Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– El gobierno de Noruega anunció que en 2015 recortará de su presupuesto 12 millones de coronas equivalentes a 1.8 millones de dólares, usados para la caza de focas arpa del Atlántico Noreste.
Los informes del gobierno noruego afirman que se trata de una necesidad de priorizar sus inversiones financieras, además que este subsidio representaba casi el 80 por ciento de los recursos de la industria de la caza, lo cual supondría un futuro incierto para esta actividad en el comercio europeo.
El Partido Centralista de Noruega declaró para la prensa local que el gobierno se “sometió” a la presión de la Unión Europea y a “grupos extremistas” defensores de los derechos de animales.
El partido opositor, así como los defensores de la caza de focas arpas argumentaron que la actividad se realiza para regular la población de las focas que, de incrementarse podría alterar los ecosistemas, además de tener un impacto negativo que podría tener la industria y el comercio.
Esta medida podría deberse en parte a la presión que la Unión Europea ha ejercido durante los últimos años en contra de la caza de esta especie y el comercio de productos derivados de la foca arpa. Presión que obligó a Rusia a prohibir la caza de focas bebé en el 2009 y en el 2011 prohibiera la importación de productos.
También se dio a conocer que durante el 2014, únicamente tres botes se dedicaron a la caza masiva de 11 mil 980 focas, por lo que el líder del comité de negocios en el Parlamento y miembro del Partido Centralista opinó que el apoyo del gobierno a la actividad podría significar el fin de la industria “de por sí ya debilitada”.
Los grupos animalistas de Noruega se mostraron satisfechos con esta medida del gobierno, pues estaban en desacuerdo que la ciudadanía fuera la que pagara con sus impuestos la matanza de las focas arpa y la que mantuviera el comercio de las pieles de focas.
En 2012, la Organización Mundial de Comercio autorizó a la Unión Europea esquivar una demanda de Noruega y Canadá que pedía cancelar la prohibición de importar productos derivados de las focas. Países como Bielorrusia, Kazajistán, Estados Unidos, Taiwán y México implementaron dicha medida de consumo de productos procedentes de estos animales.
Ese mismo año, Canadá autorizó la caza de más de 400 mil focas en su territorio, lo que significaba la mayor cacería de mamíferos marinos en el mundo, pero únicamente se obtuvieron 91 mil focas.
Países como Canadá, Dinamarca, Noruega y Rusia continúan bajo la presión de la Unión Europea para que detengan esta actividad por completo, ya que cada primavera se realiza la matanza masiva de estas focas para el comercio de su piel.
En 2010 el Parlamento Europeo prohibió la importación de productos derivados de la caza comercial de focas en Canadá, luego de la publicación de un estudio en 2007 donde explicaba que estos animales sufrían durante el proceso.
La industria de la caza de las focas arpas reportó un descenso desde hace más de cinco años cuando estas pieles se cotizaron en tan sólo 14 dólares cuando antes se compraban en cien dólares. Entre los productos más vendidos que provienen de este animal, aparte de las pieles, son los aceites que de grasa de este animal para la creación de jabones y productos farmacéuticos compuestos por ácidos grasos Omega 3.
Personalidades como el cantante de rock estadounidense James Newell Osterberg, mejor conocido por su nombre artístico Iggy Pop y la cantante Joan Jett se han pronunciado en contra de la matanza de focas en Noruega y Canadá.
“He visto muchos actos viles y crueles en mis tiempos, pero pocos eran tan oscuros y retorcidos como la caza de focas bebés vulnerables por sus pieles”, dijo Iggy Pop.
