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Miles de millones de Fox, FCH y Peña a la T2 y un hangar. ¿Por qué se cae a pedazos?

martes, agosto 9th, 2022

El proyecto de modernización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México arrancó con Vicente Fox en 2003; para 2014 ya significaba un problema tal y como lo alertó la ASF, y a pesar de los miles de millones de pesos invertidos.

Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).- Luego de que los dos sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón presumieran e inauguraran la expansión del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), Enrique Peña Nieto no atendió los problemas y se concentró en construir su hangar Presidencial y en poner otros parches que resultaron en daños para el erario y en señalamientos de presunta corrupción.

De acuerdo con la documentación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en la inversión al AICM, que se hizo desde 2013 a 2018, millones de pesos se fueron en contrataciones directas sin sustento; entregas sin proyectos de obra; construcciones que no se terminaron pero que sí se pagaron; obra y material a precios elevados; obra fantasma y entrega de contratos a empresas con las ofertas más costosas y mal integradas.

La inversión en el AICM, con Peña Nieto, fue para guardar el famoso “avión presidencial”. Foto: Presidencia/Cuartoscuro

SinEmbargo publicó el pasado 1 de agosto que el expresidente Vicente Fox (2000-2006), prometió que resolvería la saturación aeroportuaria “para los próximo 50 años”, pero sólo sirvió para siete; que costaría 6 mil 700 millones y se elevó a 8 mil 595 millones, y que se terminaría en 2006 y se inauguró hasta 2008, ya bajo el Gobierno de Felipe Calderón.

Y efectivamente, seis años después, el propio Gobierno federal determinó que la saturación era de nueva cuenta el principal problema del Aeropuerto.

En 2014, el Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes señaló que el principal problema del AICM era ese luego de que en 2012 se rebasó en 52 ocasiones la capacidad máxima de 61 operaciones por hora en el campo aéreo, “lo que implicó una pérdida de competitividad frente a aeropuertos extranjeros, así como el incremento de riesgos en la seguridad, ya que no se dispone de la capacidad para atender la demanda creciente de servicios aeroportuarios; asimismo, el programa establece que se dará una respuesta de largo plazo a la demanda de vuelos en el Valle de México”.

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La decisión del entonces Presidente Enrique Peña Nieto fue invertir en distintas obras, principalmente su hangar y el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) pensado en construirse en Texcoco que contemplaba el cierre de la Terminal 1, pero esos planes resultaron en dispendio. Al final, el Aeropuerto previsto en el Gobierno pasado fue cancelado al inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien apostó por ampliar la base militar de Santa Lucia para dar cabida al Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA).

En 2014, cuando se habló de la saturación como el principal problema del AICM, la ASF informó de 111.3 millones de pesos bajo la opacidad y que en teoría fueron invertidos en distintos proyectos.

El dinero puesto en duda derivó de obras a alto costo, adjudicaciones directas; pago de material extra y proyectos que no contaron con ninguna supervisión ni en la parte de los convenios ni en la etapa de construcción.

Tan sólo de los recorridos semanales se detectaron 723 irregularidades en el Edificio Terminal y la Terminal 2. En esa revisión la ASF, en la conclusión determinó:

“La saturación en el AICM obliga a una administración de excepción para atender la demanda creciente de servicios aeroportuarios en el Valle de México”.

Pero el año siguiente, en 2015, el Gobierno federal anunció el proyecto de ampliación y modernización de la plataforma presidencial y de sus instalaciones de servicios, lo que se convirtió en un barril sin fondo para el dinero público: en su primer año arrojó un remanente de 122 millones de pesos que no se reintegró a la Tesorería Federal.

Peña Nieto con Gerardo Ruiz Esparza, su mano derecha en materia de obra pública. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro

“EL JUGOSO” HANGAR

A pesar de todas las advertencias para atender la saturación del AICM, los esfuerzos se centraron en la obra para albergar y operar de manera adecuada toda la flota aérea de la que disponía el titular del Ejecutivo Federal, incluido el avión presidencial, un lujoso Boeing 787-8 Dreamliner adquirido por 218.7 millones de dólares en 2012, en el Gobierno de Felipe Calderón.

El Proyecto se entregó a las empresas que presentaron las propuestas más costosas (141 millones de pesos extra) y, además, mal integradas: Grupo Higa y SGS de México; la primera empresa estaba, sin saberlo, a unos meses de protagonizar un escándalo de presunta corrupción con Peña Nieto.

La obra estuvo a cargo del Estado Mayor Presidencial, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el AICM.

Cuando comenzaron los trabajos, el encargado era el general de brigada Crisanto García, investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) por su probable implicación en “casos de soborno y fraude cometidos por militares”, según consta en un punto de acuerdo del día 2 de diciembre de 2014 de la Cámara de Diputados, para removerlo de su cargo.

El hangar, de acuerdo con un reportaje publicado en este medio digital, tuvo un costo (proporcional) diario de uso de 1.14 millones de pesos. Esta instalación fue pensada para dar cabida al Boeing 787-8 Dreamliner y a seis helicópteros de la Fuerza Armada de México. Contaba con un salón oficial y una sala de atención a pasajeros, áreas administrativas, de alojamiento y de seguridad, así como almacenes, comedores e instalaciones sanitarias, además de un estacionamiento con capacidad para 520 vehículos y canchas de basquetbol, frontón, futbol y squash.

De 2015 a 2017 hubo señalamientos de daño al erario por 5 millones 261 mil por material que se pagó pero no se entregó; 30 millones 145 mil pesos por gastos no justificados; 15 millones 033 mil pesos de material que se compró pero que no se utilizó; 28 millones 391 mil pesos de sobrecosto; 22 millones 489 mil pesos de compras duplicadas y 17 millones 934 mil pesos por el pago de personal para una obra del hangar que se canceló.

Finalmente, en el último año de Gobierno de Peña Nieto, la ASF publicó un documento sobre la Gestión Financiera del AICM en el que se dan cuentan de las fallas que no se limitaron a la obra pública, ya que se encontraron diferencias entre los ingresos y egresos reportados en la Cuenta Pública, los registrados contablemente y los efectivamente cobrados y pagados en el ejercicio fiscal.

Ahora, en el Gobierno actual y luego de constantes críticas por la saturación del AICM, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la Terminal 2 sufre daños estructurales y que “hubo fraude” en su construcción, ya que se trata de una zona que tiene hundimientos.

“Hemos estado invirtiendo en mejorar el aeropuerto, tenemos que tratar el sistema estructural. Ese aeropuerto, la Terminal 2, la hicieron con [Vicente] Fox, no tiene mucho tiempo y sí tiene daño estructural y cobraron bastante. Vamos a revisar y apuntalarlo para que se proteja a la gente”, dijo el mandatario en conferencia de prensa.

El AICM debe revelar información sobre la contratación para ampliar el Hangar Presidencial: INAI

domingo, diciembre 22nd, 2019

“El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S.A. de C.V. (AICM) deberá buscar y dar a conocer el estudio de mercado relacionado con el procedimiento de contratación para la ampliación y modernización de la plataforma presidencial (Hangar Presidencial) y de sus instalaciones de servicios, Resguardo y Apoyo”, se lee en el comunicado del INAI.

Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a presentar un estudio de mercado para la remodelación del Hangar Presidencial.

“El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S.A. de C.V. (AICM) deberá buscar y dar a conocer el estudio de mercado relacionado con el procedimiento de contratación para la ampliación y modernización de la plataforma presidencial (Hangar Presidencial) y de sus instalaciones de servicios, Resguardo y Apoyo”, se lee en un comunicado del INAI.

Por su parte, el Comisionado Oscar Mauricio Guerra Ford indicó que se trata de rendir cuentas por una obra del dominio público que ha sido polémica desde un principio.


“Es de dominio público que la obra de ampliación y remodelación del Hangar Presidencial fue observada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en múltiples aspectos”.

“En la revisión de la Cuenta Pública de 2016 se registraron múltiples erogaciones de recursos que se tuvieron como no solventadas, como el pago de más 4 millones 324 mil 500 pesos, sin que se comprobaran los alcances establecidos, con el concepto de “acarreo en camión”, no guardando congruencia con la ejecución de los trabajos”, externó Guerra Ford.

Asimismo, el Comisionado del INAI señaló que todo documento relacionado con la remodelación de la plataforma debe ponerse al escrutinio de los ciudadanos para garantizar el ejercicio de derecho de acceso a la información.

“Resulta fundamental que toda documentación relacionada con esta obra se ponga al escrutinio de la sociedad, demostrando que el ejercicio del derecho de acceso a la información es una herramienta fundamental para que el gobierno recupere la confianza en la ciudadanía, pues permite a cualquier persona acceder a documentos, con el fin de que pueda revisarlos y se emitan las aclaraciones que sean necesarias”.

La solicitud del INAI obedece a la petición de un particular que requirió la información a la Subdirección de Ingeniería del aeropuerto, mismas que no pudieron facilitar dichos datos, por lo que el particular los declaró inexistentes.

Aeroméxico podría invertir en la construcción de la terminal 3 del AICM si Gobierno lo solicita

lunes, diciembre 16th, 2019

“Aeroméxico está dispuesto a invertir, porque la capacidad del aeropuerto está rebasada”, señaló el director de comunicación corporativa, Cristhian Pastrana.

Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- Aeroméxico aseguró que estaría dispuesto a invertir en la construcción de un tercera terminal en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

“Aeroméxico está dispuesto a invertir, porque la capacidad del aeropuerto está rebasada”, señaló el director de comunicación corporativa, Cristhian Pastrana.

Sin embargo, detalló que para ello tendría que existir un acuerdo con el Gobierno federal.

“Estamos dispuestos a invertir en la terminal aérea si hubiera que hacerlo”, reiteró.

Luego de que el Gobierno federal cancelara la licitación para el inicio de la construcción de una tercera terminal en el AICM, Pastrana adelantó que la obra se realizará en el segundo semestre del 2020.

El directivo señaló que si bien dicha construcción no aumentará la capacidad del aeropuerto, contribuirá a mejorar el servicio.

El pasado 26 de abril, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, informó que el AICM recibiría una serie de adecuaciones para que pueda atender a 50 millones de pasajeros con toda comodidad.

Jiménez Espriú explicó que entre las modificaciones estará la conversión del Hangar Presidencial en una tercer terminal, misma que se conectará con la terminal 2.

El hangar presidencial de Peña costó 1,182 millones (25% más) y en 2.8 años gastó 1.1 millones al día

jueves, marzo 14th, 2019

Dos días antes de que el avión presidencial fuera enviado a Estados Unidos –donde estará varado en lo que el Gobierno federal lo vende– Andrés Manuel López Obrador clausuró el hangar presidencial, una obra cuyo costo superó los mil 100 millones de pesos con irregularidades mayores a 213.1 millones y que sólo fue usada por 2.8 años, en lugar de los 30 que justificaron su construcción entre 2014 y 2016.

Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo).– Desde su primer hasta su último día de uso, el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) fue una obra de infraestructura del Gobierno federal con un costo (proporcional) diario de uso de 1.14 millones de pesos.

El 3 de febrero de 2016, el avión presidencial “José María Morelos y Pavón”, un Dreamliner 787-8 que tuvo un costo de 218.7 millones de dólares, hizo base –por primera vez– en el llamado “hangar 787”.

Dicho hangar, concebido a finales de 2013 y construido entre el 3 de julio de 2014 y el 13 de enero de 2016, tuvo un costo total de inversión de mil 182 millones 263 mil 084 pesos, así como una vida útil de 1 mil 033 días, que corrió del 3 de febrero de 2016 al 1 de diciembre de 2018, cuando el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le dijo adiós al proyecto de su antecesor Enrique Peña Nieto (EPN).

El costo de construcción (1.2 mil millones) por día de obra (560 en total) del hangar presidencial fue de 2 millones 111 mil 184.08 pesos. Y el costo de uso diario del hangar, según su vida útil de 2.8 años, fue de 1 millón 144 mil 494.76 pesos.

Cuando comenzaron las obras, el hangar estuvo a cargo del general de brigada Crisanto García, quien era investigado (2014) por la Procuraduría General de la República (PGR) por su probable implicación en “casos de soborno y fraude cometidos por militares”, según consta en un punto de acuerdo del día 2 de diciembre de 2014 de la Cámara de Diputados, para removerlo de su cargo.

Este espacio, en cuya construcción participaron dos contratistas (Grupo Higa y SGS de México) cercanas al ex Presidente Peña Nieto, contó con tantos lujos como el Dreamliner presidencial.

Resguardo aéreo y base del Estado Mayor, el hangar 787 fue pensado para dar cabida al Boeing y a seis helicópteros de la Fuerza Armada de México. Contaba con un salón oficial y una sala de atención a pasajeros, áreas administrativas, de alojamiento y de seguridad, así como almacenes, comedores e instalaciones sanitarias, además de un estacionamiento con capacidad para 520 vehículos y canchas de basquetbol, frontón, fútbol y squash.

HANGAR-EPN

En 2.9 años, el avión presidencial realizó 130 vuelos al extranjero y al interior de la República Mexicana. Foto: Ilse Huesca, Agencia Cuartoscuro.

AMLO-VIAJES-AVIONES

El 2 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador realizó su primer viaje en vuelo comercial como Presidente de México. Foto: Agencia Cuartoscuro.

Los 59 mil 551 metros cuadrados de construcción, justificados en su momento por la Presidencia de la República por cuestiones de “seguridad nacional”, de la “saturación en la prestación de servicios” (para aeronaves y personal oficial) y el “deterioro significativo de los edificios de servicios y apoyo”, tuvieron un costo (proporcional) de 19 mil 852.95 pesos por unidad, monto equiparable al valor base por metro cuadrado de construcción, en colonias capitalinas de lujo como las Lomas de Chapultepec o Polanco.

Tras la llegada de AMLO al poder, el avión presidencial partió a un hangar en California, en Estados Unidos, donde aguarda –con un costo anual de “parqueo” de 14 millones de pesos (acuerdo MXG-SU-1808929)– a ser vendido por al menos 200 millones de dólares.

El futuro del hangar, empero, es incierto; pero existe la posibilidad de que sea convertido en un apéndice del aeropuerto Benito Juárez.

A finales del año pasado, el ahora Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, señaló que la nueva administración podría “modernizar, actualizar y mejorar” el sitio del hangar presidencial para “aumentar la frecuencia” del AICM. Jiménez afirmó que el proyecto estaría listo en año o año y medio y que, “sin inconvenientes de saturación pueda tener de 48 a 50 millones de pasajeros”.

Por ahora, las instalaciones están en manos de la Fuerza Aérea Mexicana, como parte del sexto grupo aéreo que le dio su nuevo nombre: “6/o. GPO. AEREO”.

CRONOLOGÍA CONTRACTUAL

El 25 de octubre de 2013, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se comprometió a “llevar a cabo la adecuación presupuestal por la cantidad de 945 millones 599 mil 450.94 pesos, incluido el Impuesto al Valor Agregado, […] para los ejercicios 2014 y 2015”. La finalidad, según el contrato número 015-O14-AICMN2-O3, era la “ampliación y modernización de la plataforma presidencial y de sus instalaciones de servicios, resguardo y apoyo” en el AICM.

No obstante, en el periodo 2014-2015, el Gobierno federal erogó 3.40 por ciento más dinero (977 millones 750 mil 777 pesos) de lo planeado, de acuerdo con datos de la Unidad de Evaluación del Desempeño (UED) de la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Durante los 560 días de obras de construcción (2014-2016) del hangar 787, la Cuenta Pública 2016 refiere que el Gobierno federal dispuso de 1.18 mil millones de pesos (proyecto con clave 1409KDN0001). Pero las cifras establecidas en los contratos indican que, con todo e IVA, habría erogado 1 mil 214 millones 154 mil 930 pesos (una diferencia de 2.70 por ciento).

“Nada más para guardar el avión hicieron una galera. ¿Saben cuánto cobraron por esa galera? Mil millones de pesos. [Pero] cuando mucho costó 500 millones. Ahí se robaron 500 millones. […] Pero claro, este proyecto no se licitó, no hubo concurso. Fue lo que se llama asignación directa y se eligió a una de las empresas predilectas de Enrique Peña Nieto [Grupo Higa]”, dijo AMLO sobre la construcción del hangar 787, en mayo de 2018.

La construcción quedó a cargo de la empresa Concretos y Obra Civil del Pacífico, propiedad de Grupo Higa, que venía operando con el ex Presidente Enrique Peña Nieto desde que fue Gobernador del Estado de México (2005-2011) y que se vio involucrada (2014) en el escándalo de la llamada “Casa Blanca” de la ex Primera Dama Angélica Rivera Hurtado.

Para el ejercicio fiscal 2014, Concretos y Obra Civil del Pacífico recibiría 423 millones 296 mil 623 pesos (sin IVA). Y para 2015, 262 millones 048 mil 166 pesos (sin IVA). Es decir, un total de 685 millones 344 mil 789 pesos antes de IVA.

La obra debía iniciar “el día 3 de julio de 2014, con un plazo de 425 días naturales y a concluir el día 31 de agosto de 2015”.

En cada año fiscal, la filial de Grupo Higa recibiría un anticipo del 30 por ciento (238 millones 499 mil 986.57 pesos con IVA) del monto total (794 millones 999 mil 955.24 pesos con IVA) del contrato. O bien, 147 millones 307 mil 224.80 pesos (con IVA) en 2014 y 91 millones 192 mil 761.77 pesos (con IVA) en 2015.

Dicho anticipo contemplaba –además del “inicio de los trabajos”– la construcción de “oficinas, almacenes, bodegas e instalaciones” para la empresa Concretos y Obra Civil del Pacífico, así como gastos de “traslado de maquinaria y equipo de construcción”, compra de materiales, de insumos y de “equipos que se instalen permanentemente”.

Sin embargo, tres días antes de concluir el plazo pactado de las obras, “mediante [el] escrito no. OF-HP-OB-0504 de fecha 28 de agosto de 2015, la empresa Concretos y Obra Civil del Pacífico S.A. de C.V. solicitó un convenio modificatorio de ampliación de monto y plazo a la empresa supervisora de la obra, [el] Bufete de Control de Calidad S.A. de C.V.”, se lee en el convenio modificatorio número 015-A14-AICMN2-O3.

Derivado del convenio, en 2015 la SCT aceptó incrementar en 25 por ciento (171 millones 267 mil 662.68 pesos) el presupuesto para la filial de Grupo Higa, de modo que el contrato a favor de la constructora Concretos y Obra Civil del Pacífico pasó de 685.34 millones de pesos (sin IVA) a 856 millones 612 mil 451.68 pesos (sin IVA).

Asimismo, el Gobierno federal aprobó un anticipo a favor de la constructora, equivalente al 30 por ciento (con IVA) del monto de incremento (171.3 mdp) del contrato original. Es decir, un anticipo de 59 millones 601 mil 146.61 pesos.

El nuevo plazo de entrega, por su parte, implicó una extensión de “106 días naturales contados a partir del 1 de septiembre de 2015, al 15 de diciembre de 2015”.

Por su parte, la compañía SGS de México, que se ostenta como “líder mundial en inspección, verificación, ensayos y certificación” para el sector industrial, obtuvo un contrato (no. 012-O14-AICMK2-S3) por 60 millones 791 mil 232.80 pesos (antes de IVA).

Dicha compañía, al igual que Grupo Higa, fue contratista del Gobierno del Estado de México cuando Peña Nieto fue Gobernador. Por esos años, SGS supervisó las obras de construcción de la compañía española OHL, durante la edificación del Viaducto Bicentenario.

Su labor en el hangar consistió en ejecutar el “proyecto ejecutivo arquitectónico, de ingeniería e instalaciones para la ampliación y modernización de la plataforma presidencial y de sus instalaciones de servicios, resguardo y apoyo en el AICM”, a partir del 12 de mayo de 2014, “con un plazo de 65 días naturales a concluir el día 15 de julio de 2014” (dos semanas después del inicio de labores de Concretos y Obra Civil del Pacífico).

Además, el Gobierno federal contrató al Bufete de Control de Calidad para controlar, dirigir y supervisar la ejecución de las obras de Concretos y Obra Civil del Pacífico. Para ello, la administración pasada dispuso –en un principio– de 52 millones 229 mil 500 pesos (sin IVA).

El contrato (no. 014-O14-AICMN2-S3) estipulaba que el Bufete operaría por 472 días naturales, a partir del 1 de junio de 2014 y hasta el 15 de septiembre de 2015. Sin embargo, en su el último día de operación, el Bufete firmó un convenio modificatorio “de ampliación del monto y del plazo” por 13 millones 052 mil 100 pesos (para un total de 65 millones 281 mil 600 pesos) y 106 días naturales (hasta el 30 de diciembre de 2015) adicionales.

LAS IRREGULARIDADES

El hangar presidencial de la AICM no sólo tuvo un costo 25.03 por ciento superior al costo estimado inicial (945.6 mdp). Entre 2015 y 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó 213 millones 121 mil 005.22 pesos en pagos indebidos y daños probables a la Hacienda Pública Federal.

Discrepancias “entre el volumen pagado” y el “volumen obtenido” en obras y servicios del AICM; “duplicidad del personal técnico y administrativo en oficinas de campo”; “incorrecta” integración de costos y precios de obras y servicios; pagos a precios “excesivos”; pagos y obras “no previstas” y/o “injustificadas”, así como penalizaciones “no solventadas” y sobrecostos, fueron parte de las inconsistencias que la ASF halló en los procesos de construcción del hangar 787.

En 2015, la ASF detectó irregularidades por al menos 67.8 millones de pesos y solicitó la “promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria” en ocho ocasiones. En 2016, encontró discrepancias adicionales por 139.3 millones y pidió dos sanciones contra funcionarios públicos. Y en 2017, la ASF detectó 5.9 millones de pesos en irregularidades y añadió dos promociones de sanción a su lista.

Como consecuencia de las tres revisiones –del 60 por ciento (en promedio) de los montos erogados (2014-2016) para la construcción del hangar– de la ASF, el órgano fiscalizador determinó, entre otras cosas, que en los contratos 015-O14-AICMN2-O3 (Grupo Higa), 012-O14-AICMK2-S3 (SGS de México), 014-O14-AICMN2-S3 (Bufete de Control de Calidad) y 046-O14-AICMK2-S3 (AICM) “no se halló evidencia documental que acreditara los criterios de economía, eficacia, honradez y transparencia en que se sustentó su adjudicación directa, ni tampoco de las investigaciones de mercado que hubieran realizado”.

Las compañías involucradas en el diseño, construcción, supervisión y manejo de recursos públicos federales, asimismo, fueron señaladas por cometer “errores” e incurrir en “retrasos” que aumentaron los costos de la obra de infraestructura.

Ejemplo de ello es la determinación de la Secretaría de la Función Pública (SFP) en su revisión a 13 estimaciones ordinarias y seis de trabajos adicionales del contrato 015-O14-AICMN-O3. La dependencia “constató” la presencia de “correcciones y tachaduras” en las ordenes de trabajo, mismas que originaron “confusión y falta de confiabilidad de los datos contenidos”.

La SFP también detectó “estimaciones que “no fueron autorizadas por el residente de obra” –que es el AICM– y que, “sin embargo, fueron pagadas”.

A pesar de las irregularidades documentadas por la ASF y la SFP a lo largo de los años, hasta la fecha se desconoce si las 12 solicitudes de “promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria” en contra de funcionarios públicos fueron ejecutadas.

Kelly y Tillerson se reúnen con Videgaray, Cienfuegos y Soberón; senadores piden a EPN que no los reciba

miércoles, febrero 22nd, 2017

John Kelly y Rex Tillerson, secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, respectivamente asistieron esta noche a una cena con los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos, y de Marina, Almirante Vidal Francisco Soberón.

Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbargo).- Senadores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) exigieron al Presidente Enrique Peña Nieto no recibir a los representantes del Gobierno de Estados Unidos que este día iniciaron su visita de dos días en nuestro país.

Rex Tillerson y John, secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, respectivamente, sostuvieron esta noche una reunión con los titulares mexicanos de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray, de la Marina (Semar) Francisco Vidal Soberón, y de la Defensa Nacional (Sedena). La casa de la Embajadora de EU en México, Roberta Jacobson, fue la sede.

Hasta el momento no se han dado detalles sobre el encuentro.

Los funcionarios tienen previsto reunirse mañana con el Presidente Enrique Peña Nieto y otros miembros de su Gabinete para hablar de “seguridad en la frontera, cooperación en procuración de justicia y comercio, entre otros temas”, indicó la Embajada de Estados Unidos previamente en un boletín.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Gabriela Cuevas, pidió que  no sean recibidos en Los Pinos.

“Deben sentarse, no a nivel del Presidente de la República, sino a nivel de Secretarios”, sostuvo la panista.

Y agregó que “cada vez que hay un a posibilidad de diálogo viene una afrenta por parte de Estados Unidos. No sé qué seguimos esperando, o si seguimos deseando que alguna vez Donal Trump vaya a cambiar. La realidad es que a Donald Trump podemos ponerle todos los adjetivos que se nos ocurran y que ya hemos mencionado, pero ha sido brutalmente consistente”.

“Desde el principio [Trump] le ha declarado la guerra a México y México ha decidido que ojalá vaya a cambiar y durante más de dos años México ha dicho que era política interna estadounidense, que ojalá fuera a cambiar y que seguramente se iba a dar en el gobierno, ¿seguimos esperando o nos ponemos a trabajar?”, sentenció.

Mientas que el coordinador de los Senadores del Sol Azteca, Miguel Ángel Barbosa Huerta, fue más duro y dijo que ningún funcionario mexicano debería recibir a los representantes del Gobierno de Donald Trump.

“Ni el Presidente de la República ni ninguno de los servidores públicos de la Nación deben reunirse con representantes del gobierno de Donald Trump cuando ya se ha dado la orden de iniciar las deportaciones masivas y se han firmado órdenes ejecutivas para comenzar la construcción del muro fronterizo”, afirmó.

“No podemos dar la bienvenida a los representantes de un gobierno que ha amenazado nuestra soberanía declarando que podría enviar tropas norteamericanas a nuestro país y porque representa un peligro para la paz mundial y la convivencia de las naciones”, declaró.

Y consideró que es un desacierto dejarlos venir: “Es otro error de la diplomacia mexicana traerlos en medio de este ambiente. La última orden ejecutiva relacionada con los temas migrantes de Donald Trump pone ese énfasis”.

Las relaciones entre ambos países se han desplomado desde que Trump asumió el cargo hace un mes, por su insistencia en que México pague el muro fronterizo y por otras exigencias en materia comercial y de inmigración.

Rex Tillerson arribó esta tarde a la Ciudad de México. Poco antes de las 17 horas, tiempo de la capital de México, llegó en un avión al Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional capitalino. Mientras que John Kelly arribó al mismo lugar dos horas después.

La visita de los funcionarios está precedida por los anuncios del endurecimiento de las medidas migratorias en las que se incluye deportar a México extranjeros de todos los países que sin papeles intentaron ingresar a Estados Unidos. Medidas, que de acuerdo con la Casa Blanca, los funcionarios explicarán al gobierno mexicano.

Unas horas antes, John Kelly negó que vayan a haber deportaciones masivas y dijo que los migrantes expulsados serán enviados a su país de origen. El funcionario estadounidense mencionó esto al Gobierno de Guatemala, otro de los países que también tienen un altos índices de migración.

En una declaración conjunta con Kelly, el Canciller del país centroamericano, Carlos Raúl Morales, dijo que el Secretario de Seguridad de EU destacó “un tema muy importante que desafortunadamente se ha interpretado de formas distintas: él (Kelly) nos ha expresado que no van a existir deportaciones masivas. Nos ha expresado que el interés del gobierno de los Estados Unidos es focalizarse en aquellos migrantes que tengan un récord criminal”.

 

Rex Tillerson, Secretario de Estado de Estados Unidos de Norteamerica a su llegada al hangar de la Secretaria de la Defensa Nacional del aeropuerto Internacional de la Ciudad de México donde fue recibido por la embajadora Roberta Jacobsón.
Foto: Cuartoscuro

MÉXICO NO ACEPTARÁ A DEPORTADOS DE OTROS PAÍSES

Mientras que el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, advirtió que nuestro país no aceptará a los ciudadanos de otros países expulsados de Estados Unidos y dijo que exigirá que se acredite la nacionalidad de los deportados.

“Si el gobierno de Estados Unidos insiste en que quiere deportar a México personas que no son de nacionalidad mexicana, México no tiene porqué recibirlos, y en ese momento iniciaríamos un proceso de exigirle que en cada caso acredite la nacionalidad de la persona que está enviando a México. Sería prácticamente una acción de carácter unilateral, sin precedentes, inaceptable, que los propios Estados Unidos no aceptarían; no tenemos nosotros porqué aceptarla. Nosotros también tenemos control de nuestras fronteras y lo ejerceríamos a plenitud, es un derecho soberano de México”, resaltó.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security, por sus siglas en inglés) ordenó ayer deportar y retener en México a migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza aunque no sean mexicanos.

Los memorandos del Secretario de Seguridad Nacional John Kelly revelaron que ordenó a sus agencias fronterizas en Aduanas y Protección Migratoria (CBP) y Aduanas y Control Migratorio (ICE) devolver a los migrantes no mexicanos al país en lugar de retenerlos en Estados Unidos.

“El personal de CBP e ICE deberán, en tanto sea razonablemente práctico, devolver a los extranjeros que estén en procesos de remoción al territorio de los países contiguos de donde hayan llegado”, instruyó el memorando firmado por Kelly y oficializado ayer.

Los nuevos parámetros también incluyen la deportación de personas que fueron arrestadas por faltas menores como violaciones de tránsito y de cualquier inmigrante que vive en el país de manera ilegal y está acusado de cualquier delito incluso sin haber siquiera pasado de ser sospechoso.

 

-Con información de AP y EFE

Aristegui regresa al aire y evidencia derroche en nuevo hangar presidencial, a cargo de Higa

lunes, enero 16th, 2017

En su primera emisión, Aristegui en vivo reveló una serie de errores cometidos durante el diseño y construcción del hangar que derivaron en retrasos de la ejecución de la obra, modificación del proyecto original y el incremento del costo hasta los mil 182 millones de pesos.

Ciudad de México, 16 de enero (EFE).- La periodista mexicana Carmen Aristegui regresó hoy al aire, ahora en internet, con la divulgación de una investigación sobre la construcción del nuevo hangar presidencial, según la cual una serie de errores derivaron en un aumento del 70 por ciento de su costo.

A las 8:00 horas comenzó la emisión de su nuevo programa informativo, Aristegui en vivo, a través de su portal de noticias, después de 20 meses fuera del aire tras su despido de la emisora MVS.

En la primera emisión, que duró tres horas y media, reveló una serie de errores cometidos durante el diseño y construcción del hangar que derivaron en retrasos de la ejecución de la obra, modificación del proyecto original y el incremento del costo hasta los mil 182 millones de pesos.

El diseño de la obra estuvo a cargo de la empresa SGS y el despacho Búnker Arquitectura, mientras que la construcción la ganó la compañía Concretos y Obra Civil del Pacífico, de Juan Armando Hinojosa Cantú.

Hinojosa Cantú es el dueño de Grupo Higa, el contratista del Gobierno que construyó la lujosa residencia conocida como la Casa Blanca para Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto.

Aristegui Noticias obtuvo la bitácora de la obra, donde quedó constancia de los contratiempos de la edificación del hangar para albergar nuevo avión presidencial, el Dreamliner 787, comprado a finales de la Administración de Felipe Calderón (2006-2012).

La empresa de Grupo Higa, que firmó el contrato el 3 julio de 2014, comenzó a construir el hangar sin conocer el proyecto a fondo y con planos que tenían inconsistencias y materiales que cambiaban de última hora.

Después de meses de quejas de la constructora, esta pidió en marzo modificar el techo del hangar para ahorrar tiempo y dinero.

Según el reportaje, el contrato original establecía sanciones si la constructora no terminaba a tiempo, pero un mes antes de la fecha límite el Aeropuerto de la Ciudad de México cambió los términos para precisar que solo se aplicarían si se comprobaba que el retraso era responsabilidad de la firma.

De acuerdo con el Bufete de Control de Calidad contratado por el Gobierno para supervisar la obra, la empresa de Grupo Higa cambió e incluso destruyó estructuras que ya estaban edificadas y en varias ocasiones se le pidió no entorpecer los trabajos y respetar las normas de higiene.

El resultado es que una obra que tendría un costo de 685 millones de pesos, el monto que permitió a Concretos y Obra Civil del Pacífico imponerse sobre otras compañías, entre ellas la española OHL, al final ascendió a mil 182 millones de pesos, un 70 por ciento más.

Además de la divulgación de esta investigación, durante la transmisión de hoy figuras mexicanas de diversas disciplinas celebraron el regreso del periodismo “independiente”, “ético” y “valiente” de Aristegui y equipo en un momento de crisis en el país. Entre ellos los periodistas Lydia Cacho y Jorge Ramos, los actores Héctor Bonilla, Daniel Giménez Cacho y la actriz Jesusa Rodríguez, el cineasta Sergio Arau o el comediante Héctor Suárez, quien presentó un sketch, dedicado al presidente Peña Nieto y titulado “!Ya váyase!”.

Además, durante la transmisión aparecieron colaboradores habituales a lo largo de la carrera de la periodista como el historiador Lorenzo Meyer, la politóloga Denise Dresser y el columnista del diario La Jornada Enrique Galván.

Aristegui, quien presenta a diario un programa televisivo de entrevistas de difusión continental en CNN en Español, fue despedida en marzo de 2015 de la cadena de radio MVS tras destapar a finales de 2014 con su equipo el escándalo de la “Casa Blanca”.

La periodista mantiene un litigio con la empresa radiofónica a raíz de ese despido, sobre el que el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos aseguró en septiembre pasado que se cometió una “grave violación de derechos humanos”.

Banobras, SHCP y Sedena rechazan más de 10 peticiones de información de avión presidencial

viernes, diciembre 18th, 2015

Las tres dependencias a cargo de la compra del nuevo avión presidencial, que estrenará Enrique Peña Nieto en próximos días, han sido señaladas por la opacidad con la que manejan el tema. Actualmente para un mexicano es imposible saber los materiales o el lujo de aquella aeronave, la cual se paga con impuestos de los contribuyentes. A pesar de que el INAI se ha pronunciado para que el contrato se transparente, el pase de bolita y los pretextos por parte de la Sedena, Banobras y SHCP siguen imperando.

El avión que llegará este mes al hangar presidencial es similar al de la imagen. Foto: boeing,com

El nuevo avión presidencial es similar al de la imagen. Foto: boeing.com

Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– Hoy vuelve a escena el avión que en 2009 el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa pactó comprar, como parte de la flotilla que durante su administración contaba con 361 unidades de vehículos terrestres, marítimos y aéreos. De acuerdo con una solicitud de transparencia, este viernes llegaría al país la nueva aeronave.

De cabo a rabo, el Boeing 787-8MSN40695 Dreamliner mide 56 metros, 25 de ancho, está construido a base de fibra de carbono y tiene una vida útil de 25 años.

Sin hacer escalas puede transportar a más de 250 personas de la Ciudad de México a Tokio, cortando los cielos a una velocidad máxima de 954 kilómetros por hora, gracias a sus motores GEnx-1b70 [construido por General Motors] y Rolls Royce Trent 1000, cuyo ronroneo es casi imperceptible.

Hasta ahora, éste es el avión presidencial más caro del que se tenga registro en México y el mundo. Y Enrique Peña Nieto será el primer Jefe del Ejecutivo Federal quien lo estrene.

Tanto lo que puede hacer, como detalles de su interior o equipamiento son apenas conocidos. A pesar de ello, y con lo que se especula, a esta aeronave ya se le cataloga como una “mansión en el cielo”.

El contrato de compra-venta –operación por 576 millones de dólares que terminarán de pagarse hasta 2027–, así como información sobre su hangar, se encuentran en calidad de “reservados”.

El precio inicial de contado era de mil 667 millones de pesos, pero el pago final de 6 mil 308 millones de pesos.

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Si a una persona le interesa saber cuánto lujo existe dentro de ese transporte oficial, deberá primero enfrentarse a la negativa por parte de autoridades y luego a esperar a que los órganos de transparencia den instrucciones para garantizar el acceso a la información de la ciudadanía.

Reportes de prensa aseguran que la nave cuenta con una elegante área de trabajo de 14 asientos, 24 más para altos y medianos funcionarios y sus acompañantes. Además de 42 asientos para personal de apoyo y representantes de los medios de comunicación.

La periodista Sanjuana Martínez, por ejemplo, publicó en noviembre pasado en SinEmbargo que las “monerías y adecuaciones que costaron 100 millones de pesos” contemplan algunos detalles como ventanas más amplias e inteligentes. Pero nada de esto es público, todavía.

Lo que se sabe, por ahora, es que son tres las dependencias que participaron en la adquisición: Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).

Cada una de estas instituciones ha negado algún tipo de información sobre el avión o el hangar donde se guardará.

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Foto: Universidad Aeronáutica de Querétaro

Se tiene previsto que en enero de 2016 el Presidente Enrique Peña Nieto estrene el avión durante una gira de trabajo por Europa. Foto: Universidad Aeronáutica de Querétaro

Banobras tuvo al menos 10 resoluciones donde negó la liberación del contrato u “orientó” a que los solicitantes hicieran la petición a la Secretaría de la Defensa Nacional o finalmente dijo que los datos eran inexistentes.

En todas las resoluciones, las cuales no se detalla cómo se realizaron, Banobras dijo que la información estaba reservada por 12 años por cuestiones de seguridad nacional y porque en su calidad de institución de crédito estaba obligada a respetar el “secreto bancario”.

Además, se respaldó en la Ley de Instituciones de Crédito para evadir las solicitudes de información. Expuso en sus respuestas que emitió comunicados; sin embargo, este medio pudo comprobar que dichos documentos no se encuentran en la página de Internet de esa Secretaría.

Dio todas esas respuestas, a pesar que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) resolvió en 3 de diciembre de 2014 –en el proyecto de resolución del recurso de revisión número RDA-3579/14–, que Banobras debía entregar la versión pública del contrato de adquisición del Boeing 787-8MSN40695, mejor conocido como el avión presidencial.

En aquel entonces, el Comisionado mexiquense Eugenio Monterrey Chepov, a quién en el pasado se le vinculó con el Presidente Enrique Peña Nieto [en 2008 el entonces Gobernador lo propuso como comisionado presidente del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de México (Infoem)], subió el tema del avión presidencial al pleno del INAI.

Expuso que el solicitante pidió un contrato de interés general, con el fin de saber el destino de los recursos públicos, lo cual era necesario, recalcando que cobraba mayor importancia tratándose del avión presidencial.

Luego informó a los otros comisionados que Banobras no era la institución que estaba comprando la aeronave, sino que sólo se suscribió al contrato, por ello no podía alegar el llamado secreto bancario, pues la Sedena fue quien asumió el costo de la adquisición.

“Se tiene acreditado en el presente asunto que la Sedena es la que registra estos movimientos de gasto en relación con la adquisición de la aeronave presidencial, la sola participación de Banobras en la suscripción del contrato de adquisición, no puede ser un elemento suficiente para asumir que estamos en presencia de una operación bancaria de arrendamiento financiero, máxime que al intervenir dicha Institución en la suscripción relatada en términos del artículo 12 de la Ley de la Materia, asumió la obligación de publicitar información relacionada con las contrataciones en las que forme parte (sic)”, dice la versión estenográfica de la sesión de los consejeros del INAI.

De acuerdo con la organización Fundar Centro de Análisis e Investigación, el “secreto fiduciario” o bancario tiene como fin la protección de los intereses del público, es decir, busca proteger la información relacionada con las operaciones de crédito que realizan los usuarios del sistema financiero.

“Es una disposición principalmente dirigida a particulares y por su naturaleza no tendría porque trasladarse al terreno gubernamental que en esencia debe ser abierto y transparente. Cuando un fideicomiso se constituye dentro de la administración pública centralizada o paraestatal, con recursos de gobiernos locales o por cualquiera de los poderes de la Unión, la información debe ser disponible salvo contadas excepciones en las que se justifiquen por la protección de intereses privados o por reserva de ley”.

Fundar explica en un boletín de prensa que este secreto es una estrategia legal que acompaña a “graves casos de corrupción y de irregularidades en el manejo de recursos tienen relación con los fideicomisos integrados con recursos públicos”.

“Bajo la figura del secreto fiduciario se reserva de manera indefinida el acceso a información sobre todo tipo de operaciones fiduciarias sin distinguir si se trata de clientes/usuarios, particulares/dependencias, recursos privados/ públicos. Consideramos que en el ámbito privado, es legítimo proteger la privacidad de los clientes; no obstante, tratándose de fideicomisos públicos, es evidente el grado de publicidad al que, por su naturaleza, deberían de estar sujetos; incluso, éstos son considerados en varias leyes de transparencia, como sujetos obligados directos de dichas”, detalla la organización.

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Interiores del modelo comprado por el gobierno mexicano. Foto: http://ethiopiaforums.com

Interiores del modelo comprado por el gobierno mexicano. Foto: http://ethiopiaforums.com

Pero el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos  no es el único que le ha dado vueltas a las solicitudes de información sobre el avión del Presidente. En junio de 2014, un ciudadano pidió a la Sedena una copia de la documentación que diera cuenta sobre dónde ha estado el que será el nuevo avión presidencial, así como las ciudades, fechas y responsables de la aeronave. Pero la dependencia “orientó” al solicitante a Banobras.

Ante una impugnación por parte del interesado, en 2015 el INAI instruyó a la Secretaría de la Defensa Nacional a responder, pues el avión presidencial arribó a territorio nacional el 9 de octubre de 2014, permaneció unas horas en la base militar número 1 en Santa Lucia, Estado de México, y regresó a Estados Unidos para continuar con su equipamiento.

“Por tanto, la Sedena debe tener constancia de la fecha y la ubicación de arribo”, determinó el INAI.

En julio de 2012, Sedena presentó el proyecto de adquisición del nuevo avión presidencial, argumentando que la actual aeronave cumpliría 27 años de servicio. El avión en proceso de adquisición, según información de la empresa productora, brindará mayor eficiencia en su operación debido a que por su velocidad y ahorro de combustible le permite usar 20 por ciento menos de carburante que cualquier otra aeronave de su tamaño en trayectos similares.

Por su parte, en la cartera de programas y proyectos de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo la clave de cartera 12071320003 se encuentra la información financiera del Programa de Inversión de Adquisiciones, con el nombre “Adquisición de una Aeronave de Transporte Estratégico para uso Presidencial y del Estado Mayor”, la cual también tuvo trabas para ser liberada, pero finalmente se hizo pública.

En esta cartera se especifica: “Avión y equipo con un costo estimado del flujo amortizado del valor actual del avión (637.1 mdp) y equipo (560.7 mdp). El horizonte del arrendamiento (15 años) considera pagos anuales promedio de 45 mdp en operación y mantenimiento, más pagos anuales de arrendamiento entre 4.6 mdp y 451.4 mdp (sic)”.

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La información sobre el avión, su equipamiento y gastos de mantenimiento, que no acaba de aclararse es apenas la punta les iceberg. Falta saber más sobre el hangar, pues este nuevo avión es más grande que el anterior, nombrado Presidente Juárez o TP-01.

El Presidente Juárez es un Boeing 757 que entró en operaciones en 1987.

El Gobierno mexicano jubiló como transporte presidencial al TP-01 el pasado 3 de abril, tras regresar de París, Francia. Ahora servirá para trasladar por los cielos a guardias del Estado Mayor.

A pesar que hoy la tecnología de esa nave hacen difícil su operación, según comentó a medios su tripulación, por casi tres décadas y con más de ocho mil horas de vuelo, fue el transporte oficial de los presidentes: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Con el relevo, también vinieron las modificaciones en el Hangar Presidencial, que se encuentra en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), mejor conocido como Benito Juárez.

Concretos y Obra Civil del Pacífico S.A. de C.V. obtuvo la licitación directa con un monto de 794 millones de pesos, sin embargo el costo total ascendió a 977 millones de pesos.

El proyecto se había planeado que tendría un periodo de vida de 30 años, pero sólo será de cinco.

En el 2014 se le adjudicó la licitación a Concretos y Obra Civil del Pacífico SA de CV, filial de Grupo Higa, cuyo dueño es Juan Armando Hinojosa Cantú, para la remodelación del hangar presidencial. El contrato era por 945.5 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos 2015.

La constructora a la que se le asignó la obra también es la que construyó la casa de la Primera Dama, Angélica Rivera Hurtado, en Las Lomas y la del Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, en Malinalco; además encabeza el consorcio ganador para la construcción de la obra hidráulica Monterrey VI, con una participación del 37.75 por ciento.

La información sobre la remodelación se clasificó como reservada por 12 años por considerarse como un asunto de seguridad nacional, sin embargo datos en posesión del diario Milenio indican que se construyeron espacios como canchas de futbol, basquetbol y squash, así como espacios residenciales para los miembros del Estado Mayor.

El Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, comentó en el pasado que “sólo la estructura de acero que conforma el hangar podría trasladarse de forma parcial a las instalaciones del nuevo aeropuerto”.

Originalmente, la obra estaba planeada para terminarse en agosto, pues el contrato señaló el inicio de los trabajos el 3 julio de 2014 con un plazo de 425 días naturales.

Imágenes tomadas del sitio web de EOLO Plus

 

El nuevo hangar presidencial, en manos de Grupo Higa, aumentó su costo a 977 mdp

jueves, noviembre 5th, 2015

El nuevo hangar presidencial fue adjudicado a una filial de Grupo Higa, constructora responsable de la “casa blanca” de la Primera Dama y de la del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, en Malinalco. El costo original era de 794 millones de pesos, pero ya ascendió a 977 millones. 

Imágenes tomadas del sitio web de EOLO Plus

Imágenes tomadas del sitio web de EOLO Plus

Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo).– A poco más de un mes de que arribe a la capital mexicana el nuevo avión presidencial, el Boeing 787 Dreamliner, el hangar que se anunció junto con la adquisición del aeroplano aún no está terminado, aunque se sabe que tuvo un costo 23 por ciento más de lo que se había planeado y se adjudicó a una filial de Grupo Higa.

Concretos y Obra Civil del Pacífico S.A. de C.V. obtuvo la licitación directa con un monto de 794 millones de pesos, sin embargo el costo total ya ascendió a 977 millones de pesos, de acuerdo con una nota de Milenio. Aunado a esto, pese a que se había planeado que el hangar tendría un periodo de vida de 30 años, sólo será de cinco.

En el 2014 se le adjudicó la licitación a la filial Grupo Higa, cuyo dueño es Juan Armando Hinojosa Cantú, para la remodelación del hangar presidencial. El contrato era por 945.5 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos 2015.

La constructora a la que se le asignó la obra también es la que construyó la casa de la Primera Dama, Angélica Rivera Hurtado, en Las Lomas y la del Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso; además encabeza el consorcio ganador para la construcción de la obra hidráulica Monterrey VI, con una participación del 37.75 por ciento.

La información sobre la remodelación se clasificó como reservada por 12 años por considerarse como un asunto de seguridad nacional, sin embargo datos en posesión del diario Milenio indican que se construyeron espacios como canchas de futbol, basquetbol y squash, así como espacios residenciales para los miembros del Estado Mayor.

Sobre un posible traslado del hangar que se está remodelando en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México al nuevo aeropuerto –que el Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, había comentado–, dijo que “sólo la estructura de acero que conforma el hangar podría trasladarse de forma parcial a las instalaciones del nuevo aeropuerto”.

Originalmente, la obra estaba planeada para terminarse en agosto, pues el contrato señaló el inicio de los trabajos el 3 julio de 2014 con un plazo de 425 días naturales. A más de dos meses de haberse cumplido el plazo, el avance es de 88 por ciento, según la SHCP, pero deberá estar listo antes de la llegada del avión presidencial que será el próximo 18 de diciembre.

SinEmbargo publicó que Higa también se encarga de los traslados aéreos de algunos funcionarios del Ejecutivo federal mediante su filial Eolo Plus.

La información, que está disponible en el Portal de Obligaciones de Transparencia del Gobierno federal (POT), destaca que entre estos traslados se encuentran los viajes de Alfredo del Mazo Maza, primo del Presidente Enrique Peña Nieto, hasta enero director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y hoy candidato a Diputado federal por el Estado de México y cuya gerencia de adquisiciones, el 14 de marzo de 2013, otorgó de manera directa un contrato de 10.7 millones de pesos a la compañía aérea Eolo Plus SA de CV, propiedad de Hinojosa Cantú.

El reportaje, basado en datos oficiales, habla de los funcionarios de la banca de desarrollo que han contratado estos servicios. No menciona que el Secretario de Hacienda sea el responsable de las contrataciones. Tampoco dice que Videgaray Caso haya realizado contratos o utilizado servicios de Grupo Higa o de sus filiales para viajar. Otros funcionarios de la banca de desarrollo sí.