Islamabad, 12 dic (EFE).- La protesta convocada por el partido opositor PTI paralizó hoy parcialmente Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, para pedir la dimisión del primer ministro, Nawaz Sharif, y la celebración de comicios anticipados, informaron medios locales.
La ciudad sureña, con unos 18 millones de habitantes, permaneció durante la mayor parte del día con muchas de sus principales avenidas y carreteras cortadas al tráfico, según el canal de televisión Geo News.
Los seguidores de Pakistan Tehreek-i-Insaf (PTI) bloquearon al menos 25 puntos estratégicos de Karachi, capital de la provincia de Sindh y principal centro financiero, comercial y portuario del país.
El bloqueo afectó al normal desarrollo de la actividad de oficinas gubernamentales, juzgados, centros de negocios y educativos, mercados y transportes.
El inspector general adjunto de la Policía de Karachi, Ghulam Qadir Thebo, dijo a Efe que serán denunciados quienes obliguen por la fuerza al cierre de negocios para secundar la huelga.
La convocatoria formaba parte del denominado Plan C de esta formación opositora para reclamar la dimisión de Sharif por fraude en los comicios que ganó en 2013, el adelanto de elecciones, reformas electorales y una auditoría de los gastos del Gobierno en los últimos catorce meses.
El Gobierno sustentado por la conservadora Liga Musulmana-N ha accedido a todas las peticiones excepto a que dimita Sharif.
El Plan C del partido liderado por Imran Khan, quien se trasladó esta jornada a Karachi, consiste en la convocatoria de huelgas generales en importantes ciudades del país asiático, con protestas como la celebrada el 8 de diciembre en Faisalabad, en el que murió un simpatizante del PTI.
La próxima jornada reivindicativa está prevista en Lahore (este) el día 15 y el 18 está programada una huelga de ámbito nacional.
El PTI y el también opositor Pakistan Awami Tehreek (PAT) ya protagonizaron en agosto protestas similares para bloquear la capital del país, Islamabad, con enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad en los que murieron tres personas y unas quinientas resultaron heridas.
Ambas formaciones pretenden aprovechar el descontento de la población por la crisis energética, el aumento de los ataques insurgentes y la mala situación de la economía para forzar la dimisión de Sharif, que ganó por mayoría absoluta en 2013. EFE
