Ciudad del Vaticano, 14 Dic (Notimex).- Mexicanos e italianos concluyeron hoy una fiesta popular, de varios días, en honor a Nuestra Señora de Guadalupe con una misa, mariachis y una comida en la parroquia que lleva el nombre de la Virgen, en el noroeste de Roma.
La celebración eucarística de este domingo estuvo presidida por el arzobispo mexicano Jorge Carlos Patrón Wong, secretario para los Seminarios del Vaticano, el cual también bendijo a varias mujeres embarazadas.
Al final de la ceremonia, por el pasillo central de la parroquia, llena de fieles, ingresó el grupo musical Mariachi Romatitlán con algunas mujeres enfundadas en trajes típicos mexicanos. Ante una estatua de la Virgen entonaron melodías como “La Guadalupana” y “Las Mañanitas”.
“La Virgen de Guadalupe es uno de los grande valores que Latinoamérica ofrece no sólo a la Iglesia sino a la humanidad, porque ella no sólo invita y convoca, sino que transmite una experiencia de amor vivida, de alegría en medio de situaciones difíciles, sobre todo esperanza y de amor”, dijo Patrón Wong.
“Lo que hizo en toda América, de unir a nuestros pueblos, de acabar con divisiones y abrir el corazón a la realidad migratoria, también se manifiesta en Italia, aquí vemos cómo una comunidad italiana acoge a todos los migrantes y latinoamericanos”, dijo a Notimex.
Señaló que al conocer a Nuestra Señora de Guadalupe los italianos se sienten atraídos por el amor, el cariño, la devoción vivida por niños, adultos y ancianos; además de recordar que ellos también tienen vitalidad y fuerza espiritual.
“Que vean en la cultura latinoamericana una aportación de vida, de fuerza, de esperanza, porque en esta visión de las familias se abren las puertas a una verdadera comunión, más allá de un simple discurso migratorio”, apuntó.
La parroquia de Guadalupe está ubicada en la zona Monte Mario de Roma y fue fundada en 1927 por un grupo de monjas de las Hermanas Hijas de María Inmaculada que escaparon de México en tiempos de la persecución religiosa (Guerra Cristera).
En aquel tiempo un sacerdote las llevó a la parte norte de la capital italiana, donde sólo habían dos grandes haciendas. En un terreno vacío construyeron una capilla y la dedicaron a la Virgen Mexicana.
Entonces se convirtió en el primer templo de Roma en llevar ese nombre. Unos años más tarde, en 1932, cuando las religiosas volvieron a México la diócesis tomó el espacio y lo convirtió en parroquia.
“La comunidad ha vivido siempre con mucha devoción, porque la comunidad ha sido siempre muy devota a la Virgen y a la virgen mexicana. Cuando fue coronada en México, hace poco más de 50 años, también fue coronada aquí, reina del trabajo”, contó el párroco Franco Mammoli.
Por primera vez este año la Comunidad Católica Mexicana de Roma se sumó a las celebraciones por la fiesta patronal, que se extendieron durante toda la semana con actividades recreativas, espirituales y hasta un torneo de futbol con equipos de Italia, Estados Unidos y México.
“Para nosotros esta invitación significa muchísimo, es la primera vez que nos contactan y muy contentos, muy orgullosos de festejar con nuestros hermanos italianos a la Virgen de Guadalupe”, indicó por su parte Sandra Bellia Celis, vicepresidente de la comunidad.
Sostuvo que la fiesta del 12 de diciembre significa la unidad para el mexicano y el latino que también se encuentra en Italia, los cuales la viven con mucha intensidad por estar lejos de su tierra.
Reconoció que en Italia los católicos conocen bastante la historia de la Guadalupana y les llama especialmente la atención el modo con el cual ella se presentó a un humilde indígena, sencillo de corazón.
“En Roma existen varias capillas con la imagen de la Virgen de Guadalupe y eso quiere decir que también ha conquistado los corazones de los italianos”, estableció.
