Durante los más de 18 meses que Broadway estuvo cerrado, muchos teatros se ajustaron a las circunstancias agregando rigurosas pruebas de COVID e instalando ventiladores portátiles y filtros de aire con tecnología MERV-13 o HEPA. Pero los teatros antiguos son especialmente riesgosos en lo que respecta a la transmisión, con espacios estrechos entre bastidores y personal que a menudo se aglomera. St. Martin dijo que se está trabajando en una campaña de refuerzo.
Por Mark Kennedy y Jill Lawless
NUEVA YORK, 16 de diciembre (AP).— Muchos escenarios en Broadway y el West End se han visto obligados a bajar el telón una vez más mientras la comunidad teatral lidia con brotes de coronavirus y sus variantes, cerrando temporalmente de todo, desde la nueva puesta londinense de Cabaret protagonizada por Eddie Redmayne, hasta el poderoso Hamilton en Nueva York.
“A fin de cuentas, seguiremos la ciencia y la ciencia dirá: ‘Debes cerrar esta función’”, dijo el jueves la presidenta de la Liga de Broadway, Charlotte St. Martin, a The Associated Press. “Anticipamos eso porque nos dijeron todo el tiempo que si más personas no recibían sus vacunas, llegarían nuevas variantes y nuevos casos de esas variantes. ¿Y adivina qué? Se llama ómicron”.
En Broadway, Harry Potter and the Cursed Child canceló su matiné del miércoles, Tina canceló dos espectáculos el miércoles y Hamilton canceló todas sus funciones hasta el viernes por la noche. Ain’t Too Proud canceló su presentación del martes y Freestyle Love Supreme dos presentaciones. Mrs. Doubtfire, que acaba de abrir y ha permanecido a oscuras desde el domingo, tenía la intención de reanudar sus funciones el jueves.
“Todavía tuvimos cinco de los 32 espectáculos con una función cancelada ayer, lo que dice que los otros 27 estaban funcionando y los protocolos funcionan”, dijo St. Martin, quien señaló que muchas producciones realizan pruebas de COVID diarias a su personal.
“Si alguien da positivo, incluso si es un falso positivo, no se le permite continuar y potencialmente infectar a todos los demás. Ese debería ser un motivo de seguridad y comodidad, no solo para la comunidad, sino también para nuestros espectadores”.
Mary McColl, directora ejecutiva del sindicato Actors’ Equity Association, que representa a actores y directores de escena, dijo que la cancelación de espectáculos significa que los productores de Broadway están tomando los casos en serio y actuando de manera apropiada.
“El hecho de que se pausen las actuaciones muestra que los productores y los sindicatos se mantienen alerta”, dijo McColl en un comunicado. “Para eso deben existir los protocolos de seguridad, y esto demuestra que están funcionando».
Durante los más de 18 meses que Broadway estuvo cerrado, muchos teatros se ajustaron a las circunstancias agregando rigurosas pruebas de COVID e instalando ventiladores portátiles y filtros de aire con tecnología MERV-13 o HEPA. Pero los teatros antiguos son especialmente riesgosos en lo que respecta a la transmisión, con espacios estrechos entre bastidores y personal que a menudo se aglomera. St. Martin dijo que se está trabajando en una campaña de refuerzo.
La vertiginosa tasa de casos de coronavirus en Londres, impulsada por la variante ómicron, también está provocando una gran cantidad de cancelaciones en el West End, el distrito teatral de la ciudad.
Es un gran golpe para el sector del teatro en ambas ciudades, que han resurgido recientemente después de más de un año de bloqueo y que están contando con los ingresos de la temporada navideña.
Espectáculos en el Reino Unido como Hamilton, The Lion King (El rey león), Life of Pi, Come from Away y Matilda the Musical cancelaron una o más funciones esta semana debido a los brotes de COVID-19. Otros han ido más allá: el National Theatre canceló Hex y The Curious Incident of the Dog in the Night-Time por las próximas dos semana “debido a enfermedad en la compañía”.
Donmar Warehouse canceló presentaciones de Force Majeure, sobre una avalancha y sus consecuencias, hasta el 29 de diciembre, después de que varios miembros de la empresa dieron positivo.
“Es tristemente irónico que debamos cancelar las funciones de este espectáculo brillante y divertido titulado ‘Fuerza mayor’ debido a un… acontecimiento de fuerza mayor”, dijo el director artístico Michael Longhurst.
Los shows que permanecen abiertos temen que la audiencia se mantenga alejada luego que las autoridades de salud pública advirtieron a las personas que reduzcan la socialización para ayudar a frenar la propagación del ómicron.
Con las nuevas reglas que entraron en vigencia esta semana en Londres, los asistentes al teatro deben mostrar una prueba de coronavirus negativa o una prueba de vacunación para ser admitidos. En Cabaret, las reglas eran aún más estrictas: todos los asistentes, incluso los que estaban completamente vacunados, debían mostrar una prueba de COVID-19 negativa antes de ingresar al teatro.
En Nueva York, las reglas se han endurecido para los niños y los asistentes a la ópera: todos los niños de 5 a 11 años deben mostrar ahora un comprobante de que recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 para asistir a un espectáculo de Broadway y deben estar acompañados por un adulto vacunado. Si el niño fue vacunado menos de 14 días antes de la actuación, también debe proporcionar una prueba de COVID negativa.
Y la Ópera Metropolitana requerirá a partir del 17 de enero que la audiencia y sus empleados hayan recibido dosis de refuerzo contra el COVID-19. La compañía dijo que cualquier persona que aún no sea elegible para recibir una inyección de refuerzo tendrá un período de gracia de dos semanas después de que sea elegible.