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Es poco probable que joven muriera por beber rápido Coca-Cola, señala bioquímico

lunes, septiembre 27th, 2021

La muerte del hombre de 22 años de edad ocurrió el pasado 24 de septiembre, seis horas después de que consumió la bebida. Sin embargo, el bioquímico Nathan Davies rechazó que el consumo de la bebida gaseosa en tan poco tiempo haya sido la causa de la muerte del joven. 

Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).- Luego de que se difundió la noticia de la muerte de un joven en Beijing, China, presuntamente por haber ingerido un refresco de cola de 1.5 litros en sólo 10 minutos, un profesor bioquímico del University College de Londres, Inglaterra, refutó esa versión.

La muerte del hombre de 22 años de edad ocurrió el pasado 24 de septiembre, seis horas después de que consumió la bebida. El diagnóstico de los médicos chinos fue una falla hepática por la rápida ingesta del hombre, que habría acumulado gas en sus intestinos.

Sin embargo, Nathan Davies, el especialista del University College de Londres, consideró como “poco probable” que la muerte del joven chino haya sido provocada por el consumo del refresco,ya que aseguró que ese tipo de padecimientos son producidos por infecciones bacterianas que forman bolsas de gas.

El bioquímico rechazó que la acumulación del gas expliquen la falta de oxígeno en el hígado del joven, pues esa es función de la arteria hepática. “Este tipo de afectación se debe a que hay bacterias que se han abierto paso desde el tracto gastrointestinal normal a un lugar donde no se suponen que estén. En este caso, en el revestimiento del intestino delgado”, explicó.

https://youtu.be/AT-HM2i0Jgs

Dijo que no hay razones para temer por consecuencias fatales si se consumen bebidas gaseosas en tan poco tiempo, sin embargo, agregó, si las puede haber a largo plazo, debido a la mineralización ósea y el alto consumo de azúcar que contienen esas bebidas.

El Fin de semana circuló la noticia de la muerte de un hombre chino a causa de beber en sólo 10 minutos un refresco de 1.5 litros de la marca Coca-Cola luego de que sintió que necesitaba hidratarse. Seis horas después comenzó a experimentar un dolor intenso en el estómago.

El hombre se trasladó a un hospital, en donde los médicos le encontraron una frecuencia cardíaca elevada, presión arterial baja y respiración acelerada. Una tomografía computarizada reveló anomalías en la pared intestinal y en la vena que proporciona sangre al hígado.

Las síntomas indicaron que el hombre había sufrido una isquemia hepática, también conocida como shock en el hígado, causada por la falta de oxígeno en ese órgano. El personal médico intentó socorrerlo liberando el gas de su sistema digestivo y administrándole medicamentos para proteger sus funciones vitales de daños mayores. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los especialistas, el paciente falleció 18 horas después.

México ya es número 1 del mundo en el consumo de refrescos (y en medio de la epidemia de obesidad)

jueves, noviembre 14th, 2019

En México se consumen 163 litros de refresco por año, una bebida relacionada con enfermedades como la diabetes, enfermedad que ya es una epidemia que podría convertirse en una emergencia epidemiológica que cobra la vida de 80 mil personas al año.

Ciudad de México, 14 noviembre (EFE/SinEmbargo).– México vive un epidemia de diabetes que cobra la vida de 80 mil personas al año, y aún así es el país en el que más refresco se consume.

En un artículo publicado en la Gaceta UNAM, titulado “México, primer consumidor de refrescos del mundo”, se alerta que en nuestro país se consumen 163 litros de refresco por año, “que significa 40 por ciento más que Estados Unidos, que, a su vez, ocupa el segundo lugar con 118 litros”.

Además, el consumo de bebidas representa un importante gasto para las familias mexicanas, pues destinan diez por ciento de sus ingresos a comprarlos, según datos de Florence L. Theodore, miembro del Instituto Nacional de Salud Pública, citados en el artículo.

“Beber refrescos en México, señaló, no es fortuito y es el resultado de un entramado conjunto de procesos sobre todo económicos, políticos y culturales. Se ha comprobado que siete de cada 10 niños en comunidades rurales desayunan con refresco; entre 1999 y 2006 se triplicó el consumo de bebidas azucaradas entre los adultos mexicanos, y justamente este sector de la población que los consume de manera ocasional son 15 por ciento más propensos a padecer obesidad”, dice la publicación.

Sin embargo, reducir el consumo de refrescos enfrenta la problemática de la imagen positiva que se construyó alrededor de esas bebidas. Además de que en los últimos años las fuerzas económicas y los gobiernos han contribuido a crear mayor “disponibilidad y de bajo precio al refresco; los anuncios de las refresqueras ocultan composición y riesgos para la salud, ya que el marketing vincula la marca con modernidad, descanso, mexicanidad, felicidad y hasta convivencia familiar, elementos que contribuyen en la incorporación duradera de estas bebidas en la dieta cotidiana del mexicano”, señala el artículo.

LA EPIDEMIA EN MÉXICO

Hace tres décadas pocos habrían imaginado que la diabetes, una enfermedad de la que apenas se hablaba, se convertiría en una emergencia epidemiológica en México que cobra la vida de 80 mil personas al año.

“Hoy, esta es una epidemia preocupante. En los últimos años se ha visto un incremento exponencial y cada año muchos mueren en México por complicaciones relacionadas con diabetes”, asegura a Efe el doctor Valentín Sánchez.

Hace 30 años, reconocen especialistas, esta era una enfermedad considerada rara que afectaba principalmente a población con predisposición genética.

La diabetes es una enfermedad que afecta al mundo entero, pero actualmente México es el noveno país con más número de diabéticos y se estima que, de seguir la tendencia, ascenderá al séptimo sitio para 2025.

Basta revisar las cifras. En 1993 se estimaba que 3,6 % de los mexicanos tenían diabetes tipo 2. Para 2000 la proporción ascendió a 5,8 %, a 7 % en 2006 y a 9,4 % en 2016, según cifras de la Secretaría de Salud.

Las causas de este padecimiento son diversas y van desde la mala alimentación, el sedentarismo, factores genéticos o socioeconómicos y, principalmente, el sobrepeso y la obesidad, refiere el doctor Héctor Ochoa coordinador del Departamento de Salud de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Cuando a Lucía, quien prefirió no dar su nombre real, le llegó el diagnóstico de diabetes, la enfermedad apenas se conocía en el pueblo de Tuxpanguillo, comunidad ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Orizaba, en el estado de Veracruz, entidad que ocupa el primer lugar nacional respecto al porcentaje de habitantes con diabetes.

Recuerda que fue hace unos 15 o 20 años y entonces padecía una obesidad que le había dejado su último embarazo. “No se cuida uno, porque nunca imaginas que te puede pasar”, asegura.

Sobre todo, dice, porque en ese entonces el pueblo tenía una alimentación basada en frijoles, maíz, chayotes, quelites y alimentos que se cultivaban en la comunidad.

Lucía recuerda que cuando se comenzó a pavimentar el pueblo, se empezó a tener mayor acceso a alimentos enlatados, embotellados, refrescos y alimentos procesados.

Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, asegura que existe una clara relación entre las tasas de diabetes y de obesidad y los cambios en la alimentación, especialmente en el consumo de bebidas azucaradas.

“Es una sustitución de nuestros alimentos. A cualquier rincón del país que vayas te encuentras una tiendita con productos de refresqueras, pastelillos, y muchas veces no tienen acceso a alimentos que antes había en mercados locales”, afirma.

Es quizá por ello que muchas personas se vuelven diabéticas antes de los 50 años.

“Hay cambio en los patrones alimentarios. La dieta rica en alimentos tradicionales que se cultivaban en la milpa, verduras y frutas, ha cambiado con la industrialización y urbanización”, comenta el doctor Ochoa.

El especialista afirma que la migración es también un problema ya que las personas que van de los pueblos a las ciudades “empiezan a consumir una dieta rica en grasas y a ganar peso, grasa abdominal; hay obesidad y una comorbilidad de la obesidad es la diabetes”.

Lucía reconoce que a la par que se introducían en el pueblo alimentos “chatarra”, también lo hacía la diabetes.

De acuerdo con el doctor Sánchez, lo más lamentable es que debido a la falta de revisiones médicas constantes, existen muchas personas que padecen diabetes sin saberlo.

-Con información de Cristina Sánchez Reyes vía EFE

 

El gran reto en salud de la 4T: el conflicto de interés

martes, julio 16th, 2019

“El conflicto de interés está ya en algunos miembros de la 4T que se han puesto al servicio de la industria de la chatarra y los refrescos y en contra de la salud pública, en un país sumido en emergencias epidemiológicas de obesidad y diabetes”. Imagen: Especial

Las grandes corporaciones de alimentos, bebidas azucaradas y alcohol siguen las mismas prácticas criminales de la industria del tabaco. Estas prácticas, de bloquear por todos los medios posibles las políticas de salud pública dirigidas a reducir el consumo de sus productos, se consideran criminales porque al final son causantes de enfermedades y muertes que podrían evitarse. Las prácticas de las grandes corporaciones de alimentos, bebidas azucaradas, alcohol y tabaco, a través de su interferencia en las políticas de salud pública, son una de las principales causas de enfermedad y muerte entre los mexicanos.

Los logros que se han tenido a escala internacional y en varias naciones frente al tabaquismo muestran que las políticas de salud pública recomendadas por la Organización Mundial de Salud, que las grandes tabacaleras combaten, pueden prevenir millones de muertes. Lo mismo ocurre con el consumo de alcohol y la comida chatarra. Las políticas regulatorias son similares para todos estos productos: regulación de su publicidad, restricciones a su venta, etiquetados de advertencia y medidas fiscales.

El gran reto en salud para la 4T, además de enfocarse en la atención primaria, una estrategia muy necesaria, está en no ser cooptada por las grandes corporaciones, como lo fueron las administraciones pasadas. La preocupación es que existen miembros de la 4T que muestran su contubernio con estas industrias.

Por un lado, el país carece de un Pan Nacional sobre Alcohol y el consumo de estas bebidas está presentándose cada vez a más temprana edad con un aumento en los episodios de alto consumo, especialmente, entre las niñas. Por otro, el consumo de tabaco se está presentando, también, a menor edad. Los cigarrillos electrónicos y los no regulados “vapers” están penetrando como nunca lo habían hecho los cigarrillos tradicionales entre los niños, atrayéndolos con sabores y la novedad de fumar a través de un aparato electrónico. Sobre la comida chatarra y las bebidas azucaradas no hay más que decir que los mexicanos ocupamos los primeros lugares en el consumo de estos productos, lo que nos ha llevado a uno de los mayores índices de obesidad y diabetes en el mundo.

Si no se baja el consumo de estos productos, como ya se ha logrado en otras naciones, la cascada de enfermos y defunciones no parará, sólo aumentará. No hay sistema de atención que pueda ser un dique a esta cascada de cuerpos enfermos que en cientos de miles cae por el impacto en salud que genera el consumo de tabaco, el alto consumo de alcohol y las enfermedades ligadas a la epidemia de obesidad y diabetes que vivimos por el alto consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra.

En la historia de la humanidad muy diversas culturas han consumido bebidas alcohólicas, unas menos numerosas han fumado tabaco, y ninguna había consumido refrescos y comida chatarra. En las sociedades tradicionales, el consumo de alcohol y de tabaco se daba solamente en ocasiones determinadas, durante las festividades o encuentros especiales.

Convertidos estos productos en las mercancías de grandes corporaciones globales su consumo se ha generalizado e intensificado. Estas corporaciones tienen como objetivo expandir sus mercados con el fin de mostrar ganancias crecientes en las bolsas de valores, no tienen otra lógica que lograr nuevos consumidores y que sus consumidores consuman mucho. La penetración de estos productos en la vida diaria de la población alrededor del mundo -de comida chatarra, de alcohol y de tabaco- ha pasado a convertirse en la principal causa de las llamadas Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNTs) que, en gran parte del planeta, son ya la principal causa de enfermedad y muerte.

La Dra. Margaret Chan, durante su mandato al frente de la Organización Mundial de Salud, señaló: “Los esfuerzos para prevenir las enfermedades no transmisibles van en contra de los intereses comerciales de los poderosos operadores económicos. En mi opinión, este es uno de los mayores desafíos que enfrenta la promoción de la salud…Ya no son solo las grandes empresas de tabaco. La salud pública también debe competir contra las empresas grandes de alimentos, bebidas y alcohol. Todas estas industrias temen la regulación y se protegen utilizando las mismas tácticas”.

La Diputada Tatiana Clouthier actuó, como parte de la estrategia de estas grandes corporaciones de alimentos y bebidas, para bloquear la iniciativa de ley para establecer un etiquetado frontal de advertencia en la comida chatarra y las bebidas azucaradas. Promovió un transitorio con el propósito de entregarle el diseño de este etiquetado a la propia industria. El diputado Javier Hidalgo la acompañó en la estrategia y boicoteó una reunión de la Comisión de Salud en que se aprobaría esa iniciativa negando su firma para evitar que se lograra el quorum necesario. Y el llamado “poll” del diputado Mario Delgado presionó a otros diputados de Morena en el mismo sentido. Se dice que las instrucciones venían de Alfonso Romo.

Es así que un grupo de la 4T se está oponiendo a lo que 15 diputados de Morena y otros partidos ya habían aprobado en la mesa directiva. Bloquean, al servicio de FEMSA, una política exitosa recomendada por la OPS/OMS, FAO, UNICEF, el Instituto Nacional de Salud Pública, la sociedad civil y a un grupo de destacados académicos, entre ellos directores de institutos de salud.

Mala calidad del agua llevó al trabajador mexicano a “confiar” en el refresco, dice catedrática

martes, noviembre 6th, 2018

Elizabeth Roberts, antropóloga de la Universidad de Michigan (EU) e investigadora sobre salud y desigualdad en México, dice en un artículo publicado hoy en Firmas de EFE (cuyo texto completo te presentamos aquí) que tanto el agua del grifo como la embotellada puede albergar bacterias dañinas, motivo por el que los mexicanos “confían en los refrescos”, y muy especialmente la clase trabajadora.

“La soda está en todas partes; en casi todas las comidas, en todas las tiendas de la esquina, en los mercados, en los puestos de comida, en las celebraciones. Y a menudo no hay agua de grifo…”

Por Elizabeth F.S. Roberts,
profesora asociada de Antropología en la Universidad de Michigan y directora de un proyecto de investigación sobre salud y desigualdad en México

Madrid, 6 nov (EFE).- La falta de confianza en el agua del grifo, e incluso embotellada, en México ha llevado especialmente a las clases sociales menos favorecidas a consumir de forma masiva bebidas gaseosas y azucaradas, con nefastas consecuencias para la salud de los ciudadanos mientras empresas productoras de ese tipo de bebidas obtienen grandes ganancias.

Así lo advierte la antropóloga de la Universidad de Michigan (EU) e investigadora sobre salud y desigualdad en México Elizabeth Roberts en un artículo publicado hoy en Firmas de EFE (texto completo abajo), en el que llama la atención por lo que considera un gran problema social, que ha creado incluso adición entre la población.

“México es el mayor consumidor de Coca Cola en el mundo, representa el 11 por ciento del mercado global de Coke” y también “la nación industrial más gorda del mundo, donde las enfermedades cardiovasculares y la diabetes aumentan con desenfreno”, advierte Roberts, para determinar que hay intereses enfocados a no garantizar agua saludable y a hacer crecer la desconfianza en su consumo.

La antropóloga reconoce que el problema social se agrava con los recientes mensajes de los organismos de salud que prohíben el consumo de gaseosas en las escuelas, pues las madres envían a sus hijos a estudiar con este tipo de bebidas camufladas en sus mochilas y loncheras.

Según la investigadora, tanto el agua del grifo como la embotellada puede albergar bacterias dañinas, motivo por el que los mexicanos “confían en los refrescos”, y muy especialmente la clase trabajadora: “la soda está en todas partes; en casi todas las comidas, en todas las tiendas de la esquina, en los mercados, en los puestos de comida, en las celebraciones. Y a menudo no hay agua de grifo”.

“Restaurar la confianza es difícil. Los jóvenes en México no tienen memoria de beber agua del grifo. La desconfianza comenzó después del terremoto de 1985”, indica Roberts para concluir que “la confianza no se pierde de forma natural, sino que “empresas, como Coke (Coca-Cola), se aseguraron de que así fuera”.

 

ENVÍAN A ESCONDIDAS REFRESCO A MENORES

Mi amiga Alma en la Ciudad de México envía clandestinamente soda (refresco) en una botella de agua en la lonchera escolar de su hija. Las autoridades sanitarias en México han prohibido las bebidas gaseosas en las escuelas. Cuando Alma, junto con otras madres, fue sorprendida enviando la soda, simplemente se rió. Solo estaba haciendo lo que sabía que era mejor para sus hijos. La soda es confiable. Es barata. ¡Y sabe tan bien! En la ciudad de México, la soda es saludable.

En la Ciudad de México, pocos confían en el agua del grifo. Tampoco en el agua comprada. En ambos casos podría albergar bacterias dañinas. Sin embargo, puedes confiar en los refrescos. Y la clase trabajadora confía con determinación en estas bebidas. La soda está en todas partes; en casi todas las comidas, en todas las tiendas de la esquina, en los mercados, en los puestos de comida, en las celebraciones. A menudo no hay agua de grifo.

Cuando hay agua corriente solo unos días a la semana o llega en camión, la necesitas para otras cosas, como lavar la ropa o ducharte. No es de extrañar que México sea el mayor consumidor de Coca Cola en el mundo, representa el 11 por ciento del mercado global de Coke. México también es la nación industrial más gorda del mundo, donde las enfermedades cardiovasculares y la diabetes aumentan con desenfreno.

Soy una antropóloga que colabora con científicos de salud ambiental e ingenieros ambientales para entender la confianza en el agua en la Ciudad de México. Parte de mi trabajo consiste en ayudar al equipo a comprender por qué un comportamiento tan extraño como el de esconder la gaseosa en los almuerzos de los niños tiene sentido cuando “todos” saben que la gaseosa es mala.

Otra parte de mi trabajo es poner esos comportamientos en contexto. ¿Cuál es la historia de la distribución del agua en México? ¿Quién se beneficia cuando nadie confía en el agua del grifo? ¿Cuáles son los efectos de las campañas de salud pública que les dicen a las madres que no den soda a sus hijos cuando no hay agua para beber?

Esos mensajes sobre la salud dividen aún más a la gente flaca y acomodada, con sus caros filtros de agua domésticos, de la gente trabajadora y pobre que comparten gaseosas. Parte de los esfuerzos de nuestro equipo para comprender la confianza en el agua implica determinar qué se necesitaría para restaurar la confianza en el agua, por ejemplo, el desarrollo de sensores de calidad del agua en el vecindario o en el hogar.

Restaurar la confianza es difícil. Los jóvenes en México no tienen memoria de beber agua del grifo. La desconfianza comenzó después del terremoto de 1985. Las personas de mediana edad en adelante recuerdan que antes de aquel suceso abrían el grifo y bebían libremente. Inmediatamente después se les dijo que dejaran de hacerlo temporalmente y nunca más volvieron a probar el agua del grifo. Mis amigos en la Ciudad de México no son tontos. No creen que hayan perdido la confianza “naturalmente”, saben con certeza que empresas, como Coke, se aseguraron de que así fuera.

Se podría pensar en una teoría de conspiración. Una búsqueda rápida en Google demuestra el dominio de Coke (Coca-Cola) en México, con subsidios gubernamentales, nuevas plantas embotelladoras y acceso a los acuíferos tanto para los refrescos como para sus diversas marcas de agua embotellada. Ese dominio fue posible gracias a la apertura de la economía, del TLCAN y a la reorganización del panorama legal de la “Guerra contra las Drogas”, lo que hizo a México más seguro para la inversión extranjera.

Los efectos entrelazados del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica -EU, Canadá y México-) y la Guerra contra las Drogas también han generado inseguridad en México, después de que el acuerdo dejara a dos millones de agricultores sin trabajo, provocando la migración forzosa a los EU y la caída de la financiación de los servicios sociales; mientras la Guerra contra las Drogas sumara 120.000 víctimas y 27.000 desaparecidos. Todos piensan que el Estado se acuesta con los narcos, por lo que si las autoridades prometieran que el agua es segura, ¿por qué iban a confiar? Especialmente cuando existe una alternativa abundantemente disponible y barata como la gaseosa.

Para cualquier persona que se sienta insegura o ansiosa, el azúcar y la grasa son un bálsamo. Sentado en la mesa familiar, en Ciudad de México, Mateo recuerda cuando de niño bebía agua del grifo, y me asegura que a eso ya no puede regresar. Se ríe mientras señala su botella de Coca-Cola, y declara:”¡Esto es más adictivo que lo que los narcos venden!

En unos años, sabremos más sobre cómo restaurar la confianza en el agua. Pero, por ahora, los mensajes de las autoridades de la salud que avergüenzan a las personas por lo que beben hacen poco, mientras los ricos se burlan de los pobres por su descontrolado consumo de gaseosas. Las vallas anti-soda que cubren los paisajes urbanos no sirven de mucho cuando en tiempos precarios compartir el placer tiene mucho sentido y hay pocas alternativas. Coca-Cola lo sabe muy bien.

NOTA: Este artículo forma parte del servicio de firmas de la Agencia EFE al que contribuyen diversas personalidades, cuyos trabajos reflejan exclusivamente las opiniones y puntos de vista de sus autores.

¿Qué le ocurriría a nuestro cuerpo si sólo bebiéramos refresco? (VIDEO)

lunes, febrero 1st, 2016

Además de contribuir al aumento en los indices de obesidad y caries, los refrescos también son un factor importante para desarrollar diabetes, problemas cardiacos e inclusive daños cerebrales.

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Ciudad de México, 1 de febrero (SinEmbargo).– El canal de YouTube AsapScience, el cual es conocido por realizar videos en donde explican diferentes procesos que ocurren en el cuerpo humano a través de dibujos, publicó un clip en donde muestra qué es lo que le sucedería a nuestro organismo si sólo bebiéramos refresco en vez de agua.

En la grabación de 3 minutos y once segundos los administradores del canal explican que los refrescos además de contribuir al aumento en los indices de obesidad y caries, también son un factor importante para desarrollar diabetes, problemas cardiacos e inclusive daños cerebrales.

Los autores del video señalan que si consumiéramos ocho vasos de refrescos al día, el equivalente de agua que debemos tomar diario, generaríamos que nuestro cerebro desarrolle una adicción al azúcar, además de que sobrepasaríamos de manera drástica el índice de calorías permitidas.

Además explican que los saborizantes artificiales que se usan en estas bebidas provocan que sintamos mayor apetito, lo que genera un aumento en el consumo de alimentos y por ende la ingesta de un número superior de calorías permitidas.

Por este motivo los autores del video recomiendan limitar el consumo de las bebidas azucaradas, tener una dieta balanceada y realizar alguna actividad física para mantenernos sanos y con energía.

Refresqueras niegan que el impuesto a bebidas azucaradas haya reducido el consumo

viernes, enero 8th, 2016

Instituciones públicas y privadas han concordado en que la reducción del consumo fue temporal y que paulatinamente se fue restableciendo hasta cubrir el porcentaje habitual.

México, 7 de enero (SinEmbargo).- La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) señalaron que el impuesto a las bebidas azucaradas, de un peso por litro, que entró en vigor en 2014, no ha reducido significativamente el consumo de los productos ni la ingesta de calorías en el país.

De acuerdo con un comunicado difundido por medios nacionales, los representantes de la industria refresquera expresaron que el consumo de bebidas disminuyó entre un 1.9 por ciento y un 6 por ciento durante el año 2014, mientras que la ingesta de calorías apenas fue reducida en un 0.5 por ciento por día -es decir, un promedio de reducción de 6 a 10 calorías diarias, de una dieta calculada de más de 3 mil calorías-. Sin embargo y de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dice el documento, en 2015 la venta por litro de las bebidas aumentó en un 13 por ciento en comparación con el año precedente.

Cabe destacar que en 2013 la ANPRAC expresó que la propuesta de gravar con un impuesto especial a las bebidas saborizadas con azúcares añadidos es una medida “que carece de todo sustento técnico y jurídico”. Y que, además, se trata de “iniciativas regresivas que afectan sensiblemente el bolsillo de todos los mexicanos; en especial a las clases menos favorecidas”.

En ese sentido, ConMéxico sostuvo que el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) produjo un impacto negativo en la población al afectar el gasto total de los hogares en México, de modo tal que, los consumidores, pudieron comprar menos de lo acostumbrado hasta el momento.

Según una investigación del Colegio de México (Colmex) el decremento fue del 3 por ciento.

Por si fuera poco, instituciones como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) plantean que el impuesto, en lugar de reducir el consumo calórico, sólo ha logrado la sustitución de los productos usuales por otros más baratos.

De cualquier modo, tanto instituciones públicas como privadas han concordado en que la reducción del consumo fue temporal y que paulatinamente se fue restableciendo hasta cubrir el porcentaje habitual.

Tanto Amprac como ConMéxico aseguraron que es necesario seguir analizando los efectos del impuesto a largo plazo y advirtieron sobre la necesidad de debatir y contar con instrumentos suficientes para hacerlo, como la Estrategia Nacional para la Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, y como el Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (Oment).

 

 

Ofrendas por fallecimientos asociados al consumo de refrescos se incrementan: ONG

lunes, noviembre 2nd, 2015

El Poder del Consumidor refirió que el alto consumo de bebidas azucaradas representa el 70.3 por ciento de la ingesta diaria de azúcares añadidos en la población mexicana.

El Poder del Consumidor destacó hoy, en el marco del Día de Muertos, que se incrementan las ofrendas por muertes asociadas a las bebidas azucaradas. Foto: El Poder del Consumidor

El Poder del Consumidor destacó hoy, en el marco del Día de Muertos, que se incrementan las ofrendas por muertes asociadas a las bebidas azucaradas. Foto: El Poder del Consumidor

Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).– El Poder del Consumidor dijo hoy, en el marco de la celebración del Día de Muertos, que en México “se incrementan las ofrendas por muertes asociadas a las bebidas azucaradas”, al precisar que el país se encuentra a la cabeza con el mayor número de prevalencia de muertes atribuibles por el consumo de refrescos, con 24 mil 100 muertes anuales de acuerdo al estudio sobre la Carga Global de Enfermedades (NutriCoDE, por sus siglas en inglés).

La organización no gubernamental recordó que el informe también revela que entre jóvenes menores de 45 años la prevalencia de muertes por diabetes, enfermedades cardiovasculares y cánceres relacionados con la obesidad provocadas por el consumo de las bebidas azucaradas asciende a 22 por ciento en mujeres y a 33 por ciento en hombres.

El Poder del Consumidor refirió que el alto consumo de estas bebidas representa el 70.3 por ciento de la ingesta diaria de azúcares añadidos en la población mexicana.

“El consumo de una porción de bebidas azucaradas al día aumenta el riesgo de adquirir diabetes tipo 2 y padecimientos del páncreas e hígado en un 40 por ciento, sin importar que el consumidor sea de complexión delgada u obesa”, refirió el organismo civil.

Dijo que la atención médica de 14 complicaciones derivadas de cuatro grupos de enfermedades vinculadas con la obesidad, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y osteoartritis, se estima que en 2017 generará un gasto total en salud para el sistema público, a partir de las contribuciones de los ciudadanos mexicanos, de entre 78 mil y 101 mil millones de pesos.

“Este costo representa el 60-78 por ciento del presupuesto asignado al sector salud en 2014, el cual es de 130 mil 264 millones de pesos. La Secretaria de Salud (SSa) informó que más del 50 por ciento de los recursos del presupuesto en salud se están destinando a atender la obesidad y sus comorbilidades”, refirió el grupo civil que integra la Alianza por la Salud Alimentaria.

Dijo que los costos económicos de la obesidad y enfermedades crónicas van más allá del sector salud e impactan en la economía y las finanzas familiares. Se estima que la pérdida de la productividad por muerte prematura por estas complicaciones asociadas con la obesidad en población productiva cuesta al año entre 73 mil y 101 mil millones de pesos.

La organización recordó que México se encuentra a la cabeza con el mayor número de prevalencia de muertes atribuibles por el consumo de bebidas azucaradas, con 24 mil 100 muertes anuales. Foto: Cuartoscuro

La organización recordó que México se encuentra a la cabeza con el mayor número de prevalencia de muertes atribuibles por el consumo de bebidas azucaradas, con 24 mil 100 muertes anuales. Foto: Cuartoscuro

La asociación destacó que en el año 2004 los hogares mexicanos gastaron un total de 5 mil 136 millones de pesos para atención dental, el primer efecto del consumo de bebidas azucaradas, lo que generó “gastos catastróficos en los hogares más pobres”.

“Los impactos generados por el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con alta densidad calórica han empezado a colapsar al sistema de salud mexicano”, alerta.

Ante este escenario, El Poder del Consumidor, recordó la importancia de que se destinen los recursos recaudados por el impuesto a bebidas azucaradas a la prevención de estas enfermedades. Reiteró también las demandas que mitigarían la situación que se vive en el país, que incluyen:

  1. Aumento del impuesto a las bebidas azucaradas del 10 por ciento al 20 por ciento con lo cual se podría tener un mayor impacto positivo en la salud de la población mexicana.
  2. Se elimine el IVA al agua embotellada en envases menores de 10 litros, con el fin de hacer económicamente más accesible el agua que las bebidas azucaradas.
  3. Se aplique el recurso recaudado a la instalación de los bebederos de agua en las escuelas con sus sistemas de purificación, a la vez que se establece un programa integral de instalación de dispensarios de agua en espacios públicos y privados, y una política integral de prevención y atención de la obesidad y la diabetes.