La UNESCO reconoce la obra de Tiscornia y la reconoce como parte de la “memoria del mundo”

12/12/2014 - 8:15 am

Montevideo, 12 dic (EFE).- Las anotaciones en pequeños trozos de papel que el exguerrillero tupamaro Jorge Tiscornia acumuló en el interior de unos zuecos durante los 4.646 días que estuvo preso en tiempos de la dictadura militar uruguaya (1973-1985), fueron hoy reconocidas por la UNESCO como parte de la “Memoria del Mundo”.

“Es la realidad vista por el subjetivismo de un individuo que tenía una cultura, que estuvo casi todos esos años en soledad y que le importaba registrar determinadas cosas”, dijo hoy en un emotivo y concurrido acto en Montevideo el autor de un particular almanaque que registra al detalle las experiencias vividas en la cárcel.

Tiscornia recibió hoy el certificado de la incorporación de su obra al Registro Regional Memoria del Mundo, después de que el pasado octubre “El Almanaque” fuera reconocido como “Patrimonio Documental de América Latina y El Caribe” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Esta colección fue producida por Tiscornia durante su encarcelamiento en el Establecimiento Militar de Reclusión N.°1 en la localidad uruguaya de Libertad, desde 1972 a marzo de 1985, y conforma un registro detallado de lo que se vivía en el penal, memoria viva de muchos años de aislamiento.

“Es un registro muy personal que rápidamente conmueve por los cambios que se van dando en la cárcel, por las enfermedades, las muertes… Los compañeros empezaron a ser yo. Si iban al hospital yo lo anotaba. Cada cosa que se movía en el penal lo anotaba”, recuerda el exprisionero.

Así, esos registros, escritos en pequeños papeles de cartas, estuvieron a la vista en su celda hasta 1974, pero después “el escribidor”, como él mismo se define, sintió que los podría perder, por lo que decidió comenzar a ocultarlos en un par de zuecos de madera.

“Se me ocurrió que debía tenerlos en un lugar que fuera diferente”, afirma Tiscornia, con la convicción de que si le cambiaban de celda no tuviera que “andar buscando” en ella. Es así como llegó a su mente el recurso de los zuecos, donde los oficiales del penal “con su perfume puesto” nunca se acercarían.

Hasta los días previos a su puesta en libertad, con la Ley de Amnistía de 1985 y tras el retorno de la democracia a Uruguay, cada año iba “partiendo” ese pintoresco calzado carcelario e iba incorporando sus últimas anotaciones, entre ellas los horarios de recreo, la designación de tareas, el envío de paquetes de familiares o los días en que se comía bien y los que no.

Sin embargo, al salir del penal, los zuecos tardaron 15 años en volver a abrirse.

“Lo más importante para muchos era reintegrarnos en el pueblo y ser uno más”, reconoce el exguerrillero, a quien no se le ocurrió “partirlos” durante todo ese tiempo, en el que rechazó “volver a ellos”.

Ahora toda esa obra descansa como donación en el archivo de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de la Presidencia de la República de Uruguay para ser tratada científicamente por su equipo de expertos y pasando a integrar su patrimonio documental.

Tiscornia nació en Montevideo en 1944, estudió arquitectura y militó en el Movimiento de Liberación Nacional, conocido como “tupamaros”, un movimiento político de izquierdas que tuvo actuación como guerrilla urbana durante las décadas de 1960 y 1970 en Uruguay.

Su almanaque es reconocido por la UNESCO en su Registro Regional Memoria del Mundo, destinado a preservar el patrimonio documental como símbolo de la memoria colectiva de la humanidad, reflejando la diversidad de los pueblos, las culturas y los idiomas.

“Todos somos la memoria del mundo”, espetó la directora de la Oficina Regional de Ciencia para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Lidia Brito, quien valoró la importancia de reconocer estas iniciativas como forma de garantizar y preservar los derechos humanos.

Un documental en 2012 y un libro en 2013 sobre “El Almanaque” de Tiscornia pusieron también su grano de arena para inmortalizar las vivencias de este montevideano en el pasado reciente del país.

“El Almanaque” se suma a las once postulaciones de ocho países de América Latina y El Caribe que en octubre de 2014 pasaron a integrar el “Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe”, incrementándose a 107 el número de inscripciones. EFE

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