Berlín, 14 dic (EFE).- Unas 15 mil personas se manifestaron hoy en la ciudad alemana de Colonia contra el racismo y la xenofobia, siete semanas después de la manifestación contra el salafismo que concentró a 4 mil 800 radicales y aficionados deportivos violentos y que dejó medio centenar de agentes heridos.
Una iniciativa a la que pertenecen muchos artistas de Colonia había convocado a esta manifestación en el centro de la ciudad, que transcurrió de forma pacífica, según la Policía.
La irrupción de «Hooligans contra salafistas», una organización en la que confluyen aficionados al fútbol violentos y ultraderechistas, ha encendido las alarmas en Alemania tanto por su violencia como por una capacidad de movilización mayor que la de otros grupos neonazis del país.
«Hooligans contra salafistas» -«HoGeSa», en sus siglas en alemán- tiene una página web muy activa de perfil y simbología claramente neonazis, en la que se llama a luchar juntos – aficionados y ultraderecha – contra el islamismo radical.
El presidente del sindicato policial, Rainer Wendt, se pronunció a finales de octubre a favor de prohibir las convocatorias lanzadas por «HoGeSa», que a su parecer no tienen perfil político ni menos aún de manifestación futbolística, sino que buscan la mera confrontación violenta con la Policía.
«Somos conscientes de que el clima social en Alemania se ha enrarecido», declaró el viernes el titular del Interior alemán, Thomas de Maizière, a la vista de la capacidad de concentración de movimientos como «Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente» («Pegida») y «HoGeSa».
El pasado lunes, «Pegida», nacido en Dresde, logró congregar en las calles de esa ciudad del este de Alemania a 10 mil personas en su manifestación semanal, mientras alrededor de 9 mil personas se sumaron a una marcha opuesta.
El movimiento, que se opone a la acogida de refugiados por razones económicas y a la presencia de presuntos yihadistas en territorio alemán, organiza marchas en Dresde desde hace varias semanas, captando cada vez más seguidores, y ha empezado a extenderse a otras localidades. EFE