La secuencia genómica determinó que la paciente, quien dio negativo dos pruebas, contrajo el virus de otro pasajero internacional durante su cuarentena obligatoria en un hotel de Auckland.
Sídney (Australia), 24 de enero (EFE).- Las autoridades de Nueva Zelanda, que hasta el momento han conseguido frenar la pandemia, confirmaron que la infección local de la COVID-19 reportada la víspera está vinculada a la nueva variante sudafricana, considerada más contagiosa.
El Ministro para la Respuesta de la COVID-19, Chris Hipkins, dijo que la secuencia genómica ha determinado que la paciente, una mujer de 56 años que viajó a España y Holanda por trabajo, contrajo el virus de otro viajero internacional durante su cuarentena obligatoria en un hotel de Auckland, entre el 9 y el 13 de enero.
Las autoridades neozelandesas desconocen los detalles de cómo esta mujer, que había dado negativo a dos pruebas anteriores y fue dada de alta el 13 de enero, contrajo exactamente el virus, añadió el Ministro neozelandés.
Según indicaron, hasta la fecha dos de los 15 contactos cercanos de la mujer, quienes se encuentran en confinamiento, han dado negativo a las pruebas para detectar la COVID-19.
Hipkins también recalcó que Nueva Zelanda, que mantiene cerradas sus fronteras desde marzo pasado, salvo ciertas, excepciones, «tiene que dar la oportunidad a los neozelandeses de retornar a casa», en medio de los temores de que se produzcan otros contagios con las cepas altamente contagiosas en este país, que vive una práctica normalidad.
Nueva Zelanda, que no había tenido contagios comunitarios desde el 18 de noviembre, ha actuado con contundencia desde el inicio de la pandemia, lo que le ha permitido mantener los casos confirmados acumulados en unos mil 932, incluidos 25 muertos y 64 casos activos, todos ellos provenientes del exterior.
Las autoridades han anunciado que vacunarán a sus más de 5 millones de habitantes en el segundo trimestre de este año tras adquirir más de 18 millones dosis de vacunas, incluidas 10.72 millones de Novavax, 7.6 millones de AstraZeneca, cinco millones de Janssen y 750 mil de Pfizer-BioNTech.