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La Segob usó datos de 1960 y 1985 para justificar regalo de miles de millones a la prensa en 2018: ASF

lunes, marzo 2nd, 2020

En el sexenio del ahora ex Presidente Enrique Peña Nieto no hubo año en que el gasto en publicidad oficial respetara el tope legal aprobado por el Poder Legislativo. La Auditoría Superior de la Federación encontró que en 2018 la Segob fue laxa con las peticiones y autorizó ampliaciones con datos generados en 1960 y 1985.

Ciudad de México, 2 de marzo (SinEmbargo).- La Secretaría de Gobernación (Segob) aprobó, durante 2018, solicitudes de ampliación presupuestal para publicidad en medios de comunicación, bajo el argumento de “contingencia”, que sí está previsto en la Ley, pero con argumentos que no representaban “contingencia” alguna. De acuerdo con la Ley en la materia, las dependencias pueden solicitar más recursos para informar sobre alguna emergencia fortuita, pero la Segob autorizó ampliaciones con datos generados en 1960 y 1985.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que, a las irregularidades anteriores, se sumó que las dependencias federales no hicieron uso de los tiempos oficiales en los medios de comunicación, que están a su servicio para utilizarse en el transcurso del año.

De acuerdo con la revisión de la Cuenta Pública de 2018, elaborada por la Auditoría Superior de la Federación, la Segob –entonces al mando del priista Alfonso Navarrete Prida, quien fue titular del 10 de enero de 2018 al 30 de noviembre de 2018, luego de cinco años en las manos del también priista Miguel Ángel Osorio Chong– no se fijó en la justificación de las “contingencias” de las oficinas de Gobierno y aprobó los aumentos presupuestales.

La ASF encontró que la Unidad de Comunicación Social de Gobernación debió tener las justificaciones de las dependencias para comprobar que se trataba de emergencias, ya que, de no ser estrictamente para eso, debían estar contempladas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para ser aprobadas por la Cámara de Diputados.

“Debió incluirse en el proyecto de PEF 2018 para ser aprobado por la Cámara de Diputados y no requerirlo bajo un supuesto de carácter ‘contingente’ […] No se señalaron los criterios en que se basó la valoración para acreditar el incremento de los recursos presupuestarios con la documentación presentada por la Unidad de Comunicación Social”, concluyó el documento que hace unos días la ASF entregó a la Cámara de Diputados.

El 10 de enero de 2018, Alfonso Navarrete Prida se convirtió en el segundo y último Secretario de Gobernación en el sexenio de Peña Nieto. En la imagen, aparece con Miguel Ángel Osorio Chong, luego del mensaje que ambos dieron a funcionarios y trabajadores la dependencia. Foto: Saúl López, Cuartoscuro

En las observaciones descritas se infiere que la Dirección General de Normatividad de Comunicación (DGNC) de la Segob autorizó incrementos de recursos presupuestarios en las partidas presupuestales 36101 “Difusión de mensajes sobre programas y actividades gubernamentales” y 36201 “Difusión de mensajes comerciales para promover la venta de productos o servicios” en 20 dependencias, sin que se cumpliera con las especificaciones marcadas en la Ley.

Por tal razón, el 20 de enero de 2020, la ASF solicitó la intervención a la Secretaría de la Función Pública (SFP) para que realizara las investigaciones correspondientes y en su caso, las sanciones administrativas “derivadas de los actos u omisiones de los servidores públicos adscritos a los entes públicos siguientes: Lotería Nacional para la Asistencia Pública, Servicio Geológico Mexicano, Fondo de Cultura Económica, Liconsa, Consejo de Promoción Turística de México, Comisión Reguladora de Energía, Secretaría de Relaciones Exteriores, Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Secretaría de Marina, Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comisión Nacional del Agua y Consejo Nacional de Población”, por lo detectado en las “justificaciones”.

Los sobreejercicios en el presupuesto del gasto público fueron la constante. En 2013, la variación entre el presupuesto ejercido respecto del aprobado es superior en casi 50 por ciento, en 2014 fue de 35 por ciento, en 2015 de 80 por ciento, para 2016 de 133.58 por ciento más y en 2017 se gastó 200 por ciento más, 7 mil 160 millones 622 mil 278 pesos extras.

LAS “CONTINGENCIAS”

La ASF enlistó los argumentos para pedir más dinero para la publicidad. Por ejemplo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), pidió dinero para el Programa de Protección, Atención y Defensa de los Mexicanos versión pasaportes, lo que debió incluirse en la propuesta de Presupuesto si es que en realidad se necesitaba, pero que no significó una contingencia.

Pasó lo mismo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), que dijo que quería más dinero para el “reforzamiento de la difusión del programa de ahorro voluntario y el programa de atención a trabajadores”.

Lotería Nacional (Lotenal) pidió dinero a la Segob para la “Difusión de mensajes comerciales para promover la venta de productos o servicios” porque quería “generar mayores ingresos”. Segob autorizó a pesar de que no informó cómo llevaría la difusión de mensajes comerciales ni las líneas de acción de la estrategia de ventas para generar mayores ingresos.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) solicitó la ampliación de presupuesto las campañas “Difusión de mensajes sobre programas y actividades gubernamentales” para la campaña “Leales por México”, versiones “Nos preparamos por ti”, “Siempre cerca de ti”, “Reconstruyendo a México” y “Más allá de México”.

La dependencia argumentó que el dinero era para una “contingencia”, dada la magnitud de los eventos hidrometeorológicos de la temporada y se lo aprobaron, aun cuando se presentó información de fenómenos naturales pasados y cuya temporalidad de ocurrencia no se encontraba determinada; por lo tanto, debió incluirse en el proyecto de PEF 2018 y no requerirlo bajo un supuesto de carácter “contingente”.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) solicitó ampliación para la “Difusión de mensajes sobre programas y actividades gubernamentales” para las campañas “Desarrollo Productivo del Campo Mexicano”, pero la Segob no tuvo la “constancia de valoración” y autorizó “sin evidencia justificativa y comprobatoria de la valoración”.

El Servicio Geológico Mexicano (SGM) pidió para la “Difusión de mensajes comerciales para promover la venta de productos o servicios”, cuando el monitoreo sísmico es su actividad sustantiva. No informó cómo llevaría la difusión de mensajes comerciales o las líneas de acción de la estrategia de ventas para “generar mayores ingresos”. Pero el gasto se le autorizó.

El Fondo de Cultura Económica (FCE) pidió también bajo el argumento de la “Difusión de mensajes comerciales para promover la venta de productos o servicios”. Tampoco indicó las formas de cómo lograrlo.

La Secretaría de Marina (Semar) dijo a la Segob que quería difundir mensajes sobre programas y actividades gubernamentales para la campaña “La Marina cerca de ti, versión: en la tierra, en el aire y en el mar” y atender una situación de carácter “contingente”, citando datos del sismo de 1985 y el tsunami generado por este, que causaron miles de decesos y daños por varios miles de millones de dólares. La Segob le autorizó el aumento presupuestal con antecedentes documentales que datan, justo, de 1985.

“La Marina cerca de ti, versión: en la tierra, en el aire y en el mar” fue la campaña para la que Semar pidió más dinero a la Segob y así atender una situación de carácter “contingente”, citando datos del sismo de 1985 y el tsunami generado por este. Foto; Cuartoscuro

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) también alzó la mano y pidió dinero para “Difusión de mensajes sobre programas y actividades gubernamentales” para la campaña “Prevención de accidentes laborales”. Argumentó que era una “contingencia para reducir accidentes y enfermedades en los centros de trabajo”, con estadísticas de años anteriores. Aun así, la Segob autorizó la ampliación del dinero público a esa dependencia.

La Semarnat dijo que necesitaba dinero para la campaña “Protección de los Océanos”, versión “Mares y costas de los océanos”, por “contingencia por la contaminación de mares y costas, consecuencias de la contaminación marina de los océanos en México, el cambio climático y el tráfico ilegal de especies”. Presentó documentación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)… pero de 1960.

En este caso, la Auditoría Superior de la Federación advirtió que una información de 1960 no significaría contingencia alguna, pero la Secretaría de Gobernación decidió otorgar ese dinero.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) pidió más dinero para la campaña “Inversión con la Reforma Energética”, versión “Reforma Energética”, con vigencia del 12 de febrero de 2018 al 29 de marzo de 2018, y la campaña “Gas LP”, versión “AmiGasLP, AmiGasLP Etapa 2”. Esta oficina no sustentó las razones de su “contingencia” y tampoco hubo necesidad: la Segob le autorizó gastar el dinero público.

Finalmente, de la revisión a la documentación proporcionada a la ASF, no se encontró evidencia de las dependencias que solicitaron acceso a tiempos oficiales para la difusión de sus campañas, siendo que éstas ejercieron recursos presupuestarios para actividades de comunicación social en radio y televisión.

En esto incurrieron el Conapred, Conavim, el INM, la Policía Federal, la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la Sedena, la Semar, la Sedesol, el Fondo Nacional para las Artesanías y Liconsa.

El Día Mundial del Rock se celebra hoy a 34 años del primer “Live Aid”

sábado, julio 13th, 2019

Hoy se celebra el Día Mundial del Rock que surgió desde hace 34 años cuando se realizó uno de los más grandes conciertos del género en la época por una causa humanitaria: el “Live Aid”.

Live Aid, en 1985. Foto: AP.

Live Aid, en 1985. Foto: AP.

Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).- El día mundial del rock surge desde el primer “Live Aid”: dos conciertos realizados simultáneamente, en Estados Unidos e Inglaterra. Estos escenarios congregaron a los más grandes artistas de rock y pop bajo una sola causa: contrarrestar los daños de la hambruna en Etiopía.

En 1984, una de las más grandes sequías azotó a Etiopía, Africa y dejó una de las más grandes crisis humanitarias, ya que murieron alrededor un millón de personas por la hambruna.

 

El escritor, cantante y músico, Bob Geldor, después de visitar Etiopía, Africa, convocó a múltiples artistas para realizar un concierto con la finalidad de recaudar fondos que ayudaran a contrarrestar la situación que sufrían.

Bandas y artistas como Queen, U2, David Bowie, Led Zeppelin, Elton John, Madonna, Black Sabbath, Ozzy Osbourne, Neil Young, The Who, INX Paul McCartney, Mick Jagger, Judas Priest Duran Duran participaron en los dos conciertos que se realizaron el 13 de julio de 1985 manera simultánea en Estadio Wembley (Londres, Inglaterra) y en el estadio John F. Kennedy (Filadelfia, Estados Unidos).

El Live Aid fue marcado como un es el concierto icónico y paraguas en la historia musical debido al éxito que obtuvo por reunir a tantos famosos por una causa y que fuera uno de los eventos más vistos a nivel mundial al ser transmitido, vía satélite, en 72 países con una audiencia mil 500 espectadores.

El concierto recaudó más de 100 millones de dólares que fueron destinados a Etiopía.

TEATRO | Los Hijos También Lloran: la vida es una tragicomedia

domingo, marzo 25th, 2018

1985, un año que marcó la historia del país entero y personalmente, del actor Andrés Zuno, quien vivió la muerte de su padre con más preguntas que respuestas. Esta obra relata esa historia, rodeada de peinados altos, acetatos y telenovelas.

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo) ¿Por qué se muere la gente?, ¿cómo se mueren?, ¿por qué se murió si no estaba enfermo?, ¿entonces no va a venir por mí el sábado? Las preguntas de un niño ante la pérdida de su padre, en una edad en la que lo que más le importa es reproducir sus canciones favoritas y sentirse una estrella de la televisión.

Era el año de 1985, Timbiriche estaba en su apogeo, las telenovelas eran un fenómeno y el terremoto pasó por la Ciudad de México cambiando su imagen y la vida de todos sus habitantes, igual que la muerte de su padre a Andréz Zuno, protagonista y guionista de la obra.

El actor se interpreta a sí mismo en la infancia y en la adolescencia, mientras cuestiona a su madre sobre las diversas causas que pudieron dar muerte a su padre. Todo esto rodeado de la más pura estética ochentera con los peinados tan grandes como las hombreras de un saco, mucha música y televisión.

Magazine platicó con Montserrat Marañón, una de las actrices de la obra, sobre “Los Hijos También lloran”.

– ¿Qué va a ver el público en el escenario?

– Van a ver una historia que surge en la década de los 80, entonces todo está ambientado de tal manera que se va a recordar esta época, todos los sucesos importantes pero también lo que hay alrededor, de las telenovelas icónicas que nos marcaron a todos, en las que México se paraba a ver el final de Cuna de Lobos, en fin, es una historia que los va a conmover pero también los va hacer recordar mucho de su vida.

– ¿Qué la hace importante en este 2018?

– Es una historia que nos va a conmover, que nos va a hacer reír, nunca está mal recordar de dónde venimos, nuestra infancia. De alguna manera esto siempre va a sentar un precedente en el futuro y es un buen momento para divertirnos, reírnos y para estar felices en un momento en el que México la está pasando mal en muchos sentidos y esta es una obra que nos hará evocar una infancia diferente a la que ahora existe.

– ¿Cómo ha cambiado en este tiempo la industria del entretenimiento?

– Ahorita hay diversidad, lo que antes no había. Antes veíamos solamente una película o dos, no existían los complejos de cine como los que hay ahora. Antes tardaba mucho más en llegar la música, el cine, la cultura de otros países, ahora tenemos el acceso al internet, todo es más inmediato.

También es muy curioso ver cómo se entretenía la gente, con las telenovelas y ahora imagina competir con Netflix, no hay punto de comparación, cambia muchísimo el panorama y resulta muy curioso ver cómo era antes.

– ¿Qué tipo de público los ha ido a ver?

– Aunque no hayan vivido en esa época también las referencias te pegan justamente por esa curiosidad que da de cómo era antes. Por otra parte, la gente que tiene frescos los 80’s, que creció con esa referencia emocional y siento que para ese público existe una añoranza, una empatía diferente a la gente que no lo vivió, pero aún así es chistoso ver la historia de un niño que ha estado sumergido ahí.

No debemos de olvidarnos de que es la historia de Andy Zuno y es una biografía muy dolorosa, como todas, todos tenemos historias terribles que contar, pero esta definitivamente nos va a conmover y ver las cosas desde otro punto de vista.

-¿Qué lugar tiene el teatro en la cultura mexicana?

– La oferta de la Ciudad de México es enorme, tenemos una de las carteleras más grandes de todo el mundo. Y eso de pronto no lo podemos reconocer o no nos damos cuenta de la gran cantidad de variedad de géneros y gustos, hay para todos los colores y sabores que se nos antojen. Lo inmediato nos ha hecho perder esta dimensión del teatro, eventualmente preferimos quedarnos en casa a ver una serie de televisión que ir al teatro y nos perdemos de muchas cosas, creo que hay que regresar. La ciudad en algunos lugares puede ser peligrosa, nos ha hecho perder grandes espectáculos de teatro, es hora de voltear a verlo de nuevo, son enormes las opciones que tenemos y no hay que dejar que se mueran.

Andrés Zuno recrea parte de su infancia y adolescencia. Foto: Especial

Temporada: Del 2 de febrero al 29 de abril 2018

Lugar: Teatro Milán, CdMx

Horario: Viernes 21.00 hrs
Sábado 18.00 y 20.00 hrs
Domingo 17:30 y 19.15 hrs

Costo: Zona A $500.00 (planta baja)
Zona B: $400.00 (planta baja)
Balcón $300.00 (planta alta)

Elenco: Ludwika Paleta, Andrés Zuno, Pablo Perroni, Montserrat Marañón y Hamlet Ramírez

Dramaturgia: Andrés Zuno

Dirección: Lorena Maza y Álvaro Cerviño

Productores: Lorena Maza, Andrés Zuno,  Claudio Sodi y Ludwika Paleta.

¿Por qué el sismo dañó tanto la Cdmx? Fue su furia, el suelo y el fraude: especialistas de la UNAM

domingo, octubre 1st, 2017

Tras la tormenta no llega la calma. Se erige la duda: ¿por qué hubo tantos daños materiales en la Ciudad de México tras el sismo de 7.1 grados del martes 19 de septiembre?

Para ingenieros y sismólogos de la UNAM, la causante de los estragos fue un coctel de circunstancias especiales que incluyen la locación y profundidad del epicentro sísmico; la intensidad de “las sacudidas” de la superficie tras el temblor; el tipo de suelo; el tamaño de las construcciones, además de las posibles violaciones a los reglamentos de construcción de la capital mexicana, que se prestan a la corrupción y el fraude en el desarrollo de vivienda.

Más allá de las causas naturales, para la máxima casa de estudios en México existe algo tan claro como el agua: los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños bajo el cumplimiento de los vigentes criterios de resistencia estructural.

“Los daños observados se explican mejor con la falta de observancia de las normas, más que por posibles deficiencias en el Reglamento de Construcción actual”, refiere una de sus investigaciones.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El sismo del martes de la semana pasada dejó un saldo oficial de 11 mil 700 estructuras dañadas. Hasta ahora, al menos 500 de ellas tendrán que ser demolidas. No tienen reparo. Y el eco de la onda sísmica de 7.1 grados en la escala de Richter pervive entre preguntas: ¿Qué ocurrió el 19 de septiembre? ¿Por qué los edificios no aguantaron si el temblor no agravó tanto como el de hace 32 años? ¿Hubo deficiencias humanas? La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) responde.

De acuerdo con la máxima casa de estudios en nuestro país, es cierto. El terremoto de 1985 liberó 32 veces más energía sísmica que el del 19 de septiembre de 2017. Sin embargo, el reciente sismo, aunque a mayor profundidad [42 kilómetros más], ocurrió más cerca de la capital del país: 280 kilómetros más cercano que el de 1985.

Para los especialistas de la UNAM, el temblor del martes 19 fue atípico pero no extraordinario. Ello debido a que, en lugar de aflorar bajo las costas del Océano Pacífico porque dos placas tectónicas [la de Cocos y la de Norteamérica] chocaron entre sí –como es común, incluido el de 1985–, el movimiento telúrico se originó dentro de la Placa de Cocos [por debajo del Continente]. De ahí que fuera más profundo.

Circunstancias como estas hicieron que “las sacudidas en la Ciudad de México” fueran tan violentas, causando estragos en buena parte de la metrópoli. Y para los analistas de sismología e ingeniería de la UNAM, la causa de los daños registrados se debe a factores como la aceleración máxima del suelo producida por las ondas sísmicas [la intensidad de “las sacudidas”]; el tipo de suelo; el tamaño de las construcciones, además de las posibles violaciones a los reglamentos de construcción de la capital mexicana, lo que denota corrupción y fraudes en el desarrollo de vivienda en la capital del país.

Los especialistas plantean que, hasta el momento, no tienen indicios de que las fuerzas del diseño [es decir, los criterios de resistencia estructural] actualmente vigentes en el reglamento de construcción de la Ciudad de México se hayan excedido durante el sismo del 19 de septiembre de 2017. ”

“Por lo tanto, los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños”, afirman.

Pero, vamos por partes.

Localización del sismo del 19 de septiembre de 2017 (color rojo). Fuente: UNAM.

CAUSAS NATURALES DEL DAÑO

Uno de los parámetros que los ingenieros civiles utilizan para calcular la resistencia de los edificios, es la medición de la aceleración máxima (Amax) del suelo producida por las ondas sísmicas. O bien, la fuerza con que se mueven los suelos cuando tiembla.

Cuando ocurrió el sismo del 19 de septiembre de este año, en la Ciudad de México el suelo se movió con el doble de intensidad que hace 32 años. Las mediciones arrojaron que mientras en 1985 la Amax fue de 30 centímetros por cada segundo al cuadrado (gal), en 2017 fue de 57 gal.

Aunado a ello, refiere la UNAM, gran parte de la capital del país esta construida sobre el suelo blando de los que antes eran grandes extensiones de lagos, de modo que, cuando tiembla, los “sedimentos provocan una enorme amplificación de las ondas sísmicas en la Ciudad de México”.

Básicamente, gran parte de la ciudad es una gelatina enorme que vibra con el menor de los golpes. Y en palabras de los ingenieros y sismológicos, en colonias como la Roma, Condesa, Centro y Doctores, la amplitud de las ondas sísmicas “puede llegar a ser 50 veces mayor que en un sitio de suelo firme de la Ciudad de México”.

Sin embargo, indica la UNAM, “como las ondas también se amplifican en el suelo firme de la periferia, con respecto a lugares lejanos de la Ciudad de México, la amplitud en zona de lago puede ser de 300 a 500 veces mayor”.

Pero, ¿por qué hubo zonas con y sin daños?

Ésto se debe a que en algunas partes de la denominada “zona lago” [suelo blando] las Amax fueron menores que en 1985. Por eso, por ejemplo, el edificio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes [Delegación Benito Juárez] no se desplomó, pues en el lugar donde se ubica, la aceleración máxima del suelo fue menor que hace 32 años -91 gal en lugar de 160-.

En cambio, en zonas de alto riesgo como las de las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, partes de Tlalpan, Venustiano Carranza y partes de Xochimilco, las oscilaciones fueron inclusive más fuertes que durante el terremoto de 1985.

Según la zonificación sísmica de Protección Civil capitalina, las zonas con menor riesgo sísmico son las delegaciones Álvaro Obregón, partes de Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, parte de Miguel Hidalgo y Milpa Alta, además de Magdalena Contreras.

En resumidas cuentas, algunas de las afecciones materiales se deben a que los movimientos del suelo en la Ciudad de México “fueron muy violentos y, de cierto modo, comparables a los de 1985”. Ello a pesar de “haber sido provocados por una ruptura [falla geológica] mucho más pequeña”, pero que ocurrió mucho más cerca de la Ciudad.

Equipos trabajan en el rescate de víctimas en el Colegio Enrique Rébsamen. Ahí, de acuerdo con cifras oficiales, perdieron la vida 19 niños y siete adultos. Foto: AP

EDIFICIOS VIBRARON A DIFERENTE RITMO

El problema con los edificios no sólo radica en la calidad de su construcción, sino también, en la manera en que son afectados por las ondas sísmicas, mismas que pueden o no comprometer la estabilidad de la estructura.

Mientras más alta sea la construcción, será más vulnerable a las ondas de mayor duración. En cambio, los edificios bajos se ven más afectados por las ondas con periodos cortos de oscilación.

“Los sismogramas registrados muestran que la amplitud de las ondas sísmicas con períodos de oscilación menores a 2 segundos fue mucho más grande en 2017 que en 1985 [en promedio unas 5 veces], grosso modo, en toda la ciudad. Sorprendentemente, sucede lo contrario para ondas con períodos mayores de dos segundos, cuya amplitud fue mucho mayor en 1985 [hasta 10 veces mayor]”, explicó la UNAM.

Ésto implica que los edificios más bajos corrieron más riesgo de palidecer ante el sismo que las estructuras más altas, como los rascacielos.

En el mapa, la zona gris representa los lugares de terreno de transición [suelo blando que se vuelve sólido] en donde tembló de 0.5 a 1.0 segundos. Fuente: UNAM.

Por ejemplo, a la altura de Ciudad Universitaria (CU), donde el suelo es firme, los edificios de uno a 12 pisos de altura –dependiendo de la cercanía al epicentro– experimentaron una aceleración promedio de entre 119 y 188 gal, intensidad que al menos duplica la observada en 1985.

En el caso de los edificios de entre 12 y 20 pisos de altura en CU, la aceleración promedio fue 30 por ciento menor que hace 32 años -60 contra 85 gal-.

“El sismo de magnitud 7.1 dañó, en su mayor parte, estructuras relativamente pequeñas, de entre 4 y 7 pisos, a lo largo de una franja con orientación norte-sur dentro de la zona de transición [entre las zonas de suelo firme y blando] al poniente de la zona de lago. En contraste, las estructuras dañadas en 1985 fueron en su mayoría más grandes, con alturas de entre 7 y 14 pisos”, refieren datos del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

¿DEFICIENCIAS EN REGLAMENTOS DE CONSTRUCCIÓN?

Para la UNAM existe algo tan claro como el agua: los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños bajo el cumplimiento de los criterios de resistencia estructural, actualmente vigentes en el reglamento de construcción de la Ciudad de México.

Para la máxima casa de estudios mexicana, “los daños observados se explican mejor por la omisión en la observancia de las normas, que por posibles deficiencias en el Reglamento de Construcción actual”.

En el caso de las edificaciones previas al sismo del 85, la institución menciona que el reglamento de construcciones capitalino “no exige que las edificaciones antiguas sean reforzadas para resistir las fuerzas especificadas en las normas emitidas después de su fecha de construcción”. Por lo tanto, existe la posibilidad de que esas estructuras “hayan excedido las fuerzas de diseño con las que fueron proyectadas”.

De acuerdo con arquitectos consultados por SinEmbargo, además de fallas en cálculos y ejecuciones de obra, la corrupción es un mal que germina y desemboca, como en el caso del 19 de septiembre de este año, en la pérdidas humanas y materiales.

Largos y engorrosos procesos de obtención de permisos de construcción; el ahorro en costos a expensas de la calidad de los materiales utilizados en la obra; o daños previos no atendidos que llevan al colapso de estructuras, son algunos de los problemas de facto en la Ciudad de México.

El miércoles pasado, la directiva del Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles alertó sobre la necesidad de realizar peritajes rigurosos a las edificaciones de la Ciudad de México, especialmente en escuelas, desarrollos habitacionales, comerciales y mixtos.

“No se puede hacer un estudio a la ligera, al vapor […]. Un dictamen nos lleva trabajo de campo de aproximadamente cuatro horas y de gabinete probablemente cuatro horas o más. No podemos decir que se va a elaborar un dictamen si nada más recorre la casa y se hace el dictamen, eso no es válido, porque se debe realizar un trabajo minucioso”, se lee en una misiva del colegio.

Un ejemplo representativo de lo anterior es lo ocurrido en el Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la Delegación Tlalpan de la Ciudad de México, que a pesar de que en el papel parecía tener una estructura segura para resistir el sismo de 7.1 grados, colapsó privando de la vida a 19 niños y siete adultos.

En los últimos días, las autoridades capitalinas –llámese la delegación o el Invea– se han pasado la bolita por las presuntas irregularidades que presenta la escuela. Pero lo cierto es que el recinto educativo fue modificado con problemas de permisos –inclusive tenía documentos apócrifos para uso de suelo– y las revisiones a las instalaciones no atinaron en descubrir o en prevenir el siniestro.

¿Quién dio los permisos para modificar la estructura original de 1983? ¿Cuándo fue la última vez que el recinto fue revisado? ¿Quiénes son y dónde están los responsables?

La respuesta aún no llega, y no sólo para el Colegio Rébsamen sino también para los puñados de edificios modernos, que sin legítima razón, hoy se reducen a escombros. Y en ese contexto, grupos inmobiliarios como Dijon y Canada Building Systems –investigadas por la Delegación Benito Juárez por el colapso del edificio de Zapata 56–, entre otros, están obligadas a dar la cara.

Terremotos de este septiembre negro, los más destructivos desde 1985

domingo, septiembre 24th, 2017

Los tres terremotos ocurridos en este mes de septiembre superan en destrucción y mortandad, las catástrofes presentadas al menos en toda la década de los años noventa.

México, 24 de septiembre (EFE).- Los terremotos de los días 7, 19 y 23 de este septiembre negro están ya entre los fenómenos naturales de mayor mortandad en México desde los 20 mil fallecidos a causa del devastador sismo registrado el 19 de septiembre de 1985.

Con 421 muertos hasta el momento, estos tres terremotos superan ya las 400 víctimas fatales ocurridas en octubre de 1999 por el paso del huracán Pauline por los estados de Chiapas y Oaxaca, en el sur y sureste del país.

Los tres terremotos de este mes de septiembre golpearon principalmente a la Ciudad de México y a los estados de Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en el centro y sur del país.

El del 7 de septiembre (8.2 magnitud Richter) dejó 98 muertos en Oaxaca y Chiapas, el del 19 de septiembre (7.1 magnitud Richter) ha dejado 319 víctimas a las que se suman las cuatro provocadas por el temblor del 23 (6.1 magnitud Richter).

Entre los huracanes más devastadores registrados en México en los últimos 20 años se encuentran:

5-10 octubre 1997.- “Pauline” (categoría 4). Causó la muerte de más de 230 personas, cifra que Cruz Roja elevó a 400, y más de 150 mil damnificados. Tocó tierra en Chiapas y devastó el Puerto Escondido (Oaxaca).

Daños dejados por el huracán “Pauline”. Foto: Especial

4-6 octubre 1999.- Una depresión tropical provoca 341 muertos y casi 400 mil damnificados en los estados mexicanos de Puebla, Tabasco, Veracruz, Puebla e Hidalgo.

1-5 octubre 2005.- “Stan” (categoría 1). Toca tierra en San Andrés Tuxtla (Veracruz) y deja 82 muertos en México y la cifra se elevó a unos 2 mil con las víctimas por las afectaciones en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica.

Afectaciones que dejó el huracán “Stan”. Foto: Especial

13-19 septiembre 2013.- Manuel (categoría 1) impactó de forma simultánea con Ingrid (categoría 1), este desde el Atlántico, y ambos dejaron 157 muertos, 97 se produjeron en un alud en la comunidad de La Pintada, en Guerrero, y 1.7 millones de damnificados.

TERREMOTOS CON MÁS VÍCTIMAS DESDE 1985 EN MÉXICO

19 septiembre 1985.- Magnitud 8.1 Richter con epicentro en las costas de Michoacán (oeste). Provocó la destrucción de un tercio de los edificios de la Ciudad de México y dejó más de 20 mil fallecidos.

Edificio derruido por el terremoto de 1985 en la Ciudad de México. Foto: Especial

9 octubre 1995.- Magnitud 7.5 Richter con epicentro en los estados de Colima y Jalisco. 61 muertos.

Terremoto de 1995 Foto:Especial

15 junio 1999.- Magnitud 6.7 Richter con epicentro en las costas del Pacífico. 18 muertos, más de 200 heridos y 16 mil damnificados.

30 septiembre 1999.- Magnitud 7.4 Richter con epicentro en Oaxaca (sur). 39 muertos, 50 heridos y 250 mil damnificados.

Terremoto de 1999 con epicentro en Oaxaca. Foto: Especial

21 enero 2003.- Magnitud 7.6 Richter con epicentro en el estado de Colima (oeste). 30 muertos, 400 heridos y 30 mil damnificados.

7 septiembre 2017.- Magnitud 8.2 Richter con epicentro en el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca). 98 muertos

Casa derrumbada por el terremoto del 7 de septiembre de este año en Juchitán Oaxaca. Foto: Cuartoscuro/Tercero Díaz

19 septiembre 2017.- Magnitud 7.1 Richter con epicentro en los límites de los estados de Morelos y Puebla. 319 víctimas mortales, 181 de ellas en Ciudad de México hasta el momento.

Terremoto del 19 de septiembre de este año que afectó a numerosos edificios de la Ciudad de México. Foto: Cuartoscuro/Galo Cañas

23 septiembre 2017.- Magnitud 6.1 Richter con epicentro en Unión Hidalgo (Oaxaca). 4 muertos, dos en Ciudad de México.

La posibilidad de que temblara el mismo día y 32 años después, era de un 5%, dice geofísica de UNAM

sábado, septiembre 23rd, 2017

Al impacto emocional del fuerte terremoto del pasado martes que sacudió el centro de México se sumó el hecho de que era el 32 aniversario del destructivo sismo del 19 de septiembre de 1985 que quedó en la memoria de los residentes capitalinos como un gran desastre, ya que murieron alrededor de 20 mil personas.

Por José Antonio Torres e Isabel Reviejo 

México, 23 sep (EFE).-  La probabilidad de que se produzca un terremoto el mismo día y con 32 años de diferencia es del 5 por ciento en un país como México donde se registra una media de dos potentes sismos al año con una magnitud superior a 7 en la escala de Richter.

“Calculamos que las probabilidades son del 5 por ciento, aunque habría que matizar varios supuestos”, explicó a Efe Vala Hjorleifsdottir, investigadora islandesa del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al impacto emocional del fuerte terremoto del pasado martes que sacudió el centro de México se sumó el hecho de que era el 32 aniversario del destructivo sismo del 19 de septiembre de 1985 que quedó en la memoria de los residentes capitalinos como un gran desastre, ya que murieron alrededor de 20 mil personas.

¿Qué probabilidad hay entonces en que un fuerte sismo ocurra el mismo día con 32 años de diferencia?

Para explicar esta probabilidad, la investigadora toma como punto de partida la premisa de que en México suceden como media anual dos sismos mayores a una magnitud 7 en la escala de Richter, con lo que cada día “hay una probabilidad de 1 entre 730”.

El 19 de septiembre de 1985, el dolor, la tristeza, la incredulidad se veía en los rostros de los mexicanos al sentir el movimiento de la tierra durante más de 90 segundos, interminables. Foto: Pedro Valtierra/Cuartoscuro

Detalla que si se considera cualquier día resulta que la probabilidad de un temblor fuerte “no es muy alta”, pero que la misma se incrementa al tomarse en cuenta los muchos años que han pasado desde el ocurrido el 19 de septiembre de 1985.

“Si se juntan todas las probabilidades de todos los años de que en alguno de los 32 años haya pasado un evento grande el 19 de septiembre, llegamos al 5  por ciento de probabilidad, 1 en 20”, explica la investigadora, con siete años de antigüedad en el Instituto.

Sobre la posibilidad de que vuelva a ocurrir otro gran temblor en algún 19 de septiembre en el futuro, sostiene que es “claro que puede pasar y con la misma probabilidad del 5 por ciento”.

Hjorleifsdottir admite que estas probabilidades parten de “números muy pequeños” porque no se conocen bien las estadísticas (históricas), aunque precisa que en los últimos 100 años se han registrado más de 50 sismos de magnitud 7 y mayor.

Como punto de referencia, de comparación, la investigadora islandesa señala a un automovilista que si conduce poco la posibilidad de accidente es menor a manejar todos los días.

Más allá de las probabilidades de que un 19 de septiembre con 32 años de distancia se sucedieron dos grandes temblores, los eventos sísmicos, tienen muchas diferencias en su epicentro y la distancia de la zona más afectada.

El del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales con una magnitud de 8,2 Richter y con epicentro en el estado de Guerrero y dejó más de 20 mil muertos, la mayor parte en la capital mexicana.

Unos mil 500 edificios públicos, de los 70 mil existentes, se afectaron.Foto: Pedro Valtierra/Cuartoscuro

El ocurrido el 19 de septiembre se registró a las 13:14 horas locales con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos, y al momento ha dejado un balance provisional de 295 víctimas mortales, según el más reciente reporte de las autoridades.

Otro temblor volvió hoy, sábado, a sacudir el centro y sur de México con una magnitud 6,1 en la escala de Richter.

El movimiento telúrico se registró a las 07:53 hora local y su epicentro se localizó a 7 kilómetros al oeste de Unión Hidalgo, en el sureño estado de Oaxaca, la misma zona donde el 7 de septiembre pasado un terremoto de 8.2, el más poderoso desde 1932, causara 98 fallecidos.

Toda esta sucesión de temblores se explican, según la directora del SMN, Xyoli Pérez Campos, porque México “está en un contexto tectónico complicado” por la interacción de cinco placas tectónicas, las de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe.

Estas placas son segmentos de la corteza terrestre, a la que dividen como un rompecabezas, cuya interacción al desplazarse sobre un manto semilíquido y viscoso es una de las principales causas de terremotos.

A lo largo del siglo XX se produjeron en México 100 sismos de magnitud Richter de 7 o mayores, y desde el año 2000, el Sismológico Nacional ha notificado nueve temblores de magnitud Richter 7 o mayor, el más fuerte el del pasado 7 de septiembre pasado.

TOPOS REPITEN HAZAÑA 

Nacidos con el terremoto que conmocionó la Ciudad de México en 1985, los Topos Adrenalina Estrella se ven envueltos, 32 años más tarde, en otra tarea de rescate en la capital, en la que confían que puedan sacar personas con vida pese a lo complejo de la situación y de que el ritmo de trabajo es “lento”.

La coordinadora de esta brigada de rescate, Pola Díaz, lleva días trabajando en el edificio Álvaro Obregón 286, que colapsó por el sismo de magnitud 7.1 en la escala de Richter que se sintió el 19 de septiembre en el centro del país y que hasta el momento ha dejado 292 víctimas mortales, 154 en la capital.

Después de tantas horas, aún quedan alrededor de cincuenta personas bajo los escombros y los trabajos “se empiezan a complicar”, asegura Díaz en una entrevista con Efe.

La lluvia que ha caído en la ciudad “es un factor determinante”. Cuando llueve, hay que detener los trabajos, y aparece la “remota posibilidad” de que alguna parte del edificio derrumbe, por el agua que absorbe la construcción.

Continúan los labores de rescate y remoción en el edificio de Álvaro Obregón 286. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

Después de que los equipos de expertos de Israel y Japón hicieran un análisis del estado de la infraestructura al cumplirse las 72 horas del derrumbe y de que se hiciera un nuevo apuntalamiento de tipo metálico, el equipo de 16 topos trabaja, junto con los otros rescatistas, por encontrar vida entre los escombros.

Si las víctimas tienen “fortaleza física y espiritual” -asegura la coordinadora- “pueden darnos sorpresas”. Hasta el momento, cerca de 30 personas han sido rescatadas en el lugar.

Díaz espera que los trabajos se desarrollen “un poquito más rápido” porque su percepción hasta ahora es que “se ha estado trabajando lento”.

“Siento que el personal que tomó la emergencia es muy joven, que tiene muy buena teoría, capacitación, cursos, pero no tienen experiencia, lo que aprendieron lo están poniendo en práctica porque no hay edificios colapsados todos los días”, dice en referencia a los agentes de Protección Civil y Seguridad Pública.

Sostiene que esta falta de experiencia se traduce en que las tareas de rescate “no dan los resultados que espera la sociedad”.

La coordinadora cuenta que su agrupación tiene unos conocimientos más “prácticos” por haberse ocupado desde 1985 -cuando la tierra también tembló el 19 de septiembre- en este tipo de catástrofes.

Ella, por ejemplo, trabajó entre los escombros del Hotel Regis, que se derrumbó en la tragedia en la que murieron miles de personas.

Comparando la situación con la de hoy, la brigadista extraña la forma “rápida, organizada” de trabajar que había hace 32 años.

Además, “en el 85 ya se veía, pero ahora es más palpable esta lucha de poderes” entre lo local y lo federal, en las áreas de rescate y en la administración y coordinación.

Por otra parte, sí se han registrado mejoras, “definitivamente”, en temas de protección personal y en el campo tecnológico. El intercambio de información con otras instituciones, agrega, también ha generado valor.

En la Ciudad de México trabajan otras brigadas de Topos, como la Tlaltelolco y la Azteca. Los Adrenalina Estrella se quedaron únicamente en Álvaro Obregón 286, “debido a la cantidad de víctimas”.

Díaz relata que el primer día de trabajo “el acceso se dificultó un poco para los rescatistas”, porque no había información adecuada sobre los colapsos.

A día de hoy, continúan teniendo problemas puntuales, pero “no son de peso”, sino que están relacionadas con temas como la constante rotación del personal de seguridad que vigila los accesos y que en ocasiones no les deja acceder con facilidad.

Pese a esto, matiza, en la propia participación del rescate sí se ha notado que están “un poco restringidos”. “Como que puede más la presencia oficial”, reflexiona la rescatista.

 

Algunos de los sismos más destructivos en México desde el 19 de septiembre de 1985

miércoles, septiembre 20th, 2017

México ha padecido varios sismos altamente destructivos desde 1985 cuando un terremoto de 8 grados devastó a la Ciudad de México.

Ciudad de México, 20 de septiembre (AP).- Algunos de los sismos más mortíferos en México desde 1985:

19 DE SEPTIEMBRE DEL 2O17

El sismo de este martes cobró numerosas vidas en varias ciudades. Foto: Cuartoscuro/ Mario Jasso

Un sismo de magnitud 7.1 registrado en el centro de México remece la capital y provoca el derrumbe de edificios en zonas densamente pobladas matando a decenas de personas, dos semanas después de otro temblor mortal en el sur del país.

7 DE SEPTIEMBRE DEL 2017

Cientos de afectados que por el sismo de 8.2 grados han perdido sus viviendas y bienes materiales en Juchitan.
Foto: Tercero Díaz

Un terremoto de magnitud 8.1 golpea la costa sur de México, matando a más de 90 personas y dañando o destruyendo miles de casas y cientos de escuelas.

21 DE ENERO DE 2003

Un sismo de magnitud 7.8 golpea el oeste y el centro de México matando al menos a 28 personas, hiriendo a 300 y dejando a 10 mil sin hogar, muchas de ellas en el estado de Colima.

El sismo del 2003 dejó múltiples daños en Colima. Foto: Especial

30 DE SEPTIEMBRE DE 1999

En 1999 un sismo devastó Oaxaca. Foto: Especial

Un temblor de magnitud 7.5 mata al menos a 20 personas en el estado sureño de Oaxaca.

9 DE OCTUBRE DE 1995

En octubre de 1995 un sismo tuvo lugar en el Pacífico. Foto: Especial

Un terremoto de magnitud 8.0 cerca de Manzanillo, en la costa central del Pacífico, mata al menos a 51 personas.

19 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 1985
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Dos terremotos en el occidente de México, el primero de ellos con una magnitud de 8.0, matan al menos a 9 mil 500 personas en la Ciudad de México y partes del centro y oeste del país y causan graves daños en la infraestructura de la capital.

Fue un sismo inusual, de fractura interna, profunda y mucho más peligrosa, alertan, en el futuro

viernes, septiembre 8th, 2017

Los expertos del Servicio Sismológico Nacional de México recuerdan que la Ciudad de México está edificada sobre una planicie que fue un lago con mucha sedimentación, lo que favorece la expansión de las ondas sísmicas.

El sismo del día ayer fue inusual y uno de los más peligrosos que ocurren a causa de la rotura interna de una placa que los que se derivan del roce de dos de ellas, que son los más habituales, ya que, entre otros factores, “emiten más altas frecuencias”.

Por Mar Gonzalo

México, 8 sep (EFE).- El terremoto registrado la pasada noche en México y que se dejó sentir en buena parte de Centroamérica se produjo por la fractura interna de una placa tectónica, algo poco habitual y que suele ser más peligroso que el sismo provocado por el roce de dos placas.

Así lo explicó hoy en una entrevista con Efe la investigadora islandesa Vala Hjorleifsdottir, que lleva siete años trabajando en el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“El hecho de que haya habido por ejemplo menos daños que tras el terremoto de 1985 (de magnitud 8.1 en la escala Richter y que dejó miles de muertos y desaparecidos en Ciudad de México) se debe fundamentalmente a que el de la pasada noche (de 8.2) ocurrió a mucha más profundidad y más lejos” de la capital, apuntó.

En este sentido, los expertos del Servicio Sismológico Nacional de México, dependiente del Instituto de Geofísica de la UNAM, recuerdan que la Ciudad de México está edificada sobre una planicie que antaño fue un lago con mucha sedimentación, lo que favorece la expansión de las ondas sísmicas.

“Eso explica que aunque el epicentro ha tenido lugar muy lejos (de Ciudad de México), aquí la sacudida haya sido notable. El hecho de que la ciudad esté cimentada sobre tantos sedimentos hace que cuando llegan las ondas aquí se amplifiquen mucho”, detalló la sismóloga.

El sismo provocó que las familias salieran de sus casas en ropa de dormir, no se reportan daños. Foto: Moises Pablo, Cuartoscuro

El edificio Osa Mayor, ubicado en la colonia Doctores, fue uno de los más afectados por el sismo. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

En cualquier caso, la investigadora insistió en que, por lo general, son más peligrosos los terremotos que ocurren a causa de la rotura interna de una placa que los que se derivan del roce de dos de ellas, que son los más habituales, ya que, entre otros factores, “emiten más altas frecuencias”.

“Al parecer, este temblor rompió dentro de la placa”, lo que “no ocurre muy seguido, pero precisamente en Oaxaca (donde esta madrugada se registraron los mayores daños) ocurrió otro temblor de las mismas características, también de unos 8 grados y a una profundidad similar en 1931”.

En términos geológicos, los 86 años que han pasado desde entonces “no son nada” y todo hace pensar que “tarde o temprano” esa región verá “pronto” (también en “una escala de tiempo geológica”) episodios similares, explicó Hjorleifsdottir.

“Parece claro que en esa zona la placa está deformándose. No creo que vayamos a vivir tantos años como para verlo, pero sí es previsible un temblor similar”, porque el de 1931 y el de la pasada madrugada están “muy relacionados”.

En opinión de la experta, el hecho de que la ciudadanía mexicana esté muy familiarizada con los sismos y altamente concienciada sobre su peligrosidad ayuda a reducir los daños, aunque advierte del riesgo de que la saturación de alarmas pueda hacer que se baje la guardia.

Hotel Sensación y abarrotera del sur fueron los edificios que quedaron destrozados en su totalidad debido al terremoto en Oaxaca. Foto: Ángel Hernández, Cuartoscuro

Una mujer muestra el daño en su casa después de un terremoto en Juchitan, Oaxaca. Foto:Luis Alberto Cruz, AP

La sismóloga ya vivió en 2012 en México un terremoto de magnitud 7,4. Como entonces, “esta noche desperté a mis hijos y salí a la calle”, aunque reconoció: “Por un momento dudé de si trató de una falsa alarma como la del miércoles”.

Efectivamente, en la víspera de este terremoto, en Ciudad de México se disparó la alerta sísmica por error, lo que provocó gran preocupación entre muchos ciudadanos, que evacuaron edificios y activaron sus propios protocolos de respuesta.

“Esta noche mucha gente ha creído que era otra falsa alarma y ni siquiera ha salido de sus casas cuando ha sonado la alarma sísmica”, explicó Hjorleifsdottir, tras recordar cuáles son las medidas inmediatas que se deben tomar ante una alerta sísmica.

En ese sentido, apuntó que si existe la posibilidad de salir a la calle en menos de medio minuto desde que suena la alarma, “lo más sensato es hacerlo y acudir a un área despejada”.

Si ese no es el caso, señaló que es más adecuado revisar la casa para alejarse de las ventanas y de objetos que se puedan quebrar y herir a las personas y buscar un lugar seguro del que resguardarse de posibles caídas de objetos y derrumbes parciales.

Otra opción si no hay tiempo para salir a la calle es subir a las azoteas, lo que tiene la ventaja de evitar que a la gente le caigan objetos encima, pero es el lugar donde más se sacude el edificio.

En cuanto a la posibilidad de que siga habiendo más movimientos sísmicos en las próximas horas en la zona, recordó que “la probabilidad dice que las réplicas van a ser de magnitud más baja, pero siempre hay excepciones y uno tiene que estar en alerta constante”.

Un día como hoy hace 30 años

sábado, septiembre 19th, 2015

El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas, los habitantes de la Ciudad de México despertaron alarmados por un violento movimiento telúrico que acabó con la vida de miles de ciudadanos, destruyó unos 300 edificios y causó cuantiosos daños materiales. ¿Y tú, qué estabas haciendo un día como hoy hace 30 años?