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Uber, Didi, Cabify y 4 aplicaciones solicitan en una carta dialogar con Claudia Sheinbaum y la Semovi

miércoles, mayo 8th, 2019

Las compañías Uber, Cabify, DiDi, Beat, Bolt y Laudrive solicitaron a Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y a Andrés Lajous, titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi) un encuentro para revisar las modificaciones al Reglamento de Movilidad en la capital.

El colectivo Empresas de Redes de Transporte reconoció la disposición para mantener un diálogo abierto con empresas y conductores, y reiteró su interés en colaborar en la construcción de medidas en favor de una movilidad eficiente.

Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).- Distintas empresas de aplicaciones móviles de transporte pidieron a Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y a Andrés Lajous, titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi) establecer un diálogo para revisar las nuevas modificaciones al Reglamento de Movilidad en la capital.

De acuerdo con la carta, publicada por El Economista, las compañías Uber, Cabify, DiDi, Beat, Bolt y Laudrive solicitaron un encuentro en donde plantearán cuestiones como la prohibición del cobro en efectivo de los viajes, cambio que “afectaría directamente las ganancias de los conductores”.

“Hemos buscado un diálogo para sentar las bases de una colaboración permanente con las autoridades, que promueva una regulación innovadora e incluyente en beneficios de la movilidad, los usuarios del transporte y la sana competencia entre los prestadores de servicios de transporte”, señala la misiva.

Disposiciones del reglamento de la Ley de Movilidad. Foto: Gaceta Oficial de la Ciudad de México

Además, el colectivo Empresas de Redes de Transporte reconoció la disposición de la Jefa de Gobierno y de la Semovi para mantener un diálogo abierto con “empresas, conductores e interesados”, y reiteró su interés en colaborar en la construcción de medidas en favor de una movilidad eficiente.

SHEINBAUM “VA PAREJO” CON APPS Y TAXIS

El pasado 25 de abril, Sheinbaum aseguró en conferencia que no busca afectar a conductores de servicio de taxi por aplicación; sólo quiere que su Gobierno se convierta en un regulador del mercado, pues consideró que “a falta de regulación se pueden generar monopolios”.

Un día antes se habían publicado las nuevas disposiciones del reglamento de la Ley de Movilidad en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, donde se detalla que los conductores deben tener una constancia de registro vehicular con la factura del auto, que debe tener como mínimo de costo los 250 mil pesos. 

También se anunció la creación de una licencia tipo E1 para los conductores de este tipo de servicios y los autos deben tener la revista vehicular.

En respuesta, el colectivo de Empresas de Redes de Transporte hizo un llamado a las autoridades capitalinas para que se abra el diálogo en el tema, pues argumentó que esta nueva regulación afecta a los usuarios y reduce las oportunidades económicas de los que hoy tienen un ingreso a través de estos servicios.

Sheinbaum dijo que quiere “poner un piso parejo” entre taxistas y conductores de estas aplicaciones, así como acabar con la corrupción que imperaba dentro de la Secretaría de Movilidad.

Además, aseguró que con las nuevas regulaciones “no se van a perder empleos”. También criticó que hay empresas internacionales de servicio de transporte de pasajeros que no quieren que haya ninguna regulación, pero que las ciudades deben de tenerlas.

La demanda de Laudrive, opción de taxi seguro para mujeres, se dispara con los feminicidios

domingo, octubre 1st, 2017

El feminicidio de la estudiante Mara Castilla en Puebla a manos de un conductor de Cabify, desató un debate sobre el transporte de taxi privado en México, donde plataformas como Uber y Cabify venden sus servicios como seguro y así entran a las ciudades de casi todo el país.

En este contexto, la demanda de Laudrive, el servicio de taxi privado dirigido y operado por mujeres, se disparó entre 50 y 60 por ciento en las últimas semanas, de acuerdo con estimaciones de la propia empresa.

A diferencia de Uber (Estados Unidos) y Cabify (España), Laudrive es una empresa mexicana que surgió en marzo de este año y es la aplicación que cuenta con un botón de pánico conectado directamente al 911 para cualquier incidente que se registre en la unidad.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El asesinato de la estudiante Mara Castilla Miranda en Puebla a manos de un conductor de Cabify puso en alerta a las usuarias de este tipo de servicios, quienes consideraron otras opciones para poder transportarse. En este contexto, la demanda de Laudrive, el servicio de taxi privado dirigido y operado por mujeres, se disparó entre 50 y 60 por ciento en las últimas semanas, de acuerdo con estimaciones de la propia empresa.

La estudiante Mara Castilla fue vista por última vez el 8 de septiembre a las 5:00 horas al salir del bar “The Bronx”, ubicado en San Andrés Cholula, Puebla.

La joven pidió una unidad del servicio Cabify para regresar a su casa, pero nunca llegó. Después de la noticia, su foto comenzó a circular en varios medios locales, nacionales y redes sociales. Días después, el 15 de septiembre, fue encontrada muerta en Tlaxcala.

El caso desató un debate sobre el transporte de taxi privado en México, donde plataformas como Uber, Cabify y recientemente Laudrive, venden sus servicios como seguro y así entran a las ciudades de casi todo el país.

A diferencia de Uber (Estados Unidos) y Cabify (España), Laudrive es una empresa mexicana que surgió en marzo de este año enfocándose en un solo mercado: las mujeres.

De cuerdo con Luis Fernando Montes de Oca, CEO de Laudrive, los recientes casos de violencia en contra de las mujeres en servicios de taxi privado incrementó la demanda de la empresa, que actualmente cuenta con 750 “laudys”, es decir, conductoras certificadas que tiene en su plantilla.

“Laudrive es la única empresa mexicana que piensa realmente en las mujeres para que puedan emprender y transportarse de una manera segura, eficiente y eficaz”, explicó Montes de Oca en entrevista para SinEmbargo.

“Nosotros nos dimos cuenta de que muchas mujeres se sentían inseguras al tomar un taxi y al hacer un análisis descubrimos que se sentían más en confianza cuando el conductor era una mujer”, añadió.

Laudrive cuenta con 750 “laudys”, es decir, conductoras certificadas que tiene en su plantilla. Foto: Cortesía Laudrive.

En México, la mayoría de las legislaciones  de transporte dejan todos los controles sobre el reclutamiento de los choferes a los operadores privados.

En Puebla, por ejemplo, a la Secretaría de Infraestructura y Transportes apenas le toca “vigilar, supervisar y dar seguimiento a los registros proporcionados por las Empresas de Redes de Transporte, termino utilizado para las empresas como Cabify y Uber.

En la Ciudad de México, el Reglamento de la Ley de Movilidad de la Ciudad de México enlista una serie de medidas que deben cumplir los choferes del transporte público, mientras que para las empresas de transporte privado sólo hace especificaciones para las unidades.

En este sentido, el CEO de Laudurive explicó que la empresa lleva a cabo un proceso minucioso de reclutamiento que consiste en ingresar a la página y registrase y posteriormente aplican un examen psicométrico a las mujeres interesadas en formar parte de la empresa, la cual la valida una oficina de certificación.

“Para reclutar a las Laudys se sigue un proceso, el cual consiste en ingresar a la página oficial de la empresa, subir su documentación y nosotros la validamos a través de una oficina de certificación. Las interesadas acuden personalmente a nuestras oficinas les hacemos un examen psicométrico, después la entrevistamos para saber más información”, explicó Luis Fernando Montes de Oca.

Otra servicio que ofrece Laudrive es el botón de pánico, donde las usuarias de la aplicación están conectadas directamente al 911 para cualquier incidente que se registre en la unidad.

Laudrive está disponible en el sistema operativo Android desde el 1 de marzo pasado y desde el 1 de julio en iOS.

La tarifa base es de 10 pesos y el cobro por minuto es de 2.5 pesos, en tanto que el cobro por kilómetro es de 3.5 pesos.

La plataforma solo opera en la Ciudad de México pero espera expandirse a Puebla, Monterrey, Guadalajara y Queretaro entre diciembre de este año y enero de 2018.

Laudrive es la única aplicación de taxi privado que cuenta con un botón de pánico. Foto: Cortesía Laudrive.

Cualquier mujer que tenga un auto y quiera ganar dinero puede ser una “laudy”, mencionó Montes de Oca.

La documentación que se les pide es la credencial del INE, licencia de manejo vigente, carta de antecedentes no penales y comprobante de domicilio.

Respecto a los documentos del auto, las mujeres deben presentar tarjeta de circulación, seguro, factura o Carta Factura.

Debido al sismo registrado el pasado 19 de septiembre que dejó más de 300 muertos, Laudrive anunció una reducción en su comisión al 10 por ciento durante los meses de octubre y noviembre.

Las usuarias que deseen este servicio deben darse alta en la plataforma y registrar una tarjeta de crédito o débito para realizar los pagos, una vez confirmada la petición del servicio se comparte la información de la conductora, las placas del auto y el color para identificarlo fácilmente.

Mujeres al volante: Transporte exclusivo, violencia y desigualdad en la Ciudad de México

domingo, abril 23rd, 2017

Viajar por la capital mexicana en transporte público es una experiencia intensa: las millones de personas que viajan diariamente en esta megalópolis lo saben. Y si son mujeres, el riesgo aumenta. Ante las problemáticas de inseguridad, acoso y violencia, surgió Laudrive, un servicio privado “de mujeres para mujeres”, a partir de ahí, la socióloga Delfina Schenone hace un análisis sobre la necesidad de educación y medidas de seguridad integrales, en vez de servicios exclusivos.

Por Delfina Schenone Sienra

@delfiss87

Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).– Desde el primero de marzo funciona un nuevo servicio de taxi on demand exclusivamente conducido por mujeres y para mujeres llamado Laudrive. “Más que un servicio de transporte, lo que nosotros vendemos es confianza para todas las involucradas” asegura la empresa radicada en la ciudad que tiene el transporte más peligroso de América Latina y el Caribe. Una vez más aparece una iniciativa para evitar el acoso sexual e implica separar a hombres y a mujeres. El mercado toma nota de las falencias del Estado y crea un negocio en donde hay una necesidad.

Viajar por la Ciudad de México (CdMx) en transporte público es una experiencia intensa: las millones de personas que viajan diariamente en esta megalópolis lo saben. Subir al Metro o al Metrobús un viernes por la tarde durante la temporada de lluvias puede ser uno de los momentos de mayor cercanía física con un/a desconocido/a que alguien pueda vivir. Siendo mujer la cuestión empeora: la posibilidad de acoso sexual es alta y por eso muchas prefieren viajar en los vagones exclusivos que, aunque no representan una solución al problema de la violencia, sí logran dar un respiro a muchas mujeres.

Un informe realizado en 2016 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señaló que México tiene el sistema de transporte más peligroso para las mujeres en América Latina y el Caribe. Asimismo, otros estudios concluyeron que las mujeres de la ciudad realizan aproximadamente 10 millones de desplazamientos al día, de los cuales 73.9 por ciento son en transporte público (ONU Mujeres, 2015); el 90 por ciento de las encuestadas ha sufrido actos de violencia en el transporte público de la ciudad (Zermeño y Plácido, 2009), el 60.2 por ciento de las mujeres de la CdMx han sido víctima de violencia sexual (Endireh 2011, cit. en ONU Mujeres 2015) y el 81.4 por ciento se siente insegura de vivir y/o transitar en la ciudad (ENVIPE, 2015 cit. En ONU Mujeres, 2015).

Si se toma el caso del Metro, en 2016 se registraron 671 casos de acoso sexual a mujeres, según informó Jorge Gaviño, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Sin embargo, señaló que la mayor parte de los casos no llega formalizar una denuncia. Esto se debe a que en el momento en que una mujer busca a un policía para denunciar al agresor, se desencadena un proceso de revictimización. Se desconfía de la palabra de la agredida, se minimizan los hechos y se busca solucionar el incidente mediante una disculpa del agresor desestimando a la víctima a denunciar en el Ministerio Público. De hecho, según un informe presentado por cuatro organizaciones sociales que evaluaron la implementación de la Estrategia 30-100 para prevenir la violencia contra las mujeres en la CdMx en 2016, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reconoció que aún no existe un protocolo de actuación policial para enfrentar violencia en el transporte público.

[youtube yTJLgyN1uxc]

La aparición de servicios de transporte exclusivos para mujeres no es novedad en la capital mexicana. Pareciera ser que en esta ciudad una respuesta común al problema de la violencia sexual en el espacio público consiste en dividir a hombres y mujeres. Desde el 2008 se puso en marcha el programa “Viajemos Seguras”, a partir del cual se crearon vehículos y vagones exclusivos en el Metro y Metrobús para mujeres entre otras medidas, que siguen existiendo hoy día a pesar de que no se sabe con certeza cuál ha sido su eficacia. Mientras el Gobierno señala que las denuncias han bajado, las organizaciones sociales lo contradicen diciendo que se desestima a las víctimas a denunciar, lo que genera mayor subregistro del que existe normalmente en estos casos.

La cuestión es que el problema de fondo – la violencia sexual y el acoso en el espacio y transporte público– sigue existiendo y son necesarias medidas integrales, como políticas de educación sexual o sensibilización de la población en problemáticas de género que eduquen a los varones a no violar en lugar de enseñarle a las mujeres cómo evitar ser violadas. Es decir, más educación y menos servicios exclusivos.

“TENÍA QUE SER MUJER”

Uno de los estereotipos machistas más comunes es el de asociar a las mujeres con la mala conducción de vehículos. Manejar, comprar y hablar de carros pareciera ser aún un territorio exclusivamente masculino. ¿Cuántas veces se encuentra un taxi conducido por una mujer? ¿O un metrobús? Probablemente, pocas veces. Y esto es así porque el rubro de transporte es uno de los que tiene mayor presencia masculina.

Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2016 las mujeres representaron el 43 por ciento de la población ocupada de la Ciudad de México. Si se observa su participación en el sector de actividad económica “Transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento”, se puede ver que representan el 20 por ciento de la población ocupada en ese sector, siendo éste el tercero con más presencia masculina.

Gráfico: Elaboración de la autora a partir de datos ENOE – Inegi 2016.

Una iniciativa, como la de Laudrive, que incluya a las mujeres en este mercado laboral puede tener un efecto positivo aunque no se lo proponga de manera explícita. Sin embargo, la aparición de un servicio de este tipo responde a una necesidad de mercado y como todo emprendimiento privado, en el momento en que deje de ser rentable, seguramente dejará de existir. Por eso se necesitan políticas públicas con perspectiva de género que combatan la desigualdad horizontal en el mercado laboral.

Pero, ¿qué es la desigualdad horizontal? Es la participación dispar de hombres y mujeres según el sector de la economía o rubro de trabajo. Esto sucede, por ejemplo, en aquellos empleos de fuerza (como la construcción) donde suelen tomar más hombres por ser ocupaciones consideradas masculinas. O trabajos de servicio de limpieza o cuidado donde sucede lo contrario por ser tareas que involucran supuestas cualidades femeninas.

Además, no sólo existen profesiones u ocupaciones más masculinas o femeninas que otras, sino que también existe una desigualdad en las posiciones que ocupan hombres y mujeres dentro de la jerarquía de cada sector, en donde los primeros suelen tener posiciones más altas y llegar a puestos de decisión en mayor medida que las mujeres. Sin ir más lejos, aunque Laudrive se define como un servicio de mujeres para mujeres, cuando se observa quién dirige la empresa se puede ver que es (¡sorpresa!) un hombre.

Ambas desigualdades son explicadas a partir de cuestiones culturales e ideológicas (estereotipos, preconceptos, representaciones, culturas institucionales, entre otros), donde se atribuyen características diferentes a hombres y mujeres “por naturaleza” y a raíz de esa supuesta diferencia natural se justifica que estén capacitados o capacitadas para realizar distinto tipo de tareas. En el caso de las mujeres, se les visualiza como más competentes que los hombres para realizar tareas de servicio, cuidado o manejar relaciones sociales, por lo cual se explica que estén sobrerrepresentadas en el sector no manual. El problema es que al ser barreras implícitas e informales son más difíciles de detectar y modificar.

[youtube hozs6ealPt0]

En este sentido, la aparición de un servicio de transporte exclusivo no va a terminar con el problema de la violencia y acoso sexual de las mujeres en el transporte público ni tampoco a modificar la estructura del mercado laboral. Pero sí permite contrarrestar la desigualdad horizontal en el mercado de trabajo: brindar más oportunidades de empleo a las mujeres de la ciudad y enviar un mensaje a otras empresas para que sigan el ejemplo de contratar a trabajadoras en aquellos rubros donde escasean. Y mientras tanto se otorga un servicio en el que ellas se puedan sentir seguras hasta que se implementen mejores políticas gubernamentales para solucionar el problema de la violencia de género.

Sobre la autora

Delfina Schenone Sienra es socióloga por la Universidad de Buenos Aires, Maestra en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso México) y especialista en estudios de género.