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Insectos, poderosa fuente de nutrientes, son el alimento del futuro… y del presente

sábado, marzo 5th, 2022

Los insectos son un alimento muy valioso que aporta nutrientes de calidad y que se presenta como una opción para disfrutar en diversos alimentos. “Cuando nosotros hablamos del consumo de insectos te puedo hablar también de esa identidad cultural que está cargada de símbolos, de expresiones de identidad, eso que nos caracteriza, los insectos forman parte de una dieta que nos representa a nivel internacional y que no podemos hoy olvidar”, aseveró la chef Beverly Ramos, especialista en insectos comestibles y autora del libro Recetas con insectos.

Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo).- Es muy probable que al hablar de comer insectos aparezca aquella frase de película: “Viscosos pero sabrosos”.  Si algo tienen los insectos es un gran aporte nutrimental, además de versatilidad para usarlos en platillos como gorditas, tamales, ensaladas, salsas y ahora hasta en la coctelería. Pero, ¿en realidad son tan buenos los insectos? ¿Qué nutrientes aportan? ¿Cómo contribuyen al cuidado del medio ambiente?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que el consumo de insectos por seres humanos recibe el nombre de entomofagia y aunque es un hábito que “siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos” desde hace un tiempo ha tomado mayor relevancia al tener la atención de medios de comunicación, miembros de la industria alimentaria y organismos que se ocupan de la alimentación humana y animal.

“Estos organismos, estos insectos son ricos en proteína, en fibra, vitaminas y minerales nutritivos y además de todo, también tiene un gran aporte en carbohidratos y aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no produce”, explicó a SinEmbargo la chef Beverly Ramos, especialista en insectos comestibles y autora del libro Recetas con insectos de la editorial Larousse.

Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional. Foto: José I. Hernández, Cuartoscuro

“La alimentación debe ser variada, completa, inocua, suficiente y equilibrada, según la NOM 043; de acuerdo a este concepto puede ser opción integrar de manera inclusiva alimentos alternativos, a pesar de lo exóticos que parezcan, el consumo de insectos, es llamado entomofagia de la cual se practica principalmente en Asia, África y América Latina”, compartió en entrevista a este medio el maestro Esaú Espinosa Velázquez, nutriólogo clínico.

EL ALIMENTO DEL PRESENTE

“Cuando le llaman a estos alimento, alimentos del futuro se refiere a justo el poder tener un alimento práctico con alta cantidad de nutrientes o nutrimentos para el cuerpo que se puedan asimilar rápidamente”, apuntó la chef. “En el caso del futuro para mí, ya nos alcanzó cuando hablamos de lugares donde hay hambruna, desnutrición o que en México hemos sustituido nuestros productos tradicionales por muchos productos de las dietas internacionales debido a fenómenos como la globalización y la transculturización. ¿Qué es lo que sucede? Que finalmente estamos adoptando alimentos que no nos corresponden y esto ha generado que seamos primeros lugares en distintas rubros como la obesidad”, agregó.

Los insectos son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.

En Frontiers in Nutrition se encuentra un estudio realizado por científicos de la Universidad de Roma, el cual reveló que las propiedades antioxidantes de los saltamontes y gusanos de seda son muy parecidas a las de un jugo de naranja fresco. De hecho, los insectos aportan cinco veces más que un jugo fresco. ¿Pero para qué son los antioxidantes? Estos previenen o retardan la oxidación de las células y son los encargados de reducir las reacciones químicas del cuerpo que generan radicales libres, sustancias que están relacionadas a enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer.

Los insectos producen menos gases de efecto invernadero en comparación con los animales de granja convencionales. Foto: Shutterstock

“[Insectos como alimento] para el futuro, sí por supuesto, pero ese futuro ya está muy próximo, los debemos utilizar ya, es un recurso natural renovable y sobre todo optimizar esto que la naturaleza nos brinda”,  señaló la autora de Recetas con insectos, libro que la chef Beverly Ramos preparó con el objetivo de romper con la idea de que los insectos no tienen un buen sabor o no se pueden combinar con otros ingredientes.

UNA TRADICIÓN MEXICANA

De acuerdo con el texto La contribución de los insectos a la seguridad alimentaria, los medios de vida y el medio ambiente de la FAO: “La ingesta de insectos complementa la dieta de aproximadamente 2 mil millones de personas, y se trata de un hábito que siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos”.

En México los insectos forman parte de varios platillos, entre los que más se consumen están los chapulines, los gusanos de maguey, escamoles y los jumiles que se integran a diversos platillos que han pasado de generación en generación gracias a la transmisión oral.

“Los insectos comestibles están documentados en distintos códices prehispánicos, yo cuando realicé la investigación de tipo doctoral para graduarme y conocer más de los insectos, encontré documentos como El Códice prehispánico de San Bernardino de Sahagún, donde él menciona en ese entonces que había entre 89 y 96 especies de insectos comestibles en México y que además eran algunos de ellos entregados como tributo al emperador Moctezuma, era un producto que nutria a los guerreros incluso en temas de la guerra”, señaló la chef Beverly.

Nuestros ancestros no tenían otra fuente de proteína así que se enfocaban en los insectos, como grillos, langostas, gusanos, libélulas, termitas, chinches y los escamoles, conocidos como caviar mexicano, incluso del ahuautle que es huevo del mosco axayácatl, “es un huevo muy nutritivo que llega a rebasar hasta en un 60 o 70 por ciento de proteína que es lo que contiene, es decir, más que el pescado”.

Chinicuiles preparados por la chef Adriana Pérez Garrido en el restaurante La Oveja Negra. Foto: Nancy Chávez, SinEmbargo

“Los antiguos mexicanos tenían un elemento para considerar algún alimento como bueno para comer y eso que los nutriera. Ellos identificaban un alimento y querían siempre que éste fuera bueno para comer, esto significa que nutre y los mantiene fuerte, que les daba los requerimientos necesarios. Los ancestros mexicanos tenían una sabiduría todavía más grande que la que poseemos ahora”, recordó la chef.

VENTAJAS AMBIENTALES DE COMER INSECTOS

“La FAO sugiere utilizar los insectos como alimentos, ya que trae mas beneficios que perjuicios, sus ventajas ambientales, sanitarias y medios sociales; como el reducir los gases por el efecto invernadero, los insectos se alimentan de residuos biológicos y transformar esto en proteínas de alto valor biológico”, dijo Esaú Espinosa.

El nutriólogo clínico apuntó que como beneficios sociales se encuentran que se pueden recolectar en el medio ambiente de manera sencilla, otra opción es la de “cultivarlos”, además de que los insectos se pueden procesar para servir como alimento humano y ganadero.

Integrar a los insectos a la dieta de las personas puede ayudar al medio ambiente, según la FAO “los gusanos de la harina, por ejemplo, son más resistentes a las sequías que el ganado”.

El consumo de insectos por seres humanos recibe el nombre de entomofagia, aunque se practica en muchos países, principalmente se da en las regiones de América Latina, Asia y África. (Imagen ilustrativa) Foto: Shutterstock

En La contribución de los insectos a la seguridad alimentaria, los medios de vida y el medio ambiente de la FAO se explica que entre los beneficios de carácter ambiental se encuentran:

-Los insectos son especies de sangre fría y esto los hace eficientes en las tasas de conversión alimento-carne, es decir,  la cantidad de alimento que se necesita para producir un incremento de 1 kilogramo en el peso, por lo que “los insectos pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kilogramo de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg aumento de peso corporal”, de acuerdo con la FAO.

-Otra gran diferencia con el ganado es la cantidad de gases de efecto invernadero, ya que los producidos por los insectos son inferiores a los del ganado convencional. “Los cerdos, por ejemplo, producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso”, se lee en el documento de la FAO.

-Los insectos se pueden alimentar con residuos alimentarios o de origen humano,  además de abono, esto lo transforman en proteínas de calidad que pueden usarse incluso como piensos, es decir, alimento seco para el ganado.

¿LOS INSECTOS PUEDEN SER UNA ALTERNATIVA PARA SUSTITUIR LA CARNE?

“De las grandes ventajas en el consumo de insectos o de la entomofagia es que no se conocen casos de transmisión de enfermedades o parasitoides a humanos (siempre y cuando hayan sido manipulados en las mismas condiciones de higiene que cualquier otro alimento) según el Fondo de las Naciones Unidad para la alimentación, la FAO. En comparación con los mamíferos y las aves, los insectos pueden plantear un riesgo menor de transmisión de infecciones zoonóticas a los humanos, el ganado y la fauna”, acotó el maestro Esaú.

Los insectos podrían ser una pieza clave en la lucha contra la inseguridad alimentaria. Foto: Shutterstock

El especialista citó el trabajo de Gloria Patricia Arango Gutiérrez, Los insectos: una materia prima alimenticia promisoria contra la hambruna para señalar que: “su valor nutritivo los convierte en un alimento complejo, su masa corporal está compuesta entre el 60 y 70 por ciento por proteínas y el tipo de grasas que poseen son polinsaturadas, algunas de fácil digestión, pudiéndose comparar con el valor nutricional del pollo, res, cerdo o pescado”.

Arena, nutrientes y plásticos, así es la nueva composición de los sedimentos marinos

domingo, mayo 10th, 2020

El grupo de científicos que estudió el mar Tirreno en la costa oeste Italia encontró que las corrientes profundas que desplazan oxígeno y nutrientes desde la superficie son también las que arrastran estas micropartículas creando “depósitos de microplásticos” en los mismos lugares que forman epicentros de vida marina.

Ciudad de México, 10 de mayo (ElDiario.es).- Un grupo de científicos internacionales ha revelado el mayor depósito de microplásticos jamás registrado en los océanos y ha descubierto que la mayoría de estas partículas, en gran parte provenientes de los textiles y la ropa, acaban concentradas en zonas de gran biodiversidad.

Hasta ahora se sabía que el plástico que flota en la superficie de los océanos, formando por ejemplo las islas de basura, solo constituía alrededor de un 1 por ciento de los plásticos que llegan a los mares y que el 99 por ciento restante se acumulaba en el fondo. Sin embargo, apenas se conocía su destino ni su distribución.

El grupo de científicos que estudió el mar Tirreno en la costa oeste Italia encontró que las corrientes profundas que desplazan oxígeno y nutrientes desde la superficie son también las que arrastran estas micropartículas creando “depósitos de microplásticos” en los mismos lugares que forman epicentros de vida marina.

Como advierten los autores, que han publicado su descubrimiento en Science, esto supone que los efectos sobre los ecosistemas pueden ser más altos de lo que se pensaba, y el peligro de que los microplásticos entren en la cadena alimentaria y lleguen hasta los humanos podría ser aún mayor.

“Es nefasto pero los plásticos se han convertido en un nuevo tipo de sedimento que se distribuye por el fondo marino junto a la arena, el cieno y los nutrientes”, explica Florian Pohl, de la Universidad de Durham.

En su caso, encontraron hasta casi dos millones de microplásticos concentrados en un metro cuadrado de cinco centímetros de grosor del fondo marino, de los cuales más del 70 por ciento era fibras de materiales textiles y ropa, y el resto fragmentos en descomposición.

“La mayoría conocemos las ‘grandes manchas de basura’ de la superficie”, dijo el autor principal del estudio, Ian Kane, “pero nos quedamos impactados por la alta concentración de microplásticos que encontramos en el fondo del océano”.

Debido a su tamaño, menos de cinco milímetros, los microplásticos constituyen una posible amenaza para múltiples seres marinos por su capacidad de entrar fácilmente en la cadena trófica. Algunos estudios han demostrado que las ascidias, las esponjas o los corales de aguas frías los ingieren bien a través de su aparato digestivo o de ventilación, mientras que otros señalan su presencia en peces predadores como la caballa, que nosotros consumimos a su vez.

Para los autores, los hallazgos ofrecen un nuevo paso para poder localizar los lugares donde se concentran los plásticos que acaban en el océano, que según las estimaciones oscilan entre cuatro y 12 millones de toneladas al año. “Hemos mostrado que los estudios detallados de las corrientes profundas pueden ayudarnos a seguir los canales de transporte en el fondo marino y encontrar los microplásticos ‘perdidos’”, dijo Mike Clare, del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido.

Sin embargo, apuntan, eso no resulta suficiente. Los datos indican que sería necesario mejorar los sistemas de filtración y las plantas de tratamiento de agua que pudieran impedir la entrada de este material en los entornos marinos. “Al final las intervenciones en las políticas son necesarias para limitar el flujo de plásticos en los entornos naturales y minimizar sus impactos en los ecosistemas del océano”, advierten.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ElDiario.es/ Ballena Blanca. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Antinutrientes: qué son y cuáles son los principales

viernes, noviembre 29th, 2019

Los antinutrientes se encuentran en muchos alimentos vegetales (y algunos de origen animal) debido a que son sustancias que generan algunas plantas como protección. “Estas sustancias son generadas por las mismas plantas como mecanismo de defensa a situaciones adversas provocadas por hongos, bacterias, insectos, etc”, señaló Paulina Magaña Carbajal, Coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

Ciudad de México, 29 de noviembre (SinEmbargo).- Actualmente encontramos muchas notas acerca de los alimentos y los nutrientes que aporta cada uno y que son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo; sin embargo, pocas veces escuchamos acerca de los llamados antinutrientes. En esta ocasión hablaremos acerca de qué son, dónde se encuentran y si afectan en algo nuestra alimentación.

¿QUÉ SON LOS ANTINUTRIENTES?

“Son sustancias que pueden estar presentes en los alimentos de forma natural y que afectan el valor nutricional de algunos alimentos, dificultando la asimilación de nutrientes (proteínas y minerales)”, explicó a Mundano Paulina Magaña Carbajal, Coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

Verduras, entre ellas, repollo, coliflor y lombarda. Foto: Mariscal, EFE

Los antinutrientes se encuentran en muchos alimentos vegetales (y algunos de origen animal) debido a que son sustancias que generan algunas plantas como protección. “Estas sustancias son generadas por las mismas plantas como mecanismo de defensa a situaciones adversas provocadas por hongos, bacterias, insectos, etc”, señaló Magaña.

TIPOS Y PRINCIPALES ANTINUTRIENTES

De acuerdo con la especialista, existen dos tipos de estas sustancias:

Termo estables: oligosacáridos y aminoácidos no proteicos tóxicos, saponinas, estrógenos, cianógenos, fitatos (pueden eliminarse mediante el remojo, mejorando su digestibilidad).

Termo lábiles: inhibidores de proteasas (tripsina y quimotripsina), lectinas, goitrogenos y antivitaminas (son inactivados mediante la cocción).

Los antinutrientes tienen una función positiva para algunas plantas ya que los protegen de amenazas, en cambio sus efectos en la alimentación no son buenos ya que pueden bloquear la absorción de vitaminas, minerales y proteínas. los principales son:

-Lectinas. Se encuentran en las legumbres y granos integrales y pueden bloquear la absorción de calcio, hierro, fósforo y zinc. Incluso a las personas que muestran sensibilidad a estas pueden tener problemas en los intestinos al adherirse a las paredes intestinales.

Guiso de legumbres. Foto: Andrés Cristaldo, EFE

-Oxalatos. También se les conoce como ácidos oxálicos y se encuentran en verduras de hoja verde como las espinacas, acelgas y coliflor, además del té y chocolate. Estos oxilatos pueden evitar que el calcio se absorba de forma adecuada; su efecto es acumulativo y con el tiempo pueden formar las llamadas “piedras” en los riñones.

-Fitatos. Se adhieren a nutrientes como el zinc, calcio, magnesio y hierro impidiendo que sean absorbidos. Consumir mucho ácido fítico disminuye los beneficios para la salud de alimentos como granos integrales, legumbres, frutos secos, etc., y puede conducir a deficiencias nutricionales.

-Taninos. Son los responsables de dar color a algunas plantas, se encuentran en el vino, los arandanos y las uvas. Los taninos son un tipo de inhibidor enzimático que impide una digestión adecuada si se consume en grandes cantidades puede provocar efectos adversos e inflamatorios para la salud -el dolor de cabeza después de tomar ciertos tintos-, aunque si la ingesta es pequeña los efectos pueden ser beneficiosos.

-Avidina. Se encuentra en el huevo, alimento de origen animal, específicamente en la clara cruda e impide la absorción de vitamina B8. Esta se desactiva cuando cocinamos el huevo, de esta forma se pueden aprovechar las vitaminas y minerales que contiene este alimento sin problema.

La avidina se encuentra en el huevo. Foto: EFE

-Saponinas. Si se consumen en grandes cantidades suelen interferir en la absorción de nutrientes, sin embargo, una investigación por expertos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) publicada en Food Research International, demuestra que podrían tener propiedades bioactivas, como la reducción de sufrir ciertos tipos de cáncer y la disminución del colesterol.

¿SE PUEDE REDUCIR SU EFECTO?

“Algunos pueden causar efectos fisiológicos no deseables como la flatulencia; inflamación estomacal, disminución en la asimilación de nutrientes, entre otros. Si bien los factores antinutrientes pueden tener efectos adversos sobre el aprovechamiento de ciertos nutrientes, o sobre la salud; otros estudios recientes han demostrado que no resultan perjudiciales en pequeñas cantidades”, explicó Paulina Magaña.

Es muy difícil evitar estos antinutrientes pero en algunos casos se puede inactivarlos al remojar y cocinar. Remojar los alimentos ricos en antinutrientes puede reducir de forma importante la lectina y el fiato. Algunos estudios han señalado que esto es debido a que la mayoría de los antinutrientes se encuentran en la piel, como la mayoría son solubles en agua se disuelven cuando son sumergidos en esta. La ebullición también desactiva algunos antinutrientes como los taninos o la lectina.

En un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos se demuestra que un remojo de doce horas reduce el contenido de fitato de los guisantes hasta en un 9 por ciento.

¿HAY QUE PREOCUPARSE?

Los antinutrientes bloquean la absorción de nutrientes pero se necesitaría una alimentación basada sólo en algunos alimentos y que se consuman en gran cantidad para crear una deficiencia importante. Los antinutrientes pueden causar deficiencias nutricionales cuando se consumen en grandes cantidades, lo que es poco probable en una alimentación equilibrada.

No hay que alarmarse ni satanizar estas sustancias ya que también se les atribuyen efectos positivos como los taninos que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónica.

-Con información de ElDario.es

Científicos desarrollan micropartículas para surtir de nutrientes a millones con carencias alimentarias

miércoles, noviembre 13th, 2019

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las mayores deficiencias de micronutrientes que se presentan en los países de desarrollo son de yodo, vitamina A, hierro, zinc, calcio, vitamina D y folato.

Washington, 13 de noviembre (EFE).- Los científicos han desarrollado micropartículas que pueden proveer de nutrientes a más de 2 mil millones de personas en todo el mundo con carencias de alimentación que pueden ocasionar defectos de nacimiento, anemia y ceguera, según un artículo que publica este miércoles Science Translational.

“Esto podría cambiar la vida a millones de personas en los países en desarrollo”, afirmó Aaron Anselmo, del equipo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que produjo las micropartículas y que aseguró que “las deficiencias en la nutrición son un gran problema.”

Los micronutrientes son vitaminas, minerales y otros elementos fundamentales para el metabolismo, el crecimiento y la diferenciación celular, la función de órganos y el sistema de inmunidad.

En los humanos, la necesidad de micronutrientes es mayor en los mil primeros días de vida, desde la concepción hasta que se completan los primeros dos años, y si el suministro no es suficiente puede haber consecuencias negativas para el desarrollo físico y cognitivo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) las mayores deficiencias de micronutrientes en los países en desarrollo son de yodo, vitamina A, hierro, zinc, calcio, viamina D y folato.

La desnutrición provoca deficiencias físicas y cognitivas. Foto: AP

Los programas para paliar esas deficiencias incluyen los suplementos alimenticios y la fortificación de alimentos, que consiste en la adición de nutrientes en la harina, el azúcar, la sal y la leche.

Las pruebas clínicas anteriores han demostrado que los alimentos fortificados ayudan a tratar las deficiencias de micronutrientes, pero la provisión de estos alimentos encara las dificultades de mantener la estabilidad de los micronutrientes durante el almacenamiento y la cocción.

“Hemos logrado encapsular los micronutrientes de manera que están protegidos de la humedad, lo cual permite que se preserven por un período largo”, explicó Ana Jaklenec, del mismo Instituto David Koch para la Investigación Integral del Cáncer en el MIT.”Una vez ingeridos los micronutrientes son liberados y el cuerpo puede absorberlos”, agregó.

El equipo científico, que tuvo el respaldo de la Fundación Bill and Melinda Gates, creó micropartículas que son estables en diferentes temperaturas y consisten de un material sensible al índice pH (de acidez y alcalinidad) formando una cápsula que contiene hasta cuatro micronutrientes.

Las partículas, que son apenas un poco más grande que el diámetro de un cabello humano, protegen nutrientes tales como la vitamina A y el hierro de factores ambientales como el calor, la humedad y aún el agua hirviendo.

Los científicos primero administraron las partículas a ratas de laboratorio y comprobaron que las cápsulas se disolvían sin causar daño, liberando los nutrientes en el intestino de los roedores.

La desnutrición es uno de los mayores problemas de los países en desarrollo. Foto: AP

En una prueba inicial con 20 voluntarios humanos que ingirieron maíz cocido que contenía micropartículas de hierro, los investigadores observaron que la absorción del nutriente era reducida.

El paso siguiente fue el mejoramiento de las formulaciones de las partículas que incrementó la carga y absorción del hierro en una segunda prueba con 24 voluntarios que ingirieron las partículas en pan hecho con harina de trigo.

“Logramos escalar este proceso hasta los niveles de kilogramo y ahora estamos en tratativas con socios industriales para producirlo en el orden de toneladas”, señaló Jaklenec.

Robert Langer, otro de los investigadores del equipo, dijo que él mismo comió el pan enriquecido de nutrientes.

“Y creo que Bill Gates también ha probado el pan con algunas de estas micropartículas y los dos estamos bien”, bromeó.

93% de harinas de maíz en México no nutre. Ni las de Diconsa o DIF. Eso revela estudio internacional

martes, febrero 19th, 2019

El informe de la fundación internacional Changing Markets arrojó deficiencias en productos de harina de maíz que se comercializan en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chiapas y DICONSA. También se observaron claras infracciones en 14 muestras de productos de las marcas mexicanas MINSA, LA PERLA, TRES ESTRELLAS y HOJA DE PLATA, y de las marcas importadas BOB’s RED MILL y LE 5 STAGIONI.

Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– El 93 por ciento de harinas para tortillas y pan en México no cumplen con los requerimientos nutricionales a pesar de estar etiquetadas como “fortificadas” con micronutrientes, reveló una investigación de la fundación internacional Changing Markets.

En el informe “¡Al grano!: ¿Qué marcas de harinas incumplen con la normativa de fortificación mexicana?”, que contiene el análisis del contenido nutricional de 343 muestras de 61 productos diferentes de harinas de trigo y maíz realizado en instalaciones acreditadas de los Laboratorios FERMI de la Ciudad de México, se destacó el fracaso del programa de fortificación de harinas en México.

El informe arrojó deficiencias en productos de harina de maíz que se comercializan en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chiapas y DICONSA. También se observaron claras infracciones en 14 muestras de productos de las marcas mexicanas MINSA, LA PERLA, TRES ESTRELLAS y HOJA DE PLATA, y de las marcas importadas BOB’s RED MILL y LE 5 STAGIONI.

Con este estudio se muestra que, a pesar de que la mayoría de las harinas en México están etiquetadas como ‘fortificadas’ con micronutrientes, solamente el 7 por ciento, es decir, 4 de 61 productos de harinas de maíz y trigo lo están de una manera adecuada y, por lo tanto, en total cumplimiento con la ley, detalló el documento.

Esto significa que la mayoría de las harinas que se consumen en México, o bien no están fortificadas en absoluto (7 por ciento), o bien no parecen utilizar fuentes de micronutrientes de buena absorción en las cantidades adecuadas (86 por ciento).

“La fortificación de alimentos es una medida eficaz en la lucha contra la malnutrición, pero sólo cuando se hace correctamente. A pesar de ser un requerimiento legal en México, hemos descubierto que únicamente el 7 por ciento de los productos de harina están fortificados adecuadamente. La industria alimentaria tiene la obligación de cumplir con la ley y también tiene la responsabilidad moral de mejorar la nutrición de las personas. Sin embargo, está fallando a los mexicanos en ambos aspectos. El nuevo gobierno tiene que vigilar más de cerca las acciones de la industria alimentaria”, dijo Alice Delemare, de la Fundación Changing Markets.

LAS MARCAS QUE INCUMPLEN

Del análisis de los 61 productos de harinas de maíz y trigo, sólo cuatro marcas de harina de trigo: SELECTA, SOL DE ORO, RIO LERMA, y GOLDEN HILLS (LA COMER), resultaron estar fortificados adecuadamente, es decir, cumplen claramente con los niveles necesarios de hierro y zinc, y utilizan fuentes de buena absorción.

De acuerdo con la calificación que se le dio a cada producto o marca por su cumplimiento de la legislación para una correcta fortificación, siendo 10 la calificación más alta y 0 la más baja, estos cuatro productos recibieron un 10.

“Es grave que ninguno de los productos de harinas de maíz parece estar fortificado adecuadamente. Aún más preocupante, son las irregularidades encontradas en los productos subsidiados dirigidos a la población más necesitada”, recalcó la fundación en el informe.

Por un lado, señaló, ninguno de los ocho productos de harina de maíz del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chiapas, producidos por MINSA, resultaron estar realmente fortificados. Por otro lado, los cinco productos de harina de maíz fortificada de DICONSA, no llevaban suficiente hierro.

Gráfico: Changing Markets

“Las prevalencias de anemia por deficiencia de hierro en menores de dos años en México son alarmantes. Este reporte arroja una posible explicación: aunque los gobiernos han invertido mucho dinero en la entrega de alimentos, particularmente a través de los sistemas DIF y DICONSA, han fallado en la provisión de harinas adecuadamente fortificadas. Hoy tienen la oportunidad de corregir estas fallas”, dijo Aranzazu Alonso, Coordinadora del Pacto por la Primera Infancia.

También se observaron claras infracciones en 14 muestras de productos de las marcas mexicanas MINSA, LA PERLA, TRES ESTRELLAS y HOJA DE PLATA, y de las marcas importadas BOB’s RED MILL y LE 5 STAGIONI, las cuales resultaron no estar fortificadas en absoluto. De hecho, aseguró la fundación “ninguno de los productos importados parece cumplir con la normativa mexicana”.

A pesar de que el maíz representa el 72 por ciento del consumo de granos en México, ninguna de las empresas productoras parece estar fortificando adecuadamente. Esto se debe a que marcas como MASECA y MAIZZA no utilizan fuentes de hierro de buena absorción, y aquellas que las utilizan, como MINSA o GUERRERO, no parecen estar añadiendo hierro en suficiente cantidad, advirtió el informe.

Gráfico: @AlGranoMex

Los productos de harinas de trigo mostraron mejores resultados, aunque una clara mayoría de productos fabricados en territorio nacional (90 por ciento) no están fortificados de manera adecuada o ni siquiera cumplen con la declaración de fortificación en la etiqueta del paquete, por lo que el análisis lanzó resultados inciertos.

La legislación mexicana obliga a las empresas a fortificar las harinas de trigo y de maíz con hierro, zinc, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B; los estándares actuales para esta fortificación han estado en vigor durante casi 10 años. Sin embargo, el último informe de Changing Markets y Proyecto AliMente reveló que la mayoría de las empresas están utilizando un tipo inadecuado de hierro o no están utilizando la cantidad suficiente para asegurar que los niveles de hierro y zinc cumplan con los requisitos mínimos.

“Vistos los resultados de este estudio, no parece que la industria alimentaria vaya a cumplir la ley por sí sola. Por eso, necesitamos una mejora en los controles oficiales y la exigencia de su cumplimiento. El gobierno anterior estableció la normativa, pero es el nuevo gobierno el que tiene la oportunidad de hacer que la fortificación se realice adecuadamente como una herramienta intermedia para mejorar la salud y la nutrición de las personas en México”, dijo Yatziri Zepeda, de Proyecto AliMente.

El ejercicio de muestreo realizado por la fundación internacional Changing Markets fue organizado y llevado a cabo a finales del 2018 por el socio del proyecto, Proyecto AliMente, en diferentes localidades de la Ciudad de México y Chiapas, dos de los estados con las mayores tasas de anemia del país.

Proteínas y otros nutrientes clave del arroz disminuyen por incremento en los niveles de CO2

miércoles, mayo 23rd, 2018

Nutrientes clave del arroz, como las proteínas, disminuyen a causa del incremento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Este cambio”representa una amenaza para la salud materna e infantil de una gran parte del mundo”, de acuerdo con expertos.

Washington/Ciudad de México, 23 de Mayo (EFE).- El aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera reduce las proteínas y múltiples nutrientes clave en el arroz, un cambio que puede afectar a miles de millones de personas, según un estudio publicado hoy en la revista especializada Science Advances.

Un equipo internacional de científicos determinó que el arroz cultivado al nivel de concentraciones de CO2 que se espera para finales de este siglo tiene un valor nutricional más bajo que el arroz de hoy en día.

La caída en la riqueza nutricional de este tipo de grano, principal fuente de alimento para más de 2 mil millones de personas en el mundo, “representa una amenaza para la salud materna e infantil de una gran parte del mundo”, según los autores.

De hecho, el arroz ha sido un alimento básico durante miles de años para muchas poblaciones en Asia y actualmente es el principal alimento de más rápido crecimiento en África.

Los hallazgos también respaldan la investigación de otros estudios que han mostrado con anterioridad que el arroz cultivado bajo concentraciones más altas de CO2 tiene menos proteínas, hierro y zinc.

“La disminución en el contenido nutricional del arroz podría tener un impacto desproporcionado en los niveles de salud en los países más pobres dependientes del arroz”, indicó la autora principal del estudio, Kristie Ebi, de la Universidad de Washington en San Luis (Misuri, EU)

Los investigadores llevaron a cabo el estudio en China y Japón, donde analizaron 18 variedades comunes de arroz.

 

Sus resultados confirmaron disminuciones previamente reportadas en proteína, hierro y zinc en arroz cultivado bajo concentraciones atmosféricas de CO2 que los científicos esperan para el final del siglo XXI.

Además, la investigación reveló por primera vez la disminución promedio de las vitaminas B1, B2, B5 y B9, vitaminas esenciales para ayudar al cuerpo a convertir los alimentos en energía.

Los niveles promedio de vitamina B1 (tiamina) disminuyeron en un 17.1 por ciento; los de vitamina B2 (riboflavina) en un 16.6 por ciento; los de vitamina B5 (ácido pantoténico) en 12.7 por ciento; y los de vitamina B9 (folato) en un 30.3 por ciento.

Además, Ebi y sus colegas notaron que no hubo cambios en los niveles de vitamina B6 o calcio, mientras que los niveles de vitamina E aumentaron para la mayoría de tipos de arroz.

Más allá de los cambios en las vitaminas B, hallaron una reducción promedio del 10.3 por ciento en proteínas, una reducción del 8 por ciento en hierro y una reducción del 5.1 por ciento en niveles de zinc, en comparación con el arroz cultivado bajo las concentraciones actuales de CO2.

Este déficit nutricional afectará sobre todo a alrededor de 600 millones de personas, principalmente en el sudeste asiático, que obtienen más de la mitad de sus calorías y proteínas diarias directamente del arroz.

En este sentido, apuntaron que este cambio nutricional podría afectar el desarrollo de la infancia en esos países y empeorar los registros de desnutrición, las enfermedades diarreicas y la malaria.

“Este es un riesgo poco apreciado de la quema de los combustibles fósiles y la deforestación”, señalo Ebi en sus conclusiones.

Raro microbio de Yellowstone, EU, podría dar con la clave de la aparición de la vida extraterrestre

martes, julio 4th, 2017

Las costumbres alimenticias de este microbio podrían arrojar a la luz el misterio del surgimiento de la vida en otros planetas.

Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- Un grupo de biólogos estadounidenses ha encontrado en las aguas termales del Parque Nacional de Yellowstone un raro microbio que crece mejor cuando consume elementos menos nutritivos a pesar de tener acceso a elementos más ricos en nutrientes. Los resultados del estudio sobre este organismo han sido publicados este 3 de julio en la revista Nature Geoscience.

Según relató Everett Shock, uno de los autores principales del trabajo, el equipo aisló de una fuente termal del parque a este organismo de género Acidianus y lo cultivó en laboratorio. Fue entonces cuando los investigadores le dieron diferentes alimentos químicos para ver cómo crecía.

“Sorprendentemente, el organismo creció mejor con suministros de energía más bajos, y creció peor cuando consumía elementos energéticamente más ricos”, reveló Shock.

Estos resultados “contraintuitivos” asombraron a los investigadores, porque normalmente los microrganismos tienden a sacar energía de los elementos más nutritivos, pero este no fue el caso del Acidianus. Shock explicó la predilección alimenticia del organismo con que al microbio le podría resultar excesivamente “costoso” consumir combinaciones de alta energía.

“Es como la minería”, comentó el investigador: “usted puede tener un depósito de mineral rico, pero si extraerlo cuesta más de lo que puede obtener por él, no vale la pena perseguirlo”, explicó.

El Acidianus y la vida extraterrestre

Los lagos y géiseres en el cráter del supervolcán de Yellowstone, ubicado en el oeste de Estados Unidos, son unos de los hábitats más extremos de la Tierra, donde solo sobreviven aquellos organismos que sean capaces de resistir unas condiciones ‘infernales’ con grandes dosis de radiación y calor, mientras consumen azufre y viven en casi puro ácido.

Los científicos esperan que el estudio de este microbio ayudará a evaluar la probabilidad de aparición de vida fuera de la Tierra y a estudiar las condiciones en las que puede desarrollarse y prosperar.

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Oreo, la galleta favorita de la leche con nulo valor nutricional

martes, septiembre 15th, 2015

El paquete de seis galletas Oreo es igual a 16 gramos de harina refinada, 21 gramos de azúcar, 11.4 gramos de grasa y 2.28 gramos de sodio. ¿Quieres seguir comiendo un producto ultraprocesado y de nulo valor nutricional?