Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).–Algunos de los 350 animales que alberga el zoológico de Tizimín en Yucatán, se encuentran lastimados o desnutridos en jaulas con pisos de concreto, sin enriquecimiento ambiental, denunció AnimaNaturalis, organización internacional por la defensa de los animales.

El lugar no cuenta con las instalaciones, personal o requerimientos mínimos para el mantenimiento básico de los animales, dio a conocer la organización iberoamericana con sede en México en un comunicado .

“Todos se encuentran en espacios reducidos, sucios y sin ningún tipo de enriquecimiento ambiental. Sus jaulas están en contacto cercano con los visitantes, quienes toman fotografías con flash y hacen mucho ruido, lo que les causa estrés y ansiedad”, dijo AnimaNaturalis.

El Parque Zooológico La Reina como también se le conoce, abrió sus puertas desde 1975 y fue nombrado así por la primera visita a México de la Reina Isabel II del Reino Unido. En 2009 fue clausurado por incumplimiento con estándares de seguridad, de acuerdo a la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), aunque fue reinaugurado días después.

La organización protectora explicó que las dietas de los animales son inadecuadas e insuficientes en cantidad, además que no existe control de las necesidades nutricionales de cada especie, lo que ocasiona que muchos ejemplares se encuentren desnutridos y enfermos.

“Este recinto presenta una fuerte amenaza contra sus visitantes, pues el personal no tiene herramientas ni protocolo en caso de una contingencia”, argumentó AnimaNaturalis, tras mencionar que el área de cuarentena es insalubre y no cumple con su función.

En tanto que las instalaciones para atención veterinaria no son adecuadas para atender a los enfermos, pues no hay material médico y el personal no está capacitado para atender una emergencia.

Hasta ahora, no hay ninguna solicitud del zoológico de Tizimín para trabajar en conjunto con las organizaciones defensoras de animales, pero existe la denuncia que está en proceso para que se dé paso a los procedimientos administrativos y jurídicos, informó Adriana Buenrostro, vocera de AnimaNaturalis dijo en entrevista con SinEmbargo.

Además que Adriana dio a conocer que se le da seguimiento a los animales y se espera la intervención de la Profepa para resguardar el bien mayor, que es la vida y el bienestar de los animales.

La organización citó a los artículos 37, 38 y 40 de Protección de Fauna del estado de Yucatán que indican que los animales cautivos en zoológicos deben encontrarse en instalaciones “adecuadas para su especie, que cuenten con espacio suficiente y satisfacción de sus necesidades vitales”, además de garantizar que los visitantes no molesten a los animales y contar con una persona capacitada que dé atención a ellos.

Luum Balicheo, una Sociedad Protectora de Animales de Cancún, Quintana Roo (SPACQROO) denunció también que el panorama del zoológico es desolador, por la presencia de animales desnutridos y enfermizos.

ZOOLÓGICOS DESDE PORFIRIO

La activista explicó que el hacinamiento de los animales en cautiverio perpetuo no tienen alguna finalidad educativa ni recreativa en estos paradigmas sociales. Además dio a conocer que las investigaciones de campo de AnimaNaturalis demostraron que existe una pérdida de convocatoria.

Al menos el 85 por ciento de los zoológicos en todo el país se encuentran en situaciones deplorables, ya que en todo el territorio mexicano existe por lo menos uno de estos lugares desde que el régimen porfirista. En su mayoría, la manutención de estos parques compete a las autoridades estatales o municipales.

“Estos lugares ya son obsoletos, lo educativo no puede aprenderse dentro de un zoológico. Las personas aprenden más en un documental donde ven a un león cazando que ir a ver a un león dormido todo el día”, aclaró Adriana, quien dijo que la propuesta sería cambiar esta visión de no asistir a este tipo de lugares.

En contraste, en México también existe el primer zoológico en el mundo que se convirtió en una unidad de rescate, rehabilitación y reubicación de animales después de muchos años. El Bioparque Pachuca, que opera bajo el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) local y sirve como ejemplo para convertir otros zoológicos en México como el de Colima y Tijuana para trabajar con este concepto.

En cuanto a los animales que permanecen en cautiverio dentro de zoológicos, la vocera de AnimaNaturalis aclaró que jamás van a regresar a su hábitat natural y quizá no puedan recuperar algunos de sus instintos.

“Pero es nuestro deber como sociedad al menos tratar de procurarles lo que sea un poco más cercano a lo que es la libertad, sin rejas o mallas”, concluyó.

Es común que animales en zoológicos y otros tipos de cautiverio desarrollen comportamientos redirigidos y estereotipias debido a la falta de estímulos adecuados, explicó la organización que argumenta que lejos de que los zoológicos sean espacios de educación, enseñan a los visitantes a aceptar como normales las “imágenes de crueldad”.