Ginebra, 23 Dic (Notimex).- Los combates entre los grupos armados en Libia han dejado cientos de civiles muertos, desplazamientos masivos y condiciones humanitarias graves para las personas atrapadas en zonas de conflicto, advirtió un nuevo informe de Naciones Unidas.
El reporte, publicado conjuntamente por la Misión de las Naciones Unidas de Apoyo en Libia (UNSMIL) y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), documenta los bombardeos indiscriminados en zonas pobladas, el secuestro de civiles, la tortura y ejecuciones, así como la destrucción deliberada de bienes, entre otros graves abusos.
Según ACNUDH, tienen lugar continuas violaciones del derecho internacional en varias partes del país.
En el oeste de Libia, en el área de Warshafana, los enfrentamientos entre grupos armados rivales han causado la muerte a más de 100 personas y heridas a 500 entre finales de agosto y principios de octubre.
Los combates han provocado una crisis humanitaria, con al menos 120 mil personas obligadas a huir de sus hogares y una grave escasez de alimentos y suministros médicos.
Además, cientos de casas, granjas y otros negocios también han sido destruidos y se tienen informes sobre los combates en las montañas de Nafusa, en la frontera Warshafana, que han provocado la muerte de otras 170 personas.
En Bengasi, en donde los enfrentamientos se han intensificado desde mediados de octubre, 450 personas han sido asesinadas, según el informe.
Los residentes se enfrentan a graves deficiencias en la atención médica, ya que los hospitales se han visto atacados u ocupados por los grupos armados.
UNSMIL también ha recibido informes de combatientes que llevaban uniformes de la Jamahiriya Sociedad de la Media Luna Roja y que con una de sus ambulancias llevaron a cabo un ataque suicida.
Ataques bajo la ley del «ojo por ojo» sobre la propiedad también han llevado a la destrucción de muchas casas, señaló el informe dado a conocer en rueda de prensa en Ginebra.
Más de 15 mil familias -unas 90 mil personas- han sido desplazadas de Bengasi. De ellas, más de 5 mil 600 Tawerghans han sido desplazadas por segunda vez -tres años después de su primer desplazamiento forzoso por grupos armados de Misrata.
Decenas de civiles han sido secuestrados por todo el territorio, únicamente por pertenecer a una tribu, familia o por su afiliación religiosa y otros han sido tomados como rehenes para intercambiarlos con los bandos adversarios.
“UNSMIL también ha recibido denuncias de tortura y otros abusos que son coherentes con los patrones anteriores de malos tratos a los detenidos, pero que son una causa de preocupación aún mayor debido a las fuertes tensiones políticas y las hostilidades activas en curso», subrayó el texto.
Activistas políticos y de derechos humanos, profesionales de los medios de comunicación y otras figuras públicas han sido blanco de los grupos armados, y muchos han sido secuestrados, amenazados y en algunos casos sus casas han sido saqueadas o quemadas.
En este sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos Zeid Ra’ad Al Hussein advirtió a todas las partes involucradas en los combates que los abusos graves contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario son penalmente responsables, incluso ante la Corte Penal Internacional, que está investigando la situación en Libia.
«Como comandante de un grupo armado, son penalmente responsables en virtud del derecho internacional si hubieren cometido u ordenado la comisión de graves abusos contra los derechos humanos o si no toman las medidas razonables y necesarias para prevenir o reprimir su comisión», sentenció el Alto Comisionado.
«Insto a todos aquellos en posiciones de autoridad para declarar públicamente que actos equivalentes a violaciones y abusos de los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario no serán tolerados», señaló Zeid.
Por su parte, el representante especial del Secretario General para Libia, Bernardino León, instó a todas las partes del conflicto a que cesen inmediatamente las hostilidades armadas.
«Todos los que sufren en medio de este clima de violencia merecen vivir seguros con sus derechos plenamente protegidos», dijo León.
«Hago un llamado a todos los líderes políticos y militares de Libia para que participen, con carácter de urgencia, en un verdadero diálogo político con el fin de lograr que Libia pueda salir de la crisis actual en la que se encuentra», djo el diplomático.
A raíz de las manifestaciones y los posteriores levantamientos provocados por la llamada «primavera árabe” que desembocaron en la caída del régimen y la muerte de Muammar Gaddafi en 2011, el país vive sumido en el caos debido a la lucha de poder entre liberales contra islamistas.