La Ronda Uno relega a las empresas mexicanas y las orilla a ser “subcontratistas”: AMIPE

11/01/2015 - 12:00 am
Erik Legorreta, presidente de AMIPE, admitió que hubo muchas sorpresas durante el anuncio de la Ronda Uno. Foto: AMIPE
Erik Legorreta, presidente de AMIPE, admitió que hubo muchas sorpresas durante el anuncio de la Ronda Uno. Foto: AMIPE.

Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).– El pasado 11 de diciembre, la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) dieron a conocer los primeros 14 bloques que se licitarán durante la primera fase de la llamada Ronda Uno, junto con los requerimientos tanto técnicos como económicos con los que las compañías privadas van a tener que iniciar con la exploración y explotación de los campos someros que se ubican en los estados de Veracruz, Tabasco y Campeche.

Los titulares de ambas instituciones informaron que las empresas interesadas en participar en las licitaciones tendrán que demostrar conocimiento y experiencia en exploración y explotación en aguas someras en al menos tres proyectos de gran escala. En materia económica, aquellas que quieran participar de manera individual, deben de mostrar un capital de mil millones de dólares. O en caso de agruparse en un consorcio, cada empresa deberá de contar con un mínimo de 600 millones de pesos.

En caso de ser empresas de gran escala (aquellas que producen 1.6 mil millones de petróleo crudo equivalente) sólo podrán competir con empresas de su calado.

En este sentido, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE), Erik Legorreta López, admitió en entrevista con SinEmbargo que hubo muchas sorpresas durante el anuncio de la Ronda Uno, debido a los tipos de campos a licitar, la poca participación de Petróleos Mexicanos (Pemex) como Empresa Productora del Estado y los requisitos con los que tienen que cumplir las empresas. Todo esto, en conjunto, podrían complicar mucho la participación de las mismas, en especial las mexicanas, que podrían conducir a la industria nacional petrolera en “una eterna subcontratista”.

 CONDICIONES SÓLO PARA LOS GRANDES

–¿Cómo califica usted esta primera fase de la Ronda Uno?

–Celebramos la Ronda Uno y su lanzamiento, es un mensaje que da contundencia y seguimiento a la Reforma Energética y la aterriza, lo cual en definitiva es una noticia positiva para los mercados nacionales e internacionales, así como la imagen nacional.

Aunque lo que vemos en un principio es que los requisitos financieros complican la participación de empresas nacionales que eran proveedoras o contratistas anteriormente de Petróleos Mexicanos y que tienen experiencia en poder participar estos proyectos dados los requisitos económicos que piden en la Ronda Uno.

Por otro lado, también se esperaba en un principio que esta primera licitación estuviera dirigida hacia aguas profundas y hacia proyectos que requerían un mayor requerimiento y complejidad técnica. No fue así. Se anunciaron aguas someras, petróleo ligero y pozos maduros, como proyectos de exploración. Esto en un principio nos sorprendió, ya que complica la participación de las empresas porque muchas de ellas, aunque no todas, tendrán que buscar asociarse en un consorcio con empresas extranjeras.

Esto no necesariamente es malo, pero la problemática aquí es que sólo los grandes consorcios mexicanos cumplen con estos requisitos y eso complica la participación.

–¿Cuáles podrían ser estas empresas?

–Por lo general no damos nombres, pero en este caso estamos hablando de empresas ya conocidas por todos: Grupo Carso, Alfa, IEnova. Este tipo de empresas que ya tienen experiencia, y que también al dedicarse a otros negocios y ser de gran tamaño, ahora pueden participar en el sector energético.

–¿Esto podría fomentar la subcontratación de la que usted hablaba en un comunicado?

–Hay empresas mexicanas que tienen experiencia en exploración, subcontratadas antes por Pemex, y por ser contratistas veíamos la oportunidad de que se convirtieran en proveedoras directas de este tipo de servicios. Los requerimientos técnicos lo complican un poco, no dicen que no vayan a participar pero se buscará que se asocien.

Inclusive, y tiene que decirse, para Petróleos Mexicanos hay limitantes que no se esperaban de la Ronda Uno. Creo que sólo puede participar en cuatro o cinco proyectos. Se pensaba que iba a participar en la cantidad de proyectos que quisieran. Se hablaba del esquema petrolero brasileño en el cual Petrobras es socio de todos los proyectos o en su mayoría de los que hay en Brasil a mano de otras petroleras y no es así, esto limita su participación en todos sus proyectos.

Siendo subcontratista existe la posibilidad de que las compañías que participen en estos proyectos anunciados en la Ronda Uno, pudieran venir con el apoyo financiero que están pidiendo y subcontratar a las empresas mexicanas a que realicen este tipo de trabajos, dándole la fortaleza económica. No quiere decir que sea malo, pero no es deseable, lo que se gustaría es que vinieran de socios.

No es lo mismo entrar como socio o consorcio conjunto con una empresa extranjera que como subcontratista. El tema del subcontratismo implica que la empresa ganadora del contrato, me contrata a un precio menor, sustancialmente menor al que se le está pagando. En este punto, las empresas mexicanas tienen que encontrar, la mayoría de ellas, un socio extranjero para participar.

Para nosotros hubiera sido deseable que los requerimientos técnicos y económicos no se hubieran dado de una manera general, porque cada uno de los proyectos tienen sus propias proporciones. Los requisitos técnicos entre uno y otro pueden variar. Como siempre había pasado en nuestro país, normalmente los proyectos que se anuncian, los requerimientos iban proporcionalmente al proyecto. Ahora no fue así, fue muy general en el anuncio.

–A causa de esto, ¿qué riesgos encuentra usted para la industria petrolera mexicana?

–De alguna forma esto cambia la estrategia que se planteaba Petróleos Mexicanos. En algún momento el director de Pemex Exploración, Gustavo Hernández García, dijo en un principio que se tenía la intención de participar en gran parte de los proyectos. Con estos requisitos técnicos tienen que replantear su estrategia y también ser replanteado por las demás empresas mexicanas.

Esto no es negativo en todas sus proporciones, pero es una sorpresa. Es una cuestión que para muchas de las empresas complica el escenario, algunas de ellas querrán participar; sin embargo considero que algunas de ellas exijan aclaraciones posteriores en cada proyecto dadas las circunstancias actuales.

Los riesgos es que se verá un poco de menor participación de empresas mexicanas, en definitiva. Y en general esperemos que también las empresas extranjeras vengan e inviertan en nuestro país para el desarrollo de proyectos que son interesantes.

–¿Considera que esta primera fase de la Ronda Uno podría ser una especie de proyecto piloto ante la actual volatilidad en los precios del mercado petrolero internacional?

–Independientemente del mercado internacional de cómo están los precios del petróleo, hay que entender que las inversiones en este sector deben de visualizar a largo plazo. Cualquier proyecto que se haga hoy, sus frutos no se verán en un año o dos. Que el crudo de hoy esté barato, no quiere decir que estará mañana en el mismo precio, ni tampoco que cuando ya se esté extrayendo petróleo de los suelos estará al mismo precio, todo es una situación geopolítica compleja, que cambiará en un tiempo.

La Reforma Energética traerá los beneficios que se esperan en cuanto a empleo e infraestructura, para las empresas mexicanas se espera que haya una mayor promoción y que se active el mercado interno.

Como bien dices, esto es un primer lanzamiento, ni los próximos serán igual. Creo que efectivamente estamos iniciando, al gobierno lo que le interesa es que la Reforma Energética tome su forma a nivel internacional y de atracción. Ya vendrán las otras fases en donde esperemos que las condiciones sean distintas y se vaya adaptando a los distintos escenarios que estamos teniendo.

Esta reforma quizá debió de haberse dado hace dos sexenios cuando había un boom petrolero muy fuerte, desgraciadamente no se dieron las condiciones políticas.

Ahora, no sólo estamos hablamos de la exploración ni extracción de crudo, pensamos que hay un mercado importante en la construcción de infraestructura petrolera, hablando de ductos, terminales, incursiones en la refinería, nuevos proyectos que se requieren que en su conjunto han de implicar 30 o 35 mil millones de dólares que el país necesita en infraestructura petrolera.

Vamos a ver un dinamismo importante respecto las mismas necesidades que las industria petrolera tiene de crecer y renovar infraestructura, hay muchas áreas que se van a detonar en cuanto a las diferentes áreas que existen.

en Sinembargo al Aire

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