre arrodillado vierte desde un ánfora romana. La escena se completa con un rebaño de ovejas, un cerdo tendido a los pies del santo, cinco mujeres que extienden el velo de una sexta mujer que toca una trompeta retorcida y una misteriosa figura vestida de rojo que remueve un caldero que burbujea.

Aquí cinco libros de Leonora Carrington: 

LECHE DEL SUEÑO: 

THE STONE DOOR:

MEMORIAS DE ABAJO:

LA TROMPETILLA ACÚSTICA: 

EL SÉPTIMO CABALLO: 

 

-Con información de Miguel Ángel Chica, de El Diario.es. 

REVISTA ARTES DE MÉXICO | Híbridos transgresores o sobre la literatura de la Novia del viento

sábado, septiembre 8th, 2018

Leonora Carrington sigue ejerciendo una fuerza magnética sobre aquellos que se acercan a su obra. A pesar de ser una pintora célebre, también es una escritora interesante. Para dar a conocer esta faceta de la artista, Lourdes Andrade, quien fuera una de las estudiosas más relevantes del surrealismo, nos comparte la complicidad especial que estableció con la autora desde muy joven, a través de un ensayo excelente sobre la literatura de Carrington.

Por Guadalupe Donají Zavaleta Vega

Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).- En Leyendas de la Novia del viento de la editorial Artes de México, Andrade entrelaza distintos hilos conductores que nos acercan a comprender la libertad creativa que caracterizó a Leonora. Así, deambulamos entre criaturas híbridas, presupuestos surrealistas, deidades femeninas y recursos rituales para transgredir el mundo profano y acercarnos a la Novia del Viento —como llamaba Max Ernst a Leonora.

Además de acercarnos a las temáticas principales de la obra literaria de Carrington, Lourdes Andrade enlaza su análisis con la conexión personal que sostiene con la artista. De esta manera, nos muestra un mundo envuelto por imágenes de su infancia para hacernos partícipes de la admiración que provoca el estudio del arte surrealista de la Novia del Viento. Andrade nos revela en el prólogo que las fotografías que acompañan sus ensayos fueron tomadas en el convento de Acolman, lugar que la inspiró en su niñez. A los doce años, al ver imágenes de híbridos peculiares se despertaba en ella un sentimiento particular, se dejaba arrastrar por ellos a una realidad distinta. Esto sólo lo volvería a experimentar al conocer la obra de Leonora porque en sus textos encuentra sueños parecidos a los propios: “Entonces descubrí que otra niña había tenido un sueño parecido al mío. Se llamaba Lucrecia, no, Leonora, pero Leonora había soñado a Lucrecia, y Lucrecia, en el sueño, se convertía en caballo. ¡Ya no estaba sola con mis fantasías!” De esta manera, en el libro asistimos a una conjunción, el análisis objetivo de la obra literaria surrealista con la pasión individual de la autora. Andrade nos muestra, en las ilustraciones, a los seres que vio desde su infancia: caballos con cuerpo de sirena, caballos-dragón, pájaros que se enroscan en parejas, demonios y mirasoles, leones con corona.

Entre tantas criaturas fantásticas, tanto las de Andrade como las de Carrington, el ensayo nos dirige hacia la comprensión de los experimentos de la imaginación de la artista. Así, visitamos tópicos como el amor loco, lo lúdico, la búsqueda de lo mítico en culturas arcaicas, y el arquetipo de mujer-niña —que tiene mucho de hechicera, de conexión divina con la naturaleza.

Frescos en los muros de los conventos de Actopan, Acolman e Ixmiquilpan pintados por indígenas. En Lourdes Andrade, Leyendas de la novia del viento, Artes de México, 2001. Fotografías: Jorge Vértiz / Artes de México

El libro se divide en dos capítulos: “Juegos prohibidos” y “La luna y sus consecuencias”. En el primero, el hilo conductor es al anhelo de libertad que acompañó a la autora a lo largo de su vida. Así se revisan cuentos como “La dama oval”, “Monsieur Cyril de Guindre” y “El séptimo caballo”, mediante los cuales comprendemos la íntima relación entre los personajes y la figura del caballo. Esto responde a la asociación totémica que desarrolló Leonora con dicho animal, para ella éste simboliza la libertad. Sus cuentos se entrelazan en la relación de su infancia rebelde a la sombra del control paterno, en Crookhey Hall, con la su huida constante de esta figura represora. Esta rebeldía se conecta con la esencia transgresora de la obra de Carrington, que nos acerca a un mundo regido por la lógica del ritual, el juego y el erotismo: “en estos textos, cargados de fuerza sugestiva, la anécdota es el sustento de lo que más adelante se verá como la nueva moral, la moral revolucionaria —provocadora y desafiante— del surrealismo”.

Frescos en los muros de los conventos de Actopan, Acolman e Ixmiquilpan pintados por indígenas. En Lourdes Andrade, Leyendas de la novia del viento, Artes de México, 2001. Fotografías: Jorge Vértiz / Artes de México

Este mundo sagrado de Leonora también es violento. En el análisis de “La debutante”, por ejemplo, Andrade concluye que: “La sangre, con su poder regenerador, vuelve a derramarse en un sacrificio, a la manera de antaño: la inmolación implica la integración de la propia bestialidad”. En la obra de Carrington hay una conjugación mágico-simbólica que libera a sus protagonistas pero que, al mismo tiempo, demanda sacrificio.

Por otra parte, en “La luna y sus consecuencias” la figura central es la mujer y el poder divino que adquiere en los cuentos. Además, se habla del amor loco y de las pasiones desbordantes que acompañan a las protagonistas, que suelen ser criaturas híbridas. Tanto Drusille como Juniper, del cuento “Las hermanas”, tienen algo de vampiresas, Virginia Fur, de “Cuando iban por el lindero en bicicleta”, no es propiamente humana. Las mujeres de esta literatura se convierten en seres: “infinitamente más inquietantes en cuanto que son equívocas”. El amor que las rodea se convierte en otra forma de acceder a lo sagrado, de ser parte del juego de transgresión que propone Carrington y que nos explica Andrade; así, Drusille, por ejemplo, “puede ser dura y cruel, y no porque esté desprovista de emociones, sino porque éstas alcanzan en ella una violencia que la desborda”.

Según Andrade, en los cuentos de Carrington somos partícipes de un juego que es a la vez atrayente y terrible. De ahí la experiencia sagrada y, por lo mismo, transgresora que se desprende de su lectura. El mundo sagrado es el desperdicio, el juego; es también la angustia que nos acerca a la experiencia de la continuidad; lo erótico que se convierte en una prolongación de la vida en la muerte, como diría Bataille. Es una fuerza opositora al mundo profano, regulado por convenciones de las que huía la Novia del Viento.

Frescos en los muros de los conventos de Actopan, Acolman e Ixmiquilpan pintados por indígenas. En Lourdes Andrade, Leyendas de la novia del viento, Artes de México, 2001. Fotografías: Jorge Vértiz / Artes de México

Por último, en el epílogo, “Monstruos del alma”, la autora reflexiona sobre la necesidad de seres transgresores como los personajes de los cuentos, los híbridos del convento y la misma Leonora: “intuyo que, en ellos, en sus extrañas anatomías, deben agazaparse inusitadas reservas de rebeldía. Seducen porque son materializaciones de la oscuridad que íntimamente nos inunda y de la cual no podemos desprendernos sencillamente”. Termina así sus Leyendas, que nos ayudan a deambular por la faceta literaria de Leonora Carrington, parte que nos atrapa precisamente por su fuerza literaria y libertaria. Podemos leer este libro como un excelente repaso por los cuentos de Leonora, como una fuente de conocimiento surrealista que dispara en distintas direcciones; también, como otro foco del magnetismo que ejerce la Novia del Viento y que nos presenta una libertad híbrida, ambigua como la obra surrealista.

Consigue el libro Leyendas de la Novia del Viento. Leonora Carrington escritor de Lourdes Andrade a través de la página web de Artes de México https://www.artesdemexico.com/

Leonora Carrington, la pintora británica que transportaba a un mundo tenebroso a través de sus obras

domingo, mayo 6th, 2018

Durante la II Guerra Mundial, Leonora Carrington estuvo internada en un centro psiquiátrico de Santander, una experiencia que le marcó y quedó reflejada en su obra.

Por Miguel Ángel Chica

Madrid/Ciudad de México, 6 mayo (ElDiario.es/DinEmbargo).- En las pinturas de Leonora Carrington hay figuras grotescas, aquelarres, animales antropomorfos, laberintos, licántropos, cadáveres, sombras, cielos estrellados, magnetismo. Tomemos, por ejemplo, “The Temptation of St. Anthony”, su obra más cara, subastada por la casa Sothebys en 2014 por 2 millones 629 mil euros. La pintura se basa en un cuadro del mismo título de Hyeronimus Bosch, El Bosco, y muestra en primer término a una figura envuelta en ropajes blancos, con manos y pies diminutos, sin cabeza; en el regazo cóncavo de la figura tres ancianos de larga barba contenidos dentro de sí mismos como muñecas rusas observan el curso de un río que un hombre arrodillado vierte desde un ánfora romana. La escena se completa con un rebaño de ovejas, un cerdo tendido a los pies del santo, cinco mujeres que extienden el velo de una sexta mujer que toca una trompeta retorcida y una misteriosa figura vestida de rojo que remueve un caldero que burbujea.

En una época, los años treinta del siglo XX, en la que el surrealismo se convirtió en una corriente de vanguardia reconocible -relojes fundidos, hombres con cabeza de manzana, cosmologías delirantes- muchos se preguntaban de dónde sacaba Carrington unas imágenes tan perturbadoras. André Bretón tenía una teoría: consideraba a Carrington una embajadora de otro mundo, una bruja y una profetisa, alguien que había estado al otro lado y regresaba para desvelar paisajes secretos y criaturas terribles.

Leonora Carrington nació en Lancashire en 1917, un año antes de la firma del armisticio de la Primera Guerra Mundial. De su familia dijo, en una entrevista publicada en El País en 1993: “Mi padre, protestante, era un hombre de negocios, y mi madre, católica, era hija de un médico rural y pintaba cajas de galletas para el ropero de la iglesia. En ese ambiente me crié. Yo ya dibujaba caballos de niña, y me salí, pese a la oposición de mi casa, con la mía. Al final estudié arte”.

En 1937 conoció en Londres a Max Ernst, maestro alemán del surrealismo, por entonces uno de los pintores más cotizados del mundo. De aquel primer encuentro surgió un segundo, esta vez en París, definitivo. Ernst, de 47 años, y Carrington, de 20, se enamoraron y se instalaron juntos en una casa de campo en Saint Martin d’Ardeche que todavía conserva en la fachada un relieve en el que Ernst aparece representado como un Loplop – un animal mitológico recurrente en su obra – y Carrington como una novia del viento.

Leonora Carrington nació en Inglaterra en 1917. A los 20 años pintó “Autorretrato en la posada del caballo del alba”, una de sus obras más conocidas, mientras vivía con Max Ernst en la campiña francesa. Foto: ElDiario.es

Todo terminó meses después cuando el régimen de Vichy detuvo a Ernst por su participación en el movimiento Freier Künstlerbund, un grupo de intelectuales antifascistas. Era el año 1939. Ernst fue internado en el campo de concentración de Les Milles y Carrington, sola y sobrepasada, viajó hasta España en coche a través de Andorra con la esperanza de conseguir un salvoconducto para su amante en Madrid. Para entonces sufría lo que ella calificó años después como síndrome de guerra: era una joven de 22 años consumida físicamente, agotada y al borde de la depresión. Las gestiones de Carrington no obtuvieron resultados y en 1940, mientras intentaba dejar España, su padre coordinó con el cónsul británico en Madrid su internamiento en un centro psiquiátrico de Santander.

Carrington fue sedada con luminal y trasladada en coche hasta el sanatorio que dirigía el doctor Luis Morales en las inmediaciones de El Sardinero. La artista contó sus experiencias en un libro catártico titulado Memorias de abajo: “No sé cuánto tiempo permanecí atada y desnuda. Yací varios días y noches sobre mis propios excrementos, orina y sudor, torturada por los mosquitos, cuyas picaduras me pusieron un cuerpo horrible; creí que eran los espíritus de todos los españoles aplastados, que me echaban en cara mi internamiento, mi falta de inteligencia y mi sumisión”.

En aquella ciudad que no conocía Carrington recibió un tratamiento brutal durante medio año. Pasó por tres sesiones de terapia mediante cardiazol, un estimulante cardíaco que provocaba convulsiones similares a las de un ataque epiléptico. El método, desarrollado por el médico húngaro Ladislaus von Meduna en 1933, se utilizaba para tratar a pacientes esquizofrénicos.

La estancia de pesadilla en el sanatorio de Morales permaneció en la memoria de la artista como ese “otro lado” del que, según Bretón, Carrington había traído las imágenes que plasmó en sus pinturas. En Memorias de abajo habló de abusos sexuales, condiciones insalubres y drogas alucinógenas. Se ha argumentado que, debido al estado en que la artista se encontraba en el momento de su internamiento, no todas las afirmaciones del libro deben tomarse por ciertas. Hay afirmaciones que se contradicen y los biógrafos han encontrado siempre dificultades para trazar una línea clara entre la realidad y el surrealismo, entre verdad y símbolo.

Las obras de Carrington alcanzaron difusión durante todo el siglo XX. Foto: ElDiario.es

En 1993, en una tribuna en El País, el doctor Morales justificaba el tratamiento de Carrington en su sanatorio. “En 1941 Leonora era una paciente de un fácil diagnóstico de psicosis de Kleist o marginal; mas esta enfermedad podía ser sintomática, como protesta de su arte surrealista”. Casi sesenta años después de tratarla el doctor seguía achacando la “enfermedad” de Carrington a “la ansiedad con la que defendía su surrealismo”. Y concluía: “Leonora sanó al adaptarse a la sociedad de entonces”.

La “sociedad de entonces” que juzgó enferma a Leonora Carrington, encontraba perturbadora la rebeldía de una mujer que no concordaba con los roles que se le habían reservado. En la Europa de 1940 una mujer independiente capaz de destacar en una disciplina, el arte, reservada a los hombres, era una anomalía que necesitaba ser reintegrada.

Escapó de la pesadilla durante un viaje a Lisboa, donde su padre pretendía embarcarla hacia una nueva clínica en Sudáfrica. En un descuido de su acompañante subió a un taxi y pidió que la llevaran a la embajada de México, donde la esperaba el poeta Renato Laduc. Se casaron por mediación de Picasso para que Carrington pudiera escapar de la tutela de su padre y aprovechar el pasaporte diplomático de Laduc, que trabajaba como secretario en la embajada.

En Lisboa volvió a encontrarse con Ernst, recién escapado de Les Milles y acompañado por la millonaria estadounidense Peggy Guggenheim, con la que se casaría poco después. Ernst y Guggenheim viajaban acompañados por sus exparejas y sus hijos y esperaban un barco hacia Estados Unidos. Para entonces la casa compartida en Saint Martin d’Ardeche quedaba demasiado lejos, en otra vida. Carrington y Laduc dejaron Lisboa para trasladarse a México y disolvieron el matrimonio una vez cumplido el objetivo de escapar de Europa.

André Bretón sostenía que México era “la patria natural del surrealismo”. Si Bretón estaba en lo cierto Carrington no pudo encontrar un lugar mejor para su exilio. En México se casó con el artista húngaro Chiki Weisz, con el que tuvo dos hijos y frecuentó la compañía de exiliados españoles y de artistas e intelectuales mexicanos. Su amistad con Remedios Varo, también pintora y también surrealista, le ayudó a encontrar nuevos caminos en su obra.

Salvo un breve periodo de tiempo en los años 60 durante el que se trasladó a Nueva York -el grupo de los surrealistas había vuelto a reunirse para descubrir que habían envejecido mientras el mundo, acabada la guerra, volvía a ser joven- Carrington vivió el resto de su vida en el país azteca, donde murió el 25 de mayo de 2011 a los 94 años.

Siempre aseguró que pintaba para ella misma porque no concebía que otros pudieran interesarse en sus obras y fue una de las pocas integrantes del surrealismo que escapó del influjo del psicoanálisis porque nunca quiso leer a Freud. En sus cuadros abundan los símbolos, la magia y el ocultismo. Sus pinturas -sus figuras misteriosas, sus rostros expresivos, su luz y su tenebrismo- contienen la clave de una vida intensa marcada por una estancia de pesadilla en un sanatorio de Santander. Fue la última surrealista. En cierta ocasión dijo: “Nunca tuve tiempo para ser la musa de nadie. Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser una artista”.

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San Luis Potosí será sede del primer museo de la pintora Leonora Carrington

lunes, febrero 26th, 2018

La colección contará con casi 100 piezas de la artista surrealista, algunos de sus grabados y litografías y busca ser el principal referente internacional en el estudio de la obra de Carrington.

México, 26 de febrero (EFE).- San Luis Potosí albergará el primer museo dedicado a la artista surrealista Leonora Carrington, de origen británico y nacionalizada mexicana, que abrirá sus puertas el 22 de marzo y expondrá la obra escultórica que concibió en sus últimos años de vida.

El inmueble, impulsado por el Gobierno estatal y situado en el Centro de las Artes San Luis Potosí Centenario, consta de cuatro edificios con una veintena de salas cada uno, así como un patio central y cuatro áreas abiertas con esculturas monumentales de casi siete metros de altura.

La colección, de casi 100 piezas, incluye también joyas, grabados, litografías y bocetos inéditos de la artista, y el museo incluye talleres, biblioteca y sala audiovisual.

“Yo no quiero tener todas esas obras en una casa cerrada con llave. No sería justo. Sería castigar la memoria de mi mamá si no salieran a la luz”, dijo en rueda de prensa el hijo de la artista, Pablo Weisz.

El objetivo del museo es convertirse en el principal referente internacional en el estudio de la obra de Carrington a través de la difusión y ampliación de la colección, la investigación académica y la estrategia digital del museo.

La directora Centro de las Artes San Luis Potosí Centenario, Laura Elena González, añadió que la muestra permitirá “expandir para que sea conocida y tengamos una reflexión acerca del trabajo de quien todavía tenemos tanto que descubrir”, dijo en alusión a la artista.

Las salas más relevantes son la “Leonora Carrington”, que muestra un acercamiento a la vida y obra de la artista a través de su biografía, y la sala “Surrealismo”, sobre el contexto histórico y artístico de su obra.

Los responsables del museo prevén ofrecer residencias artísticas, encuentros de investigadores, seminarios y charlas con el objetivo de generar intercambios entre la comunidad local y los visitantes del centro.

Leonora Carrington (Lancashire, 1917 – Ciudad de México, 2011) produjo pintura, escultura, granado, textil, joyería, cuento y novela, y se relacionó con destacados artistas del surrealismo como André Breton y Luis Buñuel.

Obras de Frida Kahlo, Leonora Carrington y Remedios Varo serán subastadas en la CdMx

martes, noviembre 28th, 2017

La pieza de Remedios Varo, amiga íntima de Carrington, es un dibujo a lápiz, y la de Kahlo es un óleo temprano realizado poco después de su accidente de 1925.

Carrington, Frida Kahlo y Remedios Varo figuran entre los 260 lotes que serán puestos en venta en la Subasta de Arte Latinoamericano. Foto: EFE

Ciudad de México, 28 de noviembre (EFE).- Obras de Leonora Carrington, Frida Kahlo y Remedios Varo figuran entre los 260 lotes que serán puestos en venta en la Subasta de Arte Latinoamericano que se llevará a cabo el 30 de noviembre en Ciudad de México, a cargo de la casa Morton.

Resalta la obra “Virginia’s Fish” de Carrington (1917-2011), pintora surrealista mexicana de origen británico de quien este 2017 se celebra el centenario de su nacimiento. Se trata de un óleo sobre tela de 79.5 por 130 centímetros perteneciente a una colección particular.

Acompañan a esta obra piezas de mujeres surrealistas como las mexicanas Frida Kahlo (1907-1954), María Izquierdo (1902-1955) y Remedios Varo (1908-1963), esta última de origen español.

La pieza de Remedios Varo, amiga íntima de Carrington, es un dibujo a lápiz, y la de Kahlo es un óleo temprano realizado poco después de su accidente de 1925, cuando el autobús en que viajaba en el sur de Ciudad de México fue embestido por un tranvía, indicó la casa de subastas en un boletín.

La Subasta de Arte Latinoamericano, que se llevará a cabo en el Salón de los Candiles del Club Naval en la capital mexicana, “es la más importante del año en México e Hispanoamérica” y la componen “obras de grandes maestros que difícilmente se pueden ver juntas”, acotó.

Exposiciones, talleres y documentales celebrarán el centenario de Leonora Carrington

jueves, marzo 30th, 2017

El Museo de Arte Moderno albergará la exposición de pintura “Cuentos mágicos”, bajo la curaduría de Stefan van Raay y Tere Arcq, y se publicará un libro conmemorativo de la celebración de los 100 años.

La posada del Caballo del Alba (1936-1937), autorretrato de Leonora Carrington. Imagen especial.

México, 30 de marzo (Xinhua).- Autoridades culturales alistan diversas exposiciones, talleres y la transmisión de documentales, en el marco del centenario de su natalicio, a la pintora surrealista Leonora Carrington, homenaje que comenzará el próximo 6 de abril, informó la Secretaría de Cultura.

La conmemoración coordinada por la Secretaría de Cultura del gobierno de la República y la Fundación Leonora Carrington, A.C, iniciarán en la Biblioteca de México con el panel internacional “Leonora Carrington a 100 años” y la inauguración de la exposición “100 años de una artista: Leonora Carrington”.

En entrevista con periodistas, Gabriel Weisz, presidente de la Fundación Leonora Carrington, indicó que la muestra que se montará en la Galería Abraham Zabludovsky, el Patio de Escritores y el Vestíbulo del Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado de la Biblioteca de México, exhibirá fotografías, esculturas, libros, correspondencia, material del archivo reunido por la Fundación y libros de y sobre la artista.

El hijo de la pintora adelantó que en la muestra habrá fotografías de la infancia de Carrington en Inglaterra, las casas que habitó, sus primeros bocetos, en el que se ve su interés por los relatos de hadas, elfos y monstruos.

“Una vez que ella descubre el movimiento surrealista, incursiona en realidades internas, dando como resultado una irrupción creativa”, apuntó Gabriel Weisz.

Añadió que la exposición, abierta del 6 de abril al 9 de julio de 2017, dará testimonio de los grandes cambios históricos: la Segunda Guerra Mundial que modificó el mundo de su madre, y cómo en México encuentra un lugar para hablar y habitar, y donde inició la historia de una gran pintora.

Habrá reproducciones de cuadros -dijo Weisz- que demostrarán que Leonora Carrington no sólo pintaba, esculpía, tejía y creaba otros objetos de una gran diversidad de materiales, sino que también escribía relatos, teatro y novelas. Asimismo, a través de fotografías se mostrarán las amistades que logró hacer, agregó.

En tanto, Jorge von Ziegler, titular de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, explicó que el “Panel Internacional: Leonora Carrington a 100 años” estará integrada por dos mesas en las que participarán especialistas en arte y literatura como Whitney Chadwick, Jonathan Eburne, Catriona MacAra, Tere Arcq, Susan Aberth, entre otros.

Mencionó que adicionalmente al panel y a la exposición habrá actividades culturales en torno a la obra y personalidad de la creadora.

Además, de abril a septiembre de 2018 el Museo de Arte Moderno albergará la exposición de pintura “Cuentos mágicos”, bajo la curaduría de Stefan van Raay y Tere Arcq, y se publicará un libro conmemorativo de la celebración de los 100 años, informó la directora del recinto museístico, Sylvia Navarrete.

Comentó que la muestra de carácter retrospectiva, con la que cerrará el homenaje, presentará una visión innovadora de la obra de la artista sobre trayectoria de 60 años, poniendo énfasis en los temas y momentos históricos que fueron fundamentales en su obra.

LA AGENDA | EPN sí se va… pero a NY; Meade explica el paquete económico que le dejaron

lunes, septiembre 19th, 2016

Esta semana, el Presidente Enrique Peña Nieto viajará a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.  José Antonio Meade comparecerá ante la Cámara de Diputados y la Ciudad de México será la sede de dos eventos.

José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, comparecerá ante la Cámara de Diputados el 22 de septiembre. Foto: Cuartoscuro

José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, comparecerá ante la Cámara de Diputados el 22 de septiembre. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).-  La Asamblea General de la ONU iniciará su Periodo Ordinario de Sesiones este domingo 18 de agosto en Nueva York. El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, participará en dos cumbres sobre refugiados y migrantes.

El Frente Nacional por la Familia convocó a una segunda marcha el sábado 24 de septiembre, esta vez en la Ciudad de México: del Auditorio Nacional al Ángel de la Independencia. El contingente saldrá a mediodía.

Este jueves 22 de septiembre, José Antonio Meade, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) comparecerá ante la Cámara de Diputados para explicar la propuesta de paquete económico 2017.

El sábado 24, la Ciudad de México será la sede de la Etapa CDMX del Tour de Francia, la competencia de ciclismo más importante del mundo.

En las efemérides:

  • El 20 de septiembre de 1964 es inaugurado el Museo de Arte Moderno.
  • En 1992 se acuerdan relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano.
  • El 21 de septiembre de 1918 nace el escrito Juan José Arreola en Jalisco.
  • El 21 de septiembre es el Día Internacional de la Paz.
  • El 22 de septiembre de 1910 es inaugurada la Universidad Nacional de México.
  • El 24 de septiembre de 1982 el Museo Nacional de Culturas Populares abre sus puertas.
  • El 25 de septiembre de 1964 Los Presidentes Adolfo López Mateos de México y Lyndon B. Johnson de Estados Unidos se reúnen en El Paso, Texas, para acordar la reintegración simbólica de El Chamizal.

Agenda: Fiestas Patrias, celebraciones bien mexicanas y el arte de Carrington

domingo, septiembre 11th, 2016

Las calles están pintadas de verde, blanco y rojo, y la siguiente semana tiene múltiples eventos para celebrar la Independencia con música, arte y cultura.

LEONORA CARRINGTON

Imagen: UAM

Imagen: UAM

La exposición “Imaginación abierta al tiempo” consta de 34 esculturas realizadas por la artista nacida en Inglaterra pero de nacionalidad mexicana en el periodo de 1999 a 2011. La sede será la Galería Manuel Felguérez de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

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FIESTAS PATRIAS 2016

Imagen: Especial

Imagen: Especial

Dolores Hidalgo, Guanajuato, la cuna de la Independencia festejará con juegos mecánicos, circo y eventos musicales, entre los que destacan Los Ángeles Azules, El Gigante de América, Alejandra Guzmán, y un festival de música electrónica.

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NUESTRA FIESTA MEXICANA

Imagen: Especial

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Fernando de la Mora encabeza este espectáculo musical dedicado a celebrar la Independencia de México, en el que además estarán presentes la Orquesta Sinfónica Mexicana, el Mariachi Gama 1000 y el Trío Los Panchos, entre otros.

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“The Palmist”: Una pieza monumental de Leonora Carrington, para la protección y buena suerte

jueves, junio 9th, 2016
Una escultura monumental hecha en los últimos años de su vida. Foto: Secretaría de Cultura

Una escultura monumental hecha en los últimos años de su vida. Foto: Secretaría de Cultura

Esta semana tuvo lugar la imposición permanente de “The Palmist”, una escultura de grandes dimensiones de la artista surrealista, que ahora el público podrá observar en el Jardín del Antiguo Palacio del Arzobispado

Ciudad de México, 9 de junio (Sin Embargo).- Elena Poniatowska –que ganó el Premio Novela Breve en 2011 por Leonora- suele decir de Leonora Carrington (1917-2011) que era “una madre devota, de vocación total hacia la maternidad”.

Carlos Monsiváis (1938-2010) destacaba de ella “su gran compromiso con los principios libertarios del movimiento estudiantil del ‘68”. Carlos Fuentes (1928-2012) adoraba sus cuadros. “La imaginación no es sólo el reflejo de la realidad: la crea”, afirmaba el autor de La muerte de Artemio Cruz cuando habla de la plástica de esta artista nacida el 6 de abril de 1917 en el pueblo de Chorley, en Lancashire, Inglaterra, quien abrazó la corriente surrealista gracias a su encuentro en 1936 con el pintor alemán Max Ernst, con quien también mantuvo una relación sentimental.

En París, Carrington se hizo amiga de famosos surrealistas como el pintor catalán Joan Miró y el poeta francés André Breton. De militancia antifascista, Leonora también se volcó de manera rigurosa a la escritura, hecho que según Monsivais “distingue notablemente su manera de pintar”. Carrington llegó a México en 1943 y desde entonces formó parte activa de la vida cultural azteca.

Elena Poniatowska volvió a ponerla en el centro de atención con un libro que, aseguró la escritora, “no es ni una crítica de la pintura de Leonora Carrington, ni una biografía. Es una obra basada en conversaciones que sostuvimos durante múltiples entrevistas, en los libros de la propia Leonora y en los que se han escrito sobre ella: el de Whitney Chadwick, el de Susan L. Alberth, el de Julotte Roche”.

“La primera entrevista que le hice apareció en el periódico Novedades, que ya no existe”, recordó Elena.

“En estos últimos años he visitado a Leonora a menudo. Hablar con ella de su infancia fue sencillo. Yo le contaba de la mía y, a pesar de los quince años de diferencia en edades, había muchas semejanzas en la forma europea en que nos educaron. De lo que no habló fue de Max Ernst. Cuando le pregunté si había sido su gran amor, respondió que cada amor era distinto; cuando le comenté que su matrimonio con Renato Leduc había sido sólo conveniencia, respondió: “Bueno, tampoco”, contó la autora de La noche de Tlatelolco.

Leonora no es sólo un acto de amor sino también un homenaje a la vida y a la obra de esta mujer que ha hechizado a México con sus colores, sus palabras, sus delirios, sus arranques, sus historias. Trajo a nuestro país todos los recuerdos de sus vidas anteriores, todos los paisajes, los caminos bajo las acacias, todas las verduras que en México no se comían como los salsifíes, las endivias, las alcachofas. Trajo a Simone Martini, a Piero della Francesca, al Bosco y a Grünewald. Pudo haber vivido en Inglaterra, su país de origen, en los Estados Unidos, en Francia o en España, pero es un privilegio saber que un artista de su altura haya decidido ser mexicana. La deuda con ella es inestimable”, expresó Poniatowska, el mismo año en que Leonora Carrington, falleciera el 25 de mayo.

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UN LENGUAJE ONÍRICO Y ORIGINAL

El mito céltico, el simbolismo alquímico, el gnosticismo, la cábala, la psicología junguiana y el budismo tibetano, según la Artstudio Magazine, fueron los temas que construyeron el estilo onírico y original de Leonora Carrington.

En opinión de la historiadora en arte Mercedes Sierra Kehoe, integrante del Seminario de Muralismo del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, fueron varios los aportes de la artista.

“Leonora Carrington llegó a México en la primera parte del siglo XX con un cúmulo de experiencias y vivencias, tanto de vida como de los sucesos por los cuales transitaba el mundo. Realmente tenía una relación con André Bretón, con Max Ernst, quien fue su primera pareja, de esto derivó mucho lo que Leonora siguió desarrollando ya años después traída a México por Renato Leduc”, explicó.

La pintora, escultora, grabadora, escritora, dramaturga y escenógrafa, desde pequeña estuvo familiarizada con los mitos celtas, muy presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que sumó los mundos mágicos y fantásticos que descubrió en México.

El surrealismo en sí mismo fue el eje en la obra de Leonora Carrington, definida por Kehoe en 2011 como “brillante, soñadora y visionaria”.

Donada por su hijo Pablo Weisz, la pieza de bronce (260 x 125x 82) quedará de manera permanente en este espacio “para evocar la esencia y la presencia de la artista”. Foto: Arturo López / Secretaría de Cultura

Donada por su hijo Pablo Weisz, la pieza de bronce (260 x 125x 82) quedará de manera permanente en este espacio “para evocar la esencia y la presencia de la artista”. Foto: Arturo López / Secretaría de Cultura

THE PALMIST EN EL ANTIGUO PALACIO DEL ARZOBISPADO

Esta semana tuvo lugar la imposición permanente de “The Palmist”, una escultura de grandes dimensiones de Leonora Carrington, que ahora el público podrá observar en el Jardín del Antiguo Palacio del Arzobispado.

En el marco del quinto aniversario luctuoso de la pintora, escultora y escritora surrealista, su hijo, Pablo Weisz, donó la pieza de bronce (260 x 125x 82) que quedará de manera permanente en dicho espacio “para evocar la esencia y la presencia de la artista”.

El fundidor y escultor Alejandro Velazco Mancera, quien trabajó 27 años con la artista surrealista, ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes, explicó que “The palmist” cuenta con 11 réplicas, con la intención de que sean donadas a diferentes lugares aún por confirmar.

En el caso de la obra que se integra al Museo de Arte de la SHCP, formó parte de la colección Las posibilidades de los sueños, que se presentó en el 43 Festival Cervantino y se exhibió por primera vez al público en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) en 2013.

Foto: Arturo López / Secretaría de Cultura

Foto: Arturo López / Secretaría de Cultura

“Esta pieza es especial porque fue la primera que Leonora realizó en tamaño monumental en la última etapa de su vida. Estaba conmovida, emocionada al verla y fue la primera que ella eligió dentro de esta colección”, dijo Velasco, quien destacó que esta donación es importante para Pablo Weisz, pues su intención es “dejar la huella de su madre y que su obra esté presente y lo disfrute la ciudad”.

“En el taller era feliz, se hincaba a retocar piezas, se subía a los bancos, marcaba, corregía; me gustaba mucho trabajar con ella porque era agradable y accesible”, dijo el fundidor.

“The Palmist” es un personaje nocturno que alude a la protección y la buena suerte.

 

A cinco años de la muerte de la pintora Leonora Carrington

miércoles, mayo 25th, 2016

Leonora Carrington desde pequeña estuvo familiarizada con los mitos celtas, que estuvieron siemmpre presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que integro los mundos mágicos y fantásticos que descubrió en México.

Foto: Vía twitter, @BiblioArtesCNA

Su obras, de figuras y estructuras complejas que tratan de mostrar y explicar su propia vida. Entre sus cuadros destacan algunos como “La giganta”, “Quería ser pájaro”, “Laberinto”, “El despertar”, “Y entonces vi a la hija del Minotauro” y “El juglar”. Foto: Vía twitter, @BiblioArtesCNA

Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).- A cinco años de su muerte recordamos a Leonora Carrington, una de las máximas exponentes mexicanas de la pintura surrealista.

La pintora mexicana de origen británico Leonora Carrington, nació en Lancashire, Inglaterra el 6 de abril de 1917, proveniente de familia adinerada y vivió gran parte de su vida en México.

Desde pequeña estuvo familiarizada con los mitos celtas, presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que integró los mundos “mágicos y fantásticos” que descubrió en México

Carrintong fue una mujer que constantemente desafiaba las modas y los lugares, siendo su carácter un detonante que la llevó a ser una de las máximas exponentes del surrealismo.

Su obras, de figuras y estructuras complejas tratan de mostrar y explicar su propia vida. Entre sus cuadros destacan algunos como “La giganta”, “Quería ser pájaro”, “Laberinto”, “El despertar”, “Y entonces vi a la hija del Minotauro” y “El juglar”, por mencionar algunos.

Además de su trabajo como pintora se destacó como escritora y fue autora de un compendio de cuentos titulado La casa del miedo, así como otras prosas.

A lo largo de su trayectoria, la artista surrealista recibió diversas distinciones, entre ellas la condecoración con la Orden de la Corona Británica, por la Reina Isabel II, en el 2000. En el 2005 fue galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes.

Durante sus últimos años de su vida, Carrington vivió en la colonia Roma de la capital mexicana, donde murió el 25 de mayo de 2011, a causa de una neumonía. Fuentes cercanas aseguran que ya casi no pintaba y que su último cuadro permanecía celosamente guardado en un armario de su estudio.