Habitantes de al menos una decena de estados del país se unirán al movimiento global. Greenpeace llama a exigir al Senado la aprobación de la Ley de Transición Energética (LTE)
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).– Camino a la XXI Conferencia de las Partes (COP-21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la agrupación Coalition Climat 21 convoca a la Marcha Mundial por el Clima, con la que la sociedad exija a las naciones participantes de la Cumbre tomar medidas eficaces para combatir el calentamiento global y garantizar una transición a energías renovables para 2050.
La COP-21 se realizará a partir del 30 de noviembre al 11 de diciembre, en París, Francia, y reunirá a representantes de 168 países que discutirán la estrategia global para construir un futuro sostenible que impida el aumento de la temperatura media global a más de 2 grados centígrados y, con ello, evitar una crisis de la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la economía del mundo.
Así, Coalition Climat 21 (que reúne a más de 130 organizaciones francesas e internacionales) ha convocado a una marcha global que se realizará en la víspera de la Cumbre, los días 28 y 29 de noviembre, en decenas de países.
Habitantes de ciudades como Estocolmo, Amsterdam, Tokio, Londres, Sydney y Sao Paulo saldrán a las calles en respuesta a la convocatoria. En México, organizaciones como Greenpeace, Cáritas, Alianza Mexicana contra el Fracking y más, han convocado a movilizaciones en las ciudades de México; Chihuahua; Monterrey; Culiacán; Puebla; Xalapa; Guadalajara; Irapuato y León, Guanajuato; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y otras; la mayoría, el 29 de noviembre.
La idea del movimiento, aseguran sus creadores, es “aprovechar la atención política y mediática que se dará a la COP21 para organizarse y movilizarse masivamente y así, lanzar un movimiento fuerte y duradero por la justicia climática”.
«Por todo el mundo, mostraremos a nuestros gobiernos que la sociedad civil se está movilizando para que se tomen medidas justas y eficaces para para enfrentarse al calentamiento global [Hay que] marchar juntos y afirmar alto y claro nuestras reivindicaciones, desde el tema de la alimentación al del trabajo, la energía o la erradicación de la pobreza.
«Los jefes de Estado podrían llegar a un acuerdo revolucionario para salvar al mundo de una catástrofe climática. Ganar esta batalla no será fácil pero, si logramos que los presidentes y jefes de Estado sientan la presión de este movimiento, podremos ganar», señalan.
En entrevista para SinEmbargo, Gustavo Ampugnani, miembro de Greenpeace México, señaló que la participación de los mexicanos en este evento es sumamente importante pues «para evitar un cambio climático catastrófico no sólo se requiere de la participación de los gobiernos y del sector empresarial, sino también de la ciudadanía.
«Por supuesto que su responsabilidad es distinta pero tenemos mucho que hacer: demandar a los gobiernos de manera pacífica que tomen acciones que nos alejen de los combustibles fósiles es una acción indeclinable», asegura.
Gustavo Ampugnani sostiene que en el caso de México la demanda de un futuro sostenible incluye la exigencia de la inmediata aprobación de la Ley de Transición Energética (LTE), que sigue en discusiones en el Senado; pues, sin ésta «México no será capaz de cumplir su compromiso de reducir en un 22 por ciento sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), como lo prometió en una pasada Cumbre ante la comunidad internacional».
«Por eso, como parte de esta exigencia, una de las marchas en la Ciudad de México concluirá frente al Senado de la República. La aprobación de la ley aún se definirá antes de la marcha, y entonces sabremos si llegaremos al Senado para decir: ‘Sí se adoptó una buena medida y ahora hay que hacerla realidad para ver cómo se materializa la ley’ o, si no, denunciaremos: ‘La gente que está en este edificio; esta gente que ‘nos representa’, se ha quedado muy corta con las exigencias de la sociedad'», asegura.
Ampugnani apunta que de no aprobarse dicha ley, la participación de México en la COP-21 será sólo «cosa de palabras. Sólo un compromiso sobre la mesa que difícilmente se hará realidad».
«Por eso es importante esta marcha: en México y en el mundo más que una transición, lo que tenemos que hacer es una revolución energética. Se trata de un cambio drástico. Un giro de 180 de donde estamos hoy adonde queremos ir en términos de generación de energía. Ojalá la ciudadanía pueda destinar un par de horas en alguna de las ciudades del país para expresar de manera pacífica la exigencia de tener un 100 por ciento de energía a partir de fuentes renovables para 2050», concluye.