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¿Cómo se propaga la COVID sin el uso de cubrebocas en segundos?

viernes, junio 11th, 2021

La simulación realizada por los investigadores indica que el cubrebocas disminuye significativamente la distancia a la que se esparcen las partículas de saliva contaminadas.

Ciudad de México, 11 de junio (RT).- El uso de mascarillas y el distanciamiento social se han vuelto medidas obligatorias en ciertos entornos para prevenir la propagación del coronavirus. Ahora, mediante simulaciones por computadora, un equipo internacional de investigadores ha revelado cuán efectivos son los cubrebocas para evitar esparcir partículas contaminadas, incluso cuando simplemente respiramos.

El nuevo estudio, publicado en la revista Physics of Fluids, se basó en un modelo que difiere de trabajos anteriores centrados en la propagación de las gotas en el aire al toser o estornudar. Especialistas de la Universidad de Stony Brook, Harvard, ETH Zurich y la Universidad de Hanyang simularon respiraciones normales, que producen chorros periódicos de gotas, a velocidades de menos de la décima parte que cuando son impulsadas por la tos o el estornudo.

Los resultados demostraron que sin mascarilla las gotas pueden viajar hasta 2.2 metros a través del aire en cuestión de 90 segundos. Mientras que, usando mascarilla, esa distancia fue sólo de 0.72 metros, muy por debajo del espacio de distanciamiento social sugerido para evitar contagios.

Los autores esperan que su trabajo aliente a las personas a mantener el distanciamiento social y el uso de cubrebocas. Foto: Cuartoscuro

El equipo concluyó que incluso la respiración normal produce un campo complejo de acción que puede esparcir las partículas a largas distancias, por lo que una mascarilla disipa la energía cinética del chorro producido por una exhalación, limitando el movimiento de las gotas cargadas de virus.

“Nuestros resultados muestran que la respiración normal sin una máscara facial genera chorros de arrastre periódicos y anillos de vórtice circulares principales que se propagan hacia adelante e interactúan con las estructuras de flujo vertical producidas en ciclos de respiración previos”, precisó el autor Ali Khosronejad.

Debido a que el uso de una mascarilla redirige parcialmente el aliento exhalado hacia abajo, el riesgo de que las gotas en suspensión permanezcan en el aire se reduce sustancialmente, explicaron los expertos.

Los autores esperan que su trabajo aliente a las personas a mantener el distanciamiento social y el uso de cubrebocas, y afirman que en próximos modelos planean añadir más variables para obtener conclusiones de mayor precisión.

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¿El cubrebocas puede protegernos de la contaminación atmosférica?

lunes, mayo 17th, 2021

A lo largo de la pandemia, el uso del cubrebocas ha significado una protección frente al virus, sin embargo, dados los efectos colaterales de su utilización, ¿es posible que también pueda protegernos de otras cosas como la contaminación? Dos expertos explican.

Por Adonina Tardón
Catedrática y Directora del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de Oviedo

Pedro Arcos González
Profesor de Epidemiología. Departamento de Medicina (UIED). Facultad de Medicina., Universidad de Oviedo

Madrid, 17 de mayo (The Conversation).- El uso generalizado de mascarillas durante la pandemia de COVID-19 ha propiciado un debate colateral. Nos preguntamos si sirven también para evitar los efectos de otros problemas de salud en la población, como las otras enfermedades de trasmisión aérea o la contaminación atmosférica.

Es cierto que las restricciones del contacto social y el uso obligatorio de la mascarilla durante la pandemia han tenido, entre otros efectos secundarios, una disminución de los casos de gripe estacional y de bronquiolitis en los niños en 2020 y 2021.

Pero este tipo de efectos colaterales, aunque beneficiosos, no pueden servir de argumento para proponer el uso generalizado y permanente de las mascarillas en nuestra vida cotidiana.

La COVID-19 es una enfermedad transmisible en la que, al igual que ocurre en algunas obras de teatro, hay tres actores principales: un agente (coronavirus), uno o varios mecanismos de transmisión (aéreo, principalmente en este caso) y un sujeto sano susceptible (la población que se va a infectar).

Es cierto que las restricciones del contacto social y el uso obligatorio de la mascarilla durante la pandemia han tenido, entre otros efectos secundarios, una disminución de los casos de gripe estacional. Foto: EFE

Así, al igual que en las grandes obras maestras de teatro, hay también otros actores secundarios que inclinan la balanza hacia el éxito o al fracaso de la obra. Los actores secundarios, que son particularmente relevantes en el caso de la pandemia de COVID-19, son un grupo de condiciones de tipo económico, social, político, cultural y medioambiental.

Por ejemplo, las condiciones meteorológicas que determinan en gran parte la vida social de la población. Estas fomentan en invierno las reuniones en lugares cerrados y en verano los encuentros al aire libre.

LO QUE SABEMOS SOBRE LA TRANSMISIÓN DEL CORONAVIRUS

El coronavirus puede permanecer viable e infeccioso durante unas pocas horas en gotas de aerosoles. También puede persistir durante algo más de tiempo en superficies, dependiendo de la naturaleza y composición de esas superficies.

Pero la presencia del virus en las gotas de un aerosol, aun siendo una condición necesaria, no es condición suficiente para que exista una transmisión efectiva y esta sea seguida por la infección de un sujeto.

Se necesita una cantidad mínima de virus por unidad de volumen aéreo y esa cantidad debe llegar, además, a una puerta de entrada adecuada en el sujeto (lo que denominamos “dosis mínima infectante” y “puerta de entrada adecuada”).

Por eso, cada día entramos en contacto con numerosos agentes de enfermedad transmisible pero, raramente, nos infectamos. No hay que confundir la “física de las partículas” con el “proceso de infección”.

Este ha sido un factor de confusión presente en los medios y también entre los escritos y opiniones de profesionales no relacionados con la Epidemiología. Por ejemplo, personas expertas en Física que han hablado y escrito sobre la COVID-19 durante la pandemia, confundiendo la parte (presencia de un virus como partícula en el medioambiente) con el todo (el “proceso de infección” como resultado de varios elementos).

Si se confunde la parte (partícula aérea) con el todo (proceso de infección) es fácil llegar a la conclusión de que podemos resolver el “todo” con una mascarilla que filtre partículas. Pero no funciona así.

PELIGROS DEL USO PERMANENTE DE LA MASCARILLA

Durante todo este año de pandemia la mascarilla nos ha ayudado, sin duda, a esconder nuestras mucosas respiratorias de la posible trasmisión desde una fuente aérea del virus. Y como no podía ser de otra manera, también ha ayudado a evitar la trasmisión de otras enfermedades transmisibles.

Durante todo este año de pandemia la mascarilla nos ha ayudado, sin duda, a esconder nuestras mucosas respiratorias de la posible trasmisión desde una fuente aérea del virus. Foto: Yorgos Karahalis, AP

Pero el uso indiscriminado, mantenido y no adecuado de mascarillas no está exento de contraindicaciones, tanto físicas como psicológicas y sociales. En España, se ha legislado su uso permanente.

Es cierto que las mascarillas deben usarse para prevenir la COVID-19 en espacios cerrados (oficinas, tiendas, bares, ascensores, medios de transporte, etc.) mientras dure la situación pandémica. También en aquellos espacios abiertos en los que no sea posible mantener una distancia de seguridad suficiente o en donde ocurran aglomeraciones de personas.

Sin embargo, no tiene ningún sentido usarlas en espacios al aire libre o en lugares abiertos donde se pueda mantener la distancia o donde no haya personas cerca.

Como cualquier otro medio de protección, las mascarillas tienen unas indicaciones específicas de uso. Es bueno recordar que el equilibrio entre las ventajas y los perjuicios de su uso depende precisamente de que se establezca un uso basado exclusivamente en la evidencia de resultados y no en creencias.

¿LA MASCARILLA NOS PROTEGE DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA?

El uso de la mascarilla como elemento de control de los efectos de la contaminación atmosférica no está justificado salvo cuando se trata de entornos laborales específicos.

En estos lugares suele haber contaminantes muy específicos y que precisan tipos profesionales de mascarilla (con sistemas de filtro sofisticados) que en absoluto se parecen a las que se han usado durante la pandemia de COVID-19. Por tanto, no son ni mucho menos una solución a los efectos perjudiciales en la salud de la contaminación atmosférica.

De hecho, parece que los efectos positivos sobre la salud relacionados con la contaminación durante la pandemia de COVID-19 no se han debido al uso de mascarillas, sino a la reducción de la contaminación ambiental por las disminuciones de la actividad de transporte y de la actividad industrial y comercial.

Además, no olvidemos que las mascarillas usadas de manera generalizada y sin indicación específica pueden constituir un enorme problema de recogida separada de residuos y reciclaje.

Las mascarillas usadas de manera generalizada y sin indicación específica pueden constituir un enorme problema de recogida separada de residuos y reciclaje. Foto: EFE

CONTAMINACIÓN Y CORONAVIRUS

Otra gran pandemia, la contaminación atmosférica, está además siendo objeto de estudio por la comunidad científica para valorar la posible relación entre contaminación del aire y la incidencia y propagación del SARS-CoV-2.

Recordemos que dos de los principales problemas ambientales del planeta, el cambio climático y la contaminación del aire, tienen correlación entre sí y ambos conllevan una solución común: la implantación de un modelo energético más sostenible.

La contaminación atmosférica no sólo destruye la salud de la población sino también la del planeta. La única solución admisible para evitar las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica es lograr que las ciudades estén libres de humo y contaminantes.

En definitiva, las mascarillas son uno más de los elementos usados para frenar los contagios mientras dure la pandemia de COVID-19. Pero es fundamental seguir las recomendaciones basadas en la evidencia científica, así como recordar que una mascarilla a nivel individual no sirve ni resuelve, en absoluto, los problemas de salud derivados de la contaminación atmosférica.

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Walmart dejará de pedir el uso de cubrebocas a vacunados en EU

sábado, mayo 15th, 2021

La compañía sí exigirá una prueba de vacunación a los trabajadores que quieran acceder a la bonificación de 75 dólares que ofrece por vacunarse.

Nueva York, 14 mayo (EFE).- Walmart, la mayor cadena de supermercados de Estados Unidos, dejará de exigir el uso de mascarillas a empleados y clientes vacunados contra la COVID-19 después de que las autoridades sanitarias del país recomendaran que la población inmunizada contra el coronavirus podía dejar de utilizarla, informaron medios locales.

Según un comunicado interno de la compañía, citado por el canal CNBC, los clientes pueden prescindir del uso de las máscaras protectoras desde este viernes, mientras que los empleados podrán dejar de ponérselas a partir del próximo martes.

Sin embargo, la empresa precisó que los supermercados seguirán las normas dictadas por las autoridades locales en lo referente al uso de estas prendas protectoras.

En cuanto a los trabajadores de la cadena minorista, la empresa especificó que se limitará a preguntar por escrito a sus empleados si se han vacunado o no, antes de permitirles prescindir del uso de la mascarilla.

“La integridad es uno de nuestros valores fundamentales y confiamos en que los asociados respetarán ese principio al responder”, aseguró la empresa en la misiva.

No obstante, la compañía sí exigirá una prueba de vacunación a los trabajadores que quieran acceder a la bonificación de 75 dólares que ofrece por vacunarse.

Ayer, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, dijo que “todo aquel que esté completamente vacunado puede participar en actividades en el interior y el exterior, grandes y pequeñas, sin tener que llevar mascarilla o guardar una distancia física. Si está completamente vacunado, puede comenzar a hacer las cosas que dejó de hacer por la pandemia”.

¿Correr con cubrebocas afecta la salud? Expertos apuntan efectos respiratorios o cardiovasculares

sábado, abril 3rd, 2021

Los investigadores apuntan que hacer ejercicio llevando mascarilla puede inducir efectos perjudiciales en el sistema cardiovascular, potencialmente generando eventos adversos como arritmias cardíacas y neumotórax espontáneo. El estudio se alinea con la opinión de la OMS, que el pasado 1 de diciembre de 2020 emitió una serie de recomendaciones en las que desaconsejaba el uso de mascarillas para practicar deporte intenso.

Madrid, 3 de abril (EuropaPress).- El uso de mascarillas es una importante medida de salud pública para reducir o prevenir la transmisión de la COVID-19. Un nuevo estudio de la Universidad de Xi’an Jiaotong (China) ha analizado hasta que punto correr con mascarillas puede ser perjudicial o no para la salud a nivel respiratorio o cardiovascular.

En España, este miércoles entraba en vigor el Proyecto de Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, conocida como ley de “nueva normalidad”, donde se mantiene la obligación para las personas, a partir de los seis años, de usar mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, incluso aunque se mantenga la distancia de seguridad de 1.5 metros.

En cualquier caso, la mascarilla no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, y se permite como excepción que no se utilice ni para correr ni para realizar deporte individual al aire libre.

El motivo principal podría estar fundamentado en las conclusiones del trabajo de la Universidad de Xi’an Jiaotong, publicado en la revista Cardiovascular Innovations and Applications, donde los investigadores apuntan que hacer ejercicio llevando mascarilla puede inducir efectos perjudiciales en el sistema cardiovascular, potencialmente generando eventos adversos como arritmias cardíacas y neumotórax espontáneo.

Aunque los autores argumentan que la muerte súbita asociada al uso de una mascarilla facial durante el ejercicio es un acontecimiento “poco frecuente”, esgrimen que el riesgo es “mayor especialmente en aquellas personas con comorbilidades cardíacas existentes”. “En estos casos, debería considerarse una mascarilla diseñada específicamente para corredores, con pocos o ningún efecto secundario de deficiencia de oxígeno”, insisten.

Así, estos investigadores se alinean con la opinión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el pasado 1 de diciembre de 2020 emitió una serie de recomendaciones en las que desaconsejaba el uso de mascarillas para practicar deporte intenso.

No hay muchas investigaciones sobre los pros y los contras del uso de mascarillas durante el ejercicio. Pero la OMS señaló que algunos estudios han demostrado que llevarlas durante una actividad física de leve a moderada puede provocar importantes efectos negativos cardiovasculares y pulmonares tanto en personas sanas como en aquellas con enfermedades respiratorias subyacentes.

“Las personas no deben usar mascarillas durante la actividad física de intensidad vigorosa porque las mascarillas pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente”, establece el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.

Es posible que se tenga que modificar la intensidad de tu carrera por una disminución en el flujo del aire. Foto: Cuartoscuro

En su informe, la OMS recordó que resulta “primordial” una buena ventilación y un distanciamiento físico de al menos un metro durante los entrenamientos. Así, si los gimnasios no pueden garantizar el distanciamiento, la ventilación y la desinfección adecuada, la OMS insta a cerrarlos de forma temporal.

Por otra parte, investigadores de la Clínica Cleveland (Estados Unidos) aconsejan usar una mascarilla cuando se corre en una zona en la que sea difícil mantener la distancia física. “Si vas a pasar por delante de la gente o a zigzaguear entre las multitudes y otras personas que te rodean, es conveniente que lleves una mascarilla”, explica la doctora Caitlin Lewis.

“Pero si corres solo en tu vecindario, donde puedes ver ocasionalmente a otro corredor o paseador de perros, es probable que no necesites usar mascarilla. En su lugar, ten cuidado al cruzar la calle para evitar acercarte demasiado o dale a la otra persona al menos dos metros al pasar”, apunta la científica.

Lewis insiste en que llevar mascarilla “va a disminuir el flujo de aire, haciendo que sea un poco más difícil respirar”. “No disminuirá tu oxígeno ni retendrá el dióxido de carbono. Pero probablemente afectará a tu rendimiento o ritmo. Esto significa que te puede costar más recuperar el aliento si corres con una máscara facial. También es posible que te sientas más fatigado de lo normal, incluso si estás en buena forma. Por ello, es posible que tengas que modificar la intensidad de tu carrera”, finaliza.

EU da medidas que las escuelas deberán seguir para regresar a clases presenciales

viernes, febrero 12th, 2021

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) anunciaron su muy esperada hoja de ruta para la reapertura de las escuelas, pero no deja de ser sólo una guía.

Por Collin Binkley y Mike Stobbe 

EU, 12 de febrero (AP).- La principal agencia de salud pública de Estados Unidos dijo el viernes que las escuelas pueden reanudar actividades presenciales con el uso de mascarillas y practicando el distanciamiento social y otras estrategias, pero que la vacunación de profesores contra la COVID-19, aunque importante, no es un prerrequisito para el regreso a las aulas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) anunciaron su muy esperada hoja de ruta para la reapertura de las escuelas, pero no deja de ser sólo una guía. Los CDC no pueden obligar a las escuelas a reabrir sus instalaciones, y funcionarios de la agencia tuvieron la precaución de reiterar que no se trata de un exhorto a dar la orden de reabrir todas las escuelas en Estados Unidos.

Los funcionarios indicaron que ahora se cuenta con sólida evidencia de que la impartición de clases en persona puede realizarse con seguridad, especialmente en los grados escolares bajos, y la norma está dirigida a escuelas que ofrecen clases desde nivel kínder hasta 12do grado.

La agencia también recomendó medidas como el lavado de manos, la desinfección de las instalaciones escolares, la aplicación de pruebas de diagnóstico y el rastreo de contactos para detectar nuevos contagios, así como separar a las personas infectadas del resto de la gente en una escuela. También fue más enfática sobre la necesidad de usar mascarilla en la escuela.

La guía fue presentada mientras el Presidente Joe Biden enfrenta una creciente presión para cumplir su promesa de autorizar clases en persona para la mayoría de las escuelas del país luego de sus primeros 100 días en el cargo. La Casa Blanca anunció esta semana que una estrategia nacional estaría guiada por la ciencia.

Muchos coinciden en que el aprendizaje en las aulas es más efectivo y que los estudiantes podrían sufrir aislamiento y retrasos en su aprendizaje al estar recibiendo clases en casa. Pero los sindicatos de profesores en algunas zonas acusan a las escuelas de no contar con instalaciones lo suficientemente seguras para regresar.

Funcionarios de los CDC aseveraron que el aprendizaje en aulas no ha sido identificado como un factor importante en la propagación del coronavirus en las comunidades de Estados Unidos, y que el contagio entre alumnos ahora es considerado relativamente raro.

Los CDC señalaron además que la manera más segura de reabrir las escuelas es asegurándose de que la enfermedad se registra en una comunidad lo menos posible. La agencia instó a las autoridades locales a evaluar si se presenta un brote grave en una comunidad antes de tomar la decisión de enviar a niños y adultos de regreso a las escuelas.

Suecia, que se había negado al uso de cubrebocas, recomienda usarlo en el transporte colectivo

viernes, diciembre 18th, 2020

La FHM se había destacado por su escepticismo hacia las mascarillas, que solo recomendaba en usos hospitalarios o en residencias de ancianos, sin embargo en esta ocasión recomendó su uso a partir de enero.

Copenhague, 18 diciembre (EFE).- El Gobierno sueco anunció hoy que prolongará hasta finales de enero el cierre de los institutos, adelantará la prohibición de vender alcohol y establecerá restricciones al número de clientes en distintos establecimientos, además de recomendar por primera vez el uso de mascarillas en ciertas situaciones en el transporte colectivo.

En los restaurantes suecos solo podrá haber cuatro comensales por mesa a partir del día 24, y la venta de alcohol estará permitida hasta las 20 horas (dos horas antes de la restricción actual), mientras que en tiendas, centros comerciales y gimnasios se fijarán límites máximos de clientes.

“Si no se consigue el efecto planeado, el Gobierno cerrará esas actividades”, advirtió en rueda de prensa el primer ministro sueco, Stefan Löfven.

Todos los empleados públicos no esenciales deberán trabajar desde sus casas hasta el 24 de enero, una recomendación que se extiende también a la empresa privada.

“La pandemia es una cuestión de vida o muerte: tú te puedes contagiar, la persona con la que te encuentras puede enfermar”, dijo en la misma comparecencia la viceprimera ministra, Isabella Lövin.

El cierre de los institutos, que se empezó a aplicar desde el día 7, se extenderá dos semanas más hasta el 24 de enero, anunciaron las autoridades suecas.

ESCEPTICISMO CON LAS MASCARILLAS

Durante esa comparecencia se anunció que la Agencia de Salud Pública (FHM) recomendará a partir de enero el uso de la mascarilla en algunas situaciones, por ejemplo en el caso de desplazamiento en transporte público en hora punta.

La FHM se había destacado hasta ahora por su escepticismo hacia las mascarillas, que solo recomendaba en usos hospitalarios o en residencias de ancianos, una postura que siempre ha justificado por sus posibles efectos negativos hacia el mantenimiento de la distancia social, aunque hace meses que se abrió a la opción de aconsejar su utilización en el futuro si la situación lo requería.

“La mascarilla puede, en opinión de las autoridades y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ser una opción en ambientes donde no se pueden evitar las aglomeraciones. Pero nunca debe verse como un sustituto de o una alternativa a guardar la distancia”, dijo el director de la FHM, Johan Carlson.

GIRO A LA ESTRATEGIA SUECA

Suecia se destacó desde el inicio de la pandemia por una estrategia más laxa respecto al coronavirus, con alguna prohibición y muchas recomendaciones apelando a la responsabilidad individual, cerrando los institutos y universidades pero no las escuelas, ni restaurantes, bares o comercios.

El hecho de que Suecia fuera el más castigado entre los países nórdicos, con una tasa de mortalidad cinco veces superior a la de Dinamarca y diez a las de Noruega y Finlandia, provocó críticas a la estrategia sueca y acusaciones de que el objetivo real era lograr la inmunidad de rebaño, aunque la FHM siempre ha asegurado en público que esa sería un efecto, no un objetivo en sí.

En la segunda ola han aumento los contagios y la presión sobre la Sanidad y el Gobierno ha adoptado en el último mes y medio un papel más activo y ha impulsado muchas más restricciones, como limitar las reuniones públicas a ocho personas, el cierre del ocio nocturno a las 22:30 y establecer la enseñanza virtual en institutos y universidades hasta enero.

“Debemos tomar medidas de acuerdo con la situación existente. Desde el principio hemos tomado decisiones teniendo en cuenta la situación. Ahora estimamos que esta es tan grave que debemos tomar estas decisiones”, se defendió hoy Löfven preguntado por si las nuevas restricciones no certificaban el “fracaso” del enfoque más laxo sueco.

Suecia ha registrado en las últimas 24 horas un nuevo récord de 9 mil 654 contagios, para un total de 367 mil 120 casos, y 100 muertes, con lo que la cifra final asciende a 7 mil 993.

“Pienso que hemos fracasado. Hemos tenido una gran cantidad de personas que han muerto y eso es terrible. Es algo con lo que todos sufrimos”, dijo el rey Carlos XVI Gustavo en unas declaraciones difundidas ayer por la televisión pública SVT.

Una comisión encargada por el Gobierno había presentado un día antes un informe provisional sobre la gestión de las residencias de ancianos durante la primera ola de la pandemia; en él se utiliza también la palabra “fracaso” y se denuncian fallos estructurales, lentitud en la acción de las administraciones y falta de medios y de personal.

Suecia tiene una tasa de mortalidad por COVID-19 de 77.51 por 100 mil habitantes, muy superior a la del resto de países nórdicos, aunque por debajo de las de Italia, Reino Unido, España o Francia, según el recuento de la universidad estadounidense John Hopskins.

A falta de distancia y ventilación, la OMS recomienda el uso de cubrebocas con las visitas en casa

miércoles, diciembre 2nd, 2020

La OMS apuesta por el uso de mascarillas “cuando hay un visitante que no es miembro del hogar y se sabe que la ventilación es deficiente, con apertura limitada de ventanas y puertas para la ventilación natural, o el sistema de ventilación no puede evaluarse o no funciona correctamente, independientemente de que se pueda mantener una distancia física de al menos un metro”.

Madrid, 2 de diciembre (Europa Press).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus recomendaciones sobre el uso de las mascarillas con nuevas pruebas científicas y asesoramiento práctico para los países en el marco de la pandemia de COVID-19. En este documento, recoge que las personas deben llevar mascarilla en su casa al recibir visitas si no pueden mantener la distancia o evaluar que la ventilación es buena.

En concreto, apuesta por el uso de mascarillas “cuando hay un visitante que no es miembro del hogar y se sabe que la ventilación es deficiente, con apertura limitada de ventanas y puertas para la ventilación natural, o el sistema de ventilación no puede evaluarse o no funciona correctamente, independientemente de que se pueda mantener una distancia física de al menos un metro”. Asimismo, también apuesta por su uso “en entornos interiores de los hogares que tienen una ventilación adecuada si no se puede mantener una distancia física de al menos 1 metro”.

En esta actualización, los expertos de la OMS ofrecen asesoramiento sobre el uso de mascarillas durante la atención domiciliaria y en los centros de atención de la salud en las zonas que han notificado casos de COVID-19. La OMS puntualiza, no obstante, que todas sus recomendaciones hasta el momento “necesitan más investigaciones”.

Esta guía está dirigida a los ciudadanos, a los profesionales de la salud pública y de la prevención y el control de las infecciones, a los administradores sanitarios, a los trabajadores de la salud y a los trabajadores sanitarios de la comunidad. Esta versión actualizada incluye una sección sobre asesoramiento a los responsables de la toma de decisiones sobre el uso de mascarillas para personas sanas en entornos comunitarios.

Según la OMS, a nivel general, las mascarillas deben utilizarse como parte de un “paquete integral de medidas que ayuden a reducir la propagación de COVID-19”. “La higiene de las manos antes de ponerse y después de quitarse la mascarilla, así como el uso, almacenamiento y limpieza o eliminación adecuados son esenciales para garantizar la eficacia de las mascarillas”, resaltan.

Los principales cambios del documento, en particular en las zonas de transmisión comunitaria o por grupos, son un uso “más amplio de las mascarillas” en los centros de salud. Además, se incorporan detalles sobre el uso de mascarillas no médicas para el público en general.

En las zonas de transmisión comunitaria de COVID-19, la OMS aconseja a las personas que usen una mascarilla en entornos interiores o exteriores en los que no se pueda mantener una distancia física de al menos un metro. Según el organismo sanitario internacional, cuando se esté en el interior con otras personas, se debe usar una mascarilla a menos que se haya evaluado que la ventilación es adecuada.

Por otra parte, la OMS también apoya no usar mascarillas durante la actividad física vigorosa porque “pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente”. “La medida preventiva más importante es mantener una distancia física de al menos un  metro y asegurar una buena ventilación cuando se hace ejercicio”, explican.

La OMS desaconseja las mascarillas con válvulas, ya que “evitan la función de filtración de la mascarilla”. “Se desaconseja el uso de válvulas que dejen escapar aire sin filtrar de la máscara y son una característica inapropiada para las máscaras utilizadas con el fin de evitar la transmisión”, establece el texto.

El 47% de los padres rusos se opone a las mascarillas durante clases; “dificulta la respiración” de los niños, dicen

viernes, agosto 28th, 2020

Las clases de educación física y deportes se desarrollarán obligatoriamente al aire libre, y no en los gimnasios cubiertos de los establecimientos.

Moscú, Rusia, 28 de agosto (EFE).- Casi la mitad de los padres rusos, el 47 por ciento, se opone al uso de mascarillas en los colegios -obligatorio en el curso escolar que comienza en Rusia el 1 de septiembre-, según una encuesta del portal informativo superjob.ru.

El uso de mascarillas en el interior de las escuelas es una de las medidas higiénico-sanitarias adoptadas por el Ministerio de Educación de Rusia a fin de disminuir los riegos de contagio del nuevo coronavirus en el retorno a las aulas, que será presencial en todo el país.

El principal argumento de los que se oponen al empleo de este medio de protección individual en los colegios es que “dificulta la respiración” y que “los niños no pueden estar varias horas con la mascarilla puesta”.

Según superjob.ru, el 37 por ciento de los encuestados está a favor del uso de mascarillas en los colegios, pero solo el 26 por ciento está dispuesto a asumir su coste, ya que el 11 por ciento considera que deben ser proporcionadas por el establecimiento educativo.

Las medidas sanitarias incluyen, además, controles de temperatura corporal y la prohibición de actividades masivas hasta fines de año, incluida la tradicional ceremonia del primer día de clases.

En Moscú, el principal foco de COVID-19 de Rusia, la vuelta a la escuela se hará con horarios escalonados y los cursos no cambiarán de salas de clases en dependencia de cada asignatura, como era habitual hasta ahora.

Las clases de educación física y deportes se desarrollarán obligatoriamente al aire libre, y no en los gimnasios cubiertos de los establecimientos.

A día de hoy, Rusia, que ocupa el cuarto lugar en el mundo por el número de positivos confirmados de coronavirus, acumula 980 mil 405 casos de COVID-19 y 16 mil 914 fallecimientos por esta enfermedad.

“Sé tú mismo”, la campaña que hace del cubrebocas algo natural en la nueva normalidad de Bélgica

sábado, junio 27th, 2020

Una empresa belga ha visto una oportunidad en tanta monotonía y ha lanzado el movimiento “se tú mismo”, que promueve la idea de ser “auténtico”, empezando por la mascarilla.

Por Marta Borrás

Incourt (Bélgica), 27 jun (EFE).- Pasear por la calle con mascarilla, algo que en los países europeos sólo hacía hasta hace poco algún turista asiático, se ha convertido desde que comenzó la pandemia de COVID-19 en una práctica habitual, transformando a los ciudadanos en personas de rostros anónimos, irreconocibles y sin emociones.

Una empresa belga ha visto una oportunidad en tanta monotonía y ha lanzado el movimiento “se tú mismo”, que promueve la idea de ser “auténtico”, empezando por la mascarilla.

El objetivo va mucho más allá de vender el accesorio de moda, explican a Efe en una entrevista Annick De Geyter y Filip Bunkens, los creativos responsables de la idea.

“No queremos perder nuestra personalidad, nuestras emociones, nuestra autenticidad. Por eso lanzamos #beyourself. Un movimiento que promueve el ser fiel a uno mismo en todas las circunstancias. Para poder conseguirlo en estos tiempos, desarrollamos en paralelo una máscara facial personalizada”, dicen.

Bunkens y De Geyter, pareja dentro y fuera del trabajo, dirigen una empresa de publicidad y desarrollo de marcas pero ésta es la primera vez que se embarcan en la aventura de fabricar un producto, para lo que se han rodeado de expertos.

“Ayudamos a construir marcas y una reputación basada en sus puntos fuertes. Es algo que está próximo a ser uno mismo, a ser auténtico”, señala Bunkens.

“Llevar una mascarilla puede plantear inconvenientes”, explica por su parte Annick De Geyter, “no reconocemos a las personas, no podemos leer sus emociones en la cara, no inspira mucha seguridad”.

Con la mascarilla que fabrican, un diseño realista realizado a partir de las fotografías que envía el cliente, buscan “encontrar una solución que resuelva esos problemas”, añade.

“Lo importante es romper el anonimato, poder mostrar las emociones, ser uno mismo”, dice Bunkens.

“La etiqueta #beyourself (se tú mismo) no la hemos creado, ya existía”, precisa el creativo, y explica que han elaborado un vídeo (https://www.youtube.com/watch?v=SftfK7OC9G4&feature=youtu.be) para poner en marcha una “campaña global”, invitando a la gente a defender su autencidad, contando sus historias en las redes sociales.

Esas historias serán recopiladas, completadas con entrevistas y colgadas en una página web.

El objetivo de este movimiento es terminar con la uniformidad, reivindicar la diferencia, la originalidad.

“Todo el mundo quiere ser igual en Instagram, en Facebook, en las redes sociales. Todos quieren mostrar lo mejor de si mismos, pero eso no es auténtico”, dice Filip Bunkens.

La mascarilla personalizada, perfectamente adecuada a las facciones del interesado, tiene “una misión, se hace por encargo y se adapta como una segunda piel”, explican los responsables de la empresa.

El proceso comienza cuando el cliente envía dos fotografías de su rostro, una de cara y otra de perfil.

Se analiza la imagen, se mide la distancia de la nariz al mentón y se elige la medida para la mascarilla.

“Nosotros vamos a rediseñar toda la cara de manera vectorial. No es una fotografía impresa sino un dibujo (…) eso permite las pequeñas imperfecciones aceptadas y sigue siendo muy realista”, añade De Geyter.

A continuación se pasa a la impresión de la imagen sobre un tejido exterior 100 por ciento poliéster e interior de algodón, lo que lo hace muy ligero.

A la vez el tejido es compacto para evitar al máximo las proyecciones de saliva y la dispersión de virus y se puede lavar a 60 grados.

Una vez confeccionada, la mascarilla es esterilizada al vapor y embalada.

“Se trata de un producto de diseño y confección belga. Nos preocupa la producción local. El material viene de Italia (telas) y de España (velcro y otros elementos utilizados)”, añade.

Para completar se elabora una pequeña bolsa para poder guardar la mascarilla, manteniéndola así limpia y evitando una manipulación excesiva.

Desde que llega el encargo y hasta que el producto es enviado pasan unos 10 días y el precio varía entre los 39 euros por unidad, los 89 por paquete de tres mascarillas y los 139 los de cinco.

Los creadores recomiendan sonreír para las fotos e invitan a encargar distintas versiones según la ocasión (natural o con maquillaje, por ejemplo).

El producto se podrá encargar desde fuera de Bélgica a través de la web (www.mycomfortmask.com), aunque en ese caso los plazos de entrega se alargarán, en función del destino.

El uso del cubrebocas sí reduce la propagación del coronavirus en el aire, según estudio en Hong Kong

miércoles, mayo 20th, 2020

Científicos de China realizaron un experimento con roedores, en el que se puso a prueba la eficacia del uso de la mascarilla para evitar contagios de la COVID-19; el resultado fue que los hámsteres infectados que no contaban con protección eran más propensos a propagar el virus.

Hong Kong, China, 20 de mayo (RT).- Un equipo de científicos de Hong Kong (China) ha realizado un experimento, que ha demostrado la alta eficacia de las mascarillas en la reducción de la propagación del coronavirus en el aire. El estudio encontró que, en caso de su uso, la tasa de transmisión sin contacto a través de gotas respiratorias o partículas en el aire disminuyó hasta en un 75 por ciento.

“Los hallazgos con implicaciones para el mundo es que la efectividad del uso de mascarillas contra la pandemia de coronavirus es enorme”, afirmó el pasado domingo el doctor Yuen Kwok-yung, microbiólogo de la Universidad de Hong Kong, quien dirigió el estudio, citado por South China Morning Post.

Para llevar a cabo el experimento, los microbiólogos colocaron dos grupos de hámsteres, uno infectado con coronavirus y otro sano, en dos conjuntos de jaulas, para averiguar si las mascarillas quirúrgicas podrían ayudar a evitar que los mamíferos enfermos infectaran a los sanos. Asimismo, instalaron ventiladores cerca de las jaulas para crear un flujo de aire, que podría ayudar a transmitir el virus.

Con un total de 52 animales, se llevaron a cabo 3 escenarios diferentes destinados a replicar situaciones de la vida real. En el primer experimento, no se colocaron mascarillas quirúrgicas entre los hámsteres; mientras que, en el segundo, se colocó una mascarilla cerca de las jaulas que albergaban a los animales infectados, para imitar su uso. Y en el tercero, una mascarilla protegía las jaulas que contenían a los roedores sanos.

https://youtu.be/fcrO9DkX1q0

RESULTADOS DEL EXPERIMENTO

Tras una semana, 10 de 15 hámsteres sanos (el 66.7 por ciento), colocados en jaulas sin protección, se habían infectado. Asimismo, solo 2 de los 12 animales (16.7 por ciento), dieron positivo en las jaulas con las barreras de mascarillas quirúrgicas en el lado de los hámsteres infectados. Ese número aumentó a 4 cuando la protección se colocó solo en la jaula con roedores sanos.

“En nuestro experimento se muestra muy claramente que si los hámsteres o humanos infectados, especialmente los asintomáticos o sintomáticos, se ponen mascarillas, en realidad protegen a otras personas. Ese es el resultado más contundente que mostramos aquí”, comentó Yuen.

De ese modo, el científico instó a las personas a “seguir usando mascarillas en lugares con gran afluencia de público y en áreas interiores cerradas para ayudar a contener la transmisión invisible”.

“Hasta esta etapa, no tenemos una vacuna segura y efectiva. Lo que sigue siendo práctico son las medidas de distanciamiento social o el uso de mascarillas”, concluyó.

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¿Cubrebocas sí o no? CLAVES para entender el debate global sobre su uso para la población general

miércoles, abril 1st, 2020

Según información ofrecida por The Washington Post, el CDC se está replanteando si recomendar el uso público de mascarillas para la población general. En algunos lugares como la República Checa las autoridades han recomendado oficialmente la utilización de mascarillas para todos sus habitantes e incluso han animado a la fabricación de mascarillas caseras. En la ciudad alemana de Jena, las autoridades han dado un paso más allá y han convertido el uso de mascarillas por parte de sus ciudadanos en algo obligatorio.

Por Esther Samper

Madrid, España, 1 de abril (ElDiario.es).-En las últimas semanas ha surgido un intenso debate internacional tanto en diferentes medios de comunicación como en publicaciones científicas y en las redes sociales sobre la utilidad de las mascarillas entre la población general: ¿ayudan a frenar la pandemia al limitar los contagios o, al contrario, podrían empeorarla? Mientras instituciones occidentales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Ministerio de Sanidad, desaconsejan el uso de mascarillas para la población general sana, gobiernos y expertos en salud pública de diversos países asiáticos no solo las recomiendan, sino que en algunas regiones de China las personas que no llevan estos elementos faciales fuera de casa durante la cuarentena se enfrentan a duras sanciones e incluso a arrestos.

Recientemente, diversos expertos en salud pública tanto dentro como fuera de España han solicitado a las instituciones sanitarias como la OMS o el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que revisen sus recomendaciones en esta materia. Según información ofrecida por The Washington Post, el CDC se está replanteando si recomendar el uso público de mascarillas para la población general. En algunos lugares como la República Checa las autoridades han recomendado oficialmente la utilización de mascarillas para todos sus habitantes e incluso han animado a la fabricación de mascarillas caseras. En la ciudad alemana de Jena, las autoridades han dado un paso más allá y han convertido el uso de mascarillas por parte de sus ciudadanos en algo obligatorio.

En esta imagen de archivo, tomada a través de un microscopio y sin fecha, distribuida por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos en febrero de 2020, se muestra el coronavirus que causa el COVID-19. Foto: NIAID-RML vía AP

En esta imagen de archivo, tomada a través de un microscopio y sin fecha, distribuida por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos en febrero de 2020, se muestra el coronavirus que causa el COVID-19. Foto: NIAID-RML vía AP

Este intercambio de informaciones aparentemente contradictorias sobre el papel beneficioso o perjudicial de las mascarillas genera confusión entre los ciudadanos que no entienden la incertidumbre científica al respecto.

¿POR QUÉ TANTA CONTROVERSIA?

Hay dos razones principales que explican las posiciones científicas contradictorias sobre el uso de mascarillas. En primer lugar, existen muy pocos estudios científicos que valoren con rigor el papel de las mascarillas entre la población general para limitar los contagios durante epidemias. Además, no contamos con estudios específicos sobre la eficacia de las mascarillas para limitar la extensión del nuevo coronavirus.

Precisamente, la OMS no recomienda las mascarillas al público por falta de evidencia científica. Sin embargo, como explican expertos en salud pública en la revista médica The Lancet: “La ausencia de evidencia científica de su eficacia no debería equipararse a la evidencia de ineficacia, especialmente cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones con opciones alternativas limitadas”.

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto sobre el candelero las mascarillas en la población general como una posible estrategia de salud pública, cuando hasta hace apenas unos meses era un asunto que apenas había recibido atención científica. Paradójicamente, la posición oficial de las autoridades sanitarias fue muy diferente durante la pandemia de gripe española de 1918, cuando la ciencia sobre el papel de las mascarillas brillaba por su ausencia. En aquel entonces las autoridades de diversos países occidentales sí respaldaron el uso de mascarillas entre la población general y la Cruz Roja fabricó y distribuyó gratuitamente miles de mascarillas a los ciudadanos de Estados Unidos.

Entrada de la Unidad de Coronavirus del Hospital de Lieja, en Bélgica. Foto: EFE.

La segunda razón de peso que explica esta controversia es el déficit generalizado de mascarillas en multitud de países incluso entre las personas que más las necesitan: Profesionales sanitarios, enfermos (por COVID-19 o por enfermedades de riesgo) y personas en contacto estrecho con los enfermos de COVID-19. Si las instituciones sanitarias occidentales hicieran una recomendación favorable a las mascarillas para el gran público, muchos temen que el desabastecimiento de mascarillas médicas se recrudecería hasta el extremo, dificultando aún más el acceso a aquellos que más las necesitan y para los cuales la eficacia de las mascarillas está fuera de toda duda. En cualquier caso, a pesar de las recomendaciones de las instituciones sanitarias occidentales, ciudadanos de múltiples países como Italia, España o Estados Unidos están haciendo caso omiso y están adquiriendo o fabricando sus propias mascarillas por su cuenta.

SEIS ARGUMENTOS EN CONTRA

Las mascarillas quirúrgicas y caseras ofrecen una protección muy reducida a la exposición externa al virus (especialmente a través de aerosoles, diminutas gotitas de menos de 5 micras) y tienen, además, un papel muy limitado en la población general sana en zonas públicas como la calle o el supermercado. Medidas como el distanciamiento de seguridad de 1-2 metros con respecto a otras personas o el lavado frecuente de manos con agua y jabón son más eficaces y, si se cumplen, convierten a las mascarillas en innecesarias.

El uso de mascarillas podría dar una falsa sensación de seguridad, lo que llevaría a relajar medidas de eficacia demostrada como la higiene de manos, la etiqueta respiratoria, el distanciamiento físico de otras personas o el confinamiento en casa.

Dado que las autoridades sanitarias occidentales han apostado por desaconsejar el uso de mascarillas en la población general y no informar sobre su uso, la mayoría de los ciudadanos no están bien informados sobre el uso correcto de estos elementos faciales. Esto lleva a una amplia variedad de malas prácticas que podrían incrementar el riesgo de contagio. Por ejemplo, la reutilización de mascarillas, falta de esterilización, mascarillas colgadas al cuello, contacto con las manos de la parte delantera de las mascarillas, retirada incorrecta…

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La fabricación de mascarillas caseras podría favorecer la transmisión del virus si están contaminadas por este y no se esterilizan o se aplican medidas para la destrucción del virus antes de su utilización. Además, las mascarillas caseras son menos efectivas que las mascarillas médicas en limitar la expulsión de secreciones respiratorias con virus.

Dada la escasez de mascarillas, los profesionales sanitarios, los enfermos y las personas en contacto estrecho con ellos deben ser colectivos prioritarios en el reparto y utilización de mascarillas, donde estos elementos son imprescindibles para la limitación del contagio.

Aunque la población de países como China, Corea del Sur, Japón o Taiwán usan mascarillas de forma generalizada y han conseguido controlar la epidemia de forma más efectiva que Europa o Estados Unidos, es necesario recordar que correlación no implica causalidad. Estos países también han aplicado otras estrictas medidas contra la epidemia de coronavirus como un seguimiento y testeo exhaustivo de casos en Corea del Sur o un confinamiento radical en China, lo que impide conocer si realmente las mascarillas han resultado claves en este éxito.

Varias mujeres portan cubrebocas para evitar el contagio de coronavirus. Foto: EFE.

CUATRO ARGUMENTOS A FAVOR

La principal función de las mascarillas quirúrgicas y caseras no es protegerse del exterior, sino limitar la dispersión de gotitas con secreciones respiratorias (gotitas de Flügge, de tamaño superior a 5 micras) de la propia persona infectada que lleva la mascarilla. La principal forma de contagio se produce cuando estos pacientes hablan, tosen o estornudan y se produce la liberación de gotitas con virus de mayor tamaño que se depositarían en sus manos o en las superficies y objetos de alrededor (en principio, no más lejos de un metro de distancia). Tanto las mascarillas caseras como las médicas han demostrado mayor o menor efectividad en limitar la difusión de estas gotitas. Fuera del ámbito médico, los estudios no han observado, hasta ahora, que los aerosoles por parte de pacientes infectados puedan contribuir al contagio y sea posible la infección a través “del aire” por estas diminutas gotitas.

Aunque es cierto que la eficacia de las mascarillas caseras o quirúrgicas es muy reducida en la población sana, hay un elemento clave en la pandemia de COVID-19: muchas personas aparentemente sanas pueden transmitir el virus sin ser conscientes de ello, bien porque no llegan a mostrar síntomas durante todo el proceso o porque lo hacen antes de que se desarrollen síntomas, durante la fase de incubación. Estas personas están contribuyendo a la expansión de la pandemia y es prácticamente imposible reconocerlas a tiempo para que lleven mascarillas que eviten la difusión de gotitas con virus. Si no podemos identificar a estos casos, la utilización generalizada de mascarillas en la población general combatiría este problema, al limitar la difusión de gotitas con virus por parte de los infectados asintomáticos, protegiendo a los demás.

Países asiáticos que han implantado el uso generalizado de mascarillas en la población como China, Corea del Sur, Japón o Taiwán han logrado controlar la epidemia de forma más efectiva que Europa o Estados Unidos. Las mascarillas podrían haber sido un factor que hubiera contribuido a ello.

La utilización de mascarillas caseras por parte de la población general podría ser de utilidad para que la gente dejase de comprar las mascarillas tan necesarias por los profesionales sanitarios (quirúrgicas y FFP2-FFP3). Además, si las instituciones sanitarias informasen y dieran directrices claras sobre su fabricación y su uso, estas mascarillas caseras podrían usarse con ciertas garantías.

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