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Cepal advierte que guerra en Ucrania puede agravar pobreza en México y Latinoamérica

miércoles, junio 8th, 2022

De acuerdo con la Cepal, la invasión de Rusia a Ucrania ha generado una crisis internacional cuyos efectos en América Latina y el Caribe, pese a tener distintos signos e intensidades de un país a otro, que ha deteriorado las condiciones de inversión y producción en la región bajo una persistente incertidumbre con tendencia creciente. 

Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).- México será el segundo país de América Latina, detrás de Colombia, que tendrá el mayor aumento porcentual de la pobreza, debido a la alta inflación y al bajo crecimiento de su economía, afectadas por la COVID-19 y marcadas también por la reciente guerra en Ucrania, prevé la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En su reporte “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?“, la Comisión expuso que los resultados respecto del limitado desempeño económico esperado para 2022 y una creciente inflación generan un contexto adverso para las condiciones de vida de la población y su posibilidad de adquirir bienes y servicios esenciales en toda la región.

De acuerdo con el documento, el aumento de la volatilidad financiera y la aversión global al riesgo como resultado de la guerra “ha perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes. Esta tendencia podría acentuarse en los próximos meses si persisten las presiones inflacionarias en las economías desarrolladas y sus bancos centrales profundizan las políticas monetarias contractivas, incluidas alzas de las tasas de interés de política monetaria y la reversión de los estímulos monetarios (compra de activos)”.

La Cepal añadió que si la inflación tiene el comportamiento previsto en su escenario base, la pobreza total en México aumentaría 1.3 puntos porcentuales en comparación con el 2021, pero en caso de que la inflación supere en 2.0 puntos porcentuales el escenario base, la pobreza aumentaría hasta 2.3 por ciento en el país en la misma comparación temporal. El territorio azteca quedaría sólo por detrás de lo previsto para Colombia, que en el primer escenario incrementaría su pobreza total en 1.7 puntos porcentuales, y hasta 2.9 por ciento en el segundo escenario.

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En general, para la región el organismo internacional prevé que la pobreza extrema y la pobreza se elevarán por sobre los niveles estimados para 2021 y la incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33.0 por ciento, es decir, 0.9 puntos porcentuales más que lo proyectado para el año anterior; mientras que la pobreza extrema alcanzaría un 14.5 por ciento, 0.7 puntos porcentuales más que en 2021. “Este resultado refleja la tendencia a un mayor aumento de los precios de los alimentos en comparación con el resto de los bienes”, recalcó.

La Comisión sostuvo que una aceleración de la inflación vista por las presiones que se generan debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania se traduciría en niveles de pobreza aún más altos. Aunque el escenario base ya considera 2 puntos porcentuales por encima a las expectativas de inflación vigentes hasta el primer trimestre de 2022, si la inflación se incrementa 2 puntos porcentuales más, la pobreza total crecería 1.6 puntos porcentuales y la pobreza extrema 1.1 punto porcentual, en comparación con el valor proyectado para 2021. En ese caso no solo la pobreza extrema, sino también la pobreza llegaría a niveles superiores a los registrados en el primer año de la pandemia. El aumento de 1.1 punto porcentual de la pobreza extrema implicaría que 7. 8 millones de personas se sumarían a los 86.4 millones cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo.

“Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia y alejan la posibilidad de una pronta recuperación. Si bien en 2021 se había producido una reducción de la pobreza de 0.9 puntos porcentuales en comparación con los niveles de 2020, la pobreza extrema mantuvo ese año la tendencia al aumento de los años previos. En consecuencia, la incidencia prevista para 2022 supera los valores de 2019 en 2.5 puntos porcentuales en el caso de la pobreza y 3.1 puntos porcentuales en el caso de la pobreza extrema”, se lee en la publicación de la Cepal.

Los sectores sociales más afectados por la guerra, la pandemia y la alta inflación son los de la población más vulnerable. Foto: Misael Valtierra, Cuartoscuro.

Aún con las cifras, y como se mencionó antes, el impacto del alza de precios y de la baja del crecimiento en la pobreza será diferente de un país a otro, siendo los países más afectados en un fuerte retroceso de la lucha contra la pobreza Colombia, México, Paraguay y Brasil. Por el contrario, en otros países, como Bolivia y Panamá, es previsible que la pobreza disminuya incluso en el escenario de 2.0 puntos porcentuales de inflación por sobre el escenario base.

La Cepal insistió en que la tendencia en  el alza de los precios de los alimentos superior a la inflación general en la mayoría de los países perjudica no sólo a las personas extremadamente pobres, sino también a los hogares de las partes media y media baja de la distribución del ingreso, ya que la participación de los alimentos es una necesidad constante en los hogares aunque se disminuyan los ingreso de éstos.

“De mantenerse la relación entre el incremento anual de precios de los alimentos y del resto de los bienes observada hasta marzo de 2022, en el agregado el quintil más pobre sería afectado por una inflación un punto porcentual mayor que la que enfrentaría el quintil más rico, mientras que en el caso de los quintiles segundo y tercero esta diferencia sería de 0.9 y 0.6 puntos porcentuales, respectivamente”, mostró la Comisión.

En el reporte se especificó la guerra ha hecho que aumente la volatilidad financiera y la aversión global al riesgo, lo que ha perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes, y esto podría acentuarse en los próximos meses si persisten las presiones inflacionarias en las economías desarrolladas y sus bancos centrales profundizan las “políticas monetarias contractivas”, incluidas alzas de las tasas de interés de política monetaria y la reversión de compra de activos. En la misma línea, la Cepal consideró que las políticas monetarias más restrictivas tendrán un efecto negativo en los países más endeudados de América Latina, ya que se limitará su acceso al financiamiento para renovar deuda anterior o incrementarla en términos netos.

Sobre el alza en las tasas de interés, medida a la que ha recurrido México por ocho veces consecutivas –y con lo cual la tasa de interés es de 7 por ciento hasta mayo de 2022– la Comisión mencionó que tendrá fuertes efectos en los países donde la deuda a tasa variable alcanza una alta participación en el total de la deuda externa, situación en la que se encuentran muchos países de Latinoamérica.

“En algunos de ellos, el efecto positivo en el saldo de su comercio exterior de materias primas podría contrarrestar el alza del pago de intereses, mientras que en otros, que pueden tener saldo deficitario, la combinación de ambas fuerzas podría generar situaciones de elevada vulnerabilidad”, sostuvo la Cepal y agregó que el aumento de las tasas también deteriorará la situación financiera del sector corporativo no financiero, que presenta un elevado nivel de endeudamiento en la región.

Según el reporte del organismo regional, la guerra en Ucrania abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y tuvo un impacto, en primer lugar, en su nivel de actividad, pues se estima que la economía mundial crecería un 3.3 por ciento en 2022, es decir, 1.0 punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio del conflicto. Al mismo tiempo, la dinámica del PIB de los principales socios comerciales de la región (Estados Unidos, China y la Unión Europea) se ha deteriorado, lo que implica una disminución de la demanda externa de la región.

Tan sólo en los Estados Unidos, el crecimiento sería de un 2.8 por ciento, 1.2 puntos porcentuales por debajo de lo que proyectó en diciembre de 2021 la Reserva Federal. Por su parte, China espera un menor dinamismo de los sectores exportador e inmobiliario; y al mismo tiempo las medidas adoptadas como parte del plan de “tolerancia cero” frente a los brotes de COVID-19 también han afectado el ritmo de crecimiento.

En el caso de Europa, sin considerar a los países implicados directamente en la guerra, la mayor revisión a la baja del crecimiento proyectado es la que corresponde a la zona del euro, cuya economía es muy dependiente de fuentes rusas de energía, por lo que crecería un 1.4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del inicio de la guerra, es decir, sólo 2.8 por ciento.

Foto: Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?, Cepal.

El alza de los precios de los productos energéticos y, en general, de los productos básicos, el pronunciado aumento de los costos del transporte internacional, el agravamiento de los problemas de oferta y el aumento de la demanda interna en las economías desarrolladas, analizados más adelante, han redundado en un impulso de la inflación global, que ha presentado aumentos desde el segundo semestre de 2020, que han alcanzado máximos históricos en el primer cuatrimestre de 2022.

LA GUERRA FRENA LA GLOBALIZACIÓN

De acuerdo con el informe de la Cepal, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha generado una crisis internacional que han deteriorado las condiciones de inversión y producción a nivel mundial, en un contexto regional enmarcado entre choques externos previos a la guerra, entre los que se encuentra la crisis financiera internacional de 2008-2009, las tensiones económicas entre los Estados Unidos y Europa, por una parte, y a partir de 2017 con China, y la pandemia de COVID-19 desde 2020 a partir de 2020. Estos choques han redundado en cambios que se han retroalimentado, han debilitado la “globalización como motor del crecimiento y han llevado a que las razones geopolíticas predominen sobre las razones de eficiencia”.

Entre esos cambios, destaca la expansión del modelo de globalización basado en cadenas internacionales de producción, que se concentró en tres grandes “fábricas” mundiales (América del Norte, Asia Oriental y Europa). Este modelo afectó negativamente el empleo y los ingresos de las clases trabajadoras y los estratos de ingresos medios en los países desarrollados, lo que impulsó posturas nacionalistas y antiglobalización en los Estados Unidos y los países de la Unión Europea.

Además, la disputa comercial entre los Estados Unidos y China, y posteriormente la pandemia de coronavirus, se tradujeron en rupturas en diversas cadenas productivas manufactureras. Uno de los casos más populares de ello es el de los semiconductores, por sus efectos en un gran número de actividades que van desde la producción de hardware, hasta la de automóviles y maquinaria industrial. En ese sentido, la Cepal recordó que han surgido cuestionamientos al modelo de globalización basado en cadenas de producción que operan con métodos productivos y de entrega justo a tiempo (just in time) y con bajos inventarios.

Parte de la obsolencia del modelo de la globalización, es que la guerra en Ucrania ha expandido significativamente las disrupciones a los sectores de producción primaria (petróleo, gas, aluminio y cereales) y a sectores industriales que producen insumos de uso generalizado en la agricultura, como lo son los fertilizantes.

Foto: Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?, Cepal.

La Comisión también señaló que en un sistema productivo tan integrado como el que se había desarrollado, las disrupciones en el sistema de transporte marítimo (saturación de puertos, largos período de espera de los barcos y alza de los fletes) tuvieron fuertes efectos en la logística de las cadenas y sus costos de operación. “Incluso hechos puntuales, como el bloqueo del canal de Suez en marzo de 2021, mostraron la debilidad estructural de las cadenas y su gran vulnerabilidad a cambios exógenos”, recalcó.

Por tanto, en lo que insiste la Cepal es que la conjunción de estos factores reforzó las tendencias a la regionalización con estrategias de relocalización , deslocalización cercana, combinación de localizaciones interna y en diferentes países y localizaciones en países considerados “amigos”. Aunque estas estrategias ya estaban en curso después del inicio de las disputas comerciales entre los Estados Unidos y Europa, por un lado, y China por otro, se han acentuado con la guerra, especialmente en la relación con Europa. En esto último han influido razones de seguridad en materia de defensa, energía, alimentos y diversos rubros manufactureros.

Además, la expansión monetaria, derivada de las medidas adoptadas para superar la crisis financiera internacional, impulsó un auge en los mercados financieros y accionarios, la cual, conjugada con los apoyos masivos para compensar los efectos económicos y sociales de la pandemia, se tradujo en un auge de la demanda, contribuyendo a la aceleración del incremento de precios. “A nivel del consumo privado, los periodos de cuarentena o de menor contacto social se combinaron con la mayor disponibilidad de ingresos para aumentar la demanda de bienes, principalmente duraderos, en detrimento de la demanda de servicios. La mayor demanda de bienes en un contexto de rupturas de los procesos productivos y de transporte presionó sobre los precios. El peso relativo de los factores de oferta y de demanda es un tema en discusión, pero ambos fueron importantes”, señaló el reporte de la Comisión.

Con los anteriores puntos queda de evidencia que los sucesivos choques han debilitado la estructura económica de la región, en particular en aspectos vinculados a la inversión y el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas, que se refleja en insuficientes avances de la productividad laboral y de las capacidades tecnológicas.

ES PRIORIDAD LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

La destrucción de capacidad productiva agrícola en Ucrania y la paralización de gran parte del comercio de cereales y fertilizantes con la Federación de Rusia abren la perspectiva de una crisis alimentaria mundial, pero incluso antes de la pandemia, la prevalencia de la subalimentación en la región estaba aumentando de un mínimo del 5.4 por ciento en 2014 a un 7.1 por ciento en 2019, y la pandemia exacerbó dicha tendencia negativa: en 2020, la prevalencia de la subalimentación alcanzó un máximo del 9.1 por ciento, un nivel que no se veía en la región desde 2005.

En el reporte de Cepal se señala que en comparación con 2019, alrededor de 14 millones de personas más en la región fueron afectadas por el hambre en 2020, siendo los países del Caribe particularmente vulnerables: un 16.1 por ciento de sus habitantes padecieron desnutrición en 2020.

Cabe recordar que los precios de los alimentos aumentaron en la región en la segunda mitad de 2020 debido a problemas en las cadenas de suministro, y antes de que la inflación se convirtiera en un problema mundial en 2021, la inflación de alimentos ya había aumentado y se ha mantenido alta desde entonces.  En ese sentido, la inflación de alimentos a marzo de 2022 dio “una señal de alerta” sobre la debilidad de la seguridad alimentaria en la región.

Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?, Cepal.

La Comisión expuso que crecimiento de los precios de los alimentos se aceleró y superó la inflación general en todos los países que la conforman, con la excepción del Ecuador. La inflación interanual de alimentos y bebidas alcanzó un valor de dos dígitos en Colombia, el Paraguay, México, Chile, el Brasil y el Uruguay, todos ellos eran países sin antecedentes recientes de inflación crónica, pero esas altas cifras se deben principalmente al traspaso de los altos precios internacionales de las materias primas agrícolas (principalmente cereales y aceites) y de las materias primas relacionadas con la energía y el transporte.

“Aunque la región en su conjunto es superavitaria en el comercio exterior de alimentos, muchos países tienen déficits, en particular algunas economías del Caribe. Un superávit en el comercio de alimentos puede no reflejar adecuadamente la situación respecto de los alimentos básicos en un país determinado. Los déficits son particularmente importantes pues, dada la naturaleza de los ciclos agrícolas, es probable que los efectos de las alzas de precio se sientan durante varios años”, destacó el organismo y añadió que en contraste con la situación superavitaria en el comercio exterior de alimentos, la región es fuertemente deficitaria en materia de fertilizantes: un 78 por ciento de los fertilizantes utilizados en la agricultura son importados.

Foto: Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?, Cepal.

El doctor Arturo Huerta, profesor de posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó a SinEmbargo en ediciones pasadas que la inflación continuará afectando los alimentos mexicanas mientras se siga apostando por políticas que beneficien las relaciones con el comercio exterior y se desplace la producción nacional, es decir, mientras “se siga abandonando al campo”.

La Comisión alertó que también en una perspectiva de mediano plazo, si los altos precios de los alimentos de base agropecuaria se mantienen, aumentará la presión en el sentido de incrementar la extensión de las superficies agrícolas y de pastizales, con el consiguiente impacto negativo en las áreas forestales y de matorrales, como ya se ha comprobado en el caso de los decenios de 2000 y 2010.

Cepal dice hay más pobres en América Latina. Pero México no es de los más afectados

jueves, enero 27th, 2022

La Cepal explicó que la situación de pobreza en la región también está ligada a una inequidad en la distribución de la riqueza, lo cual se agravó con el coronavirus. Si bien reconoció que los Gobiernos de al menos siete países evitaron que incrementara el número de pobres gracias a una mayor designación de gasto social, señala que los esfuerzos aún no son suficientes, y que una de las principales soluciones converge en gravar la riqueza de los multimillonarios de la región.

Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).- México creció un 2 por ciento sus índices de pobreza y pobreza extrema en el primer año de la pandemia, con lo que fue uno de los cuatro países de América Latina menos afectados por los cambios sociales y económicos que perpetró la COVID-19, reveló un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El su informe anual titulado Panorama Social de América Latina, la Comisión estimó que entre 2020 y 2021 las personas en situación de pobreza extrema se incrementaron en cerca de cinco millones, con lo que la medición de la precariedad extrema se habría elevado hasta 86 millones de latinoamericanos en el segundo año de la pandemia.

“Como consecuencia de la crisis sanitaria y social prolongada de la pandemia de COVID-19, la tasa de pobreza extrema en América Latina habría aumentado del 13.1 por ciento de la población en 2020 al 13.8 por ciento en 2021, un retroceso de 27 años, mientras que se estima que la tasa de pobreza general habría disminuido levemente, del 33 por ciento al 32.1 por ciento de la población. Esto significa que la cantidad de personas en pobreza extrema pasaría de 81 a 86 millones, y el número total de personas en situación de pobreza bajaría ligeramente de 204 a 201 millones”, se explica en el documento.

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Así como México, en Bolivia y República Dominicana sólo se elevaron a menos del 2 por ciento los indicadores de pobreza y pobreza extrema. El único país de la región que logró un retroceso en dicho ámbito fue Brasil, el cual redujo sus niveles en 2020 hasta un 1.8 y 0.7 por ciento, respectivamente.

Por el contrario, los mayores incrementos de la pobreza tuvieron lugar en Argentina, Colombia y Perú, donde alcanzaron o excedieron los 7 puntos porcentuales; mientras que la tasa de pobreza creció entre 3 y 5 por ciento en Chile, Costa Rica, Ecuador y Paraguay.

Todos estos países también registraron aumentos de al menos 2 puntos porcentuales en la pobreza extrema, excepto Costa Rica, donde la pobreza extrema varió 0.6 puntos porcentuales, y Paraguay, donde el indicador se mantuvo prácticamente sin cambios.

“Pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles relativos y absolutos estimados de pobreza y de pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social. La crisis también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, caracterizados por bajos niveles de cotización a la protección social contributiva y muy baja cobertura de la protección social no contributiva”, señala el informe.

Los indicadores de la pobreza en la región aumentaron por sexto año consecutivo, y a detalle, en 2020 la pobreza extrema se elevó a niveles registrados 27 años atrás, mientras que la tasa de pobreza general se ubicó en un nivel similar al de finales de la década de los años 2000.

Los niveles de pobreza no se vieron severamente afectados en México, sin embargo, las cifras están en niveles similares o mayores a los de hace 12 años. Foto: Captura de pantalla, Cepal.

Las cifras del primer año del coronavirus implican un retroceso importante para varios de estos países. Particularmente, en México la tasa de pobreza y pobreza extrema de 2020 es cercana a la de 12 años antes, en 2008.

Sin embargo, la Cepal expuso que la pobreza habría sido mayor si los países de la región no hubieran adoptado medidas como las transferencias de ingresos de emergencia y el aumento en el gasto social.

Las previsiones de la Comisión apuntan a que la pobreza extrema habría sido alrededor de 1.8 puntos porcentuales más alta, y la pobreza general habría sido 2.9 puntos porcentuales más elevada en promedio en 7 países.

“Pese a su menor participación respecto del ingreso laboral, las transferencias no contributivas fueron muy relevantes para evitar un mayor aumento de la pobreza en la región. […] Si esos países no hubieran contado con las transferencias de emergencia, la pobreza extrema habría sido alrededor de 1.8 puntos porcentuales más alta y la pobreza habría sido 2.9 puntos más elevada”, subraya el informe.

Aún así, el organismo resalta que los esfuerzos aún no han sido suficientes y que la pobreza que se generó entre los dos últimos años remarcó las desigualdades ya existentes en la región. Tan sólo en 2020 aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez.

El documento sostiene que la desigualdad aumentó entre 2019 y 2020, con lo que se quebró una tendencia decreciente que venía observándose desde 2002. El Coeficiente de Gini —utilizado internacionalmente para medir la distribución del ingreso— aumentó en 0.7 puntos porcentuales para el promedio regional entre 2019 y 2020. Este deterioro tiene relación directa con las repercusiones de la pandemia.

“La ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal, en la presentación del informe.

Por ello, el informe de la Cepal sostuvo que un pacto social requiere de “un nuevo contrato fiscal con progresividad, acompañado de objetivos muy concretos, como darle sostenibilidad financiera a una protección social universal y con niveles de suficiencia adecuados que incluya al conjunto de la población”.

También urgió reestructurar los sistemas de salud, avanzar hacia una cobertura universal, con atención oportuna y de calidad para toda la población, y que el Estado actúe como garante del derecho a la salud.

En ese sentido, la Comisión recordó que América Latina es la región con el mayor número de defunciones informadas por COVID-19 a nivel global —con un total de un millón 562 mil 845 casos registrados hasta el 31 de diciembre de 2021—, cifra que representa el 28.8 por ciento del total de defunciones por COVID-19 informadas en el mundo, pese a que la población de la región apenas asciende al 8.4 por ciento de la población mundial.

América Latina es la región que más ha reportado muertes por coronavirus en lo que va de la pandemia. Esto se debe a la falta de vacunas, a los servicios de salud insuficientes y a las desigualdades de los países que conforman la región. Foto: Alberto Valdés, EFE.

La Cepal recalcó que sin control de la crisis sanitaria la recuperación económica no será sostenible, y advierte que América Latina y el Caribe es la región más vulnerable del mundo ante el coronavirus.

“La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y promover que estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes. Vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos para proteger el bienestar de la población, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad en la región”, destacó Alicia Bárcena.

La COVID-19, un freno al progreso hacia la cobertura sanitaria universal: OMS y BM

domingo, diciembre 12th, 2021

El surgimiento y desconocimiento sobre la evolución del coronavirus ha sido un obstáculo para los países ante el colapso de servicios sanitarios y la mayor crisis económica en el mundo desde 1930.

Ginebra, 12 dic (EFE).- La crisis económica desencadenada por la pandemia de la COVID-19 ha provocado un freno en la batalla hacia la Cobertura Sanitaria Universal, según refleja un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial (BM).

Los resultados obtenidos en el estudio, presentado en coincidencia con el Día de la Cobertura Universal, concluyen que la COVID-19 ha tenido un impacto devastador en la capacidad económica de las personas y los gobiernos para garantizar una sanidad de calidad.

Además del colapso de los servicios sanitarios de todo el mundo, los esfuerzos por contener la pandemia de la COVID-19 también condujeron a la peor crisis económica mundial desde 1930, lo que, según estas organizaciones, dificultó aún más el pago de la atención médica.

Los datos que ofrece el informe muestran que, antes de la pandemia, 500 millones de personas se vieron empujadas a la pobreza extrema debido a la imposibilidad de hacer frente económicamente a los servicios de atención sanitaria.

El coronavirus condujo a la crisis económica que dificultó el pago de atención médica para muchas personas. Foto: AP

El director de Salud, Nutrición y Población del BM, Juan Pablo Uribe, recordó que ya antes de la pandemia casi mil millones de personas dedicaban más del 10 por ciento del presupuesto familiar a la salud.

“Esto es inaceptable, especialmente porque las personas más pobres son las más afectadas. Dentro de un espacio fiscal restringido, los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles para proteger y aumentar los presupuestos de salud”, subrayó.

Los expertos coinciden en que la solución ante esta problemática pasa por que los gobiernos aumenten el gasto público en salud para eximir a la población más vulnerable de la carga económica derivada de los servicios sanitarios.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a los gobiernos a reanudar y acelerar inmediatamente los esfuerzos para garantizar que cada uno de sus ciudadanos pueda acceder a los servicios sanitarios sin temor a las consecuencias financieras.

Antes de la pandemia casi mil millones de personas destinaban 10 por ciento del presupuesto familiar a la salud. Foto: AP

“Antes de la pandemia, muchos países habían hecho progresos, pero no eran lo suficientemente sólidos. Esta vez debemos construir sistemas de salud que sean lo suficientemente fuertes como para resistir choques, como la próxima pandemia, y mantener el rumbo hacia la cobertura sanitaria universal”, agregó.

Para ello, tal y como recoge el estudio de la OMS y el BM, los gobiernos, que también han visto mermada su capacidad económica como consecuencia de la COVID-19, deberán emplear políticas fiscales más estrictas.

El economista del BM Ajay Tandon sugirió aumentar los impuestos sobre bienes adicionales que perjudican a la salud, como el tabaco y las bebidas alcohólicas.

Desde el comienzo de la pandemia, el Banco Mundial ha desplegado más de 157 mil millones de dólares para dar respuesta a esta crisis. Además, ha creado un programa para la compra y distribución de vacunas en 60 países de renta media y baja (la mitad de ellos en África) que cuenta con una partida de financiación de 20 mil millones de dólares hasta finales de 2022.

El economista Ajay Tandon sugirió aumentar los impuestos a productos que perjudican a la salud como el tabaco y las bebidas alcohólicas. Foto: AP

Julio Boltvinik: Sí hay más pobres, aunque AMLO insista en que tiene otros datos

jueves, agosto 12th, 2021

El académico especialista en pobreza, Julio Boltvinik, habló en entrevista con SinEmbargo sobre su perspectiva de la población pobre en México luego de los datos publicados por el Coneval. Asegura, como lo ha hecho desde hace años, que la pobreza en México es mucho mayor a la que oficialmente se reporta, lo que impacta directamente en cómo se atiende. Pero el problema va más allá y aseguró que el Gobierno federal, no quiere reconocer el problema ni los errores.

Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo).- “El panorama seguirá empeorando y no aprenden de los errores. Les muestran que crece la pobreza y Andrés Manuel López Obrador dice ‘yo tengo otros datos’ y cuando explica qué son esos otros datos dice que él mide la cara y la fe de la que cree que es una muestra representativa de la población. Pero se equivoca, él solo ve, habla e interactúa, lo poco que la pandemia le permite, con la gente que es seguidora de la 4T que son los que van a los mítines, el resto de la población no”.

Esa es una de las conclusiones que Julio Boltvinik Kalinka, académico e investigador mexicano experto en política social para combatir la pobreza, tiene sobre los datos dados a conocer el pasado jueves por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Sus notas sobre el tema van en dos caminos: el primero —y uno en el que ha insistido durante décadas— es que la cantidad de pobres que anuncia el Consejo cada dos años es mucho menor a la real, y por otro, que el actual Gobierno federal se quedó a la mitad del camino en la erradicación del problema.

De acuerdo con los últimos datos sobre pobreza, de 2018 a 2020, la población que vive en esa condición pasó de 51.9 millones a 55.7 millones de personas. En el caso de pobreza extrema, ésta pasó de 8.7 millones a 10.8 millones de personas. El principal factor del aumento, como ocurrió en todo el mundo, fue la pandemia. 

Al siguiente día de dar a conocer los datos, al Presidente le preguntaron sobre los datos de pobreza: “Debe de modificarse la forma de medición sobre bienestar, no depender todo lo relacionado con el bienestar sólo con indicadores económicos. Yo tengo, por ejemplo, mi manera de medir, ahora sí que tengo otro dato”.

Boltvinik Kalinka, al igual que el Presidente, pone en duda los datos del Consejo y no desde hace unos días. A lo largo de su carrera ha señalado que se subestima la pobreza en México. De acuerdo con sus cálculos, la pobreza no es del 40 por ciento, sino que está por arriba del 70 por ciento, es decir, cerca de más de 90 millones de personas viven en esta situación.

“Son tres cuartas partes de la población en pobreza y no menos de la mitad. Es una diferencia radical. Las políticas que se requieren para modificar la pobreza de las tres cuartas partes de la población son muy diferentes a las que se aplican”, comentó Boltvinik.

Agregó: “Andrés Manuel se quedó a la mitad del camino. ¿Cuál es la discusión en el mundo de los que estudiamos las políticas sociales en cuanto al combate a la pobreza? la focalización y universalización. Esa es la gran polémica en el mundo. En países con gran desarrollo del estado de bienestar, en donde Dinamarca se ha convertido en el más importante, Suecia, Noruega, todos los programas son universales, no son focalizados. ¿Y qué logran con eso? Eliminar la pobreza”.

Una mujer de la tercera edad en situación de pobreza pide monedas en las escalinatas de la estación Centro Médico de la línea 8 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC). Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

Pero para cumplir este punto, señaló, lo que se tiene que hacer es una Reforma Fiscal, que es otro de los asuntos a los que el actual Presidente se ha negado.

Puso en ejemplo: el programa Prospera, que fue la política principal del combate a la pobreza de la administración pasada, que encabezó Enrique Peña Nieto.

De acuerdo con Boltvinik, a la mitad de a quienes se les daba una transferencia no eran pobres extremos, que era su grupo de atención. Esto ocasionó que a la mitad de los pobres no les llegara el programa porque tenían una idea del monto total de pobres y lo que querían era cubrirlos a todos y cuando llegaron a 1 millón, detuvieron los apoyos.

“La localización no funciona, se cometen muchos errores. Tiende a poner etiquetas, de usted es pobre y usted no y hasta rompe el tejido social. La salida correcta es la universalización y esa cuesta mucho dinero, pero es el único camino para eliminar la pobreza. Obvio que hay que hacer las otras cosas: el crecimiento económico, empleos, pero eso tiene un futuro opaco por la automatización a nivel mundial […] Eso requiere una Reforma Fiscal a fondo y eso es una de las cosas que se niega a hacer López Obrador  […] un país pobre requiere más gasto público y el gasto público hay que financiarlo con impuestos”.

¿QUÉ PASA CON LOS PROGRAMAS SOCIALES?

Por tal razón, aseguró, el Presidente “se quedó a la mitad del camino”, ya que lanzó la pensión universal para adultos mayores y el Instituto de Salud para el Bienestar (lnsabi) tenía esa intención, pero no obtuvo el presupuesto ni la organización necesaria.

Justo en el terreno de los programas sociales, Boltvinik habló de la información difundida por el investigador Máximo Jaramillo en varios medios de comunicación:

“Las conclusiones son durísimas: durante el Gobierno de Andrés Manuel, los pobres han recibido menos atención relativa que la que recibían antes. Las personas que reciben transferencias monetarias por programas sociales, de los deciles 1, 2, 3 y 4 —los deciles con más pobreza—, están recibiendo un porcentaje menor del total de lo que recibían en el 2018. Y los ricos, los de deciles 8, 9 y 10 —los de mayores ingresos— están recibiendo un porcentaje mayor. Es evidente porque los programas nuevos que echó a andar López Obrador no están dirigidos a los pobres”.

En el caso por caso, dijo sobre la pensión de adultos mayores, los hogares de las personas de esta población no son los más pobres, sino los que tienen muchos niños pequeños. Universalizar ese programa, mencionó, sin duda fue un beneficio hasta para el autoestima de las personas de edad avanzada, pero no son los que tienen menos recursos.

Filas de personas mayores a los 65 años para tramitar su tarjeta del bienestar a fin de recibir la pensión del Gobierno federal. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

Sobre el de Jóvenes Construyendo el Futuro considera que tampoco está focalizado a los pobres, ya que los jóvenes que no estudian ni trabajan son, con frecuencia, clase media y a veces clase media alta.

“No es un programa social, les pagan por trabajar. No es cierto que se necesite un año de capacitación. El 90 por ciento de los trabajos del país son así de sencillos con algunas semanas de capacitación. Están sustituyendo el sueldo que está siendo pagado con impuestos. Es un subsidio a las empresas, trabajadores gratis”, añadió.

Finalmente, sobre Sembrando Vida dijo que es similar a aquellos programas de mano de obra temporal de la administración anterior, que le pagaban a la gente para hacer caminos rurales: “eso no es una transferencia social, ese es un pago por trabajo. No están llegando a los más pobres”.

LA PERSPECTIVA DE LA POBREZA

Sobre los datos presentados por el Coneval hace una semana, el economista mantiene las mismas críticas desde hace tiempo: las cifras de pobreza están minimizadas por la metodología: “estamos hablando del 43.9 por ciento de la población pobre y es una imagen totalmente falsa. Este es un país de 75 millones de pobres, tres cuartas partes pobres y el resto entre clase media baja, clase media y clase alta, muy poquitos”.

Mencionó que los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en la que se basa Coneval para sacar los datos de pobreza, muestra que los ingresos de los hogares disminuyeron, pero no  tan dramáticamente como se esperaba y esto en parte por los meses en que se levantó, que fue a fines de agosto y terminó en noviembre, es decir, cuando las medidas de confinamiento ya se habían relajado y comenzaba la recuperación económica.

“Parece razonable lo que dan los datos del Inegi. Es importante comentar que el confinamiento causa sobretodo pobreza de ingresos. La gente pierde su empleo, los perceptores de los hogares bajaron entre 2018 y 2020, por hogar en promedio, de 2.38 a 2.25. Es una fuerte baja relativa porque disminuye el número de personas en cada hogar que está recibiendo ingresos y entonces aumenta la taza de dependencia, que es el número total de miembros del hogar dividido entre los que perciben ingresos o entre los ocupados”, agregó.

Una madre y sus hijos intercambian pequeñas casas de cartón por artículos de despensa en Calle Diez y Periférico. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

Sin embargo, el doctor en Ciencias Sociales mencionó que la crítica que se ha hecho a la metodología de la ENIGH es que no capta del todo bien los ingresos por más capacitados que estén los encargados.

“Los más ricos no abren las puertas, es imposible encuestarlos, por más que el Inegi lo haga muy bien y escoja 100, 200 viviendas de Las Lomas, a la hora de ir a tocar la puerta no les abren y no pueden levantar la encuesta. Todos los más ricos, el 1 por ciento, queda fuera y se subestima el ingreso total de los hogares. En segundo lugar hay una subestimación en las zonas monolingües de indígenas de la población mexicana porque no hay cuestionario de la ENIGH en lenguas distintas al español y los más pobres son ellos, los que hablan una lengua indígena y no el español”.

Sobre la recuperación de los niveles de pobreza que se tenían previo a la pandemia, mencionó que se depende aún de lo que suceda con la contingencia sanitaria. “La recuperación dependerá mucho de la pandemia. Muchos creíamos que la pandemia se iba a controlar porque ya estaban las vacunas, pero los países con altos índices de población vacunada les están creciendo los contagios. Y no han vacunado a los niños, es una estupidez”.

El aumento de la pobreza cae como balde de agua helada en la Montaña de Guerrero

domingo, agosto 8th, 2021

“Antes el ciclo de migración era de noviembre a marzo y ahora se mantiene durante todo el año. Hoy las familias están saliendo permanentemente porque no hay forma de sobrevivir en las comunidades”, advierte Abel Barrera. Muchos no tienen tierras y no tienen acceso a los programas federales, “y al no estar en sus comunidades tampoco los registran para los programas y tampoco se vacunan”.

Por Zacarías Cervantes

Chilpancingo, Guerrero, 8 de agosto (El Sur).- Para el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, (Tlachinollan), Abel Barrera Hernández, el panorama que dibujan los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), “es desolador”, sobre todo para la región de la Montaña.

Dijo que la mayoría de las 907 mil familias que están en pobreza extrema se ubican en su mayoría en la región de la Montaña, donde no hay servicios de salud y educación, mientras que los montos de los programas sociales del Gobierno federal van en decremento.

De acuerdo a los datos que se dieron a conocer el jueves por el Coneval, Guerrero tiene dos millones 363 mil 188 personas en situación de pobreza y de ellas 907 mil 629 se encuentran en pobreza extrema.

Consultado por teléfono, el director de Tlachinollan, organismo que documenta violaciones a los derechos humanos en la Montaña, migración, el abandono y la marginación de los indígenas de la región, dijo que la situación de pobreza de las familias de la región de la Montaña se refleja sobre todo en la carencia de los derechos básicos como la alimentación, salud y la educación.

Agregó que estas carencias se han ido remarcando sobre todo a raíz de la pandemia, pero también por la crisis económica que se refleja en el incremento hasta en un 100 por ciento de los productos de la canasta básica, aumentos que comenzaron desde finales del 2019 y se agudizaron con el problema del coronavirus.

“En verdad se han vuelto inalcanzables los productos de la canasta básica para las familias, no alcanzan a tener una dieta adecuada, la situación no garantiza a las familias que trabajan en el campo el acceso a los alimentos básicos”, aseguró el activista de derechos humanos.

En la playa La Gamba niños de bajos recursos y vendedores ambulantes indígenas, algunos provenientes de la Montaña, comparten clases en La Academia de la Playa. Foto: Carlos Alberto Carbajal, Cuartoscuro.

Dijo que los precios de los productos de primera necesidad han aumentado en esa región con mayor velocidad a raíz de la pandemia, y que las familias al no tener para el alimento diario emigran en cualquier época del año.

“Antes el ciclo de migración era de noviembre a marzo y ahora el ciclo se mantiene durante todo el año.
Hoy las familias están saliendo permanentemente porque no hay forma de sobrevivir en las comunidades”, aseguró,

Declaró que el problema es que la mayoría de las familias no cuentan con un ingreso seguro, pues no cuentan con un trabajo remunerado, “y los programas sociales son insuficientes, no cubren lo necesario para la alimentación”.
Barrera Hernández aseguró que contra lo que se cree, en el actual Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decrecido el monto de los programas.

Una mujer indígena Nahua de la Montaña baja ofrece algunos productos que elabora artesanalmente. Foto: José Hernández, Cuartoscuro.

“Por ejemplo, antes, las mamás recibían los apoyos por cada uno de sus hijos que iban a la escuela y ahora es un solo apoyo para todos, entonces es menor el ingreso”.

Agregó que lo mismo pasa con los campesinos, indígenas y pequeños productores, “ahorita reciben mil 600 pesos por temporada, es decir, el apoyo es al año por la compra de insumos y para una familia que siembra media o una hectárea es poco, no le alcanza comparado con lo que cuestan los productos en las tiendas, los productos industrializados, se vuelve más complicado todo”.

Otro de los problemas es la carencia de medicamentos del sector salud, “y obviamente la gente tiene que pagar las medicinas que cada día son más caras, no tienen control de precios, están subiendo, se escasean y al escasearse aumentan más”.
Agregó que, además, al no encontrar servicio en las casas y centros de salud, así como en los hospitales, las familias tienen que recurrir al servicio privado para curarse, “y más ahora con la pandemia”.

Denunció que “se ha vuelto un círculo perverso” sobre todo para los indígenas, el empobrecimiento y el encarecimiento de los productos básicos y medicamentos.

Dijo que en la mayoría de los municipios de la región tampoco hay conectividad segura para el servicio de Internet y los niños y jóvenes no se han interesado en dar seguimiento a la educación virtual, “por lo mismo los papás han dicho que, ahora, es cuando mejor les va porque se llevan a toda la familia como jornaleros”.

Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro.

Informó que Tlachinollan ha registrado 22 mil personas que salieron el año pasado y lo que va del actual, consideró que este es un número alto y que además se debe tomar en cuenta que hay un sub registro, porque no todos llegan a reportarse al Consejo de Jornaleros.

Contó que hay casos en que los camiones van a las comunidades directamente para llevarse a las familias, “y toda esa gente no es registrada, entonces el número es mucho más alto”.

Agregó que además de la pobreza se van porque muchos no tienen tierras y al no tener tierra no tienen acceso a los programas federales, “y al no estar en sus comunidades tampoco los registran para los programas los ‘servidores de la nación’, y tampoco se vacunan porque no están dados de alta en las plataformas de vacunación porque la gente tiene que estar trabajando”.

“Es una población flotante, estamos hablando de miles de familias jornaleras, entonces esa población es la que no accede a los programas y a la vacunación, la atención médica no es segura, tienen que recibir la atención de manera privada”.

Explicó que todos esos factores influyen a que sean las familias indígenas de la Montaña las que están en pobreza extrema.

Dijo que lo único que está salvando a algunas familias son las que tienen hijos en Nueva York, Estados Unidos, que es donde regularmente se va la gente de la Montaña y que a través de las remesas sostienen a los que se quedan en la Montaña.

Jornaleros de la Montaña del estado de Guerrero comenzaron los viajes para trabajar en diversos estados del norte del país. Foto: Dassaev Téllez, Cuartoscuro.

“Eso es lo que está sufragando esta crisis económica y sanitaria que están enfrentando las familias”,
matizó.

“Es lo que permite mantener a flote a algunas familias, con eso pueden acceder a algunas medicinas, a los alimentos que no alcanzan a producir, tener alguna reserva muy pequeña para vestido, calzado y algunas cuestiones de los hijos a los que hay que comprarles algunas golosinas”.

Sin embargo, insistió que en general, “es muy precaria la situación, y creo que el reporte que da Coneval dibuja un panorama desolador”.

Aunque reconoció que la pandemia es otro factor que no estaba previsto y que esto hizo que se redujeran los índices de desarrollo y, más bien, se incrementará el número de familias pobres y aumentaran las que están en extrema pobreza.

Insistió que en la Montaña hay también desesperación de las familias porque, además, algunas familias que tuvieron que involucrarse en la siembra ilícita de la amapola ya no es garantía de un ingreso que complemente sus gastos básicos porque ha bajado el precio de la goma de opio que antes era de hasta 25 mil pesos el kilo, a unos tres mil ahora.

Añadió que, aunque actualmente se ha recuperado el precio a 10 o 12 mil pesos, aun así, en estos momentos en que todo está caro los insumos agrícolas también subieron, y esto hace que ya no sea redituable la siembra ilícita y genera más problemas porque hay más violencia en las comunidades.

“En fin, la situación sigue descomponiéndose, no hay una recomposición, al contrario, hay una descomposición y quienes están pagando las consecuencias de esta crisis son las familias indígenas, las regiones pobres, las personas que no tienen bienes materiales, sobre todo el acceso a la tierra y un trabajo seguro”, concluyó.

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El número de pobres en México subió de 41.9% en 2018 a 43.9% en 2020: Coneval

jueves, agosto 5th, 2021

La pandemia de COVID-19 exacerbó la pobreza en México en los últimos dos años. Así lo demuestran las cifras dadas a conocer este miércoles por el Coneval. En el periodo de 2018 a 2020 hubo un  aumento de 2 puntos porcentuales en la población con menos recursos, según estos datos.

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– De 2018 a 2020, la población en condiciones de pobreza en México aumentó 3.8 millones de personas al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones, un aumento de 2 puntos porcentuales con respecto a hace dos años. Es decir, la población mexicana que vive en esta situación aumentó de 41.9 por ciento a 43.9 por ciento.

Las cifras, dadas a conocer por José Nabor Cruz Marcelo, director ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reflejan, además, el efecto de la pandemia: la pobreza extrema pasó de 8.7 millones a 10.8 millones de personas; 2.1 millones de personas más. Esto representa un incremento de 7 por ciento a 8.5 por ciento en el mismo periodo.

El titular del Coneval comentó que las circunstancias de la pandemia de COVID-19 plantearon un reto mayor al normal, lo que se ve reflejado en las nuevas cifras.

La carencia que tiene mayor crecimiento es la del acceso a los servicios de salud: pasó de 20.1 millones a 35.7 millones de personas que no tienen acceso a lo mínimo en ese rubro.

Una mujer de la tercera edad en situación de pobreza pide monedas en las escalinatas de la estación Centro Médico de la línea 8 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC). Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

De hecho, la carencia por acceso a los servicios de salud es la que más aumentó de 2018 a 2020 y el dato es agudo en un contexto de pandemia: en el ámbito rural, 30.5 por ciento de la población reportó esta carencia; en el ámbito urbano el 27.4 por ciento.

La población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, es decir, que percibe recursos inferiores a los mil 700 pesos, aumentó 3.2 por ciento. Y la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza, es decir, que gana 2 mil 520 pesos, también aumentó un 2.9 por ciento.

Son sectores de la población que se encuentran más vulnerables sólo por sus ingresos.

En cuanto a la brecha entre la población con menos recursos y la más acaudalada, los datos muestran que el decil 1, que es el más pobre, tuvo un ingreso de 2 mil 295 pesos y el decil 10, que es el no pobre y no vulnerable, un ingreso de 49 mil 995 pesos, es decir, 22 veces más.

El Coneval aportó además un datos de brecha de género: señaló que el 83.5 por ciento de las mujeres hablantes de lengua indígena en zonas rurales es pobre, mientras que sólo el 38.4 por ciento de los hombres no hablantes de lengua indígena que viven en zonas urbanas está en esa condición.

Por entidad federativa, Quintana Roo es la que más aumentó la pobreza, ya que creció  2 puntos porcentuales de 2018 a 2020. Las entidades que le siguen son Baja California Sur, Tlaxcala, Estado de México, Yucatán, Querétaro, Nuevo León, Puebla, Jalisco y Sonora.

Son los ingresos laborales los que más impactaron para el crecimiento de la pobreza y en la desagregación por entidad federativa, explicó Cruz Marcelo. 

En tanto, las entidades que presentaron reducciones y buenos avances en pobreza fueron Nayarit, Colima y Zacatecas.

Chiapas, Guerrero y Oaxaca, tuvieron reducciones en su población de pobreza extrema, aunque son aún las entidades con mayor población en esa condición.

Sólo en pobreza extrema, de nuevo es Quintana Roo la entidad que más abona en esta población con un aumento de 6.8 puntos porcentuales de 2018 a 2020. Le siguen Tlaxcala, Yucatán, Puebla y Estado de México.

Los insumos y los datos que el Coneval utiliza provienen de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que fue levantada entre agosto y noviembre de 2020.

Cien millones de personas más en pobreza extrema por la COVID. Es histórico y nadie habla de ello

lunes, abril 19th, 2021

La COVID-19 está provocando un descenso en las remesas recibidas por las familias más pobres.  También ha aumentado la desigualdad.

Por Mónica Goded
Profesora de Economía, Universidad Pontificia Comillas.

Madrid, 19 de abril (The Conversation).- Es habitual leer que, si exceptuamos el impacto de las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, la COVID-19 ha provocado una recesión sin precedentes en el último siglo y medio. Lo que no resulta tan frecuente es que se escuchen voces que denuncien que la crisis actual perjudica en mayor medida a la población más vulnerable de los países en desarrollo.

Y, sin embargo, es descorazonador comprobar que, por primera vez en décadas, la pobreza extrema aumentará en 100 millones de personas.

Además, se ha producido una caída de la renta per cápita en más del 90 por ciento de los países en desarrollo. La mitad de estas economías revertirá los avances de los últimos cinco años o más y una cuarta parte perderá todo el progreso realizado desde 2010.

Número de personas que viven con menos de 1.90 dólares al día, en situación de pobreza extrema. Foto: Banco Mundial.

La COVID-19 está provocando un descenso en las remesas recibidas por las familias más pobres. Por primera vez en la historia moderna, se ha reducido la cantidad de migrantes internacionales.

Retroceso en 2020 en la ganancia en ingreso por habitante en los países emergentes y en desarrollo (en número de años). Foto: Banco Mundial.

También ha aumentado la desigualdad. Frente al 10 por ciento de los hogares ricos que se contagian, más de la mitad de los hogares pobres lo hacen y la probabilidad de que fallezcan sus habitantes es cuatro veces más elevada. La mayor exposición a la enfermedad se debe a diferentes factores:

Ocupación en actividades esenciales que no se interrumpen durante los confinamientos.

Residencia en barrios densamente poblados.

Imposibilidad de reducir las horas de trabajo al no contar con ahorros.

PIB: estimaciones para 2022 en comparación a los niveles previos a la pandemia (diferencia porcentual). Foto: FMI

¿QUÉ DEPARARÁ EL FUTURO?

Las perspectivas en términos de crecimiento son sombrías por los recortes de la inversión debidos al deterioro en las expectativas de los agentes económicos.

El crecimiento futuro también se resentirá del impacto de la pandemia en el capital humano, al poner en peligro los avances en el ámbito educativo y sanitario.

El aprendizaje se ha visto interrumpido con el cierre de las escuelas, que ha perjudicado especialmente a la población que no dispone de medios para continuar la formación a distancia. Además, la caída del ingreso de las familias obligará a interrumpir la formación de muchos niños y jóvenes. En particular, serán las niñas las que se vean forzadas en mayor medida a abandonar las aulas.

Al mismo tiempo, la pandemia ha aumentado el gasto sanitario de unas familias que ya afrontaban serias limitaciones financieras para cubrir su atención médica. Se estima asimismo que ha elevado en 130 millones el número de personas afectadas por el hambre crónica.

POR QUÉ DEBEMOS AFRONTAR LA SITUACIÓN

Ignorar este aciago panorama no es justo… pero es que tampoco interesa hacerlo. La pandemia no terminará hasta que no termine en todo el mundo.

Niños en medio de la calle intentan utilizar sus camisetas para mantenerse calientes durante una cuarentena estricta, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Manila, Filipinas. Foto: Aaron Favila, AP.

Sin embargo, la respuesta a la COVID-19 está siendo extremadamente irregular: en las economías avanzadas, los paquetes de estímulo frente a la crisis representan entre el 15 por ciento y el 20 por ciento del PIB, en las economías emergentes sólo suponen en torno al 6 por ciento del PIB y en los países más pobres no llegan ni al dos por ciento.

Pensar en términos nacionales es lo más fácil, sin duda, pero salvaguardar la cooperación internacional también debería ser una prioridad. No atender a tiempo las acuciantes necesidades de los más desfavorecidos a la larga obliga a mayores desembolsos para afrontar unas tragedias que se podrían haber evitado.

Personal de una fábrica textil de Puerto Príncipe trabaja luciendo tapabocas el 21 de abril del 2020. Foto: Dieu Nalio Chery, AP.

¿HAY ESPACIO PARA LA ESPERANZA?

El FMI subraya que lo que suceda a partir de ahora dependerá del ritmo de las campañas de vacunación y de la capacidad de ofrecer una respuesta eficaz entretanto. Será pues preciso reforzar la cooperación internacional prioritariamente en dos ámbitos.

Se debe asegurar el acceso en todo el mundo a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas contra la COVID-19. Alienta comprobar que se ha puesto en marcha una iniciativa con esta finalidad, el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19, en la que participan organizaciones internacionales, gobiernos, empresas e instituciones de la sociedad civil. Urge reforzar esa cooperación pues, en estos momentos, las economías avanzadas han adquirido la mayor parte del suministro disponible.

Por lo demás, resulta imperativo proporcionar a los países de ingresos bajos, que ya estaban sobrendeudados antes de la propagación de la COVID-19, una inyección adecuada de liquidez internacional que amplíe su margen de maniobra para hacer frente a la crisis.

El Banco Mundial y el FMI, en colaboración con el G20, han acordado una iniciativa para suspender temporalmente los pagos del servicio de la deuda de estos países. cinco mil millones de dólares han podido así ser desviados a la lucha contra la pandemia y sus consecuencias económicas. No obstante, se trata tan sólo de un primer paso, pues los acreedores privados no están participando en esa iniciativa.

En definitiva, la pandemia pone de relieve la imperativa necesidad de mayores dosis de cooperación internacional. Existe un riesgo evidente de que los países más ricos se centren en cubrir sus propias necesidades. El problema es que esta actitud podría dejar atrás a las poblaciones más vulnerables de los países en desarrollo.

Esa alternativa no es viable, ni desde un punto de vista ético, ni desde una perspectiva eminentemente práctica. El mundo sólo será un lugar seguro cuando todos sus habitantes estemos protegidos.

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La COVID-19 arrasa con la batalla contra la pobreza en México y AL, y la regresa 12 años, dice la Cepal

jueves, marzo 4th, 2021

Provocó un aumento sin precedentes en los niveles de pobreza en Latinoamérica: la tasa de pobreza alcanzó el 33.7 por ciento de la población y la tasa de pobreza extrema se situó en 12.5 por ciento.

México perteneció al grupo de países con niveles de pobreza más elevados, pero en el período 2014-2019 la pobreza extrema registró una reducción de 0.6 puntos porcentuales.

Ciudad de México, 4 de marzo (SinEmbargo/Europa Press/EFE).- La crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 en América Latina supondrá un retroceso de 12 años en términos de pobreza y de 20 años en términos de pobreza extrema, según un nuevo informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de Naciones Unidas. Las proyecciones para México supusieron un avance de la tasa de pobreza extrema del orden de 7.8 por ciento, con un aumento del 10.6 en 2019 al 18.4 en 2020; en tanto que para la tasa de pobreza será de 9.1 por ciento (del 41.5 al 50.6 por ciento).

Durante 2020, el año del Gran Confinamiento por el nuevo coronavirus, la región cerró el año con un total de 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año anterior.

La secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, ha presentado este jueves dicho informe, en el que se recoge que si bien las medidas de proyección social han evitado un mayor aumento de la pobreza, las consecuencias económicas y sociales de la contingencia sanitaria serán significativas entre los países de la región más afectada por el virus en el mundo, con el 27.8 por ciento de muertes registradas por la COVID-19 en el mundo.

La proyección de la Cepal para el PIB de México, comprendido en el informe “Panorama Social de América Latina 2020” fue que este descendería -9.0 por ciento. La caída del Producto Interno Bruto fue de 8.5 por ciento, tan profunda que hizo historia, según las cifras revisadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). No fue de dos dígitos, por arriba del 10 por ciento, como algunos analistas calculaban.

El director del Inegi, Julio Alfonso Santaella Castell, expuso que desde el 2019 el PIB mostró una tendencia a la baja, pero se contrajo fuertemente hasta el segundo trimestre de 2020, periodo coincidente con el inicio de la emergencia sanitaria por coronavirus.

La Cepal proyectó una reducción del PIB de América Latina de 7.7 por ciento, lo que se traduciría en una reducción del PIB per cápita regional del 8.5 por ciento, “que significa un retroceso a niveles similares a los registrados a mediados de la década de 2000 e implica el crecimiento de la pobreza y la desigualdad”, destacó el informe.

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AUMENTA LA POBREZA

La pandemia del coronavirus está provocando un aumento sin precedentes en los niveles de pobreza en Latinoamérica, la región más desigual del mundo. El organismo dependiente de la ONU estimó que el año pasado la tasa de pobreza alcanzó el 33.7 por ciento de la población y la tasa de pobreza extrema se situó en 12.5 por ciento, niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente.

El total de personas en situación de pobreza aumentó así a 209 millones, de las cuales 78 millones se encuentran en situación de pobreza extrema, lo que supone 8 millones más que en 2019, según el informe.

Las proyecciones de crecimiento de pobreza en México mostraron que hasta 2019, el país perteneció al grupo de países con niveles de pobreza más elevados, en los que la tasa de pobreza iguala o supera el 30 por ciento de la población y la tasa de pobreza extrema se sitúa por encima del 10 por ciento.

Al tomar como referencia el período 2014-2019, en la mayor parte de los países analizados se registró una disminución de la pobreza y la pobreza extrema. En cuanto a la pobreza extrema México registró una reducción de 0.6 en el periodo.

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La Cepal estima que 491 millones de latinoamericanos (8 de cada 10) están en una situación de vulnerabilidad, ya que viven con ingresos inferiores a la línea de pobreza. Para compensar las pérdidas de ingresos de hogares, en 2020 los gobiernos implementaron 263 medidas de protección social de emergencia e inyectaron 86. mil millones de dólares entre marzo y diciembre en transferencias monetarias y en especie.

No obstante, Bárcena ha advertido de que la región no alcanzará la inmunidad de rebaño en 2021, debido al “fuerte acaparamiento” internacional al acceso de las vacunas, así como otras restricciones en aspectos logísticos que podrían afectar de manera negativa a las campañas de vacunación.

La Cepal ha vuelto ha incidir en la creación de un ingreso de emergencia para las personas en una situación de pobreza o de pobreza extrema. En el primer caso, el coste de distribuir un ingreso de emergencia equivalente a una línea de pobreza supondría un coste del 7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que, en el caso de la pobreza extrema, el coste alcanzaría el 3.3 por ciento del PIB.

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DESEMPLEO EN AUMENTO

La pandemia irrumpió en América Latina en un panorama complejo, ya que desde 2014 se observaba un crecimiento continuo de la pobreza y la pobreza extrema, con altos niveles de pobreza en los sectores rurales, indígenas y afrodescendientes, además de descensos continuados en el índice de desigualdad de Gini, altos niveles de informalidad y altos niveles de desigualdad de género.

Entre 2014 y 2019, la pobreza en Latinoamérica aumentó desde 162 millones de personas hasta los 187 millones, mientras que en el caso de pobreza extrema el incremento fue desde 46 a 47 millones de personas.

En este escenario, la tasa de desocupación alcanzó el 10.7 por ciento en 2020, un incremento de 2.6 puntos porcentuales respecto al valor registrado en 2019, con una importante salida de personas de la fuerza de trabajo y una escasa posibilidad de teletrabajo, ya que solo el 21.3 por ciento de los ocupados en la región pudo llevar a cabo el trabajo a distancia.

La variación anual de la tasa de desocupación en México durante el trimestre abril-junio significó un aumento del 0.7 por ciento. La tasa de ocupación descendió (-)12.6 por ciento y la de participación (-)12.8 por ciento. La pandemia también tuvo efectos en la subocupación, en el mismo periodo pasó de 7.8 por ciento a 29.9 puntos porcentuales.

La tasa de informalidad aumentó del 47.7 al 55.1 por ciento entre abril y agosto de 2020, período en el cual la población ocupada pasó de 43.3 millones a 50.4 millones de personas.

“En ese país la recuperación ha sido más rápida para el empleo informal que el formal: el crecimiento de la informalidad laboral representó un 63.8 por ciento del aumento de los ocupados totales entre mayo y junio”, destacó el documento.

Los datos disponibles para México también sugieren una recuperación del empleo a partir de junio. Ya en septiembre, la tasa de participación laboral se recuperó desde su nivel más bajo registrado en mayo e hiló cuatro meses consecutivos de alza. Sin embargo los avances aún dejaban 4.5 puntos porcentuales de distancia con respecto al mismo mes de 2019.

La dinámica de la recuperación no es igual para hombres y mujeres. Para los primeros se observó una recuperación sostenida hasta agosto, seguida por una ligera disminución en septiembre; para las mujeres fue menos dinámica con un aumento hasta septiembre, después de dos meses consecutivos de baja.

Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron Argentina (20.9), Colombia (21.8), Costa Rica (20.1) y Perú (39.5). Asimismo, la tasa de desocupación más alta se observó en los hogares más pobres. “Los grandes perdedores, como siempre, son los pobres”, ha indicado Bárcena.

Los trabajadores más golpeados por esta caída del empleo fueron los informales. “La gran pérdida que ha tenido la región en términos de trabajo es el informal”, ha destacado Bárcena, quien ha explicado que del total de empleos perdidos en Brasil, Costa Rica y México, el 76.8, el 72.5 y el 72.6 por ciento, respectivamente, fueron informales.

Banco Mundial prevé que hasta 150 millones caigan en pobreza extrema en 2021; ciudades sufrirán

miércoles, octubre 7th, 2020

Muchas de estas personas, previó el organismo se dedican a la economía informal, la construcción y la manufactura, sectores fuertemente afectados por las medidas de confinamiento y otras restricciones de movilidad.

La pandemia detuvo abruptamente años de progreso contra la pobreza extrema global, que podría aumentar en 2020 por primera vez en más de dos décadas.

Por Cara Anna

Johannesburgo, 7 de octubre (AP).- Hasta 150 millones de personas podrían caer el año entrante en la pobreza extrema -categoría en la que los afectados sobreviven con menos de 1.9 dólares al día-, dependiendo de la amplitud de la contracción de las economías durante la pandemia de COVID-19, dijo el miércoles el Banco Mundial.

Se prevé que los países de ingresos medios acumularán el 82 por ciento de las nuevas personas en pobreza extrema, como India, Nigeria e Indonesia. Muchos de estos afectados serán habitantes urbanos más educados, lo cual significa que las ciudades tendrán un aumento en el tipo de pobreza típicamente arraigada en las zonas rurales.

La mayoría de los nuevos pobres a nivel extremo, más de 110 millones de acuerdo incluso con la proyección de referencia del Banco Mundial, corresponderá al sur de Asia y África subsahariana.

La pandemia ha detenido abruptamente años de progreso contra la pobreza extrema global, que se prevé aumentará en 2020 por primera vez en más de dos décadas. También amenaza con agravar la desigualdad global y hará “más difícil que los países regresen al crecimiento incluyente”, dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass.

 

El crecimiento económico global caerá 5.2 por ciento este año, más que en las últimas ocho décadas, según las previsiones.

Casi una cuarta parte de la población mundial vive con menos de 3.20 dólares al día, un numero enorme de personas vulnerables al tipo de convulsiones económicas que este año se han presentado en oleadas. El desempleo va en aumento y quienes tenían ahorros ven cómo se les acaban. Las familias están comiendo menos. Muchos niños, que representan la mitad de los pobres en el mundo, no tienen acceso a la educación a distancia.

“Muchos de los nuevos pobres posiblemente se dediquen a la economía informal, la construcción y la manufactura, los sectores cuyas actividades económicas están entre las más afectadas por las medidas de confinamiento y otras restricciones de movilidad”, dijo el informe, que citó encuestas telefónicas en países en todo el mundo.

Las brechas en salud, educación y pobreza de la niñez en México se han agudizado con la COVID-19: Unicef

jueves, septiembre 10th, 2020

El desafío es el aprendizaje en casa pues se estima que uno de cada seis niños de bajos recursos económicos no siguió el inicio de clases a distancia, “lo cual hará más grandes la brechas” en educación, dijo Juan Rivera, director del Instituto Nacional de Salud Pública.

México, 10 de septiembre (EFE)- La crisis por COVID-19 ha generado una presión extra a los hogares con niños, en especial aquellos de más bajos recursos, agudizando las brechas ya existentes en cuestiones de salud, educación y pobreza, según datos de una encuesta presentada este jueves por Unicef.

Tras la presentación de la Encuesta de Seguimiento de los Efectos de la COVID-19 en el Bienestar de las Niñas, Niños y Adolescentes (Encovid19), Catalina Gómez, jefa de Política Social de Unicef México, dijo a Efe que los datos de este documento son “relevantes” porque visibilizan los efectos de la pandemia en las familias con niños en México, país que suma más de 647.000 casos y casi 70 mil muertos.

Apuntó, que las familias se sienten más presionadas debido a la menor cantidad de recursos que perciben debido a la pandemia, lo que incide en que exista una menor seguridad alimentaria y mayor estrés.

De acuerdo con la encuesta, en junio de 2020 y a causa de la pandemia, 10 por ciento de los hogares con niños y adolescentes reportó que alguien de su familia perdió el empleo.

Además, el 32.2 por ciento de hogares con niños informó de una caída en sus ingresos durante la cuarentena, mientras para los hogares sin menores, fue de 21.9 por ciento.

Esto, de acuerdo con Gómez, incide en que se profundicen las brechas que de por sí ya existían previo a la aparición de la pandemia.

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA

Gómez detalló que la baja en el ingreso familiar va a recrudecer la inseguridad alimentaria, es decir, la capacidad que tienen las personas de acceder a alimentos saludables y, con ello, se elevarán los índices de obesidad y desnutrición.

La encuesta estima que existe un deterioro en la calidad de la alimentación que puede llevar a una reversión en la disminución casi sostenida de la desnutrición crónica “que habíamos logrado en los últimos 30 años”, dijo durante la presentación Juan Rivera, director del Instituto Nacional de Salud Pública.

Dijo que la desnutrición puede aumentar en los niños menores de cinco años “con efectos de largo plazo en el desarrollo de capacidades y la salud a lo largo de su vida”.

Esto, además, podría llevar a desarrollar estrés y depresión, lo que incidirá directamente en la generación de violencia. “La idea es no llegar a esos extremos, pero la problemática está aumentando”, afirmó.

Además, la pandemia ha elevado las cifras del trabajo infantil de niños de entre 0 y 14 años, el cual además se ha dado en condiciones inadecuadas.

Otras consecuencias son la deserción y el abandono escolar de niños y adolescentes lo cual, dijo Gómez, es preocupante sobre todo en la educación media superior donde parece que está ocurriendo más.

El desafío, aseguró, es el aprendizaje en casa pues se estima que uno de cada seis niños de bajos recursos económicos no siguió el inicio de clases a distancia, “lo cual hará más grandes la brechas” en educación.

 Al respecto, Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, el cual realizó la encuesta, dijo que el acceso a la tecnología tiene “diferencias dramáticas” por estrato socioeconómico y la pandemia está exacerbando las desigualdades que ya existían desde antes.

ATENDER PRIORIDADES

Los datos del informe, afirmó Catalina Gómez, pueden ser un instrumento que ayude en la toma de decisiones.

Sin embargo, indicó que se deben atender algunas prioridades porque “urge visibilizar y poner freno a los efectos de la pandemia”.

Entre los rubros prioritarios están que los programas sociales que deben ser más amplios y con mayores apoyos, pues ante la pandemia el monto de los mismos es “insuficiente”.

Refirió que estos programas deben ayudar a que las familias puedan cubrir sus necesidades básicas, al menos mientras dura la pandemia.

“Las niñas, niños y adolescentes necesitan garantía integral de sus derechos, esta pandemia les ha afectado en aspectos como el aumento del trabajo infantil, la deserción escolar, el incremento de violencias, la calidad de su salud y una mayor pobreza, y hay que ayudarlos”, concluyó.

Si el PIB cae -12%, México tendrá a 16.4 millones en pobreza y 18 millones en pobreza extrema: BBVA

jueves, mayo 21st, 2020

Con base en las estadísticas del Coneval, la institución financiera previó que el peor escenario es el descenso de -12 puntos porcentuales en el PIB nacional. Sin embargo las proyecciones estiman 6 por ciento y cifras levemente superiores.

México, 21 de mayo (EFE).- BBVA México estima que el país sumará entre 12 y 16.4 millones de nuevos pobres a raíz de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 hasta alcanzar entre el 58 y el 61.9 por ciento de la población, reveló este jueves un estudio.

Con base en la metodología del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el organismo que mide la pobreza en México, y a las estimaciones del Producto Interior Bruto (PIB) para 2020, BBVA proyectó dos escenarios.

El más positivo tendría lugar si la economía mexicana decreciera un 7 por ciento este año, lo que arrastraría a 12 millones de personas a caer en la pobreza, mientras que otros 12.3 millones pasarían a padecer pobreza extrema.

De esta manera, el porcentaje de población pobre en México aumentaría del 48.8 por ciento actual hasta un 58.4, mientras que la población en situación de pobreza extrema se incrementaría del 16.8 a un 26.6 por ciento.

El escenario más pesimista dibujado por el BBVA contempla un descalabro del PIB del 12 por ciento, lo que sumaría a 16.4 millones de personas en la bolsa de la pobreza y a 18 millones en la pobreza extrema.

Esto supondría pasar del 48.8 por ciento de pobres en el país a un 61.9 y del 16.8 en pobreza extrema a un 31.2 por ciento.

El estudio calcula la pobreza con base en los ingresos y considera que una familia se encuentra en la pobreza cuando “no puede adquirir para cada integrante del hogar una canasta alimentaria más una no alimentaria”, que incluye gastos en educación, salud, vestido o transporte público.

Mientras que la pobreza extrema se da en una familia cuando “aun gastando todo el ingreso con que cuenta no puede comprar una canasta alimentaria para cada integrante del hogar”.

BBVA aclaró que sus cálculos se basaron en la pobreza por ingresos en México, que según los datos más recientes es del 48.8 por ciento, y no en la pobreza multidimensional, un dato ofrecido por el Coneval cada dos años y que observa más factores que los ingresos económicos.

De acuerdo con estas últimas cifras, el país registró 52.4 millones de habitantes en situación de pobreza en 2018, un dato menor a los 53.4 millones de 2016 y que representa el 41.9 por ciento del total de la población.

Durante 2019, el primer año completo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la economía mexicana se contrajo un 0.1 por ciento, y este año la mayoría de pronósticos estiman caídas del PIB superiores al 6 por ciento debido a la pandemia de coronavirus.

López Obrador se comprometió en la campaña electoral a mantener un crecimiento anual en promedio del 4 por ciento durante los seis años de su mandato, aunque ha ido cambiando poco a poco el discurso centrándose en su apuesta por la redistribución de riqueza y el bienestar.

La contracción económica por la COVID-19 será de 5% y dejará a 60 millones en pobreza extrema: BM

martes, mayo 19th, 2020

David Malpass, director del Banco Mundial expresó que la institución financiera ha puesto a disposición de los países en desarrollo 160 mil millones de dólares para enfrentar “los impactos económicos, sanitarios y sociales de la COVID-19”. Recalcó la importancia de mantener el acceso a los mercados avanzados, a través de canales como el turismo o las exportaciones.

Washington, 19 de mayo (EFE).- El Banco Mundial (BM) advirtió este martes de que la crisis del coronavirus SARS-CoV-2 podría llevar a 60 millones de personas a la extrema pobreza en todo el planeta, y a perder el empleo a cientos de millones más ante la aguda contracción económica que se prevé en 2020.

Según los cálculos de la institución, la economía global se desplomará cerca de un 5 por ciento este año.

“La pandemia y el cierre de las economías avanzadas podría empujar a 60 millones de personas a la extrema pobreza, eliminando mucho del progreso reciente logrado en la reducción de la pobreza”, dijo David Malpass, presidente del BM, en una conferencia telefónica.

La institución sitúa el umbral de extrema pobreza en los 1.90 dólares al día (45.6 pesos).

Para ayudar a encarar la crisis derivada por la pandemia, el BM ha llevado a cabo operaciones de emergencia en más de 100 países, donde vive más del 70 por ciento de la población mundial.

La mayor parte de ellos se han centrado en países en situación de fragilidad o conflicto, como Afganistán, Haití, Chad o Níger.

Asimismo, Malpass reiteró el “compromiso” de poner a disposición de los países en desarrollo 160 mil millones de dólares en financiación en un periodo de 15 meses para encarar “los impactos económicos, sanitarios y sociales de la COVID-19”.

El presidente del BM recalcó la importancia para los países con menos recursos de mantener el acceso a los mercados avanzados, a través de canales como el turismo o las exportaciones, por lo que la prolongada paralización económica tiene efectos especialmente negativos.

Hace unas semanas, el BM subrayó que se espera una aguda contracción de las remesas de migrantes, con una caída estimada del 20 por ciento respecto a 2019, debido a los masivos despidos en países avanzados en industrias que dan empleo a un gran número de migrantes, como la restauración o construcción.

La COVID-19 dejará entre 6.1 y 10.7 millones de mexicanos más en la pobreza extrema, prevé Coneval

lunes, mayo 11th, 2020

Si el ingreso cae 5 por ciento, sobretodo en la población urbana, Coneval espera un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de personas más en situación de pobreza y hasta 10.7 millones en pobreza extrema.

El Consejo llamó al Gobierno federal a aumentar los apoyos sociales, una cobertura adicional para 8.87 millones de beneficiarios requeriría 137 mil 288.1 millones de pesos adicionales. Si la cobertura aumenta un 30 por ciento beneficiaría a 81 millones de mexicanos pero requeriría 41 mil 681.1 millones de pesos más.

Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- Los grupos más vulnerables y los avances en materia de desarrollo social también están en riesgo de contagio por el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19. El Coneval alertó que la pandemia puede aumentar la cantidad de personas en situación de pobreza extrema de entre 6.1 y 10.7 millones de habitantes este año, además de un recrudecimiento de la pobreza laboral de entre 37.3 a 45.8 por ciento de la población económicamente activa sólo en el segundo trimestre de 2020.

“La contingencia sanitaria internacional provocada por la enfermedad COVID-19 en México puede revertir los avances en desarrollo social de la última década y comprometer la capacidad de recuperación económica de los hogares. Por ello, es necesario desplegar los recursos e instrumentos disponibles para amortiguar el impacto priorizando a los grupos que enfrentan mayor afectación y que presentan mayor vulnerabilidad”, puntualizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)

Los altos índices de diabetes y enfermedades cardiovasculares, aunadas a la precariedad laboral y estancamiento económico entre la población mexicana son parte de las condiciones de vulnerabilidad. A estos elementos de salud y estructurales se suman las carencias en el acceso al agua, el hacinamiento y las brechas en el cumplimiento de los derechos sociales como el acceso a servicios de salud, de alimentación, educativos, a la seguridad social y servicios de vivienda.

Las mujeres; quienes laboral tanto en el sector formal como en el informal; las personas desempleadas; las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyME); jornaleros agrícolas; además de las niñas y niños son los sectores de la población con mayores desventajas para enfrentar el contagio del nuevo coronavirus.

El análisis “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) en México” del Coneval expresó que la población que en 2018 no se encontraba en situaciones de vulnerabilidad o en condición de pobreza, hoy podrían estar enfrentándolas.

Para apoyar su disminución están los 19 programas sociales prioritarios del Gobierno federal de apoyo a la población, sin embargo sólo ocho de ellos son identificados como directamente relevantes para atender la pobreza (los apoyos a microempresas familiares; Microcréditos para el Bienestar; becas Benito Juárez; beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior; pensión para personas con discapacidad; apoyo a niñas y niños de madres trabajadoras; Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro).

“Se espera que las afectaciones económicas más intensas se observen en las ciudades, por lo que los programas que se dirigen al sector urbano se tornan de mayor relevancia durante la emergencia”, estimó Coneval, pero estimó que la falta de políticas públicas que se enfoquen en la población con ingresos medios “puede aumentar la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso”.

Las acciones urgentes que el organismo explicó podría tomar el Gobierno son la construcción de un sistema de protección social “resiliente a eventos críticos o de crisis”, así como avanzar en el cumplimiento de los derechos sociales.

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EJERCICIO: POBREZA Y DESEMPLEO

En 2018 el 41.9 por ciento de la población mexicana se encontraba en condiciones de pobreza y 9.3 millones de personas en pobreza extrema (el 7.4 por ciento).

Coneval simuló, con los datos de 2008 a 2009, una caída generalizada en el ingreso del 5 por ciento para la línea de pobreza por ingresos -la población que no cuenta con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades. Para la línea de pobreza extrema por ingreso -población que usando todo su ingreso no puede tener una nutrición adecuada- simuló una reducción en el ingreso más pronunciada para los hogares en pobreza urbana.

Ante esos escenarios se espera un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de personas más en situación de pobreza por ingresos y en pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones más.

Además estimó un aumento en la pobreza laboral, con una tasa de desempleo de 3.3 por ciento a 5.3 por ciento; para los primeros seis meses del año de 37.3 a 45.8 por ciento, con lo que el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) tendría la cifra más alta de este indicador desde 2005.

Las mujeres enfrentan la pandemia con mayores desventajas. De acuerdo con la CEPAL son el 72.8 por ciento del total de personas ocupadas en los sistemas de salud de la región. Laboran en condiciones de trabajo precarias que se extreman con el aumento de horas laborales y el riesgo de contagio de la COVID-19 y a lo que se suman los costos y esfuerzo de participar en mayor proporción en las tareas de cuidado en casa y del trabajo doméstico.

PRECARIEDAD LABORAL

La pérdida de empleos engendrará la disminución de los ingresos en los hogares, además de la pérdida de las prestaciones laborales. En 2018 la carencia por acceso a la seguridad social al alcanzó al 57.3 por ciento de la población. Los sectores más afectados son los del trabajo subordinado, el trabajo por cuenta propia, el trabajo en los sectores más afectados y los que no tienen un seguro de desempleo.

Para mitigar las afectaciones en el bienestar de la población el Coneval propone medidas de apoyos a la pequeña y mediana empresa, a través de créditos para proteger el empleo y de subsidios al empleo parcial o total de las cuotas obrero-patronales que los empleadores deben asumir durante los meses de confinamiento, además de los apoyos del Gobierno Federal a microempresas del sector formal e informal de la economía. Con los nuevos apoyos se ayudaría a 43.8 por ciento de la población ocupada.

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Para estimular la economía del 52 por ciento de la población sugirió créditos, como en el caso del Programa Microcréditos para el Bienestar, pero con la extensión de los periodos de vencimiento de créditos; el financiamiento temporal del consumo privado y analizar la pertinencia del apoyo de la estrategia “Mes Trece” del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Además la posibilidad de incentivar el empleo temporal.

Subsidios temporales en el costo de los servicios básicos de la vivienda y el aseguramiento de la adecuada operación de los programas federales que realizan transferencias monetarias directas,a  través de medidas coordinadas de los tres órdenes de gobierno para promover que los hogares que tendrán dificultades en el ingreso puedan atender las necesidades más básicas. Otra posibilidad sería consolidar la protección social a través de una pensión universal mínima de retiro e invalidez financiada con impuestos generales.

ALIMENTACIÓN, SALUD Y EDUCACIÓN

Para asegurar el derecho a la alimentación el Estado deberá garantizar la operación del Programa de Abasto Social de Leche (LICONSA) y del Programa Abasto Rural (DICONSA); fortalecer el Programa de Precios de Garantía; impulsar la producción agropecuaria en el país a través con el Programa Especial Concurrente para el desarrollo Rural Sustentable (PEC); detectar a tiempo alzas injustificadas en los precios de productos.

También sugirió otorgar despensas a las familias de los menores que son beneficiados con la provisión de alimentos en las escuelas durante el periodo que no haya clases presenciales, con recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples en su componente Asistencia Social (FAM-AS). También la entrega de cupones para la adquisición de alimentos durante la contingencia sanitaria.

En cuanto al tema de la salud el Estado mexicano debe fortalecer los servicios estatales y municipales de salud con mayor dispersión de recursos; continuar con la implementación de servicios, protocolos y sistemas de información homologados para todas las instancias de salud durante y después de la emergencia sanitaria; aumentar la disponibilidad de camas para hospitalización; agilizar la contratación de profesionales de la salud durante la emergencia; además de difundir y reforzar las acciones para mitigar los efectos negativos en la salud mental de la población y la atención a mujeres víctimas de violencia de género y violencia sexual.

“En el mediano plazo, mejorar la capacidad resolutiva de los diferentes niveles de atención, a través de: 1) reforzamiento del equipo básico en el primer nivel de atención, 2) reorganización y fortalecimiento de la capacidad resolutiva de instalaciones de atención”, recomendó Coneval.

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En el sector de la educación alertó de un agravamiento de la brecha educativa debido a que la educación básica a distancia contempla habilidades y herramientas tecnológicas que ponen en desventaja a quienes forman parte de los hogares más pobres. Además destacó que presenta dificultades para dar seguimiento y conocer la efectividad educativa, agravando la brecha educativa entre instituciones públicas y privadas y entre la población rural y urbana.

Los principales obstáculos para la educación a distancia son que requieren del apoyo de las familias a los estudiantes que depende de la ocupación, disponibilidad de tiempo y su propia escolaridad. Coneval no encontró información sobre modalidades educativas para diferentes contextos, como la indígena, comunitaria y migrante, por lo que consideró necesario implementar mecanismos de regularización al término de la emergencia sanitaria para homologar los conocimientos adquiridos por los alumnos.

“Enfrentar la crisis de manera reactiva y emergente no será suficiente, es necesario reducir las brechas existentes, identificar prioridades nacionales de información, investigación y formación de capital humano e iniciar una urgente reflexión pública sobre la necesidad de promover la inclusión y la construcción de un sistema universal de protección social”, puntualizó.

APOYOS SOCIALES DE LA FEDERACIÓN

Se debe garantizar que la población tenga el capital necesario para amortiguar los efectos de la falta de ingresos y las repercusiones en la economía nacional. para lograrlo recomendó que los tres órdenes de gobierno trabajen en coordinación para satisfacer las necesidades más básicas y reactivar las economías locales. También deberán garantizar los servicios básicos de la vivienda con énfasis en el acceso a agua potable, pues en 2018 el 7.2 por ciento de la población habitaba en viviendas sin este servicio básico, es decir 9.1 millones de personas que no pueden, entre otros aspectos, lavarse las manos con agua y jabón.

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Voluntarios de la Parroquia del Santo Cristo de la Agonía inauguraron el comedor comunitario para brindar ayuda a las personas vulnerables. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro.

Además recomendó desarrollar nuevos mecanismos institucionales y sistemas de identificación e información comunes para todos los programas dirigidos a la población de bajos ingresos, puesto que no se cuenta con un padrón único de beneficiarios que permita diseñar estrategias articuladas.

A largo plazo se requerirá un seguro de desempleo contributivo que no afecte las pensiones de retiro, con base en  el sistema de reparto o el sistema de cuentas individuales también la implementación de la renta básica ciudadana; el piso mínimo solidario que puede no ser aceptada por individuos con mayores ingresos y transferida a grupos vulnerables.

EJERCICIO: APOYOS SOCIALES

De los 38 programas prioritarios que el Presidente Andrés Manuel López Obrador destacó en un decreto en abril, sólo 19 corresponden al ámbito de desarrollo social. Coneval observó que el nivel de incidencia que pueden tener en los sectores de la población más afectados es limitado. Ninguno de los programas se dirige explícitamente a la población en situación de pobreza, pero reconoce que podría coincidir con la priorización territorial aplicada por varios de los programas.

Debido a que se estima que los mayores efectos adversos de la pandemia sean en las zonas urbanas, observó que ninguna de las acciones se dirige a la población que perdió su empleo a raíz de la emergencia sanitaria. Ante ello, algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno Federal podrían ser insuficientes.

Para estimar la cantidad de recursos necesarios para atender un aumento en la población objetivo (que no fueron cubiertos por el programa en 2019) y considerando un aumento del 30 por ciento de la cobertura el Coneval contempló estos dos escenarios.

Una cobertura adicional de la población objetivo a 8 millones 873 mil 924 de beneficiarios requeriría 137 mil 288.1 millones de pesos adicionales al presupuesto, totalizando 293 mil 816.4 millones de pesos, un 1.21 por ciento del PIB nacional. El aumento de la cobertura hasta en un 30 por ciento beneficiaría a 2 millones 815 mil 133 personas, pero requeriría 41 mil 681.1 millones de pesos más, con lo que representaría el 0.82 por ciento del PIB, unos 198 mil 209.4 millones de pesos.

El equivalente a 3.3 veces la CdMx, 1.7 Buenos Aires o 9 Caracas serán nuevos pobres en AL, por COVID-19

jueves, abril 23rd, 2020

La desaceleración económica y el desempleo en América Latina se acentuarán con el COVID-19. La Cepal calcula que ésta situación generará 30 millones de nuevos pobres en la región, durante 2020. Esta cantidad de personas es tan grande que, si quisiéramos meterlas a todas en alguna de las manchas urbanas más grandes de Latinoamérica, no cabrían. La masa potencial de nuevos pobres es equiparable, por ejemplo, a 1.4 veces la población de las zonas metropolitanas del Valle de México y São Paulo, en Brasil, o a 1.7 veces la población de Gran Buenos Aires, Argentina.

Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).- América Latina atraviesa una situación crítica. Los altos niveles de deuda pública y privada, el apretado espacio fiscal, la vulnerabilidad de las empresas gubernamentales y privadas, la poca recaudación de impuestos y los altos niveles de evasión fiscal serán un lastre mucho mayor gracias a la pandemia de coronavirus, que agravará la caída de la productividad y el nivel de desempleo y pobreza, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Para el organismo internacional es muy probable que el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de Latinoamérica sufra una contracción promedio de 5.3 puntos porcentuales en 2020; es decir, el peor efecto de recesión económica que haya sufrido la región desde 1914 (-4.9 por ciento) y 1930 (-5 por ciento). Esta situación tendrá un efecto dominó sobre la fuerza laboral, de modo que este año, la tasa de desempleo podría crecer 3.4 por ciento.

Con la productividad en vilo y el desempleo a todo lo que da, las poblaciones en situaciones de pobreza y pobreza extrema crecerán 4.4 y 2.5 por ciento, respectivamente. Ello implica que al final de 2020, América Latina tendrá casi 30 millones de nuevos pobres.

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Dicha cantidad de personas es equiparable, por ejemplo, a 3.3 veces la densidad poblacional de la Ciudad de México, que tiene 9 millones 18 mil 645 habitantes, según las proyecciones para 2020 del Consejo Nacional de Población.

Para poner en perspectiva la proporción de gente que caerá en pobreza, la Unidad de Datos de SinEmbargo también se dio a la tarea de compararla con la densidad poblacional de las zonas metropolitanas más habitadas de Latinoamérica, usando como referencia la clasificación del informe “Las Ciudades del Mundo en 2018” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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Entre el 30 de marzo y el 15 de abril, el Gobierno capitalino registró 30 mil solicitudes del Seguro de Desempleo, aunque sólo 10 mil 240 completaron el proceso de inscripción. Foto: Cuartoscuro.

Si los 30 millones de nuevos pobres fueran reubicados en alguna de las 10 manchas urbanas más grandes de América Latina, éstas tendrían problemas para albergarlos, ya que serían 3.7 veces más personas, que el promedio de las que actualmente habitan en ellas.

El gentío sería tal, que sería 1.4 veces la población de la Zona Metropolitana (ZM) del Valle de México –que incluye a la capital del país y a 60 municipios connurbados del Estado de México e Hidalgo– y a seis veces la población de la ZM de Guadalajara, en Jalisco, que son las dos manchas urbanas más habitadas a nivel nacional.

Las regiones urbanas brasileñas –no ciudades– de São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte serían asimismo insuficientes. 30 millones de pobres son 1.4, 1.7 y cinco veces la población actual de estos lugares. Lo mismo sucedería con las aglomeraciones urbanas –no ciudades– de Gran Buenos Aires (Argentina), Lima (Perú), Santiago de Chile (Chile), Bogotá (Colombia) y Caracas (Venezuela), cuya densidad poblacional sería superada entre 1.7 y nueve veces, dependiendo del caso.

EL GOLPE DEL COVID-19

Previo al COVID-19, América Latina ya mostraba un bajo crecimiento económico. Entre 2014 y 2019, su productividad –como porcentaje del PIB regional– aumentó a una tasa anual de 0.4 por ciento, cuando lo ideal sería un aumento de entre 3.5 y 4 puntos porcentuales, de acuerdo con cifras de Cepal y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Esta coyuntura incluye la presión sobre el espacio fiscal –o lo que pueden gastar los gobiernos– de los países de la región latinoamericana, impulsada sobre todo por las grandes deudas públicas equiparables al 44.8 por ciento del PIB promedio de cada país, con el agravante del pago de intereses por deuda cercano al 2.6 por ciento del PIB promedio de dichas naciones.

Los factores mencionados, junto con la creciente incidencia de conflictos sociales, como ha sucedido más recientemente en Argentina, Brasil, Chile, Nicaragua y Venezuela, por mencionar algunos ejemplos, generan un clima poco propicio para el gasto capital (inversiones productivas e infraestructura) y en salud, que “es bajo en América Latina” de acuerdo con la Cepal, con rangos promedio de 3.2 y 2.6 puntos del PIB, respectivamente, cuando deberían de ser equiparables al doble o triple de esa cantidad, para impulsar el desarrollo de cada país, según parámetros de la OCDE.

La situación de crisis por la que atraviesan los países latinoamericanos empeorará con el impacto de la pandemia de coronavirus, que surtirá efectos a través de factores internos y externos, como lo son la “paralización de la actividad económica doméstica propiciada por una fuerte recesión en la economía mundial”, se lee en el informe de la Cepal, “América Latina y el Caribe: Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación”.

El organismo internacional explica que debido a que el COVID-19 “se originó en el centro de las redes internacionales de producción y sus efectos se contagiaron en cascada a través de ellas”, empezando con “la paralización de las fábricas chinas [que] dejó sin insumos a las fábricas del resto del mundo, obligándolas a parar, despedir trabajadores y así magnificar el shock inicial”, habrá reducción del comercio internacional, caída de los precios de los productos primarios, intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, además de menor demanda de servicios turísticos y reducción de las remesas.

Con estos ingredientes, dice Cepal, básicamente el mundo cocina una receta para el caos económico, con lo que “se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”.

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En las últimas semanas, miles de personas acudieron a las oficinas del Gobierno capitalino para tramitar el Seguro de Desempleo de 1 mil 500 pesos mensuales. Foto: Cuartoscuro.

En 2020 y a nivel mundial, el PIB se contraerá 2 puntos porcentuales y el volumen de comercio de bienes caerá entre 13 y 32 por ciento, agravando la tendencia de caída comercial de los últimos 30 años en todo el orbe: -6 por ciento anual entre 1990 y 2008, así como -2.7 por ciento anual entre 2012 y 2018.

Dentro de esta dinámica económica, el PIB de Latinoamérica podría caer 5.3 por ciento en 2020, incluido el PIB de México, que podría contraerse hasta 6.5 puntos porcentuales este año.

Como consecuencia, la Cepal calcula que el 37.5 por ciento de los empleos mundiales está en riesgo. En el Continente Americano, la posibilidad de desempleo es mayor, ya que el 43.2 por ciento de los trabajos podría desaparecer, causando una alza en la tasa de desempleo de 8.1 a 11.5 por ciento de la población económicamente activa de la región. Es decir, dejando hasta 11 millones 571 mil 440 personas desempleadas en 2020, para sumar 37 millones 719 mil 817 desempleados totales en Latinoamérica.

Con el aumento en la tasa de desempleo y la contracción en el ingreso per capita o en el consumo de entre cinco y 20 puntos porcentuales, el número de nuevos pobres a nivel mundial podría oscilar entre 135.3 y 581.4 millones de personas.

LA SITUACIÓN DE MÉXICO

Este año, el volumen de las exportaciones mexicanas caerá 2.2 por ciento debido a una contracción de 7.4 puntos porcentuales en el valor de las exportaciones, por la caída de sus precios en 5.2 por ciento. Para Cepal, México y Chile serán los países latinoamericanos más expuestos ante la caída de la oferta en China, ya que la nación asiática suministra el 7 por ciento de sus insumos intermedios.

“La disrupción de las cadenas de suministro, comenzando por los proveedores chinos y luego por la producción europea y estadounidense, afectaría principalmente a México y el Brasil, cuyos sectores manufactureros son los más grandes de la región”, se lee además en el informe de la Cepal, “América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19”.

El organismo internacional refiere que la contracción de la economía mundial, la reducción del comercio y las políticas de contención sanitaria afectan la actividad productiva con diferente intensidad según sectores y países. En el caso de México, el 66 por ciento de los sectores económicos que alimentan al PIB se verá “indirectamente afectado” por estos factores. Otro 31 por ciento será “directamente afectado” y sólo el 3 por ciento se verá “menos afectado” que el resto de los sectores.

De acuerdo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, la caída general de los bienes y servicios de exportación de México por el clima de recesión internacional, junto con la caída de los precios del petróleo y los estragos del COVID-19 tendrá efectos de retracción en el desarrollo económico que resentirán, principalmente, las micro, pequeñas y medianas empresas que representan el 97 por ciento de la planta empresarial mexicana.

Pese a la crisis social y económica que vive el mundo este año, Bárcena reconoció que México tiene la “gran ventaja” de tener programas sociales de transferencia de recursos a poblaciones vulnerables, como en el caso de las personas de la tercera edad.

“México previo a la pandemia, digamos, [porque] ha estado cubriendo a los adultos mayores con mayor énfasis en las poblaciones indígenas”, explicó el pasado 3 de abril en conferencia de prensa. Sin embargo, la titular de Cepal reconoció que la inversión del sector público tendrá que ser más amplia para evitar el colapso de la economía y aplanar la curva de crisis por el COVID-19.

“La Cepal ha calculado que si hubiera una transferencia por un salario mínimo mensual de México a la población [de 11 millones de personas] entre 18 y 67 años que hoy no reciben ingreso o transferencias, […] este programa costaría aproximadamente dos por ciento del PIB”, o bien, un aproximado de 498 mil millones de pesos por un año. Si este programa sólo se aplicara entre abril y diciembre de 2020, la aplicación del estímulo económico a la población sin ingresos sería de 374 mil millones de pesos.

La recuperación después de la crisis de este año será de 2 puntos porcentuales del PIB en 2021, de acuerdo con estimaciones de la Cepal para América Latina y el Caribe. Pero que ello suceda, dijo Bárcena, dependerá de los niveles de desempleo, el grado de caída del consumo interno de los países, los estragos en las cadenas productivas de valor y las políticas públicas para atender a las poblaciones más endebles.

Entre las ventajas de México ante la crisis, Bárcena consideró su cercanía con Estados Unidos, una “sofisticada” banca de desarrollo que puede apoyar al sector público, el acceso a financiamiento internacional a través de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, además de una “adaptabilidad industrial muy interesante”, que hace que las empresas mexicanas se estén “reconvirtiendo” para producir bienes necesarios (como mascarillas y gel-alcohol). Una situación que “nos habla de países con capacidad instalada para adaptarse”, pero a los que aún les hacen falta políticas de integración regional, para crear un mercado interno en América Latina y el Caribe.

Sobre este último punto, la secretaria reconoció que el sector público será “lo que nos va a sacar adelante”, ya que será necesario que el Estado apuntale el ingreso de las personas y facilite la producción a través de acciones gubernamentales de la mano con el sector privado, pero con miras a trabajar con otros países, en lugar de seguir la tendencia de regionalización (o proteccionismo) de la economía que se observa a nivel mundial.

“La economía mundial vive una crisis sanitaria, humana y económica sin precedentes en el último siglo y que evoluciona continuamente. […] El Estado debe asumir actividades de planificación que generen las condiciones para sostener y después estimular la oferta y la demanda. Esto requiere capacidades y recursos públicos, e instrumentos de política que deben diseñarse en línea con las capacidades productivas de cada país, buscando preservar las capacidades acumuladas”, indica uno de los últimos informes de la Cepal.

Pese a las fortalezas de México, Bárcena reconoció los importantes retos que enfrenta en materia de personal e infraestructura médicos, que comparte con la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños, que cuentan con menos camas censables y médicos por cada mil habitantes, que lo recomendado a nivel internacional.

“Las desigualdades de la región en términos de acceso a la salud profundizan los costos económicos y sociales de la crisis”, dijo al respecto la bióloga y ex diplomática mexicana.

El neoliberalismo fracasó en AL, asegura Bárcena desde la Cepal; exhorta a repensar ese modelo

viernes, diciembre 13th, 2019

La Secretaria general de la Cepal expuso que la disparidad entre estratos sociales es la causa detrás de la crisis que han vivido países como Chile, Colombia o Ecuador durante las últimas semanas.

Valoró “muy positivamente” algunas de las medidas implementadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, como las dirigidas a la subida de los salarios más bajos o la política energética que se desempeñará tras el descubrimiento de un gigantesco yacimiento petrolífero en Tabasco.

Por Arnald Prat Barnadas

Santiago de Chile, 13 de diciembre (EFE).- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, aseguró que América Latina debe “repensar su modelo económico” para reducir la desigualdad, que considera “el telón de fondo” de la crisis social que está atravesando la región.

En una entrevista concedida a Efe este con motivo de la presentación en Santiago de Chile del Balance Preliminar 2019 de la Cepal, Bárcena recalcó la necesidad de hacer un “profundo análisis” del descontento social en Latinoamérica para tender hacia “un mejor equilibrio entre el rol del Estado, el mercado y la sociedad“.

“En parte, el modelo neoliberal ha fracasado y hay que encontrar un camino que se ajuste mucho mejor a las características de la región“, afirmó Bárcena, quien insistió en que “no se puede depender solo del mercado porque este no resuelve los problemas de desigualdad“.

Para la secretaria ejecutiva de la Cepal, la disparidad entre estratos sociales es la causa detrás de la crisis que han vivido países como Chile, Colombia o Ecuador durante las últimas semanas, con masivas protestas clamando mayor justicia social.

Ante este escenario, el organismo de Naciones Unidas (ONU) propone que se “desmantelen privilegios” en el ámbito fiscal y se establezca una “estructura más progresiva en la que los más ricos sean los que más paguen”.

Según el Balance Preliminar 2019, la economía de América Latina y el Caribe finalizará el 2019 con un crecimiento casi nulo (0.1 por ciento), un frenazo en seco en comparación con el 1 por ciento del año pasado.

Esto se debe a un momento de “claro estancamiento y bajo crecimiento”, en el que 23 de 33 países de la región presentarán una desaceleración de su crecimiento durante este año, mientras que 14 naciones anotarán una expansión igual o inferior al 1 por ciento.

De esta forma, el período 2014-2020 se conformará como el de menor crecimiento en las últimas siete décadas.

INCIDENCIA DE LAS PROTESTAS

Sin embargo, la secretaria ejecutiva no achaca este receso únicamente a las protestas de las últimas semanas: “Varía según el país, en el caso de Colombia y Ecuador la incidencia ha sido menor en materia económica que en Chile, donde la situación social ha afectado el consumo de manera importante”.

Las proyecciones para 2020 de la Cepal son relativamente más optimistas que las de este año, con un crecimiento regional del 1,3 %, sustentado principalmente por la subida de países como Brasil (de 1 en 2019 a 1.7 por ciento en 2020), Colombia (de 3.2 a 3.5 por ciento) o México (de 0 a 1.3 por ciento).

“Lo preocupante en América Latina y el Caribe es que las economías de los dos socios comerciales más importantes, Estados Unidos y China, se desacelerarán”, apuntó Bárcena.

La alta funcionaria indicó que “si Chile, Colombia, México y Argentina logran estimular su economía con una política fiscal activa, pueden tener mejores resultados” de los esperados.

VALORA MEDIDAS DE AMLO

Concretamente, valoró “muy positivamente” algunas de las medidas implementadas por el Gobierno del Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como las dirigidas a la subida de los salarios más bajos o la política energética que se desempeñará tras el descubrimiento de un gigantesco yacimiento petrolífero en Tabasco.

“Hay proyectos aprobados que representan una señal que hay un nuevo modelo más austero en el gasto público pero, a la vez, reasignando los gastos y luchando contra la corrupción”, celebró.

Por otro lado, Bárcena resaltó la “estabilidad” de la macroeconomía colombiana, que “ha sido más resistente a la desaceleración mundial” gracias, en parte, a la inversión en infraestructuras y en la construcción.

En Brasil, pese al crecimiento económico que se proyecta, la secretaria ejecutiva de la Cepal lamentó la “agudización de la desigualdad y la pobreza”.

Con estos ejemplos dispares, la alta representante quiso enfatizar que “no hay un modelo único, porque cada país tiene problemas distintos”.

Aun así, para Bárcena un “hilo conductor” para todas las naciones es que “el ajuste fiscal no es el camino”.

“Está demostrado que a más ajuste, mayor deterioro de las economías y los indicadores sociales. Cada país tendrá que ver cómo lleva adelante políticas de estímulo del crecimiento”, aseveró.

Tal como recoge el informe presentado por la Cepal, en la mayoría de países de Latinoamérica y el Caribe la inflación no es un problema, lo que “abre la posibilidad para políticas expansivas”.

“Somos en promedio la región más desigual del mundo, y no es justo porque tenemos recursos naturales y un bono demográfico que no podemos desperdiciar”, señaló la funcionaria, que calificó de “intolerable” la gran disparidad entre grupos sociales en subregiones como Centroamérica.

En esta línea, indicó que “los jóvenes que están en la calle ven comprometido su futuro”, de manera que se debe reflexionar sobre “el modelo que escogemos para mejorar el bienestar de las futuras generaciones”.

“Debemos observar la crisis social que vivimos y mirarla con seriedad, porque ahí está la clave para resolver el futuro próximo”, sentenció.

La pobreza extrema en América Latina crecerá 11.5%: Cepal. Alerta que desde 2014 está aumentando

jueves, noviembre 28th, 2019

Para la Cepal es la erradicación de la pobreza y la disminución de la desigualdad deben ser el centro del debate y los esfuerzos de los países de la región, debido a que la desigualdad de ingresos en América Latina ha registrado una desaceleración en su reducción, que aunque entre 2002 y 2014 disminuyó de manera significativa, a partir de 2015 esa tendencia se ralentizó.

Santiago de Chile, 28 de noviembre (EFE).- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó este jueves que la pobreza aumentará hasta el 30.8 por ciento de la población en América Latina para el año 2019.

Así lo recogió el organismo a través de la publicación del informe Panorama Social de América Latina 2019, en el que además señaló que se proyecta un incremento hasta el 11.5 por ciento en cuanto a la pobreza extrema.

“De confirmarse estas estimaciones, en 2019 habría 27 millones más de personas pobres que en 2014; peor aún, de ellas 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema”, señaló la Cepal al respecto.

En ese sentido, las cifras del informe muestran una tendencia alcista en la región que se registra de forma continuada desde el año 2014, cuando la pobreza y la pobreza extrema llegaron a su mínimo en la última década (27.8 y 7.8 por ciento, respectivamente).

Ese crecimiento de la situación se traduce en la región en 191 millones de personas en situación de pobreza y 72 millones en situación de pobreza extrema.

El ente internacional advirtió que pese a los avances logrados durante la primera década y media del siglo XXI, desde 2015 se ha registrado un retroceso.

“Esto es muy preocupante y enciende fuertes señales de alerta”, destacaron desde Cepal.

Asimismo indicaron que es la erradicación de la pobreza y la disminución de la desigualdad deben ser el centro del debate y los esfuerzos de los países de la región.

“Es imperativo”, agregaron, que se desarrollen y fortalezcan las políticas públicas de protección social y las referentes al mercado de trabajo, abarcando medidas de inclusión social y laboral, y políticas redistributivas en materia de ingresos.

La desigualdad de ingresos en América Latina, medida por el coeficiente de Gini -en el que 0 representa ausencia de desigualdad y 1 desigualdad máxima-, ha registrado una desaceleración en su reducción, que aunque entre 2002 y 2014 disminuyó de manera significativa, a partir de 2015 esa tendencia se ralentizó.

“Esta reducción se ha producido a un ritmo decreciente: la variación promedio observada entre 2002 y 2014 fue del 1 por ciento anual, mientras que la registrada entre 2014 y 2018 correspondió a un 0.6 por ciento anual”, afirmaron desde la Cepal.

Actualmente, América Latina registra un índice de 0.465, con países como Argentina, Uruguay y El Salvador con menores desigualdades y Brasil y Colombia con la mayor brecha, por encima de la media regional.