México, 5 Ene (Notimex).- Comprender cómo funciona la regulación de la respuesta inmune en el cuerpo humano podría tener implicaciones positivas para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y el asma, indicó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En un comunicado, menciona que el investigador del departamento de Inmunología y Oncología del Centro Nacional de Biotecnología en España, Carlos Martínez Alonso, ha avanzado en la materia mediante el desarrollo del modelo de inflamación para el asma.
Cabe destacar que el proceso de inflamación es un mecanismo de defensa mediante el cual el cuerpo puede reparar tejido dañado, al delimitar la zona de ataque contra un agente agresor y atraer células inmunes de los tejidos cercanos, principalmente del sistema leucocitario.
Ello, mediante una serie de moléculas mediadoras llamadas receptores, las cuales pueden pasar a través de las paredes de los vasos sanguíneos hasta el sitio de la lesión, con lo que la inflamación disminuye y el tejido regresa a la normalidad.
En ese sentido, el investigador dijo que en la “respuesta crónica asmática hay una migración paulatina de distintas poblaciones del sistema leucocitario, que son las responsables de la obstrucción respiratoria, además hemos identificado a las moléculas responsables de la atracción de esas células”.
Por lo que han producido modelos animales que carecen de los genes que codifican estos mediadores, o bien solo de los mediadores responsables de atraer a las células, de tal manera que modulándolos se logra modificar la respuesta asmática e incluso bloquearla.
Por otro lado, señala que reciente evidencia clínica y experimental revela que los tumores sólidos pueden exacerbar la inflamación para promover su propia progresión.
Ello, ya que el tumor inducido por la inflamación usualmente conduce a la supresión del sistema inmune, lo cual impide que éste realice su función de vigilancia y eliminación del tumor.
Por lo que “desactivar” la inmunosupresión ha demostrado ser útil y un posible camino para tratar el cáncer, pues las células inmunes pueden proveer tanto señales anti y protumorigénicas que podrían ser empleadas para propósitos terapéuticos.