6 de abril de 1917. Leonora Carrington, pintora surrealista y escritora, nace en el Reino Unido

En las pinturas de Leonora Carrington hay figuras grotescas, aquelarres, animales antropomorfos, laberintos, licántropos, cadáveres, sombras, cielos estrellados, magnetismo. Aquí un recuento de sus libros. 

Ciudad de México, 5 de abril (ElDiario.es/SinEmbargo).– Mañana se cumplirán 102 años del nacimiento de 102 años del nacimiento de Leonora Carrington, precursora del surrealismo y autora.

Carrington nació en Lancashire en 1917, un año antes de la firma del armisticio de la Primera Guerra Mundial. De su familia dijo, en una entrevista publicada en El País en 1993: “Mi padre, protestante, era un hombre de negocios, y mi madre, católica, era hija de un médico rural y pintaba cajas de galletas para el ropero de la iglesia. En ese ambiente me crié. Yo ya dibujaba caballos de niña, y me salí, pese a la oposición de mi casa, con la mía. Al final estudié arte”.

Siempre aseguró que pintaba para ella misma porque no concebía que otros pudieran interesarse en sus obras y fue una de las pocas integrantes del surrealismo que escapó del influjo del psicoanálisis porque nunca quiso leer a Freud. En sus cuadros abundan los símbolos, la magia y el ocultismo. Sus pinturas -sus figuras misteriosas, sus rostros expresivos, su luz y su tenebrismo- contienen la clave de una vida intensa marcada por una estancia de pesadilla en un sanatorio de Santander. Fue la última surrealista. En cierta ocasión dijo: “Nunca tuve tiempo para ser la musa de nadie. Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser una artista”.

En las pinturas de Leonora Carrington hay figuras grotescas, aquelarres, animales antropomorfos, laberintos, licántropos, cadáveres, sombras, cielos estrellados, magnetismo. Tomemos, por ejemplo, “The Temptation of St. Anthony”, su obra más cara, subastada por la casa Sothebys en 2014 por 2 millones 629 mil euros. La pintura se basa en un cuadro del mismo título de Hyeronimus Bosch, El Bosco, y muestra en primer término a una figura envuelta en ropajes blancos, con manos y pies diminutos, sin cabeza; en el regazo cóncavo de la figura tres ancianos de larga barba contenidos dentro de sí mismos como muñecas rusas observan el curso de un río que un hombre arrodillado vierte desde un ánfora romana. La escena se completa con un rebaño de ovejas, un cerdo tendido a los pies del santo, cinco mujeres que extienden el velo de una sexta mujer que toca una trompeta retorcida y una misteriosa figura vestida de rojo que remueve un caldero que burbujea.

Aquí cinco libros de Leonora Carrington: 

LECHE DEL SUEÑO: 

THE STONE DOOR:

MEMORIAS DE ABAJO:

LA TROMPETILLA ACÚSTICA: 

EL SÉPTIMO CABALLO: 

 

-Con información de Miguel Ángel Chica, de El Diario.es. 

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