El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no sólo entregó a Grupo Salinas –a través de Banco Azteca– el manejo de las Tarjetas del Bienestar, con las que se repartirán apoyos sociales a 25 millones de mexicanos de diversas edades, también pagará a 2 mil jóvenes becas para trabajar en las distintas áreas de ese conglomerado, que lidera el regiomontano Ricardo Salinas Pliego, considerado hoy uno de los empresario más cercanos al Presidente de la República.
Ciudad de México, 22 de enero (SinEmbargo).– Grupo Salinas, propiedad del empresario regiomontano Ricardo Salinas Pliego, se beneficiará con la emisión y operación de las llamadas Tarjetas del Bienestar –con las que el Gobierno de México entregará apoyos sociales a través de Banco Azteca–, pero además con el arribo de 2 mil jóvenes becarios pagados en forma directa por la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Salinas Pliego es hoy uno de los empresarios más cercanos a López Obrador, aunque antes estuvo distanciado del líder de la izquierda e incluso fue su opositor, particularmente en 2006 y 2012, cuando el político tabasqueño fue candidato a la Presidencia y perdió frente al panista Felipe Calderón Hinojosa y el priista Enrique Peña Nieto.
Esas asperezas terminaron por limarse el 24 de enero de 2017, cuando AMLO anunció al equipo que desarrollaría “Proyecto de Nación 2018-2024” y ahí se incluyó a Esteban Moctezuma Barragán, entonces presidente de Fundación Azteca –brazo social de Grupo Salinas– y ex titular de la Secretaría de Gobernación del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
La presencia de Moctezuma Barragán –quien hoy es titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del Gobierno de López Obrador– levantó críticas, por lo que el mismo Esteban Moctezuma salió a hacerles frente.
El entonces titular de Fundación Azteca dijo en una entrevista con Radio Fórmula que conoció a AMLO en 1994, cuando el líder de la izquierda fue candidato a Gobernador de Tabasco y él era titular de la Segob, y le tocó entablar una mesa de diálogo tras la inconformidad del tabasqueño por los resultados electorales que favorecieron a Roberto Madrazo Pintado, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ya en la campaña electoral del año pasado, la relación de AMLO con Salinas Pliego comenzó a vivir sus mejores tiempos.
Semanas antes de la elección del 1 de julio, López Obrador acudió al Foro Kybernus, organizado por Fundación Azteca. Ahí dijo que “el director de esta fundación [Salinas Pliego] tiene dinero, pero tiene dimensión social: Ricardo Salinas. Hay otros empresarios que son traficantes de influencias, no aportan nada, se dedican a saquear y a robar”.
Luego, el 22 de noviembre pasado, en un evento con el que se celebraron los 25 años de TV Azteca, el entonces Presidente electo fue invitado de honor y agradeció a Salinas Pliego –quien también funge ahora como integrante del Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia de AMLO– por la apertura que desde 2006 esa televisora brindó a su movimiento.
“Decirles que asisto a este acto por convicción, porque tengo que agradecer a la televisora de ustedes porque en los tiempos difíciles de lucha por la democracia, para llegar hasta donde estamos ahora enfrentamos, como es de dominio público, mucha cerrazón en los medios informativos”, dijo López Obrador.
Grupo Salinas –cuyo fundador y presidente es precisamente Salinas Pliego– agrupa las empresas TV Azteca, Grupo Elektra, Banco Azteca, Seguros Azteca, Afore Azteca, Advance America, Italika, Punto Casa de Bolsa, Totalplay, Totalplay Empresarial, Totalsec, Promo Espacio y Agencia i.
Este martes, en la conferencia de prensa matutina del Jefe del Ejecutivo federal, Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), anunció que Grupo Salinas tendrá, en esta primera etapa del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, 2 mil jóvenes trabajando en las diversas actividades que tiene ese corporativo mexicano.
Este programa busca conformar una red que vincule a la juventud mexicana que no ha tenido oportunidad de estudiar ni trabajar –53 mil 333 jóvenes– con empresas o tutores de todos tamaños, a los que el Gobierno mexicano pagará 3 mil 600 pesos al mes, además de la cobertura médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
LA TARJETA PARA EL BIENESTAR
El 17 de octubre pasado, el aún Presidente electo anunció en Durango que Banco Azteca sería la institución encargada de distribuir cerca de 292 mil millones de pesos anuales, que es el monto de apoyos que se darán a través de Prospera, Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensiones Universales para Adultos Mayores y el programa de pensiones para personas con discapacidad en condición de pobreza, con los que se calcula beneficiar hasta 25 millones de personas.
El diseño de la Tarjeta para el Bienestaro tiene un fondo en blanco con líneas onduladas en color marrón en la parte inferior; al frente, en la parte superior izquierda, lleva la imagen de Miguel Hidalgo, José María Morelos, Francisco I. Madero, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, mientras que a la misma altura, pero del lado derecho, lleva escrito “Tarjeta para el Bienestar”.
Además, justo debajo de la imagen de los ex presidentes y héroes nacionales, se ubica el chip de identificación y un poco más abajo el número de la tarjeta y la fecha de vencimiento, como en cualquier plástico bancario.
En el reverso están los elementos característicos de las tarjetas: un espacio para la firma, el número verificador y al centro el logotipo de Banco Azteca.
La institución financiera creada en 2002 tiene como director a Alejandro Valenzuela y ha sido criticada por recibir de manera directa, sin concurso, el contrato para manejar estas operaciones millonarias, tanto por el monto de los recursos como por la cantidad de personas y datos personales a los que tendrá acceso.
Este martes, de acuerdo con una nota publicada por el diario Reforma, el Instituto Mexicano de Especialistas en Finanzas (IMEF) pidió transparencia sobre la designación de Banco Azteca como el emisor y administrador de las Tarjetas de Bienestar, donde se depositarán los recursos de programas sociales.
«Se deben de revisar los procesos y las razones por las que se optó por ésta en particular. Si bien no están obligados a la ley de adquisiciones, la no obligatoriedad por medio de la ley no los exenta de la responsabilidad de informar y trasparentar», declaró Fernando López Macari, presidente nacional del IMEF, de acuerdo con el periódico capitalino.
La Secretaría de Hacienda, citó, expuso no hubo licitación porque los contratos de servicios financieros no están sujetos a la Ley de Adquisiciones por ser contratos mercantiles.