Organizaciones civiles afirman que de no aprobarse la Ley de Transición Energética, la Reforma del ramo se enfocaría únicamente en el agotamiento de los recursos naturales y pondría en riesgo la seguridad del país, al no promover las energías limpias.
Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo).– En miras de la próxima participación de México en la XXI Conferencia de las Partes (COP-21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), diversas asociaciones civiles ambientalistas urgen al Senado de la República y a Enrique Peña Nieto a aprobar la Ley de Transición Energética (LTE) con el fin de que el país presente un instrumento con el que pueda cumplir los compromisos asumidos ante la comunidad internacional de reducir en un 30 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2020 y en un 50 por ciento al 2050.
Mediante un pronunciamiento, agrupaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Red Ambiental Mexicana y Tlalocan Alliance A.C., sostienen que ante la urgencia del combate global contra el cambio climático, nuestro país debe dar «pasos claros con base en políticas públicas» para alcanzar las metas de reducción de emisiones de GEI [a través del] incremento de energías renovables y eficiencia energética.
«La LTE es justamente el instrumento que obliga al Estado a garantizar una mayor penetración de energías limpias, pues entre sus puntos centrales está la meta de alcanzar un 35 por ciento de energías limpias al 2024 y propone una serie de instrumentos económicos, fiscales, financieros, tecnológicos y de otras índoles para poder alcanzar este porcentaje».
«Además, esta ley establece un programa nacional de redes eléctricas inteligentes que permitirá la generación de energías limpias en puntos donde hay mayor potencial en el país, y promueve la generación distribuida mediante la que cada uno de los hogares en México pueda instalar alguna forma de generación de energía para su propio consumo y además les permitiría vender excedentes a la red eléctrica», explica en entrevista para SinEmbargo, Jorge Villareal de Iniciativa Climática Regional de América Latina (LARCI).
La LTE es la única ley secundaria de la Reforma Energética propuesta por el Gobierno Federal que no ha sido aprobada lo que, de acuerdo con un artículo publicado por Red Ambiental Mexicana, muestra la «ausencia de voluntad política y la falta de prioridad de los legisladores por la protección al medio ambiente».
En el pronunciamiento publicado por las asociaciones se advierte que, de no aprobarse la LTE, la Reforma Energética no podrá ser una reforma integral sino que «se enfocaría únicamente en el agotamiento de nuestros recursos de origen fósil, lo que pondría en riesgo la seguridad energética de nuestro país, así como el bienestar de las generaciones futuras de mexicanas y mexicanos».
Además, la fuente consultada por este medio agrega que si la ley no se aprueba, «continuaremos dependiendo de la volatilidad del mercado global de los combustibles fósiles y nos perderíamos de los beneficios ambientales, económicos y de salud pública que arrojaría el aprovechamiento de las energías renovables».
En el ámbito internacional, las asociaciones sostienen en la próxima COP, a realizarse a finales de noviembre en París, los países deben asumir «compromisos ambiciosos» de reducción de emisiones puesto que de lo contrario se rebasará el límite de los 2°C con consecuencias desastrosas para el clima global.
«En este sentido –aseguran– la LTE es fundamental para dar cumplimiento a los compromisos asumidos por México ante la comunidad internacional [de reducir] alrededor de 288 millones de toneladas de CO2 para el año 2020, lo cual es prácticamente inalcanzable a menos que México cuente con una estrategia que fomente el uso de energías renovables».