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Jaime García Chávez

04/07/2022 - 12:03 am

Marineros del desierto al rescate del PRItanic

Los exgobernadores Fernando Baeza Meléndez, Patricio Martínez García y José Reyes Baeza, afilaron sus plumas, se pusieron retóricos, lacónicos y aforísticos, y por esa vía, en plena tierra adentro, se expresaron como hombres de la mar océano, exigiéndole a “Alito” que abandone el barco.

Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Aquí doy cuenta de lo que ocurre en Chihuahua, cuando tres exgobernadores priistas se insurreccionan en contra de Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador campechano, apoltronado en la silla de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del casi centenario partido”. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Una generación de marineros emerge en Chihuahua. Sería muy interesante tener a la vista cómo se descompone, en estos días de preludio electoral, el PRI en cada una de las entidades federativas. 

La visión nacional, de una u otra manera, ya ha sido expuesta por no pocos analistas políticos de prestigio, aunque falte una síntesis. Empero, por un momento habrá que sacrificar lo macro por lo micro, y observar y repensar el proceso en sus implicaciones locales. Ver los pueblos en vilo, diría el clásico. 

Aquí doy cuenta de lo que ocurre en Chihuahua, cuando tres exgobernadores priistas se insurreccionan en contra de Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador campechano, apoltronado en la silla de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del casi centenario partido. Piden los chihuahuenses su cabeza, “sin merma en la cortesía para hacerlo”, según afirman en un documento recientemente publicado en los periódicos impresos del norteño estado.

Los exgobernadores Fernando Baeza Meléndez, Patricio Martínez García y José Reyes Baeza, afilaron sus plumas, se pusieron retóricos, lacónicos y aforísticos, y por esa vía, en plena tierra adentro, se expresaron como hombres de la mar océano, exigiéndole a “Alito” que abandone el barco.

Hay un cuarto ex, César Duarte Jáquez, que no firmó por estar en cómodo cautiverio y sujeto a un procedimiento penal, gozando de privilegios que han banalizado la lucha anticorrupción de la sociedad por el Gobierno de María Eugenia Campos Galván. Este póker, en los hechos, a pesar de sus historias recientes, ya están bajo el abrigo del PAN, y si no se afilian formalmente es porque saben que tampoco es necesario en este momento de crisis de los partidos políticos.

“En la brisa que viene del mar”, diría Gonzalo Curiel, envuelven “la brillante historia” que arrancó con la decisión de “don Plutarco” en un “contexto caótico”, para pasar a la paz, cancelar la guerra fratricida, que andando el tiempo, hizo posible el “milagro mexicano”. Y con ligereza afirman los abajofirmantes que “la condición democrática que hoy vive el país es mérito de todos”, aunque Fernando Baeza haya usurpado la gubernatura mediante un fraude en 1986 y fuera presagio y ensayo general de lo que sucedió en 1988, con el golpe salinista. 

Esa brisa les nubla los ojos. Pero no les impide verse –¡oh!, cinismo– como artífices de la transición democrática. 

Así, con estas palabras, parece que Alito reaccionará frente a una historia cargada de legados con su renuncia, sin necesidad de exponerle “adjetivos a la aritmética”, que se desprenden de las elecciones recientes en Tamaulipas, Durango, Aguascalientes e Hidalgo. 

“Hoy sólo me queda recordar”, sigue Curiel, cuando el presidente nacional del PRI surgía y caía a un movimiento de mano del Presidente de la República. Parece que, nostálgicos, y sin saber qué hacer con su orfandad, le dicen a “Alito” que se vaya, que no dañe al “interés nacional”. 

Irresistible es no citar la frase contundente: “Aferrarse a flotar políticamente en los restos del naufragio” no es de un buen capitán, ya que se daña no sólo a la militancia, sino al país entero. Los sueños de megalomanía no se han ido de las cabezas de estos tres expriistas.

Es dable preguntarse que si ya se consumió el naufragio, ¿cuál es el problema?. O quizás el barco lleva muchos baúles cargados de negras historias, que es menester destruir antes que otros buzos los rescaten y divulguen. O será también que su barco lleva la bandera de dos tibias y una calavera.

“¿Por qué se fue?”, continúa Curiel. No lo dicen, no saben porqué cayó el PRI, y en cambio afirman que el partido lo que necesita es un liderazgo sin cuestionamientos para hacer alianzas con el PAN, viejo y carcomido partido de la derecha y también con la izquierda amaestrada del PRD. Como tenaces navegantes, quieren realizar la hazaña de que la nave llamada PRI “reflote”, a pesar de ser un “buque a pique”. Lo que no reconocen es que desde hace varios años ha corrido la misma suerte que el Titanic.

Toda esta grotesca narrativa de los tres marineros de Chihuahua es la nueva versión de lo que algún día afirmó el propio exgobernador Martínez García: “Demostraré que hay vida después de la muerte”.

“’Alito’ –le suplican–, tenga usted la grandeza de reconocer sus fallas (…). Le será aplaudido por la juventud. La institución es indispensable para el país”. Además le exigen que comprenda el ejemplo de 1929, cuando Elías Calles hacía decretos con cada una de las palabras que pronunciaba. 

Concluyen los marineros: El PRI “está ansioso de un faro que lo guíe en la bruma en que nos encontramos”.

En fin. Don Gonzalo Curiel, seguramente hombre apasionado, debió inspirar a estos marineros que quieren “besar nuestras bocas, otra vez, a la orilla del mar”, y se encuentran, en los hechos, buscando la vereda tropical, aunque la que hacen en el norte sea azul mar…uquista.

30 junio 2022

Jaime García Chávez
Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.
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