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IPCC: El consumo de petróleo debe bajar 60% para lograr meta de temperatura global

lunes, abril 4th, 2022

El informe de las Naciones Unidas establece los parámetros a seguir para lograr la meta de no subir más de 1.5 grados Celsius la temperatura global.

Ginebra, 4 abr (EFE).- El consumo global de carbón tiene que haberse reducido un 95 por ciento a mediados de siglo con respecto a 2019, el de petróleo un 60 por ciento y el de gas un 45 por ciento para alcanzar la meta de que la temperatura media global no suba más de 1.5 grados centígrados, recomendó hoy Naciones Unidas.

Esa es una de las conclusiones del nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, centrado en las medidas de mitigación del calentamiento global y que concluye que las emisiones pueden reducirse a la mitad en 2030 si hay, entre otras cosas, cambios en el sector energético.

En el escenario más optimista, donde se logra no rebasar ese límite de los 1.5 grados (o se supera momentáneamente a mediados de siglo para bajar de ese umbral después), “casi toda la electricidad proviene de fuentes que no emiten carbono o con bajas emisiones”, destaca el texto.

Un 87 por ciento de la reducción de emisiones de dióxido de carbono y otros gases causantes del calentamiento global puede lograrse con una optimización del sector energético e industrial y el 13 por ciento restante con cambios en el sector agropecuario, afirma el documento.

Subraya que lograr la neutralidad de carbono (emisiones netas cero) es “complicado, pero posible” si se apoya en nuevos procesos de producción que usen energías alternativas (entre ellas el hidrógeno) y otras medidas, algunas de ellas todavía en pruebas y que no han sido adoptadas para uso comercial.

“Adoptar las políticas, infraestructuras y tecnologías adecuadas para permitir que cambie nuestro comportamiento y nuestro estilo de vida puede conseguir una reducción de entre el 40 por ciento y el 70 por ciento en los gases de efecto invernadero hacia 2050”, aseguró Priyadarshi Shukla, copresidente del grupo de trabajo que ha elaborado el informe.

El texto resalta que las áreas urbanas tienen un papel vital a la hora de reducir emisiones, “creando ciudades más compactas y para caminar”, desarrollando transportes públicos electrificados y mejorando la capacidad de absorción de las emisiones con zonas verdes.

Un 87 por ciento de la reducción de emisiones de dióxido de carbono y otros gases causantes del calentamiento global puede lograrse con una optimización del sector energético e industrial. Foto: Salas, EFE

Para lograr el objetivo de no superar los 1.5 grados, las emisiones globales de los transportes deben reducirse un 59 por ciento en 2050 con respecto a los niveles actuales.

La inversión en transporte público urbano e interurbano, y políticas para estimular su uso que podrían incluir la bajada de precios, son herramientas para lograr esas metas, destaca el IPCC, que también recomienda estimular el teletrabajo, la digitalización y la movilidad inteligente para avanzar en la misma dirección.

El informe subraya que los vehículos eléctricos están reduciendo su costo y su consumo está aumentando, pero indica que ello tiene que ir acompañado de “inversión continua en infraestructura que los apoye”.

Expresa, por otro lado, una “creciente preocupación” por la explotación de algunos de los minerales críticos que se necesitan para las baterías que mueven estos vehículos (caso del litio), aunque el IPCC no ofrece ejemplos.

Agua, la primera víctima de la crisis climática, advierten expertos y organizaciones

miércoles, marzo 23rd, 2022

Por el Foro Mundial del Agua, algunos expertos opinan que la situación sobre el agua ya está empeorando y se debe atender.

Por María Rodríguez

Dakar, 23 mar (EFE).- El agua es la primera víctima de la crisis climática y debe estar en el centro del debate sobre ese problema planetario, reclamaron expertos y organizaciones internacionales en el Foro Mundial del Agua, que se celebra esta semana en Dakar.

“A menudo decimos que el agua es la primera víctima del cambio climático”, dijo a Efe Éric Tardieu, director general de la Oficina Internacional del Agua (OiEau) y secretario general de la Red Internacional de los Organismos de Cuenca (RIOC) quien participa en el foro, que este miércoles cumplió su tercera jornada.

“Si se observan los impactos del cambio climático, son en la mayoría de los casos problemas relacionados con el agua. Ya sea mucha agua, como inundaciones y fuertes lluvias; ya sea por falta de agua, como sequías y temperaturas que aumentan y generan una mayor evapotranspiración y hay menos agua disponible”, señaló Tardieu.

Estas cuestiones predominan en Dakar en los debates de la novena edición del Foro Mundial del Agua, la mayor conferencia del mundo dedicada a este bien indispensable.

Inauguración de la novena edición del Foro Mundial del Agua que se celebra en Dakar entre 21 y el 26 de marzo de 2022. Foto: María Rodríguez, EFE

Nicolas Franke, coordinador y gestor de programas en la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), un organismo especializado de la ONU, que también participa en el foro, aseguró a Efe que los expertos en agua intentan llamar la atención sobre cómo impacta la crisis climática a este recurso.

Que la relación entre las crisis climática y del agua se esté tratando en la reunión se debe al interés de la comunidad del agua en que se le tenga más presente en las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) y en la agenda de la COP27, que se celebrará en Egipto en noviembre próximo.

DATOS INSUFICIENTES

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado el pasado febrero, advierte de que los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la humanidad registrados desde la preindustrialización.

Además, en un mundo en el que las temperaturas están aumentando más de 2 grados Celsius hay países que ya sufren sequías recurrentes -como en Asia y África- y las verán agravarse, mientras las zonas del mundo donde hay fuertes lluvias sufrirán más precipitaciones.

“La situación está empeorando”, subrayó Franke, al poner como ejemplos la grave sequía en Estados Unidos o la que afecta a la presa hidroeléctrica de Itaipu en el río Panamá (entre Brasil y Paraguay), donde el nivel de agua bajó tanto que repercutió en la generación de energía.

El presidente del Consejo Mundial del Agua, Loïc Fauchon. Foto: Massimo Percossi, EFE

No obstante, son pocos los datos relacionados con la disponibilidad del agua y “no se puede gestionar el clima sin ver qué está pasando con el agua y no se puede gestionar el agua sin saber qué está pasando con el clima”, indicó el coordinador de la OMM.

Este experto apuntó que un estudio de la OMM constató que más del 60 por ciento de las organizaciones meteorológicas e hidrológicas del mundo no tiene herramientas necesarias para monitorear la disponibilidad del preciado líquido en aguas subterráneas, ríos y embalses.

“Sólo sabiendo la disponibilidad del agua y cómo va a evolucionar, un gobierno puede saber cuánta agua puede ofrecer a los ciudadanos, a la agricultura, a la industria, y cuánto tiene que dejar para el medioambiente, que es también la base de nuestras vidas”, aseveró.

La importancia de contar con estos datos fue subrayada por el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, este lunes en la inauguración del foro, que acaba este viernes.

El BM aboga por resolver las deficiencias en la información relacionada con el agua para mejorar la gestión de los recursos a través de su colaboración con la OMM.

Son pocos los datos relacionados con la disponibilidad del agua y “no se puede gestionar el clima sin ver qué está pasando con el agua y no se puede gestionar el agua sin saber qué está pasando con el clima”, indicó el coordinador de la OMM. Foto: EFE

ADAPTACIÓN Y PRESERVACIÓN

Hasta el momento, el debate internacional sobre la crisis climática ha estado enfocado en la atenuación, es decir, en limitar el calentamiento global reduciendo los gases de efecto invernadero.

No obstante, desde la comunidad del agua consideran que lo prioritario es hablar de adaptación, o sea, cómo gestionar mejor el agua en condiciones que están cambiando debido a la crisis climática.

Por eso, este foro también pone el acento en las soluciones basadas en la naturaleza.

“La idea de base es extremadamente simple. Si los ecosistemas funcionan bien, vamos a tener efectos positivos sobre la gestión del agua y una mejor regulación de la cantidad y de la calidad; un ecosistema que funciona bien tiene la capacidad de depurar el agua y preservar su calidad”, explicó Tardieu.

“Para nosotros es una de las prioridades que defendemos mucho durante este foro, resumiéndolo en que no hay seguridad del agua sin seguridad ecológica y no hay seguridad ecológica sin seguridad del agua”, aseguró.

MÁS CONCIENCIACIÓN CIUDADANA

A pesar de que la crisis climática y su impacto en los recursos hídricos es cada vez más visible en el mundo, especialmente cuando hay graves inundaciones o sequías, la población no está aún suficientemente sensibilizada sobre la problemática.

La población no está aún suficientemente sensibilizada sobre la problemática. Foto: Gustavo Amado, EFE

Franke remarcó que el agua que se utiliza en casa es solamente un 3 por ciento de la que se necesita al día, ya que la mayoría se usa para los alimentos, la ropa o la energía.

“El agua está muy conectada a nuestras vidas, pero no nos damos cuenta”, recordó el gestor de la OMM, al defender una forma de vida con unos patrones de consumo y producción más sostenibles.

Greenpeace: El hielo marino antártico alcanzará la extensión más baja en su historia

martes, febrero 22nd, 2022

“La Península Antártica Occidental es una de las áreas de calentamiento más rápido de la Tierra”, indicó la ONG Greenpeace, que advirtió que el hielo marino de esta región alcanzará este año su extensión más baja registrada.

Santiago de Chile, 22 feb (EFE).- El hielo marino antártico alcanzará a lo largo de 2022 la extensión más baja registrada por satélite en su historia, una circunstancia que agrava la crisis climática y amenaza con cambiar de forma irreversible la actual forma de vida, advirtió este martes Greenpeace.

En un comunicado difundo desde la patagonia chilena, la ONG explica que las mediciones preliminares del Centro Nacional de Datos de Hielo Marino “muestran que el hielo marino alrededor del continente ha superado el récord mínimo establecido anteriormente, en marzo de 2017, de 2.1 millones de kilómetros cuadrados, cayendo a 1.98 millones de kilómetros cuadrados el pasado domingo 20 de febrero”.

“Es aterrador presenciar cómo se derrite este océano. Las consecuencias de estos cambios se extienden a todo el planeta, afectando las redes alimentarias marinas de todo el mundo. A la vez, en 2020, vimos que el Ártico alcanzaba su segunda extensión de hielo marino más baja registrada, ahora necesitamos una red global de santuarios oceánicos viendo la crisis que está ocurriendo en ambos polos”, opinó.

“Cada ser humano en la Tierra depende de unos océanos saludables para sobrevivir; esta es una clara advertencia de que debemos protegerlos para siempre”, agregó la nota, firmada por Laura Meller, responsable de Océanos de Greenpeace a bordo del Arctic Sunrise, que navega en la Antártida.

EL CALENTAMIENTO MÁS RÀPIDO

La organización recuerda que durante las últimas dos décadas esta región ha sido testigo de variaciones extremas en la extensión de su hielo marino, y que estas están vinculadas al calentamiento global, que en algunas zonas de la Antártida es “más rápido que en cualquier otro lugar del planeta”.

“La Península Antártica Occidental es una de las áreas de calentamiento más rápido de la Tierra, y solo algunas áreas del Círculo Polar Ártico experimentan un aumento de temperatura más rápido, en algunos puntos por encima de los 3 grados Celsius de media”

Este calentamiento, que hizo que en febrero de 2020 se alcanzaba un nuevo récord de temperatura máxima puntual para el continente antártico de 18.3 grados Celsius, afecta de la misma manera las poblaciones de pingüinos, en especial el barbijo asentado en la isla Elefante, cuya población se ha desplomado de forma dramática en el último medio siglo.

Este calentamiento ha llegado igualmente a los glaciares prístinos de la Patagonia chilena, uno de las grandes tesoros ambientales del planeta, que también han visto reducida su extensión de forma trágica, según pudo comprobar Efe esta semana en la región de Aysen.

Este calentamiento ha llegado igualmente a los glaciares prístinos de la Patagonia chilena, uno de las grandes tesoros ambientales del planeta. Foto: EFE

OCÉANOS SANOS

Organizaciones como Greenpeace y expertos como Philippe Cousteau, en una reciente entrevista con Efe, han advertido que unos océanos sanos son clave para frenar el impacto de un cambio climático que ya parece casi irreversible.

“El casquete polar de la Antártida está perdiendo masa tres veces más rápido ahora que en la década de 1990 y contribuye al aumento global del nivel del mar”, subraya la ONG.

Unos océanos sanos son clave para reducir los impactos de la emergencia climática, ya que ayudan a mantener el carbono almacenado de manera segura fuera de la atmósfera y de las emisiones globales. Proteger al menos el 30 por ciento de los océanos con una red de santuarios es clave para permitir que los ecosistemas marinos desarrollen resiliencia para resistir mejor los rápidos cambios climáticos”, concluye.

John Kerry visitará México para ver crisis climática y energías renovables con AMLO

lunes, febrero 7th, 2022

El Departamento de Estado de Estados Unidos agregó que Kerry se reunirá con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios del Gobierno.

Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).- John Kerry, enviado especial de Joe Biden para el clima, viajará a la Ciudad de México el 9 de febrero, en donde se encontrará con sus homólogos del Gobierno mexicano para tratar temas de cooperación ante la crisis climática.

De acuerdo con el Departamento de Estado estadunidense, Kerry buscará dialogar con los funcionarios mexicanos sobre “las oportunidades para expandir la generación de energía renovable, crear un clima de inversión sólido, combatir la contaminación por metano, realizar la transición a transportes cero emisiones y acabar con la deforestación”.

Asimismo, Departamento de Estado de Estados Unidos agregó que Kerry se reunirá con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios del Gobierno.

El Secretario Kerry también se reunirá con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios del Gobierno. Foto: Captura de pantalla.

Esta es la segunda ocasión que el enviado presidencial especial estadounidense para el clima viaja a México. El pasado 18 de octubre, el Canciller Marcelo Ebrard le dio la bienvenida al país a John Kerry, quien “por invitación del Presidente López Obrador viajó al país para presentarle el programa Sembrando Vida”, un plan del Gobierno que entrega cinco mil pesos mensuales (248 dólares) a los campesinos que siembren árboles en sus tierras.

En ese entonces, Kerry visitó junto al mandatario mexicano un ejido ubicado en el municipio de Palenque, en el suroriental estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, donde se aplica el programa de reforestación.

La visita de John Kerry se da en medio del debate público sobre la polémica Reforma Eléctrica que, de aprobarse, limitaría al 46 por ciento la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.

La propuesta del Gobierno mexicano también eliminaría los reguladores autónomos de energía y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados, por lo que podría contravenir al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

-Con información de EFE

Juez de EU invalida concesiones petroleras por no tomar en cuenta crisis climática

jueves, enero 27th, 2022

Un juez de la corte federal del Distrito de Columbia dejó sin efecto las concesiones después de considerar que el análisis efectuado por la administración del expresidente Donald Trump no evaluara adecuadamente el impacto climático.

Washington, 27 ene (EFE).- Un juez federal estadounidense invalidó este jueves la mayor venta de concesiones de petróleo y gas natural en alta mar en la historia de Estados Unidos, al concluir que el Gobierno no tuvo suficientemente en cuenta la crisis climática cuando subastó esos alquileres el año pasado.

La sentencia invalida una subasta de 80 millones de acres (32 millones de hectáreas) en el Golfo de México, de los cuales se vendieron 1.7 millones de acres (0.6 millones de hectáreas) para perforaciones petroleras y de gas natural en alta mar en esa costa del sur de Estados Unidos.

El Juez Rudolph Contreras, de la corte federal del Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, decidió dejar sin efecto esas concesiones al considerar que el análisis que hizo sobre el proyecto el Gobierno estadounidense bajo el mandato de Donald Trump (2017-2021) no evaluó adecuadamente su impacto en el clima.

Poco después de llegar al poder hace un año, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó suspender las nuevas concesiones de petróleo y gas natural en áreas federales y aguas territoriales estadounidenses.

Sin embargo, a mediados del año pasado un juez de Luisiana invalidó esa moratoria, y el Gobierno de Biden se vio obligado a proceder con la venta de esas concesiones en noviembre del año pasado, a pesar de asegurar que no estaba de acuerdo.

Foto tomada el 8 de abril de 2020 de una plataforma petrolera en Karnes City en Estados Unidos.

La sentencia del Juez Rudolph Contreras invalida la subasta de más de 30 millones de hectáreas en el Golfo de México. Casi 2 hectáreas de esas 30 iban a emplearse para perforaciones de petróleo y gas natural. Foto: Eric Gay, AP

Shell, BP, Chevron y ExxonMobil pagaron 192 millones de dólares por el derecho a perforar en esos 1.7 millones de acres, mediante unas concesiones que estaban aún pendientes de emitir, según el diario The New York Times.

Grupos de defensa del medioambiente presentaron entonces una demanda para invalidar la venta, y el juez Contreras les dio la razón este jueves, al tachar de “arbitrario y caprichoso” el análisis que hizo el Gobierno de Trump para organizar las concesiones.

La sentencia implica que el Gobierno de Biden deberá llevar a cabo un nuevo análisis medioambiental para cuantificar el impacto climático que tendría la futura extracción de gas y petróleo en la zona, y decidir después si vuelven a impulsar concesiones.

“Confiamos en que una vez que modelen correctamente (cuáles serán) las emisiones (derivadas del proyecto), dada la crisis climática en la que estamos, llegarán a la conclusión de que las concesiones no tienen sentido ahora mismo”, dijo al Washington Post la abogada Brettny Hardy, de uno de los grupos demandantes, Earthjustice.

El Instituto Estadounidense del Petróleo, que representa a compañías de gas y petróleo, afirmó en un comunicado que está revisando la “decepcionante decisión” del juez y evaluando sus opciones, y defendió el impacto de las perforaciones en alta mar en la economía estadounidense.

ENTREVISTA: El mundo necesita una reforma, los ricos se hacen más ricos: Guterres

viernes, enero 21st, 2022

Los tres aspectos que más le preocupan a António Guterres son la falta de vacunas en gran parte del mundo, especialmente en África; el reducir emisiones para tratar de limitar el futuro calentamiento global a 1.5 grados Celsius, y la situación financiera “extremadamente injusta” con un sistema que beneficia a países ricos.

Por Edith M. Lederer

Naciones Unidas, 21 de enero (AP).— En el inicio de su segundo mandato como secretario general de Naciones Unidas, António Guterres afirmó el jueves que el mundo está peor en muchos aspectos de lo que estaba hace cinco años por la pandemia del coronavirus, la crisis climática y las tensiones geopolíticas que han provocado conflictos en todas partes, aunque, a diferencia del Presidente de Estados Unidos, no cree que Rusia vaya invadir Ucrania.

En una entrevista con The Associated Press, Guterres dijo que el llamado a la paz que lanzó en su primer día en el cargo, el 1 de enero de 2017, y las prioridades de su primer mandato —tratar de prevenir conflictos y atajar las desigualdades globales, la crisis de la COVID-19 y un planeta con una temperatura cada vez más alta— no han cambiado.

“El secretario general de la ONU no tiene poder”, apuntó Guterres. “Podemos tener influencia. Puedo convencer. Puedo mediar, pero no tengo poder”.

Antes de convertirse en jefe de la ONU, Guterres dijo que imaginaba el cargo como el de “un convocante, un mediador, un constructor de puentes y un intermediario honesto para ayudar a encontrar soluciones que beneficien a todos los implicados”.

Guterres aseguró que la ONU está lista para apoyar un diálogo nacional y un proceso de paz y reconciliación en Etiopía. Foto: Javier Otazu, EFE

Y estas son las cosas que “tengo que hacer todos los días”, contó el jueves.

Como ejemplo, explicó que esta semana habló con el enviado de la Unión Africana, Olusegun Obasanjo; dos veces con el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, y una con el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, en su intento por lograr el cese de las hostilidades entre el gobierno etíope y las fuerzas de la asediada región de Tigray.

“Espero que estemos en una situación en la que pronto pueda producirse el cese de las hostilidades, y es ahí donde estoy concentrando la mayoría de mis esfuerzos”, agregó.

Además, Guterres contó que ha estado en conversaciones telefónicas para tratar de que el liderazgo militar de Mali, que recientemente retrasó las elecciones previstas para el próximo mes a 2026, reduzcan ese plazo. Dijo que habló con el líder militar de Mali, el Presidente Assimi Goita; con tres presidentes de ECOWAS, un grupo regional que engloba a 15 naciones de África Occidental; con el Primer Ministro de Argelia y con el líder de la Unión Africana sobre “cómo asegurar que en Mali hay un calendario aceptable para una transición a un Gobierno civil”.

Guterres afirmó que el Consejo de Seguridad de la ONU, que sí tiene poder para mantener la paz y la seguridad internacionales, imponiendo incluso sanciones y ordenando acciones militares, está dividido, especialmente sus cinco miembros con derecho a veto. Rusia y China suelen estar en desacuerdo con Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia en asuntos clave, como la nueva ronda de sanciones contra Corea del Norte el jueves.

En los últimos años los huracanes han aumentado en número y fuerza, las temperaturas se han elevado en un grado, las oscilaciones entre máximas y mínimas se han aplanado, y las precipitaciones se han reducido. Foto: EFE

Sobre el tema más candente del momento —si Rusia, que ha acumulado 100 mil soldados en la frontera con Ucrania, invadirá la exrepública soviética— dijo: “No creo que Rusia invada Ucrania y espero que mi creencia sea correcta”.

¿Qué le hace pensar que Moscú no invadirá cuando Joe Biden y otros creen que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, enviará tropas a Ucrania?

“Porque no creo en una solución militar para los problemas existentes, y creo que la forma más racional de resolver esos problemas es a través de la diplomacia y el compromiso con un diálogo serio”, manifestó Guterres, que hizo hincapié en que una invasión tendría “terribles consecuencias”.

El secretario general dijo que “hemos estado en contacto, por supuesto” con altos funcionarios de Rusia, aunque la ONU no está directamente involucrada en la crisis de Ucrania.

Está previsto que Guterres pronuncie un discurso ante las 193 naciones de la ONU en la Asamblea General del viernes en el que detallará sus prioridades para 2022.

Las tres más inmediatas, que le “preocupan enormemente”, son: la falta de vacunas en gran parte del mundo, especialmente en África; la necesidad de reducir las emisiones en un 45 por ciento en esta década para tratar de alcanzar el objetivo internacional de limitar el futuro calentamiento global a 1.5 grados Celsius (2.7 Fahrenheit), y la situación financiera “extremadamente injusta” en un sistema que favorece a los países ricos.

Muchos países en desarrollo tienen muy pocos recursos, deudas elevadas que siguen subiendo y pagan intereses muchos más altos que en Europa o Norteamérica, no tienen vacunas y “sufren los impactos del cambio climático” de una forma desproporcionada, agregó Guterres.

“Necesitamos una reforma profunda en nuestro sistema financiero internacional para asegurar que hay más justicia en la forma en la que están disponibles los recursos para permitir que la recuperación (de la COVID-19) sea posible en todas partes”, afirmó.

En otro tema clave, Guterres subrayó que el pueblo afgano no puede ser castigado de forma colectiva por “las cosas malas que hace el Talibán”, por lo que es absolutamente esencial incrementar de forma masiva la ayuda humanitaria ”porque los afganos están en una situación desesperada con riesgo de muertes por hambre” y enfermedades en un invierno gélido y en plena pandemia del coronavirus.

“Más de la mitad de la población necesita desesperadamente ayuda humanitaria”, añadió apuntando que debe inyectarse dinero en su economía para garantizar que los bancos operan y los doctores, maestros, ingenieros y otros trabajadores reciben su salario para evitar el colapso económico de la nación.

Muchos países en desarrollo tienen muy pocos recursos, deudas elevadas que siguen subiendo y pagan intereses muchos más altos que en Europa o Norteamérica, no tienen vacunas. Foto: Brendon Thorne, EFE

El reconocimiento del gobierno talibán depende de cada estado miembro, dijo Guterres, pero la ONU ha estado presionando al grupo, que tomó el poder en agosto coincidiendo con la retirada del país de las tropas de Estados Unidos y la OTAN luego de 20 años, para que garantice los derechos humanos, especialmente el de las mujeres al trabajo y el de las niñas a la educación, y para que forme un ejecutivo más inclusivo que refleje la diversidad de la población afgana.

El secretario general dijo que acudirá a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en febrero “que no son un acto político (…) para estar presente cuando todo el mundo se una por algo bueno, por un mensaje de paz”.

¿Las acciones por el clima varían entre países desarrollados y en vías de desarrollo?

domingo, diciembre 26th, 2021

La crisis climática actual exige que todo el mundo busque soluciones, sin embargo, sobre la mesa entran las obligaciones y posibilidades de los países desarrollados y en vías de desarrollo. ¿Hasta qué punto es cierto que algunos deben aportar más? Una experta explica a detalle.

Por Rosa Giles Carnero
Profesora Titular de Derecho Internacional Público, Universidad de Huelva

Madrid, 26 de diciembre (The Conversation).- Pese a que el cambio climático se presenta como un problema acuciante y sus efectos pueden ya observarse, en las negociaciones internacionales no se termina de alcanzar una respuesta eficaz a este reto ambiental.

Uno de los grandes ejes de discusión es cómo debe diferenciarse entre países desarrollados y países en vías de desarrollo a la hora de asumir obligaciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero u otras medidas de mitigación del cambio climático. Si la distinción entre naciones en función de su desarrollo resulta necesaria, ¿cómo debe articularse?

LA RESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE LOS ESTADOS DESARROLLADOS

Desde que en 1992 se negociara la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los países estuvieron de acuerdo en que las obligaciones que asumirían los desarrollados serían más ambiciosas que las que les corresponderían a aquellos en vías de desarrollo. Se trataba de una cuestión de equidad.

El proceso de industrialización de los países más ricos era el que había producido el daño atmosférico global. También eran los que estaban en una mejor posición para asumir los costos de implementar medidas de mitigación del cambio climático. Los Estados en vías de desarrollo reivindicaron, ante todo, su derecho a un crecimiento que les permitiera alcanzar mejores niveles económicos y sociales.

Desde que en 1992 se negociara la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los países estuvieron de acuerdo en que las obligaciones que asumirían los desarrollados serían más ambiciosas que las que les corresponderían a aquellos en vías de desarrollo. Foto: Bei Feng, EFE

El primer acuerdo internacional que introdujo obligaciones específicas de mitigación del cambio climático fue el Protocolo de Kioto, adoptado en 1997. En este instrumento, la diferenciación entre Estados desarrollados y en vías de desarrollo se tradujo en que sólo los primeros asumieron obligaciones específicas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Los países en vías de desarrollo participarían en el tratado sin que tuvieran que asumir el costo de reducir sus emisiones. Se primaba así su crecimiento económico frente al beneficio ambiental global.

Estados Unidos no aceptó este planteamiento, y no prestó su consentimiento al tratado. Así, el primer emisor de gases de efecto invernadero del momento quedó fuera.

Durante la vigencia del Protocolo de Kioto, los Estados en vías de desarrollo incrementaron sus emisiones de gases de efecto invernadero. China se convirtió en el principal emisor, superando a Estados Unidos, y mostrando que la solución que incluía el Protocolo de Kioto no resultaba eficaz para enfrentar el problema ambiental que supone el cambio climático.

En la categoría de naciones en vías de desarrollo se incluyen países con situaciones muy diversas. Muchos de ellos tienen un importante potencial para la emisión de gases de efecto invernadero, o tienen en su territorio el control de importantes sumideros.

La diferenciación entre territorios podía fundamentarse en un principio de equidad que recordaba la importancia de las emisiones históricas de los Estados desarrollados. Sin embargo, resultaba insuficiente desde un punto de vista ambiental, ya que no controlaba en modo alguno las nuevas emisiones de las economías emergentes.

El escaso efecto ambiental del Protocolo de Kioto dejó patente que era necesaria una nueva aproximación a la diferenciación de obligaciones climáticas.

El escaso efecto ambiental del Protocolo de Kioto dejó patente que era necesaria una nueva aproximación a la diferenciación de obligaciones climáticas. Foto: Scott Heppell, AP

LAS OBLIGACIONES COMUNES Y DIFERENCIDAS

La respuesta vendría con la adopción de un nuevo tratado internacional, el Acuerdo de París de 2015, en el que la cuestión de la diferenciación se haría más diversa, aunque también más compleja.

En este nuevo instrumento se permite que cada Estado presente las acciones de mitigación del cambio climático que vaya a implementar y a las que queda obligado, de forma que se pueda tener en cuenta su situación y circunstancias particulares. Esto significa que las acciones de mitigación no tienen que reducirse a la limitación y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que pueden abarcar otros ámbitos de actuación.

Además, se asume que la actuación va a depender de las circunstancias de cada país, que tendrá que adaptar a su capacidad las actuaciones climáticas a desarrollar. La diferenciación resulta, de esta forma, más ajustada a las múltiples y diversas situaciones de los diferentes territorios. De esta manera, supera una distinción entre Estados desarrollados y en vías de desarrollo que resultaba excesivamente limitada.

Con este sistema se pretende que todos los Estados desarrollen una política climática ambiciosa, en función de sus posibilidades, de forma que, aunque diferenciada, todos asuman responsabilidad en este ámbito. La suma de todas estas actuaciones debería hacer posible que la respuesta global ante el cambio climático sea suficiente para evitar un calentamiento a niveles que el planeta no pueda soportar.

Este sistema ha sido el resultado de un amplio consenso entre las naciones para hacer frente al cambio climático, aunque no puede ignorarse que presenta importantes problemas para asegurar que la actuación ambiental global sea suficiente.

Con este sistema se pretende que todos los Estados desarrollen una política climática ambiciosa, en función de sus posibilidades, de forma que, aunque diferenciada, todos asuman responsabilidad en este ámbito. Foto: Ernesto Guzmán Jr., EFE

Hasta la fecha, los Estados no han presentado un conjunto de políticas climáticas cuya suma permita evitar un nivel de calentamiento global que resulte peligroso. Conforme a los datos facilitados por los órganos de la Convención Marco, la ambición climática de los diferentes países no es suficiente, y las negociaciones internacionales continúan para que pueda incrementarse rápidamente.

La posición de los Estados en vías de desarrollo en este aspecto es la de condicionar su aumento de ambición climática a recibir una mayor financiación con la que afrontar los costos derivados de la implementación de sus políticas nacionales. Esta cuestión está lejos de ser resuelta en las negociaciones internacionales.

Las naciones más ricas son reticentes a aportar nuevos recursos para esta financiación adicional, posición que se ha afianzado ante la crisis generada por la pandemia de COVID-19. Los Estados en vías de desarrollo reclaman asistencia para avanzar en sus obligaciones climáticas, y los desarrollados se resisten a aportar más recursos.

UNA ACTUACIÓN COMÚN, DIFERENCIADA, NECESARIA

De lo que no cabe ya duda es de que, para asegurar que el calentamiento global no supere los límites de seguridad señalados por la investigación científica, se requiere la actuación tanto de los países desarrollados como de los países en vías de desarrollo. No puede olvidarse que entre estos últimos aparecen importantes emisores como China, o con importantes sumideros como Brasil.

La diferenciación en las obligaciones a asumir es inevitable, ya que las circunstancias de cada país son muy diferentes. La cuestión sigue siendo asegurar que esta distinción no implique la pérdida de eficacia en el logro del objetivo ambiental planteado. Y, sobre este aspecto, la negociación internacional continúa.

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México pide que DDHH y la reivindicación de pueblos indígenas se discutan en la COP26

miércoles, noviembre 10th, 2021

María Luisa Albores intervino hoy en nombre de su país después de que el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fuese uno de los grandes ausentes en la cumbre de líderes que se celebró la semana pasada para abrir la COP26.

Glasgow (R.Unido), 10 nov (EFE).– México considera que el enfoque de género, los derechos humanos y la reivindicación de los pueblos indígenas son asuntos que deben estar en las negociaciones de la cumbre COP26 de Glasgow (Escocia), según la Secretaria mexicana de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores.

“La crisis ambiental y una profunda desigualdad social nos muestran cómo hemos dejado atrás a quienes más nos necesitan, incluyendo a la naturaleza”, dijo Albores en el plenario de ministros de este miércoles y en el tramo final de esta cita global.

Para México, a diferencia de muchas cosas que se pueden negociar, situar en el centro del diálogo “a las personas y el uso sustentable de los recursos naturales” son cosas “innegociables”, señaló Albores.

Es por ello -dijo- que México ha insistido en estos días para que los países incluyan los citados tres temas en las negociaciones.

Los pueblos indígenas o pueblos originarios “han sabido resguardar y aprovechar sus recursos naturales”, por lo que son los guardianes del territorio, explicó la Secretaria mexicana.

Entre otras cosas, mencionó un programa mexicano por el que sembradores cultivan árboles en sus parcelas a cambio de una remuneración, mientras que se está limitando el uso de agro-químicos.

México, agregó, dejará de exportar petróleo en 2024 para producir sólo lo necesario para uso interno.

Los desastres naturales azotan AL. ¿Por qué no se une ante la crisis climática?

martes, noviembre 2nd, 2021

Líderes de los países latinoamericanos en la COP26 llegaron con exigencias necesarias para combatir la crisis del clima que vive el planeta, sin embargo, las acciones y estrategias de estas naciones no siguen una estrategia común hacia el objetivo fijado.

Por Ares Biescas Rue

Redacción América, 2 nov (EFE).- Huracanes que arrasan con islas enteras en el Caribe o sequías cada vez más extremas: América Latina es una de las regiones más vulnerables ante la crisis climática, pero afronta sin una estrategia común y con compromisos asimétricos su papel en la cumbre del clima COP26 de Glasgow (Reino Unido).

Quizá el único reclamo ecuánime se centre en exigir, una vez más, que los países ricos financien directamente la lucha contra el cambio climático y que desembolsen los 100 mil millones de dólares anuales a países con menos ingresos que aceptaron aportar en el Acuerdo de París.

Brasil y México, los mayores emisores latinoamericanos de gases contaminantes, serán protagonistas de la región, en una conferencia decisiva para revertir el imparable ascenso térmico global y mantenerlo en 1.5 grados para el año 2100, como recomiendan los científicos.

ESTRATEGIAS DIFERENTES

“Los Gobiernos de América Latina quieren cosas bien distintas. Históricamente no hay una posición común”, afirma a Efe la chilena Maisa Rojas, una de las autoras del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

La divergencia se puede observar en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, en inglés) que presenta cada país ante la COP26, una lista de compromisos para reducir las emisiones y conseguir que la temperatura no aumente más de 0.5 grados de aquí a 2100.

En esta COP26, “no todos los países de América Latina han registrado sus NDC y Brasil y México no han mejorado sus compromisos desde el Acuerdo de París en 2015”, lamenta Rojas.

Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés), Colombia, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Surinam tienen los compromisos más ambiciosos. Estas pautas son vitales como ruta contra la crisis climática y para fiscalizar qué hace cada país.

Colombia, por ejemplo, el segundo país más biodiverso del mundo, promueve reducir el 51 por ciento de sus emisiones de efecto invernadero para 2030, conseguir el cero por ciento de la deforestación también para ese año y la carboneutralidad -es decir, el equilibrio entre las emisiones de carbono que genera y las que captura de la atmósfera- para 2050.

LOS OJOS PUESTOS EN MÉXICO Y BRASIL

México y Brasil, los únicos países de la región que no han ampliado sus compromisos en estos seis años desde el Acuerdo de París, son precisamente los que emiten más dióxido de carbono (CO2) de toda América Latina y el Caribe, según el Atlas Mundial de Carbono.

Llegar al objetivo climático pasa sí o sí por cambiar el modelo energético convencional basado en combustibles fósiles, defienden todos los expertos consultados por Efe, lo que choca con la polémica propuesta de reforma constitucional del sector energético en México, que relega las energías eólica y solar.

Mientras que Brasil, que llegará a Glasgow sin su Presidente, Jair Bolsonaro, a pesar de estar comprometido con conservar la Amazonía, no puede renunciar a la construcción de carreteras y a la minería en la mayor selva tropical del mundo, aseguró esta semana el Vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao.

En esta imagen de archivo, tomada el 7 de octubre de 2021, visitantes observan una instalación gigante de la tierra en la exposición “El paraíso frágil”, dentro del antiguo almacén de gas “Gasometer”, en Oberhausen, Alemania. Foto: Martin Meissner, AP

Esas tensiones se repiten en otros países de América Latina.

El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, sostiene que se pueden ejecutar proyectos de desarrollo extractivistas para beneficio de las poblaciones locales sin poner en peligro el medioambiente. ¿Pero son esos programas compatibles con la lucha climática?

“No, no lo son”, responde tajante Rojas. “Creer que esto puede ser compatible con nuestro desarrollo y que todavía nos queremos desarrollar y que tenemos otros objetivos es no entender el problema”, añade.

LA DEUDA DE LOS PAÍSES RICOS CON AMÉRICA LATINA

Joseluis Samaniego, director de la división de desarrollo sostenible y asentamientos humanos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), enfatiza a su vez en una entrevista a Efe que la transición energética y el cambio sostenible estimulan la economía.

Por ejemplo, apostar por las energías renovables hace que “no solo sea más barato cada megavolt por dólar invertido, sino que generas más empleos” afirma.

Pero para impulsar esos proyectos se necesita inversión. Dinero que tiene que llegar desde los países más ricos y responsables de la mayoría de emisiones, como prometieron en el Acuerdo de París.

El economista señala además que en los “ejercicios contables liderados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se están contando los créditos como si fuesen transferencias directas para inversión, pero no lo son”.

Dos personas caminan frente a un anuncio en la sede de la conferencia climática COP26, el 29 de octubre de 2021, en Glasgow, Escocia. Foto: Alastair Grant, AP

“Es como si te golpeas y un tercero te ofreciera un crédito para que te vayas al hospital. No es correcto contabilizar como transferencia financiera el incremento de las líneas de crédito”, advierte.

El reclamo de más financiación ha unido estas últimas semanas a políticos de espectros políticos diferentes, como a los Presidentes de México, Colombia, Argentina y República Dominicana.

Para la Comunidad del Caribe (Caricom), muy vulnerable a la crisis climática, se vuelve “urgente” la llamada a “la solidaridad mundial” para que se proporcionen “fondos dedicados adicionales por año para ayudar al Caribe a responder de manera proactiva a las pérdidas y daños que ya se están produciendo”.

Bolivia va un paso más allá y su Vicepresidente, David Choquehuanca, pide que se eliminen “las sanciones unilaterales contra terceros países” como Venezuela o Cuba, país que a su vez critica los gastos mundiales destinados a la carrera armamentística, en vez de dirigirlos a la protección del medioambiente.

América Latina, que genera el 8.3 por ciento de las emisiones de carbono globales “tiene la gran oportunidad de empujar para que los países desarrollados materialicen sus compromisos”, concluye Samaniego.

El liderazgo “está aquí fuera, no dentro de la COP26”, asegura Greta Thunberg

martes, noviembre 2nd, 2021

La activista sueca dijo que “esta COP26 es hasta ahora igual que las anteriores y no nos llevará a ninguna parte” y agregó que “son sólo políticos pretendiendo que se toman en serio nuestro futuro y el presente de las personas que ya sufren los impactos de la crisis climática”.

Glasgow (R. Unido), 2 nov (EFE).– La activista ambiental sueca Greta Thunberg subrayó ayer en una concentración del colectivo ecologista Fridays For Future (Viernes por el futuro) junto al centro de convenciones donde se está desarrollando la cumbre del clima, que el “cambio no va a venir de ahí dentro” porque el liderazgo “está aquí fuera, no dentro de la COP26”.

“Decimos no más ‘bla, bla, bla’, no más explotación de las personas, la naturaleza y el planeta; no más lo que sea que hagan ahí dentro”, sentenció Thunberg en declaraciones a medios en Festival Park, a orillas del río Clyde, que discurre junto a la COP26.

Thunberg llegó a Glasgow el pasado domingo en tren y participará en dos grandes protestas en la ciudad a finales de semana, una el 5 de noviembre organizada por Fridays for Future y otra el día 6 en la que participarán diversas organizaciones ambientalistas británicas de la denominada “COP coalition” (coalición COP).

La activista sueca Greta Thunberg.

La activista sueca Greta Thunberg. Foto: EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA

Posteriormente, se esperaba la llegada de diversos activistas climáticos a bordo del barco de Greenpeace conocido como “Rainbow Warrior“, que desafió a las autoridades de Glasgow con su intención de navegar por el río Clyde hasta la COP26 -a pesar de que en principio se le había negado el acceso-, aunque finalmente no se produjo su llegada.

Aún así, un nutrido grupo de activistas de la organización ecologista Fridays For Future se dirigió a los medios reunidos junto al río para poner de manifiesto que “la prensa sólo busca imágenes de Greta y no hace caso al resto de activistas”.

Allí también se reunió un grupo de activistas del colectivo Latinas for Climate (Latinas por el Clima), una organización aliada con Fridays For Future, para poner de manifiesto “el modelo extractivista que financia tecnología para hacerle frente al cambio climático, pero que pasa por encima de los derechos de las personas”, dijo en declaraciones a EFE Karin Watson, activista chilena de este colectivo ambientalista latinoamericano.

Greta Thunberg llegó a Glasgow el pasado domingo en tren.

Greta Thunberg llegó a Glasgow el pasado domingo en tren. Foto: EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA

“Este modelo roba, ensucia y contamina las tierras de los pueblos originarios”, subrayó Watson en referencia a la extracción de litio, un metal estratégico que es fundamental para la fabricación de las baterías que impulsan los vehículos eléctricos cero emisiones.

Pamela Ea, compañera de Watson en la asociación Latinas for Climate y natural de México, explicó a EFE que “los líderes solo se dedican a hablar bonito sin tomar acción climática” y que “no toman en cuenta la voz de la juventud ante la crisis climática”.

Ea señaló que su país, México, es una “potencia petrolera a la que no le interesa reducir las emisiones”; de hecho, el Presidente Andrés Manuel López Obrador “no ha querido venir” porque “obviamente no tiene los mismos intereses que la juventud de México”, muy preocupada además por “la desigualdad de género” ya que “las mujeres somos las más afectadas por desequilibrios generados por la crisis climática”.

VIDEO: “Nosotros tuvimos asteroide. ¿Cuál es su excusa?”: dinosaurio a humanos en ONU

miércoles, octubre 27th, 2021

La Organización de las Naciones Unidas lanzó una campaña protagonizada por un dinosaurio para alertar sobre la crisis climática.

Naciones Unidas, 27 oct (EFE).- La ONU echó mano este miércoles de la experiencia de los dinosaurios con una original campaña de crisis climática en la que, gracias a los avances de la tecnología, uno de estos animales invadió virtualmente el hemiciclo de la Asamblea General para expresar su estupefacción por el hecho de que los humanos se estén extinguiendo a sí mismos.

“Les tengo que decir, y pensarán que es obvio, que extinguirse es algo malo. Pero, ¿y extinguirse a uno mismo? En 70 millones de años es la cosa más ridícula que he escuchado jamás”, dice en un breve video Frankie, como se ha apodado al dinosaurio.

Ante la estupefacta mirada de los diplomáticos de la ONU, Frankie sigue subrayando la insensatez de la raza humana: “Por lo menos nosotros tuvimos un asteroide. ¿Cuál es su excusa?”

El dinosaurio Frankie se dirige a la Asamblea General en el video del PNUD. Foto: PNUD

Es el contundente mensaje que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha querido lanzar en una incisiva iniciativa en la que llama a los Gobiernos de todo el mundo a dejar de subvencionar los combustibles fósiles para hacer frente no sólo a la amenaza del cambio climático, sino a la desigualdad del mundo.

Según cifras del PNUD, cada año se gastan 432 mil millones de dólares en subsidiar fuentes de energía no renovables que contaminan la atmósfera, una enorme cantidad de dinero con el que se podría costear, por ejemplo, vacunas de coronavirus para todo el planeta.

“En un mundo con dificultades fiscales, una deuda en aumento, más pobreza y más desigualdad, es irracional gastarse casi 423 mil millones de dólares cada año en incentivar el quedarnos atrapados en el pasado en lugar de invertir en el futuro”, dijo en una rueda de prensa el administrador del PNUD, Achim Steiner.

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“Es como si nosotros nos hubiéramos gastado cientos de millones al año subsidiando enormes meteoros. Eso es lo que están haciendo ahora”, insiste en el video el dinosaurio, que recuerda que por todo el mundo “hay gente viviendo en la pobreza”.

“¿No crean que ayudarles a ellos tendría más sentido que, no sé, pagar por la desaparición de toda una especie?”, zanja Frankie.

En la iniciativa del PNUD, detallada en el portal www.dontchooseextinction.com, colaboraron importantes figuras del mundo del espectáculo que dieron voz al dinosaurio en distintos idiomas, entre ellas el actor danés Nicolaj Coster-Waldau, conocido por su papel en Juego de Tronos; el intérprete y músico estadounidense Jack Black, la actriz mexicana Eiza González o la senegalesa Aissa Maiga.

“La vida en el planeta está quedando sofocada por los gases invernadero y por los combustibles fósiles. Las prioridades deben cambiar si queremos que la humanidad y la tierra sobrevivan”, dijo en su intervención Coster -Waldau.

México pedirá mayor financiación para afrontar crisis climática en la cumbre COP26

lunes, octubre 25th, 2021

La Secretaría de Medio Ambiente indicó que es necesario que los temas que se aborden durante la cumbre se traten con perspectiva de derechos humanos y de género.

Ciudad de México, 25 octubre (EFE).- El Gobierno de México informó este lunes que durante la cumbre del clima COP26, que se celebrará en Glasgow, Escocia a partir del 31 de octubre, pedirá un modelo de financiación “más ambicioso” para afrontar la crisis climática y que se tomen medidas que tengan en cuenta “los contextos” de cada país.

“México considera de gran importancia establecer un objetivo de financiamiento climático más ambicioso, que permita a los países en desarrollo llevar a cabo acciones de adaptación de manera oportuna, así como acelerar el cumplimiento de sus compromisos climáticos”, informó la Secretaría de Medio Ambiente en un comunicado.

Además, reivindicó que cuando se asuman compromisos climáticos, se debe “reconocer una responsabilidad compartida pero diferenciada considerando los diferentes contextos de cada país”.

“Esta convención representa una gran oportunidad para continuar trabajando con todos los países en desarrollar acciones climáticas ambiciosas a fin de integrar una visión que atienda de manera integral nuestras problemáticas comunes”, expresó.

También indicó que es necesario que los temas que se aborden durante la cumbre se traten con perspectiva de derechos humanos y de género.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador presentó semanas atrás una reforma eléctrica para limitar la participación de empresas privadas en el sector que, según sus críticos, relega las energías renovables.

En el comunicado, la Secretaría recordó que el compromiso de México ante el Acuerdo de París “se compone de una meta de mitigación para 2030 de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 22 por ciento y de uso de carbono negro en un 51 por ciento”.

También reafirmó su compromiso sobre la generación de energías limpias con la meta del 35.1 por ciento de generación eléctrica para 2024, del 39.9 por ciento para 2030 y del 50 por ciento para 2050.

“Además, trabajamos estrechamente con Estados Unidos para acelerar el despliegue de energía renovable en México, incluida la energía eólica, solar, geotérmica e hidroeléctrica”, terminó.

El Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo este lunes en rueda de prensa que la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores, presentará en la COP26 los planes de México de reforestación, así como de energía solar, hidroeléctrica y geotérmica.

México también pondrá sobre la mesa que en estas cumbres “se hacen diferentes tipos de anuncios y luego los recursos no los hemos visto”.

Conocidas como cumbres del clima, las COP o Conferencias de las Partes, cuya vigesimosexta edición se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, constituyen el foro político de más alto nivel para hacer frente a la crisis climática.

¿El Zócalo inundado y San Lázaro con humo? Proyección de IA busca generar conciencia

sábado, octubre 16th, 2021

Para incitar a la acción, el proyecto This Climate Does Not Exist (Este clima no existe) muestra con inteligencia artificial cómo se verían distintos lugares devastados por el cambio climático. Basta con colocar una dirección de cualquier parte del mundo para ver una proyección.

Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).– El Zócalo de la Ciudad de México se observa bajo el agua luego de lluvias intensas, la Cámara de Diputados está entre humo por una sequía prolongada y la Avenida Paseo de la Reforma apenas se ve entre el smog.

Las imágenes no son reales, pero son creadas por el Quebec AI Institute con inteligencia artificial para incitar a la acción frente a algo existente: la crisis climática.

Los cada vez más intensos incendios, inundaciones y la contaminación atmosférica no afectan a todos al mismo tiempo o en la misma escala. Impactan, sobre todo, a lugares vulnerables por su ubicación geográfica e infraestructura, por ello el objetivo de “acercarlos” a cualquiera para despertar la empatía.

El Zócalo de la Ciudad de México, el corazón del país, bajo el agua. Foto: This Climate Does Not Exist

Apenas esta semana, cuando el Gobierno federal aún no termina de atender a los damnificados de “Grace” en comunidades de Veracruz, Puebla e Hidalgo, casas de miles de familias de municipios de Sinaloa y Nayarit se inundaron por el desborde del río Baluarte y río San Pedro tras el paso del huracán “Pamela”.

“Todos debemos actuar como si nuestros hogares se hubieran visto afectados directamente”, convoca el proyecto This Climate Does Not Exist (Este clima no existe), liderado por Yoshua Bengio, canadiense especializado en inteligencia artificial y deep learning.

La Cámara de Diputados tras un incendio. Foto: This Climate Does Not Exist

El equipo de científicos y diseñadores usa redes generativas adversarias (GAN), una clase de machine learning que permite que una computadora cree y transforme imágenes.

El proyecto empezó desde 2019 y se finalizó este año, cuando en casi el 90 por ciento del territorio de México se registró una sequía severa que afectó al ganado y cosechas.

En contraste, en estos últimos meses se ha detectado el desborde de presas por el exceso de lluvias en la temporada de ciclones.

Avenida Paseo de la Reforma, donde miles se ejercitan y pasean a sus mascotas, entre smog. Foto: This Climate Does Not Exist.

Entrada inundada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Foto: This Climate Does Not Exist.

DESTINOS TURÍSTICOS BAJO EL AGUA

Algunos de los principales destinos turísticos de México se verán afectados con el aumento del nivel del mar —unas de las principales consecuencias del cambio climático— en los próximos 100 años, de acuerdo con proyecciones de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés).

Los datos proporcionados por la agencia estadounidense —los cuales pueden ser consultados aquí— muestran que en un escenario SSP3-7.0, es decir, uno de referencia media a alta que resulta “de ninguna política climática adicional bajo la narrativa de desarrollo socioeconómico”, se muestra cómo para el año 2120 los principales crecimientos del nivel del mar se darán en la costa del Océano Pacífico.

La información refiere que el principal aumento se registrará en Acapulco, Guerrero, donde la altura alcanzará 1.45 metros, seguido de Manzanillo, Colima, con 1.15 m; Salina Cruz, Oaxaca, con 1.03 m; Guaymas, Sonora, con 1.01 m, Mazatlán, Sinaloa, con 0.95 m, y los destinos de Baja California Sur: La Paz, con 0.94 m y Cabo San Lucas, con 0.86 m.

Calles de la Bahía de Acapulco inundadas. Foto: This Climate Does Not Exist.

En lo que respecta al Golfo de México, en esta proyección las estimaciones de la NASA indican que los mayores aumentos del nivel del mar dentro de 100 años serán en Progreso, Yucatán, donde se llegará a un nivel de 1.17 metros, seguido de Ciudad Madero, Tamaulipas, con 1.16 m; Ciudad del Carmen, Campeche, con 1.13 m, y Coatzacoalcos (0.97) y la ciudad portuaria de Alvarado (0.92), en Veracruz.

No obstante, en el escenario SSP5-8.5, una estimación de baja probabilidad que contempla la inestabilidad de la capa de hielo marino, prevé que en el año 2120 Acapulco llegará a un nivel del mar de 1.55 m, Progreso a 1.30 m, Ciudad Madero a 1.29 m, Ciudad del Carmen a 1.26 m, Manzanillo a 1.24 m, Salina Cruz 1.13 m, Guaymas 1.11 m,  Coatzacoalcos 1.10 m, Alvarado 1.05 m, Mazatlán 1.04 m, La Paz 1.04 m y Cabo San Lucas 0.96.

Una playa en el malecón de Progreso, Yucatán. Foto: This Climate Does Not Exist.

Las empresas renovables entraron a México con sentido depredatorio, dice Lavore

sábado, octubre 9th, 2021

Estamos en un proceso de extinción de la vida en el planeta, advierte Carlos Lavore, el autor del libro Extinción y rescate. En charla con este medio, describe el engranaje de coresponsables y a quienes pueden abonar al autorescate de la humanidad y el mundo.

Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).– Con un prólogo del líder izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, el libro Extinción y rescate (Debate, 2021) del urbanista Carlos Lavore presenta un diagnóstico sobre los pilares que sostienen al modelo económico que nos encamina hacia el colapso de la vida humana y del planeta, pero también nos echa un lazo para concientizarnos al respecto y, a través de la articulación de las resistencias, autorescatarnos.

En entrevista con SinEmbargo, en momentos en que México debate sobre quién debe gestionar los recursos energéticos, Lavore cuestiona el método de implementación de los proyectos eólicos y solares que, aunque son recursos limpios y necesarios frente al cambio climático, no están exentos de ocasionar conflictos socioambientales por lo que, dijo, hay que establecer una regulación diferente.

“Hay un cuestionamiento a la forma en que se está produciendo la energía renovable y tiene una explicación en el hecho de que su entrada fue un tanto compulsiva y con sentido depredatorio [vía reforma energética de 2013]. Me refiero tanto a la solar como a la eólica. No es casual que en la región del Istmo pueblos y comunidades se estén resistiendo porque supone una situación de despojo y de alteración de las formas productivas y de las relaciones sociales”, aseguró el argentino que reside aquí desde los setenta.

Además, el autor platicó sobre el papel de las oligopólicas corporaciones mediáticas en América Latina y México que construyen individualismo y enfocan la crisis climática según sus intereses: el negocio. Finalmente, sentenció cómo el crimen organizado es difícil de desmantelar al implicar un beneficio para el capitalismo.

“Esas corporaciones mediáticas sólo pueden enfocar al cambio climático desde su perspectiva que es la del negocio. Por eso no se puede avanzar. Porque siempre hay la necesidad de que se produzca bajo cierto parámetro de rentabilidad capitalista”, planteó el también arquitecto.

***

–¿Qué resistencias identifica frente al modelo económico en el marco de la crisis climática? Algunos defensores ambientales son asesinados o amenazados, pero qué potencial transformador tienen.

–En la publicación hay una descripción de diversas resistencias que están ocurriendo a nivel Latinoamérica y en México en particular. El propósito de su enumeración es darle más visibilización, porque son dispersas, fragmentadas e invisibles para la opinión pública. Se reproducen en diferentes terrenos. En México, en el 2019 la Semarnat reconocía cerca de 600 conflictos socioambientales por minería, agua, bosques, semillas. Estimo que el número es bajo por lo que conocemos que está ocurriendo en el conjunto de la sociedad. Pero a parte de esas resistencias que son territoriales de pueblos y comunidades que resisten el despojo, hay otras resistencias de tipo sectorial que forman parte de la sociedad civil. A mi juicio, son de un alto potencial de transformación a condición de que se produzca una articulación cada vez mayor de éstas. Por ahora, se están produciendo articulaciones parciales como es el caso de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) que integra a decenas de organizaciones locales en resistencia contra la minería y que sistemáticamente denuncia las represiones de las que son objeto, así como las persecuciones y los asesinatos. Le asigno un alto potencial transformador igual con relación al cambio climático. Si hay una reserva en el país que puede auspiciar un comportamiento diferente, está en pueblos, comunidades y organizaciones de la sociedad que reclaman un mundo diferente.

Estamos en un proceso de extinción de la vida en el planeta. Cada tanto hay reportes de la cantidad de flora y fauna que ha desaparecido, de lo que está en riesgo y la pandemia nos ubica en nuestra realidad precisa de que también hay extinción de vida humana. Son millones los que han muerto a nivel mundial a raíz de la pandemia. No se ve que institucionalmente, a nivel global ni local, haya esfuerzos sostenidos para frenarlo. La carga mayor recae sobre la sociedad a partir de los jóvenes que reclaman en Europa o sobre los pueblos y comunidades.

–En el libro se aborda el andamiaje legal que permite el despojo de recursos naturales. Se me ocurre la Ley Minera de 1992. Justo ahora en México estamos en el debate sobre quién debe explotar los recursos energéticos. ¿Qué opinión le merece?

–En el libro describo los tres soportes de la hegemonía neoliberal que son el capital financiero, la institucionalidad que se construye y las corporaciones mediáticas. El desmontaje de esa hegemonía implica actuar sobre los tres frentes. El capital financiero y el poder económico funcionan con alto grado de concentración a escala mundial, nacional y regional. Esa hegemonía produce a lo largo de 40 años una transformación del soporte legal de cada país como cambios institucionales, en las leyes y no sé si decir cooptación o alineamiento del poder político en relación a esa hegemonía. El andamiaje jurídico de nuestros países responde a esa hegemonía. En ese contexto, la iniciativa que está tomando el Gobierno de México de modificar los artículos 25, 27 y 28 está bien en su sentido último de corregir los cambios que se hicieron en el 2013. Ahora, estamos en proceso de análisis de los detalles de la reforma. No puedo pronunciarme totalmente. Me preocupan un par de cosas. Entiendo que la producción de energía es estratégica para el país y que debe tener una firme rectoría del Estado. Pero con un sentido contemporáneo. Me preocupa que no se le dé peso a la producción de energías renovables y que pudiera haber un acento en continuar usando energías fósiles, cuyo uso va a ser necesario por muchos años, pero planteado desde una perspectiva de irlo reduciendo su uso y sustituyendo con renovables. Hay un cuestionamiento a la forma en que se está produciendo la energía renovable y tiene una explicación en el hecho de que su entrada fue un tanto compulsiva y con sentido depredatorio. Me refiero tanto a la solar como a la eólica. No es casual que en la región del Istmo pueblos y comunidades se estén resistiendo porque supone una situación de despojo y de alteración de las formas productivas y de las relaciones sociales. No es por esa vía.

Eso no descalifica a la energía en sí mismo, descalifica el método que se ha seguido. Ahí es necesario establecer una regulación diferente. Pero no veo indicio de que se impulse la producción nacional de energía eólica o solar. Tiene que haber un apoyo mayor y eso sólo se puede hacer con inversión privada y estatal para desarrollo de empresas nacionales en la producción de esa energía y otras como la geotérmica o hidráulica. La hidráulica merece algunas consideraciones, sobre todo cuando se trata de construir presas. Si las presas no están bien dimensionadas y consensuadas con pueblos y comunidades, pueden producir afectaciones tanto a la biodiversidad como a las formas productivas tradicionales y a las relaciones socioculturales de los lugares donde se instalen. Tenemos varios ejemplos de resistencia, como las comunidades de Macapulín para bajar el tamaño de la cortina de la presa porque lleva a la desaparición de tres pueblos. No se trata de eso. Pero las hidroeléctricas son energías limpias y dentro de determinadas consideraciones pueden funcionar. Todo eso es una nebulosa en ese momento. No tengo objeción con relación a la iniciativa, pero no tengo claro hacia dónde apunta.

–Pasando a otro tema expuesto en el libro: la ciudad. Me gustaría que abundara en cómo la contaminación de las urbes no sólo surge de los autos sino también del boom inmobiliario.

–Las dos fuentes de emisión de gases de efecto invernadero más importantes a nivel de las ciudades son los automóviles y los grandes edificios tanto en el proceso de construcción como en su funcionamiento posterior. Hay estimaciones que indican que un 38 por ciento de la emisión de gases corresponde a los grandes edificios. Es necesario una fuerte regulación por parte del Estado. Un aspecto que está en discusión para la Ciudad de México son los instrumentos de planeación propuestos y que están sometidos a una discusión muy fuerte, sobre todo el Programa de Reordenamiento Territorial para la Ciudad. No está claro en apuntar en un proceso de reducción de gases de efecto invernadero. Sabemos que hay una preocupación del Gobierno de la Ciudad en ese sentido, pero también hay muchos intereses en juego.

Esta ciudad fue entregada al capital inmobiliario financiero que del 2000 para acá ha determinado cómo crece, hacia dónde y para quién. Y tenemos el desastre que hoy tenemos. Ha habido un intento de regularlo, pero es un poder económico financiero muy fuerte. Es muy difícil de regular. Igual que el vinculado a la industria automotriz. Por más que se propicie el transporte público –que me parece muy bien– hay otras medidas que deberían tomarse para ser más difícil la invasión automovilística en la ciudad. La ciudad está siempre al borde del colapso y es parte de este proceso del que hablamos.

Por otro lado, muchos creemos que es necesario iniciar un proceso de desurbanización, es decir, apuntalar el desarrollo del país de modo tal que la gente no migre a la ciudad. Eso implica mucha inversión y otra concepción del desarrollo del país. Si no, la naturaleza nos va a desurbanizar a fuerzas, como ha ocurrido en el cerro del Chiquihuite con el deslave. O como está ocurriendo con las cada vez más frecuentes inundaciones que estamos sufriendo. En Querétaro las últimas inundaciones han sido en barrios y colonias relativamente nuevos. Hay una desconsideración de dónde se producen los asentamientos o hay una respuesta de la naturaleza que busca encontrar su espacio nuevamente. Si no tenemos en cuenta eso, seguiremos caminando hacia el desastre o hacia colapsos más generalizados. Yo planteo que en el territorio nacional y en las ciudades debe haber una relación armónica entre las necesidades de los seres humanos, las actividades económicas y el medio natural. Si eso se sigue alterando, vamos a seguir alimentando el desastre. A nivel de territorio nacional, el “desarrollo” ha estado subordinado a las necesidades globales. Se concesiona el país para diversos extractivismos –el 30 por ciento– y luego se construye toda la infraestructura para esos extractivismos, no en función de las necesidades del país ni de su población. Carreteras, líneas de alta tensión, hidroeléctricas, gasoductos, todo en función de extraer recursos naturales y sacarlos al exterior. Con ese sentido se ha diseñado toda la infraestructura del país y se sigue con ese enfoque: el Tren Maya, el Corredor Transístmico, otro corredor que pretende unir Mazatlán con Canadá atravesando todo Estados Unidos. Todo eso está en función del libre intercambio del comercio, no en función de las necesidades de los pueblos. Eso se reproduce en la ciudad. La ciudad se desenvuelve en función de las necesidades del capital financiero y de necesidades globales como instalación de edificios corporativos de grandes centros financieros para poder funcionar globalmente. Tenemos una ciudad de punta y de tercer mundo con altas segregaciones social, espacial y disfuncionalidad. Corregir todo eso implica un enfoque distinto incluso de la sociedad. Hay muchas organizaciones que resisten lo que está, pero que les cuesta trabajo proponer lo posible.

–Respecto a uno de los pilares de la hegemonía neoliberal, ¿cómo evalúa la cobertura de la crisis climática por parte de las grandes corporaciones mediáticas?

–No la evalúo, pero la puedo describir. Las corporaciones mediáticas, igual que el capital financiero, funcionan con un alto grado de concentración. Hay seis grandes corporaciones que controlan el 70 por ciento de las audiencias a escala global y tienen influencia sobre el resto. A nivel latinoamericano son cinco grandes corporaciones que controlan lo que ven y oyen 650 millones de habitantes, y en México son tres: Televisa, Azteca y América Móvil. Esas corporaciones sólo pueden enfocar al cambio climático desde su perspectiva que es la del negocio. Por eso no se puede avanzar con el cambio climático. Porque siempre hay la necesidad de que se produzca bajo cierto parámetro de rentabilidad capitalista. Si no hay una profunda corrección a esa rentabilidad, no tiene salida esto. Vamos a continuar en este camino al colapso, a la extinción. Las corporaciones mediáticas juegan un papel muy importante en varias cosas. Una en sublimar el libre mercado como la forma de organización de la vida con la exclusión de otra forma. La otra es la de construcción de subjetividades que abonan al individualismo, el consumismo y varios ismos más. Hemos atravesado en la ciudad las dificultades para alinear a buena parte de la sociedad en las restricciones que había que poner para controlar la pandemia. El individualismo que nos atraviesa como sociedad dificultó por mucho dar una respuesta colectiva. Hay una parte de la sociedad que sí respondió, pero hay una parte muy importante que siguió amontonándose en centros comerciales y espacios públicos transgrediendo normas básicas que implica no reconocer la importancia del otro. Todo eso es alimentado por las corporaciones mediáticas como construcción de subjetividad. En este contexto, el cambio climático es una fantasía que no existe, la pandemia también era una fantasía que no existía, aun para buena parte de la autoridad. Eso dificulta mucho el proceso de corrección y un cambio cada vez más profundo. El cambio climático no hay duda que nos está afectando con las sequías, con las inundaciones, con los incendios, con los deslaves…

–El otro personaje mencionado en el libro es el crimen organizado. ¿Qué papel juega en la sobreexplotación de los recursos naturales?

–Está presente en diversas formas de extracción. El crimen organizado es benéfico y funcional al capitalismo, porque interviene no sólo en todas las modalidades extractivas –hay incidencia en varias regiones mineras del país, la tala– sino también en el lavado de dinero. Hay una enorme parte del capital financiero que proviene del crimen organizado y eso le da capacidad de penetrar en diferentes empresas, en diferentes formas de lavado y en distintas actividades de la vida económica. Tenemos enquistado al crimen organizado en las instituciones, en el poder político y no sólo en el poder económico financiero con control territorial. Su desmantelamiento o contención no es una tarea sencilla y no veo que se esté abordando de manera integral. Ese es uno de los poderes que hay que desmontar para cambiar lo que está ocurriendo en nuestros países.

–Finalmente, Carlos, el título del libro dice “extinción”, pero también “rescate”. Considerando la dimensión real del problema que vemos ahora con sequías e inundaciones, ¿estamos a tiempo de mitigarlo?

–Estamos a tiempo. Uno de los propósitos del libro es tratar de abonar a la generación de conciencia tanto de los riesgos que tenemos en el proceso de extinción como las posibilidades que tenemos de solventar este proceso y entrar a un rescate de la mano de la sociedad. Es articular los esfuerzos que se están haciendo, de incrementar las formas organizativas de la sociedad y de hacer conciencia. Sí lo creo, sino lo hubiera titulado de otra manera como “Hacia la extinción” o algo por el estilo. Pero esto es una disputa por la vida. Por la vida de nosotros y del planeta. Pero no estamos solos, hay mucha gente desde Greta Thunberg en Europa hasta las comunidades de los indígenas del sur del continente.

La crisis climática, una “nueva pandemia”, denuncian líderes de AL en cumbre virtual

jueves, septiembre 9th, 2021

Los líderes de América Latina y el Caribe discutieron sobre la crisis climática y las acciones que deben tomarse para evitar mayores afectaciones a futuro.

Redacción América, 9 sep (EFE).- La crisis climática es ya una “nueva pandemia” y su “reloj de destrucción” del planeta sólo se detendrá si los países destinan dinero, tiempo y recursos humanos a la transición hacia la energía renovable, concluyeron este miércoles líderes de América reunidos en una cumbre virtual.

Durante el “Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas”, los Presidentes y Ministros de siete países de Latinoamérica y el Caribe hicieron énfasis en la urgencia de diseñar mecanismos innovadores que hagan posible una acción climática “efectiva” en esta parte del mundo y una recuperación económica pospandemia.

En ese sentido y al pronunciar el discurso de apertura del encuentro, el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, propuso que “las lecciones aprendidas” con las vacunas durante la problemática que generó la COVID-19 se apliquen “a la siguiente pandemia que ya se padece, la del cambio climático”.

A juicio del mandatario argentino, “no hay una crisis ecológica ajena a la crisis social y a las necesidades de replantear los pilares de la arquitectura financiera internacional”, por lo que “la riqueza en el mundo debe ser ponderada desde una nueva visión y no con una sensibilidad centrada en otras cosas que no sea el medioambiente”.

LOS PODEROSOS DEBEN AYUDAR MÁS

A la cita medioambiental de hoy, que precede a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), que se realizará en octubre en Escocia, acudieron representantes de Argentina, Colombia, Barbados, Chile, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

Asimismo, estuvieron el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y el enviado especial para el Clima de EU, John Kerry, entre otros líderes regionales.

Precisamente, Guterres pidió apoyo para América Latina y el Caribe en su transición a la energía renovable y llamó a donantes y bancos a que dediquen la mitad de sus fondos de lucha contra la crisis climática a la adaptación de los países en desarrollo.

“La adaptación sigue siendo la mitad desatendida de la ecuación del clima, con sólo un 21 por ciento de la financiación dedicada a ello”, subrayó el diplomático, que indicó además que los países en desarrollo necesitan 70 mil millones de dólares al año para lograrlo, una cifra que podría “cuadriplicarse al final de esta década”.

En el mismo sentido se pronunció el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, quien solicitó mirar hacia un “nuevo contrato global” contra la crisis climática y afirmó que es necesario un mayor compromiso de los responsables de las emisiones contaminantes.

Contaminación de varias fábricas. Foto: EFE

“Tenemos que cambiar. Es clave hacer nuestra parte, pero que también los países desarrollados, el G20, hagan su parte, si no estaremos fracasando”, expresó.

Como prueba de lo anterior, Alvarado recordó que mientras Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Irán, Rusia, India, Alemania, Arabia Saudí y Canadá concentran la mayor cantidad de emisiones, Centroamérica y el Caribe es la zona más vulnerable a los desastres naturales extremos por el cambio climático.

Por ello, la Ministra chilena de Medio Ambiente y presidenta de la COP25, Carolina Schmidt, llamó a los grandes emisores a enfrentar la realidad “con la responsabilidad y sentido de urgencia que la sociedad, la ciencia y la vida en el planeta demandan”.

Para Schmidt, la actual crisis es “el mayor desafío” que tiene esta generación, por lo que enfrentarla resulta un “imperativo ético, social y económico”, ya que “no hay sector, industria o actividad que no se vaya a ver profundamente impactado”.

La idea fue secundada por el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, quien abogó por un fortalecimiento de la financiación a los países en desarrollo, al tiempo que exigió a las naciones que por sus dimensiones y potencialidad industrial tienen un mayor impacto en el calentamiento global y sus perniciosas consecuencias, que ejerzan su “responsabilidad”.

Sin esa “visión, o comprensión, el avance será cuando menos minúsculo”, precisó.

PROPUESTAS DE AMÉRICA PARA EL MUNDO

A la hora de hacer propuestas que trasciendan las fronteras a favor de la lucha contra la crisis climática, el Presidente de Colombia, Iván Duque, solicitó la “conmutación o condonación efectiva de créditos” para los países de América Latina que cumplan sus metas climáticas, debido a su limitada capacidad fiscal para atender las emergencias derivadas de la pandemia del coronavirus.

Un paso más allá en el compromiso de transformación dio la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, quien comentó que el plan de su país para 2030 es convertirse en el primer Estado insular libre de productos fósiles.

“La meta es llegar a cero. Esto se logra con inversiones, energías renovables y la transición al uso de vehículos eléctricos”, aseguró.

Con contundencia y al dar por finalizado el encuentro de este miércoles, el Canciller argentino, Felipe Solá, insistió en que la acción por el clima “debe ser común” y las decisiones “tienen que ser de todos” para que exista “una conciencia capaz de presionar (…) a los más contaminadores”.

ULTIMÁTUM CLIMÁTICO

A pesar de las buenas intenciones de los participantes en el “Diálogo de alto nivel sobre acción climática en las Américas”, el Presidente de República Dominicana, Luis Abinader, denunció a lo largo de la jornada la desigualdad regional para acceder a financiamientos que permitan hacerle frente al cambio climático.

El Presidente de República Dominicana, Luis Abinader, denunció a lo largo de la jornada la desigualdad regional para acceder a financiamientos que permitan hacerle frente al cambio climático. Foto: Miguel Sierra, EFE

Esta realidad, apuntó, “debe ser un punto importante en la discusión de la recuperación poscovid ya que la creación de un mundo igualitario, inclusivo y resiliente al clima pasa necesariamente por impulsar el desarrollo compatible con la naturaleza para todos los países”.

De hecho, ahondó su homólogo de Panamá, Laurentino Cortizo, la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26) es la “última” oportunidad que tiene la humanidad para preservar el planeta y por tanto esa “reunión no puede fracasar”.

Kerry fue aún más enfático: “La naturaleza nos está gritando. Nos está enviando mensajes todos los días de que no estamos haciendo lo suficiente”.

La crisis climática multiplica por 5 los desastres en los últimos 50 años: OMM

miércoles, septiembre 1st, 2021

“La cantidad de fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos está aumentando, y esos episodios serán más frecuentes y graves en muchas partes del mundo como consecuencia del cambio climático”, indicó Petteri Taalas, jefe de la Organización Meteorológica Mundial.

Por Isabel Saco

Ginebra, 1 sep (EFE).- Los desastres se multiplicaron por cinco en el último medio siglo impulsados por la crisis climática y los fenómenos meteorológicos extremos que propicia, que causaron una media de 115 muertes y 202 millones de dólares perdidos al día (169.1 millones de euros), según el informe más exhaustivo sobre esta cuestión que se ha elaborado hasta la fecha.

Si bien esas cifras asustan, lo cierto es que gracias a la tecnología que permite emitir alertas tempranas y gestionar mejor los desastres, el número de muertes es casi tres veces menos ahora con respecto a medio siglo atrás, confirmó hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM), principal aval científico de este informe.

“La cantidad de fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos está aumentando, y esos episodios serán más frecuentes y graves en muchas partes del mundo como consecuencia del cambio climático”, dijo en una conferencia de prensa el jefe de la OMM, el finlandés Petteri Taalas.

El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, muestra un informe durante una conferencia de prensa en el Palais des Nations, en Ginebra, el miércoles 1 de septiembre de 2021. Foto: Pierre Albouy/Keystone vía AP

Ello significará más olas de calor, sequías e incendios forestales como los observados recientemente en Europa y Norteamérica.

Según los patrones analizados, los científicos proyectan que en amplias zonas de Asia y Norteamérica las temperaturas subirán y las lluvias serán más intensas en las próximas décadas.

Lo contrario ocurrirá de forma previsible en la cuenca del Mediterráneo, en el sur de África, en Australia y en determinadas áreas del continente americano, donde las sequías se acentuarán.

“Esto es una mala noticia en lo que se refiere a desastres y a la productividad agrícola”, señaló Taalas.

Es igualmente una mala noticia para las poblaciones que están más expuestas a las consecuencias devastadoras de estos desastres.

Actualmente, las víctimas de desplazamiento forzoso a causa de desastres son más que las causadas por conflictos armados alrededor del mundo, reveló la responsable de la ONU para la reducción del riesgo de desastres, Mami Mizutori, que acompañó a Taalas en la presentación del informe.

Mami Mizutori y Petteri Taalas. Foto: Pierre Albouy, EFE/EPA

Entre 1970 y 2019 (último año con datos globales) hubo en todo el mundo más de 11 mil desastres de orden meteorológico, climático o hidrológico, que en total ocasionaron dos millones de víctimas mortales y la suma astronómica de 3.64 billones en daños materiales.

De las muertes, más del 90 por ciento ocurrieron en países en desarrollo, con las sequías , las tormentas, las inundaciones y las temperaturas extremas como los desastres causantes -en orden descendiente- de las mayores tasas de mortalidad.

La tendencia, no obstante, es a una reducción de las muertes, como se observa comparando la media de 170 muertes diarias en las décadas de los setenta y ochenta, con las 90 de los años noventa, y las 40 en la última década.

Muy por el contrario, las pérdidas económicas no han hecho más que aumentar, pero esto se debe principalmente al aumento del volumen de bienes asegurados y al desarrollo de infraestructuras de mayor valor.

En esta fotografía de archivo del lunes 19 de julio de 2021, una mujer tira basura en el centro de Bad Neuenahr-Ahrweiler, Alemania, después de que las fuertes lluvias convirtieron pequeños arroyos en torrentes furiosos en partes del oeste de Alemania y Bélgica. Foto: Bram Janssen, AP

En esta foto de archivo del lunes 30 de agosto de 2021, un bombero monitorea el incendio de Caldor cerca de estructuras en South Lake Tahoe, California. Foto: Jae C. Hong, AP

Las tormentas han sido el fenómeno más devastador en términos de daños económicos (521 mil millones de dólares/440 mil 779 millones de euros), seguidas de las inundaciones (115 mil millones de dólares/97 mil 300 millones de euros).

Según los datos de la OMM, las pérdidas declaradas entre 2010 y 2019 fueron siete veces superiores a las registradas entre 1970 y 1979.

De forma sistemática, los países pobres han sufrido el mayor número de víctimas mortales, mientras que los que más pierden por el valor económico de los bienes afectados son las naciones ricas.

El primer caso lo ilustran los tres países donde ocurrieron los desastres de tipo meteorológico, climático o hidrológico más mortales: la sequía de 1983 en Etiopía, que dejó 300 mil fallecidos, y en Sudán, con 150 mil decesos.

Las víctimas de la sequía se sientan en el suelo en el campo de refugiados de Bati, en el extremo suroeste del área del desierto de Danakil en Etiopía, en noviembre de 1984. Foto: AP

En esta fotografía de archivo del domingo 29 de agosto de 2021, vista en una exposición de cámara prolongada, el incendio de Caldor arde mientras un telesilla permanece inmóvil en la estación de esquí Sierra-at-Tahoe en el Bosque Nacional Eldorado, California. Foto: Noah Berger, AP

Estados Unidos ocupa los primeros seis lugares de la lista de países donde se registraron las mayores pérdidas económicas por desastres, de los cuales el huracán Katrina fue el más costoso (163 mil millones de dólares/131 mil 914 millones de euros).

Le siguen los huracanes Harvey, Maria e Irma, todos ocurridos en 2017, y que causaron pérdidas por 96 mil, 69 mil y 58 mil millones de dólares, respectivamente, únicamente en EU.