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No todas las especies de dientes de sable fueron temibles depredadores, aseguran investigadores

viernes, junio 26th, 2020

Los dientes de sable se desarrollaron en todas las formas y tamaños, y hasta ahora la ciencia conoce casi cien dientes de sable diferentes.

Madrid, 26 de junio (EuropaPress).- Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Bristol ha demostrado que no todos los dientes de sable eran depredadores temibles.

Los felinos con dientes de sable, como la especie norteamericana Smilodon fatalis, se encuentran entre los animales fósiles más emblemáticos con fama de ser depredadores feroces. Sin embargo, los dientes de sable se desarrollaron en todas las formas y tamaños, y hasta ahora la ciencia conoce casi cien dientes de sable diferentes.

Thylacosmilus atrox (que significa “terrible cuchillo en bolsa”) es un animal muy conocido que vivió hace unos cinco millones de años en Argentina.

Un marsupial del tamaño de un jaguar, es conocido popularmente como el “diente de sable marsupial”, en comparación con los felinos con dientes de sable en otras partes del mundo, y a menudo se presenta como un caso clásico de evolución convergente, donde los animales parecen tener una forma similar a pesar de tener relaciones evolutivas muy diferentes (como zarigüeyas voladoras marsupiales y ardillas voladoras placentarias, ambas, por supuesto, planeadoras en lugar de verdaderas voladoras).

Thylacosmilus tenía caninos enormes y en constante crecimiento, lo que llevó a la gente a especular que era un depredador aún más cruel que los carnívoros placentarios a los que se parecía superficialmente, como Smilodon.

¿Pero era realmente un depredador feroz como los extintos gatos placentarios con dientes de sable, que parecen haber sido muy parecidos a los gatos modernos pero con un modo diferente de matar a sus presas?

Un equipo internacional de investigadores, dirigido por la profesora Christine Janis de la Facultad de Ciencias de la Tierra de Bristol, ha realizado una serie de estudios sobre el cráneo y los dientes de este animal y ha llegado a una conclusión diferente. Sus hallazgos se publican en la revista PeerJ.

Janis dijo en un comunicado: “Tiene caninos impresionantes, sin duda: pero si miras la imagen completa de su anatomía, muchas cosas simplemente no cuadran. Por ejemplo, casi carece de incisivos, que los grandes felinos usan hoy para sacar la carne del hueso, y sus mandíbulas inferiores no estaban fusionadas.

“Además, los caninos de Thylacosmilus eran diferentes de los dientes de otros mamíferos con dientes de sable, siendo de forma triangular como una garra en lugar de planos como una cuchilla”.

Un estudio estadístico, que comparó aspectos del cráneo y los dientes de Thylacosmilus con los grandes felinos actuales y una diversidad de felinos extintos con dientes de sable, confirmó las sospechas sobre las diferencias con sus supuestos homólogos placentarios.

El coautor Borja Figueirido, de la Universidad de Málaga, agregó: “El cráneo se parece superficialmente al de un dientes de sable placentario. Pero si realmente cuantificas las cosas, queda claro que el cráneo de Thylacosmilus era diferente en muchos detalles de cualquier mamífero carnívoro conocido, pasado o presente”.

También fueron reveladores estudios biomecánicos detallados que comparaban los cráneos de Thylacosmilus y Smilodon, simulando el rendimiento en diferentes condiciones.

Stephan Lautenschlager, de la Universidad de Birmingham, autor colaborador del artículo que realizó estos análisis, dijo: “Estudios anteriores de otros investigadores han demostrado que Thylacosmilus tuvo una mordida más débil que Smilodon”.

“Pero lo que podemos mostrar es que probablemente hubo una diferencia en el comportamiento entre las dos especies: el cráneo y los caninos de Thylacosmilus son más débiles en una acción punzante que los de Smilodon, pero son más fuertes en un tipo de acción de ‘retroceso’, lo que sugiere que Thylacosmilus no estaba usando sus caninos para matar, sino quizás para abrir cadáveres “.

Finalmente, los otros dientes de Thylacosmilus también plantean problemas para la interpretación de este animal como un depredador felino, con dientes de sable o no. Además de la desconcertante falta de incisivos, los molares son pequeños y no se desgastaron a lo largo de los lados como se ve en un animal que se alimenta de carne.

Larisa DeSantis, de la Universidad de Vanderbilt (EE. UU.), quien realizó un estudio dental detallado, agregó: “Los molares tienden a desgastarse desde arriba, como se ve en una trituradora de huesos”.

“Pero si examina la microtextura detallada en las superficies de los dientes, está claro que estaba comiendo alimentos blandos. Su desgaste es más similar al de los guepardos que comen de cadáveres frescos y sugiere una dieta aún más suave que la que se alimenta a los leones cautivos”.

“Thylacosmilus no era una trituradora de huesos y, en cambio, puede haberse especializado en órganos internos”.

Janis dijo: “Es un poco misterioso lo que este animal estaba haciendo realmente, pero está claro que no era solo una versión marsupial de un gato con dientes de sable como Smilodon”.

¡Canguros al ataque! Hombre da comida a un marsupial y le cae la familia entera (VIDEOS)

jueves, noviembre 3rd, 2016

El dueño de una caravana o casa rodante en Australia pasaba un día de campo con su familia, cuando de pronto, un curioso vecino abordó el vehículo. Se trataba de un canguro, quien no queriendo abandonar la morada, fue “sobornado” con comida para abandonar el lugar. Sólo que al dueño del inmueble le salió el tiro por la culata, ya que al día siguiente un conjunto de marsupiales hacía cola para recibir alimento.

Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).- Primer acto: un usuario de Youtube publicó un video en el que se observa la intromisión de un canguro en su casa rodante mientras pasaba momentos tranquilos con sus dos hijos y su esposa. Lo curioso es que el didelfo o marsupial no quería abandonar la caravana, y luego de varios intentos por correrlo, el dueño del hogar terminó por darle de comer hasta que el animal regresó a la intemperie.

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Segundo acto: un día después, el amable hombre que buscó deshacerse del canguro se encontró con una escena inusual. Afuera de su casa rodante había una cola de didelfos que aguardaban a ser atendidos por el chef en turno. Lo increíble de esto es que los marsupiales en cuestión parecieran aguardar pacientes y en orden, quizá algo que los seres humanos debiéramos aprender de esta encomiable especie animal.

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Entonces brinca la pregunta ¿cómo le hacen los canguros para comunicarse? Porque hay demasiado orden como para tratarse de una coincidencia. Hay muchos canguros que se enteraron de que en algún lugar del bosque hay un extraño bípedo que reparte manzanas. Y siendo que el producto es gratis, como con toda promoción o descuento, las colas son el natural resultado.

De acuerdo con el Kangarooworlds, los canguros tienen diversos métodos de comunicación, entre los que destacan vocalizaciones, movimientos corporales y marcas olfativas.

Asimismo, es sabido que los didelfos adultos, sobre todo las madres, se comunican con sus crías por medio de chasquidos o sonidos cortos y con una cierta entonación. Además, los canguros tienen la capacidad de emitir silbidos y vocalizar sonidos parecidos al de una tos.

En cambio, estos marsupiales bípedos se conocen a través del olfato, ya que cuando uno de ellos se una a una comunidad, sus nuevos compañeros tratan de conocerlo oliéndolo e inclusive tocando su nariz. En caso de peligro o riesgo, los canguros utilizan sus patas para golpear el suelo para alertar a sus iguales -aunque es una teoría no corroborada aún-.

Finalmente está el hedor, que a modo de identificación personal, sirve para establecer relaciones familiares e incluso está presente en la reproducción, ya que en época de apareamiento, los canguros macho suelen percibir el buqué o aroma de la orina de la hembra. Ello para detectar sustancias químicas que corroboren un óptimo estado reproductivo.

Además de estas peculiares y muy interesantes características, podemos considerar que estos marsupiales, como todas las especies, cuentan con un repertorio de cualidades que los hacen únicos y maravillosos. A continuación mencionaremos algunas de ellas.

CURIOSIDADES QUE SEGURAMENTE NO CONOCIAS SOBRE LOS CANGUROS

Foto: Shutterstock.

Foto: Shutterstock.

1.- La palabra “kanguroo” fue asociada con estos animales desde 1700, cuando por un error de comunicación con los nativos australianos en una suerte de teléfono descompuesto, el capitán inglés James Cook, quien descubriera el continente australiano, preguntó acerca de este intrépido marsupial. Como ninguno hablaba el idioma del otro, los pigmeos contestaron “kan-ga-roo”, es decir, “no entiendo”. Sin querer y sin saberlo, Cook pensó que así llamaban a los didelfos, y de ese accidente nació su denominación actual.

2.- La mayoría de estos didelfos viven en grupos sociales a los que se les denomina como “turbas” y están constituidas en promedio por al menos 10 ejemplares -entre machos y hembras adulto, además de jóvenes y crías-. Inclusive los canguros tienen jerarquías sociales que varían según la especie, y así como entre los seres humanos, los líderes de grupo tienen acceso a privilegios, no sólo reproductivos, sino también de acceso a alimentos y sitios de descanso bajo la sombra.

3.- Existen canguros nómadas, algo así como jóvenes que se pasean con una mochila visitando diferentes turbas… hasta que se les ocurra sentar cabeza o una pareja los obligue a hacerlo. Esta “membresía abierta” es una especie de sistema mediante el cual los miembros de una turba pueden entrar y salir de la agrupación de acuerdo con sus respectivas necesidades, lo que de cierta forma aumenta la posibilidad de que se formen nuevos grupos que puedan hacer frente a los depredadores.

4.- Los canguros tienen una suerte de olimpiadas, pero no compiten precisamente por una presea. Más bien lo hacen para reproducirse y liderar a una manada. Por ello, estos animales se suben al ring y pelean a puño limpio, y así como el “Canelo” o Manny Pacquiao, se debaten a una caída. Claro que la edad y el tamaño cuentan, porque más allá de haber categorías, en esta sociedad la fuerza se demuestra por igual y lo que importa es resultar vencedor.

5.- Según un artículo del sitio oficial “Estudiar en Australia” firmado por Natalia Sanz, existen alrededor de 47 especies de canguro, desde los más pequeños que son conocidos como wallabies (pesan cerca de 1 kilogramo), hasta los más grandes, que son los canguros rojos (que pesan aproximadamente 135 kilogramos).

6.- Las crías de canguro son los únicos mamíferos que respiran a través de la piel, puesto que como sus pulmones tardan en desarrollarse por completo, se ven obligados por naturaleza a cambiar de modo de oxigenación.

Foto: Shutterstock.

Foto: Shutterstock.

7.- Como marsupiales, los canguros recién nacidos completan su desarrollo dentro de la bolsa embrionaria de la madre. Por ello, antes que desarrollar en su totalidad los órganos internos principales -como sucede con la mayor parte de los animales-, estos didelfos desarrollan primero sus extremidades, de modo que puedan escalar y meterse al bolso de mamá, lugar en donde serán amamantados y en el que podrán terminar de formarse en un periodo de entre 180 y 300 días. De lo contrario, es decir, de no poder trepar a la bolsa, la mamá los abandona a su suerte y lo único que les depara es la muerte. Digamos que es el control natal de la naturaleza.

8.- Las hembras de canguro pueden determinar el género de sus respectivas crías antes de que nazcan, así que no requieren de un ultrasonido para saberlo, pero tampoco pueden aguardar por la sorpresa. Asimismo, en época de sequía o cuando las condiciones no son óptimas para el alumbramiento de un nonato, las hembras pueden detener el desarrollo de su cría en la matriz, con lo que aumentan las posibilidades de que su descendencia sobreviva.

9.- Los canguros son los únicos animales grandes que se desplazan por medio de saltos, alcanzando velocidades de hasta 60 kilómetros por hora y alturas de 3 metros. Para saltar, sus colas son elementales, ya que además de fungir para mantener el equilibrio, sirve para darles más impulso -casi como si fuera una tercera pata-. A pesar de su gran actividad física, estos animales no sudan -por ello lamen sus patas delanteras y se frotan, de modo que puedan refrescar su piel-.

10.- Además de poder vivir hasta por 18 años y medir cerca de 2 metros de altura, los canguros tienen la habilidad de girar sus orejas para escuchar hasta los sonidos más ligeros, justo como si tuvieran amplificadores pegados a los costados de la cabeza. Asimismo, por su anatomía, no pueden dar marcha atrás, literalmente. Debido a que tienen largos pies retroceder no es una opción, así como se ven impedidos o dificultados para avanzar lentamente. Quizá por eso siempre anden de prisa.

11.- Los canguros adoran los psicotrópicos. Según “Estudiar en Australia”, Tasmania es el productor más grande de amapolas para uso legal de opio, plantas que estos marsupiales consumen y que los pone de buen humor.

Quokka, el marsupial de las selfies virales en Australia, en peligro de extinción

martes, septiembre 20th, 2016

Los quokkas son unos pequeños marsupiales cuya sonrisa ha desatado un fenómeno viral de selfies en Australia, donde se encuentran en riesgo de desaparecer debido a incendios forestales, el desarrollo humano y sus depredadores.

Sídney (Australia), 20 sep (EFE).- El quokka (Setonix brachyurus) es un herbívoro nocturno que mide poco más de 40 centímetros, tiene un pelaje color marrón grisáceo y una larga cola, y es considerado como la versión más pequeña de los ualabíes.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza sitúa en su lista de especies vulnerables a estos diminutos marsupiales, cuyas hembras tienen solamente una cría al año y viven un promedio de diez años.

El marsupial, que habita exclusivamente el suroeste de Australia, era conocido por el pueblo aborigen de Noongar como “Bangup”, “Bundeuo” o “Quak-a”.

Al verlo por primera vez, el explorador holandés Willen de Vlamingh lo describió como “una especie de rata tan grande como un gato”, lo que le llevó a bautizar el lugar donde los avistó como Rottenest (nido de ratas).

Este lugar, la isla Rottnest situada delante de la ciudad de Perth, es el principal hábitat de los quokkas, en el que se cuentan entre 8 mil y 12 mil ejemplares.

Su abundancia en Rottnest ha convertido a estos animalitos -que no tienen miedo a los humanos y parecen sonreír todo el tiempo- en una atracción para los turistas, que se toman con ellos fotografías que han inundado las redes sociales en el país.

Foto: vía Twitter

Su desaparición implicaría un gran impacto en el ecosistema. Foto: vía Twitter

En cambio, la situación de los quokka en el territorio continental australiano es preocupante, ya que desde la colonización europea a finales del siglo XVIII su población ha disminuido dramáticamente hasta los 4 mil ejemplares que se calcula que hay actualmente.

El voraz incendio que arrasó con 98 mil hectáreas de bosque del sur de Australia Occidental en febrero de 2015 agravó la situación hasta llevar a la población de quokkas en Northcliffe al borde la extinción, alerta Merril Halley, encargada de la conservación de especies del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

“Creemos que habían unos 500 ejemplares antes del incendio y los estudios indican que ahora hay solo 39. En los contornos de la zona incendiada hay más ejemplares y creemos que podrían haber huido de las llamas hacia esos lugares”, dijo a Efe Halley.

La terrible realidad es que los sobrevivientes del incendio pasan dificultades porque están aislados unos de otros y en pequeños espacios de hábitat en los que hay poca vegetación para alimentarse y quedan mucho más expuestos a sus depredadores.

Entre estos se cuentan los dingo (perros salvajes) que llegaron al continente austral hace unos 4 mil años, y zorros y gatos introducidos por los europeos.

También el desarrollo humano ha afectado a la población de los quokka, ya que han perdido sus hábitat debido a un mayor uso de tierras agrícolas, la tala de árboles, la urbanización y el uso de espacios para actividades recreativas.

“Los incendios son un riesgo adicional, sobre todo porque son cada vez más intensos, lo que amenaza con tener un mayor impacto en los hábitat de los quokka”, acotó la representante de WWF.

Los quokka de la zona continental del país oceánico son de mucha importancia “porque son genéticamente más diversos” y la potencial desaparición de este emblemático animal de Australia Occidental “tendría un gran impacto en el ecosistema”.

WWF, que coloca collares y utiliza cámaras de vídeo para estudiar los movimientos de los quokka, calcula que se necesitarán unos 15 años para que la población de la zona incendiada se recupere.

El objetivo se ve obstaculizado por la amenaza constante de los depredadores y de que haya más incendios de gran voracidad en el hábitat de estos animales.

Demonios de Tasmania evolucionan para resistir un cáncer que los aqueja

martes, agosto 30th, 2016

Los hallazgos sugieren que el marsupial carnívoro más antiguo del mundo está transformándose en un corto periodo de tiempo, entre 4 y 6 generaciones, para resistir al cáncer.

Foto: Especial

Foto: Especial

Londres, 30 ago (EFE).- Los llamados demonios de Tasmania podrían estar evolucionando para resistir a los tumores faciales, una enfermedad letal que les ha puesto en peligro de extinción, según un estudio publicado hoy en la revista Nature Communications.

Los hallazgos sugieren que el marsupial carnívoro más antiguo del mundo está transformándose en un corto periodo de tiempo, entre 4 y 6 generaciones, para resistir a este tipo de cáncer.

Las conclusiones fueron fruto del estudio de la genética de los demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii), de diversas zonas, tanto antes como después de que la enfermedad apareciese, realizados por el científico Andrew Storfer y sus compañeros de investigación de la Universidad Estatal de Washington, en EU.

El tumor que afecta a ese animal australiano, que a menudo se contrae a través de heridas sufridas en peleas con ejemplares infectados, aparece en su boca y aumenta de tamaño hasta causar unas deformaciones que les impiden comer para sobrevivir.

La población de este marsupial se ha reducido en más del 80 por ciento en las últimas dos décadas debido a esta enfermedad.

Este carnívoro está incluido en el listado nacional de Australia de animales en peligro de extinción y también en la lista roja de Naciones Unidas por considerar que en un plazo de 25 a 35 años puede desaparecer.

El wombat, un “conejo gigante” que adora comer maíz (VIDEO)

domingo, mayo 15th, 2016

Probablemente nunca hayas visto a un wombat, un animal marsupial -como los canguros tiene una bolsa para sus crías- que habita en Australia. Tienen la apariencia de un pequeño oso con piernas cortas,  de no más de 30 kilogramos y de no más de metro y medio de largo. De hecho se ven muy tiernos, aunque poseen mandíbulas fuertes y dientes y garras afilados, mismos que son de uso para cavar sus madrigueras. Pues bien, un video nos muestra a uno de ellos, que además de hambriento, parece sufrir de un problema de gastritis.

[youtube 6GUisuU6xzo]

Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).- Un video de Youtube muestra a Pete, un tierno y peludo wombat que más bien parece un gran conejo y que, al parecer, adora el maíz dulce.

El video, en el que un granjero sostiene a Pete para tratar de alimentarlo con una masorca, ya ha acumulado más de 750 mil hits.

El marsupial no duda y, en cuanto le ponen enfrente al elote, lo ataca como si de ello dependiera su vida, clavando sus afilados dientes en la masorca con una fuerza que uno no esperaría de un animal tan afelpado.

Y por supuesto, Pete también hace un “oso”, pues sin querer, suelta una ventosidad mientras lo alimentan y sostienen. Sin embargo, nuestro peludo amigo permanece siendo adorable.

Ahora ya puedes decir que sabes lo que es un wombat.

La luz artificial puede afectar a la supervivencia de marsupial australiano

miércoles, septiembre 30th, 2015

Sídney (Australia), 30 sep (EFE).- La luz artificial causa retrasos en el parto de una especie de marsupial australiano, lo que evita que el nacimiento de las crías coincida con la disponibilidad de los alimentos que necesitan para crecer, divulga hoy un estudio.

“La contaminación lumínica urbana puede tener un profundo impacto en los desajustes estacionales del proceso fisiológico en la vida salvaje”, según el estudio sobre la reproducción de los ualabíes de Tammar, parecido a un canguro enano, publicado en la revista científica Proceedings B y citado por la cadena australiana ABC.

La luz generada por las bombillas incandescentes LED, que emiten una onda luminosa en el espectro azul y que tiene un mayor impacto negativo en la supresión de la melatonina, empeora aún más la situación, de acuerdo al estudio liderado por Kylie Robert de la Universidad de La Trobe.

Los ualabíes de Tammar (Macropus eugenii) dan a luz unas seis semanas después del solsticio de verano y en los 300 días siguientes llevan a sus crías en la bolsa marsupial para que se desarrolle hasta la primavera cuando el alimento es abundante.

Se cree que esta especie de marsupial se guía a través de la reducción gradual de la duración de la luz del día para detectar cuándo ha pasado el solsticio de verano y poder así dar a luz, agregó la fuente.

Para analizar el impacto de la luz artificial, Robert y sus compañeros siguieron a dos manadas de ualabíes de Tammar en la isla Garden, frente a las costas occidentales del país, una que vive en el bosque y otra cerca de la base militar Sterling, que está constantemente iluminada.

Con ayuda de collares con GPS y tecnología para medir la cantidad de luz a las que estaban expuestos los marsupiales, los científicos notaron que los ualabíes que vivían cerca de la base naval estaban expuestos a grandes cantidades de luz, mientras que los otros solamente a la luz natural.

Asimismo tomaron muestras de sangre y midieron los niveles nocturnos de la hormona melatonina, que aumenta en la oscuridad y ayuda a regular el reloj interno de los animales.

Las muestras detectaron una menor cantidad de melatonina en la población que vive cerca de la base naval.

Tras cinco años de seguimiento, los científicos notaron que los ualabíes expuestos a la luz artificial en la isla Garden parían mucho después que los otros y sospechan que la supresión de la melatonina “enmascara” las señales que necesita el animal para detectar los cambios en las estaciones.