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Vanessa Arreola y Amir Galván llevaron a la pantalla grande un filme lleno de reflexión y crítica al sistema penitenciario mexicano de los años 70, como tema central es el equipo de futbol que existió en aquel tiempo, La Cuarta Compañía, equipo que además de poner en alto el nombre de los presos llevo a cabo su propia ley dentro y fuera del penal de Santa Marta Acatitla.

Hoy Netflix hace contrato con los directores y lo incluye en su programación.

Ciudad de México, 5 de julio (Vanguardia/ SinEmbargo).- A finales de los setenta, el penal de Santa Martha Acatitla se volvió noticia nacional en más de una ocasión. En aquel entonces un grupo de reos logró lo que muchos anhelan tras las rejas, un poco de libertad, aunque el costo por ella resultaba mucho más alto de lo esperado. Apadrinados por Arturo “El Negro” Durazo, cuando era jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la Ciudad de México durante el gobierno de José López Portillo, se formó un equipo de futbol americano muy especial: “Los Perros”.

Pero este grupo de prisioneros deportistas ocultaban más de un secreto, ya que también operaban con el nombre de La 4ta Compañía, que con la pantalla de la supuesta redención, se ocultaba todo un sistema criminal y de corrupción que implicaba tanto a autoridades como reos.

La historia inspiró de inmediato a Vanessa Arreola y Amir Galván, quienes ya habían escuchado algunas historias parecidas por parte de prisioneros que en aquel entonces pudieron presenciar los actos de corrupción y crímenes que dominaban la cárcel, un autogobierno o cogobierno total que existía atravesando aquella puerta del penal.

En 2017 el filme triunfó entre la crítica, ganó más de una decena de premios Ariel, incluyendo Mejor Película y Mejor Actuación Masculina de Adrián Ladrón. En abril llegó a la pantalla grande en México, bajo la distribución de Cinépolis, con 294 copias en todo el país.

Tan solo tres meses después La 4ta Compañía llega a Netflix este 5 de julio, y en exclusiva con Vanguardia habló con los directores del filme, quienes orgullosos invitaron a la gente saltillense a ver su ópera prima.

Foto del sitio oficial de La 4a Compañia. Foto: Especial.

-La cinta está basada en hechos reales, muestra una realidad muy dura del sistema penitenciario mexicano, ¿pero cómo llega a ustedes la historia de La 4ta Compañía?-

Amir: “Yo era estudiante en el Centro de Capacitación Cinematográfica, un día hice un trabajo documental en el contexto carcelario llamado Lo que quedó de Pancho, que resultó galardonado con un Ariel como Mejor Documental. Desde que yo escuché esta historia cuando realizaba aquel proyecto me gustó, tuve la oportunidad de archivarla y tenía mucho potencial para ser una película de ficción con un relato muy potente, una historia poderosa ubicada a finales de los setenta. Vanessa y yo nos conocimos, ella posee un gran expertise en la escritura de guión y ahí comenzó el proyecto”.

Vanessa: “Básicamente a mí me platicó la historia, naturalmente me pareció increíble y muy atractiva, algo incluso casi imposible de existir. Sin embargo, con todos estos giros que le da el propio gobierno mexicano parecía surreal como nuestro propio país, y me interesaba que todo fuera cierto. Finalmente se trataba de la percepción de un reo respecto a los hechos, investigamos mucho para documentar la historia, principalmente con otros prisioneros de avanzada edad. Al final, mirando atrás, todo lo que él decía hacía mucho sentido, algunas cosas quizá eran más bien producto de cómo él las había experimentado, pero era fiel al relato”.

-La cinta contó con la asesoría de Vicente Leñero y con las investigaciones de Julio Scherer García, ¿cómo fue el proceso de investigación?-

Vanessa: “Para la realización del guión buscamos a quienes estuvieron en prisión en aquella época, custodios y autoridades. Incluimos material de archivo, tanto audiovisual como solo audio, buscamos en hemerotecas, bibliotecas, fonotecas y curiosamente nos encontrábamos solo ciertos aspectos de la historia muy exacta que tenía que ver con lo deportivo. La historia de “Los Perros” se convirtió verdaderamente en un fenómeno de la época, y eran muy pocas las acotaciones sobre todos los eventos criminales que realizaban, el estado de la cárcel y los maltratos de las autoridades”.

-La filmación se realizó realmente en el penal de Santa Martha Acatitla, ¿cómo fue llevar el mundo cinematográfico al mundo penitenciario?-

Vanessa: “Los presos participaron desde el inicio, cuando nos compartían sus experiencias y pudimos realizar los primeros apuntes. Para nosotros era muy claro que queríamos que fueran parte de la cinta, porque le iban a dar una serie de elementos tanto creativos como una postura ideológica, íbamos a ser consecuentes con lo que estábamos narrando y en vez de solo representar su historia, ellos serían parte de ella en la pantalla grande, cuando saliera a los cines y la gente los viera”.

Amir: “Fue un rodaje con muchísimos retos, en donde prácticamente no sabíamos que iba a pasar día con día, la logística se volvió muy complicada. Una cárcel no es un foro, no es un set habitualmente, y convertirlo en uno es pesado al moverse, al instalar las cosas, el equipo no puede pernoctar ahí para continuar usándolo al otro día. Hubo muchas medidas de seguridad que se tuvieron que seguir para lograr el rodaje, que hicieron posible que existiera, que la colaboración de la gente de la cárcel fue determinante porque si bien la autoridad rige lo que sucede, en este mismo esquema los que viven ahí tienen un gran peso con lo que sucede”.

-Al exponer un tema tan delicado como la corrupción en el sistema penitenciario mexicano, asumo que hubo de todo, ¿existieron detractores?-

Amir: “Ciertamente tuvimos mucha fortuna, la verdad es que no podría decirte exactamente quién fue detractor del proyecto, pero creo que nuestra persistencia y perseverancia se impuso por encima de aquellos que no estaban de acuerdo con la cinta. No quiero decir que fue sencillo, tocamos puertas durante dos años, y había que conquistar las voluntades desde el funcionario de más bajo nivel ahí, como alguien dedicado a las actividades culturales, hasta el propio director de la cárcel o hasta el mismo Jefe de Gobierno en su momento”.

-El filme arraso con los Premios Ariel 2017, ¿creen que el éxito de la cinta se deba a la dureza con la que se maneja la realidad?-

Amir: “Los temas como este siempre son noticia, ocupan espacio en la prensa. La cárcel finalmente es un microcosmos de un país, de una ciudad, o del mundo mismo. Bien decía Mandela que si alguien quería conocer un país tenía que conocer las cárceles, este lugar es mucho más cercano a lo que la gente cree. Al final forma parte de un paradigma social donde se piensa que la sociedad está a salvo por la gente que la habita, y que está lejos de la cárcel, nadie quieren mirar para allá y al mismo tiempo despierta una curiosidad particular sobre todo de quién la habita, cómo funciona, qué hay ahí. Yo creo que el gran mérito de la película es lo fidedigno, haber filmado tras las rejas te da elementos suficientes como para conocerla por dentro, pero haciéndolo desde la comodidad de la butaca del cine”.

-¿Hay algún mensaje en específico que quisieran dar al público con La 4ta Compañía?-

Vanessa: “En realidad no se trataba de un mensaje, yo en lo personal no hago películas para dar mensajes, lo que sucede es que es la descripción de una realidad que perdura, esto completa el imaginario del espectador para que él realice su propia reflexión, ahí está su propio mensaje. Lo que sí hay es una postura de autor, una postura política por la forma en que se aborda la cinta, de hacer el trabajo bien, lo mejor que uno pueda. Pero jamás tratamos de convencer a la gente sobre lo que somos o no, creemos que parte de la madurez que necesitamos en estos tiempos es no dar moralejas, sino dar reflexiones”.

-La película se estrenó mucho antes para los reos del penal de Santa Martha Acatitla, ¿fue parte de cerrar este ciclo creativo con ellos?-

Amir: “Llevamos la película a finales de marzo, poco antes del estreno comercial, quisimos que el estreno fuera en la misma cárcel en un afán de cerrar ciclos. Vimos como disfrutó la gente la película, evidentemente se cuestionaron algunas de las cosas, sobre todo en esta reflexión de qué tanto ha cambiado desde entonces hasta acá, y una de las cosas que mencionamos que han cambiado es la apertura, en esos tiempos era imposible crear una película así, ahora fue posible hacerla y presentarla a la gente que participó. También fue una manera de agradecerles por la colaboración, todos participaron tanto dentro como fuera de la pantalla”.

-¿Algún mensaje para los saltillenses ahora que la cinta llega a Netflix?
Vanessa: “Véanla, que nos comenten a través de las redes sociales qué les parece, qué no, qué les entusiasma. Para nosotros es nuestra ópera prima, queremos dedicar más tiempo a este cine y si escuchamos sus diálogos siempre será un aprendizaje para nosotros, para hacer mejor cine cada día”.

Amir: “La intención como autor es que las películas vayan más allá del entretenimiento, es muy importante la conversación pública alrededor de los temas que toca una película, y en esta hay mucho que decir y reflexionar. La hemos exhibido en muchos foros, ahora será masiva a través de Netflix”.

SINOPSIS

Aclamado y emocionante thriller basado en la historia real de Zambrano, joven que al ingresar a prisión quiere reivindicar la libertad perdida y pertenecer a “Los Perros”, notable equipo penitenciario de futbol americano apadrinado por “El Negro”, jefe de una policía capitalina marcada por el crimen, la ambición y el poder. Con ellos, Zambrano será parte de una leyenda deportiva y delictiva conocida como La 4ta Compañía, un escuadrón de internos al servicio del poder y de la red criminal que rebasa los confines de la cárcel a finales de los años setenta.

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CONTRATO CON NETFLIX

-Netflix realizó un acuerdo global para distribuir La 4ta Compañía, el cual incluía una cláusula para su estreno en México, ya que tendrían que esperar su presentación en los cines mexicanos y luego lanzarla en la plataforma.

-La película fue realizada con el estímulo fiscal del artículo 226/189 de la LISR (EFICINE Producción).

– Durante dos años Arreola y Galván realizaron talleres con el grupo de teatro de la prisión, combinando así en el filme actores naturales con actores profesionales.

– “Los Perros” tuvieron un coach de americano, y contaron con todo un grupo de jugadores en activo que ayudaron a diseñar el aspecto deportivo, a hacer coreografías.

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