Especialistas estudian vestigios de navíos pertenecientes al siglo XVI en Quintana Roo

23/07/2013 - 5:22 pm

México, 23 Jul. (Notimex).- En el área de Banco Chinchorro, ubicado en las costas de Quintana Roo, especialistas en arqueología subacuática han detectado 69 sitios donde yacen testimonios de los siglos XVI al XX, de los cuales destacan los de la zona “40 cañones”.

En el falso atolón de la costa caribeña, los expertos realizan el registro, liberación y toma de muestras de algunos naufragios, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en un comunicado.

La arqueóloga Laura Carrillo, responsable de la investigación, explicó que en junio pasado, un equipo de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH se trasladó a la zona “40 Cañones”, para continuar investigando los vestigios sumergidos en dicho sitio.

En el lugar, los expertos buscan y recogen pistas que ayuden a conocer la arquitectura del buque que se hundió en el lugar y precisar su procedencia, posiblemente española o inglesa. Hasta el momento se han encontrado un ancla, fragmentos de botijas, municiones de mosquete y tubos metálicos concrecionados.

Además, los especialistas pudieron liberar los restos que quedan de la estructura del casco, también se hallan tablones longitudinales y otros transversales que corresponderían a las cuadernas que daban soporte al navío.

Carrillo señaló que otros vestigios importantes de la estructura de madera de la embarcación están bajo una capa de lastre de cerca 1.5 metros, y sobre ella hay cañones que no han podido liberase porque se encuentran en una zona que ya es hábitat de corales y otras especies protegidas.

Como parte de las investigaciones, el geólogo Óscar Hugo Garduño Monroy ha recolectado muestras del lastre para su análisis y conocer su procedencia mediante comparaciones con las que se hallan en bases de datos de Europa.

Otros datos de relevancia que se han encontrado son las marcas en las letras “E” y “F” en los muñones de algunas piezas de artillería; mientras que los historiadores que forman parte del proyecto indagan en archivos de México, Guatemala, Cuba e Inglaterra para dar sentido al rompecabezas.

En ese sentido, Laura Carillo expresó que aún no se puede garantizar que se vaya a identificar a la embarcación porque no cuentan con los datos suficientes que sirvan como referentes.

Como parte del proyecto en Banco Chinchorro, también se busca conservar los restos materiales que se encuentran en el sitio, por lo que se ha estimado la velocidad del proceso de deterioro de los 36 cañones del lugar y se han hecho estudios para saber si los organismos biológicos que colonizan la superficie de los vestigios arqueológicos los afecta.

La arqueóloga añadió que se continúa con el monitoreo fotográfico de pecios que volcados como elefantes metálicos asoman del espejo de agua, se trata de seis cargueros y un remolcador que datan del siglo XX, entre ellos “Tropic”, “Casell”, “Hubba” y “Emily”.

Los trabajos también contemplaron el análisis de corrosión en el sitio de “Caldera” que corresponde a un vapor de fines del siglo XIX o inicios del XX, así como “Ladrillos”, un pecio de la centuria pasada, del que se conservan la quilla, la sobrequilla y unos tablones del forro del casco.

Bajo las aguas de Banco Chinchorro yacen también naufragios de lo que se tiene referencia por fuentes históricas, pero que siguen sin ser identificados por los arqueólogos subacuáticos, uno de ellos es “Tetis”, una fragata española del siglo XVIII.

Algunos otros se encuentran en sitios a los que únicamente saben llegar los pescadores de Mahahual y Xcalak, quienes son parte fundamental en este trabajo de registro arqueológico.

 

 

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