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Fundar

28/09/2021 - 12:00 am

FONSABI: ¿más pacientes con menos recursos?

No parece viable que el INSABI quiera atender a 16 millones más de pacientes reduciendo los recursos del Fondo.

La pandemia continúa activa. Foto: Cuartoscuro.

Por Janet Oropeza

La iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación 2022 propone que en el primer semestre del próximo año se retiren los remanentes del Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI) para financiar vacunas y la atención del Covid-19, así como otras acciones de salud.[1] Pero, ¿qué es el FONSABI? y ¿cómo puede impactar negativamente el retiro de su remanente para el derecho a la salud?

En México, el artículo cuarto constitucional reconoce la obligación del Estado de garantizar nuestro derecho a la salud. Sin embargo, históricamente, lograr esta garantía ha sido complejo, ya que el sistema de salud público se ha construido de manera fragmentada y desigual. En México, coexisten subsistemas como el IMSS, ISSSTE, Pemex, Fuerzas Armadas, etc. que tienen mayor inversión de recursos públicos, frente a otros como el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que cubre a la población sin seguridad social y en mayor situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, en 2020, el gasto per cápita del INSABI fue de 3,258 pesos por persona, mientras que el del Pemex fue de 11,131.[2]

Con el propósito de disminuir estas desigualdades, en 2020, el INSABI sustituyó al Seguro Popular y se propuso asegurar la gratuidad de servicios y ampliar la cobertura en salud para la población abierta. Para ello, el INSABI eliminó la afiliación y se planteó atender a 68 millones de personas sin seguridad social (16 millones más que el Seguro Popular).[3]

El INSABI cuenta con el FONSABI, un fideicomiso que existía también con el Seguro Popular. El 73% de sus recursos van destinados a financiar los tratamientos y medicamentos de 66 padecimientos de alto costo que pudieran tener los pacientes del INSABI, como algunos tipos de cáncer, trasplantes, el VIH, malformaciones congénitas y/o adquiridas, etc. La gran ventaja de que los recursos estén depositados en un fideicomiso es que éste puede ir acumulándolos para financiar estos padecimientos en el corto y mediano plazo, evitando que éstos tengan que regresar a la Federación año con año.

En el Programa Sectorial de Salud 2020-2024, el gobierno planteó que con la creación del INSABI se revertirían algunas de las limitaciones del fideicomiso, de manera que aumentaran los padecimientos o intervenciones reconocidas como de gasto catastrófico –a más de las 66 que existen ahora– y se ampliaran las barreras de edad para que fueran cubiertas. Sin embargo, en los últimos dos años, el gobierno no ha cumplido con esta promesa de fortalecer al FONSABI, sino que ha realizado reformas que lo han debilitado financieramente.

En dos años, los recursos del Fondo se han reducido 44% pasando de 113 mil millones de pesos en 2019 a 64 mil millones de pesos en el segundo trimestre del 2021.[4] Esta disminución tan importante de sus recursos obedece a tres reformas aprobadas en los dos últimos años, que toparon el monto anual que el Fondo puede gastar y/o acumular –estableciéndose en 32 mil millones de pesos– y permitieron al gobierno disponer del excedente de este monto.[5] Como resultado de estas reformas, en dos años, por ley, se ordenó retirar del Fondo hasta 73 mil millones de pesos, etiquetándolos para el INSABI u otras acciones de salud, desconociéndose hasta la fecha cuánto de ese monto ya se ha gastado, en qué y cuánto está pendiente por erogarse.[6]

La disminución sustancial de los recursos del Fondo en los últimos dos años preocupa por varias razones:

-El Fondo está financiando cada vez menos intervenciones para pacientes del INSABI con enfermedades de alto costo cubiertas. Prueba de ello es que el gasto anual ejercido para financiar enfermedades de alto costo se redujo, pasando de 7 mil 715 millones en 2018 a 5 mil 642 millones de pesos en 2020 (una disminución de 27%).[7]

-La disminución de recursos se da en un contexto en que las instituciones de salud pública, incluido el INSABI, han enfrentado problemas de desabasto. Este fenómeno ha afectado también a pacientes cuyos tratamientos se pagan del FONSABI. De hecho, al menos la mitad de las 66 intervenciones cubiertas por el FONSABI son tipos de cáncer en niños, niñas y personas adultas, que no están recibiendo sus tratamientos de forma oportuna. Esto evidencia la necesidad de fortalecer el funcionamiento del INSABI y del Fondo.

-No parece viable que el INSABI quiera atender a 16 millones más de pacientes reduciendo los recursos del Fondo. De hecho, el CIEP ha calculado que incluso el presupuesto actual del FONSABI puede ser insuficiente para financiar las 66 intervenciones con la nueva población objetivo.[8]

Por ello, el Colectivo Cero Desabasto, que engloba a 67 organizaciones de la sociedad civil, incluida Fundar, hemos alertado que seguir retirando grandes sumas del FONSABI, como el gobierno pretende en 2022, es preocupante porque pondrá en jaque el financiamiento de padecimientos de alto costo de pacientes del INSABI en el corto y largo plazo, y llamamos al poder legislativo, como el actor que aprobará la Iniciativa de Ley de Ingresos, a que discuta ampliamente las consecuencias de aprobar el artículo décimo cuarto transitorio de dicha iniciativa y busque obtener recursos para la atención de la pandemia de otros rubros no tan prioritarios.

También exigimos a la Secretaría de Salud y el INSABI que fortalezcan al FONSABI, como está plasmado en el Plan Sectorial, ampliando su cobertura y efectividad, que se traduzca en que las personas que viven con enfermedades de alto costo reciban una mejor y más oportuna atención médica, evitando poner en riesgo su derecho a la salud y, en última instancia, su vida. Seguir retirando grandes sumas de dinero de su patrimonio, sin un análisis de cómo fortalecerlo, solo pondrá en jaque su funcionamiento presente y futuro, afectando sobre todo a pacientes del INSABI.

* Janet Oropeza es investigadora en el programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de @FundarMexico.

[1] Iniciativa de Ley de Ingresos, décimo cuarto transitorio, disponible en: https://www.ppef.hacienda.gob.mx/work/models/bzPX2qB5/PPEF2022/qgp8v2PM/paquete/ingresos/LIF_2022.pdf

[2]  CIEP, “Gasto per cápita en salud 2010-2020”, disponible en https://ciep.mx/gasto-per-capita-en-salud-2010-2020/

[3] CNPSS, Informe de Resultados del Sistema de Protección Social en Salud Enero – Diciembre 2019, p. 8 y Yared de la Rosa, “Presupuesto del INSABI no es suficiente para cubrir a la población sin seguridad social”, Forbes, 22 de junio de 2021.

[4] Datos obtenidos por Fundar con base en los Informes Trimestrales sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública. Cifras en pesos constantes de 2021.

[5] Estas tres reformas se establecieron en el décimo transitorio de la reforma a la Ley General de Salud de 2019, en la adición de un párrafo segundo al artículo 77 bis 17, y en la modificación de párrafo segundo del artículo 77 bis 29, transitorio de la LGS.

[6] En 2019, cuando se reformó la Ley General de Salud se ordenó retirar el Fondo 40 mil millones de pesos y enviarlos al INSABI. Luego en 2020, se dispuso que se dispondría de 33 mil millones de pesos del Fondo para completar los ingresos del gobierno en 2021.

[7] J. Senyacen Méndez Méndez y A. Llanos Guerrero, De Seguro Popular a INSABI: Mayor población con menor atención, CIEP, 2021.

[8] Tomando en cuenta los siete padecimientos que más financió el fideicomiso en 2018, con la nueva población potencial del INSABI y sus tasas de prevalencia. el CIEP calculó que el costo de financiar estos siete padecimientos es de 27 mil 004.68 mdp, 4.67 veces más del monto pagado en 2018 (CIEP, Fondo de Salud para el Bienestar (FSB): cobertura y costos, 2020, pp. 12-15).

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