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Autoridades confirman 25 casos de coronavirus en distintos mercados de la Ciudad de México

sábado, mayo 2nd, 2020

La Jefa de Gobierno capitalina informó que el lunes se reunirá con los alcaldes para llevar a cabo más acciones que garanticen el seguimiento de la Sana Distancia.

Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).- El Gobierno de la Ciudad de México informó que se han confirmado 25 casos de COVID-19 en diferentes mercados de 11 alcaldías.

La Alcaldía Iztacalco cuenta con un mayor número de casos confirmados ya que se contabilizan cinco; Miguel hidalgo, cuatro, Azcapotzalco, Milpa Alta y Tlalpan cuenta con tres casos cada una; Iztapalapa, dos; Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras y Tláhuac manejan un caso confirmado en sus mercados.

Dicha situación ha provocado el cierre de los mercados Azcapotzalco, Nueva Santa María, Martínez de la Torre Zona y el Panamericana.

Ante los hechos, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que el lunes se reunirá con los alcaldes para llevar a cabo más acciones que garanticen el seguimiento de la Sana Distancia.

MERCADO MARTINEZ DE LA TORRE CIERRA POR COVID-19

El pasado 26 de abril, el mercado Martínez de la Torre, ubicado en la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, anunció el cierre de sus puertas a partir del 27 de abril hasta el 11 de mayo como medida de prevención para evitar contagios por coronavirus en la demarcación.

Ubicado en la colonia Guerrero, con 600 locatarios en su interior, el mercado anunció el cierre temporal a través de su cuenta de Twitter. Expuso que fue una decisión difícil pero importante porque los locatarios están comprometidos con la mitigación del virus.

Al tiempo que agradecieron a las personas que han tomado conciencia y han participado durante este momento tan demandante.

“Nos vemos en la difícil situación de tomar esta complicada decisión, pero estamos decididos a contribuir a mitigar la propagación del COVID-19”, dicta un comunicado difundido por el mercado.

Los incendios en 5 mercados de la CdMx fueron provocados por cortos circuitos, revelan peritajes

martes, enero 21st, 2020

Desde el pasado 22 de diciembre, se han registrado cinco incendios en diversos mercados de la Ciudad de México. El primero ocurrió en el mercado de San Cosme, en la colonia Santa María la Ribera; un día después, otro siniestro fue reportado en el “Abelardo Rodríguez”, en el Centro; otro más ocurrió en pleno 24 de diciembre, en el mercado de La Merced, ahí murieron dos personas. El 15 de enero, el mercado “Morelos” también fue afectado por un incendio, y el último sucedió 24 horas más tarde en el mercado de Las Flores, en Xochimilco.

Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx) informó esta mañana que, de acuerdo con los peritajes realizados, los incendios registrados los últimos días en mercados fueron provocados por cortos circuitos.

Mediante un comunicado, la dependencia capitalina dio a conocer que según los diferentes dictámenes en materia de criminalística, fotografía, valuación, incendios y explosiones, entre otras, cortos circuitos fueron las causas de los siniestros.

“El personal de la Coordinación General de Servicios Periciales realizó, en cada uno de los establecimientos comerciales, dictámenes de las siguientes especialidades: criminalística, fotografía, valuación, incendios y explosiones, además de arquitectura y química, así como revisión de instalaciones hidrosanitarias y electricidad”, se lee en el informe.


Asimismo, descartó la posibilidad de que los incendios hayan sido provocados, toda vez que los peritos no hallaron sustancia u objetos que potenciaran o aceleraran el fuego.

Finalmente, la Fiscalía reveló que fue creada una comisión para trabajar en conjunto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), además de los alcaldes de Venustiano Carranza y Xochimilco.

LOS INCENDIOS

El pasado domingo 16 de enero, se registró un incendio a las 06:00 horas de la mañana que afectó 12 locales del mercado de Las Flores en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México.

Con ello, sumaron cinco siniestros, ocurridos desde mediados de diciembre en la capital. El primero ocurrió el pasado 22 de diciembre, en el mercado de San Cosme, en la colonia Santa María la Ribera.

Un día después, otro incendio fue reportado en el mercado “Abelardo Rodríguez”. ubicado en el Callejón Girón y Rodríguez Puebla, en el centro capitalino.

Posteriormente, ocurrió otro, justo el 24 de diciembre en el mercado de La Merced, dejando un saldo de dos personas sin vida.

El incendio más reciente se había suscitado el 15 de enero, en el Mercado “Morelos” de la Alcaldía Venustiano Carranza. El siniestro afectó 12 locales.

VIDEO | Platillos, cocteles y hasta curacrudas para fin de año

viernes, diciembre 22nd, 2017

Diciembre es más que dos cenas es importantes, durante todo el famoso “Guadalupe-Reyes” abundan las reuniones, los intercambios, las posadas y las fiestas que llaman a buscar un buen lugar para convivir con los amigos y familia. El Mercado Independencia y cinco de sus locatarios, compartieron con Mundano su menú especial de temporada.

Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).– En el centro de la Ciudad de México, núcleo de las cocinas más tradicionales de la Gran Tenochtitlán, de cantinas, de restaurantes clásicos, de cientos de taquerías, bares y mercados, hay también nuevos sitios que apuestan por combinar las antiguas prácticas e ingredientes con la modernidad.

Uno de ellos es el Mercado Independencia, un centro gastronómico de la ola de los “mercados gourmet”, que con su oferta culinaria y de coctelería se puso en tono con la época y cada uno de sus locales creó un menú navideño.

Disponibles todo el mes de diciembre (algunos hasta el 6 de enero), Soda Fish Lab, Oaxaquito, Burritos México, La Barra del Patrón y Barra Independencia, compartieron con Mundano sus platos para antes o después de las fiestas navideñas y de Año Nuevo.

En México, un 81.6 por ciento de la población celebra la Navidad, la gran mayoría de ellos (97 por ciento) junto a su familia, con quienes comparten todo un banquete basado en guisos con ingredientes mexicanos muy tradicionales, de acuerdo con una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica.

Por ejemplo, el pavo es el favorito de las familias mexicanas, pues según la encuesta, un 33.8 por ciento lo consume en estas fechas. El año pasado, la pierna fue el segundo lugar y aunque se ha desplazado por los tamales y el pollo rostizado, sigue siendo una consentida. Tal como es preparada en Burritos México, con su platillo de temporada que incluye pierna adobada, queso, piña caramelizada y un aderezo a base de chipotles con un toque de arándano.

Adobo, pierna, piña y arándanos en un burrito. Foto: Mundano, SinEmbargo

Según el mismo reporte, los mexicanos que celebran la Navidad gastan entre 500 y mil pesos en la cena, que incluye por supuesto, también romeritos y bacalao.

En Oaxaquito aprovecharon la época para ofrecer a sus comensales un guiso especial de tortas de camarón seco acompañadas con romeritos hechos con mole negro traído de Oaxaca.

Las clásicas tortas de camarón seco con romeritos. Foto: Mundano, SinEmbargo

PARA LA FIESTA

El Mercado Independencia cuenta con cuatro barras y dos de ellas pusieron a sus mixólogos a trabajar en cocteles que al olerlos y beberlos, el público pudiera evocar la Navidad, el frío, la familia y las fiestas.

Así, La Barra del Patrón creó su “Navidad del Patrón”, un trago servido en una copa de flauta cuyo ingrediente principal es el mezcal, además de jarabe de canela, licor de avellanas y café. Su adorno con romero, canela y granos de café, lo hacen un imperdible para estas fechas.

Aromas y sabores que remontan a la Navidad. Foto: Mundano, SinEmbargo

Por su parte, la Barra Independencia, especialista en todo tipo de coctelería, armó su “Ponche navideño independencia”, que tiene como materia prima un concentrado de frutas reposadas en ginebra. A este jarabe se le agrega jugo de naranja, hielos y agua quina, para coronarlo con la guayaba y jamaica propia del ponche tradicional y un romero flameado para aumentar su aroma.

El “Ponche Independencia”, con las frutas tradicionales infusionadas en gin. Foto: Mundano, SinEmbargo

PARA EL DÍA DESPUÉS

Diciembre no sólo se reduce a dos cenas importantes para celebrar Noche Buena y para despedir el año, también hay reuniones con amigos, intercambios, fiestas del trabajo, posadas y un largo etcétera, que en ocasiones puede derivar en una fuerte resaca al día siguiente.

Afortunadamente, en Soda Fish Lab están atentos a los deseos de sus comensales y además de sus ceviches habituales, para la temporada prepararon algunos platillos y bebidas especiales.

Pozole de camarones. Foto: Mundano, SinEmbargo

Primera está el pozole de camarones, que para hacerlo dejan reposar los granos de maíz en caldo de camarón para que tenga más sabor, luego se cocina como un pozole normal y se le agrega cebolla, rábanos y lechuga.

La tostada tiene una base de manzana con canela. Foto: Mundano, SinEmbargo

Además, está la tostada Mar de Fondo, la cual tiene una base de espinacas, su ingrediente principal es el atún crudo, pero lo que le da el toque es el aderezo natural de manzana con canela.

Todo un combo anticruda. Foto: Mundano, SinEmbargo

Para terminar, qué mejor que una bebida refrescantes para rehidratar el cuerpo: Green Vaccine, es un clamato con pepino, chile serrano y hojas de cilantro, que al agregarle cerveza levantará hasta los cuerpos más indispuestos.

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MERCADO INDEPENDENCIA

Calle Independencia 40. Col. Centro, Ciudad de México.

El huitlacoche: los mercados de la CdMx están llenos de ceniza de maíz

viernes, julio 21st, 2017

Los predecibles aguaceros que caen sobre la ciudad empapan zapatos e inundan los mercados con huitlacoche, uno de los hongos más apreciados de la cultura mexicana. Para algunos una plaga, para otros, un ingrediente invaluable.

Por Scarlett Lindeman

Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo/ViceMedia).– La época de lluvias en la Ciudad de México obliga a cargar paraguas, empapa zapatos e inundan los mercados de la ciudad con docenas de variedades de hongos cultivados localmente desde junio hasta agosto. Entre los rebozuelos, los clavitos, los champiñones ostra y los pambazos del marcado, está el huitlacoche, uno de los hongos más apreciados y misteriosos.

A veces llamado la trufa mexicana o la ceniza de maíz, Ustilago maydis lleva una doble vida de plaga y exquisitez, un hongo anacrónico que aparece naturalmente en las milpas de maíz a lo largo del país. El hongo es un plaga que infecta específicamente al maíz antes de que se formen las mazorcas, causando que los granos nacientes se decoloren y se inflamen con tumores elefantosos.

Casi todo el huitalcoche que se vende en la Ciudad de México es cultivado en las granjas periféricas de la expansión urbana, en pueblos cercanos como Tepoztlán y Toluca. Luego es transportado a la Central de Abastos, un insondable mercado en Iztapalapa que opaca al Tsukiji japonés, el foco central de la vasta red de distribución. Desde aquí, el huitlacoche es comprado para luego ser vendido semanalmente en mercados y en tianguis en la ciudad. Sacado de la mazorca y amarrado cúmulos por lo vendedores, los oscuros, azulados y agrisados granos parecen pilas de dientes podridos.

En el tianguis de los martes de la Condesa, Julio Luciano y su madre, Victoria Fermín, venden desde hace años los productos que ellos producen. Por más de 30 años han hecho la travesía desde Atlacomulco hasta el mismo lugar para vender lotes de flores machadas, hierbas salvajes, botellas de plástico de refresco llenas con leche bronca y huitlacoche bellamente moteado y deforme.

“El huitlacoche es una infección”, dice Luciano, “entonces solo aparece en el campo. Es una cosa natural y no hay nada que podamos hacer para generar más”. Habla sobre la tensión inherente del huitlacoche en la era moderna: ¿Cómo puede alguien manufacturar algo que ocurre espontáneamente?

 

Los aztecas identificaban el huitlacoche con un comestible sabroso, pero el resto del mundo tuvo un acercamiento decididamente distinto. Debido a que los agricultores abrían las mazorcas doradas para encontrar hinchadas pústulas negras que chorrean aceite y esporas negras, es fácil entender por qué Estados Unidos gastó miles de millones de dólares en el siglo XX para impedir una plaga patogénica.

Sólo en los últimos 20 años ha ocurrido el cambio dramático hacia la comercialización del hongo. El mercado especializado de hongos que es relativamente nuevo, se hincha cuando la gente se percata de que estas cosas, aún con su aspecto perturbador, son, de hecho, comestibles. Debido a la creciente población mexicana y mexicana-estadounidense en Estados Unidos y a la demanda de ingredientes innovadores de temporada, el interés por el huitlacoche crece rápidamente de ambos lados de la frontera.

“No estoy seguro de qué hacen los grandes productores”, dice Luciano encogiéndose de hombros. “Quizá liberen la espora al viento, o algo así”. No está tan lejos. Los productores industriales de huitlacoche usan una técnica llamada inoculación de canal de seda, un intensificador artificial que se inyecta o se aplica en raspaduras de la planta que aumentan el porcentaje de cosecha de maíz que se convertirá en huitlacoche. La producción natural carente de asistencia, como la de Luciano, representa “quizá, uno o dos por ciento del mercado total”.

México disfrutará del sabor incomparable del huitlacoche, mientras el maíz siga existiendo. Foto: Mauricio Castillo, ViceMedia

Aún con la inoculación artificial, la producción permanece inconstante mientras científicos, académicos e investigadores fitopatológicos hacen lo posible para entender cómo aumentar la cosecha. Grandes conglomerados agrícolas están metiendo mucho dinero a la investigación; Fundación Kellogg se asoció recientemente con la Universidad de Wisconsin-Madison para intentar producir huitlacoche en granjas locales. El huitlacoche es ahora reconocido como un crecimiento más redituable que el maíz que destruye, reversando, así, los intentos de EU de erradicar la plaga.

El huitlacoche en la Ciudad de México se encuentra en cada esquina, dispuesto a servirse en sopas, cremas, quesadillas o todo tipo de antojitos callejeros. Generado naturalmente o cultivado a propósito, México disfrutará del sabor incomparable del huitlacoche, mientras el maíz siga existiendo.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ViceMedia. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

CRÓNICA | Las pociones para el amor del Mercado Sonora son realmente tenebrosas

domingo, abril 16th, 2017

“No sé si estoy sorprendida por la alta demanda de estas pociones esotéricas para conseguir amor o si sigo asustada por el colibrí muerto que cargo conmigo”. Vice hizo un recorrido por uno de los mercados más grandes de México, específicamente, a su zona de “magia”.

Por Sarah del Moral, Munchies

Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo/ViceMedia).– “Si quieres enamorarte profundamente busca canela, pero de la más picosa, de la que cuesta como 500 pesos el kilo en La Merced”, me dice la autollamada bruja Lukcero Aghakán. “La árabe es la mejorcita, como el hachís, que el mejor es el de la India. Así se bañaban nuestros ancestros: con hongo, peyote y mota, para recorrer de norte a sur. Ésas son las plantas que curan, aunque también pueden llegar a matarte”.

Estoy en el Mercado Sonora, uno de los más importantes y antiguos de México, famoso por ofrecer curaciones alternativas para el cuerpo y el alma en sus pletóricos pasillos: el de plantas medicinales y el de “la magia”, ambos bien diferenciados.

Entrar al mercado en estas fechas ha sido todo un revuelo. Había globos en forma de corazón por doquier, golpeando mi cara mientras caminaba; vendedores de dulces que iban tirando chocolates a su paso; osos de peluche colgando inquietantemente de los techos en los puestos —creo sinceramente que deberían venderse el 31 de octubre y no el 14 de febrero—; rosas, y todo tipo de obsequios cursis que enamorarían a cualquier quinceañera.

Pasando la ola del amor conseguí llegar a la sección de la magia, y siguiendo el consejo de los locatarios encontré el puesto de Lukcero, la dama que, según un letrero promocional que cuelga en su local, “domina los secretos de la ciencia oscura”.

Ya había clientes esperándola. Le dije que no quería una consulta, sino una receta para el amor, no tardaríamos mucho. Me dio la bienvenida con música cubana y con mucha calma despejó su espacio para que pudiera apreciar todos los amuletos que la acompañan en su día a día.

Lukcero es sufí, es decir que practica el llamado sufismo, una especie de esoterismo inspirado en la espiritualidad islámica pero desvinculado del islam. “Esta misma receta se la doy a todos mis ahijados (así llama ella a sus clientes), cualquier la puede hacer en su casa”, me cuenta mientras anota en una libreta todos los ingredientes que necesito para hacer una “pócima de amor para hacer que alguien se enamore de mí”. La lista está llena de especias como la nuez moscada y la canela, y de hierbas, algunas que no esperaba, como las verdolagas, el epazote morado y dos tipos de perejil —uno representa a la hembra y otro al macho, según Lukcero, y necesito ambos para crear un equilibrio perfecto—. “La verdad es que no siempre se necesita esta receta”, continúa contándome la bruja. “La magia está en lo que comes, en la leche, en un chocolate… La magia es una energía que emanamos por acá atrás —la mujer se señana el trasero—. La brujería te entra por todos los hoyos, y el primerito es el de atrás”. No entendí por qué y honestamente no me animé a preguntar, ella es intimidante, Ahora me arrepiento.

 

“Lo que viene siendo el matrimonio. Cuando no se quiera casar contigo y ande de rejega o rejego, dale unas gotitas y caerá”. Foto: Carlos Castillo, Vice

Lukcero me explica que es hija de Oshun, diosa del amor (según la santería), y eso le impide comer ciertos alimentos como el huevo. Se le hace agua la boca mientras me cuenta lo mucho que le gustan “los huevos de las gallinas gordas”, pero como son alimentos muy respetados en su religión —significan abundancia—, tiene que abstenerse de su consumo. También tiene prohibidas la sandía y la calabaza. “Sólo puedo comer la calabaza en tacha”, dice. “No con tachas, sino en tacha. Soy una bruja seria”.

“Tienes que tener cuidado con la receta que te di, eh”, me dice mirándome fijamente a los ojos. Esta poción lleva toloache, una especie de planta herbácea mexicana que posee propiedades narcóticas, espasmódicas y psicoactivas. Ha sido empleado en la medicia tradicional en México, pero en dosis altas puede provocar alucinaciones y alterar el sistema nervioso incluso a grados en los que peligra la vida. En el “mercado del amor”, como ahora lo llamo, el toloache se vende en todos los puestos, pero siempre bajo advertencia de sus efectos.

“A mí me visitan mucha gente, me vienen a buscar de todo México y de otros países”, me dice Lukcero cuando le digo que debo seguir mi camino. “Ven cuando quieras, conmigo encuentras lo mejor y lo peor”. Seguro que sí. Le agradezco y nos despedimos con un choque de puños.

Sigo visitando puestos, preguntando por amuletos y pociones distintas; pero todos continúan diciéndome: “Si no compras, no preguntes”. Supongo que leyeron el escepticismo en mis ojos. O eso quiero pensar. Lo intentaré de otra forma. Me sumergí en los pasillos, todos los puestos ofrecen los mismos productos: botellas con líquidos fosforescentes —quién sabe de qué están hechos— para conseguir belleza, polvos de hierbas para “ser un semental”, jabones con feromonas, velas aromáticas para “atraer pareja”, etc. Lo mejor es que cada santero da una explicación distinta.

“No te puedo platicar mucho”, me dice uno. “Pero te recomiendo estos aceites de “amarre total”, el de mayor demanda; o esta miel preparada para evitar que peleen”. “El aceite se consume en gotas”, me dice otro. “No hay nada mejor para un conquistador que el aceite “quita calzón”. Es para las mujeres que no quieren aflojar. Le das unas cuantas gotas y listo”. Qué finos. “Estas mieles son para el amarre”, cuenta un tercero en un puesto distinto. “Lo que viene siendo el matrimonio. Cuando no se quiera casar contigo y ande de rejega o rejego, dale unas gotitas y caerá”. En este puesto también se venden polvos “pa’ cuando ya no la quieres y busques desterrarla de tu vida porque ya te aburrió”.

Todo es muy interesante, podría quedarme aquí conversando durante horas, mi curiosidad me abastece de preguntas infinitas. Sin embargo, algo rompe mi corazón: se llama “chupamirto” y es un amuleto hecho con un colibrí muerto. “Lo cuelgas y ahí lo dejas hasta que un pretendiente toque la puerta”, me dicen en todos los puestos. Hay diferentes “diseños” y pienso que la escena que me pareció en un principio graciosa se ha vuelto tenebrosa.

 

“Cuando creas que tu novio se está acostando con alguien más, prende esta vela y tendrás control sobre su miembro”. Foto: Carlos Castillo, Vice

Una llamada a mi móvil me saca de mi ensimismamiento. Es Lizbeth, una bruja con la que había agendado una visita para un amarre —un acto de brujería para asegurar que se cumpla un deseo particular— de amor. ¡Por fin! Quedamos de encontrarnos entre los locales de animales exóticos —otra de las razones por las que el Mercado Sonora es conocido es su venta ilegal de animales vivos, lo mismo perros que monos, iguanas, pericos, etc.—; Nos reconoceremos por la ropa que traemos puesta.

Minutos después de presentarnos y caminar entre las jaulas de animales llegamos a un pequeño cuarto acogedor cubierto con cortinas brillantes y doradas. Me pide que me siente y ponga atención.

“Hacer amarres —como le llaman al acto de magia— es un don que traigo desde que soy niña”, me cuenta. “Los he hecho toda la vida, es algo que no se aprende, lo traes o no”. Lizbeth cubre la mesa con pétalos de rosas, frascos con líquidos extraños, jaleas, jabones y velas hechas con unos polvos llamados “ven a mí”. Al final coloca un “chupamirto” —ay, mi corazón—, al que le pone unas gotitas de feromonas. Me lo regala. Debo llevarlo siempre conmigo.

También me recomienda beber un té “cundeamor” con un poco de manteca de cacao. “Tómatelo durante un baño de tina, será más efectivo”.

Y para mantener la fidelidad, una vela en forma de pene. “No te asustes”, me dice Lizbeth. “Cuando creas que tu novio se está acostando con alguien más, prende esta vela y tendrás control sobre su miembro”. Qué romántico. “Pero antes debes prender la vela de la unión y, cuando consumen su acto de amor entierra la base de la vela bajo un árbol. Así tu amor crecerá tan fuerte como el árbol”.

“La bruja del amor” me regalo un kit completo de velas, polvos, y jabones para hacer un amarre amoroso a quien yo quiera, cuando quiera. “Una nunca sabe cuándo lo va a necesitar”, dice ella. “Ah, pero antes debes hacerte inmune al mal de amores o a los amarres que alguien más pueda hacer contra ti”, me advierte y me aconseja que compre una hierba llamada rompe saraguey, una raíz medicinal muy popular en la santería, y me beba una infusión bien cargada hecha con ella.

Me fui con una bolsa cargada de objetos tétricos y con una sensación extraña. No sé si estoy sorprendida por la alta demanda de estas bebidas esotéricas para conseguir el amor—el mercado estaba lleno de gente husmeando y comprando amuletos y brebajes— o si sigo asustada por el colibrí muerto que cargo conmigo.

Los “chupamirtos”: amuletos para el amor hechos con colibríes muertos. Foto: Carlos Castillo, Vice

FOTOS | ¡Pásele marchanta! Los mercados, sitios con mucho sabor a México

viernes, marzo 24th, 2017

Son 329 y están repartidos en las 16 delegaciones de la Ciudad de México, donde ya son Patrimonio cultural intangible. En el resto del país también los hay municipales, de comida, de plantas y hasta de trueque. Son lugares de intercambio de ingredientes, sí, pero también de historias. Los mercados son el reflejo de la cultura mexicana.

Por Cri Rodríguez y Daniela Medina

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).– La señora Lourdes López se levanta todos los días muy temprano desde hace más de seis años para abrir su puesto de plantas y flores a las 7 de la mañana, “a mí me gusta llegar temprano, porque hay veces que en las escuelas u oficinas requieren de alguna plantita y luego se les olvida, por eso procuro llegar antes de que los niños se vayan a la escuela o de que entren a trabajar por si se les ofrece algo, yo aquí estoy. Y me voy hasta las 6 de la tarde que cierran”. Ella trabaja en el Mercado de Medellín, en la colonia Roma de la Ciudad de México, uno de los 329 que la capital del país tiene.

 

Esta fotografía fue tomada en el Mercado Cuauhtémoc, ubicado en Río Lerma y Río Tigris. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“Yo llegué aquí porque mis papás fueron los que empezaron a vender en este mercado, pero ellos se dedicaban a la fruta, posteriormente fallecieron y entre los hermanos nos dimos los puestos que les íbamos a trabajar. Yo me interesé mucho en las plantas porque me gusta, llevo casi seis o siete años en este comercio”, dice Lourdes a Mundano.

Es uno de los 39 mercados públicos que hay en la delegación Cuauhtémoc. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“Yo creo que esto lo traemos ya de raíz de mis papás, a mí me gusta mucho el mercado, en sí el negocio, tratar a la gente, me gusta lo que hago. Me gusta estarles explicando, que la gente venga y me haga algunas preguntas, no necesariamente tiene que comprarme para que yo le pueda dar alguna sugerencia”, continúa.

Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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El Mercado de San Juan, uno de los más famosos por su oferta gastronómica. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“El mercado es bueno porque aquí la gente viene y anda preguntando precios, compra donde le es más económico. Si fuera una tienda departamental ya son precios fijos y compra porque compra, en cambio aquí se dan el lujo tanto de escoger como de preguntar y ver en dónde lo tratan bien”, nos dice la señora López.

Se encuentra en Arcos de Belén, en el centro de la Ciudad de México. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“Sí me va bien pero la venta no es del diario, es los fines de semana o días festivos. Mucha gente vivimos de esto, hay mucha familia mexicana que vive del comercio, que es por generación, los papás, los hijos, los nietos”, finaliza.

Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Angélica Dávila, por su parte, está al frente del puesto de fruta en ese mismo mercado, al que llegó a través de la familia de su marido, “este negocio tiene más de 40 años, pero estando yo son entre dos a tres años. Llegué por medio de mi esposo, como él trabajaba con su padre, pero al fallecer mi suegro, él se hizo cargo del negocio”, dice en entrevista con Mundano.

El Mercado de Sonora es uno de los más grandes de la ciudad con 404 locales. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“Yo llego desde las 8 de la mañana, a barrer, limpiar, porque tratamos de que esté muy limpio aquí y empezamos a acomodar, a sacar fruta de canastos y estamos hasta las 6 de la tarde”, continúa.

Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Ahí hay desde adornos para eventos hasta animales exóticos. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

Ante la pregunta de qué es lo que más le gusta y qué no de trabajar en un mercado, la señora Angélica menciona que este trabajo le ha ayudado a mejorar el trato con la gente, pero al mismo tiempo, acepta que es complicado convivir con el resto de los locatarios.

“Estar aquí me ha ayudado a desenvolverme un poco más con la gente porque cuando yo empecé me daba mucha pena ofrecer a los clientes, al principio me ponía roja y ahora no, vas conociendo gente, tratando, incluso cada quien se hace de esos clientes, porque luego está mi esposo y no quieren que los atienda él.

Yo aquí a lo que vengo es al negocio, con la única persona con la que convivo es con mi cuñada y lo que no me gusta es el tipo de gente que labora aquí porque no es de la Roma, vienen de las orillas, por lo regular todos vienen del Estado [de México]”, dice.

Venden también hierbas medicinales e imágenes religiosas. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

Por otro lado, llama a la gente a valorar la importancia de estos centros de comercio y su importancia: “Yo siento que se está perdiendo mucho, porque ya toda la gente va mucho a los centros  comerciales, porque aquí mismo nos lo dicen ‘¿cómo es posible que en el súper esté más barato?’ Sí nos remarcan mucho eso de que damos caro y se les explica que es porque las cosas se traen diario por cajas chiquitas, no como en los supermercados que son por tonelada. Me gustaría que no se abandonara tanto a los mercados porque están solos, no hay gente”, finaliza.

Ha sido constantemente criticado por vender animalitos en malas condiciones. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Nicolás Lorenzo Antonio llegó hace 15 años al Mercado de Medellín a vender fruta y verdura, pero se dio cuenta que por su ubicación, estaba llegando otro tipo de consumidores: “la clientela fue cambiando y llega mucho extranjero a la colonia Roma, empezaron a pedir cosas de Colombia como abarrotes, jugos, refrescos, malta, plátano verde, yuca”, dice en entrevista.

El “tianguis de los martes de la Condesa”, se ubica sobre la calle de Pachuca. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico existen mil 420 tianguis en la ciudad. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

Sabe que pese a ser lugares de gran peso cultural y económico para la ciudad, algunos están descuidados, “deberíamos de ponerles más empeño y meter más variedad de productos, surtirlos más”, continúa.

Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Autoridades, activistas y organizaciones llaman a hacer las comprar en los tianguis y mercados para obtener beneficios de salud y económicos. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

Para él, los peores días son los que no puede ir a trabajar, “porque significa que estoy enfermo” –dice entre risas– “me gusta mucho relacionarme con la gente, conoces la cultura de otros países, sin querer preguntas cómo cocinan algunas cosas, cuántas formas hay de prepararlo y te vas involucrando y si te gusta, se te hace más ligero el día”.

Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

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Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

ENTREVISTA | Mi Mercado: lugar de historias entre frutas y verduras

viernes, marzo 24th, 2017

Mundano habló con Elizabeth Montes de Oca, hija de padres comerciantes, socióloga, promotora y trotadora de los mercados de la ciudad, quien destaca que su importancia no recae en el intercambio de bienes, sino que son un referente de identidad de los mexicanos desde tiempos prehispánicos.

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).– Elizabeth Montes de Oca es socióloga y se asume marchanta y trotadora de mercados desde antes de tomar el puesto de subdirectora de Capacitación y Promoción en la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la Ciudad de México y no, aunque se lo propusiera no podría reducir a menos de 100 la lista de sus mercados favoritos.

“Desde antes ya tenía el gusto, mis papás son comerciantes y mucho de su abastecimiento era en los mercados, asimismo con mi formación de socióloga me dio también para trabajar desde la carrera en algunos temas culturales de los mercados”, dice en entrevista con Mundano.

– ¿Cuál consideras que es la importancia de los mercados en la sociedad mexicana?

– Al mercado yo lo veo como un centro de barrio, es el referente de la población de la Ciudad de México y en sí del mexicano, pues ahí puedes comprar de todo. No solamente es el intercambio comercial que se genera con los productos, en sí la cultura mexicana está representada en los mercados públicos. Ahí tenemos desde el Mercado de Tlaltelolco, como un referente de identidad.

– ¿Qué es lo que más te gusta de los mercados?

– En sí el mercado público no es solamente la infraestructura, el espacio, es lo que se teje ahí, las relaciones entre el locatario y el marchante, que a veces terminan siendo como el psicólogo personal, no solamente es ir a adquirir un bien, es encontrar a alguien que te escucha, con quien intercambias no solamente los productos sino tejes relaciones con ellos.

– ¿Con el auge del consumo local han notado un aumento en los visitantes?

– Lo que ha hecho también Sedeco es promover a los mercados como Patrimonio cultural intangible, esta declaratoria es para conservar todo lo que en ellos converge, no lo económico, no la infraestructura, sino todas las relaciones, los dichos, lo que no se puede tocar. Sedeco trata de recuperarlos para que la gente vuelva a ellos, sobre  todo el sector joven.

– ¿Qué opinas de la nueva tendencia de mercados gourmet?

– El Secretario [Salomón Chertorivski] implementó el fondo de mercados públicos, para rehabilitarlos y no sólo dotarlos de un nuevo local, sino de nuevas prácticas comerciales, que puedan contar con terminales punto de venta, tengan capacitaciones para ofrecer todo este tipo de servicios. Efectivamente hay una tendencia a los mercados gourmet, que en el mercado público también encontramos cafeterías, baguetes, para llegarle al nuevo público consumidor.

– ¿Alguna experiencia personal que recuerdes en un mercad0?

– El Mercado de Río Blanco en 2015 tuvo un siniestro y se estuvo trabajando desde ese día de la mano de los locatarios, generamos un modelo de mercado público, un taller en el que les preguntábamos en qué querían ser capacitados, eso generó un vínculo, donde nosotros supimos que el mercado público finalmente es heredado, es un mercado donde se tejen relaciones y actualmente quien te atiende los llamamos ‘los hijos del mercado’, un fenómeno que observamos, que quienes atienden son los hijos que crecieron dentro de ese lugar.

– ¿Tienes un favorito?

– Son 329 mercados, tanto con mi trabajo y anteriormente yo ya había tenido la oportunidad de visitar muchos de ellos, entonces me puede gustar un mercado en la Doctores, como uno en Tláhuac, cada mercado tiene su particularidad. Un favorito no, tendría que hacer una lista de por lo menos 100 de los 329.