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Mujeres padecen más obesidad, diabetes y problemas mentales en México: encuesta de Ensanut

lunes, noviembre 9th, 2020

De acuerdo con la Ensanut 2018, el sobrepeso y la obesidad aumentó más de 10 puntos porcentuales en los adolescentes entre 2012 y 2018. El director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) señaló que estos resultados son preocupantes, especialmente en un contexto donde estas enfermedades preexistentes aumentan la vulnerabilidad de la infección por SARS-CoV-2.

México, 9 de noviembre (EFE).- La salud pública en México sigue presentado importantes brechas de género pues las mujeres se ven significativamente más afectadas por problemas de obesidad, enfermedades no transmisibles y padecimientos mentales, según reveló la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) 2018, divulgada este lunes.

El reporte reveló que 3 de cada 4 adultos padecen sobrepeso u obesidad. Sin embargo, el 76.8 por ciento de las mujeres mexicanas padecen alguna de estas condiciones frente a 71 por ciento de los hombres.

“Es algo que está afectando principalmente a las mujeres”, indicó el doctor Tonatiuh Barrientos, integrante del Centro de Investigación de Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

El documento indica también que el 10.3 por ciento de la población mexicana padece diabetes (8.6 millones de personas), y la prevalencia en mujeres pasó de 9.7 por ciento en 2012 a 11.4 por ciento en 2018, mientras que en los hombres aumentó de 8.6 por ciento a 9.1 por ciento en el mismo periodo.

El panorama en hipertensión no es muy diferente pues mientras a nivel nacional esta condición pasó de 16.6 por ciento en 2012 a 18.4 por ciento en 2018, el padecimiento es más prevalente en mujeres con 20.9 por ciento, mientras que el 15.3 por ciento de la población masculina sufre presión alta.

La Ensanut 2018 también destacó que el 22.5 por ciento de las mujeres reportaron tener sintomatología depresiva frente al 12.4 por ciento de los hombres en edad adulta, por lo que se considera ya un problema de salud pública que requiere atención.

“La salud mental es un gran pendiente que requiere mayor profundización”, indicó el doctor Barrientos.

Juan Rivera, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señaló que estos resultados son preocupantes, especialmente en un contexto donde estas enfermedades preexistentes aumentan la vulnerabilidad de la infección por SARS-CoV-2.

SOBREPESO Y OBESIDAD AUMENTA EN ADOLESCENTES

De acuerdo con la Ensanut 2018, el sobrepeso y la obesidad aumentó más de 10 puntos porcentuales en los adolescentes entre 2012 y 2018.

Esto significa que casi uno de cada cuatro mexicanos de entre 12 y 19 años de edad padece alguno de estos problemas de salud.

En este sector, para 2012 se calculaba que la prevalencia de sobrepeso y obesidad era de 27.9 por ciento, mientras para 2018 la prevalencia fue de 38.5 por ciento.

En tanto, en el caso de los niños de 5 a 11 años, el sobrepeso y la obesidad pasaron de 34.5 por ciento en 2012 a 35.5 por ciento en 2018.

Esto se suma además a la mala alimentación en México, pues se reveló que el 14 por ciento de los niños y niñas menores de cinco años (alrededor de 1.3 millones) tienen desnutrición crónica.

Mientras que una cuarta parte de los mexicanos sigue experimentando inseguridad alimentaria y hambre.

Al respecto, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, señaló en la presentación del informe que existen enormes carencias alimentarias, y que el consumo excesivo de productos ultraprocesados es una de sus facetas.

Entre los puntos positivos se encontró que la lactancia materna se duplicó al pasar de 14.4 por ciento en 2012 a 28.6 por ciento en 2018.

Asimismo, se destacó que solo un tercio de los niños tenían su esquema de vacunación completo, pues mientras en 2012 el 60.7 por ciento de los pequeños la había completado, en 2018 solo un 33.6 por ciento tenían completa su inoculación.

SERÁ ANUAL

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, destacó que, dada la importancia de la información para orientar las políticas de salud, a partir de la Ensanut 2018 comenzará la aplicación de la encuesta de manera anual.

Anunció también que ya trabajan en la creación del Centro Nacional de Inteligencia en Salud que integrará la información de las direcciones generales de Epidemiología y de Información en Salud “para contar con un sistema sólido, armónico y colaborativo”.

Finalmente, Juan Rivera destacó que la Ensanut 2018-2019 tuvo un costo de 196 millones de pesos (4,72 millones de dólares) pero se tuvo que retrasar debido a la falta de recursos.

No obstante, a partir del próximo año se tendrá ya un presupuesto anual asignado.

Nutrigenética: la herramienta que podría ayudar a prevenir enfermedades no transmisibles

domingo, febrero 9th, 2020

Marimar Guerra, directora de la primera clínica de medicina genómica y antienvejecimiento en México(Medea), señaló que en el mundo ya se utiliza esta herramienta para diagnosticar estas enfermedades a través de le extracción del ADN o, incluso, el riesgo de padecer alguna lesión.

México, 9 feb (EFE).- La nutrigenética podría ser una herramienta eficaz que ayude a prevenir Enfermedades No Transmisibles (ENT) como las enfermedades del corazón, la diabetes y el cáncer, aseguraron especialistas.

En entrevista con Efe, la doctora Monserrat Díaz Zafe, especialista en nutrigenómica celular, explicó que la nutrigenética es una rama de la medicina genómica que permite obtener información sobre los nutrientes ideales que necesitamos para prevenir las ENT.

“La nutrigenética hace referencia al poliformismo de los genes; es decir, a cómo responden las personas de forma diferentes a un nutriente de acuerdo con su genética”, manifestó.

Dijo que esto podría explicar porqué 200 millones de niños menores de cinco años que viven en países en vías de desarrollo no alcanzan su potencial, pues tienen problemas asociados a la malnutrición.

La directora de la primera clínica de medicina genómica y antienvejecimiento en México (Medea), Marimar Guerra. Foto: EFE

Sin embargo, si a lo largo de su vida recibieran los nutrientes necesarios se lograrían modificar los genes lo que les ayudaría a tener un pleno desarrollo.

Detalló que si se realizaran estas pruebas a los niños mexicanos se identificarían los genes asociados con la forma en que el cuerpo de cada persona responde a los alimentos y cómo puede darles un factor de riesgo o de protección.

Por ejemplo, si tienen mayor o menor absorción de un nutriente, intolerancia a la lactosa o al gluten, predisposición a sobrepeso, riesgo de padecer adicciones; respuesta de la fibra muscular a distintos tipos de actividad física, entre otros.

Agregó que con esta información se puede crear un plan de alimentación personalizado que cubra los requerimientos y proteja los distintos factores de riesgo a enfermedades y con ella evitar el desarrollo de enfermedades no transmisibles.

Marimar Guerra, directora de la primera clínica de medicina genómica y antienvejecimiento en México(Medea), señaló que en el mundo ya se utiliza esta herramienta para diagnosticar estas enfermedades a través de le extracción del ADN o, incluso, el riesgo de padecer alguna lesión.

“Por ejemplo, en el caso de deportistas de alto rendimiento que necesitan saber si tiene fibras largas o cortas, para establecer qué tipo de entrenamientos pueden o no hacer”, explicó.

Ambas explicaron que la prueba se hace una sola vez en la vida, es sencilla y consiste en raspar con un hisopo la boca, el cual es envía a clínicas en Estados Unidos para conocer los resultados y establecer un manual de vida.

En dicho manual se explica el riesgo de enfermedades, el tipo de nutrición ideal, las sugerencias de ejercicio; así como el tipo de fármacos que funcionan mejor en cada cuerpo.

Guerra lamentó que en México, aunque existen instituciones como el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN ); no se procesan tantas pruebas de este tipo, por el costo que implica, el cual ronda entre los 8.000 y 18.000 pesos (426 y 958 dólares).

Ambas comentaron que en el país existe un área de oportunidad en este tema, aunque son conscientes que actualmente hay otros puntos urgentes por atender.

Nos consumen chatarra, tabaco y alcohol porque la industria se metió en políticas públicas: ONGs

martes, marzo 19th, 2019

Especialistas coincidieron en que hasta la fecha no existe un sistema de salud pública que pueda lidiar con el consumo de estos productos, por el contrario, la ausencia de una regulación adecuada ha permitido que las grandes corporaciones decidan sobre la salud de los mexicanos.

En el caso de México, citaron la situación del etiquetado difuso promovido por Cofepris, la implementación de programas escolares de activación física con la participación activa de las empresas y la promoción de ejercicios publicitarios.

Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo).- La intervención de la industria en las políticas públicas nacionales ha provocado el incremento en el consumo de alimentos chatarra, alcohol y tabaco, así lo denunciaron organizaciones de la sociedad civil que urgen a atacar el origen de la incidencia de las enfermedades no transmisibles.

Enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otras cardiovasculares asociadas con el consumo de estas sustancias representan una de las principales causas de muerte en México, según revelaron los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) pues, sólo en 2017, 703 mil 047 mexicanos murieron  por las enfermedades no transmisibles, lo que representó un incremento de 17 mil 281 casos con relación a 2016, cuando se registraron 685 mil 766 decesos.

En conferencia de prensa Alejandro Calvillo, representante de la Alianza por la Salud Alimentaria, y Erick Antonio Ochoa, responsable del área de control de tabaco en la Coalición México Salud-Hable, denunciaron que el aumento en la incidencia continuará mientras las industrias continúen decidiendo cuáles son las opciones más viables de alimentación.

Expusieron que hasta la fecha no existe un sistema de salud pública que pueda lidiar con el consumo de estos productos, por el contrario, la ausencia de una regulación adecuada ha permitido que las grandes corporaciones decidan sobre la salud de los mexicanos.

“México se ha convertido en el mejor ejemplo de toda esa interferencia de la industria. Estamos en un nuevo gobierno, en el inicio del Plan Nacional de Desarrollo por lo que estos temas deberán estar muy presentes en la elaboración de política pública que tenga como base la evidencia científica, sin que tengan presencia presencia los conflictos de interés”, afirmó Calvillo.

Fabio Da Silva Gomes, asesor regional en Nutrición de la Organización Panamericana de la Salud-Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS), recopiló algunas de las estrategias tomadas por la industria para facilitar el incremento del consumo de estas sustancias.

El doctor en Salud Colectiva explicó que las grandes corporaciones además de intervenir con publicidad en los hábitos de consumo, utilizan otras prácticas comerciales que brindan información sesgada a los compradores. A través del pago de estudios científicos logran sostener la duda sobre el daño provocado por estos productos.

La incidencia directa en las políticas públicas a través de mecanismo de autorregulación o el involucramiento con la sociedad mediante la participación en actividades que consideran a las empresas como amigables o socialmente responsables, fueron otros de los ejemplos citados por el especialista.

“Sabemos que estás tres industrias no son industrias distintas en los que tiene que ver con su tácticas políticas para expandir sus mercados y expandir la demanda y oferta de sus productos. Las epidemias generadas por esos productos son epidemias fabricadas por esas mismas empresas. Si hiciéramos una comparación con las enfermedades transmisibles lograríamos ver a las empresas como los vectores de los factores de riesgo”, agregó Da Silva.

En el caso de México, los especialistas citaron la situación del etiquetado difuso promovido por Cofepris, la implementación de programas escolares de activación física con la participación activa de las empresas y la promoción de ejercicios publicitarios.

Erick Ochoa mencionó de manera específica la campaña “No está chido” del Consejo de la Comunicación, en la que se presume la participación de las empresas British American Tobacoo y Philip Morris.

El especialista aseveró que las muertes provocadas por esta adicción han oscilado entre las 66 mil, aumentando 6 mil unidades entre los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

El consumo de alcohol también fue señalado por los considerado por los especialistas como un motivo d alerta debido al incremento sustancial de los últimos años.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2016-2017, el consumo de estas sustancias pasó del 7.8 por ciento en 2011 al 10.3 por ciento en 2016. El incremento preocupa de manera particular en dos poblaciones: mujeres, niños y adolescentes.

El consumo excesivo de alcohol ha aumentado de 4.5 por ciento al 10.8 entre las mujeres de 18 a 65 años, mientras que en las mujeres de 12 a 17 años la cifra aumentó del 2.2 por ciento, al 7.7 por ciento.

Asimismo, entre el 2011 y el 2016 el consumo de drogas alcohol y tabaco aumentó de manera significativa entre la población infantil y adolescente, pasando del 2.9 por ciento al 6.2 por ciento.

En la conferencia los expertos insistieron en la necesidad de generar estrategias educacionales y de prevención, ya que en su opinión la regulación del entorno podrá evitar que continúe agravándose el problema.

Celia, víctima del colapso en el sistema de salud, vende comida para financiar sus medicinas

lunes, junio 18th, 2018

Los padres de Celia también padecieron diabetes e hipertensión arterial. Ambos fallecieron por complicaciones: doña Celia tuvo falla renal y don Juan murió de un paro cardiorespiratorio.

Hoy ella padece ambas enfermedades. A sus 56 años se atiende en el Seguro Popular, donde, afirma, recibe buena atención, pero siempre sale con sus medicamentos incompletos. Cada mes gasta 600 pesos en completar su tratamiento y, en ocasiones, mucho más si se ve en la necesidad de hacerse análisis en laboratorios privados; es desempleada y su esposo trabaja de manera independiente, por lo que en ocasiones se dedica a vender comida para contar con un mayor ingreso.

En los siguientes días, SinEmbargo publica una serie de casos donde los pacientes de enfermedades crónicas describen desde su realidad la crisis de los sistemas de salud pública en México y las dolorosas implicaciones físicas, morales y económicas para ellos y sus familias.

SEGUNDA DE UNA SERIE

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).– Celia Guzmán Muñoz, como más del 9 por ciento de los mexicanos vive con diabetes mellitus tipo 2 y padece hipertensión arterial, como la cuarta parte de la población de este país.

En 2016, en un hecho inédito, el Gobierno federal decretó alerta epidemiológica por diabetes, obesidad y sobrepeso. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil han denunciado que desde el sector salud no ha realizado las acciones prometidas para mitigarla y, al contrario, ha alentado la mala alimentación de los mexicanos. Las autoridades han guardado silencio.

Esos grupos civiles también han puesto sobre la mesa las medidas que podrían contribuir a aminorar el problema: disponibilidad suficiente de alimentos naturales, frescos y nutritivos; etiquetado frontal fácil de entender, aumento al impuesto a las bebidas azucaradas, regulación de la publicidad de comida “chatarra”, especialmente la que está dirigida al público infantil, entre otras.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo es incapaz de utilizar eficazmente la insulina y a menudo se desencadena por el exceso de peso, la inactividad física y la alimentación poco saludable. Pero, la genética también juega un papel importante: hace a las personas más propensas a padecerla cuando familiares en primer y/o segundo grado la han presentado.

Este tipo de diabetes se presenta generalmente en la etapa adulta, no obstante, con el problema de exceso de peso que se vive en el país, la enfermedad ataca a edades cada vez más tempranas. Actualmente, 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños viven con dicha condición, según datos de la última Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT).

“La diabetes tipo 2 es una enfermedad típica de la edad adulta, pero desafortunadamente con los problemas de obesidad en niños que estamos teniendo en México, cada vez se ve en edades más tempranas”, apuntó Loredana Tavano Colaizzi, maestra en políticas públicas y coordinadora de postgrado y seguimiento de calidad de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos (LNCA) en la Universidad Iberoamericana, en entrevista para SinEmbargo. Asimismo, destacó, se trata de un padecimiento controlable pero no curable.

Celia Guzmán llama a la prevención: “Lo mejor es acatar las órdenes del médico […] porque yo tengo familiares que han sido amputados, que quedaron ciegos, mi mamá fue paciente renal, mi papá falleció de un paro cardiorespiratorio y a la larga todo viene porque no se cuida uno”.  Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

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Durante 2015, las tres principales causas de muerte en México fueron diabetes mellitus, enfermedades del corazón y tumores malignos, esos padecimientos acapararon el 47 por ciento de los fallecimientos totales en el territorio nacional.

La ENSANUT 2016 arrojó que la prevalencia de diabetes en el país llegó a 10.3 por ciento en mujeres y a 8.4 por ciento en varones. Además, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que en ese año fallecieron 105 mil 574 personas a consecuencia de dicha enfermedad no transmisible, mientras en 1990 las muertes llegaban a 25 mil 782.

Los padres de Celia, por ejemplo, también padecieron las mismas enfermedades. Los señores fallecieron por complicaciones: doña Celia tuvo falla renal y don Juan murió de un paro cardiorespiratorio.

Guzmán Muñoz fue diagnosticada hace un lustro, actualmente, a sus 56 años, sigue al pie de la letra las indicaciones de los médicos que la atienden en el Seguro Popular que desde 2005 opera a lo largo y ancho de la República Mexicana: camina 30 minutos al día y lleva una dieta rica en verduras y proteínas y baja en carbohidratos y azúcares. Además toma seis medicamentos diariamente y se aplica insulina.

Lamenta no haber seguido antes una dieta saludable, pero su trabajo durante 23 años en una maquiladora le absorbía la mayor parte del día, se alimentaba a deshoras y no realizaba actividad física. Por ello, recomienda a la población prevenir para no tener que tratar. Ahora se cuida a fin de evitar complicaciones propias de la diabetes como son ceguera, insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y otras consecuencias que afectan aún más la calidad de vida.

“Con la dieta y con el medicamento, ahí vamos porque es muy importante para este padecimiento la dieta y es algo que desgraciadamente entendemos hasta que tenemos el problema”, apuntó.

Doña Celia comenta que “la diabetes, ahora que ya la tengo y que la tengo que sortear, es prevención y ya cuando la tenemos hay que prevenir amputaciones, ceguera y demás. Lo mejor es acatar las órdenes del médico […] porque yo tengo familiares que han sido amputados, que quedaron ciegos, mi mamá fue paciente renal, mi papá falleció de un paro cardiorespiratorio y a la larga todo viene porque no se cuida uno”.

Cada día consume seis medicamentos: insulina, metformina y glibenclamida para tratar la diabetes; y para la presión, losartán, metoprolol y captopril. Aunque el Seguro Popular en teoría debiera entregarle todos, Celia señala que siempre hay faltantes, entonces compra en la farmacia y gasta alrededor de 600 pesos mensuales en ello.

De acuerdo con el estudio “Pequeños pasos para transformar al sistema de salud”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en 2016, solo el 61 por ciento de los pacientes con diabetes, hipertensión y dislipidemia que asistieron a los servicios públicos de salud salieron con todos los medicamentos.

La ex costurera admitió que en la situación de desempleo que vive, es difícil absorber los gastos, pues su esposo trabaja como freelance [de manera independiente] en una casa productora, así que no cuenta con un salario fijo. Ella de vez en cuando hace comida y la vende entre sus conocidos y en la calle para contar con un ingreso extra.

El IMCO también indica que el país es el segundo con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud entre los que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“El gasto de bolsillo en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza”, reza el documento. Y agrega: “Mientras que el gasto de bolsillo de los mexicanos es uno de los más altos en el mundo, el presupuesto de la Secretaría de Salud ha decrecido más del 20 por ciento en términos reales durante el sexenio”.

Según el informe Panorama de la Salud 2017 que realizó la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra en el primer lugar de 34 países al tener el índice más alto de sobrepeso y obesidad entre la población mayor de 15 años. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer diabetes. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

Celia afirmó que el trato del personal del Centro de Salud de San Francisco Culhuacán y del Hospital General de Tláhuac, donde se atiende, es buena, una médico general y una nutrióloga están a cargo de su caso.

“A mí en el centro de salud me va muy bien, tengo una doctora muy buena. [En el hospital], también, gracias a Dios me ha tocado buena suerte. Nada más la semana pasada tenía cita, pero estaban en huelga, entonces no hubo cita”, recordó.

Dice que el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, había prometido hace seis meses dar base a los empleados, pero abandonó el cargo antes de cumplirlo.

“Pasaron seis meses y un día y el señor ya se había ido”, comenta.

Los tiempos de espera en pueden variar, Celia reconoce que si llega a la cita 10 ó 15 minutos antes de la hora indicada, pasa puntualmente. Si se presenta más tarde, hay posibilidades de que le nieguen la atención o, en el mejor de los casos, se le dé un espacio 3 ó 4 horas después, al final del turno.

El tiempo de espera deseable en un centro médico es de 30 minutos, no obstante, el estudio “Sistema Universal de Salud. Retos de cobertura y Financiamiento”, desarrollado por del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), reveló que en el Seguro Popular la espera promedio ronda los 69 minutos.

Además, tras una espera de seis meses, en abril pasado fue sometida a una intervención quirúrgica en la que se le retiró una piedra de diez centímetros formada en la vesícula.

Comenzó con dolores cada vez más intensos en la parte media del tórax, al acudir al Centro de Salud le dijeron –erróneamente– que se trataba de un dolor muscular, así que únicamente le aplicaron una inyección para aminorar el malestar. Cuando éste se hizo más agudo, regresó a buscar atención médica y fue entonces que la doctora concluyó que era un problema de vesícula, le mandó a realizar estudios con los que la institución no contaba, así que se vio en la necesidad de pagar alrededor de 4 mil pesos en un laboratorio particular.