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La norma sobre estrés laboral inquieta a los empresarios; no la entienden y pueden ser multados

jueves, octubre 24th, 2019

Las empresas están obligadas a entregar a sus trabajadores un ejemplar impreso del contrato colectivo de trabajo inicial o de su revisión, dentro de los 15 días siguientes a que sea depositado ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.

La nueva reforma trata igualmente de paliar el estrés laboral y, por otro lado, sancionar los actos de hostigamiento o acoso sexual.

México, 24 de octubre (EFE).- Las compañías mexicanas se encuentran en pleno proceso de adaptación a una nueva normativa que pretende reducir el estrés laboral y que contiene múltiples problemas de interpretación en su implementación, dijeron este jueves a Efe organizaciones empresariales.

La denominada Norma 035 entró en vigor este miércoles para prevenir los factores de riesgo psicosocial y desajustes laborales en un país que, según la Organización Mundial de Salud, ocupa el primer lugar en estrés laboral en el mundo.

“La norma sobre estrés laboral inquieta mucho al sector privado por sus implicaciones en la interpretación para determinar cómo resolver cuando el trabajador presente un problema”, explicó este jueves un portavoz de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) de México.

Entre los principales componentes de la reforma se encuentra la eliminación de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, que realizará la función conciliadora en materia federal y llevará el registro de todos los contratos colectivos de trabajo, reglamentos interiores del mismo y de las organizaciones sindicales.

Las empresas están obligadas a entregar a sus trabajadores un ejemplar impreso del contrato colectivo de trabajo inicial o de su revisión, dentro de los 15 días siguientes a que sea depositado ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.

Pueden ponerse multas por diversas infracciones que son acumulativas y pueden llegar hasta los 2.5 millones de pesos (unos 125 mil dólares).

Con la reforma, México cumple también con los compromisos internacionales asumidos con la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que demanda mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

La nueva reforma trata igualmente de paliar el estrés laboral y, por otro lado, sancionar los actos de hostigamiento o acoso sexual.

Las empresas están obligadas a establecer un protocolo para prevenir la discriminación por razones de género y atención de casos de violencia y acoso sexual, así como erradicar el trabajo forzoso e infantil.

Para la implementación de la nueva normativa los abogados laboralistas han establecido protocolos especiales para explicar a los empresarios cómo aplicar la controvertida reforma.

También se han creado programas especiales para facilitar la implementación de la normativa con objeto de ayudar a las pequeñas y medianas empresas.

“La gestión de la reforma es ciertamente complicada y genera muchos dolores de cabeza a los empresarios ante la amenaza real de graves penalizaciones por su incumplimiento”, explicó a Efe Eduardo Massé, director general de Bit Work Elite, una plataforma dedicada a facilitar la adaptación de las empresas.

La plataforma de Bit Work Elite es un sistema autoadministrable en la que se puede completar todo el proceso “desde los cuestionarios al acceso completo al banco de documentos, formatos, infografías, newsletters, planes de acción, contratos y demás requerimientos necesarios para cumplir la nueva normativa”.

La plataforma, accesible desde cualquier dispositivo digital, ofrece también cápsulas tutoriales y vídeo talleres grabados de guía e implementación de la nueva normativa.

“Es esencial cumplir la norma sin interpretaciones para evitar las fuertes penalizaciones a las empresas. Por ello la plataforma es una herramienta simplificada para cumplimentar todo el proceso” concluyó Masse.

Lista de soluciones para lidiar con el estrés laboral y así evitar el llamado Síndrome Burnout

martes, octubre 22nd, 2019

El cansancio, el agotamiento, la apatía y la eficacia profesional reducida son algunos de los síntomas que caracterizan al burnout, conocido también como el síndrome del trabajador quemado, el cual es causado por el estrés crónico en el trabajo.

Por Marta Chavarrías

Madrid, 22 de octubre (ElDiario.es).– Tras varios cafés continúas sin energía, sin ganas de contestar los correos electrónicos que están pendientes. Acabas de llegar de las vacaciones y ya deseas las próximas; las horas en el trabajo se hacen interminables y la semana es eterna. Estos pueden ser algunos de los síntomas del burnout (conocido también como el síndrome del trabajador quemado), que afecta al 10 por ciento de los trabajadores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido este mismo año 2019 el burnout como un estado que explicaría todas estas sensaciones, como un “fenómeno ocupacional”, un síndrome que es el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo y que no se ha tratado adecuadamente. No debe confundirse con el agotamiento que podamos sentir tras un día intenso de trabajo; el burnout va más allá, es un agotamiento crónico que suele caracterizarse por:

-Sentirse decaído y agotado

-Sentimientos negativos relacionados con el trabajo

-Eficacia profesional reducida

El síndrome del trabajador quemado afecta al 10% de los trabajadores. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro

El síndrome del trabajador quemado afecta al 10% de los trabajadores. Foto: Isaac Esquivel, Cuartoscuro

Está previsto que este síndrome forme parte, a partir del año 2022, de la Clasificación Internacional de Enfermedades(CIE-11), un manual que ofrece una guía a los médicos a la hora de hacer un diagnóstico. Aunque no la consideran una enfermedad, sí la reconoce como un “factor que influye en el estado de salud”.

CÓMO SABER SI ESTÁS ESTRESADO

El estrés no se puede ver, ni sentir, es traidor y se infiltra en nuestras vidas sin signos evidentes. El agotamiento es un proceso gradual, no aparece de la noche a la mañana. Al principio, los síntomas son sutiles, pero empeoran con el tiempo:

-En el trabajo sientes que tienes muchas tareas y poco tiempo para hacerlas

-Que tienes plazos de entrega muy justos

-Te cuesta encontrar tiempo para hacer todo lo que has planeado

-No puedes concentrarte

Si coincides con este perfil es posible que estés estresado. El problema, sin embargo, no está en que te sientas estresado en algún momento; el inconveniente es que te sientas constantemente estresado porque esto se convertirá en estrés crónico que, seguramente, te llevará al agotamiento laboral, a un estado de agotamiento vital.

Estos síntomas ocurren normalmente en personas sin antecedentes de trastornos psicológicos y se desencadena por una discrepancia entre nuestras expectativas como trabajadores y la realidad. Muchos de los síntomas del agotamiento se superponen con las características de la depresión, incluida la fatiga extrema, la negatividad y la pérdida de interés:

-¿Te falta energía nada más levantarte?

-¿Te falta motivación en el trabajo?

-¿Has cambiado tus hábitos de sueño?

-¿Te has vuelto irritable o impaciente?

-¿Te resulta difícil concentrarte?

-¿Tienes dolencias físicas como dolores de cabeza inexplicables o dolores estomacales

Si has contestado sí a la mayoría de estas preguntas, es posible que estés experimentando agotamiento laboral propio del burnout.

¿TODOS ESTAMOS EXPUESTOS AL BURNOT?

En general, todas las profesiones tienen riesgo, pero son las carreras centradas en el cuidado (docentes, enfermeras, trabajadores sociales y médicos) las que tienen un mayor índice de personas con el síndrome. Un informe de Harvard declaró el agotamiento de los médicos estadounidenses como una crisis de salud pública.

Pero el burnout no discrimina entre otros trabajos, como directores ejecutivos, puestos en los que hay a su cargo muchas personas, tratar con clientes groseros, tener que cumplir plazos imposibles, altas demandas laborales, desequilibrio entre esfuerzo-recompensa u horas de trabajo excesivas son otros factores de riesgo.

En un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Estrés, de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, se ha asociado el agotamiento a condiciones de trabajo estresantes que implican más de 60 a 70 horas de trabajo a la semana durante varios años.

Las carreras centradas en el cuidado, como los docentes, las enfermeras y trabajadores sociales, son las que tienen un mayor índice de personas con el síndrome. Foto: Marco Polo Guzmán Hernandez, Cuartoscuro

Las carreras centradas en el cuidado, como los docentes, las enfermeras y trabajadores sociales, son las que tienen un mayor índice de personas con el síndrome. Foto: Marco Polo Guzmán Hernandez, Cuartoscuro

CÒMO LIDIAR CONTRA EL BURNOUT

Si prestamos atención a los primeros síntomas y reducimos activamente el estrés, podemos evitar un colapso importante. Pero si los ignoramos, al cabo de un tiempo estaremos quemados. Por tanto, continuar sin hacer nada en este estado solo nos dañará más emocional y físicamente. Por otro lado, lidiar con el agotamiento requiere un enfoque basado en las tres R (en inglés):

-Recognize (reconocer): vigilar las señales de advertencia de agotamiento.

-Reverse (invertir): deshacer y acabar con el daño buscando apoyo.

-Resilience (resiliencia): cuidar nuestra salud física y emocional.

Una de las pruebas más usadas para definir el burnout en una persona es el sistema de puntuación Maslach Burnout Inventory (MBI), que comprende tres escalas de puntuación:

-Agotamiento emocional: mide los sentimientos de estrés relacionados con el trabajo y el entorno laboral.

-Despersonalización: mide hasta qué punto uno ha dejado de empatizar con los compañeros o los clientes.

-Logro personal: mide el grado en que uno se siente confiado en la productividad y el nivel de satisfacción laboral.

En una exhaustiva revisión sobre distintos enfoques para tratar el burnout, los expertos concluyen que este no ha demostrado ser un fenómeno estable, sino que disminuye con el tiempo y la mayoría de las personas continúan trabajando. En la mayoría de los casos, los síntomas no desaparecen con medidas aplicadas solo al individuo, sino que los resultados se aprecian a partir de las intervenciones combinadas al individuo y a las condiciones de trabajo.

Por ejemplo, fomentando el bienestar en el lugar de trabajo, usar el tiempo de descanso de forma efectiva o tomarse unas vacaciones. La OMS resalta la necesidad y la importancia de que los departamentos de recursos humanos analicen y fomenten los entornos laborales positivos.

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Empresas tóxicas + jefes y líderes tóxicos = trabajólicos

domingo, junio 11th, 2017

Es fácil ser un adicto al trabajo, pues los mismos ambientes laborales estimulan que sus empleados busquen mayor estatus y reconocimiento, aunque tengan que sacrificar aspectos sociales, familiares e incluso su salud, para lograrlo. Experto de la UNAM explican cómo reconocer a un workaholic.

Por Génesis Gatica Porcayo

Ciudad de México, 11 de junio (SinEmbargo/AgenciaConacyt).– ¿Qué es lo que de verdad importa?, ¿de qué tienes miedo?, ¿cuáles son tus otros sueños?, ¿quién eres aparte de tu título y tu sueldo?, ¿cuánto dinero es suficiente?, ¿cuándo fue la última vez que tuviste vacaciones y te desconectaste de toda la tecnología que usas diariamente?

Los motivos para trabajar son diversos y las preguntas sobre ello infinitas; sin embargo, el individuo que tiene vida laboral activa experimenta diferentes tipos de presiones en el ambiente de trabajo, así como la necesidad de distinción en su desempeño con el objetivo de subir de categoría, mejorar los ingresos u ocupar un mejor puesto.

Durante las últimas tres décadas, investigadores alrededor del mundo han indagado en el área de estrés laboral y las variables que generan formas de comportamiento que, bajo diferentes circunstancias, reciben distintas nomenclaturas en las que se incluyen la adicción laboral, obsesión o pasión por el trabajo, “entrega” o síndrome de la alta productividad y que en cada uno de estos casos hay una relación directamente proporcional con altos niveles de desempeño.

Es así como se tiene definido con un término específico a este grupo de individuos que, en aras de buscar un mayor estatus y reconocimiento laboral, pueden llegar a descuidar aspectos sociales, familiares e incluso de su propia salud para lograr dicho objetivo y son los workaholics o trabajólicos.

Para Adrián Cano, especialista de la Clínica de la Universidad de Navarra, si trabajas más de 10 horas al día, es decir, entre 50 y 60 horas a la semana, puedes considerarte un trabajólico: ellos ponen su oficio por encima de todo, incluso llegan a tener pensamientos obsesivos, abandonan actividades lúdicas, sociales, familiares o conyugales.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el país más estresado, el que más horas trabaja al año y a pesar de eso, el menos productivo de los países de sus miembros.

Otro factor que lo distingue es el predominio de “empresas tóxicas” que promueven y premian prácticas que no necesariamente aseguran productividad ni atienden la salud. “Dentro de nuestra cultura laboral mexicana, se suele confundir cantidad con calidad y se lleva a los trabajadores a sobresaturarlos de actividades con un horario más amplio de lo que debería ser y ese tipo de acciones se premia”, comentó la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Erika Villavicencio Ayub.

LOS ANTECEDENTES

La investigadora Erika Villavicencio Ayub. FOto: Agencia Conacyt

Se puede decir que la adicción al trabajo es un tema de estudio relativamente nuevo, pues comenzó a ser analizado como una patología a partir de los años 80 por medio de un antecedente llamado síndrome de Karoshi o de fatiga crónica.

Aunque los análisis oficiales se remontan a la década de los 80, fue el psicólogo estadounidense Wayne Oates quien inició con las indagaciones relacionadas con la adicción al trabajo a finales de la década de 1960 y que la definió como aquella necesidad incontrolable de realizar excesiva e ilimitadamente acciones ligadas a la actividad profesional.

Posterior a estos estudios y como una vía para dar a conocer más del tema, publicó el primer libro que habla abiertamente de la adicción al trabajo: Confessions of a workaholic. El término tuvo una gran popularidad y pasó a traducirse en castellano como trabajólico.

UN TRABAJÓLICO ES…

Todos aquellos “adictos al trabajo” o trabajólicos a simple vista tienen un difícil diagnóstico, ya que de acuerdo con los especialistas y a diferencia de otras patologías adictivas, esta dependencia encuentra un consenso social y familiar que apoya y promueve esta adicción.

El doctor Adrián Cano, especialista de la Clínica de la Universidad de Navarra, mencionó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que una persona adicta al trabajo se caracteriza fundamentalmente por dedicar mayor tiempo de lo necesario a las tareas laborales.

“Si trabajas más de diez horas al día, es decir, entre 50 y 60 horas a la semana, puedes considerarte un trabajólico. Por decirlo de una manera, los trabajólicos ponen su oficio por encima de todo, incluso llegan a tener pensamientos obsesivos, abandonan actividades lúdicas, sociales, familiares o conyugales”, explicó.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor de 30 a 35 por ciento de los empleados del mundo es trabajólico y el resultado fue determinado por el análisis de las horas de trabajo de las personas encuestadas.

¿CÓMO SABER SI SOY WORKAHOLIC?

La doctora y coordinadora del área de Psicología Organizacional de la UNAM, Erika Villavicencio Ayub, mencionó en entrevista que el perfil de un trabajólico es variado pero generalmente tiene el llamado perfil tipo A.

Explicó que las personas con este perfil son aquellas más competitivas, perfeccionistas, tienen problemas con delegar obligaciones o trabajar en equipo, pueden llegar a tener dos empleos o combinar el estudio con trabajo.

“Tienden a ser muy individualistas, obsesivos; además de que hay una serie de conductas que se van sumando, como el consumo de cigarro o alcohol, mala alimentación, entre otras características que buscan no distanciarse de la actividad laboral”, comentó Villavicencio Ayub.

También existen mujeres que son amas de casa y que además tienen trabajos fuera del hogar. Este tipo de personas suele descansar poco y trabajar más de su horario normal, en su tiempo libre o vacaciones, y no pueden desconectarse de su trabajo ni siquiera en la enfermedad.

Bryan Robinson, psicoterapeuta y autor de numerosos libros basados en estrés laboral y trabajolismo, define la adicción al trabajo como un trastorno obsesivo compulsivo que se manifiesta en la forma de exigencias autoimpuestas, inhabilidad de regular los hábitos de trabajo y una sobregratificación que llega al grado de excluir casi todas las demás actividades de la vida.

Robinson menciona en un artículo publicado en The New York Times que básicamente hay cuatro raíces en la adicción al trabajo. Se empieza desde la infancia y buscan compensar la idea de sacar de “pobre” a la familia y argumentos similares, culturalmente el trabajo es visto como sufrido y los factores sociales refuerzan su desarrollo.

LOS JEFES TÓXICOS

La doctora Villavicencio Ayub ha dedicado parte de sus investigaciones al análisis de las áreas relacionadas con salud ocupacional y estudia variables como la adicción al trabajo, estrés laboral, presentismo, aburrimiento laboral y algunas vertientes de salud.

“La idea de estudiar el fenómeno de los adictos al trabajo surge de la experiencia que tengo con las empresas, y en ellas he visto cómo en la misma cultura predomina una constante que nos permite llamar a estas corporaciones como empresas tóxicas”, explicó.

Después de aplicar una encuesta a un total de tres mil trabajadores de distintas empresas mexicanas, el grupo de investigadores, que es encabezado por la doctora Villavicencio, permitió encontrar el perfil de las empresas denominadas como tóxicas.

En este tipo de empresas se premian dichas conductas dañinas a la salud del trabajador, “comenzamos a identificar qué tanto esas conductas se convierten en trastornos ocupacionales, entre ellos la misma adicción”.

Según los resultados de este estudio, las empresas tóxicas carecen de programas de balance de vida y trabajo, además de no contar con una estructura organizacional en función de cargas y responsabilidades y, por si fuera poco, tienden a restringir prestaciones.

Algunas de las características de las condiciones laborales que pueden contribuir a la aparición de trabajólicos es la falta de horarios fijos y que estos no se respeten, “si tu horario es de 9 a 6 de la tarde, los ejecutivos ven mal que te vayas a tu hora porque suponen que no estás comprometido”, mencionó Villavicencio Ayub.

El ambiente laboral donde hay mucha competencia es otro factor que fomenta la “absorción” total del empleo, aquel que está todo el tiempo disponible y conectado con el mismo y que está dispuesto a dejar en segundo plano otras necesidades de vida con tal de responder al trabajo.

“Los mismos superiores promueven que esta adicción se presente, ya que son ellos los que buscan al empleado fuera del horario laboral o piden estar al pendiente fines de semana por correo o por mensaje”, continúa.

De acuerdo con algunas cifras de las encuestas aplicadas por el equipo de estudio de la doctora Villavicencio, 85 por ciento de las compañías premia estos comportamientos y mencionó que la cultura laboral del país ha confundido la adicción al trabajo con el compromiso.

“El uso de la tecnología también ha traído varios trastornos, como por ejemplo el tecnoestrés, que es otra de las variables que yo estudio, y en un trabajólico aumenta entre cinco y veinte horas a la semana de trabajo gracias a que está conectado vía correo o redes sociales”.

¿COMPROMISO O FALSA PRODUCTIVIDAD?

“Con un promedio total de horas año que establece la OCDE de mil 170, México ocupa el primer lugar de horas laborables con dos mil 237 horas, pero para ser productivo no necesariamente hay que hacer demasiadas cosas o trabajar muchas horas”, mencionó Rodrigo Peniche, docente e investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Los empleados en México tienen aproximadamente un promedio de trabajo de 48 horas a la semana; además es el país con el salario mínimo más bajo, con un dólar de ganancia por hora y las extensas jornadas laborales no se ven reflejadas en la productividad.

De acuerdo con estos datos, especialistas explican que la fatiga y el estrés que provoca el trabajo de tiempo extra propicia a que el empleado cometa una serie de errores que se deberían corregir con mayor tiempo de trabajo.

“Dentro de nuestra cultura laboral mexicana, se suele confundir cantidad con calidad y se lleva a los trabajadores a sobresaturarlos de actividades con un horario más amplio de lo que debería ser y ese tipo de acciones se premian”, comentó Erika Villavicencio.

ADICCIÓN SIN REMUNERACIÓN

De acuerdo con Rodrigo Peniche, ser un adicto al trabajo o trabajólico tiene consecuencias de varios tipos y estas se dividen en conductuales, físicas y psicológicas.

“En toda la parte conductual engloba el consumo de sustancias, mala alimentación, irritabilidad, individualidad y aislamiento, lo que trae a su vez mayor índice de divorcios, problemas familiares, etcétera”, mencionó el especialista.

Con la parte psicológica o emocional, la gente se vuelve irritable. Por más esfuerzo hecho no consigue resultados y eso lleva a un nivel elevado de frustración, lo que corresponde a que la persona dude de sus propias capacidades. “Es decir, por el mismo desgaste acumulado, se le hace más difícil ser productivo y, por ende, parece que ya no es tan capaz como solía ser”.

Dentro del aspecto biológico o físico, la persona se comienza a enfermar más, hay pérdida o aumento de peso, además hay otros trastornos provocados por este mismo problema, como dermatitis, colitis, migrañas, entre otras enfermedades.

Las consecuencias de estas acciones son trastornos de sueño, enfermedades por causa de la sobrecarga de trabajo y desgaste que van adquiriendo, además de que son personas que tienen un significado distorsionado de lo que implica tener un compromiso laboral.

“Como son personas que no tienen horarios y postergan otro tipo de situaciones de la vida como el deporte, entretenimiento, descanso y alimentación, tienen afectaciones que desequilibran al organismo y pueden llegar a los trastornos más fuertes que es el conocido Karoshi, este término se acuñe a la muerte por infarto al miocardio”, explicó Erika Villavicencio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que nuestro país registra aproximadamente 75 mil infartos al año, de los cuales 25 por ciento está relacionado con alguna enfermedad producida por estrés laboral.

No existe una profesión específica que se pueda asociar con más o menos trabajólicos, depende mucho del tipo de personalidad de cada individuo y aunque no exista un clima laboral en las empresas que no favorezca la adicción, existen personas que lo desarrollan de acuerdo con la condición del trabajador.

Según los expertos, la condición de vida también influye en el desarrollo de la adicción, ya que para algunos el trabajo es el refugio de alguien que tiene problemas en su hogar, entonces la persona prefiere trabajar que llegar a casa y enfrentar la situación.

La gente que es adicta al trabajo lo es principalmente porque involucrarse en sus tareas laborales le permite estar tranquilo de otras áreas de su vida.

“Hay varios factores que pueden dar cabida a que este tipo de adicción se desarrolle. ¿Hacia dónde tendríamos que ir? Yo creo que hay que entender que la adicción al trabajo no es equitativa al compromiso laboral y que la productividad se mide de otra forma”, subrayó la doctora Villavicencio.

Otra de las consecuencias que se producen por el trabajolismo es el aumento en la cantidad de divorcios e incluso en el sobrepeso y obesidad, pues hay una tendencia a mantenerse sedentario y pasar muchas horas sin hacer actividad física.

REESTRUCTURAR EL PLAN DE TRABAJO

Es necesario ser más productivo sin llenarse de actividades, tener claridad de cuál es el objetivo e indicador que hay que cumplir y no llegar al aburrimiento o presentismo, que son otros trastornos que van de la mano por la misma adicción.

Los especialistas sugieren que las organizaciones tienen que reestructurarse, pues el modelo que están siguiendo les funcionó en su momento, pero hoy día hay otra variable que debe tomarse en cuenta y son las generaciones.

“La fuerza laboral de estos días son los millenials, ellos traen una estructura mental distinta y están demandando que las organizaciones se ‘pongan las pilas’ para ofrecer condiciones laborales más frescas y óptimas hacia lo que ellos buscan que es un balance de vida, cosa que no era tan común en la generación X ni en los baby boomers”, comentó Erika Villavicencio.

De acuerdo con la experta, las empresas deben tener un perfil de puesto muy adecuado para no emplear gente a quien le quede grande o chico el perfil, deben tener el acompañamiento de una buena capacitación para dotar a los colaboradores de las herramientas necesarias no solo para hacer su trabajo sino para conocer la cultura laboral y, en el caso de los líderes, para formarlos como tales y que aprendan a comunicarse, delegar y retroalimentar, pues muchas veces son ellos los que ocasionan estos trastornos.

Además, es necesario que las corporaciones tengan una estructura organizacional muy clara en función de cargas de trabajo y con ello asignar objetivos igual de claros para que la gente comience a trabajar con base en ellos y que no estén ligados a horarios.

“Inclusive hay profesiones en las que no es necesario tenerlos en la oficina ya que pueden hacer el trabajo a distancia y es algo que los millenials demandan. Todos estos puntos son condiciones laborales óptimas que producen un balance de vida y trabajo”.

Las empresas que cuidan a su personal son exitosas en todos los sentidos y tienen un personal que desempeña su trabajo de manera productiva y comprometida sin necesidad de caer en el trabajolismo.

Más salud física y mental: ventajas de las vacaciones y jornadas de trabajo razonables

lunes, marzo 14th, 2016

La explotación laboral está a la orden del día, el celular dificulta a las personas separarse de sus labores aun en días de descanso, y todo esto afecta personal y profesionalmente. A continuación tres argumentos a favor de las jornadas laborales razonables y de las vacaciones.

Por Cayetano Olmeda

Trabajadores descansados tendrán mejor desempeño. Foto: Shutterstock

Trabajadores descansados tendrán mejor desempeño. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo/ElDiario.es).- ¿Jornadas laborales demasiado largas? ¿Pocas vacaciones y muchas veces sin desconectar del todo? El trabajo ocupa una parte importante de nuestras vidas.

Y en México, para aquellos que tienen la suerte de tener un empleo, aún más. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con datos del 2013 demostró que México es su país miembro en el que más tiempo se trabaja anualmente, así, figuró con dos mil 237 horas al año, por encima de sitios como Corea, Rusia y Turquía.

Y supera por 467 el promedio de la OCDE.

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Está claro que se necesita descansar. Cada vez hay más estudios de la medicina, la psicología, incluso de la gestión empresarial que explican por qué. Así que aquí van tres argumentos científicos a favor de las jornadas laborales razonables y las vacaciones:

 AFECTA EL CUERPO

La revista científica American Journal of Epidemiology realizó una revisión sobre 50 años de investigaciones al respecto y llegó a la conclusión de que aquellos que trabajan más de 10 horas al día incrementan en un 80 por ciento el riesgo de una cardiopatía coronaria.

Los investigadores consideran que buena parte del problema está relacionado con los crecientes niveles de estrés en el entorno laboral.

AFECTA A LA MENTE

Al revisar datos de décadas sobre la salud de los funcionarios británicos, un grupo de investigadores liderados por el Instituto Finlandés de Salud Ocupacional encontró que  las personas que trabajan más de once horas al día, tienen más del doble de probabilidades de tener un episodio depresivo.

El informe indica que el peligro es el mismo para aquellos que no tienen problemas psicológicos previos.

AFECTA EL CLIMA LABORAL

Imagen: Shutterstock

Imagen: Shutterstock

Un estudio de 2013 de la Universidad de Uppsala, en Suecia, sugiere que las personas que se van de vacaciones  afectan positivamente al clima laboral y a la salud mental de los que les rodean.

Tomando como referencia el volumen de consumo de antidepresivos, vieron que había una “relación significativa” entre la caída del volumen en la dispensación de recetas médicas entre aquellos que tomaban más vacaciones.

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La telepresión, leer mails fuera de la oficina y el daño a la salud del “quedo al pendiente”

sábado, febrero 27th, 2016

Si revisas constantemente tu correo y procuras contestar lo antes posible mensajes relacionados con el trabajo aun en horario no laboral, y no hacerlo te causa estrés, podrías estar a un paso del síndrome de burnout, un mal que afecta el empleo y salud.

"Responde tan pronto como sea posible", una frase común y peligrosa. Foto: Shutterstock

“Responde tan pronto como sea posible”, una frase común y peligrosa. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo).- En días pasados surgió la noticia de que el gobierno de Francia busca promover una nueva legislación que dé el derecho a los trabajadores de desconectarse de los mails y mensajes relacionados con el trabajo cuando estén fuera de la oficina, esto como parte de una serie de reformas laborales para proteger los intereses de los empleados, mejorar su productividad y volver la economía del país más competitiva.

Y esto no se hace sin motivo, un estudio publicado el año pasado en el Journal of Occupational Health Psychology acuñó el término “telepressure” (o telepresión, en español) para designar esa la urgencia por responder tan pronto como sea posible (ASAP) los correos electrónicos del jefe, colegas o clientes, aún en horarios no laborales.

El departamento de psicología de la Universidad del Norte de Illinois encontraron que esta telepresión no es sólo una importante causa de estrés si no que es también un peligro a la salud, pues contribuye a la fatiga física y mental crónica conocida como burnout, un padecimiento “asociado a una frustración y un descontento que después se va convirtiendo en depresión, o enojo, u otra situación. La persona está imposibilitada para controlarlo y atenderlo”, según explicó en un comunicado Georgina Tepale Palma, psicóloga y parte del Programa de Atención Estudiantil de la Universidad Iberoamericana.

Dijo además que  “está asociado a una frustración y un descontento que después se va convirtiendo en depresión, o enojo, u otra situación. La persona está imposibilitada para controlarlo y atenderlo”. Este estrés disminuye también la capacidad de respuesta y por lo tanto la productividad.

De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) un 75 por ciento de los trabajadores en México experimenta estrés laboral, cifra que rebasa los casos reportados en China y Estados Unidos, lo cual no sólo implica un impacto en la salud de los empleados, sino que representa pérdidas de 0.5 y 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto de un país, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“El cansancio, tanto mental como físico, se relaciona con un vivir acelerado. Tenemos tiempos de entrega cortos, nos llenamos de actividades, pero también nos saturamos de estímulos, los cuales han incrementado gracias al avance de la tecnología […] Es decir, no solamente centramos nuestras energías en algo específico, sino que queremos concentrarnos en tres o cuatro cosas a la vez, lo cual termina por sobresaturarnos”, añadió la académica.

Las consecuencias de ese estado pueden llegar a alterar físicamente el cerebro, e incluso modificar los mecanismos de aprendizaje, memoria y la toma de decisiones. “Hay estudios que incluso han encontrado que un cerebro agotado podría reducir de tamaño”, dice la psicóloga.

Además, a largo plazo, la incapacidad de descansar puede derivar en trastornos psicológicos y emocionales, como la depresión y ansiedad. Mientras que el resto del cuerpo sufre también daños colaterales, como tensión muscular, lo cual da origen a calambres y contracturas; gastritis, colitis y dificultades para dormir.

El estrés laboral puede afectar el estado de salud y la concentración. Foto: Shutterstock

El estrés laboral puede afectar el estado de salud y la concentración. Foto: Shutterstock

Asimismo, otro estudio publicado en la revista Chronobiology International encontró que revisar el mail en casa o contestar una llamada de tu jefe el fin de semana puede terminar en problemas psicológicos, gastrointestinales y cardiovasculares.

Una encuesta de la empresa Good Technology reveló que 68 por ciento de los consultados revisa su bandeja de entrada antes de las 8 de la mañana, la mitad antes de irse a la cama, 57 por ciento cuando está con su familia y un 38 por ciento mientras está en la mesa.

Los expertos de la Universidad de Illinois tomaron una muestra de 300 trabajadores a quienes preguntaron qué tan seguido respondían mails del trabajo en días laborales, fines de semana, vacaciones y cuando están enfermos, y notaron que aquellos que permanecían “pendientes” de su correo eran más propensos a estar de acuerdo con frases relacionadas con el síndrome burnout como “No tengo energía para ir al trabajo por las mañanas”, y reportaron sentirse fatigados y distraídos.

Además, la telepresión se relacionó con malos hábitos de sueño y faltas al empleo.

Los hallazgos sugieren que checar constantemente el correo electrónico fuera de la oficina no es ni sano ni productivo, y llaman a los empleados a desconectarse, y sus empleadores a crear políticas “anti e-mail a deshoras”, como la que se sugerirá en Francia, con el fin de obtener beneficios para ambos lados.