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¿Por qué el sismo dañó tanto la Cdmx? Fue su furia, el suelo y el fraude: especialistas de la UNAM

domingo, octubre 1st, 2017

Tras la tormenta no llega la calma. Se erige la duda: ¿por qué hubo tantos daños materiales en la Ciudad de México tras el sismo de 7.1 grados del martes 19 de septiembre?

Para ingenieros y sismólogos de la UNAM, la causante de los estragos fue un coctel de circunstancias especiales que incluyen la locación y profundidad del epicentro sísmico; la intensidad de “las sacudidas” de la superficie tras el temblor; el tipo de suelo; el tamaño de las construcciones, además de las posibles violaciones a los reglamentos de construcción de la capital mexicana, que se prestan a la corrupción y el fraude en el desarrollo de vivienda.

Más allá de las causas naturales, para la máxima casa de estudios en México existe algo tan claro como el agua: los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños bajo el cumplimiento de los vigentes criterios de resistencia estructural.

“Los daños observados se explican mejor con la falta de observancia de las normas, más que por posibles deficiencias en el Reglamento de Construcción actual”, refiere una de sus investigaciones.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El sismo del martes de la semana pasada dejó un saldo oficial de 11 mil 700 estructuras dañadas. Hasta ahora, al menos 500 de ellas tendrán que ser demolidas. No tienen reparo. Y el eco de la onda sísmica de 7.1 grados en la escala de Richter pervive entre preguntas: ¿Qué ocurrió el 19 de septiembre? ¿Por qué los edificios no aguantaron si el temblor no agravó tanto como el de hace 32 años? ¿Hubo deficiencias humanas? La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) responde.

De acuerdo con la máxima casa de estudios en nuestro país, es cierto. El terremoto de 1985 liberó 32 veces más energía sísmica que el del 19 de septiembre de 2017. Sin embargo, el reciente sismo, aunque a mayor profundidad [42 kilómetros más], ocurrió más cerca de la capital del país: 280 kilómetros más cercano que el de 1985.

Para los especialistas de la UNAM, el temblor del martes 19 fue atípico pero no extraordinario. Ello debido a que, en lugar de aflorar bajo las costas del Océano Pacífico porque dos placas tectónicas [la de Cocos y la de Norteamérica] chocaron entre sí –como es común, incluido el de 1985–, el movimiento telúrico se originó dentro de la Placa de Cocos [por debajo del Continente]. De ahí que fuera más profundo.

Circunstancias como estas hicieron que “las sacudidas en la Ciudad de México” fueran tan violentas, causando estragos en buena parte de la metrópoli. Y para los analistas de sismología e ingeniería de la UNAM, la causa de los daños registrados se debe a factores como la aceleración máxima del suelo producida por las ondas sísmicas [la intensidad de “las sacudidas”]; el tipo de suelo; el tamaño de las construcciones, además de las posibles violaciones a los reglamentos de construcción de la capital mexicana, lo que denota corrupción y fraudes en el desarrollo de vivienda en la capital del país.

Los especialistas plantean que, hasta el momento, no tienen indicios de que las fuerzas del diseño [es decir, los criterios de resistencia estructural] actualmente vigentes en el reglamento de construcción de la Ciudad de México se hayan excedido durante el sismo del 19 de septiembre de 2017. ”

“Por lo tanto, los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños”, afirman.

Pero, vamos por partes.

Localización del sismo del 19 de septiembre de 2017 (color rojo). Fuente: UNAM.

CAUSAS NATURALES DEL DAÑO

Uno de los parámetros que los ingenieros civiles utilizan para calcular la resistencia de los edificios, es la medición de la aceleración máxima (Amax) del suelo producida por las ondas sísmicas. O bien, la fuerza con que se mueven los suelos cuando tiembla.

Cuando ocurrió el sismo del 19 de septiembre de este año, en la Ciudad de México el suelo se movió con el doble de intensidad que hace 32 años. Las mediciones arrojaron que mientras en 1985 la Amax fue de 30 centímetros por cada segundo al cuadrado (gal), en 2017 fue de 57 gal.

Aunado a ello, refiere la UNAM, gran parte de la capital del país esta construida sobre el suelo blando de los que antes eran grandes extensiones de lagos, de modo que, cuando tiembla, los “sedimentos provocan una enorme amplificación de las ondas sísmicas en la Ciudad de México”.

Básicamente, gran parte de la ciudad es una gelatina enorme que vibra con el menor de los golpes. Y en palabras de los ingenieros y sismológicos, en colonias como la Roma, Condesa, Centro y Doctores, la amplitud de las ondas sísmicas “puede llegar a ser 50 veces mayor que en un sitio de suelo firme de la Ciudad de México”.

Sin embargo, indica la UNAM, “como las ondas también se amplifican en el suelo firme de la periferia, con respecto a lugares lejanos de la Ciudad de México, la amplitud en zona de lago puede ser de 300 a 500 veces mayor”.

Pero, ¿por qué hubo zonas con y sin daños?

Ésto se debe a que en algunas partes de la denominada “zona lago” [suelo blando] las Amax fueron menores que en 1985. Por eso, por ejemplo, el edificio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes [Delegación Benito Juárez] no se desplomó, pues en el lugar donde se ubica, la aceleración máxima del suelo fue menor que hace 32 años -91 gal en lugar de 160-.

En cambio, en zonas de alto riesgo como las de las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, partes de Tlalpan, Venustiano Carranza y partes de Xochimilco, las oscilaciones fueron inclusive más fuertes que durante el terremoto de 1985.

Según la zonificación sísmica de Protección Civil capitalina, las zonas con menor riesgo sísmico son las delegaciones Álvaro Obregón, partes de Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, parte de Miguel Hidalgo y Milpa Alta, además de Magdalena Contreras.

En resumidas cuentas, algunas de las afecciones materiales se deben a que los movimientos del suelo en la Ciudad de México “fueron muy violentos y, de cierto modo, comparables a los de 1985”. Ello a pesar de “haber sido provocados por una ruptura [falla geológica] mucho más pequeña”, pero que ocurrió mucho más cerca de la Ciudad.

Equipos trabajan en el rescate de víctimas en el Colegio Enrique Rébsamen. Ahí, de acuerdo con cifras oficiales, perdieron la vida 19 niños y siete adultos. Foto: AP

EDIFICIOS VIBRARON A DIFERENTE RITMO

El problema con los edificios no sólo radica en la calidad de su construcción, sino también, en la manera en que son afectados por las ondas sísmicas, mismas que pueden o no comprometer la estabilidad de la estructura.

Mientras más alta sea la construcción, será más vulnerable a las ondas de mayor duración. En cambio, los edificios bajos se ven más afectados por las ondas con periodos cortos de oscilación.

“Los sismogramas registrados muestran que la amplitud de las ondas sísmicas con períodos de oscilación menores a 2 segundos fue mucho más grande en 2017 que en 1985 [en promedio unas 5 veces], grosso modo, en toda la ciudad. Sorprendentemente, sucede lo contrario para ondas con períodos mayores de dos segundos, cuya amplitud fue mucho mayor en 1985 [hasta 10 veces mayor]”, explicó la UNAM.

Ésto implica que los edificios más bajos corrieron más riesgo de palidecer ante el sismo que las estructuras más altas, como los rascacielos.

En el mapa, la zona gris representa los lugares de terreno de transición [suelo blando que se vuelve sólido] en donde tembló de 0.5 a 1.0 segundos. Fuente: UNAM.

Por ejemplo, a la altura de Ciudad Universitaria (CU), donde el suelo es firme, los edificios de uno a 12 pisos de altura –dependiendo de la cercanía al epicentro– experimentaron una aceleración promedio de entre 119 y 188 gal, intensidad que al menos duplica la observada en 1985.

En el caso de los edificios de entre 12 y 20 pisos de altura en CU, la aceleración promedio fue 30 por ciento menor que hace 32 años -60 contra 85 gal-.

“El sismo de magnitud 7.1 dañó, en su mayor parte, estructuras relativamente pequeñas, de entre 4 y 7 pisos, a lo largo de una franja con orientación norte-sur dentro de la zona de transición [entre las zonas de suelo firme y blando] al poniente de la zona de lago. En contraste, las estructuras dañadas en 1985 fueron en su mayoría más grandes, con alturas de entre 7 y 14 pisos”, refieren datos del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

¿DEFICIENCIAS EN REGLAMENTOS DE CONSTRUCCIÓN?

Para la UNAM existe algo tan claro como el agua: los edificios construidos en los últimos años no deberían haber sufrido daños bajo el cumplimiento de los criterios de resistencia estructural, actualmente vigentes en el reglamento de construcción de la Ciudad de México.

Para la máxima casa de estudios mexicana, “los daños observados se explican mejor por la omisión en la observancia de las normas, que por posibles deficiencias en el Reglamento de Construcción actual”.

En el caso de las edificaciones previas al sismo del 85, la institución menciona que el reglamento de construcciones capitalino “no exige que las edificaciones antiguas sean reforzadas para resistir las fuerzas especificadas en las normas emitidas después de su fecha de construcción”. Por lo tanto, existe la posibilidad de que esas estructuras “hayan excedido las fuerzas de diseño con las que fueron proyectadas”.

De acuerdo con arquitectos consultados por SinEmbargo, además de fallas en cálculos y ejecuciones de obra, la corrupción es un mal que germina y desemboca, como en el caso del 19 de septiembre de este año, en la pérdidas humanas y materiales.

Largos y engorrosos procesos de obtención de permisos de construcción; el ahorro en costos a expensas de la calidad de los materiales utilizados en la obra; o daños previos no atendidos que llevan al colapso de estructuras, son algunos de los problemas de facto en la Ciudad de México.

El miércoles pasado, la directiva del Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles alertó sobre la necesidad de realizar peritajes rigurosos a las edificaciones de la Ciudad de México, especialmente en escuelas, desarrollos habitacionales, comerciales y mixtos.

“No se puede hacer un estudio a la ligera, al vapor […]. Un dictamen nos lleva trabajo de campo de aproximadamente cuatro horas y de gabinete probablemente cuatro horas o más. No podemos decir que se va a elaborar un dictamen si nada más recorre la casa y se hace el dictamen, eso no es válido, porque se debe realizar un trabajo minucioso”, se lee en una misiva del colegio.

Un ejemplo representativo de lo anterior es lo ocurrido en el Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la Delegación Tlalpan de la Ciudad de México, que a pesar de que en el papel parecía tener una estructura segura para resistir el sismo de 7.1 grados, colapsó privando de la vida a 19 niños y siete adultos.

En los últimos días, las autoridades capitalinas –llámese la delegación o el Invea– se han pasado la bolita por las presuntas irregularidades que presenta la escuela. Pero lo cierto es que el recinto educativo fue modificado con problemas de permisos –inclusive tenía documentos apócrifos para uso de suelo– y las revisiones a las instalaciones no atinaron en descubrir o en prevenir el siniestro.

¿Quién dio los permisos para modificar la estructura original de 1983? ¿Cuándo fue la última vez que el recinto fue revisado? ¿Quiénes son y dónde están los responsables?

La respuesta aún no llega, y no sólo para el Colegio Rébsamen sino también para los puñados de edificios modernos, que sin legítima razón, hoy se reducen a escombros. Y en ese contexto, grupos inmobiliarios como Dijon y Canada Building Systems –investigadas por la Delegación Benito Juárez por el colapso del edificio de Zapata 56–, entre otros, están obligadas a dar la cara.

Arquitectos e ingenieros ponen en pausa sus vidas para ayudar, gratis, a evaluar daños en CdMx

sábado, septiembre 23rd, 2017

Varios expertos ofrecen sus servicios de manera gratuita para el proyecto de estructuras resentidas por el temblor de 7,1 grados que el 19 de septiembre sacudió el centro del país. Autoridades que ofrecen la misma ayuda, pero el número de peticiones para la revisión de propiedades se ha deshabitado y el voluntariado ha convertido en una solución eficaz.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) – El arquitecto es comprensivo y paciente. Más que un experto en construcciones parece un médico en una consulta a domicilio: inspeccionar un edificio, dados, es como diagnosticar un cuerpo humano.

Doce inquilinos lo escuchan con zozobra como si fueran familiares de un enfermo a las afueras de un quirófano. Es viernes y aún no se reponen del pánico que sintieron hace tres días, cuando el sismo más letal que ha golpeado un México en los últimos treinta años cimbró la tierra y dejó grietas, vidrios rotos y sus pertenencias regadas por el suelo en las oficinas a las que solían ir a trabajar todos los días.

Un sismo es como un cuchillo, explica el arquitecto mexicano Víctor Márquez, y dictaminar el daño que tiene un edificio para identificar qué tan profundo penetró en el filo en la piel.

Una simple vista, el deterioro parece grave. A pesar de la fachada no muestra signos de fragilidad, en algunos de los 28 departamentos se observa grietas profundas en el aplanado de las escaleras, vitrinas quebradas y muebles fuera del lugar.

Márquez es uno de varios expertos que ofrecen servicios de manera gratuita para el proyecto de estructuras resentidas por el temblor de 7,1 grados que el 19 de septiembre sacudió el centro del país. Autoridades que ofrecen la misma ayuda, pero el número de peticiones para la revisión de propiedades se ha deshabitado y el voluntariado ha convertido en una solución eficaz.

Sólo inicia su segundo día de trabajo y va acompañado de Gabriel Martínez. Ambos forman parte de “Salva tu casa”, una plataforma colaborativa creada un día después del sismo para enlazar un grupo de arquitectos e ingenieros con los ciudadanos temerosos de que su vivienda en la oficina de volver a ser inhabitable una causa del terremoto.

Mientras que otros y otros recorren calles y edificios de la capital mexicana, los fundadores del proyecto permanecen en el centro de control: una casa de dos pisos en la colonia Roma Norte -una de las más afectadas por el terremoto que hasta el momento ha dejado 305 muertos y más de 2 mil heridos- donde cuatro amigos de diferentes profesiones coordinan cientos de voluntarios que han puesto en pausa sus vidas para ayudar.

Las autoridades locales han informado que desde el sismo se han derrumbado menos de 38 estructuras, pero el movimiento telúrico del martes dejó otras millas de viviendas vulnerables. El gobierno capitalino refirió el viernes por el temblor ha recibido casi 4 mil informes de personas que solicitan la inspección de sus bienes, pero no hay brigadistas ni horas en el día que alcancen para responder a la velocidad esperada: un pesar de contar con 3.600 expertos , solo han logrado revisar poco más de dos mil.

“Salva tu casa” se volvió operativo la noche del miércoles y hasta ahora ha registrado unos 400 voluntarios y casi mil 400 viviendas que requieren supervisión, de las cuales tienen la oportunidad de evaluar una veintena.

Antonio Aldana es un arquitecto de 28 años que se enteró de la existencia de la plataforma a través de Facebook. Dice that intentó apoyar a las víctimas del terremoto desde la mañana posterior al sismo como brigada en la colonia Narvarte, pero la tarea de remover escombros con picos y palas rápidamente se saturó. “Igual ayudo más con la cédula que con las manos”, se dijeron, y empezó a buscar alternativas que le permitieron brindar apoyo desde su especialidad.

“En una situación de crisis como no hay profesión inútil”, asegura.

Antes de iniciar su primer día de inspecciones como voluntario, recibirá media hora de capacitación. Al frente del grupo de unos nueve especialistas que no parecen rebasar los 30 años de espera Márquez, el arquitecto que disecciona los edificios como cuerpos humanos, para los instrumentos en los fundamentos que no pueden pasar por alto durante su evaluación.

Un edificio se divide por los tercios de abajo hacia arriba, las explicaciones, y los daños materiales en la planta baja son los que representan el riesgo principal. De este modo, sostiene, sabrá calificar la estructura de acuerdo a un semáforo -verde para el riesgo bajo, amarillo para el medio y el rojo para arriba y sugerir a la gente si puede continuar el uso del lugar o el suyo debe desalojar.

Sus nuevos discípulos lo miran con admiración, toman nota, preguntan inquietudes y luego salen en grupos de tres o cuatro a trabajar.
Márquez y su colega son dos de los arquitectos con mayor experiencia en “Salva tu casa”. Ellos, junto a un grupo reducido de especialistas, los líderes de los servicios para los clientes, a su consideración.

Los doce inquilinos del edificio que revisan el viernes en la calle de Manzanillo, en la misma colonia Roma, esperan a Márquez con ojos de angustia desde la acera. Aunque varios de ellos buscaron otras opiniones, también en el gobierno, “Salva tu casa” fue el primero en responder.

Hay grietas profundas al interior y al exterior -explicado después de saludar y preocuparse de que su patrimonio se derrumbe.
Calma, dice el arquitecto, vamos a ver.

Márquez palpa los muros, trepa una reja, espía por debajo de los techos y después de unos minutos sonríe casi con ternura. “Esto era de esperarse”, asegura mientras desprende un trozo y ancho de plano de una pared.

“El yeso es muy escandaloso, es el falso síntoma”, dice aún sonriente y su auditorio respirar con alivio.

La visita a este edificio de siete plantas se encuentra en una zona de treinta minutos, pero se prolonga por casi una hora. Aunque Márquez asegura que no hay de qué preocuparse porque el daño es superficial – los efectos del terremoto se quedaron en la piel, sin llegar a la vista de una preocupación.

Asegura, una y otra vez, que las grietas que los inquilinos le muestran son “escandalosas”, pero no estructurales; que las columnas sean resistir otro embate de la tierra y que tras una reparación de acabados y superficies no hay por qué temer.

“Consultar un experto después de un sismo es indispensable porque sabes buscar lo que la gente no especializado puede ver”, dados a los inquilinos que ahora respiran sin agobio. “El arquitecto identifica al enemigo silencioso, los daños no aparentes”.

Agradecidos y sonrientes, todos los que la mano antes de volver a entrar.

Un edificio presenta síntomas, dice Márquez al despedirse, y para evaluarlos un arquitecto necesita de sus habitantes como un médico de sus pacientes.

Ingenieros mexicanos utilizarán drones para apoyar a la agricultura en Sinaloa

sábado, marzo 4th, 2017

Luxelare desarrolló herramientas digitales que facilitaban al productor el orden en el manejo, o hacer más práctico el manejo de la operación. Con apoyo de drones, estaciones meteorológicas y plataformas digitales emprendieron la recolección de información, que llegaría digerida al agricultor para facilitar la toma de decisiones.

Por Janneth Aldecoa

Los Mochis, Sinaloa, 4 de marzo (SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt).- Julio Antonio López Lizárraga, cuando cursaba los últimos semestres de la carrera de ingeniería en aeronáutica, invitó a otros jóvenes para organizarse y crear una empresa que ofreciera soluciones tecnológicas a los agricultores de Sinaloa.

Apasionado por su carrera, ideó un proyecto para impulsar la industria aeroespacial en la entidad. Lo platicó con compañeros de escuela y, entusiasmados, pusieron manos a la obra.

“En cierta edad en la carrera nos preguntamos en qué trabajaríamos, algunos pensaban dedicarse al diseño, otros a la investigación; la industria aeroespacial no estaba aún desarrollada. Podías aspirar a trabajos como manufactura u operaciones aéreas. Entusiasmados, iniciamos el proyecto”, comentó Julio.

En 2012, recibieron recursos provenientes del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que permitió a los jóvenes emprendedores formalizar su empresa.

“También recibimos apoyo de nuestros maestros. Al egresar de la carrera, la mitad del equipo se quedó en Monterrey y el resto fue a capacitarse. Al terminar, recibimos la noticia de que nuestro proyecto había sido aceptado en el PEI. Comenzamos a desarrollar los prototipos de los aviones y a desarrollar más tecnología: cámaras infrarrojas, multiespectrales, etcétera, todo aplicado para agricultura”, explicó.

Los jóvenes desarrollaron más tecnología y cuando estuvieron listos para aplicarla en campo regresaron a su ciudad natal, Los Mochis. Foto: Conacyt.

HERRAMIENTAS DIGITALES PARA EL CAMPO

Los jóvenes desarrollaron más tecnología y cuando estuvieron listos para aplicarla en campo regresaron a su ciudad natal, Los Mochis, donde comenzaron a hacer vuelos de demostración con drones, explicaron a los agricultores sinaloenses la nueva tecnología, los beneficios que trae y qué habilidades ofrecen las herramientas.

Los integrantes del equipo tenían la firme idea de que el dron solucionaría muchos problemas de los agricultores, pero encontraron también que requerían conocimiento agronómico e información previa, por lo que decidieron sumar al equipo a otro grupo de ingenieros, para convertir a Luxelare en una empresa multidisciplinaria.

“Involucramos a otro tipo de ingenieros, a agrónomos, expertos en mecatrónica, en informática; comenzamos a desarrollar más herramientas necesarias para obtener información de ayuda para el agricultor: la principal es que no llevan un orden de las bitácoras de los productos que están aplicando cuando riegan ni de la cantidad o información del clima”.

Luxelare desarrolló herramientas digitales que facilitaban al productor el orden en el manejo, o hacer más práctico el manejo de la operación. Con apoyo de drones, estaciones meteorológicas y plataformas digitales emprendieron la recolección de información, que llegaría digerida al agricultor para facilitar la toma de decisiones.

“Por ejemplo, un sistema agrometeorológico que implementamos nos da la humedad del ambiente y del suelo, así el agricultor puede decir cuándo regar y en qué cantidad, y así dejar de hacerlo empíricamente como lo hacía”, explicó.

MENOS AGROQUÍMICOS Y MÁS COSECHA

Entre las experiencias gratificantes que ha tenido Luxelare, se encuentra el caso de uno de sus clientes, cuya tierra se llenaba de maleza año con año. Él contaba con equipos de precisión para aplicaciones puntuales y solicitó apoyo de los emprendedores para operarlo.

“Lo que hicimos fue volar un dron y detectar dónde estaba la maleza y lo convertimos en información que se alimentó a la máquina de precisión y en 70 hectáreas ellos llevan una dosis de 200 litros por hectárea. Con la información que les dimos: solamente eran cinco hectáreas efectivas que tenían maleza, obviamente distribuidas en las 70 hectáreas; esto representó un ahorro inmenso: de 70 hectáreas a cinco hectáreas, es considerable”, comentó.

De esa manera, el equipo de Luxelare encontró que además contribuirían al impacto ambiental y en salud, con la reducción de dosis de agroquímicos en las tierras de cultivo.

“En esas tierras se iba a aplicar un herbicida que se iría al subsuelo y contaminaría. Logramos reducir esa contaminación en 90 por ciento, y el impacto en salud es considerable también, ya no se hace con avionetas, sino con otro tipo de maquinaria, más precisa y económica, con mayor impacto”, dijo.

Luego de un largo proceso de selección, el equipo de Luxelare logró el apoyo por parte de Wayra, la aceleradora de startups digitales que apoya a emprendedores a crecer, ofrece financiamiento de hasta 50 mil dólares, acceso a una red global de partners de negocio, mentores y expertos, más la oportunidad de trabajar con los negocios de telefónica en el mundo.

“Nuestro argumento es que si funciona en Sinaloa, con los agricultores sinaloenses, funcionará en el mundo con los agricultores mundiales”, dijo Julio.

Ingenieros de Querétaro crean con ácido salicílico fungicida para jitomates

domingo, febrero 12th, 2017

La investigación surgió ante el crecimiento del cultivo de jitomate en invernadero en el municipio de Amealco de Bonfil, así como las condiciones climáticas y sociales de esta región del estado de Querétaro.

Foto: Conacyt

Querétaro, 10 de febrero (SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt).- Estudiantes de la ingeniería agroindustrial de la Universidad Autónoma de Querétaro, campus Amealco, desarrollaron un fungicida a base de ácido salicílico (C7H6O3) o ácido 2-hidroxibenzoico como una alternativa ecológica a los agroquímicos utilizados actualmente en los cultivos de jitomate (Solanum lycopersicum) en invernadero de esa región.

El proyecto fue desarrollado por las estudiantes de ingeniería agroindustrial Miriam Mondragón Bautista y Estela Vicente Picasso, con la asesoría del coordinador de esa carrera en el campus Amealco, Luciano Ávila Juárez, cuyo objetivo fue evitar la proliferación de enfermedades en el jitomate producidas por el parásito tizón tardío (Phytophthora infestans) y el hongo Fusarium oxysporum que provoca la marchitez del fruto, a través de un fungicida que no solo erradica estos padecimientos sino que además no genera afectaciones a la salud de los productores ni al medio ambiente.

En ese sentido, la estudiante Miriam Mondragón Bautista informó que el punto de partida de esta investigación surgió ante el crecimiento del cultivo de jitomate en invernadero en el municipio de Amealco de Bonfil, así como las condiciones climáticas y sociales de esta región del estado de Querétaro.

“Amealco es una zona agrícola donde se cultivaba principalmente el maíz (Zea mays), pero los productores se enfrentaron a muchas problemáticas provocadas por los efectos del cambio climático, como heladas, sequías o lluvias torrenciales, de ahí que varios de ellos optaron por producir hortalizas en invernadero, principalmente el jitomate. El problema ahora es que a sus cultivos los atacan estos hongos y parásitos que acaban con las plantas y les generan pérdidas en la cosecha entre 50 y 90 por ciento”, destacó.

Mondragón Bautista detalló que dentro de su trabajo de investigación identificaron otra problemática referente al desconocimiento sobre la aplicación correcta de los plaguicidas de amplio espectro, elaborados con benzotiazol, que se utilizan en los cultivos de jitomate en invernadero.

“La mayoría de los productores solamente tiene estudios de primaria y no pone mucha atención a las indicaciones que aparecen en los plaguicidas o fertilizantes respecto a las dosis adecuadas y los tiempos en que deben aplicarse. Además, algunos de los proveedores que les surten no les dan asistencia técnica ni les hablan de las afectaciones que pueden tener en el sistema inmunológico si están muy expuestos a ellos”, advirtió.

ÁCIDO SALICÍLICO, PROTECTOR NATURAL PARA EL JITOMATE 

Por su parte, la estudiante de ingeniería agroindustrial del campus Amealco de la UAQ, Estela Vicente Picasso, indicó que otra parte del trabajo de investigación fue analizar los diferentes compuestos que desarrolla el jitomate en su organismo, entre ellos, el ácido salicílico.

“Basándonos en investigaciones anteriores, identificamos varios compuestos que la planta desarrolla naturalmente. Uno de ellos es el ácido salicílico, el cual se va acumulando en la planta para que se defienda del ataque de patógenos; en otras palabras, la planta se automedica hasta cierta dosis, pero no es capaz de desarrollar todo el ácido salicílico necesario para que se pueda defender”, puntualizó.

Vicente Picasso detalló que, a partir de este conocimiento, se propuso una fórmula en una proporción de 0.029 gramos de ácido salicílico por litro de agua que se aplica a las plantas de jitomate mediante aspersión, lo que ha generado resultados favorables.

“El ácido salicílico básicamente se diluyó en ciertas dosis y se aplicó en las hojas más jóvenes de la planta. En el laboratorio observamos que las plantas sí mejoraron después de la inducción del hongo. Después de que se dejó de aplicar el ácido salicílico, las plantas regresaron a la enfermedad y murieron. Sin embargo, con la aplicación del ácido salicílico de manera continua se recuperaron bastante”, aseguró.

Al respecto, la estudiante Miriam Mondragón Bautista puntualizó que otra diferencia entre la fórmula de ácido salicílico y los agroquímicos que se utilizan en los cultivos de jitomate son los tiempos de efectividad, que aunque en el caso del proyecto son de 15 días aproximadamente, los efectos son mucho más duraderos y efectivos.

“Otro problema que se tiene con la aplicación de agroquímicos es que, con el paso del tiempo, los organismos patógenos desarrollan cierta resistencia, lo que obliga a que se tenga que aumentar la dosis y se requiera en mayor cantidad; en cambio, el ácido salicílico lo producen las plantas toda la vida. Cuando nosotros lo inducimos, estas lo reconocen a través de ciertas rutas de señalización y genera que la planta responda al ataque de diferentes patógenos”, explicó.

PROYECTO DE BAJO COSTO Y FACIL APLICACIÓN

Mondragón Bautista destacó que otra de las ventajas de la utilización del ácido salicílico como fungicida es el costo, que es mucho más económico, además de que puede ser usado para otro tipo de cultivos.

“Esta fórmula es mucho más barata que los fungicidas a base de benzotiazol, que andan entre los quinientos y mil pesos el litro. El kilo de ácido salicílico está en mil 200 aproximadamente; la diferencia es que nosotros no aplicamos por kilos sino por gramos. En el experimento identificamos que solo eran necesarios 0.029 gramos por litro. Es apto para cualquier tipo de solanácea, incluso para la papa (Solanum tuberosum); de hecho estas infestas nacieron de la papa y se pasaron al tomate”, puntualizó.

La estudiante de ingeniería agroindustrial del campus Amealco de la UAQ, Estela Vicente Picasso, señaló que este proyecto fungicida a base de ácido salicílico fue apoyado por el Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (Foper), que tiene el objetivo de impulsar iniciativas de los estudiantes y contribuir a su formación mediante el desarrollo de proyectos en las diferentes áreas del conocimiento que impacten en la calidad de vida de la comunidad universitaria o de la sociedad.

“El proyecto se tenía contemplado para una tesis, pero lo metimos a la convocatoria de Foper y fue aprobado. Lo primero que hicimos fue darles el producto a los agricultores de Amealco y la información que necesitaban para aplicarlo efectivamente en sus cultivos. Estamos en la etapa de convencerlos de que es una buena opción; ha sido complicado porque están acostumbrados a los fungicidas tradicionales. Después veremos la posibilidad de generar una patente”, indicó.

Amealco de Bonfil es uno de los 18 municipios que comprenden el estado de Querétaro, ubicado a 60 kilómetros al sur de la capital. Por sus condiciones de humedad y fertilidad de suelos, se lleva a cabo una importante actividad agrícola abierta para la producción de maíz (Zea mays), frijol (Phaseolus vulgaris), haba (Vicia faba), trigo (Triticum spp.), cebada (Hordeum vulgare), además del cultivo de jitomate en invernadero.

Ingenieros de la UNAM diseñan dispositivo para combatir el sueño al volante

jueves, diciembre 1st, 2016

De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad, el factor humano es responsable de 80 por ciento de accidentes carreteros en el país, debido a causas como la sensación de cansancio, pesadez o sueño, características del estado de somnolencia.

Foto: Conacyt

El dispositivo indica cuando el conductor está por entrar al estado de somnolencia. Foto: Agencia Conacyt

Por Carmen Báez

Ciudad de México, 1 de diciembre (Agencia Informativa Conacyt).- El momento extenuante que implica trasladarse en automóvil de un lado a otro en la Ciudad de México motivó a Livier Báez Rivas, coordinadora del Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a desarrollar un dispositivo que detecta cuando un conductor ingresa en estado de somnolencia.

El dispositivo diseñado por el equipo de la maestra en ingeniería, y que se encuentra en las primeras etapas de su desarrollo, utiliza un sistema polisonográfico que detecta tres señales biológicas mediante un parche alámbrico que se coloca en la espalda o muñeca.

“Cuando pierdes el estado de vigilia, la actividad fisiológica cambia y se refleja en algunas señales biológicas como son el pulso cardiaco, el tono muscular y la temperatura; disminuye la frecuencia cardiaca del conductor, quien entra en estado de confort a través de la temperatura y al relajarse pierde un poco de tono muscular. Cuando el sistema identifica estas tres variables manda una señal de alarma”, explicó la especialista en ingeniería biónica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

En este momento, el prototipo —cuya dimensión es de aproximadamente 20 centímetros—, cuenta con un led (diodo emisor de luz) que indica cuando la persona está por entrar al estado de somnolencia.

“El dispositivo tiene además unos electrodos superficiales que se colocan en la parte de la espalda del conductor; el pulso cardiaco y la temperatura se obtienen de la mano del conductor. Eventualmente, en otras interacciones pensamos adaptarlo a una pulsera en la que podamos obtener estas señales”, explicó la ingeniera.

Aunque el disipador de sueño es una innovación única en México, la especialista en mecatrónica reconoce que existe un desarrollo similar en Australia que funciona a través de lentes, mediante los cuales se detecta la señal cefálica. Otras invenciones similares, indicó, ya se han adaptado a vehículos de lujo.

“Hay algunas versiones de automóviles que ya presentan ciertos sistemas que identifican, a través de cámaras, cuando el conductor se queda dormido. Cuando el párpado ya se cerró. Además, el vehículo no es el responsable jurídico del mismo ni de la técnica de conducción”, afirmó.

A diferencia de estos sistemas, el prototipo del Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM genera una alerta siete segundos antes de que el conductor pase del estado de somnolencia a un estado de sueño profundo; aunado a que el sistema estará sobre el conductor y no en el automóvil, será portátil y podrá adaptarse a cualquier vehículo.

“El sistema identifica gradualmente cómo el conductor pierde la capacidad de acción. En el estado de vigilia, podemos tener tiempo incluso para cambiar al conductor que está en estado de somnolencia, de relajación, e impedir que llegue al estado de sueño”, indicó.

Adicionalmente, el sistema genera un histórico de lecturas, ya que el desarrollo cuenta con mediciones instantáneas que permiten identificar puntos de estrés en el conductor. “Esto quiere decir que podemos ver si el conductor está estresado o relajado y qué puntos le causa alguna situación fisiológica particular. Podemos identificar cuando la persona ya no está en condiciones para conducir, o bien si tiene un paro cardiaco en el automóvil, esto permitirá avisar a la unidad de salud más cercana o a los conductores que están alrededor”, detalló.

La idea de este desarrollo nace a partir de la experiencia personal de la investigadora, quien debe trasladarse de su hogar al trabajo en un periodo de tres a cinco horas diarias. Un traslado que considera extenuante.

“Ha llegado el caso en que tengo microsueños, no es por negligencia; en ocasiones observamos que es en función de un estado preciso de estrés muy fuerte, por ejemplo, las remodelaciones viales que hay en la ciudad es un punto de generación de estrés en el conductor. El problema no es el estrés en el conductor, es el disestrés que se presenta aproximadamente 20 o 30 minutos después de este, y donde el organismo comienza a relajarse y el conductor podría caer en sueño, aun cuando la persona se despierta con mucho ánimo”, consideró.

En el Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la Facultad de Ingeniería también se estudia el estado de estrés y de alegría. Mediante sistemas polisonográficos y señales biológicas, indicó Livier Báez Rivas, es posible identificar cómo late el corazón de una persona y cómo esta reacciona fisiológicamente ante diferentes estimuladores.

“No solo hemos indagado el estado de sueño, también los estados de estrés y alegría, porque es algo muy interesante. En general, nos enfocamos en identificar las emociones negativas, pero qué pasa con las positivas, finalmente la forma de neutralizar una emoción negativa es a través de una emoción positiva y por esto estamos adentrándonos a visualizar cómo identificar alegría, bienestar…”, comentó.

Por ahora, el proyecto busca fondos para continuar con las siguientes investigaciones. De manera particular, la maestra Livier Báez resaltó la importancia de las relaciones recíprocas entre la academia, el gobierno y la industria, a fin de apoyar y fortalecer este tipo de innovaciones.

“Las innovaciones requieren de un impulso de triple hélice: el desarrollo académico, inversión de alguna empresa y del apoyo gubernamental a través de los reglamentos necesarios y pertinentes”, señaló.

Un siguiente paso en el desarrollo de Livier Báez Rivas es reducir el tamaño del prototipo, generar las pruebas necesarias para optimizar la innovación y diseñar la presentación del dispositivo.

Ingenieros de VW confiesan haber manipulado motores desde el 2008: Bild

domingo, octubre 4th, 2015

Los ingenieros, al no lograr que los motores de las unidades cumplieran con la exigencia medioambiental, recurrieron al software para no paralizar la producción.

Foto: EFE.

El motor empezó a producirse en serie y no sólo para el mercado estadounidense sino para todo el mercado mundial. Foto: EFE.

Ciudad de México, 5 de octubre (SinEmbargo/EFE).- Algunos ingenieros de Volkswagen (VW) confesaron haber instalado el software para manipular los datos de emisiones de algunos motores desde el 2008, publica hoy la edición dominical del diario Bild. Esto a pesar de que, desde el 2007 Bosch advirtió al gigante automotriz de la ilegalidad de la herramienta.

Los ingenieros, que trabajan en el desarrollo de motores en la central del consorcio en Wolfsburgo (norte de Alemania), explicaron que en esos momentos el motor EA189, que estaban desarrollando desde 2005, estaba a punto de empezar a ser producido en serie, informa el medio.

Al no encontrar una fórmula que les permitiera cumplir tanto con los límites de emisiones como el marco de costos, recurrieron al software para evitar que un proyecto que era de gran importancia para la compañía tuviera que ser paralizado.

El motor empezó a producirse en serie y no sólo para el mercado estadounidense sino para todo el mercado mundial.

El Wall Street Journal agrega en un texto publicado hoy que la investigación de Volkswagen está centrada en Hackenberg y Hatz, los principales asesores de el ex presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn durante su gestión en Audi, así como Heinz-Jakob Neusser, jefe de desarrollo de la marca VW, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto consultadas por el diario.

Según Bild, hasta ahora las investigaciones no han arrojado ningún indicio de que el ex presidente de Volkswagen -que tuvo que dimitir por el escándalo- estuviera al tanto de las manipulaciones.

En cambio, el rotativo asegura que uno de los más estrechos colaboradores de Winterkorn, Ulrich Hackenberg, jefe de ingenieros de Audi, y Wolfgang Hatz, el desarrollador de los ganadores de motores de Fórmula Uno de Porsche, está en la mira de la investigación interna y se sospecha que no sólo estuvo al tanto de la manipulación, sino que dio la orden para que se realizara.

La manipulación de los datos de emisiones en los motores diesel de Volkswagen ha desatado un escándalo que puede costarle al consorcio multas por miles de millones de euros.

De acuerdo con un documento consultado por el Financial Times, al menos 28 modelos de automóviles con motor diésel fabricados por BMW, Chrysler, General Motors, Land Rover y Mercedes-Benz están bajo investigación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), luego de que Grupo Volkswagen reconoció que 11 millones de sus coches circulan con motores diésel que omiten emisiones de gases, entre ellos de las marcas VW, Audi, Seat, Skoda y Vehículos Comerciales.

La investigación busca determinar si sólo el fabricante de automóviles alemán trucó los motores “o si la práctica se extendió en la industria”, dice el diario.

La EPA inicialmente probará un vehículo usado de cada modelo y luego ampliará la inspección si se descubre algo sospechoso, declaró a la publicación británica un funcionario de la agencia cercana a la investigación.