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Teodoro González de León, el arquitecto y la ciudad

domingo, mayo 24th, 2020

En su libro Retrato de arquitecto con ciudad editado por Artes de México, Teodoro González de León comprende el diseño y la configuración de espacios, no como elementos aislados de su entorno, sino como obras que establecen un diálogo continuo con la ciudad; entidad que las rodea y las concibe en un entramado vivo y complejo de colindancias.

Por Ivana Melgoza Macías

Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).- Creo recordar la primera vez que visité el Museo Tamayo, cómo se colaba aquella estructura de concreto entre los árboles como una figura de piedra colosal enclavada en el paisaje. Me acerqué por curiosidad a esa arquitectura oculta entre los fresnos, tal vez olía a pasto recién cortado ese día junto con el olor dulzón de la contaminación de los autos en la avenida. La sensación de haber encontrado un claro o una cueva en medio del bosque se contrasta con la presencia de los edificios de Reforma, saber que te encuentras en el centro de la ciudad.

Teodoro González de León, al diseñar este recinto, tuvo presente la impresión de apertura progresiva que daría el edificio a través del patio como introducción al espacio y mediador entre el exterior y el interior. Retoma la experiencia de desplazarse por el edificio como experiencia estética, intuimos que también la arquitectura es un arte del tiempo que nos implica en su habitar(se) y que los volúmenes no son cualidades pasivas del espacio, nos afectan.

Los espacios modifican nuestras prácticas, condicionan las formas en que interactuamos. Foto: Artes de México

Este libro ayuda a pensar, ahora más que nunca, en espacios entrañables . Foto: Artes de México

En su libro Retrato de arquitecto con ciudad editado por Artes de México, González de León comprende el diseño y la configuración de espacios, no como elementos aislados de su entorno, sino como obras que establecen un diálogo continuo con la ciudad; entidad que las rodea y las concibe en un entramado vivo y complejo de colindancias. “La ciudad como una gran arquitectura colectiva” es creada por sus habitantes y no puede concebirse desde un sólo punto de vista que la proyecte y delimite en sus funciones y usos. Es un cuerpo vivo que contiene prácticas de creación y destrucción complementarias, como un organismo que va modificando las células que lo conforman.

El libro se divide en tres partes principales y una última reflexión, las cuales abordan la trayectoria inicial de González de León, su acercamiento teórico a la ciudad y una serie de textos acerca de los proyectos para espacios de arte que llegó a diseñar. En los primeros capítulos contamos con un acercamiento privilegiado a los inicios de la carrera del arquitecto, quien trabajó con Mario Pani y Le Corbusier en momentos clave de su formación artística e intelectual.

La arquitectura que se conserva a lo largo del tiempo y los diálogos que podamos entablar con ella pueden tener un efecto decisivo en la conformación de un barrio. Foto: Artes de México

El arquitecto ha de aprender su oficio en la práctica. Foto: Artes de México

El autor nos presenta la rutina de Le Corbusier: la organización de los objetos en su estudio, una breve traza de su vida cotidiana, la materialidad que cobijó el espacio de trabajo de ambos arquitectos, recordándonos que toda obra tiene sus espacios particulares de creación. Sin embargo, el Movimiento Moderno, del que Le Corbusier y González de León fueron representantes, vería sus tesis cuestionadas ya que, como expresa el autor: “pese a su riqueza es un sistema, y todo sistema se agota y empobrece el arte”. Entiende que cualquier intento de abolir el azar en la planeación urbana y arquitectónica acaba por volver estéril su campo. Así toma distancia frente a los ideales “mesiánicos” del funcionalismo y la despersonalización del espacio que dicha corriente implicaba para apostar por una arquitectura que responda a su entorno y no sea concebida como un mero proceso científico de construcción de estructuras. Tiene presente que el arquitecto ha de aprender su oficio en la práctica, “Con el tiempo he aprendido que cada obra tiene su propia geometría y que uno la va inventando, o descubriendo”. De esta forma, el libro va hilando las vivencias de Teodoro González de León con las ideas que desarrolla en sus textos y se reflejan en sus obras.

Los espacios modifican nuestras prácticas, condicionan las formas en que interactuamos. La arquitectura que se conserva a lo largo del tiempo y los diálogos que podamos entablar con ella pueden tener un efecto decisivo en la conformación de un barrio, la memoria urbana que lo orbite y la coexistencia de diversas “capas históricas” que ésta posibilite. Aquí se hace patente la responsabilidad del arquitecto como creador de lazos e interacciones sociales a partir de la composición de espacios, los cuales tienen una capacidad particular de irradiar y propiciar el entorno social que los rodea, cuestión que expone de manera acertada: “aspiro a configurar el espacio para que la gente se encuentre; que el proyecto gire alrededor, converja en lugares de convivencia”.

Se hace patente la responsabilidad del arquitecto como creador de lazos e interacciones sociales a partir de la composición de espacios. Foto: Artes de México

González de León comprende el diseño y la configuración de espacios, no como elementos aislados de su entorno, sino como obras que establecen un diálogo. Foto: Artes de México

El patio, en este aspecto, es un tópico central en su obra: su composición propicia la reunión, es el punto de encuentro por excelencia en el que convergen las relaciones, tanto formales como sociales o íntimas, del edificio. En el Museo Tamayo, dicho elemento ayuda a vincular el espacio de exhibición con el terreno que lo circunda. González de León recuerda que “Fue ahí donde aprendí las virtudes del espacio central distribuidor en arquitectura, su eficacia para organizar programas complejos, su valor como congregador, como formador de lazos comunales”.

Este libro ayuda a pensar, ahora más que nunca, en espacios entrañables que nos han rodeado, “escenarios que nos representan y que nos identifican” como aquella arquitectura un poco perdida en el Bosque de Chapultepec a la que acudo como pretexto para esta reseña y la cual me habita.

Para saber más del espacio y la identificación individual dentro de él, consigue el libro Retrato de arquitecto con ciudad a través del siguiente enlace: https://catalogo.artesdemexico.com/productos/retrato-de-arquitecto-con-ciudad/

Teodoro González de León, uno de los arquitectos más grandes de México, muere a los 90 años

viernes, septiembre 16th, 2016

Teodoro González de León nació en la Ciudad de México el 29 de mayo de 1926 y es considerado como uno de los más grandes artistas del siglo XX. Su obra está distribuida por distintas zonas de la Ciudad de México entre los que destacan el Museo Tamayo y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, los edificios de oficinas de Arcos Bosques I y Arcos Bosques II, edificios de dependencias como el Infonavit y el Palacio de Justicia Federal.

Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– El arquitecto y pintor mexicano Teodoro González de León murió a sus 90 años, confirmó el Secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa.

A través de su cuenta de Twitter, el funcionario federal dio a conocer el deceso, aunque no dio más detalles.

Falleció Teodoro González de León, un icono de la arquitectura mundial. Mi pésame a sus deudos y a la comunidad artística.

De acuerdo con la agencia Notimex, Roberto Perea, director de Difusión y Relaciones Públicas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dijo que el deceso de González de León fue a las 04:00 horas de este viernes y que sus restos serán trasladados al Panteón Francés.

Teodoro González de León nació en la Ciudad de México el 29 de mayo de 1926 y es considerado como uno de los más grandes artistas del siglo XX. Su obra está distribuida por distintas zonas de la Ciudad de México entre los que destacan el Museo Tamayo y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, los edificios de oficinas de Arcos Bosques I y Arcos Bosques II, edificios de dependencias como el Infonavit y el Palacio de Justicia Federal.

Teodoro González de León realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Arquitectura de 1942-1947, según una biografía escrita por el Colegio Nacional,

En 1947 obtuvo una beca del gobierno francés y trabajó durante 18 meses en el taller del arquitecto y urbanista Le Corbusier.

Regresó a México a finales de los años cuarenta, donde desarrolló una actividad profesional ininterrumpida, primero en el campo del urbanismo y de la vivienda popular, y posteriormente en el de los grandes edificios públicos y privados.

Entre otros edificios emblemáticas que llevan su huella fue autor, con Abraham Zabludovsky, del Colegio de México, el Museo Rufino Tamayo, la Universidad Pedagógica Nacional o la remodelación del Auditorio Nacional.

También edificó la Embajada de México en Brasil con Zabludovsky y Francisco Serrano, y con este último las embajadas de México en Alemania y Guatemala.

En solitario, también realizó la remodelación del Colegio Nacional o el Museo de Arte Contemporáneo del Centro Cultural Universitari (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El arquitecto, que este año fue homenajeado en el insigne Palacio de Bellas Artes de la capital, fue merecedor de numerosas distinciones.

Entre ellas, fue nombrado Académico Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos en 1978, miembro honorario del American Institute of Architects en 1983 o doctor Honoris Causa por la UNAM en 2001.

También fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1982 o el Gran Premio Latinoamericano en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires en 1989.

“La arquitectura tienes que verla, que transitarla, para sentirla. Ver ciudades para mí es indispensable”, dijo una vez González de León, en una declaración que recoge este viernes la Secretaría de Cultura.

De mente inquieta y creativa, paralelamente a su desempeño arquitectónico dedicó parte de su tiempo a la pintura y escultura.

En 1996, se presentó en el Museo Rufino Tamayo la exposición “Ensamblajes y Excavaciones. La obra de Teodoro González de León, 1968-1996”, mostrando su obra arquitectónica y plástica, y en 2006, en la Casa Lamm, “Teodoro González de León, Pintura y Escultura 1975-2006”.

Asimismo destacan los inmuebles del Colegio de México y la Universidad Pedagógica, así como Reforma 222 y edificios de vivienda como los conjuntos habitacionales de Mixcoac y José Clemente Orozco, ubicado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Apenas en marzo pasado, el Festival Internacional de Arquitectura Metrópoli 2016 exhibió maquetas para celebrar los 90 años de González de León. En ella se conjuntaron alrededor de 55 modelos arquitectónicos que representan la evolución de su trabajo.

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– Con información de EFE

La arquitectura está de fiesta: los 90 años de Teodoro González de León

miércoles, mayo 11th, 2016
Teodoro González de León, 90 años de actividad plena. Foto: Secretaría de Cultura

Teodoro González de León, 90 años de actividad plena. Foto: Secretaría de Cultura

Se celebrará hoy la primera de las tres mesas de análisis sobre la obra del famoso arquitecto mexicano, autor entre otros edificios del Museo Rufino Tamayo, el Auditorio Nacional, la Embajada de México en Berlín y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC)

Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- El arquitecto mexicano Teodoro González de León celebrará 90 años de vida el próximo 29 de mayo y la circunstancia no pasará inadvertida para las autoridades culturales, decididas a honrar la obra, el legado y la influencia del profesional en nuestra arquitectura.

Los espacios a cargo de este hombre de vocación renacentista han significado durante siete décadas de trabajo incesante la extensión del espíritu humano, traducida  en edificios que han dado identidad a millones de mexicanos, como el Museo Rufino Tamayo, el Auditorio Nacional, la Embajada de México en Berlín y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), esta última una obra del 2008 que diseñó a sus 82 años de edad.

Sus creaciones siguen los pasos de Le Corbusier (1887-1965), el mítico arquitecto francés en cuyo taller se formó González de León, prodigándose en un estilo geométrico y de colores vivos que no ha desestimado la influencia de artistas como Juan Gris y Fernand Léger, reflejo de su afición a la pintura, la escultura y la fotografía.

Hoy, a las 18 horas, en el Palacio de Bellas Artes, tendrá lugar la primera de las actividades planeadas para celebrar los 90 años de vida de Teodoro González de León. Se trata de una mesa de análisis en la Sala Manuel M. Ponce titulada “Teodoro González de León y sus pares”, en la que participarán Enrique Krauze, Enrique Norten, Manuel Felguérez, Francisco Serrano y Silvia Cherem, entre otros.

El magno Auditorio Nacional. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

El magno Auditorio Nacional. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

EN EL MUSEO TAMAYO, “SU MUSEO”

Junto a su socio y amigo Abraham Zabludovsky (1924-2003), González de León diseñó el Museo Tamayo en la primera sección del Bosque de Chapultepec.

Los arquitectos realizaron un intenso proceso de investigación que incluyó, entre otros aspectos, la visita de un gran número de museos alrededor del mundo. El diseño comenzó en 1972, mientras que la construcción arrancó hasta 1979 y concluyó dos años después, en 1981. El resultado: un edificio que, tanto por las particularidades de su diseño como por las soluciones plásticas y funcionales que integra, hizo merecedores a González de León y a Zabludovsky al Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el rubro “Bellas Artes”, en 1982.

Foto: Secretaría de Cultura

Foto: Secretaría de Cultura

Considerado uno de los pocos ejemplos en México de arquitectura contemporánea destinada desde su proyecto original a la labor museística, el edificio se incorpora armónicamente al entorno gracias a su forma piramidal, lo que remite a la herencia arquitectónica prehispánica.

El edificio se integra al terreno que lo rodea en virtud de su estructura de varios niveles que se concentra sobre sí misma en volúmenes ciegos de concreto escalonado hacia el centro, que al estar disimulados dan la sensación de que brota del suelo.

En la construcción se empleó, principalmente, concreto armado con piedras de mármol blanco, así como cristal y madera para los pisos y taludes con vegetación. Se puso especial atención en el diseño de los espacios interiores que, iluminados con luz natural y artificial, crean diversas atmósferas que intensifican la relación del visitante con las obras de arte.

Precisamente en el Museo Tamayo, “su museo”, se exhibirá la pieza escultórica Habitable, creada por el propio González de León, hecha a base de madera y acero, y que posteriormente se presentará de manera itinerante en diversos espacios culturales de la ciudad.

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Al mismo tiempo, otra de las obras hechas con Zabludovsky, el Colegio de México, será declarada Monumento artístico a 40 años de su construcción, como expresión de lo que el arquitecto ha buscado a lo largo de toda su carrera: “crear edificios dinámicos que congreguen y se adapten a las futuras necesidades para las que fueron construidos”.

“Es una arquitectura que se deja penetrar por el espacio público, que acoge a los ciudadanos, que le abre los brazos al peatón y que permiten ser piezas habitables. No son búnkers, sino ventanas, puertas abiertas a la ciudad”, opinó el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez.

TRABAJAR Y SOÑAR A LOS 90

La edad no es obstáculo. Se puede trabajar y nunca se abandonan los sueños. A los 90 años, Teodoro González de León tiene la ilusión de que su amada Ciudad de México se reconcilie con su geografía y recupere sus lagos. “Es un sueño factible”, remarcó.

“Hace más de dos décadas Teodoro ha insistido en que la ciudad futura será aquella que nazca de la reconciliación de la ciudad con su geografía, cuando reconozcamos que nos hemos peleado con nuestros ríos. Devolver a la ciudad su calidad lacustre no sólo tiene una dimensión histórica y cultural, sino que será la única forma de ver el futuro, de ser sustentable”, dijo al respecto Eduardo Vázquez.

Después de siete décadas de trayectoria sigue activo y entre sus proyectos actuales está la ampliación de la biblioteca de El Colegio de México, un clásico de la arquitectura construido en 1976.

La publicación de Obra Reunida, a cargo de El Colegio Nacional y Editorial Arquine, la exposición Teodoro González de León. Maquetas en el Museo de la Ciudad de México, que consta de 55 piezas escogidas por el autor, hasta el 3 de julio y dos mesas en el Museo de la Ciudad de México: Los espacios interiores en la arquitectura de Teodoro González de León, donde artistas plásticos tratarán el 15 de junio la influencia y la presencia de las otras artes en la obra del arquitecto, así como Vuelta a la ciudad futura, que se realizará a finales de junio, completan las actividades en homenaje a Teodoro González de León.

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