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No me preocupan los excesos del INE, sino los de la Presidencia, dice Woldenberg

miércoles, enero 5th, 2022

José Woldenberg aseguró que el INE y sus consejeros se han enfocado en defender su autonomía y rechazó las medidas adoptadas por el Diputado Sergio Gutiérrez Luna de presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República en contra de Lorenzo Córdova y otros miembros del Instituto luego de que votaran a favor de aplazar la consulta sobre la Revocación de Mandato, medida que revertiría la Suprema Corte y el Tribunal Electoral.

Ciudad de México, 5 de enero (SinEmbargo).- José Woldenberg, expresidente del Consejo General del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), afirmó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador no sabe convivir con instituciones autónomas como el Instituto Nacional Electoral (INE) e indicó que su principal preocupación no son los “excesos” que pueda haber en esta institución, sino en la Presidencia de México.

“Lo que temo es que a nuestro Presidente no le gustan ni sabe convivir con las instituciones autónomas. A mí lo que me preocupa, no son, pongamos entre comillas, los excesos del INE, sino los excesos de la Presidencia que parecería no entender que la propia Presidencia se beneficia de que haya instituciones del Estado autónomas encargadas de ciertas funciones que lo descargan a él de esas responsabilidades, porque el Ejecutivo, sea del partido que sea, no puede cumplir cabalmente con las mismas”, dijo Woldenberg la noche del martes en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa “Los Periodistas”, que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.

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El Presidente López Obrador ha mantenido una disputa con el Instituto Electoral y con algunos de sus integrantes a raíz de distintos desacuerdos que han tenido, como han sido los sueldos de los consejeros, algunas de las decisiones que han adoptado, y que decir del mandatario han afectado a Morena, el protagonismo de los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, y más recientemente por la intención de este organismo de posponer la Revocación de Mandato por la falta de recursos que alega.

En ese sentido, José Woldenberg aseguró que el Instituto Electoral y sus consejeros se han enfocado en defender su autonomía, característica sin la cual —dijo— no podrían cumplir su misión de garantizar elecciones imparciales. “El INE está en lo suyo”, puntualizó.

Y añadió: “Tal y como yo lo entiendo, creo que no sólo el Presidente del Consejo General del INE, sino el Consejo en conjunto, lo que está intentando es defender la autonomía de este instituto, una autonomía sin la cual el INE no podría cumplir con su muy importante misión: la de dar garantías a todos, candidatos, partidos, medios, candidatos, ciudadanos, de que las elecciones se realizan con absoluta imparcialidad”.

José Woldenberg. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

El expresidente del Consejo General del IFE rechazó, por ejemplo, la medida adoptada por el Diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente la Cámara de Diputados, de presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Lorenzo Córdova y cinco consejeros más del INE  luego de que votaran a favor de aplazar la consulta revocatoria. La decisión adoptada por el Instituto fue revertida de manera temporal por la Suprema Corte y por el Tribunal Electoral, mientras que el legislador morenista desistió de su demanda.

“Lo que no se puede evadir es que un Diputado, el presidente de la Cámara perteneciente a Morena, levantó una denuncia de carácter penal contra seis consejeros y el secretario ejecutivo del INE y eso hizo que los 11 consejeros del INE salieran a dar la cara y decirnos lo que es elemental, que en efecto ha habido diferencias entre ellos al momento de votar en el Consejo General de esta institución, pero que llevar el asunto ante un Ministerio Público y eventualmente ante un Juez, eso era absolutamente excedido, eso era tratar de convertir un diferendo natural que se da en todo cuerpo colegiado en un asunto de barandilla, donde eventualmente los culpables podían acabar en la cárcel”.

Woldenberg aseguró que en caso de haber prosperado la denuncia en contra de los consejeros, México hubiera mandado el mensaje de que las diferencias de opinión pueden convertirse en supuestos delitos penales.

El académico recalcó además que a pesar de las diferencias de ideas e inconformidades que se pueden generar al momento de una resolución, nunca un partido había interpuesto una denuncia penal contra el INE.

“Nunca nadie se había atrevido a amenazar con cárcel a los funcionarios del INE por haber tomado una decisión, porque lo que se le acusaba era que esos funcionarios se habían conjurado para tomar esa decisión”.

Isaac José Woldenberg Karakowsky, durante la tercera sesión plenaria los diputados del PRI en 2016.

Isaac José Woldenberg Karakowsky, durante la tercera sesión plenaria los diputados del PRI en 2016. Foto: Saúl López, Cuartoscuro.

EL INE EN LA MIRA

José Woldenberg fue uno de los primeros consejeros ciudadanos del Instituto Federal Electoral y presidente de dicho organismo de 1996 al 2003.

Bajo el mandato de José Woldenberg, el entonces IFE organizó las elecciones del 2000 que dieron un giro a la democracia del país: la salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del poder, luego de haberlo mantenido durante más de 70 años. La conducción del Instituto encabezado por Woldenberg fue reconocida por la transparencia con que se desarrollaron las elecciones.

No obstante, el papel del árbitro electoral ha enfrentado duros cuestionamientos en los procesos que sucedieron a las elecciones de hace 22 años. Por ejemplo, en el proceso de 2006, el cual favoreció a Felipe Calderón, el INE fue señalado por López Obrador y la izquierda de haber validado un fraude electoral. Para los comicios de 2012 se cuestionó también a este organismo en un proceso en el que se exhibió el dispendio en la campaña de Enrique Peña Nieto, la cual tiempo después sería relacionada con la trama de corrupción de Odebrecht.

Es por ello que Andrés Manuel López Obrador y algunos sectores de la izquierda han cuestionado de tiempo atrás el rol del Instituto Electoral, el cual ha vuelto a colocarse en el centro del debate luego de que el pasado 17 de diciembre, con seis votos contra cinco, el Consejo General del INE determinara aplazar la Revocación de Mandato, prevista para el 10 de abril de 2022, hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolviera la controversia constitucional planteada por el órgano electoral en la que reclamaba a los diputados los recursos necesarios para realizar la consulta.

La medida no prosperó pero sí dio pauta a que escalara la confrontación entre Gobierno y la autoridad electoral. En ese sentido, Woldenberg apuntó que el Instituto encargado de organizar las elecciones en el país jamás había estado en un panorama como en el que se encuentra ahora:

“Jamás, jamás, en los 31 años al Instituto que organiza las elecciones se le había colocado en la situación que se ha colocado ahora al INE por parte del propio Presidente de la República que ha arremetido una y otra, y otra vez contra ese Instituto y que hasta donde yo entiendo lo que han hecho los consejeros es, en primer lugar, salir al público para explicar sus decisiones porque si no salieran pareciera que estarían concediendo las acusaciones que se les hacen; y en segundo lugar tratando de explicar las fuerzas políticas cuál es la tarea del INE”.

Sergio Gutiérrez, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, y Lorenzo Córdova, Consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). Foto: Cuartoscuro.

A pesar de la oposición del INE por realizar la Revocación de Mandato, el 29 de diciembre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó el acuerdo que suspendía la consulta y aprobó que, en caso de necesitar recursos, hiciera la solicitud a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La consulta revocatoria es un proceso que ha impulsado el Presidente Andrés Manuel López Obrador como un mecanismo de democracia directa en la que, en la mitad de su mandato, se pregunta a los mexicanos si quieren que el Jefe del Ejecutivo siga gobernando o dimita, esto ha sido criticado por la oposición, por considerarla como propaganda política.

El Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello. Foto: Cuartoscuro

Tras las decisiones de la Corte y del Tribunal Electoral, el INE ha reanudado el proceso y se encuentra en la validación de las firmas de la ciudadanía para decidir si se lleva a cabo el ejercicio o no acumula los suficientes apoyos. La resolución se sumó a la de la Suprema Corte que pidió al órgano continuar con la organización de este proceso.

La realización del ejercicio ha sido la última punta de lanza en el cruce entre López Obrador y su partido, Morena, y el INE. El Instituto ha cuestionado la decisión de la Cámara de Diputados, con mayoría morenista, de reducir su presupuesto para el próximo año, cuando además de la consulta de Revocación de Mandato habrá elecciones en seis estados de la República.

El Tribunal Electoral revocó decisión del INE de posponer la Revocación de Mandato por falta de recursos. Foto: TEPJF.

CÓRDOVA DENUNCIA HOSTIGAMIENTO

El pasado 2 de enero, Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE, aseguró en una entrevista con el diario español El País que México vive en un contexto inédito de hostigamiento contra las autoridades electorales.

“Estamos viendo un contexto inédito de hostigamiento a las autoridades electorales. Además, se ha abierto una narrativa claramente de acoso y descalificación”. Lorenzo Córdova aseguró que esto no es nuevo en el país, pues es una práctica que solían hacer los partidos perdedores.

“Pero antes provenía de los partidos de oposición o perdedores que no reconocían su derrota. Ahora vienen de los circuitos gubernamentales”, explicó el Consejero Presidente.

Lorenzo Córdova ha acusado al gobierno de persecución política. Foto: Cuartoscuro.

La tarde de ese mismo día, Lorenzo Córdova pidió que se desestimaran las denuncias presentadas contra él y los consejeros del organismo por aplazar por tiempo indefinido los trabajos para la consulta de Revocación de Mandato que se llevaría a cabo en los primeros meses del 2022.

El Consejero reconoció que Gutiérrez Luna rectificó luego de presentar las denuncias, anunciando que las retiraría la semana pasada, pero destacó que no es suficiente porque aún siguen su curso en la Fiscalía General.

“Qué bueno que lo haya hecho, sin embargo, las denuncias penales contra los servidores públicos se persiguen de oficio y hoy siguen su curso ante la Fiscalía General de la República, ojalá pronto se enmiende el error y se desestimen esas denuncias sobre presuntos delitos claramente inexistentes y que evidentemente sólo tienen propósitos políticos”, manifestó en un video publicado este sábado en sus redes sociales.

La declaraciones de Córdova fueron rechazadas por Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, quien aseguró en entrevista el 3 de enero con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que el presidente consejero del INE tiene un discurso propio de la oposición y no el de una figura imparcial como debe conducirse el órgano autónomo.

“Eso que dijo Lorenzo a El País es muy grave, es un discurso propio de la oposición, de un analista o de una persona que no está en otro contexto, no del arbitro. El arbitro tiene una obligación constitucional de imparcialidad”, dijo el legislador de Morena.

Sergio Gutiérrez Luna, Presidente de la Cámara de Diputados. Foto: Cuartoscuro

Gutiérrez Luna reiteró que no existe una persecución política en contra de Lorenzo Cordova y negó que se tomarán acciones jurídicas por su diferencia de ideas.

“Creo que hay que ser honestos en esto que se está dando y el primer ejercicio es decir la verdad. Es falso que se le persiga, número uno. Dos, es falso argumentar que se le persigue o se tomaron acciones jurídicas por la forma en que piensa”.

Al ser cuestionado sobre el protagonismo de algunos de los integrantes del INE, Woldenberg indicó que si bien cuando él presidió insistió en que “el mejor arbitro es el que no se ve”, reconoció que los consejeros han salido a defenderse para explicar sus decisiones y no conceder las acusaciones en su contra.

Además precisó que todas las decisiones del Instituto Electoral pueden ser impugnadas ante el Tribunal Electoral, que señaló es “el arbitro final”.

“La última instancia en materia electoral no es el INE es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Eso lo saben los partidos, lo sabe el Presidente, lo sabe su gabinete, lo saben los diputados y por su puesto que lo sabe el propio INE. Por esos las resoluciones del Instituto Nacional Electoral han sido apegadas a derecho porque saben mejor que nadie que si no se apegan a derecho es muy posible que sus resoluciones se caigan”.

Una reforma electoral con este Gobierno, mejor no: Woldenberg

jueves, junio 3rd, 2021

José Woldenberg, expresidente del Instituto Federal Electoral, alertó sobre el riesgos de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulse una reforma electoral ante la posibilidad de no garantizar una autoridad autónoma.

Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).–­ México necesita una autoridad electoral autónoma de los partidos políticos y del resto de los poderes constitucionales. Eso es lo que puede dar garantías de imparcialidad y equidad a todos los partidos, a todos los candidatos y a los ciudadanos, pero me preocupa que sea el Gobierno federal y el Presidente Andrés Manuel López Obrador quien esté impulsando una nueva reforma electoral para tener un Instituto Nacional Electoral (INE) alineado a su voluntad, dijo esta noche José Woldenberg Karakowsky, quien dejó claro que en esta coyuntura no debiera darse ese cambio.

Entrevistado en el programa “Los periodistas”, que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela por SinEmbargo al Aire, en la plataforma de YouTube, Woldenberg Karakowsky afirmó: “Voy a hablar con toda franqueza: en esta coyuntura yo esperaría que no hubiera reforma electoral, porque a diferencia de las anteriores, hoy tenemos una reforma electoral que se está planteando desde el Gobierno. Hay que recordar que desde la primera reforma, la de 1977, hasta la última de 2014, estamos hablando de ocho reformas electorales, todas se hicieron, todas, para incorporar algún reclamo o alguna exigencia de las oposiciones; se puede evaluar qué tan profundas fueron, qué tan pertinentes fueron, pero esa era la voluntad. La necesidad era: creemos un terreno de juego para que al inicio estén todos, esa fue la reforma de 1977, donde se dijo: ‘vamos a abrir la puerta para que los excluidos puedan entrar’. Luego hubo reformas para que las autoridades electorales fueran imparciales, que no fueran facciosas a favor de ningún lado, y luego hubo reformas para crear condiciones equitativas de la competencia. Es decir, siempre había un motor digamos desde abajo que permeó hacia arriba”.

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Woldenberg, uno de los primeros Consejeros Ciudadanos del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) entre 1994 y 1996, y luego Consejero Presidente en la primera renovación democrática del Congreso de la Unión, de 1996 a 2003, y también en la elección que se denominó “de transición” en el año 2000, planteó que ahora lo que le preocupa es que sea el Gobierno el que quiere hacer esa probable reforma electoral.

“¿Por qué lo quiere hacer? Cuando uno escucha a los voceros de Morena la verdad a mí, otra vez, me preocupa muchísimo, porque han hablado incluso de desaparecer al INE, no de reformar; alguno habló que el Instituto podría ser incorporado al Poder Judicial de la Federación, ¿qué es eso? Hay un Tribunal Electoral, pero bueno, yo sé que hay derecho a decir dislates. Pero mi preocupación es la siguiente: México necesita una autoridad electoral autónoma. ¿Autónoma de quién? De los partidos políticos y del resto de los poderes constitucionales. Eso es lo que puede dar garantías de imparcialidad y equidad a todos los partidos, a todos los candidatos y a los ciudadanos. Eso es lo que necesitamos. Yo me temo –creo que no estoy sobreleyendo al Presidente, perdón– que al Presidente le gustaría un Instituto alineado a su voluntad. Y eso es lo que temo, porque si eso sucediera sería un flaco favor incluso para el Gobierno. Yo digo que el Gobierno mexicano debería estar satisfecho de que ya no es su responsabilidad organizar las elecciones, de que es otra institución la que las organiza, porque eso incluso le quita un peso de encima al propio Gobierno. Pero bueno, vamos a ver qué pasa después de las elecciones, no adelantemos vísperas, pero mucho sí va a depender de cuál va a hacer la nueva composición de la Cámara de Diputados. No será lo mismo si la coalición gobernante tiene mayoría calificada, que si sólo tiene mayoría absoluta, que si tiene mayoría relativa o que si incluso, que es poco probable, que quede en minoría en relación a otros. De eso dependerá si hay o no reforma y cuáles son los términos de la misma. Entonces, no adelantemos vísperas”, planteó.

José Woldenberg, entonces presidente del IFE, en una imagen del 1 de julio de 2000, cuando le tocó vigilar la elección que daría paso a la llamada “transición”: la primera derrota presidencial del PRI. Foto: Germán Hernández, Cuartoscuro

­–Hemos transitado varias elecciones desde que fue Consejero Presidente del IFE, y escribió un libro llamado En defensa de la democracia. Ahora trae a presentar este nuevo trabajo: “Contra el autoritarismo”. ¿De qué trata, de qué alerta este nuevo libro, José Woldenberg? –le preguntó Delgado Gómez.

–A ver, en efecto en el año 2019 también Cal y Arena me hizo favor de publicar un texto que se llamaba En defensa de la democracia. La idea central que estaba en ese libro era la siguiente: México logró construir una germinal democracia a lo largo de muchos años. Fue el esfuerzo conjunto de varias generaciones, de partidos políticos, agrupaciones civiles, expresiones en la prensa, organizaciones de todo tipo, pero sobre todo hubo un momento, creo yo, crítico, que fueron las elecciones de 1988. En esas elecciones presidenciales –quizá las primeras auténticamente competidas– vimos como las normas, los operadores políticos, las instituciones fallaban y fue necesario construir una nueva normatividad y una nueva institucionalidad para dar curso a las elecciones. De ahí surgió el IFE y luego el INE. Eso lo recuperaba yo en aquél texto, y como eran los primeros meses de la actual administración, yo señalaba que había algunos elementos que a mi me preocupaban. Y por eso señalaba que era muy importante valorar lo que se había hecho y no tirar al niño junto con el agua sucia, para mi el niño era lo que se había construido en términos democráticos y el agua sucia era la desigualdad, la pobreza, la corrupción, la violencia, etcétera, etcétera, pero que deberíamos de preservar eso. Y sin embargo, creo yo que muchas de las preocupaciones de 2019, en mi caso, se han agudizado. Estoy hoy más preocupado que hace dos años porque creo detectar pulsiones auténticamente autoritarias desde el Gobierno y se que en la propia sociedad no se valora mucho lo construido con anterioridad. Entonces, lo que hace este libro es tratar de llamar atención sobre esa dimensión: reflexionar, analizar, proponer, porque sí creo que así como los sistemas democráticos nacen pues también pueden morir y ojalá eso no suceda en nuestro país, y esa es la intención del libro –explicó quien es también licenciado en Sociología, maestro en Estudios Latinoamericanos y doctor en Ciencias Políticas por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Portada del más reciente libro de José Woldenberg, publicado por la editorial Cal y Arena. Foto: Cortesía Cal y Arena.

–Hace ya meses, un grupo de abajofirmantes, como se les dice ahora, llamaba a formar un frente que fuera en contra del partido del Presidente, después vimos una evolución en los abajofirmantes hacia un apoyo directo al frente que se había construido entonces y es un discurso más o menos parecido al tuyo, donde se pide no votar por Morena –un tema del que no podemos hablar porque estamos ahora mismo en la veda–. A los abajofirmantes, a los que hablan de autoritarismo, se les ubicó inmediatamente con una de las posiciones políticas en disputa en esta elección, rápidamente se les acomodo ahí y dijeron: “estos son parte de una oposición”. ¿No tienes, José Woldenberg, el temor de que este libro o estos libros sean considerados como una posición más bien política, más que de preocupación, que busca apuntalar a un grupo que está aspirando al poder, concretamente la alianza formada por el PRI, PAN y PRD? –le inquirió Páez Varela.

–Yo creo que este es uno de los problemas que tenemos en nuestro debate público. Es decir, no creo que una sociedad como la mexicana, tan diversa, masiva, contradictoria, donde palpitan diferentes ideologías, puntos de vista, sensibilidades, pueda ser reducida a dos bandos; es decir, con o contra el Gobierno, no creo que el asunto sea así. Por lo menos el intento en este libro, que seguramente coincide con muchos de los que ha suscrito desplegados, que eso también se vale, es tratar de reflexionar sobre qué nos está pasando. Por ejemplo, mi preocupación es la siguiente: creo que en México tenemos un consenso muy sólido –y que bueno que así sea­– en términos de que la única fórmula legítima y legal para arribar a los cargos de Gobierno y legislativos son las elecciones. Ésta es una gran construcción que no existía en los años 70, por ejemplo, y hoy sí existe, pero la democracia tiene otra cara y creo que es la que no se entiende, y no se entiende en la coalición gobernante, y no se entiende en muchas franjas de la sociedad y, ¿cúal es esa dimensión? Que el poder debe estar reglamentado, el poder debe estar dividido, el poder debe estar vigilado, y esa es mi preocupación. Por ejemplo, hemos visto como en diferentes momentos, desde el Gobierno, lo que dice la Constitución y dice la Ley no interesa, y se finge que no se conoce la normatividad y se sigue adelante; bueno, en ese sentido van mis preocupaciones. Yo quiero que el pluralismo que existe en México pueda seguirse expresando, recreando, conviviendo y, por supuesto, compitiendo a través de las elecciones. Pero una cosa es los alineamientos políticos, que por supuesto son legítimos, todos vamos a ir a votar, mucha gente no irá, pero los que vayamos a votar lo haremos por diferentes opciones, y vamos a ver que México no cabe en un solo partido. Pero más allá de eso ojalá podamos recuperar una discusión que nos enfrente a nuestros problemas y a las eventuales soluciones. Esos problemas son muy profundos, muy profundos, y ningún exorcista los va a resolver, entonces ojalá pudiésemos convertir a nuestro espacio público en un auténtico espacio de debate, reflexión, argumentación, y lo que hoy tenemos son muchos adjetivos y pocos argumentos, y eso no le hace bien a nadie: ni al Gobierno ni a las oposiciones –expresó Woldenberg Karakowsky, quien en 2004 recibió el Premio Nacional de Periodismo junto a Ricardo Becerra y a Leopoldo Gómez, en la categoría de Reportaje y Periodismo de Investigación, por su trabajo en la serie de 11 programas “México: la historia de su democracia”.

–Y sin embargo, José, la deliberación pública, que es más intensa por supuesto en una etapa electoral, por supuesto que está más que presente. Hay diferentes tonos inclusive de la deliberación pública, mucha emotividad sin duda, hay también espacios donde se expresan, desde mi punto de vista, las diversas opiniones de un país que efectivamente es plural y va seguirlo siendo, y de eso no me queda la menor duda se va a expresar el próximo domingo. Pero también, José, tú que conoces no solamente la parte electoral. la mecánica del cambio político en México, que es el nombre de uno de tus libros, también pienso que hay franjas de la sociedad mexicana, las elites en particular, que de pronto se sienten invadidas porque hay opiniones divergentes y que entonces se interpreta como que hay persecución, incluyendo la opinión del propio Jefe del Estado mexicano, Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. Yo creo que si algo existe en este país, en este momento, es una deliberación intensísima en diferentes tonos, yo no le veo a eso ningún riesgo. Tu adviertes, sin embargo, de muchos riesgos que encaminen a México hacia el autoritarismo. ¿Cuáles son, en particular, esos riesgos que tu aprecias? ¿Es el discurso del Presidente, es el desprecio por la Constitución y la Ley, es el señalamiento de opiniones que no comparte el Presidente? –le consultó Delgado.

–A ver, creo que son dos cosas que valdría la pena separar. Primero, el tema de la deliberación pública, pero a diferencia de ti, Álvaro, yo no estoy satisfecho con la deliberación pública que estamos teniendo en estas campañas. Es decir, si tenemos mucho ruido, pero creo que pocas nueces, y eso es a lo que me refiero: todos los partidos y candidatos han tenido espacio para expresarse, que bueno que así sea; hemos visto una cascada de spots en radio y televisión en donde cada uno de los partidos ha tratado de mostrar su mejor cara y de denostar a sus adversarios, pero la verdad creo que el conjunto, más allá de unos espacios específicos donde en efecto se ha dado una deliberación y un debate fundado, creo que lo fundamental ha sido sonrisitas, musiquitas, bailables, es decir parecería que las campañas más que ser lo que la mayoría queremos que sean, un espacio para darnos cuenta de la profundidad de nuestros problemas, escuchar las diversas soluciones que tienen las fuerzas políticas, se han convertido en una especie de circo de inconguencias, que más que aclarar lo que está en juego nos lo opaca. Me parece que hay como mucha bruma y poca sustancia en el debate –afirmó quien es hoy profesor de la Facultad de Ciencias políticas de la UNAM, columnista en diversos medios y exdirector de la revista Nexos.

“Yo creo que nuestro debate se ha ido adelgazando y, en efecto, el Presidente ha hecho una contribución a este adelgazamiento, una contribución muy fuerte, ¿por qué? Una cosa es debatir y otra es descalificar. Debatir quiere decir: yo escucho, no estoy de acuerdo contigo, trato de desmontar tu argumento, tengo otras evidencias, y por ahí me voy; entonces, el otro te contesta, y por ahí va, y eso va fortaleciendo las posiciones de todos y al final tenemos un mural de interpretaciones que le sirven al ciudadano para orientarse. Pero creo que el Presidente de la República no responde de esa manera, no argumenta lo que dice; es decir, si un diario o un periodista, un partido político, un académico o un funcionario público no está de acuerdo con él inmediatamente lo que activa es el adjetivo: ‘son ustedes fifis, son la mafia en el poder, son conservadores’, y eso no ha ayudado a robustecer el necesario ambiente para un auténtico debate.

“Pero bueno, paso a la segunda, para tampoco acaparar tanto la palabra. Sí hay riesgos de autoritarismo. Déjenme poner uno o dos ejemplos, porque hay muchísimos: ¿qué sucedió con el asunto de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)? A Constitución dice con todas sus letras, sin lugar a dudas, que el Presidente dura cuatro años, que no hay posibilidad de reelección y que quienes lo nombran son sus pares, los otros ministros. Yo sé que hay muchísimos artículos de la Constitución que requieren de grandes constitucionalistas para entenderlos, pero este no. Y sin embargo, violando flagrantemente la Constitución, el Congreso aprueba eso, le preguntan al Presidente y dice: ‘no, es que eso no es violación a la Constitución’. Ya sabemos que el asunto está en la Corte, pero el sólo hecho de que hoy esté en la Corte está erosionando el apego a la legalidad y el apego al diseño constitucional.

José Woldenberg. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.

“Otras cosas que me preocupan, por ejemplo: cómo se acabó con los fideicomisos, no es hacer la apología de los fideicomisos, pero caray conozco muchos fideicomisos que fueron muy útiles en centros de educación superior para generar proyectos, para dar becas a los estudiantes, etcétera, etcétera, y sin evaluación de los mismos se llegó a la conclusión de que había que decapitarlos todos y acabar con ellos. Ya no hay fideicomisos. Yo estoy seguro que en esa operación se fue lo bueno, lo malo y lo feo; es decir, es un país demasiado grande para que así actuemos. A eso le llamo yo rasgos o resortes que tienen que ver con el autoritarismo”, expuso José Woldenberg.

–Entonces, ¿qué falló? Porque sí, efectivamente, oigo un anuncio del partido que sea en la radio y le cambio inmediatamente porque, en el término más coloquial, me da la mayor de las huevas escuchar la cantidad de payasadas que salen ahí, dicho de la manera más coloquial. Pero son todos los partidos. Y luego, por el otro lado, un Presidente es capaz de cortar fideicomisos, bueno argumenta que va a haber una ahorro y parece que en los hechos lo tendría que demostrar, que hubo un ahorro, pero por el otro lado otro Presidente declara una guerra y pues una parte de la sociedad dice: sí está bien que la declare porque lo teníamos que hacer, y saca al Ejército a la calle y se provoca una gran matanza, como es el caso de Felipe Calderón. Entonces, ¿qué falló? Porque algo falló en la constitución misma de nuestra democracia o en la constitución misma de las instituciones –preguntó Páez.

–Bueno, fallaron muchas cosas, no fue solo una. Por ejemplo, a lo largo del proceso democratizador lo más preocupante fue que se dio de espaldas a la cuestión social. Digamos, checando esos años, uno puede darse cuenta que la economía no creció con suficiencia y que muchos de los jóvenes que arribaban o que querían arribar al mundo del trabajo no lo pudieron hacer más que en la informalidad, porque no hubo unas políticas de fomento para que la economía creciera. Las desigualdades sociales se mantuvieron incólumes, la pobreza se mantuvo sin variación en términos porcentuales, pero en términos absolutos creció. La violencia se expandió en una gran cantidad de zonas del país dejando un reguero de muertos y de familias destrozadas. Hubo fenómenos de corrupción recurrentes que quedaron impunes. Bueno, todo eso pues por supuesto hizo que mucha gente no apreciara lo otro, que es la construcción democrática. Precisamente por eso es el llamado: no metamos todo en la misma canasta porque podremos tirar lo que nos conviene con lo que no nos conviene. Por ejemplo, de las campañas, y comparto tu idea aunque no la repito en relación a los spots de radio y televisión, a ver: creo que es un buen principio que las campañas se hagan en los tiempos oficiales, yo creo que es un muy buen principio, pero creo que la equivocación es haber hecho que los partidos aparezcan en segmentos de 30 segundos, porque en los segmentos de 30 segundos simple y sencillamente no se puede transmitir ninguna idea medianamente sofisticada, lo único que se puede hacer es una especie de spot que se emparenta con los spots comerciales. En el pasado, y no quiero edulcorar el pasado, pero en el pasado había programas unitarios de los partidos y había más debates entre los partidos. Por qué no, con ese mismo tiempo oficial, se impulsa que existan programas de cinco minutos y en cinco minutos los partidos estarían obligados a decirnos algo más que una cancioncita. Y si además hubiera debates entre candidatos, eso eventualmente podría elevar el nivel del asunto. Pero fíjense en la Ley lo único que está reglamentado son los debates presidenciales, nada más; los otros existen cuando se ponen de acuerdo o no. Bueno, entonces sí hay muchas cosas que reparar. Nunca México ha sido jauja ni el paraíso, pero el problema es que tampoco hay una Ley de la historia que nos diga que el futuro será mejor que el presente. Yo creo que todos queremos que el futuro sea mejor que el presente, por por ejemplo: yo quiero un futuro democrático y me da, sí me da preocupación, que mucho de lo construido se pueda deteriorar; de hecho se está deteriorando –expuso el académico mexicano, quien nació en Monterrey, Nuevo León, el 8 de septiembre de 1952.

“Por ejemplo, ¿qué pasó con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)? Es una tragedia. Es una Comisión que durante muchos años, con sus altas y con sus bajas, con sus problemas, acompañó a muchísimos ciudadanos que sintieron que alguna autoridad había actuado violando sus derechos, era un buen acompañante por lo menos. Y hoy es una Comisión inerte, ni modo”, afirmó José Woldenberg.

Woldenberg: A AMLO le gustaría fincar un hiperpresidencialismo; la 4T es irreal, dice Aguilar Camín

miércoles, noviembre 11th, 2020

José Woldenberg y Héctor Aguilar Camín reflexionaron sobre el rumbo de la democracia en México en la actual administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador y su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) durante un foro organizado por la Coparmex.

Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– La elección de 2021 es una oportunidad para reconfigurar la escena política y el rumbo de México, donde las alianzas entre partidos y la influencia de las agrupaciones sociales y empresariales tendrán una gran importancia, consideraron José Woldenberg y Héctor Aguilar Camín.

Al participar en el “Encuentro Empresarial edición virtual 2020″, organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Woldenberg y Aguilar Camín también reflexionaron sobre el rumbo de la democracia en México con la actual administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador y su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Para el político y académico José Woldenberg, la actual administración desprecia lo edificado en términos democráticos.

“Desprecia a las asociaciones civiles, cree que estorban en su gestión los órganos estatales autónomos, los partidos distintos al suyo no le merecen consideración alguna, los medios que ejercer la libertad ganada les resultan incómodos, los quisiera alineados a los otros poderes constitucionales y las restricciones constitucionales ilegales se viven como si fueran camisa de fuerza”, dijo el quien también fuera presidente del Instituto Federal Electoral (hoy INE). “Todo indica que le gustaría reconstruir un hiperpresidencialismo sin contrapesos”.

Héctor Aguilar Camín, escritor, historiador y director de la revista Nexos, consideró que al actual Gobierno le falta un peso de realidad y que la Cuarta Transformación aún no se ve.

“A este gobierno le falta peso de realidad, es un gobierno que se propone un proyecto irreal que se llama la Cuarta Transformación, cuyos logros no acabamos de ver. No hay nada que apunte que de este gobierno va a salir un proyecto importante de crecimiento. No hay nada que apunte a que vayamos a tener un gobierno eficaz, capaz de administrar lo que se propone, de establecer las transformaciones que quiere hacer. Me basta el ejemplo del manejo de la pandemia para que quede claro la ineptitud de este gobierno”, puntualizó.

Para el director de la revista Nexos, la reciente elección de Estados Unidos podría ser un antecedente de lo que pasé en México en 2021: “Lo que pasó en Estados Unidos demuestra que la democracia se puede equivocar (con Trump) y puede corregir y echar a quien se puso en el poder”.

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Héctor Aguilar Camín en un foro organizado por la Coparmex. Foto tomada de video.

EL PAPEL DE SÍ POR MÉXICO Y EMPRESARIOS

Ayer, los principales partidos de la oposición se sumaron al frente Sí por México –una plataforma que busca que la mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador salga derrotada de las elecciones del próximo año– y anunciaron su participación en este grupo creado en octubre por 500 organizaciones que se oponen a las políticas del Presidente.

“Más allá de nuestras claras diferencias ideológicas, los que estamos aquí necesitamos provocar un auténtico despertar social y construir una nueva mayoría en la Cámara de Diputados”, expresó Marko Cortés, líder del Partido Acción Nacional (PAN) durante un evento conjunto celebrado en un hotel de la Ciudad de México.

Los tres líderes se comprometieron a trabajar juntos y defender en las próximas elecciones las demandas de Sí por México, que son fortalecer la democracia del país, combatir la pobreza, mejorar la educación y la salud, luchar contra la violencia machista y defender el medioambiente.

Sobre este tema, Héctor Aguilar Camín señaló que fenómenos como Sí por México indican el ánimo que hay en una zona muy importante de la sociedad civil de participar políticamente sin tener compromisos partidarios.

“Están representando una inconformidad de la sociedad civil”, consideró. “Es muy importante que los grupos estén organizados, que no sean ciudadanos sueltos; si no están agrupados no van a ir a ningún lado a la hora de plasmar su voluntad en las urnas. Me pareen síntomas muy claros de lo que es esta marea de lo que será un realineamiento de los electores en 2021”.

Para Woldenberg, después de las elecciones de 2018 la oposición quedó bastante debilitada, sin embargo están ahí, “son partidos que tienen su conexión con franjas de la población, van a presentar candidatos y propuestas, es decir, van a estar ahí. Yo creo que sí podemos ir a unas elecciones competitivas”.

Sobre el papel que jugarán los empresarios en la elección de 2021, Aguilar Camín indicó que serán unos actores importantes:

“Los empresarios son centrales, unos actores importantes, organizados, influyentes. En esta elección, para volver a la dimensión local y para volver a Coparmex, van a ser importantes, con sus conocimientos sobre el ámbito local, me parece que tienen un gran papel que jugar y una grande responsabilidad”.

La Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos –un empresario crítico del Gobierno–, lleva a cabo esta semana su Encuentro Empresarial 2020, en esta ocasión de manera virtual por la pandemia del coronavirus, con una serie de paneles sobre distintos temas de coyuntura en México.

ENTREVISTA | José Woldenberg desencantado y al mismo tiempo optimista con la democracia

sábado, septiembre 16th, 2017

Existe un enorme y extendido malestar en y con la democracia. Muchas de sus promesas han sido incumplidas y demasiadas expectativas se han desvanecido. No obstante, no se ha inventado un régimen político superior capaz de reemplazarlo. Un régimen apto para ofrecer cauce a la expresión, recreación, convivencia y competencia de la diversidad política e ideológica que cruza y modela a las sociedades modernas. Ese es la esencia de Cartas a una joven desencantada con la democracia, que acaba de sacar Sexto Piso.

Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- Fue Eduardo Rabasa, editor de Sexto Piso, el que le dio la idea de José Woldenberg para hacer este libro. Se parece un poco al de Christopher Hitchens, Cartas a un joven disidente (Anagrama, en 2003), y de ahí partió el politólogo para decir sus ideas que además de un sentido común tienen el acento para las nuevas generaciones, explicándoles por ejemplo que la no participación es también un acto político en sí, solamente que con la consecuencia implícita de que serán siempre los demás quienes tomen las decisiones por ellos.

Es un libro de 100 páginas, hablándole a los jóvenes del desencanto con la democracia mexicana, mucho malestar, una cierta veta cínica, una cierta veta individualista y un reto para sí mismo “tratando de explicar por qué si en materia política, México ha avanzado, al menos es ese mi parecer, tantos jóvenes expresan su malestar por la vida pública”, dice Woldenberg.

No se trata de decir no-democracia, pues el ideal democrático sigue siendo hegemónico. “Es una seña de superioridad moral ser democrático; lo que hay es mucho malestar con los políticos, con los Congresos, con los Gobiernos, y esas son claves para llegar a la democracia”.

Un libro especial para este momento álgido. Foto: Especial

¿México es un país poderoso, grande? Pues entonces los políticos están muy por atrás de sus requerimientos. José Woldenberg dice que hay de todos, no le gustaría generalizar, pero lo cierto es que hay muchos políticos sub-informados en “una política mexicana que es mucho más compleja que el pasado”.

Los 43 de Ayotzinapa, el robo del Gobernador de Veracruz, son los síntomas claros del desprestigio de la democracia mexicana. “El robo del Javier Duarte es de tal magnitud que parece un sultanato”, dice José.

“El miedo, la zozobra, están instalados en nuestra sociedad, están impresionando la vida en Ciudad de México. No hemos sido tocados por la violencia, pero la violencia está como sospecha, regulando cada una de nuestras acciones”.

Ve el vídeo.

Woldenberg pide ir a la segunda vuelta… pero no ahora, porque tendría “destinatario específico”

jueves, agosto 17th, 2017

José Woldenberg Karakowsky, ex Consejero Presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), puso sobre la mesa de la discusión la oportunidad de legislar sobre la segunda vuelta electoral para elegir Presidente de la República.

En el Foro Prioridades para un Programa de Gobierno convocado por Fundación para la Democracia, que preside Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el experto en el sistema electoral mexicano afirmó que la iniciativa es viable, pero después de 2018, pues en este momento podría leerse que va con “destinatario”.

Alfredo Figueroa Fernández, ex consejero del IFE, coincidió con José Woldenberg: la segunda vuelta debe discutirse después de la sucesión presidencial del próximo año, pero también urge regresar a los ciudadanos el poder de elegir qué candidatos llegan a la boleta electoral.

Ciudad de México, a 17 de agosto (SinEmbargo).– La segunda vuelta para elegir al Jefe del Ejecutivo federal en México se debe revisar en el Congreso de la Unión para 2019, pues para los comicios del próximo año ya es tarde, dijo el experto en sistema electoral mexicano José Woldenberg Karakowsky en el marco del Foro Prioridades para un Programa de Gobierno convocado por Fundación para la Democracia.

La razón principal para pensar en una segunda vuelta es la fragmentación que construye gobiernos –en el ámbito local y federal– con un Gobernador y o con un Presidente elegido con una votación precaria, explicó.

“Lo que se ha puesto sobre la mesa, la posibilidad de una segunda vuelta electoral sólo para el Ejecutivo federal, tiene sentido; hago un paréntesis: no creo que esto deba discutirse en el Congreso antes de 2018, porque se entendería como que tiene destinatario específico, y eso sería lo peor que nos puede suceder, además que ya no hay tiempo por los tiempos legales. Pero para 2019, digamos, creo que no sería un tema artificial”, dijo el especialista.

La segunda vuelta fue puesta sobre la mesa por los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de la Cámara de Diputados desde marzo de este año. La medida se llevaría a cabo si el ganador no supera el 50 por ciento de los votos y colocaría en una segunda votación a los dos punteros en la elección.

La iniciativa fue cuestionada por Andrés Manuel López Obrador, líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y puntero en las encuestas para Presidente de la República,  quien afirmó que se trata de una medida “con dedicatoria” para arrebatarle el triunfo en 2018.

Analistas políticos han planteando que la segunda vuelta es una maniobra de los partidos para mantener el poder.

“Es evidente que lo de segunda vuelta lo estaban manejando por el temor a López Obrador. El PRI sabe que no va a ganar la presidencial por más de 50 por ciento de los votos”, dijo a SinEmbargo en junio José Reyes Campillo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

SEGUNDA VUELTA NO ES “VARITA MÁGICA

José Woldenberg advirtió que la segunda vuelta “no es una varita mágica”, pero que puede resolver el problema de un gobierno con poca representatividad, como los actuales.

“La segunda vuelta no es una varita mágica, no resuelve muchos problemas, pero sí resuelve uno sólo: que es que quien gane no tenga más aversiones que apoyo, eso sí resuelve la segunda vuelta. Hay quien dice que si vamos por una segunda vuelta el Presidente diría que no es necesario un Gobierno de coalición porque ya tiene mas de 50 por ciento de la votación pero si el Presidente voltea a ver el Congreso, se daría cuenta que no tiene esa mayoría”, explicó.

Para el ex Consejero Presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), es necesario pensar también en los gobiernos de coalición, debido a que el Presidente de la República gobierna con una minoría en el Congreso.

“Tenemos un Presidente sin mayoría de votos en el Congreso que tiene dos caminos: quedarse encabezando un Gobierno de minoría o intentar construir un Gobierno de mayoría”, explicó.

La segunda vuelta se realiza en países de América Latina como Guatemala, Brasil, Perú, República Dominicana y Ecuador.

Alfredo Figueroa Fernández, ex Consejero del IFE, coincidió con José Woldenberg en que la segunda vuelta debería discutirse después de las elecciones del próximo año, debido a que no se pueden hacer las modificaciones a la Constitución en el periodo que falta para los comicios.

Pero, advirtió, no es un mecanismo integral de solución de problemas y no resuelve uno de los obstáculos más importantes en el país: los partidos tienen “secuestrada” la boleta electoral.

“Se le tiene que devolver el poder a los ciudadanos a partir de que los partidos políticos cesen del secuestro que tienen de la boleta, me refiero a las élites que deciden quienes son los candidatos y candidatas que van en la boleta”, dijo.

José Woldenberg agregó que México ha logrado avances sustanciales en democracia: la modificación de un sistema de partidos plural que contrastó al partido hegemónico del pasado y un sistema electoral robusto; sin embargo, el sistema de gobierno quedó intocable.

“Estos avances caen en el aprecio de los ciudadanos, porque hay fenómenos que son disolventes poderosos que hacen posible que los instrumentos de la democracia sean poco apreciados por los ciudadanos: una economía que no crece, la corrupción que queda impune y una espiral de violencia que ha destrozado familias, ha generado desaparecidos, muertos y zonas fantasma”, destacó.